Por: Marisa del Campo/Rebelión
Sobre las posiciones, dilemas y debates de la prostitución |
Por: Marisa del Campo/Rebelión
Sobre las posiciones, dilemas y debates de la prostitución |
Redacción: El Heraldo
El científico italiano Galileo Galilei realizó descubrimientos en física y astronomía aplicando el método científico, por lo que es considerado uno de los padres de la revolución científica.
Sin embargo su más valiosa aportación fue la introducción de la metodología experimental, logro que le ha valido la consideración de padre de la ciencia moderna.
Debido a su pensamiento revolucionario fue condenado por la Inquisición, institución ante la que tuvo que defender su teoría del heliocentrismo.
De ese proceso surge la frase “y sin embargo, la Tierra se mueve”, que se ha convertido en emblema del poder de la verdad frente a cualquier forma de dogmatismo establecido.
Entre sus aportaciones a la ciencia se encuentra la demostración de la falsedad del postulado aristotélico que afirmaba que la aceleración de la caída de los cuerpos, en caída libre, era proporcional a su peso, y conjeturo que, en el vacío, todos los cuerpos caerían con igual velocidad.
Fuente: https://heraldodemexico.com.mx/tendencias/galileo-galilei-el-renacentista-que-revoluciono-la-ciencia/
Por: Daniel Christian Wahl
La sostenibilidad por sí sola no es un objetivo adecuado. La palabra sostenibilidad en sí misma es inadecuada, porque no nos dice que es lo que realmente estamos intentando sostener. En 2005, después de pasar dos años trabajando en mi tesis doctoral sobre diseño para la sostenibilidad, empecé a darme cuenta de que lo que realmente estamos intentando sostener es el patrón subyacente de salud, resiliencia y adaptabilidad que mantienen a este planeta en una condición en la que la vida en su totalidad pueda florecer. El diseño para la sostenibilidad es, en última instancia, el diseño para la salud humana y planetaria (Wahl, 2006b)
Una cultura humana regenerativa es saludable, resistente, y adaptable; se preocupa por el planeta y le importa la vida, consciente de que esta es la manera más efectiva de crear un futuro próspero para toda la humanidad. El concepto de resiliencia está estrechamente relacionado con la salud, en el sentido en el que describe la habilidad de recuperar funciones básicas vitales y reponerse de cualquier clase de desajuste o crisis. Cuando buscamos la sostenibilidad desde una perspectiva sistémica, estamos intentando sostener el patrón que conecta y fortalece al sistema en su conjunto. La sostenibilidad se refiere principalmente a la salud sistémica y a la resiliencia en diferentes dimensiones, desde la local, a la regional y global.
Los sistemas complejos pueden enseñarnos que, como participantes de un sistema eco-psicosocial complejo que está sujeto a ciertos límites biofísicos, nuestro objetivo debe ser la participación apropiada, no la predicción y el control (Goodwin, 1999a). La mejor manera de aprender a como participar de manera apropiada es poner más atención en las relaciones e interacciones sistémicas, aspirar a mantener la resiliencia y la salud del sistema en su totalidad, fomentar la diversidad y las redundancias en múltiples dimensiones, y facilitar la emergencia positiva, atendiendo a la calidad de las conexiones y a los flujos de información en el sistema. Este libro explora como se puede hacer esto. [Este es un extracto de un subcapítulo de Diseñando Culturas Regenerativas, Designing Regenerative Cultures publicado en 2016]
Usar el principio de precaución
Una propuesta para guiar una acción inteligente ante una complejidad dinámica y “no saber”, es aplicar el Principio de Precaución como marco que pretende evitar, en la medida de lo posible, acciones que tendrán un efecto negativo en la salud humana y medioambiental en el futuro. Desde la Carta Mundial para la Naturaleza de 1982 de las Naciones Unidas, al Protocolo de Montreal sobre Salud de 1987, la Declaración de Rio de 1992, el Protocolo de Kyoto y Rio+20 de 2012, nos hemos comprometido a aplicar el Principio de Precaución una y otra vez.
