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A la contaminación no le ponen muros

Por: Silvia Ribeiro

Un estudio científico publicado la semana pasada encontró niveles “extraordinarios” de contaminación con químicos altamente tóxicos en la fauna de la fosa de las Marianas, el punto más hondo de los oceános, con más 11,000 metros de profundidad en el noroeste del oceáno Pacífico.

A la contaminación no le ponen muros

Encontraron, entre otros, PCBs (bifenilos policlorados), sustancia fabricada por más de 40 años por Monsanto, más conocida en México por su formulación como askareles.

Para el estudio tomaron muestras de anfípodos, pequeños crustáceos que allí habitan y encontraron que tenían niveles más altos de PCB que organismos similares en desagües de zonas industriales pesadamente contaminadas en Asia, a más de 1000 kilómetros de allí.

También tomaron muestras de crustáceos en la fosa oceánica Kermadec, en el Pacífico Sur, cerca de Nueva Zelanda y encontraron contaminación con PCBs y PBDEs (polibromodifenil éteres). Esa fosa tiene más de 10,000 metros de profundidad y está a 7000 kilómetros de las Marianas.

Ambas sustancias están catalogadas como cancerígenas por la Organización Mundial de la Salud, además de que son neurotóxicas, disruptores endócrinos y producen defectos de nacimiento y otras dolencias graves.

Son “contaminantes orgánicos persistentes” y son bioacumulables. Se denominan así porque no se disuelven en agua ni se degradan fácilmente, aunque son solubles en lípidos. Por eso cada ser vivo que está expuesto a ellos, los acumula en sus tejidos grasos y no los elimina, los pasa a sus predadores cuándo estos se los comen y éstos a su vez a los siguientes, acumulando cada vez cantidades mayores. Así están contaminadas muchas especies de aves y peces de agua dulce o marina, que luego son alimento humano. Se ha encontrado contaminación con PCB y PBDE en muchos distintos organismos, en fuentes de agua y sedimentos, en huevos de aves, ballenas y hasta en el Ártico. También han encontrado residuos de PCB y PBDE en leche materna y en bebés, en varios países.

Monsanto fue el primer productor mundial de PCB desde 1929 y el único productor de PCBs de América del Norte, hasta que cesó su producción en 1977. Los PCBs se han usado principalmente como aislante de material eléctrico y como retardantes de flama. Actualmente está prohibido su uso en la mayoría de los países, pero existen grandes cantidades de residuos en condiciones precarias.

La producción de PCB de Monsanto se realizó a través de su subsidiaria Solutia en Anniston, Alabama, de la que más tarde se deshizo. Allí, 20,000 pobladores de Anniston emprendieron una acción civil legal contra las dos empresas, por haber contaminado sus aguas, tierras y aires con PCB, provocando un alto porcentaje de casos de cáncer y muchas otras enfermedades, abortos y defectos de nacimiento. Luego de un largo proceso judicial, Monsanto aceptó en 2003 tomar medidas de remediación ambiental y pagar a los pobladores 700 millones de dólares, una cifra ridícula para el destrozo causado.

Uno de los puntos más escalofriante del caso, es que durante el juicio salió a la luz que Monsanto recibió casi desde el principio informes de que el PCB era seriamente tóxico, por casos de trabajadores enfermos y posteriormente por la muerte de peces, así como por pruebas de aguas que le fueron entregadas periódicamente durante varias décadas. Monsanto engavetó los informes y siguió produciendo PCBs que ahora sabemos que además de envenenar a cientos de miles de personas en distintas partes del mundo, llegó a los confines más extremos del planeta, donde su acción tóxica persiste.

En México, los mayores importadores de askareles (PCBs con solventes) fueron la Comisión Federal de Electricidad y Pemex. Tanto la manipulación, uso para fabricación como disposición final de PCB (en productos desechados, etc.) es altamente peligrosa y han habido casos gravísimos de contaminación por derrames en varias partes del mundo. Los casos más conocidos en México sucedieron en Zacatecas (por la minera Rosicler que como negocio importaba residuos de askareles) y en Perote, Veracruz, donde en 1990 la CFE colocó en 240,000 litros de residuos con askareles. En 1996, fuerte lluvias lo derramaron y la población comenzó a investigar, entre otras cosas por que comenzaron a haber fetos con anancefalia y muchos casos de cáncer. Finalmente forzaron a la CFE a retirarlos, pero los efectos y contaminación con PCB siguen allí.

Monsanto es también, el inventor y por décadas único productor del glifosato, el agrotóxico omnipresente en los transgénicos y que en 2015 la OMS también declaró cancerígeno. La empresa ha tratado por muchos medios de revertir o anular este informe con otros de científicos vinculados a ésta.

Bayer, Basf, Dow, DuPont, Syngenta y unas cuantas más, todas tienen historias similares a las de Monsanto. Hace más de cien años que están produciendo químicos tóxicos como negocio, y han invadido campos, ciudades, semillas, comida, nuestros cuerpos, el de nuestras hijas e hijos y miles de especies en el medioambiente y hasta los confines más alejados de la tierra.

Quizá por ello no debería sorprendernos que hayan llegado hasta los puntos más profundos del oceáno, pero es sobrecogedor, porque muestra tan claramente cuán extendida y omnipresente está la garra de la contaminación química, inherente al capitalismo industrial.

Contaminación que nos enferma y debilita también para combatirlos. Por eso trabajar por formas de producir, consumir y relacionarnos solidariamente que enfrenten esa contaminación, formas de evitar la vorágine químico-industrial, desde nuestros alimentos a medicinas y formas de organización, son también formas de resistir al capitalismo.

Estudio citado: Jamieson, A. J. et al. Bioaccumulation of persistent organic pollutants in the deepest ocean fauna. Nature Ecology and Evolution 1, 0051 (2017). 13 de febrero 2017 http://www.nature.com/

Fuente: http://www.ecoportal.net/Eco-Noticias/A-la-contaminacion-no-le-ponen-muros

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Pasado o Futuro

Por: Emir Sader
La derecha latinoamericana venía de acumular avances, desde las elecciones parlamentarias en Venezuela, la presidencial en Argentina, el referendo en Bolivia, el golpe en Brasil, y se apresuraba a conmemorar una nueva victoria en Ecuador. Sus portavoces, de derecha y remanentes de ultra izquierda, contaban con un gran resultado de la alianza de los candidatos opositores al gobierno de Alianza Pais. Guillermo Lasso, el banquero más rico del país, y Cynthia Viteri, otra variante del neoliberalismo, apenas se disputaban quien enfrentaría al candidato del gobierno en la segunda vuelta.

A pesar de la recesión económica que se abatió a Ecuador, como reflejo de la prolongada depresión internacional –y su conocida dificultad de defenderse, dada la dolarización de la economía impuesta por la derecha– y de la campaña sucia llevada a cabo por la oposición, al igual que en los otros países de la región, los resultados no fueron los que ellos esperaban. Aun sin llegar a los 40%, que le hubiera permitido ganar en primera vuelta –dado que superaba holgadamente la distancia de 10% hacia el segundo colocado–, Lenin Moreno se acercó mucho, pero le faltaron décimas para lograr ese índice.

