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Lucha por una educación con igualdad de género

América Latina / 13 de marzo de 2019 / Autor: CLADE / Fuente: aler.org

El 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer, fecha que marca la lucha por los derechos de las niñas y mujeres, y el combate a la violencia y discriminación relacionada a género. Desde el punto de vista de la CLADE, para alcanzar la igualdad de género es necesario promover una educación emancipadora y garante de derechos

Iniciamos el mes de marzo, y con él comienzan los preparativos para la celebración del 8/3 – Día Internacional de la Mujer. La fecha instituye la unión de mujeres de todos los continentes del mundo, que a menudo están separadas por fronteras nacionales y diferencias étnicas, lingüísticas, culturales, económicas, sociales y políticas, pero que en este día luchan juntas en pro de la igualdad de género, la justicia y los derechos humanos.

La Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE) defiende que la lucha por los derechos de las mujeres, la equidad e igualdad de género y la superación de la discriminación y violencia de género, debe pasar por exigir la realización de una educación emancipadora y garante de derechos para todas y todos.

Plantea también que el fortalecimiento de sistemas de educación laicos, públicos, gratuitos y de calidad es una condición clave para la realización de la igualdad de género y la formación no sexista, así como para la superación de la violencia en y desde la educación, pues conlleva a mayores niveles de igualdad social y hace frente a causas estructurales de las discriminaciones e inequidades.

“La igualdad de género y la superación de la violencia de género en y desde la educación son componentes fundamentales que deben ser trabajados desde la educación en la primera infancia hasta la universidad y más allá, incluso con el incremento de investigaciones académicas. Asimismo, la adolescencia configura una etapa especialmente importante, que demanda de los sistemas educativos particular atención”, afirma la declaración final del “Encuentro Centroamericano sobre Igualdad de Género, Violencia y Educación”, evento organizado en mayo de 2018 por la CLADE con el apoyo de la Oficina Regional de UNICEF para América Latina y el Caribe.

Marcos sobre Género y Educación

Actualmente, diversos instrumentos de derechos humanos reconocen que la educación desempeña un papel decisivo para el logro de la igualdad entre los géneros y la eliminación de la discriminación y violencia por razón de género. A la vez, establecen que los Estados tienen la obligación de proteger y garantizar los derechos a la educación y a una vida libre de violencia y discriminación.

Entre ellos, destacamos la Recomendación General Nro. 35 sobre la violencia por razón de género contra las niñas y las mujeres y la Recomendación General Nro. 36 sobre el derecho a la educación de las niñas y las mujeres.

Género, educación y los Objetivos de Desarrollo Sostenible

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Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) incluyen metas y objetivos destinados a la eliminación de todas las formas de discriminación contra las mujeres y niñas, y el Marco de Acción para la Educación 2030 reconoce que “la igualdad de género está inextricablemente ligada al derecho a la educación”.

La CLADE defiende que “es urgente eliminar las barreras ideológicas, culturales y estructurales para garantizar la igualdad entre los géneros y superar la discriminación y violencia por razón de género en y desde la educación”.

Para ello, subraya que los Estados deben actuar en el sentido de: garantizar escuelas físicamente accesibles, trayectos y entornos seguros a los centros educativos, infraestructura escolar e instalaciones adecuadas, seguras y con perspectiva de género; establecer currículos y materiales educativos sin estereotipos de género y que aborden la igualdad de género, así como planes de educación sexual integral; asegurar la protección y prevención contra el abuso sexual y otras formas de violencia y maltrato, así como asignar recursos humanos y financieros e institucionalidad apropiados para establecer la igualdad de género en la educación.

Videos – Con miras a promover la igualdad de género en escuelas, centros educativos y espacios culturales, la CLADE preparó un listado con 10 videos que abordan cuestiones relacionadas a género

Eliminación de la violencia y discriminación por orientación sexual e identidad de género

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Según informe de ONU Mujeres y Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) publicado en el 2017, América Latina y el Caribe es la región que tiene el más alto índice de violencia contra las mujeres en el mundo.

“La violencia contra las mujeres es la violación más generalizada de los derechos humanos y el feminicidio/femicidio es su expresión extrema. Catorce de los 25 países del mundo con las tasas más elevadas de femicidio/feminicidio están en América Latina y Caribe y se estima que 1 de cada 3 mujeres mayores de 15 años ha sufrido violencia sexual, lo que alcanza la categoría de epidemia, de acuerdo con la Organización Mundial de Salud (OMS). El femicidio/feminicidio y la violencia sexual están estrechamente ligados a una seguridad ciudadana deficitaria, a una impunidad generalizada y a una cultura machista que subvalora a las mujeres”, se afirmó en la página web de la ONU al momento de la publicación del informe.

Según el Observatorio de Igualdad de Género de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), 2.559 mujeres fueron víctimas de feminicidio o femicidio en el 2017. Si a estos se suman los datos de otros 4 países de la región, que sólo registran los feminicidios cometidos a manos de la pareja o ex pareja de la víctima, este número asciende a 2.795 mujeres muertas este año.

Más allá de la violencia contra las niñas y mujeres de manera general, es importante recordar que las mujeres lesbianas y trans, así como todas las personas gays, bisexuales e intersex, sufren violencia y discriminación por su orientación sexual e identidad de género.

El ámbito educativo es uno de los espacios donde más frecuentemente se encuentra ese tipo de situaciones de discriminación y violencia. Las personas LGBTI enfrentan barreras para acceder a sistemas educativos seguros y de calidad, como intimidación, hostigamiento y amenazas por parte de compañeros/as de escuela y docentes. Las escuelas a menudo perpetúan y refuerzan los prejuicios existentes en nuestras sociedades, y la discriminación y la violencia sufridas en el ámbito escolar provocan niveles preocupantes de deserción.

