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Sueños de niños migrantes mexicanos

Por: Juan Carlos Yáñez

Para estos niños migrantes, para miles de niños en México, la experiencia de la infancia es la vivencia del trabajo y el hambre.

La mañana es más fría de lo usual; lo denuncia la ropa gruesa de las maestras y mi cuerpo, sin abrigo, resiente al bajar del auto. Cuelgo la mochila en la espalda y bebo el café caliente, mientras imploro que durante la jornada se repita el milagro de las bodas de Caná.

Identifico algunos olores en el viento helado que penetra la nariz. Busco el origen de la mezcla; recorro el albergue donde habitan 250 migrantes, provenientes principalmente de Guerrero, estado del sureste mexicano, uno de los más ricos en recursos, lastrado por terribles desigualdades y peores gobiernos. Ellos, los padres, se dedican al corte de caña; ellas, las mujeres, al corte de la zarzamora. El humo azul de algunas de las humildes chozas nutre el cóctel aromático, otro poco la basura que rodea la cancha de fútbol; el resto, lo proveen los gases que emanan del ingenio azucarero que estructura la vida del pueblo. La vista se detiene al fondo, en los imponentes volcanes, el de fuego y el Nevado de Colima, el espectáculo cotidiano que fue mi paisaje en la infancia y los primeros años de la juventud.

La escuela del albergue se llama “Simón Bolívar”; en realidad, son dos, la preescolar (niños de 3-5 años) y la primaria (6-12 años). El edificio lo conforman dos bloques pequeños: a la izquierda, la primaria, con dos aulas, una para los niños de los tres primeros grados y la otra para los más grandes, de cuarto a sexto. Enfrente, dos aulas más, para niños de preescolar, de segundo y tercer grados. El aula de tercero es, también, la dirección. Al lado, el Centro Educativo Quesería, con diez computadoras conectadas a internet y financiadas por la organización Proyecto Amigo, fundada por un estadounidense (Ted Rose) que llegó por azar, vio, conoció un poco y se comprometió como ningún político mexicano lo ha hecho por esta escuela; y muchos años después, sigue apoyando en forma extraordinaria con brigadas de extranjeros que pasan algunas temporadas en México y acuden para realizar obras materiales o enseñar inglés por unas horas a los niños, mientras juegan y rompen la dinámica escolar inyectándole amor y solidaridad.

Fotofrafía: Juan Carlos Yáñez

Baños para niñas, niños y maestros completan el bloque de preescolar. Al fondo, una cafetería con cuatro mesas de concreto y bancas, más una canchita de futbol y el patio cívico. Un vagón ahora en desuso, como biblioteca, completa la infraestructura y los recursos de una escuela única en su tipo, en mejores condiciones que otras dedicadas a hijos de trabajadores migrantes.

El personal de la escuela es poco: dos maestras de preescolar y dos de primaria, una de ellas, en cada caso, funge también como directora, más Brenda, una voluntaria que tiene a sus dos hijos en la escuela y colabora desinteresadamente en la cocina de las 6:30 a las 12:30 horas; y Francisca, Francis, una indígena encargada del aula de computadoras, cuyo sueldo paga Proyecto Amigo y que luchó para aprender a leer y escribir, contra la voluntad familiar, que logró alfabetizarse y luego, surfeando adversidades, cursa ya la licenciatura en trabajo social en una escuela única también en su tipo, hecha para gente humilde a 35 kilómetros del pueblo, en el mítico Comala, cuyo nombre inmortalizara Juan Rulfo, el escritor mexicano y universal.

La escuela es el centro de la vida comunitaria, el albergue cañero, donde se arraciman 88 familias. Espacio para el juego, para la convivencia, aprender las primeras letras y los números. Pero la escuela es también la madre que nutre, porque allí los niños desayunan y comen por unos cuantos pesos diarios, porque sin ella, muchos de estos 70 niños no comerían, o estarían solos en sus casas, mientras sus padres y madres trabajan.

La escuela no siempre consigue que los niños se hospeden; a veces, cuando el hambre aprieta, o la ignorancia se ensaña, los niños salen a cortar caña. Incrédulo le pregunto a la maestra y directora de primaria que me lo cuenta en el aula de preescolar, yo en la única silla para adultos, ella en la sillita para estudiantes: “¿Los niños de seis o siete años también van al corte de caña?”. “También”, reafirma. Y me reta: “¡Pregúnteles a los niños y todos ya fueron alguna vez!”.

Fotografía: Juan Carlos Yáñez

En México, según las cifras más recientes del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, hay 326 mil niños y jóvenes hijos de trabajadores agrícolas migrantes, pero solo 49 mil van a la escuela, a escuelas precarias, materialmente pobres, con una pedagogía pobre y con resultados no siempre alentadores respecto al currículum, pero con maestras comprometidas como Alejandra y Claudia, Tita y Karen.

Muchas veces leí a Pablo Gentili en un paisaje que se me grabó en la piel hace varios años: para millones de niños en América Latina, la experiencia de la infancia es la vivencia del hambre. Hoy puedo ampliarlo: para estos niños migrantes, para miles de niños en México, la experiencia de la infancia es la vivencia del trabajo y el hambre.

Esa fría mañana, cuando ya el sol calentaba un poco los cuerpos, los niños, algunos sin abrigo, jugaban afuera de las aulas; separé a Jesús Manuel, uno de los más altos y fuertes, con bigote ya visible en su piel tostada. Quería entrevistarlo. Empecé y al instante nos vimos rodeados.

Fotografía: Juan Carlos Yáñez

-¿Te gusta la escuela?
-Sí.
-¿Por qué te gusta la escuela?
Otra voz intenta responder, calla, y Jesús Manuel contesta:
-Porque aquí juegan todos los niños.
-De las materias, ¿qué te gusta?
-Todas.
Le insisto, -¿cuál te gusta más?:
-Matemáticas.
-¿Por qué matemáticas?
No contesta. Sonríe nervioso y se esconde entre sus compañeros, más pequeños, los abraza como pidiendo tregua. Lo entiendo y abro la pregunta al grupo.
-¿Hasta dónde piensan estudiar?
Dudo de la claridad de la pregunta y se les explico: ¿quieren terminar la primaria, luego ir a la secundaria, llegar a la universidad? En la multitud una voz masculina responde: yo no. Jesús Manuel dice que quiere ir a la universidad.
-¿Qué te gustaría estudiar?
Silencio. Cambio la pregunta: -¿Qué te gustaría ser de grande?
Él y otros niños se enganchan. “Bombero”, dice Jesús Manuel. Le pregunto a otro niño: “Policía”. Se llama Bryan y entra el quite de su amigo. Otros niños dicen lo mismo, quieren ser policías. Uno más quiere ser vigilante en la cárcel. Policías, a eso aspiran. Jesús Manuel se arrepiente: ya quiere ser policía, como sus amigos.
-¿Por qué quieren ser policías?
-Porque los policías atrapan a los ladrones, dice uno pequeñito.

En el grupo sobresale una niña, Rosa. Ella no espera la pregunta, valiente y segura habla: “Yo voy a ser estudiante pa’ todas las escuelas”. Quiere ser licenciada (abogada, en el habla popular). Es la única niña que se acerca al grupo de amigos de Jesús Manuel, la única que se atreve es, tal vez, la única que logre cumplir sus sueños de ser licenciada.

Fotografía: Juan Carlos Yáñez

Imagen y Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/02/07/suenos-de-ninos-migrantes-mexicanos/

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Militarizar las escuelas y acabar con el legado de Freire: Bolsonaro pone en marcha los cambios en la Educación de Brasil

Por: Meritxell Freixas Martorell

Corría 1967 cuando la dictadura militar brasileña (1964-1985), de la mano del general Emilio Garrastazu Médici, impulsó un decreto ley sobre “alfabetización funcional y educación continuada” para adolescentes a partir de 15 años y adultos. La nueva legislación creó una de las instituciones más polémicas del país: el Movimiento Brasileño de Alfabetización (Mobral), a través de la cual el gobierno castrense se propuso acabar en apenas 10 años con el analfabetismo del país, que entonces afectaba a un tercio de la población.

El Mobral sustituyó el método de alfabetización ideado por el pedagogo Paulo Freire. Aunque bebió de su influencia, supuso una simplificación del proceso educativo, reducido al aprendizaje de la lectura, escritura y operaciones matemáticas básicas. El enfoque pedagógico dejó de ser un prioridad y el objetivo se concentró en suplir las necesidades de la industrialización había provocado el “milagro económico” ocurrido durante la dictadura.

Pero además, el régimen militar encontró en la alfabetización un fuerte instrumento para mantener su estatus y ejercer un control ideológico: “El régimen dictatorial estaba escondido y estampado en cada página de los libros de texto y de otras publicaciones de la educación de ese período. Veneración a los héroes nacionales, patriotismo, civismo y exaltación al gobierno, eran mensajes inculcados entre líneas en los materiales didácticos. […] Las figuras de los militares aparecían siempre en actividades colectivas haciendo ‘el bien’, ayudando a otras personas”, escribe la historiadora Leide Rodrigues dos Santos en un artículo publicado en 2010 en Revista Crítica Histórica.

En 1975, después de 15 años, la recesión económica iniciada en los años 80 y el fin del régimen militar acabaron con el programa.

Hoy, 34 años después, la llegada del ultraderechista Jair Bolsonaro al poder ha recuperado el recuerdo del Mobral al mundo educativo brasileño. El gobierno ha anunciado la militarización de la gestión de escuelas públicas y su intención de colocar a oficiales del ejército al frente de los centros educativos, universidades e, incluso, en la revisión de los contenidos de los libros de texto.

De hecho, una de las primeras decisiones de Bolsonaro fue nombrar al frente del Ministerio de Educación (MEC) a Ricardo Vélez Rodríguez, docente de la Universidad Federal de Juiz de Fora (Minas Gerais) y profesor emérito de la Escuela de Comando y el Estado Mayor del Ejército.

Vélez, que nunca había ocupado un puesto de gestión en una institución educativa, no ha tenido ningún reparo en defender el régimen militar: “Las universidades brasileñas, en especial las públicas, controladas a partir de la apertura democrática por la izquierda rabiosa, acabaron haciendo de la memoria de 1964 [el año del golpe de estado] un acto indiscriminado de repudio a los militares y a las directrices trazadas por ellos”, escribió en uno de sus artículos.

El titular de Educación publicó en su blog que las Fuerzas Armadas brasileñas “lucharon para impedir una dictadura comunista en nuestro país. ¿Hay algo malo en eso?”, se preguntó. No es nada extraño, pues, que uno de sus objetivos, según difundió a través de sus propias redes, sea “limpiar todo el escombro marxista que se ha apropiado de las propuestas educativas por parte de no pocos funcionarios del Ministerio”.

Para ello, el presidente firmó un decreto para promover y proponer la adhesión voluntaria de las escuelas públicas al modelo “cívico-militar” de enseñanza. El texto establece la creación de la Subsecretaría de Fomento a las Escuelas Cívico-Militares, colegios que pasarán a ser administrados por oficiales de las Fuerzas Armadas y tendrán como misión “acabar con la prevalencia de ideas de izquierda en las aulas, especialmente en clases de historia y geografía”, según explicó el propio Vélez.

Universidad excluyente

“La idea de universidad para todos no existe. Hay que reservar el nivel superior a una élite intelectual, aunque esa no tenga que ser necesariamente la misma élite económica”. Las intenciones del ministro Vélez Rodríguez en materia de Educación Superior quedaron claras con unas controvertidas declaraciones que espetó el 28 de enero. En su intervención, defendió una reforma de la enseñanza media para “formar jóvenes trabajadores más rápidamente y con capacidades para ingresar al mercado laboral a más temprana edad”.

El ministro justificó su propuesta con el ejemplo hipotético de un chófer de Uber que estudió para ser abogado: “Ese ciudadano que estudió para ser abogado y terminó como chófer de aplicación pudo evitar perder seis años estudiando la legislación, que no le va a servir en la vida, para ingresar antes al mercado laboral”.

Otro de los focos puestos en el ámbito universitario pasa por acabar con el proceso electoral para elegir a los rectores.

“Hubo una especie de acuerdo vigente durante años de que la comunidad académica local era la que elegía al rector en votación democrática, al menos durante los gobiernos del PT siempre ratificaron los primeros nombres de las elecciones internas de cada universidad. Sin embargo, todo indica que eso no será más así”, explica Patricia Valim, profesora de Historia de Brasil Colonial de la Universidad Federal de Bahía

“El ministro descalifica las diferentes formas de participación popular en cualquier instancia y las decisiones pasan a ser tomadas por los funcionarios del MEC”, añade Valeria Aroeira Garcia, supervisora escolar de la Asociación de Educadores y Educadoras Sociales del Estado de Sao Paulo (AEESSP).

La lista de medidas polémicas que ha anunciado el ministro Vélez Rodríguez en el mes y poco que lleva al frente de su Ministerio es larga. Además del control de los contenidos y la censura de materias humanistas, como la Historia, pretende reducir la presencia del Estado desde la enseñanza preescolar, y recortar becas y recursos de programas sociales creados durante los años del lulismo, como el Fondo de Financiación Estudiantil (FIES), que creó Fernando Haddad, rival del actual presidente durante la segunda vuelta electoral del año pasado y ministro de Educación entre 2005 y el 2012.

