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69 Años del asesinato de Gaitan.

«Oídme bien: Revolución no significa demagogia y desorden,  sino método,  ponderación,  equilibrio  y  avance…..todo clama a gritos en este país porque se lleve a cabo una revolución fundamental, una transformación rotunda.”    Gaitán

Por: Vicente Blanco.

Jorge Eliezer Gaitán Ayala,  se dice nació el 23 de enero de 1903, en  Cucunubá  un municipio de Cundinamarca, ubicado en la Provincia del Valle de Ubaté, a 88 km al norte de Bogotá,  pero para otros historiadores en el barrio Las Cruces del mismo Bogotá en el año 1898,  su padre era vendedor de libros  y su madre profesora, en 1924 obtiene el título de  Doctor en Derecho y Ciencias Políticas en la  Universidad Nacional de Colombia con un trabajo de investigación que lleva por nombre «Las ideas socialistas en Colombia» y para 1927, con la tesis «El criterio positivo de la premeditación», recibe un doctorado en jurisprudencia cursado en la Real Universidad de Roma   en categoría académica  de Magna Cum Laude y para 1948 se hace merecedor del  título de Doctor Honoris Causa en Ciencias Políticas y Sociales otorgado por  la Universidad Libre, en ese mismo año,  obtuvo un resonante triunfo en su carrera de abogado, al lograr la absolución de un Teniente acusado de la muerte de un periodista.

     Durante su agitada y prolifera vida, como abogado, político, orador y militante progresista en Colombia, lideró en el Congreso de la República un debate entre el 3 y el 6 de septiembre de 1929 por el asesinato de un número, aún no determinado, de trabajadores de la United Fruit Company en la región de Ciénaga, Magdalena, los trabajadores pedían mejores  condiciones laborales y un trato justo por parte de sus contratistas, dicho asesinato a sangre fría por los cuerpos represivos de la oligarquía colombiana se recuerda en la historia de ese país bolivariano  como la Masacre de las Bananeras, por cierto, hecho  citado en la obra Cien años de soledad  de Gabriel García Márquez,  este aguerrido y combativo  gesto le valió a Gaitán el título de «Tribuno del Pueblo», con el que le honrarían los sectores populares.

     Para,  1931 fue elegido presidente de la Cámara de Representantes y ejerció también como catedrático de Derecho Penal en la Universidad Nacional y en la Universidad Libre, siendo nombrado Rector de esta última. Su postura en contra del monopolio de la tierra le brindó un amplio apoyo del campesinado, en 1933 fundó el movimiento político «Unión Nacional Izquierdista Revolucionaria» (UNIR) y su órgano periodístico «El Unirismo», que poco tiempo después disolvió para vincularse al Partido Liberal, desde donde planteó la necesidad de una reforma agraria.  De allí fue que propuesto por los dirigentes tradicionales del Partido Liberal se posesionó como alcalde de Bogotá en 1936,  desde allí adelantó reformas sociales, promovió la municipalización de los servicios públicos.

     En 1940 el presidente Eduardo Santos Montejo lo nombra Ministro de Educación, desde donde emprendió una campaña de alfabetización, implantó el zapato escolar gratuito, los comedores  escolares, el cine educativo ambulante, la extensión cultural masiva e inició el Salón Nacional de Artistas de donde emergen figuras como Fernando Botero, Edgar Negret y Pedro Alcántara Quijano. En los años siguientes Gaitán continuó su intensa vida pública como jurista, político y caudillo. Su acción política se dirigió contra la oligarquía y por la «restauración moral» de la república.

     En 1945 fue proclamado candidato a la presidencia de la hermana república, pero las divisiones internas del Partido Liberal entre los partidarios de Gaitán y los de Gabriel Turbay, permitieron  el triunfo del candidato conservador Mariano Ospina Pérez. Tras esta derrota, Gaitán resurgió con nuevos ímpetus, siendo proclamado jefe único del Partido Liberal y a principio  de 1948 al saberse la noticia de la masacre de varios liberales en varios pueblos del país a manos de conservadores y viceversa, Gaitán organiza varias marchas s que se destacan la «marcha de las antorchas» y sobre todo la «Marcha del Silencio» donde eleva una plegaria al Presidente Ospina para que ayudara a cesar la violencia y hacen unas horas del silencio para que solo se oyeran banderas y pancartas movidas por el viento,  hasta que ese  9 de abril de 1948, antes de reunirse con el joven  estudiante de Derecho y dirigente estudiantil cubano Fidel Alejandro Castro Ruz a las 2.05 de la tarde Juan Roa Sierra con un revolver apaga la vida del “Jefe”.

     Indudablemente que, por la aceptación que gozaba Gaitán en el pueblo colombiano ese acontecimiento trajo consigo una respuesta popular que se conoció como El Bogotazo donde más de 142 edificios fueron destruidos y el comercio saqueado, es más se extendió a otras ciudades y pasó a denominarse El Colombianazo, y su extensión hasta los años 60 es conocido como la Época  de La Violencia, la cual tristemente no a mermado en tan bello país, pues se debe  considerar que las clases desposeidas, tradicionalmente excluidas del escenario político, encontraron en Gaitán su mejor representante e intérprete, circunstancia que le permitió generar un movimiento revolucionario sin parangón en la historia de Colombia.

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¿Por fin un pacto educativo?

Un gran acuerdo sobre la enseñanza debería buscar la estabilidad, dejando a un lado las diferencias partidistas, y tener en cuenta que las familias y el entorno social son elementos esenciales del sistema.

Por: Victoria Camps.

De todos los derechos que un Estado social debe garantizar, el derecho a la educación ha sido el más damnificado por las rivalidades de los distintos grupos políticos. El comienzo fue bueno, con dos leyes (la LODE y la LOGSE) que nos situaron a nivel europeo en muy pocos años. Se sucedieron luego una serie de reformas, hasta cinco leyes más, que han sido motivo reiterado de críticas y querellas entre Administraciones y entre los profesores y la Administración. Son la prueba evidente de que algo tan básico para un país como es la educación no ha dejado de ser instrumentalizado por las luchas partidistas. Hasta la saciedad se ha dicho y repetido que la educación debiera ser una cuestión de Estado.

OTROS ARTÍCULOS DE LA AUTORA

 Ahora parece que nos encontramos en los prolegómenos de lo que sea. El resultado de las últimas elecciones es un Parlamento fragmentado, propicio para los pactos, en el que se han dado los primeros pasos a favor de un pacto por la educación. Aplaudamos la buena voluntad y crucemos los dedos para que el propósito no se tuerza. No puede decirse sin más que nuestro sistema educativo es malo, pero sí que muestra una serie de defectos no menores que deben abordarse con una actitud distinta a la que ha sido habitual hasta ahora. Sin intervencionismos inútiles y con valentía para constatar lo que no funciona. Un pacto por la educación debería proponerse, de entrada, dos cosas: dejar de lado las diferencias partidistas e implicar a toda la sociedad. Debe buscarse la estabilidad educativa que permita avanzar sin sobresaltos y retrocesos. Y hay que partir del supuesto de que el sistema educativo no lo constituyen solo las escuelas, sino también las familias y el entorno cultural. El diagnóstico previo para pactar posibles cambios y formas de proceder en el futuro tiene que ser compartido por los grupos políticos y por las fuerzas sociales que más pueden contribuir a la mejora del sistema en su conjunto.

