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Juventud, cultura y universidad

Por: Pedro Rivera Ramos

Décadas hace que gran parte de la juventud panameña y dentro de ella, la universitaria, viene manifestando cambios cualitativos y sensitivos, no solo en aspectos que habitualmente no suelen despertar tanta preocupación social, como modas, música y gustos estéticos; sino en valores y ética, en identificación de la cultura emancipadora, en su rendición al consumo casi patológico, en una pérdida gradual del sentido e importancia de la colectividad y en una apatía peligrosa hacia el desarrollo del pensamiento crítico o el cuestionamiento otrora, hasta irreverente.

Es muy común entre nuestros jóvenes, el desdeño y desconocimiento sobre hechos y personajes históricos que han marcado indeleblemente la vida nacional; sin embargo, pueden delirar durante horas sobre las hazañas deportivas de un jugador desechable del momento o del último chisme de la farándula criolla o extranjera.

Lo que aquí acontece no es exclusivo de nuestra juventud. Esos rasgos pueden ser observados con facilidad en muchas otras latitudes. Factores internos y externos, junto a un formidable mecanismo mediático soportado básicamente en una cultura de la imagen, así lo han configurado y decidido. Hoy, lamentablemente para nuestros jóvenes estudiantes, todo lo que no sea estrictamente curricular, carece casi por completo de significado e importancia. Igual suerte viene padeciendo la adquisición del conocimiento en su carácter crítico y desmitificador, así como la valoración social de la utilidad de la educación superior.

Eso explica, en gran medida, la apatía e indiferencia que muestra gran parte de nuestro estudiantado hacia actividades extracurriculares, con independencia de la calidad o el buen gusto que pueda exhibir la obra cultural. El estudio y su finalización solo adquieren legitimización social, cuando garantiza la inserción inmediata al mercado del trabajo y los réditos generados pasan a ser exclusivamente para beneficio y disfrute personales.

Ahora solo se estudia pensando esencialmente en el símbolo de la instrucción y los beneficios mercantiles; renunciando así, a todo lo que pueda servir para revelar las grandes potencialidades que en el ámbito cultural, espiritual y humano, se encuentran en nuestra especie. Atrás han quedado las preocupaciones sociales legítimas de antaño, el romanticismo inserto en utopías humanas, la identificación plena con proyectos nacionales de emancipación y soberanía. El mundo de la frivolidad, el hedonismo, el utilitarismo y la insolidaridad, se han apoderado de las almas y corazones de vastos sectores de nuestra juventud y conspiran desde hace ya mucho tiempo, contra una educación más ética, comprometida y liberadora; que en el caso de la universitaria, debe estar encaminada hacia la creación, de un sujeto transformador desde una perspectiva social y humanística.

Al mundo que de veras existe y que indudablemente debe ser transformado, le urge que los jóvenes, y principalmente los estudiantes, adquieran consciencia de la extraordinaria responsabilidad que tienen por delante. Sin pretenderlo, les ha correspondido vivir en un país y en un planeta donde se incrementa la riqueza tan rápido como crecen las desigualdades e injusticias. Mucho pueden aportar si deciden luchar contra los contrastes inaceptables o las inequidades intolerables de nuestra vida cotidiana.

Para comenzar, nuestra juventud, y especialmente la estudiosa, debe ser capaz de revestir sus argumentos de toda la dimensión crítica posible; respetando otredades y pluralidades culturales, defendiendo con tenacidad sus ideales y principios y renunciando siempre, a la seducción del pernicioso conformismo o de la desmovilización ideológica.

No hay duda alguna de que la Universidad de Panamá es una institución compleja que tiene la misión y el compromiso de desempeñar roles muy diversos en nuestra sociedad. Debe formar profesionales suficientemente competentes, que sean capaces de intervenir con éxito en la solución de los grandes problemas que apremian a nuestro país. Pero es al mismo tiempo un pilar fundamental de nuestra identidad como Nación y su principal centro de producción intelectual y científico. Es aquí donde florece la cultura nacional y donde mejor interaccionan la academia con las necesidades y urgencias de las comunidades.

Por tanto, la Universidad no está ni puede estar confinada exclusivamente a dispensar enseñanza, como muchos a veces quisieran que fuera su única ocupación. Ella está obligada a penetrar con independencia en los contextos sociales existentes y a pronunciarse con responsabilidad ante los problemas políticos, económicos, sociales y éticos de la Nación. Ese rol histórico al que nunca debe renunciar, debe ser transmitido sin cortapisas a todos los jóvenes que se agitan en sus aulas en busca del saber.