La oposición se asustó frente al riesgo de que Lenin ganara en primera vuelta. Inmediatamente Lasso llamó a la formación de un frente por la “gobernabilidad democrática” e intentó repetir el discurso de Mauricio Macri en la segunda vuelta de Argentina, según el cual, sumando los votos de los candidatos de la oposición, se concluye que la mayoría desearía el cambio.

En estas elecciones Ecuador completó diez años de Revolución Ciudadana, el proceso que transformó mas profundamente el país, en todas sus dimensiones. Antes del gobierno de Rafael Correa –que él caracterizó como un cambio de período y no solamente un período de cambio– Ecuador había tenido tres presidentes que no habían logrado concluir sus mandatos, tumbados por movimientos populares que se alzaron en contra sus programas neoliberales.

En una década Ecuador vivió un extraordinario proceso de retoma del crecimiento económico, esta vez con inmensos programas de distribución de renta, que han promovido la inclusión social de sectores antes siempre estaban excluidos. El Estado fue refundado, la infraestructura del país fue modernizada como nunca, el país conquistó, finalmente, un lugar de prestigio en el mundo, con su desarrollo interno, su política externa soberana y el liderazgo de Correa, el personaje que proyectó al país en el mundo.

Correa renunció a candidatearse de nuevo y Alianza Pais lanzó una lista con sus dos vices –Lenin Moreno, en el primer mandato y Jorge Glass, en el segundo. Como ha ocurrido en las ultimas campañas en la región, la derecha se presenta como un cambio que mantendría las políticas sociales del gobierno. Como en Argentina y en Brasil, son ficciones para conquistar votos, en cuanto asumen el gobierno se impone el duro ajuste fiscal de la restauración neoliberal.

Un candidato que se presentaba como social demócrata, extremadamente moderado, quedó en cuarto lugar, con un pequeño caudal de votos, a pesar de recibir el apoyo de los sectores de la ultraizquierda, que tomaron a Correa como su enemigo fundamental. El candidato afirmó que se quedará equidistante entre derecha e izquierda en la segunda vuelta, en contraste con la derecha, que ha apoyado en peso a Lasso. Después de la votación mínima que han tenido en las elecciones anteriores, la ultraizquierda esta vez no se arriesgó a lanzar una candidatura propia. Para el Parlamento tampoco tuvieron éxito, confirmando su rol en declive entre los sectores populares y en la vida política del país, acaso su lenguaje violento y por canalizar sus acciones solamente en contra del gobierno.

La gran polarización, como en los otros países progresistas de la región, se dio entre el gobierno y las alternativas de derecha, confirmando que hay dos alternativas que se enfrentan: la neoliberal y la posneoliberal. En la segunda vuelta Lenin puede contar con la gran ventaja que obtuvo en la primera vuelta, con la mayoría absoluta que Alianza Pais logró en el Parlamento, con la aprobación del referendo que alguien que prohíbe cargos públicos para quien tenga cuentas en paraísos fiscales. Son expresiones que demuestran que Alianza Pais sigue siendo, de lejos, el partido más grande del país, y que cuenta con una estructura política nacional muy fuerte para encarar el mes y medio de la campaña.

Será una segunda vuelta de contraposición directa, sin disfraces, entre lo que han hecho para el país los partidos de derecha –unidos alrededor de Lasso– y los avances realizados por el gobierno de Correa. La derecha y la izquierda de América Latina se sentirán perfectamente representadas en las dos candidaturas, así como el pasado y el futuro del continente.

Fuente original: https://www.pagina12.com.ar/22253-pasado-o-futuro

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Trump, Maduro, Correa, contra los medios; pero otros gobiernos están al servicio de éstos

Por: Pedro Echeverría V.
Maduro antimperialista y CNN se confrontan

1. En los países capitalistas donde existe una poderosa clase empresarial, partidos y gobiernos fuertes, suelen registrarse importantes contradicciones y enfrentamientos entre gobiernos y medios de información. Estos días se han escuchado fuertes críticas del presidente de los EEUU, Trump, contra esos medios acusándolos de mentirosos. Desde hace más de ocho años he escuchado en entrevistas y discursos al gobierno de Ecuador (Correa) criticar fuerte a la prensa y otros medios por oponerse a la política gubernamental. Hace varios años criticaron a Hugo Chávez y hoy CNN lo hace contra Nicolás Maduro, sucesivos gobiernos de Venezuela.

2. Yo, como activista en las luchas sociales, también como articulista desde 1976, jamás he defendido intereses personales. El periodismo sólo es una profesión más y lo apoyaré cuando responda a los intereses de los trabajadores; lo mismo digo de los gobiernos. También aquí aplico casi dogmáticamente la lucha de clases. Los gobiernos casi siempre son representantes del capital y los dueños de las empresas periodísticas son lo mismo. Trump es un magnate capitalista, pero los dueños del New York Times, del Washington Post, CNN, etcétera, son tan poderosos como él. Pero no se puede decir lo mismo de Chávez/Maduro o de Rafael Correa.

3. Los medios de información, al ser una superestructura, siempre se ponen al servicio de la clase dominante en una sociedad. En México el 100 por ciento de la televisión y la radio son poderosas empresas capitalistas y el 98 por ciento de la prensa escrita igual. Todas esas empresas obtienen gigantescas ganancias haciendo negocios empresariales y de gobierno; en mis 56 años de estar atento de la política nacional jamás he visto una confrontación fuerte, en serio, entre Prensa y Poder. Cuando más, en uno que otro estado de la República donde tradicionalmente ha sido fuerte la derecha empresarial y el PAN (Monterrey, Mérida), se han registrados confrontaciones.

4. Podría sintetizar que soy enemigo de todos los gobiernos y prensa capitalista y apoyo críticamente a los gobiernos socialdemócratas de Venezuela, Bolivia, Ecuador, Brasil, Uruguay, Cuba y otros que se declararon antimperialistas y buscar construir una sociedad igualitaria. Así que ante las posiciones del periodismo pro capitalista de CNN estoy con el presidente Nicolás Maduro. Dado que en México no ha habido confrontación entre Prensa y Poder, sino entendimiento y hasta subordinación vergonzosa del gobierno a las empresas televisivas, parece difícil comprender como los medios preparan golpe de Estado, como en Venezuela en 2002 contra Chávez.

5. Ni gobierno ni periodistas son intocables cuando están al servicio de los hombres del dinero; al contrario, deben ser combatidos porque con sus acciones dañan a los sectores más numerosos de la población. Según el periodista Humberto Musacchio (citando a Julio Scherer) cuando las empresas periodísticas tenían problemas económicos graves siempre había mecanismos de control que por muchos años fueron aplicados por los gobiernos. Scherer mencionó en alguno de sus libros, escribe Musacchio: “Se trata de las maletas llenas de dinero“ que creí que era un cuento, pero llegaban hasta el escritorio del director o dueño.

6. Ocurría, agregó Musacchio, que cuando el presidente quería agradecer un favor a un director o a un dueño de periódico. Ese era ya un mecanismo extremo y no funcionaba desde la oficina de prensa, sino directamente desde la Presidencia de la República. “Scherer decía que Regino Díaz Redondo (quien en 1976 asumió las dicción de Excélsior) era el encargado de ir a recoger las maletas que la Secretaría del Patrimonio Nacional le mandaban al periódico. En esta secretaría estaba mi maestro Horacio Flores de la Peña, que se autocalificaba marxista leninista. Era el matrimonio perfecto entre la prensa y el poder”. Ese matrimonio explota y oprime al mundo.