El giro que debería producirse  es el que va de la cantidad  a la calidad

De la cantidad a la calidad, tal es el giro que debería producirse para que la universalidad de la educación, ya lograda en términos cuantitativos, llegue a ser realmente aprovechada por quienes ahora no la aprovechan, y responda al objetivo de ofrecer una igualdad de oportunidades que amplíe y asegure el nivel cultural de toda la sociedad. La falta de calidad que hoy detectamos se resume en dos puntos: fracaso y abandono. Tanto el fracaso escolar como el abandono del sistema son excesivamente altos si nos comparamos con la media europea. Son demasiados los alumnos que no consiguen la graduación mínima de la ESO y muchos los que abandonan los estudios a los 16 años. Añadamos lo que reflejan los temidos informes PISA: la comprensión lectora y el conocimiento de matemáticas y ciencias de nuestros alumnos no es para sentirse orgullosos de lo que aprenden. Saben, en efecto, muchas cosas que sus abuelos desconocían a su edad, pero tienen grandes lagunas en lo más básico. ¿Fallan los métodos de aprendizaje? ¿Falla la selección del profesorado? ¿Se tiene una idea equivocada de lo que debe ser educar? ¿Se está imponiendo una especie de educación terapéutica, dirigida más a que crezca la autoestima del niño que a enseñarle cosas? ¿Se ha discutido alguna vez cuáles son los conocimientos mínimos que deben mantenerse en el currículo a pesar de los cambios tecnológicos? ¿Hasta cuándo tendremos una formación profesional desprestigiada, poco atractiva y poco coherente con las ofertas de empleo?

Para plantear estos y otros interrogantes y encauzar bien las respuestas hay que analizar los contextos en que se producen. Dónde hay más fracaso escolar y de dónde salen los alumnos que abandonan tempranamente la formación. Sin duda, de las familias más desfavorecidas. Las estadísticas al respecto son claras y unánimes. Los informes corroboran que el derecho a la educación está garantizado solo formalmente. Todos los niños están escolarizados, en efecto, pero fracasan y abandonan los más vulnerables, los que no disponen de un entorno social favorable al estudio. Uno de los agujeros del sistema educativo es esa deficiencia en la equidad. Hay libertad para escoger escuela, en efecto, pero ¿quién escoge la escuela pública y quién puede preferir la concertada? ¿No hay escuelas públicas convertidas en auténticos guetos de la inmigración? Aunque la libertad para escoger esté garantizada, existen las llamadas “preferencias adaptativas”: no todos pueden de hecho preferir lo que quisieran. Unos límites invisibles eliminan posibilidades para aquellos cuya renta es demasiado baja.

El derecho a la educación es tan fundamental que es el derecho que hace posibles otros derechos. La salud, el trabajo, la cultura, la vivienda son menos accesibles para quienes han tenido que aparcar muchos deseos ante necesidades más perentorias. Nadie pone en duda que las desigualdades económicas y culturales afectan también a los resultados de la educación. Cuando lo único que de verdad crece en nuestro mundo son las desigualdades, un pacto por la educación no puede cerrar los ojos ante esta realidad.

Todos los niños están escolarizados, pero existe una gran falta de equidad entre ellos

Pero la educación no solo fracasa porque no todos llegan a aprovechar lo que formalmente se les ofrece, sino porque tampoco está claro que educar deba ser lo que en realidad se está haciendo bajo ese nombre. La Constitución lo dice: educar ha de consistir en el pleno desarrollo de la personalidad humana. Educar es formar una personalidad moral, nos guste o no la expresión; es formar personas autónomas y responsables, capaces de adquirir criterio y de dar cuenta de lo que hacen. Un objetivo nada fácil que, como afirma el dicho famoso, requiere el compromiso “de la tribu entera”. Si es casi imposible comprometer a toda la sociedad para ver la mejor manera de inculcar esos principios, por lo menos habrá que contar con una complicidad mínima entre la familia y la escuela para que el niño no reciba aquí y allá mensajes contradictorios. No siempre la institución docente ha sabido ganarse la confianza de los padres ni estos cuentan con la de los maestros de sus hijos.

La política, de izquierdas y de derechas, se ha hecho escaso eco de aquella máxima feminista que proclama que “lo privado es político”. En nuestro entorno, las políticas de protección familiar no han formado parte de las prioridades políticas: ni guarderías, ni medidas de conciliación laboral, ni reconocimiento efectivo del trabajo doméstico o de las obligaciones del cuidado. No son fallos menores. Afectan también a las deficiencias educativas.

Será bienvenido un pacto que acierte a analizar y discutir sin miedo qué impide que veamos la educación en España como uno de los logros más conseguidos. No basta que el pacto sea político, el conjunto de agentes sociales y culturales son también corresponsables de que se logre una buena educación.

Fuente: http://elpais.com/elpais/2017/03/21/opinion/1490126436_777177.html

Imagen: http://ep01.epimg.net/elpais/imagenes/2017/03/21/opinion/1490126436_777177_1491837125_miniatura_normal.jpg

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¿En qué trabajarán los niños de la sociedad actual?

Si hay algo a lo que debemos prestar atención y, sobre todo, de lo que debemos ser conscientes, es que las Tecnologías de la Información y la Comunicación forman parte de nuestra vida cotidiana y, es más, formarán parte de la vida de las nuevas generaciones, desde mucho antes de nacer.

Por: Emma Pérez Madorrán.

Hace unos años, hablar de un desarrollador web, un community manager, de un lingüista profesional o un programador de PHP, por ejemplo, era impensable, porque ni siquiera sabíamos que existían, pero debido a la transformación digital que el mundo está experimentando, en todos los aspectos, debemos fomentar en nuestros alumnos a esta competencia desde los primeros años académicos.

Según un análisis desarrollado por la consultora Randstad Professionals,algunos de los perfiles más valorados y demandados por las empresas en España y Europa, son los programadores .Net y Java, los consultores de CRM o los desarrolladores de aplicaciones móviles. La Inteligencia Artificial forma parte de nuestra vida y esto no hará más que incrementarse en un periodo corto de tiempo. Es evidente que todo ha cambiado, todo se ha digitalizado.  Así pues, ante esta realidad de la que todos somos conscientes, ha llegado el momento de que todo cambie en el sector educativo.