Por eso toca a la Universidad de Panamá, en su condición de principal centro de estudios y cultura de la Nación, identificar, reconocer y actuar sobre estas manifestaciones de escepticismo, desmovilización e inercia que, con tanta frecuencia, solemos encontrar entre la inmensa mayoría de nuestro estudiantado. Es preciso que este gigantesco trabajo, que sin dudas debe emprenderse desde el terreno cultural y con la urgencia que las realidades exigen, tenga al aula de clases como el espacio más sustantivo donde estas conductas inicien su transformación más radical. Para ello se requiere cuanto antes el desarrollo de los instrumentos pedagógicos apropiados, la creación de las estructuras pertinentes y la generación de las instancias culturales necesarias, con el fin de abordar con la contundencia debida esta tarea de primer orden.

No obstante, este escenario que parece sumamente sombrío y desalentador, contiene, es justo reconocerlo también, a un sector minoritario de estudiantes universitarios que, por distintas razones, se ha rehusado a ser asimilados totalmente por la propaganda de la superficialidad, la inmediatez y la banalidad. En su lugar ha optado por cultivar sensibilidades sociales; estremecerse y actuar ante las injusticias y las desigualdades; preocuparse por las consecuencias perjudiciales del cambio climático; identificarse con procesos de renovación política y contra la guerra; desarrollar sus inclinaciones artísticas y literarias. Por eso que resaltar una visibilización mayor de sus talentos, como ejemplos a imitar por otros jóvenes, ha de ser una prioridad impostergable, si queremos realmente contribuir a transformar cualitativamente a nuestra juventud.

De modo que es imprescindible que se mejore y fortalezca la formación del estudiante desde una perspectiva humanista, solidaria y asentada en los más grandes valores universales. Como también es crucial que se renuncie, entre otras cosas, a cualquier forma abierta o disfrazada de cooptación de dirigentes o intervención o tutelaje de las organizaciones políticas estudiantiles. Es evidente que tal proceder, en cierta manera, ha contribuido a acelerar el colapso de las mismas y a la desprotección peligrosa de la propia Nación, al privarla de su sector social que en el pasado reciente de nuestra historia, ha sido el más consecuente y aguerrido a la hora de encabezar la defensa de los grandes intereses nacionales.

Fuente: http://laestrella.com.pa/opinion/columnistas/juventud-cultura-universidad/23965987

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No basta solo el orgullo

Por: Miguel Febles Hernández

Entre tantos papeles que habitualmente cu­bren parte de la mesa de trabajo encontré la edi­ción primera del boletín Tribuna del Pa­tri­monio, otro granito de arena de la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey por con­tribuir a la preservación de los valores ar­qui­tec­tónicos, históricos y culturales de la lo­ca­li­dad.

Se trata de un documento pequeño, sencillo en la forma, pero colmado de argumentos irrebatibles que ponen el dedo sobre la llaga en asuntos relacionados con el comportamiento cívico y el respeto hacia una exquisita obra forjada en más de cinco centurias por generaciones y generaciones de principeños.

En el artículo que encabeza el boletín, José Rodríguez Barreras, director de la institución, entra rápido en materia: «Los rasgos que por años han llevado a esta ciudad a ser única en la fisonomía nacional no pueden ponerse en riesgo por la indolencia, las malas prácticas y la irresponsabilidad».

Lo cierto es que la otrora Villa de Santa Ma­ría del Puerto del Príncipe, con un entramado urbano sumamente complejo sobre todo ha­cia su centro histórico, vive a diario las tensiones que genera un flujo creciente de ciudadanos y vehículos de todo tipo por sus estrechas y ya congestionadas arterias.

Para paliar, en algo, tal situación, las auto­ri­dades locales han emitido regulaciones y apro­bado reglamentos, dirigidos a favorecer el or­denamiento vial y la funcionalidad de tan im­portante zona, cuyo segmento más antiguo fue declarado por la Unesco en el 2008 Patri­monio Cultural de la Humanidad.

Sin embargo, los resultados distan bastante de los propósitos, a todas luces por la falta de sistematicidad, rigor y exigencia en el enfrentamiento a las indisciplinas sociales y actitudes violatorias, tanto de personas aisladas co­mo de entidades, cuyo negativo proceder pa­rece transformar el entorno en un lugar caótico y hostil.

Tal responsabilidad recae, por solo mencionar a algunos de los entes más implicados, en las fuerzas del orden público, en los inspectores de la Dirección Integral de Supervisión, en los agentes de los cuerpos de seguridad y protección, y en los directores y gerentes de las uni­dades comerciales y gastronómicas.

Si se actuara conforme a lo legislado, con la se­veridad requerida, no existirían revendedores en cada esquina, no se descargarían mercancías en horarios inadecuados, los medios de tracción animal y equipos de gran porte no entrarían al centro histórico y disminuiría el maltrato a la propiedad pública.