La CLADE considera que la eliminación de la violencia de género en los centros educativos y sus entornos es un elemento fundamental para garantizar el derecho humano a la educación y promover un ambiente de aprendizaje seguro y equitativo para todas las personas.

“Es de extrema importancia abordar las diversas formas de violencia y discriminación por razón de género en el ámbito educativo, teniendo en cuenta los factores que agravan esta problemática, como los culturales, económicos, ideológicos, tecnológicos, políticos, religiosos, sociales y ambientales, así como las prácticas tradicionales nocivas”, afirma la Campaña.

Puntos claves para la superación de la violencia de género – Conozca cinco pasos fundamentales que Estados, centros educativos y sociedad en general deben adoptar para promover un mundo sin violencia y con equidad e igualdad de género.

Fuente del Artículo:

https://aler.org/node/5406

ove/mahv

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Libro: La calidad educativa, un eslabón del mercantilismo y la explotación (PDF)

México / 12 de marzo de 2019 / Autores: José de Jesús Valdovinos Capistrán, Eleticia Rincón Velazco, Carmen Tapia Salgado y Perla Yvette Estrada González / Fuente: Centro Rius

 

Esta es una producción editorial del Centro Internacional de Pensamiento Crítico «Eduardo del Río, Rius».

Éste libro forma parte de la política de acceso libre que promueve el CINPECER.

 

Link para la descarga:

EDUCATIVA ESLABON (1)

 

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Política y retruécano de la Reforma Educativa

México / 12 de marzo de 2019 / Autor: Carlos Ornelas / Fuente: Educación Futura

La política práctica, el ejercicio del poder y la oposiciónde grupos subalternos no es lineal, es confusa, es un asuntode avance y retroceso, de negociación y logros incompletos.La Reforma Educativa del gobierno de Enrique Peña Nietoarroja enseñanzas relevantes.

Para unos, causó un daño terrible al magisterio, por eso hay que abolirla. Para otros, no pasó nada, fue pura propaganda sin consecuencias tangibles. No acabó con la herencia ni la venta de plazas, tampoco tocó la corrupción existente. Hoy voy a rebatir este último punto, dado que, si no causó efectos, entonces, ¿por qué hay fuerzas que quieren echarla para atrás? Para ello, un relato telegráfico de las pugnas de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación contra el gobierno de EPN y su reforma.

Ya he referido las negociaciones en la Secretaría de Gobernación que hoy el Poder Judicial arrojó al tonel de la ilegalidad. Lo que es poco conocido es otro tipo de negociaciones entre la CNTE —sus facciones, dicho con propiedad— con la SEP y cómo se redujo su acción política hasta 2018, cuando, al calor de la campaña presidencial, miró la posibilidad de retorno.

En el verano de 2015, el gobierno dio la vuelta de tuerca. En julio vino la “recuperación” del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca, que incluyó cortar fondos a la disidencia y sacó a la Segob de las negociaciones. El gobierno trató y tuvo cierto éxito en romper el ciclo de movilización-negociación-movilización (MNM).

Con todo y conflictos, en noviembre de ese año se realizó la evaluación del desempeño docente, participó más del 90% de los maestros convocados. En los territorios de la CNTE el porcentaje fue menor, pero sí hubo maestros que intervinieron, aunque el gobierno los trasladó a otras partes. Cierto, la Policía Federal —nunca el Ejército— protegió las sedes de los exámenes de las embestidas de los grupos más radicales de la CNTE.

Tras los escarceos de 2015 se acabaron las negociaciones con el “pleno” de la CNTE. La SEP convocó y —aunque quizás a regañadientes— los grupos aceptaron arreglos discretos con el entonces secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, si bien seguían denostándolo en la plaza pública. El ajuste de rosca incluyó dar de baja a los maestros que no se evaluaron, a pesar de ser convocados. Ello endureció el mensaje de que la reforma iba en serio.

El evento trágico de Nochixtlán dio un respiro a la CNTE de mayo a agosto de 2016, cuando, de nuevo, hubo negociaciones en la Segob con el pleno de la CNTE. La SEP desconoció los acuerdos —lo que ratificó el Poder Judicial la semana pasada a insistencia de Mexicanos Primero— y volvió a fraccionar las negociaciones.

Consecuencias: en mayo de 2017 no hubo ni un día de paro. Entre abril y julio, normalistas de la comarca CNTE participaron en la evaluación para el ingreso a la carrera docente. En agosto, en Chiapas, Michoacán, Guerrero —incluso a egresados de Ayotzinapa— y Oaxaca se entregaron las plazas de ingreso en actos públicos, con incidentes leves. Pero la CNTE y los otros grupos del SNTE son tenaces, junto con burócratas (la mayoría colonizadores) inventaron trabas, impidieron que muchos maestros que obtuvieron su plaza pudieran acceder a ella o, ya dentro de las escuelas, los bloqueaban.

El efecto más notable: el ciclo escolar 2017-2018 inició sin paros ni incidentes. El primero desde 1993.

Irrefutable: el gobierno no logró desmantelar los controles corporativos de la CNTE ni de las otras facciones del SNTE, pero el progreso fue importante, a pesar del desgaste, las luchas interburocráticas (SEP-Segob) y las presiones externas.

En 2013, la CNTE, incluso con actos de violencia extrema, convocó a más de 60 mil maestros a “tomar” la Ciudad de México y mantuvo un plantón en el Zócalo por casi seis meses. En 2017 no se movilizó, fue el año de mayor avance de la reforma. Es más, en 2018, ya al calor de la campaña, la CNTE sólo pudo movilizar a unos cuantos cientos de maestros a la Ciudad de México y por menos de tres días. El gobierno logró romper su estrategia de MNM.

