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La UNESCO presenta en Ecuador la versión en español de videojuego gratuito para concienciar sobre terremotos y tsunamis

Asia/Indonesia/14 de octubre de 2016/www.unesco.org

El Proyecto “Más Educación, Menos Riesgo”, implementado por la UNESCO en alianza con Save the Children y Plan Internacional y que cuenta con el apoyo de la Oficina de Ayuda Humanitaria de la Unión Europea, presenta el videojuego para dispositivos móviles “Tanah: contra los terremotos y tsunamis”. Esta aplicación fue creada tras varias catástrofes, como el sismo y tsunami de 2004 en el Océano Índico, que provocó la pérdida de más de 226.000 vidas humanas en 14 países, los terremotos de Chile (2010, 2015) y el de Nepal (2015).

El juego busca concienciar a los más jóvenes sobre la importancia de estar preparado para enfrentar una emergencia. Asimismo, pretende fomentar la acción de niños, niñas y adolescentes como agentes de cambio que influyan en sus padres, familias y comunidades.

El lanzamiento del videojuego en español para América Latina y el Caribe se realiza en Ecuador, como parte del apoyo a las tareas de recuperación y también de educación relacionadas al reciente terremoto ocurrido el 16 de abril de 2016, catástrofe que causó numerosas pérdidas humanas y económicas. El lanzamiento se enmarca también dentro de las actividades del “Día Internacional de la Reducción del Riesgo de Desastres” conmemorado cada 13 de octubre.

La aplicación está diseñada para aprender jugando sobre elementos clave como: preparación (planes de evacuación, preparación del hogar, mochila de emergencia, etc.); respuesta (qué hacer ante un terremoto o tsunami, cómo funcionan las alarmas ante tsunamis, rutas de evacuación, kit de primeros auxilios, etc.); y recuperación (mensajes claves, comunicaciones y apoyo psicoemocional).

La campaña de difusión se realiza entre el 30 de septiembre y el 16 de octubre.

Encuentra la aplicación gratuita en App Store y Google Play como: “Tanah Contra”.Los idiomas en los que el juego Tanah se encuentra disponible son: inglés, bahasa indonesio, tailandés, nepalí y español.

Tomado de: http://www.unesco.org/new/es/santiago/press-room/single-new/news/tanah_unesco_launches_a_free_game_app_to_respond_to_earthqu/#.WAACnuXhDIV

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Miss Amway y la evaluación universal

Por: Luís Hernández Navarro

Ana María Aceves Estrada es la flamante directora general de Evaluación de Políticas de la SEP. Fue, además, vendedora diamante de Amway. El pasado 21 de marzo participó en el foro Evaluación universal en el marco de la reforma educativa, organizado por el Senado y la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE). Aunque llegó tarde a la reunión, fijó la posición de las autoridades educativas ante la evaluación universal.

La licenciada Aveces justificó la evaluación diciendo: tenemos que ser conscientes de que los padres, las madres de familia, la sociedad organizada, incluso los propios legisladores, la sociedad en general y muchos maestros están demandando mayor calidad educativa; eso es un hecho, no podemos cerrar los ojos ante ello.

Sostuvo que lo que la SEP quiere evaluar es lo que un maestro debe conocer de su práctica docente; son los planes, los contenidos y los programas de estudio. Se trata de detectar fallas y capacitar a los mentores.

Sin abrir resquicio alguno a la negociación sentenció categórica, sin fundamentos legales o pedagógicos: la evaluación universal va.

La funcionaria tuvo que escuchar pacientemente las quejas de los maestros de la CNTE. Para tranquilizarlos dijo que la evaluación que se les aplicará no es para correrlos ni para exhibirlos ni para afectar sus derechos laborales. Les aseguró que los resultados obtenidos no van a ser divulgados de manera denigrante.

Los reclamos de los profesores tienen tras de sí una historia. Desde hace unos años, las autoridades de la SEP han filtrado a la prensa, sin proporcionar el contexto de su aplicación, los resultados de los exámenes de admisión para ocupar nuevas plazas, presentando a los aspirantes como un ejército de perdedores y reprobados.

Incrédulos como son, los trabajadores de la educación desconfían de ella y de las autoridades educativas. Para muchos de ellos, la trayectoria profesional de la directora general de Evaluación de Políticas de la SEP es suficiente para ser incrédulos.

Perteneciente a una generación de funcionarios públicos creyente en el mercado como escuela de virtud, Ana María Aceves tiene como uno de sus méritos para ocupar su puesto haber sido distinguida con la designación de vendedora diamante de Amway.

La American Way, como se sabe, es una compañía de marketing, que comercializa productos para la salud, la belleza y el cuidado del hogar, basada en la venta directa de persona a persona. La empresa ha sido fuertemente cuestionada en los países donde opera y en Estados Unidos ha sido obligada a cambiar sus prácticas comerciales. Los vendedores diamantes son las estrellas de la corporación.

