Page 127 of 2675
1 125 126 127 128 129 2.675

Brasil: ¿Vamos al encuentro de nuestra propia destrucción?

¿Vamos al encuentro de nuestra propia destrucción?

Leonardo Boff

La historia del ser humano en la Tierra se resume en gran parte en un permanente conflicto contra el ambiente. Este proceso ha ido tan lejos que el ser humano ha llevado adelante una verdadera guerra contra la Tierra en todos sus frentes: en el suelo, en el subsuelo, en el aire y en el mar, siempre con la perspectiva de saquear y extraer más y más beneficios. En círculos científicos se dice que la acción humana sobre la tierra como un todo ha fundado una nueva era geológica: el antropoceno, que significa que los daños a la naturaleza no vienen de afuera, sino de la propia acción del ser humano, pensada y orquestada en su afán de extraer más y más beneficios para su vida. Tal hecho ha tenido como consecuencia el desequilibrio del planeta, que ha reaccionado enviándonos más calor, eventos extremos como inundaciones, huracanes y sequías, además de una gama creciente de virus, muchos de ellos letales, como el coronavirus.


       El hecho es que hemos perdido la perspectiva del Todo. Nos hemos quedado únicamente con la parte. Ha ocurrido una verdadera fragmentación y atomización de la realidad y de los respectivos saberes. Se sabe cada vez más sobre cada vez menos. Tal hecho tienen sus ventajas pero también sus límites. Las ventajas, especialmente en la medicina que ha conseguido identificar los diferentes tipos de enfermedades y cómo tratarlas. Pero hay que recordar que la realidad no está fragmentada. Por eso los saberes sobre ella tampoco pueden estar fragmentados.       

       Dicho figurativamente: la atención se ha concentrado en los árboles, considerados en sí mismos, perdiendo la visión global del bosque. Peor aún, se ha dejado de considerar las relaciones de interdependencia que todas las cosas guardan entre sí. Ellas no están lanzadas ahí al azar, una al lado de la otra, sin las necesarias conexiones entre ellas que les permiten solidariamente vivir, autoayudarse y juntas coevolucionar,

       Veamos los árboles: ellos tienen un lenguaje propio, distinto del nuestro, fundado en la emisión de sonidos. Los árboles hablan mediante olores que emiten y produciendo toxinas que envían a los otros árboles. Entre los iguales se establecen una relación de reciprocidad y colaboración. Con árboles distintos se entablan verdaderas batallas químicas en el afán de cada uno tener más acceso a la luz del sol o a nutrientes del suelo. Pero se hace siempre sin exceso, en una medida justa, de tal forma que el conjunto de árboles forman un rico y diverso bosque o selva.

       En el caso humano, hemos perdido este equilibrio y la justa medida: se ha erosionado aquella corriente que relaciona a todos con todos, llamada Matriz Relacional. No hemos tenido en cuenta la amplia red de relaciones e interconexiones que envuelven al propio universo y a todos los seres existentes. No existe nada fuera de la relación. Todo está relacionado con todo en todas las circunstancias. Esa es la realidad de todas las cosas existentes en el universo y en la Tierra, desde las galaxias más distantes a nuestra Luna, y hasta las hierbas silvestres. Ellas tienen su lugar y su función en el Todo. En una elegante formulación del Papa Francisco en su encíclica Laudato si: sobre el cuidado de la Casa Común (2015) se afirma: «Todo está relacionado y todos nosotros, los seres humanos caminamos juntos como hermanos y hermanas, en una maravillosa peregrinación que nos une con tierno cariño al hermano Sol, a la hermana Luna, al hermano río y a la hermana y Madre Tierra… el sol y la luna, el cedro y la florecilla, el águila y el gorrión no existen sino en dependencia unos de otros, para complementarse y servirse mutuamente» (n.92; 86).

       Si realmente todos estamos entrelazados, entonces debemos concluir que el modo de producción capitalista, individualista, que busca el mayor lucro posible a costa de la explotación de la fuerza de trabajo y de la inteligencia humana y especialmente de las riquezas naturales, sin darse cuenta de las relaciones existentes entre todas las realidades, contaminando el aire y envenenando los suelos con pesticidas, va a contracorriente de la lógica de la naturaleza y del propio universo que ligan y religan todo con todo, constituyendo el esplendoroso gran Todo.

       La Tierra nos creó un lugar amigable para vivir pero nosotros no nos estamos mostrando amigables con ella. Por el contrario, la agredimos sin parar hasta el punto de que ella no aguanta más y comienza a reaccionar como si fuera un contraataque. Este es el significado mayor de la irrupción de toda una gama de virus, especialmente del Covid-19. De cuidadores de la naturaleza (Génesis 2,15) nos hemos vuelto su Satán amenazador.

       Hasta la llegada de la modernidad entre los siglos XVII-XVIII, la humanidad se entendía normalmente como parte de la Madre Tierra y de un cosmos viviente y lleno de propósito. Se percibía ligada al Todo. Ahora la Madre Tierra ha sido transformada en un almacén de recursos y en un baúl lleno de bienes naturales a ser explotados.