Blog del autor: http://pedroecheverriav.wordpress.com

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Introducción del libro «El imperio de la vigilancia», “Hay que rendirse a la evidencia: aquí y ahora vivimos bajo el control de una especie de imperio de la vigilancia”

Por: Ignacio Ramonet
Durante mucho tiempo, la idea de un mundo “totalmente vigilado” ha parecido un delirio utópico o paranoico, fruto de la imaginación más o menos alucinada de los obsesionados por los complots. Sin embargo, hay que rendirse a la evidencia: aquí y ahora vivimos bajo el control de una especie de Imperio de la Vigilancia. Sin que nos demos cuenta, estamos, cada vez más, siendo observados, espiados, vigilados, controlados, fichados. Cada día se perfeccionan nuevas tecnologías para el rastreo de nuestras huellas. Empresas comerciales y agencias publicitarias cachean nuestras vidas. Con el pretexto de luchar contra el terrorismo y otras plagas[1], los gobiernos, incluso los más democráticos, se erigen en Big Brother, y no dudan en quebrantar sus propias leyes para poder espiarnos mejor. En secreto, los nuevos Estados orwelianos intentan, muchas veces con la ayuda de los gigantes de la Red, elaborar exhaustivos ficheros de nuestros datos personales y de nuestros contactos [2], extraídos de los diferentes soportes electrónicos.
Tras la oleada de ataques terroristas que desde hace veinte años viene golpeando ciudades como Nueva York, Washington, París, Toulouse, Bruselas, Boston, Ottawa, Oslo, Londres, Madrid, Túnez, Marrakech, Casablanca, Ankara, etc., las autoridades no han dejado de utilizar el enorme pavor de una sociedad en estado de shock para intensificar la vigilancia y reducir, en la misma proporción, la protección de nuestra vida privada.Que se entienda bien: el problema no es la vigilancia en general; es la vigilancia clandestina masiva. Ni que decir tiene que en un Estado democrático las autoridades están completamente legitimadas para vigilar a cualquier persona que consideren sospechosa, apoyándose en la ley y con la autorización previa de un juez. Como dice Edward Snowden:

No hay problema cuando se trata de escuchas telefónicas a Osama Bin Laden. Los investigadores pueden hacer este trabajo mientras tengan permiso de un juez –un juez independiente, un juez de verdad, no un juez anónimo–, y puedan probar que hay una buena razón para autorizar la escucha. Y así es como se debe hacer. El problema surge cuando nos controlan a todos, en masa y todo el tiempo, sin una justificación precisa para interceptar nuestras comunicaciones, sin indicio jurídico alguno que demuestre que hay una razón plausible para violar nuestros derechos[3].

Con la ayuda de algoritmos cada vez más perfeccionados, miles de investigadores, ingenieros, matemáticos, estadísticos, informáticos, persiguen y criban las informaciones que generamos sobre nosotros mismos. Desde el espacio nos siguen satélites y drones de mirada penetrante. En las terminales de los aeropuertos, escáneres biométricos analizan nuestros pasos, “leen” nuestro iris y nuestras huellas digitales. Cámaras infrarrojas miden nuestra temperatura corporal. Las pupilas silenciosas de cámaras de video nos escudriñan en las aceras de las ciudades o en los pasillos de los supermercados[4]. Nos siguen la pista también en la oficina, en las calles, en el autobús, en el banco, en el metro, en el estadio, en los aparcamientos, en los ascensores, en los centros comerciales, en carreteras, estaciones, aeropuertos…

Además, con el desarrollo en marcha de la “Internet de las cosas”, muchos elementos de nuestro hogar (refrigerador, botiquín, bodega, etc.), incluso nuestro vehículo[5], van a poder suministrar también informaciones valiosas sobre nuestras costumbres más personales.

Hay que decir que la inimaginable revolución digital que estamos viviendo, y que trastoca ya tantas actividades y profesiones, también ha desbaratado completamente el campo de la información y el de la vigilancia. En la era de Internet, la vigilancia se ha vuelto omnipresente y totalmente inmaterial, imperceptible, indetectable, invisible. Además, ya es, técnicamente, de una excesiva sencillez.

Software espía

«El editor de la página que visitamos vende a potenciales anunciadores informaciones que nos afectan, recogidas sobre todo por las cookies». “El editor de la página que visitamos vende a potenciales anunciadores informaciones que nos afectan, recogidas sobre todo por las cookies”. Ya no son necesarios toscos trabajos de albañilería para instalar cables y micros, como en la célebre película La conversación[6], en la que un grupo de “fontaneros” presenta, en un Salón dedicado a las técnicas de vigilancia, chivatos más o menos chapuceros, equipados con cajas rebosantes de hilos eléctricos, que había que disimular en las paredes o bajo los techos… Varios estrepitosos escándalos de la época –el caso Watergate[7], en Estados Unidos; el de los “fontaneros del Canard[8]”, en Francia–, fueron fracasos humillantes de los servicios de información, que mostraron los límites de estos viejos métodos mecánicos, fácilmente detectables y perceptibles.

En la actualidad, poner a alguien bajo escucha es asombrosamente fácil, y está al alcance de cualquiera. Quien quiera espiar su entorno encuentra una larga lista de opciones[9] de libre acceso en el comercio. En primer lugar, manuales de instrucción muy didácticos “para aprender a seguir la pista y espiar a la gente[10]”. Y al menos media docena de software espías (mSpy, GSmSpy, FlexiSpy, Spyera, EasySpy) que “leen” sin problemas el contenido de los teléfonos móviles[11]: sms, correos electrónicos, cuentas en Facebook, WhatsApp, Twitter, etc.

Con el impulso del consumo “en línea” se ha desarrollado considerablemente la vigilancia de tipo comercial, que ha generado un gigantesco mercado de datos personales, convertidos en mercancía. Cuando nos conectamos a una web, las cookies[12] guardan en la memoria el conjunto de las búsquedas realizadas, lo que permite establecer nuestro perfil de consumidor. En menos de veinte milisegundos, el editor de la página que visitamos vende a potenciales anunciadores informaciones que nos afectan, recogidas sobre todo por las cookies. Apenas algunos milisegundos después, aparece en nuestra pantalla la publicidad que supuestamente tiene más impacto en nosotros. Y ya estamos definitivamente fichados[13].

Una alianza sin precedentes

«Las nuevas empresas, como Google, Apple, Microsoft, Amazon y más recientemente Facebook han establecido estrechos lazos con el aparato del Estado en Washington, especialmente con los responsables de la política exterior». “Las nuevas empresas, como Google, Apple, Microsoft, Amazon y más recientemente Facebook han establecido estrechos lazos con el aparato del Estado en Washington, especialmente con los responsables de la política exterior”. En cierto modo, la vigilancia se ha “privatizado” y “democratizado”. Ya no es un asunto reservado únicamente a los servicios gubernamentales de información. Aunque, gracias también a las estrechas complicidades que los Estados han entablado con las grandes empresas privadas que dominan las industrias de la informática y de las telecomunicaciones, su capacidad en materia de espionaje de masas ha crecido de forma exponencial. En la entrevista con Julian Assange que publicamos en la segunda parte de este libro, el fundador de WikiLeaks[14] afirma:

Las nuevas empresas, como Google, Apple, Microsoft, Amazon y más recientemente Facebook han establecido estrechos lazos con el aparato del Estado en Washington, especialmente con los responsables de la política exterior. Esta relación se ha convertido en una evidencia […]. Comparten las mismas ideas políticas y tienen idéntica visión del mundo. En última instancia, los estrechos vínculos y la visión común del mundo de Google y la Administración estadounidense están al servicio de los objetivos de la política exterior de los Estados Unidos[15].

