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Finlandia, a años luz.

¿Por qué son mejores? No es que los niños nórdicos sean más inteligentes, sino que la educación se adecúa a sus intereses y la enseñanza es personalizada.

Por: Ignacio A Castillo.

Finlandia sigue siendo el referente educativo europeo, el sistema que mantiene su liderazgo y conserva su destacada posición en el informe PISA entre Corea, Singapur y otros países asiáticos emergentes. ¿Qué tiene Finlandia para ser el modelo a seguir? ¿Son los niños ?finlandeses más inteligentes que los españoles? Descartada la explicación genética, sólo queda pensar que el secreto se encuentra en el valor que el país nórdico concede a la educación y el prestigio social que tienen allí los docentes. Un patrón asentado en diferencias culturales y sociológicas que no podría reproducirse en España y que sitúan al país finés a años luz.

Los ?finlandeses consideran que su bienestar como país se basa en la educación de sus hijos. Es una nación pequeña, de menos de cinco millones de habitantes, y sin recursos naturales. Por este motivo, el principal tesoro son sus niños y los ponen en manos de los mejores profesionales. Los mejores docentes están en los primeros años de enseñanza, donde se aprenden los fundamentos de todos los posteriores aprendizajes. Y he aquí donde se puede encontrar la primera de las grandes diferencias con España, más allá del presupuesto dedicado a la educación: en el reconocimiento social de la función docente.

Ángel Pérez, catedrático de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Málaga, explica que el maestro está tan bien reconocido socialmente y tiene una dignidad similar al médico, al abogado o al arquitecto. «Nuestra cultura social dice que el que vale, vale y si no a Magisterio y así no se llega a ningún lado», se lamenta.

Pérez asegura que la clave del éxito de cualquier sistema educativo moderno reside en el docente, «que no solo transmite conocimientos, sino que provoca el aprendizaje y para ello organiza todas las variables del contexto, del escenario, del programa, del currículo y de los métodos». Porque la finalidad y el propósito es acompañar, orientar y estimular a cada niño.

Aquí otro factor diferenciador: la enseñanza se adecua a los intereses de cada alumno y es muy personalizada. «Aquí la enseñanza es de talla única: igual para todos. Los mismos ritmos, los mismos libros, las mismas formas de evaluación…», sostiene el catedrático. En Finlandia, además, se pretende que el niño en clase desarrolle su capacidad de pensar, relacionar, comparar y hacer. Mientras que el sistema educativo español es muy academicista, en la escuela se usa muy poco tiempo para buscar, descubrir y pensar y se dedica mucho tiempo a que los niños aprendan de memoria datos, fechas, hechos y leyes.

Del mismo modo, Pérez destaca que en Finlandia desaparece la organización del currículum en torno a disciplinas, «sino que se organiza en torno a problemas, proyectos, casos o situaciones». Para ello, se requiere la participación de diferentes disciplinas. «Lo importante es que se impliquen activamente en realizar esos proyectos, analizar esos problemas, buscar y diagnosticar esos casos, acudiendo a toda la información que tengan a su alcance, desde el compañero que está más desarrollado intelectualmente, el maestro, internet… todo son fuentes de información que le pueden suministrar claves», agrega Pérez, que destaca dos ejes pedagógicos fundamentes: la implicación y la cooperación.

«Todo está muy lejos de lo que se hace aquí», admite este catedrático de la UMA, que considera que la educación en España aún mantiene la herencia de la sociedad del siglo XIX, de la época industrial y de la Universidad napoleónica.

La inversión no lo es todo, aunque las diferencias son notables. Finlandia destina el 7% de su PIB a la educación. Esto permite que toda la enseñanza obligatoria, desde preescolar hasta la universidad, sea gratuita, incluyendo las clases, comedor, libros de texto y material escolar. Mientras que en España la política de recortes continúa siendo una amenaza.

Más diferencias importantes: la evaluación. Mientras que en el país nórdico ésta se considera como un diagnóstico de «fortalezas y debilidades» y hay muy pocas calificaciones, en España es todo lo contrario, «imperan las calificaciones, las clasificaciones, los exámenes, los controles y encima se quieren introducir las reválidas» Finlandia busca «ayudar al aprendizaje, buscar en qué se falla, por qué se falla, donde se estanca el alumnos y cuáles son sus talentos» resume.

Además, los alumnos fineses dan menos horas de clase que en España y los profesores no mandan demasiados deberes fuera del colegio. Eso sí, las familias están volcadas con la educación de sus hijos. Culturalmente, su sociedad valora mucho el esfuerzo y la disciplina. Los padres, en función de su disponibilidad y su vocación, echan una mano también en clase. La ratio se sitúa en 20 alumnos «pero lo más importante es que en Finlandia se rompe la organización de curso-aula». Es decir, en un curso puede haber actividades de niños con la misma edad o de distintas edades. Son grupos heterogéneos, unos con más desarrollo intelectual, otros con más habilidades «y en los grupos todos se apoyan y el que más sabe ayuda al que menos sabe».