En la actualidad, hay multitud de nuevos perfiles tecnológicos que todavía no tienen una especialización concreta ni siquiera en las universidades, aunque pronto lo harán.  Ante este periodo de adaptación, los colegios debemos apoyar y potenciar esta formación académica desde la base de nuestro sistema educativo. Debemos empezar a ofrecer en el aula la oportunidad de trabajar con herramientas digitales y preparar así a nuestros alumnos para elfuturo real que les espera.

Los alumnos que ahora están en nuestras escuelas se dedicarán a profesiones que hoy en día ni si quiera existen pero, casi al cien por cien, todas ellas irán relacionadas con la era digital. Las tablets, los ordenadores y los teléfonos móviles serán fieles compañeros de su futuro laboral y, por ello, es importante que aprendan a utilizarlos como herramienta educativa desde los primeros años de escolarización.

No podemos anclarnos en la enseñanza tradicional únicamente, es imprescindible adaptarnos a los cambios de nuestra sociedad y colaborar en el crecimiento de esta, desde el ámbito educativo.

No podemos anclarnos en la enseñanza tradicional únicamente

Las pizarras digitales y aulas de informática, ya no son suficientes. Los estudiantes del siglo XXInecesitan desarrollar una competencia digital que favorezca su comprensión e integración en la sociedad de la que ya forman parte. Es necesario  desarrollar proyectos que puedan dotar a los alumnos de las herramientas para entender y experimentar con la tecnología. Este tipo de proyectos fomentan la creatividad y el espíritu innovador, habilidades imprescindibles para el éxito profesional de nuestros alumnos.

No sabemos en qué trabajarán los estudiantes del presente, pero estamos seguros que debemos ofrecer una propuesta metodológica diferente a la tradicional y en unos espacios educativos diferentes a los que se utilizan en la escuela actualmente.

Fuente: http://www.computing.es/mundo-digital/opinion/1097178046601/trabajaran-ninos-de-sociedad-actual.1.html

Imagen: http://www.computing.es/siteresources/files/790/10.jpg

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La crianza de los hijos autistas.

El buscar ayuda con prontitud y poner en práctica las estrategias que mejoran su entendimiento los ayudará a tener habilidades para ser independientes.

Por: Patricia Prieto.

Uno de cada 68 menores en Estados Unidos es diagnosticado con autismo. Así lo determinan las estadísticas de los Centros de Control y Prevención de las Enfermedades (CDC) en sus estudios anuales de los últimos tres años, basados en los datos recaudados por la Red de Vigilancia del Autismo y las Discapacidades del Desarrollo (ADDM).

También indican que el índice del autismo es mayor en los varones que en las niñas, y que está incrementando de un 10 a un 17 % anualmente. El incremento es tal, que según los CDC es el trastorno de desarrollo más frecuente hasta la fecha. De hecho se estima que su incidencia es más común en los menores que los casos de cáncer, diabetes y SIDA pediátricos juntos.

Y a pesar de su alta incidencia, a la fecha no se tiene claro  qué causa este tipo de trastorno, pero sí se sabe que entre más temprano se diagnostique y trate,   mejor será el desarrollo del menor, independientemente de su tipo y grado de afección.

“Reaccionar pronto puede ayudar significativamente”, alertan los CDC, en el material público educativo que facilita en su sitio de internet para los padres. “La intervención probablemente será más eficaz y menos costosa si se proporciona en los primeros años de vida que si se proporciona más adelante”.

Esto lo sabe muy bien la periodista y presentadora de televisión Sofía Lachapelle, oriunda de República Dominicana y madre de dos niños  Jayson (12 años) y  y Maximus (10) diagnosticados con la enfermedad.

“El diagnóstico y tratamiento temprano en el menor autista es vital para lograr avances en su desarrollo”, dice la autora del libro “Soy un súper héroe especial” y creadora de la fundación  “Un paso a la vez”, dedicada a informar, orientar y apoyar a padres de hijos con necesidades especiales.

El educarse permanentemente sobre el autismo también es fundamental para “poder ayudar [al menor autista] al máximo en el proceso del desarrollo de las habilidades que le permitirán ser independiente en el futuro, cuando los padres no existan, porque uno en cualquier momento se va, no es eterno”.

‘Un paso a la vez’

Y para ayudar a los padres que se encuentran criando niños autistas como ella, la actual presentadora de uno de los segmentos del programa televisivo “Al Rojo Vivo con María Celeste” (Telemundo) comparte algunas de las estrategias que hasta la fecha le han funcionado para lograr que sus hijos hayan salido, paso a paso, de su mundo autista para hablar, mirarla a los ojos, decirle mamá, comunicarse e interrelacionarse entre ellos mismos y participar en las actividades educativas que la fundación realiza.

1. Ayude a sus hijos a sentirse amados y seguros

Elogie sus logros y talentos. Reconozca las habilidades que está desarrollando. Aproveche todos los momentos apropiados para abrazarlo y decirle cuánto lo quiere. La comunicación no es un mero intercambio de palabras, sino un acto de confianza, sinceridad y comprensión. Enseñe límites, para que aprendan normas y toleren la frustración.

2. Utilice una actitud positiva y de agradecimiento

Sea positivo y constante. Haga caso a los sentimientos de su hijo, escúchelo con interés, paciencia y cariño. Trate de ponerse en el lugar de su hijo y de imaginar cómo se siente. Su hijo(a) necesita entender que cada paso cuenta. Su deseo de aprender y de integrarse a la sociedad, depende del apoyo que sienta a su alrededor. El amor y el entendimiento son claves para querer desarrollarse al máximo.

3. Refuerce en su hijo (a) el amor propio y sus deseo de autonomía

Ayude a su niño a reconocer sus capacidades y sus dificultades, para que pueda trabajar con ellas y esforzarse por superarlas. Enséñele destrezas básicas para su cuidado diario, no haga lo que su hijo puede hacer solo, será de gran importancia para su autoestima y bienestar que aprender destrezas que le permitan cierta independencia.

4. Infórmese de los recursos que apoyan a los servicios comunitarios

Asegúrese que su hijo (a) forme parte de la comunidad; visite bibliotecas, museos, películas y eventos deportivos. Esto puede resultar una situación desafiante, pero es de gran importancia que conozca la sociedad que lo rodea y que la comunidad aprenda y sepa sobre él o ella.

5. Busque y acepte ayuda si la necesita

Estudie e investigue sobre las estrategias del comportamiento que le ayuden a guiar a su hijo (a). Usted no necesita hacerlo todo. Dígale a un amigo, proveedor de salud o líder de su comunidad religiosa acerca de lo qué le está pasando o únase a un grupo de apoyo para padres en su misma situación.

Fuente: https://laopinion.com/2017/04/22/la-crianza-de-los-hijos-autistas/

Imagen: https://laopinionla.files.wordpress.com/2017/04/autismo-shutterstock_376134958.jpg?quality=60&strip=all&w=940

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La cultura del esfuerzo.

