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El estatus del docente: un análisis global

Por: Paulette Delgado

¿Cuál es la posición de los docentes ante la sociedad? El Índice Del Estado Mundial Del Profesorado 2018 busca resolver estas preguntas.

¿Cómo es el respeto a los maestros en relación a otras profesiones? ¿Cuál es la posición social de los docentes? ¿Los profesores quieren que sus hijos se dediquen a la docencia? ¿Cuántas horas crees que trabajan los docentes a la semana? ¿Y cuánto se les debe pagar? Por segunda ocasión, la Fundación Varkey se dio a la tarea de resolver estas preguntas en su Índice Del Estado Mundial Del Profesorado 2018 (GTSI por sus siglas en inglés). La primera edición fue en 2013 donde se estudió a 21 países como China, Estados Unidos, Egipto, Brasil, España y otros. El nuevo GTSI agregó 14 países: Hungría, Ghana, Uganda, Argentina, Perú, Colombia, Chile, Panamá, India, Rusia, Malasia, Indonesia y Canadá.

De acuerdo con el índice, los diez países donde se respeta más al profesor son (de mayor a menor respeto):

  1. China

  2. Malasia

  3. Taiwán

  4. Rusia

  5. Indonesia

  6. Corea del Sur

  7. Turquía

  8. India

  9. Nueva Zelanda

  10. Singapur

Y los diez países donde menos se respeta la profesión docente (de menor respeto hacia mayor):

  1. Brasil

  2. Israel

  3. Italia

  4. Ghana

  5. Argentina

  6. República Checa

  7. Hungría

  8. Uganda

  9. España

  10. Colombia

Debido a que el respeto hacia la profesión docente  tiene muchas dimensiones, el estudio decidió enfocarse en cuatro puntos:

  1. Analizar la aspiración de ser educador

  2. Descubrir el estatus de los maestros de primaria y secundaria, así como los directores, en comparación a otras profesiones

  3. Comprender el contexto del estado social del profesor según su país

  4. Conocer el nivel de respeto que les tienen los alumnos

Una de las preguntas que incluía el índice era qué tanto respeto tiene un educador en comparación a otras profesiones, como por ejemplo, médicos, enfermeros, bibliotecarios, policías, abogados, contadores, entre otros. De acuerdo con el GTSI, estas profesiones se incluyeron en el conjunto de respuestas a elegir ya que requieren el mismo nivel de estudios (o equivalente) y porque son profesiones que podrían diferir si se desempeñan en un sector privado o público.

En promedio, de todas las otras ocupaciones, la sociedad calificó a los profesores de primaria en sexto lugar, siendo el 14 la profesión más alta. Los profesores de secundaria se encuentran  en séptimo lugar y los directores en octavo. En el 94 % de los países, los directores son más respetados que los educadores y en un 91 % los educadores de secundaria son más respetados que los de primaria.

La clasificación de los maestros

Es difícil determinar el verdadero valor de los docentes por país de manera cualitativa, especialmente al compararlos contra otras profesiones. Para resolver este problema, el índice decidió preguntar cómo las personas perciben el trabajo del educador al relacionarlo con un trabajador social, enfermero, bibliotecario, alguien con un puesto en el gobierno local o con un médico. La siguiente tabla ejemplifica algunos resultados:

 

Gráfica por el Observatorio

Gráfica por el Observatorio

El propósito detrás de esta comparación es conocer cómo ve la sociedad de cada país al maestro y cómo se ven ellos mismos. Por ejemplo, China y Malasia son de los países donde se respeta más al docente, lo que se refleja al considerarlos en el mismo nivel que un doctor. Esos dos países y Rusia fueron los únicos que contestaron “médico”. El 51 % de los países analizados, el público considera al educador como un “trabajador social” pero solo un 34 % de los docentes se ve a sí mismo de esa manera. Al contrario, un 43 % de los profesores se comparan con un enfermero y solo el 11 % de la opinión pública está de acuerdo.

Esta relación también ayuda a clasificar la manera en que se cree que se debería de pagar a los educadores. En otra sección del estudio, el público ve al médico con mucho respeto y se espera que tengan muy buen salario. En el caso de los trabajadores sociales, se ve como la profesión con menos respeto y menos ganancias, por lo que se entiende por qué, en países como Argentina, el maestro percibe que gana poco.

El respeto que le tiene la sociedad vs. el que se tienen los docentes

Cuando es el turno de los profesores de calificar el respeto hacia su profesión en comparación a la opinión de la sociedad, se pueden apreciar grandes diferencias. En 14 países, los docentes clasifican a los directores de las escuelas más alto que el público en general, especialmente en Corea, Singapur y Alemania. El caso de China es interesante porque es uno de los países donde más se respeta la profesión del maestro, pero no es recíproco el respeto del profesor hacia su superior. Por otra parte, países como Perú sucede lo contrario.

En comparación a los directores escolares, los profesores le tienen menos respeto a aquellos en secundaria que el público en general, especialmente en países como Argentina, Brasil o Portugal donde ya eran poco valorados. Al igual que en el caso de los directores, los maestros tienen menos respeto por los de primaria que el público en general. El peor caso es el de Panamá, donde la manera de ver a sus compañeros es muchísimo peor, seguido por el Reino Unido y Hungría.

Futuros docentes

El índice Del Estado Mundial Del Profesorado también se enfocó en descubrir si la enseñanza es una profesión a la que le gustaría que sus hijos se dedicaran. Se les pidió a los participantes describir si definitivamente no los alentaría, probablemente no los alentarán, tal vez los alentarán, probablemente los alentarán o definitivamente los alentarán.

Como era de esperarse, los países con un mayor nivel de respeto por los educadores, como China y Malasia, más de la mitad respondieron que sí alentarán a sus hijos a seguir la profesión docente. En el caso de Brasil e Israel, el 20 % o menos desea que sus hijos se desempeñen en esa profesión. Un caso particular es el de Rusia, donde se tiene mucho respeto al profesor pero fue el país donde la mayoría de los encuestados dijeron que menos quisieran que sus hijos sean maestros, incluso menos que en Brasil.

Otro caso interesante es el de España, uno de los diez países donde menos se respeta al educador, pero a esta pregunta en particular el 80 % respondieron que definitivamente alentarán a sus hijos a ser profesores, lo que demuestra que en varios países existe una disociación entre el respeto, el salario y si un padre alentaría a su hija a ingresar a la profesión.

El respeto de los alumnos hacia los maestros

No se puede hablar del respeto al maestro sin hablar de los alumnos. En este tema, el estudio decidió preguntar si el público cree que los alumnos respetan a sus docentes. El caso más curioso es el de Uganda, ya que es uno de los diez países donde menos se respeta al educador. Incluso, en el apartado sobre la opinión de los profesores sobre su profesión, salieron en el penúltimo lugar de los 35 países estudiados en cuanto a resultados de profesores de primaria. Sin embargo, al evaluar el respeto de los alumnos hacia los mismos educadores, quedó en el segundo lugar. En general, alrededor de la mitad de los encuestados dijo estar de acuerdo o muy de acuerdo que los maestros son respetados por sus alumnos.

Sueldo y horario laboral

Nota . Recuperado del Índice Del Estado Mundial Del Profesorado, de Dolton, P., Marcenaro, O., De Vries, R., & She, P.-W. N.,, (2018). Copyright por The Varkey Foundation, 2018. Recuperado de https://www.varkeyfoundation.org/media/4867/gts-index-13-11-2018.pdf

Nota. Recuperado del Índice Del Estado Mundial Del Profesorado, de Dolton, P., Marcenaro, O., De Vries, R., & She, P.-W. N.,, (2018). Copyright por The Varkey Foundation, 2018. Recuperado de https://www.varkeyfoundation.org/media/4867/gts-index-13-11-2018.pdf

La remuneración económica de una profesión a menudo se toma como una medida indirecta de la posición o el estatus social. El GTSI abordó este tema desde tres perspectivas: lo que el público cree que ganan los educadores (salario real estimado), si creían que era un salario  justo (salario justo percibido) y el salario real por país (salario real).

La gráfica del lado derecho ejemplifica esas respuestas por país. Aquí se puede ver que los salarios más altos son Suiza y Alemania y los más pobres aquellos en América Latina y África. En casos como Brasil, Argentina y Colombia, es interesante notar cómo el público asume que el salario justo es mucho más alto de lo que es realmente.

Al comparar el salario real estimado y el justo percibido, se muestra que el salario estimado es mucho menor en casi todos los países. Esto significa que la sociedad piensa que los docentes deberían ganar más de lo que realmente perciben, especialmente en países de África y Sudamérica donde el público cree que el salario justo es entre 40 % y 60 % más alto de lo que reciben actualmente. En el caso de Estados Unidos y Reino Unido, las personas piensan que el pago justo implicaría un aumento del salario de los maestros del  16 % en los Estados Unidos y 23 % en el Reino Unido.

