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La ONU alerta de una “crisis global de aprendizaje”

Por: Alejandra Agudo.

 

El Objetivo de Desarrollo Sostenible que llama a garantizar una educación de calidad para todas las personas de cualquier edad, pasa examen en el Foro Político de Alto Nivel en Nueva York

Con un 91% de los niños del mundo en edad escolar matriculados y tantas niñas en las escuelas como varones, la ONU celebraba en 2015 que había conseguido en plazo estas metas que se había marcado en los Objetivos del Milenio, una agenda internacional para que los países pobres mejorasen su situación en educación, pobreza, hambre o salud para esa fecha. Las cifras disponibles hoy son prácticamente las mismas y la ONU habla de «crisis» educativa y de aprendizaje. Así lo hace en el informe de seguimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) presentado el pasado martes en Nueva York en el marco del Foro Político de Alto Nivel que se celebra anualmente para evaluar los progresos hacia un mundo más justo, pacífico y un planeta habitable en 2030. Y la educación ha sido una de las materias sometidas a examen en esta cita, con mal resultado.

«Nuestro futuro depende de dar a los jóvenes formación de calidad. Sin embargo, hay una crisis de educación», ha abierto el debate Henrietta Fore, directora ejecutiva de Unicef. No solo porque todavía 262 millones de niños y adolescentes (6 a 17 años) no están escolarizados, según el último estudio de Unesco. La ONU calcula que hay en el mundo 617 millones de niños y adolescentes (el 58%) que no alcanzan las competencias básicas en lectura y matemáticas. De ellos, 411 millones no contaban con estos conocimientos a pesar de asistir a la escuela. En 2030, aún 400 millones de pequeños no adquirirán tal nivel mínimo y apenas el 60% de los estudiantes completarán la secundaria. «¡No se puede dejar a uno de cada tres atrás! Tenemos menos de 4.000 días para lograr el ODS4 y lograr mejorar la vida de miles de millones de niños. Necesitamos una revolución ahora», ha clamado Fore.

Las acciones para tal revolución son, en opinión de la directora ejecutiva de Unicef, tres. La primera, invertir en educación de forma eficiente y equitativa. «La formación de las niñas, la escolarización temprana y mantener a los niños en el colegio incluso en situaciones de crisis humanitarias», ha enumerado. «Uno de cada tres niños en países en conflicto no van a la escuela. No podemos aceptar esto», ha apostillado. Lo segundo es «utilizar tecnologías para aumentar el acceso a la educación de calidad». Finalmente, Fore ha insistido en la necesidad de medir los progresos en todos los niveles para poder mejorar los programas. «Necesitamos datos de los niños que estudian y los que no. Los que están aprendiendo y los que no. Tenemos que saber si las escuelas están dando la talla».

ESTADO DE LA EDUCACIÓN EN EL MUNDO

  • En 2017, 262 millones de niños, adolescentes y jóvenes de seis a 17 años (el 18% del total) no asistieron a la escuela. Según las tendencias actuales, estos números bajarán solo ligeramente a 225 millones, o 14%, para 2030.
  • El 54% de los niños que no cursan la primaria viven en África subsahariana.
  • Solo seis de cada diez jóvenes terminarán la escuela secundaria en 2030.
  • En los países de bajos ingresos, los más ricos tienen nueve veces más probabilidades que los más pobres de completar la secundaria superior.
  • Las tasas de alfabetización están aumentan de manera constante en todo el mundo, pero 750 millones de adultos aún no pueden leer. Dos tercios son mujeres.

Para John McLaughlin, viceministro de Educación y Desarrollo de la Primera Infancia de Canadá, proveer una educación de calidad no solo significa que los estudiantes sepan leer y resolver ecuaciones. «En Canadá, vamos más allá para que los jóvenes sean ciudadanos más fuertes, con espíritu crítico, capacidad de comprensión, compasión…», ha explicado en su turno de intervención. Una medida inmediata que se puede poner ya en marcha, en opinión del mandatario, es «poner el género en el centro para garantizar el acceso a la educación de las niñas». Por eso, el 92% de las contribuciones de su país para la educación «tienen componente de género», ha señalado.