Lugareños y visitantes se enorgullecen de una obra que en los últimos años le ha rega­la­do a la ciudad el Centro de Convenciones San­ta Cecilia, el Paseo Temático del Cine, el tea­tro Avellaneda, el centro recreativo El lago de los sue­ños, el Parque Botánico y la rehabilitación integral de sus principales arterias co­mer­cia­les.

Acción transformadora que no se detiene, en un esfuerzo por otorgarle a la urbe un valor agregado significativo: está en marcha la edificación del nuevo recinto ferial, el Museo Te­má­tico del Ferrocarril, la sala de conciertos, el proyecto audiovisual El Callejón de los Mi­lagros y los hostales San Juan de Dios y El Co­lonial.

Pero mientras unos construyen y fundan, no puede permitirse que otros se arroguen el derecho de destruir, agredir, degradar o irrespetar el patrimonio edificado, no pocas veces ante la mirada impasible de los propios conciudadanos y de quienes deben velar y exigir por su cuidado y preservación.

No basta entonces proclamar el legítimo or­gullo de ser camagüeyanos, de vivir en esta vi­lla patrimonial, si ello no se revierte en actos, en una conducta cívica y en una manera de re­lacionarse con el entorno que la resguarde de la irreverencia y las malas prácticas que afectan lo físico y, también, la espiritualidad.

Fuente: http://www.granma.cu/opinion/2016-10-13/no-basta-solo-el-orgullo-13-10-2016-23-10-28

Imagen: http://www.pprincipe.cult.cu/leytrad/santa-maria-puerto-principe.htm

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Jóvenes: el futuro y la paz de Colombia les pertenece

Por: Ángel Pérez Martínez

En los últimos 13 días en Colombia la famosa frase del Entrenador de Fútbol Francisco Maturana “perder es ganar un poco” se convirtió en “Ganar es perder un poco”.

Quién se hubiera imaginado el 3 de octubre la capacidad de movilización de los jóvenes por todo el país, de manera especial de los universitarios, pidiendo paz ya en reacción a la victoria del No en el plebiscito. Y mucho menos nos íbamos a imaginar que los rectores de universidades como la Nacional, los Andes y el Externado invitaran y asistieran con sus comunidades educativas a participar en la movilización del pasado miércoles 12 en Bogotá. En una semana los estudiantes convocaron y llenaron dos veces la Plaza de Bolívar en la Capital.

Además, cientos de profesores universitarios de diferentes disciplinas, universidades y regiones pedían esta semana, mediante una carta pública, celeridad en los acuerdos a las FARC, a los representantes del No y a los del Sí: “nos unimos a las voces que subrayan lo imperioso de llegar con prontitud a un Acuerdo final para cerrar el conflicto con las FARC. Dilatar el proceso presenta enormes riesgos. Es fundamental definir con toda celeridad una agenda limitada de puntos a abrir para discusión, y un conjunto de propuestas concretas y viables para modificar el texto existente”.

Es evidente, la comunidad educativa, y los jóvenes en particular, le están demostrando a la sociedad colombiana, aquella que se crio y desarrolló con la guerra, que la violencia que ha permeado a este país no es normal, aunque a veces lo parezca. Somos de lejos el país de América latina con más muertos por violencia política en los últimos 52 años (220.000 según el Ministerio del Interior) y más de 6 millones de desplazados. Según la Revista Semana Colombia conserva el deshonroso título del segundo país del mundo con más desplazado. Además, Colombia es el tercer país en presupuesto militar de América Latina, después de Brasil y México, países que tienen más de 130 millones de habitantes, duplicamos el gasto militar de Argentina y Venezuela y más de 4 veces el de Chile y Perú (ver Infodefensa.Com). En contravía, no tenemos la mejor educación de América latina y según la OCDE gastamos mucho menos por estudiante que países como Chile, Argentina, México y Brasil.

La guerra y su posterior vinculación, a partir de los años 90s, con los cultivos ilícitos, con el narcotráfico, con la corrupción y con unas formas de hacer política es parte inherente de la cultura violenta y de poca valoración a la educación de los niños y los jóvenes en esta sociedad. El horror de la muerte, los heridos, los bombazos, las voladuras de oleoductos, los secuestros y extorsiones, en muchas ocasiones, sirvieron para que esta generación aprendiera a leer, a escuchar la radio, a ver televisión y a debat.

Es duro escribirlo, pero es nuestra generación –la de los “viejitos”- la que hoy transmite como parte de la cultura a los niños y jóvenes, en algunos casos de manera irresponsable y en otros de manera inconsciente, sus pasiones, amores y odios hacia una guerra que durante 52 años no fuimos capaces de parar.

Lo reconfortante es que conozco cientos de proyectos de escuelas y maestros que luchan contra esta cultura a través de proyectos pedagógicos como la enseñanza de las ciencias sociales a través de la didáctica viva y la educación para una cultura de paz en San Juan de Nepomuceno, Bolívar, o la propuesta del Sistema Institucional de Convivencia para el ejercicio de los Derechos Humanos, en Florencia Caquetá.