La Declaración de Compromiso de Wingspread sobre el Principio de Precaución afirma: “Cuando una actividad amenaza dañar la salud humana o al medioambiente, se deben tomar medidas de precaución incluso si algunas de las relaciones causa-efecto no estén totalmente establecidas científicamente” (Declaración Wingspread, 1998). El principio pone la carga de prueba de que cierta acción no es dañina en aquellos que proponen y ejecutan la acción, sin embargo la práctica general continúa permitiendo que sigan sin control todas las acciones que (¡todavía!) no se ha probado que tengan efectos dañinos potenciales. En pocas palabras, el Principio de Precaución se puede resumir de esta manera: se precavido ante la incertidumbre. Esto es lo que no estamos haciendo.
Aunque grupos de alto nivel de la ONU y muchos gobiernos nacionales han considerado reiteradamente que el Principio de Precaución es una manera sensata de orientar las acciones, el día a día muestra que es muy difícil de implementar, ya que siempre existirá cierto grado de incertidumbre. El Principio de Precaución podría detener potencialmente la innovación sostenible y bloquear nuevas tecnologías que puedan ser beneficiosas en base a que no se puede probar con certeza que estas tecnologías no producirán efectos secundarios inesperados en el futuro, que puedan ser perjudiciales para la salud humana y medioambiental.
¿Por qué no animar a diseñadores, técnicos, políticos y profesionales de la planificación a que evalúen sus propuestas en base a su potencial regenerativo, restaurativo y de soporte vital?
¿Por qué no limitar la escala de implementación de cualquier innovación a nivel local y regional hasta que su impacto positivo se demuestre inequívocamente?
Pretender diseñar para una salud sistémica puede que no nos salve de efectos secundarios inesperados y de la incertidumbre, pero ofrece un camino de prueba y error hacia una cultura regenerativa. Necesitamos urgentemente un Juramento Hipocrático para el diseño, la tecnología y la planificación: ¡No hagas ningún daño! Para hacer este imperativo ético operativo necesitamos una intención salutogénica (generadora de salud) detrás de todo diseño, tecnología y planificación: Necesitamos diseñar para la salud humana, de los ecosistemas y del planeta. De esta manera podremos transitar más rápidamente del insostenible “más de lo mismo” hacia innovaciones restauradoras y regenerativas que apoyen la transición hacia una cultura regenerativa. Hagámonos la siguiente pregunta:
¿Cómo creamos diseño, tecnología, planificación y decisiones políticas que permitan la salud humana, comunitaria y medioambiental?
Necesitamos responder al hecho de que la actividad humana durante los últimos siglos y milenios ha dañado el funcionamiento sano de los ecosistemas. La disponibilidad de recursos está disminuyendo por todo el mundo, mientras que la demanda aumenta a la vez que la población humana continua expandiéndose y continuamos erosionando el funcionamiento de ecosistemas debido a diseños irresponsables y estilos de vida de consumo desenfrenado.
Si afrontamos el reto de disminuir la demanda y el consumo a nivel mundial mientras reponemos recursos a través del diseño y la tecnología regenerativas, tendremos una oportunidad de salir del ojo del huracán y crear una civilización humana regenerativa. Este cambio implicará una transformación de los recursos naturales base de nuestra civilización, alejándonos de los combustibles fósiles y dirigiéndonos hacia recursos biológicos regenerados de manera renovable, junto a un aumento radical de reciclado y productividad de recursos. Bill Reed ha planeado algunos de los cambios que serán necesarios para crear una cultura verdaderamente regenerativa.