La política es de retruécanos. La CNTE quiere la eliminación absoluta de la reforma. La iniciativa del presidente López Obrador no le satisface —es neoliberal, dice— y ya puso en marcha su estrategia conocida. Otras facciones del SNTE se adhieren a la propuesta del Presidente, no para apoyarlo, pienso, sino para recuperar prebendas.

Conclusión: si no hubo avances, luego, ¿para qué extirparla? De que caló, caló.

Fuente del Artículo:

Política y retruécano de la Reforma Educativa

Fuente de la Imagen:

https://titosalomon.blogspot.com/2013/06/politica-educativa-mexicana.html

ove/mahv

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Los peligros de nacer niña en distintas partes del mundo

África/Fuente: National Geographic

Violaciones, mutilación genital, represión, embarazo precoz… El estremecedor relato de nacer niña en muchas partes del planeta

 MG 1143. Mutilación genital

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Mutilación genital

Una niña es sometida a una mutilación genital durante una ceremonia colectiva celebrada en un colegio de Bandung, Indonesia, en 2006. Según Unicef, al menos 200 millones de niñas y mujeres de unos 30 países –entre ellas alrededor de la mitad de las indonesias menores de 12 años– han sufrido la mutilación genital. La práctica sigue realizándose, y no siempre con las condiciones higiénicas adecuadas.

Foto: Stephanie Sinclair

MM8490 160808 18886. Sobrevivir a un ataque con ácido

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Sobrevivir a un ataque con ácido

Ritu Saini, de 21 años de edad (en primer plano), y Rupa, de 23, disfrutan de las lluvias del monzón en lo alto de un tejado de Agra, en la India. Ambas chicas sobrevivieron a ataques con ácido. Cientos de mujeres y niñas son rociadas con ácido en este país. Ritu, anteriormente jugadora de volleyball, fue atacada por su primo. Después de diversas reconstrucciones quirúrgicas perdió su ojo izquierdo. Rupa fue agredida a los 15 años. La asociación Stop Acid Attacks aboga por el desarrollo de políticas destinadas a las supervivientes estos ataques.

 MG 1143. Mutilación genital

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Mutilación genital

Una niña es sometida a una mutilación genital durante una ceremonia colectiva celebrada en un colegio de Bandung, Indonesia, en 2006. Según Unicef, al menos 200 millones de niñas y mujeres de unos 30 países –entre ellas alrededor de la mitad de las indonesias menores de 12 años– han sufrido la mutilación genital. La práctica sigue realizándose, y no siempre con las condiciones higiénicas adecuadas.

Foto: Stephanie Sinclair

MM8490 160808 18886. Sobrevivir a un ataque con ácido

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Sobrevivir a un ataque con ácido

Ritu Saini, de 21 años de edad (en primer plano), y Rupa, de 23, disfrutan de las lluvias del monzón en lo alto de un tejado de Agra, en la India. Ambas chicas sobrevivieron a ataques con ácido. Cientos de mujeres y niñas son rociadas con ácido en este país. Ritu, anteriormente jugadora de volleyball, fue atacada por su primo. Después de diversas reconstrucciones quirúrgicas perdió su ojo izquierdo. Rupa fue agredida a los 15 años. La asociación Stop Acid Attacks aboga por el desarrollo de políticas destinadas a las supervivientes estos ataques.

Foto: Stephanie Sinclair

MM8490 160519 00645. Una ceremonia alternativa

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Una ceremonia alternativa

Niñas de la aldea sierraleonesa de Masanga toman parte en ceremonias Bondo alternativas en las que se inician como mujeres adultas sin someterse a la mutilación genital. Más de 600 niñas han participado en ellas desde 2010.

Foto: Stephanie Sinclair

MM8490 160808 11470. Vivir entre la basura

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Vivir entre la basura

El vertedero de Ghazipur, un basurero de casi 30 hectáreas en Delhi, es el lugar que recorre Zarina, de siete años, en busca de objetos que revender. Al igual que esta niña de la India, otras muchas en todo el mundo viven en la pobreza y apenas tienen acceso a la educación.

Foto: Stephanie Sinclair

MM8490 160519 02561. Ritual de preparación para el matrimonio

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Ritual de preparación para el matrimonio

Elizabeth, de 19 años, y Rebecca, de 13, bailan en un ritual Bondo en la ciudad sierraleonesa de Kabala. Según los ancianos esta ceremonia, que regula el paso de la niñez a la madurez y que tradicionalmente incluye el corte o la extirpación de los genitales externos, vincula a las chicas a su comunidad y las prepara para el matrimonio. También pretende restringir la sexualidad femenina, y causa daños físicos y psicológicos. En Sierra Leona la mayoría de las mujeres han sufrido la mutilación genital.

Foto: Stephanie Sinclair

MM8490 160519 03479. El riesgo de la falta de escolarización

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El riesgo de la falta de escolarización

Una adolescente se toma un descanso en su venta ambulante de baratijas en Mange Bureh, sentándose a orillas de un río en el que las chicas lavan y los chicos pescan. Las niñas no escolarizadas que trabajan en las calles de Sierra Leona para contribuir a la economía familiar corren especial riesgo en un país donde los delitos contra ellas suelen quedar impunes.

Foto: Stephanie Sinclair

MM8490 160519 00846. Educación gratuita

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Educación gratuita

Al participar en una ceremonia Bondo alternativa que no incluye la mutilación genital femenina, estas niñas de Masanga reciben educación gratuita garantizada por Masanga Assistance Education, una organización suiza sin ánimo de lucro. En la ceremonia participa una mujer que encarna el diablo del Bondo, una alta autoridad de esta sociedad secreta.

Foto: Stephanie Sinclair

MM8490 160519 04914. Camino a clase

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Camino a clase

Un grupo de chicas vestidas de uniforme se dirigen a clase en una escuela metodista de Freetown, en Sierra Leona.

