Page 1819 of 2676
1 1.817 1.818 1.819 1.820 1.821 2.676

Habilidades del Siglo 21: La versión asiática

Por Marc Tucker

Muchos educadores estadounidenses tienen una visión bastante presumida de Asia como el hogar de las escuelas de aprendizaje y memorización. Si bien esto puede haber sido hace varios años, un nuevo informe de la Sociedad de Asia poner esa imagen a un lado.  «Advancing 21st Century Competencies in East Asian Education Systems» es una texto fascinante. Asia Oriental, resulta que puede presumir de una de las visiones más progresistas de la educación en el mundo.

El informe fue escrito por el profesor Kai-ming Cheng de la Universidad de Hong Kong, que reunió un equipo internacional de investigadores de alto nivel para hacer un estudio comparativo en Hong Kong, Singapur, Taiwán, Corea del Sur y Japón.

El profesor Cheng comienza señalando que estos países no han conceptualizado las llamadas  habilidades del siglo XXI como un añadido para el actual sistema educativo, sino que han utilizado la idea de estimular una amplia reconsideración de los objetivos de la educación en un mundo que cambia rápidamente. En comparación con Occidente, que parece estar centrado principalmente en los desafíos económicos, estos países de Asia oriental han emitido una visión más amplia. Si bien se han tomado la globalización y la transformación económica en serio, estos países también miran los «avances relámpagos» en la tecnología, las crecientes disparidades sociales y económicas, las diferencias generacionales, el ascenso de China, los cambios en las relaciones familiares, la explosión de nuevos medios de comunicación y los valores que cambian rápidamente , así como las normas en sus sociedades.

El profesor Kai-ming Cheng señala que los países de Asia oriental, , tienden a pasar mucho tiempo para realizar cualquier reforma importante, lo que implica la participación en una larga conversación  no sólo los funcionarios públicos y las principales partes interesadas, sino a una amplia gama de los ciudadanos. Esto lleva más tiempo que el enfoque tradicional de Occidente, pero el resultado es más probable que sea un consenso amplio y profundo que hace que la implementación sea más fácil y más fiel a la concepción original, en lugar de implementaciones que va mas alla del cumplimiento superficial con la política formal. Esta descripción del enfoque de Asia Oriental a la planificación sin duda caracteriza la forma en que estos países se acercaron al debate  sobre las habilidades del siglo XXI.

El resultado es que la evaluación extensa de las habilidades del siglo XXI en estos países ha dado lugar a una reconceptualización de los objetivos, el plan de estudios, la organización y  el funcionamiento de la enseñanza, no como una lista de nuevas habilidades que se enseñan en adición a las antiguas.

Cheng informa de que los objetivos en este caso no son tanto las respuestas a los problemas percibidos con el sistema actual como una visión de lo que podría ser. Él describe esto como un modelo de «aspiración», no un modelo de déficit.

El contraste aquí es entre la reforma como un esfuerzo para corregir algún aspecto específico del sistema y la reforma como cambiar los efectos de todo el sistema y la forma en que está diseñado. Entonces, ¿Cómo se ve eso?

En primer lugar, cambia el énfasis de lo que el estudiante sabe a lo que el estudiante puede hacer con lo que sabe. Incluye un enfoque continuo en el dominio del currículo tradicional, pero que añade un enfoque no menos importante en los valores estudiantiles sociales y emocionales. Se cambia el enfoque de aumentar los resultados de las pruebas, lo que mejora la motivación y la reducción de la deserción al desarrollo de nuevos planes de estudio, una nueva pedagogía y un nuevo conjunto de objetivos. Se cambia el enfoque de la enseñanza al aprendizaje, un movimiento capturado por el lema de Singapur, «Enseñar menos, aprender más».

Estos cambios afectan no sólo el plan de estudios académicos, sino también el programa de formación profesional, donde los investigadores encontraron mucho más énfasis que antes en el desarrollo personal integral del estudiante, y no sólo en el desarrollo de habilidades técnicas. Este énfasis se incluyen actividades de aprendizaje más experimentales diseñadas para desarrollar habilidades y oportunidades sociales y emocionales de los estudiantes para pasar el tiempo en el extranjero, para entender mejor cómo la gente en otros países hacen las cosas y por qué ellos lo hacen de otra manera. Dado que los trabajos están transformando con mayor rapidez que antes, los programas de formación profesional son menos propensos a centrarse exclusivamente en la formación de una ocupación y en cambio se diseñan para que el estudiante pueda moverse hábilmente alrededor de una familia de puestos de trabajo y aprender más rápidamente a las demandas de cambio de los puestos de trabajo. Debido a que varios de los trabajos de rutina se están haciendo por las máquinas inteligentes, se espera que los estudiantes de formación profesional puedan cumplir con los estándares académicos más altos de manera que puedan calificar para los trabajos que requieren más educación.

Aunque la implementación específica de las habilidades del siglo XXI en los países estudiados varía considerablemente, todos estos sistemas,  Cheng , son la creación de experiencias para los estudiantes que les permitan convertirse en aprendices mucho más activos, que ofrecen aprendizaje mucho más vivencial y la creación deliberada de oportunidades para que los estudiantes desarrollen diversos aprendizajes. Este último punto, señala, no es noticia en los países occidentales, pero es más difícil para los países de Asia oriental más colectivistas.

Uno de los aspectos más interesantes del informe de Cheng es su observación de que todas las naciones han hecho un gran esfuerzo para infundir su acercamiento a los habilidades del siglo XXI, con valores claramente asiáticos. En Taiwán y Hong Kong, por ejemplo, esto toma la forma de reforzar los tradicionales «cinco dimensiones»: moral, intelectual, físico, sociales y estéticos. Visto de esta manera, no es, señala, nada nuevo sobre las habilidades del siglo 21. Durante un milenio o más, el desarrollo intelectual fue sólo uno de los objetivos de la educación.

Cheng está lleno de entusiasmo por este programa y deja en claro que los ministerios de educación en todos los países estudiados no sólo lo han adoptado plenamente, sino que hay planes de implementación, incluyendo una amplia formación de directores y maestros en marcha para garantizar la aplicación en profundidad. Sin embargo, su equipo encontró que, con raras excepciones, como el Instituto Nacional de Educación en Singapur, las escuelas universitarias de educación estaban muy por detrás de la curva y las universidades en general estaban insistiendo en el mantenimiento de exámenes de admisión basado en preguntas de opción múltiple, principalmente relacionados con la «cobertura» de temas como una amplia gama de hechos y procedimientos en lugar de las concepciones mucho más ricas de la comunidad de educación primaria y secundaria que propone el rediseño del nuevo sistema. Estos exámenes, continúan siendo un serio impedimento para la plena aplicación de las reformas, porque los padres quieren, ante todo, para enviar a sus hijos a las escuelas que consiguen que entren en las mejores universidades posibles.

