Page 1825 of 2676
1 1.823 1.824 1.825 1.826 1.827 2.676

Bioética en las aulas: romper tus dinámicas y abrirte a los demás para llegar a un acuerdo

Por: Pablo Gutiérrez del Álamo

Tres institutos de Asturias, un Comité de Ética sanitario y complejos supuestos que debatir para conseguir un acuerdo. Estos son los ingredientes de un proyecto de Valores éticos que pretende hacer pensar.

Enseñar a pensar o a ser ciudadanas y ciudadanos críticos y libres es uno de los objetivos fundamentales de toda educación que se precie. Y este es uno de los elementos fuertes del proyecto Bioética en las aulas, organizado por el Comité de Ética para la Atención Sanitaria del Área Sanitaria I (Jarrio), en Asturias, junto con tres institutos: IES Elisa y Luis Villamil (Vegadeo), IES Galileo Galilei (Navia) y el IES Marqués de Casariego (Tapia de Casariego).

La idea es que el alumnado de 4º de la ESO de cada uno de estos institutos viva en su piel la toma de decisiones sobre asuntos polémicos de diferente índole, como lo harían si trabajasen en un comité de ética sanitario.

Rosa María Mesa es la presidenta del comité de ética del Hospital de Jarrio. Es una zona sanitaria pequeña, cuenta por teléfono. Un hospital con 100 camas, en una zona geográfica donde todo el mundo se conoce y donde las relaciones entre diferentes personas son muy fáciles.

El caso es que desde hace años uno de los miembros de este Comité es Emilio García profesor de Filosofía de uno de los institutos de la zona, y padre en buena medida, de todo el proyecto. Él y otros dos compañeros, también docentes de esta materia (ahora Valores éticos) han conformado este tiempo el motor del proyecto. Y han tenido muy buena sinergias con un Comité de Ética que tiene entre sus objetivos primordiales dar a conocer a la sociedad cuál es el trabajo que realizan, así como trasladar a la calle algunos debates importantes alrededor de los valores.

El proyecto es tan potente que el año pasado la Fundación Víctor Grifols i Lucas les concedió su premio sobre ética y ciencia. Un acto en Barcelona al que asistieron Juan José Alonso y tres alumnas de los centros para recoger el premio.

Los docentes ponen sobre la mesa del Comité unas cuantas cuestiones que creen relevantes para que, entre todos los miembros (personal sanitario, una abogada especialista en asuntos de mujer y los docentes) decidan cuáles serán los que chicas y chicos de entre 15 y 16 años deberán debatir.

Hasta hace un año salían tres temas. Cada centro trabajaba con uno de ellos. Y durante un trimestre entero se investiga sobre el tema, la legislación que le afecta, el marco teórico en el que se mueve, etc. Cuestiones como el aborto en la adolescencia, la adicción al móvil, la negación de una transfusión de sangre a menores o la atención sanitaria a inmigrantes han sido algunas de las tratadas.

Cada grupo prepara su tema y toma una decisión sobre el tema. Después, en un encuentro anual, los tres institutos se juntan y cada uno de ellos le expone al otro sus conclusiones, su toma de decisiones y el proceso para la toma de decisiones.

Al menos así hasta hace dos cursos. Los docentes decidieron cambiar parte de la metodología en un intento por aumentar la participación de todas las chicas y chicos. Por eso, en el encuentro anual, lo primero fue dividirse en grupos de unos 50 alumnos de los diferentes centros para que pudieran debatir un poco más sobre los temas de los otros institutos. Después, en una asamblea general, cada centro exponía sus conclusiones, así como trasladaba al plenario cuál había sido la conversación en los grupos más reducidos.

Cambios metodológicos que también han sido obligados por la nueva configuración de la asignatura de Valores éticos tras la entrada en vigor de la LOMCE. La nueva ley educativa, además de hacer optativa la asignatura en secundaria, ha reducido a la mitad las horas lectivas semanales, de manera que también el proyecto se ha visto reducido a la mitad. Esto ha obligado a hacer cambios como el retraso en la reunión anual, para dar tiempo a los diferentes grupos a trabajar correctamente los temas.

Hacer pensar

Tanto Rosa María Mesa como Juan José Alonso inciden en el impacto que este proyecto tiene en mejorar la capacidad de discusión del alumnado. Cumple con las expectativas que se planteaban, al menos desde el Comité de Ética, de trasladar ciertas discusiones alrededor de los valores a la sociedad.

Llegar a la población general es complicado, comenta Mesa, así que cuando se planteó la posibilidad de hacer el proyecto en jóvenes de 4º de la ESO les pareció perfecto: “Se están formando, se encuentran en la época en la que más profundizan en el tema de los valores”.

“Es uno de los puntos importantes para nosotros que la sociedad se implique más en los temas de valores”, defiende la presidenta del Comité, que ejemplifica cómo, tras la aprobación de una ley en Asturias sobre muerte digna, plantearon una proyección de cine alrededor del tema de la muerte digna para aprovechar la discusión. “No es fácil ponernos de acuerdo”, asegura.

Para los docentes de filosofía, las motivaciones son bastante similares. Salvando los primeros escollos relacionados con poner a hablar a mundos tan diferentes como el sanitario y el educativo, o sobre cómo se coordinan tres centros de secundaria alrededor del mismo proyecto, todo parece estar funcionando.

Una actividad que la Fundación Víctor Grifols y Lucas decidió premiar en su momento precisamente por el trabajo coordinado entre los tres centros educativos que lo han venido realizando hasta la fecha. El Premio Ética y Ciencia pretende aumentar su radio y llevar la ética al ámbito educativo con el objetivo de incidir en la creación de unas sociedades más responsables. El premio, según la propia Fundación pretende fomentar “la sensibilidad y la reflexión de los alumnos alrededor de las implicaciones éticas de la ciencia, de la investigación científica y de las aplicaciones tecnológicas”.

¿Y cómo se hace para que un joven de 15 o 16 años hable delante de varios cientos de chicas y chicos de su misma edad? Pues no es fácil, por eso uno de los esfuerzos se relaciona con la elección de los temas de los que habrán de hablar. Igual que otros años han tratado asuntos más relacionados con lo sanitario, en esta última edición han hablado de adicción a móviles y de la violencia de género, temas que además, están también relacionados.

Confiesa Juan José Alonso, eso sí, que “al principio les descuadra pensar en que tienen que hablar ante decenas de otros chicos y chicas que no son de su instituto”.

“Siempre hay alumnos que intentan escurrir el bulto y pasar desapercibidos, pero también los hay que se animan a participar en los encuentros”, asegura Juan José. Y que en cualquier caso, intervengan no hablando en público, el proyecto supone “un enriquecimiento agradable: hablar en público, buscar argumentos, dialogar… es nuestra forma de ver la educación, es primordial. Integrar, debatir, argumentar con los demás”, defiende este docente de filosofía.

Y, además de esto y de lo que aprenden, Alonso defiende que hay “chavales a los que el proyecto les ayuda a madurar. A crecer y madurar”.