“El gobierno Bolsonaro es una articulación entre el ultraconservadorismo y el ultraliberalismo para agradar al mercado financiero. No aumentará los recursos del área, lo que significa que no se harán programas de expansión de la enseñanza y de calidad de la educación previstos en el Plan Nacional de Educación 2014-2024. Es decir, tendrá que invertir en medidas poco costosas, dedicadas a lo que la ultraderecha ha llamado la Guerra Cultural”, cuenta Daniel Cara, politólogo y miembro del Consejo Universitario del a Universidad Federal de Sao Paulo.

En connivencia con el Ministerio de la Mujer, Familia y Derechos Humanos, encabezado por Damares Alves, la evangélica que se dio a conocer por la controvertida frase “el niño viste de azul y la niña de rosa”, el gobierno ha impulsado un proyecto para fomentar la enseñanza en casa, sin la obligatoriedad de que los estudiantes asistan a la escuela. La medida ha sido rechazada por la comunidad docente: “Sería una tragedia disminuir el espacio de formación del ser humano, de sociabilidad entre los niños y adolescentes y la comunidad escolar, para que aprendan a interactuar con un mundo más allá del padre y de la madre”, lamenta Patricia Valim.

Denunciar adoctrinamiento

Los lineamientos de Vélez, Bolsonaro, Alves y el conservadurismo brasileño no son nuevos. “Escuela Sin Partido” ha sido la plataforma que ha dado eco a las tesis del nuevo gobierno en materia educativa. El proyecto, que ganó espacio a partir de 2016 con la llegada al poder de Michel Temer, pretende marginar el legado pedagógico de Paulo Freire de las escuelas brasileñas y ejercer un control ideológico sobre los profesores y sus contenidos en clases, bajo amenazas de sanción e, incluso, de prisión.

El movimiento fue creado en 2004 por el abogado Miguel Nagib para instalar “un mecanismo contra el abuso de la libertad de enseñanza”. Para Nagib, el profesor en la clase es una persona con el poder de adoctrinar política e ideológicamente. En su opinión, el sistema educativo público está plagado de profesores que usan las clases como plataforma para difundir el marxismo, el ateísmo y “la ideología de género”, y los métodos de enseñanza de Paulo Freire han sido los que llevaron a esta situación.

A principios de este año, se presentó en el Congreso Nacional un proyecto de ley que permite a los estudiantes poder grabar lo que ocurre en al interior del aula con el pretexto de controlar posibles adoctrinamientos de los profesores. La iniciativa fue presentada por la cuñada de Nagib y diputada del partido de Bolsonaro (PSL), Bia Kicis, en un segundo intento de impulsarla luego de que el año pasado no prosperara.

“Desde Escola Sem Partido se estimula a que los estudiantes graben el contenido de las clases y denuncien a los profesores que ellos consideren que cometen el delito de ‘adoctrinamiento ideológico’”, apunta Patricia Valim. Para ella, “la idea de construir una sociedad con emancipación a partir de la concientización de la ciudadanía sobre sus derechos y sus deberes son valores republicanos pero, según Bolsonaro y Vélez, bajo la lógica de Escola Sin Partido, ahora son valores comunistas”, añade.

“Fabriquitas de dictadores”

La obsesión del bolsonarismo por acabar con la herencia de Freire apunta también hacia los movimientos sociales, y en especial a las escuelas del Movimiento de los Trabajadores sin Tierra (MST). El Movimiento cuenta con cerca de 1.500 escuelas para jóvenes de 7 a 14 años, 1.100 de las cuales han sido reconocidas por los consejos estatales de Educación y Cultura. Entre todas, albergan alrededor de 200.000 alumnos y 4.000 profesores, además de los 250 educadores que trabajan en educación infantil y alfabetización.

Apenas fue nombrado, el secretario especial de Asuntos Fundamentales del gobierno, Luiz Antônio Nabhan García, afirmó que va a trabajar para cerrar las escuelas que tachó de “fabriquitas de dictadores”. Su posición fue rotunda: “[Brasil] No puede admitir escuelas de marxistas, de leninistas, de bolivarianos, que enseñan a los niños a invadir y cometer crímenes. Vamos a cerrar las escuelas y castigar a los responsables del adoctrinamiento”, dijo Nabhan que, además, ejerce de representante de los terratenientes.

Sin embargo, las amenazas de las autoridades políticas no echan atrás a profesores, estudiantes, académicos y educadores de Brasil que quieren plantarle cara a la extrema derecha. Valeria Aroeira, desde la AEESSP, apela a la fuerza de los movimientos sociales para contrarrestar las medidas conservadoras y autoritarias que acechan al gigante latinoamericano. “El campo de la educación no formal posibilita diversas maneras y espacios para que discusiones, debates y manifestaciones de diferentes órdenes se den y consigan involucrar a muchos y diferentes colectivos”, dice. Su apuesta es clara: potenciar la relación entre “educación formal, no formal, movimientos sociales y militancia” para plantar cara a la nueva etapa que el país recién enfrenta.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/02/11/militarizar-las-escuelas-y-acabar-con-el-legado-de-freire-bolsonaro-pone-en-marcha-los-cambios-en-la-educacion-de-brasil/

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Tiempo no escolar, tiempo ¿libre?

Por: Xavier Besalú

Un tiempo en que los aprendizajes pueden ser realmente profundos y relevantes, donde el crecimiento personal a todos los niveles –que eso es la educación– puede ser sumamente intenso.

El tiempo no escolar no es –no debería ser- tiempo no educativo, tiempo vedado al aprendizaje, sino un tiempo en que los deseos, los intereses, las aficiones personales, pasaran a un primer plano. Un tiempo reservado en primera instancia a la propia persona y a la relación con los demás, especialmente con aquellos con los que hayamos establecido vínculos satisfactorios. Un tiempo en que los aprendizajes pueden ser realmente profundos y relevantes, donde el crecimiento personal a todos los niveles –que eso es la educación– puede ser sumamente intenso.

Probablemente no exista una pedagogía específica para educar en el tiempo libre, aunque tal vez sí existan algunas situaciones y aspectos con un potencial y unas posibilidades distintas a las que son habituales en la escuela.

Es tiempo para confrontarse con uno mismo, para el tanteo experimental, para la duda, para la reflexión, para conocerse y aceptarse a sí mismo, justamente porque se presenta abierto y hasta cierto punto desconocido y nuevo.
Es un tiempo en que las relaciones interpersonales pasan a un primer plano, donde se ponen en juego las propias actitudes y valores, donde no se discute la necesidad de dialogar, negociar y acordar. Esta relación en primera persona, cuando la digitalización ha desdibujado tiempos, espacios y realidades, resulta ser una oportunidad de primera categoría. También para entrar en contacto con identidades y personas muy diferentes a nosotros –por capacidad o incapacidad, por sexo o género, por clase social, por aspecto, por religión, por origen, por ideología…–, una ocasión de oro para vivir y experimentar el conflicto, un verdadero entrenamiento para aprender a vivir y a convivir.

Si hablamos de educación en el tiempo libre, quiere decir también que nos referimos a un tiempo y un espacio organizados y supervisados por algún tipo de institución u organización. Cuando la desregulación es la consigna, cuando casi todas las organizaciones viven momentos críticos, cuando cualquier tipo de imposición no consensuada es vista como una intromisión inadmisible, este tiempo libre regulado acaba siendo un valor en sí mismo, una garantía de estabilidad y de continuidad, de seguridad y de bienestar, un mecanismo de regulación y tranquilidad que se agradece.

Una educación con sentido, que no renuncia a la aportación de referentes externos, de modelos, a niños y jóvenes que van haciendo su propio camino hacia la autonomía personal. Un entorno que los pone en contacto con personas que son en sí mismas un testimonio de vida, cuyo valor principal no es el de imponer nada, sino el de actuar como elementos de contraste, de imitación o de contradicción, de incitación a la toma de postura y a la clarificación personal, lejos de toda inhibición o indiferencia… Preservar y fortalecer la independencia individual es hoy un reto de primera magnitud frente a las influencias de toda la vida –singularmente las del grupo de iguales o de la publicidad tradicional, pero también de las tan insistentes y seductoras que provienen del mundo digital o de la masificación. El desarrollo personal no se produce nunca en el vacío, sino que se va construyendo día a día, en nuestras relaciones y acciones concretas, en un entorno de condicionamientos y constreñimientos que nos obligan a decidir entre opciones a menudo con claroscuros, donde el bien y el mal no son fácilmente distinguibles, en qué las consecuencias de nuestras decisiones y actos son hasta cierto punto imprevisibles.

A la educación en el tiempo libre le serían perfectamente aplicables las tres grandes reformas que proponían los alumnos de la escuela de Barbiana en su “Carta a una maestra”.

La primera: esta educación no puede ser excluyente. Todos los niños y jóvenes tienen derecho a gozar del tiempo libre. El reto es ahora mismo inconmensurable, porque muchos de ellos no tienen ni siquiera acceso a él. La mayor parte de las veces porque la oferta de educación en el tiempo libre es privada y, en consecuencia, de pago. ¿Cuántos niños –y sobre todo niñas- no hacen deporte porque las matrículas a pagar y las cuotas mensuales son inasumibles por parte de sus familias? ¿Cuántos adolescentes y jóvenes vagan por calles y plazas los largos fines de semana y en los periodos vacacionales sin nada que hacer, sin estímulos que les movilicen? ¿Cuántos se encierran en sus casas –por gusto o a la fuerza- enganchados permanentemente a su móvil o a su ordenador, saltando de sitio en sitio y adentrándose a menudo en canales y túneles absolutamente inadecuados, o sentados ante el inagotable televisor, que ofrece múltiples alternativas, muchas de ellas directamente deleznables? ¿No es llegada todavía la hora de que las administraciones públicas, por sí mismas o a través de las entidades del tercer sector, se ocupen de ello?

La segunda: necesitamos extender el tiempo educativo, porque el tiempo estrictamente escolar es insuficiente sobre todo para los pobres, para los que no cuentan con unos padres preocupados por la formación y el desarrollo integral y armónico de sus hijos o que no disponen de los recursos, la voluntad o el tiempo suficientes para hacerlo. Es insuficiente para adquirir las que se consideran competencias básicas y para lograr en un grado suficiente los que son los grandes objetivos de la escuela obligatoria. Tanto la comunicación lingüística, como la audiovisual, la matemática y la digital, necesitan ponerse en juego más allá de la escuela. Por no hablar de la competencia artística, la cultural, la social y la ciudadana, tan poco valoradas y desarrolladas en los centros escolares… La autonomía e iniciativa personal, la interacción con la naturaleza, el aprender por sí mismo, sin notas ni controles externos, necesitan ponerse en juego en las espacios abiertos, en las zonas ambiguas, en los tiempos libres…

Y la tercera: todos deben encontrar un sentido a su vida, a la actual y a la futura. Es la condición necesaria para esforzarse, para resistir, para progresar, para no dejarse llevar por el todo vale, por el “a mí qué me importa”, por el laxismo o por la ley del más fuerte.

En Barbiana lo tenían claro: todos necesitamos un fin suficientemente honesto y grande y que sea válido para cualquier persona humana, decían. Y que no es otro que el de ejercer plena y conscientemente la soberanía personal para tomar decisiones, para actuar en bien del prójimo, “contra vosotros, los clasistas, contra el hambre, contra el analfabetismo, el racismo y las guerras coloniales”. ¡Ahí es nada!

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/02/11/tiempo-no-escolar-tiempo-libre/

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La Educación Ambiental: una respuesta a la crisis ambiental

Por: Ecoportal 

Las relaciones entre educación y medio ambiente no son nuevas, sin embargo, la novedad que aporta la educación ambiental es que el medio ambiente, además de medio educativo, contenido a estudiar o recurso didáctico, aparece con entidad suficiente como para constituírse en finalidad y objeto de la educación.

La crisis ambiental

Desde siempre la especie humana ha interaccionado con el medio y lo ha modificado, los problemas ambientales no son nuevos. Sin embargo, lo que hace especialmente preocupante la situación actual es la aceleración de esas modificaciones, su carácter masivo y la universalidad de sus consecuencias.

Los problemas ambientales ya no aparecen como independientes unos de otros sino que constituyen elementos que se relacionan entre sí configurando una realidad diferente a la simple acumulación de todos ellos. Por ello, hoy en día podemos hablar de algo más que de simples problemas ambientales, nos enfrentamos a una auténtica crisis ambiental y la gravedad de la crisis se manifiesta en su carácter global.

La Educación Ambiental: una respuesta a la crisis ambiental

Desde los años sesenta, cuando se cuestionó el modelo de crecimiento establecido y se denunció el impacto que sobre el medio ambiente producía, los diagnósticos realizados sobre la crisis ambiental han sido numerosos. Poco a poco, el ser humano empieza a realizar una nueva lectura del medio en el que está inmerso y una nueva cosmovisión, una nueva percepción de la relación ser humano-sociedad-medio, va abriéndose paso.

En no pocos de los informes y manifiestos que van apareciendo a lo largo de estos años se plantea la necesidad de adoptar medidas educativas (entre otras) para frenar el creciente deterioro del planeta.