Si los lectores estadounidenses de este blog en una lectura rápida, no encuentran nada nuevo en lo que he relatado, aunque puede ser que se sorprenda al descubrir estas ideas vivo y bien en el Este de Asia. Sin embargo, un amplio bostezo sería, a mi juicio, fuera de lugar. Si bien todos podemos encontrar escuelas individuales en nuestros estados que están trabajando activamente en al menos partes de esta agenda, hay pocos estados, que yo sepa que están haciendo un esfuerzo concertado para poner en práctica este programa como un conjunto unificado de ideas a lo largo de su estado en una organizada y determinada.

Pero ese punto tiene que ser combinada con otra. Cheng señala que su equipo tenía poco que decir acerca de las reformas en la forma en lenguas nativas, la literatura, las matemáticas, la ciencia, la tecnología y la ingeniería se enseñan en sus escuelas. Él opina que la razón de esto es que sus profesores saben cómo enseñar estos temas y sus estudiantes hacen muy bien en ellos. De hecho el desempeño en las materias académicas básicas es, literalmente, el nivel mundial mas alto en todos los países estudiados.

Esto hace toda la diferencia. Cuando las escuelas tratan de hacer el aprendizaje experimental y el aprendizaje activo con los estudiantes cuyo dominio de la lectura, la escritura, las matemáticas, la ciencia y la tecnología es muy inestable, los resultados pueden ser peores cuyoss enfoques pedagógicos no fueron evaluados en absoluto, porque, con demasiada frecuencia, el resultado es un aprendizaje superficial.

Los países que Cheng y sus colegas estudiaron es muy probable, en mi opinión, tendran un trabajo mucho mejor al enseñar a las habilidades del siglo XXI, que la mayoría de nuestras escuelas , porque están construyendo sobre una base que la mayoría de nuestros estudiantes simplemente no tener.

Combine eso con el esfuerzo altamente disciplinados que están haciendo para desarrollar las habilidades que sus maestros y directores ya altamente cualificados tienen, y tenemos una fórmula para estos países del Este de Asia consigan aún más de lo que Estados Unidos tiene en la actualidad.

Estos países están construyendo un proceso de mejora constante desde hace décadas en la calidad de sus profesores, complementado por un esfuerzo determinado para construir un plan de estudios estatal muy fuerte en sus materias básicas.

La ironía aquí es que, en cierta medida, los países incluidos en el informe de Cheng están construyendo sobre los logros de la ciencia occidental. Hace dos años, yo estaba presente en una reunión en Hong Kong a la que Cheng y su colega Nancy Law invitó a representantes de la Fundación Nacional de Ciencia de Estados Unidos (NSF) e investigadores cuyo trabajo la NSF había financiado en la ciencia de aprender a presentar sus resultados a educadores asiáticos en un coloquio diseñado para la interacción sostenida. Los líderes de la educación en Asia han demostrado ser mucho más expertos en la valoración y utilización de los avances más prometedores del resto del mundo que los educadores de los Estados Unidos y que están beneficiando enormemente de eso.

Pero lo están haciendo de una manera que hace que sea propio, enhebrar juntos las lecciones de la investigación occidental con lo que aprecian sobre sus propios valores de una manera muy reflexiva. Es ese proceso que da las reformas Cheng describe su carácter global e integrado.

Fuente: http://blogs.edweek.org/edweek/top_performers/2017/06/21st_century_skills_the_asian_version.html

Imagen tomada de: http://asiasociety.org/education/advancing-21st-century-competencies

Comparte este contenido:

Enseñando en la era Trump

Por los editores de Rethinking Schools | Traducido por Floralba Vivas

Repensando las escuelas nació en la era de Reagan. Celebramos nuestro décimo tercer aniversario en la era de Trump.

Sabemos algo acerca de mantenernos esperanzados durante los tiempos difíciles. Hace tres décadas, en nuestro primer editorial, escribimos “No nos lamentemos, organicémonos”, tomando prestado el consejo del gran trovador de los trabajadores Joe Hill.

Si ha existido algún tiempo en el que necesitábamos acatar este consejo, éste es ese tiempo. Sin embargo, no es tan claro cómo seguir exactamente estas palabras en este momento histórico.

Necesitamos apoyarnos en todo
lo que hemos aprendido acerca de la resistencia y la enseñanza para la justicia social a lo largo de los años aunque, como educadores, sabemos que siempre tenemos algo que aprender. Esta es
una razón por la cual continuamos publicando Repensando las Escuelas y para invitar a nuestros lectores a proponer historias acerca de sus propias experiencias en la enseñanza y en sus escuelas –como una manera en la que los educadores y activistas puedan informarse e inspirarse los unos a los otros y para alinear nuestro trabajo con los jóvenes que comparten nuestras mismas aspiraciones a una sociedad mejor y más justa.

Al ser una comunidad multi-generacional, los editores
y contribuidores de Repensando
las Escuelas construimos nuestro entendimiento compartido del mundo y compromiso con la justicia social en los movimientos de los Derechos Civiles,
en contra de la Guerra estadounidense en Vietnam, y por la liberación de la mujer en los 1960 y 1970. Continuamos aprendiendo de las luchas en contra de la intervención de Estados Unidos en Centroamérica; y de los movimientos anti-segregación, LGBT, anti guerra
de Iraq y anti globalización. Más recientemente, los movimientos de Black Lives Matter, justicia climática, derechos de los inmigrantes y la Lucha por $15 han inspirado a un mayor número de educadores a intercalar asuntos de justicia social en sus salones de clase y a identificarse con Repensando las Escuelas.

Ahora estamos frente a Trump
– y la galería de corruptos racistas, billonarios, islamófobos, misóginos, y privatizadores quienes lo aconsejan y le sirven. Para hacer la situación aún peor, a nivel federal y en docenas de estados, los republicanos de la extrema derecha controlan los poderes legislativo, ejecutivo y algunas veces, el judicial. Aún más, la historia y contradicciones del Partido Democrático solamente enfatizan lo mucho que los movimientos sociales independientes necesitarán liderar la resistencia.

