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Proteger a la familia

Segundo Siliézar y su familia fueron los protagonistas de un reportaje que leí en El Faro en el 2010. Segundo era un campesino que vivía de la milpa cuando se podía. Un día no se pudo y sus cinco hijos, entre 12 y 1 año, llevaban casi 24 horas sin probar bocado. Los dos más chiquitos se le colgaban de las piernas pidiéndole comida. En su desesperación por encontrar algo que darle a sus pequeños, se acordó de un balde que una par de años atrás había dejado guardado con algunas semillas de maíz con pesticida. Su esperanza fue que dos años después esas semillas ya no fueran mortales. Estaba equivocado. Todos resultaron envenenados. Segundo estuvo al borde de la muerte y dos de sus hijos fallecieron. Se murieron de hambre.

Para el que lee estas líneas quizá sea difícil de creer, pero la realidad es que en El Salvador existen familias que se mueren literalmente de hambre. El informe del Banco Mundial del 2015 mostró que cinco años después de la tragedia de Segundo y su familia en nuestro país las cosas han cambiado poco. El 25% de la población vive en pobreza crónica, aproximadamente 1 millón 500 mil personas nacieron pobres y morirán pobres frente a nuestra narices.

En el 2012 encontré por primera vez una nota, otra vez en El Faro, que hablaba sobre el éxodo de familias que habitaban las colonias dominadas por pandillas. Casas abandonadas y saqueadas daban testimonio de los desplazados por la violencia. Durante una de las estancias de investigación que hice en la frontera sur de México en ese año, conocí el caso de un soldado salvadoreño que estaba solicitando refugio con su madre y hermana. Las pandillas lo habían amenazado después de que asesinaron a uno de sus familiares, un militar también. Habían huido casi que con lo puesto, no solo de la mara, sino también de un estado incapaz de protegerlos. Hace solo dos meses fuimos testigos del primer albergue para desplazados por amenazas de pandillas. Durante 20 días, 19 familias del caserío El Castaño se refugiaron con las pocas pertenencias que pudieron llevar en una cancha techada en Caluco.

Hasta el momento se desconoce el número exacto de familias que han huido de sus colonias, de sus caseríos y cantones para conservar la vida y para no volverse un daño colateral de la política de seguridad a punta de pistolas que el gobierno ha implementado contra las pandillas.

Lorena y Yeimi, dos salvadoreñas que conocí en México, trabajaban en el comercio sexual. Ambas eran las jefas y proveedoras de sus hogares y, como muchas otras, tuvieron antes varios trabajos “decentes” en El Salvador. Fueron domésticas, maquileras, panaderas, personal de limpieza en hoteles y oficinas. Con ninguno de estos trabajos lograron nunca ganar lo suficiente para mantener a sus familias, ni siquiera lo suficiente para cubrir las necesidades básicas. Por eso decidieron migrar, separarse de sus hijos y arriesgarse a vivir como indocumentadas y laborar en la actividad más estigmatizada de todas, pero que al menos sí les garantizaba poder mantener y sacar adelante a sus familias.

Esto no puede resultarnos extraño, cuando en nuestro país por ley el salario mínimo sigue siendo un reproductor de hogares pobres: $258 en la industria, $263 en el comercio, $221 en la maquila y $124 en la agricultura.

Esta es la base de nuestra sociedad, una familia frágil y en constante lucha por sobrevivir; una familia en riesgo, no por su composición sino por las carencias históricas en materia de políticas económicas y sociales que garanticen a todos los hogares el goce de derechos, aunque sea de los mínimos. La deuda del estado con la familia es enorme.

Pese a este escenario donde queda todo por hacer, lo único que se les ocurre a algunos diputados de ARENA es pedir la ratificación de una reforma a la Constitución de la República para discriminar del matrimonio a ciudadanos homosexuales y transexuales. De todo lo posible, su única propuesta es restringir aún más derechos a otros seres humanos. Lo hacen, dicen, para proteger a la familia. La infamia e hipocresía de nuestros políticos no tiene límites.

*Laura Aguirre es estudiante de doctorado en sociología en el Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad Libre de Berlín. Su tesis, enmarcada dentro de perspectivas feministas críticas, está enfocada en las mujeres migrantes que trabajan en el comercio sexual de la frontera sur de México. Su trabajo también abarca la sexualidad, el cuerpo, la raza, la identidad y la desigualdad social.