       En esta comprensión que ha acabado por imponerse, las cosas y los seres humanos están desconectados entre sí, siguiendo cada cual un curso individual. La ausencia del sentimiento de pertenencia a un Todo mayor, el no hacer caso al tejido de relaciones que liga a todos los seres nos ha vuelto desenraizados y sumergidos en una profunda soledad. Estamos poseídos por el sentimiento de que estamos solos en el universo y perdidos, cosa que la visión integradora del mundo, que existía anteriormente, lo impedía. Hoy nos damos cuenta de que debemos establecer un lazo de afectividad con la naturaleza y con sus diversos seres vivos e inertes, pues tenemos el mismo código genético de base, por lo tanto somos hermanos y hermanas (árboles, animales, pero también las montañas, lagos y ríos). Si no ponemos corazón en nuestra relación –de ahí la razón cordial– difícilmente salvaremos la diversidad de la vida y la propia vitalidad de la Madre Tierra.

       ¿Por qué hemos hecho esta inversión de rumbo? No hay una única causa, sino un conjunto de ellas. Pero la más importante y perjudicial ha sido haber abandonado la llamada Matriz Relacional, es decir, la percepción del tejido de relaciones que entrelazan a todos los seres. Ella nos daba la sensación de ser parte de un Todo mayor, de que estábamos incluidos en la naturaleza como parte de ella y no simplemente como sus usuarios y con intereses meramente utilitaristas. Perdimos la capacidad de encantamiento por la grandeza de la creación, de reverencia ante el cielo estrellado y de respeto por todo tipo de vida.

       Si no cambiamos, podrá realizarse lo que el Papa Francisco advirtió en la encíclica Fratelli tutti: «estamos en el mismo barco: o nos salvamos todos o nadie se salva» (n.32). No estamos llamados a ser los agentes de nuestra propia destrucción sino a ser la mejor floración del proceso cosmogénico.

 

*Leonardo Boff ha escrito con el cosmólogo Mark Hathaway, El Tao de la liberación: explorando la ecología de transformación, Vozes 2010/ Orbis Books, Nueva York 2010, prefacio de F. Capra.

Traducción de MªJosé Gavito Milano

Fuente de la Información: https://www.atrio.org/2022/12/vamos-al-encuentro-de-nuestra-propia-destruccion/

 

 

Comparte este contenido:

Educación y conocimiento: ¿Por qué pensamos lo que pensamos? ¿Qué es eso de la hegemonía cultural?

¿Por qué pensamos lo que pensamos? ¿Qué es eso de la hegemonía cultural?

 Jorge Aller García

Podriamos decir que el modo de ver y acercarse al mundo no es algo estrictamente individual y peculiar de cada persona, surge como resultado del proceso dialéctico entre la individualidad en desarrollo y de la socialización con la naturaleza y otros individuos. Es decir, es fruto de la historia, de lo que acontece. Las formas previamente construidas de entendimiento del mundo se instauran por medio de la cultura reinante, estas formas establecidas son premeditadas y funcionales al orden político-social vigente y llenas como no en la actualidad, de ideología capitalista. La hegemonía cultural actual reside en la cultura burguesa. Los cambios que afloran son fruto del enfrentamiento de clases, de proceso histórico y no surgen por si solos. Independientemente de los cambios que se produzcan, el objetivo final del capital sigue siendo la reproducción de valor.

Hay una de estas visiones socialmente establecidas que vamos a intentar exponer brevemente: pensar que la realidad social está mediada por una suma de individuos que se desarrollan de manera libre y que por lo tanto parten y viven de una manera igualitaria. Por lo tanto significaría que los individuos se deben a si mismos, y se construyen de una manera casi independiente de los condicionantes políticos, económicos, valores, culturales y procesos históricos que viven. Que cada persona tiene algo innato que le hace desarrollarse de una manera y no de otra. Hay es donde residiría el concepto de idealismo que es una de las bases del sistema capitalista para negar la conflictividad y el desarrollo histórico. No hay mayor trampa que responsabilizar y propiamente individualizar las conflictividades y la realidad en el conjunto social, abstracto y amorfo de “la gente” o de los ciudadanos. No hay mayor trampa que ocultar el origen sistémico de todo lo que acontece. Nada es casual, ni ajeno a los condicionantes materiales, culturales y políticos. Y por supuesto nada de lo que ocurre es natural; así la pobreza y desigualdad no es ni una casualidad, ni un mal menor, no se deben a la naturaleza de las personas que hace que algunas se sacrifiquen o trabajen duro para alcanzar una mejor posición o tampoco son una lacra eterna que siempre existirán y a la cual habrá que poner parches. Sino que es consecuencia de determinado sistema productivo que se basa en el reparto desigual de la riqueza social generada, en la acumulación en solo unas manos de capital y medios de producción y en otras dependientes y desposeidas de todo lo que tienen, quedándoles exclusivamente su capacidad de trabajar para las propietarias.