Aceves comenzó a trabajar en la Unidad de Servicios Educativos a Descentralizar de San Luis Potosí (USEDSLP) en tareas poco relevantes. Según narra Eduardo José Alvarado Isunza, escaló puestos en la institución con el apoyo de José Luis Cervantes, delegado de la unidad y asesor privilegiado de Carlos Jonguitud Barrios, durante muchos años cacique sindical y hombre fuerte del estado. Con Cervantes, Ana María montaba a caballo en el rancho del funcionario en Ozuluama. Mientras, se ganaba unos centavos de más vendiendo en las oficinas cremas blanqueadoras y pastas de dientes.

La hoy directora general de Evaluación de Políticas de la SEP tejió una eficaz red de relaciones políticas y administrativas, desplegó exitosamente su talento para los negocios y estudió la licenciatura en administración en la Universidad del Centro de México, sorteando los retos educativos con el apoyo de varios maestros. Así fue designada secretaria de Educación de San Luis Potosí durante la administración de Fernando Silva Nieto. Según Carlos Torres, la licenciada Aceves promovió, siendo secretaria de Educación, una estructura comercial de la firma trasnacional con funcionarios y personal de la misma secretaría, quienes en sus ratos libres vendían los productos. Tiempo después, ya en plena era de los gobiernos panistas, saltó a la SEP, para hacerse cargo de las evaluaciones.

Desde su influyente cargo en la SEP, Ana María Aceves se ha dedicado a vender las virtudes de la evaluación universal como si fueran productos de belleza. De la misma manera que en el pasado se tragó completa la propaganda de la empresa trasnacional para la que trabajaba, ahora se dedica a publicitar las recetas educativas expedidas por organismos multilaterales como el Banco Mundial y la OCDE, como si fueran la panacea a nuestros problemas de enseñanza.

Ofrezca lo que ofrezca la vendedora Aceves, la evaluación universal pretende despedir a los maestros de base. No son sospechas. La CNTE ha documentado que los compromisos internacionales del gobierno mexicano con la OCDE que sustentan la evaluación universal establecen expresamente la disposición de despedir a los maestros que no cumplan con el nivel señalado.

Pero, más allá de la desconfianza que a los maestros democráticos provoca en lo particular la funcionaria encargada de las evaluaciones de la política educativa nacional y vendedora diamante de Amway, su incredulidad se extiende hacia las autoridades educativas en su conjunto. Se trata de un recelo institucional. La disidencia no confía en la imparcialidad y objetividad de la SEP y el SNTE para la evaluación.

Su rechazo, sin embargo, va más allá: proviene de la evaluación universal misma, pues se trata de una medida que rompe las conquistas laborales, mina la estabilidad en el empleo, precariza el trabajo y desnaturaliza el sentido de la actividad docente. Deja sin futuro a los maestros, sobre todo a los que comienzan a serlo.

La CNTE no se opone a la evaluación. Por el contrario, propone un ejercicio integral y plural, construido sobre la base de las identidades múltiples que constituyen la identidad nacional. Una evaluación que surja desde las escuelas y regiones y converja a nivel estatal y nacional como parte de un proceso de recuperación de la educación desde abajo. Algo que, por supuesto, Miss Amway y los tecnócratas educativos de la derecha no pueden digerir.

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2012/03/27/opinion/020a1pol

Imagen: http://www.liderveracruz.com/los-docentes-que-justifiquen-ausencia-en-evaluacion-2015-podran-ser-evaluados-gobernacion/

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Sobre las políticas para el fomento de la investigacion científica y tecnológica

Por: Roberto López Sánchez[i]

Las siguientes reflexiones buscan aportar al debate sobre la transformación universitaria en Venezuela. Partimos de nuestra condición de docentes de una universidad autónoma como LUZ. Luego de casi 18 años de revolución, las universidades autónomas venezolanas continúan con los mismos problemas, los mismos vicios y los mismos retos que se planteaban en 1998. Probablemente agravados, por su prolongación en el tiempo y la ausencia de iniciativas transformadoras hacia las mismas. La carencia casi total de voluntades de cambio ha prevalecido no sólo en sus autoridades rectorales y decanales, sino también en la dirigencia bolivariana que desperdició 15 años de mayoría parlamentaria sin debatir ni aprobar una nueva ley de universidades.

Entrarle al problema universitario, en términos históricos, ocurrirá en algún momento de los próximos meses o años. No perdemos esa esperanza y no nos resignamos a presenciar el lento declive de un sistema universitario que muy poco aporta a las necesidades del pueblo y del desarrollo soberano de la patria. Sobre todo, porque vemos con preocupación que en vez de impactar positivamente en las autónomas los nuevos proyectos académicos implementados en las nuevas instituciones como la UBV, lo que observamos es que los vicios tantas veces diagnosticados en nuestras principales universidades comienzan a transferirse por diferentes medios a estas nuevas experiencias académicas.

UNA NUEVA CIENCIA PARA NUEVAS UNIVERSIDADES:

El proceso de transformación de las universidades venezolanas debe considerar, entre otros elementos, la insurgencia de los nuevos paradigmas del conocimiento que han propiciado, en este mundo globalizado en que vivimos, una ruptura epistemológica con la ciencia positivista tradicional.