Fuente: https://elfaro.net/es/201611/columnas/19576/Proteger-a-la-familia.htm

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Mensaje de fin de año del Subdirector General de Educación de la UNESCO, el Sr. Qian Tang

UNESCO/ 24 de diciembre de 2016/Fuente: http://www.unesco.org/

En esta entrevista, el Sr. Qian Tang, Subdirector General de Educación de la UNESCO, habla de los sucesos sobresalientes de 2016, la atención permanente a los ámbitos prioritarios de la UNESCO y lo que espera para 2017.

“Este ha sido el primer año de la nueva agenda de desarrollo sostenible, que incluye el ODS 4, cuyo propósito es alcanzar la educación para todos de aquí a 2030. La UNESCO se ha venido esforzando para cumplir con su doble función de asistir a los Estados Miembros en su aplicación en el plano nacional y coordinar y supervisar esa aplicación en el plano internacional.

El Sr. Tang señaló que la Organización ha trabajado en el plano nacional en numerosos Estados Miembros, ayudándoles a conjugar sus políticas y estrategias con las metas del ODS 4 y celebrando consultas para ofrecer oportunidades de intercambiar prácticas idóneas en la consecución de las metas educativas.

“Otros hechos notables fueron la publicación del Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo 2016, que se presentó en más de 80 países, y las reuniones del Comité de Orientación, que proporciona el mecanismo de coordinación para los Estados Miembros y otros asociados”, señaló.

Mantener la atención sobre los ámbitos prioritarios

“La igualdad de género sigue siendo una prioridad, porque creemos que la prestación de una educación de calidad a las niñas y las mujeres es todavía un reto primordial en el mundo. A ese fin, seguimos promoviendo la equidad y la inclusión”, añadió.

“Esto lo llevamos a cabo mediante la integración de la equidad de género en la ejecución de todos los programas, tanto si se trata de alfabetización como de competencias para la vida práctica. Junto con los programas, desarrollamos proyectos en gran escala que se centran en la igualdad de género en la enseñanza, tales como el Fondo Malala, que promueve el acceso de las niñas a la educación de calidad en las zonas rurales de Pakistán”, dijo el Subdirector General.

También salió a relucir el tema de África.

“Creo que, si proclamamos que África es una prioridad, debemos poner en práctica esa declaración. Por ejemplo, en nuestro presupuesto ordinario, al África se le asigna la fracción más cuantiosa y en nuestra estructura fuera de la Sede, la región africana cuenta con la mayor proporción. Cuando movilizamos recursos extrapresupuestarios para auspiciar programas educativos, África recibe la fracción más importante.”

“Por ejemplo, tenemos el CapED, que en 2016 prestó apoyo a 28 países, muchos de ellos del África subsahariana. Cada año, le dedicamos unos 9 millones de dólares a este programa. Desde su inicio, en 2003, le hemos asignado más de 80 millones de dólares”, afirmó el Sr. Tang.

En cuanto a sus deseos para 2017, el Sr. Tang declaró: “El primer año de aplicación del ODS 4 casi ha concluido, pero nuestros esfuerzos en pro de su consecución todavía prosiguen. Comenzamos con la promoción y ahora vamos hacia la ejecución en el plano nacional. Al mismo tiempo, la UNESCO desempeña una función de liderazgo en ámbitos tales como la ciudadanía mundial y la educación para el desarrollo sostenible. En el año que comienza nos gustaría realizar una labor más concreta en ambos temas en el plano nacional”, afirmó.

“Seguiremos trabajando para proporcionar asistencia específica a los Estados Miembros mediante el fomento de capacidades, el asesoramiento, la supervisión y la revisión de sus políticas, y a través de la coordinación y la cooperación a escala mundial, de modo que puedan aplicar los ODS 4 en sus respectivos países”.

Fuente del Comunicado:

http://www.unesco.org/new/es/media-services/single-view/news/an_end_of_year_message_from_unesco_assistant_director_genera/

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De La Fraternidad a la Solidaridad (Hacia una Política de la Liberación)

Enrique Dussel

Se trata de exponer una categoría material desde el horizonte de una Política de la Liberación que estamos elaborando. Será un ejemplo de un tema que supondría para su plena concepción mucho mayor espacio. Valgan las páginas siguientes como sugerencia sobre la cuestión.