Analizando el salario real y el percibido como salario real, en 28 de los 35 países, se cree que el primero es más bajo de lo que considera el público como justo, especialmente en el caso de Rusia, China, Uganda y Ghana donde hay diferencias de un 40 % y 60 %. Curiosamente, en el caso de Suiza, Alemania y Singapur ocurre lo contrario y se cree que el salario justo es mucho menor que el actual.

Pago relacionado con el rendimiento (PRR) y el horario laboral

Aunque se ha establecido que entre más alto el salario, mejor resultado tienen los alumnos, la paga de los educadores es uno de los temas más discutidos entre académicos y políticos.. Una de las publicaciones que menciona el índice es “Getting Beneath the Veil of Effective Schools: Evidence from New York City”, de Fryer et al.,  el cual describe cómo el desempeño de los alumnos mejora significativamente cuando hay un proceso de “aversión a la pérdida”. Ese proceso se basa en pagar a los docentes un bono al comienzo del año que deben devolver si al final del año el desempeño de sus estudiantes no fue bueno.

Por otro lado, el índice preguntó al público si consideraban que era una buena idea que los profesores reciban un bono dependiendo de su desempeño o el pago relacionado con el rendimiento (PRR). Al menos el 49 % contestaron que estaban totalmente de acuerdo o estaban de acuerdo con que se les debe de pagar de acuerdo al desempeño. El país que estaba más de acuerdo fue Egipto, con un 78 % a favor. Curiosamente, los países con los mejores puntajes en la prueba PISA son los que estaban menos de acuerdo con un sistema de PRR, como Finlandia, lo que puede estar relacionado con su sistema educativo.

El estudio también trató de encontrar la relación entre el deseo de tener un PRR y el respeto a los docentes, pero no encontró nada concluyente al respecto. Esto indica que el respeto no influye sobre el deseo de la gente de establecer una forma de pago basada en el desempeño del docente.

Varkey también analizó la percepción del público sobre las horas laborales de un profesor y compararlas con el horario real, incluyendo el tiempo fuera del aula para realizar actividades como calificar y planificar las clases. En la mayoría de los países, la gente subestima las horas de trabajo real de los docentes, especialmente aquellos de los países de América del Sur, Egipto y Panamá donde la subestimación está entre 39 % y 16 %.

La percepción de los docentes

Aunque en la mayoría de los países los encuestados sienten que los maestros son cariñosos, trabajadores, influyentes, inspiradoras, inteligentes y de confianza, existen grandes diferencias entre país y país. En lugares como China y Ghana, donde los docentes son vistos como profesionales de alto estatus, un 86 % de los entrevistados calificaron de manera positiva a los profesores mientras que en Perú y Grecia, sólo un 45 % los describirían así.

En el caso de la percepción de la sociedad sobre la competencia de los docentes y su relación con el respeto a la profesión, el índice GTSI descubrió que sí hay una relación. En países como China y Ghana, la sociedad ve a los docentes como altamente competentes y a la vez, se les ve con mucho respeto. Lo contrario ocurre en países como Perú, Grecia e Israel. Por otro lado, casos como el de Holanda, Nueva Zelanda, Brasil,República Checa y Reino Unido, son excepciones ya que aunque los docentes se ven como altamente capaces, su estatus ante la sociedad es bajo.

En cuanto a la percepción de los propios educadores y el respeto así mismos, en general es mayor que la del público pero varía mucho de acuerdo al país. En Perú, India, Uganda, Indonesia, Suiza y Panamá, donde la brecha entre las opiniones de ambos es grande, los docentes se ven así mismo de manera más positiva que el público. En el caso de Portugal, Estados Unidos, Hungría, España y Francia ocurre lo contrario, los profesores ven su propio nivel peor que el del público general.

La calidad del sistema educativo

El índice también investigó la percepción del sistema educativo de cada país sin involucrar a los educadores. El índice, donde 10 es la calificación más alta y 1 la más baja, el promedio de todos los países fue de 5.9. Los únicos países por debajo de 5 fueron Egipto, Brasil, Perú, Turquía, Hungría, Grecia y Panamá.

Al comparar esta clasificación  con el puntaje PISA de cada país, como era de esperarse, Finlandia, Suiza y Singapur, obtuvieron los mejores  puntajes al ser percibidos como buenos sistemas educativos por el público. En el caso de Egipto, Brasil, Perú y Turquía, que tienen un puntaje bajo, la percepción de la gente sobre su sistema educativo es mala.

La relación entre la paga del maestro, el estatus y la puntuación PISA

Al igual que Fryer, Dolton y Marcenaro, publicaron un artículo donde se estudia la probabilidad de  que la calidad del docente sea mayor si se le paga en relación a los resultados académicos de los estudiantes. El informe demuestra que existe un vínculo claro entre el respeto y el salario percibido: entre más alto sea el estatus, más va a ganar el profesionista. Y como se mencionó al inicio del artículo, en muchos países, la percepción sobre la remuneración que reciben los educadores es calificada de modesta en comparación a otros oficios. Pero la realidad es que cada país decide cuánto pagarle a los educadores y este salario no se ve afectado por el estatus que la profesión tenga ante el público.

Esto se debe a que cada país maneja la remuneración mediante la riqueza del país, el poder de negociación del gobierno frente a lo profesores, la percepción sobre la importancia de la profesión docente, y entre muchos otros factores. Esto significa que, aunque haya una mayor remuneración puede que mejore el respeto, pero no al revés, si aumenta el estatus de los profesores ante la sociedad, esto no significa que el gobierno les vaya a otorgar mejores salarios.

Aunado a esto, el índice demostró un posible vínculo entre el respeto al maestro y el rendimiento del alumno y cómo se ve afectado cuando se controla el salario de los educadores. Un aumento en el estatus del profesor y una mejor remuneración puede afectar positivamente en el rendimiento del aula.

Conclusiones

En conclusión, el índice demuestra que los directores de instituciones educativas suelen ser percibidos con un mejor estatus que los docentes. También se comprueba que el respeto y el salario de un maestro no siempre están relacionados. Varkey señala que, en general, los maestros no son remunerados de manera justa ni de acuerdo a lo que el público cree que se les debería de pagar, además de que la sociedad subestima la duración real de la jornada laboral de los profesores. Además, los factores culturales juegan un papel importante en el la percepción de la profesión docente. Países como China, Rusia y Malasia, ven al educador al mismo nivel que un médico, mientras que en Argentina y Perú, su nivel es similar al de un trabajador social.

El Índice Del Estado Mundial Del Profesorado 2018 también demostró que existe una fuerte relación entre el salario de los maestros y los  resultados en la prueba PISA. Aunado a eso, existe una relación, aunque más débil, entre el índice GTSI y los resultados de las pruebas PISA, más cuando se considera el efecto que tienen  la remuneración del maestro y su estatus con los resultados académicos de los alumnos. El índice concluye recalcando la importancia para los gobiernos del mundo el considerar el estatus de los docentes ya que puede contribuir directamente a mejorar el rendimiento de los alumnos. Si la carrera docente es respetada, habrá más personas interesadas en dedicarse a esta profesión, mejorando el rendimiento académico de los alumnos. Esto representa un reto muy grande para los diez países que calificaron con menor respeto a la profesión docente.

Fuente: https://observatorio.tec.mx/edu-news/estatus-docencia-analisis-global

Imagen: Hans Braxmeier en Pixabay

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Opinión: El reto de la historiografía en la era digital

Por: Sofía García-Bullé

Construir una perspectiva histórica en un mundo en el que predomina el registro digital es un gran desafío.

La primera experiencia que algunos tuvimos en las clases de historiografía, el proceso por el cual se realiza la recopilación y divulgación de la historia, fue leer y analizar relatos de primera mano de personas que tuvieron una participación importante en el proceso de forjar el mundo que tenemos ahora.

Para los que asistieron a clases de historia antes de la era digital, textos impresos como “Cartas de Relación” de Hernán Cortés, o los escritos varios de Walter Raleigh, fueron fuentes básicas para aproximarse a entender la influencia europea sobre el continente americano durante la era del colonialismo. Estudiar esa época es fácil en términos de selección de fuentes, el porcentaje de la población que sabía leer y escribir era mínimo, el trabajo de escribas y la imprenta eran caros; se trataba de un recurso accesible solo a las clases pudientes o personas que pudieran procurar mecenas. Es por eso que las obras escritas en esa época, y que nos acompañan hasta hoy, son pocas en comparación, por ejemplo, con los inicios del siglo XX, en el que la proporción de la gente con la habilidad de escribir era mucho mayor, la imprenta se había vuelto un recurso más generalizado y ya existía la prensa como un poder comunicativo de gran influencia.