Esta alianza sin precedentes –Estado + aparato militar de seguridad + industrias gigantes de la Web– ha creado este Imperio de la vigilancia cuyo objetivo claro y concreto es poner Internet bajo escucha, todo Internet y a todos los internautas.

En esta situación, es necesario tener en cuenta dos ideas muy concretas:

1- El ciberespacio se ha convertido en una especie de quinto elemento. El filósofo griego Empédocles sostenía que nuestro mundo estaba formado por una combinación de cuatro elementos: tierra, aire, agua y fuego. Pero el surgimiento de Internet, con su misterioso “interespacio” superpuesto al nuestro, formado por miles de millones de intercambios digitales de todo tipo, por su streaming y su clouding, ha engendrado un nuevo universo, en cierto modo cuántico, que viene a completar la realidad de nuestro mundo contemporáneo como si fuera un auténtico quinto elemento.

En este sentido, hay que señalar que cada uno de los cuatro elementos tradicionales constituye, históricamente, un campo de batalla, un lugar de confrontación. Y que los Estados han tenido que desarrollar componentes específicos de las fuerzas armadas para cada uno de estos elementos: el ejército de Tierra, el ejército del Aire, la Armada y, con carácter más singular, los bomberos o “guerreros del fuego”. De manera natural, desde el desarrollo de la aviación militar en 1914-1918, todas las grandes potencias han añadido hoy, a los tres ejércitos tradicionales y a los combatientes del fuego, un ejército cuyo ecosistema es el quinto elemento: el ciberejército, encargado de la ciberdefensa, que tiene sus propias estructuras orgánicas, su Estado mayor, sus cibersoldados y sus propias armas: superordenadores preparados para librar la ciberguerra digital[16] en el ámbito de Internet.

2- Internet se ha centralizado. Al principio, se percibió la Red como una explosión de posibilidades de expresión individuales, que permitía escapar de la dependencia de los monopolios estatales (correos, telégrafo, teléfono), de los gigantes de las telecomunicaciones y de los grandes medios de comunicación dominantes (prensa, radio, televisión). Era sinónimo de libertad, de evasión, de creatividad. Veinticinco años después, la Red está a punto de sufrir una violenta centralización en torno a ciertas colosales empresas privadas: las GAFAM (Google, Apple, Facebook, Amazon, Microsoft), todas estadounidenses, que, a escala planetaria, acaparan las diferentes facetas de la Red, y de las que son extraordinariamente dependientes los aproximadamente 3 mil quinientos millones de internautas, quienes, a su vez, las alimentan con todos sus datos personales. Y de este modo, las enriquecen descomunalmente.

Para las generaciones de menos de 40 años, la Red es sencillamente el ecosistema en el que han madurado su pensamiento, su curiosidad, sus gustos y su personalidad[17]. Para ellos, Internet no es sólo una herramienta autónoma que se utiliza para tareas concretas. Es una inmensa esfera intelectual, en la que se aprende a explorar libremente todos los saberes. Y, al mismo tiempo, un ágora sin límites, un foro donde la gente se encuentra, dialoga, intercambia y adquiere cultura, conocimientos y valores, generalmente compartiéndolos.

Para estas nuevas generaciones, Internet representa lo que para sus antepasados fueron simultáneamente la Escuela y la Biblioteca, el Arte y la Enciclopedia, la Ciudad y el Templo, el Mercado y la Cooperativa, el Estadio y el Escenario, el Viaje y los Juegos, el Circo y el Burdel… Es tan fabuloso que “por el placer de evolucionar en un universo tecnológico, el individuo no se preocupe de saber, y aún menos de comprender, que las máquinas gestionan su vida cotidiana. Que cada uno de sus actos y gestos es registrado, filtrado, analizado y, eventualmente, vigilado. Que, lejos de liberarle de sus ataduras físicas, la informática de la comunicación constituye sin duda la herramienta de vigilancia y control más formidable que el hombre haya puesto a punto jamás[18]”.

Y esto no ha acabado. Ya que, insaciables, los gigantes de la Red quieren ahora extender su dominio al conjunto de la humanidad, con el pretexto de la emancipación y la liberación. Paul Virilio, al evocar las catástrofes industriales, que son por definición contemporáneas a la era industrial, nos ha enseñado que, por ejemplo, la invención del ferrocarril conllevó simultáneamente la invención de los accidentes de tren. Con la Web pasa algo parecido. La catástrofe industrial de Internet es la vigilancia masiva, de la que solo escapan –consuelo de pobres– los que no tienen Internet; es decir, alrededor de la mitad de los habitantes del planeta.

Pero los gigantes de la Red –Google, Facebook y, concretamente, Microsoft– quieren acabar con esta injusticia: “Si conectamos a Internet a los cuatro mil millones de personas que no tienen acceso a la Red, tenemos la oportunidad histórica de educar al conjunto del mundo en las próximas décadas”, ha declarado, por ejemplo, el dueño de Facebook, Mark Zuckerberg[19].

El 26 de septiembre de 2015, Zuckerberg, Bill Gates, fundador de Microsoft, Jimmy Wales, fundador de Wikipedia y otros[20] insistieron ante la ONU, inscribiendo su posición en el marco de los objetivos de desarrollo sostenible fijados por las Naciones Unidas para erradicar la pobreza extrema hasta el año 2030[21]: “Internet pertenece a todo el mundo, por lo tanto debe ser accesible a todo el mundo[22]”. Aunque Facebook no había esperado para lanzar, en agosto de 2013, Internet.org, una aplicación para smartphones que permite a las poblaciones de los países pobres acceder gratuitamente a la red Facebook y a una selección de unos cuarenta sitios web, Wikipedia entre ellos[23].

Por su parte, Alphabet (Google) ha puesto a punto su propio proyecto de ampliar al mundo entero el acceso a Internet. Para proporcionar gratuitamente a los ‘condenados de la Tierra’ los beneficios de su motor de búsqueda, esta empresa global cuenta sobre todo con apoyarse en su programa Loon: globos de helio instalados en la estratosfera.

Sin dudar en absoluto de la intención de estos gigantes de la Red de mejorar el destino de la humanidad, podemos preguntarnos si no les motivan también consideraciones más comerciales, puesto que la principal riqueza de estas empresas ineludibles -casi en situación de monopolio planetario- es el número de conectados. Facebook o Google, por ejemplo, no venden nada a los internautas; venden sus miles de millones de usuarios a los anunciantes publicitarios. Es lógico, por lo tanto, que, a partir de ahora, quieran venderles todos los habitantes de la Tierra. Simultáneamente, cuando el mundo entero esté conectado, podrán transmitir a la NSA, en una doble operación, todos los datos personales de todos los habitantes de la Tierra … ¡Bienvenidos al Imperio de la vigilancia!