Pero no solo el alumnado ha de trabajar y llegar a consensos y acuerdos. “Coordinarse con otros IES, dice Juan José Alonso, lo hacemos a base de reuniones cada poco tiempo para debatir, contrastar opiniones sobre el desarrollo, incluir novedades metodológica… Es complicado pero siempre partimos de que hay voluntad de hacerlos, de entenderse unos con otros. Llegar a acuerdos con gente que casi no conoces, romper tus dinámicas habituales en el aulas y abrirte a los demás para llegar a un acuerdo”.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/06/26/bioetica-en-las-aulas-romper-tus-dinamicas-y-abrirte-a-los-demas-para-llegar-a-un-acuerdo/

Comparte este contenido:

La formación de docentes en México: campo minado y en retroceso

Por:

Cuando México decide ingresar a la OCDE con la intención de formar parte del club de los países más ricos del Mundo, se le respondió sí, pero aquí hay reglas. Son los días previos al año de 1994, la llegada de los neoliberales al poder hace que miren para todos lados menos para el propio territorio en donde gobiernan. Una de las reglas del club de los países ricos es reformar la educación a partir de tres ejes fundamentales:

  1. Controlar el gasto y el presupuestario. Menos educación pública y más privatización. Que el servicio educativo se someta a las reglas del mercado. De esta manera los que quieran una educación de excelente calidad, que paguen por ella.
  2. Homologar los contenidos, el enfoque y las tendencias programáticas a partir de fomentar una formación para el consumo, para adquirir ya no aprendizajes sino desarrollar competencias que les permitan a los sujetos adaptarse a este nuevo mundo, controlado por el mercado, por la racionalidad del consumo y por la adaptación acrítica e incondicional al status quo.
  3. Reformar el asunto del profesorado y la formación docente, gremios que apoyen la reforma y que no protesten.

Me detengo en este último punto. La reforma educativa mexicana del 2013 está diseñada no sólo a la medida de lo que la OCDE quiere, sino responde a los lineamientos e intenciones de dicho organismo multinacional. Pasemos al recuento.

La formación de los docentes en México tanto de los que se encuentran en la fase inicial como de aquellos y aquellas que ya están en servicio, pasan a las manos de la OCDE, es en este organismo en donde se deciden, los contenidos, las orientaciones pedagógicas, las regulaciones institucionales y por último los términos bajo los cuales habrá de admisntrarse el subsistema de formación docente. A partir de ahí y de una serie de documentos que la OCDE elaboró como “recomendaciones” dirigidas al gobierno de México, son cuatro los ejes de desarrollo que habrán de caracterizar el nuevo rostro de formación docente. Dichos rasgos son los siguientes:

  1. Anular derechos, modificar el estatus laboral de los trabajadores de la educación. Desparecer el escalafón, la carrera docente a partir de ya no darle importancia, ni ponderación a la antigüedad en el servicio, ni al estudio.
  2. Pactar con el gremio u organización sindical una alianza de largo aliento, que permita sacar adelante la reforma. Los derechos y las prestaciones de los nuevos docentes cada vez serán más vulnerables y la condición de trabajador asalariado se pondrá por encima en los hechos sobre la definición de profesional e la educación.
  3. En la carrera académica no importará el estudio, o las trayectorias profesionales que se sometan a la riguridad de programas de formación. Se requieren docentes competentes, definido esto desde la propia lógica de la OCDE, lo de competentes lo entienden como aquellos sujetos que acaten las reglas, que no protesten, ni disientan de lo establecido. Las reglas se entenderán como justas (aunque no lo sean) y serán la única forma para llevar a cabo la carrera académica.
  4. Se implementará el dispositivo de la evaluación del desempeño docente como la única forma verdadera para garantizar, el ingreso, la promoción, la permanencia, los ascensos, cambios de adscripción, etc.  Desaparece la plaza de base como tal, las diversas evaluaciones por practicarse serán la guía y el motor que regule el sistema, al respecto existirán dos inconsistencias: aquellos docentes que se niegan o que no quieran evaluarse y aquellos que salgan bajos en los puntajes producto de las evaluaciones practicadas ¿Qué hacer con ambos? Todo ello se irá depurando en el proceso se trata de tener un gremio controlado que sea capaz de adaptarse de la mejor manera a las nuevas reglas de la carrera académica.

Existe un elemento que no cuadra, no está claro el modelo de formación que se adopte, no hay sustento, ni tampoco documento rector, no se sabe cuánto valdrá el aporte de la práctica y de la experiencia. Es obvio pensar que de la brillante idea de la OCDE se desprenden millones de contradicciones las cuales son aplastadas con gobiernos duros, rígidos, autoritarios, “ni los veo ni los oigo” es la consigna desde el poder. Esta propuesta requiere aliados, oportunistas y arribistas: el SNTE, Mexicanos primero, han levantado la mano para hacerle el caldo gordo a la OCDE en los hechos. La disidencia magisterial resiste y avanza en nuestro país pero requiere mayor claridad, junto con construir una mirada estratégica que no sólo permita responder de manera reactiva a los embates coyunturales, se trata de pensar en una contrapropuesta que garantice un mejor futuro para los y las maestras de nuestro país, que responda a las preguntas de la formación, mirando las necesidades de nuestro país, respetando las trayectorias, las tradiciones y las contribuciones de este campo tan complejo, se trataría al final de formar desde los formadores.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/la-formacion-de-docentes-en-mexico-campo-minado-y-en-retroceso/

Comparte este contenido:

La confesionalidad educativa sigue en España criterios del siglo XIX

Por: Mundiario

La presencia que le garantiza la LOMCE, en continuidad de un pasado privilegiado, no garantiza un  presente educativo mejor, de calidad compartida por todos.

Estábamos en los inicios de la Transición aquel 15.06.1977 y, con la Constitución sin aprobar, votamos libremente. Poco después, ya aprobada la Carta Magna, UCD decidió por Ley de 03.10.1979 y por una secuencia de resoluciones de la Dirección General de Enseñanzas Medias hasta el 24.10.1981, introducir su conocimiento en los Institutos.

A partir de un listado de aspectos principales, los profesores habían de formular el modo que debería tener en el aula. Al inicio  del curso 81-82 los más voluntariosos se animaron a explicar a sus compañeros de Historia la secuencia que entendían procedente, Fue de ver cómo, al alto grado de improvisación, le sobrevinieron las sorpresas. Como que, después del capítulo de libertades y derechos, y de la secuencia de Poderes del Estado: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, propusieran que, para entender bien la Constitución de 1978, habrían de tratarse “los poderes fácticos”, es decir, la Iglesia y del Ejército.

Pero lo más sorprendente fue que, cuando un docente protestó por entender que en ninguna parte de la Constitución existía tal capítulo, contradictorio con el recién estrenado ordenamiento democrático, otro colega replicara muy airado diciendo: “Ya estamos aquí con la ideología”.

Acerca de “lo fáctico”

Vista desde ahora, 40 años después, esa anécdota no lo es tanto. Mostraba, de fijo, ignorancia de historia constitucional adobada de engrudo fascista, pero, al tiempo, cuando todavía el asalto al Congreso no había tenido lugar, revelaba profunda desconfianza hacia quienes habían detentado tan inmenso poder. En la distancia de estos 40 años, todavía cabe preguntarse en qué medida lo de “fácticos” haya quedado atrás. La transformación del Ejército parece, en general, aceptable por más que su capítulo presupuestario merezca más transparencia. Mas dudoso es, y más contradictorio, que no sea “fáctico” el papel que la Iglesia oficial pretende seguir queriendo ejercer.

Sucede como con el calor: que se habla demasiado del tiempo cuando estamos ante un cambio climático. El apaño hermenéutico que el Tribunal Constitucional se ha esmerado en buscarle al “aconfesionalismo” del art. 16.3 de la Constitución de 1978, se compadece mal con el partido que le saca la Iglesia a su relación con el Estado aunque la creencia religiosa sea otra. Con lo que percibe, a cualquier observador imparcial le costará entender la diferencia de trato que habría tenido si el antónimo “confesional” figurara en ese rango normativo.