Saltamos unos 100 años en el futuro y la situación es muy diferente, la producción y lectura de contenidos está completamente democratizado, el acceso a la educación básica es un derecho, y cualquiera que tenga una conexión a Internet y la habilidad de leer y escribir puede plasmar sus contenidos en espacios públicos como redes sociales, sitios web, blogs, videos, podcasts y más. De tener tal vez unas 100 a 200 obras de registro histórico en épocas coloniales, a unas miles a cientos de miles entre el periodo post-revolución industrial e inicios del siglo XX. Hoy tenemos tantas personas registrando instancias del transcurrir histórico al mismo tiempo que se podrían llenar galaxias con ese contenido.

¿Cómo sortear entre tanta información? ¿Cómo jerarquizar, decidir lo que es importante como registro y lo que no? ¿Cómo preservar esta información, ponerla en contexto y divulgarla? ¿Cómo cambia el significado y relevancia del registro histórico ahora que que hay millones de personas escribiendo la historia diario, en 140 caracteres o menos, por ejemplo?

Enseñarla bajo este nuevo contexto también es un reto. Antes de la era digital había métodos y recursos muy ligados a las fuentes originales de la historia para comunicarla en un salón de clases, hoy los maestros pueden utilizar desde análisis de canciones modernas que se volvieron virales, hasta el impacto de la semiótica de los memes. Gracias a esta flexibilidad de fuentes, el registro, divulgación y enseñanza de la historia ha dejado de ser un proceso unilateral para convertirse en un diálogo interactivo, para entender este proceso necesitamos hablar de dos de las herramienta más importantes de la historiografía: El registro y el análisis.

La distancia entre el registro y el análisis

En cuanto a oportunidades de registrar la historia estamos mejor que nunca gracias a todas las plataformas de publicación digital que tenemos en la actualidad pero, ¿qué hay de la distancia entre el registro, la lectura y el análisis que constituyen la forma de la perspectiva histórica?

Si hablamos, por ejemplo, de “Historia General de las cosas de la Nueva España” de Bernardino de Sahagún o “De Londres a Ladysmith via Pretoria” de Winston Churchill; estos son trabajos que tras su registro han recibido lecturas y análisis de expertos en historiografía, sociología, antropología, e incluso hasta crítica literaria. El tiempo en el que un evento histórico o experiencia personal era registrado, divulgado y analizado, representaba un periodo mucho mayor e instrumental en la formación de una perspectiva histórica. La noción de que la historia como tal no se hace en el momento sino tras el juicio posterior de las generaciones venideras ha sido una piedra angular en nuestro entendimiento de la historia como concepto y disciplina de estudio.

Hoy en día, esa distancia ya no existe, figuras tan importantes como congresistas o presidentes ya no esperan años para hacer un compendio de sus decisiones políticas y hablar de la relevancia histórica de las mismas, o cómo afectan o benefician a la sociedad a la que sirven. En cambio, nos cuentan todos los días si participaron en un rally a favor de los derecho reproductivos, si van a autorizar un “tarifazo” o si se comieron un taco bowl a la hora de la comida. Esta información se encuentra en espacios públicos digitales donde la gente puede opinar al momento si están de acuerdo o no con una agenda política pro-derechos reproductivos, si un aumento sorpresivo en el costo de transporte público les parece bien, si está bueno el taco bowl o si el hecho de comerlo sirve para minimizar el peso de decisiones políticas racistas. Pero, ¿es esto historia? ¿O es un compendio de experiencias personales y percepciones en tiempo real? ¿Cuál es la diferencia entre una y otra? ¿Es un criterio válido para discernir entre lo que es relevante como hecho histórico o lo que no?

La relación entre experiencia personal y suceso histórico

La Historia es la disciplina que hace uso de diversas fuentes y métodos académicos para recopilar y divulgar un conjunto de eventos colectivos que han tenido influencia en la formación del mundo que vivimos ahora. La historiografía es el proceso por el cual se realiza esta recopilación y divulgación. Pero la situación se complica cuando la historia y la historiografía coexisten en la misma dimensión espacio-temporal.

Si regresamos otra vez a tiempos coloniales, es fácil hablar sobre la significancia histórica de la experiencia personal de Hernán Cortés al pisar por primera vez suelo del Imperio Azteca, ningún otro enviado de potencias europeas lo había hecho antes. Esta fue la primera instancia del trágico contacto entre las dos civilizaciones y formaba parte de la intención colonizadora de un reino entero. Cada palabra que él escribiera sobre este acontecimiento invariablemente iba a ser parte de un documento histórico importante. La experiencia personal de Cortés es parte integral del momento histórico de la invasión y conquista de Tenochtitlán.

Más de 500 años después, un hombre comparte su opinión sobre la generación Millennial y la generación Z, a través de un video en TikTok. El contenido de la misma no es nada sobresaliente. Su perspectiva es tan similar a la compartida por muchos de sus congéneres, que el New York Times ni siquiera se molesta en averiguar su nombre cuando publican una nota al respecto del fenómeno que provocó. “Los Millennials y la generación Z tienen el síndrome de Peter Pan, no quieren crecer nunca”, dice el hombre, quien sostiene que la visión y los esfuerzos de la generaciones posteriores a él no comprenden los pasos para un cambio de sistema sustentable. Esta perspectiva individual, pero este tipo de discursos personales también pueden ser parte de un evento histórico, si se viralizan.

Hoy la historia ya no se trata solo de ser el primero en hacer algo o en descubrirlo, o de ser una figura pública importante con poder de decisión sobre cómo transcurre el presente. Se trata también de formar parte de ese momento aleatorio que se convierte en contenido viral y lo conecta con cuestiones sociales, políticas y económicas que definen nuestro presente. También se trata de generar un término breve, conciso y atrayente como el OK Boomer, frase popularizada por la reacción de las generaciones más jóvenes ante el video. La respuesta intergeneracional masiva que se dio en las redes, representa la experiencia personal y perspectiva de millones de miembros de la generación Z y Millennial, pero también representa un momento histórico en el que un comentario individual moviliza una reacción global y visibiliza cuestiones de alto interés colectivo, como los peligros de la negación del cambio climático, la crisis financiera a nivel mundial, o el enorme desbalance económico y de justicia social entre las distintas clases socioeconómicas, además de otras problemáticas.

La frase y su significancia se han colado en espacios que marcan un interés histórico a través de la toma de decisiones políticas, tales como el parlamento de Nueva Zelanda, en el que la legisladora Chloe Swarbrick, de 25 años, usó el término “OK Boomer” para responder a otro miembro del parlamento de mayor edad, quien intentó interrumpir su discurso sobre la urgencia de enfrentar la realidad ambiental en la que vivimos. Esta democratización de las narrativas que hilan la historia tiene un efecto sobre las nuevas generaciones que han combinado un alto uso de recursos digitales con una creciente conciencia social. Lo que ha resultado en una construcción de la historia a través de muchas voces, no solo a través de una.

La labor del historiador en un presente histórico democratizado

En este punto del transcurrir histórico es imposible hablar de Historia sin los espacios digitales, que ya no solo sirven para registrar sucesos sino que también prestan plataforma e impulso a los mismos. Habíamos mencionado anteriormente que ya no existe una distancia en cuestión de tiempos entre el registro, lectura y análisis de sucesos de importancia histórica. Este nuevo panorama obliga a moderadores sociales de contenidos e historiadores, a desarrollar un sentido crítico como nunca antes había sido necesario para seleccionar, discernir y saltar tanto contexto como significancia a toda la información que hila nuestro presente histórico.

“La Internet nos está empujando, en buenas y malas maneras, a darnos cuenta de que la versión oficial de los eventos no siempre debería ser avalada y aceptada sin cuestionamientos,” dijo Jenna Wortham, colaboradora del New York Times en 2016. La periodista cultural presentó un punto importante acerca de cómo se construye y revisa la perspectiva histórica con las herramientas que tenemos actualmente. Los historiadores ahora pueden actualizar el registro mucho más rápido tomando en cuenta fuentes más diversas que ofrezcan una visión más completa de los momentos históricos.

Las omisiones y datos incompletos en los registros históricos son una ocurrencia común. Antes de la era digital podrían pasar años antes de que estos fueran detectados y corregidos, hoy pueden ser días, algunas veces hasta horas. Este proceso puede darse gracias a una aproximación a la disciplina de la Historia que toma en cuenta tanto hechos históricos como el crisol de experiencias humanas dentro de ese momento histórico, son ambas cosas las que construyen una perspectiva histórica completa.