También, motiva la respuesta de los miles de jóvenes que han decidido que la lucha por la vida y la paz de su país es un bien superior que debe estar por encima de ideologías, partidos, personalidades buenas o malas, gestiones de gobierno y religiones. Y aquí un paréntesis: nadie puede justificar la presencia de un Dios guerrero y vengador, que no perdona y que excluye seres humanos por cualquier condición.

Los jóvenes con sus cantos y mensajes han entendido que luchar por alcanzar los acuerdos con las FARC ya, así como con el ELN, es empezar a recorrer un camino que ningún colombiano conoce: el de vivir en paz, sin miedo. Según las proyecciones del DANE hoy existen en Colombia 22. 3 millones de niños y jóvenes entre 0 y 25 años, el 46% del total de la población. Ellos serán en últimas quienes disfrutarán o padecerán a futuro lo que hagamos en el presente con respecto a la paz, no los personajes del Sí y del No, y menos la cúpula de las FARC.

Los niños, los jóvenes y quienes nazcan a futuro en esta maravillosa tierra son quienes merecen a mediano plazo una sociedad que les brinde mejor educación, buenos colegios, nuevas universidades y oportunidades de bienestar y realización personal, ese es el mejor camino a la equidad, a la inclusión, a la convivencia y a la paz estable y duradera. La evidencia ha demostrado que la guerra y la cultura de la violencia son un obstáculo para una educación de calidad para todos.

La generación que no logró parar la guerra debe respetar y apoyar a los jóvenes. Debemos ser conscientes de que su lucha y la nuestra será para ellos. Comparto el mensaje de uno de los carteles que portaban algunos jóvenes el miércoles en la Plaza de Bolívar: “Nosotros los jóvenes hijos de la guerra seremos los padres del futuro de nuestra tierra: La paz florece.”

Fuente: http://www.dinero.com/opinion/columnistas/articulo/jovenes-el-futuro-y-la-paz-de-colombia-les-pertenece-por-angel-perez/234966

Imagen: http://www.elespectador.com/noticias/paz/paz-colombia-resta-negociar-articulo-639511

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¿Qué podemos hacer ante las evidencias de corrupción en la SEV?

Por Oswualdo Antonio González

La certeza de que hagan lo que hagan, no les pasará nada, es la situación que motiva a las actuales autoridades de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV) para actuar como lo están haciendo. ¿Qué podemos hacer como ciudadanía para romper su burbuja de impunidad?

En las siguientes líneas plantearé algunas ideas, que podemos impulsar desde nuestros espacios y que sumados pueden acotar los márgenes de actuación de las actuales autoridades de la SEV.

Construcción de costos, un contrapeso ciudadano ante gobiernos cínicos 

Javier Duarte no pidió licencia por que fuera honesto. Lo hizo porque el hartazgo social contra su gobierno invadió prácticamente todos los espacios públicos y los costos por la corrupción que representaba ya estaba arrastrando a otros actores públicos. Este es un ejemplo de como la ciudadanía puede acotar y expulsar del poder público a gobiernos que actúan con total desprecio a los intereses de la mayoría.

Costos reputacionales 

Un arma que tenemos como ciudadanía es evidenciar públicamente el actuar ilegal de las autoridades de la SEV. Todo acto donde existan dudas de su actuar, debe ser difundido, documentado y contrastado. De tal modo que en unos años, cuando el nombre de cualquier integrante del equipo de la actual Secretaria se introduzca en los buscadores de Internet, aparezcan notas, documentos y testimonios de su pasado corruptor. Esto lo tenemos que realizar de manera constante. Por ejemplo, debe quedar constancia que mintieron respecto del pago de la primera quincena de octubre del año 2016, que el actual Subsecretario amenazó con despedir a 200 maestros que exigían el pago de los adeudos que este gobierno mantiene con miles de maestros.

De no hacerlo, corremos el riesgo que el PRI, premie a la Profesora Xóchitl Osorio con una candidatura plurinominal para Diputada Federal o a cualquier otro puesto. Debe quedar grabada en la memoria de ésta y las siguientes generaciones su actuar y con ello, mandar el mensaje al PRI que cualquier intento de ubicarla en otro puesto tendrá un alto costo político.

Documentemos, escribamos, publiquemos, denunciemos, esa es una vía para acabar con la impunidad que los cobija. El Portal Insurgencia Magisterial abre sus puertas a todos los que tengan algo que decir.