El deslizamiento  semántico que percibirá violenta la sintaxis y, sobre todo, la economía de los bienes públicos. La simple atención a lo que sucede en Educación, fuente de abundantes recursos,  permite medir el lapso significativo que pueda haber entre ambos términos y, colateralmente, si la Iglesia sigue siendo poder “fáctico” bajo esta  “aconfesionalidad positiva” en sus pretensiones de amoldar esta sociedad actual según la imagen de su fe.

El sistema educativo español tiene dos aspectos de complementario interés al respecto. Lo que los eclesiásticos reciben por la enseñanza de la Religión en los centros públicos se añade a las cantidades que ingresa por ser titulares de centros concertados. En cuanto a lo primero, cuyo recorrido viene de antes de 1851, es un continuismo poco acorde con la pluralidad democrática. De ahí el título de un buen libro de Antonio Viñao: Religión en las aulas: Una materia controvertida (Morata, 2014).

En cuanto a lo segundo, la continuidad de los privilegios del pasado –y particularmente de la etapa franquista-  se contradice con una enseñanza pública urgida de recursos para atender mejor a sus estudiantes. Razonar que crezca  a cuenta de un pasado inexplicado y descontextualizado, tiene el inconveniente de que expande un código de conducta puramente imaginativo, inútil para afrontar este presente. Y más cuando, desde 2012, la disparidad de recursos ha sido a la inversa del número de colegiales en ambas vías del sistema.

Pretender que se alargue esta situación dispar es tratar de hacer normal  la amplia cobertura legal que el artc. 27 de la Constitución proporciona a la actividad eclesiástica en el sistema y, complementariamente, lo acordado con la Santa Sede en tiempos del democristiano Marcelino Oreja entre 1976 y 1979. Muy “fáctico” es que, en concordancia, Hacienda revise cada año, desde 2006, las cantidades que signan voluntariamente los ciudadanos en su declaración  del IRPF.

Esta vía de recursos del Estado -que sólo firma un 35% de declarantes- aporta unos 250 millones de € a la Iglesia; complementan los estipendios que percibe de sus fieles, y se añaden a diferentes exenciones y subvenciones de los ministerios, autonomías y ayuntamientos. En total,  y al margen de sus específicas actividades cultuales, los recursos públicos que extrae la Iglesia del Estado para sus actividades particulares rondan, según algunas estimaciones, los 11.000 millones de € anuales. A conciertos educativos corresponden –de “facto”- unos 5.010, de los que 600 sostienen las clases de Religión y otros 10 atienden a Seminarios menores.

Modernidad

A estas alturas, este peculiar “aconfesionalismo” económico o su posible variación  no son cuestiones de sagaz “clericalismo” o “anticlericalismo”. Ese enfoque apologético, con negativa carga melodramática añadida, está muy pasado. Sin contextualizar cómo esos ingredientes trufaron en el siglo XIX la pelea por la prepotencia sociopolítica, pretende un relato ahistórico ingenuo, que no explica la muy conflictiva y lenta transición a la modernización del Estado, ni cómo propició el Concordato de 1851 o la presencia episcopal en los debates parlamentarios. Tampoco aclara cómo condicionó la gran pugna del primer tercio del siglo XX en  que el mundo “clerical” salió victorioso tras la Guerra de 1936.

Y menos explica cómo aquel espíritu de “cruzada” impuso su patriarcal criterio “clerical” en lo educativo y cultural prácticamente hasta 1982.  Salvo que se recurra al providencialismo explicativo –antihistórico y azaroso- no se esclarece cómo en 1980 logró aprobar la LOECE, con una gestión peculiar e  idearios de colegios privados amoldados a sus intereses pese a las “subvenciones” que recibía del erario público. Otras tendrán que ser también las justificaciones de las añoranzas de cuando los tiempos eran otros, expresadas en la continuada oposición de las variadas organizaciones eclesiásticas a la LODE (1985) y a la LOGSE (1990) o a la propia LOE (2006), leyes donde puede seguirse la huella de sus protestas.

La dicotomía clericalismo/anticlericalismo tampoco dilucida, en fin, el activismo de 2005 -cuando varios obispos protestaron en la calle- ni el estatus logrado en la LOMCE (2013) para la Religión y la preeminente  “iniciativa social” –frente a la pública- para abrir colegios. A esa descontentadiza actitud permanente, siempre anhelante de presencia absoluta, ocupada en acrecentar su paternalismo social a cuenta de limosnear de lo público, puede llamársele “clericalismo”.  Aunque en el mundo liberal de los negocios temporales, en casos similares suelan usarse locuciones afines al monopolio.

En ese desinhibido ahínco por tejer redes de poder cultivando a grupos influyentes y dominio legal, se generan argumentos de novela negra, pero no existe ahí el “anticlericalismo” de estilo antiguo. Contarlo así es un resabio de poder “fáctico” frente a enemigos imaginarios. Que haya eclesiásticos que se apañan muy bien en ese mullido mundo no hace indispensable que la laicidad necesite voluntades concertadas o contubernios “anticlericales”. Más inteligente sería admitir -puesto que estamos en democracia- la necesidad de que existan ciudadanos interesados en la habilidosa voluntad de apostolado en educación de la Conferencia Episcopal (CEE).

Para una institución que pretende acreditarse por su atención a lo social -que sólo da a Cáritas un 2% de lo que percibe por el IRPF– debiera ser habitual justificar su particular acción pastoral -o, según a quien se dirijan, de “servicio”, “caridad”, ”solidaridad” y “acción social”- sin recurrir a los recursos públicos o, en caso de concesiones específicas, facilitando que el Estado pueda evaluar cómo hayan sido aplicados, pues tiene obligación de atender equitativamente y sin privilegios a todos sus ciudadanos.

En otro tiempo, se dio a entender que esto, por la simbiosis “fáctica” existente, no era relevante. Entre innumerables fetichismos mágicos, casi todos los españoles decían ser católicos y se ajustaban a lo que la Iglesia había oficializado en las costumbres. Pero sin que mediara ningún decreto, ambas realidades difieren mucho. En estos 40 años ha aumentado los que no se sienten católicos -como atestiguan las encuestas del CIS– y, en paralelo, creció la sensibilidad hacia la obligación del Estado –“aconfesional”- en preservar que la diferencial perspectiva de cada cual, religiosa o no, quede a salvo.

Todos los ciudadanos han de poder pensar, expresarse y actuar como entiendan, sin que ello sirva de pretexto discriminatorio que perjudique su expectativa de vida. Por tanto, proporcionar recursos sociales ha de seguir igual criterio en lo tocante al erario público.

Frente a esta democratizadora dinámica social, “cruzadas” y “misiones” ha habido, sobre todo en la etapa de Juan Pablo II y con  Rouco Varela al frente de la CEE, que depositaron expectativas restauradoras en neoclericales movimientos elitistas y herméticos más allá incluso del Opus Dei, como Legionarios de Cristo, Camino Neocatumenal, Renovación Carismática o Comunión y Liberación. El circuito católico de la educación, coordinado desde la Comisión Episcopal de Enseñanza, contabiliza ya 2.449 centros concertados y 15 universidades.

Su objetivo  privatizador dentro del sistema educativo español ha instrumentado su “acción social” –frente a la enseñanza pública que el Estado tiene obligación de gestionar bien- mediante la FERE, el Foro de la Familia, COFAPA, CECE, CONCAPA, EyG, “Libertad de enseñanza”, “Educación y Evangelio”, AESECE, otras organizaciones menores y empresas de carácter editorial como Edelvives, Edebé o SM,  las cuales aparentan la difuminación del cártel educativo logrado en estos 40 años.   Su amplia cobertura publicitaria  en medios como La Razón, ABC, 13TV y la COPE, amén de digitales de diverso alcance neoliberal,  no logra traspasar, sin embargo, el círculo de adeptos que tienden a reproducir “Escuelas católicas” o Universidades como la de Murcia o Pamplona. El afán de notoriedad, buenas relaciones y demostración social es una  línea de emprendimiento y negocio.