Por otro lado, esto tiene una vuelta bastante implantada en parte de los voceros del liberalismo y de la socialdemocracia, es pensar que los problemas y la realidad se transformaría desde voluntades o grados de consciencia concretos, desligándose del sistema en el que se desarrollan los individuos, que todo el mundo tendriamos una parte de responsabilidad. Un ejemplo es lo que vemos a diario en la propaganda de todo tipo para evitar la catástrofe medioambiental en la que nos encontramos y caminar hacia una supuesta transición ecológica. Según ese esquema solo bastaría con la toma de consciencia y responsabilidad individual del problema, una serie de pequeños retoques como reciclar, bajar el consumo de algunos productos y una serie de pequeñas medidas técnicas y reajustes en los procesos productivos por parte de empresas e instituciones. Si nos adentramos en el problema, podremos llegar a entender que es justo las bases del sistema capitalista y su desarrollo histórico el que produce semejante crisis y no una serie de malos hábitos, prácticas concretas o la idea exagerada, algo misántropa de decir que “el ser humano somos así” y que no hay remedio posible. Es la propia estructura, el funcionamiento del capitalismo y el modelo social que necesita para su incansable expansión y ganancia la que produce la crítica situación en la que nos encontramos. El capital bebe de dos fuentes de riqueza: la humana y la natural. Y no pondrá freno, porque su única garantía de supervivencia es la explotación constante sin una perspectiva de sostenibilidad y visión a medio plazo. Es un caballo debocado hacia el precipicio.

Así se expande esa idea como plaga de que los problemas de este mundo se resolverían por medio exclusivamente de la educación, sin entender que justo la educación es una estructura dominada por los valores y cosmovisión capitalista, aquella que perpetua el ideario afín de la estructura originaria. Viéndolo con otro ejemplo simple y cercano; el último anuncio del gobierno de España para luchar contra la adicción al juego. Ya que está subiendo enormemente entre los jóvenes y la población migrante. En el anuncio se llevan acabo una serie de acusaciones de que la culpa es del que se engancha, como del que bebe y coge el coche, que tiene que concienciarse de cuales son las nefastas consecuencias que tiene el juego, de saber decir que no. Lo curioso es que el anuncio o ninguna campaña de este tipo se adentra en ningún momento o pone encima de la mesa que procedencia de clase tienen los jóvenes adictos/as al juego, que motivos les llevan a la población migrante a apostar, bajo que condiciones económicas o educativas se desarrollan, que alternativas de ocio tienen a su alrededor, o cuales son los orígenes y beneficiarios de tal lacra para la clase trabajadora. Lo que se suele hacer es una abstracción demagógica, decir que cada joven puede o no engancharse, que cada joven tiene la capacidad de elección, que los orígenes de clase no importan, ni la precariedad existencial que sufren, ni esa falta de alternativas de ocio, ni el nihilismo reinante, ni que el bombardeo de propaganda aspiracional mediante youtubers y redes sociales en internet influye en el desenlace y desarrollo de la juventud. Ni siquiera se pone el foco, (a veces tan solo timidamente) en aplicar medidas concretas y drásticas que paralicen todos las aperturas de salas de juego, difusión de publicidad o existencia de portales de internet de este tipo. Es evidente porque las reformas son tenues e inoperantes, estas empresas forman parte de todo un entramado de capitales con grandes intereses e influencias para poder hacer valer su poder y los poderes políticos institucionales o no quieren o son incapaces de hacerles frente de manera real.

Es sobre estos valores de individualización del escenario social sobre los que se asienta uno de los pilares de la sociedad burguesa. Y es que el capitalismo no solo es una relación económica o sistema productivo, sino que se expande por todos los aspectos y esferas de la realidad, incluida la cultural. El nuevo poder que se implantó con el capital y su desarrollo en el siglo XX basado en el consumo, la uniformidad-individualización de los individuos y la coerción sigue expandiéndose para legitimar todos los cambios culturales necesarios para su desarrollo, y ello lo hace por medios económicos como por ejemplo: el control directo o indirecto de casi todo tipo de producción cultural, con el control por medio de subvenciones del arte revolucionario y transformador, del lenguaje con la apropiación de palabras e ideas liberadoras como libertad o solidaridad, con la mercantilización de la producción audiovisual y la difusión de valores capitalistas y reaccionarios, de potentes inversiones para el control y privatización de la educación con las actuales materias y herramientas de enseñanza implantadas en todo el sistema educativo y también con el dominio del campo del conocimiento e investigación.