Hasta el presente, el enfoque predominante en los procesos de producción y difusión del conocimiento científico ha sido el de la diferenciación de dicho conocimiento en una multiplicidad de disciplinas autónomas, que tiene por fundamento la separación entre el trabajo manual y el trabajo intelectual propio de la sociedad capitalista, en la fragmentación y la parcelación del saber y el hacer. De esta forma se han construido una serie de “disciplinas científicas”, cada una de ellas con un objeto de estudio, unos marcos conceptuales, métodos y procedimientos específicos. Se han creado escuelas, cátedras, asignaturas, títulos, exámenes, asociaciones profesionales y parcelas de poder universitario para cada disciplina: médicos, abogados, ingenieros, sociólogos, pedagogos, etc.

El problema de esta parcelación disciplinaria del conocimiento radica en que cada una de estas disciplinas estudia por cuenta propia el mismo objeto de estudio, que es la sociedad en la cual actuamos, pero mantienen una total desconexión e ignorancia entre lo que cada una realiza, lo que constituye un obstáculo para la comprensión real y completa de los fenómenos de los que se ocupan (JurjoTorres).

La ruptura de fronteras entre las disciplinas, a consecuencia de la multiplicidad de áreas científicas, de unos modelos de sociedades más abiertos, y de la mundialización de la información, unido a la complejidad del mundo y de la cultura actual, obliga a considerar modelos de análisis más complejos, buscando desentrañar los problemas con múltiples lentes, tantos como áreas del conocimiento existan.

Se debe elaborar una lógica de la complejidad, que entienda que la sociedad es un tejido de constituyentes heterogéneos inseparablemente asociados: que presenta la paradoja de uno y múltiple (Edgard Morín). La complejidad es una palabra problema, no una palabra solución, ya que es una forma de dialogar con la realidad donde no hay respuestas simples, como en el paradigma cartesiano (Yus Ramos). Las “disciplinascientíficas” de nuestras universidades se han caracterizado por su adscripción al paradigma de la simplicidad.

El reconocimiento de los procesos complejos, desarrollando el paradigma de la interdisciplinariedad, implica una ruptura epistemológica, acompañada de profundos conflictos cognitivos (Carlos Lanz). De manera general, estamos en presencia de un cambio teórico-metodológico en la ciencia, en el proceso de producción de conocimientos. La crisis universitaria en Venezuela no hace más que confirmar los presupuestos de Thomas Kuhn sobre las revoluciones científicas, al afirmar que la crisis es una condición previa y necesaria para el nacimiento de nuevas teorías. Lo que ha entrado en crisis no es ésta o aquella teoría de la ciencia sino la ciencia misma. Lo que no volverá es la pretensión de hacer pasar como ‘universalmente válido’ lo que es en verdad una determinada visión del mundo, una muy parcial manera de ver las cosas. Se trata de apostar por una nueva ciencia (Rigoberto Lanz).

En las universidades venezolanas, la creación de facultades y escuelas significó la construcción de verdaderos feudos (más que feudos, conucos), al territorializar el conocimiento a base de parcelas, en las que es casi imposible entrar y participar.

El colectivo de especialistas ha delimitado de tal modo su parcela que impide el ingreso de todo aquel al que no consideren con las suficientes credenciales, o no defienda los mismos presupuestos teóricos.

De esta forma, las escuelas y facultades se han convertido en un fin en sí mismo, duplicando funciones académicas en la docencia y la investigación, sólo para satisfacer los privilegios de cada señor feudal. Las características de estos feudos y conucos son los particularismos de sus productos académicos, la rigidez de las estructuras mentales, el conservadurismo para enfrentar los cambios, los celos por las críticas y los desarrollos innovadores, el importante peso del trabajo rutinario, y la reproducción al infinito de su práctica burocrática, mediante la cooptación de nuevos profesores que reproducen los mismos vicios.

Hay que cortarle la cerca a los conucos, trascender los feudos disciplinarios y derrocar a los mandarines del saber. Esto implica la modificación de las actuales estructuras de facultades y escuelas, la creación de los programas de formación como nueva estructura y la verdadera departamentalización, transfiriendo a los Departamentos gran parte de las decisiones que hoy controlan los Consejos Universitarios y Consejos de Facultad.

De esta forma se darán pasos reales para transformar la universidad, desmontando la estructura burocrática-clientelar que la está corroyendo, construyendo una institucionalidad acorde a la globalización del conocimiento y al mismo proceso revolucionario que se desarrolla hoy en Venezuela, donde la academia impere sobre los intereses grupales, y se puedan dar las respuestas que las grandes mayorías populares nos reclaman.

