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OCDE-INEE-SEP y UAM

México / 17 de marzo de 2019 / Autor: Hugo Aboites / Fuente: La Jornada

La Iniciativa del presidente López Obrador que abroga la llamada reforma educativa, por un lado, plantea claro –como dijo el 12 de diciembre 2018– cumplirle a las maestras y maestros, pero en abierta contradicción la SEP busca preservar todo lo posible de esa reforma y del INEE. Así, el secretario Moctezuma, en entrevista televisada antes del inicio formal del sexenio, hablaba de pláticas con el instituto para evaluar a los maestros y luego invita a un consejero de la Junta de Gobierno del INEE, Guevara Niebla, quien –en hiriente paradoja– se convierte en la autoridad para los cientos de miles de maestros de los niveles educativos contra los que se enfocó la evaluación impulsada por el INEE. El mismo día de su designación, el ex INEE aclara sus lealtades al calificar como excesivas las pretensiones de López Obrador de eliminar la reforma educativa (www.elfinanciero.com.mx/10deagosto ), y, más tarde, cuando ya se presenta la iniciativa de abrogación prefiere callar, pues, dice, la está digiriendo(https://www.excelsior.com.mx/nacional/ estoy-digiriendo-la-iniciativa -y-vamos-a-analizarla-gilberto-guevara/1284747 ). Hay historia: en 2010 la SEP acuerda con la OCDE crear la reforma educativa: México necesita con urgencia un sistema de evaluación docente basado en estándares (y) los docentes que presenten un bajo desempeño deberán ser excluidos del sistema educativo. Acordaron también la operación del Organismo de Evaluación Independiente (que sería el INEE), y para facilitar la implantación de la reforma o como dicen, “para lograr la transmisión desde la OCDE hacia México, es necesario que un grupo nacional de actores se ‘apropie’ de las recomendaciones y las adapte.” Y crear un Comité de Trabajo con miembros de la academia altamente respetados, docentes y personalidades del sector público y sociedad civil. ( Acuerdo México-OCDE para mejorar la calidad de las escuelas mexicanas, 2010). Y allí convergen Mexicanos Primero y académicos comprometidos a fondo con la evaluación del INEE (ahora defensores de lo que les era propio). La OCDE (dos visitas recientes de Gurría a la SEP) también defiende. Así, desde niveles altos de la SEP y el grupo nacional de la OCDE más que cumplirle a los maestros le cumplen al legado del INEE.

Por eso, los maestros y diputados afines rechazan la problemática fracción IX de la iniciativa de modificación al tercero constitucional. Porque con el pretexto de generar lineamientos relacionados con la mejora del magisterio, propone mantener en la Constitución una parte del INEE, mediante la creación de un Centro con autonomía técnica que, de nuevo, enfatice una evaluación que, al no reconocer a los maestros como trabajadores del artículo 123 constitucional, vuelve a ser todopoderosa. Así, a pesar de que desde los años 90 todo se evaluó, pero poco o nada mejoró, no se aprende del fracaso y otra vez se presenta, reforzada, la evaluación como el único camino para la mejoría. Para eso retoma conceptos clave de la OCDE-INEE, pues quiere que ese Centro contribuya a la mejora continua de la educación a través estudios, mediciones (exámenes estandarizados), la determinación de estándares (perfil único respecto al cual evaluar) e indicadores de resultados(datos a recolectar en la evaluación). Es decir, evaluar y evaluar cuando ya sabemos que dependiendo del estándar, ciertas escuelas resultarán pésimas y otras de excelencia, y cuando sigue siendo cierto que las comunidades educativas pueden decir mejor que nadie qué es lo que se necesita para mejorar. Un Centro, además, que incluiría como nueva examinación la certificación de escuelas, es decir, la evaluación de los colectivos docentes, y que acredite a las instituciones autorizadas para certificar (evaluar) el desempeño de las instituciones, las autoridades y los distintos actores de la educación (evaluación a maestros y estudiantes) además que haya certificadoras que identifiquen las buenas escuelas, en un esquema como el de las agencias acreditadoras de programas e instituciones universitarias (ver Ángel Díaz Barriga, 2008: Impacto de la evaluación en la educación superior mexicana). El mismo que, después de décadas, no ha traído resultados claros de mejoría, pero sí un boyante negocio. Efectivamente, negocio, porque además del poder que sobre los maestros y escuelas confiere la evaluación también se hace evidente el factor dinero. Las agencias privadas cobran a las universidades por certificarlas; la OCDE cobra caro a México el costo de los estudios y recomendaciones que hace; el Ceneval cobra miles de millones de pesos por los exámenes de la evaluación del INEE a maestros, y los consejeros del INEE cobran sueldos como autoridades universitarias. Y, como se ve en la UAM, hoy no es nada fácil alejar un poco a la educación de los privilegios del poder y el dinero.

