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El conocimiento y la posverdad

Por: Benito Navarrete Prieto

El autor pone en duda «la fortaleza científica» de la muestra ‘Leonardo Da Vinci. Los rostros del genio’

El tema está de plena actualidad. Se trata del conocimiento, de la investigación, de la ciencia y de la obligación que tienen las instituciones depositarias del legado cultural atesorado por el hombre de hacerlo accesible al ciudadano y legarlo a las generaciones futuras en las mejores condiciones y con la garantía de la búsqueda del rigor y de la verdad. No voy a entrar en la idoneidad del nombramiento de Christian Gálvezcomo comisario de una exposición asociada a la Biblioteca Nacional (BNE),ni en sus becas de investigación o reputación en el ámbito científico como experto en el Renacimiento. La propuesta de Gálvez se completa con la muestra en la BNE de los denominados Códices I y II de Madrid, que se encuentran entre los más importantes manuscritos de Leonardo para la ingeniería y la historia militar, al cuidado de la profesora de la Universidad Complutense de Madrid Elisa Ruiz García, la investigadora que mayor luz arrojó al conocimiento de estos manuscritos en su memorable libro de 2012: El imaginario de Leonardo: códices Madrid de la Biblioteca Nacional de España editado por el Ministerio de Cultura, indexado en el Scholarly Publishers Indicator por su impacto en el campo científico. Los códices se custodian además en los depósitos de la sala de manuscritos, incunables y raros, cuyo director técnico es uno de los más reputados expertos a nivel internacional en el estudio de libros miniados.

Entiendo el noble propósito de la dirección de la institución a la hora de divulgar el conocimiento y atraer a otro tipo de público, y no solo a los investigadores. Sin embargo, creo que en esta iniciativa hay que diferenciar tres conceptos que últimamente tienden a mezclarse, cuando no a confundirse: investigación, divulgación científica y ficción novelada. Todos son legítimos e incluso pueden complementarse, pero no podemos engañar al público que no tiene la obligación de saber en quién reside la fuente de autoridad.

He leído Leonardo da Vinci –cara a cara-, edición Debolsillo, 2018. Reconozco que es un ensayo que, bien tutorizado, podría haber sido un excelente libro de divulgación, siempre que en él se hubieran discriminado claramente lo que son libros científicos contrastados, opiniones personales, entrevistas a presuntos expertos y artículos de periódicos de variada credibilidad que no viene al caso prejuzgar.

El problema del planteamiento de la exposición que se inaugurará el próximo lunes en dos sedes, la del vestíbulo de la BNE y la Sala del Palacio de las Alhajas de Montemadrid, es el sensacionalismo derivado del citado libro. Por cierto, en sus 677 páginas no hay ni una sola cita a la profesora Elisa Ruiz, como tampoco a las personas que arrojaron luz y dieron con las claves del contenido del Códice I y II de Madrid. Ambos pertenecieron en el siglo XVII al importante coleccionista Juan de Espina, fascinante personaje para la historia de la ciencia que está estudiando el profesor de la Universidad de San Andrews, José Ramón Marcaida; uno de tantos cerebros fugados, como el propio Leonardo, según expresión a propósito del comisario de esta muestra. En el citado libro Leonardo da Vinci -cara a cara-, tampoco están citados los estudios de Amelio Fara, Leonardo e l’architettura militare, Giunti, 1997 ni tampoco el de Fara y Natali dedicado a Leonardo A Piombino e L’idea della città moderna tra Quattrocento e Cinquecento, Leo S. Olschki editore, 1999. Por supuesto, estos trabajos están recogidos y correctamente aprovechados en el estudio de la profesora Ruiz, verdadera fuente de autoridad. Desgraciadamente desconozco lo que es la asociación española de sindonología a la que el comisario pertenece.

Otro problema añadido es la inclusión en las salas del Palacio de las Alhajas de la denominada Tavola Lucana, un presunto autorretrato de Leonardo que es autógrafo únicamente para su descubridor, el profesor de historia medieval Nicola Barbatelli quien lo localizó en una colección privada de Acerenza, sur de Italia en 2009 (véase Gálvez, 2018, pp. 389-428). Sin embargo, ninguno de los prestigiosos estudiosos de Leonardo reconoce la obra como original. Niegan su autoría como pintura autógrafa o directamente la ignoran: Mauro Natale, Marco Tanzi, Francesco Frangi, Alessandro Ballarin, Alessandro Cecchi, Martin Kemp, Antonio Natali, Cecilia Frosinini y Pietro Marani.

Llamativo es asimismo que para Matteo Ceriana, antiguo director de la Gallería Palatina de Florencia, actual jefe de conservación del Museo Nazionale del Bargello y miembro de la Junta de Exportación de obras de arte del Ministerio de Cultura de Italia, la pintura en cuestión es probablemente un constructo del siglo XIX realizado en una tabla antigua, con una imagen de Leonardo basada en la xilografía publicada por Vasari en la segunda edición de sus vidas de 1568, y con elementos tomados del dibujo tenido por algunos investigadores como autorretrato de Leonardo conservado en la Biblioteca Real de Turín y que perteneció a su discípulo Francesco Melzi. La imagen de la Tavola Lucanaademás se inspira en otro falso retrato de Leonardo conservado en los Uffizi, probablemente ya del siglo XVII, un punto que el propio Gálvez (2018, p. 402) reconoce. La fusión o pastiche se advierte sobre todo en los cabellos del personaje, en la extrema debilidad de la pincelada del retrato y en la absoluta disparidad con la técnica que solía emplear Leonardo. Más increíble resulta la presunta “firma especular” en la trasera de la obra, donde se quiere leer pinxit mea, pues ni existe tradición de una firma así en la historia precedente ni Leonardo solía escribir en latín, una lengua que prácticamente desconocía y no leía bien, como ha defendido recientemente Martin Kemp en Leonardo da Vinci: las maravillosas obras de la naturaleza y el hombre editado por Akal en 2011, editorial también indexada en el SPI y fuente de verdad para la Aneca.