En su discurso inaugural, Trump dejó claro lo que él pensaba de las escuelas públicas. Él se quejó de las “matanzas” que han plagado la nación y dio como ejemplo “un sistema educativo inyectado con dinero
pero que deja a nuestros jóvenes y hermosos estudiantes privados de todo conocimiento”. Y ahora tiene a Betsy DeVos como su secretaria de educación, una persona enteramente privilegiada quien ha pasado su carrera socavando y privatizando las escuelas públicas – y promoviendo charlatanerías educativas como su Neurocore “centros de rendimiento del cerebro”.

Bajo estas circunstancias, no solamente tenemos que ser educadores de la justicia social más eficientes sino también guardianes de la seguridad
de nuestros estudiantes y de la salud fundamental de la educación pública. Aún más, tenemos que encontrar el tiempo de organizarnos con otros y participar en los crecientes movimientos de resistencia a Trump y a todos los aspectos de su agenda.

A medida que reflexionamos sobre nuestros 30 años de publicación de Repensando las Escuelas y de nuestro trabajo por la justicia social, nos gustaría compartir algunas lecciones cosechadas de este trabajo.

Construyamos salones de justicia
 social. Hemos abogado por la belleza
y fortaleza de aquellos salones de
clase que prefiguran aspectos del tipo
de sociedad en la que nos gustaría
vivir. Hemos promovido prácticas motivadoras basadas en la teoría liberadora de Paulo Freire y otros. Las características de un salón de clases
de justicia social que describimos
en Repensando nuestros salones de
clase todavía animan nuestro trabajo
y publicaciones. Nuestra enseñanza debe alentar a los estudiantes a hacer preguntas críticas sobre nuestro
mundo. Debe apreciar el activismo y las luchas; y también la bondad, alegría y cooperación – un currículo de empatía que construye destrezas académicas esenciales y un entendimiento poderoso. Es hora de tener audacia en nuestro trabajo, no timidez. Puede que Trump sea el presidente pero no es el presidente de nuestros salones de clase.

Hagamos de nuestras escuelas invernaderos de la democracia. La enseñanza de la justicia social en un salón de clases aislado es difícil de sostener. La enseñanza más exitosa tiene lugar donde las escuelas enteras están comprometidas con esta pedagogía crítica y participativa. En contraste con las declaraciones fortachonas de Trump, “yo solo puedo arreglarlo”, nuestras escuelas deben promulgar
la democracia al ser gobernadas de
una manera colaborativa con una participación significativa de los estudiantes, personal, familias y padres. Dadas las incertidumbres políticas que se están desarrollando, la creación de las escuelas de la comunidad como centros de renacimiento y resistencia –anclas de la esperanza de nuestras comunidades – será una manera importante de luchar contra la agenda de Trump.

Promovamos la solidaridad para enfrentar el racismo y la xenofobia. El asalto de Trump a los inmigrantes y refugiados y la deshumanización de
las personas de color, están basadas en patrones históricos de la supremacía blanca, hostilidad hacia los inmigrantes y la demonización del “otro”, diseñadas para provocar el miedo. El primer 
libro que publicamos fue Repensando a Colón, el cual ofreció a los educadores
y activistas las herramientas para poner de cabeza al mito de El Descubrimiento de América de Colón, y mirar a estos eventos desde el punto de vista de las personas que estaban aquí primero. La publicación inicial de Repensando a Colón, en 1991, fue de 30.000 copias, las cuales se vendieron en tres semanas; y la publicación ha vendido ya más de un cuarto de millón de copias. Esta respuesta nos demostró que hay muchos educadores que, como nosotros, estaban hartos y cansados de un currículo que alababa la supremacía blanca.

El movimiento Black Lives Matter y otras luchas de larga duración por
la justicia establecen el contexto para la resistencia a estos ataques anti- refugiados y anti-inmigrantes de esta administración. En este momento los educadores y las escuelas tienen la gran responsabilidad de asegurarse de que, no solamente los estudiantes estén protegidos del acoso y hostigamiento, sino de que también actuemos solidariamente con aquellos estudiantes y familias quienes se enfrentan a la deportación.

Luchemos contra el sexismo, heterosexismo y transfobia. El sexismo y la misoginia desplegada por nuestro cuadragésimo quinto presidente nos 
ha dejado sin aliento. El que millones de personas puedan haber votado por
él – no obstante, no una mayoría – enfatiza la importancia del trabajo de la educación sobre la discriminación de género. Especialmente comenzando con el trabajo para nuestro libro reciente, Repensando el sexismo, género y la sexualidad, en el cual hemos buscado proveer una visión de lo que los educadores están haciendo – y pueden hacer – para luchar por la igualdad
de género y de la mujer. Las enormes marchas organizadas por las mujeres 
el día después de la inauguración
de Trump demostraron el poder del liderazgo de las mujeres e impulsaron la resistencia que será necesaria para desafiar la agenda de Trump.

Coloquemos a los niños primero, no 
los datos. Las políticas manejadas por las pruebas de las administraciones de Bush y Obama estrecharon el currículo y le colocaron una camisa de fuerza a la pedagogía. La amenaza ahora es que una administración que es profundamente hostil a todas las cosas públicas duplicará las políticas de prueba-y- castigo que comenzaron seriamente con el programa «Que Ningún Niño Se Quede Atrás (No Child Left Behind)», pero continuaron aún con mayor entusiasmo con Obama y Duncan. Siempre hemos sostenido que la mejor defensa para las escuelas públicas es transformarlas – repensar nuestros salones y nuestras escuelas, de manera que genuinamente satisfagan 
las necesidades de las comunidades a quienes sirven. Sin embargo, a medida que trabajamos para mejorar las escuelas públicas, necesitamos continuar oponiéndonos al uso de pruebas estandarizadas para desacreditar y desfinanciar a las escuelas. Las escuelas públicas necesitan más fondos, no menos, y necesitamos continuar luchando por ellos.

Luchemos en contra de la privatización de los bienes comunes. En 1988,
 solo dos años después de comenzar Repensando las Escuelas, hicimos una advertencia acerca de los peligros de la privatización de las escuelas. Milwaukee, donde comenzó Repensando las Escuelas, es el hogar del primer programa de voucher en la nación, con la mayor cantidad de fondos públicos para un programa de escuelas religiosas privadas, el cual ha recibido cerca
de dos billones de dólares en fondos públicos. Esto es un robo, simple y sencillo. A lo largo del planeta, este ataque a los “bienes comunes” – todo
lo que se necesita para el bien público, especialmente las escuelas – está esparcido. El nombramiento de Betsy DeVos como secretaria de educación
y la promesa de Trump de verter 20 billones de dólares en el programa privado de voucher indica el aumento 
de ataques a medida que los fanáticos religiosos y charlatanes a favor de la privatización a nivel local y estatal están envalentonados. Debemos continuar defendiendo la promesa de las escuelas públicas, a medida que trabajamos para asegurarnos de que éstas satisfacen las necesidades de los estudiantes.