Esta situación se ve favorecida por la apuesta de aulas abiertas, con la proliferación de espacios libres, de comodidad para el aprendizaje, de silencio para la reflexión, de debate, de juego… «mientras que aquí seguimos construyendo escuelas con aulas, que se convierten en cajas estancas que separan más unen», critica Ángel Pérez, quien valora que el finés sea un sistema 100% público, alejado de ideologías y de adoctrinamientos políticos o religiosos.

Fuente: http://www.laopiniondemalaga.es/malaga/2017/05/14/finlandia-anos-luz/930398.html
Imagen: http://fotos01.laopiniondemalaga.es/2017/05/14/328×206/colegio.jpg
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La educación como instrumento para prevenir el extremismo violento.

América del Norte/Estados Unidos/16.05.2017/Autor y Fuente: http://es.unesco.org

La UNESCO ayuda a los países a poner en práctica programas de educación que contribuyan a aumentar la resiliencia de los alumnos ante el extremismo violento y a atenuar los factores que provocan esos fenómenos. Esta labor se lleva a cabo en el marco de la iniciativa sobre la educación para la ciudadanía mundial y contribuye a la aplicación de la decisión 197 EX/46 del Consejo Ejecutivo de la UNESCO, “La  función  de  la  UNESCO  en  la  promoción de  la  educación  como  instrumento  para  prevenir el extremismo violento”.

La labor de la UNESCO para prevenir el extremismo violento mediante la educación tiene por objeto fortalecer las capacidades de los sistemas educativos nacionales (políticas, docentes, contenidos educativos, etc.) a fin de contribuir de forma adecuada y eficaz a las iniciativas de prevención de los países.

Esta labor incluye la tarea de transmitir a los alumnos, de todas las edades, y especialmente a los jóvenes de ambos sexos, conocimientos, valores, actitudes y comportamientos que fomenten la ciudadanía mundial responsable, el pensamiento crítico, la empatía y la capacidad de actuar contra el extremismo violento.

Qué hacemos

  • Promoción mundial

La UNESCO trabaja con especialistas en educación de todo el mundo para elaborar un consenso internacional sobre la necesidad de que el sector de la educación desempeñe una función más importante y basada en los derechos humanos a la hora de prevenir el extremismo violento, así como para determinar y examinar las respuestas concretas y globales que puede ofrecer el sector de la educación ante las amenazas del extremismo violento.

  • Definición de orientaciones

Además, la UNESCO ayuda a los encargados de la formulación de las políticas educativas a planificar y ejecutar actividades adecuadas y eficaces relacionadas con la educación, a fin de contribuir a las iniciativas de los países en materia de prevención del extremismo violento, tanto en entornos formales como no formales, y en distintos niveles (secundaria, formación técnica y profesional, educación superior). Esta labor incluye también ayudar a los docentes a organizar debates de clase sobre la prevención del extremismo violento y la radicalización y a crear un ambiente en el aula que sea inclusivo y propicio para el diálogo respetuoso, la discusión abierta y el pensamiento crítico.

  • Desarrollo de capacidades

La UNESCO lleva a cabo también iniciativas de desarrollo de capacidades para profesionales de la educación sobre el modo de afrontar el extremismo violento por medio de la educación para la ciudadanía mundial y la prevención del genocidio, en colaboración  el Instituto internacional para el fortalecimiento de capacidades en África (IICBA) y el Centro de Asia y el Pacifico de Educación para el Entendimiento Internacional (APCEIU(link is external)).

Se puede acceder fácilmente a recursos educativos sobre la prevención del extremismo violento en el centro de intercambio de información de la UNESCO sobre la educación para la ciudadanía mundial, albergado por el APCEIU(link is external).

Fuente: http://es.unesco.org/prevenir-el-extremismo-violento/edu-como-instrumento

Imagen: http://es.unesco.org/sites/default/files/shutterstock_edu_large_1.jpg

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Sociedad Mexicana de Educación Comparada.

Como dice el clásico, los tiempos de crisis también son de oportunidad.

Por: Carlos Ornelas.

La Sociedad Mexicana de Educación Comparada es una agrupación de investigadores y alumnos de posgrado que tiene como eje los estudios internacionales y comparados. Una pequeña cuadrilla de profesores mexicanos integrantes de la Comparative and International Education Society, convocaron a formar esta asociación en 2003. Se constituyó en 2004 y ese mismo año el Consejo Mundial de Sociedades de Educación Comparada la aceptó en su seno.

No obstante que la investigación educativa en México ya se había consolidado y diversificado desde la última década del siglo veinte, los estudios comparados e internacionales eran marginales en la producción de conocimiento. La institucionalización y desarrollo de la Somec poco a poco transforma ese panorama.