Fuente del Artículo:

https://www.jornada.com.mx/2019/03/02/opinion/016a1pol

Fuente de la Imagen:

http://www.miguelcarbonell.com/docencia/panorama_de_la_educacion_2012_printer.shtml

ove/mahv

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Reforma educativa; la indagación, la discusión y la ética

México / 17 de marzo de 2019 / Autor: Manuel Pérez Rocha / Fuente: La Jornada

Humanizar la vida escolar,hacerla coincidir con la naturaleza humana –objetivo esencial de la urgente reforma educativa, parece necesario insistir– implicaría hacer de la pregunta propia el punto de partida de todo aprendizaje. Nacemos con una curiosidad casi obsesiva. Por tanto, la tarea de la escuela debería ser brindar espacio a la pregunta del estudiante, estimular la pregunta, enseñar a hacer preguntas, preguntas importantes, preguntas pertinentes e impertinentes, preguntas originales, preguntas atrevidas, preguntas provocadoras, preguntas y más preguntas.

Pero las reformas impuestas en estos años avanzan en dirección contraria. La mayor parte de las pruebas estandarizadas, determinantes en dichas reformas, suponen que el estudiante debe aprender a responder con precisiónpreguntas formuladas por otros, desprecian la capacidad y necesidad que tienen los jóvenes de aprender a expresar sus propias inquietudes e intereses en forma de preguntas propias. Además, como resultado de su matriz positivista y autoritaria, estas pruebas cometen el gravísimo error de hacer creer que para cada pregunta hay sólo una respuesta correcta, y esta es la determinada por la autoridad.

Internet no sólo nos ayuda a responder en fracciones de segundo innumerables preguntas, hasta las más intrascendentes, nos da información por encima de la que necesitamos o solicitamos. La dificultad es seleccionar la relevante. Internet, sin duda, es una poderosa herramienta para la educación, pero su aprovechamiento implica tener preguntas y criterios para encontrar lo valioso. Además, como bien se sabe, también ofrece innumerables espacios de enajenación y deformación.

¿Se resuelve el problema educativo regalando computadoras y conectividad? Las computadoras e Internet nos dan acceso a respuestas, las preguntas las tenemos que hacer nosotros. Hay muchas clases de preguntas y la mejor educación que puede impartirse es la que motiva a hacer preguntas y enseña a formularlas, valorarlas e investigar para responderlas.

Una educación completa debe atender no sólo la capacidad de preguntar, sino de preguntarse uno a sí mismo, y de desarrollar la capacidad de asombro ante las intrigantes realidades que a la humanidad no le ha sido dado comprender (por lo menos por el momento). En inglés existe un concepto muy valioso para designar esta forma de pregunta: to wonder. No he encontrado equivalente en nuestra lengua.

La mayor parte de la cultura, de los conocimientos científicos, históricos, artísticos son producto de una larga discusión, o de largas discusiones. La educación y la cultura deben ser un espacio de discusión, más que de debate. La palabra debate es pariente de combate, de embate, debatir es competir. El debate deviene espectáculo, los rivales aspiran a ganar adeptos, para que uno gane y otro pierda. En cambio, la discusión es flujo ordenado de ideas, de discursos, de un discurrir que sustentado en la cooperación busca acercarse a la verdad, a lo cierto, o a lo más probable. Con la discusión todos ganan. En vez de adeptos, en la buena discusión se buscan colaboradores.

La buena discusión obliga a informarse, a escuchar, a analizar, a juzgar, a construir argumentos; y por supuesto, para que sea productiva, debe seguir un método. Pero ante todo debe guiarse por el compromiso honesto de aprender, y de tener el valor de reconocer la verdad cuando se le encuentra, tenga las consecuencias que tenga, aun en la vida propia, como decía Bertolt Brecht. Interviene aquí otro valor esencial: la ética.

El desarrollo del lenguaje y la lectoescritura, esto es el desarrollo del pensamiento, el desarrollo intelectual, por sí mismos no garantizan el desarrollo sano de la persona. El desarrollo armónico de todas las facultades del ser humano implica que este desarrollo intelectual esté entretejido con una sólida formación ética y un equilibrado desarrollo emocional. Impulsado como bien supremo y suficiente, el puro desarrollo intelectual – por ejemplo, por medio de la lectura y la escritura – puede propiciar (y de hecho con frecuencia lo hace) actitudes arrogantes, soberbias, dominantes, opuestas a los valores democráticos.