Stefania Giannini, subdirectora general de educación de la Unesco, ha coincidido con sus predecesores en el diagnóstico y el tratamiento. «Encaramos una crisis de aprendizaje que está provocando que se estanquen los avances de la Agenda 2030. Tenemos que concienciar sobre esta cuestión. Las cifras son una prueba clara de que no podemos aceptar que las cosas sigan como están», ha analizado. En línea con lo expresado por el representante canadiense, la diplomática ha recordado la importancia de introducir los ODS en el currículo escolar y de formación universitaria. «Hay que educar para el desarrollo, para que los niños de hoy sean adultos con valores en el futuro».

Giannini ha terminado su turno de palabra destacando la necesidad de formar más y mejor a los maestros. Una idea que ha desarrollado la siguiente participante en el debate, Susan Hopgood, presidenta de la Internacional de la Educación, organización sindical que aglutina a organizaciones de todo el mundo de maestros y empleados de la educación. Según sus encuestas, «los docentes creen que la profesión sigue siendo poco atractiva. En Camerún, una afiliada nos dijo que, a veces, cobran menos de 50 dólares al mes», ha explicado la representante.

Existe la necesidad de incorporar a más maestros a los sistemas educativos, pero no de cualquier manera. Para que sus enseñanzas sean de calidad ellos mismos tienen que estar cualificados. También en esta asignatura, el mundo suspenderá en 2030 de continuar las tendencias actuales. Como en tantos otros indicadores, en África subsahariana se registran los peores datos en este sentido: solo el 64% de los maestros de primaria y el 50% de secundaria tienen la capacitación mínima requerida para ejercer su labor. «Y esta proporción ha estado disminuyendo desde el 2000, como resultado de que las escuelas contrataron maestros sin formación para cubrir los puestos a un coste menor», alerta la Unesco en su informe. «La educación pública sigue infrafinanciada. Los sistemas educativos cada vez se privatizan más. Pero los Gobiernos tienen que reconocer que la educación es un derecho humano y no un producto», ha concluido su discurso Hopgood.

617 millones de niños y adolescentes (el 58%) no alcanzan las competencias básicas en lectura y matemáticas

Tampoco sale bien parada África subsahariana en materia de infraestructuras. «La situación es extrema en los niveles primario y secundario inferior, donde menos de la mitad de las escuelas de la región tienen acceso a agua potable, energía eléctrica, computadoras e Internet», escriben los autores del informe de la ONU. En el nivel secundario superior, el 57% de las escuelas sí tienen energía eléctrica, pero solo entre el 25% y el 50% cuenmtan con acceso a Internet, ordenadores, agua potable e instalaciones para lavarse las manos.

Otros datos «alarmantes» han sido destacados por los intervinientes. Para Kazuhiro Yoshida, copresidente del Comité de Dirección de ODS-Educación 2030, lo es que «solo se vaya a reducir a 225 millones en 2030 en comparación con los 260 millones actuales». También es motivo de alerta la exclusión de «determinados adolescentes» de la secundaria, en opinión de María José Monge, presidenta de Fundación Monge de Costa Rica. «Esto genera luego desempleo y situaciones de pobreza», ha analizado.

En tres horas de debate, en el que representantes de decenas de países han expuesto sus progresos, retos pendientes y medidas que planean tomar, estos fueron los temas candentes. El estudio de la Unesco, cuyos resultados recoge el informe de seguimiento de los ODS presentado esta semana en Nueva York, contiene un buen puñado más de estadísticas que demuestran que no se van a conseguir las metas en lo que a educación se refiere. Y los expertos coinciden: sin educación de calidad, el resto de Objetivos serán inalcanzables. Sin ella, las personas no accederán a trabajos decentes, ni se eliminará la desigualdad de género, ni erradicará la pobreza o el hambre.

Fuente del artículo: https://elpais.com/elpais/2019/07/10/planeta_futuro/1562751921_561796.html

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Debemos enfocarnos en la educación

Por: Brenda Sanchinelli Izeppi.

 

Este país está tan inmerso en los conflictos políticos y la corrupción gubernamental, que por estar pensando en arreglar los clavos del momento nunca se planifica para el futuro. ¿Cómo es posible que en pleno siglo XXI aún no exista una sociedad totalmente incluyente?, más bien pareciera que cada día es más grande la desigualdad e injusticia social en este país.