Así la filosofía marxista, para explicar esta producción de valores en masa, habla de hegemonía cultural; como la dominación de la sociedad culturalmente diversa por la clase dominante, cuya cosmovisión, creencias, moral, percepciones, instituciones, valores o costumbres se convierten en la norma culturalmente aceptada, con prestigio y propiamente en la ideología dominante, valida y universal. Esta hegemonía cultural es la que justifica y legitima el orden político, social y económico como algo inevitable y natural. Y esto pasa igual en el capitalismo actual en Europa, en el mundo arabe, como en el siglo XV con la hegemonía cultural de la iglesia y la nobleza. Es decir en cada fase histórica la hegemonía cultural existe y se expande o no en base a la conflictividad entre clases sociales. Por ello, en la actualidad, con la derrota de los movimientos revolucionarios del siglo XX y en un momento de reconfiguración como el actual, el capitalismo gana y domina implacablemente. Se cuela en nuestros valores, pensamientos, juicios de valor y un largo etcétera. Se encuentra tanto en la esfera de la vida pública como en la privada y utiliza toda una serie de medios y herramientas sin precedentes. Una vertebración perfecta que no permite la ajenidad (el estar afuera de la misma). Podríamos decir que no es que formemos parte, sino que nosotras mismas somos el capitalismo. Somos cultura capitalista. De esta manera interpretarlo, analizarlo y estudiarlo no es una tarea cualquiera, sino la base para toda transformación social. La base para comprender su funcionamiento, poder disputar el campo social y poder iniciar profundos cambios que logren derribarlo. Comenzar ya mismo; conocer las experiencias revolucionarias del pasado y sus errores, ahondando en las raices socialistas de instituciones como el concejo abierto y su sistema comunal, renovar las formas de organización históricas del proletariado como redes de solidaridad y sindicatos, repensar los ateneos, medios de expresión, literatura y arte socialista. Todo ello, para formar hoy una nueva cultura revolucionaria adaptada a las circustancias, problemáticas y desarrollo histórico, que nos permita adentrarnos en las conflictividades para hacer crecer la visión de que el análisis de todo lo que acontece está mediado por los intereses particulares del capital. Trabajar en los espacios sociales oportunos para la construcción de una cultura revolucionaria socialista; colectiva, internacionalista, basada en la solidaridad, y comunalista de todos los aspectos de la vida para alcanzar el desarrollo libre de cada individuo. Una cultura que derribe el viejo mundo, un nuevo paradigma y cosmovisión en el que sostener la necesaria idea de que el mundo hay que transformarlo.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Fuente de la Información: https://rebelion.org/porque-pensamos-lo-que-pensamos-que-es-eso-de-la-hegemonia-cultural/

Comparte este contenido:

UNICEF solicita fondos de emergencia por valor de 10 300 millones de dólares para ayudar a los niños afectados por conflictos, catástrofes y crisis climáticas en todo el mundo

UNICEF solicita fondos de emergencia por valor de 10 300 millones de dólares para ayudar a los niños afectados por conflictos, catástrofes y crisis climáticas en todo el mundo

Los fondos apoyarán programas esenciales para más de 110 millones de niños en 155 países y territorios hasta 2023

GINEBRA/NUEVA YORK, diciembre de 2022 – UNICEF lanzó hoy un llamamiento de financiación de emergencia por valor de 10 300 millones de dólares para llegar a más de 173 millones de personas, incluidos 110 millones de niños, afectados por crisis humanitarias, los efectos duraderos de la pandemia de COVID-19 en todo el mundo y la creciente amenaza de eventos climáticos severos impactados por el clima.

“Hoy, hay más niños que necesitan asistencia humanitaria que en cualquier otro momento de la historia reciente”, dijo la Directora Ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell. “En todo el mundo, se enfrentan a una combinación letal de crisis, desde conflictos y desplazamientos hasta brotes de enfermedades y tasas vertiginosas de desnutrición. Mientras tanto, el cambio climático está empeorando estas crisis y desencadenando otras nuevas. Es fundamental que tengamos el apoyo adecuado para llegar a los niños con una acción humanitaria decisiva y oportuna”.

Este año comenzó con un estimado de 274 millones de personas que necesitaban asistencia humanitaria y protección. A lo largo del año, estas necesidades crecieron considerablemente, en gran parte debido al conflicto, incluida la guerra en Ucrania; a la creciente inseguridad alimentaria; a las amenazas de hambruna provocadas por factores relacionados con el clima y otros; ya las devastadoras inundaciones en Pakistán. En todo el mundo, el resurgimiento de brotes de enfermedades como el cólera y el sarampión trae un peligro adicional para los niños en situaciones de emergencia.

Los efectos persistentes de la pandemia de COVID-19 y la perturbación e inestabilidad económica mundial, incluida la inflación y el aumento del costo de los alimentos y el combustible, han tenido un impacto devastador en las vidas y el bienestar de millones de los niños más vulnerables del mundo.

El cambio climático también está empeorando la escala y la intensidad de las emergencias. Los últimos 10 años fueron los más calurosos registrados y la cantidad de desastres relacionados con el clima se ha triplicado en los últimos 30 años. Hoy en día, más de 400 millones de niños viven en áreas de vulnerabilidad hídrica alta o extremadamente alta.

Al mismo tiempo, los niños cruzan las fronteras en cantidades récord, con sus familias, separados de ellas o solos. En total, casi 37 millones de niños en todo el mundo están desplazados debido a las crisis en cascada, un nivel de niños desplazados que no se veía desde la Segunda Guerra Mundial.

Como parte de su Acción Humanitaria para la Infancia, que establece el llamamiento de la agencia para 2023, UNICEF tiene previsto llegar a:

  • 8,2 millones de niños con tratamiento por desnutrición aguda severa.
  • 28 millones de niños con vacunas contra el sarampión.
  • 63,7 millones de personas con acceso a agua potable para consumo y necesidades domésticas.
  • 23,5 millones de niños, niñas, adolescentes y cuidadores con acceso a salud mental y apoyo psicosocial.
  • 16,2 millones de niñas, niños y mujeres con acceso a intervenciones de mitigación, prevención y/o respuesta al riesgo de violencia de género.
  • 32 millones de personas con canales seguros y accesibles para denunciar la explotación y abuso sexual por parte del personal que brinda atención a la población afectada.
  • 25,7 millones de niños con educación formal o no formal, incluido el aprendizaje temprano.