Más preocupante -el verdadero problema para el que esto escribe y para muchos colegas de la comunidad científica- es que la exposición venga avalada por una de las instituciones culturales más importantes de nuestro país, y que se respalde un proyecto expositivo que da una imagen falsa o, cuanto menos, desvirtuada del artista. Al margen de todos los presuntos intereses que rodean a la Tavola Lucana, hace poco expuesta en la Galería del Palacio municipal de Puebla (México), con fotografía de familia de todos los políticos locales en un espacio sin solvencia, la contrariedad radica en la falta de inquietud por contrastar la fortaleza científica del proyecto con otros investigadores de prestigio de nuestro país, tanto de dentro como de fuera de la BNE; por ejemplo los que trabajan en el Museo Nacional del Prado, quienes no hace muchos años produjeron notables avances en el terreno del proceso creativo de Leonardo, reconocidos por el propio Museo del Louvre que celebrará su magna exposición el próximo año sin los códices de Madrid. Con ello volvemos al principal escollo de partida: realzar la cultura del espectáculo frente al sereno, lento, reflexivo y riguroso método científico que produce la unión y la colaboración de la comunidad de investigadores para luego, en equipo, realizar la necesaria labor de divulgación.

Por desgracia, la imagen que se construye del artista con este proyecto es, de nuevo, la propiciada por la leyenda, la fantasía y la ficción. Una imagen deudora de la visión que se construyó sobre Leonardo en el siglo XIX, bajo un prisma positivista, y condicionada por criterios políticos derivados del problema de la unidad de Italia y de la fabricación de héroes nacionales. Esta invención de un ingenio, al margen de su obra artística, descontextualizada de la historia de la ciencia y de su sociedad y cultura, ha llenado la literatura sensacionalista de absurdas teorías a lo Dan Brown que han terminado por contaminar y desfigurar a un artista en el que últimamente hay demasiados intereses económicos de por medio y que, sin duda, seguirá siendo materia de best sellers de mejor o peor gusto.

Seguramente la exposición será un éxito y se venderán muchos ejemplares de los libros de su comisario, aunque ese mismo éxito merecería desarrollarse en otro marco. Espero también que estas líneas sirvan para que nuestra Biblioteca Nacional y su sala de Manuscritos y Bellas Artes continúen siendo el lugar de referencia.

Fuente: https://elpais.com/cultura/2018/11/28/actualidad/1543430797_848164.html

 

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Reza como un santo por los muertos y lucha como un demonio por los vivos

Por: Amy Goodman y Denis Moynihan/ Portal Rebelión

En un ventoso cementerio ubicado al norte de Mount Olive, Illinois, perteneciente al Sindicato de Trabajadores Mineros de Estados Unidos, se erige un gran monumento que marca el lugar de sepultura de Mary Harris Jones. Mother Jones, como se la conocía popularmente, fue una legendaria activista por los derechos laborales de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. La activista dedicó su vida a la causa de los trabajadores, desde las minas de carbón a las fábricas textiles, y luchó contra las condiciones laborales abusivas, el trabajo infantil y la pobreza. En una ocasión, mientras protestaba con un grupo de trabajadores sindicalizados de la minería de carbón en Virginia Occidental, Mother Jones declaró: “Reza como un santo por los muertos y lucha como un demonio por los vivos”. Tras el Día de Duelo Nacional declarado en honor del recientemente fallecido expresidente estadounidense George H. W. Bush y una vez concluidos sus funerales, bien vale recordar las palabras de Mother Jones.

La familia de Bush, sus amigos, los cinco presidentes de Estados Unidos vivos —su hijo, George W. Bush; Jimmy Carter; Bill Clinton; Barack Obama; y el actual presidente, Donald Trump— se congregaron en la Catedral Nacional para rendirle honores.

Las semblanzas de los medios hicieron referencia a la oportunidad en la que Bush logró escapar de un avión bombardero en llamas durante la 2da. Guerra Mundial, al lanzarse en paracaídas hacia el Océano Pacífico. En un claro contraste con el presidente Donald Trump, Bush fue recordado como un republicano de la vieja escuela, señorial y cortés, capaz de cruzar barreras partidarias. Bush renunció a su calidad de miembro de la Asociación Nacional del Rifle cuando la agrupación se enfrentó a los agentes federales y fue elogiado por apoyar y promulgar la llamada Ley sobre Estadounidenses con Discapacidades.

Pero a un lado quedó el papel que tuvo Bush en las violentas intervenciones militares de Estados Unidos a lo largo de su mandato, como la invasión a Panamá en 1989, ordenada por Bush, que tuvo como resultado la muerte de 3000 civiles, y la invasión de 1991 a Irak, también bajo sus órdenes, en la que murieron miles de iraquíes. Precisamente esta semana, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos exhortó a Estados Unidos a indemnizar a las víctimas de la invasión a Panamá. Como director de la CIA en 1976, Bush apoyó las dictaduras de derecha más violentas de América Latina, como la dictadura militar argentina y la llevada adelante por el dictador Augusto Pinochet en Chile.

George H.W. Bush también indultó a seis de los principales involucrados en el escándalo Irán-Contra, que implicó la venta secreta de armas a Irán y el desvío ilegal de las ganancias a la Contra que luchaba contra el gobierno sandinista en Nicaragua. Miles de civiles fueron asesinados como resultado. Lawrence Walsh, el fiscal independiente del caso, afirmó luego de que Bush indultara a los conspiradores: “El encubrimiento del escándalo Irán-Contra…ha sido completado”. El uso del indulto presidencial para encubrir un escándalo político constituyó una operación de obstrucción de la justicia en ese entonces, tal como sucederá ahora si Trump decide invocar el indulto para proteger a las personas que se encuentran en la mira de la investigación del fiscal Robert Mueller sobre la injerencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016, entre ellas, él mismo.

Sí, Mother Jones nos haría rezar por George H.W. Bush, que murió a los 94 años de edad, pero también por sus víctimas, muchas de las cuales, entre ellas niños, fueron sepultadas sin fastuosas ceremonias o, incluso, simplemente desaparecieron.