Conforme pasa el tiempo las personas se vuelven cada vez más superficiales debido a todos los distractores que existen en la actualidad; ese rollo de las redes sociales, la obsesión por tener dinero, la tecnología, statu quo, entre otros, hacen cada vez más olvidar el hecho que todos los seres humanos somos iguales y tenemos los mismos derechos.

En Guatemala existen varias situaciones que están profundamente arraigadas por generaciones, y que nos colocan muy lejos de poder ser una sociedad incluyente. La problemática en cuanto al tema de la exclusión social es extensa, pero si pudiésemos escoger tan solo un aspecto para empezar a cambiar este escenario y que este pudiera incidir en todo lo demás, sin duda alguna deberíamos enforcarnos en la educación.

Todos los expertos coinciden en que debe “cambiarse la educación para cambiar al mundo”. Sin embargo, en Guatemala la educación pública no ha recibido reformas ni cambios significativos en sus programas desde la década de 1950, esto provoca una brecha enorme entre los estudiantes de escuelas públicas y los de centros educativos privados de alto nivel.

Invertir en educación es un gran desafío para el país, ya que cuando los niños crecen y se desenvuelven en la sociedad existe una notoria disparidad de conocimientos y oportunidades. Es increíble ver las diferencias abismales entre un niño educado en una escuela rural, a uno que la recibió en un “colegio VIP”. Parecieran personas que viven en dos planetas diferentes. En cuanto al dominio de idiomas, tecnología, aprendizaje de matemáticas, cultura general, ciencias, arte, etcétera.

La educación no debería ser sinónimo de poder adquisitivo, sino un derecho inalienable del ser humano de recibir conocimientos de alto nivel que le permitan desarrollarse como una persona completa. Y esto, obviamente, ayudará también al desarrollo de nuestro país.

Sumado a programas obsoletos, escuelas que se caen a pedazos, maestros incompetentes y comodones, nos encontramos con niños que llegan a la escuela con grandes deficiencias nutricionales, por lo que su aprendizaje se limita en gran manera debido a que no cuentan con un desarrollo cerebral adecuado para poder asimilar los conocimientos.

Una propuesta para solucionar esta problemática puede ser homogeneizar todos los programas de educación —tanto publica cómo privada—, de modo que todos los estudiantes tengan los mismos conocimientos y que esto no dependa del poder adquisitivo de los padres.

Otra alternativa es que indistintamente de la ubicación de la escuela, el idioma oficial en que se impartan las clases sea el español y el inglés, como un segundo idioma obligatorio. También puede impartirse el idioma nativo de la región, pero como una lengua adicional. No debemos olvidar que el idioma oficial de Guatemala es el español. De esta manera los niños van a tener más oportunidades de instruirse y tener una macrovisión del país.

La educación debe ser una política de Estado prioritaria en la cual debe invertirse un mayor porcentaje del Presupuesto General de la Nación. Así que, el próximo presidente debe enfocarse en este aspecto y hacer un cambio significativo en su gestión.

 

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Cuidemos el futuro de nuestros niños

Por: Alieto Guadagni. 

 

Las leyes educativas son claras y no dejan lugar a dudas, es hora de entender que incumplirlas es un pasaporte a la pobreza y la exclusión social.

Sin mejor educación no podremos abatir ni la pobreza ni la exclusión social en este globalizado siglo XXI. Nuestro pobre desempeño en las pruebas internacionales que miden la calidad educativa es un serio llamado de atención, ya que tenemos una deuda hacia los niños, a los que estamos aislando de un mundo nuevo que requiere capacidades intelectuales cada vez más exigentes, capaces de innovar, de crear; en un mundo donde el bien más valioso es el intangible capital humano acumulado por la educación.

Comencemos por lo elemental, el cumplimiento de las leyes. En el año 2005, se sancionó la ley que expresaba que el incremento de la inversión en educación, ciencia y tecnología establecido hasta el año 2010, sería destinado a “lograr que, como mínimo, el 30% de los alumnos de educación básica tengan acceso a escuelas de jornada extendida o completa, priorizando los sectores sociales y las zonas geográficas más desfavorecidas” (ley 26.075, art.2, inc.b).