La labor del historiador en la era digital es entender la diferencia conceptual y simbiosis entre estos dos elementos, de forma que pueda navegarlos y realizar un registro coherente y certero que parta de los testimonios que conforman un momento histórico, pero que pueda unificarlos en un solo contenido, a través del cual podamos entender las realidades cronológicas que ya son parte del pasado y prestan contexto a nuestro presente.

Fuente: https://observatorio.tec.mx/edu-news/historiografia-era-digital

Imagen: Gerd Altmann en Pixabay

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Mujeres marchan para evitar otra guerra civil en El Líbano

Asia/Líbano/01-12-2019/Autor(a): Armando Reyes Calderín/Fuente: www.prensa-latina.cu

Por: Armando Reyes Calderín

Centenares de mujeres, sobre todo madres, marcharon en una zona de recientes enfrentamientos para evitar que surgiera otro conflicto armado interno en El Líbano.
La manifestación se concentró en un lugar que una vez dividió el este cristiano del oeste musulmán para rechazar los tambores de la guerra que se escucharon hace unas horas entre seguidores de una y otra confesión religiosa.

‘Sentimos que, como madres, teníamos que venir a decirles a nuestros hijos que vivimos una guerra y no queremos que se repita’, expresó Isabella, de 50 años de edad, en declaraciones citadas hoy por la versión digital del periódico The Daily Star.

Del mismo modo, Suzan Abdel-Ridah, profesora de la Universidad Libanesa, aseguró que salieron a la calle para que nadie los obligue a llevarlas al pasado.

‘Esta calle era toda una barricada’, recordó, mientras señalaba carriles que estuvieron obstruidos por los grupos que chocaron en días recientes.

La manifestación femenina portaba flores blancas en expresión de paz y tolerancia.

Una mujer musulmana con velo llevaba una cruz pintada en su frente, ‘mi apariencia de hoy habla por sí misma, no somos ni lo uno ni lo otro, somos libaneses’, dijo.

Las muestras de unidad contrastaban con episodios anteriores cuando desde ambas zonas se lanzaban piedras y otros objetos, lo cual pudo ir a más a no ser por la intervención del Ejército.

Se sabe que en la localidad de Chiyah predominan los musulmanes chiitas, mientras que en la aledaña de Ain al-Rummaneh hay mayoría del partido cristiano Fuerzas Libanesas.

Wissam, propietario de un supermercado de 34 años de edad, aseguró que la rivalidad de los dos bandos continúa presente desde la guerra civil de 1975-1990.

Empero, apuntó, ‘no queremos permanecer atrapados en esa mentalidad de guerra, muerte y sangre, queremos vivir, y es nuestro derecho vivir’.

Musulmanes y cristianos estaremos juntos hasta la muerte, nadie puede interponerse entre nosotros, según Mohammad Ghaddar, de 22 años de edad, y residente en Chiyah.

Del otro lado, en Ain al-Rummaneh, Simon Jawwous, actor (24) refrendó lo dicho por Ghaddar, ‘nuestra generación está viviendo la convivencia? todavía hay sensibilidades heridas, pero tal vez con la marcha de madres de hoy comiencen a desaparecer’, subrayó.

Jawwous confesó que junto a otros centenares combatió con bastones y piedras en la anterior jornada, pero ahora con más calma analiza que el problema no era entre cristianos y chiitas, más bien entre partidos.

Un intento, afirmó, de descarrilar el levantamiento popular sin precedentes que cubrió y cubre al país desde el 17 de octubre último.

‘Somos una generación que repudia la guerra. No quiero ser como mi papá que, a los 16 años de edad, estaba luchando contra personas que no conocía’, acotó.

Rima Majed, profesora de sociología en la Universidad Americana de Beirut, denunció que los políticos acudieron a la retórica de la convivencia sectaria para eludir la profunda división de clases existente.

‘Es importante para nosotros que en esta coyuntura crítica de nuestra historia no caer en la trampa de la división sectaria’, apostilló.

Lo clave es seguir luchando contra la división de clase y luego será contra el sistema sectario, concluyó.
Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=324241&SEO=mujeres-marchan-para-evitar-otra-guerra-civil-en-el-libano
Imagen: jorono en Pixabay
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El aprendizaje provoca cambios profundos en el cerebro

Por: Tendencias 21

Las neuronas se movilizan para procesar la experiencia con mayor rapidez e intensidad

El aprendizaje provoca profundos cambios en el cerebro que ayudan a procesar la experiencia y a concentrar nuestra atención en lo más relevante. Cuando aprendemos, los patrones neuronales son muy específicos y se vuelven más fuertes.

Investigadores del Laboratorio Cold Spring Harbor (CSHL) en NY han descubierto por primera vez cómo el cerebro procesa el aprendizaje de las habilidades de la vida.

Lo han observado mediante un experimento controlado con ratones, pero los investigadores creen que es válido también para comprender los mecanismos de decisión de los seres humanos.

Los investigadores se refieren a lo que pasa en el cerebro cuando nos vemos en un entorno desconocido y debemos descubrir sus posibilidades y rutas por las que movernos. Es un momento de desconcierto total.

Lo que ocurre cuando el cerebro empieza a aprender una habilidad básica es una reacción neuronal específica, que es la que conforma el aprendizaje.

Cuando empezamos a percibir ese entorno y a relacionar datos, el flujo neuronal aumenta: el cerebro acude en ayuda de nuestra cognición espacial.

En primer lugar aumenta el flujo de neuronas implicadas en el aprendizaje y su respuesta a los estímulos es cada vez más rápida.

Más selectivas

Otra característica de este proceso es que cada vez más, las neuronas se vuelven más selectivas: se centran en aspectos concretos para reforzar nuestra atención y potenciar el aprendizaje.

Esta reacción establece una diferencia esencial entre el cerebro que aprende y el del que todavía no ha aprendido: el cerebro del novato está lleno de patrones no selectivos de respuesta neuronal.

Por el contrario, en el cerebro que ha aprendido, los patrones de respuesta neuronales son muy específicos. Y cuando nos hacemos un experto en algo, el patrón neuronal de conocimiento se vuelve incluso más fuerte.

Este proceso culmina cuando aprendemos a desenvolvernos completamente en ese entorno nuevo. Cuando eso ocurre, incluso es posible anticipar la decisión que va a tomar el cerebro al llegar, por ejemplo, a un cruce de caminos. La reacción cerebral es la misma ante una misma circunstancia en virtud del aprendizaje adquirido.

Cambios en el cerebro

La conclusión principal del estudio es que el aprendizaje provoca profundos cambios en el cerebro, orientados precisamente a facilitar y potenciar el aprendizaje.

Esta constatación permite pensar en posibles formas de ayudar a los seres humanos a aprender más rápidamente una habilidad.

En el experimento con ratones, quedó claro que los estímulos visuales y auditivos potencian el aprendizaje.

Los investigadores consideran entonces posible proporcionar esos estímulos a la experiencia humana, para conseguir que las personas aprendan más rápidamente una habilidad básica.

Lo que debemos tener claro al respecto es que el cerebro es un poderoso aliado cuando debemos resolver situaciones desconocidas: los cambios que experimenta pueden ayudarnos a perfeccionar la experiencia y a acelerar el procesamiento de la información.

Metodología

Este experimento se desarrolló con ratones situados en un entorno estimulante en el que debían acometer nuevas tareas en función de decisiones.

Cuando tomaban la decisión correcta, recibían una recompensa que les confirmaba que esa era la mejor decisión. Así podían aprender cuáles eran las mejores opciones.

Durante meses, los ratones se desenvolvieron en ese entorno. Los investigadores usaron un microscopio de imágenes de dos fotones y una gran cantidad de herramientas genéticas, para observar lo que pasaba en el cerebro de los roedores durante el experimento.

Los investigadores decodificaron la actividad neuronal entrenando una pequeña red artificial llamada Máquina de soporte vectorial, que consiste en un conjunto de algoritmos de aprendizaje automático.

La red recopila datos de rendimiento de múltiples ensayos y los combina con la actividad de todas las neuronas, sopesándolas para adivinar qué va a hacer el animal.

«Registramos la actividad de cientos de neuronas, todas al mismo tiempo, y estudiamos lo que las neuronas hicieron al aprender», explica la autora principal, Anne Churchland, en un comunicado.

«Hasta ahora nadie sabía realmente cómo los animales o los humanos aprenden la estructura de una tarea y cómo la actividad neuronal lo respalda», añade.