No hace falta llegar al cinco ramplón para obtener el título de ESO.

Por: Carmen Ferreras.

Conocerá la autoridad competente en materia de Educación, la cultura del esfuerzo? Cierto es que no tiene buena prensa, que no pasa por sus mejores momentos, pero no es menos cierto que uno de sus valores más notables para alcanzar los objetivos fijados, pasa directamente por la perseverancia. Palabra y actitud también en desuso, sobre todo en materia de educación. Efectivamente, la tenacidad, pero también el compromiso, la vocación y la disciplina son pilares fundamentales de la cultura del esfuerzo. Dígaselo usted a la autoridad competente que ha decido que no hará falta llegar al cinco ramplón, al aprobado más simple para obtener el título de Eso. Es un agravio comparativo para los que consigan nota, para los que vayan muy bien preparados y con «la lección» aprendida.

O se inventan revalidas y más revalidas que tampoco son tan malas o lo quitan todo por decreto igualando al pelotón de los torpes con el de los listos o inteligentes, que no es lo mismo. La política educativa en España deja mucho que desear. El que llega nuevo al Gobierno quiere imponer lo suyo que no es lo de todos, sin respetar aquello que está o se ha hecho bien, y así les va a nuestros estudiantes, de culo y cuesta arriba. Por favor, que saquen de una vez por todas una ley en un contexto de estabilidad jurídica para los alumnos y que dejen de marear la perdiz como lo vienen haciendo. No se puede jugar así con la Educación. Tiene que ser sagrada, no sólo en su pluralidad sino también en su aplicación.

El Gobierno patrio ha reculado con lo de la implantación de las revalidas de la Lomce y se ha pasado de golpe no veinte ni treinta, sino cien pueblos, porque ahora no hará falta aprobar para obtener el título de Eso, como ya digo más arriba. La ley del mínimo esfuerzo le gana a la cultura del esfuerzo. Perdemos todos, en especial los estudiantes que ven un escape a su problema de «vaguitis», aquellos que la padezcan, claro. Así no vamos a ninguna parte. Hay que trabajar, desde el consenso, con lo mejor que todos puedan aportar en una ley básica de educación que lleve directamente a la excelencia, para acabar con el abandono escolar temprano que propician, precisamente, algunas leyes. Lo que no pueden ni deben hacer es eliminar los pertinentes requisitos académicos. Hay que dar más tiempo y más ayuda al que verdaderamente lo necesite. ¿Cómo?, muy fácil, potenciando la cultura del esfuerzo.

Hay que acabar con el actual caos educativo. Un caos que demuestra que los políticos van a lo suyo, no al interés y al bien común de los ciudadanos. Reúnanse, discutan, sin llegar a las manos, consensuen y saquen adelante la Ley de Educación que España espera y necesita desde hace tantos años. Dejen de crear inseguridad que afecta por igual a estudiantes, profesores y familias. Los estudiantes tienen el derecho de saber a qué atenerse y acabar con estos vaivenes que marean. Hay que propiciar un clima de estabilidad hasta ahora inexistente. Los alumnos bastante tienen con estudiar. Es lo que tienen que hacer y dejarse de jugar a la política. Que se acaben los cambios y que empiecen a mostrarles el camino de la cultura del esfuerzo que lleva directamente a la mejora de la calidad de la enseñanza.

Fuente: http://www.laopiniondezamora.es/opinion/2017/04/22/cultura-esfuerzo/1000047.html

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En reconocimiento y defensa de la educación superior y la economía social del conocimiento de Ecuador

El Ciudadano

Los abajo firmantes consideramos que Ecuador ha optado por un modelo de desarrollo y de políticas públicas que conciben la naturaleza del conocimiento como bien público social y colectivo, con una posición crítica al capitalismo cognitivo sustentado en la propiedad intelectual mercantilizada y en estrategias restrictivas como normativas y políticas mundiales altamente inflexibles, que constriñen los derechos a la invención y al uso del saber (Tratados de Libre Comercio con forma rígidas para lo local y abiertas para lo global) y, en consecuencia, producen su hiperprivatización y subutilización.

La democracia cognitiva que se impulsa en Ecuador es una alternativa para el desarrollo de las nuevas sociedades, porque concede un papel prioritario a la formación de la ciudadanía, actor principal del conocimiento, en su proceso de producción y de gestión social que apunta a la reducción de las brechas e inequidades de los derechos fundamentales, así como para la incursión en las ciencias de frontera que posibilitan metodologías transdisciplinarias y transculturales, que potencian un futuro de soberanía del pensamiento, la interculturalidad  y la diversidad característica de nuestros países.

Se puede afirmar que el período 2006-2016 constituye uno de los logros sociales más importantes que ha experimentado el Ecuador republicano. Las bases estructurales de las transformaciones del sistema de educación superior ecuatoriano han sido establecidas, y sus cimientos tienen que ver con la expedición de normatividad y políticas públicas de carácter sistémico y de amplia visión.

Sus resultados y logros se evidencian en indicadores que permiten constatar el inicio de la transformación educativa y social, que avanza hacia horizontes en los que no existe posibilidad de retorno hacia la mercantilización, desregularización y autarquía generadoras de la crisis de la universidad ecuatoriana.

La recuperación de la rectoría, regulación y control  del Estado sobre las políticas de educación superior, el despliegue de la nueva concepción del conocimiento y de la educación superior como bien público y social, el  fortalecimiento de la institucionalidad del sistema, han permitido incrementar el financiamiento de las instituciones de educación superior, transitar hacia una autonomía con responsabilidad social, así como construir una sociedad del conocimiento a través de la política de becas y cuotas cuyas inversiones e impacto han reorientado el futuro de miles de ecuatorianos que a su retorno propugnarán por viabilizar el proyecto de una sociedad del Buen Vivir.

La apertura de las cuatro universidades emblemáticas; la constitución e inserción en redes; la organización del conocimiento en base a dominios científicos, tecnológicos y humanísticos en función de los contextos y las demandas que presentan los territorios y, enmarcados en las en los horizontes que marcan lineamientos programáticos como el cambio de la  matriz productiva, energética, de servicios y los derechos del Buen Vivir; el retorno de la epistemología, la ética y la política a favor de la generación y gestión del conocimiento y sus aprendizajes como dinámica básica de la educación superior, que ha exigido procesos de articulación de las funciones sustantivas; el nuevo concepto de  pertinencia y el rediseño de las carreras técnicas y tecnológicas, de grado y los programas de posgrado  centrados en la investigación cognitiva y estratégica respectivamente; la definición de carreras de interés público y estratégicas; el inicio de una gestión académica con enfoque transdisciplinario y transcultural, son  fortalezas y capacidades que empiezan a ser desplegadas en las instituciones de educación superior  del país y dan cuenta de un modelo  democratizador que no puede ser puesto al margen del interés de unos pocos. Su importancia es fundamental, tanto para el debate actual, como para la definición y orientación de los cambios que se requieren emprender en nuestra región.