Construyamos una solidaridad internacional. Más que nunca, los educadores necesitan pensar de manera internacional. La toma de poder de Trump es paralela a los movimientos de discriminación racial, neofascistas que están aumentando su poder en Europa – incluida Marine Le Pen en Francia, Golden Dawn en Grecia y Geert Wilders en Holanda. Este fenómeno internacional es el chivo expiatorio del “otro” para continuar los siglos de privilegio del norte “blanco” sobre el sur en general.

La gran demostración que hubo alrededor del mundo después de la inauguración de Trump fue una señal alentadora de que más y más personas fuera de Estados Unidos reconocen la necesidad de oponerse a las crecientes tendencias de híper-nacionalismo y un capitalismo sin restricciones.

A través de nuestros libros y revistas hemos alentado a los maestros a incluir una perspectiva global en su enseñanza – a enseñar de manera crítica sobre 
la “guerra contra el terror”, maquilas 
y la labor infantil, las intervenciones militares de Estados Unidos a lo largo del mundo, la ocupación de Palestina 
y la crisis climática. Más que nunca, necesitamos aprender de las luchas 
de los maestros y estudiantes en
México, Quebec, Chile y a lo largo del mundo, y vernos a nosotros mismos 
en solidaridad con las personas en cualquier lugar del mundo, que luchan por una mayor democracia y por un planeta en el que se pueda vivir.

Construyamos un sindicalismo
 de justicia social. Por más de 20
años hemos promovido una visión afirmativa del sindicalismo de justicia social, caracterizado por una mayor democracia y participación por parte
de los miembros, asociaciones con grupos comunitarios y la atención a asuntos de justicia social y pedagogía. El número creciente de sindicatos locales y estatales – en la Asociación Nacional de Educación y la Federación Americana de Maestros – que están poniendo 
en práctica aspectos de este tipo de sindicalismo es alentador y esperamos que inspire a muchos educadores más a llevar a sus sindicatos en esta dirección. Continuaremos publicando artículos que describan esfuerzos ejemplares para incluir a los sindicatos en el amplio movimiento de justicia social.

Apoyemos el activismo estudiantil. Los niños y jóvenes son nuestra mayor esperanza para crear un mundo decente. Como educadores, tenemos la responsabilidad moral y cívica de ser modelos para nuestros estudiantes. Nuestros salones deben ser lugares donde los estudiantes están motivados a pensar críticamente, a ver las cosas desde múltiples puntos de vista – especialmente aquellas que han sido silenciadas – y evaluar a quién sirven estos puntos de vista. Debemos animar a los estudiantes a informarse y tomar acción dentro y fuera del salón de clases. En los meses posteriores a la elección de Trump, miles de estudiantes salieron a la calle a lo largo del país. Creemos que el activismo estudiantil crecerá y debemos promoverlo y apoyarlo. Cuando los estudiantes siguen sus creencias y valores sobre lo que es justo, aprenden que la democracia sucede todos los días, no solamente durante el día de elecciones.
Todos estamos juntos en esto

Nos sentimos esperanzados en 
el crecimiento constante de la organización para la educación de justicia social durante los años recientes, incluyendo el aumento de las reuniones para la enseñanza de la justicia social a lo largo del país. Una de las reuniones más antigua y significativa es la que organiza todos los años Maestros para la Justicia Social (Teachers 4 Social Justice) en San Francisco; otras han surgido
en Nueva York, Boston, Chicago, Milwaukee, Filadelfia, el Noroeste, San Luis y otros lugares. Algunos grupos de educación para la justicia social como Educación para la Liberación y Paso Hacia la Justicia reúnen a maestros, estudiantes, padres y activistas para compartir sus experiencias y conversar sobre estrategias. Nuestro movimiento de rápido crecimiento, tiene un gran potencial de transformar los sindicatos de maestros, escuelas y distritos enteros.

Hace treinta años comenzamos Repensando las Escuelas como un periódico de formato pequeño gratis para los educadores de las Escuelas Públicas de Milwaukee. A medida que hemos crecido, alcanzando una audiencia a lo largo del país, esperábamos que lo que publicáramos ayudara a los educadores a convertirse en maestros y organizadores mejores. Treinta años más tarde, ésta sigue siendo nuestra meta.

Sin duda, se avecinan tiempos increíblemente difíciles pero sabemos que no hay mejor guía que las palabras de Joe Hill, con las que comenzamos hace 30 años: “No nos lamentemos, organicémonos”. ■

Fuente: https://www.rethinkingschools.org/articles/ensenando-en-la-era-de-trump

Comparte este contenido:

Ciencias y creencias 2.0

Por: Luis A. Montero Cabrera

La diferencia entre lo que se sigue y profesa voluntariamente, alentado por libres preferencias personales, que son las creencias, y la verdad comprobada y comprobable por todos, con evidencias inobjetables, que son las ciencias, ha sido comentada anteriormente. No obstante, a pesar de que esta importante conceptualización nos ayuda tanto a enriquecer nuestro pensamiento estableciendo una nítida frontera lógica, el espacio entre el campo de las ciencias y el de las creencias es también muy rico.

Recientemente apareció en los medios una información acerca del hallazgo de indicios de un nuevo ancestro de nuestra especie ¡en la actual Bulgaria!, en plena Europa balcánica. Para muchos rompía el criterio más que probado de que procedemos del actual territorio africano. ¿Se trata este hallazgo de una verdad científica contrastada y reproducible por terceros independientes? En realidad, los autores no claman para sí otra cosa que la postulación de una hipótesis a partir del hallazgo de un molar fósil. Esta pieza dentaria perteneció a un homínido similar al chimpancé actual hace más de siete millones de años. Corresponde primero a la prensa científica la divulgación como resultado interesante. Después interviene la prensa que busca la atención de las grandes masas, como debe ser cualquier prensa. Pero en ese proceso suele deformarse el contenido esencial y presentarse a una simple y atractiva hipótesis como si fuera una verdad científica. Por cierto, la Europa que fue escenario de la vida del monito que tenía ese molar era en esa época muy parecida a las actuales tierras africanas gracias a los vaivenes del clima planetario. Al final, nadie puede negar hoy que nuestra especie se originó en el continente africano y mucho más recientemente, hace “solo” alrededor de 250 mil años. Y esta es una verdad científica bastante establecida por muy diversas evidencias arqueológicas y moleculares. Podemos ver, sin embargo, que la frontera entre la verdad científica neutra y evidente para todos y el campo de las hipótesis y suposiciones, que son más parecidas a las creencias, es difuso y rico.