Haga click aquí para que descargue el artículo en pdf:

http://enriquedussel.com/txt/Fraternidad%20a%20Solidaridad.pdf

 

Fuente del Artículo:

http://enriquedussel.com/articulos.html

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Cómo navegar por el sistema educativo de EEUU

EEUU/24 de diciembre de 2016/Autor y Fuente: UNIVISIÓN

Estados Unidos tiene un sistema escolar descentralizado, lo que quiere decir que el papel del gobierno central en política educativa es limitado, a diferencia de otros países, y la mayoría de las leyes que reglamentan la educación varían de acuerdo al estado en donde se encuentre la escuela.

La educación es obligatoria comenzando entre los cinco y ocho años de edad y hasta los 16 ó 18 años, dependiendo de cada estado.

A través de esas edades existen varios niveles educativos: educación inicial, preescolar, primaria, intermedia y secundaria. Cada año escolar corresponde a un ‘grado’.

Qué son los grados

Los niños pueden asistir a un programa de educación inicial o guardería entre los cero y tres años de edad, a los cuatro pueden entrar a un programa preescolar, a los cinco al kinder y luego entran a la primaria, o ‘elementary school’ en inglés, que va del primero al sexto grado.

Para los grados séptimo y octavo los estudiantes asisten a la escuela intermedia o “middle school” en inglés, y después de graduarse entran a la secundaria o “high school”.

En la secundaria cursan los últimos cuatro grados: noveno, décimo, undécimo y duodécimo, y obtienen su diploma de secundaria entre los 17 y 18 años de edad.

La educación es más o menos general hasta ese punto y luego los jóvenes tienen la opción de aprender un oficio y obtener un título profesional o ingresar al college o a la universidad para continuar estudios superiores.

La educación pública solo es compulsoria y gratuita entre el kinder y el duodécimo grado.

Algunos estados financian programas de guarderías y preescolares, pero a este nivel la mayor parte de los servicios aún se prestan de manera privada.

El gobierno federal, por ejemplo financia el popular programa de Head Start, que provee servicios educativos, médicos, dentales, de nutrición y apoyo a familias, libres de costo.

Este programa, que fue creado hace más de 50 años, tiene como objetivo el desarrollo cognitivo, social, emocional y físico para preparar a los niños (de 0 a 5 años) a entrar a la escuela para que estén listos para aprender.

El departamento de Educación tiene un directorio de las agencias de educación estatales en donde se pueden consultar qué estados proveen educación temprana y preescolar, así como cualquier otro tipo de pregunta sobre la educación de kinder a duodécimo grado.

Básicamente existen dos tipos de escuelas: las públicas y las privadas.

Las escuelas públicas son gratuitas y se financian con el pago de los impuestos federales y locales.

Es importante saber que todos los niños , independientemente de su estatus migratorio, tienen derecho a la educación pública gratuita desde el kinder al duodécimo grado.

Es ilegal que un funcionario escolar pida prueba de ciudadanía estadounidense para admitir a un joven a la escuela.

A la hora de matricular a un estudiante es posible que a un padre le pidan los expedientes médicos del niño y prueba de vacunas, documentos que prueben la identidad del menor, como un certificado (acta) de nacimiento o prueba de que el niño vive en el distrito escolar.

En ningún momento los funcionarios escolares deben utilizar estos documentos para probar si un niño es ciudadano estadounidense o no.

Tipos de escuelas públicas

– Escuelas tradicionales del barrio: Admiten a los estudiantes que viven dentro de un límite territorial determinado cerca de la escuela. Cada distrito escolar público establece sus propias reglas y límites para cada escuela y conviene consultar con el distrito sobre cual es la escuela que le toca a cada niño según su dirección residencial.

Los distritos escolares a veces cambian los límites para las escuelas de barrio, para equilibrar la matrícula, así que los padres nunca deben asumir que si residen en la calle en donde está ubicada una escuela su hijo será asignado automáticamente a esa escuela.