Los cinco principales llamamientos por requisitos de financiación para 2023 son para:

  • Afganistán 1.650 millones de dólares EE.UU.
  • Ucrania y Respuesta a los Refugiados US$1.058 mil millones
  • Crisis de refugiados sirios US$867 millones
  • República Democrática del Congo US$862 millones
  • Etiopía US$674 millones

“Los impactos devastadores del cambio climático son una amenaza siempre presente para los niños”, dijo Russell. “Por eso estamos priorizando la adaptación climática y la construcción de resiliencia como parte de nuestra respuesta humanitaria. Esto nos ayudará a llegar a los niños que viven las crisis actuales, al mismo tiempo que les ayuda a ellos y a sus comunidades a prepararse para las que vendrán”.

Poner a las organizaciones nacionales y locales en el centro de las operaciones humanitarias es una estrategia clave en la respuesta humanitaria de UNICEF. Los resultados clave en 2022 fueron posibles gracias a las alianzas de UNICEF, incluidos los equipos humanitarios en los países, las agencias de la ONU, la sociedad civil y las organizaciones no gubernamentales, los socorristas nacionales y locales y los socios de recursos. Los resultados notables incluyen:

  • 23,8 millones de niños vacunados contra el sarampión.
  • 2,6 millones de niños tratados por desnutrición aguda severa.
  • 28 millones de niños acceden a la educación formal o no formal, incluido el aprendizaje temprano.
  • 13 millones de niños, adolescentes y cuidadores que acceden a apoyo psicosocial y de salud mental basado en la comunidad.
  • 25,9 millones de personas accediendo a una cantidad suficiente de agua segura para beber y para sus necesidades domésticas.
  • 5,5 millones de personas con acceso a canales seguros para denunciar la explotación y el abuso sexual.
  • 4,2 millones de mujeres, niñas y niños que acceden a intervenciones de mitigación de riesgos, prevención y/o respuesta a la violencia de género (VBG) 

Con las necesidades humanitarias en un nivel sin precedentes, UNICEF hace un llamado a los aliados para que aumenten el apoyo a la respuesta humanitaria que salva vidas para los niños, maximizando la flexibilidad de esta financiación, prioricen las acciones anticipadas de adaptación al cambio climático y los esfuerzos de preparación, y adopten con urgencia enfoques de preparación sin arrepentimientos. y la respuesta, y garantizar una asistencia humanitaria equitativa y basada en principios.

Fuente de la Información: https://www.unicef.org/press-releases/unicef-appeals-us103-billion-emergency-funding-support-children-affected-conflict

 

Comparte este contenido:

Colgué el delantal: La historia de una profesora que prefirió desertar

Por: Josefina H.

“Quizás me pueden decir que mi problema es la falta de vocación. Y puede ser, pero creo que va mucho más allá de eso. Después de ocho años haciendo clases de historia en colegios, decidí salir y buscar otros proyectos. Aunque sigo haciendo preuniversitario y permanezco en contacto con alumnos que me desafían intelectualmente, no es lo mismo.

No es lo mismo, porque nadie que no haya estado parado frente a 30 adolescentes de 17 años puede entender lo que significa pararse ahí cada día e intentar remecerlos, hacerlos pensar, reflexionar, abrir sus mentes y almas al aprendizaje. Es un desafío que aprieta la guata, literal. Y que cuando ves resultados, te llena la vida de sentido. Pero me cansé.

Me cansé de una pega en que la mayoría del tiempo te sientes poco valorado. La gente cree que llegas temprano a la casa a descansar y estar con los tuyos, pero en realidad llegas a corregir y planificar encerrado en una pieza sin paga alguna. Porque el famoso “2 x 1″ es ridículo (1 hora de planificación por 2 de clase). Todos los profesores lo sabemos, pero nadie hace nada por cambiarlo. Se nos exige excelencia, pero ser excelentes significa trabajar la mitad del tiempo gratis.

Me cansé del ritmo agotador, de correr atrás de un timbre y estar siempre bien. Porque ser profesor implica eso, estar siempre bien. Ser profesor no admite errores y eso es agotador. Si trabajas en una empresa puedes estar un día más callado, más serio, más distraído. Pero cuando eres profe y estás frente a tu curso, tienes que ser pura pasión, pura vibra, pura paciencia y sabiduría. No puedes caer, no te puedes enojar, no puedes perder la paciencia. Estás en un pedestal, siempre eres ejemplo para alguien.

De más está mencionar el sueldo. Me cansé de una remuneración que no tiene expectativas de mejora en el tiempo, que ves estancada por mucho que te esfuerces.

Finalmente, me cansé de tener que “dar gracias” por las vacaciones de verano, cuando en realidad uno llega a diciembre, literalmente, arrastrándose. Creo que si no tuviéramos ese descanso, sería imposible tener la vitalidad y la fuerza necesaria para empujar el carro en marzo.