“En lugar de dañar menos al medioambiente, es necesario aprender cómo podemos participar de ese medioambiente –usar la salud de los sistemas ecológicos como base para el diseño. […] El salto significativo que tiene que dar nuestra cultura es cambiar de una visión del mundo fragmentada a un modelo mental de sistemas en su totalidad –encuadrar y entender las interrelaciones de los sistemas vivos de una manera integrada. Un enfoque local es una manera de alcanzar este entendimiento. […] Nuestro papel, como diseñadores y depositarios es cambiar nuestra relación actual a una que cree un sistema completo de relaciones mutuamente beneficiosas.” –Bill Reed (2007:674)
Reed nombró al “pensamiento de sistemas completos” y al “pensamiento de sistemas vivos” como la base de un cambio hacía el modelo mental que necesitamos para crear una cultura regenerativa. En los capítulos 3, 4 y 5, exploraremos más detalladamente estos cambios de perspectiva necesarios. Van de la mano con una reformulación radical de lo que entendemos por sostenibilidad. Cómo explica Bill Reed: “La sostenibilidad es una progresión hacia la consciencia funcional de que todas las cosas están conectadas; que los sistemas comerciales, de construcción, sociales, geológicos y naturales son realmente un solo sistema integrado de relaciones; que esos sistemas son co-participantes en la evolución de la vida” (2007). Una vez realicemos este cambio de perspectiva entenderemos la vida como “un proceso completo de continua evolución hacia unas relaciones más ricas, más diversas y mutualmente beneficiosas”. Crear sistemas regenerativos no es simplemente un cambio técnico, económico ecológico o social: tiene que ir de la mano con un cambio subyacente en la manera de pensar sobre nosotros mismos, nuestras relaciones con los otros y con la vida en su conjunto.
La figura 1 muestra los diferentes cambios de perspectiva mientras transitamos desde el “más de lo mismo” hacía la creación de cultura regenerativa. El objetivo de crear culturas regenerativas trasciende e incluye a la sostenibilidad. El diseño restaurador pretende restaurar la autorregulación sana de los ecosistemas locales, y el diseño reconciliador va más allá haciendo explicita la intervención anticipatoria de la humanidad en los procesos de la vida y en la unión de la naturaleza y la cultura. El diseño regenerativo crea culturas regenerativas capaces de aprender y transformarse continuamente en respuesta, y anticipándose, a cambios inevitables. Las culturas regenerativas salvaguardan y cultivan la abundancia biocultural para las generaciones humanas futuras y para la vida en su totalidad.
Figura 1: Adaptado de Reed (2006) con el permiso del autor.
La “historia de separación” está alcanzando los límites de su utilidad y los efectos negativos de su visión del mundo y el comportamiento resultante asociado, están comenzando a afectar la vida en su totalidad. Al habernos convertido en una amenaza para la salud planetaria estamos aprendiendo a redescubrir nuestra relación íntima con toda forma de vida. La visión del Bill Reed de los sistemas regenerativos para una salud sistémica está en la misma línea que el trabajo pionero de gente como Patrick Geddes, Aldo Leopold, Lewis Mumford, Buckminster Fuller, Ian McHarg, E.F. Schumacher, John Todd, John Tillman Lyle, David Orr, Bill Mollison, David Holmgren, y muchos otros que han explorado el diseño en el contexto de la salud para el sistema en su conjunto.
Está surgiendo una nueva narrativa cultural, capaz de concebir y conformar una verdadera cultura regenerativa humana. Todavía no sabemos todos los detalles sobre como exactamente se manifestará esta cultura, y tampoco conocemos como podremos pasar de la actual situación del “mundo en crisis” a ese futuro próspero de una cultura regenerativa. Sin embargo, aspectos de este futuro ya están con nosotros.
Utilizando el lenguaje de “vieja historia” y “nueva historia” corremos el peligro de pensar en esta transformación cultural como la sustitución de la vieja historia por una historia nueva. Esa separación entre contrarios es en sí misma parte de la “narrativa de separación” de la “vieja historia”. La “nueva historia” no es una negación completa de la visión del mundo dominante actual. Incluye esta perspectiva pero deja de considerarla la única perspectiva, abriéndose a la validez y necesidad de múltiples maneras de conocimiento.
Aceptar la incertidumbre y la ambigüedad nos hace valorar múltiples perspectivas sobre nuestra participación adecuada en la complejidad. Estas son perspectivas que dan valor y validez no solo a la “vieja historia” de la separación, pero también a la “historia antigua” de unidad con la Tierra y el cosmos. Estas son perspectivas que pueden ayudarnos a encontrar un camino regenerativo para ser seres humanos en profunda relación, reciprocidad y comunión con la vida en su conjunto, adquiriendo la conciencia de ser co-creadores de la “nueva historia” de la humanidad.