En el campo de la composición de los objetos materiales existe también espacio para la suposición que conduce a creencias, y a veces no se las sabe diferenciar de la verdad científica, neutral y contrastable. Los átomos y las moléculas existían mucho antes que el hombre y que se postulara a la llamada mecánica cuántica para entender el nanomundo, que es nuestro propio universo cuando podemos diferenciar objetos de dimensiones iguales a las millonésimas de metro. Como nuestros sentidos se seleccionaron naturalmente para aprender del mundo métrico, no tuvimos otra alternativa que intentar describir el nanométrico con los mismos esquemas conceptuales. Ahí tuvo un tropezón la llamada lógica newtoniana, la que es buena para describir manzanas desprendiéndose de un árbol. Los objetos detectables y que construyen directamente el nanomundo, los que habitan el pico y el femtomundo, como es el caso de los electrones, no se comportan como las manzanas, y mucho menos que como los planetas.

Lo cierto es que las manifestaciones de los electrones en el mundo que nos rodea es contradictoria para muchos, pues se trata de una partícula a la que se le puede atribuir una masa y una carga electrostática y también una frecuencia de oscilación de su campo electromagnético, como es el caso se la luz visible, aunque con valores mucho mayores. Además, así se comporta toda la materia en esas escalas nano, pico y hasta femtométricas. Lo que ocurre es que la masa, la carga y la frecuencia de oscilación electromagnética son magnitudes que inventamos para conocer el mundo métrico y su adaptación a las dimensiones de protagonismo directo para las llamadas partículas elementales, como son los electrones, requiere de pensamiento revolucionario.

Un destacado científico alemán, Werner Heisenberg postuló en 1927 [1] la llamada “relación de incertidumbre” donde la ciencia se expuso a un riesgo de credibilidad muy alto. Expresado en el lenguaje más actual, reconoció que las magnitudes (posición en el espacio, velocidad) con las que se pretendía conocer el nanomundo eran las mismas que se han usado para las escalas de un metro y que eso podía representar incongruencias, porque no se trata de manzanas. De esa forma muchos pensaron que las limitaciones de correspondencia (conmutación) entre las expresiones matemáticas (operadores con sus funciones propias para ciertas relaciones) que se usaron en la mecánica cuántica para describir los sistemas nanométricos se podían traducir en limitaciones intrínsecas de la capacidad del conocimiento humano en esas escalas. La más famosa “incertidumbre” era la de la “imposibilidad de medir al mismo tiempo la posición y el momento (proporcional a la velocidad) de una partícula cuántica”. Hoy en día han aparecido artículos ampliamente reconocidos que cuestionan esto, negando su significado de que no se puede conocer algo porque haya una expresión matemática que lo impida. Se han efectuado las mediciones experimentales y han dado resultados [2-4].

Mucho se ha escrito acerca de estas incertidumbres, y la verdad científica ha salido incólume mientras que las elaboraciones especulativas se han ido derrumbando. Es cuestionable usar, como reconoció Heisenberg, magnitudes del mundo métrico para describir el nano y picométrico, que es ajeno a nuestros sentidos de humanos. Es como cazar mosquitos con misiles balísticos intercontinentales. La naturaleza toda existió mucho antes de que los seres humanos elaboraran las teorías para describirla y entenderla científicamente. Las teorías deben servir para interpretar la realidad objetiva, pero esta no se subordina a ella. Esto debería ser válido para toda ciencia, natural o social.

Notas

1. Heisenberg, W., Über den anschaulichen Inhalt der quantentheoretischen Kinematik und Mechanik. Zeitschrift für Physik, 1927. 43(3): p. 172-198.

2. Colangelo, G., et al., Simultaneous tracking of spin angle and amplitude beyond classical limits. Nature, 2017. 543(7646): p. 525-528.

3. Rozema, L.A., et al., Violation of Heisenberg’s Measurement-Disturbance Relationship by Weak Measurements. Physical Review Letters, 2012. 109(10): p. 100404.

4. Napolitano, M., et al., Interaction-based quantum metrology showing scaling beyond the Heisenberg limit. Nature, 2011. 471(7339): p. 486-489.

Fuente: http://www.cubadebate.cu/opinion/2017/06/08/ciencias-y-creencias-2-0/#.WVWCtBU1-01

 

Comparte este contenido:

Hacer y pensar la nación

Por: Graziella Pogollotti

Tan activa y trabajadora era Francisca que la muerte salió a buscarla y terminó su jornada, exhausta, sin haberla  encontrado. Así transcurre un conocidísimo cuento de Onelio Jorge Cardoso. Pero hay temporadas en que la señora de las sombras, a pesar de todo, logra buena cosecha. Acabamos de transitar por una de ellas. La siega ha afectado de manera particular los ámbitos del pensamiento y la cultura.

Durante muchos años, Beatriz Maggi fue profesora de literatura. Dejó su impronta en generaciones de graduados universitarios. Su propósito era ante todo, enseñar a leer,  descubrir, tras la palabra, las intenciones soterradas del texto. Acababa de fallecer cuando salió de la imprenta Las palabras y los días, recopilación de ensayos con el sello de Ediciones Unión, un texto útil para quienes se interesan por conocer su método de trabajo. También dedicado a las letras, Guillermo Rodríguez Rivera, poeta, narrador y ensayista, se proyectó hacia el espacio público como activo partícipe en el debate de ideas, acicateado siempre por definir el contorno de la nación.

La nación se construye con las manos de todos, en el bregar de una cotidianidad compleja, a veces turbulenta y siempre desafiante, porque en ella, a cada momento, se bifurcan caminos y hay que seleccionar la senda mejor. La hacen quienes extraen los frutos de la tierra, quienes se afanan entre el cemento y las cabillas, quienes trabajan en las aulas y quienes prestan asistencia médica. La hacen también los que analizan los conflictos del presente, los sitúan en sus contextos y exploran los antecedentes en la permanente relectura del pasado. Así lo hicieron quienes trabajaron cuesta arriba en los tiempos de la colonia y se lanzaron a la batalla por la independencia. Tuvieron continuadores durante la República Neocolonial, y de ese legado hemos sido seguidores todos cuantos asumimos con lucidez, desde cualquier función, este medio siglo de vivir revolucionario. Por eso, cada pérdida estremece y convida a la reflexión.