Pero no es procedente –en democracia y menos cuando la crisis ha puesto en cuestión este modelo- que los otros ciudadanos deban financiarla con recursos públicos. La caridad episcopal a coste cero no existe y habrá de demostrarse que las electivas afinidades de sus movimientos con los intereses del IBEX-35 o los manejos del partido más conservador, son muy beneficiosas para el común de la ciudadanía.

La búsqueda de estos mecenazgos y alianzas de la Iglesia desde el siglo IV d.C. tiene su lado oscuro. Después de tantos siglos, su gestión “confesional” de la temporalidad debiera haber beneficiado -sin cortapisas al conocimiento- a toda la población. Continuarla ahora con un “aconfesionalismo” opaco, indistinguible de aquel largo “confesionalismo”, es difícilmente sostenible. La diversa presencia estratégica de la Religión en la educación prolonga una conflictividad fronteriza incesante desde que, en 1789, perdió el enorme poder anterior. En Francia, claro, porque los españoles volvimos a revivirlo mucho entre 1936-1978, como si los derechos sociales no debieran existir y la caridad suplicante hubiera de suplirlos.

En Francia, de todos modos, la ley que independizó las relaciones de Estado e Iglesia es de 1905, como cuenta Fernando Álvarez-Uría en la “Introducción” a una reedición reciente de Halbwachs, M., Acerca del sentimiento religioso en Durkhem (Dado, 2017). Aquí, los Concordatos de 1851 y 1953 prolongaron aquel conflicto de intereses casi hasta hoy, en que la Constitución de 1978 -en combinación con los Acuerdos de 1979- solapa, bajo un supuesto “aconfesionalismo positivo”, la consolidación política del Estado Vaticano dentro de España.

Transparencia

Quienes pretextan resentimiento olvidan que el rencor al inevitable pasado no facilita un presente de dignidad y justicia. Favorece en cambio la esquizofrenia creer que el Cielo autoriza a algunos que amarguen a todos la vida en la Tierra. Crédulos de su omnisciencia, estos círculos eclesiásticos suelen caer en la confusión que, por razones que Bourdieu dejó estudiadas, no les deja distinguir -a conveniencia- entre el propter quem y el post quem, como si la causalidad fuera una mera continuidad temporal. De proseguir en el acomodado “aconfesionalismo” sobrevenido de que disfrutan les hará cada vez mas insociables. La alucinación política les hará ver que, por ejemplo, todos han de comulgar con su “libertad de elección de centro”, tan transparente que el gasto público ha bajado un 12% entre 2009 y 2012, mientras el de los conciertos educativos  -donde los colegios católicos son mayoría- no ha parado de crecer  privilegiando a casi el 30% de escolares.

Por otro lado, hacer creer que la situación de 2017 es como hace 40 años o anterior burla igualmente toda libertad y equidad democráticas. No sería la primera vez que confunden el propter quem con el mero post quem, pero las oportunistas posiciones de la jerarquía eclesiástica española, por melifluas que se presenten, no permiten olvidar que, a menudo, han sido intransigentes y ajenas a lo que muchos de sus fieles han vivido.

Historiadores como Willian J. Callahan lo han explicado luce meridiana y, para los últimos tiempos, merece la pena  leer a Ángel Luis López Villaverde: El poder de la Iglesia en la España Contemporánea: La llave de las almas y de las aulas (Catarata, 2013). En todo caso, ni el pasado se enmienda con “impactos”  tan epidérmicos como los que pretende alguna Memoria reciente, ni las supremacías de antaño son las de hogaño. Aquel pasado de prepotencia resiste ahora mal un complicado proceso interno de mutación, más difícil cuando la secularización es creciente.

Para un “pacto educativo” consistente no es buena noticia una CEE orgullosa de un pasado lleno de agujeros de los que no se siente responsable, olvidadiza de su presente sociorreligioso y hostil hacia quienes no compartan sus concepciones del mundo.

Sería una situación excelente, sin embargo, para la humilde coherencia. En Educación, olvidando reminiscentes privilegios como el de la catequesis doctrinal en el currículum: aferrarse a que, en horario escolar, lo faculta la legislación “aconfesional” no se ajusta a la Convención de los Derechos del Niño. O negándose a  la separación de niños y niñas en las aulas y mostrando que no es problema para nadie tener recursos económicos para poder estudiar en sus colegios.

Si con el ejercicio astuto de la presión y el intrigante cabildeo pierde crédito esta modalidad de presunta evangelización, gana puntos si derrocha empeño en zonas rurales, ante la niñez más abandonada o en los barrios humildes, como hizo el cura Millán Santos (+2010) en el barrio de Las Delicias (Valladolid).  Justo lo contrario de exigir al Estado conciertos para atender niños bien cuando en el último Informe de UNICEF  -que reafirma a Cáritas- abundan los pretextos para impulsar sus efectivos vocacionales hacia donde se necesitan.  Un designio educador que pretenda erradicar la pobreza y sus consecuencias es ininteligible que se empeñe en hacer pasar por democrático querer fidelizar a unos pocos –favorecidos- a cuenta del escaso dinero de todos.

En democracia, el inexplicado pretexto teocrático no puede suplantar a la Educación pública erosionando sus recursos. Esa pretensión de puro favoritismo, en cristiano desprecia la moral. Salvo que el P. Arregui se equivocara diciendo, en 1961, que “el monopolio, sobre todo de las cosas necesarias, fácilmente lesiona la caridad”, razón histórica de esa “pastoral”.

¿Conversión?

Los itinerarios educativos para selectos, parciales per se, no necesitan para su “libertad de elección” el recurso a los PGE (Presupuestos Generales del Estado) ni el auxilio de la CEE. La obligación del Estado es con todos, para que la educación sea un instrumento de conocimiento y de posible ascenso social, de cohesión moral y cívica de toda la ciudadanía. A esto ha de orientarse el propter quem o las razones de la acción educativa eclesiástica si no quiere ser una mera empresa de servicios.

Si quiere estar con su “pueblo de Dios”, el aggiornamento de Juan XXIII y su Concilio Vaticano II en los primeros sesenta fueron una auténtica novedad. Hoy, en el post quem de aquella historia esperanzada para muchos, que esas actividades se amparen en interpretaciones laxas de “aconfesionalismo” o en el puro marketing es cada vez más increíble.  Cuando en estos últimos 40 años ha pasado de todo, mejor será abandonar el tozudo cultivo de esos lastres de “lo fáctico” que seguir perdiendo credibilidad.

Fuente: http://www.mundiario.com/articulo/cultura/confesionalidad-educativa-sigue-espana-criterios-siglo-xix/20170622132953092738.html

Comparte este contenido:

Ser padre es asumir el compromiso de formar hijos útiles para la sociedad

Por: ABC.com.py

El no hacer faltar nada a los hijos mueve a millones de papás a no escatimar esfuerzos, pero los niños no solo necesitan cosas materiales, sino también acompañamiento diario. La unidad familiar es fundamental para que los hijos sean ciudadanos útiles para la sociedad. En esta nota presentamos algunos testimonios por el Día del Padre, que se celebra hoy. Los papás que pelean la tenencia de sus hijos denuncian discriminación de género de la justicia.