Notas

[1] Julian Assange afirma que las democracias se enfrentan, de hecho, a los “cuatro jinetes del Infocalipsis”: el terrorismo, la pornografía infantil, el blanqueo de dinero y las guerras contras la droga y el narcotráfico. Cada una de estas plagas, a las que evidentemente hay que combatir, sirve también de pretexto para reforzar permanentemente los sistemas de vigilancia global sobre las poblaciones. Cf.Julian Assange y Jacob Apppelbaum, Andy Müller-Maughn y Jérémie Zimmerman, Ménace sur nos libertés. Comment Internet nus espionne. Comment résister.

[2] Se trata esencialmente de informaciones que permiten identificarnos, ya sea directa o indirectamente. A saber: nombre y apellidos, foto, fecha y lugar de nacimiento, estado civil, dirección postal, número de de la seguridad social, número de teléfono, número de tarjeta bancaria, placa de la matrícula del vehículo, correo electrónico, cuentas de redes sociales, dirección IP del ordenador, grupo sanguíneo, huellas digitales, huella genética, elementos de identificación biométrica, etc.

[3] Katrina van den Heuvel y Stephen F. Cohen, “Entrevista con Edward Snowden”, Nueva York, The Nation, 28 de octubre de 2014. Le Monde diplomatique en español, octubre de 2015.

[4] Como se puede ver claramente en la película, de Stéphane Brizé, La Loi du marché, 2015.

[5] Cf. “La voiture, cette espionne”, Le Monde, 2 de octubre de 2015.

[6] Francis Ford Coppola, 1973.

[7] El caso Watergate fue un asunto de espionaje político con múltiples ramificaciones, que empezó con la detención, en 1972, de falsos ladrones que habían colocado micros en el interior del edifico Watergate, en Washington, en las oficinas del Partido Demócrata, y desembocó en la dimisión del presidente Nixon, a la sazón presidente de Estados Unidos, en 1974.

[8] Escándalo político bajo la presidencia de Georges Pompidou: en diciembre de 1973, en París, se descubrió en los locales del semanario satírico Le Canard enchaîné un sistema de escuchas que habían colocado una decena de agentes de la Dirección de la Vigilancia del Territorio (DST: siglas en francés), disfrazados de fontaneros.

[9] Aunque, en Francia, el artículo 226-1 del Código Penal impone una pena “de un año de prisión y 45.000 euros de multa por atentar voluntariamente, mediante cualquier procedimiento, contra la intimidad de la vida privada de otro: captando, grabando o transmitiendo, sin el consentimiento de su autor, palabras pronunciadas a título privado o confidencial; fijando, grabando o transmitiendo, sin su consentimiento, la imagen de una persona mientras se encuentra en un lugar privado”.

[10] Léase, por ejemplo, Charles Cohle, Je sais qui vous êtes. Le manuel d’espionnage sur Internet, Nantes, Institut Pandore, 2014.

[11] Incluso existen “comparadores de software de vigilancia” que la publicidad presenta de esta manera: “Un comparador claro y completo de los programas chivato para el móvil, que le permitirá elegir y poder tomar una decisión acertada y económica antes de comprar su aplicación de localización”. Cf. http://www.smartsupervisors.com/

[12] La cookie equivale a un pequeño archivo de texto almacenado en el terminal del internauta. Permite a los programadores de sitios de Internet conservar los datos del usuario con el fin de facilitar su navegación. Las cookies siempre han sido cuestionadas, ya que contienen información personal residual que potencialmente pueden ser utilizada por terceros. (Fuente: Wikipedia).

[13] http://digital-society-forum.orange.com/fr/

[14] Sobre WikiLeaks, léase La explosión del periodismo, Ignacio Ramonet, Clave Intelectual (Madrid) y Capital Intelectual (Buenos Aires), 2011., pp. 93-123.

[15] Cf. Infra, p. 138.

[16] Cf. “Entrevista exclusiva: vicealmirante Arnaud Coustillière, oficial general ‘ciberdefensa’ del estado mayor de los ejércitos”, Cyber Risques News, 7 de abril de 2015.

http://www.cyberisques.com/fr/motscles-11/433-entretien-exclusif-vice-admiral-arnaud-coustulliere-officier-general-cyberdefenseal-etat-major-des-armees

[17] Es interesante destacar que, si el 60% de los franceses percibe la existencia de ficheros de vigilancia como un “atentado a la vida privada”, el tramo de edad de los 18 a los 24 años, es decir, el de los principales usuarios de Internet, es el que se muestra más preocupado en este sentido: el 78% de ellos denuncia que “su vida privada está insuficientemente protegida en Internet”. Estudio realizado a instancias de la Comisión Nacional de Informática y Libertades (CNIL), París, 2008.

[18] Jean Guisnel, en el prólogo a la edición francesa del libro de Reg Whitaker, Tous fliqués! La vie privée sous surveillance, Denoël, 2001, París, 2001.

[19] “To Unite the Earth, Connect It”, The New York Times, 26 de septiembre de 2015.

[20] El propietario de Virgin, Richard Branson, la fundadora del Huffington Post, Ariana Huffington, el cantante Bono, la actriz Charlize Theron, la cantante Shakira, el actor George Takei, etcétera.

[21] http://www.globalgoals.org

[22] AFP, 27 de septiembre de 2015.

[23] Aunque sobre el papel es elogiable, el proyecto se enfrenta a fuertes críticas, especialmente en la India. Estos son los reproches: con internet.org, Facebook perjudicaría la neutralidad de la Red al decidir por sí mismo los sitios web a los que se pueden conectar los internautas. Además, crearía una Red a dos velocidades, la de los ricos, capaces de acceder a toda ella, y la de los pobres, conectados únicamente a algunos servicios. Léase, por ejemplo, Le Monde, París, 29 de diciembre 2015.

Fuente: http://www.cubaperiodistas.cu/index.php/2017/02/en-cubaperiodistas-el-imperio-de-la-vigilancia-de-ignacio-ramonet/

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¿Quién engañó a quién?, La agenda del fraude.

Por: Alejandro Fierro

El pasado domingo, cuando aún faltaban horas para el cierre de los colegios electorales, la derecha ya estaba llamando a sus seguidores a las calles para denunciar fraude. En los días anteriores, la sospecha del fraude electoral había desplazado a la economía y el empleo como los principales temas de la campaña. Los candidatos derechistas centraron su discurso en la supuesta manipulación de los votos. Lo mismo hizo su todopoderosa maquinaria mediática. El fraude fue tendencia en Twitter en varias ocasiones…

La operación estaba en marcha. Por supuesto, no hacia falta aportar ninguna prueba para construir la profecía autocumplida. Era idéntico esquema que en abril en 2013 en Venezuela, cuando Henrique Carpriles desconoció los resultados la misma noche electoral. O más recientemente en Estados Unidos, con Donald Trump alertando sobre una posible alteración de los sufragios. Finalmente no tuvo que utilizar este recurso, pero es más que probable que hubiera echado mano de él en caso de haberlo necesitado.

Es obvio que la derecha ha incorporado el fraude a su arsenal estratégico cuando los resultados son ajustados. Las encuestas señalaban que Lenin Moreno, el candidato de Alianza País, estaría muy cercano al 40% requerido para ganar en primera vuelta. Había que aplicar sin dilación la agenda del fraude.

La propia dinámica de los hechos hizo el resto. Con un escrutinio tan al límite, la verificación de cada voto era crucial. Lógicamente, el Consejo Nacional Electoral (CNE) demoró más de lo habitual en anunciar los resultados definitivos.