En los 60 del pasado siglo, vivimos días y noches de vigilia. Eran tiempos de sobrevivir, consolidar y fundar. La época exigía, así mismo, una intensa producción intelectual.

La hubo, aunque muchas veces la hemos olvidado. Los libros que se publicaron y las revistas que entonces aparecieron brindan testimonios de un cruce de ideas que encontró resonancia más allá de los límites de la Isla. Desde la perspectiva revolucionaria, había puntos de vista diversos. El debate fue útil y creativo. En su entorno, surgieron nuevas voces.

Revisitar la historia es una necesidad de primer orden, porque ella constituye un arma de combate. En su batallar incansable, José Martí dedicó tiempo a escribir sobre contemporáneos y predecesores. Era un modo de ir unificando los eslabones de un proceso que daba sentido a su lucha por la independencia. Para él, ante todo, lo impostergable era sumar. Fidel estableció pautas en esta dirección al conmemorarse el centenario de La Demajagua.

Hurgar entre papeles e ir escribiendo en la marcha acelerada que reclamaban los tiempos, fue la tarea que asumió, hasta la hora última de su reciente fallecimiento, el historiador Jorge Ibarra. Con modestia proverbial, casi desde el anonimato, entregó al Minfar su manual de historia de Cuba. Al mismo tiempo, la publicación de su ensayo  Ideología mambisa tenía amplia resonancia.

Jorge Ibarra comprendió que la imprescindible actualización de nuestra epopeya mambisa requería completarse con el estudio de la República Neocolonial, área que no ha recibido la necesaria atención. Sin embargo, ese lapso en el que crecieron varias generaciones de cubanos y se agudizaban las contradicciones de un proceso de formación, representa el eslabón entre el ayer heroico y las circunstancias que condujeron al triunfo de la Revolución. Ahí están nuestros padres y en ese contexto nacimos nosotros. Al desbroce de esa temática, se entregó Ibarra hasta el último instante de su vida. La valoración de su obra debe salir del ámbito reducido de los especialistas. De hacerse resultaría un justo y útil homenaje.

La muerte de Fernando Martínez Heredia ha producido un fuerte impacto dentro y fuera de Cuba. Cayó en plena faena, junto a su computadora. Su formación intelectual se había fraguado en los polémicos 60 del pasado siglo. Entonces, el estudio y la investigación se imbricaban estrechamente con la acción práctica, en medio del fragor de la construcción revolucionaria. Se aprendía en los libros y en la confrontación cotidiana con los acontecimientos que marcaban, al mismo tiempo, el debate internacional y las tareas del vivir cotidiano. La tradición marxista se asumía como pensamiento vivo, abierto a las perspectivas que imponían las circunstancias del presente: desde la situación específica de Cuba se valoraban la herencia recibida y los nuevos desafíos. El legado histórico cobraba nuevos sentidos en el contexto de la emergencia de los movimientos de liberación nacional. Para los países del sur, nación y revolución se tomaban de la mano. La experiencia cubana corroboraba este modo de entender los procesos históricos que se estaban viviendo.

Por eso, desde su etapa inicial, el pensamiento de Fernando Martínez Heredia se caracterizó por un diálogo intenso con América Latina. Su presencia en este ámbito se acrecentó cuando el derrumbe del campo socialista se reflejó en el desconcierto y el silenciamiento de una zona del pensamiento de izquierda. Entonces, la palabra de Fernando Martínez Heredia siguió convocando al análisis de las realidades y al rediseño de políticas. Se vinculó a los movimientos sociales que se iban configurando.

Era un universo heterogéneo, en el que la capacidad de dialogar se tornaba decisiva.

Entre tanto ajetreo, confiado en la importancia de las ideas, siguió publicando textos y abriendo espacios para el debate. Ese es su mensaje final. En medio de la tormenta, la lucidez se vuelve imprescindible.

Fuente: http://www.granma.cu/opinion/2017-06-25/hacer-y-pensar-la-nacion-25-06-2017-20-06-06

Comparte este contenido:

La telaraña de las redes

Por: Gloria Hurtado

Sí, caí. Tan estricta que he sido en nunca repetir una mala noticia, o una información alarmante (va a suceder, atracaron, advertencias de peligro), me llegó un whatsapp de una fuente fidedigna con una imagen de atraco a un “supuesto” líder sindical que me pareció tan pero tan atropellador, que lo repiqué. Pero mas que la imagen fue la fuente la que me hizo confiar. “Imposible “ que esta fuente estuviera equivocada, imposible. Solicitaba alertar para prevenir que se le hiciera mas daño. Inmediatamente otra fuente periodística, también confiable, aclaró: “no es verdad, es una imagen de Venezuela, de la Guardia Nacional”. Empecé a “bombardear” a mi primera fuente pidiéndole una aclaración y su respuesta fue aplastante. “Estoy buscando al remitente, pensé que al retwitear iba. Sigo buscando y si lo consigo te lo mando”. Minutos después  “Perdón por la confusión”.

Sí, sentir vergüenza y pedir excusas, qué mas queda. A los mismos que se retwiteó, mandar la “aclaración”. Sin embargo la lección es muy clara. ¡Y enredada! ¿Cómo hay que manejar las redes? ¿Cómo no caer en la telaraña de ellas? Es necesario “vivir conectado” pero ¿en quién creer? Ni siquiera fuentes confiables, aseguran la verdad de la información. En montajes, plagios de whatsapp, memes, hackers, hoy está la “realidad”. La era de la post verdad, de las falsas noticias, del poder de la información pero tergiversada a mas no poder. Las redes son como un monstruo, una telaraña que atrapa, hay que vivir “en ella” pero conservando la  libertad de la credibilidad. ¿Cómo hacerlo? No es fácil.

Pero el que no sea fácil no significa claudicar. No significa renunciar a un elemento actual que hay que saber manejar y enfrentar. Lo mas importante (y peligroso) la inmediatez. En la actualidad lo instantáneo precipita a errores que con paciencia se habrían podido manejar diferente. Tener un mínimo de prudencia y hasta donde se pueda, evaluar, analizar, sopesar antes de retwitear la información recibida. Las exageraciones casi siempre son mentiras. Los “absurdos” que impactan y lastiman por lo general tienen dosis de veneno y maldad. Las “rarezas” pueden terminar siendo montajes de los cuales hay que tener distancia y mesura. Qué tan valiosa es la prudencia en estos casos. Si se puede, una confirmación telefónica, salirse de la multitud para recuperar la individualidad de un contacto, puede ser una medida prudente. Asegurar de viva voz la verdad del remitente es tranquilizador. Pero suena paradójico porque también la inmediatez puede ayudar a solucionar la dificultad.