Costos históricos 

Otras acciones que podemos hacer como educadores, es documentar esta etapa histórica de la SEV a nivel de investigación académica. Impulsemos en los posgrados líneas de generación de conocimientos e investigaciones que tengan como objeto el análisis desde distintos enfoques teóricos y metodológicos, el actuar, del considerado peor gobierno en toda la historia de Veracruz. Se pueden reconstruir las trayectorias de los funcionarios, sus redes de intereses, sus discursos, etc. de tal modo que se construyan tipologías de actuaciones corruptas y otras tantas posibilidades. Que los resultados se expongan en Foros, Congresos, Encuentros y se difundan en revistas indexadas como un ejemplo de aquello que como sociedad no podemos permitir.

Costos administrativos 

Como sociedad podemos realizar acciones para acotar el margen discrecional con el que se mueven las actuales autoridades en la SEV. Utilicemos los mecanismos institucionales que tenemos a la mano para exigir cuentas de su actuar. Pidamos respuestas oficiales a través de solicitudes de información pública, por ejemplo. Denunciemos ante instancias superiores su actuar local, de tal modo que deban rendir cuentas mientras estén aún en funciones. Observación y exigencia de rendición de cuentas, son vías que debemos utilizar como ciudadanía.

Costos legales 

En esta línea, la actuación de la Coalición de Pensionistas Independientes del Estado de Veracruz (COPIPEV), ha sentado un fuerte precedente, ya que ante cualquier ilegalidad o violación de sus derechos, han construido junto con sus abogados casos que han presentado ante diversas instancias como la Comisión Estatal de Derechos Humanos o la Fiscalía del Estado. Su ejemplo es claro, y es una ruta que como educadores y ciudadanía agraviada podemos utilizar.

Si el salario es un derecho y las actuales autoridades incumplen con su pago, entonces se pueden interponer diversos recursos. Pero debemos hacerlo, no porque pensemos que una sola acción puede acabar con la corrupción, no, sino porque la suma de pequeñas acciones pueden derrumbar estas redes de corrupción que han invadido todo el espacio del servicio público.

No dejemos un sólo espacio libre de denuncia, inundemos las redes sociales, los medios formales de comunicación, las calles… seamos disciplinados y rigurosos en la formación académica e ideológica, tendamos puentes con otros grupos en lucha, evaluemos nuestro actuar, alimentemos nuestros ideales en el contacto con el entorno y los otros, leamos, escribamos, soñemos, caminemos… es nuestro tiempo histórico y debemos enfrentarlo con dignidad, amor y visión de futuro.

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/que-podemos-hacer-ante-las-evidencias-de-corrupcion-en-la-sev/

Imagen: http://www.milenio.com/estados/Maestros-toman-Secretaria-Educacion-Veracruz_0_732526867.html

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Breves reflexiones y amplios cuestionamientos

por Alejandro Floría

Si quisiera fomentar entre sus alumnos o sus propios hijos una amplia visión de conjunto sobre la convivencia y las relaciones humanas, sobre la contribución natural de los individuos al colectivo, sobre el respeto, el debate, la construcción y los acuerdos y las asociaciones libres, sobre el pensamiento libre y la acción consciente, podría, quizás, utilizar estas palabras:

«Nuestro objetivo es el bien de todos,‭ ‬la eliminación de todos los sufrimientos y la generalización de todas las alegrías que puedan depender de la voluntad humana‭; ‬es la paz entre todos los seres humanos‭; ‬es una nueva y mejor civilización,‭ ‬una humanidad más digna y feliz.‭ ‬Pero creemos que el bien de todos no puede alcanzarse realmente más que con la consciente colaboración de todos‭; ‬creemos que no existen formulas mágicas capaces de resolver las dificultades‭; ‬que no hay doctrinas universales e infalibles a todos los hombres y a todos los casos‭; ‬que no hay hombres y partidos providenciales que puedan sustituir útilmente la voluntad de los demás por la suya propia y hacer el bien a la fuerza‭; ‬creemos que la vida social adquiere siempre las formas que resultan del contraste de los intereses ideales de los que piensan y quieren.‭ ‬Por eso convocamos a todos a pensar y a querer‭.»

Si quisiera hablar de la libertad, la igualdad y la justicia y de sus vínculos indisolubles y reescribir, incluso, aquella regla de oro de la ética trata a los demás como querrías que te trataran a ti»), podría promover un objetivo común de esta forma:

«Buscar mi felicidad en la felicidad de los otros, mi dignidad en la dignidad de los que me rodean, ser libre en la libertad de los otros, tal es todo mi credo, la aspiración de toda mi vida. He considerado que el más sagrado de todos mis deberes era rebelarme contra toda opresión, fuera cual fuere el autor o la víctima.»