Las relaciones entre educación y medio ambiente no son nuevas, sin embargo, la novedad que aporta la educación ambiental es que el medio ambiente, además de medio educativo, contenido a estudiar o recurso didáctico, aparece con entidad suficiente como para constituírse en finalidad y objeto de la educación.

De esta forma, aunque sus raíces son antiguas, la educación ambiental, como la entendemos hoy en día, es un concepto relativamente nuevo que pasa a un primer plano a finales de los años sesenta.

Estos planteamientos alcanzan rápidamente un reconocimiento institucional. Así por ejemplo, en el ámbito internacional, ha sido la Organización de las Naciones Unidas, a través de sus organismos (UNESCO y PNUMA fundamentalmente), la principal impulsora de estudios y programas relativos a la educación ambiental. Sin embargo, no podemos reducir este proceso de desarrollo a su vertiente institucional. Es preciso reconocer el esfuerzo de innumerables entidades, organizaciones de carácter no gubernamental y educadores que han contribuido, a veces de forma anónima, no sólo a la conceptualización de la educación ambiental sino, sobre todo, a su puesta en práctica.

Funciones de la Educación Ambiental

Un propósito fundamental de la educación ambiental es lograr que tanto los individuos como las colectividades comprendan la naturaleza compleja del medio ambiente (resultante de la interacción de sus diferentes aspectos: físicos, biológicos, sociales, culturales, económicos, etc.) y adquieran los conocimientos, los valores y las habilidades prácticas para participar responsable y eficazmente en la prevención y solución de los problemas ambientales y en la gestión de la calidad del medio ambiente.

La educación ambiental resulta clave para comprender las relaciones existentes entre los sistemas naturales y sociales, así como para conseguir una percepción más clara de la importancia de los factores socioculturales en la génesis de los problemas ambientales. En esta línea, debe impulsar la adquisición de la conciencia, los valores y los comportamientos que favorezcan la participación efectiva de la población en el proceso de toma de decisiones. La educación ambiental así entendida puede y debe ser un factor estratégico que incida en el modelo de desarrollo establecido para reorientarlo hacia la sostenibilidad y la equidad.

Por lo tanto, la educación ambiental, más que limitarse a un aspecto concreto del proceso educativo, debe convertirse en una base privilegiada para elaborar un nuevo estilo de vida. Ha de ser una práctica educativa abierta a la vida social para que los miembros de la sociedad participen, según sus posibilidades, en la tarea compleja y solidaria de mejorar las relaciones entre la humanidad y su medio.

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Objetivos de la Educación Ambiental

  • Conciencia: Ayudar a las personas y a los grupos sociales a que adquieran mayor sensibilidad y conciencia del medio ambiente en general y de los problemas conexos.
  • Conocimientos: Ayudar a las personas y a los grupos sociales a adquirir una comprensión básica del medio ambiente en su totalidad, de los problemas conexos y de la presencia y función de la humanidad en él, lo que entraña una responsabilidad crítica.
  • Actitudes: Ayudar a las personas y a los grupos sociales a adquirir valores sociales y un profundo interés por el medio ambiente que los impulse a participar activamente en su protección y mejoramiento.
  • Aptitudes: Ayudar a las personas y a los grupos sociales a adquirir las aptitudes necesarias para resolver los problema ambientales.
  • Capacidad de evaluación: Ayudar a las personas y a los grupos sociales a evaluar las medidas y los programas de educación ambiental en función de los factores ecológicos, políticos, económicos, sociales, estéticos y educacionales.
  • Participación: Ayudar a las personas y a los grupos sociales a que desarrollen su sentido de responsabilidad y a que tomen conciencia de la urgente necesidad de prestar atención a los problemas del medio ambiente, para asegurar que se adopten medidas adecuadas al respecto.

Definidos en el Seminario Internacional de Educación Ambiental de Belgrado. 1975

 Educación y gestión ambiental

Previamente ha quedado planteado el carácter estratégico que la educación ambiental tiene en el proceso hacia el desarrollo sostenible. Sin embargo, es evidente que la acción educativa, por sí sola, no es suficiente para responder al reto ambiental. “Para contribuir con eficacia a mejorar el medio ambiente, la acción de la educación debe vincularse con la legislación, las políticas, las medidas de control y las decisiones que los gobiernos adopten en relación al medio ambiente humano”. (UNESCO).

La educación es, a la vez, producto social e instrumento de transformación de la sociedad donde se inserta. Por lo tanto, los sistemas educativos son al mismo tiempo agente y resultado de los procesos de cambio social. Ahora bien, si el resto de los agentes sociales no actúa en la dirección del cambio, es muy improbable que el sistema educativo transforme el complejo entramado en el que se asientan las estructuras socioeconómicas, las relaciones de producción e intercambio, las pautas de consumo y, en definitiva, el modelo de desarrollo establecido.

Esto implica la necesidad de incluir los programas de educación ambiental en la planificación y en las políticas generales, elaboradas a través de la efectiva participación social. Demasiadas veces se cae en la tentación de realizar acciones atractivas, con una vistosa puesta en escena y grandes movimientos de masas, que no comprometen demasiado ni cuestionan la gestión que se realiza. La educación ambiental debe integrarse con la gestión (“la mejor educación es una buena gestión”) y no ser utilizada como justificación ante las posibles deficiencias de ésta.

El reto que tenemos planteado hoy en día es el de favorecer la “transición” hacia la sostenibilidad y la equidad, siendo conscientes de que esta transición requiere profundos cambios económicos, tecnológicos, sociales, políticos, además de educativos. Así pues, aun reconociendo las enormes potencialidades de la Educación Ambiental, no podemos convertirla en una falsa tabla de salvación.

Ecoportal.net

Fuente

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Casi la mitad de las escuelas del mundo no tiene ni jabón

Por: Tiziana Trotta

Más de un tercio de las escuelas en el mundo (34%) no dispone de saneamiento adecuado, una situación que atañe a 620 millones de niños, según un nuevo informe de Unicef y la Organización Mundial de la Salud, Agua potable, saneamiento e higiene en las escuelas, presentado este martes en Estocolmo el marco de la Semana Mundial del Agua. El número de afectados crece hasta los 900 millones si tomamos en cuenta el acceso a servicios básicos de higiene como jabón, ausentes en casi la mitad (47%) de los centros de estudio.

Unos 570 millones de estudiantes también tienen que enfrentarse a la falta de agua potable en el 31% de las escuelas. Alrededor de la mitad de los centros educativos de Oceanía o África Subsahariana, así como dos tercios de los de Asia central y del sur, dispone de este servicio básico. En las zonas rurales, la cobertura es aún más baja.

Las carencias son generalmente más pronunciadas en las primarias y las infantiles, ya que una de cada tres no dispone de agua limpia y saneamiento adecuado, mientras que la proporción en las secundarias es de una cada cuatro.

La diarrea relacionada con la falta de servicios de agua y saneamiento, según el informe, es responsable de la muerte de un menor de cinco años cada dos minutos. Además, afecta a la presencia de chicas en las aulas, quienes se ven obligadas a renunciar a las clases durante el ciclo menstrual. Por ejemplo, en el sur de Asia, una de cada tres alumnas deja de ir a la escuela unos días al mes por esta razón, como destaca un reciente informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y WaterAid.

Las diferencias en el interior de la misma región pueden ser muy marcadas, según el estudio elaborado sobre la base de datos de 152 países entre 2000 y 2016. En África Subsahariana, por ejemplo, apenas el 12% de las escuelas de Sierra Leona dispone de servicios básicos de saneamiento, mientras que la isla Mauricio y las Seychelles han logrado la cobertura universal. Estos problemas llegan hasta Europa. En Croacia, por ejemplo, este porcentaje es de apenas el 34%.

Un 12% de las escuelas presenta servicios de saneamiento limitados, es decir, instalaciones básicas sin separación por sexo o que no podían ser utilizadas durante la realización del informe, mientras que en un 23% de los casos este servicio no estaba disponible. Esta última situación es muy común en África Subsahariana y en Asia del Sur y del Este, donde afecta a un tercio de las escuelas. Incluso cuando los centros disponen de infraestructuras, menos de la mitad son accesibles para personas con movilidad limitada.

“Las escuelas son un punto de partida importante para mejorar los hábitos de higiene de toda la familia, ya que los niños transmiten a sus padres lo que aprenden en las aulas”, explica Tom Slaymaker, de Unicef. El experto admite que las metas marcadas por los Objetivos de Desarrollo Sostenible en este ámbito (acceso para todos a agua asequible y limpia, así como a servicios de saneamiento e higiene adecuados) son muy ambiciosas y los obstáculos, muchos. “Es preferible que cada país fije sus propios objetivos de manera realista, según su contexto. La financiación, por ejemplo, sigue siendo un problema en muchos países”. En otros, en cambio, se trata más bien de empezar a pensar de manera distinta. “No es solo una cuestión de construir infraestructuras. Hay que plantearse también cómo asegurarse su manutención y funcionalidad a largo plazo”, asegura.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2018/08/28/planeta_futuro/1535448554_657812.html

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De la Educación Emocional: El Neuroneoliberalismo Capitalista Fascista.

Por: Miguel Andrés Brenner

Facultad de Filosofía y Letras

Universidad de Buenos Aires

Febrero de 2019 

“No se puede tener éxito solo dependiendo de nuestras facultades intelectuales,

sino que el manejo correcto de nuestras emociones

son la piedra angular del éxito.”

Daniel Goleman

 

“Las conexiones existentes entre el sistema órbitofronal y el sistema límbico son tan cuantiosas que algunos neurocientíficos han bautizado este sistema con el nombre de ‘córtex límbico’, la parte pensante del cerebro emocional.”

Daniel Goleman

SUMARIO

  • En el inicio presentamos una problemática, la referida a la educación emocional.
  • ¿Qué es la educación emocional?
  • Elementos de la Inteligencia Emocional.
  • Definición de Inteligencia Emocional.
  • ¿Cómo se educa emocionalmente?
  • Perspectiva crítica: prolegómenos.
  • Las emociones no se enseñan: mirada crítica.
  • ¿No habrá que hacer otra lectura? El neuroneoliberalismo capitalista fascista.

A modo de inicio

La casi totalidad de los docentes ignora el significado de lo que dentro del neoliberalismo capitalista se denomina “educación emocional”, más allá del significado que cada uno, por su propia cuenta y de manera equívoca, le otorgue a ese término. Por otro lado, ningún país, al menos hasta la fecha, hace de la misma una práctica efectiva a nivel del sistema escuela, independientemente de las experiencias acotadas y coyunturales que existen. Entonces, la pregunta de inicio es la siguiente: “¿por qué abordamos el tratamiento de la educación emocional si no se encuentra generalizada, si hay un desconocimiento global de la misma?” Atinamos la siguiente respuesta: “porque en los documentos del establishment, entre otros los del G-20 del 2018, se le presta crucial importancia, sin la que no sería posible educación alguna”. O sea, es ella la que da sentido a la escuela pensada desde los criterios del poder hegemónico, considerando que el mismo se asienta en un capitalismo de base financiera – especulativa y parasitaria-, globalizado y neoliberal, colonizador y depredador. Ése es su espíritu.

En nuestro país, Argentina, varias jurisdicciones han sido tomadas como punta de lanza en tal sentido, valga a saber:

  • La Provincia de Entre Ríos. Ley de Educación Emocional nº 754180/2016
  • La Provincia del Neuquén. Ley de Educación Emocional nº 11.267/2017
  • La Provincia de Misiones. Ley de Educación Emocional VI nº 209/2018
  • La Provincia de Corrientes. Ley de Educación Emocional nº 6398/2018
  • Otros: a) La Provincia de San Juan no tiene ley especial, pero se encuentra en el marco de la Ley Provincial de Educación. b) En la Provincia del Chubut se encuentra como proyecto de ley. c) La Provincia de Mendoza se encuentra en gestión para la elaboración de un proyecto de ley. d) En la Provincia de Buenos Aires aún no hay proyecto, pero funciona dentro del Programa Red de Escuelas de Aprendizaje que afecta a 2000 escuelas.
  • A nivel nacional existe la intención de formular un proyecto de ley, auspiciado por Lucas Malaisi, presidente de la Fundación Educación Emocional Argentina.[1]

Pero, ¿en qué consiste la educación emocional?

 

¿Qué es la educación emocional?

Daniel Goleman (1998: 210), en su libro La práctica de la inteligencia emocional afirma que, a la hora de tener éxito en la vida, la inteligencia cognitiva tiene un impacto de entre un 10 y un 20% y la inteligencia emocional entre un 80 y un 90%[2]. ¿Y cuáles son las emociones? En 1972, el psicólogo Paul Ekman[3], a quien Goleman cita varias veces, sugiere que existen seis emociones básicas que son universales a lo largo de las culturas humanas: miedo, asco, enfado, sorpresa, felicidad, tristeza. Mientras Goleman, Daniel (1996: 242) en su obra “Inteligencia emocional” establece una clasificación algo diferente: ira, tristeza, miedo, alegría, amor, sorpresa, aversión y vergüenza.[4]

¿Y qué es una emoción?: Una emoción es una reacción subjetiva que experimentamos ante algún estímulo, interno o externo, que viene acompañada de cambios orgánicos (fisiológicos y endocrinos) de origen innato, influidos por la experiencia.[5]

La definición dentro del encuadre de la Inteligencia Emocional, en vez de estímulo interno o externo, dice “ante un ambiente”, porque insiste más que nada en las “demandas del ambiente”. Es que, en realidad, lo que más importa son las demandas del ambiente a las que el individuo debe adaptarse, cuestión que veremos a lo largo de nuestra indagación.