Nuestra impaciencia y urgencia en obtener respuestas, soluciones y conclusiones demasiado rápido es comprensible viendo el creciente sufrimiento individual, colectivo, social, cultural y ecológico, pero esta tendencia de favorecer respuestas en lugar de profundizar en las preguntas es en sí mismas parte de la vieja historia de separación.
El arte de la innovación cultural transformativa se trata, en gran medida, de hacer las paces con “no saber” y profundizar más en las cuestiones, asegurándonos que estamos haciendo las preguntas correctas, poniendo atención en nuestras relaciones y como todos podemos sacar adelante un mundo no solo por lo que hacemos sino por la calidad de nuestro ser. Una cultura regenerativa surgirá de encontrar y vivir nuevas maneras de relacionarse con uno mismo, con la comunidad y con la vida en su conjunto. La base para la creación de culturas regenerativas es una invitación a vivir las cuestiones juntos.
[Este es un extracto de un subcapítulo de Diseñando culturas regenerativas, Designing Regenerative Cultures publicado en 2016]
Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=252542
Por: Karen Varon Rojas
Haití es conocido mundialmente por ser el país con los índices de desigualdad más altos de América Latina y el Caribe; también ha sido tema de conversación los últimos días debido a las publicaciones en prensa internacional y a las reacciones en redes sociales producto de las fuertes manifestaciones que vienen desarrollándose desde el pasado jueves en la capital y en distintas zonas del país.
Si nos proponemos por dos minutos tejer algo de memoria sobre este lugar, que parece ajeno para muchos en el mundo, podemos mencionar que fue la primera y única nación de esclavos negros que logró liberarse; que el kreyol o criollo haitiano (lengua materna y herencia de la revolución) es uno de sus idiomas oficiales además del francés, y aproximadamente un 99% de la población lo conoce y/o habla.
También podemos decir, que históricamente su lectura de la religión, de la espiritualidad, del arte, de la música y de la cultura han sido señaladas, estigmatizadas y juzgadas debido a que configuran una cosmovisión del mundo distinta a las convencionales y/o a las occidentales, por involucrar y reconocer el medio ambiente, la música, los tambores y los orígenes en la ancestralidad africana.
Un poco de contexto necesario
El 7 de febrero de 1986, Jean Claude Duvalier dictador haitiano conocido como «Baby Doc» fue derrocado por una revuelta popular dando fin a su atroz dictadura, a las constantes violaciones de derechos humanos y a los numerosos casos de corrupción que se vivieron durante su mandato. Paradójicamente, en esta misma fecha en 2017, Jovenel Moise, se posicionó como presidente de Haití.
Dos años más tarde, es decir el pasado jueves 7 de febrero, iniciaron las fuertes manifestaciones en Puerto Príncipe y en distintas zonas del país reclamando la renuncia del mandatario, luego de que el Tribunal Superior de Cuentas emitiera un informe de auditoría que evidencia una infinidad de irregularidades, la terrible gestión de recursos y las posibles desviaciones de fondos prestados por Venezuela en 2008 para ayudar y potenciar el desarrollo económico y social de Haití con el programa de PetroCaribe.
El informe revela además la participación en este grave escándalo de corrupción de 15 exministros y altos funcionarios del gobierno, entre ellos el actual presidente Jovenel Moise, quien apareció como responsable de una empresa que se benefició de dichos fondos para la construcción de una carretera, por medio de un proyecto en el que no se encontraron contratos o procesos legales oficiales, y quien además siempre había defendido su inocencia en declaraciones pasadas cuando se referían a este caso.
Es importante señalar, que esta situación sale a la luz pública en un momento de tensión, ya que el pasado 5 de febrero, el Gobierno declaró el país en urgencia económica, lo que se ha visto traducido en la devaluación de la moneda local frente al dólar de manera exponencial las últimas semanas, una inflación cercana al 15% acumulada en 2 años, la escasez de combustible en el país que también resulta en una de crisis de electricidad y en general la imposibilidad de garantizar el acceso a alimentos básicos para suplir una canasta familiar.