Foto: Stephanie Sinclair

 MG 1143. Mutilación genital

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Mutilación genital

Una niña es sometida a una mutilación genital durante una ceremonia colectiva celebrada en un colegio de Bandung, Indonesia, en 2006. Según Unicef, al menos 200 millones de niñas y mujeres de unos 30 países –entre ellas alrededor de la mitad de las indonesias menores de 12 años– han sufrido la mutilación genital. La práctica sigue realizándose, y no siempre con las condiciones higiénicas adecuadas.

Foto: Stephanie Sinclair

MM8490 160808 18886. Sobrevivir a un ataque con ácido

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Sobrevivir a un ataque con ácido

Ritu Saini, de 21 años de edad (en primer plano), y Rupa, de 23, disfrutan de las lluvias del monzón en lo alto de un tejado de Agra, en la India. Ambas chicas sobrevivieron a ataques con ácido. Cientos de mujeres y niñas son rociadas con ácido en este país. Ritu, anteriormente jugadora de volleyball, fue atacada por su primo. Después de diversas reconstrucciones quirúrgicas perdió su ojo izquierdo. Rupa fue agredida a los 15 años. La asociación Stop Acid Attacks aboga por el desarrollo de políticas destinadas a las supervivientes estos ataques.

Foto: Stephanie Sinclair

MM8490 160519 00645. Una ceremonia alternativa

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Una ceremonia alternativa

Niñas de la aldea sierraleonesa de Masanga toman parte en ceremonias Bondo alternativas en las que se inician como mujeres adultas sin someterse a la mutilación genital. Más de 600 niñas han participado en ellas desde 2010.

Foto: Stephanie Sinclair

MM8490 160808 11470. Vivir entre la basura

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Vivir entre la basura

El vertedero de Ghazipur, un basurero de casi 30 hectáreas en Delhi, es el lugar que recorre Zarina, de siete años, en busca de objetos que revender. Al igual que esta niña de la India, otras muchas en todo el mundo viven en la pobreza y apenas tienen acceso a la educación.

Foto: Stephanie Sinclair

MM8490 160519 02561. Ritual de preparación para el matrimonio

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Ritual de preparación para el matrimonio

Elizabeth, de 19 años, y Rebecca, de 13, bailan en un ritual Bondo en la ciudad sierraleonesa de Kabala. Según los ancianos esta ceremonia, que regula el paso de la niñez a la madurez y que tradicionalmente incluye el corte o la extirpación de los genitales externos, vincula a las chicas a su comunidad y las prepara para el matrimonio. También pretende restringir la sexualidad femenina, y causa daños físicos y psicológicos. En Sierra Leona la mayoría de las mujeres han sufrido la mutilación genital.

Foto: Stephanie Sinclair

MM8490 160519 03479. El riesgo de la falta de escolarización

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El riesgo de la falta de escolarización

Una adolescente se toma un descanso en su venta ambulante de baratijas en Mange Bureh, sentándose a orillas de un río en el que las chicas lavan y los chicos pescan. Las niñas no escolarizadas que trabajan en las calles de Sierra Leona para contribuir a la economía familiar corren especial riesgo en un país donde los delitos contra ellas suelen quedar impunes.

Foto: Stephanie Sinclair

MM8490 160519 00846. Educación gratuita

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Educación gratuita

Al participar en una ceremonia Bondo alternativa que no incluye la mutilación genital femenina, estas niñas de Masanga reciben educación gratuita garantizada por Masanga Assistance Education, una organización suiza sin ánimo de lucro. En la ceremonia participa una mujer que encarna el diablo del Bondo, una alta autoridad de esta sociedad secreta.

Foto: Stephanie Sinclair

MM8490 160519 04914. Camino a clase

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Camino a clase

Un grupo de chicas vestidas de uniforme se dirigen a clase en una escuela metodista de Freetown, en Sierra Leona.

 

Foto: Stephanie Sinclair

MM8490 160808 12191. Expuestas a la violencia sexual

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Expuestas a la violencia sexual

Aarti, de nueve años, se expone a la violencia sexual cuando vende flores en una calle de Delhi mojada por la lluvia. Pese a los riesgos que corren, millones de niños de todo el mundo trabajan para llevar dinero a casa en vez de ir al colegio.

Foto: Stephanie Sinclair

MM8490 160708 09118. Matrimonios concertados

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Matrimonios concertados

Los matrimonios concertados son habituales en Sierra Leona. Baby Seibureh, de 17 años, y Claude Seibureh, de 48, vecinos de Freetown, se casaron en plena crisis del ébola. Cuando nació su hijo Joseph, a la madre hubo que hacerle una cesárea.

Foto: Stephanie Sinclair

MM8490 160808 16569. Lucha contra la trata sexual

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Lucha contra la trata sexual

Rinki Kumari (en primer término) y Arti Kumari comparten un momento distendido en su habitación durante un receso de las clases que reciben en la escuela pública a la que asisten, la Kasturba Gandhi Balika Vidyalaya de Forbesganj, en la India. Un centenar de niñas de los pueblos cercanos estudian en este centro gestionado por Apne Aaap, una entidad benéfica cuya misión es poner fin a la trata sexual.

Foto: Stepnanie Sinclair

Los peligros de nacer niña en distintas partes del mundo

Sierra Leona es uno de los peores lugares del mundo para ser niña. En este país del África occidental, habitado por unos seis millones de personas, desgarrado por una cruenta guerra civil que duró más de una década y devastado por el Ébolael simple hecho de nacer niña se traduce en una vida de barreras y tradiciones que a menudo dan más valor a su cuerpo que a su mente.