Al año siguiente, el 14 de diciembre de 2006, fue sancionada la Ley de Educación, la cual ratificó expresamente esa meta en su artículo 26, donde se dispone: “Las escuelas primarias serán de jornada extendida o completa (JEE/JC) con la finalidad de asegurar el logro de los objetivos fijados para este nivel por la presente ley”.

Estamos lejos de lo establecido legalmente y de lo internacionalmente comprometido. ya que en diciembre de 2010, nuestro país suscribió las metas fijadas para el 2021, en la Cumbre de Jefes de Estado de los Países Iberoamericanos realizada en Mar del Plata. La meta acordada para la JEE/JC fue: “en el 2021, entre el 20 y el 50% de las escuelas públicas primarias tendrá jornada completa”.

La realidad es otra, ya que el Ministerio de Educación informa en su Anuario Estadístico Educativo de 2018 que, en las escuelas primarias, apenas el 13,9% de los niños gozaba de los beneficios de la JEE/JC. Estamos lejos del cumplimiento de estos acuerdos y leyes, escaso cumplimiento que además muestra desigualdades si se observa cada provincia, ya que Tierra del Fuego, Córdoba y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires arrojan cifras de cumplimiento entre el 48 y el 78% en las escuelas estatales, en tanto que en Neuquén, Corrientes, San Luis, y Buenos Aires, sólo entre el 2,5 y el 7,2% de sus alumnos primarios concurrían a escuelas estatales con régimen de JEE o JC.

En la CABA el 48,3% de los alumnos de escuelas estatales tiene JEE/JC, pero si se cruza la General Paz, encontramos en el Conurbano una situación critica, ya que apenas 6,3% de los niños tienen este beneficio, es decir casi la octava parte que en la CABA. Estamos en presencia de una situación preocupante en el Conurbano, donde reside el núcleo concentrado de la pobreza y la exclusión social.

No es fácil explicar las diferencias existentes entre las provincias, que son responsables de la escuela primaria, por ejemplo, Catamarca registra que 22,8 alumnos de cada 100 de las escuelas primarias estatales tienen el beneficio de la JEE/JC, mientras que en Neuquén, la provincia con la mayor riqueza hidrocarburífera del país (Vaca Muerta), son beneficiados apenas 2,5 niños. Algo similar ocurre cuando se comparan dos provincias muy importantes por su desarrollo no solo agropecuario sino tambien industrial, mientras que en Cordoba los alumnos primarios de escuelas estatales beneficiados por la JEE/JC son el 49,50 del total, en Santa Fe son apenas 8,5%. A pesar de esto Santa Fe tiene mas cargos docentes que Cordoba (12 alumnos por cargo versus 14 alumnos).

Es razonable suponer que se requiere una mayor dotación docente donde se ha avanzado en el cumplimiento de las leyes que promueven la universalización del régimen de JEE/JC, pero esto no es así, ya que también en esto aparecen cifras dispares entre las provincias, por ejemplo Cordoba y la CABA tienen similar cobertura de la JEE/JC, pero la CABA tiene apenas 8 alumnos por cargo docente, mientras que Cordoba tiene muchos mas (14).

Algo similar ocurre cuando se compara Tierra del Fuego, donde hay 9 alumnos por cargo docente para cubrir un 78 por ciento de alumnado en JEE/JC, con Catamarca, donde hay menos alumnos por cargo docentes (6), pero menos estudiantes primarios estatales gozan de esta escolaridad. Como se observa la mayor dotación de cargos docentes en proporción al alumnado, no esta asociada con una mayor cantidad de niños beneficiados por la JEE o JC.

Nuestro atraso en la implementación de la JEE/JC, mas los cierres de escuelas publicas por conflictos laborales asegura pocas horas de clase anuales; no se trata de comparar nuestro calendario escolar “efectivo”, es decir no el legal que nunca se cumplió en todo el país, con países europeos o asiáticos, sino con Cuba, Colombia y Chile que registran 1000 o mas horas anuales, o con México, mientras que el nuestro “efectivo” es apenas alrededor de 660 horas. Mas horas de clase no aseguran automáticamente avances educativos, pero menos horas en la escuela consolidan el atraso educativo, particularmente el de los pibes humildes cuyo futuro depende de una buena escuela.