– Escuelas charter: Son escuelas públicas que pueden reclutar estudiantes fuera de su propio distrito escolar y tienen más libertad de acción en cuanto a su funcionamiento administrativo y métodos de enseñanza. Por lo tanto pueden ser más innovadoras y responder mejor a las necesidades de sus estudiantes que las escuelas públicas regulares. Se les exige mejor desempeño académico. Están regidas por un acuerdo (charter) firmado con las juntas escolares, que establece su misión, métodos de enseñanza, evaluación y medición de resultados.

Su hijo puede asistir a cualquier escuela charter en su distrito, o fuera de su distrito, siempre y cuando cumpla con los requisitos que se le pidan y haya espacio disponible. Las charter que están en alta demanda por lo general asignan espacios por lotería.

– Escuelas Magnet: Tienen generalmente un enfoque particular, como el arte o la tecnología, o siguen una estructura de organización diferente a las escuelas tradicionales, como la mezcla de diferentes grados dentro de un aula. También pueden operar en un horario específico durante todo el año y no se rigen por las fronteras de vecindad, sino que atraen a estudiantes de todo el distrito escolar y deben aceptar a los estudiantes sobre una base no discriminatoria.

Las escuelas privadas son administradas por entidades que pueden ser laicas o religiosas, seleccionan a quiénes permiten ingresar y se mantienen con el pago de las cuotas de los padres, donativos o ayudas del sector privado.

Tipos de escuelas privadas

– Escuelas privadas tradicionales: No reciben fondos del estado. Establecen sus propios criterios de admisión. Las familias de los estudiantes pagan la matrícula o, en algunos casos, los estudiantes reciben becas para asistir. Los profesores, directores, consejeros de administración (y a veces los padres y estudiantes) deciden el plan de estudio, la metodología docente y los requisitos de inscripción. Las hay religiosas y laicas. Las escuelas privadas no están obligadas a contratar maestros con credenciales o a publicar los resultados calificados de sus pruebas.

– Escuelas alternativas: Se trata de escuelas cuyas filosofías educativas son diferentes de los programas tradicionales. Por lo general, las escuelas alternativas tienen clases pequeñas, un plan de estudios de desarrollo social y emocional y un currículo académico marcado por su propio ritmo. Algunos ejemplos son las escuelas Montessori, que estimulan la independencia de los niños y el aprendizaje a su propio ritmo, y las Waldorf, que enfatizan la creatividad y la puesta en práctica de habilidades manuales.

Educación en casa o ‘homeschooling’: Otra opción es que los padres enseñen a sus hijos en casa en lugar de enviarlos a una escuela pública o privada. Cada estado tiene diferentes leyes que rigen la educación en el hogar. Los padres pueden actuar como maestros o contratar a tutores particulares para alguna materia específica, y pueden sentarse a enseñar matemáticas y ciencias dejándose llevar por un currículo impreso. Muchas comunidades tienen organizaciones que ayudan a las familias que hacen ‘homeschooling’ proveyéndoles programas de estudio y oportunidades de conocer a otros educadores en el hogar.

Educación especial

Los niños con discapacidades también tienen derecho a la educación especial, que se centra en un servicio individualizado para ayudarlos a aprender junto con sus compañeros sin discapacidades tanto como sea posible.

Si un niño califica para educación especial va a recibir enseñanza individualizada y otros recursos clave sin costo alguno. Los especialistas que trabajan con el niño se centrarán en sus puntos fuertes, así como en sus desafíos. Y los padres serán miembros importantes del equipo que decide lo que necesita para progresar en la escuela.

El primer paso para averiguar si un niño tiene una discapacidad es comunicarse con el director de su escuela o de educación especial, explicarle las preocupaciones con el rendimiento educativo del niño y pedirle que la escuela le realice una evaluación bajo la ley IDEA lo antes posible.

IDEA es es la ley federal que define y regula la educación especial. La ley requiere que las escuelas públicas proporcionen servicios de educación especial para niños que cumplen con ciertos criterios y varían en edad de 3 a 21.

Los niños menores de 3 pueden obtener ayuda a través de servicios de intervención temprana de IDEA y pueden ser muy importantes en ayudar al niño pequeño a desarrollarse y aprender.

¿Cómo inscribir a un niño en la escuela?

Recuerde que todos los niños, independientemente de su estatus migratorio, tienen derecho a la educación pública gratuita desde el kinder al duodécimo grado.