De aquí pues que una de las reformas necesarias en el sistema educativo sea el impulso de una sólida formación ética de los estudiantes, la cual se logra no solamente con el estudio y la reflexión sobre la ética, sino sobre todo con la experimentación (vivencia) cotidiana de relaciones basadas en valores humanos, en el respeto de los derechos de los demás, y en el compromiso sólido para la solución de los problemas de la comunidad. Determinante es también la actitud del maestro que en las discusiones reconoce sus fallas, sus errores.

Este es un punto central en la urgente reforma educativa, porque en la escuela actual prevalecen relaciones opuestas. La rivalidad, la competencia, que son normas dominantes de la vida escolar, deben ser remplazadas por la cooperación y el apoyo mutuo. Para esto, es indispensable revisar los contenidos y enfoques de los planes y programas de estudio, y sobre todo los reglamentos que norman la vida escolar.

Fuente del Artículo:

https://www.jornada.com.mx/2019/02/22/opinion/017a2pol

Fuente de la Imagen:

https://www.reformaeducativa.transparenciapresupuestaria.gob.mx/

ove/mahv

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Claves para introducir el Aprendizaje Basado en Problemas en el aula

El Aprendizaje Basado en Problemas fomenta el trabajo en equipo a la vez que desarrolla destrezas que los estudiantes necesitarán en su futuro. Si quieres implementarlo en clase, estos recursos te aportarán todo lo que necesitas saber para que sea un éxito.

La fórmula básica del Aprendizaje Basado en Problemas reside en plantear a los estudiantes unproblema o una situación que debe resolverse, Para poder hallar la respuesta correcta, necesitan recabar la mayor cantidad de información posible. Una metodología activa que fomenta el trabajo en equipo a la vez que desarrolla la creatividad y potencia habilidades y destrezas clave para la vida adulta. Para poder implantarlo con éxito en el aula, el docente debe conocer sus principios básicos, sus claves y el desarrollo de las actividades a realizar. Esta serie de recursos están pensados con ese objetivo:

Libro

1Un libro. El aprendizaje basado en problemas: de la teoría a la práctica

Después de llevar a cabo un estudio sobre la técnica ‘Aprendizaje basado en problemas’ se publicó este libro, en el que se han plasmado las conclusiones a las que se llegó. El autor, Carlos Sola Ayape, construye un modelo educativo fundamentado en esta metodología a la vez que describe diferentes experiencias prácticas para llevarlo a cabo en el aula. En la parte final, el lector podrá encontrar un apartado de ventajas y desventajas del Aprendizaje basado en Problemas.
Autor: Carlos Sola Ayape. Editorial: Trillas

Carlos Díaz Chavarría, filólogo y docente; María Acuña, psicóloga y docente; y Karolina Miranda, odontóloga y docente, han vertido sus conocimientos sobre Aprendizaje Basado en Problemas en este blog. Aunque no se actualiza desde 2013, incluye diferentes recursos bastante útiles para poder aplicar esta metodología en el aula. Entre ellos, vídeos explicativos, claves para entender y ejemplos prácticos que podrán imitar los docentes en clase.

Juan José vergara

Juan José Vergara es docente experto en metodologías activas e innovación educativa. Entre sus logros profesionales encontramos la publicación de varios libros clave en el mundo de la educación como ‘Narrar la enseñanza. La fuerza del relato en el aprendizaje basado en proyectos’ o ‘Aprendo porque quiero’. Además, escribió cinco claves a tener en cuenta a la hora de introducir el Aprendizaje Basado en Problemas en el aula en las que, además, explica las diferencias entre esta metodología y el Aprendizaje Basado en Proyectos.

¿Cuáles son las claves fundamentales del Aprendizaje Basado en Problemas? Fernando Trujillo, docente especialista en metodologías activas, las explica de forma amena en este vídeo en el que, además, aporta los pilares fundamentales de la educación del Siglo XXI.

¿Qué pasos hay que llevar a cabo para implantar el Aprendizaje Basado en Problemas con éxito en el aula? aulaPlaneta ha elaborado un decálogo ilustrado que lo explica detenidamente. Algunos de ellos son la lluvia de ideas, la organización de los grupos, la planificación o la formulación de los objetivos de aprendizaje.