7 días de fuertes manifestaciones
Hoy las calles amanecen con un ambiente de incertidumbre en el séptimo día de manifestaciones convocadas por la oposición y diferentes sectores sociales reclamando la renuncia inmediata de Jovenel y el gobierno aún permanece en silencio; el único pronunciamiento lo hizo el secretario de gobierno Eddy Jackson Alexis el lunes 11 de febrero a través de un comunicado de prensa, en el cual rechaza la violencia y llama al diálogo entre la oposición y el gabinete del actual mandatario. La comunidad internacional y el sector económico nacional también emitieron un comunicado a través del Core Group llamando al diálogo entre ambas partes, no obstante, las protestas continúan en Puerto Príncipe y en el resto del país.
La situación es de tal urgencia que el día de ayer al menos 78 prisioneros de la cárcel civil en la comunidad de Aquin, escaparon en medio de las manifestaciones; la embajada estadounidense recomendó a mujeres, niños y personas no esenciales abandonar el país, y se percibe un ambiente de tensión e incertidumbre por una posible crisis migratoria.
Ahora veamos en qué lugar tiene los ojos el mundo, veamos en donde centra su dolor selectivo, pues en este país, el Estado además de estar absolutamente ausente, también es represor y violento con los manifestantes: desde que iniciaron las protestas el número de muertos supera los 16 y hasta el día de hoy, según reportes no oficiales, la cantidad de heridos es desconocida (el reporte oficial de la PNH es de 4 muertos).
Veamos si su nivel de indignación permanece intacto cuando muchos de los muertos han sido consecuencia de la violencia policial y la imposibilidad del Estado por responder a las demandas de los manifestantes; o porque el acceso a salud y a educación es limitado y casi nulo; o en general, por las condiciones de vida en las que viven la mayoría de los haitianos que no suplen muchas de sus necesidades básicas.
En Haití no hay petróleo, y Estados Unidos ya vino «a salvarlo», o mejor a intervenirlo (siempre luego de algún momento de desestabilidad política o algún fenómeno natural como el terremoto de 2010 o el Huracán Jeann en 2004), a través de la «donación» de casi 60 mil sacos de semillas híbridas de maíz y otros vegetales provenientes de MONSANTO, alterando la agricultura local y afectando la semilla nativa, porque nunca se explicaron los efectos futuros sobre el suelo y las posibles consecuencias de su uso en el medio ambiente y en la salud de las personas.
Organismos como la ONU ya se han pronunciado y la comunidad internacional también, de hecho, su presencia en el territorio haitiano ya tiene varios años; sin embargo, es de vital importancia señalar que la descomunal ayuda humanitaria y los mecanismos de control eran y/o siguen siendo el motor del fenómeno de corrupción que agobia este país. Un ejemplo de ello fue el despliegue militar que hubo con los llamados cascos azules que vinieron a «impartir orden y a traer la paz a las calles haitianas» en 2004 a través de la llamada Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH), no obstante, olvidaron mencionar que fueron dichos cuerpos de seguridad quienes también trajeron el cólera, violaron y dejaron a muchas mujeres haitianas en embarazo antes de retornar a sus países, entre otras graves vulneraciones a los derechos humanos.
El daño que le ha hecho la «ayuda humanitaria» a Haití, la sobre intervención de organizaciones no gubernamentales, los altos montos de dinero que le pagan a extranjeros en las organizaciones de «expertos» cuando en la realidad ni siquiera se les exige hablar criollo haitiano o hacer contacto con la gente en la cotidianidad, o con la cultura local. El complejo modelo de Estado, la centralización del poder en Puerto Príncipe y a su vez la gobernabilidad desdibujada ha resultado en la opción de desarrollo del país a manos de organismos internacionales sin una adecuada regulación por el Estado haitiano.
Lo anterior, es sólo una opinión que me permito construir luego de vivir dos años en este país, y trabajar con comunidades; es un llamado a analizar y a reflexionar cómo EEUU salva los países, con qué criterios, con qué objetivos, y sobre todo a repensar hacia dónde están nuestras preocupaciones, nuestra indignación, nuestro dolor y también nuestra indiferencia.