En Ecuador, por lo anterior, se debe garantizar que el proceso de democratización del saber y de cambio en la matriz cognitiva, debe ser consolidado e institucionalizado como política de Estado, para continuar la subsiguiente fase de la transformación relacionada con la democratización del conocimiento y la construcción del ecosistema de innovación social, lo que implica la implementación de estrategias de ciudadanización y regionalización de la educación superior a nivel macro.

Los logros alcanzados en Ecuador que han sido documentados de manera profusa, son indicativos de que es posible avanzar por el camino de una educación que transforme y conforme una nueva realidad en nuestros países. Ecuador está demostrando que la educación puede y debe ser una prioridad y que las universidades deben estar al frente de la transformación social de nuestro tiempo, y del mejoramiento y el desarrollo de la vida y de su sustentabilidad.

Los logros alcanzados no pueden dar marcha atrás, deben ser parte de una agenda de futuro y de continuidad de manera independiente de quién o quienes encabecen los sucesivos gobiernos, porque la educación, la investigación, la ciencia y la vida universitaria no deben estar sujetas a los vaivenes de los cambios políticos o administrativos, como tantas veces ha ocurrido en nuestros países.

Por lo anterior nos pronunciamos por la defensa y el más amplio reconocimiento de lo logrado en Ecuador, y decimos con toda la fuerza de la razón, que son avances y resultados que habrá que defender con dignidad y valentía.

Nos adherimos a este pronunciamiento:

Organización de Estados Iberoamericanos OEI (autorizado por su Secretario General Dr. Paulo Speller)

Elena Poniatowska, Escritora, México

Leonardo Boff, Teólogo, Brasil

Armando Bartra, Escritor, México

Paco Ignacio Taibo II, Periodista y Escritor, México

Héctor Díaz Polanco, Periodista, México

Alejandra Virgin, Ex Ministra, Argentina

Pablo Vommaro, Coordinador de Grupos de CLACSO, Argentina

John Ackerman, Periodista, México

Irma Eréndira Sandoval, Politóloga, México

Mario Saucedo, Académico, México

PhD. Luis Yarzábal, Presidente Junta de Transparencia y Ética Pública de Uruguay

Marta Benavides, Educadora, teóloga y activista social nominada al Premio Nobel de la Paz en 2005. El Salvador

José Chamizo Rubia, Sacerdote y activista, España

José María Vigil, Panamá, Teólogo de la liberación y Coordinador de la Comisión Teológica Latinoamericana

María Dolores Vidal Suárez, España, Presidenta del Comité de Solidaridad Monseñor Óscar Romero de Cádiz-España

Benjamín Forcano, España, Doctor en Teología

Luis Ángel Aguilar, España, Doctor en Teología

Pedro Castilla Madriñán, España, Ingeniero y escritor, Ex Secretario de las Comunidades Populares Cristinas de España

Guido de Schrjiver, Bélgica, Coordinador del Grupo Solidario con Guatemala

Licenciado Alexis Morales Fresse, Ex Secretario Auxiliar del Departamento de Estado de Puerto Rico

Abogado Rafael Juarbe Pagán, Ex Secretario de Relaciones Exteriores de Puerto Rico

PhD. Marcia Rivera, Economista y Socióloga ex asesora en Relaciones Internacionales del gobierno de Puerto Rico

PhD. Carlos Torres, Distinguished Professor of Education and UNESCO- UCLA Chair in Global learning and Global Citizenship Education. Past President World Council of Comparative Education Societies

PhD. José Luis Grosso, Director del Centro de Investigación PIRKA de la Universidad Nacional de Catamarca, Argentina

Juan Torres López, España, Catedrático en Economía Aplicada, Universidad de Sevilla

PhD. Arnim Scheidel, International Institute of Social Studies (ISS) The Hague, Netherlands

PhD. Joaquín Valdivielso Navarro, Departament de Filosofia i Treball Social, Universitat de les Illes Balears, España

PhD. Pedro Luís Lomas, Universidad Autónoma de Barcelona, España

PhD. Francois Diaz-Maurin, Universidad Autónoma de Barcelona, España

PhD. Juan Sánchez García, Universidad de La Laguna, España y Asociación para el Desarrollo de la Permacultura

PhD. Cristina Madrid, School of Forestry & Environmental Studies, Yale University

PhD. Óscar Carpintero, Universidad de Valladolid, España

PhD. Darío Escobar, Universidad Nacional Autónoma de México, México

PhD. Unai Pascual Garcia de Azilu, Basque Centre for Climate Change (BC3), España

PhD. Enrique Ortega, Universidade Estadual de Campinas, Brazil

PhD. Eduardo García Frapolli, Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad, Universidad Nacional Autónoma de México-Campus Morelia

PhD. Iván Murray Mas, Universitat de les Illes Balears, España

PhD. Esther Velazquez, Universidad Pablo de Olavide, España

PhD. Mario Alejandro Pérez Rincón, Universidad del Valle, Colombia

PhD. Miguel Ángel Santos Guerra. Catedrático de la facultad de Educación de la universidad de Málaga.

PhD. Félix López, Catedrático de Psicología de la Educación de la Universidad de Salamanca.

PhD. Jurjo Torres Santomé. Catedrático de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de La Coruña.

PhD. Juan Bautista Martínez Rodríguez. Catedrático de la Facultad de Educación de la Universidad de Granada.

PhD. José Ignacio Rivas Flores. Catedrático de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Málaga.

PhD. Juan Fernández Sierra. Catedrático de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Almería.

PhD. Juan Manuel Escudero. Catedrático de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Murcia.

PhD. Jesús fuentes Rebollo. Catedrática de Psicología de la educación de la Universidad de Málaga

PhD. Francesc Imbernon. Catedrático de didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Barcelona.

PhD.  María Clemente Linuesa. Catedrática de la Facultad de educación de la Universidad de Salamanca.

PhD. Carmen Rodríguez Martínez. Profesora de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Málaga.

PhD. José Emilio Palomero Pescador. Director de la Revista Interuniversitaria de Formación del Profesorado (RIFOP). Universidad de Zaragoza

PhD.  José Gimeno Sacristán. Catedrático de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Valencia

PhD.  Manuel Área: Catedrático de Dpto. de Didáctica e Investigación Educativa. Facultad de Educación. Laboratorio de Educación y Nuevas Tecnologías (EDULLAB) Universidad de La Laguna (España).

PhD. María Ángeles Melero Zabal. Profesora de Psicología de la Educación de la universidad de Cantabria.

PhD. Javier Marrero. Catedrático de Educación de la Universidad de La Laguna.

PhD. Jaume Trilla. Catedrático de Teoría e Historia de la Educación de la Universidad de Barcelona.