“Descubrimos que en todos los animales, su aprendizaje ocurre gradualmente durante aproximadamente cuatro semanas. Y descubrimos que lo que apoya el aprendizaje son los cambios de actividad en un montón de neuronas», concluye.

Referencia

Excitatory and Inhibitory Subnetworks Are Equally Selective during Decision-Making and Emerge Simultaneously during Learning. Farzaneh Najafi et al. Neuron,  November 18, 2019.DOI:https://doi.org/10.1016/j.neuron.2019.09.045
Fuente: https://www.tendencias21.net/El-aprendizaje-provoca-cambios-profundos-en-el-cerebro_a45572.html

 

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Congreso Nacional de Investigación Educativa: ¿mismo traje, otros actores?

Por: Abelardo Carro Nava

Después de haber asistido al XV Congreso Nacional de Investigación Educativa (CNIV) del Consejo Mexicano de Investigación Educativa A.C., de regreso a casa, en alguna de las casetas de peaje que se encuentran en la autopista Acapulco-México, me encontré con los padres de familia de los 43 estudiantes desaparecidos de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa; como parece obvio, éstos solicitaban una cooperación a los automovilistas que les permitiera continuar con la búsqueda de sus hijos. Ello me llevó a modificar, de cierta manera, la serie de ideas que ya tenía en mente con la intención de exponer lo que, desde mi punto de vista, logré percibir en uno de los eventos que es de los más importantes en México.

Y es que mire usted, tal parece que, en nuestro país, las realidades que vivimos a diario nos conducen a preguntarnos qué es lo que pasa con relación a tal o cual hecho y del que, por obvias razones, de desprenden una serie de reflexiones como las que ahora le comparto. Por un lado, tenemos lo que en cada sexenio se escucha decir hasta el hartazgo: con los cambios que habremos de implementar, ahora sí seremos un país moderno y desarrollado; con las políticas que implementaremos, ahora sí saldremos del “atolladero” en que nos metieron otros gobiernos; con las reformas a la Constitución que propondremos, ahora sí transitaremos de un estado corrupto a uno de derecho; con una nueva reforma educativa que impulsaremos, ahora sí en México habrá niños, jóvenes y adultos mejor formados, y maestros y maestras mejor pagados. Vaya, que lindo se leen estas palabras que, como usted sabe, se repiten en diversos espacios hasta el cansancio; sin embargo, bien valdría preguntarnos si todo ello ya es una realidad “tangible o palpable” o si, como ha sucedido, es parte de ese discurso esperanzador y de cambio que se nos han prometido cada seis años pero que, lamentablemente, no ha llegado.

Digo, reza el refrán: del plato a la boca, se cae la sopa; y es cierto. Más allá de filias y fobias – por aquello de las pasiones que mi comentario puede generar –, la verdad de las cosas, es que estamos ante un escenario, particularmente educativo, que deja ver los mismos trajes, pero con diferentes actores. Me explico.

Después de la aprobación a las reformas a los artículos 3º, 31º y 73º constitucionales que propuso el gobierno lopezobradorista, así como también, de las leyes secundarias aprobadas en el legislativo hace unas semanas, tales como la Ley General de Educación (LGE), Ley General para el Sistema de Carrera de las Maestras y los Maestros (LGSCMyM) y la Ley General para la Mejora de la Educación (LGMCE); no olvidando, desde luego, las breves pinceladas sobre la Nueva Escuela Mexicana que, Esteban Moctezuma, Secretario de Educación Pública, nos regala a través de sus vídeos, pero también, de lo que se ha abordado sobre ésta en uno de los Consejos Técnicos Escolares (en el mes de agosto de este año, por ejemplo) es que puedo afirmar, que estamos, ante un rompecabezas educativo que, para acabar pronto, se explica a partir de la abrogación de una reforma laboral que le ha dado forma a otra de la misma naturaleza pero que, en los hechos, no resuelve (ni resolverá) los problemas (o grandes problemas) que enfrenta México.

Llegado a este momento de la lectura, con mucha seguridad usted se preguntará ¿qué se puede hacer para revertir, gradualmente, los problemas educativos que conocemos? Desde hace más de quince años, diversos investigadores han realizado serios estudios con el propósito de generar conocimiento en, sobre y para la mejora del Sistema Educativo Nacional; sin embargo, los gobiernos o, particularmente, los representantes de esos gobiernos, han hecho y deshecho lo que han querido.

De un Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica (ANMEB), hemos transitado a lo que hoy se ha llamado Nueva Escuela Mexicana (NEM); los resultados parecen obvios, y las condiciones en que se encuentra la educación en nuestro país, es una de las tantas realidades que palpamos los que a diario transitamos alguna de las calles y/o rincones de nuestra República Mexicana. ¿Qué hace falta para que logremos edificar una educación que satisfaga nuestras propias necesidades y demandas?, ¿mayores recursos económicos y financieros?, ¿mejores esquemas de formación inicial, capacitación, actualización y profesionalización docente?, ¿mejores diagnósticos que nos lleven a proponer formas de participación de los diferentes actores  educativos y no educativos?, ¿mejores salarios y prestaciones para los maestros y maestras?, ¿mejoramiento de la infraestructura educativa de todos los niveles?, ¿mayores y mejores esquemas de participación social en el hecho educativo? Sí, con seguridad todo eso (y más) hace falta; no obstante, tal situación, me lleva a formular una interrogante más que, podría abarcar, las anteriores, ¿cómo cerrar la brecha de desigualdad que hoy enfrentamos ante un mundo que, a cada minuto, se convulsiona por diversos factores, particularmente, del económico? Sí, desafortunadamente todo se mueve y tienen que ver con el dinero: el capital, las inversiones, la tecnología y el medio ambiente (entre otros), pero específicamente, con el dinero. ¿Neoliberalismo le llaman algunos?

De esta forma, pregunto nuevamente, ¿qué ha hecho la investigación para aminorar estos males? Mi respuesta es inequívoca: generar conocimiento. ¿Qué tipo de conocimiento? Aquel que se desprende de la ciencia o del conocimiento científico. Los datos, las evidencias, los hechos verificables ahí están; corresponde a los tomadores de decisiones hacer lo conducente ¿Qué es lo que éstos han hecho? Los resultados los conocemos: 52.4 millones de mexicanos en pobreza y, de esos, 9.3 millones viven en extrema pobreza. Un dato que engloba TODO (valga la redundancia) y que explica TODO.

Esto último viene a colación porque en el CNIV, tuve la maravillosa oportunidad de escuchar y observar el trabajo que presentaron unos estudiantes del Centro de Actualización del Magisterio de Chilpancingo; ahí, a través de sus historias de vida, pude constatar las grandes (o enormes) dificultades que, muchos jóvenes guerrerenses, enfrentan para acceder a una carrera profesional, por ejemplo; algunos de los factores que inciden en tal hecho son pobreza, inseguridad (ligada con la delincuencia del crimen organizado), discriminación y, en sentido estricto: exclusión social.

Sí, ésta fue una de las más de 1800 contribuciones aceptadas y que fueron presentadas por sus autores a lo largo de los 5 días en los que se desarrolló el evento que, dicho sea de paso, logró reunir a más de 4000 congresistas en esa entidad federativa. ¿Por qué aquellos tomadores de decisiones no acudieron a tal Congreso? Pregunta ingenua si usted gusta, pero que me permite responderla de la manera más sencilla posible: cada gobierno tiene su propia agenda y, en la que como parece obvio, la generación de conocimiento no forma parte de ella. ¿Menosprecio a la investigación educativa? No lo creo, más bien, creo se trata de una miopía disfrazada de un mismo traje, pero con diferentes actores que se dicen educativos.

Al tiempo.

Con negritas:

Desde este espacio envío una enorme felicitación a la expresidenta del COMIE, Angélica Buendía; su gestión inmejorable, pero su discurso inaugural, fue de lo mejor que he escuchado en los últimos años.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/congreso-nacional-de-investigacion-educativa-mismo-traje-otros-actores/

 

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¿Educación pública e igualdad o reforma educativa?

Por Darío Balvidares*

El pensamiento de la política educativa desde los comienzos de la reforma fue cooptado por los organismos internacionales como institutos mediadores y amplificadores del cambio de paradigma educativo encaminando así, la creación de un gran mercado internacional de la educación pensado desde el mundo corporativo.

Para nuestra región, el faro a seguir ha sido Chile, el sistema más privatizado junto al del Reino Unido, aún sin compartir las mismas causales, de un lado Pinochet; Thatcher, del otro.