Fuente: https://www.educaciontrespuntocero.com/recursos/introducir-el-aprendizaje-basado-en-problemas/99121.html?utm_source=ReviveOldPost&utm_medium=social&utm_campaign=ReviveOldPost

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El cuidado de las relaciones interpersonales en el aula

Invertir en la construcción de una buena relación interpersonal en el aula es invertir en un mejor aprendizaje, teniendo en cuenta, además, que la construcción de la relación positiva es uno de los elementos fundamentales que deben enseñarse.

Hace unos diez días me llamaron de un instituto con el que sigo manteniendo contacto para ver si podía intervenir en un conflicto que había tenido lugar en una clase de Ciencias Naturales. Mientras el profesor explicaba su materia, unas alumnas molestaron y acosaron a una alumna extranjera, echándole en cara el color de su piel e insultándola gravemente. Al parecer, el profesor pidió silencio y siguió con su explicación. Llamado posteriormente al despacho de la dirección, justificó su comportamiento diciendo que él era profesor de Biología, que esa era su tarea y que, si eso hubiera sucedido en la hora de tutoría del grupo del que es tutor, habría intervenido para cortar el incidente.

La idea de que un docente de secundaria es sólo profesor de una determinada materia es algo muy extendido entre el profesorado. Se trata de una idea que suele reforzarse con la queja de no estar preparados para abordar conflictos como el descrito, ya que nunca han recibido formación específica para ello y que, por tanto, no se le puede exigir nada más. Es curioso que, cuando se les ofrece a estas personas la oportunidad de asistir a formación específica sobre la gestión del aula, suelen decir que no, que no pueden en ese momento, que tal vez más adelante… Por experiencia propia, los cursos sobre los conflictos en el aula y la manera de gestionarlos han sido los que más suspensiones han tenido a lo largo de mi vida profesional.

¿Qué indica esta actitud y este planteamiento? ¿Es posible ser profesor o profesora de una determinada materia, sin tener en cuenta la tarea propiamente educativa, limitándose únicamente a la labor de instrucción? Hay que tener en cuenta que, en numerosas ocasiones, este grupo de compañeros y compañeras lo pasa bastante mal en las clases, las vive desde emociones claramente negativas, desde el enfado, la rabia o la frustración, terminando pronto muy “quemado/a” y buscando una salida a través del concurso de traslados, cuando no abandonando la profesión. O siguiendo en el mismo lugar y haciendo las mismas cosas aunque eso le genere malestar que, inconscientemente, traslada a los demás, sean docentes o estudiantes.

Es importante ayudar a reflexionar a estos compañeros/as y, con una actitud de comprensión que no les juzgue, mostrar la carencia fundamental de su argumentación. Como señala Mª Rosa Marchena: “Las tareas de aprendizaje realizadas en el aula son organizadores de conducta y marcos de socialización y convivencia”. O, dicho de otra forma, que todo lo que planteamos como docentes en el aula tiene una doble cara, la más académica y la más convivencial. Y que, querámoslo o no, la selección de los contenidos que vamos a explicar, las metodologías que vayamos a emplear, la forma en que vamos a evaluar a nuestro alumnado, la forma de organizar la clase, etc. tienen repercusión en la conducta y forma de comportarse de nuestros alumnos y alumnas.

No podemos olvidar que el proceso de enseñanza-aprendizaje tiene lugar conviviendo en un grupo concreto, en el que el tipo de relaciones y su calidad juegan un papel determinante en el proceso educativo y en el resultado final. Es imposible prescindir de las relaciones, es necesario dedicar tiempo a ellas, trabajar el grupo y constituirlo como tal desarrollando los aspectos básicos de comunicación y de gestión de conflictos. Y este trabajo es una parte ineludible del trabajo docente, íntimamente vinculado a la tarea tradicionalmente más académica.

Whittaker señala y define las relaciones interpersonales en el aula como el cimiento que hace posible la construcción del edificio de los aprendizajes, lo que le sirve de fundamento y apoyo. Invertir en la construcción de una buena relación interpersonal en el aula es invertir en un mejor aprendizaje, teniendo en cuenta, además, que la construcción de la relación positiva es uno de los elementos fundamentales que deben enseñarse y que nuestros alumnos/as deben aprender a lo largo de la escolarización.

La importancia de las relaciones y sus consecuencias en el aprendizaje debe ser una de las primeras enseñanzas que debemos transmitir a los nuevos profesionales. Mucho más importante que las condiciones materiales del espacio del aula, la relación interpersonal es imprescindible para crear un buen clima de clase, en el que todos los miembros se sientan emocionalmente a gusto, deseen estar en el grupo y encuentren la motivación necesaria para sus aprendizajes.