UNA CIENCIA COMPROMETIDA CON LOS INTERESES POPULARES Y NACIONALES:

La influencia del positivismo en el desarrollo científico contemporáneo difundió la conocida tesis de la neutralidad de la ciencia, de la “objetividad” del análisis científico, tesis que parte de considerar que la realidad es plenamente externa y objetiva, y que nuestro aparato cognoscitivo es una especie de espejo o cámara fotográfica que la reproduce fielmente. A partir de esta premisa se supone que los científicos pueden emitir una única y “objetiva” opinión sobre cada hecho o fenómeno natural o social que es sometido a su estudio. Surge así la ciencia neutral, la que mira los toros desde la barrera.

Pero las premisas anteriores se estrellan ante una realidad mucho más compleja. Primero que todo el conocimiento científico tiene su propia historicidad, es decir, varía de acuerdo a cada época histórica. Esta variación se debe a nuevos datos y nuevas teorías que puedan surgir; pero también tiene que ver con los valores que predominan en cada sociedad.

Esto último se relaciona con los intereses de clase implícitos dentro de un conjunto social determinado. De acuerdo a los intereses del grupo social que genera el conocimiento en cada época determinada, y a los valores morales de dicho grupo, la ciencia puede presentar multitud de versiones sobre un mismo aspecto analizado. Es decir, la burguesía tiene su propio concepto sobre la ciencia, y los trabajadores y sectores oprimidos por el capital debemos desarrollar igualmente una visión sobre la ciencia acorde a nuestros intereses como clase.

Ni la ciencia ni la tecnología son neutras, como formas de producción y aplicación del conocimiento científico. La ciencia tiene un carácter histórico, responde a cada época determinada y al tipo de sociedad que la desarrolla. También tiene la ciencia un carácter de clase o de grupo social, pues responde a uno u otro de los distintos y contradictorios intereses de clase que están en conflicto en una sociedad determinada. En las ideas de Marx sobre la totalidad concreta está implícita una visión del conocimiento científico más integral que la conocida división en disciplinas que introdujo el positivismo. Sobre este punto, las nuevas tendencias que promueven la interdisciplinariedad, la multidisciplinariedad y la transdisciplinariedad apuntan a cuestionar la manera como hasta ahora se produce el conocimiento científico en nuestras sociedades.

La ciencia positivista también hacía desaparecer al sujeto dentro del proceso del conocimiento. Pero sucede que el análisis del “objeto” que se estudia es predeterminado por el “sujeto” que investiga. Sujeto y objeto no son dos entidades separadas, como piensan los científicos positivistas. El sujeto-investigador forma parte del objeto que se investiga, en la medida en que integra un mismo conjunto social y una misma época histórica. Además, ese objeto estudiado es delineado por el propio investigador. De esta forma, cada investigador aporta su propia versión al fenómeno estudiado, condicionado por el tiempo y el espacio en que actúa, los intereses sociales que defiende, las teorías y métodos que utiliza, y hasta por sus gustos personales.

La visión positivista de la ciencia “pura, objetiva y exacta” fue superada a lo largo del siglo XX por los avances en las ciencias físicas, particularmente por la teoría de la relatividad y la mecánica cuántica. El principio físico de indeterminación, y la teoría del caos, han relativizado la verdad científica a nivel de las ciencias naturales, sin que por ello se ponga en duda su carácter mismo de ciencias. Pese a ello, siguen prevaleciendo en muchas disciplinas una visión positivista ortodoxa sobre la ciencia, que no acepta la relatividad del conocimiento.

Bajo el manto de la neutralidad de la ciencia se ha ocultado una actitud que justifica implícitamente la existencia de relaciones de subordinación entre países y entre seres humanos, que son impuestas por quienes controlan los principales mecanismos de producción de conocimientos y nuevas tecnologías. La idea que se vende es que todo adelanto científico y tecnológico es bueno para la humanidad, y por tanto, debemos incorporarnos a esa vorágine desarrollista que es promovida por los centros del poder mundial globalizado. Pero las crisis ecológicas que se están gestando en diversos lugares del mundo son el alerta más contundente hacia esta interpretación simplista sobre la producción científica.

Reconocer que los conocimientos científicos no son verdades absolutas, es al mismo tiempo una forma de contribuir a democratizar dicha producción de conocimientos. Hasta ahora, la ciencia es sólo obra de “especialistas”. Pero todos los seres humanos somos capaces de producir conocimiento científico, si analizamos y sistematizamos nuestras experiencias cotidianas, y las comparamos con nuestros conocimientos acumulados del estudio o de experiencias anteriores. Esto no quiere decir que producir ciencia sea una tarea fácil. Lo que queremos recalcar es que cada uno de nosotros puede superarse y ampliar progresivamente su capacidad de análisis científico. Cuando tengamos una sociedad que no dependa de los especialistas, tendremos una sociedad mucho más democrática.

Hoy en Venezuela y toda América Latina, la ciencia debe orientarse principalmente a dar respuestas y explicaciones a los procesos de conflicto y cambio que estremecen a nuestras sociedades. Los investigadores deben cumplir la función de clarificar a la sociedad sobre los procesos económicos, políticos y socioculturales que han permitido que nuestra dependencia y subdesarrollo se prolonguen por décadas y siglos, a fin de facilitar su comprensión y profundizar en la determinación de nuevos rumbos al desarrollo nacional y latinoamericano.