Para inscribir a un niño en la escuela debe preguntar por el proceso en el distrito escolar, llamar a la escuela o ir personalmente al lugar.

Muchos distritos escolares le pedirán que solicite admisión en más de una escuela llenando una solicitud común. Infórmese en su distrito de cuál es su política.

– Pruebas de edad e identidad: Las autoridades escolares pueden pedirle un certificado (acta) de nacimiento u otro documento fiable donde se confirme la identidad del niño y su edad (pasaporte, tarjeta de identificación escolar, expediente escolar, la boleta de calificaciones, identificación militar, acta de nacimiento del hospital, registro de adopción o certificado de bautismo). Algunas escuelas también podrían pedirle una tarjeta o número de Seguro Social, aunque proveer esta información es algo estrictamente voluntario y no tener número de Seguro Social no es razón para negarle la matrícula a un niño.

Prueba de residencia: Le podrían pedir una licencia de conducir, tarjeta de registro de votante, factura de servicios públicos, contrato de alquiler, declaración de impuestos, comprobante de propiedad (incluyendo una declaración de la hipoteca) o cualquier otro documento oficial que muestre su nombre y dirección. Los funcionarios escolares no deben utilizar estos documentos para probar si un niño es ciudadano estadounidense o no. Tampoco pueden negarle matrícula a un niño sin hogar que no puede proveer documentos que acrediten su dirección residencial.

Registros de vacunación: Confirme con el distrito escolar qué vacunas requiere su niño para ser admitido en la escuela.

– Chequeo de vista y dental: Algunas escuelas requieren chequeos de visión y dentales a ciertas edades.

– Formularios de inscripción y de emergencia: Es posible que tenga que llenar formularios de registro y autorizaciones médicas de emergencia.

– Audiciones y portafolios: Algunas escuelas con enfoques específicos (charter o magnet) requieren que los estudiantes demuestren su talento en artes escénicas o visuales. Por lo general se trata de una audición o la presentación de un portafolio de trabajos.

– Escuelas privadas: Muchas escuelas privadas requieren un formulario de solicitud, recomendaciones de los maestros y tarjetas de calificaciones pasadas. Algunas escuelas requieren entrevistar a su hijo y que tome una prueba de evaluación.

Fuente del Reportaje:

http://www.univision.com/noticias/educacion/como-navegar-por-el-sistema-educativo-de-eeuu

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De Deberes, Placeres e Imaginarios Educativos

Por: Juana M. Sancho

La escuela no es “el” lugar de aprendizaje. Los estudiantes transitan por contextos culturales y sociales en los que aprenden cosas muy diferentes.

La resaca del maremoto trianual producido por la publicación del Informe PISA 2015, ha conllevado, una vez más, una oleada de declaraciones, opiniones, estudios, pareceres, críticas y explicaciones. Cada vez más se cuestiona lo que pretende “medir” este tipo de pruebas, la descontextualización de algo tan contextual como el aprendizaje y sus culturas, la forma de administrarlas, las triquiñuelas de algunos sistemas para salir mejor colocados, el poder que suponen para un determinado organismo, el coste asociado a su administración en países con profesorado mal preparado y peor pagado, su “inutilidad” por no conllevar ni fomentar análisis profundos del presente y futuro de los sistemas educativos, dado que, como máximo, lo único que se deriva es qué hacer para salir mejor en la foto siguiente.

En esta ocasión, en mi parlamento de las cosas en el que me propongo explorar las alternativas de la educación, sitúo la discusión en un tema que PISA 2016 ha vuelto a poner sobre la mesa, cuando en realidad nunca se ha ido. Me refiero a la cuestión de “los deberes”. Los cursos escolares comienzan y acaban con este debate, las vacaciones lo reaniman y PISA parece aportar más “munición”.  Se suele debatir, una y otra vez, si deberes sí o no, en qué momentos, por qué, para qué, ocupando cuánto, si habría que cambiar la metodología de enseñanza,…  Pero los años de experiencia y estudio me dicen que quizás el foco del problema está en otro lugar, que quizás como en el cuento sufí, estemos buscando el anillo perdido bajo una farola y no en el lugar en el que se nos cayó.