Para comprender qué significa la educación emocional, ante todo, resulta relevante conocer cuáles son los elementos de la inteligencia emocional.

Elementos de la Inteligencia Emocional

El teórico más importante de la Inteligencia Emocional, el psicólogo estadounidense Daniel Goleman (1996: 238-239), señala que los principales componentes que integran la Inteligencia Emocional son los siguientes[6]:

  • Autoconocimiento emocional (o autoconciencia emocional). Se refiere al conocimiento de nuestras propias emociones y sentimientos[7] y cómo nos influyen. Es importante reconocer la manera en que nuestro estado anímico afecta a nuestro comportamiento, cuáles son nuestras capacidades y cuáles son nuestros puntos débiles. Mucha gente se sorprende de lo poco que se conocen a ellos mismos. Por ejemplo, puede incidir negativamente cuando no se toman decisiones al padecer de un estado psicológico poco equilibrado. O bien, tanto si nos encontramos demasiado alegres y excitados, como si estamos tristes y melancólicos, las decisiones que tomemos estarán mediadas por la poca racionalidad.
  • Autocontrol emocional (o autorregulación). El autocontrol emocional nos permite reflexionar y dominar nuestros sentimientos o emociones, para no dejarnos llevar por ellos ciegamente. Consiste en saber detectar las dinámicas emocionales, saber cuáles son efímeras y cuáles son duraderas. Si fuéramos esclavos de la emoción del momento estaríamos continuamente actuando de forma irresponsable o impulsiva, y luego nos arrepentiríamos.
  • Automotivación. Enfocar las emociones hacia objetivos y metas nos permite mantener la motivación y establecer nuestra atención en las metas en vez de en los obstáculos. En este factor es imprescindible cierto grado de optimismo e iniciativa, de modo que tenemos que valorar el ser proactivos y actuar con tesón y de forma positiva ante los imprevistos.
  • Reconocimiento de emociones en los demás (o empatía). Las relaciones interpersonales se fundamentan en la correcta interpretación de las señales que los demás expresan de forma inconsciente, y que a menudo emiten de forma no verbal. La detección de estas emociones ajenas y sus sentimientos que pueden expresar mediante signos no estrictamente lingüísticos (un gesto, una reacción fisiológica, un tic) nos puede ayudar a establecer vínculos más estrechos y duraderos con las personas con que nos relacionamos. Las personas empáticas son las que, en general, tienen mayores habilidades y competencias relacionadas con la Inteligencia Emocional.
  • Relaciones interpersonales (o habilidades sociales). Una buena relación con los demás es una fuente imprescindible para nuestra felicidad personal e incluso, en muchos casos, para un buen desempeño laboral. Y esto pasa por saber tratar y comunicarse con aquellas personas que nos resultan simpáticas o cercanas, pero también con personas que no nos sugieran muy buenas vibraciones. Es una de las claves de la Inteligencia Emocional. En definitiva, la Inteligencia Emocional nos ayuda a pensar en las causas que han desencadenado que otros se comporten de un modo que nos hace sentirnos de un modo determinado, en vez de empezar pensando en cómo nos sentimos y a partir de ahí decidir cómo reaccionaremos ante lo que otros digan o hagan.

 

Definición de la Inteligencia Emocional

En términos genéricos podemos afirmar que…

  • La inteligencia emocional es la capacidad para reconocer sentimientos propios y ajenos y la habilidad para manejarlos. Algunos ejemplos pueden ser saber escuchar a los demás, ser agradable en las relaciones, no derrumbarse ante la presión, irritarse con facilidad o tener buen humor, etc.
  • De ahí que el Nuevo Modelo adopte una nueva asignatura: la educación socioemocional basado en el coaching[8]: programa de los años noventa para implementar personas emprendedoras, resistentes al fracaso pero que se sienten plenas “socioemocionalmente”, y que están en la mejor de las disposiciones para salir día a día con buen rostro hacia su lugar de trabajo y aguantar todo tipo de insultos, represiones y días de explotación monótona.[9]

 

¿Cómo se educa emocionalmente?

Importa la aclaración siguiente: cuando dentro de este encuadre se dice “educación”, no se alude a la “enseñanza”, sino al “entrenamiento”. La educación emocional no se enseña, se entrena. Por otro lado, hay algo que excede a un tratamiento académico, en razón de que difícilmente puedan comprenderse lo que las “técnicas” son si no se las vivencia. Dado ello, ya que no siempre es posible la vivencia señalada, valga la recomendación, al menos, de percibirlas/apreciarlas en ejemplos que se visibilizan mediante videos, por ejemplo, los de youtube, alguno de los cuales son:

Veamos algunas técnicas.

  1. Autoestima y autoconocimiento
    • Las diferentes caras del yo:El primer paso es conocerse a uno mismo para después aceptarse tal y como somos. Por eso esta actividad se centra en ayudar a los más pequeños a reflexionar sobre cómo son en diferentes ámbitos: en la familia, la escuela, la relación con los demás, etc.
    • El ovillo:Todo un empujón de autoestima, ya que consiste en que los demás nos digan las cosas buenas que ven en nosotros. Muy adecuada cuando nuestros estudiantes no saben valorarse o tienen una baja autoestima.
    • Los tres saltos:Una técnica para recapacitar sobre lo poco que nos valoramos habitualmente a nosotros mismos y cómo frecuentemente podemos conseguir mucho más de lo que nos pensábamos en un primer momento.
  2. Control de las emociones negativas
    • Técnica de la tortuga:Una interesante opción para que los más pequeños aprendan a manejar su ira, que les ayuda a controlar el enfado en el momento en que crean que están a punto de tener un comportamiento negativo impulsivo.
    • Técnica del semáforo:Otra genial manera de aprender a gestionar las emociones negativas es esta técnica, que se basa en asociar los colores del semáforo con las emociones y la conducta.
  3. Empatía
    • El explorador de las emociones:Una actividad para ayudar a los pequeños a desarrollar la empatía y reconocer las emociones ajenas, planteado como un juego de pistas. ¡Lo pasarán en grande mientras aprenden!
    • El valor de la tolerancia: Este juego pretende que los estudiantes tomen conciencia de sus propios juicios y aprendan a respetar los de los demás, basado en debatir en torno a distintas situaciones discriminatorias o conflictivas.
  4. Asertividad
    • Disco rayado:Con esta técnica aprenderás a comunicar tus deseos y sentimientos de una forma tranquila, pero sin dejar que tus necesidades se sometan a las de otras personas, siempre desde la autoconfianza y el respeto al otro.
    • Tortuga, dragón y persona:Para enseñar a los más pequeños a comunicarse de forma asertiva, sin dañar a los demás, trabajando así la capacidad de perder el miedo a expresarse sin ser agresivos.
  5. Frustración
    • “No lo sé”: Técnica que pretende evitar el sentimiento de frustración o el miedo al ridículo que podemos sentir al no saber la respuesta a una pregunta, fomentando la curiosidad por el aprendizaje de cosas nuevas.[10]

Variados ejemplos más para el entrenamiento (apreciar la función de entrenar)

  • Plumas

En parejas se sientan en frente uno del otro. La persona que va a recibir el masaje cierra los ojos y la otra toma la pluma. Pasamos con la pluma por las distintas partes de su cara, haciendo formas y movimientos. También se pueden tomamos las manos y acariciarlas con la pluma. Después hay que cambiar los papeles.

  • Pelotas anti estrés

Pelotas blanditas para apretar fuerte cuando se está nervioso o enfadado, estrujándolas y dándoles diferentes formas.

  • Bote de la calma

Al mirarme piensa que tus pensamientos son como la brillantina. Si me agitas, la brillantina está revuelta. Si me calmo, la brillantina está tranquila en el fondo. Hay que mover la botella de la calma y concentrarse en cómo se mueve la brillantina y cómo pasa de un estado de nerviosismo y exaltación a la calma y tranquilidad.

  • Vela

Se enciende una vela y el estudiante simplemente observar su llama, enfoca su atención y libera la mente de cualquier otro pensamiento. Cuando la llama esté interiorizada en su cabeza que cierre los ojos y la visualice, que recuerda su color, su forma, cómo bailaba la llama.  Si se ‘pierde’ que vuelva a abrir los ojos y se centre de nuevo en la llama.

  • Diamantes

Se coloca una bolsita de diamantes encima de la tripa y se observa cómo sube y baja cuando respiramos (si no se mueve es que no se está respirando bien). Luego, hay que sacar todos los diamantes de la bolsita y volver a meternos de uno en uno despacio, contándolos, observando sus colores, palpando su forma… ¿Falta alguno?

  • Soplador de pompas

Hay que respirar e intentar hacer pompas con calma. Mirar cómo vuela la pompa y seguirla.

  • Gusano

Este gusano tiene ganas de salir, pero solo puede andar pasito a pasito y en línea recta. Hay que ayudarle soplando y mirar cuánto es capaz de recorrer.

  • Cubo de las emociones

¿Cómo te sientes? ¿Estás triste, nervioso, alegre…? Hay que tirar el dado, identificar qué emoción es, recordar una situación que te hizo sentir así y compartirla.

  • Ruleta posturas de yoga

Girar la ruleta y practicar sus diferentes posturas.

  • Comecocos emocional.

Un juego de papiroflexia para jugar a trabajar las emociones y a expresarlas de manera muy divertida. [11]

Como aparece en variados textos[12], siempre hay que tener en cuenta las siguientes pautas:

¿Cómo se pueden controlar las emociones?

  1. Intentar no pensar en lo que te preocupa. …
  2. Relajarte y respirar hondo… …
  3. Liberar la tensión por otras vías. …
  4. Presionarte para tener pensamientos positivos. …
  5. Intenta recordar tus virtudes y éxitos. …
  6. Distrae tu atención hacia un asunto concreto. …
  7. Piensa en tu futuro más inmediato.

Perspectiva crítica: prolegómenos

Cuando Esteban Bullrich (2016) fue Ministro de Educación y Deportes de la Nación Argentina afirmó la importancia de “…crear argentinos que sean capaces de vivir en la incertidumbre y disfrutarla.” [13] A tal efecto, aunque Bullrich en este caso no lo aclara explícitamente, se requiere de la educación emocional. Paradójicamente, el capital a efectos de la inversión requiere de certidumbre económica, jurídica, social y política.[14] Es decir, la educación emocional apunta al individuo, mientras que el “fundamento” del mismo sería “el capital” bajo connotaciones de “certeza”. Dicho capital sería como una especie de “absoluto”, que ni ameritaría encontrarse bajo la crítica de la “muerte del Absoluto”. Esta apreciación implica una crítica a todas las filosofías contemporáneas que signan, sin más, nuestra época como de incertidumbre, pues en última instancia son ideológicas, como “falsa conciencia”, desde la que se producen discursos sugestivos, persuasivos, en tanto, a la vez, ocultan las relaciones de opresión del capitalismo vigente.

En el plano mundial, el G-20 se reunió en la Provincia de Mendoza, septiembre de 2018, para trabajar el capítulo específico de educación. A su vez, hacia fines de noviembre, en la Ciudad de Buenos Aires, aconteció el cierre de todas las diversas reuniones/áreas/capítulos dentro de ese marco. Entre otros, rescatamos tres párrafos:

“…muchos estados nacionales aún están aprendiendo a implementar las reformas y las medidas compensatorias necesarias para crear entornos escolares adaptables, donde los niños puedan aprender, construir y, sobre todo, aplicar habilidades cognitivas básicas y elevadas, así como habilidades socioemocionales[15], para resolver problemas complejos en entornos desconocidos.”[16]

“…es relevante que los Estados miembros lleguen a un acuerdo sobre qué marco usarán para definir, realizar un seguimiento y evaluar las habilidades, en especial, las que se encuentran en el dominio socioemocional[17]. Por ejemplo, entre otros asuntos, los gobiernos deben determinar si se enfocarán en los métodos de evaluación biométricos[18], psicométricos y experimentales de las habilidades socioemocionales[19], la frecuencia con que se recopilarán estos datos, así como sus mecanismos de validez y fiabilidad.”[20]

“Fomentar la inclusión de habilidades no cognitivas, tales como las habilidades socioemocionales[21] a lo largo del currículo.”[22]

Obviamente, los “entornos desconocidos” no debieran serlo para el capital, en particular el financiero. Pero, dejemos para más abajo las críticas prioritarias a esta concepción.