La misión del investigador debe ser la de recuperar el compromiso con los intereses fundamentales de la nación y de las grandes mayorías sociales. En cierta forma, proponemos la redefinición del papel de la ciencia y de los intelectuales dentro de la sociedad. En momentos que la globalización pareciera arropar al mundo bajo el manto uniforme de la economía neoliberal, la democracia burguesa y la cultura occidental, una ciencia vista en una perspectiva latinoamericana debe servirnos para construir nuestro propio camino de desarrollo en lo económico, político y social.

La construcción del socialismo del siglo XXI, como rumbo fundamental de la República Bolivariana de Venezuela, implica necesariamente una redefinición teórica y práctica de la forma de construir y transmitir el conocimiento científico. Cuestiones como el modelo de desarrollo endógeno, la ruptura con los centros de poder mundial (con instituciones como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial), el enfrentamiento con la principal potencia imperialista, la promoción de nuevas instituciones como la CELAC, el ALBA, el Banco del Sur, las nuevas perspectivas de los procesos de integración y desarrollo económico, la democracia participativa como superadora de la democracia representativa liberal, y el objetivo de cambiar las relaciones capitalistas de producción a favor del cooperativismo y la participación de los trabajadores en el control de las empresas, son aspectos cruciales del plan de desarrollo nacional que deben ser incorporados como ejes transversales de todo el currículo de la educación superior en Venezuela.

Estas cuestiones mencionadas implican un cambio de rumbo absoluto en cuanto a lo que venía siendo el modelo de desarrollo nacional desde el gobierno de Páez en 1830 hasta Caldera en 1998. Es evidente que si este cambio de rumbo como país no se manifiesta en nuestro sistema educativo, difícilmente se podrá transitar por el camino de la construcción del socialismo del siglo XXI.

EL CAMBIO EDUCATIVO PARA LA CONSTRUCCIÓN DEL SOCIALISMO:

La educación tradicional ha estado sometida a la crítica en las décadas recientes, parte de cuyos debates han tenido amplia difusión en el medio universitario. En Venezuela se ha adelantado todo un proceso de cambio educativo a partir de 1999, el cual ha tenido sus expresiones más resaltantes en la creación de las Escuelas Bolivarianas, en el desarrollo de las misiones educativas (Robinson, Rivas, Sucre), y en la creación de la Universidad Bolivariana de Venezuela.

De todas estas experiencias y reflexiones intentaremos resumir los aspectos que apuntan al deber ser de la nueva educación superior venezolana:

  • Superación de la concepción que ve el currículo como un modelo o diseño estandarizado, entendiéndolo ahora como Desarrollo Curricular, el cual promueve la formación general para seguir aprendiendo. “El currículo no es un problema técnico, sino que en el qué y cómo aprender, cuáles contenidos escogemos, cómo los estructuramos y presentamos, qué metodología empleamos, cuál didáctica proponemos, cómo evaluar y acreditar los saberes, todo esto descansa en una determinada concepción del mundo, de la sociedad y del desarrollo, tamizados por diversos intereses: de control y dominio, o de liberación y emancipación. Por eso resulta inaceptable la ‘neutralidad axiológica’ postulada en nombre de la ciencia y la técnica” (Carlos Lanz, 2007).
  • El proceso de formación permanente está vinculado a la investigación y la innovación para desarrollar un patrón tecnológico que responda a los indicadores de la calidad de vida y el desarrollo humano, descartando la perspectiva que valora el crecimiento de los indicadores macroeconómicos como el PIB y el ingreso per cápita.
  • Se propone un currículo bajo una concepción humanista, donde la economía, la ciencia y la tecnología estén al servicio de los seres humanos. Por más productiva que sea la tecnología, si ésta genera desempleo, depreda el ambiente y genera mayor dependencia, debe ser rechazada, revisada, desagregada y adaptada a nuestras necesidades. El lema debe ser “ciencia con conciencia”, “tecnología con pertinencia”.
  • Superar los anacronismos curriculares de nuestras universidades, que hacen que los aprendizajes no tengan pertinencia socio-cultural.
  • Promoción de valores dirigidos al cambio de las relaciones capitalistas de producción. Superar el afán de lucro y la máxima ganancia como móvil social, apuntando a la satisfacción de las necesidades colectivas. Primacía de los valores de uso sobre los valores de cambio.
  • Formación histórico-cultural con conocimiento pleno de nuestras raíces y del acervo histórico como pueblo. Respeto de la diversidad cultural.
  • Educación que promueve una revolución cultural y productiva, basada en el desarrollo endógeno sustentable y la economía popular.
  • Superación de las prácticas pedagógicas tradicionales, memorísticas y repetitivas, desarrollando métodos y estrategias didácticas no estandarizadas y produciendo recursos para el aprendizaje flexibles y contextuales. Incluye una reflexión crítica sobre los sistemas de evaluación aplicados por los docentes.
  • Desarrollo de una práctica docente vinculada con el trabajo productivo, con el entorno social y natural, con el patrimonio cultural de las comunidades, con la problemática general que confronta el país, haciendo énfasis en la pertinencia social de los aprendizajes.
  • En el plano de la investigación, se plantea construir un modo de producción de conocimientos más democrático, participativo e implicante, incorporando diversas opciones epistemológicas y superando el monismo metodológico.
  • Superar la dicotomía investigación básica e investigación aplicada, formulando líneas de investigación que permitan innovar y crear conocimientos y tecnologías propias, así como adaptar y transferir las tecnologías accesibles.
  • Articulación entre el desarrollo científico-técnico y el desarrollo independiente e integral del país, de acuerdo al plan general de la nación.
  • Otorgarle a la investigación el necesario peso curricular, vinculándola a la resolución de problemas nacionales y locales. Otorgar igualmente mayor respaldo financiero a la investigación, y el reconocimiento y fomento del trabajo investigativo entre los profesores.
  • En materia de extensión, superar las concepciones eventistas y simplemente difusoras de las actividades de docencia-investigación. Superar igualmente la concepción de la extensión como un mecanismo para obtener ingresos propios. Construir relaciones sólidas entre la universidad y la comunidad, impulsando propuestas en áreas de interés social (tales como salud, educación, vivienda, servicios públicos) en conjunto con organizaciones sociales diversas (consejos comunales, sindicatos, cooperativas, etc.).
  • Otorgarle a la extensión universitaria un mayor peso académico al que hasta ahora ha tenido curricularmente y en la misma actividad de los docentes.
  • Fortalecer la formación del estudiantado al calor del desarrollo de la ley del servicio comunitario, mediante la creación de valores en cooperativismo, solidaridad, cultura democrática, gestión participativa de los asuntos públicos, superando el individualismo, la competitividad, la intolerancia, la discriminación de género, racial y social.
  • Socialización de la investigación universitaria, vinculándola a los sectores estratégicos de la nación: petróleo, manufactura, agricultura.
  • Desarrollo de la municipalización de la educación universitaria, respaldando la experiencia de las aldeas universitarias y la aplicación de modalidades no convencionales de aprendizaje.