Fuente: http://www.radiolaprimerisima.com/articulos/8200/haiti-arde-mientras-el-mundo-lo-ignora/
México / Autores: Ainhoa Ezeiza y Javier Encina / Fuente: Desempoderamiento
By: Divya Amladi.
Schools tailored to girls’ needs in northern Ghana are removing barriers, encouraging girls to become independent thinkers, and motivating them to pursue higher education.
The average girl in Ghana only receives four years of education. Early marriage, pregnancy, poverty, and sexual harassment are all obstacles that force girls to drop out of school before the end of junior high.
At Oxfam, we know educating girls is critical to improving their lives. Each additional year of primary school a girl attends increases her future wages by 10 to 20 percent. Educated girls also are likely to marry later and have fewer children, and their children are also more likely to thrive.
With that in mind, we partnered with Ghana Education Service, the Sawla-Tuna-Kalba district, and local communities to build a junior high school in the northern province of Sawla to tackle barriers preventing girls from finishing their educations. We aimed to demonstrate that safe, girl-friendly schools would empower girls and motivate them to stay in school—and maybe even pursue higher education.
That school became a model for girls’ success in Ghana.
The first Girls Model Junior High School opened in Sawla in 2008, targeting girls from the poorest families. All 28 enrolled girls passed their final exams, and 24 went on to attend senior high school. In 2013, a sister school was established in the Kpandai district. By March 2018—a decade after the project began—there were 44 schools in districts across northern Ghana. They are all financed and administered by local authorities.
Haddisah Ibrahim, 15, learned about the Savelugu Girls Model Junior High School when a teacher came to her village. “He told us about the new school that was opening—that it was a good place where we could learn a lot. I wanted to go, and my father agreed.”
She’s now a student and likes that her school is girls-only. “It makes me feel more confident in myself when there are no boys around,” she says. “We don’t have to put up with all the noise the boys at my old school used to make.”
Her father can’t always afford to pay for her schoolbooks, but Haddisah isn’t discouraged. She borrows books from her classmates when she needs to. Hadissa is committed to finishing school and becoming a doctor. “One day I will return to this area and help treat the sick people in my home town,” she says.
Tackling endemic problems requires innovative solutions, so the schools have taken a novel approach to pedagogy. Teaching is based on learner-centered methodologies, a concept that has previously not applied very often by teachers in this part of Ghana, who lacked the know-how to implement it. Discussions and group work are core elements. The girls form study groups in the evenings. Parents are invited to support the girls’ education through school management committees.
Computers are integrated into lessons, and teachers are trained to encourage the girls to participate actively in the classroom, and even to challenge teachers with individual points of view. These schools go beyond the national curriculum to address sexual health and life skills.
Gladys Asare Akosu is a teacher at Savelugu Girls Model School. “Traditionally, girls’ education is not considered important in this part of Ghana. Many people believe that a girl should just get married as early as possible—they don’t see much sense in wasting time and money on the girls going to school,” she says. “That’s extremely unfair.”
For her, teaching here is different from what she’s used to. There are fewer students in each class, which makes it easier to focus on each child’s needs.
“As teachers, we do a lot to involve the students instead of just lecturing. We encourage them to participate in discussions,” she says. “Some of the girls were very shy in the beginning, but now they raise their hands and take part in the discussions. It is amazing to witness such a change in a young girl.”
Akosu knows adolescence is a fragile time for girls. Teenage pregnancies and child marriages are far too common in this part of Ghana, and consequently many girls drop out before they graduate high school. Compounding that is the fact that many of her students come from poor families and live far away.
Parental support is integral to the schools’ success. If a girl misses more than a day or two of school, the headmistress gets in touch with the family. Akosu says it’s not uncommon for educators to go on home visits to prevent girls from dropping out.
“I really enjoy being part of the change that we are making here,” she says. “Hopefully our work will help eradicate the old prejudices toward girls’ education. These girls just have so much to offer.”