La mayoría de las mujeres de Sierra Leona –el 90% según Unicef– han sido sometidas a la mutilación genital, una práctica que las inicia en la vida adulta y supuestamente las hace más deseables para el matrimonio, pero que también es un método de represión sexual profundamente arraigado en su cultura.

Casi la mitad de las chicas se casan antes de los 18 años, y muchas se quedan embarazadas mucho más jóvenes, a menudo en su segundo o tercer ciclo menstrual. Muchas son víctimas de la violencia sexual; las violaciones suelen quedar impunes. En 2013 más del 25% de las sierraleonesas de entre 15 y 19 años estaban embarazadas o ya eran madres, lo que supone una de las tasas de gestación más elevadas del mundo para esa franja de edad.

10 inventos creados por mujeres

Y demasiadas mueren en el parto: es el porcentaje más alto del mundo, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud y otras entidades internacionales. La mutilación genital femenina puede elevar el riesgo de sufrir complicaciones obstétricas.

«Si vas a las provincias te encuentras con chicas de 13 años, de 15 años, ya casadas y con sus bebés en brazos», dice Annie Mafinda, comadrona del Rainbo Center, que ayuda a víctimas de la violencia sexual en Freetown, la capital de Sierra Leona. Muchas de las pacientes atendidas en este centro tienen entre 12 y 15 años.

La mayoría de las mujeres de Sierra Leona –el 90% según Unicef– han sido sometidas a la mutilación genital

Cuando conocí a Sarah en Freetown, una ciudad que se levanta sobre una península montañosa junto a un puerto rutilante, tenía 14 años y estaba embarazada de seis meses, aunque parecía varios años más joven. Hablaba en un susurro, era bajita y menuda, llevaba las uñas de los pies pintadas de rojo y el pelo bien recogido bajo un pañuelo de color melocotón. Me contó que la había violado un muchacho, vecino de su familia, que se marchó de la ciudad tras la supuesta agresión.

Cuando su madre se enteró de que estaba embarazada, la echó de casa. Ahora Sarah (cuyo apellido nos reservamos) vive con la madre del chico que según ella la forzó. La madre del supuesto violador fue la única que se prestó a acogerla; en Sierra Leona las mujeres suelen vivir con la familia del esposo.

Niñas convertidas en esposas

NIÑAS CONVERTIDAS EN ESPOSAS

Sarah tiene que cocinar, limpiar la casa y hacer la colada. Me contó que la madre del chico le pega cuando, de puro agotamiento, no cumple con sus tareas. Con tantas trabas, ¿cómo puede una chica como Sarah sobrevivir y salir adelante en Sierra Leona?

En un país pobre regido por un Gobierno que no parece demasiado interesado en proteger a las niñas, lo más sensato que estas pueden hacer es intentar escapar del entorno en el que han nacido. En un universo lleno de amenazas, la escuela puede ser su único refugio.

Estudiar es complicado porque cuesta dinero, pero al mismo tiempo constituye un rayo de esperanza. Sacarse la secundaria puede traducirse en una mayor libertad económica y en la oportunidad de tomar las riendas de su propia vida, quizás abriéndoles las puertas de la universidad o de un empleo cualificado. Sin embargo, se calcula que entre 2008 y 2012 solo una de cada tres chicas cursaron estudios se­cundarios; en este sentido el embarazo supone una de las barreras más importantes. No en vano el ministro de Educación de Sierra Leona ha vedado la entrada en los centros escolares de las jóvenes gestantes.

Se calcula que entre 2008 y 2012 solo una de cada tres chicas cursaron estudios se­cundarios

El objetivo de esta política, formalizada por el Gobierno en 2015, es impedir que influyan en sus compañeras y protegerlas de las burlas. La prohibición de que las chicas embarazadas acudan a la escuela «es un ejemplo de moralismo anticuado e irreflexivo que lanza un mensaje equivocado –declara la escritora Aminatta Forna, quien en 2003 fundó una pequeña escuela rural en Sierra Leona–. Hablamos de jóvenes vulne­rables, que en este país son objeto de continuas depredaciones».

Elizabeth Dainkeh fue coordinadora de un centro educativo de Freetown para jóvenes en edad escolar que estuvieran en estado de gestación o que ya fuesen madres, financiado por Unicef y el Ministerio de Educación sierraleonés, y otras instituciones.

Marginación tras el embarazo

«Cuando te quedas embarazada, te marginan», me dice. Estamos en el fondo de un aula sofocante en la que chicas con los cabellos trenzados y tocados de vivos colores, algunas con bebés en el regazo, se abanican con los libros de texto mientras escuchan a la maestra con atención.

«Yo creí que les daría vergüenza volver al colegio, pero no, están encantadas», dice con orgullo. La propia Dainkeh se quedó embarazada a los 17 años, y su padre la echó de casa. La hija que tuvo murió de desnutrición antes de cumplir un año de vida. Ahora, a sus 35 años, Dainkeh aconseja a sus alumnas que perseveren: que se olviden de los años que han estado desescolarizadas y sigan adelante.

Mary Kposowa, exdirectora de uno de esos centros femeninos, explica que algunas de sus antiguas alumnas se habían topado con dificultades al querer matricularse de nuevo en escuelas ordinarias después de dar a luz.

Para complicar aún más las cosas, en agosto de 2016 los centros para chicas embarazadas cerraron sus puertas; Unicef declara que se abrieron como un «puente» alternativo a la educación cuando la crisis del ébola tuvo cerradas escuelas de todo el país du­­rante nueve meses. En aquellos centros había matriculadas unas 14.000 jóvenes embarazadas o puérperas, lo que hace temer a Dainkeh que actualmente haya en el país «un gran número de chicas marginadas del sistema educativo».