Uno espera fines de semana, otro estudia para mejor futuro

Son jóvenes y buenos padres, aseguraron los compañeros de trabajo de Milssi Catalino Mancuello Vera (29) y Óscar Daian Garcete Díaz (34), ambos auxiliares administrativos del Hospital Distrital de Lambaré, cargo ocupado por aquellos que nunca son vistos por los pacientes, pero de importante y arduo trabajo diario.

“Como a todo papá, la venida de mi hijo Elías Josue, hace 2 años, me cambió totalmente la vida. El se volvió nuestro motor. Junto con mi esposa, Maura Raquel Aguayo, nos dedicamos a darle amor e inculcarle humildad y buena educación a nuestro pequeño”, señaló Mancuello, quien está en el tercer año de Enfermería.

Comentó que una de las cosas que lo motiva a estudiar son las puertas que se pueden abrir y de esa manera dar a su hijo y esposa un mejor vivir. “Yo quiero ayudar a mi hijo a que cumpla sus sueños el día de mañana. A que sea una buena persona”, manifestó.

Padre de fin de semana

Garcete comentó que ve a su hijo solo los fines de semana. “Se llama Mateo Ezequiel (6) y los viernes ya va a mi casa, hasta el domingo. Trato de aprovechar ese tiempo para compensar los días de ausencia en la semana”, dijo. Reconoció que lo extraña, pero siempre están “a tiro” de teléfono. “Tengo buena relación con la madre y espero que eso nunca cambie. Quiero que mi hijo sea un triunfador y que estudie para eso”, dijo.

Piden igualdad de condiciones para compartir con sus hijos

Muchos progenitores luchan por la custodia de sus hijos y aseguran que existe una discriminación de género contra los hombres en el sistema judicial paraguayo, no obstante en estos años se lograron importantes aperturas, enfatizaron.

La Asociación Kuimba’e Aty lleva adelante 6.500 casos de demanda judicial para obtener la custodia compartida de la criatura y muchos de ellos obtuvieron triunfos judiciales y gracias a eso, hoy esos chicos podrán compartir con sus papás este día.

Por ejemplo Kuimba’e Aty ya presentó 600 casos de custodia compartida en el periodo 2016-2017. Más de la mitad fueron ganados. La ley establece que el padre o madre fuera del hogar debe brindar la cuarta parte de su salario en concepto de prestación alimentaria, sin importar la cantidad de hijos que tenga la pareja.

También ya se consiguió hasta hoy que 72 mujeres paguen la prestación alimentaria a los padres de sus hijos.

Juan Ramírez cuenta con amargura que tuvo que sufrir por cuatro años los prejuicios en los juzgados de familia a la hora de definir temas como la custodia o el régimen de visitas de los niños. “Escuché una frase descorazonadora: deben entender que cualquiera puede ser padre, pero madre sólo hay una”, indicó.

Vendiendo frutas, sacó adelante a sus hijos

Felipe Ojeda, de 55 años, vende frutas y verduras hace más de tres décadas y afirmó que con ello sacó adelante a sus cuatro hijos. “Todos trabajan y estudian”, expresó con satisfacción.

Dijo que lo que hace feliz a un padre es que toda su familia “esté bien de salud y trabaje”. Felipe tiene esposa y con ella tuvo cuatro hijos. “Una tiene 15 años, la otra 12 y los otros dos ya son grandes y están casados”.

Vive en Capiatá y todos los días se carga con ganas de trabajar y viaja hasta Asunción para vender frutas y verduras en el barrio Carmelitas. Hace esto de forma incansable desde hace 35 años.

Aseguró que con las ganancias de sus ventas no solo pagó las cuentas de la casa, sino que pudo también apoyar a sus hijos en el estudio, comprando sus materiales, pagando cuotas y pasajes.

Al preguntarle cuál es la función principal del papá en la vida de sus hijos, contestó que “le tiene que salir bien las hijas, que trabajen y estudien”.

Ayer don Felipe se encontraba ofreciendo sus productos Frente a la Catedral de Asunción. Así como él, muchos otros papás trabajan en la calle para solventar los gastos del hogar. Ayer se pudo observar a muchos en las Plazas de la Capital.

Sobre el Día del Padre, se le preguntó a Don Felipe cómo festejaría, y este respondió que no espera una fiesta grande ni regalos caros, sino una reunión con su familia a lo paraguayo. “Con asadito, ese nomás, y mucho jugo”, expresó.

Diácono pide mayor compromiso de padres

Bernardo Figueredo Troche es diácono permanente del Arzobispado de Asunción y su vida se reparte entre las actividades de la Iglesia y su familia.

“La vida de un diácono es particularmente intensa. Al despertar oramos en familia y participamos de la misa en la Catedral a las 06:15. Luego trabajo como administrador del Arzobispado de Asunción y me encargo de las operaciones normales de la pastoral. Después comparto con la familia parte de la tarde y retorno a la Parroquia Virgen del Rosario de Sajonia para apoyar la parte litúrgica y pastoral”, explicó.

Figueredo recibió el llamado para ser diácono hace tres años. “Los diáconos permanentes somos hombres casados. Nunca estuvo en mis planes ser diácono, es el Señor el que elige realmente”, explicó.

Sobre el rol de los padres en nuestra sociedad expresó que necesitan comprometerse más con la educación de sus hijos y de toda la familia, como uno de los pilares que representan.

Además indicó que los padres son los primeros en compartir la palabra del Señor.

“Los padres necesitan comprometerse realmente con sus familias porque ellos son los primeros evangelizadores de la Iglesia. Partiendo de la primera comunidad que es la familia, son los padres, papá, abuelos los que deben inculcar el amor a la eucaristía a la palabra del Señor y asistir a misa los domingos. Ese compromiso serio es el que hace falta en nuestras familia”, dijo.

No se aprende en libros sino con la experiencia

Blas Quiñónez es secretario general de la Curia Pastoral y hace más de 26 años se desempeña como coordinador de toda la tarea pastoral de la Iglesia a nivel de la Arquidiócesis.

Quiñónez crió a dos hijos varones como lo criaron sus padres. “Vengo de una familia donde el respeto, la comprensión y en primer lugar Dios siempre estuvieron presentes y ese es el camino que le enseñé a mis hijos”, dijo.

Para Quiñónez la llegada de su primer hijo fue una escuela para ser padre. “Hace poco cumplí 25 años de casado y al año vino mi primer hijo y luego el segundo. Solo con la llegada de los hijos se aprende a ser padres. No hay libros ni escuelas donde consultar qué hacer. Solo crecer juntos”, comentó.

El secretario general además de sus actividades en la arquidiócesis también se desempeña como catequista y educador, y en esa tarea nota que cada vez más niños y jóvenes no son acompañados por sus padres.

“En la mayoría de las familias existe la ausencia de papá y mamá en el crecimiento de los hijos. Noto que se les abandona mucho a los chicos. Se nota la falta de acompañamiento de los padres”, indicó.

Pese a que estamos en una sociedad en la que ambos padres están obligados a salir a trabajar, Quiñónez recomienda prestar más atención a los hijos. “Los niños tienen que ver y sentir a papá y a mamá, de tal manera a que puedan fijar su futuro. Ellos necesitan ambas figuras, que son irremplazables, en sus vidas”, dijo.

Fuente: http://www.abc.com.py/edicion-impresa/locales/ser-padre-es-asumir-el-compromiso-de-formar-hijos-utiles-para-la-sociedad-1604596.html

Comparte este contenido:

Maestros: recurso estratégico de la sociedad

Por: Siglo,21

Los docentes son figuras señeras de la sociedad, sobre los que recae la responsabilidad de jugar un papel estratégico en la construcción de un mejor futuro para la nación. Socialmente les ningunean su nivel profesional, que se traduce en bajos salarios y reconocimiento social. Esto perjudica la autoestima de quienes forman a los ciudadanos del país.