Creo que si mi pega fuera más valorada en el día a día no habría salido corriendo. Si los alumnos dieran las gracias más seguido, si te miraran a los ojos, si te perdonaran un mal día. Si los apoderados empatizaran más con nuestra labor y entendieran que además de exigir, es importante valorar el trabajo diario. Si los colegios le dieran prioridad a nuestro tiempo y nos pagaran lo que corresponde por planificar. Y que además respetaran ese tiempo sagrado, sin poner charlas y reuniones en ese horario que es clave para hacer clases de calidad.

Me da pena porque sé que hay muchos profes en las mismas condiciones que yo. Muchos podrán decir que son profesores amargados, yo creo que son profesores cansados. Cansados porque todos necesitamos que nuestro esfuerzo se valore, pero a los profesores se nos exige trabajar por vocación.

Yo no me cansé de hacer clases, de planificar, de corregir, de entablar un vínculo profundo con los alumnos. De hecho, lo extraño tanto. Uno sabe que ser profesor es el trabajo más importante del mundo. Y quizás “recaiga” y vuelva a la sala de clases. Porque cuando uno es profe, sabe cómo puede cambiar la vida de alguien. Hoy me juntaré con una ex alumna a tomar un café y me da pena pensar que hay más “Antonias” necesitando profesores que marquen sus vidas.

Pero por ahora, con pena, colgué el delantal”.

*Josefina H. tiene 31 años. Prefirió no poner su apellido, para que su texto no sea un problema para futuros trabajos.

Fuente de la información e imagen:  https://www.latercera.com

Comparte este contenido:

Ajustar la educación para los nuevos tiempos

Por: Miguel Ángel Gallegos Cárdenas

«Las escuelas públicas deben abrir sus puertas a la sociedad y a la comunidad, para dar respuesta al planteamiento que señala la ley general de educación y el programa sectorial de educación 2021-2025…»

El pasado 3 de octubre se cumplieron 101 años de la fundación de la SEP, pero al parecer fue una fecha que paso inadvertida para el grueso de los actores educativos. No hubo mensajes, conmemoraciones, ni mucho menos celebraciones.

¿Acaso no hay nada que celebrar? Al parecer de quien escribe no tenemos casi nada que festejar, pero si mucho que reflexionar, repensar y más aún por hacer. Por ello, muy particularmente celebro que hace algunos días, el Senador Israel Zamora Guzmán, haya organizado el Foro Educativo “Transformar la educación para los nuevos tiempos”, evento en que tuve oportunidad de disertar junto con los doctores Arturo Vázquez Rangel y Claudia Amanda Juárez Romero.

A dicho evento se dieron cita docentes de educación básica y superior, académicos, funcionarios, investigadores educativos, estudiantes y profesores de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros y de escuelas secundarias, entre muchos otros; mismos que abarrotaron el auditorio “Octavio Paz” del Senado de la República, para escuchar las reflexiones sobre el devenir que la educación en México debería de realizar en diferentes rubros.

En el inicio de los trabajos, el Senador Zamora Guzmán dio la bienvenida, contextualizando y reconociendo lo realizado por el sistema educativo desde su fundación, además de compartir su propia experiencia formativa y destacando la importancia de que la educación en la vida de las personas, hace trascender a quienes hacen vida en el mundo educativo, sea como estudiantes o como docentes, pero reconociendo que la educación es el camino para materializar los sueños de los individuos y de la sociedad.

Como estudioso de los temas educativos en nuestra nación, puedo mencionar que fue un excelente espacio para reflexionar sobre algunas temáticas, dimensiones y subsistemas en que se considera necesario y oportuno hacer ajustes para mejorar el quehacer, servicio y fines de la educación en México, que como lo he escrito en otros espacios, la educación tiene el único fin que formar mejores individuos para conformar mejores sociedades.

Es por ello que, me permito compartir en este espacio, algunas de las conclusiones que se vertieron durante el foro, para dar difusión de lo que a nuestro parecer se debe considerar para transformar la educación para los nuevos tiempos.

-A partir de los sucesos históricos vividos en el sistema educativo, se debe aprender y tomar lo que mejor convenga a los tiempos actuales. Los maestros han sido pieza clave en la historia de la conformación social y la nueva escuela mexicana se debe construir desde la base y con los maestros, para dar el perfil necesario y apegado a la realidad que demanda el nuevo proyecto educativo.

-La formación docente, se debe adoptar como un compromiso de Estado, fomentando ante todo el trabajo en equipo, en redes y colaborativo, partiendo del diseño curricular y brindando las herramientas y conocimientos que los docentes requieren para los nuevos tiempos de la era digital.

-Los docentes deben aprender a transformarse a partir del nuevo marco social y de la pregunta, ¿qué conocimiento social requieren los docentes ante la era pospandemia?

-Es necesaria la reestructuración, fortalecimiento y apoyo a las escuelas formadoras de docentes, sobre todo a las de educación normal. Para ello se debe trabajar conjuntamente en lo que permita pensar en transformaciones colectivas, con modelos equitativos y sostenibles. Formar para los tiempos y contextos poscovid.