Dándole vueltas a esta idea, en la publicación de la Obra Completa de Carl Jung (editorial Trotta), recuentro las nociones de “inconsciente colectivo”, “algo así como una patria común y desconocida, se manifiesta aquí y allá, entonces y ahora, y es razonable pensar que lo seguirá haciendo”. Así como el de “arquetipo”, “una imagen con alto contenido emocional que nos ayuda en nuestra educación sentimental y a ordenar los tipos humanos” (Juan Arnau). Y me planteo, en relación al tema de esta columna, que hacer consciente, explícito, nuestro “inconsciente colectivo” y nuestro “arquetipo” nos puede llevar a reconsiderar cómo hemos llegado a pensar como lo hacemos en relación al sentido y el papel del sistema educativo en el mundo actual y, quizás, a establecer nuevas cuestiones, así como el tema de los “deberes”.

Porque hoy la Escuela no es “el” lugar de aprendizaje. Los estudiantes transitan por distintos contextos culturales y sociales, analógicos y digitales, en los que aprenden cosas muy diferentes, a veces en conflicto con la educación formal, que día a día, en un mundo saturado de información, está perdiendo imagen, discurso y prestigio. De ahí que lo primero que preguntaría sería: ¿Cuál es el proyecto educativo de la institución? ¿de qué estrategias y recursos se está dotando para poder ponerlo en marcha? ¿qué noción de conocimiento, de enseñanza, de aprendizaje, de saber y de evaluación subyacen al proyecto? ¿cuál es el papel de los diferentes implicados: administración, dirección, docentes, estudiantes, familias…? ¿hasta qué punto se tiene en cuenta los aprendizajes, intereses y capital social y cultural del alumnado? ¿qué tipo de relaciones, conexiones o desconexiones se plantea con el resto de los contextos de aprendizaje de los estudiantes?

Estaríamos así deconstruyendo el “inconsciente colectivo” y el “arquetipo” de la educación escolar. Y si consiguiésemos cuestionar la inercia que enseñar es decir, aprender es escuchar y el conocimiento es lo que pone en los libros, y conectar las experiencias del centro con las del mundo exterior del alumnado, el aprendizaje se convertiría en el goce continuo del descubrimiento, la repetición y el aburrimiento en interés y curiosidad y los “deberes” en “placeres”. Incluso para las familias que acompañan a sus hijos en este proceso -y aquí siempre habrá que poner una atención especial  a los diferentes colectivos, para no generar nuevas formas de segregación social- puede ser una fuente de aprendizaje y experiencia en un mundo cambiante en el que la curiosidad no coartada de los más pequeños puede ser una necesaria puesta al día para los mayores.

Fuente Original del Artículo: 

De deberes, placeres e imaginarios educativos

Fuente donde se tomó el Artículo:

http://insurgenciamagisterial.com/de-deberes-placeres-e-imaginarios-educativos/

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La Educación es más que un logo corporativo

Henry Giroux

Cualquiera que pase algo de tiempo en el campus de un college en esto días no puede desconocer como la educación superior está cambiando. Atadas por el dinero y definidas crecientemente en el lenguaje de la cultura corporativa, muchas universidades parecen estar menos interesadas en el alto aprendizaje que en convertirse en escaparates licenciado por corporaciones de grandes nombres – ventas de espacio, edificios, y sillas para donantes corporativos ricos.

Los presidentes de los College, son ahora llamados C.E.O. y son menos conocidos por su liderazgo intelectual que por su rol como forjadores de fondos y su habilidad para construir puentes entre el mundo académico y el de los negocios. Los avezados capitalistas ahora friegan los College y universidades en la búsqueda de grandes beneficios hechos a través de acuerdos de licencia, el control de derechos de propiedad intelectual, y la inversión de compañías derivadas de la universidad. En el tiempo del dinero y las ganancias, los sujetos académicos ganan estatura casi exclusivamente por su contravalor en el mercado. Esto se suma a los intentos de la administración Bush por privatizar la educación superior cortando los programas sociales, saqueando los servicios públicos y empujando a los estados al borde de un desastre financiero.