El libro La educación encierra un tesoro, de la Unesco, señala las cualidades ideales de un docente tipificadas como de autoridad, empatía, paciencia y humildad. Indica que se debe dar un nivel de competencia, profesionalismo y dedicación, lo cual se traduce en el hecho de que los maestros asumen responsablemente su papel frente al complejo mundo del conocimiento que deben ser transmitidos a sus alumnos. Además, se debe tomar en cuenta los cuatro pilares sobre los que se fundamenta el papel de los educadores: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos con la naturaleza y aprender a ser.

Bajo este contexto se abren amplias avenidas para formar a los docentes, entendiendo en el marco de la democracia, una educación pluridimensional que se inscriba en el principio de la interculturalidad, a fin de articular la globalización y la identidad.

Pacheco nos advierte que ningún factor determina de manera más radical la vida educativa y la calidad de la escuela del maestro. El buen profesor suple todas las otras deficiencias. No importa la calidad de los textos; que desconozca el programa oficial o que se carezca de un edificio adecuado, si hay un gran maestro al frente del aula. Así, el mentor debe ser excepcional, porque tiene el fecundo destino de convertirse en modelo que los estudiantes tienden a seguir.

Significa, hoy más que nunca, que debemos formar al maestro del futuro, porque sin él no podrá sobrevivir nuestro país en un estilo razonado de vida. ¿Cómo vamos a formar a ese maestro? Centralmente diríamos que dotando a los educadores de una formación más flexible, apta para la readaptación y concibiéndolo como una tarea continua. Los docentes necesitan estar al día en todo aquello que les atañe directamente y también en aquellas otras disciplinas que, aunque tangenciales a su propia especialidad, le son necesarias para profundizar más en sus conocimientos y poder así dar cumplida respuesta a las necesidades de sus alumnos.

Los docentes de las escuelas del futuro deberán superar en mucho lo de hoy. Implica un dominio de la innovación tecnológica para encarar nuevas formas de aprendizaje; una actitud flexible y disposición para el estudio continuo. Deberán saber acerca del rumbo de las cosas en el mundo, pero además, carecerán de complejos de inferioridad. Poseerán personalidad, seguridad en sí mismos y conciencia de su trabajo profesional.

El maestro, dice el escritor Carlos Fuentes, está tratando con futuros ciudadanos y el país necesita no solo mayor número de buenos profesionistas, sino de personas dotadas de integridad, en un país carcomido por la intolerancia, corrupción y desenfreno individual. La lección del educador es más importante, porque es más difícil. No deben derrotarlo ni el cinismo ni la indiferencia.

Los docentes de las escuelas del futuro deberán superar en mucho lo de hoy. Implica un dominio de la innovación tecnológica para encarar nuevas formas de aprendizaje; una actitud flexible y disposición para el estudio continuo.

Fuente: http://s21.gt/2016/06/25/maestros-recurso-estrategico-la-sociedad/

Comparte este contenido:

Educación contra la Globalización Neoliberal

Por: Enrique Javier Díez Gutierrez

Autores y autoras del PCE, junto con profesionales y expertas críticas y marxistas vinculadas al mundo de la educación, se adentran en profundizar sobre el papel que está jugando la educación y el sistema educativo público, ante este tsunami ideológico.

El último número de Nuestra Bandera, la revista teórica y de debate del Partido Comunista de España, fundada en 1937 y dedicada a análisis sociales, culturales y políticos desde un punto de vista marxista, publica un monográfico que busca analizar la situación actual de la educación ante la ola neoliberal que inunda nuestra sociedad y conquista nuestros deseos. En ella, autores y autoras del PCE, junto con profesionales y expertas críticas y marxistas vinculadas al mundo de la educación, se adentran en profundizar sobre el papel que está jugando la educación y, en concreto, el sistema educativo público, ante este tsunami ideológico. Pues la educación es uno de los pilares fundamentales que ayudan a construir y consolidar la cosmovisión de las futuras generaciones.

Necesitamos comprender los mecanismos que desde el sistema educativo están o pueden estar contribuyendo a afianzar y asentar el actual capitalismo neoliberal en la forma de pensar, actuar, organizarse y relacionarse de toda la población escolar que durante al menos una década puebla los centros educativos de nuestro Estado. Pues es necesario adentrarse en las raíces de un neoliberalismo que está consolidando en nuestro país el “síndrome social de Estocolmo” ante los responsables de la opresión, la guerra, la corrupción, la desigualdad social, la injusticia y la barbarie, mientras nos tienen entretenidos con el circo.

Pero también debemos reflexionar y descubrir aquellas grietas del sistema, aquellos elementos y experiencias que están o pueden estar apuntando en sentido contrario respecto a la inmersión en esa globalización neoliberal. No sólo prácticas concretas, experiencias determinadas o casos situados en determinados lugares geográficos, sino también estrategias y planteamientos que se pueden o se deben desarrollar en el conjunto del sistema educativo, de forma planificada y global, que permitan a las comunidades educativas, por supuesto, pero también a los responsables de las políticas educativas generar mecanismos y estrategias adecuadas para educar contra esta globalización neoliberal capitalista, consumista, individualista, insolidaria y destructora del planeta.

Los dos primeros artículos configuran el primer bloque de este monográfico. Nos adentran en el creciente proceso internacional de profundización de la mercantilización de la educación en el ámbito europeo y el impulso del mismo a través de los organismos y los tratados internacionales que ahondan en la privatización y conversión del derecho de la educación en una mercancía más, como cualquier otro producto de consumo. El texto de Enrique Galindo, profesor y activista de Mareas por la Educación Pública, analiza los mecanismos que están configurando la apuesta neoliberal del actual sistema educativo y las líneas fundamentales que rigen políticas educativas de la valorización del capital humano que impulsan esos organismos internacionales, fundamentalmente la OCDE y la UE, y que son obedientemente aplicadas por los gobiernos nacionales de todo el mundo dando lugar a un modelo de educación marcadamente neoliberal.

Complementariamente a este análisis, Elisa Gracia y Carlota Álvarez, estudiantes y activistas de la Unión de Juventudes Comunistas, se adentran en la privatización de la Educación y los efectos de los tratados de libre comercio que está negociando la Unión Europea y que suponen una etapa más de este proceso de liberalización de los mercados que buscan aumentar la tasa de ganancia de la burguesía internacional mediante la mercantilización también del sector educativo.

El segundo bloque se centra más en mecanismos y estrategias concretas que el neoliberalismo está introduciendo en la agenda educativa y que conforman un modelo férreo de estructuras y sistemas de sometimiento a los valores y principios competitivos, insolidarios y profundamente egoístas del capitalismo en el espacio escolar. Valores basados en la comercialización del espacio público educativo y la introducción de la empresa en el núcleo educativo, definiendo prioridades, contenidos y objetivos de los sistemas educativos; incluso introduciendo la empresa militar y sus valores guerreros o el modelo de capitalismo empresarial como finalidades fundamentales en los que educar a las nuevas generaciones. Pero también a través de estrategias más sutiles como la colonización cultural a través de un modelo de bilingüismo segregador o la innovación y la evaluación como sistemas de control y estandarización de este nuevo mercado educativo competitivo. Lo más alarmante es que estas estrategias, más o menos sutiles, más o menos publicitadas o más o menos consentidas, amparadas e incluso demandas por las Administraciones Educativas de corte neoliberal, están siendo casi asumidas y aceptadas también, sin prácticamente ninguna crítica ni oposición, por buena parte de la sociedad e incluso de sectores socialdemócratas y progresistas.