Lo que si es claro que imágenes de heridos o muertos o desastres (Mocoa o la mujer herida en la bomba del Andino) no aportan absolutamente nada a la información. Lo que buscan es impactar y azuzar el morbo y allí estamos “cargando” de malestar y perturbación a quienes están conectados. ¿Con qué fin? Energéticamente resonar en ondas pesadas y densas, nada aporta y por el contrario contribuye a enredar el ambiente. Lo dicen todos los estudios de Psicología modernos: cargarse de negativo lo único que aporta es negatividad. Buscar equilibrio, prudencia, serenidad, conceptos cada vez mas escasos en el mundo actual, pareciera que son los blindajes necesarios para enfrentar y navegar en las redes. Hay que saber hacerlo y…sobrevivir.

Fuente: http://www.revolturas.com/en/articulos

Comparte este contenido:

Ser mujer bajo el franquismo

Por: Lidia Falcón

Esta mañana del 28 de junio el Grupo Parlamentario Unidos Podemos nos rindió un homenaje a los represaliados por el franquismo. Ha sido breve pero emotivo.

Con la asistencia de pocos de los supervivientes de aquella barbarie,  los discursos de alguna de las víctimas y de los representantes de los partidos que forman la coalición, más las aportaciones del PNV, PDCat, y Odón Elorza. Y fueron denunciadores de los horrores de la represión que se ejerció durante 40 años –en algunas regiones más- sobre los obreros, los políticos, los sindicalistas, los maestros, los luchadores vecinales y estudiantiles, los escritores y los artistas, los republicanos, los masones y los anarquistas. Y estuvieron bien.

Pero únicamente Julia Hidalgo, representante del PCE, recordó a las mujeres, que anónimamente, lucharon sin descanso y sin tregua contra la dictadura.  Y yo pregunto, ¿no hay manera de que algún dirigente político se acuerde de que existieron mujeres en el país? ¿Y que fueron perseguidas y encarceladas y torturadas y fusiladas? ¿Tiene que ser siempre, y únicamente, otra mujer –porque no todas las que hablaron las recordaron- la que rinda homenaje a sus compañeras? Ninguna pancarta portaba rostros de mujer. Ni siquiera las 13 Rosas fueron recordadas.

En mi libro En el Infierno – Ser Mujer en las Cárceles de España, escribí:

“Este libro va dedicado a todas las mujeres que sufrieron en el más indiferente anonimato, la persecución, el arbitrario encarcelamiento, el desprecio y la humillación de sus guardianes y de sus jueces, en el largo calvario de nuestro país bajo la dominación fascista…Las mujeres españolas, mientras dedicaban toda su energía a mantener con pleno rendimiento la industria de guerra y la producción de paz, la agricultura, la escuela y el hospital, soportaron, primero los bombardeos y el hambre en la catástrofe guerrera, sufrieron más tarde el derrumbamiento de sus hogares, la derrota de sus esperanzas, y con la muerte en el alma, enterraron a sus padres, a su marido, a sus hermanos, y siguieron cumpliendo el papel asignado desde siempre: parieron y criaron a sus hijos, trabajaron en los campos y en las fábricas, manteniendo vivo el fuego de los ideales por los que habían muerto los suyos.

Las mujeres de nuestro pueblo supieron ser fieles a sus héroes y mártires. Durante cinco, diez, veinte años ininterrumpidos esperaron a sus hombres en las puertas de las cárceles, haciéndoles más llevadera la prisión con sus visitas, con sus cartas, con sus paquetes difícilmente conseguidos. Educaron a sus hijos, garbanzo a garbanzo y remiendo a remiendo en la devoción a la padre preso. Y los hombres que ganaron el respeto y la admiración del mundo entero, pudieron mantenerse firmes y esperanzados gracias al sacrificio de las ignoradas mujeres que les dedicaron íntegramente los mejores años de su edad. Nunca se han contado un mayor número de fidelidades observadas, sin una vacilación, día a día.

Otras muchas, todas ignoradas, fueron y son héroes y mártires de esa lucha que es también la suya. Murieron en las ciudades incendiadas y en las largas caravanas de la huida. Colaboraron activamente en las organizaciones clandestinas que continuaron la batalla sin descanso. Llevaron los mensajes claves para los grupos de la resistencia, a través de las montañas, burlando los puestos de vigilancia, desafiando los controles y los registros, en el decenio de lucha guerrillera del país. Escondieron hombres y armas en los sótanos de las casas. Recaudaron peseta a peseta el dinero que permitía mantener la huelga, dar de comer a los militantes escondidos, sostener el aparato de propaganda, adquirir la documentación falsa que salvara la vida de los compañeros. Imprimieron octavillas y folletos y los repartieron a despecho del riesgo. Y en la misma medida que a los hombres, la represión las apaleó, las torturó, y por su condición de mujeres fueron violadas y ultrajadas en los cuarteles, en las comisarías, en las cárceles, en los campos de concentración.

Para ellas no hubo indulgencia sexista. Fueron fusiladas tras un simulacro de juicio y cumplieron condenas de decenas de años, bajo los gritos de los vencedores, en el frío, el hambre y la miseria. Dieron a luz en las enfermerías de las prisiones y lactaron sus hijos en sus exhaustos pechos, alimentados con pan remojado. Sobre el dolor de darles la vida sufrieron la desdicha de verlos morir entre las rejas, o de perderlos arrebatados por la insania de sus carceleros.

Nunca renegaron de sus creencias. Ni indultos ni remisiones de condena les fueron concedidos por mor de su condición de mujeres. Y nadie ha recordado sus nombres, nadie ha escrito su epopeya, porque la historia siguen escribiéndola los hombres. La ayuda económica y moral de los grupos y de los pueblos en lucha se ha volcado en las cárceles de hombres. Para ellos se han escrito los panfletos, se han levantado las masas en multitudinarias manifestaciones, se ha gritado en todos los idiomas la exigencia de justicia. Para ellos se han publicado las páginas literarias más hermosas y vibrantes. El recuerdo y el homenaje a los mártires de la lucha sólo incluyen a las mujeres en ese plural de las palabras que es siempre masculino.