La Somec nació con buenos augurios y subió con rapidez la pendiente. Su primer presidente, Marco Aurelio Navarro Leal, destacado profesor y funcionario de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, la puso en marcha. Bajo su liderazgo, la Somec organizó los primeros encuentros y conferencias a la sombra del Consejo Mexicano de Investigación Educativa; la Somec pronto produjo sus primeros libros.

Luego vinieron años de sosiego, algo de desconcierto y de poca productividad. La sociedad tuvo un pequeño trance de liderazgo. Sin embargo, como dice el clásico, los tiempos de crisis también son de oportunidad. Marco Aurelio retornó a la presidencia, la Somec se revitalizó y convocó al I Encuentro de Educación Comparada e Internacional, hace cuatro años.

Esta vez lo acompañó como secretaria general una joven y productiva investigadora, Zaira Navarrete Cazales. Hoy, ella es la presidenta y Marco Aurelio, presidente honorario. Son una mancuerna imbatible. Gracias a ellos, la sociedad crece, produce y publica (15 libros de 2004 a 2016), atrae a nuevos integrantes y sus congresos son cada vez más concurridos y fructíferos.

Los 11 y 12 de este mes, la Somec celebró el III Encuentro de Educación Comparada e Internacional. La Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México la hospedó con generosidad. Iliana Rojas Moreno, profesora del Sistema de Universidad Abierta de esa Facultad, fue la coordinadora del comité organizador.

Otras instituciones —muchas como para mencionarlas a todas— apoyaron de diversas maneras. En unas semanas, bajo la coordinación de Zaira y Marco Aurelio, verá la luz un libro que reúne una selección de las ponencias que fueron dictaminadas favorablemente por revisores externos. Más adelante, tras los dictámenes de rigor, también publicarán los textos de los conferencistas invitados.

En este III encuentro participaron investigadores de Argentina, Colombia, España, Estados Unidos y de 15 estados de la República. En total fueron más de 200 participantes, con 147 trabajos, entre conferencias y ponencias.

El encuentro sirvió también para conversaciones intergeneracionales; hubo mesas donde participaron investigadores con obra publicada y reconocimiento, junto a estudiantes de maestría o doctorado que apenas avizoran una posibilidad de desarrollo profesional en la academia.

Estos foros académicos, además de la celebración entre pares, genera debates, provoca colisiones de enfoques en competencia, abre perspectivas para el análisis más allá de las fronteras y genera conocimiento nuevo. También son espacios para consolidar o hacer nuevas amistades y encontrarse con ideas que antes no estaban en nuestro horizonte.

Jacinta Hernández Pérez fue la ganadora del primer concurso de la Somec por su tesis de doctorado en ese campo.

El logro más importante —hasta hoy— de la Somec: sus líderes atrajeron y organizarán el siguiente Congreso Mundial de las Sociedades de Educación Comparada. La cita es en mayo de 2019, en Cancún.

Fuente:  http://www.excelsior.com.mx/opinion/opinion-del-experto-nacional/2017/05/14/1163400

Imagen: http://www.somec.mx/wp-content/uploads/2013/03/Header-Somec03.png

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La maraña educativa en España.

Por: Maria Elvira Roca Barea.

Cuando empezó el curso, un profesor de matemáticas que tuviera a su cargo un segundo de Bachillerato creía que su obligación era preparar a sus alumnos para pasar la reválida con la mejor nota posible. Si el docente es andaluz y enseña las llamadas Matemáticas II -que son las matemáticas difíciles, las que tienen que cursar los que va a ser ingenieros o arquitectos o físicos, por ejemplo-, una Orden de 14 de julio de 2016 hubiera evitado que le entraran ganas de cantar la marsellesa. Es un decir, porque nosotros no tenemos himno que cantar. Y se le hubieran quitado las ganas porque en fecha tan señalada se le ha hecho saber por medio de la susodicha Orden que además de Números, Álgebra, Geometría y Análisis, tiene que incluir en su programación Estadística y Probabilidad.

Iba el temario ya muy cargado, con medio curso para Números, Álgebra y Geometría, y otro medio para el Análisis, un tiempo a todas luces insuficiente, porque hay que enseñar límites, derivadas, integrales, asíntotas verticales, cálculo matricial, perpendicularidades de rectas y planos y un largo etcétera para comprender el desenvolvimiento de las borrascas o evitar que se caigan los puentes. Le añades la Estadística y la Probabilidad, y no hay forma de cuadrar el círculo.

Así las cosas, comienza el curso, organiza como puede su materia, elabora una larga y tediosa Programación, documento de más de 100 páginas que nadie lee y al que nadie hace caso, y comienza una carrera contra el tiempo que lo obliga a llevar a sus alumnos con la lengua fuera y que se detiene bruscamente el 26 de octubre cuando la reválida es suspendida sin que se sepa qué la sustituye, es más, si hay algo que la sustituye.