Este segundo bloque se abre, pues, con el artículo del Investigador de la Universidad Autónoma de Barcelona Geo Saura, sobre el denominado filantrocapitalismo neoliberal que invade nuestra geografía educativa y social. Describe cómo nuevos actores privados como grupos filantrópicos, organizaciones económicas, corporaciones y think-tanks están participando junto a los gobiernos en los procesos de toma de decisiones de las políticas educativas, buscando producir y ampliar nuevo mercado educativo con el fin de maximizar beneficios del capital invertido en este campo y promoviendo nuevos procesos de gobernanza global cuyos efectos están desarrollando incluso nuevas formas de pensar la educación.

A continuación, el profesor y activista Rubén García, Cocoordinador del Área de Educación de Izquierda Unida de Castilla y León y el Profesor de la Universidad de León y Coordinador del Área Federal de Educación de IU, Enrique Díez, desarrollan cómo la educación se está convirtiendo en un campo de batalla para la introducción no solo de esos modelos de privatización y gobernanza neoliberales, sino también un territorio para conquistar espíritus militares en el currículum escolar y en la formación del profesorado, mediante contenidos, concursos, exhibiciones y formación financiada por las propias Administraciones Públicas, con la excusa del nuevo halo “humanitario” que pretenden vender de las actuales guerras de invasión y pillaje internacional. El profesor Díez desarrolla, en el siguiente artículo titulado “Educar en y para el capitalismo emprendedor”, la introducción en el currículum escolar de la filosofía del capitalismo made in Wall Street y el IBEX-35, mediante el arte de educar a las jóvenes generaciones en la “especulación financiera”, como nueva estrella transversal en los contenidos escolares, desde infantil hasta la Universidad. Parece ser que el gurú del neoliberalismo, Milton Friedman, se consagra como el alma mater de la educación actual y une el capitalismo con la invasión militar, aplicando en la escuela aquel principio de que la guerra es un mecanismo de extensión del imperio económico y de los nuevos negocios de las multinacionales: “Para que la globalización avance es imprescindible que Estados Unidos actúe con toda su omnipotencia. La mano invisible del mercado jamás funcionará sin el puño invisible. McDonald’s no prosperará sin McDonnell Douglas, constructor del F15. El puño invisible que garantiza un mundo seguro para Silicon Valley se llama ejército, aviación, marina y Cuerpo de Marines de los Estados Unidos” (Thomas Friedman, The New York Times, 28 de marzo de 1999).

A continuación, estos autores junto con Agustín Moreno, profesor de secundaria, activista de la Marea Verde de Madrid y miembro del Área de Educación Federal de IU, reflexionan sobre el actual modelo de bilingüismo escolar que está sirviendo no solo para segregar a buena parte de la población escolar, sino también para colonizar mentalmente y vitalmente las expectativas sociales y las esperanzas, orientando la educación de niños y niñas prioritariamente hacia un futuro laboral, como si el desarrollo fuera eso esencialmente, ser mano de obra, buscando ya desde infantil posibles ventajas competitivas en el posterior mercado de la precariedad.

Dentro de este bloque, se complementa este análisis crítico sobre el actual modelo de bilingüismo escolar con el artículo del profesor y experto Juan Mainer, Catedrático de Bachillerato de Geografía e Historia y miembro de Fedicaria, que nos muestra las otras caras de la enseñanza del inglés. Explica cómo la lengua inglesa, junto a la informática o la economía del emprendimiento, son fetiches sociales y educativos, auténticos caballos de Troya del pensamiento neoliberal hegemónico y de las políticas educativas que estamos padeciendo, detrás de las cuales hay todo un proceso civilizatorio, del que la escuela es un eslabón relevante. La lengua inglesa es un vehículo de ideologías, forma de estar, pensar e interpretar la realidad y el mundo que forma parte de una premeditada, calculada y muy bien organizada estrategia de colonización e imperialismo cultural angloamericano.

Este segundo bloque finaliza con dos textos, uno de Rosa Cañadell, Profesora de Secundaria, activista educativa y conocida como portavoz del sindicato USTEC·STEs, que reflexiona sobre la innovación y el texto de Enrique Díez sobre la evaluación del famoso informe PISA. Ambos artículos revisan cómo esta forma de concebir la innovación y este enfoque de la evaluación, de corte profundamente neoliberal, han cambiado radicalmente el sentido a la innovación y la evaluación pedagógica de orientación emancipadora y social, para convertirlas en herramientas al servicio de la privatización y la creación de un mercado educativo que se ofrece a la “clientela más exclusiva”, en donde ya pueden elegir entre las “mejores ofertas competitivas” en formato de rankings de centros, como si de una oferta de opciones bancarias o de productos de mercado se tratara.

El tercer bloque aborda dos aspectos cada vez más preocupantes de esta guerra ideológica que arrasa, sin dejar casi alternativas posibles al pensamiento único. Guerra que parece, al menos por los resultados electorales en el continente y en nuestro país y por lo que transmiten los medios cotidianamente, como si el neoliberalismo fuera ganando por goleada.

En primer lugar, se adentra en cómo este tsunami neoliberal está conformando nuestras conciencias y conformando un nuevo sujeto neoliberal a través de la “gestión emocional” y de la motivación, que se convierten en eficaces formas de lograr el consentimiento y sometimiento de la mayoría social a las nuevas configuraciones del mercado laboral. Y, en segundo lugar, la transformación que esto supone para los sistemas escolares, que ahora tienen la función de garantizar la “disolución de la lógica” y la entrega de los escolares a la servidumbre voluntaria a través de la manipulación emocional y la psicología positiva como métodos de control social, configurándose como una auténtica “escuela de la ignorancia”. Dos textos escritos por Enrique Díez, el primero de ellos, y por Enrique Galindo, el segundo.

En este bloque nos adentramos también en un análisis de género de esta guerra ideológica neoliberal que quiere convertir la vida en mercancía, incluso a los seres humanos. Eloina Terrón, Profesora y Coordinadora Provincial de Izquierda Unida León, junto con Cristina Simó, Maestra y Secretaria de la Mujer del Partido Comunista de España y el profesor Enrique Díez, analizan las consecuencias educativas y en la socialización de las nuevas generaciones, que tendría el regular la prostitución como una profesión y organizar el alquiler de úteros como una “opción para las pobres”. Explican cómo nos están socializando en el patriarcado del consentimiento con estas propuestas neocoloniales, amparándose en dos ideas complementarias: la libre elección y el consentimiento. Convirtiendo así toda relación de compra-venta en la economía neoliberal en admisible, si supuestamente hay consentimiento por medio de la víctima, incluso en estas formas de violencia contra las mujeres. Preguntándose ¿cómo podremos educar para la igualdad en esta sociedad neoliberal donde las niñas sabrán que su futuro puede ser la prostitución o alquilar sus úteros y los chicos sabrán que pueden usarlas si tienen el suficiente dinero para pagar por ello? No olvidemos que el sistema educativo, formal y no formal, es una herramienta de reproducción del sistema social.

El último bloque, el cuarto, pretende abrir un nuevo horizonte ante esta desolación del capitalismo neoliberal que asola nuestros corazones y nuestros sistemas educativos. En este bloque nos plantean cómo combatir, desde la educación, este modelo de globalización neoliberal que se asienta en el inconsciente colectivo y en la vida cotidiana. Se inicia con el texto del profesor de la Universidad de León, Juan Ramón Rodríguez, técnico de formación de la Consejería de Bienestar Social de Asturias que aborda alternativas socioeducativas críticas al discurso neoliberal. Alternativas que puedan contribuir al logro de sociedades más igualitarias y con mayores cotas de justicia social.