PhD. Eduardo Aponte, Cátedra UNESCO de Educación de la Universidad de Puerto Rico

PhD. María Elba Torres, Decana de Humanidades de la Universidad de Puerto Rico

PhD. Flor Ángel Bustamante, Venezuela

PhD. Teeka Bhattaria, India

PhD. María del Carmen Fernández, Cuba

PhD. Inés Elisa Vivas, Cuba

PhD. Rolando Borrero Rivero, Cuba

PhD. Odalys Fuentes Sordo, Cuba

PhD. Victoria Scrich Gamboa, Subdirectora Docente del Instituto Politécnico de Economía Cándido González, Cuba

PhD. Ana Felicia Celeiro,

PhD. Rogelio Díaz Castillo, Universidad de Las Tunas, Cuba

PhD. Aldo Jesús Scrich, Cuba

PhD. Manuel Torres Márquez, Catedrático de Sociología y Coordinador de la Agenda Puertorriqueña para la Calidad de Vida

PhD. Steven D. Lavine, President of California Institute of the Arts

PhD. Arnim Scheidel, International Institute of Social Studies (ISS) The Hague, Netherlands

Phd. Joaquín Valdivielso Navarro, Departament de Filosofia i Treball Social, Universitat de les Illes Balears, España

PhD. Pedro Luís Lomas, Universidad Autónoma de Barcelona, España

PhD. Francois Diaz-Maurin, Universidad Autónoma de Barcelona, España

PhD. Juan Sánchez García, Universidad de La Laguna, España y Asociación para el Desarrollo de la Permacultura

PhD. Cristina Madrid, School of Forestry & Environmental Studies, Yale University

PhD. Óscar Carpintero, Universidad de Valladolid, España

PhD. Darío Escobar, Universidad Nacional Autónoma de México, México

PhD. Unai Pascual Garcia de Azilu, Basque Centre for Climate Change (BC3), España

PhD. Enrique Ortega, Universidade Estadual de Campinas, Brazil

PhD. Eduardo García Frapolli, Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad, Universidad Nacional Autónoma de México-Campus Morelia

PhD. Iván Murray Mas, Universitat de les Illes Balears, España

PhD. Esther Velazquez, Universidad Pablo de Olavide, España

PhD. Mario Alejandro Pérez Rincón, Universidad del Valle, Colombia

PHD. Miguel Angel Santos Guerra. Catedrático de la facultad de Educación de la universidad de Málaga.

PHD. Félix Lopez. Catedrático de Psicología de la Educación de la Universidad de Salamanca.

PHD. Jurjo Torres Santomé. Catedrático de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de La Coruña.

PHD. Juan Bautista Martínez Rodríguez. Catedrático de la Facultad de Educación de la Universidad de Granada.

PHD. José Ignacio Rivas Flores. Catedrático de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Málaga.

PHD. Juan Fernández Sierra. Catedrático de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Almería.

PHD. Juan Manuel Escudero. Catedrático de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Murcia.

PHD. Mª Jesús fuentes Rebollo. Catedrática de Psicología de la educación de la Universidad de Málaga.

PHD. Francesc Imbernon. Catedrático de didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Barcelona.

PHD.  María Clemente Linuesa. Catedrática de la Facultad de educación de la Universidad de Salamanca.

PHD. Carmen Rodríguez Martínez. Profesora de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Málaga.

PHD. José Emilio Palomero Pescador. Director de la Revista Interuniversitaria de Formación del Profesorado (RIFOP). Universidad de Zaragoza

PhD.  José Gimeno Sacristán. Catedrático de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Valencia

PhD.  Manuel Área: Catedrático de Dpto. de Didáctica e Investigación Educativa. Facultad de Educación. Laboratorio de Educación y Nuevas Tecnologías (EDULLAB) Universidad de La Laguna (España).

PhD. María Ángeles Melero Zabal. Profesora de Psicología de la Educación de la universidad de Cantabria.

PhD. Javier Marrero. Catedrático de Educación de la Universidad de La Laguna.

PhD. Jaume Trilla. Catedrático de Teoría e Historia de la Educación de la Universidad de Barcelona.

PhD. Jesús Ramos, Rector de IKIAM

PhD. Ramiro Noriega, Ecuador

PhD. Adrián Cannellotto, Rector UNIPE Argentina

PhD. Tenoch Cedillo, Rector Universidad Pedagógica Nacional de México

PhD. Adolfo León Atehortúa Cruz, Rector Universidad Pedagógica Nacional de Colombia

PhD. Rosa María Torres, Vicerrectora de la Universidad Pedagógica Nacional de México

PhD. David Choin, Francia

PhD. Ana Delia Barrera Jimenes, Ecuador

Magister Enma Polonia, Ecuador

PhD. Rebeca Castellanos, Venezuela

PhD. José Manuel Castellano, España

Magister Gladys Isabel Portella

PhD. Ignacio Dueñas Polavieja, España

PhD. Odalys Fraga Luque, Cuba

PhD. Josefa Piñeiro Castro, España

PhD. Uvaldo Recino Pineda, Cuba

PhD. Javier Collado Ruano, España

PhD. Ignacio Estévez Valdés, Cuba

PhD. Wilfredo García, Cuba

PhD. María Teresa Pantoja, México

Magister Julia Levy-Biloon, Estados Unidos

PhD. Luis Alberto D Aubeterre, Venezuela

Doctorando Diego Eduardo Apolo, Ecuador

PhD. Madeline Rodríguez, Cuba

PhD. Ricardo Pino, Cuba

PhD. Abdon Conduri, España

PhD. Rolando Portela, Cuba

Rafael Eduardo Rodríguez, Ecuador

PhD. Esther Santaella, España

Magister Agnes Orosz, Inglaterra

PhD. Marielsa López

PhD. Alexander Mansutti, Venezuela

PhD. Juana Emilia Bert, Cuba

PhD. Justo Luis Pereda

PhD. Alejandra Manena, Ecuador

Magister Diana Pauta, Ecuador

PhD. Osmany Barberi, Venezuela

Doctoranda Giselle Tur, Uruguay

PhD. Mariano Ignacio Herrera, Venezuela

Magister Juan Pablo Contreras, Ecuador

PhD. Santiago Alonso, España

PhD. Graciela Urias, España

PhD. Liliana Molerio Rosa, Ecuador

Matemático Marco Vinicio Vásquez, Ecuador

PhD. Edison Javier Padilla, Ecuador

PhD. María Nelsy Rodríguez, Colombia

PhD. Manuel Torres Mendoza, Ecuador

PhD. Ricardo Restrepo, Colombia

PhD. Stefos Efsthathios, Grecia

PhD. Adriana Rodríguez Caguana, Ecuador

PhD. Ángel Pérez, España

PhD. Joaquín Prats, España

PhD. Helen Rhoda Quin, Estados Unidos/Australia

PhD. Axel Didriksson Takayanagui, México

PhD. Freddy Álvarez, Ecuador

Dr. Arnim Scheidel, International Institute of Social Studies (ISS) The Hague, Netherlands