Suele ser un error muy común entre nosotros/as, los profesionales de la educación, pensar que el clima de clase se construye solo, o que la principal responsabilidad corresponde al alumnado, que son los alumnos y alumnas quienes deben cambiar y modificar su actitud y comportamiento para que los profesionales podemos hacer bien nuestro trabajo. Y, desde este planteamiento, se nos olvida que en el aula todo está relacionado con todo, que lo haga el profesor o profesora va a tener sus consecuencias en la respuesta que nos van a dar nuestros alumnos/as, que si queremos que algo funcione mejor somos nosotros/as los primeros que debemos cambiar y plantear las cosas de otra manera.

En la construcción de una buena relación en el aula juega un papel clave la comunicación. Coincidiendo con el hecho mencionado anteriormente, me llamaron de una cadena de TV para que valorara el caso de una profesora de Córdoba, procesada por, supuestamente, haber insultado gravemente a sus alumnos llamándolos repetidamente “tontos” y “vagos” y otras cosas. ¿Cómo va a ser posible construir una buen relación con el grupo desde este estilo de comunicación?

Aprender a comunicarse, saber cómo conseguir que los alumnos/as nos escuchen y se escuchen entre sí, se abran a nuestros mensajes y a los de los demás, poner en práctica una escucha activa dejando de lado la escucha selectiva, aplicar en la clase los pasos recogidos en la comunicación no violenta (observar sin juzgar, manifestar las emociones, descubrir las necesidades, hacer demandas no exigentes…) son tareas fundamentales en la preparación de todas las personas que nos dedicamos a la educación.

A la vez, es importantísimo plantear conscientemente la forma de transformar y gestionar pacíficamente los conflictos que, de manera ineludible, van a aparecer en las relaciones dentro del aula. Ocasiones como las descritas al principio no se pueden dejar pasar, es preciso prestar atención a ellas, y aprovechar su presencia para abordar los procedimientos que se van a establecer para evitar situaciones como las descritas.

Trabajar por la construcción de unas buenas relaciones interpersonales culmina, también, en la confianza en nuestros alumnos y alumnas, en reconocerles sus múltiples capacidades para la organización y creación del clima de aula y por otorgarles un protagonismo en el día a día de la clase y de la vida del centro. De esta forma les reconocemos como personas y sujetos autónomos, les damos ocasión de ejercer como tales y, trabajando su responsabilidad, les damos la oportunidad de crecer como personas y como ciudadanos y ciudadanas. Merece la pena intentarlo y trabajar por ello, ya que estaremos más a gusto en nuestro trabajo, habremos dejado de lado muchos de los problemas que ahora tenemos en las aulas y, además, seremos muchos más eficaces en nuestro trabajo.

Las relaciones interpersonales son el primer elemento que debemos tener en cuenta, pero hay otras dimensiones muy importantes y, lamentablemente, muchas veces olvidadas o preteridas. Está la consideración de los factores “motores” del alumnado, de sus emociones y motivaciones. Y, a la vez, los factores que podemos denominar “internos” del aula, es decir, la selección de los contenidos del curriculum, la metodología, la forma de evaluar, la organización del aula, las normas y sanciones que empleamos y la forma de dar respuesta a las conductas disruptivas. En todos estos factores la responsabilidad y el cambio no corresponde sólo al alumnado. También los profesores/as tenemos mucho que decir.

Sin duda, nuestro profesor de Ciencias dejó pasar una ocasión de oro para educar en convivencia positiva, debido a una idea errónea de cuál era su labor. Y esto me recuerda a una de las ideas que asumí al poco de empezar a dar clase, tomada de la profesora Juana Mª Sancho, que dio título a uno de sus libros: y es que “para enseñar no es suficiente saber la asignatura”.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/convivenciayeducacionenvalores/2019/03/12/el-cuidado-de-las-relaciones-interpersonales-en-el-aula/

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La educación de un niño comienza 20 años antes de su nacimiento

“La educación de un niño comienza veinte años antes de su nacimiento,
con la educación de sus padres” – Napoleón Bonaparte

Por Rosa Marìa Torres

Una cita potente. Atribuida a Napoleón Bonaparte.
No podría haberse dicho mejor y de manera tan clara y contundente.
1. La educación no es asunto solo del sistema educativo; es también y en primer lugar asunto de la familia. Ese es el punto de partida.
2. La educación de madres y padres tiene influencia decisiva sobre la educación de los hijos. (Y, por tanto, es indispensable ocuparse de ella y asegurarla, para beneficio no solo de las personas adultas sino de niños, adolescentes y jóvenes).
3. La educación es cuestión inter-generacional. Se realiza no solo a lo largo de la vida de cada persona sino a través de varias generaciones.
Napoleón Bonaparte, que nació y vivió en Francia en 1769-1821, tenía muy claro eso que la mayoría de especialistas y tomadores de decisiones en el ámbito educativo hoy no tienen claro o deciden pasar por alto.
Fuente: https://otra-educacion.blogspot.com/
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Repensar la educación para cambiar el sistema patriarcal