Nada de esto le importó a la derecha. Agitó la situación hasta extremos profundamente antidemocráticos, poniendo en duda la credibilidad del CNE y, con ella la institucionalidad del país. Utilizó palabras de trazo grueso como dictadura, autoritarismo, trampa, engaño masivo… Todo ello a pesar de evidencias como que de haber existido realmente un retorcimiento de la voluntad popular el engaño se habría materizado en la misma noche electoral o que incluso en las últimas horas el porcentaje de voto de Lenin Moreno fue menguando. Extraño fraude, sin duda…

El guión continuó el miércoles cuando se anunció definitivamente la segunda vuelta. La derecha atribuyó la decisión a la “valentía” del pueblo que defendió la democracia en la calle. En realidad, en los momentos más álgidos apenas hubo más de 3.000 o 4.000 personas frente a las sedes del CNE de Quito o Guayaquil. Tampoco importaba. Su hegemonía mediática posicionó la matriz de la presión popular victoriosa frente al autoritarismo del Gobierno.

Ahora, la derecha está llevando la campaña hacia la disputa entre la democracia de las mayorías frente a la dictadura de unos pocos, ocultando que Alianza País sigue siendo la fuerza más votada, con doce puntos porcentuales de diferencia frente al segundo. Más allá del veredicto final de las urnas, lo vivido en Ecuador en estos días arroja luz sobre lo que puede acontencer en los procesos electorales que están por venir.

Las disputas electorales deben ser objetivos prioritarios para los procesos de emancipación. En los comicios de asalto al poder la victoria se cimentó sobre el desmoronamiento de la propuesta neoliberal. Posteriormente, las eficientes políticas económicas, sociales y de profundización democrática, la bonanza económica y los liderazgos carismáticos convirtieron a las elecciones en paseos triunfales, con victorias por hasta 20 y 30 puntos de diferencia.

El escenario actual es completamente distinto. La previsión es que los comicios se diriman por muy pocos votos. Esto obliga a afrontar las elecciones con el máximo rigor y con una preparación continua y permanente más allá del tiempo de campaña. Esta preparación debería abarcar cinco estrategias:

1.- Abordar las elecciones con criterios científicos y profesionales, desde la utilización de estudios cuantitativos y cualitativos confiables hasta recursos de comunicación eficientes. Habría que plantearse también la familiarización de los candidatos con técnicas de oratoria, debate e imagen pública, algo que hasta el momento no se había contemplado dado el enorme carisma de los líderes iniciáticos.

2.- La batalla mediática sigue siendo una asignatura pendiente. No basta con los medios públicos. El neoliberalismo ha logrado que nazcan manchados con el pecado original de su supuesta parcialidad, mientras que consigue que los suyos sean considerados independientes por el mero hecho de ser de propiedad privada. A esto hay que añadir que la comunicación realizada desde lo público carece, en muchas ocasiones, de atractivo y capacidad de seducción. Tampoco es suficiente con la red de medios comunitarios y populares fraguada en estos años. Ademas de su limitado alcance, sus mensajes están dirigidos a una audiencia con un alineamiento político ya muy definido. Es necesario construir medios de gran envergadura y con vocación hegemónica que no sólo informen y formen, sino que también entretengan, con una programación variada que cubra desde las noticias hasta los deportes, desde películas hasta concursos. Medios que se anclen en la cotidianidad de la gente, que sean esa cadena de televisión de referencia que está siempre sintonizada en el salón del hogar o esa emisora de radio que suena de fondo mientras se realizan las labores domésticas, se conduce o se trabaja.

3.- Las redes sociales son un espacio de disputa. Twitter o Facebook todavía no ganan elecciones, pero está próximo el día en que sean los medios definitorios. Y si aun no son la clave de la victoria, sí que hay ya ejemplos de candidatos que han perdido por un uso deficiente de los mismo. Los procesos de emancipación deben entrar a esta batalla desde dos flancos. Por una parte, extendiendo su utilización entre las mayorías populares. La composición socioeconómica del electorado de derecha le hace mayoritario en las redes. Es necesario superar esta brecha tecnológica con programas de educación digital y facilitando el acceso a los soportes. Por otro lado, los modos comunicacionales de las redes -individualizados, horizontales, heterogéneos, circulares, anárquicos- obligan a una reformulación del lenguaje utilizado hasta ahora por los procesos de cambio, que si bien fue exitoso en los inicios y la posterior consolidación no parece el más eficaz para estos nuevos tiempos.

4.- La función de los movimientos populares anclados en el territorio. Los procesos de emancipación tienen una ventaja objetiva sobre la derecha: cuentan con una sólida implantación popular activa y comprometida. Centenares de miles de personas, principalmente de las zonas populares, han creado un rico tejido organizativo a lo largo de estos años y constituyen un poderoso músculo para la batalla electoral. Pero su papel no debe ser el de seguidores de la “campaña oficial” ni meros comparsas para llenar mítines, pegar carteles o repartir propaganda. Su verdadero potencial radica en su capacidad para desarrollar una campaña propia, muy pegada al territorio, barrio por barrio y casa por casa, explicando de forma pedagógica a sus convecinos lo hecho y lo que está por hacer o que significa votar por una u otra opción, etc.

5.- Continuar fortaleciendo la institucionalidad. La derecha subcontinentel ya ha demostrado que no le importa poner en peligro la estabilidad de los pilares que sustentan el andamiaje del Estado. En el reciente caso de Ecuador ha sido el poder electoral, pero hay múltiples ejemplos de ataques a los parlamentos, al poder judicial , ejecutivo, ejércitos y fuerzas de seguridad… Frente a esta acometida antidemocrática, los gobiernos progresistas deben seguir reforzando las instituciones alumbradas por las nuevas constituciones del siglo XXI. La solidez institucional es el mejor baluarte contra las andanadas desestabilizadoras de la derecha.

* Nota de Rebelión: En la manifestación convocada por CREO, el partido de Lasso, un hombre aprovecha para hacerse lustrar los zapatos mientras mira su teléfono móvil. Imágenes como esta fueron difundidas en las redes sociales con rótulos como «pelucones con smartphones». En Ecuador, se llama coloquialmente pelucón/pelucona a una persona de ideas conservadoras, adinerada o con pretensiones de serlo, y que asume aires de superioridad frente a la población más humilde. El término pelucón suele tener una connotación despectiva.

Fuente: http://www.celag.org/ecuador-quien-engano-a-quien-la-agenda-del-fraude/

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Cuestión de Perspectiva

Por: Adolfo del Ángel Rodríguez.

  • Todo es cuestión de perspectiva –dijo con tono convencido, aunque se rascó la cabeza deshaciendo el aire de certeza que había proyectado al principio.
  • Aun no acabamos la clase –dijo uno de los alumnos-, debemos terminar de discernir acerca de la política que domina la actualidad porque es con base en ello que proyectaremos nuestras vidas a futuro.

Mientras terminaba su frase, el profesor tomó asiento. Había dictado una clase acerca de la situación actual del país y, como siempre, esperaba a que sus alumnos aguardaran pacientemente el término de la clase, guardar sus libros y retirarse a su cubículo, hasta que aquél alumno habló. Su rostro había permanecido inmutable y parecía que no existía el tiempo mientras observaba los movimientos gesticulares de su alumno, como si los estuviera con los movimientos de Matrix: lentos, precisos, contundentes. Escuchó toda su frase, de principio a fin, pero no alcanzaba a entender porque había reducido su clase a una asignatura, a un espacio con principio y fin, a un aprendizaje por temas, parcelado, como no lo es la vida, porque la vida ofrece aprendizajes complejos, integrales.