En este sentido es destacable también la colaboración de David Hill, Profesor de Educación de la Universidad de Anglia Ruskin (Inglaterra), hace un llamamiento al activismo en los ámbitos social y político en las instituciones formales de educación, exhortando a ser «educadores críticos», «pedagogos revolucionarios críticos», dentro y fuera de la educación oficial desde la teoría y la práctica marxista.

Teresa García, profesora de la Universidad de Almería, presenta una propuesta de formación inicial docente desde la pedagogía radical, que busca confrontar y dar respuesta ante la “nueva economía” del conocimiento, frente a la que permitirá iniciar y desarrollar procesos educativos radicalmente democráticos tanto en la universidad como en los contextos escolares. Consol Aguilar, Catedrática de la Universidad Jaume I de Castellón, además nos recuerda la importancia de la implementación del género en la formación inicial de maestras y maestros unida a una acción política educativa coherente con la igualdad, ligada a toda lucha por la democracia y contra el neoliberalismo, pues el capitalismo neoliberal y el patriarcado van inextricablemente unidos.

Finalmente, Maria Angeles Llorente, profesora y referente de los Movimientos de Renovación Pedagógica en el País Valencià, nos adentra en cómo desenmascarar las consecuencias del neoliberalismo en la educación para poder combatirlas. Planteando que la única alternativa ética ante tanta barbarie pasa por la reconstrucción de la Escuela Pública como un modelo educativo para la emancipación y la justicia social. Una Escuela Pública que ha de ser democrática, laica, inclusiva, coeducativa y con un currículo contra-hegemónico para la transformación social. Esta reconstrucción, considera, sólo será posible si una mayoría social se implica en su construcción y se crean las sinergias sociales necesarias para cambiar un imaginario colectivo hoy fuertemente neoliberal. Querer, saber y poder son tres elementos claves para esta revolución.

Esta es la finalidad de este monográfico. No solo contribuir a deconstruir un imaginario colectivo donde parece que el capitalismo y la globalización neoliberal es la única alternativa posible, que como dicen sus mentores “aunque no sea la mejor opción, no es posible ninguna otra”, sino descubrir y ofrecer alternativas que orienten otra educación posible.

Necesitamos hacerlo ahora. Ya. Una generación de jóvenes que ha dado lugar al 15M y al movimiento de los indignados, pero que simultáneamente apuesta por apoyar opciones políticas conservadoras o abstenerse políticamente, nos habla de la ambivalencia y las dos caras de un posible futuro de la sociedad que estamos construyendo.

Este es un momento crucial en nuestra historia social. En un momento en que los movimientos sociales y políticos de la América Latina están viviendo la crisis del proyecto del Socialismo del Siglo XXI que tanta esperanza hizo surgir en el sur, mientras en Europa y EEUU resurgen con fuerza los fascismos y sus rostros amables, los movimientos naranjas de cariz neoliberal, que incentivan con mayor fuerza si cabe las invasiones “humanitarias”, financian el armamento que mantiene en auge el “choque de civilizaciones” y controlan los medios de comunicación mundiales con su ideología, es crucial entender el papel que pueden jugar la educación y los sistemas educativos públicos, pues se convierten en una piedra angular para repensar e intentar reconstruir el mundo y la vida desde un enfoque radicalmente diferente con el horizonte anclado en el bien común y la solidaridad, en la inclusión y la justicia social, en el decrecimiento y el respeto por el entorno planetario. Esta es nuestra apuesta. Este es nuestro reto.

Fuente: http://www.mundoobrero.es/pl.php?id=7204

Comparte este contenido:

Menor pobreza si todos los adultos tuvieran secundaria

Por: Vanguardia

Presenta Unesco informe sobre reducir la pobreza por medio de la educación.
La tasa de pobreza mundial podría reducirse a la mitad si todos los adultos terminaran sus estudios de nivel de secundaria, aseguró este miércoles la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Advirtió que nuevos datos muestran que prácticamente no ha habido progreso alguno en la reducción de las tasas de las personas no escolarizadas en los años recientes, de acuerdo con el Instituto de Estadística de la organización.

El equipo del Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo de la Unesco publicó el documento Reducir la pobreza mundial a través de la educación primaria y secundaria universal, que demuestra la importancia de reconocer que la educación es clave para acabar con la pobreza en todas las latitudes, señaló la agencia de las Naciones Unidas en un reporte enviado a La Jornada.

El análisis basado en los efectos promedio de la educación sobre el crecimiento y la reducción de la pobreza en los países en desarrollo de 1965 a 2010, muestra que “cerca de 60 millones de personas podrían escapar de la pobreza si todos los adultos tuvieran tan sólo dos años más de escolaridad.

Si todos los adultos terminarán la educación secundaria, 420 millones de personas podrían salir de la pobreza, al reducir el número total de personas pobres en más de 50 por ciento a escala mundial y en casi dos tercios en África subsahariana y Asia Meridional, afirma el documento.

Pero a pesar del potencial de la educación para reducir la desigualdad, los nuevos datos del Instituto de Estadística de la Unesco (IEU) revelan que a escala mundial, a 9 por ciento de todos los niños en edad de cursar la primaria todavía se les niega el derecho a la educación, con tasas que alcanzan 16 y hasta 37 por ciento para los jóvenes en edad de acudir a la secundaria inferior y superior, respectivamente, y que en total, 264 millones de niños, adolescentes y jóvenes no asistieron a la escuela en 2015.

África subsahariana es la región con las tasas más elevadas de personas no escolarizadas en todos los grupos etarios. Cincuenta y siete por ciento de los jóvenes de entre 15 y 17 años; 36 por ciento de los adolescentes de entre 12 y 14 años, y 21 por ciento de los niños de entre seis y 11 años no asisten a la escuela, refiere la Unesco.

Etiopía, India, Indonesia, Nigeria, Pakistán y Sudán son los países que albergan a más de un tercio de los niños que no asisten a la primaria.

De persistir las tendencias actuales, de los 61 millones de niños en edad de asistir a la escuela primaria que actualmente no lo hacen, 17 millones nunca acudirán a un aula, alertó.

Las niñas de países pobres aún enfrentan obstáculos para educarse, de acuerdo con datos del IEU. En países de bajos ingresos, más de 11 millones de niñas de edad escolar primaria están fuera de la escuela, en comparación con casi 9 millones de niños. Aunque las niñas que logran comenzar tienden a completar el ciclo primario y continuar en el nivel de secundaria.

Para maximizar sus beneficios y reducir desigualdad de ingresos, la educación debe alcanzar a los más pobres, pero el informe muestra que en los países de ingresos bajos, es ocho veces más probable que los niños de las familias más pobres (menos de 20 por ciento), estén fuera de la escuela, que los niños más ricos (más de 20 por ciento). También que es nueve veces más probable que los niños en edad escolar primaria y secundaria en los países más pobres, estén fuera de la escuela, que sus pares en los países más ricos.

El documento hace hincapié no sólo en mejorar la educación, sino en reducir los costos directos e indirectos de la educación para las familias.

En otro informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos publicado este miércoles, el organismo afirma que colocar guardería y educación prescolar bajo una misma autoridad y disponer de programas coordinados a partir de un año de edad mejoran la calidad de la enseñanza y puede ayudar a reducir desigualdades.

Fuente: http://www.vanguardia.com.mx/articulo/menor-pobreza-si-todos-los-adultos-tuvieran-secundaria

Comparte este contenido:
Page 1825 of 2676
1 1.823 1.824 1.825 1.826 1.827 2.676