Durante cuatro meses nadie sabe lo que va a pasar. El 17 de febrero ese sufrido profesor de matemáticas llega a su casa dando portazos y con el café que se ha tomado en el recreo atravesado en el gaznate. El Distrito Único Universitario ha publicando las normas de la recobrada Selectividad. Ya no están incluidas ni la Estadística ni la Probabilidad. Si empezó por esa parte del programa, ¿qué hace ahora? Lleva meses dando una materia de la que sus alumnos no se van a examinar.

En mayor o menor medida todas las asignaturas se han visto afectadas por este berenjenal. Si en vez de ser andaluz, el profesor hubiera sido asturiano o aragonés, habría sufrido otras órdenes y contraórdenes, pero todas en el mismo baile de centrifugado autonómico, inseguridad jurídica y demagogia generalizada. Sale Rajoy y dice una cosa. Sale Rivera y dice otra. Sale Iglesias, y más de lo mismo. Del lado del PSOE faltan el don y el nombre. Las maldiciones de unos y otros llenan los pasillos de los institutos. ¿Y ahora qué hacemos? ¿Cómo evitamos, reducimos, paliamos el perjuicio que se hace a tantos alumnos impunemente? Pero lo peor no es el ambiente de afrenta y humillación que se mastica en la sala de profesores, lo peor es llegar a clase al día siguiente y tener que decir a los alumnos que donde dije digo, digo diego.

La mayoría tiene 17 o 18 años, y con esa edad todavía creen que existe alguna racionalidad en las leyes y normas que rigen su vida, su destino, sus estudios. Para que no les parezca que viven en un país que va a la deriva, les cuentas que esto es un problema consecuencia de la falta de mayoría parlamentaria estable y que es excepcional y pronto se resolverá, aunque tú sabes que no es excepcional, que la historia de la legislación española sobre educación en las últimas décadas ha sobrepasado hace mucho los límites del disparate. Pero luego están los ojos de ese chico listo, de entendederas muy despejadas, que se sienta en la segunda fila, porque la inteligencia humana es difícil de matar y ni el más obtuso y caótico sistema educativo ha podido lograrlo. Esos ojos son un desafío acusador y hacen que te sientas culpable y no sabes por qué. Y te niegas obstinadamente a desplegar ante sus ojos tus propias heridas de profesor ofendido por la irracionalidad y la demagogia política.

Desde que con palmas y olivos recibimos la democracia, hemos tenido un estado perpetuo de zozobra que ha terminado por minar toda la confianza en nuestras leyes y en nuestras autoridades educativas. El cargo de ministro de Educación y otros afines parece que los regalaran en una rifa. Nadie pregunta a los profesores, convertidos en convidados de piedra en el tajo de su propia obra. Pedagogos a sueldo de este grupo político o de aquel, que nunca han enseñado nada, que no saben lo difícil que es meter dentro de una cabeza humana cómo se plantean y se resuelven las ecuaciones de segundo grado o a qué extraordinaria operación de pensamiento responde una metáfora, vienen a decirte cómo tienes que enseñar aquello que ellos no saben. Las modas pedagógicas se suceden una tras otra, y cuando ya creíamos que le habíamos cogido el truco a aquel absurdo de conceptos, procedimientos y actitudes, resulta que ya no vale, y ahora lo que pita es las competencias básicas y los estándares de aprendizaje. Pero tampoco, porque las competencias básicas hubo que dejar de llamarlas así, so pena de excomunión, y pasaron a ser competencias clave. ¿O era al revés? Ahora no me acuerdo.

En 1980 vino la LOECE (Ley Orgánica de Estatuto de Centros Escolares). La siguió en 1985 la LODE (Ley Orgánica del Derecho a la Educación). En 1990 apareció la LOGSE (Ley de Ordenación General del Sistema Educativo). En 1995 se promulgó la LOPEG (Ley Orgánica de la Participación, la Evaluación y el Gobierno de los Centros Escolares). Y poco después, en 2002, vimos nacer la LOCE (Ley Orgánica de Calidad de la Educación). En 2006 nació la LOE (Ley Orgánica de Educación) y en 2013 asistimos, ya sin sorpresa alguna, al parto de la LOMCE (Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa). Todo con mucha mayúscula. LOECE, LODE, LOGSE, LOPEG, LOCE, LOE y LOMCE… conforman un buen lío. A éste hay que sumar la capacidad, siempre variada y creativa en su búsqueda diferencial, de emitir decretos, leyes, órdenes y contraórdenes de las comunidades autónomas. No hay brújula capaz de sobrevivir en esta vorágine. Nos agarramos al sentido común para no perdernos en la maraña legislativa que se parece tanto al maremágnum de particularismos legales tardofeudales que produce perplejidad.