Durante el 2018 fuimos protagonistas y testigos de masivas movilizaciones feministas, que impactaron a la sociedad chilena, especialmente las que se verificaron en el ámbito de la educación superior. Sin duda constituyeron un gran avance, pero transcurrido casi un año constatamos que el machismo y la misoginia, ingredientes básicos de la violencia contra las mujeres, están lejos de erradicarse de nuestro país y más bien han surgido expresiones aún más virulentas y organizadas. Por consiguiente, el incentivo es aún mayor para movilizarse este próximo 8 de marzo.

Sobre todo, si a esto sumamos el reciente descubrimiento del sitio web para misóginos Nido, el linchamiento por redes sociales de una comedianta calificándola de ‘feminazi’, y el burdo acoso a una diputada por haber vacacionado con un amigo, también parlamentario. Lo asombroso de estos dos últimos casos es que una buena proporción de atacantes eran mujeres y que el diputado varón pasó desapercibido. Estas expresiones de ciber acoso, no son simple manifestación del machismo imperante en nuestro país, son también una acción concertada e inducida desde grupos y caudillos extremistas, que buscan hacer retroceder en toda la línea el protagonismo de la mujer en la promoción de sus derechos.

Si recordamos lo ocurrido el 2018, nos encontramos con estudiantes organizadas, apoyadas por movimientos provenientes de la diversidad sexual y de género, así como por diversas organizaciones de la sociedad civil, paralizaron sus lugares de estudio, exigiendo una educación no sexista y la erradicación de la violencia de género y el acoso sexual instalados al interior de las casas de estudio. Se buscaba resguardar de manera efectiva la integridad de las mujeres y de la comunidad en general, restituyendo los derechos de todas y todos las y los sujetos que hubiesen resultado vulneradas o vulnerados en sus derechos.

Un aspecto que resulta central en el cambio que nuestra sociedad necesita para no repetir lo anteriormente descrito, pasa por la educación, por repensarla, apuntando a la defensa y promoción de ciertos derechos y principios fundamentales provenientes del mundo de los derechos humanos, que puedan constituir las bases para la construcción de una política educacional no sexista y no discriminatoria, en términos más amplios.

Aún permanece en la memoria de los chilenos la ‘Revolución Pingüina’, como un gran estallido de protesta social emprendido por los estudiantes secundarios, movilizados tras el objetivo de transformar la educación desde un bien de consumo hacia un derecho social, tal como ya se venía consagrando desde varias décadas atrás, en diversos tratados de derechos humanos suscritos y ratificados por Chile. De manera análoga, hoy se promueven en diversos establecimientos de educación superior reformas que atañen directamente a los derechos de las mujeres y de la diversidad sexual/de género; los que podrían ser abordados desde un enfoque de derechos humanos.

Para erradicar la desigualdad de género que han experimentado históricamente las mujeres y las comunidades de la diversidad sexual, es preciso erradicar la intolerancia, la discriminación y la desigualdad. Promover mediante acciones directas la igualdad de género al interior de las instituciones pasa por mirar estas pedagogías que se piensan y aplican a partir de un enfoque de derechos humanos mayor. Porque una educación no sexista no solo se ocupa de no discriminar por el sexo, género o por cualquier otro motivo. Es una educación que se co-construye abriendo espacios deliberativos, democráticos, para todos sus actores; una educación que no promueve el individualismo, ya suficientemente promovido por esta sociedad, sino la colaboración mutua; una educación que no soslaya aquellos temas que son urgentes o que provocan el disenso al interior de los distintos grupos. Da cuenta de una sociedad que sabe convivir con sus diferencias.

La tolerancia es una disposición básica para el respeto de los derechos humanos. Tal como establece la Declaración de Principios sobre la Tolerancia, impulsada por UNESCO, ésta radica en aceptar y reconocer la diversidad de culturas, formas de expresión y modos de ser y estar en el mundo. Para ser tolerante, es preciso conocer y dialogar con horizontalidad y apertura de mente, aunque difícilmente sin prejuicios. Esto no representa solo un deber moral, como señala la mentada declaración, “sino además una exigencia política y jurídica”. Sin embargo, y ante todo, la tolerancia implica “una actitud activa de reconocimiento de los derechos humanos universales y las libertades fundamentales de los demás”.