Los sierraleoneses suelen decir que el trauma de su país tiene su origen en la guerra civil que enfrentó a grupos rebeldes y al Gobierno. Desde 1991 y durante más de 10 años, miles de niñas y mujeres fueron violadas. Decenas de miles de personas fueron asesinadas. Y más de dos millones se vieron desplazadas.Más recientemente ha sido el virus del Ébola el que ha hecho estragos en el país, cobrándose unas 4.000 vidas en menos de dos años. La epidemia afectó a muchas familias, y dejó huérfanas a un gran número de niñas que tuvieron que hacerse cargo de sus hermanos sin estar aún preparadas para ello.

Kumaris, las diosas vivientes de Nepal

LAS DIOSAS VIVIENTES DE NEPAL

El país ha ido evolucionando a trompicones hacia la democracia, pero la opresión de las niñas y las mujeres no ceja. «En este país no importa la vida, ni el cuerpo, ni el alma de las mujeres jóvenes –afirma Fatou Wurie, nacida en Sierra Leona, criada en el extranjero y que regresó a su país natal, a Freetown, donde trabaja en pro de los derechos de las mujeres–. Hasta la última política que implantamos excluye la voz de las jóvenes sierraleonesas».

A pesar de que he pasado largas temporadas en diversos lugares de África occidental, la primera vez que pisé Sierra Leona me quedé profundamente impactada. He estado en Nigeria, Ghana, Senegal y Costa de Marfil, pero Sierra Leona me pareció diferente: menos acogedora, menos exuberante, más suspicaz y recelosa. Sin embargo, también descubrí que incluso en este país tan turbulento hay jóvenes que encuentran la manera de sobreponerse por encima de todo.

Regina Mosetay está en la biblioteca de su colegio de Freetown mientras sus compañeras de clase almuerzan entre risas en el patio. Se ha preparado los exámenes finales todo cuanto ha podido. Madre a los 17 años, Regina no puede estudiar como antes porque tiene que cuidar de su hija, Aminata, pero saca tiempo para los libros entre tomas y mudas. Tiene los ojos almendrados y un rostro ovalado que ladea cuando reflexiona sobre algo. Creció en un barrio obrero de calles estrechas y abarrotadas de peatones, tiendas de ropa y de electrónica, y puestos de comida. Su madre la crió a ella, a su hermano y a su hermana en una casa donde también vivían su abuela, primos, un tío y más familiares; en total, 11 personas.

El ébola empezó a propagarse por Freetown y el Gobierno cerró los colegios para contener la epidemia

La echaron del colegio por estar embarazada, una experiencia «dolorosa de verdad», dice. Le encantaba estudiar; su asignatura preferida era lengua (es muy habladora). Nunca pensó que acabaría formando parte del colectivo de adolescentes embarazadas de Sierra Leona, pero en 2014 el ébola empezó a propagarse por Freetown y el Gobierno cerró los colegios para contener la epidemia.

Entonces, en 2015, fue cuando se quedó embarazada de su novio, Alhassan, que en ese momento estaba terminando sus estudios universitarios. «Durante el ébola muchas chicas se quedaron embarazadas –cuenta Regina–. Como no había clase, teníamos mucho tiempo libre». «Sentí que estaba decepcionando a todo el mundo. Tenía vergüenza –confiesa–. Algunas compañeras decían que éramos un mal ejemplo». Esa primavera se quedó encerrada en casa sin nada que hacer ni nadie con quien hablar mientras sus amigas estaban en el colegio. Al cabo de unos meses, una tía le habló de los nuevos centros que daban a las embarazadas o madres en edad escolar la oportunidad de no quedarse atrás en los estudios para que pudiesen retomarlos más adelante.

Regina quiso apuntarse al momento, y habló de esos centros a todas las chicas que conocía que estuvieran en estado o acabaran de parir. Casi todo lo que le enseñaban ya lo sabía, pero disfrutaba estando de nuevo en un aula, sentada en un pupitre de madera con los libros y la libreta abiertos, leyendo, atendiendo, pensando. Llevaba un bebé dentro, sí, pero seguía teniendo cerebro, y eso era fundamental para ella.

«No quiero que mi hija pase por lo mismo que yo. Quiero que tenga un futuro mejor»

«Era feliz solo con estar allí, y no en casa sin hacer nada», me cuenta Regina. Estudió en aquel centro tres meses; fue una de las 180 chicas que pasaron una temporada más o menos larga en el año inaugural del programa. Regresó a la escuela pública un mes después de dar a luz a Aminata en diciembre de 2015. Desde que ha vuelto, Regina aconseja a todas sus amigas que tengan cuidado con los chicos si no quieren que les pase lo mismo que a ella.

Ya no está desescolarizada. «No quiero que mi hija pase por lo mismo que yo. Quiero que tenga un futuro mejor», dice. Vive con su novio, ya graduado en ciencias empresariales, y con la madre y la abuela de este, que ayudan en el cuidado de Aminata. Confía en poder formar una familia con él y sabe que terminar los estudios es crucial. Quiere trabajar en alguna organización de ayuda a la infancia, para que los niños –y sobre todo las niñas– tengan una vida mejor. «Cuando termine los estudios podré cuidar de mi familia; cuidaré de mí misma», asegura.

Salmatu Fofanah vive en una ladera de Mountain Cut, un barrio muy poblado de Freetown. Tiene 17 años, es tímida, esbelta y muy gua­pa, y ya está acostumbrada a cuidar de sí misma. Tanto su madre como su padrastro contrajeron el virus del Ébola hace dos años. Él enfermó tras asistir a un funeral en 2014. (Su padre biológico había muerto de malaria en 2011).