-Se debe considerar que, si las revoluciones tecnológicas han estado siempre presentes, conformando nuevos paradigmas y sentidos de vida en la sociedad, entonces, enseñar sobre tecnología a los niños y jóvenes, es y será siempre una gran estrategia e inversión para pensar en posicionar a nuestra nación como potencia económica, en el entendido de que estamos en medio de una nueva revolución tecnológica-industrial, en medio de la era digital y rodeados de tecnología por doquier.

-Hablando de la educación básica y particularmente del nivel secundario y a partir de los cuatro subsistemas existentes (secundarias generales, telesecundarias, secundarias para trabajadores y secundarias técnicas), el que se centra y le da más énfasis al enfoque tecnológico es el de secundarias técnicas por lo que es el modelo más acorde y oportuno para los nuevos tiempos tecnológicos que la sociedad ha comenzado a vivir, por lo que debe replicarse en todos los subsistemas de educación secundaria, es decir, se debe unificar y transformar al subsistema de educación secundaria en secundarias tecnológicas.

-El enfoque de enseñanza tecnológica en educación básica debe de promoverse e impulsarse con mayor fuerza, dado que únicamente se imparten ocho horas a la semana en las secundarias técnicas y solamente tres horas semanales en secundarias generales y en telesecundaria, por lo que el modelo de secundarias técnicas debe reconocerse y replicarse en los demás subsistemas, lo que sería una de las mejores decisiones que se pudieran hacer para la educación básica a fin de comenzar a formar jóvenes con pensamiento tecnológico, innovador y creativo que revolucionen el devenir de nuestra nación.

-En las escuelas secundarias técnicas no debe desaparecer ningún taller o actividad tecnológica de las que aún se imparten en cada escuela secundaria, por el contrario, se debe invertir y dotar de tecnología a cada énfasis tecnológico, creando incluso y en la medida de las posibilidades nuevos talles y oferta tecnológica, acorde a las nuevas necesidades de conocimientos que el mundo social, tecno-digital y laboral requiere.

-A los estudiantes de educación secundaria técnica se les debe entregar un diploma por haber cursado la actividad tecnológica durante tres ciclos escolares, dado que es un patrimonio que debe reconocerse como se venía haciendo hace varios años. Este documento simbólico y motivante para todo estudiante no debe desaparecer.

-Las escuelas públicas deben abrir sus puertas a la sociedad y a la comunidad, para dar respuesta al planteamiento que señala la ley general de educación y el programa sectorial de educación 2021-2025, por ello, se propone que en las escuelas secundarias se continúen ofertando los cursos de formación tecnológica a personas con mayoría de edad, como sucedía hace algunos años.

Estas son solo algunas de las puntulalizaciones que se manifestaron en el foro, sin embargo, siempre hay más por decir, reflexionar, hacer y construir. Sigamos trabajando en favor de una mejor educación en México.

Enlace del video del Foro: https://www.facebook.com/watch/?v=1781623608883125

Fuente de la información e imagen:  https://profelandia.com

Comparte este contenido:

Qatar 2022: la trágica historia de los migrantes

Por: UNAM Global

Como bien sabemos, organizar un Mundial de Futbol es una tarea titánica que requiere contemplar muchos aspectos: los medios de transporte y la infraestructura (estadios, hoteles), entre otros. Necesarios para que la máxima justa futbolística se realice de manera exitosa y pueda albergar a los visitantes sin contratiempos.

Un Mundial genera empleo para muchos trabajadores que brindan sus servicios. Sin embargo, también puede ser el marco de diversos abusos. Qatar 2022 es una prueba contundente de ello. Amnistía Internacional recopiló datos que muestran la violación de los derechos humanos de los trabajadores migrantes que participaron en la construcción de los estadios.

Para comenzar, los migrantes tuvieron que pagar elevadas comisiones para trabajar. Dependiendo de la tarea que podían realizar, estas sumas iban desde 500 hasta 4,300 dólares, que se pagaban a los contratistas, quienes “abusaron de manera reiterada de esta situación”.

Los abusos de los contratistas no sólo quedaron en eso. Por medio de fotografías, Amnistía Internacional enseñó las pésimas condiciones en las que vivían los migrantes. Los cuartos eran muy chicos, por lo que había condiciones de hacinamiento: alrededor de ocho hombres vivían en espacios que sólo eran aptos para cuatro personas; por lo tanto, la falta de higiene y seguridad eran la norma.

También hubo engaño en cuanto a los salarios. Por ejemplo, migrantes a los que se les había dicho que la paga sería de 300 dólares, recibieron en su primer sueldo sólo 190 dólares. A pesar de los reclamos, los gerentes no hacían caso y amenazaban con quitarles la visa y deportarlos a sus países de origen. Sumado a ello, se presentaban casos de retrasos de pagos.

Por otro lado, los empleadores no expedían (o en otros casos no renovaban) los permisos de residencia, lo cual afectaba a los trabajadores porque no podían abandonar los campamentos en los que vivían. Esta situación también implicaba que aquellos que decidieran renunciar no lo pudieran hacer, ya que para obtener un “permiso de salida” era necesario tener el documento de residencia.

Muchos empleados fueron sometidos a trabajo forzoso en situaciones de alto peligro, ya que carecían del equipo para realizarlo. “Fundación para la Democracia” mencionó que algunos trabajadores debían cumplir 60 horas continuas sin descansar, o en su defecto trabajar más de 18 horas al día, soportando temperaturas que alcanzaban los 50ºC.