 

Las emociones no se enseñan: mirada crítica

Las cualidades más significativas de la educación emocional tienen que ver con lo siguiente:

  • “Las emociones no se enseñan.” Predomina, aquí, el adiestramiento, tan criticado por el filósofo de la educación de origen norteamericano John Dewey. Dewey, John (1967: 39)[23] explicita lo siguiente: “Cuando las cosas tienen un sentido para nosotros… sabemos lo que hacemos; cuando no lo tienen, actuamos de un modo ciego, inconsciente, ininteligente.” “…en la respuesta simplemente ciega, la dirección es también ciega. Podrá haber adiestramiento, pero no educación.” Valga la argumentación por cuanto al decir que las emociones no se enseñan, es porque se entrenan.
  • “Las emociones se entrenan, en principio hay que controlarlas para manejar las propias pulsiones.”[24] Predomina, aquí, una visión psicologista de toda la realidad, donde el “individuo” sería la base de todo constructo[25] social, político y económico.
  • “Conocer y manejar las propias emociones a fin de lograr el éxito en los propios objetivos y a su vez, conociendo las propias emociones poder manipular las emociones ajenas en función de la adaptabilidad meritocrática dentro del perfil emprendedurista. La manipulación puede suceder en espacios familiares, escolares, laborales, amorosos.” Predomina, aquí, la negación de la responsabilidad por el otro[26], sin responsabilidad ético/ política/ social, en tanto se manipula a los otros para conseguir fines personales que, en última instancia, acreditarían el mérito individual.

Las emociones no deben considerarse como meramente individuales, se encuentran dentro de entramados ideológicos e intersubjetivos. Las emociones se encuentran cargadas se significados, de sentidos sociohistóricos. La pura emoción no existe, hay una organización ideológica que le da sentido.

Importan la competencia moral, profesional y la emocional en el modelo del buen gestor. El buen gestor de una empresa o una institución es el buen gestor de su propio yo. El imperativo es controlar y controlarse. Pero, un interrogante crucial es el que nos inquieta: ¿quién controla, por qué, a favor de quién y para qué?

El concepto de “inteligencia emocional”, ha venido en ayuda del capitalismo emocional: “aquello que uno siente” es la base misma desde la que uno conoce. Mediante la afirmación de que existen diversos tipos de inteligencias, y no sólo diversas estrategias para analizar un problema, en realidad lo que se ha logrado no es democratizar la inteligencia, sino crear una nueva estratificación social. Hoy los tests en psicología laboral pretenden medir “científicamente” las capacidades emocionales de los candidatos a acceder a determinados tipos de trabajos y se multiplican los “talleres de habilidades emocionales”, que sirven para dar trabajo a miles de psicólogos y para producir ideología destinada a cientos de miles de maestros y profesores en todo el mundo. Que sirven para culpabilizarles si no dan los resultados estandarizados que de ellos se esperan. Así la racionalización del mundo conquista el que (por el momento) era el último bastión de la subjetividad y las emociones han sido “normalizadas”; ya son aptas para ponerlas a trabajar en cualquier aspecto de la vida. Las emociones serían una mercancía más, así, al decir de Illouz, Eva (2007:138-139) “…la salud emocional se convierte en una nueva mercancía que se hace circular y se recicla en lugares económicos y sociales que adoptan la forma de un campo.”[27] . Los problemas emocionales se gestionan según una lógica económica, de inversión, una pérdida o ganancia (ajeno al ideal romántico: gratuidad y pasión). Sin embargo, desde Daniel Goleman, tanto la inteligencia como la acción social tendrían una base emocional, y de ahí el requerimiento de su educación, la educación emocional.

Y en cuanto a la normalización de las emociones, valga el párrafo citado más arriba, producido en el marco del G – 20, Buenos Aires 2018: “…los gobiernos deben determinar si se enfocarán en los métodos de evaluación biométricos, psicométricos y experimentales de las habilidades socioemocionales, la frecuencia con que se recopilarán estos datos, así como sus mecanismos de validez y fiabilidad.”

La consideración neoliberal de las problemáticas sociales se desplazan al ámbito de las emociones. En el neoliberalismo la cuestión de la vulnerabilidad afectiva se resuelve en la “gestión de los afectos”. En tanto “el Mercado” predomine en la constitución de la subjetividad, se debilitan la cohesión social y las solidaridades. Ante ello, para el aprendizaje, el Estado descentraliza su responsabilidad en las emociones de los individuos.

Y en cuanto al adiestramiento, consideremos que en el discurso educativo hablamos con metáforas, en este caso la del “entrenamiento”. Entrenar, definición de la RAE.: como transitivo, ‘preparar [a personas o animales] en una práctica, especialmente deportiva’. Se entrena mediante la repetición mecánica. El entrenamiento de tipo físico, por ejemplo, es casi mecánico ya que consiste en llevar a cabo series de ejercicios previamente establecidas para desarrollar ciertas habilidades o aumentar la musculatura. Como lo habíamos anticipado, según John Dewey (1967) en “Educación y Democracia”, la diferencia entre adiestrar y educar es que en el adiestramiento no se comprende el sentido de la acción, mientras que sí se comprende en la educación. Dicho sentido, en última instancia, para el pensador norteamericano, involucra al fin de la educación, que es la plena participación de los ciudadanos en la democracia. Y, desde la perspectiva de Paulo Freire, dicho sentido quiere decir una comprensión crítico/creativa/liberadora, que se muestra en una opción significativo-práctica: “la educación para qué, la educación en favor de quiénes, la educación contra qué”, pues “a las clases sociales dominantes no les gusta la práctica de una opción orientada hacia la liberación de las clases dominadas.”[28] O, dicho de otra manera, en el último libro que publicó algunos meses antes de morir en 1997, dedicado a los profesores de la escuela secundaria, “Pedagogía de la Autonomía”: “Nadie puede estar en el mundo, con el mundo y con los otros de manera neutral. No puedo estar en el mundo, con las manos enguantadas, solamente comprobando. En mí la adaptación es sólo el camino para la inserción, que implica decisión, elección, intervención en la realidad.” Y de ahí la negación del estudiar sin compromiso. Es por ello la relevancia de preguntas que inspiren la praxis educativa: “¿En favor de qué estudio? ¿En favor de quién? ¿Contra qué estudio? ¿Contra quién estudio?” (Freire, P.: 2004, 24-25)[29]

Lo que importa, como se reitera en tantos discursos del neoliberalismo pedagógico, son las “habilidades” y no tanto los contenidos, bajo el argumento que los contenidos en un mundo cambiante dejan de ser útiles al poco tiempo. El problema radica en que el “solo ejercitar es ciego”, mientras que su finalidad, dentro del neuroneoliberalismo capitalista fascista, se impone desde los intereses mercantiles que establecen los contenidos a partir de plataformas digitales que se comercializan. Parafraseando libremente una expresión kantiana, podemos decir que “el solo ejercitar es ciego, y los meros contenidos son vacíos”. Pero, lo más grave es que se disocian las emociones de la ética, por lo que desaparece el perfil ético político de la educación.

¿No habrá que hacer otra lectura? El neuroneoliberalismo capitalista fascista

El fascismo.

Este tópico amerita un conjunto de aclaraciones. En primer lugar, el apelativo fascismo en el contexto de la educación emocional.

El fascismo puede definirse de muchas maneras, todas ellas parciales. Según la época y el lugar, ha consistido en el secuestro del Estado por parte de intereses privados, o en el encuadramiento de la sociedad dentro de un esquema cuartelario, o en la creación de mecanismos más o menos brutales para eliminar el disenso frente al poder (es conocida la expresión: el mejor enemigo es el enemigo muerto). A veces estas características se combinan. En general, el fascismo requiere de un líder carismático, pero no siempre. Es una reacción agresiva de la mayoría contra las minorías, que no se basa en ideas, sino en sentimientos que hay que azuzar al máximo. El miedo, la raza, la patria, la bandera, la religión, la frustración, el pasado, que pueden suscitar violentas emociones colectivas. El fascismo que viene cuenta con la capacidad de destruir la democracia en nombre de la democracia.[30]

Thomas Hobbes, en el siglo XVIII, hace hincapié en el “miedo”, tan vigente en regímenes totalitarios o pseudodemocráticos. Sostiene que, ante el miedo, el individuo cede toda su voluntad al Leviatán a cambio de seguridad. Cada individuo, por miedo, se somete al Leviatán. Mirado desde el fascismo, este último requiere del “miedo”, y de ahí las políticas del miedo que, en última instancia son “miedo al otro”. En este aspecto, aún puede hablarse de “necropolítica”. Achille Mbembe (2011: 14-15)[31] acuña este término para aludir a la “economía de la muerte”. “Se alude en Necropolitica a la cosificación del ser humano propia del capitalismo, que explora las formas mediante las cuales las fuerzas económicas e ideol6gicas del mundo moderno mercantilizan y reifican el cuerpo: se estudia de que manera éste se convierte en una mercancía más, susceptible de ser desechada, contribuyendo a aniquilar la integridad moral de las poblaciones. Las personas ya no se conciben como seres irreemplazables, inimitables e indivisibles, sino que son reducidas a un conjunto de fuerzas de producci6n fácilmente sustituibles.” Es la política basada en la idea de que para el poder unas vidas tienen valor y otras no. No es tanto matar a los que no sirven al poder sino dejarles morir, crear políticas en las que se van muriendo. Según Mbembe (2011: 75) “…en nuestro mundo contemporáneo, las armas se despliegan con el objetivo de una destrucción máxima de las personas y de la creación de mundos de muerte, formas únicas y nuevas de existencia social en las que numerosas poblaciones se ven sometidas a condiciones de existencia que les confieren el estatus de muertos-vivientes.”[32]

La concepción implicada en la educación emocional es la del miedo al otro. La salud se considera como el estado de bienestar del individuo[33]. Y de ahí que sea necesaria ese tipo de educación, bajo la forma de entrenamiento. Y, como sostiene su conveniencia, Lucas Malaisi[34], vale la pena “cuando el chico está sano, antes que enferme”, como si hubiera una especie de salud primigenia, antes del contacto del individuo con el medio social, con el otro.

De esa manera podrían llegarse, supuestamente, a manejar los “entornos desconocidos”. En el fondo, aparece el miedo al futuro, y dicho miedo donde el “otro” sería la fuente de la enfermedad social. Es que la posibilidad de un mundo mejor o utopía se troca en la posibilidad de un mundo peor o distopía, y ésta es la que habría que aprender a evitar. Esos entornos desconocidos se relacionan a la incertidumbre que sería provocada por los cambios tecnológicos ante los cuales, si el individuo no se encuentra preparado, la vida sería plena de no disfrute, de infelicidad, de inadecuación, de conflictos. Ya no una incertidumbre provocada por la inhumanidad del presente capitalismo, sino por los vertiginosos cambios tecnológicos ante los que el individuo se encontraría sin poder adaptarse a los mismos por mérito propio.

No por nada, Hannah Arendt (1988: 382) afirma: “…el miedo y la impotencia de la que surge el miedo son principios antipolíticos y lanzan a los hombres a una situación contraria a la acción política, así la soledad y la deducción lógico-ideológica de lo peor que procede de ella representa una situación antisocial y alberga un principio destructivo para toda la vida humana en común.”[35]

Y mencionando al totalitarismo, no es un dato menor el significado de la propaganda política según Joseph Goebbels, quien estableció sus once principios, todos ellos sustentados en la afectividad del receptor con la finalidad de movilizar su mente y cuerpo. La educación en el fascismo partía de la adhesión de la voluntad/afecto al régimen[36], al Führer. No es aquí el Mercado quien digita el sentido de las emociones, sino un régimen político. Lo que más importa es la adhesión de los afectos, base constitutiva de las creencias acerca de la realidad.[37]

El fascismo neoliberal capitalista.

El temor o miedo es a la incertidumbre en la vida cotidiana, con un sin sentido o distopía. La pregunta “¿acaso soy yo el guarda de mi hermano?”[38] no se troca en su opuesto, sino en ausencia de la misma pregunta y, en última instancia, “culpabilizar al otro como chivo expiatorio, que en realidad es tan víctima como yo”. Tal víctima es ocasionada a partir del capital financiero, que circula imaginariamente -ficticiamente, fantasiosamente-, y cuya fantasía es más real que la realidad misma. El “capital ficticio”[39], “la circulación imaginaria del capital”, donde “el más dinero” surge del mismo dinero -movimiento que niega la plusvalía, pues parasitariamente corroe la producción de bienes materiales-. El capital ficticio, especulativo/parasitario, es posible a partir de la orientación otorgada a las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación. Precisamente, desde ese capitalismo financiero debe comprenderse la base de despegue de la presente incertidumbre.