También nos exhortaría a que luchemos como demonios por los vivos. Uno de los contemporáneos de George H.W Bush es Noam Chomsky, quien ha cumplido 90 años esta semana. Chomsky, el fundador de la lingüística moderna, también es un reconocido activista y autor disidente. Desde su oposición a la guerra de Estados Unidos en Vietnam y las invasiones a Irak tanto de Bush padre como de Bush hijo, a sus críticas férreas contra el gobierno de Trump, Chomsky ha informado e inspirado a gente de todo el mundo durante más de 60 años, y ha escrito más de 100 libros sobre política.

Entre los asuntos candentes de los que se ocupa hoy en día se encuentra el cambio climático. Chomsky afirmó recientemente en “Democracy Now!”:“El mundo quizás tenga por delante tan solo una década o dos para dejar de depender de los combustibles fósiles si queremos tener una chance de controlar el calentamiento global y mantenerlo por debajo de los niveles que implicarían una catástrofe absoluta. Es tiempo de tomar las decisiones que determinarán, literalmente, si la vida humana organizada podrá sobrevivir de manera decente”.

En este momento se están llevando a cabo en Polonia negociaciones para limitar el cambio climático, en el marco de la cumbre anual de las Naciones Unidas denominada “COP 24”.

Irónicamente, la cumbre fue organizada en la ciudad de Katowice, en el corazón de la región carbonífera de Polonia. La cumbre espera establecer las normas que garanticen la puesta en marcha del Acuerdo de París sobre el Cambio Climático firmado en 2015, un acuerdo del que Trump se retiró el año pasado. Estados Unidos no quedará fuera del acuerdo formalmente hasta 2020, por lo que Trump envió una delegación que tiene previsto promover el carbón y otros combustibles fósiles. El intento de Trump de entorpecer el consenso a nivel mundial en materia de acción climática se refleja en sus políticas a nivel nacional. El administrador interino de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, Andrew Wheeler, un ex lobista de la industria del carbón, se está encargando de revertir una tras otra las regulaciones para combatir el cambio climático, casi a la misma velocidad en la que los incendios forestales, los huracanes y las inundaciones azotan el país.

Mientras George H.W. Bush descansa en paz y Noam Chomsky trabaja sin descanso, seguimos aumentando la temperatura del planeta a una velocidad nunca antes vista. Mother Jones, quien falleció a los 93 años de edad en 1930, cuestionó en una oportunidad a un orador que la presentó como una “humanitaria”. “¡Soy una alborotadora!”, le gritó a la multitud. Los desafíos que enfrentamos son inmensos. Ahora más que nunca, necesitamos alborotadores como Mother Jones y Noam Chomsky para luchar como demonios por los vivos.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=249964

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El fascismo de la amapola y el sistema educativo inglés

Por: Kerron Ó Luain

‘Y aún te enseñan en la escuela acerca de aquellos gloriosos días de dominio’.

Lo que Jon Snow, periodista del Channel 4 (de la television inglesa), identificó sabiamente como ‘fascismo de amapola’ [la amapola es en Gran Bretaña el símbolo de los caídos, originalmente de la I Guerra Mundial, y se lleva en la solapa todos los meses de noviembre a modo de homenaje] llegó a su crescendo este fin de semana, como sucede con más vitalidad con cada año que pasa. Sin embargo, este año de 2018, dado que  era el centenario del  Armisticio de la I Guerra Mundial, el tono del crescendo se ha sentido más agudamente de lo habitual.

Cuando a mediados de semana veía Sky News Live en YouTube desde mi apartamento de Filadelfia, irrumpió en la pantalla un niño que sin darse aparentemente cuenta proclamaba la importancia de transmitir el ‘conocimiento’ de la I Guerra Mundial tomándolo de quienes habían vivido antes que él. Este segmento se retransmitió junto a una información sobre un  ‘artista’ [léase, ‘lunático’], de nombre Rob Heard, que a lo largo de cinco años había tallado miles de figuritas de madera de soldados británicos muertos en el conflicto y los había esparcido por el suelo de alguna parte de Inglaterra para conmemorar este centenario de una matanza fútil. Nada de contexto, nunca.

Para que no nos superemos y asumamos que termina aquí el fanatismo, se nos recuerda de modo intermitente a lo largo de la semana desde diversas fuentes de noticias inglesas que se encienden 10.000 antorchas cada noche (¿se acuerdan de esas antorchas que portaban los fascistas de Trump en Charlottesville el año pasado?) en la Torre de Londres para  recordar a los ‘caídos’.

Pero la breve entrevista del canal Sky al joven desencadenó en mí el recuerdo de uno o dos versos del principal trovador político irlandés de estos tiempos, DamienDempsey:

Y aun te enseñan en la escuela
Acerca de aquellos gloriosos días de dominio
Y cómo es tu destino
Ser superior a mí

¿Cuál debe ser el programa escolar de Historia de estos niños en el país sobre cuyo imperio no se ponía jamás el sol? Una somera pizquita («smidgeon» en ingles, una palabra prestada del irlandés, o sea, del «gaeilge») de investigación revela que, aunque el programa principal de las escuelas en Inglaterra, y forzosamente por extensión de  Gales y Escocia, mencionaba la historia de la colonización de otros países, esos aspectos no eran ‘obligatorios’. En lo esencial, existe una lista ideal de aspiraciones de lo que el niño y la población adolescente en general del Reino Unido deberían aprender en el colegio, pero lo que sabemos en realidad se reduce en la mayoría de los casos al banal estudio del linaje real, o, en muchos casos, al homenaje imperial/capitalista.

¿Cómo puede el Estado irlandés, o quienes residen en él, sostener una queja justificable sin parecer hipócritas? ¿No permitimos la eliminación de la historia del ciclo del Junior Cert [enseñanza medial] como materia principal? Sin protestas, sin un murmullo, de verdad.

Los protagonistas del discurso decolonial en tiempos modernos parecen provenir, no de Irlanda sino de otros lugares, de otras cimas anteriormente coloniales. ShashiTharoor, parlamentario y especialista académico indio, se ha manifestado ruidosamente en años recientes sobre el violento colonialismo de Gran Bretaña y el Raj [el dominio británico de la India] en su país de origen. Sin embargo, todos los crímenes de Gran Bretaña parecen haber caído en el silencio en Irlanda – primera colonia de Inglaterra  ‘para que no olvidemos’ – como se restriega cada mes de noviembre.