Podría, también, adoptar un registro algo más poético, ¿y por qué no?, para situarnos, o reconocernos, en la Naturaleza a la que pertenecemos e incidir en el privilegiado potencial de un pensamiento crítico y liberador que urge desatar y desplegar en beneficio de todos:

«¿Qué es lo que el hombre tiene que ofrecer a la gracia y al amor universal? Fue formado de tal manera que puede colocar firmemente su pie sobre la Tierra y levantar su cabeza al azul, de modo de circundar su frente con coronas de estrellas y de soles. Se le dieron las alas más poderosas con que pudiera explorar los rincones más remotos del infinito: las del pensamiento. Sin embargo, él se arrastra encadenado y azotado, llenando el espacio con sus lamentos, cuando debería de hacerlo estremecer con himnos de triunfo y alegría.»

Si eligiera utilizar estas palabras, posiblemente no ocultaría que son citas de Errico Malatesta, Mikhail Bakunin y Ricardo Flores Magón, respectivamente, puesto que tras ellas hay una amplia obra en la que es conveniente profundizar, si queremos investigar, progresar y rescatar herramientas, aquellas del pensamiento, que nos permitan construir contra-cultura y contra-hegemonía. Sin miedo y sin prejuicios, debiendo ir el conocimiento más allá de las píldoras de información que dosifican las redes para modular de la misma forma, y proporcionalmente, la reacción, nos corresponde contribuir a construir respuestas fuertes para las preguntas fuertes. Y llevarlas a la práctica.

No es casualidad que encuentre en libros de texto, periódicos, publicidad, espectáculos y programas y discursos electorales, un amplio repertorio de palabras tan huecas como hermosas que mitiguen, en su reconocimiento, su inquietud y su indignación, que le anestesien, que no le animen a leer otras fuentes, a preguntar por alternativas, a cuestionar todo,… el pensamiento único es una suerte de no-pensamiento, un conjunto de reglas básicas de programación para su adecuada productividad en la cadena de montaje a la que pertenece. El pensamiento libre es, entonces, una excusa para la criminalización. En el expolio de los sustantivos, la mordaza en aras de una democracia que nadie puede definir prostituye lo legal para destruir lo legítimo aproximando al terrorismo, increíblemente, al libro que contiene la cita que sigue [1]:

«La revolución comienza en uno mismo, por lo que es necesario intentar mantener nuestra cabeza siempre alerta, y a la altura de nuestros objetivos. Es decir, si queremos vivir en un mundo donde poder desarrollarnos en libertad, debemos ser consecuentes. No podemos actuar de forma autoritaria con los demás, evitar conductas que reproduzcan todo aquello contra lo que luchamos.

La importancia de tratar de mejorarnos todos los días, deshacernos de valores tan arraigados en la sociedad como el egocentrismo, el consumismo, la omnipotencia del pensamiento racional, la adoración a la ciencia como verdad absoluta, la sumisión al imperio de la tecnología y las relaciones cibernéticas, son realidades que habrá que afrontar. Intentar restablecer relaciones más sencillas entre nosotras y el entorno, ya que es obvio que en el actual estado de dominación en que vivimos la dependencia absoluta energética de casi todas nuestras acciones nos convierte en esclavos-benefactores del saqueo al planeta en nombre del progreso humano.»

¿Perderemos tiempo defendiendo lo obvio o tendremos el valor de incorporar en nuestra cotidianeidad un discurso sincero, honesto, libre y, precisamente por eso, absolutamente revolucionario? En el laboratorio español son poco partidarios de los sobresaltos.

[1] Contra la democracia: libro «prueba» para incriminar a anarquistas en prisión. Por Grupos Anarquistas Coordinados (04/01/2015)

http://kaosenlared.net/contra-la-democracia-libro-prueba-para-incriminar-a-anarquistas-en-prision/

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La caza, actividad de riesgo y de impacto para el resto de usuarios y de actividades en el medio natural

América del Sur/Central/Europa/África/Octubre 2016/Ecologistas en Acción

Con el inicio de la temporada de caza se incrementan las incidencias negativas y de riesgo para los no cazadores y para las actividades de disfrute del medio natural. Ecologistas en Acción alerta del descontrol en la actividad cinegética, da consejos a los usuarios del medio natural y pide que se denuncien los abusos.

Con el inicio de la temporada hábil de caza durante el mes de octubre comienza un periodo lesivo y peligroso para quienes desarrollan actividades y otros aprovechamientos en el medio natural. Afortunadamente cada día son más las personas que usan y disfrutan amigablemente del entorno natural. En los últimos años se ha observado un notable incremento de las actividades en la naturaleza, entre las que ocupan un lugar destacado las de ocio y turismo. Actividades como el senderismo, la bicicleta, los paseos a caballo, el turismo de naturaleza, las rutas micológicas o el astroturismo, se han sumado a las tradicionales, como la apicultura, la ganadería o la agricultura para conformar un sector en auge que está revitalizando el medio rural.