Ninety-five percent of the girls registered at the Girls Model Junior High Schools have graduated, and the majority are continuing their education. In the schools’ surrounding communities, girls constitute just 10% of the children who graduate from junior high school.
In total, more than 1,642 girls are now enrolled at the model schools, and the goal is to continue scaling up.
”The Girls Model School is a baby for us in Savelugu,” says Municipal Chief Executive Hajia Adishetu Seidu. “When we educate girls, we break the cycle of poverty. Women take care of their families, they share everything they earn, and they make sure that their own children also go to school.”
Source of the article: https://www.oxfamamerica.org/explore/stories/creating-a-model-for-girls-education-in-ghana/
Demandamos al Ministerio de Educación y Formación Profesional que se cumpla el consenso parlamentario sobre la Ética en 4º de la ESO y, en segundo lugar, que la ANECA, la AEI y el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades dejen de considerar a la Filosofía Moral en el área de Ciencias Sociales y la reintegren al área de Humanidades puesto que la Ética y la Filosofía Política son, obviamente, disciplinas filosóficas.
En la presentación del anteproyecto de una nueva Ley Educativa, el pasado 14 de diciembre, nos encontramos con la desagradable sorpresa de que no cumple plenamente con el acuerdo parlamentario sobre la recuperación de un ciclo formativo de Filosofía organizado en tres cursos. La Lomce había suprimido dos de las tres materias de este ciclo: la Ética de 4º de la ESO y la Historia de la Filosofía de 2º de Bachillerato. El pasado 17 de octubre, en la Comisión de Educación del Congreso de los diputados, se lograba una suerte de milagro político, aunque el acuerdo debería ser lo habitual en el terreno educativo. Se alcanzaba un consenso entre los cuatro partidos mayoritarios (PP, PSOE, Ciudadanos y Unidos Podemos) acerca de la vuelta y la restitución de la Filosofía. Tras el fracaso del Pacto Educativo en la anterior Legislatura, el acuerdo sobre el ciclo de Filosofía fue recibido como una magnífica noticia por la opinión pública. No hace falta decir que dar estabilidad al sistema educativo es una demanda del profesorado, los padres y madres de familia y del mismo alumnado. La educación es el pilar sobre el que descansa no sólo la misma democracia sino el desarrollo y la prosperidad de cualquier país.
En el periodo de aportación de enmiendas del Consejo Escolar del Estado al anteproyecto de la nueva Ley, una asociación de estudiantes (CANAE) cuestionó la ausencia de la Ética, que sería el único curso de Filosofía en la Educación Secundaria Obligatoria, pues esa ausencia dejaría al alumnado que no curse Bachillerato y haga Formación Profesional, o que abandone los estudios, sin ningún contacto con la Filosofía Práctica. El proyecto del Ministerio se decanta por la denominación de Valores cívico-éticos con una asignación horaria mínima y no adscritas al profesorado de Filosofía. La Ética queda reducida, de facto, a una mera educación en valores que no llega aplantear la reflexión rigurosa sobre las cuestiones básicas de la libertad, la felicidad o la justicia, ni proporciona las herramientas lógicas, argumentativas y deliberativas que conforma el acervo de la filosofía moral. El modelo se asemeja a la formulación de la enseñanza moral y cívica del sistema francés, pero no le da la relevancia debida al eliminar la Ética en el último curso de la enseñanza obligatoria. De esta manera, no hay reflexión explicita sobre los derechos y los deberes, ni se sistematizan los elementos requeridos para la construcción de la autonomía del individuo y para vertebrar la reflexión sobre su futuro profesional en términos que conjuguen la autorrealización personal y la responsabilidad social. A los quince años es cuando se empieza a tener madurez cognitiva y emocional para afrontar conscientemente la asunción de derechos y deberes y reflexionar con seriedad sobre el papel a desempeñar en la sociedad y en el mundo. El final del Educación Secundaria es un momento de toma de decisiones con gran repercusión en las opciones futuras de los jóvenes.