Le pareció eterna la intervención del alumno, eternidad en la que no supo aprovechar para lograr entender el contenido de la frase expresada hundiéndose en ese espeso mar de confusión que no le permitía salirse de esa perspectiva, respetable, de ver la vida como una asignatura, como un deber que contaba con horarios, puntajes y acreditaciones; sus alumnos lo observaron estupefactos, ahí sentado, con aire serio e incrédulo, sin salida, como un pájaro enjaulado que no acaba de entender el por qué de la situación.

“Terminar de discernir”, “política”, “actualidad”, sólo entendía las definiciones de diccionario, pero no hiladas como parte de una realidad, como elementos trascendentes y relevantes para poder ser actor de lo que se vive, no solo espectador, como lo había hecho él y pretendía formar a sus alumnos. Sin embargo, no podía hacer otra cosa, era fruto de un sistema que se había encargado de hacer de él lo que era y no sabía hacer más que reproducir lo que, de manera sutil, se le había impuesto como modo de vida: se debía a un trabajo estable, a formar alumnos, recibir un sueldo y, por lo tanto, dar resultados: evaluar, suscribirse a un horario, aprobar o reprobar alumno según los estándares asignados.

“…con base en ello proyectaremos nuestras vidas a futuro…”. Resonó en su cabeza el final de lo que había dicho, como martillazos certeros ante los que la conciencia había sido aplastada, ante lo que no había palabras para replicar lo escuchado. De cierta forma, su labor había dado frutos, porque de sus veinticinco alumnos solo uno había pedido ir más allá, pero eso le complicaba la existencia.

No es que no le interesara la política, no es que no fuera consciente de que formaba parte de una realidad, pero se concebía como espectador, no como actor, pues para su “perspectiva” la política solo era para otro tipo de personas en la que su preparación, su vocación y su persona no debían involucrarse.

“…nuestras vidas a futuro…”, terminó el joven. El profesor se disponía a hablar sin saber qué. Se levantó con aire confundido, dispuesto a hablar; comenzaba a abrir la boca para articular alguna frase cuando de repente sonó el timbre. Había triunfado el sistema, la normalidad y su “perspectiva” de que la política pertenece a otras personas y a otros espacios…

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/cuestion-de-perspectiva/

Fotografía: tomasvte

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Aprender a Aprender para Aprender: Más que un Juego de Palabras.

Por: Carla Yeneris Caballero.

Hace un par de días compartía con un colega de trabajo una imagen que circulaba en una red social en la que participo y que sugiere ‘cómo aprender a estudiar’. Si bien la imagen es muy interesante, mi colega me hizo cuestionarme si en vez de aprender a estudiar lo que tenemos que aprender es a aprender; y llegué a la conclusión de que efectivamente se trata de lo último.

Al pensar en este tema, me cuestionaba si realmente ¿sabemos aprender? Y si tenemos dificultades para ello ¿cuáles son? Pero aun antes de estas dos preguntas, otra previa y más compleja me cuestionaba: ¿Qué es aprender? Y al construir esta respuesta, entonces averiguar qué implica aprender a aprender, cómo lograrlo y cuál debería ser el propósito fundamental de aprender.

Obviamente el mismo concepto de ‘aprender’ o ‘aprendizaje’ cuenta con variadas teorías que tratan de explicar cómo se desarrolla. De esta manera, mientras Piaget centra la atención en un aprendizaje cognitivista – constructivista y Ausubel lo hace destacando la adquisición de conocimientos significativos, es Dearden (1976), citado por Figueroa (2013), quien al referirse al “aprender a aprender” lo describe como “un tipo de aprendizaje de segundo orden (meta-aprendizaje), de diferentes tipos de aprender a aprender referidos a distintas clases generales de un aprendizaje más 1 específico”. También dijo que ‘aprender a aprender es una actitud metodológica y de procedimiento’.

Encontramos en esta última acepción de Dearden una similitud en lo que desde ÁBACOenRed hemos planteado, en cuanto a que aprender implica ‘cambio de actitud1 ’, aunque no solamente vinculado a lo metodológico y didáctico, sino que se traduce en una transformación de nuestro ser y cómo nos relacionamos con las demás personas en un entorno, transformándolo (el entorno) e influenciando a las personas de nuestro alrededor en una relación dialéctica.

En ÁBACOenRed vamos más allá de solo considerar la construcción de aprendizajes, hablamos de construir ‘oportunidades para aprender’, lo cual integra ya lo metodológico, su naturaleza colectiva y la responsabilidad que compartimos quienes participamos en la construcción de esta oportunidad. Estas oportunidades de aprender se convierten en procesos de transformación y cambio en nuestras relaciones las cuales producen nuevas necesidades de aprender. Así corresponde a una naturaleza dinámica y progresiva.

No dejamos de aprender, y cada aprendizaje se convierte en punto de partida para nuevos aprendizajes, en relación con otros seres y en un contexto sociocultural concreto, de forma intrínseca. Así que todo el sistema, en el cual estamos, ‘aprende’, esto es lo que sintetizaría la categoría ‘EcoPerSocial’ del aprendizaje que hemos desarrollado como ÁBACOenRed.

Aprender es vivir y vivir el aprender es ser, es otra definición que utilizamos desde el colectivo de ÁBACOenRed, porque estamos convencidas/os que el aprendizaje es inherente a los seres, es vivo, dinámico, constante. Construimos estas oportunidades para aprender a lo largo de nuestra vida.

Aprender a aprender para aprender

Lo que pareciera ser un juego de palabras, ‘aprender a aprender para aprender’, no lo es, ya que denota una relación intrínseca entre producto (aprender), proceso (cómo aprender) y propósito (para qué).

 La relación ‘aprender a aprender’ implica lo metodológico, el ‘cómo lograrlo’; y ‘aprender para aprender’ denota su intencionalidad y por supuesto su intensidad. En ambos casos, un elemento hay en común y son los significados que cada persona le asigna.

Así como los significados construidos son particulares de persona a persona – ya que en esta relación cada quien se queda con un ´algo´ (¿un saber?, ¿un sentir?, ¿…?) particular, que será muy diferente por el significado muy propio para sí – también el cómo adquirirlos y para qué varía de persona a persona. Saber cómo una/o aprende, cuál es nuestro propio ritmo, estilo y su intencionalidad, nos permitirá elegir las técnicas o mecanismos más adecuados para aprender, eligiendo los más convenientes o eficaces para una/o misma/o.

Nisbet y Shucksmith (1987), citados por Wompner y Fernández (2007), escribieron que para que aprender a aprender sea un método valioso, este debe integrar las secuencias de procedimientos o actividades que faciliten la adquisición, el almacenaje y/o la utilización de distintos recursos, de manera que cada estudiante puede planificar u organizar sus propias actividades de aprendizaje.