Y, aquí, en Argentina, uno de los países, sino el principal en la región, más mirado y respetado por su sistema público de educación, pero que, desde fines de los ‘70 del siglo pasado se encamina hacia un proceso de desmonte, primero con la dictadura genocida empezaba el proceso de fragmentación y luego, en los ’90, con el desembarco desembozado del proyecto de la reforma mercantilista / privatizadora de la educación.

El sistema se fragmenta y subfragmenta, hasta llegar a estos días en que no solo la fragmentación continúa profundizándose, sino que, además, el aluvión endoprivatizador llegó a los cargos en el Estado y esto trae como consecuencia lo que podemos llamar, la intelligentsía en el sistema educativo.

Una clase social, una élite, que se considera portadora de un paradigma mundial, de un formato cultural que promociona, a través de sus agentes virales –especialistas, periodistas, fundaciones y ong de las que muchos funcionarios forman parte – como el único y verdadero pensamiento que llevará al “éxito” a la sociedad de la mano del “emprendedurismo” individual, cosa que desde el punto de vista pedagógico es una flagrante falacia.

Y, de esta manera, sin filtro, los discursos apologéticos sobre las bondades de la tecnología en la escuela, son discursos tan “acríticos” como coloniales1, operaciones psicolingüísticas cuyo verdadero interés es la promoción y venta de plataformas digitales como proyecta la llamada “Escuela del futuro” en la que los alumnos estarán el 70% del tiempo escolar frente a la pantalla de una computadora y el 30% con un docente devenido en facilitador.

Así como los discursos sobre las “bondades” de las evaluaciones estandarizadas. Como si se desprendiera de ese binomio, tecnología y estandarización, el numen que ligará el aprendizaje escolar con el crecimiento económico. Sin ni siquiera discutir porqué esa intelligentsía ha borrado el aprendizaje específico (los saberes) de las currículas escolares y suplantado por el aprendizaje por competencias, con el liso argumento que refiere a que “los conocimientos están en internet”. Otra flagrante falacia, puesto que en internet está la información (no siempre segura), pero no el conocimiento, ni los modos construir ese conocimiento. Y, justamente por eso es la relevancia de la escuela pública en la que deberían estar todos, todas y todes. Pero la reforma logró amplificar la fragmentación social, generando públicos con la distinción.

Algunas opiniones y algunas preguntas

Delineada, de manera breve, la gran telaraña donde subsumió el reformismo neoliberal al sistema educativo, es tiempo de hacer una lectura crítica a la plataforma2 de educación del Frente de Todos, agrupación política que ganó las elecciones presidenciales.

El documento comienza por textualizar lo que hace años se viene produciendo, el incremento de la pobreza que padecen más de la mitad de los menores, con todo lo que ello implica en cuanto a las necesidades básicas, nutrición, salud, vivienda, etc.

El texto remata el párrafo diciendo: “Reconstruir una educación pública que impulse el crecimiento y la igualdad constituye para nosotros una premisa ética y política. Porque no hay crecimiento sin igualdad y no hay igualdad sin educación pública de calidad”.

Hablan de “reconstruir”. ¿Qué implica “reconstruir” en el contexto actual del paradigma educativo? También, lamentablemente, hay que aclarar que sí, que hay crecimiento sin igualdad en estos contextos latinoamericanos, el ejemplo es Chile. La discusión debería ser en torno al concepto de “crecimiento”, quiero decir, ¿en función de qué crecer, para el empoderamiento social o para la optimización de ganancias de las corporaciones?

El concepto de “calidad”, también está en la boca de todos los que hacen discursos públicos sobre educación (sindicalistas, políticos, especialistas, periodistas) pero la palabra “calidad”, en el paradigma impuesto, está ligada a los “resultados” y estos a la “evaluaciones estandarizadas”, es decir, al dispositivo de control y al negocio multimillonario que creó la OCDE3.

Ahora bien, “si no hay igualdad sin educación pública”, significa (y en esto, en principio, vamos a estar de acuerdo) que es la garante de la igualdad

Pues, entonces, de allí se puede colegir que la educación privada ha sido, incluso por su planificada expansión en la desposesión del territorio público, piedra fundamental para la fragmentación social.

Para los finlandeses4 lo fue y, por eso, resolvieron disolverla. Pero no se trata de hacer lo que otros países con otras idiosincrasias hicieron o hacen, pero sí de pensar: ¿Qué nos pasó con la permeabilización de la educación privada, no sólo en cuanto a la proliferación viral en todos los niveles (exoprivatización); sino, también, la expansión endoprivatizadora? Como la industria de las evaluaciones estandarizadas o las empresas de consultoría, además de la firma de convenios millonarios con fundaciones corporativas o con universidades privadas que se convirtieron en faros intelectuales del reformismo permanente imponiendo la lógica del mercado al interior del sistema.

Como muestra…

En estos días se publicó una resolución de la Dirección General de escuelas de la provincia Mendoza que dice: La Resolución N° 3681-DGE-2019 establece que serán aspirantes en escuelas públicas de gestión estatal y privada los estudiantes que, por su esfuerzo personal sostenido durante las trayectorias realizadas, cursen 6° grado de establecimientos de organización completa, u otros grados en instituciones de organización incompleta. La Dirección General de Escuelas comunica a toda la comunidad educativa que en Nivel Primario, alumnos que hayan repetido algún grado no podrán participar en la elección de abanderados y escoltas, de acuerdo a la adecuación del Reglamento para conseguir portar la Bandera Nacional y la Bandera de la provincia de Mendoza.5

Tal vez y sólo tal vez, haya que hacer pedagogía (no instrumental) con los funcionarios que creen que las políticas de segregación y fragmentación, que impone la estética mercantilista del éxito, son las que contribuyen a sociedades más justas.

No es el lugar este artículo para la discusión pedagógica específica, pero sí para insistir en que son las propias acciones del estado (provincial y/o nacional) las que manifiestamente, convocan a la ruptura de la solidaridad. E imponen la pedagogía del “más apto”.

¿Acaso, la bandera como símbolo, da cuenta de las trayectorias escolares interrumpidas por las políticas de ajuste que implementan funcionarios que solo piensan en discriminar e imponer dispositivos perversos de alienación?

Si la bandera implica habitar la misma territorialidad (en sentido amplio) ¿desde qué lugar mesiánico, un funcionario se arroga la potestad de decidir quién porta el estandarte y quién lo tiene vedado?

Hablan de la escuela del futuro, pero sacan resoluciones que promocionan acciones más cercanas a la “obediencia debida” que a la escuela inclusiva, sobre la que también hacen discursos hipócritas. El esfuerzo de la escuela no basta, la inclusión real se va a dar cuando los niños, niñas y adolescentes salgan de la escuela y no vuelvan a los márgenes, quiero decir que la escuela no incluye si las políticas son de exclusión. Y es justamente en la escuela donde se manifiesta la vulneración social con la que los docentes de escuela pública se enfrentan todos los días.

Volviendo a Mendoza, incluso el gobernador electo, Rodolfo Suarez, afirma que uno de los primeros proyectos que enviará a la legislatura provincial es el de la creación de una Agencia de Evaluación de la Calidad Educativa, a instancias de José Thomas, quien será el próximo Director General de Escuelas, actualmente es gerente educativo en el colegio ICEI, una institución privada, del que su familia es propietaria y su abuela fue una de las fundadoras.

Además, el gobernador electo y su futuro director de escuelas proponen imitar el estallado modelo chileno: “Un primer modelo que inspira a Suárez está acá cerca, en Chile”.

Aunque también piensa en modelo chino en el que “todos los alumnos rinden un examen semestral con un código QR que se manda a una plataforma informática (…) Esa evaluación periódica y continua permite obtener indicadores de cada alumno que muestran avances y dificultades a través de inteligencia artificia”6.

No sólo la incontratable realidad nos muestra como reventó la burbuja chilena, sino que además, ese sistema exclusivo cobra sus víctimas con las altas tasas de suicidios en general y de jóvenes en particular, se llegará “al 2020 contabilizando 12 casos por cada 100 mil habitantes en la población de 10 a 19 años, más que duplicando la tasa en apenas cinco años”7.

Tasa superada, también en China: “El suicidio se ha convertido en China en la primera causa de muerte no natural. La cifra de fallecidos por este motivo alcanza los 350.000 al año, lo que supone un 35% del millón de víctimas que se registra en todo el mundo.

Los datos han sido desvelados por el Departamento de Control de Enfermedades del Ministerio de Sanidad del país y señalan que la mayoría de los suicidios los cometen jóvenes de entre 15 y 35 años”8.