Sin embargo, estas actividades y las personas que las llevan a cabo se ven cada vez más importunadas por la actividad cinegética, registrándose incidencias que van en aumento en toda España. Los accidentes y molestias por disparo son el primer y más grave problema. Hay muchos cazadores que no respetan las zonas y distancias de seguridad. Tampoco comprueban debidamente hacia qué dirigen su disparo. O no tienen la destreza mínima para empuñar un arma, sea por edad, por embriaguez o por cualquier otra circunstancia que disminuya su aptitud física.

Por ese motivo, ocurren muchos accidentes entre los propios cazadores que se cobran una media de 28 muertos y varios miles de heridos todos los años. Solo entre el 7 y el 9 de octubre se ha registrado ya un muerto y cinco heridos, entre ellos dos menores, uno de 13 de años. También se ponen en riesgo a los usuarios del monte, como recolectores de setas, castañas o nueces, ciclistas, paseantes, jinetes o apicultores, que están a merced de un mal encuentro con una partida de caza.

Situaciones con consecuencias físicas, incluso mortales, ya se han producido (un recolector de setas murió en Casavieja, Ávila, en 2014, un recolector de castañas falleció en Tedejo, León, en 2012, un ciclista resultó herido en Berrocalejo de Aragona en 2012, etcétera). Pero además no es raro ver a cazadores disparando en dirección a caminos o carreteras. Los perdigones han llegado a caer sobre personas y vehículos.

Otro grave problema es el corte de caminos y vías pecuarias, a veces ilegales, a veces consentidos por ayuntamientos y consejerías de medio ambiente. Pueden ser temporales, mientras dura una cacería, o permanentes, si además se ha instalado una puerta o una barrera sin indicaciones de que debe estar abierta y de que el tránsito es libre. En algunos casos, se han llegado a colocar en cotos de caza cables que han producido graves accidentes con bicicletas y caballerías. En Galicia y Toledo se han registrado estas situaciones, tanto en montes privados como en montes públicos que tienen cedida la caza a particulares.

Lejos de solucionar estos problemas, algunas administraciones han consentido y hasta autorizado que se cace en situaciones de falta de seguridad o que se cierren caminos, senderos o vías pecuarias, incluso dentro de espacios protegidos, como el Parque Nacional de Cabañeros o en el Parque Natural de Valle de Alcudia, ambos en Ciudad Real.

Ecologistas en Acción quiere denunciar esta creciente situación y exigir que, de una vez por todas, se impidan y sancionen estas situaciones. Por otro lado, quiere poner también al servicio de los usuarios del monte información de los derechos que éstos tienen, para lo cual mantiene una asesoría legal permanente y sus canales de comunicación abiertos para registrar las incidencias y denunciarlas.

La asociación tiene en marcha una iniciativa en favor de los derechos de los no cazadores en su página web y ha reimpulsado el registro de no cazadores que en 2008 consiguió más de 18.000 adhesiones.

Entre las medidas inmediatas que pide la asociación a las administraciones, particularmente a las Comunidades Autónomas como responsables de la gestión de la caza, están las siguientes:

  • Cierre inmediato de cotos donde no se respeten las zonas y medidas de seguridad.
  • Aumentar las zonas donde esté prohibido cazar.
  • Señalización obligatoria de las zonas de seguridad a cargo de los cotos.
  • Dar publicidad a las monterías y ganchos.
  • Aumentar la vigilancia y las inspecciones a los cotos y asistencia obligatoria de agentes medioambientales a los ojeos, las batidas, ganchos y monterías.
  • Aumentar edad para cazar hasta los 18 años.
  • Control de alcoholemia a cazadores los días de caza.
  • Prohibir la caza nocturna.

Fuente:

http://www.ecologistasenaccion.org/article32947.html

Fuente Imagen:

https://lh3.googleusercontent.com/mQ21thWaBryDTBsPfU0lh9hP6N-DXCmKM9aUib981OFZ1f9ecEmuneoKNBfCXNB5a2SfSg=s170

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Cómo fue la admisión a la Universidad Nacional

Por: Ignacio Mantilla

En el primer caso se presentaron 70 741 aspirantes, procedentes de 950 municipios de todos los departamentos del país. Y contamos también con aspirantes de 35 países diferentes. De ellos, la mayoría son de Venezuela, seguido del grupo de Estados Unidos, Ecuador y España; pero llama la atención encontrar aspirantes de países como Siria, Hungría, Suecia, Corea  del Sur o Croacia.

Destaco esta información ya que es común escuchar voces en contra de recibir estudiantes extranjeros para adelantar estudios universitarios en instituciones públicas. No obstante debemos saber los colombianos que hay un elemental principio de reciprocidad que debemos atender, pues el número de jóvenes estudiantes colombianos en el exterior cada vez es mayor. Nada más en Argentina, de acuerdo con la información de su embajador Marcelo Stubrin, hay hoy cerca de 25 000 estudiantes colombianos.