DIAGNÓSTICO:

  1. Existe en Venezuela una cantidad grande de investigadores en las distintas disciplinas científicas, con muy buena preparación y experiencia en el campo de la docencia-investigación. No todos están identificados con la revolución bolivariana, y los errores del proceso en los últimos años ha aumentado la cantidad de opositores en este sector académico. No obstante, muchas de las investigaciones que se ejecutan son de mucha pertinencia para las necesidades prioritarias del Plan de la Patria. Es una contradicción que hay que saber manejar, estableciendo unas condiciones mínimas de respeto hacia estos investigadores que no convalidan ideológicamente la revolución pero aportan a ella a través de su trabajo científico.
  2. También existe un espacio de investigación científica que probablemente no realiza mayores aportes a las prioridades actuales de Venezuela y del Plan de la Patria, pero el mismo puede ser reorientado con una adecuada política de fomento de la investigación hacia las áreas prioritarias de la nación.
  3. Se ha producido un considerable impacto de la crisis económica en el desarrollo de la investigación científica y tecnológica en Venezuela.
    1. La inflación ha convertido en irrisorios los presupuestos que cada universidad (principalmente las autónomas) destina para el financiamiento de proyectos de investigación. Con los montos actuales, apenas se puede renovar las tintas/toner de las impresoras y comprar algunas resmas de papel. No se pueden adquirir equipos de computación ni otros equipos y accesorios básicos. No se puede contratar asistentes de investigación. No se pueden adquirir libros ni revistas científicas. No se pueden comprar insumos para experimentos en laboratorios, ni equipos para esos laboratorios. No se pueden comprar vehículos necesarios para trabajos de campo, ni reparar los existentes. La tendencia en desarrollo es hacia la paralización total de los procesos investigativos, salvo los que sólo requieran consultas bibliográficas y se puedan desarrollar en baseal esfuerzo individual del investigador por cuenta propia.
    2. El MPPEUCT ha suspendido las convocatorias para financiar proyectos de investigación en las áreas prioritarias que el mismo ministerio determina. Las últimas convocatorias se realizaron en 2012.
    3. Los bajos sueldos de los profesores-investigadores de las universidades venezolanas ha motivado una fuga de cerebros considerable. La diferencia de sueldos es tan grande que un profesor en el Programa Prometeo, en Ecuador, puede ganar en un año veinte veces más que todo el dinero acumulado en prestaciones por 20 años de trabajo en universidades venezolanas. Para ganar en Venezuela lo que gana un profesor venezolano que se ha ido a Ecuador por un año, necesitaría trabajar aquí más de 60 años.
    4. La fuga de cerebros se produce principalmente en las ciencias básicas y en la ingeniería, donde se han ido profesionales con más de 20 años de experiencia en la docencia/investigación, con título de doctor y numerosas especialidades, con experiencia dirigiendo investigaciones de relevancia científica y con numerosas publicaciones nacionales e internacionales. Para sustituir a los que se van serán necesarias varias décadas de formación de nuevos profesionales/investigadores, siempre y cuando se modifiquen las políticas que están generando esta crisis.
    5. La crisis afecta a la misma docencia universitaria. Puesto que la adquisición de equipos de computación es algo inalcanzable debido a los bajos sueldos profesorales y el alto costo de dichos equipos (superan el medio millón de bolívares), los docentes universitarios dependen del adecuado funcionamiento de sus equipos actuales, los cuales al dañarse o volverse obsoletos no podrán ser renovados. Los nuevos docentes que se incorporan al trabajo universitario no pueden acceder a equipos de computación y otros insumos para la investigación; están imposibilitados de mantenerse siquiera actualizados en los conocimientos de su disciplina específica. El resultado de esto tiende al desfase entre los conocimientos que poseen los docentes/investigadores y los avances que en la ciencia y la tecnología se van suscitando a escala mundial. No es posible hoy en Venezuela para los docentes/investigadores universitarios mantenerse al día en los conocimientos científicos que se generan en el resto del mundo, no contamos con insumos materiales para ello.
  4. El programa PEII no logra abordar adecuadamente esta crisis presente en la producción de ciencia y tecnología en Venezuela.