Dr Joaquín Valdivielso Navarro, Universitat de les Illes Balears, España

Dr Pedro Luís Lomas, Universidad Autónoma de Barcelona, España

Dr Francois Diaz-Maurin, Universidad Autónoma de Barcelona, España

Dr Juan Sánchez García, Universidad de La Laguna, España

Dra Cristina Madrid, Yale University, EEUU

Dr Óscar Carpintero,  Universidad de Valladolid, España

Dr DArío Escobar, Universidad Nacional Autónoma de México, México

Dr Unai Pascual Garcia de Azilu, Basque Centre for Climate Change (BC3), España

Dr Enrique Ortega, Universidade Estadual de Campinas, Brazil

Dr Eduardo García Frapolli, Universidad Nacional Autónoma de México-Campus Morelia            Mexico

Dr Ivan Murray Mas, Universitat de les Illes Balears, España

Dra Esther Velazquez, Universidad Pablo de Olavide, España

Dr Mario Alejandro Pérez Rincón, Universidad del Valle, Colombia

Dra Kaysara Khatun, CIFOR, Indonesia

Dr Sergio Sastre, ENT Environemnt & Management, España

Dr Christos Zografos, Universidad Autónoma de Barcelona , España

Dra Anna Alavedra, Universidad Autónoma de Barcelona, España

Dra Daniela Russi, Institute for European Environmental Policy, Reino Unido

Dr. Steven D. Levine  President, California Institute of the Arts Calarts, EEUU

Dra. Doris Hinestroza, Directora del Programa de Posgrado en Ciencias Matemáticas Universidad del Valle, Colombia

Dr, José Ricardo Arteaga Bejarano, Profesor Asociado Dpto. Matemáticas, Universidad de los Andes, Colombia

Dr. Elmer de la Pava Salgado, Doctor en Ciencias-Biología, Universidad del Valle, Colombia

Dr. Carlos H Montenegro, Director, Centro de Estudios de la Orinoquia, Universidad de los Andes, Colombia

Dra. Olga Cordero Brana, Docente, American University, EEUU

Dra Olga Vasilieva, Profesora Distinguida, Universidad del Valle, Colombia

Dr. Gerardo Chowell, Associate Professor of Epidemiology and Biostatistics, Georgia State University, EEUU

Dr. Oscar Picardo Joao, Director del Instituto de Ciencias y miembro de CONACYT, Universidad Francisco Gavidia, El Salvador

Dr. Alejandro B. Aceves, Profesor de Matematicas, Southern Mehodist University , EEUU

Dr. Pedro Gajardo, Director Departamento de Matemática, Universidad Técnica Federico Santa María, Chile

Dr. Fabio Sanchez, Escuela de Matemática Profesor Invitado, Universidad de Costa Rica, Costa Rica

Dr. Gerard Olivar Tost, Profesor Titular, Ex Director de Investigaciones, Universidad Nacional de Colombia, Colombia

Dr. Edgar J. Patiño, Profesor asociado Departamento de Física, Universidad de los Andes, Colombia

Dr. Ariel Cintron-Arias Profesor Asociado, East Tennessee State University, EEUU

Dr. Ricardo A. Sáenz, Director de la Facultad de Ciencias, Universidad de Colima, Mexico

Dra. Silvia Reyes Mora, Instituto de Física y Matemáticas, Universidad Tecnológica de la Mixteca, Mexico

Jacobo Oliveros          Profesor de Matematicas       Universidad Benemerita Autonoma de Puebla       Mexico

Dra. Ami Radunskaya President, Association of Women in Mathematics, Pomona College, Claremont, CA USA

Dra Heliana Arias Castro, Profesora Asistente, Universidad del Valle, Colombia

Dr. Philip  Kutzko, Profesor de Matematicas University of Iowa, USA

Dr. Carlos Castillo Chavez, Ecuador

Dr. Hector Jairo Martinez, Profesor titular, Universidad del Valle, Colombia

Dr. Jorge Velázquez Castro, Profesor, Benemérita Universidad Autónomoa de Puebla, Mexico

Dr. Francisco Rodriguez, Canciller, Colegios Comunitarios del Distrito de Los Angeles, EEUU

Dr. Arnim Scheidel, International Institute of Social Studies (ISS) , The Hague, Netherlands

Dr Joaquín Valdivielso Navarro, Universitat de les Illes Balears, España

Dr Pedro Luís Lomas, Universidad Autónoma de Barcelona, España

Dr Francois Diaz-Maurin, Universidad Autónoma de Barcelona, España

Dr Juan Sánchez García, Universidad de La Laguna, España

Dra Cristina Madrid, Yale University, EEUU

Dr Óscar Carpintero,  Universidad de Valladolid, España

Dr DArío Escobar, Universidad Nacional Autónoma de México, México

Dr Unai Pascual Garcia de Azilu, Basque Centre for Climate Change (BC3), ESpaña

Dr Enrique Ortega, Universidade Estadual de Campinas, Brazil

Dr Eduardo García Frapolli, Universidad Nacional Autónoma de México-Campus Morelia            Mexico

Dr Ivan Murray Mas, Universitat de les Illes Balears , España

Dra Esther Velazquez, Universidad Pablo de Olavide, España

Dr Mario Alejandro Pérez RincóN, Universidad del Valle, Colombia

Dra Kaysara Khatun, CIFOR, Indonesia

Dr Sergio Sastre, ENT Environemnt & Management , España

Dr Christos Zografos, Universidad Autónoma de Barcelona, España

Dra Anna Alavedra, Universidad Autónoma de Barcelona, España

Dra Daniela Russi, Institute for European Environmental Policy, Reino Unido

Mg.Oscar Rubén Cáceres, Docente, Universidad Nacional de Asunción, Paraguay

Msc. Ever Villalba Benítez, Decano, Facultad de Ciencias, Tecnologías y Artes Universidad Nacional de Pilar, Paraguay

Lic. Elida Duarte Sánchez, Vice Decana, Facultad de Ciencias, Tecnologías y Artes Universidad Nacional de Pilar , Paraguay

Wilfrido Benítez , Dirección Académica, Rectorado de la Universidad Nacional de Pilar, Paraguay

Mg. Tania Riveros , Jefa de Gabinete, Facultad de Ciencias, Tecnologías y Artes Universidad Nacional de Pilar, Paraguay

Msc. José María Gómez, Director – Dirección Académica , Rectorado de la Universidad Nacional de Pilar, Paraguay

María Soledad Oregioni, Investigadora del CONICET, Universidad Nacional del Centro de la provincia de Buenos Aires. Argentina, Paraguay

Msc. Cecilia Aguilera Decana, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación,, Universidad Nacional de Pilar , Paraguay

Msc. Olga Acosta , Dirección Académica, Rectorado de la Universidad Nacional de Pilar, Paraguay

ACPN. Gustavo Raúl Ferreira Acosta, Director Administrativo , Facultad de Ciencias, Tecnologías y Artes Universidad Nacional de Pilar, Paraguay

Lic. María Dolores Muñoz, Miembro Consejo Superior Universitario, Universidad Nacional de Pilar, Paraguay.