Existen buenas intenciones, por eso sancionamos leyes y comprometemos el cumplimiento de metas con la esperanza de que nuestros niños reciban más y mejor educación. Pero lo cierto es que ni podemos siquiera cumplir el calendario escolar legal, con los mínimos 180 días de clases que dice la ley y como hemos visto, estamos lejos de cumplir con la meta fijada para la universalización de la JEE/JC.Las leyes educativas son claras y no dejan lugar a dudas, es hora de entender que incumplirlas es un pasaporte a la pobreza y la exclusión social. Esperemos que en la campaña electoral que ya se inicia se presenten propuestas concretas para defender el futuro de nuestros niños.

Fuente del artículo: https://www.clarin.com/opinion/cuidemos-futuro-ninos_0_sv2ZFli9W.html

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Organismo para la mejora continua de la educación

México / 14 de julio de 2019 / Autor: Hugo Aboites / Fuente: La Jornada

El proceso de integración del organismo que viene a sustituir al INEE recoge toda la falta de definición, la profunda ambigüedad que hasta ahora ha caracterizado a la propuesta educativa vigente y confirma que no estamos en el rumbo de la profunda transformación de la educación que necesita el país y por la que se pronuncian de múltiples maneras las y los maestros, estudiantes y comunidades (incluyendo padres de familia). Es también un anticipo de lo que vendrá en las leyes secundarias.

En primer lugar, el punto de partida. La integración de este nuevo organismo refleja la postura del Ejecutivo frente al proceso de modificación del tercero constitucional. Allí pareció decirse ‘eliminen la evaluación punitiva de la Constitución y de las leyes secundarias, mencionen el artículo 123 constitucional, úsese el término excelencia en lugar de calidad, cámbiense algunos nombres y, ya.’ Todo lo demás, que quede al libre juego de las fuerzas políticas de hecho y de su expresión concreta y más inmediata que es el Poder Legislativo. Esta posición de dejar hacer, dio como resultado lo que ahora tenemos en el tercero constitucional: un programa variopinto, de complacencias, desde listados de las materias que deben impartirse, los temas más virales y hasta pasajeros, y una extensa copia de mucho el procedimiento para integrar el INEE que estableció la reforma de Peña Nieto.

En segundo lugar, el procedimiento incluido por EPN, era una fórmula adecuada para el pacto de uniformidad y mayoría neoliberal. Produjo un bloque compacto de estudiosos de la educación con perfiles muy similares y con orientación OCDE y organismos privados. Pero al aplicarse en un contexto de indefinición y ambigüedad como el actual esa fórmula produjo resultados muy distintos. Cada tendencia, partido y grupo buscó colocar a sus afines y resultó una mayoría de economistas y ex asesores de la SEP, consultores y ex funcionarios de gobiernos estatales y federales ( La Jornada, 03/07/19). Hasta se integró a quien fuera representante de México ante la OCDE durante 17 años, fundador del INEE y del Great Place to Study Internacional (Wikipedia). Pero además, el desaseo. Como cuando el senador Monreal insiste en que se repita la votación por un cuestionado candidato del PRI, a fin de que quede, pues se acordó incluirlo, y la palabra se debe cumplir ( Ibidem). En resumen, una mayoría generada en un espacio de arreglos, trueques y acuerdos con apenas dos o tres que piensan a México desde otra educación. Esta combinación desequilibrada no es una buena combinación para generar una línea clara y un futuro de transformación. Augura tensiones.