En cuarenta años de democracia hemos tenido cinco leyes educativas, en las que la Ética, o su versión degradada de educación en valores, ha sido a veces pensada como una alternativa a la enseñanza de la Religión, reforzando así un doble malentendido: que la Ética es un mero sustituto de la Religión para personas no religiosas y, a la inversa, que las personas religiosas pueden vivir sin conocer, por ejemplo, la sabiduría práctica o phrónesis de la ética aristotélica, o la exigencia universalista del imperativo categórico kantiano y su formulación de la dignidad humana. La Ética conlleva, frente al pluralismo religioso propio de una sociedad democrática, una exigencia de universalidad y de rigor que debe formar parte de la educación básica de todo el alumnado. Por otra parte, la impuesta reducción de la Ética, que es la disciplina filosófica que examina la validez de los juicios morales, a un mero listado de valores, la deforma y la empobrece. La comunidad filosófica española se congratula de haber consolidado un acervo de filosofía moral en el ámbito educativo que no debería ser desdeñado y que ha sido ampliamente reconocido en el mundo iberoamericano. La filósofa Adela Cortina, entre otros, ha puesto de manifiesto una y otra vez la necesidad y urgencia de la Ética.
Otra muestra de la devaluación de la Ética, esta vez en el ámbito universitario, es la decisión de la ANECA (Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación), avalada por el Ministerio del ramo, de incluir la Ética y la Filosofía Política en el campo de las Ciencias Sociales, separándola del tronco filosófico al que pertenece. Una decisión que no podemos tildar sino de kafkiana y que está teniendo consecuencias muy negativas en el desarrollo de las carreras profesionales de los profesores de Ética y Filosofía Política, y por ende en la misma formación de los estudiantes de Filosofía. El mismo tipo de dislate aqueja a la categorización de los proyectos de investigación, en la que una nueva área de ‘Mente, Lenguaje y Pensamiento’ engloba a la Filosofía sin más distingos, algo que afecta a también a las solicitudes de contratos posdoctorales –Ramón y Cajal o Juan de la Cierva, entre otros-. Estas irracionales decisiones en las altas esferas de la administración, supuestamente habitadas por expertos capacitados, son sencillamente incomprensibles y arbitrarias. No existen, además, vías de apelación a estas erradas medidas. La transparencia y la rendición de cuentas por decisiones claramente objetables brillan por su ausencia. Por eso, desde la Asociación Española de Ética y Filosofía Política (AEEFP) y desde la Red Española de Filosofía (ReF) hemos demandado la revisión de unas políticas que parecen querer erradicar a la Filosofía práctica del panorama universitario. Nos parece alarmante y es necesario que la ciudadanía conozca esta lamentable situación.
Ha llegado la hora de tomarse a la Ética en serio, tanto en la educación secundaria como en la universitaria y en el ámbito de la investigación. Los retos de la revolución tecnológica y los cambios sociales que estamos viviendo requieren de profesionales y de una ciudadanía formados éticamente. No hace falta decir que la sociedad exige ética e integridad en las empresas, las organizaciones y en los mismos partidos políticos. Las buenas prácticas, los códigos deontológicos y la ejemplaridad, por otra parte, son imprescindibles en todos los ámbitos de la vida, profesional, personal, deportiva, empresarial… En resumen, demandamos, en primer lugar, al Ministerio de Educación y Formación Profesional, que se cumpla el consenso parlamentario sobre la Ética en 4º de la ESO y, en segundo lugar, que la ANECA, la AEI (Agencia Estatal de Investigación) y el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades reflexionen sobre cómo han podido cometer tales errores de bulto al no considerar que la Ética es Filosofía, Filosofía práctica, y subsanen, de una vez por todas, esta kafkiana situación. En definitiva, nos preguntamos con toda seriedad: ¿quién teme hoy en España a la Ética cuando es más necesaria que nunca?
*Concha Roldán Panadero es presidenta de la Asociación Española de Ética y Filosofía Polític
*María José Guerra Palmero es presidenta de la Red Española de Filosofía
Fuente: https://www.abc.es/sociedad/abci-maltrato-gobierno-filosofia-educacion-secundaria-universidad-y-investigacion-201902130127_noticia.html