La inseguridad jurídica en que vive la educación hace imposible cualquier mejora, porque lo primero que tiene que haber, en cualquier orden de la vida, si se quiere prosperar, es estabilidad. En estado de perpetua mudanza no hay tiempo para consolidar los logros ni para darse cuenta de los errores. Y no es que no haya precedentes, que los hay y muy sólidos. Los españoles se mataron en la Guerra Civil, pero no tocaron lo esencial de su sistema educativo. La Ley Moyano de 1857 estuvo en vigor durante décadas y el marco general por ella creado se mantuvo hasta la Ley General de Educación de 1970. La democracia de Cánovas, con todas sus imperfecciones, como todas las democracias, mantuvo fuera del debate político la educación de los españoles. Se ve que no era tan imperfecta. Nuestra estupenda democracia posfranquista no ha podido.

Pero hay aspectos de la vida común que un país que se respete no puede estar cambiando cada vez que cambia un Gobierno, como la política exterior, por ejemplo. Por eso van a ir el Rey y el presidente a Cuba, porque las relaciones entre España y la isla caribeña tienen que estar por encima de los vaivenes políticos, de los cambios de régimen y hasta de las ideas de los gobernantes. Las democracias occidentales no se consolidaron hasta que no se atinó a definir con precisión la Función Pública, que nació para darle estabilidad al Estado, como la propia palabra indica. Con las elecciones y los cambios de Gobierno, la cosa pública quedó convertida en un mecanismo enloquecido donde unos entraban y otros salían, según el partido que ganaba, generando una enorme inseguridad en la vida social. Pues bien, esta democracia posracional tiene que entender que la educación debe absolutamente quedar fuera del régimen de las cesantías.

Fuente: http://www.elmundo.es/opinion/2017/04/26/58ff7fbae2704eab738b45dc.html

Imagen: http://e00-elmundo.uecdn.es/assets/multimedia/imagenes/2017/04/25/14931394840540.jpg

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Opiniones ciudadanas sobre la Reforma Educativa.

Por:  Juan CArlos Miranda Arroyo.

Recientemente, en marzo de este 2017, la oficina de estudios de opinión “Parametría” aplicó una encuesta, de seguimiento, para recabar las opiniones que los ciudadanos mexicanos tienen acerca de la Reforma Educativa de la actual administración federal.

Hay que recordar que el proceso de reforma educativa actual se inició en 2012-2013, en el marco de los compromisos establecidos en el Pacto por México, que se concretaron con el establecimiento de las modificaciones tanto al texto constitucional como a la legislación secundaria en materia educativa.

Dice la empresa de estudios de opinión mencionada que “ha indagado desde el año 2013, la percepción que los mexicanos tienen de la reforma educativa y uno de los principales hallazgos es que los ciudadanos perciben que aún con la ley, no ha habido cambios en la mayoría de temas que contempla la misma”.

Resulta interesante lo que arrojan los datos de la encuesta más reciente de Parametría (marzo, 2017). Vayamos a los datos. Según los resultados del estudio: “Tres de cada diez encuestados (28 por ciento) asegura que a partir de la reforma se ha avanzado en la evaluación de los maestros, sin embargo, el 46 por ciento considera que no ha pasado nada en el tema, éste es el rubro donde más mexicanos consideran se ha mejorado a partir de la implementación de la iniciativa”.

“El 26% de los mexicanos dijo que se ha avanzado en la preparación de maestros, 25% considera hay un avance en la calidad de la educación y 23% señaló que se han incrementado el número de escuelas de tiempo completo. Sólo dos de cada diez (21%), mencionaron que ha mejorado la prohibición de alimentos que no favorecen a los alumnos y donde vemos hay opiniones menos favorables es en la prohibición de cobros de cuotas escolares (13%)”.

Los datos de opinión de los ciudadanos (de una muestra de 800 personas) indican que: “…más personas son las que consideran que no ha pasado nada a partir de la aprobación de la Reforma Educativa, e incluso hay algunos que perciben un retroceso en estos asuntos.”

En otra parte del reporte, Parametría señala que “resulta interesante observar cómo ha cambiado del año pasado a éste, la percepción de la ciudadanía sobre la Reforma Educativa. En 2016 cuando preguntamos a los mexicanos si percibían cambios en la preparación de los maestros, la calidad de la educación, la evaluación de maestros, etc., eran más quienes veían un avance en dichos temas, ahora más personas opinan que no se ha modificado el sistema educativo del país. La encuesta indica que el denominado malestar social también tocó a la reforma más apoyada por la ciudadanía. Por ejemplo, en 2016 el 45 por ciento de los encuestados dijo que se había avanzado en la preparación de los maestros, sólo 37% percibía un status quo y el 15% veía un retroceso; un año después, (2017), descendió a 26% aquellos que dijeron habíamos mejorado en la preparación de los docentes y subió a 48%  los que no veían modificaciones en el tema”.