Muchas otras mujeres han caído víctimas de la miseria, de la ignorancia, de la masacre social que ha machacado al pueblo español. Esas mujeres se han prostituido para comer y dar de comer a los suyos, favorecidas por el clima de corrupción, de mercado negro, de especulación y de estafa de un régimen que le señala a la mujer el burdel como única solución. Han abortado mientras la mortalidad infantil alcanzaba el más alto índice de Europa, y los escupitajos de la moral oficial las condenaba a la muerte civil.

La patria que las abandonó y las repudió primero, las amontona después en las cárceles. Las mujeres en prisión no mueven la política ni la sociología ni el arte ni la literatura. En un escalón más bajo, más despreciable, más olvidado que el preso, está la presa. Por ellas no se firman manifiestos, ni se escriben panfletos, ni se editan denuncias. Por ellas no hay interpelaciones en los Senados ni ruedas de prensa ni emotivas acusaciones de personajes influyentes al poder público.

Las últimas ventajas conseguidas en las prisiones de hombres no se han hecho efectivas hasta muy tarde en las de mujeres. Para ellas se dan unas condiciones muy especiales represivas, y su voz es débil y su fuerza escasa. Detrás de los muros carcelarios se ha tendido un impenetrable telón que las entierra.

A todas ellas va dedicado este libro. A las compañeras de luchas, a las compañeras de prisión, que han arrastrado meses y años los sufrimientos del encierra carcelario, sin que nadie las viera, ni oyera sus voces ni recordara sus nombres”.

Todo esto me hubiera gustado poder haber leído esta mañana.

Fuente: http://blogs.publico.es/lidia-falcon/2017/06/28/ser-mujer-bajo-el-franquismo/

Comparte este contenido:

Hablar a la ciudadanía, no a los medios

Por: Rafael Correa

La prensa mercantil perdió todo límite y escrúpulo, está cada vez más agresiva y existe menos balance en la información y opinión de los medios.

 

Uno de los principales problemas del mundo es la mala prensa, y, aunque es una cuestión planetaria, en Latinoamérica es mucho más grave por la mediocridad, mala fe, deshonestidad e impunidad de la que están prevalidos muchos periodistas y sus respectivos medios.

Creen que por ser negocios privados pueden “vender” información como vender churrascos, es decir, reemplazar el arroz por papas, añadir el aguacate, omitir la ensalada o darle tofú en lugar de carne a los vegetarianos. Después de estos cambios probablemente al churrasco lo podremos seguir llamando churrasco, pero la información ya no es información, es tan solo manipulación.

No entienden, no quieren entender, que la información no es una mercancía, es un derecho y la única forma de garantizarlo es que esa información sea absolutamente objetiva, oportuna y veraz, no susceptible de retoques, transformaciones u omisiones.

Pero incluso los juicios de valor -es decir, la “opinión”- deben ser fundamentados y rigurosos. No pueden tener un micrófono o un tintero tan solo para desfogar sus odios. No pueden repetir mil veces la misma mentira, buscando en la repetición la demostración de algo inexistente. Lo ideal sería que, especialmente cuando se trata de la honra de las personas, presentaran argumentos, es decir, razonamientos lógicos basados en pruebas, pero aquello ya es mucho pedir.

En Ecuador, esta mala prensa aún hace daño, pero ya no pone ni saca gobiernos como antes. Su poder y credibilidad han disminuido grandemente, gracias a diez años de desenmascarar sus falacias. Han tratado de desestabilizarnos, han calumniado, descaradamente se han involucrado en política, como en las últimas elecciones. Al ser derrotados quisieron crear un ambiente de fraude y hasta llegaron a proclamar al perdedor como presidente electo del Ecuador basados en una fraudulenta encuesta a boca de urna, obviando deliberadamente otra encuesta que decía exactamente lo contrario.

Publicaron las mentiras de una columna de chismografía de un diario amarillista de Panamá, involucrando al vicepresidente en casos de corrupción, pero jamás publicaron una coma de la extensa y precisa investigación del diario Página 12 de Argentina, que demostraba las 49 empresas off shore del candidato opositor, y cómo lucró con el feriado bancario por medio de la intermediaria financiera Andean Investment.

Nos han dicho todos los días -curiosamente en un país donde de acuerdo con ellos “no hay libertad de expresión”-, desde dictadores hasta criminales de lesa humanidad, bajo el pueril argumento de que por ser “personas públicas”, debemos soportar estas bazofias, obviando que la reputación es un derecho humano de toda persona.

¡Cómo distorsionaron todo, todo el tiempo, para boicotear la acción del Gobierno! Al dinero electrónico lo convirtieron en “moneda paralela”; al servicio de seguridad pública, en “guardia pretoriana”; a los impuestos a las bebidas azucaradas, en “zarpazo al pueblo ecuatoriano”; a un parque en la frontera en “muro contra la integración”. Son capaces de transformar a Víctor Jara en torturador y a Pinochet en filántropo humanista.

Pero resulta que todo ha sido un problema de “fluidez” en la información. Que nada de esto ha existido. Que tremenda lucha ha sido solo un problema de “temperamento”. Pareciera que por un supuesto diálogo los que ganamos las elecciones las hubiéramos perdido. Que la oposición era la que tenía la razón. Que en nombre de la unidad hay que volver a someter al país a los agonizantes poderes fácticos.

Se ordena informar a los medios, no a la ciudadanía, y les aseguro, después de una década de experiencia, que no es lo mismo. Grave error, gravísimo error.

¿Por qué las reformas a la Ley Orgánica de Comunicación -LOC- están en el “top” de la agenda política? No porque consta en el programa de Gobierno. No porque es la principal preocupación de la gente. Sencillamente, porque los medios imponen esa agenda. ¿Es eso democracia?

La prensa mercantil perdió todo límite y escrúpulo, está cada vez más agresiva y existe menos balance en la información y opinión de los medios. Podríamos también llamarle un “fraude moral” a ese periodismo parcializado en su rol de informar y servir a la sociedad.

Si alguna modificación habría que hacer a la LOC, es endurecer las sanciones y darle capacidad coactiva a la Supercom, para que se acaben tantos abusos de la mala prensa.

Fuente:  http://www.rebelion.org/noticia.php?id=228046&titular=hablar-a-la-ciudadan%EDa-no-a-los-medios-
Comparte este contenido:
Page 1819 of 2676
1 1.817 1.818 1.819 1.820 1.821 2.676