En tercer lugar, resulta claro que en ausencia de una definición rectora, en este organismo aparece ahora un crudo mosaico de intereses que reflejan los que a escala nacional enconadamente se disputan la conducción de la educación en México. Están ahí los conocidos actores de la OCDE, del capital humano, funcionarios y asesores del pasado sexenio. Personas que por trayectoria y convicción están más familiarizadas y confortables con las concepciones de mejora de la educación que provienen de TV Azteca y sus escuelas de excelencia, de una SEP proclive a la OCDE y al viejo INEE, y de organismos empresariales como Mexicanos Primero. Salvo dos o tres de sus miembros, el grueso no se sentirá cercano y empático con las concepciones sobre cómo mejorar la educación que sostienen muchos maestros y estudiantes en proyectos alternativos en varios estados del país. En el fondo, ni los maestros, estudiantes, comunidades del país, sus luchas y, sobre todo, sus proyectos, es decir, la gran mayoría de quienes hacen hoy la educación, estarán siquiera proporcionalmente representados en ese organismo. Y por eso, corre el riesgo de convertirse –como el INEE– en un grupo clasista y arrogante que dicta orientaciones desde el Olimpo. No podrá despedir, pero sí descalificar con evaluaciones hechas a su visión.

En cuarto lugar, las leyes secundarias. Si éstas siguen el mismo camino, los mismos referentes y prácticas que hemos visto, tendremos un futuro de fuertes tensiones y conflictos en la educación y, lo peor, se sepultará la esperanza de un cambio educativo de fondo. Otro debe ser el mecanismo para elaborar esas leyes y incluyendo la del nuevo organismo. Procesos abiertos, propuestas de definición clara y de entrada del hacia dónde de la educación y su traducción a textos legales. Para sobrevivir como nación, necesitamos una educación que se ponga del lado de los maestros y estudiantes, de los sin escuela y sin trabajo digno, de sus esfuerzos y aspiraciones y de las concepciones que con sus luchas, sus manifiestos y sus proyectos, han marcado un rumbo preciso para la educación mexicana. Un gobierno con 30 millones de votos –la gran mayoría de ellos procedentes de los que ahora no caben en los acuerdos legislativos– no puede olvidar esto.

*UAM-X

Fuente del Artículo:

https://www.jornada.com.mx/2019/07/06/opinion/014a2pol

Fuente de la Imagen:

http://comunicacion.senado.gob.mx/index.php/informacion/boletines/45325-plantean-candidatos-al-organismo-para-la-mejora-continua-construir-un-nuevo-sistema-educativo-para-el-pais.html

ove/mahv

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7 exámenes en una semana: ¿Evaluamos?

España / 14 de julio de 2019 / Autor: Salvador Rodríguez Ojaos / Fuente: El Blog de Salvaroj

«Cuando los estudiantes hacen trampa en los exámenes es porque nuestro sistema escolar valora más las notas de lo que los estudiantes valoran el aprendizaje.» Neil deGrasse Tyson

Se acerca el final de curso. Como cada año es época de evaluaciones finales, es el momento de aprobar o suspender, Es tiempo de prisas, ansiedad, agobio, nervios. insomnio… para alumnos, pero también para profesores y familias.

Habitualmente es el momento de querer hacer en unos días lo que es trabajo de todo el curso. Es el sprintfinal, es como si tras los 42 kilómetros de una maratón, empezáramos a esforzarnos cuando solo faltan los últimos 195 metros…

Es época de exámenes. Y no, no estoy en contra de los exámenes. Un buen examen es un instrumento muy válido de medición del aprendizaje. Estoy en contra de los exámenes si facilitan que se pueda empollar unos contenidos en poco tiempo para que sean aprobados, olvidando por completo, o casi, todo lo memorizado en unos pocos días. Y es que aprobar es mucho más que calificar.

En estas fechas de evaluaciones finales son habituales las travesías de hacer un examen tras otro en unos pocos días. Siete exámenes en una semana (es un ejemplo real de un centro educativo cuyo nombre no voy a citar) es una cantidad de exámenes que más que medir el aprendizaje, ponen a prueba la capacidad de alumnos, docentes y familias para aguantar la presión, los nervios y la ansiedad. Y es que sin duda la evaluación no consiste en eso.

La evaluación no es un momento puntual, es un proceso; ni debería servir para etiquetar el aprendizaje con un número. La evaluación debe servir para que los alumnos y alumnas conozcan sus fortalezas y sus debilidades, para que puedan seguir aprendiendo mejorando su proceso de aprendizaje.

Evaluar es tan necesario como difícil. Porque, según Neus Sanmartí, es el motor del aprendizaje, ya que de ella depende tanto qué y cómo se enseña, como el qué y el cómo se aprende. Dime cómo evalúas y sabré qué tipo de docente eres. Ya es hora de entender que la nota no siempre es sinónimo de aprendizaje, ya es hora de valorar el aprendizaje.