¿Qué opinan los ciudadanos mexicanos sobre el impacto de la Reforma en la Calidad de la Educación? Los datos recabados y procesados por Parametría indican que: “En 2016 cuatro de cada diez encuestados dijeron que a partir de la Reforma Educativa se avanzó en la misma (o sea, en la calidad), pero en la medición de 2017, el 44% dijo que no habían sucedido cambios y 29% percibe un retroceso.”

Sin duda alguna, el éxito de una Reforma Educativa de alta prioridad, como la que la que ha encabezado el presidente Peña Nieto, requiere del consenso social. Sin embargo, por lo que indican los resultados de este estudio de opinión ciudadana, la Reforma Educativa no ha sido bien recibida por la sociedad mexicana.

Sería interesante aplicar esta misma encuesta a los maestros y las maestras; a los directivos y asesores de la educación pública y privada de nuestro país, así como a los profesionales de la educación en general, esto con la intención de identificar la percepción de quienes viven el día a día de los procesos pedagógicos y de la gestión educativa en las oficinas de supervisión, en las escuelas y en las aulas.

Una hipótesis de trabajo al respecto es que las figuras educativas que se encuentran en la “línea de fuego” del sistema educativo nacional (sobre todo los docentes), tienen opiniones adversas sobre la Reforma Educativa actual (tanto en sus formas como en sus contenidos). Dicho en otras palabras: Es probable que los puntos de vista del magisterio sobre la Reforma, sean contrarios a los planteados por la clase política que firmó el Pacto por México. Y esto se puede deber a una causa principal: A los maestros no los consultaron… No les preguntaron, en 2012, si era necesaria o no una reforma o algún cambio de fondo en la educación escolar pública. La consulta vino hasta el 2016, cuando los hechos ya estaban consumados…

La mejor comprensión de este fenómeno social nos lo da la sabiduría popular: en mi barrio cuando los vecinos encuentran fallas en la ejecución de las obras públicas, suelen decir, a manera de crítica: “Primero pusieron la carreta y luego la mula”.

Fuente: https://www.sdpnoticias.com/nacional/2017/05/11/opiniones-ciudadanas-sobre-la-reforma-educativa

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Apreciación ontológica del constructivismo y la calidad de la educacion .

Por: Vicente Blanco.

Del constructivismo debo empezar mencionando que rompe un poco el esquema positivista, racional y cuantitativo como se ve la evaluación de la educación para con ello determinar su calidad, pues no parte del cuánto tiene, qué nota obtuvo o el cuánto sacó para saber la apreciación cognitiva del educando, sino que el determinante en la valoración del estudiante es la habilidad y destreza puesta de manifiesto en la realización de lo exigido para ponderar su aprendizaje, por eso trataremos de referir en este material la naturaleza de la realidad del mismo o el estado ontológico, ya que en su devenir histórico se observan en el Constructivismo acciones para asegurar una calidad de la educación utilizando  modelos  pedagógicos entendiendo a estos como  un plan teórico, práctico y autónomo de estrategias que poseen el docente y las instituciones educativas para desarrollar el proceso de formación de sus estudiantes, donde se precisen las relaciones entre participantes, aprendizaje y maestros las cuales son el epicentro para lograr el aprendizaje colectivo de los involucrados en el desarrollo del proceso educativo.

     Ahora bien, si entendemos como lo ontológico el estado del arte en que se encuentra lo que se quiere estudiar, la comprensión de la realidad, el cómo está en la actualidad la situación sujeta a comentar, en este caso se trata de la calidad de la educación, entonces podemos empezar desde los tiempos de Aristóteles con el silogismo del ser en cuanto al ser o del ente en cuanto al ente, él distingue  la teoría y la práctica y define calidad como aquella que logra centrarse en la distinción de unas cosas de otras, haciendo énfasis en que esas propiedades distintas son las que le dan paso a la calidad, dando una categoría valorativa como condición en la comparación de las cosas, por ello al cambiar la calidad de la cosa la cosa cambia, entonces la calidad es exacta y solamente la propiedad de una cosa material o inmaterial que determina, en última instancia, su esencia, haciéndola única, diferente o sencillamente complementaria a la otra cosa.

     En el mismo orden de ideas, haré referencia a la Modernidad como un cambio ontológico donde la obtención de conocimientos se hacía a priori partiendo de  la razón y no a posteriori ayudado por la experimentación de las vivencias, esa época es en la  que se da el  Renacimiento, estuvo marcada por grandes cambios y es en la cual el francés Descartes crea su método que inicia anunciando “no admitir nada que no sea absolutamente evidente”, partiendo de lo observado se pretende conocer la realidad pero a través de un método, aquí se pone en duda todo lo apreciado para partiendo de las dudas llegar al conocimiento firme, eso se conjuga con la dimensión escéptica y lo básico es  llegar a la verdad a partir de la duda, también se debe partir del humano y una profunda reflexión de él.