En dicho plexo aparece un nuevo tipo de alienación, alienación hiperbólica: el valor intimidad convertido en valor de cambio o mercancía, la carne humana (sarx, σάρξ –basar en hebreo-) convertida en “ajena a sí misma”. Los “big data” y la inteligencia artificial confluyen en la institución de un nuevo panóptico, ya no el de Jeremy Bentham explicitado por Michel Foucault, sino el “panóptico digital”, según el decir de Byung-Chul Han[40]. La intimidad se presenta como redituable al capital en dos sentidos: las tasas de ganancias y el control de la “carne, cerebro y nervios” (sentido semita de la expresión). Quiere decir que la intimidad ingresa subrepticiamente según determinados algoritmos en las redes del mercado a partir de la solicitud de una demanda cuyo requerimiento es la de una información que reditúe en la orientación y manipulación de los gustos, de los miedos, de las frustraciones y de las expectativas en función de la toma de decisiones, sea en materia de marketing comercial o político, sea en materia de espionaje ideológico[41]. Así, la supuesta soberanía del ciudadano en sus decisiones políticas queda imposibilitada desde el inicio. Nos encontramos en el período de la denominada “pos verdad”[42]. La plataforma sofística de la antigüedad griega era la razón humana, bajo la pretensión de verdad y persuasión, aunque ocultando la falsedad lógica. La plataforma de la “pos verdad” son las emociones, donde ya no hay intención de verdad y donde acontece por odio el quiebre de toda posibilidad de diálogo -fenómeno llamado “grieta”[43] en los medios de comunicación-. En tales condiciones, donde acontece la manipulación de la información y la comprensión con base emocional, difícilmente el conocimiento del mundo en la vida cotidiana posibilite un diálogo liberador de las condiciones materiales y simbólicas de la opresión neoliberal capitalista[44]. Y es por ello que hacemos mención al fascismo neoliberal capitalista, para quien la educación emocional resulta muy funcional. Es que el miedo a la incertidumbre ante las condiciones de vida precarias y la disolución de la cohesión social, además, entre otros, la profusa existencia del “panóptico digital”, tienden a oscurecer las razones de la precarización y de la exclusión. Así, Henry Giroux (2018), en su texto “El fascismo neoliberal y el ocaso de lo social”, afirma que es característica distintiva del fascismo neoliberal la disolución de las esferas públicas y la reducción de todos los problemas sociales a fallas personales[45].

Parafraseando libremente a Karl Clausewitz, podemos afirmar que el neoliberalismo de las democracias de “baja intensidad” es la continuación del totalitarismo por otros medios. Y en tal sentido, vale la desconfianza en la razón como base para una democracia liberal, razón tal que es reemplazada por las emociones. El mismo Wilhelm Reich en su libro “Psicología de masas del fascismo” nos aclara que el movimiento nazi tiene un fuerte componente emocional “que no se sostiene con argumentos racionales”[46].

El neuroneoliberalismo capitalista fascista.

¿Qué es eso de “neuro”?

En la consideración del fascismo neuroneoliberal[47], aludimos a lo que Goleman denomina “Cerebro Emocional”[48]: “Aún está lejano el día que se pronuncie la última palabra sobre la neurología exacta de la emoción.”[49] Una especie de racismo involucra toda su obra, en el que subyace el imperio del colonialismo cultural y un fascismo cultural, por cuanto todo hombre tendría un solo cerebro, “el cerebro universal”, más allá de su color de piel, de su clase social, de su estilo cultural, de su posicionamiento político, de sus condiciones de existencia en la vida cotidiana, de sus sufrimientos, angustias, pasiones, goces, alegrías en la miseria o en la riqueza material. Además, valga señalar, según el mismo Goleman, que la base de la inteligencia emocional se encuentra en ese cerebro, al que nosotros denominamos “cerebro universal”: “Una observación más detenida de la anatomía cerebral demuestra la función reguladora de los lóbulos prefrontales. Gran parte de los datos disponibles apuntan a cierta zona del córtex prefrontal como el asiento en el que confluyen todos – o la mayor parte- de los circuitos corticales implicados en la respuesta emocional.” “La neurona que conecta la amígdala con el córtex prefrontal llega a una región denominada córtex órbitofrontal, una zona decisiva para la valoración de las posibles respuestas emocionales y su posterior corrección.”[50]

Por ende, la base de la inteligencia emocional se encontraría, según Goleman, en ese “cerebro universal” que él denomina “cerebro emocional”. Hay aquí un reduccionismo de toda realidad humana a lo neuronal.

 

CONCLUSIONES

A modo de cierre, y también de apertura, señalamos muy brevemente los siguientes tópicos:

  • Las condiciones subjetivas en nuestro presente histórico tendrían una base emocional, sea en el problema de la inseguridad física, en de la inseguridad laboral, como en el de la inseguridad educativa.
  • Inseguridad física. En un contexto de inseguridad física se impulsa el concepto del excluido como causa principal del problema, propiciando un clima emocional adverso al mismo, como si fuera el constructor de las condiciones económico políticas que, paradójicamente, lo excluyen.
  • Inseguridad laboral. En un contexto de inseguridad laboral, de precariedad y de altas tasas de paro propias de la etapa neoliberal, se impulsa el concepto de emprendedor y de gestor de las propias emociones, el del sujeto creativo que debiera individualizar un problema colectivo y afrontarlo como “un reto”, en un marco emocional.[51] Así, lo que importa es no cambiar el contexto económico político, sino variar la reacción emocional del individuo para amoldarse a esa realidad laboral que es producida para cada sujeto. Se desactivan, entonces, las críticas en sentido práxico, se desactiva la responsabilidad por el otro en un sentido liberador, se desactivan los sentimientos de solidaridad. La precarización laboral (eufemísticamente denominada “modernización” o “flexibilización”) requeriría de reformas neoliberales, donde el mismo trabajador es quien tendría que negociar individualmente con su empleador las condiciones de su trabajo, debilitando o anulando la acción sindical. No es casual que el economista argentino José Luis Espert sostenga que “hay que flexibilizar las condiciones laborales, eliminando paritarias y convenios colectivos por ser fascistas…”[52]. Lo que, por ende, habría que eliminar son las “corporaciones”[53], con lo que el trabajador se encontraría abandonado ante todas las corporaciones neoliberales que, para Espert, no serían corporaciones. Y de ahí la necesidad de ser emprendedor y gestor, lo que podría lograrse solamente desde una educación emocional.
  • Inseguridad educativa. Dentro de un macro contexto de inseguridad física e inseguridad laboral que inciden en el sistema escuela, aparece la inseguridad educativa en lo que hace al bajo rendimiento escolar según los requerimientos del Mercado. Es por ello que la solución a la problemática recién mencionada sería la educación emocional. Andere, Eduardo (2017: 71) advierte que el crecimiento socioemocional de los estudiantes es algo que se priorizará en los sistemas educativos del mundo durante la segunda década del presente siglo. Y es que, para la educación afectiva, “la emoción funciona como pegamento para la memoria que detona el conocimiento”. [54]

A partir del presente discurso puede comprenderse el por qué del título del trabajo

“DE LA EDUCACIÓN EMOCIONAL: EL NEURONEOLIBERALISMO CAPITALISTA FASCISTA”, y así poder encontrar, reflexionar desde la praxis y hacia la misma, criterios verdaderamente humanos para una educación integral donde las emociones se impliquen dentro de un espíritu liberador. Sin embargo, la contrapartida sería, desde el posicionamiento criticado, gestionar las propias emociones individuales para resolver problemas complejos en entornos desconocidos.

[1] ¿Será la educación emocional en un currículum incorporada transversalmente o como disciplina? Por otro lado, la ley aprobada en la Provincia de Misiones, Argentina, no involucra solamente a los alumnos. Art.5= 1.- Educación Emocional para el Manejo de las Emociones en los Educadores. 2.- Educación Emocional en la Relaciones Intrapersonales e Interpersonales. 3.- Educación Emocional en los educandos. 4.- Escuela para Padres de Educación Emocional. 5.- Educación Emocional en la comunidad.

[2] http://www.navarra.es/NR/rdonlyres/4A47FD8B-892C-4416-8E60- 4852DFEF384D/162698/6InteligenciaEmocional.pdf   (consulta: 8/02/2019) Además, en otro texto, Goleman, Daniel (1998: 210). “La práctica de la inteligencia emocional.” Barcelona, Editorial Kairós. “Mi propio análisis sobre miles de trabajos ha puesto en evidencia que dos terceras partes de las habilidades distintivas del desempeño laboral «estrella» descansan en las competencias emocionales (mientras el tercio restante se basa en habilidades cognitivas o técnicas), algo que, en el caso de los líderes más sobresalientes, llega a cifrarse entre el 80 y el 100%.” También formula la cuestión en su libro “Inteligencia emocional” que citamos más abajo.

[3] Ekman, Paul y Oster, Harrieh (1979). “Expresiones faciales de la emoción.” Fuente: Annual Review of Psychology, 30, 527-554. https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/65835.pdf (consulta: 9/12/2018)

[4] Goleman, Daniel (1996). “Inteligencia emocional.” Barcelona, Editorial Kairós.

[5] https://www.psicoactiva.com/blog/que-son-las-emociones/ (consulta: 10/12/2018) Ekman es citado por Goleman en varias oportunidades.

[6] Goleman, D. (1996). Ib.

[7] Las emociones se producen por espontáneamente y son el gozo, el placer, el miedo, la sorpresa, el disgusto, la ira y la tristeza; en cambio los sentimientos son respuestas desarrolladas cultural y ambientalmente a las circunstancias, por ejemplo, la preocupación, la frustración, el cinismo, la indiferencia y el optimismo. Guevara Niebla, Gilberto (2018) Las emociones en el aprendizaje. http://www.cronica.com.mx/notas/2018/1091151.html

[8] El Coaching es un proceso en el que se ayuda a las personas y a los equipos a mejorar sus posibilidades y facilitarles el modo de funcionar de forma más eficaz, tanto en el ámbito personal como en el profesional. Implica ayudar a superar barreras y limitaciones personales. Es un método que consiste en acompañar, instruir o entrenar a una persona o a un grupo de ellas, con el objetivo de conseguir cumplir metas o desarrollar habilidades específicas. Un proceso de coaching es un conjunto de sesiones, en donde un coach realiza una serie de entrevistas a un coachee o cliente. 1. Ayuda a definir los objetivos. 2. Más creatividad. 3. Mayor flexibilidad y adaptabilidad al cambio. 4. Mejora de las relaciones. 5. Empoderamiento. 6. Reduce el estrés y ayuda a gestionar el tiempo.

[9] Valga aclarar que el discurso de quienes se especializan en la Inteligencia Emocional y su educación es muy simple, llano.

[10] http://blog.tiching.com/10-geniales-tecnicas-grupales-para-la-educacion-emocional/ (consulta: 8/11/2018)

[11] https://www.educaciontrespuntocero.com/experiencias/tecnicas-para-trabajar-las-emociones/87340.html (consulta: 8/11/2018)

[12] https://www.slideshare.net/arielAguilarLaValle/manejo-de-las-emociones-ariel

https://www.pnliafi.com.ar/reacciones-emocionales/

[13] Expresión formulada en el marco del panel «La Construcción del Capital Humano para el Futuro», en el Foro de Inversiones y Negocios, más conocido como Mini Davos, que tuvo lugar en el Centro Cultural Kirchner en septiembre de 2016.

[14] Alfaro, Dante (2018). “Conocimiento y educación.” Buenos Aires. Inédito

[15] En negrita, nuestro.

[16] Costin, Claudia y Jales Coutinho, Allan Michel (2018: 60). “Reduciendo la Brecha entre la Educación y la Fuerza de Trabajo: estrategias para satisfacer necesidades cambiantes y mitigar futuras desigualdades.” Documento de trabajo para el G-20.

http://www.fundacionsantillana.com/2018/09/18/puentes-al-futuro-de-la-educacion-recomendaciones-de-politica-para-la-era-digital/ (consulta: 12 octubre 2018)

[17] En negrita, nuestro.

[18] Cuantificar supone dos momentos. Primero convenir y después medir. En primer lugar, hay una convención política y sociológica en la que intervienen no sólo criterios técnicos, sino contextos que explican qué y cómo se mide. Esta instancia implica generar acuerdos intersubjetivos entre actores, nacionales e internacionales, públicos y privados. El segundo momento es de corte más técnico, de la medición propiamente dicha. En el camino de las cifras se suele dejar de lado u olvidar aquel principio convencional que instituye a los datos estadísticos. Las estadísticas aparecen como objetos cerrados en sí mismos, sin registro de la cadena de decisiones, como algo listo para usar. Por eso se habla de fetichismo estadístico y de reificación, como representaciones fieles de la realidad, una concepción objetiva relacionada con el término medición. Producir estadísticas implica sacrificar las singularidades. Daniel, Claudia. “Estadísticas: de fuentes objetos de investigación”. http://observatorio.unipe.edu.ar/wp-content/uploads/2018/09/Registro-panel-en-Unipe-13.09.18.pdf

[19] En negrita, nuestro.

[20]Costin, Claudia y Jales Coutinho, Allan Michel. Ibid. (2018: 68-70)

[21] En negrita, nuestro.

[22] Declaración final. Reunión ministerial de Educación del G20, 5 de septiembre de 2018, Mendoza, Argentina. https://redclade.org/wp-content/uploads/declaracion_de_ministros_de_educacion_g20.pdf (consulta: 19 de noviembre de 2018)

[23] Dewey, John (1967). “Democracia y educación.” Buenos Aires, Editorial Losada.

[24] Goleman, Daniel (1996: 220). “Inteligencia emocional.” Barcelona, Editorial Kairós. “Dominar el mundo emocional es especialmente difícil porque estas habilidades deben ejercitarse en aquellos momentos en que las personas se encuentran en peores condiciones para asimilar información y aprender hábitos de respuesta nuevos, es decir, cuando tienen problemas.”

[25] Si bien utilizamos el término “constructo”, lo hacemos en virtud de su uso habitual. En realidad, merece una fuerte crítica. Es una metáfora que proviene de las técnicas constructivas, donde entran en juego la estática y la resistencia de materiales, sin contradicciones posibles que pueden hacer derrumbar el edificio o construcción. Ameritaría mejor el término “relaciones materiales y simbólicas en el ejercicio del poder”, pues favorece una interpretación dialéctica, con las contradicciones implicadas.