Respecto de la situación particular de las mujeres, podemos afirmar que es uno de los grupos históricamente discriminados y que, a pesar de constituir una discriminación que se ha hecho visible en el ámbito público, tiene una raigambre cultural, social, institucional y económica de larga data, que requiere de acciones certeras para deconstruir. Comprender y abordar el fenómeno de forma interdimensional e integral representa un camino para ir derribando los estereotipos asociados a los roles de género, al igual que la condición de inferioridad de las mujeres respecto de los hombres. El mismo Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) señaló en su Informe 2017 que, a pesar de ser un tema visibilizado, la igualdad de derechos de la mujer aún involucra una discriminación que se manifiesta de modo estructural en el Estado, instituciones privadas y públicas, medios de comunicación y publicidad (1). Los principales focos de desigualdad y discriminación hacia las mujeres se encuentran en el mundo laboral, en las brechas salariales y acceso a cargos de responsabilidad; en la seguridad social, particularmente en lo que a sistema previsional y planes de salud respecta; y en los medios de comunicación, especialmente en la representación de lo femenino en la publicidad. A ello, debemos sumar la situación de discriminación múltiple que sufren mujeres indígenas y migrantes (Informe INDH 2017).

Volviendo al propósito inicial de construir una política que promueva la igualdad de género en todos los ámbitos alrededor de nuestra comunidad, identificamos ciertas prácticas transversales que pueden cimentar la construcción de una educación no sexista, por ejemplo, mediante la generación de espacios más democráticos, deliberativos críticos y colaborativos. Estos adjetivos no son usados al azar. Condensan un profundo trabajo en educación y derechos humanos, cuyos referentes encontraremos en nuestro país en los sitios de memorias, universidades y espacios de educación popular y comunitaria. Un Chile que cuenta con exponentes como el Premio Nacional de Educación Abraham Magendzo, pero por sobre todo con organizaciones y activistas de la sociedad civil que, con más o menos tiempo de existencia, han emprendido una ardua lucha en la reivindicación de los derechos de las mujeres, como MEMCH, la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres y el Observatorio contra el Acoso Callejero, por mencionar solo algunas.

Mariana Zegers Izquierdo
Secretaria General
Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi

[1] La discriminación estructural refiere a aquellas prácticas enraizadas en las instituciones sociales que reproducen “las desigualdades entre hombres y mujeres, legitimando un conjunto de prácticas discriminatorias y, en algunos casos, violentas” (Informe INDH 2017).

Fuente: https://www.alainet.org/es/articulo/198573

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¿Qué significa la ‘feminización de la migración’ para las mujeres migrantes y su educación?

Por GEM REPORT

Los efectos de la migración y el desplazamiento generalmente se consideran los mismos para hombres y mujeres. Sin embargo, esto no suele ser el caso. Es importante reconocer cómo las relaciones de género en las comunidades de origen y de acogida influyen en las experiencias de mujeres y hombres como migrantes y refugiados. Este blog reflexiona sobre temas relacionados con la migración.

El nuevo análisis del Informe GEM sobre las intersecciones entre género, educación, migración y desplazamiento se está discutiendo hoy en un evento paralelo en Nueva York durante la 63 sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer con la Unión Africana y la 4Iniciativa de las Naciones Unidas para la Educación de las Niñas . Ofrece una vista previa del Informe de Género de 2019 que se publicará el 5 de julio en la Reunión Ministerial del G7 en París.

Poco menos de la mitad de los migrantes internacionales son mujeres. Sin embargo, mirando más allá de los promedios, algunos países son centros importantes de emigración específica de género, como Filipinas para mujeres y Nepal para hombres. Y aunque esta cifra promedio no ha cambiado en décadas, ahora las mujeres son cada vez más propensas a migrar para ocupar puestos de trabajo, en lugar de unirse a familiares varones como dependientes. Este fenómeno ha sido denominado la feminización de la migración. La demanda y la oferta de mano de obra de las mujeres migrantes se ven afectadas por normas de género desiguales en el mercado laboral.

La migración puede potencialmente liberar a las mujeres migrantes del control familiar restrictivo y los roles rígidos de género. Convertirse en un sostén de la familia, no solo en el extranjero sino también en el hogar al migrar a la ciudad, puede mejorar el estatus de una mujer dentro de su comunidad en casa.

Pero esta oportunidad también puede ser un gran desafío. Primero, su partida puede complicar la vida y la educación de los niños que dejan atrás. Segundo, las mujeres migrantes pueden sufrir desventajas relacionadas con la clase, raza u origen étnico que se cruzan con su estatus migratorio. Pueden ser más vulnerables al abuso sexual y racial, el acoso y la discriminación en el lugar de trabajo.