Ciertamente, no sólo considera el llamado Estado irlandés que queda bien erigir una escultura estridentemente grande de un ‘soldado inolvidable’ de la I Guerra Mundial en uno de los lugares donde se fraguó la resistencia revolucionaria republicana en 1916 (St. Stephen’s Green), siendo sus promotores gente como Leo Varadkar (Taoiseach/Primer ministro) y Frank Feighan (diputado [TeachtaDála] /Ministro/lamebotas general de Occidente y los británicos) que insisten en que llevemos un trébol adornado con una amapola teñida de sangre. Vaya impostura, desde luego.

Los oponentes sacarán a relucir la habitual defensa: que deberíamos recordar a ‘todos los que murieron’ en el pasado, por razones humanitarias. Con ello, sin embargo, se pasa por encima del elemento recordatorio real de la amapola, que resulta supuestamente tan central para su simbolismo. Los actuales soldados británicos – que han servido en Afganistán e Irak – conceden regularmente entrevistas a los medios británicos que vinculan claramente la carnicería sin sentido de antaño con las proezas imperiales contemporáneas.

¿Por qué no se sugiere lucir la amapola blanca alternativa (que carece de los antecedentes de la Legión Británica), que simboliza la paz y el final de todas las guerras? La respuesta sencilla y más cierta es porque la amapola roja – por oposición a la blanca – se utiliza para promover un orden del día militarista en Gran Bretaña, que de modo espeluznante recuerda al militarismo de principios del siglo XX en los preliminares de la I Guerra Mundial.

La ironía de todo esto, por supuesto, estriba en que deportistas como James McClean, jugador internacional de fútbol de la ‘República’ de Irlanda, que se atreven a rechazar este rancio militarismo/fascismo de la amapola, afrontan la ira de una franja enorme de la opinión pública británica cuyos ancestros lucharon supuestamente para sofocar el avance del autoritarismo y la intolerancia entre 1939-1945. Para que no olvidemos, desde luego.

Fuente: https://www.counterpunch.org/2018/11/12/poppy-fascism-and-the-english-education-system/

Traducción: Lucas Antón

Fuente: http://www.bitacora.com.uy/auc.aspx?10170,7

 

 

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Retos de la enseñanza en la era de Big Data

Por: Observatorio de la Innovación Educativa

En la era del big data, la automatización y de cara a la cuarta revolución industrial ¿cómo adecuar nuestra enseñanza para que los alumnos enfrenten con éxito los retos futuros? Sin duda, las capacidades de las computadoras y sus algoritmos, son cada vez mejores y más útiles al ser humano. De hecho, hay un miedo generalizado de que las máquinas nos reemplacen en puestos laborales que ocupamos actualmente (World Economic Forum, 2018). Sin embargo, en voz de expertos, las tareas que realizan las computadoras están orientadas a actividades muy específicas, de tal manera que la inteligencia necesaria para enfrentarse a situaciones desconocidas e inesperadas donde se requiere evaluar qué está sucediendo, por qué está sucediendo y cuáles son las consecuencias de tomar ciertas medidas al respecto, aún es tarea pendiente (Smith, 2018).

En este sentido, para la enseñanza de la estadística considero fundamental fomentar en el alumno competencias como el pensamiento crítico, ya que a medida que las organizaciones aumenten su capacidad de reunir más datos, el diferenciador será tener personas que puedan hacer las preguntas correctas para sacar provecho de esos datos. Aunque las discusiones actuales alrededor del concepto “datos” se centran en la parte tecnológica y de inteligencia artificial, es el lado humano el que seguirá siendo el mayor diferenciador para los equipos y las organizaciones como lo menciona Chamorro-Premuzic (2018).

 

“El uso y aplicación de Data Science podría ser entendido como un arte, ya que el manejo de tanta información requiere intuición, visión cualitativa, comprensión e interpretación de la información disponible sobre una problemática real.”

 

En estadística, Data Science es un término establecido para referirse a la disciplina científica que involucra matemáticas, informática, investigación de operaciones, ciencias aplicadas y estadística (Weihs and Ickstadt, 2018). Por lo general, manejan grandes volúmenes de datos a lo que se le denomina “Big Data”, con el fin de extraer conocimiento derivado del procesamiento, análisis e interpretación de estos datos.

También Data Science hace uso de lenguajes de programación e inteligencia artificial para analizar bases de datos multivariadas que contienen datos en formatos de imágenes, texto, sonido, mediciones, entre otros. En el mundo empresarial, donde se genera información constantemente, la modelación de datos a través de Data Science permite a directivos tomar decisiones oportunas, monitorear continuamente la calidad de productos, servicios y pronosticar ventas.

Algunos autores como Boire (2018), consideran que el uso y aplicación de Data Science podría ser entendido como un arte debido a que el manejo de tanta información requiere intuición, visión cualitativa, comprensión e interpretación de la información disponible sobre una problemática real, en la que se que necesita la integración de conocimientos avanzados (estadísticos y computacionales) de manera creativa para que sea posible su modelación.

Otros investigadores comentan que las habilidades que más se destacan en este campo de acción son la formulación de preguntas productivas, pensar computacionalmente y analíticamente, visualizar y resumir datos, comunicación y  narración o argumentación efectiva (Dichev y Dicheva 2017). Esta última habilidad, narración o argumentación efectiva es una de las que menos se inculcan en los estudiantes.

 

“La narración o argumentación efectiva es una de las habilidades que menos se inculcan en los estudiantes. Los egresados de cualquier profesión deben comunicarse de manera clara, dando razones que justifiquen lo que están expresando verbalmente o de manera escrita.”

 

La argumentación efectiva es una de las habilidades que deberían tener los egresados de cualquier profesión debido a que se deben comunicar de manera clara, dando razones que justifiquen lo que están expresando verbalmente o de manera escrita. Pasquier, Rahwan, Dignum y Sonenberg (2007) sostienen que tanto la argumentación como la justificación e incluso la explicación pueden ser vistos como procesos por los que una persona muestra a otra por qué su postura es coherente.