De acuerdo con datos del diario inglés The Guardian, publicados a principios de 2021, alrededor de 6 mil 500 trabajadores migrantes habían fallecido en Qatar desde que este país fue elegido como sede del Mundial en 2010. Y se cree que gran parte de ellos trabajaban en la construcción de infraestructura para este evento. De manera oficial, el Comité Organizador informó que sólo hubo tres muertes relacionadas directamente con la construcción de estadios.

Fuente de la información e imagen:  UNAM Global

Comparte este contenido:

Los jóvenes no son nuestro futuro, son nuestro presente

Por: Roberto Patiño

Tras dos años de pandemia, el lunes 3 de octubre las clases presenciales volvieron a Venezuela, sin lugar a dudas una buena noticia para muchos venezolanos conscientes de la necesidad de recuperar la normalidad en la vida cotidiana y para quienes están conscientes del esfuerzo que tendremos por delante para recuperar el tiempo que se perdió durante este lapso académico, donde la educación a distancia mostró sus debilidades en una sociedad como la venezolana, alejada de las capacidades tecnológicas necesarias para trasplantar el liceo a la casa.

Como es natural el hecho fue celebrado por la red de medios públicos, quienes aprovecharon la fecha para hacer actos de campaña mostrando la recuperación de los liceos, celebrando la buena disposición del gremio docente y anunciando su compromiso de apoyar a las familias venezolanas con la vuelta a clases, un proceso que ha convocado a las aulas a más de 8 millones de niños y jóvenes, según cifras oficiales.

Denimar tiene sus dudas sobre este ánimo de celebración. Con doce años de experiencia como docente en un liceo en Nuevo Horizonte, Caracas, la profesora nos advierte que el regreso a clases es un reto muy grande. En principio las condiciones salariales y laborales que se le han impuesto al gremio docente ha hecho que muchos profesionales estén perdiendo su compromiso para atender un proceso educativo con las peculiaridades como el venezolano, donde falta personal en los colegios, donde muchos alumnos no cuentan con una red de apoyo familiar que lo acompañe durante su educación y donde es necesario, en muchos casos, retomar casi en el mismo punto donde se interrumpió las clases con la llegada del covid 19 en 2020. ¿Cómo puedes exigirle a un maestro atender aulas repletas de muchachos con necesidades pedagógicas específicas, cuando tiene que buscarse la vida al salir del liceo?, se pregunta Denimar quien para sobrevivir, al salir de clases, tiene que llenar su día con tareas dirigidas en su casa y con los pedidos en repostería que tiene que atender, iniciativas que ha emprendido en los últimos años para tratar de cuadrar las cuentas familiares. Y es que solo para cubrir la compra de útiles escolares y uniformes para su hija, con el salario que devenga como maestra, tendría que trabajar un año entero.

No tiene tiempo para nada que no sea trabajar, reconoce.

Quienes se dedican a la docencia, nos recuerda Denimar, lo hacen por vocación, pero el compromiso no es correspondido. La eliminación de los incentivos la llevó a la calle, junto a sus compañeros, en contra del llamado Instructivo Onapre, una causa justa que de momento no ha tenido un final feliz para el gremio docente, que se ha tenido que conformar, al parecer y por ahora, con un bolso y unos zapatos. Sin embargo no tira la toalla, hay mucha lucha que dar y “los buenos somos mayoría” nos dice.

El optimismo de Denimar es genuino. Desde hace meses participa en los talleres de formación para líderes comunitarios en Mi Convive y ha encontrado en estos espacios, muchas coincidencias con su vocación docente: hay que aprender a formar a los niños en el aula, a la gente en la calle, aprender a tener una meta en común, defender pacíficamente lo que es tuyo, trabajar en el espacio comunitario por una mejor calidad de vida, por el país que queremos.

El enorme parecido que existe entre el colegio como espacio de formación y crecimiento personal y la comunidad, lo “público”, como el lugar para formación los ciudadanos en valores, es evidente. En nuestros años de experiencia en Mi Convive hemos aprendido que la escuela es donde se concentra el reservorio de los valores democráticos de nuestro país, es un punto de encuentro para el trabajo compartido, voluntario, para la puesta en marcha de proyectos comunes, es el lugar donde se resume lo mejor de la vida comunitaria. El liceo es el corazón de una comunidad, el punto de partida donde se atan voluntades y se trabaja por el futuro. Todo lo que se haga en torno al aula de clases redunda en beneficio de los niños y jóvenes y es un lugar para la organización popular que lucha por el cambio en el país.

Invertir esfuerzo, tiempo y recursos en la escuela, en los maestros, en los padres que acompañan a sus hijos en su formación, es una forma de trabajar por el bien común de todos en la comunidad. Bien nos lo dijo Denimar: los niños no son nuestro futuro, ¡son nuestro presente!

www.rpatino.com

Fuente e Imagen: https://www.elnacional.com/opinion/columnista/los-jovenes-no-son-nuestro-futuro-son-nuestro-presente/

Comparte este contenido:
Page 127 of 2675
1 125 126 127 128 129 2.675