Fuente del Artículo:

http://www.salvarojeducacion.com/2019/06/7-examenes-en-una-semana-evaluamos.html

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La adicción a los celulares preocupa a estudiantes y docentes

México / 14 de julio de 2019 / Autor: Paulette Delgado / Fuente: Observatorio de Innovación Educativa

Estudios realizados por Common Sense Media muestran que los adolescentes (de 13 a 17 años) pueden pasar aproximadamente hasta nueve horas en línea cada día. Pero no todo el tiempo frente a la pantalla es perjudicial si se consideran los recursos de aprendizaje e información que se pueden encontrar en línea. Sin embargo, la exposición excesiva a las redes sociales aumenta el riesgo de desarrollar un Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).

Incluso los adolescentes están preocupados. En una investigación realizada por el Pew Research Center, el 60 % de los adolescentes entre 13 y 17 años reconocen que un tiempo de pantalla excesivo es un problema importante, pero admiten, no pueden controlarse.

La investigación detalla que, debido a los cambios neurobiológicos y hormonales en sus cerebros, los adolescentes sienten la necesidad de pertenecer, ser respetados y admirados, especialmente a través de las redes sociales. Esta necesidad de pertenencia, lleva a que el 44 % de ellos revise sus teléfonos inteligentes apenas se despiertan.

Cuando se les preguntó qué sentimientos asocian con la posibilidad de no tener a la mano su teléfono, el 42 % dijo sentirse ansioso. Particularmente, las niñas reportaron sentirse más deprimidas (49%) que los niños (35%). Estos datos preocupan a los docentes ya que la idea de que los estudiantes desarrollen una «nomofobia», el miedo irracional a salir de casa sin el teléfono móvil.

Pero no solo los estudiantes se ven afectados por el uso excesivo de los dispositivos móviles. En un sondeo realizado por la Sociedad Internacional de Tecnología en Educación (ISTE por sus siglas en inglés), el 34 % de los docentes encuestados admitieron que se distraen con los estudiantes que usan teléfonos móviles durante la clase.

Cuando se les preguntó acerca de la capacidad de multitasking de los estudiantes, es decir, la capacidad de realizar múltiples tareas y usar el teléfono mientras prestan atención a la clase, el 80 % estuvo de acuerdo en que los adolescentes podrían tener la capacidad de hacerlo pero el 61 % piensa que esto afecta su aprendizaje.

Sobre el equilibrio entre el uso de móviles en clase, los docentes tienen opiniones divididas. Una cuarta parte de los maestros señaló que dan un descanso a los estudiantes durante una lección para que puedan usar el móvil o están abiertos a la idea de hacerlo. Por otro lado, el 24 % piden a los estudiantes que apaguen sus dispositivos durante la clase y solo el 3 % dijeron que no hay necesidad de controlar el uso de los teléfonos.

En cuanto a políticas institucionales sobre el uso de dispositivos dentro de la escuela, el 56 % de los docentes encuestados indicó que su escuela cuenta con una política sobre el uso de dispositivos móviles.

Por otro lado, todos los encuestados concuerdan en que el uso excesivo de teléfonos móviles es un problema y señalan la necesidad de un esfuerzo comunitario para encontrar una solución a este problema.

Aún así, prohibir totalmente el uso de dispositivos móviles en clase es una medida controversial pues se estaría perdiendo la oportunidad de aprovechar las nuevas herramientas que ofrece la tecnología que sirven de apoyo a las actividades de enseñanza-aprendizaje. Encontrar el equilibrio es la clave para que esta problemática.

Cuéntanos, ¿controlas el uso de móviles en tu clase? Si es así, ¿cómo lo haces? ¿Pides a los estudiantes que los apaguen, das descansos para usarlos o no pones límites?

Fuente del Artículo:

La adicción a los celulares preocupa a estudiantes y docentes

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Las 16 frases más potentes del mejor profesor del mundo

Kenia / 14 de julio de 2019 / Autor: Camila Londoño / Fuente: Elige Educar

En una inspiradora charla magistral organizada por Revista Sábado y Elige Educar, Peter Tabichi, ganador del Global Teacher Prize, compartió su historia, destacó los desafíos de enseñar y recordó el valor de la profesión que eligió.