Iglesia

En otro orden o en el mismo, el Consejo Católico para la Educación en Córdoba rechaza a través de un comunicado la reforma a la ley de Educación Sexual Integral9, una ley que fue votada en 2006, pero que su aplicación impactó en las escuelas a partir de 2009, con graves “inconvenientes” para su ejecución en las escuelas por la férrea oposición de una iglesia que la considera “ofensiva” para su feligresía, para no abundar. Aunque podemos sospechar, con absoluta razón, que la iglesia se opone a una ley que “conspiraría” contra las prácticas tan habituales como históricas de sus centenares de ordenados: la pedofilia.

Mientras terminamos este artículo se conoció el veredicto y la sentencia contra los curas por abuso de menores sordos e hipoacúsicos del Instituto Provolo de Mendoza y el hipócrita comunicado del Arzobispado10 de esa provincia, que además de su cínica “solidaridad” con los familiares de las víctimas, no nombra a sus sacerdotes abusadores.

¿Qué dirán desde la Dirección de Escuelas tan “preocupados” por decidir, segregando, los abanderados? ¿Qué dirán el gobernador entrante y su flamante director de escuelas tan “preocupados” por la creación de una agencia de evaluación?

Volviendo al documento frente/todista

En el marco de un sistema educativo federal, es preciso sostener ámbitos amplios de discusión sobre el diseño y la implementación de políticas educativas que respondan a las necesidades de desarrollo y crecimiento de la Argentina y aseguren el derecho individual y social a la educación”.

La pregunta que surge es:

¿Qué beneficios trajo la desnacionalización del sistema educativo en función de ampliar el derecho a la educación? Si bajo la máscara de la federalización se desmembró el sistema.

La complejidad de estos propósitos no admite, salvo por ignorancia o banalización, la adopción de slogans ni el ofrecimiento de soluciones enlatadas y fragmentarias, como las que han ocupado el lugar de las políticas educativas nacionales en los últimos años”.

Esas políticas “enlatadas” provocaron no sólo subejecuciones de partidas, sino también desvíos que realizó el actual gobierno de Cambiemos. Así como el “debilitamiento del Instituto Nacional de Formación Docente y del Instituto Nacional de Tecnología Educativa (INET)”, transformado en una “agencia de talentos”11 por Gabriel Sánchez Zinni, durante su gestión en ese instituto: “El Ministerio de Educación y Deportes a través del INET firmó un acta complementaria con la Fundación ‘Enseña por Argentina’ para realizar actividades de cooperación institucional y asistencia técnica en acciones tendientes a fortalecer la calidad de la Educación Técnico Profesional…12

Pero luego fue nombrado Director General de Escuelas, y hoy, aunque ya saliente, el titular de Educación en la provincia de Buenos Aires, sigue siendo un ferviente firmador de convenios con fundaciones corporativas como lo muestra una aguda investigación realizada por docentes de ciudad de La Plata13.

Para ello, es imperioso revertir el actual proceso de reducción de la responsabilidad del Estado Nacional en materia educativa y la delegación de responsabilidades educativas en organizaciones con fines de lucro”, afirma el texto de la plataforma.

Dice “revertir el actual proceso…” ¿es que el próximo gobierno dejará sin efecto los convenios, incluso con la fundación del multibillonario Sunny Varkey, entre tantos otros, que está embolsando 150 mil dólares mensuales por los acuerdos celebrados con el Ministerio de Educación nacional en varias provincias durante varios años, para la capacitación de directivos14? Cómo no va a “regalar” un millón de dólares el multibillonario, en un premio que varios medios y especialistas celebran como el “Nobel” de la Educación, si solamente de Argentina se lleva un millón y medio en 10 meses de una sola provincia. ¡Por eso está en la Revista Forbes, por los contratos de “beneficencia” para ricos, que hacen los gobiernos como el de Cambiemos!

Por lo expuesto, brevísimamente, en este artículo y sabiendo que quienes conforman el Frente de Todos, resguardan lo prescripto por la Ley de Educación Nacional (LEN – n° 26.206), es dable recordar que los argumentos del mamarracho llamado “Plan Maestro”, del gobierno Pro-Radical, así como las fundamentaciones de la Ley de la creación de la UNICABA o “La Nueva Escuela Secundaria” y “La secundaria del Futuro” tienen sus fundantes en la LEN. Quiero decir, que me parece, que habría algo para revisar, para no abundar.

Dicho esto, si pensamos en una transformación de la educación en todas sus dimensiones y que se inicie un proceso real de descolonialización, en el sentido más amplio de la palabra, y por aquello que figura en su documento programático sobre que: “…la igualdad constituye para nosotros una premisa ética y política (…) y no hay igualdad sin educación pública…”

Es obligado preguntarse:

¿No es, acaso, uno de los principales obstáculos para caminar hacia la “igualdad”, la fragmentación que impone la educación privada con su estatus de distinción?

¿Acaso la lógica de una transformación que rompa el proceso de desposesión creciente, no debería albergar el quiebre del continuismo del dispendio que provocan no sólo los convenios con las ong y fundaciones corporativas, sino también la subvención a las escuelas privadas religiosas y laicas y que esos dineros públicos financien lo que corresponde por origen?

Tal vez, sea el momento de separar la iglesia del Estado, así las decisiones del Estado no tendrían que verse en controversia con las opiniones confesionales que ya no podrían ser “vinculantes”, como pretende el Consejo Católico para la Educación de Córdoba respecto de la modificación de la Ley de Educación Sexual Integral, por ejemplo.

Ya que en el sistema capitalista la distinción tiene sus costos, pues entonces que la educación privada la costeen aquellos que desean pertenecer. Pero no, con los dineros públicos que ven mermada su financiación a la educación pública que de manera permanente es denostada, aunque sea la garante de la igualdad social.

¿No es, por cierto, otro de los temas a resolver la descentralización (planificada en los organismos internacionales, ejecutada en los ’90 y jamás rectificada)?

Puesto que fragmenta el sistema en 24 jurisdicciones, más las subfragmentaciones al interior de cada jurisdicción, lo que da como resultado un sistema totalmente desarticulado, desmembrado, con las consecuencias que ya conocemos y explicamos brevemente en el recorrido de este artículo.

Como conclusión, pero sin cerrar…

Más adelante el documento del Frente de Todos afirma que: “en relación con las políticas educativas deben planificarse en articulación con políticas públicas orientadas a garantizar los derechos a la salud, la alimentación, el empleo, a un hábitat digno, a la protección social

Uno de las primeras cuestiones a solucionar es la vulneración social sistemática. Las políticas de redistribución no se pueden agotar en las “mejoras” del ingreso de dinero para el consumo, cuestión absolutamente necesaria en la coyuntura. Pero, también hay que proyectar un país con independencia económica; soberanía alimentaria; de salud (producción pública de medicamentos) y educativa (fin de la reforma privatizadora); además de la redistribución territorial asociada al reconocimiento de la deuda ancestral con los Pueblos Originarios. La reconceptualización del trabajo como una de las decisiones políticas más importantes, si en verdad se lo quiere sacar de la precariedad en que lo subsumieron los estándares de la corrupta “modernización“ del Estado, primero y la llamada “flexibilización laboral”, después.

Otro motivo para quebrar la dirección actual de la política en la relación Educación-Trabajo, es que este modelo está basado en el “desarrollo de las competencias” que sólo estima como objetivo la “empleabilidad” para garantizar la competitividad de las empresas y del Estado, lo que implica la subordinación de la educación a la competitividad económica.

Este modelo no educa, adiestra para el mercado. Utilizando patrones de rendimiento que se ejecutan en las evaluaciones estandarizadas midiendo los resultados a través de la construcción de indicadores.

Es necesario construir un proyecto social solidario, redistributivo, emancipador y participativo en el que todos, todas y todes tengamos la voz, el poder de decidir y de reconocernos en el otro, otra otre. Y tal vez así aparezca el camino hacia la igualdad y ese camino sólo va a ser dado por y en la educación pública.

Un nuevo modelo educativo debe ser pensado también de manera transversal con otras áreas, como propone el documento frentista, pero no por la misma pléyade de “expertos” ni “especialistas”, ni políticos que respondan y se formen en fundaciones corporativas como Red de Acción Política (RAP) o sean miembros de Diálogo Interamericano (IAD por sus siglas en inglés), para nombrar sólo dos corporaciones, entre otras tantas centenas, que operan en favor de la desposesión y cooptación de lo público, tanto en el sentido físico como ideológico, no sólo en el mundo sino en sus subsidiarias vernáculas como la ya nombrada “Enseña por Argentina”, una subsidiaria de “Teach For America” e integrante de la red “Teach for All”, ambas de Wendy Kopp (distinguida entre las 100 figuras de Estados Unidos), toda una telaraña imperial sobre Latinoamérica y con inmunidad diplomática.