[26] Entendemos “responsabilidad por el otro” en el sentido otorgado por el filósofo Immanuel Lèvinas.

[27] Illouz, Eva (2007). “Intimidades congeladas. Las emociones en el capitalismo.” Madrid, Katz Editores.

[28] Entrevista a Paulo Freire el 29 de mayo de 1978, publicada bajo el título “La educación es siempre un quehacer político.” https://elpais.com/diario/1978/05/20/sociedad/264463223_850215.html (consulta: 10/02/2019)

[29] Freire, Paulo (2004). “Pedagogía de la autonomía: saberes necesarios para la práctica educativa.” San Pablo, Brasil, Editorial Paz y Tierra. http://cidac.filo.uba.ar/sites/cidac.filo.uba.ar/files/revistas/adjuntos/UNIDAD%207%20-%20Freire%20Paulo%20-%20Pedagog%C3%ADa%20de%20la%20autonom%C3%ADa.pdf (consulta: 10/02/2019)

[30] González, Enric (2018). “El Fascismo que viene.” https://elpais.com/elpais/2018/11/30/opinion/1543593007_278724.html  (consulta: 10/12/ 2018)

[31] Mbembe, Achille (2011). “Necropolítica”. España, Editorial Melusina.

[32] La diferencia entre biopolítica y necropolítica es que mientras la primera quiere decir administra la vida y construir estilos de vida, la segunda quiere decir administrar la muerte y destruir hábitats y pueblos.

[33] https://encontraremocional.com/tag/educacion-emocional/ (consulta: 9/02/2019); http://fundacioneducacionemocional.org/por-que-una-ley-de-educacion-emocional/ (consulta: 9/02/2019)

[34] https://www.youtube.com/watch?v=Hi90lpnSh78&t=9s&app=desktop#searching (consulta: 9/02/2019)

[35] Arendt, Hannah (1998). “Los orígenes del totalitarismo.” Madrid, Editorial Taurus.

[36] Según Roberto Paxton, en su obra “La anatomía del fascismo”, los discursos ideológicos y los imaginarios de los regímenes fascistas buscaban el apoyo de las emociones colectivas exaltando la unidad biológica de la sangre, la estirpe, el pueblo o la raza. http://www.publicacions.ub.edu/bibliotecaDigital/cinema/filmhistoria/2006/REVISTAS/Ensayo_Elmitofascista_1.htm

[37] Interesan, al respecto, los once principios, pero como botón de muestra, citamos el quinto y el décimo: 5º) “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”; 10º) Por regla general la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales; se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.https://culturizando.com/los-11-principios-de-la-propaganda-nazi/ (consulta: 30/11/2018)

[38] Todas las personas son el Mesías (…). el mesianismo no es, por tanto, la certeza de la llegada de un hombre que detiene la historia. es mi poder de soportar el sufrimiento de todos. es el instante en el que reconozco ese poder y mi responsabilidad universal. (levinas 1976, p. 139 /143) “Difícil libertad”.

[39] Marx, C. El Capital. Tomo III, sección V. Capítulo XXV. http://www.archivochile.com/Marxismo/Marx%20y%20Engels/kmarx0012.pdf (consulta: 22-02-2018)

[40] Han, Byung Chul (2013). La sociedad de la transparencia. Editorial Atamansha. https://editorialatamansha.files.wordpress.com/2015/12/la-sociedad-de-la-transparencia.pdf (consulta: 23-02-2018)

[41] Todo lo que hacemos en cualquier plataforma digital deja un registro: las compras con tarjetas de crédito, nuestras publicaciones en redes sociales, nuestros hábitos de navegación tanto por medio de los buscadores como de las diferentes redes sociales.

[42] Siempre hubieron falsedades circulando en los medios de comunicación. La particularidad del actual fenómeno de la pos verdad es que surge a partir de las redes sociales, donde lo que importa es la imposición de informaciones breves, rápidas, fugaces y viralizadas (según la metáfora del virus que se propaga al modo de una epidemia).

[43] La grieta tiene que ver con el odio, la burla, la ridiculización del otro, el asco o la repulsión, el desprecio que se asocia al ultraje y la calumnia. Ello incide en la xenofobia, el racismo, el odio de clase, etc. Tiene que ver con la imposibilidad de todo tipo de reconocimiento, por ende, del mismo diálogo.

[44] Breve relato de una anécdota. Una escuela dentro del Distrito de Almirante Brown, Provincia de Buenos Aires, República Argentina. Edificio compartido entre una escuela primaria y una escuela secundaria. El director de la escuela secundaria comenta que dentro del Programa Red de Escuelas de Aprendizaje en la escuela primaria (que comparte el mismo edificio con la escuela secundaria) se está realizando una capacitación para los maestros en educación emocional. Le sugiero poder comunicarme con algún/a docente de la misma a fin de preguntarle acerca de su experiencia. Como ese director conoce mi posición crítica, me responde: “Ni se te ocurra, los docentes están todos contentos, lo viven como un juego placentero, y hasta corrés el riesgo de que no te respondan o te respondan de mala manera.”

[45] http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/288298 (consulta: 2/12/2018)

[46] https://ssociologos.com/2014/10/30/la-psicologia-de-masas-del-fascismo-como-llego-hitler-al-poder/ (consulta: 10/12/2018)

[47] Neuroneoliberalismo se propone a partir del término “neuroliberalismo” acuñado por Biagini, Hugo y Fernández Peychaux, Diego (2015). “El neuroliberalismo y la ética del más fuerte.” Buenos Aires, Editorial Octubre. Se considera el individualismo como pasaporte al bienestar común. Se asocia la libertad a una moral semejante al código de los gladiadores: el mérito propio.

[48] Goleman dedica específicamente al tema señalado varias páginas, desde la 249 a la 251 y de la 259 a la 262, con un tratamiento estrictamente neurológico, al modo de: “Las conexiones existentes en el sistema órbitofrontal y el sistema límbico son tan cuantiosas que algunos neurocientíficos han bautizado este sistema de ‘córtex límbico’, la parte pensante del cerebro emocional.” “Pero no solo existe una conexión estructural entre la amígdala y el córtex prefrontal sino que, como suele ocurrir, puede hablarse también de un auténtico puente bioquímico, puesto que la sección ventromedial del córtex prefrontal y la amígdala presentan una elevada concentración de receptores químicos sensibles a la acción de la serotonina.”

[49] Goleman, Daniel (1996: 260). “Inteligencia emocional.” Ib.

[50] Goleman, D. (1996: 261) Ib.

[51] Juan Vázquez Rojo. Qué es el neoliberalismo. 17 marzo 2018. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=239130

[52] http://www.telam.com.ar/notas/201511/126212-balotaje-cambiemos-ypf-de-vido.html

[53] Para Espert son fascistas.

[54] Andere, M. Eduardo (2017). “Director de escuela en el siglo XXI. ¿Jardinero, pulpo o capitán?” México: Siglo XXI.

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El Llindar: una apuesta poderosa contra el abandono escolar

Por: Jaume Carbonell

La Fundació El LLindar (Cornellà de Llobregat, Barcelona) lleva quince años acompañando a la adolescencia y juventud vulnerable para que retorne al sistema educativo e ingrese al mercado laboral.

“Aquí te escuchan y te adaptas”

Lis, Iker, Coral y Eric llevan dos años en el Llindar y Lucía se estrena este curso.  Tras abandonar la ESO, siguen un programa educativo muy personalizado con un currículo flexible y adaptado a sus intereses  y ritmos de aprendizaje, combinando una formación básica en el aula para la adquisición de competencias transversales con una fuerte presencia  en talleres profesionalizadores.

“Yo entré aquí porque faltaba todo el año en el instituto y me expulsaron por mal comportamiento. Aquí los profes se adaptan, te dan consejos y te entienden. Es un lugar original. En los colegios solo te dicen lo que tienes que hacer pero no te cambian el pensamiento. Yo quiero volver al instituto para poder estudiar más tarde Pediatría. Me estoy preparando para ello”. Lis se expresa de forma vehemente porque lo tiene muy claro. Este es precisamente uno de los muchos retos del Llindar: que  reaprendan a ser alumnos y alumnas tras empoderarse como sujetos, bien para que puedan retornar al sistema educativo o bien para que puedan seguir itinerarios profesionales en este centro para proporcionarles un proyecto de vida personal y laboral.

Tampoco Iker se adaptaba en el instituto: “Recibía cada dos por tres partes por mal comportamiento. Las clases eran mucho tiempo seguido, con demasiado tiempo sentados. No me enteraba y no sabía estudiar”. Ahora interviene Eric: “Te lo explican sólo una vez y si no te enteras…. Muchas cosas que te enseñan no le encuentro sentido. Y que un profesor te levante la voz no lo soporto; otra cosa es si es mujer”. Tampoco a Lucía le fue muy bien: “En el instituto no hacía nada y me iba. Es que seis horas seguidas con un profesor… Aquí llevo dos meses pero me gusta más, no haces tantas horas de clase ni es tan aburrido. Esto es diferente”. Coral comparte la misma opinión: “Lo que se hace aquí es más interesante. Te escuchan y te miran de otra manera. Todo es más adaptado a tu nivel, también los exámenes”. Lo mismo que Iker: “El trato es diferente y te ayudan”. Eric introduce un elemento clave: “En el instituto había un profesor por veintisiete alumnos y aquí somos diez o doce y muchas veces tenemos dos profesores a la vez (se refiere al tutor de grupo y al especialista de taller). Están más por ti. Tengo ganas de venir y no de quedarme en las calles fumando”. Todos valoran que no sea tan teórico y que puedan hacer algo práctico donde puedan moverse -los talleres ocupan un 70% del tiempo escolar-.

Sostienen que hay gente de la calle que les ha colgado la etiqueta de tontos: “¿Por qué vas al Llindar -nos dicen- si esto es de tontos?”.  Pero saben darle la vuelta y contextualizarlo. Coral no lo duda: “Los tontos no somos nosotros, porque queremos estudiar”. Lis argumenta el porqué de esta situación. “Nosotros no tenemos los mismos problemas y oportunidades que otros alumnos, donde la familia les ayuda y se lo hace todo”. Iker muestra una opinión ambivalente: “Es gente más tranquila que están mejor en sus casas  pero yo he desaprovechado muchas oportunidades por no darme cuenta de las cosas”. Los cinco coinciden en una valoración más positiva de su paso por la escuela primaria, donde casi siempre encontraron un docente de referencia.

¿Cómo ven su futuro? Lucia quiere ser diseñadora de moda. Coral hostelera: “A los 18 años quiero tener algo para no depender de mis padres”. También Lis, que quiere estudiar pediatría, desea independizarse cuando termine la carrera y formar enseguida una familia. Ni Iker ni Eric lo tienen claro, ya lo verán cuando termine la ESO: ahora no quieren agobiarse. El sueño de pequeño de Eric era ser buzo científico, “pero ahora ya sé que no podré hacerlo”.

Estos chicos y chicas que sufren rechazo y abandono escolar conforman el grupo de 50 del IPAC (Itinerario Personal de Aprendizaje Competencial) que asiste las treinta horas de la jornada escolar en un edificio antiguo restaurado en el parque de Can Mercader (Cornellà). Lo comparte con otro grupo de setenta alumnos del segundo ciclo de la ESO, procedentes de diversos institutos que acuden al Llindar por espacio de diez horas que pasan en los talleres. Llegamos a la hora del recreo, todo un lujo por el amplio y bello entorno de que disponen, acompañado de Begoña Gash,  directora general de la Fundación, y Cristina Gómez, directora de formación. Se saludan y se cruzan breves conversaciones -salvo los que acaban de llegar, los conocen a todos- : suficientes para capar los vínculos de confianza con ellos.

Una de las convicciones del equipo directivo del Llindar es que para esta adolescencia y su entorno familiar personal y social tan frágil y vulnerable,  el sistema educativo reglado no tiene una respuesta satisfactoria, porque el discurso dominante convencional, así como las políticas educativas fragmentadas y cortoplacistas, no entienden de itinerarios suficientemente personalizados con el debido acompañamiento, ni de tiempos y espacios donde este alumnado se sienta cómodo para aprender y que dificultan el retorno al sistema educativo y a forjarse (construirse) un proyecto de vida.

Cuando la revolución educativa está en los márgenes

Tanto Cristina como Begoña estudiaron educación social y psicopedagogía aunque la vida del Llindar -su proyecto profesional en mayúscula- les ha ampliado extraordinariamente su campo de conocimiento. Begoña es la directora y fundadora y Cristina trabajó desde el primer año como voluntaria y, al curso siguiente, ya se incorporó al equipo. La Fundació El Llindar se creó en el año 2003 por un encargo del Departamento de Enseñanza de a Generalitat, aunque con un apoyo precario –por no decir inexistente- y siempre se ha movido dentro del espacio de la economía social colaborativa, recabando ayudas y tejiendo complicidades con diversos agentes del territorio (sobre todo de su comarca del Baix Llobregat) y sólidas alianzas para desarrollar sus proyectos de formación profesional e inserción al mercado de trabajo. ¿A qué vine el nombre de Llindar?  En catalán significa un lugar de paso, la transición de la vida joven a la vida adulta, un lugar donde la inseguridad se hace presente de manera dolorosa.