En la enseñanza de Data Science, Parker (2018) sostiene que la argumentación efectiva es una de las habilidades menos desarrolladas en los estudiantes y que es necesario de incentivar. Pensando en desarrollar esta habilidad de argumentación, además de las habilidades estadísticas y computacionales, Parker (2018) planeó un curso en el que sus estudiantes tenían que elaborar varios proyectos de investigación sobre problemáticas reales en el que se les solicitaba desde indicar el problema, recolectar la información, analizarla, interpretarla y encontrar los hallazgos relevantes del análisis en el contexto del problema. En estos proyectos, los estudiantes necesitaban utilizar herramientas tecnológicas y documentar los hallazgos del análisis estadístico en reportes escritos y también de manera oral.

De esta manera, Parker sugiere que los estudiantes pueden desarrollar no sólo las habilidades propias de Data Science sino también otras habilidades como de argumentación efectiva, trabajo en equipo, etcétera. Por ello, se recomienda al profesor de cualquier disciplina no sólo enfocarse en el desarrollo de las habilidades propias de esa área disciplinar sino también enfocarse otras habilidades que contribuyan al desarrollo integral del futuro profesionista.

A su vez, en la educación de la estadística se ha resaltado la necesidad de promover en los estudiantes el razonamiento inferencial  (e.g., Bakker & Derry, 2011; Makar & Rubin, 2014). Este tipo de razonamiento es requerido en las investigaciones cuantitativas para generalizar hacia una población teniendo los datos de una muestra representativa.

Por ello, es recomendable que este razonamiento se fomente en los estudiantes de todas las especialidades. En sí, el razonamiento inferencial es definido por Inzunza (2013) como el proceso de ir más allá de los datos de una muestra para extraer conclusiones de un universo que no ha sido explorado en su totalidad, consecuentemente las conclusiones a las que se llegan son inciertas.

Los investigadores en educación en estadística han explorado varias estrategias para ayudar a sus estudiantes a desarrollar el razonamiento inferencial como la inferencia informal, considerada una inferencia que se realiza sin el empleo de los métodos formales de inferencia estadística (p. ej., pruebas de hipótesis e intervalos de confianza), y también la simulación de muestras aleatorias. Por ejemplo, en la propuesta de  Ben-Zvi (2018), sus estudiantes tenían que experimentar tres ciclos de investigación durante un curso introductorio: el primero usando análisis exploratorio de datos (análisis gráfico), el segundo haciendo una inferencia informal, y el tercero haciendo una inferencia usando simulación.

La similitud de la propuesta de Parker y la de Ben-Zvi estriba en que en ambas impera la necesidad de que los alumnos adquieran las habilidades propias de la materia que están cursando además de otras habilidades. Para desarrollarlas, tanto Parker como Ben-Zvi expusieron a sus estudiantes a actividades o proyectos en los que ellos tenían que ponerlas en práctica durante el curso como lo hubieran hecho al aprender un arte (p. ej., un instrumento musical, a pintar, a esculpir). Cabe aclarar que en este artículo sólo se presentan la propuesta de Parker y la de Ben-Zvi para ejemplificar cómo estos investigadores tenían el objetivo de desarrollar ciertas habilidades y razonamientos, y para explicar brevemente las estrategias que ellos usaron. Sin embargo, existen otras investigaciones y propuestas para la enseñanza de la estadística en cursos introductorios, en las que se han empleado diversas herramientas y software para estadísticos.

En mi experiencia como docente de la materia de Probabilidad y Estadística participe en el diseño de un curso que tenía como fin introducir las ideas inferenciales,  ideas previas de los conceptos formales de inferencia estadística (p. ej., el valor p, intervalos de confianza y significancia estadística, pruebas de hipótesis),  desde el inicio del curso y desarrollarlas durante el transcurso del mismo (Ruiz, Albert, Tobías, Villarreal, 2014).

Posteriormente, he estudiado el razonamiento inferencial a través de la argumentación en reportes escritos y en presentaciones orales sobre situaciones inferenciales de comparación en contextos reales (tiempo entre pulsos en pacientes enfermos del corazón que utilizan marcapasos vs. los que no lo utilizan, contaminación de PM10 en primavera-verano vs. otoño-invierno)  y en la que se les proporcionaron los datos que ellos debían analizar. Los cuáles han sido elaborados en equipos, usando el software estadístico Minitab. En una investigación en curso, nos interesa analizar cómo los alumnos validan y soportan su inferencia estadística, observando si ellos logran integrar las razones del contexto y las razones estadísticas como sugieren Bakker, Kent, Derry & Noss (2008). Para hacer el análisis de la solidez y de la validez del razonamiento inferencial se propuso un marco conceptual que integra el modelo de argumentación de Toulmin y las componentes esenciales en el razonamiento inferencial (ver Gómez-Blancarte and Tobías-Lara, 2018).

A mis colegas docentes los invito a documentarse sobre lo que están haciendo los expertos en el área disciplinar que enseñamos. Para lograrlo propongo crear redes de colaboración entre docentes y compartir nuestras ideas y experiencias.

 

Acerca del autor

María Guadalupe Tobías Lara (mgtl@itesm.mx) es investigadora en estadística educativa y es docente de la materia de Probabilidad y Estadística en el Tecnológico de Monterrey.

 