“Vengo de muy lejos, pero me siento como en casa”. Así empezó su charla Peter Tabichi, tras ser ovacionado por el público que lo recibió en el Teatro Municipal de Las Condes en Santiago de Chile. En el marco del Global Teacher Prize Chile y de su gira por Latinoamérica, Peter llegó al país para compartir su visión como profesor, destacar los desafíos de ser docente e inspirar a los profesores para que sigan amando y valorando lo que hacen todos los días desde sus salas de clase.

Este franciscano y profesor de ciencias keniata se ha hecho muy famoso por donar el 80% de su salario a su comunidad, sin embargo, el rol de Peter trasciende su generosidad y podría centrarse mucho más en lo que ha logrado con sus alumnos, quienes a pesar de vivir y estudiar en un contexto adverso, han encontrado, gracias a su labor, las herramientas para alcanzar logros extraordinarios. Entre esos, haber llegado a la Feria Internacional de Ciencia e Ingeniería de Intel por el diseño de un dispositivo que ayuda a personas ciegas y sordas a aprender matemática.

Faltan recursos e instalaciones, faltan muchas cosas en la escuela secundaria Keriko donde hace clases en Nakuru (Kenia), pero este profesor se las ha ingeniado para ser un facilitador del aprendizaje y ha descubierto que todos sus estudiantes tienen talento y por ello, deben recibir la mejor educación. Peter Tabichi no se cansa de mencionar la importancia de explotar esos talentos, y tampocos se cansa de recalcar la importancia del rol de los profesores en cualquier contexto; es un enamorado de su profesión y un convencido de la relevancia que tienen los docentes en la búsqueda de soluciones que apunten a las necesidades del mundo real, soluciones que respondan a problemáticas como el cambio climático o aquellas que apuntan a trabajar por la igualdad de género, algo en lo que él particularmente ha centrado sus esfuerzos.

El trabajo de este premio “Nobel de la enseñanza” es un recordatorio de la trascendencia de la buena educación, su discurso un punto de partida para seguir enfocando los objetivos educativos en darle lo mejor a los estudiantes, y su contexto, una inspiración para todos aquellos docentes que pese a los desafíos, ejercen la profesión con amor y dedicación. “A los profesores les digo: amen lo que hacen y sean conscientes de que están haciendo el trabajo más importante”, dice Peter Tabichi. A este mensaje se suman otros que a lo largo de su charla magistral, inspiraron a cientos de docentes chilenos que tuvieron la oportunidad de aprender del mejor del mundo. A continuación, compartimos algunas de éstas:

1. “La educación no debería ser un privilegio, sino un derecho”.

2. “Los profesores luchan… luchan para asegurarse de que todos los estudiantes reciban la mejor educación”.

3. “Con una buena educación, cada estudiante puede llegar a ser el mejor”.

4. “Es indispensable saber qué necesitan los estudiantes para poder implementar los métodos correctos”.

5. “Si te acercas a ellos, verás que todos los estudiantes tienen talento”.

6. “La educación también significa aprender el valor de vivir en comunidad”.

7. “Quiero asegurarme de que las niñas reciban la educación que merecen”.

8. “Le debemos a las niñas la posibilidad de ir a la escuela”.

9. “Creo que los profesores nunca fueron tan importantes como lo son ahora”.

10. “Tenemos que darle a la enseñanza el lugar que se merece”.

11. “Enseñemos a los estudiantes que aquello que aprenden, tiene una aplicación en la vida real”.

12. “Los profesores necesitan saber que están impactando la vida de millones de personas”.

13. “Es necesario que las carreras de pedagogía, sean atractivas para los jóvenes talentosos”.

14. “Tenemos que hacer nuestro trabajo con pasión”.

15. “Los profesores somos quienes mejor sabemos cómo cambiar el mundo”.

16. “A los profesores les digo: amen lo que hacen y sean conscientes de que están haciendo el trabajo más importante”.

Fuente del Artículo:

https://eligeeducar.cl/las-16-frases-mas-potentes-del-mejor-profesor-del-mundo

ove/mahv

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