     Seguidamente, daré paso a la Postmodernidad donde la visión constructivista sostiene que el conocimiento que se obtiene por parte del individuo, es el resultado de construcciones de un observador que se encuentra siempre contactando  directamente con su entorno donde el aprendizaje es una reconstrucción interior  y subjetiva,  por ello queda claro que la Postmodernidad es una transición cultural que nos invita a pensar que el abordaje de los problemas depende de las propuestas bajo las cuales sustentemos el estado del arte de una construcción del conocimiento contemporáneo, en otros términos aunque la realidad esté presente con independencia del sujeto el conocimiento que este pueda tener de aquella está arbitrado por la capacidad cognoscitiva intrínseca del sujeto y esto coincide con el planteamiento de Piaget sobre el Constructivismo, finalmente el Constructivismo es un planteamiento novedoso del quehacer cotidiano actual en el cual están insertas grandes opciones para la explicación científica de la relación existente entre lo observado y el observador eso trae consigo un quiebre en el ejercicio intelectual al construir conocimientos o sea al poner en práctica el Constructivismo.

     Desde la misma perspectiva, comentaré sobre la Transmodernidad como una descripción de la situación en que nos hallamos, un punto de no retorno ante nuestras antiguas certezas, una vertiente descriptiva de los fenómenos sociales, vivenciales, una exigencia de conocimiento y un anhelo de ir más allá en la superación de los límites que hoy nos atrapan. Para el filósofo argentino  Dussel la  sitúa en el contexto de la Filosofía de la Liberación y consiste en la indagación sobre la identidad latinoamericana, entendiendo por teorías transmodernas aquellas que son procedentes del tercer mundo y que irrumpen y reclaman un lugar propio frente a la modernidad occidental, incorporando la mirada del otro que históricamente había sido sometido. Su ontología se basa en la actuación del educando en una postura emancipadora ante la realidad observada  y determina que debe construirse con el quehacer cotidiano en la construcción de una sociedad de iguales, mientras que su calidad en el proceso educativo podrá evaluarse positivamente en la medida en que los pueblos oprimidos logren su liberación mediante la incorporación masiva de sus pobladores.

     Para concluir, señalaré que la Ontología es la comprensión que hacemos de la realidad que nos circunda, en esa realidad que se transforma contantemente se evidencia una gran crisis en el dominio de la Ética y la convivencia social entre los seres humanos, para solventar dicha realidad no cónsona con el deber ser se requiere de acciones permanentes que traigan consigo la trasformación hacia lo aspirado  en el fin de la educación donde el estudiante logre lo deseado, pero que a su vez sea lo necesario para el desarrollo de la sociedad, donde exista un aprendizaje y enseñanza coherente con lo que el país requiere para el alcance de sus niveles óptimos de producción, donde la relación enseñanza-trabajo-sociedad estén de la mano, una educación verdaderamente transformadora de contextos y  de realidades existenciales, donde el directivo del plantel así como los docentes tengan claro que educan para la vida, donde el maestro incite al discente a aprender creando, donde se construya cada día un pedacito de una mejor sociedad y por ende una mejor patria.

Imagen: http://1.bp.blogspot.com/-2SOxbQhftOY/VQD9hImKxYI/AAAAAAAAAFo/gZZWVrcqmy4/s1600/constructivismo.jpg

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La revolución del calendario escolar.

Por: Pilar Álvarez.

Alex se pasó la semana de vacaciones con los abuelos, jugando con los amigos, a ratos con la tablet. Miranda se fue con sus hermanos y sus padres a Aranda de Duero, a ver también a la abuela, que le prepara unas meriendas “riquísimas”. Sentados en el pupitre de su colegio, les cuesta echar la vista atrás. No recuerdan si aquello fue en noviembre, en febrero, en Semana Santa… Lo que Miranda tiene muy claro es que visitó Almería, su ciudad favorita, en verano. Los dos alumnos de 5º de Primaria, de los más listos de su clase, apenas han reparado en un cambio que han tenido este año y que sitúan sus vacaciones en el colegio Antonio Mendoza, un edificio lleno de escaleras y dibujos coloridos del centro de Santander, más cerca de lo que hace Europa que de lo que ocurre en el resto de España.

Cantabria se ha convertido en este curso en la Galia educativa, un pequeño punto en el mapa patrio que ha revolucionado el calendario escolar, el tiempo de descanso y de trabajo de los alumnos. Es en un laboratorio de ideas que todos miran de reojo. A saber: una semana de vacaciones cada dos meses de clase, salvo en verano. Supone ampliar el puente de los Santos de noviembre y recuperar la antigua semana blanca de febrero.