Mientras, la educación superior se convierte cada vez más en un privilegio que en un derecho. Muchos estudiantes de la clase trabajadora encuentran financieramente imposible ingresar a los college, o a causa de los costos que aumentan permanentemente tienen que abandonar. Aquellos estudiantes que tienen recursos para permanecer en la escuela sienten cada vez más las presiones del mercado laboral y deben apurarse por tomar cursos y recibir credenciales profesionales en negocios, ocasionando perjuicios a las ciencias naturales y las humanidades. No debe sorprender, que los estudiantes sean llamados “clientes”, y que las facultades son menos recompensadas por sus becas que por su habilidad de asegurar sus fondo y becas de fundaciones, corporaciones y otras fuentes externas. O que antes de ser reconocidas por su enseñanza crítica inventiva y rigurosa investigación, sean valoradas como operadoras multinacionales, aún cuando la mayoría cortan cada vez más el contrato de empleados. Los presidentes de algunas universidades discuten incluso acerca del llamar a los profesores “empresarios académicos”.

En tanto, la línea entre las instituciones de educación superior orientadas al lucro o no colapsa, la tensión entre los valores democráticos y los intereses de mercado mancha, y la distinción entre educación y entrenamiento para el trabajo se rompe. Tampoco debe sorprender, que se ha convertido en más difícil para la opinión pública reconocer que los problemas que enfrenta la educación superior tienen menos que ver con la administración corporativa , y la eficiencia, que con la erosión de los ideales democráticos.

Por fortuna, hay una larga tradición en la historia Americana que rechaza la noción de que la educación superior debe ser tratada como la marca de un producto o simplemente como entrenamiento para la fuerza de trabajo de las corporaciones. En esta visión más noble, que se extiende desde Thomas Jefferson y Horace Mann a W.E.B. Du Bois y Jonh Dewey, la educación superior fue siempre defendida tanto como un bien público como una esfera autónoma donde los estudiantes para la ciudadanía activa, el valor cívico, y el desarrollo de una sociedad democrática sustantiva. Si la educación superior enfrentará el desafío del nuevo milenio, las universidades y los college necesitan reclamar su legado y redefinirse como sitio de aprendizaje crítico y activa participación en la vida cívica.

Esta visión de la educación como ideal cívico, sugiere respeto de los educadores, tanto maestros como profesores, ofreciendo a los estudiantes el conocimiento necesario para aprender cómo gobernar en oposición a cómo ser gobernado, expandiendo las fronteras de su imaginación, y permitiendo la promesa de un orden democrático social vibrante.

Considerar la educación como un intento democrático comienza con el reconocimiento que la educación superior es más que una oportunidad de inversión, la ciudadanía es más que consumir, el aprender es más que prepararse para el trabajo, y la democracia es más que tomar decisiones en el centro comercial local. La educación superior es un logro democrático ganado con dificultad y es tiempo de que los padres, las facultades, los estudiantes, y los ciudadanos preocupados se ocupen de ella como un bien público más que como un mero campo de entrenamiento para los intereses, valores y beneficios corporativos.

Al corazón de tal lucha está la noción de una militancia utópica en que la esperanza se convierte en la precondición tanto para pensamiento alternativo y acciones con responsabilidad y coraje. La democracia está en crisis en todo el mundo, y uno de los caminos para conducirnos en esta es a través de un modo de educación que no tome sólo lugar en la educación pública y superior, sino también a través de anhelos utópicos en los cuales podamos vislumbrar comunidades organizadas alrededor del valor en vez del miedo, compartir las necesidades humanas antes que los valores amorales del mercado, y principios morales que nos lleven a no sólo tener esperanza sino a actuar para eliminar el sufrimiento y explotación humanas mientras expandimos los derechos democráticos, identidades y relaciones sociales.

Translated by: Pablo Aiello

Fuente del Artículo:

https://www.henryagiroux.com/HigherEd_CorpLogo_Spanish.htm

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Los cristianos de todo el mundo celebran el nacimiento de Jesús

24 de diciembre de 2016/ Autor: 

Los cristianos de todo el mundo, católicos, protestantes, ortodoxos, anglicanos, coptos… millones en los cinco continentes, muchos de ellos perseguidos por sus creencias religiosas, celebran hoy el Nacimiento de Jesús de Nazaret.

Pero el día exacto del nacimiento de la figura que da origen a su fe no ha quedado registrado en la Biblia.

El Evangelio narra la historia del nacimiento de Jesús, en tiempos del emperador romano Augusto César, y del rey judío Herodes, en una aldea llamada Belén en la región de Judea, bajo la autoridad civil del gobernador de Siria, de nombre Cirenio. Todos estos nombres son de personas y sitios reales, que pasaron a formar parte de la Historia.