El primer curso arrancó con ocho alumnos y hoy llegan (casi) a los cuatrocientos. Desde el principio, cuenta Begoña,  se plantearon dos preguntas que han vertebrado su actuación: “¿Qué nos dicen los chicos y qué nos dice la Administración: cuál es su voluntad política?”. Hay una frase que se repite en todo momento: “Estamos en construcción permanente”. “Al principio, tanto desde el Ayuntamiento como desde la Generalitat, nos decían que teníamos que hacer algo con estos chicos locos y delincuentes. Nuestro trabajo ha sido poder demostrar que no hay locos ni delincuentes sino chicos en situaciones difíciles que tienen un profundo malestar y hace que enloquezcan”.

“Durante los primeros años, que fueron muy duros, nuestra hipótesis de trabajo era crear un argumentario que permitiera legitimarnos como un espacio educativo con sentido, al margen de las políticas públicas y de las subvenciones, generando conversación pedagógica y conocimiento. A partir del curso 2008-09 se produce un cambio de inflexión al dejar de ser una Unidad Escolar Compartida y apostar más decididamente por una escuela de segundas oportunidades como modelo alternativo al margen del sistema educativo, tras constatar el fracaso de este y de las políticas de ocupación tradicionales para hacer frente al fracaso y al abandono escolar que en Catalunya es del 17%, así como del paro juvenil. Poner en duda la manera habitual de trabajar resulta incómoda para alguna gente”.

En los últimos años se han buscado otros recursos financieros y conceptuales para ir consolidando el concepto de nuevas oportunidades a partir de tres ejes: itinerarios flexibles; alternancia formación-trabajo, y acompañamiento subjetivo. Todo ello con una mirada más crítica y abierta, unos tiempos más lentos y serenos (tranquilos) y unos espacios más diversificados. Se pone especial énfasis en el acompañamiento subjetivo del joven y del adolescente, a quien se acompaña en sus preguntas y demandas, mediante estrategias, itinerarios y acciones educativas ajustadas a sus singularidades y necesidades: desde su selección y acogida hasta las diversas transiciones vitales y profesionales. También desde hace algún tiempo El Llindar ha participado en varios foros y ha compartido proyectos con las universidades y otras instituciones, creciendo siempre en colaboración.

La experiencia del Llindar forma parte de estas pedagogías que para combatir los diversos rostros de la marginación escolar y social se sitúan en los márgenes del sistema educativo, desde los que es posible investigar, pensar, experimentar y actuar más libremente. Sin la rigidez, las exigencias normativas -con frecuencia tan burocráticas como innecesarias- y las inercias de la escolaridad oficial. Una pedagogía de los márgenes que, bajo distintas perspectivas ideológicas y en contextos muy variados, ha convocado autores tan emblemáticos como Ferrer i Guardia, Makarenko, Deligny, Freinet o Freire. Y, por supuesto, a Don Milani de la Escuela Barbiana, una de las escuelas que con más lucidez y tesón llegó a recuperar a un alumnado que había fracasado en la escuela estatal, porque en palabras del propio Milani: “La escuela es un hospital  que cura a los que están bien y rechaza a los enfermos”. En efecto, se ocupa de los alumnos “normales”, “estándares” y “modelos”, y excluye a los “extraños”, “diferentes” y “marginales”.

Tres mil horas de intercambio y formación

Hoy toca sesión del espacio metodológico del equipo del IPAC (Itinerario Personal de Aprendizaje Competencial). Begoña y Cristina la comparten con los tutores que imparten las materias más teóricas y que acompañan al grupo durante toda la jornada y los especialistas de formación profesional que enseñan en los talleres. Se reúnen semanalmente durante un par de horas. Cada cual expone un caso o cuestión a tratar y entre todos reflexionan y buscan respuestas y construyen estrategias.

El primer caso que se describe es el de Luis (los nombres son simulados en este apartado). De los catorce días solo ha asistido siete porque ayuda a su padre en la chatarra, pero cuando viene está muy bien. Lo verbaliza de esta forma: “Mi padre está muy viejo y me pide ayuda”. Parece, además, que pronto van a recibir un aviso de desahucio. Begoña lanza esta pregunta: “¿Cómo incorporamos esto que hace y que no se viva como un absentismo?”. Todos están de acuerdo en que, a pesar de las idas y venidas, hay que mantener lo escolar hasta donde se pueda y darle importancia al oficio de su padre. Se acuerda hablar con él, con quien se han establecido vínculos, y con el chico. Otro caso es el de Rebeca, una joven de 18 años que acaba de llegar de Cuba. Se describe un conflicto relacionados con peleas y malas miradas. Se barajan diversas propuestas: ¿Quién habla con ella y qué se le dice? Begoña interviene con este apunte final: “El malestar de cada uno de ellos sale como sea. A veces podemos anticiparnos, pero otras hay que esperar. Los nuevos se están incorporando y entra dentro de lo normal. También hay que ver cómo pueden ayudarle otras alumnas”.

A Irene la asistencia le está costando porque está desmotivada. Ayer le dijo a su tutora: “No quiero venir pero mi abuela –-vive con ella y con su hermana mayor- me dice que tengo que venir”. Está descolgada. Anda todo el día con el móvil y los cascos y no quiere hacer nada, se agobia. Su tutora le dice: “Es que este curso aún no te has dado una oportunidad”. Su hermana ha pedido un seguimiento a Servicios Sociales.

A continuación hablan de Gerardo. Últimamente se encuentra especialmente mal y se rebota por nada. Experimenta cambios muy repentinos de comportamiento. El otro día le dijo a su tutora: “No quiero ir a deporte”. En estos casos les recomiendan que se tranquilice. “Empezó a dar puñetazos en la pared y me explica que siempre se da golpes en la mano, y se pone al límite con el cuerpo. A veces enloquece y se va a hacer mucho daño”. Parece que lo hace para evitar trabajar en su casa: sostiene que su madre que está embarazada lo explota. “Necesita un parón y decirle a la madre que le deje libres las mañanas”. Ahora interviene Begoña: “Tiene que ver que estamos preocupados por él y que le podemos ofrecer algo distinto”. ¿Y por qué no hablamos con la madre para explicarle nuestra preocupación y también con el SOAF (Servicio de Orientación y Atención Familiar), dependiente de la Fundació Cassià Just, que ofrece asesoramiento en cuestiones de salud mental y con la que colaboran muy estrechamente?.

Se exponen otros casos y también se valora la aplicación del “Projeclab-didaclab” que acaba de iniciar su andadura: tanto las dificultades y posibilidades para el alumnado. Se trata de una iniciativa de investigación e innovación tecnológica propuesta por una profesora de la Universidad de Barcelona que ha requerido una formación y dedicación específica para un grupo de profesores de El Llindar.

Estos espacios metodológicos, a los que siempre trata de asistir Begoña, se organizan también para otros tramos educativos. Pero existen otros momentos de intercambio y formación en los que participa el profesorado y otros profesionales. Se trata de la construcción de casos, encuentro quincenal donde un profesional del equipo escribe y presenta un caso en concreto para ser construido entre todos. De las triangulaciones, espacio individual donde un profesional de la institución expone una situación o una dificultad relacionada con su intervención educativa, contrastando su punto de vista con la mirada educativa de Begoña y la mirada psicólogica y de salud mental de un profesional de la Fundació Cassià Just. En total se dedican unas 3.000 horas a este tipo de encuentros. Es la mejor manera de ir construyendo y reinventando el Llindar día a día y en colaboración.

Formación Profesional de calidad para acceder al mercado de trabajo

Tras el primer tramo formativo de la ESO flexible y adaptada antes descrito, viene el segundo tramo de la Formación Profesional (Fase I o Inicial y Fase II o Especializda: programas formativos de transición entre la escuela y el mercado de trabajo para jóvenes que, después de una ESO complicada, tienen muy poca cualificación y mucha vulnerabilidad frente la precariedad y el futuro, y tienen como objetivo el regreso al sistema educativo reglado en una especialidad concreta o la inserción al mundo laboral. Y el tercer tramo formativo son los Servicios con Jóvenes, pensados para ajustar su formación profesionalizadora, al tiempo que se les garantiza una experiencia de trabajo real a través de servicios con valor social a la ciudadanía, entidades, empresas y administraciones del Baix Llobregat y Barcelona Sur. Estas iniciativas, asociadas al modelo de la economía social y al negocio híbrido, el acompañamiento siempre combina el aprendizaje con una profesionalidad de calidad.

Estos Servicios con jóvenes se desarrollan en tres ramas profesionales y edificios distintos (dos en Cornellà y otro en Hospitalet de Llobregat), y cuentan con la colaboración de empresas del sector: Cebado, en el caso del Centro de formación y asesoramientio en imagen personal; M. Automoción, en Transporte y mantenimiento de Vehículos, y Tragaluz en restauración. Me han convocado precisamente a primera hora de la mañana en “El Repartidor”, la Escuela retaurante Llindar-Tragaluz, ubicado en el centro de Hospitalet. Se trata de un lugar muy cálido, con bar incluido, y con una sala para 30-40 comensales donde se sirven menús diarios a mediodía y los viernes por la noche, amén de otros tantos servicios especiales. Begoña se reúne con el equipo de servicios de restauración: Mònica, la coordinadora; Adrià, encargado de la cocina; Mònica, que se ocupa de la sala, y Pere, que acaba de entrar este curso, de los eventos. La sesión se centra en este punto.

Se valoran los últimos en los que han participado, como el II Congreso de Educadores o la muestra “Tapas del mundo” y otros previstos. Ante la creciente demanda, Begoña recuerda que el foco se pone prioritariamente en el interés para el aprendizaje de los estudiantes. Y a continuación hace participar al equipo de estas cuestiones: “¿Dónde estamos? ¿Hasta qué punto estamos preparados para asumir según qué demandas? ¿Cómo nos hacemos visibles como escuela de restauración? ¿Cómo combatimos la creencia de que lo social ha de ser más barato cuando ofrecemos calidad? ¿Cómo hacer más contratación para dar nuevas oportunidades? Cuando hacemos servicios fuera del horario ¿cómo los recuperamos?”. Durante la formación se obtienen becas para trabajar en restaurantes que les cubren el transporte y la manutención -no son remuneradas porque es un tiempo de aprendizaje-.

Este itinerario profesional consta de tres años: en el primero se trabaja tanto en la cocina como en la sala del comedor; en segundo se especializan en uno de estos trabajos, y en tercero se incorporan al mercado de trabajo. Un grupo de alumnos han visitado algunos restaurantes del grupo Tragaluz en Barcelona donde alguno de ellos  trabajarán durante un tiempo. Un alumno que lo hará como camarero exclamó al ver su funcionamiento: “¡Esto es muy grande!”. Se sentía orgulloso de llegar a servir en un lugar de tanta categoría.

Pere lleva anotados en una hoja los aspectos positivos: la responsabilidad individual y el trabajo en equipo; el saber estar en los eventos; los beneficios económicos; la participación e integración en actos públicos y sociales de la ciudad; los contratos laborales para los chicos y chicas de la fase III… Al término de la sesión Begoña le pregunta a Pere cómo lo ve y cómo le va. Y se despide con estas palabras: “Muy bien. Estáis haciendo un supertrabajo”. Nos da tiempo para dar una vuelta por todas las dependencias de la cocina, amplias y bien dotadas. En el Repartidor hay tres jóvenes que trabajan con un contrato: dos en la cocina y otra en la sala.

Pasión, vida y mucho compromiso

Aquí se trabaja más que en otros centros educativos -treinta y ocho horas y media semanales- y se cobra menos. A pesar de las  dificultades económicas los cincuenta y seis profesionales que conforman el equipo nunca han dejado de cobrar sus nóminas. También es mayor el grado de compromiso. A Cristina, la directora de formación, El Llindar le ha supuesto esfuerzo, perseverancia y un cuestionamiento continuo. “He sufrido mucho pero también he crecido un montón al lado de Begoña. El Llindar es un sueño que jamás me hubiera imaginado. Son muchos sentimientos juntos. Es un orgullo, una pasión, es mi vida”. También lo es para Begoña: “Un lugar de vida auténtica donde pasan muchas cosas -y mal el día que no ocurran-. Y un lugar que se articula entre el deseo y el margen, que te permiten generar discurso crítico y a interpretar la política real, más allá de los límites impuestos por las instituciones y los saberes poderosos”. Como directora-fundadora le preocupa, por toda la implicación personal que ello supone, que no se convierta en un proyecto suyo y, por eso, siempre ha tratado de impulsar el trabajo colaborativo. El acompañamiento del alumnado y, (sobretodo), del profesorado, dos de sus ejes de actuación prioritarios, le proporcionan un gran aprendizaje y la confianza para seguir pensando en el poder transformador de la educación.

Larga vida a este sueño que cumple quince años. Y ojalá llegue el día en que la Administración educativa se dé cuenta, más allá de la retórica, del poder y la necesidad de este proyecto y que pueda apostar y crear por otros Llindar públicos por todo el territorio. Porque como muy bien dice Marina Garcés no se trata de encerrarse en los márgenes sino de ensancharlos.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/pedagogiasxxi/2018/11/22/el-llindar-una-apuesta-poderosa-contra-el-abandono-escolar/

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