Cuando las madres emigran para trabajar, la educación de los niños abandonados puede verse gravemente afectada

En Indonesia, el análisis de los datos recopilados entre 1993 y 2014 encontró que cuando la madre migra durante largos períodos de tiempo, podría haber una disminución de hasta el 30% en el gasto educativo. Los niños también eran más propensos a faltar a la escuela y lograr calificaciones más bajas. Un nuevo análisis realizado por el Informe GEM utilizando los datos de la Encuesta del Panel de Educación de China encontró que, cuando las madres emigraron de una aldea a otra, las calificaciones de matemáticas, chino e inglés fueron sustancialmente más bajas que cuando ambos padres estaban presentes. Los hijos de madres migrantes de Filipinas tenían alrededor de 5 puntos porcentuales más propensos a quedarse atrás en la escuela en comparación con los niños con padres migrantes.

Cuando ambos padres migran internamente, los niños sufren, pero en particular las niñas, cuya educación a menudo no tiene prioridad. Tuvieron que asumir cargas de trabajo domésticas más pesadas, que a menudo los mantenían fuera de la escuela en ausencia de las madres. Un estudio de 400 niños que vivían separados de sus padres en diez comunidades rurales de China descubrió que los niños y su tutor experimentaban un aumento del estrés y la carga de trabajo. En Camboya, era más probable que los niños abandonados abandonaran la escuela, y el efecto fue peor para las niñas: tres cuartas partes de los 600 jefes de hogar sugirieron que, de ser necesario, sacarían a una niña de la escuela en lugar de a un niño.

Las mujeres migrantes son más vulnerables a tener sus habilidades subutilizadas

Las mujeres migrantes son más vulnerables a terminar en trabajos para los cuales están sobrecualificadas, un fenómeno conocido como descontento. Un análisis del desperdicio de habilidades de los inmigrantes altamente calificados en los Estados Unidos estimó que entre 2009 y 2013, el 32% de las mujeres educadas en el extranjero y el 27% de los hombres educados en el extranjero estaban subempleados o desempleados, en comparación con el 21% de los hombres educados en los EE. UU. mujer.

En la industria del cuidado, que emplea a un gran número y creciente de mujeres migrantes, la dedicación es muy común. En los Estados Unidos, más de una cuarta parte de los trabajadores de asistencia domiciliaria son inmigrantes, el 85% de los cuales son mujeres. Muchas mujeres migrantes, que una vez fueron profesionales, trabajan en empleos muy por debajo de su nivel de habilidad, por ejemplo, como asistentes de cuidado. Son penalizados por desafíos de lenguaje percibidos o reales y sufren discriminación.

Migración del blog del Día de la Mujer.

Muchas mujeres jóvenes migrantes han recortado su educación para trabajar como trabajadoras domésticas. En 2012, alrededor de 17.2 millones de niños de 5 a 17 años estaban en trabajo doméstico remunerado o no remunerado en la casa de un empleador; dos tercios eran chicas. En Indonesia, alrededor del 59% de los trabajadores domésticos infantiles en Yakarta y otras áreas metropolitanas eran niñas de áreas rurales. Más de la mitad solo tenían educación primaria; otro 26% abandonó en el grado 7 o 8. En Perú, más del 95% de las trabajadoras domésticas eran mujeres, y la mayoría eran migrantes de zonas rurales a urbanas que emigraron a una edad temprana.

Los gobiernos y el sector privado deben proporcionar programas de desarrollo de habilidades y formación profesional para capacitar a los trabajadores domésticos, mejorar las condiciones de trabajo y reducir las percepciones de que el trabajo doméstico y de cuidado no está calificado. También deben establecer acuerdos de reconocimiento de calificación mutua para guiar la evaluación de habilidades y el reconocimiento a nivel nacional y regional para diversas carreras, como lo ha hecho la Asociación de Naciones del Asia Sudoriental.

A medida que más y más mujeres emigran al trabajo, desempeñan un papel cada vez más crítico en la supervivencia de sus familias y en el desarrollo económico de sus países. Pero es vital apoyar a las mujeres migrantes que a menudo llegan con menos alfabetización y destrezas lingüísticas con una educación adaptada a sus necesidades específicas para ayudarlas a alcanzar su máximo potencial de ingresos y escapar de las condiciones de trabajo explotadoras.

Fuente: https://gemreportunesco.wordpress.com/2019/03/11/what-does-the-feminization-of-migration-mean-for-migrant-women-and-their-education/

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