La madre de Salmatu, enfermera de profesión, cuidó a su marido en casa. No tenían ni idea de que había una epidemia de ébola. Cuando el enfermo empeoró, intentó llevarlo al hospital, pero se le murió en el coche. Ella cayó enferma unos días después y falleció en casa un mes más tarde. Entonces Salmatu empezó a encontrarse mal. Le dolía la cabeza y tenía fiebre. Lo mismo les pasó a su tía, su tío, su hermana mayor, su hermano, su abuelo y varios primos. «Todos teníamos miedo», me cuenta Salmatu. Ingresaron en un centro de tratamiento. Solamente sobrevivieron ella y tres primos. Todos los demás murieron. A principios de diciembre de 2014 llegó a Mountain Cut, tambaleante por las náuseas y la pena, para vivir con otros tíos y primos en una amplia casa.
Cada vez que se sentía enferma, le entraba el pánico. En marzo regresó al colegio, temiendo que sus amigas le dieran de lado por haber tenido ébola, pero se llevó una grata sorpresa. «No me marginaron en absoluto», explica. Cada vez que se acuerda de cómo era todo antes de la epidemia de ébola, sus amigas intentan animarla. Salmatu entra en Facebook y WhatsApp para buscar chistes, solo para volver a reír, y cuanto más duerme, mejor se siente.

Ébola: a la caza del asesino
Fotografías

Asiste a un grupo de ayuda psicológica donde puede hablar de sus problemas. «Me gusta contar lo que me preocupa; me quito un peso de encima», dice. Cuando me entrevisté con ella, su mayor preocupación eran los exámenes finales. «Tienes que pasar página y concentrarte en el futuro. Debes ser feliz con lo que tienes». La asignatura favorita de Salmatu es historia; le gusta conocer lo que ha ocurrido en su país y aspira a ser periodista. Sale con un chico que acaba de terminar el instituto, pero no le permite que la presione para hacer nada que no desee. Quiere seguir cantando y yendo a la playa con sus amigas. A veces ir a clase le da una pereza infinita. («Me encanta dormir, es mi hobby», me confiesa con una sonrisa. Cuando de pequeña cogía una rabieta, su madre la ponía a dormir y se le pasaba). Pero entonces recuerda las metas que se ha marcado. Su madre murió por su familia. ¿Cómo no va ella a terminar los estudios y llevar una vida de la que su madre se habría enorgullecido?

Kadiatu Kamara, a quien todos llaman KK, nació en un pueblo costero llamado Bureh, a orillas del Atlántico. Es un torbellino de fuerza y energía, con un racimo de estrellas tatuadas en el cuello. Ha vivido aquí toda su vida; sus padres la criaron –junto con cuatro hermanos y una hermana– en esta compacta comunidad. Se ganaban la vida vendiendo carbón que recogían en la zona. Cuando su padre falleció siendo ella muy joven, las cosas se pusieron difíciles. Su madre, Baby, se vio muy apurada –como todavía se ve hoy– para ganar lo suficiente, y solo pudo permitirse costear los estudios de dos de sus hijos: KK y un hermano mayor.

KK tiene 19 años, es la benjamina de la familia y siempre ha tendido a buscar aquellos entornos en los que siente que encaja. Vive con su madre y otros familiares, así que anhela un espacio propio. Hace cuatro años se fundó en la playa un club de surf al que asistían muchos chicos de su pueblo, y a ella le apeteció ver cómo era. Solo había visto surfistas en las revistas que se dejaban en la playa los turistas extranjeros. Para KK el mar es un bálsamo. Cuando se mete en el agua, se siente más libre, más serena. «Cuando surfeo, es como si estuviese en otro país», dice. Al principio ni siquiera sabía nadar bien. Un día se le soltó la cuerda del tobillo y las olas se llevaron la tabla. Un compañero tuvo que ir a rescatarla porque se ahogaba.

KK es una de las pocas surferas de Sierra Leona. Conoce chicas que se quedaron en estado y dejaron los estudios o que acabaron con hombres que les doblan la edad, pero siempre ha sabido que no quiere eso para ella. Cuando en el colegio las advirtieron contra las relaciones sexuales prematuras, ella tomó nota. El surf la ayudó a no perder el norte.

«A algunas chicas sus madres no pueden pa­garles el colegio, así que van con los chicos para que ellos les den el dinero»

«A algunas chicas sus madres no pueden pa­garles el colegio, así que van con los chicos para que ellos les den el dinero, explica KK. A veces les cobran el favor en especias y las abandonan cuando se quedan embarazadas, por lo que las chicas acaban en la calle. A su madre jamás le ha sobrado el dinero, pero como KK es hábil y trabajadora, está ganando su propio dinero y nunca ha tenido que recurrir a ningún chico. Trabaja en la cocina del chiringuito de la playa y a veces vende galletas a los bañistas. Se levanta a las seis o siete de la mañana, surfea un poco si hay buenas olas y luego se va a clase. Está en el colegio toda la tarde hasta la noche, y cuando vuelve a casa estudia y hace la cena. KK ayuda a su madre dándole parte de lo que gana.

Un sábado por la tarde del pasado mes de julio la vi estirarse en la arena tórrida de Bureh Beach. Luego se levantó de un salto y se lanzó, intrépida, con la tabla de surf contra una ola espumosa en las aguas turquesas. Remó con los brazos, flotando boca abajo, aguardando con paciencia a que llegase otra ola alta. Los chicos se empeñaban en cabalgar olas flojas y se caían todo el rato. Un mu­chacho flaco se persignó antes de zambullirse. KK lanzó un grito de júbilo cuando la descabalgó una ola frustrada.

KK quiere fabricar sus propias tablas. Su meta es abrir una tienda para venderlas y tener una escuela de surf. «Quiero enseñar a otras chicas», me dice. Entre tanto, surfea varios días a la semana, sobre todo durante la estación lluviosa, cuando las olas llegan a alcanzar los dos metros de altura. KK está perfeccionando su técnica. Cree que si mejora lo bastante, podrá dedicarse profesionalmente a este deporte.