Phd. Daniel Chavez, Transnational Institute, Netherlands

PHd. Pablo Ghigliani, Universidad de la Plata, Argentina.

Fuente:

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=224733

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El tiempo de Ayotzinapa, nuestro tiempo

Luis Hernández Navarro

De pie, delante de un librero, vestido con suéter azul marino, un joven de 87 años sostiene una pancarta con ambas manos, en la que envía un mensaje directo: Mi solidaridad con las familias de los normalistas de Ayotzinapa y de los sacerdotes asesinados y desaparecidos en Guerrero. Nos faltan 43 y más.

El hombre solitario que aparece en la foto del cubículo académico se llama Noam Chomsky. Es, a un tiempo, uno de los más prominentes lingüistas y uno de los más destacados intelectuales públicos del mundo.

Una distinguida dama de 84 años, pelo color platino y chaqueta roja, muestra un cartel con las fotos de los 43 normalistas desparecidos, y la consigna: ¡Vivos se los llevaron! ¡Con vida los queremos ya! Está acompañada de familiares de los muchachos y por estudiantes de la Raúl Isidro Burgos. He recordado mi misma historia, la historia de mis compañeras las abuelas, que con lágrimas de no saber qué hacer empezamos la búsqueda, dice a los asistentes a un acto de solidaridad.

La mujer que defiende a los desaparecidos mexicanos es Estela Carlotto, la presidenta de la asociación argentina Abuelas de Plaza de Mayo. Sabe de qué habla. Durante 36 años buscó a su nieto, después de que su hija fue desaparecida y asesinada por la dictadura militar. Finalmente lo encontró.

El 8 de octubre de 2014, un pensador de 82 años, con pantalón y camisa de mezclilla se retrató en la Piazza Cardusio de Milán, Italia, rodeado de un grupo de unos 40 hombres y mujeres que enarbolan una bandera mexicana y varios carteles escritos a mano con exigencias en español e italiano. Uno reza: Basta de violencia en nuestro México. Protegido del frío otoñal por una larga chamarra café, carga una bolsa llena de libros y papeles.

El personaje de la fotografía es el semiólogo Umberto Eco. Año y medio más tarde falleció. La protesta en la que aparece fue convocada para exigir la presentación con vida de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala. Allí, el autor de El nombre de la rosa leyó cada uno de los nombres de los normalistas.

En otra instantánea, un escritor argentino de 89 años, rodeado de plantas, con sus lentes y un vaso con un poco de vino sobre una mesa a su costado, muestra una cartulina escrita a mano con colores diferentes que dice: Nos faltan… 43.

La figura de la fotografía es Osvaldo Bayer, autor de un libro de culto: La Patagonia rebelde. Perseguido por los militares golpistas de su país, perdió todos sus bienes y tuvo que exiliarse en Alemania durante ocho años. Otros amigos suyos, como Haroldo Conti y Rodolfo Walsh, no pudieron hacerlo.

Estos cuatro retratos de Chomsky, Carlotto, Eco o Bayer, con sus rústicas cartulinas manuscritas no dicen que faltan 43 estudiantes. Afirman que NOS faltan 43. Nos faltan a todos.

Ese NOS (así, con mayúscula) es parte de una historia excepcional, que va más allá del compromiso individual de estos cuatro grandes pensadores contemporáneos: la de cientos de miles de personas en todo el planeta a las que la tragedia de Iguala sacudió y conmovió. Hombres y mujeres que, a pesar de hablar en los más diversos idiomas y vivir en los lugares más remotos, han vencido la maldición de la Torre de Babel para decir a los familiares de los muchachos desaparecidos que no están solos en su búsqueda, que ellos los acompañan en su dolor y en su lucha.

Se trata de una historia de indignación y rabia, de solidaridad y fraternidad, a un tiempo perdurable y entrañable. De una historia que hoy, gracias al libro El tiempo de Ayotzinapa, de Carlos Martín Beristain, puede comprenderse mucho mejor.

A contracorriente de la narrativa oficiosa que busca difundir y legitimar la verdad histórica, El tiempo de Ayotzinapa esclarece lo que verdaderamente sucedió con los normalistas la noche del 26 de septiembre y los días siguientes. Ante el camuflaje y la falsificación de los hechos promovidos desde el poder, el libro ordena y da sentido a la información disponible.

La tarea es doblemente compleja. Primero, porque de por sí esos son los modos de los encargados de la procuración de la justicia en el país. Y segundo, porque estamos ante un caso de desapariciones forzadas. Y, como advierte el autor, la misma desaparición forzada es una estrategia de confusión, en la que se oculta no sólo el destino del detenido, sino el propio hecho. Una estrategia en que la verdad se convierte en territorio en disputa como en ningún otro lado, en una especie de arena movediza.

El tiempo de Ayotzinapa habla desde la aflicción de las víctimas. “Sin entender el dolor de la desaparición forzada –escribe Carlos Beristain–, no hay investigación posible, ni relación con los familiares que la acompañe”. Lo hace escuchando a las víctimas y confiando en su palabra. “Para mí –dice al describir tiempos de confusión– está claro que los estudiantes dicen la verdad”.

El tiempo de Ayotzinapa es un libro de libros, en el que discurren y se engarzan diferentes relatos organizados alrededor de un eje común: el de la noche de Iguala. Es una crónica sobre lo sucedido el 26 y 27 de septiembre de 2014, sobre la que se monta una nueva Divina comedia, que nos conduce a través de los círculos del infierno de la desaparición forzada en México.

El tiempo de Ayotzinapa hace el milagro de traducir los términos supertécnicos de informes forenses y expedientes judiciales a un lenguaje comprensible. Lo hace dejando en claro la responsabilidad en los hechos y en el ocultamiento de la información de muy poderosos funcionarios públicos, sin estridencias ni denuncias flamígeras.

A pesar de ser un relato sobre el dolor y de que el libro duele, no hay en El tiempo de Ayotzinapa signo alguno de literatura plañidera. Beristain es capaz de encontrar esperanza en la tragedia, optimismo en el infortunio. Nombrando lo intolerable, cuida poner siempre por delante la extraordinaria capacidad de resistencia creativa de padres y estudiantes. El resultado final es conmovedor y entrañable.

La lectura de El tiempo de Ayotzinapa puede ser una forma altamente provechosa de celebrar los 91 años de la Normal Raúl Isidro Burgos, de recordar nuestro tiempo.

Fuente del Artículo:

http://www.jornada.unam.mx/2017/04/25/opinion/017a2pol

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