El nuevo gobierno debe impulsar la plena participación del conjunto de la docencia desde un gran Congreso Educativo/Pedagógico que genere las bases para ese otro modelo posible.

Emancipar el pensamiento de las teorías “liberalizantes” de mercado que han impuesto la dialéctica del éxito y el fracaso exaltando la lógica del individualismo y ocultando la esencia de su fundante, la pedagogía de la obediencia y la colonialidad del poder. Ambas categorías confluyen en la optimización de ganancias de unos pocos que no sólo acumulan, sino que deciden e imponen los formatos de acumulación (la renta extraordinaria del autoproclamado campo con el no pago de retenciones, por ejemplo).

Hoy, más que nunca, la educación se manifiesta como espacio de disputa política pero sobre todo, de disputa ideológica. Curiosamente, lo que siempre es censurado, en la discusión pública, a los propios actores: docentes y estudiantes.

Incluyendo el avasallamiento que estableció la Ley de Educación Superior15 (n° 24521 LES) respecto de la autonomía universitaria, otro de los grandes logros de nuestra universidad también admirado mundialmente, pero mancillado por esa ley, que todavía desde su creación en la década del ‘90, nunca fue derogada.

La historia va demostrando que aún con los gobiernos progresistas del siglo XXI, no se supo, no se pudo o no se quiso salir de la reforma privatizadora de la educación y de ahí el crecimiento exponencial del proceso endoprivatizador actual.

Como docente y después de haber trabajado en el sistema durante 30 años y como investigador, puedo afirmar que no se quiso salir de la reforma, porque no se permitió pensar en cuál era el porqué de la misma (venía enlatado en el proceso de modernización del Estado primero, y en las “necesidades” del siglo XXI, después), el argumento era y es: el futuro. Y la paradoja nos muestra que ahora es ese futuro.

Lo que ocurre en Chile, es ese el futuro. O en Colombia, que también sufre un proceso de privatización incremental con lo que se denomina “Colegios en Concesión”16, con la modalidad chárter, en las cuales un grupo privado (ong o fundación) posee la gestión de una escuela pública con los dineros girados por el Estado pero con funcionamiento de escuela privada. Otro ejemplo de un país con contundentes desigualdades sociales. Y con la población en las calles diciendo BASTA a esas políticas de despojo y apropiación.

El Golpe de Estado producido en Bolivia tiene varias aristas por la que podemos entrar, pero en lo que respecta a este artículo, en educación es un proceso inverso el que estaba desarrollándose, puesto que transitaba un camino de desprivatización, si bien el mayor contrincante y como no podía ser de otra manera, es la iglesia católica que no quiere perder su hegemonía y, por lo tanto el gobierno de Evo Morales tuvo que otorgarle algunas concesiones; lo que es importante remarcar es el proceso de desprivatización educativa que se estaba encaminando, antes del Golpe17.

Decíamos que la metáfora del “futuro” está mostrando la verdadera cara, que implica, vía reforma educativa, producir mayor fragmentación social, cambios en las subjetividades y sostener la ideología de la alienación para que continúe el proceso de desposesión de lo público.

Justamente allí, en la matriz ideológica reformista del neoliberalismo en particular y del capitalismo en general, es donde tiene que penetrar el pensamiento crítico para dar la batalla cultural, sabiendo que a estas alturas no hay espacio para “reformar” la reforma, como pudo haber intentado, tibiamente y sin convencimiento, Michelle Bachelet en Chile porque docentes y sobretodo estudiantes estaban en las calles.

No, ya no se trata del “futuro”, se trata del presente y si como dice el documento frentista: “… no hay crecimiento sin igualdad y no hay igualdad sin educación pública…” , creo que si ese enunciado no es una simple declamación, hay que tomarlo como una declaración que impulsa a la batalla cultural más importante en lo que va del siglo XXI en Argentina y es por esa razón que se hace imprescindible descolonializar el sistema educativo, desprivatizarlo, convocar, en el mientras tanto, a un Congreso Educativo/Pedagógico para quebrar la lógica de mercado que puso en estado crítico la educación pública.

Pero, por sobre todo y a muy corto plazo, lograr que la educación pública, ese espacio común, sea el objetivo del presente. No existe otra forma para que la igualdad social pueda desarrollarse, sostenerse y no quedarse en un ejercicio de campaña electoral.

Las luchas, encabezadas por la juventud, en las aulas y en las calles, en Chile, Colombia, Ecuador, para frenar la barbarie neoliberal y en Bolivia para resistir a un Golpe de Estado que pretende reinstalar el neoliberalismo son las pruebas de que otra comprensión del mundo está surgiendo desde varios estamentos. Y también la comprensión de que ese neoliberalismo es impuesto con los dispositivos del Estado.

Del mismo modo, sabemos que la lucha contra el neoliberalismo no se agota allí, que en todo caso, será el primer paso de una lucha mayor que es contra el capitalismo del que forma parte y contra el imperialismo que lo alimenta.

¡Con descolonializar la educación no alcanza; pero sin hacerlo, el camino a la igualdad es imposible!

*Profesor y Licenciado en Letras (FFyL-UBA). Fue docente durante 30 años y Rector de la Escuela de Comercio 3, Hipólito Vieytes (CABA).

Como investigador es autor de “La educación en la era corporativa, la trama de la desposesión”. Herramienta Ediciones y Contrahegeminía Web (2019) CABA. Con prólogo de Alfredo Grande y Andrea Arrigoni. Y del ensayo “La novela educativa o el relato de la alienación” Redes Cultura (2005) CABA. Con prólogo de Osvaldo Bayer.

Además de otros tantos trabajos y artículos publicados en Contrahegemonía Web; Rebelion.org y Otras Voces en Educación. Es Productor periodístico y columnista del programa radial “La Deuda Eterna” que se emite por radio La Retaguardia.

1 Recomiendo la lectura de un excelente trabajo de Martín Ignacio Torres, Innovaciones educativas: El Plan Aprender Conectados. ¿Soberanía o dependencia? que se puede encontrar recientemente publicado en el siguiente link https://contrahegemoniaweb.com.ar/innovaciones-educativas-el-plan-aprender-conectados-soberania-o-dependencia así como en Rebelion.org

3 En general, la aplicación de exámenes estandarizados de alto impacto y la construcción de rankings de las escuelas son dos de los más transnacionales mecanismos en los que se expresa la rendición de cuentas y la responsabilización por los resultados del aprendizaje. Un rasgo común a las distintas formas de accountability educacional es, sin embargo, la sanción (Konidari, 2012Afonso, 2012), la cual se entiende como consecuencia directa de la evaluación de todos los involucrados en el proceso educativo: profesores, alumnos, establecimientos escolares y el sistema en general.

De hecho, la evaluación ha sido uno de los pilares centrales de este nuevo orden educativo, y es parte de lo que se denominó como el ascenso del «Estado Evaluador», un término introducido por primera vez por Neave (1988). Dicho término se buscó contraponer con el paradigma del «Estado Educador», característico de las sociedades de bienestar social y que fue el responsable de garantizar los servicios educativos, siendo reemplazado por un nuevo concepto: el «Estado Evaluador y Regulador». http://www.scielo.org.mx/pdf/conver/v22n69/1405-1435-conver-22-69-00063.pdf

12 http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:http://www.inet.edu.ar/index.php/firmamos-convenio-con-la-fundacion-ensena-por-argentina/ 23-06-2016 (El fundador de ‘Enseña por Argentina’ es Oscar Ghillioni, que en 2018 es nombrado Secretario de Gestión Educativa del Ministerio de Educación de la Nación)

15 Entre muchas otras cuestiones, utiliza la palabra “servicio” para referirse a la educación superior y en ningún momento establece su gratuidad. De hecho, faculta a las instituciones nacionales para “dictar normas relativas a la generación de recursos adicionales a los aportes del Tesoro nacional”, lo que llevó a interpretar que abría la puerta al arancelamiento. Asimismo, estableció la creación de una comisión encargada de evaluar y acreditar a las instituciones y carreras (la Coneau), y posibilitó que las casas de estudios con más de cincuenta mil estudiantes definan “su propio régimen de admisión”. Una las objeciones más amplias apuntó al carácter “reglamentarista” de la ley, a su avance sobre la autonomía universitaria. https://www.pagina12.com.ar/diario/universidad/10-282445-2015-09-25.html

17 https://download.ei-ie.org/Docs/WebDepot/Privatizacion%201-Abril.pdf “La contención de la privatización. El caso de Bolivia. (pág. 56).

Artículo enviado por su autor a la redacción de OVE

Imagen tomada de archivo OVE

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