Los historiadores coinciden en que era costumbre del Imperio Romano imponer por la fuerza una rigurosa administración en los territorios conquistados. No era raro que, por esa razón, el Emperador ordenase censos fiscales cada vez que lo considerase oportuno. Este era uno de esos casos y, entre todos los habitantes que debían empadronarse estaba el joven matrimonio de José y María.

Desde su casamiento vivían en Nazaret, en la región de Galilea, donde José tenía su taller de carpintería; y María estaba embarazada de su primer hijo. Así y todo, tuvieron que recorrer unos 110 kilómetros hacia el sur, para cumplir con el censo en la “ciudad de David”, pues ambos eran descendientes del rey más amado en Israel. Como todos los albergues y posadas habían sido ocupados, a causa del censo, el matrimonio consiguió el sitio menos apropiado para una madre con trabajos de parto: un establo.

Todo lo narrado hasta aquí está en el Evangelio escrito por el médico de nombre Lucas (Cap. 1:26-80; 2:1-52) y también en el Evangelio escrito por el ex cobrador de impuestos Mateo (Cap.1:1-25; 2:1-23).

Sin embargo, el día exacto del nacimiento del Jesús no ha quedado taxativamente registrado en la Biblia; tampoco en la historia secular.

¿Nació Jesús el 24 o el 25 de diciembre?

Hay sobrados motivos para pensar que no fue en ninguna de esas dos tradicionales fechas. No tenemos ninguna información acerca de que los primeros cristianos celebrasen la Navidad, en los tres primeros siglos de la iglesia; menos, que el día de nacimiento fuese en el mes de diciembre, cuando es invierno en esa región.

La costumbre pastoril en época de primavera y verano en la antigua Palestina, era la de hacer pastar a los rebaños en corrales de campo con pasturas en las noches de temperatura templada o suave. En esos días no guardaban a sus ovejas en el establo que usaban en otoño, invierno y días inclementes. Porque estaban afuera, cuidando el rebaño de los lobos, los pastores vieron a los ángeles cantando la buena noticia de que un Salvador había nacido en la ciudad de David.

Por lo tanto, puede inferirse que sólo podría haber ocurrido hasta alrededor del 21 de setiembre, que es cuando comienza el otoño en esa región.

¿Por qué entonces diciembre?

La información que existe de una fiesta próxima a la Navidad es la del 18 de diciembre, cuando se celebraba el solsticio de invierno, llamada «Sol Invictus», un culto al sol proveniente de la antigua Babilonia. Es bien sabido que el típico sincretismo del Imperio Romano les llevaba a incorporar rituales de las culturas propias de los países que dominaban. Ese día era propicio para sus orgías, en las que el sentido común y la razón eran adormecidos.

Como  el mismo periódico del Vaticano L’Osservatore Romano explica, “la fecha del 25 de diciembre como fecha del nacimiento de Jesús fue escogida por la Iglesia de Roma pagana. Este día estaba dedicado al dios Sol. Aunque el cristianismo ya estaba asentado en Roma a partir del edicto de Constantino, el mito del dios Sol todavía estaba muy difundido, especialmente entre los soldados romanos. Las festividades que giraban en torno al 25 de diciembre estaban tan arraigadas en la tradición popular que la Iglesia de Roma pensó darle a esa fecha un sentido religioso cristiano”. Para ello, se sustituyó al dios Sol por Jesucristo, el verdadero Sol de Justicia para los cristianos.

Hasta aquí los hechos históricos.

Sin embargo, los cristianos no celebran una fecha, sino un evento en lo que consideran la historia de la salvación que da sentido a su fe. De ahí que no sea relevante en su creencias que aquél a quien consideran su Salvador haya nacido un 24 o 25 de diciembre, 21 siglos atrás

¿Una fiesta necesaria?

“La  Navidad es una fiesta necesaria; necesitamos un aniversario durante el cual podamos lamentar todas las imperfecciones de nuestras relaciones humanas. Es la fiesta del fracaso, triste pero consoladora”, escribió Graham Greene.

Fuente del Reportaje:

http://www.teinteresa.es/cultura/cristianos-mundo-celebran-nacimiento-Jesus_0_1711028884.html

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