    1. Los montos de financiamiento otorgados por el PEII son irrisorios en comparación con los montos de financiamiento que otorgan universidades de otros países latinoamericanos. Con lo que otorga el PEII como “estímulo a la investigación” no se puede adelantar ningún tipo de proyecto investigativo, salvo lo ya mencionado de investigaciones bibliográficas que adelante en solitario cada investigador (con las limitaciones antes indicadas de acceso a fuentes de información por carencia de equipos y falta de suscripción a índices científicos internacionales).
    2. Las actividades que se desarrollan desde los Fundacite (por lo menos en el Zulia) son de escaso impacto en la comunidad científica regional. No conocemos proyecto alguno dirigido hacia la comunidad de investigadores regionales que se haya promovido desde Fundacite en los últimos cuatro años.
    3. Los sistemas de evaluación del PEII y los mecanismos de control son muy limitados para impedir que se produzcan situaciones de fraude académico. No existe rigurosidad en el baremo y se permite de manera excesiva la discrecionalidad de los evaluadores. El resultado es que se omiten productos de investigación por causas aparentemente ideológicas, y se aceptan “productos” que no cuentan con suficiente documentación que compruebe su existencia real, tal como lo hemos concluido de nuestra experiencia como evaluadores del PEII.
  5. No se observa en las autoridades del MPPEUCT una reflexión que aborde esta crisis presente en la producción de ciencia y tecnología en Venezuela.Importantes propuestas que hemos han realizado en los últimos años para reconducir la política hacia el sector no han encontrado eco en las autoridades gubernamentales y ni siquiera se han molestado en establecer mecanismos de comunicación que permitan tramitar nuestras inquietudes:
    1. Las denuncias referidas al contraste entre los altos presupuestos que ejecutan las universidades autónomas en vigilancia y seguridad, y los bajos presupuestos que estas mismas universidades destinan hacia la investigación científica.
    2. La exigencia de una auditoría académica y administrativa hacia estas universidades autónomas.
    3. La propuesta de constituir un Consejo Presidencial de Universidades, Ciencia y Tecnología para abordar todo lo referente a la definición de políticas de transformación hacia el sector.
    4. Las denuncias referidas a los ingresos excesivos de personal administrativo y obrero, que en LUZ determina que actualmente ese personal de apoyo duplique en número la cantidad de docentes activos en la institución (cuando la recomendación de la Unesco es de un personal de apoyo por cada tres docentes).

PROPUESTAS (para su ejecución inmediata; de las mismas surgirán las bases para elaborar colectivamente una propuesta de transformación universitaria que cuente con el aporte de la gran mayoría de revolucionarios que hacen vida en la comunidad académica nacional):

  1. Instalar el Consejo Presidencial de Universidades, Ciencia y Tecnología, con participación de representantes de los colectivos bolivarianos de cada universidad del país, además de las autoridades Árbol y otros representantes del sector universitario, para convertirlo en un centro de debate y elaboración política para la transformación universitaria.
  2. Realizar una auditoría académica y administrativa de las grandes universidades nacionales (autónomas y otras), exigiendo que cada universidad destine para investigación un monto suficiente que permita el desarrollo de investigaciones prioritarias y pertinentes.
  3. Convocar por cada región asambleas de investigadores e innovadores para diagnosticar los problemas y conocer las propuestas de solución a los mismos.
  4. Establecer programas de financiamiento de proyectos de investigación que se equiparen al de otros países latinoamericanos.
  5. Que el PEII incorpore en su programa de estímulo a la investigación la dotación de equipos de computación a los investigadores (computadores de escritorio o laptop, impresoras, reguladores de voltaje, teclado, mouse, monitor) cada cierta cantidad de años (por la obsolescencia tecnológica).
  6. Que el MPPEUCT considere la dotación de equipos de computación para todos los docentes de las universidades públicas.
  7. Colocar a profesores-investigadores en los cargos de dirección o representación en las universidades y fundacites, también en las direcciones principales centrales del MPPEUCT, absteniéndose de colocar personas por su “recomendación política” o “cercanía política” a grupos y fracciones de poder dentro del PSUV. Existen centenares de profesores-investigadores de considerable experiencia revolucionaria y comprobada capacidad académica, y no hay necesidad de recurrir a políticos profesionales (cuya trayectoria universitaria generalmente no satisface las exigencias mínimas de desempeño de un docente-investigador, y que carecen de experiencia académica y de formación política necesaria para dar las respuestas adecuadas a los problemas universitarios).