No estamos hablando aquí de un aprendizaje aislado o en solitario, sino más bien de desarrollar habilidades, destrezas, mecanismos, hábitos,… lo que sea necesario para para iniciarnos en el aprendizaje y continuar aprendiendo de manera cada vez más eficaz y de forma autogestiva y autorregulada, de acuerdo a los objetivos y necesidades propias. Sería este nuestro rol como facilitadores/as de este proceso; es decir: agitar en colectivo y luego dejar fluir los aprendizajes en cada persona, tal como lo sugiere la metodología Montessori.

Carla Iribarren (2016), escritora de un portal especializado en psicología y pedagogía, escribe que para ‘aprender a aprender’ es necesario encontrar la manera de entender, analizar y aprender las cosas del exterior por los medios que a cada una/o le parezcan convenientes, cómodos o más fáciles.

Ahora bien, cuando hablamos de ‘aprender a aprender para aprender’ nos referimos a un propósito que va más allá de solo aprobar exámenes, por ello no se trata solo de técnicas de estudio sino más bien de técnicas de aprendizaje. No es entonces, aprender para un momento sino para la vida. Es una invitación a que ‘aprender’ se vuelva asunto sistemático, permanente y consciente.

Por supuesto, la meta de quienes acompañamos procesos educativos, debiera ser facilitar procesos en los cuales podamos ‘aprender a aprender para aprender’; es decir, acompañar oportunamente en la identificación aquellas estrategias metodológicas que nos permitan aprender de forma eficaz y también ofrecer insumos, ambiente y condiciones que permitan reflexión crítica de la dimensión ética, filosófica y política del aprender.

‘Aprender a aprender para aprender’ implica situarse adecuadamente tanto ante contenidos teórico-conceptuales en un contexto escolar como ante emociones, experiencias y situaciones vitales que necesiten de nuestra interpretación, asimilación y acción coherente. Se trata de expresar en la vida cotidiana, a través de nuestras decisiones, cuáles son los aprendizajes que hemos construido.

Queremos contribuir a una educación que nos permita aprender en la vida, desde la vida y para la vida.

¿Cómo aprendemos a aprender (para aprender)?

Como dijimos antes, el aprendizaje es un proceso social que se constituye de experiencias propias y experiencias comunes con las/os demás. Se trata de conocimientos, sentires, pensares, habilidades, hábitos,… a fin de cuenta de ‘actitudes’. Así es como aprender se vuelve un proceso amplio y complejo que precisa de distintas estrategias o técnicas de aprendizaje dependiendo de las dimensiones que se desean focalizar o fortalecer, lo que deseamos aprender y los medios con los cuales disponemos.

Es decir, dependiendo de la dimensión del aprendizaje a la que se le dé más énfasis así serán las estrategias metodológicas a elegir. Solo algunos ejemplos: si deseamos desarrollar nuestra habilidad de comprensión y síntesis entonces, quizá, debamos elegir técnicas para resaltar ideas clave, repetición para la memorización, elaborar esquemas, analogías, referencias o resúmenes, etc. Si queremos enfocarnos en el desarrollo de nuestra creatividad entonces podemos incorporar estrategias lúdicas como el juego y el arte como instrumentos pedagógicos. Para desarrollar una actitud positiva ante la vida y superar nuestros problemas emocionales nos convendrá aprender de los principios y técnicas derivadas de la psicología positiva, y así podríamos continuar mencionando ejemplos.

Hay mucha literatura disponible sobre técnicas que se derivan del aprendizaje con base en proyectos; aprendizaje basado en problemas; aprendizaje a partir de sueños; aprendizaje cooperativo, la sistematización de experiencias, entre otras; lo importante es saber para qué y cómo usarlas.

Otro aspecto muy importante al elegir las herramientas metodológicas es que estas combinen en lo posible la teoría con la práctica, retomando los principios de la Educación Alternativa Popular para garantizar que se generen más datos, más información, más conocimiento, más práctica y más aprendizajes significativos, es decir más y mejor vida.

Es indispensable el uso del recurso didáctico y político de la pregunta , que nos ayude a reflexionar críticamente, que nos lleva a cuestionarnos y expresar nuestros puntos de vista, que nos saque de la lógica bancaria de la educación. La pregunta como herramienta pedagógica contribuirá a que quienes participamos en procesos educativos no seamos solamente receptoras/es pasivas/os, sino actoras/es y autoras/es activas/os en una dinámica de construcción colectiva de conceptos, preguntas, hipótesis, en fin de aprendizajes.

Sea como fuere, la aplicación de técnicas precisa de la necesidad de adquirir habilidades de estudio personal y grupal. Estas habilidades se logran a través de un constante trabajo personal y colectivo. Es necesario aprender cómo observar, analizar, organizar, jerarquizar y compartir lo que aprendemos.

A continuación algunas sugerencias desde mi experiencia como facilitadora metodológica desde el contexto de ÁBACOenRed.

Al menos 8 Claves…

Sin querer ser exhaustiva, a partir de los intercambios significativos que se generan en nuestros procesos de aprendizaje en ÁBACOenRed, puedo resumir y compartir algunas claves que me parecen importantes para ‘aprender a aprender para aprender’:

1. Desde un enfoque de educación alternativa popular, todo aprendizaje parte de aprendizajes previos. Por ello es importante conocerse, autovalorarse para establecer un punto de partida; saber de nuestras fortalezas, debilidades y en qué podríamos mejorar. Esto es, saber qué queremos saber, cuánto sabemos y qué deseamos descubrir.

2. Desarrollar un compromiso personal. Ayuda dejar por escrito a lo que nos comprometemos antes de empezar cualquier proyecto que sea. Aprender a aprender no es la excepción.

3. Desarrollar una actitud investigativa y de búsqueda permanente.

4. Administrar el uso de las herramientas más adecuadas a nuestros ritmos de aprendizaje. Implica identificar y seleccionar críticamente los distintos medios con los cuales disponemos y las técnicas que podríamos implementar dependiendo de lo que deseamos aprender.

5. Trabajar con otras/os (actitud cooperativa), ya que a partir de los intercambios en equipo podemos aprender más y mejor.

6. Establecer metas con un plan concreto que nos permita alcanzar lo que nos proponemos. Deberíamos trabajar en nuestra propia disciplina y autorregulación personal para cumplir con nuestro propósito.

7. Poner mente, corazón y manos a la obra (aprender a aprender desde la acción).

8. Por supuesto, la motivación, la confianza y la (auto) crítica constructiva (autoevaluación sistemática, a partir del uso de preguntas) serán catalizadores muy importantes en este proceso de aprender a aprender para aprender.

Concluyendo…

En este escrito he compartido, lo que desde mi punto de vista implica la frase ‘aprender a aprender para aprender’ que más allá de un juego de palabras denota una relación intrínseca entre aprender, cómo y para qué.

Como he mencionado, cuando hablamos de ‘aprender a aprender para aprender’ nos referimos a un propósito que va más allá de solo aprobar exámenes, por ello no se trata solo de técnicas de estudio sino más bien de técnicas de aprendizaje. No es entonces, aprender para un momento sino para la vida. Es una invitación a que ‘aprender’ se vuelva asunto sistemático, permanente y consciente en la vida, para la vida y desde la vida misma.

Nuestro rol como facilitadoras/es es diseñar, acompañar y facilitar procesos metodológicos y didácticos que nos permitan ‘aprender a aprender para aprender’.

Fuente: http://abacoenred.com/wp-content/uploads/2015/10/aprender-a-aprender-para-aprender.pdf

Fotografía: Valle de Elda

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