Referencias

  • Albert, J. A., Ruiz, B., Tobías, M.G., Villarreal, O. (2014). Proyecto: Transformando la Educación Estadística desde un Enfoque Inferencial. Fondo NOVUS. Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey. Convocatoria 2014-2015
  • Bakker, A., Kent, P., Derry, J., Noss, R., and Hoyles, C. (2008). Statistical inference at work: Statistical process control as an example. Statistics Education Research Journal, 7(2), 130-145. [Online: http://iase-web.org/documents/SERJ/SERJ7(2)_Bakker.pdf]
  • Bakker, A., & Derry, J. (2011). Lessons from inferentialism for statistics education, Mathematical Thinking and Learning, 13(1-2), 5-26. doi: 10.1080/10986065.2011.538293
  •  Ben-Zvi, D. (2018). Three paradigms to develop students’ statistical reasoning.In M. A. Sorto, A. White, & L. Guyot (Eds.), Looking back, looking forward. Proceedings of the Tenth International Conference on Teaching Statistics (ICOTS-10), Kyoto, Japan. Voorburg, The Netherlands: International Statistical Institute.
  • Boire, R. (2018). “The art of Data Science”, Predictive Analytics Times. [https://www.predictiveanalyticsworld.com/patimes/the-art-of-data-science/9475/]
  • Chamorro-Premuzic, T. (2018). 3 Ways to Build a Data-Driven Team. Recuperado de https://hbr.org/2018/10/3-ways-to-build-a-data-driven-team
  • Dichev, C., & Dicheva, D. (2017). Towards Data Science Literacy. Procedia Computer
    Science 108
    , 2151-2160.
  • Gómez-Blancarte, A., and Tobías-Lara, M. G. (2018). Using the Toulmin model of argumentation to validate students’ inferential reasoning. In M. A. Sorto, A. White, & L. Guyot (Eds.), Looking back, looking forward. Proceedings of the Tenth International Conference on Teaching Statistics (ICOTS-10), Kyoto, Japan. Voorburg, The Netherlands: International Statistical Institute.2018).
  • Inzunza, S. (2013). Un acercamiento informal a la inferencia estadística mediante un ambiente computacional con estudiantes de bachillerato. Revista Electrónica AMIUTEM, 1(1), 60-75.
  • Makar, K. & Rubin, A. (2014). Informal statistical inference revisited. In K. Makar, B. de Sousa, & R. Gould (Eds.), Proceedings of the 9th International Conference on Teaching Statistics. Flagstaff, Arizona, USA: International Statistical Institute.
  • Parker, H. (2018). Cultivating creativity in data work. Keynotes in In M. A. Sorto, A. White, & L. Guyot (Eds.), Looking back, looking forward. Proceedings of the Tenth International Conference on Teaching Statistics (ICOTS-10), Kyoto, Japan. Voorburg, The Netherlands: International Statistical Institute.
  • Pasquier, P., Rahwan, I., Dignum, F., & Sonenberg, L. (2007). Argumentation and persuasion in the cognitive coherence theory: preliminary report. Argumentation and Persuasion in the Cognitive Coherence Theory (193–210). Springer Berlin Heidelberg.
  • Smith, G. (2018). Beware the AI delusion. Recuperado de https://www.fastcompany.com/90247482/beware-the-ai-delusion?partner=feedburner&utm_source=feedburner&utm_medium=feed&utm_campaign=feedburner+fastcompany&utm_content=feedburner
  • Weihs, C. and Ickstadt, K. (2018). Data Science: the impacts of statistics.  International Journal of Data Science and Analytics . https://doi.org/10.1007/s41060-018-0102-5
  • World Economic Forum (2018). Machines Will Do More Tasks Than Humans by 2025 but Robot Revolution Will Still Create 58 Million Net New Jobs in Next Five Years. Recuperado de http://reports.weforum.org/future-of-jobs-2018/press-releases/

Fuente: https://observatorio.itesm.mx/edu-bits-blog/retos-de-la-ensenanza-en-la-era-de-big-data

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‘Soy daño colateral de la profesión docente’: un ex profesor comparte su historia desgarradora

Por anónimo

En el segundo día del nuevo año escolar, rompí. Otra vez. Ha ocurrido antes, hace unos cinco años. En ese entonces, me desperté una mañana y no podía levantarme de la cama. Mi cuerpo se negó. Ignoró las peticiones de mi cabeza para levantarme y vestirme.

Esta vez fue diferente, esta vez estaba en el trabajo. De repente no pude ir a una reunión. Una abrumadora sensación de temor se estrelló sobre mí y me sentí atrapado y no podía respirar. Lloré. Adecuado incontrolable, con el pecho agitado sollozando. No lloro a menudo, incluso después de escuchar historias de abuso tras abuso que he hecho durante muchos años.

Solía ​​ser duro y sólido.

De repente, estaba sentado en la sala de reuniones y mi jefe tuvo la misma conversación que tuve con muchos empleados: que debería ir a ver a un médico y tomarme un descanso. Que si me sentía así, entonces algo estaba seriamente mal; Que la vida y mi bienestar eran más importantes. Trabajar en una escuela de SEMH (salud social, emocional y mental) puede ser difícil a veces.

Hace muchos años, vi a un maestro ser sacado de la clase por la cabeza después de que él se hubiera roto frente al grupo. Estaba sollozando y temblando, igual que yo. Fue horrible. Por suerte me ahorré eso. Me puse de pie en el patio de recreo, en el frío, y lloré.

Hablé con algunos de los niños que habían llevado al profesor a una crisis nerviosa algún tiempo después. Se odiaron a sí mismos por lo que habían hecho, pero dijeron que no podían detenerse. Sabían que él estaba a punto de romperse y siguieron atacándolo hasta que lo hizo. Dijeron que querían que él los detuviera, pero él no pudo. Todo el asunto simplemente se deshizo lentamente frente a ellos, como un accidente de coche en cámara lenta. Ese recuerdo siempre ha estado pegado firmemente en mi cabeza. Los niños pueden ser brutales y pueden concentrarse en cualquier debilidad si se les permite.

Al final, no fueron los niños los que me rompieron. Tenía más que ver con la política que con cualquier cosa, y con las crecientes presiones por la falta de fondos, causadas por el gasto indebido del presupuesto para necesidades especiales.

La última vez que volví. No creo que haya vuelta esta vez. Mi tiempo en la educación está hecho. La idea de tener que lidiar con los problemas infinitos, empeorados por los cambios constantes, las expectativas poco realistas y la falta de financiamiento es demasiado.

Solía ​​ser un reto. Ahora era un trabajo insoportablemente duro. Parecíamos estar luchando contra el mundo solo para lograr la igualdad de condiciones para nuestros hijos, y no debería ser así.

Tomé la decisión de trabajar en educación especial hace unos 17 años. Sabía que sería difícil trabajar con estudiantes de EBD (Dificultades de Comportamiento Emocional) tal como era antes de que se convirtiera en BESD (Dificultades de Comportamiento, Emocionales y Sociales) o SEMH como lo es ahora, pero no pensé que terminaría así.