 La idea parece tan simple como la han vivido estos dos chicos que hablan sentados en sus pupitres del centro público santanderino, que comparte patio con otros dos colegios. Pero no lo es. Es el primer paso de un cambio que han barajado otras regiones como Madrid o Cataluña -con las competencias educativas transferidas, el modelo horario corresponde a cada comunidad- y que el Gobierno de Cantabria espera mantener el curso que viene de nuevo para todos sus estudiantes, desde infantil a bachillerato, acortando un poco más las vacaciones estivales.

 El calendario se implantó con polémica, porque los padres se enteraron del cambio el pasado junio por la prensa. Casi un año después, un informe del consejo escolar cántabro en el que han participado familias, alumnos, profesores, expertos, Ayuntamientos y Gobierno regional detectaba disfunciones como que a los profesores se les ha ido la mano con los deberes y los exámenes, o que la conciliación es la gran cuenta pendiente.

 El problema de conciliar

Los padres de Miranda trabajan en el sector sanitario y, como los profesores, lo tienen fácil para coger vacaciones. Alex tiene la suerte de vivir cerca de sus abuelos, que siempre echan una mano con estas cosas. Pero su situación no es la habitual. Desde las confederaciones de padres de la escuela pública y la concertada se ha denunciado que la oferta de ocio para los chicos esos días era insuficiente y además tenía un coste.

El consejero de Educación, Ramón Ruiz, sostiene que los problemas de horarios laborales para atender a los hijos “no es algo que deba solucionar solo la Administración educativa”. Asegura que se ha hecho un esfuerzo para organizar campamentos y talleres y que 17 de los 100 ayuntamientos cántabros – los de los municipios más grandes- están colaborando ya con servicios municipales para esos periodos.

En el Antonio Mendoza de Santander, los alumnos sin beca debían pagar unos 65 euros semanales por comedor y actividades. “En noviembre se ofertó gratis y casi no vinieron familias pero el comedor y los monitores hubo que pagarlo igual. En febrero, la consejería reunió a los directores y se decidió poner un precio”, explica en su despacho la directora del colegio, María José Paz, una convencida de la nueva fórmula. Asegura que ha sido beneficiosa para los alumnos, sobre todo en infantil. Marta Lanza, que tiene dos hijos en el centro, no los llevó al colegio en vacaciones. Ella pidió días en noviembre para atender a sus hijos y su marido en febrero. “Los padres solemos ser reacios al cambio, pero si me dicen que es mejor para mi hijo, por supuesto que lo acepto”, valora. ¿Lo es?

 El largo verano

 No existe investigación suficiente para poder afirmar si el modelo cántabro es mejor para los resultados académicos de los alumnos. El consejero de Educación, Ramón Ruiz, asegura que ha habido mejoras en la convivencia. Y está probado que favorece su descanso. “La idea es más que buena pese a que se ha tomado demasiado rápido”, considera Rafael Feito, doctor en Sociología de la Complutense. “Las investigaciones apuntan incluso a pausas más largas, intercaladas a lo largo del curso”, añade este especialista que alerta sobre los efectos negativos de unas vacaciones de verano extensas en las que los alumnos olvidan conocimientos.

 Por la innovación

 El paso dado por Cantabria, que el curso que viene quiere repetirlo, tiene otro punto fuerte, según sus partidarios: la innovación educativa. “Este modelo implica un cambio de chip a la hora de acometer tareas educativas”, explica Javier Argos presidente de la comisión del Consejo Escolar que ha investigado este asunto. “Si cambiamos los tiempos, habrá que cambiar los espacios y las formas de enseñar a los chavales”, apunta Javier Ramírez, director del colegio Pablo Picasso de Laredo, uno de los representantes sindicales que más defendió el cambio. “Tenemos que encaminarnos a una enseñanza no tanto memorística sino que los alumnos aprendan a investigar”, añade. El esfuerzo, sobre todo, recae en los profesores, los mismos que en muchos casos este curso han tirado de más exámenes y más deberes en las cinco evaluaciones de los chicos cántabros.

“El profesor todavía no se atreve a dar una opinión cualitativa sin poner un examen. Pero eso hay que superarlo. Si tienes 18 alumnos, con lo que has visto puedes emitir una opinión”, considera Silvino Corada, director del instituto Santa Clara de Santander, situado muy cerca del colegio Antonio Mendoza. “Nos falta aún el 80% del desarrollo del calendario: replantear los exámenes, revisar las actividades… Si lo terminamos bien, el modelo va a ser mucho mejor para todos”

Fuente: http://politica.elpais.com/politica/2017/05/12/actualidad/1494611037_653438.html

Imagen: http://ep02.epimg.net/politica/imagenes/2017/05/12/actualidad/1494611037_653438_1494671042_noticia_fotograma.jpg

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