Le gustaría estudiar medicina o contabilidad, pero no sabe si tendrá suficiente nivel para entrar en la universidad. A veces los profesores no les enseñan nada, y ella tiene problemas con la lectura.

«Si me dedico al surf, a lo mejor algún día viene alguien al club, me ve y me escoge [para patrocinarme] –me dijo, llena de esperanza–. Y así podré mantener siempre a mi familia».

Fuente: https://www.nationalgeographic.com.es/mundo-ng/grandes-reportajes/los-peligros-nacer-nina-distintas-partes-del-mundo_11111/11

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La escuelita trashumante: el desafío de construir nuestros conocimientos – Argentina (PDF)

Argentina / 11 de marzo de 2019 / Autor: Ana Masi – Marcos Ponce / Fuente: Cepalforja

Este documento nos presenta la experiencia de los cuatro encuentros en la Regional Córdoba del Tercer Círculo de formación de la Escuelita Trashumante y  los ​conocimientos construidos colectivamente ​en la ronda de adultos/adultas durante este proceso. Para los y las autores fue un desafió porque tuvieron que desplazarse del refugio de mirar lo vivido a partir de las consignas y objetivos con las que se arma un taller, para ubicarse bajo la lluvia de ideas, voces, gestos, cantos que ellos y ellas compartieron.

Esta sistematización procura contribuir en la discusión de otras organizaciones y colectivos para reflexionar sobre las prácticas pedagógicas políticas y el desafió que representa para todos y todas la necesidad de plantear nuevos caminos para la formación.

La red de educadores y educadoras populares denominada “Universidad Trashumante” (UT) que, en forma autónoma y autogestionada, desde el año 1998 constituyeron una organización política pedagógica, que apuesta a la organización popular en las comunidades de la Argentina más golpeadas por el sistema capitalista; trabajando siempre desde el arte y la educación popular.

Esta sistematización se enmarcó en el curso de “Formación Virtual en Sistematización de Experiencias 2018” del Programa Latinoamericano de apoyo a la Sistematización de Experiencias (PLAS), del Consejo Latinoamericano de Educación Popular de América Latina y el Caribe (CEAAL) y fue elaborada por Ana Masi y Marcos Ponce.

Link para descargar el documento:

http://www.cepalforja.org/sistem/bvirtual/wp-content/uploads/2018/10/LA-ESCUELITA-TRASHUMANTE-El-Desaf%C3%ADo-de-Construir-Nuestros-Conocimientos-Ana-Masi-Marcos-Ponce.pdf

Fuente de la Reseña:

LA ESCUELITA TRASHUMANTE: EL DESAFÍO DE CONSTRUIR NUESTROS CONOCIMIENTOS – Argentina

ove/mahv

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Horizontes, programa de educación secundaria rural en el Perú (Video)

Perú / 11 de marzo de 2019 / Autor: UNESCO Perú / Fuente: Youtube

Publicado el 4 dic. 2018
Este proyecto busca que los y las adolescentes del ámbito rural encuentren su proyecto de vida identificados con su comunidad, y los colegios donde estudian los preparen en las capacidades para llevarlo adelante.

Fuente: https://youtu.be/vusm6W5rKSM
ove/mahv
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¿Por qué los estudiantes siguen manifestándose en las calles de Argelia? (Audio)

Argelia / 11 de marzo de 2019 / Autor: Telma Luzzani / Fuente: Mundo Sputnik News

Luego de que el mandatario argelino anunciara su intención de aspirar a un quinto mandato consecutivo -pese a su delicada salud-, las manifestaciones callejeras en su contra se intensificaron. «Si un sector del Ejército quiebra su fidelidad hacia Buteflika, podría estar ante la presencia de un golpe de Estado», aseguró el analista Ezequiel Vega.

La confirmación de la candidatura de Abdelaziz Buteflika para las elecciones del próximo 18 de abril ha volcado a los estudiantes a las calles de Argelia. El líder del histórico Frente de Liberación Nacional (FLN), de 82 años, se encuentra internado en Suiza y muchos dudan de que pueda aspirar a un quinto mandato presidencial consecutivo.

«La prensa oficial de Argelia dice que, al fin y al cabo, es el hermano de Buteflika, Said, quien maneja los hilos del poder, el hombre detrás del presidente. Si Buteflika cae o cae su candidatura, ¿las manifestaciones se calmarían? No se sabe aún. Pero si un sector del Ejército quiebra su fidelidad hacia el presidente, podría haber una posibilidad de golpe de Estado», dijo Ezequiel Vega, analista internacional y experto en África.

Si bien Vega aseguró que debe prestarse atención a los militares —»con mucha injerencia en los puestos del Estado, como en la mayoría de los países de África»-algunos dirigentes opositores comienzan a ganar espacio en la escena política. «Rachid Nekkaz es un político de origen francés que renunció a su nacionalidad para poder ser candidato. Su figura pega mucho entre los laicos y los jóvenes, y es considerado como una persona que podría llevar a Argelia hacia una transición pacífica», indicó.

La situación económica de este país petrolero se ha deteriorado en los últimos años, pero como aseguró Vega, es difícil para los argelinos olvidar que «Buteflika garantizó la paz luego de la guerra civil», que se extendió entre 1990 y 1993.

«Las manifestaciones de la Primavera Árabe duraron dos meses en Argelia, pero no quebraron la relación entre el Estado y la sociedad. Ahora las protestas son más en contra de la candidatura de Buteflika que contra el FLN», adujo el analista.

Ayotzinapa: «Se trabajó desde el Estado para crear una historia falsa»

Fuente: https://mundo.sputniknews.com/radio_voces_del_mundo/201903061085907236-argelia-protestas-contra-presidente/
ove/mahv
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