Durante las vacaciones, había habido una inquietante ansiedad todo el tiempo. Había sido muy difícil el año anterior y sabía que este año sería aún más difícil, comenzando con una gestión del cambio y otras restricciones presupuestarias. Cada correo electrónico relacionado con el trabajo causó ansiedad y un estrechamiento de mi pecho. La idea de hacer otro año se volvió insoportable.

Teníamos poco personal y exceso de trabajo, lo que nos llevó a errores, retrasos y frustraciones. Solo puedes apretar mucho antes de que las cosas empiecen a desmoronarse. Entiendo la necesidad de la responsabilidad, pero tiene que ser realista. Todos querían su libra de carne, incluso cuando estábamos desnudos hasta el hueso. No puede seguir subiendo el listón mientras reduce todos los sistemas de soporte y las agencias. Algo tiene que dar. En este caso, fui yo. Daños colaterales.

Estoy teniendo asesoramiento ahora. Como relato incidente tras incidente: los asaltos; las revelaciones; los incidentes interminables y horribles de salvaguardia; la agresión el bastón roto las muertes; Creo que no es de extrañar que me haya roto. Mi consejero dice que he experimentado numerosos traumas en mi trabajo; que el entumecimiento paralizante que tengo en la parte posterior de la cabeza, que me impide poder pensar con claridad cuando pienso en el trabajo, es común en las experiencias postraumáticas. He sido traumatizado por la enseñanza.

No sé qué voy a hacer ahora. He enseñado durante 20 años y he sido líder sénior durante siete años. De repente, se acabó. Solo espero que algo aparezca. Me siento enojado, frustrado, triste, inútil y patético. Siento que he decepcionado a mis colegas y los niños.

Lo peor es que sé que mi ausencia está ejerciendo más presión sobre nuestro personal ya estirado, pero no pude continuar. Otros días me siento adormecida. Roto. Vacío. Incluso en la medicación. He conocido a muchos otros maestros y SLT que han dejado de fumar o que están a punto de hacerlo.

Cuando me fui, un colega líder principal dijo: «Era solo una cuestión de tiempo antes de que uno de nosotros se rompiera». Se habla de bienestar constantemente en los medios de comunicación en este momento, pero a menos que algo drástico cambie pronto, estamos ante un éxodo creciente. y la fuga de cerebros de la educación.

El asesoramiento está ayudando. Realmente no entiendo cómo; Parece que soy yo hablando de cosas. Supongo que ayuda a poner las cosas en perspectiva; deja de embotellar las cosas para que puedas explorarlas y entenderlas a la luz del día y para mí eso ha hecho que mi cabeza se sienta menos abarrotada. Aunque no es ciencia espacial. La solución parece tan simple: alguien con quien hablar que sabe escuchar y que tiene el tiempo y el espacio para hacerlo. Es una pena que no tuviera esto antes. Necesitamos tomar la salud mental mucho más en serio, pero esto cuesta dinero y el dinero, lamentablemente, no está disponible.

Espero poder recuperar el equilibrio y encontrar un trabajo que pague las cuentas sin destruir mi salud mental. Lamentablemente, por mucho que crea en el poder de la educación para mejorar las vidas, no creo que pueda hacerlo más.

El escritor es un  ex profesor en una escuela especial en Inglaterra. 

Fuente: https://www.tes.com/news/i-am-collateral-damage-teaching-profession

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Salvadores blancos, escuelas liberianas

Escrito por Amanda Lichtenstein/Traducido porAntonio Iborra Rovira

Hacia mediados de octubre de 2018, ProPublica, proyecto estadounidense de periodismo de investigación, publicó Desprotegida, historia que versa sobre un escándalo de abuso sexual masivo en More Than Me (MTM), ONG que opera principalmente en escuelas para apoyar a las niñas liberianas más vulnerables de West Point, Monrovia. El resumen hizo que muchos se preguntaran cómo puede haber una negligencia tan grave, si bien están surgiendo por toda África escuelas privadas gestionadas por ONG como MTM, un ideal altruista a la vez.

More Than Me fue fundada en 2008 por la estadounidense Katie Meyler, y el liberiano Macintosh Johnson. La fe evangélica de Meyler en la misión de MTM la ayudó a recaudar 8 millones de dólares de donantes internacionales, personalidades y filántropos. Desde su origen, MTM pasó de una a 19 escuelas diferentes, con más de 4000 estudiantes.

Meyler y Johnson no contaban con experiencia en educación ni desarrollo, pero en Liberia, donde un 60 % de los niños en edad escolar no va a la escuela, Meyler se presentó como una especie de salvadora que podía levantar un sistema educativo diezmado.

En 2013, la presidenta de Liberia, Ellen Johnson Sirleaf, consideró que el sistema educativo era “un desastre” después de que 25 000 estudiantes de educación secundaria desaprobaran los exámenes estatales. En plena recuperación de una guerra civil y de una crisis devastadora provocada por el ébola, y en busca de soluciones desesperadas, el Gobierno liberiano recurrió a donantes y benefactores internacionales.

El día de inauguración de la academia de MTM, la presidenta Sirleaf apoyó a Meyler, dho que lo que más quería para su país era “expandir la iniciativa de Katie Meyler a cuantas comunidades fuera posible”.

Con pocas restricciones legales, requisitos u obstáculos, Meyler estableció MTM como una organización de renombre con pubilcaciones en redes sociales de una fascinante historia de salvación.

Culpabilidad sin consecuencias

No obstante, a finales de 2012 ya habían empezado a circular por la comunidad MTM rumores que acusaban a Johnson de abuso sexual. Para ese momento, Meyler galopaba como “estrella de la caridad” por el mundo de la élite de filántropos, había obtenido un premio de 1 millón de dólares de JPMorgan Chase y el reconocimiento de la revista Time como Persona del Año en 2014 por su labor contra el ébola. Según ProPublica, Meyler sospechaba desde 2011 de la preferencia de Johnson hacia las muchachas, pero ambos tenían una relación intermitente, por lo que ella no actuó rápida y decisivamente contra él. Otros que sospechaban de Johnson dudaron sobre comparecer porque les preocupaba que Meyler prefiriera a su pareja antes que a las chicas, explicó Iris Martor, enfermera en una escuela de MTM.