Como se ha establecido desde hace algunos años, los aspirantes a pregrado presentaron el mismo examen el día 18 de septiembre, habiendo elegido previamente una Sede de la Universidad Nacional en la que desean estudiar. De acuerdo con el puntaje de la prueba, el aspirante elige ahora la carrera que desea iniciar en la sede seleccionada.

En esta ocasión, simultáneamente con la inscripción, se les hizo a todos los aspirantes una pregunta para conocer cuáles son la carreras que desearían cursar, independientemente del puntaje que obtendrían en el examen. Los resultados muestran unos intereses que probablemente son los mismos de la mayoría de los jóvenes colombianos que iniciarán estudios universitarios el próximo año. Estas son, en orden de preferencia, las carreras favoritas de los aspirantes en Bogotá: Medicina, Psicología, Ingeniería Civil, Derecho, Ingeniería de Sistemas, Ingeniería Industrial, Arquitectura, Ingeniería Macatrónica. En Medellín y Manizales, Ingeniería Civil y Arquitectura y en la Sede Palmira la primera opción de los aspirantes es Ingeniería Ambiental.

Sorprende, sin embargo, el buen lugar que ocupan otras carreras que tradicionalmente no tenían gran demanda y que hoy, cada vez con más fuerza, son primera opción para muchos jóvenes; este es el caso de: Contaduría, Enfermería, Geología, Biología, Odontología, Diseño Industrial, Ciencia Política, Antropología, Física, Estudios Literarios y Farmacia.

En cumplimiento de su función social, la Universidad Nacional ofrece programas de admisión especial para los mejores bachilleres colombianos, para los mejores bachilleres de municipios pobres, para los mejores bachilleres de población negra, afrocolombiana, palanquera y raizal, para bachilleres víctimas del conflicto armado interno y para bachilleres integrantes de comunidades indígenas. Por ejemplo, la carrera de Enfermería está en el segundo lugar de preferencia de este último grupo.

Además ofrecemos un programa de admisión especial con cupos reservados para aspirantes de las zonas de influencia de las Sedes de Frontera: Arauca, Leticia, San Andrés y Tumaco. Allí los aspirantes compiten únicamente entre ellos y se admiten quienes obtengan los mejores puntajes a las carreras que elijan en las Sedes Andinas: Bogotá, Medellín, Manizales y Palmira. Durante los primeros semestres estos estudiantes reciben en las propias sedes de frontera la formación a través de algunas asignaturas de ciencias básicas y de ciencias humanas que regularmente son comunes a la mayoría de carreras; adicionalmente se hace un reforzamiento en inglés. De esta manera la inserción en el sistema de educación superior ofrece una mayor garantía de éxito posteriormente, cuando el estudiante se traslada a la sede en la que continuará sus estudios.

El total de cupos que ofrecerá la Universidad Nacional para nuevos estudiantes de pregrado en el primer semestre de 2017, contabilizando la admisión regular y las especiales antes descritas, es de aproximadamente 5500. Un 6% de estos cupos es lo que se reserva para las admisiones especiales.

Este porcentaje de cobertura es muy bajo (menor que 8%), pero sería irresponsable aumentar el número de admitidos sin el correspondiente incremento de recursos, especialmente para la contratación de más profesores. Como consecuencia del limitado número de cupos, muchos aspirantes buscan opciones de estudio en programas no acreditados o simplemente amplían el grupo de jóvenes que por no «pasar» a la universidad cargan con una enorme frustración; los menos encuentran oportunidades de formación en el exterior.

En orden descendente de los resultados de la prueba, los aspirantes son llamados a seleccionar su carrera. Un porcentaje muy alto escoge la carrera que quería iniciar, pero llama especialmente mi atención observar que la elección final, entre quienes tuvieron los mejores puntajes y pueden, por lo tanto, elegir cualquier carrera, no coincide con la carrera señalada como de su preferencia en la pregunta previa al examen. En efecto, aproximadamente el 20% de los admitidos ha cambiado su decisión; así por ejemplo se encuentran casos de aspirantes que habiendo obtenido el puntaje para ser admitidos a Medicina y habiendo señalado ésta como su preferencia inicial, a la postre, deciden ir a Ingeniería Química o a carreras de ciencias humanas. Habrá que implementar un estudio que nos permita determinar las causas de estos cambios de decisión en tan corto tiempo,

Por su capacidad y su amplia convocatoria, la Universidad Nacional, patrimonio de todos los colombinos, es la Institución de Educación Superior con mayor impacto e influencia en el territorio nacional. Su responsabilidad es mayúscula frente a la formación de ciudadanos y profesionales que han de construir un país prospero y en paz. Y ese es nuestro compromiso como profesores.

Fuente: http://www.elespectador.com/opinion/fue-admision-universidad-nacional

Imagen: http://www.humanas.unal.edu.co/colantropos/areas-y-grupos-de-interes/arqueologia/arqueologia/

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