La investigación de ProPublica confirma que Johnson violó y abusó de casi la tercera parte de las alumnas, algunas hasta de 10 años de edad. El personal de MTM denunció finalmente a Johnson ante la policía, que lo detuvo e investigó penalmente, con varias vistas judiciales. Meyler siguió comunicándose con Johnson mientras estuvo arrestado, pero no acudió a las audiencias. Johnson murió a causa del SIDA antes de que se resolviera el juicio. ProPublica confirmó que varias niñas violadas por Johnson también contrajeron VIH.

MTM negó todas las malas prácticas, salvo haber contratado a Johnson. La junta directiva de MTM defiende que MTM creó un “entorno seguro” con total compromiso por los derechos y la protección de los menores. Meyler se presentó en la historia como otra víctima de Johnson y elogió a las chicas que tomaban acciones, y prometió luchar aún más por su protección. MTM ofreció becas y alojamiento para algunas víctimas de Johnson, pero otras se retiraron y al menos una volvió a la dura vida de la calle.

Salvadores blancos, estados frágiles

Hoy en día, MTM sigue operando en relación directa con el Gobierno liberiano. En 2016, el Ministerio de Educación lanzó Escuelas Unidas por Liberia en el Programa de Avance de la Educación en Liberia, y subcontrató a casi cien 100 escuelas para ONG con y sin fines de lucro, incluidas a MTM, Bridge International Academies (investigada también por prácticas engañosas), Rising Academies, entre otras.

La unión de docentes en Liberia y en otros países, y profesionales del desarrollo que se oponen a la privatización de la educación en África, condenaron esta iniciativa. Con todo, y pese a los resultados mixtos en su primer año, el Gobierno planea duplicar el número de escuelas con subcontratación para 2019, siguiendo una creciente tendencia del continente africano. Un estudio estima que uno de cada cuatro niños africanos (66 millones) asistirá a escuelas privadas en 2021.

De las siete asociaciones originales en Liberia, más de la mitad fueron fundadas por blancos no africanos, motivados por misiones financiadas más por filántropos altruistas que por conocimiento contextualizado. La raza, el género y el privilegio jugaron un papel esencial en la formación de MTM y en organizaciones similares. Como estadounidense blanca, Mayler obtuvo autorizaciones que una liberiana de color no hubiera recibido, como refirió Chidegar “Chid” Liberty, exdirectiva de MTM, a ProPublica.

“No se sabía lo mal que podría salir todo si las estructuras pertinentes del Gobierno no estaban preparadas”, dice Liberty, estadounidense-liberiana que vive parte del tiempo en Monrovia.

El desconocimiento deliberado de Meyler está vinculado al “complejo del salvador blanco”, término que hace referencia a blancos cuyo propósito es ayudar a gente de color que está arraigado a una historia de colonialismo y racismo que sigue perpetuando el deteriorado estereotipo de una África negra “incivilizada”. El escritor Teju Cole lo llama el Complejo Industrial del Salvador Blanco, porque claramente se gana dinero si se interfiere en la vida de otros.

Liberty, quien salió de la directiva en 2015, contó a ProPublica que cree que la organización “jugó un papel significativo en el gran crimen institucional contra estas chicas”.

“En cualquier otra parte del mundo, todo implicado rendiría cuentas”, dijo Liberty, sugiriendo que Meyler y el privilegio blanco de la organización conformó cada aspecto de la filosofía y acciones de MTM.

Aumentar o disminuir

Los planes de Liberia para aumentar las asociaciones de escuelas públicas y privadas no tienen precedente en el continente. Desde Bill Gates a Mark Zuckerberg, los filántropos que pertenecen a ProPublica hablan de un “mundo enrarecido de trotamundos solucionadores de problemas” que hacen que fracasen Gobiernos con perspectivas abusivas. El grupo reconoce la oportunidad de invertir en la educación africana, y en cómo se podría disfrazar fácilmente de altruismo.

Los que proponen la privatización de las escuelas insisten en que los centros privados simplemente son mejores que las escuelas públicas. Pero tal y como muestra la deblace de MTM, su frenética insistencia en un aumento rápido –que supone un rápido rendimiento de sus inversiones emocionales y financieras– puede acabar en violaciones de derechos humanos de proporciones épicas.

Si naciones como Liberia fracasan al concebir la educación como un derecho humano universal garantizado por el Estado, su lucha por renovar su sistema educativo seguirá dependiendo de que organizaciones como MTM llenen el vacío.

En una carta del 14 de octubre publicada en el sitio web de MTM, Meyler anunció que abandonará temporalmente su cargo de directora general mientras la organización lleva a cabo su propia investigación de las acusaciones presentadas en el documento de ProPublica.

Indiscutiblemente, se cometieron delitos terribles en instalaciones escolares de MTM sin que nadie asumiera la responsabilidad. Meyler sometió a las chicas más vulnerables de Monrovia a una fantasía evangélica de “salvación” cuyo control perdió aterradoramente, puso a las chicas en peligro con todas las metáforas del desarrollo “benefactor.

Sin embargo, cualquiera que pase un tiempo en África conoce a alguien como Meyler, quizás hasta reconoce su idealismo en los propios proyectos. Pese a las fuertes críticas, la industria del voluntariado (con 173 000 millones de dólares) está en auge en el continente, y ofrece a jóvenes idealistas la libertad de hacer realidad sus fantasías de salvador a expensas de comunidades más vulnerables. Desde Instagram a charlas TED, hay un coro global preparado para el próximo sermón.

Una poderosa combinación de privilegios e incompetencia suele derivar en graves errores. He cometido errores y conozco a amigos, colegas y antiguos estudiantes que también han recorrido las complejidades de proyectos de desarrollo sin tener experiencia ni conocimiento. El desarrollo real lleva tiempo, no hay soluciones rápidas.

No todos los proyectos se echan a perder como le ocurrió a MTM, y no todos los blancos que trabajan en África son irresponsables. La competencia trasciende la raza, la clase y el género. Pero la historia de Meyler es una señal de alarma para las estructuras, solidaridad, responsabilidad e integridad cuando se trata del desarrollo, si tenemos la intención de seguir trabajando así.

Fuente: https://es.globalvoices.org/2018/10/23/salvadores-blancos-escuelas-liberianas/

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