Maracaibo, Tierra del Sol Amada. 26 de julio de 2016

[i] Profesor Titular de la Universidad del Zulia, Maracaibo. Venezuela. Magister en Historia de Venezuela y Doctor en Ciencias Políticas. Autor de más de 50 publicaciones científicas en temas de historia, antropología, ciencias políticas y movimientos sociales venezolanos.

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La educación pública no tiene quien le escriba

Por: Pablo Gentili

No transcurre un solo día sin que los que publican sus opiniones, opinen sobre la educación pública. Ocurre lo contrario con la llamada opinión pública, cuyas opiniones acerca de la educación casi nunca ganan notoriedad ni, mucho menos, alguien interesado en publicarlas.

Es fácil observar que casi la totalidad de las opiniones que se publican sobre el estado de la educación suelen ser condenatorias y altamente críticas. Resulta sintomático que esto ocurre no sólo en los países menos desarrollados, sino también en algunos que suelen ser puestos como ejemplos o modelos a seguir en materia educativa. Básicamente, de la escuela pública se habla mal en cualquier lugar del planeta. A ella siempre le falta algo que nunca tuvo o, en el mejor de los casos, algo que ha perdido con el paso del tiempo y como consecuencia de la irresponsabilidad o la incompetencia del profesorado. Las noticias sobre educación son, casi sin excepción, malas noticias. No deja de ser cierto que esta es una característica inherente del periodismo. Generalmente, todas las noticias son malas noticias. Lo que llama la atención en el caso de la educación pública, es la unanimidad de visiones negativas que esgrimen y difunden a su respectoopinadores de los más diversos orígenes y signos políticos. Todos parecen partir de la premisa de que las cosas en la educación andan bastante mal y, seguramente, van a empeorar con el correr de los años. El debate, cuando existe (y casi nunca existe), se concentra en ligeros altercados acerca de cuáles son las recetas o fórmulas que permitirían superar esta crisis.

En suma, si algo funciona mal hay que arreglarlo y, para hacerlo, es necesario preguntarle a los que saben, no a la gente común que aparentemente no sabe nada. Los que “saben”, los que están informados, los que conocen y pueden aportarnos ingeniosas soluciones a la estructural decadencia de la educación, suelen ser hombres de negocios, políticos exitosos y casi siempre conservadores, especialistas en tendencias globales y mercados de trabajo competitivos, formadores de opinión con opinión deformada y, en algunas ocasiones, especialistas en temas educativos que abominan el trabajo que hacen los docentes en las escuelas públicas y exaltan hasta el paroxismo las virtudes de la educación privada.

Por tal motivo, es auspiciosa la publicación de los resultados de la encuesta de opinión y expectativas acerca de la educación latinoamericana llevada a cabo por Latinobarómetro a solicitud de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI).

El Roto - La opinión pública soy yo

Los méritos del estudio, basado en más de 20 mil entrevistas realizadas en 18 países del continente, son significativos. Por un lado, aporta numerosos indicadores acerca de una percepción social sobre la educación que contrasta con el sentido común ofensivo y despectivo hacia la escuela pública que suelen transmitir los que opinan públicamente sobre asuntos educativos. Como afirmábamos en este mismo periódico hace pocos días, la opinión pública no puede ser confundida con la opinión publicada.

Por otro lado, esta encuesta es parte del proceso de acompañamiento y evaluación del proyecto Metas Educativa 2021, un ambicioso compromiso asumido por los países iberoamericanos y sintetizado en una decena de grandes objetivos destinados a hacer de la educación un derecho efectivo en toda la región. Las Metas fueron asumidas como una responsabilidad común por los primeros mandatarios de todos las naciones participantes en la Cumbre Iberoamericana de Mar del Plata, dos años atrás, constituyendo un importantísimo logro político del equipo liderado por Álvaro Marchesi en la OEI. No es poca cosa que, en el marco de este acuerdo, se haya decidido saber qué opinan las sociedades latinoamericanas de su propia educación, asumiendo los riesgos del caso.

El estudio de la OEI muestra que Latinoamérica tiene una visión cautelosa acerca de la calidad de la educación pública. En una escala de 1 a 10, el promedio regional es 5,8. ¿La escuela pública funciona excelentemente bien? No, indican los encuestados. ¿Es el desastre que suelen contarnos acerca de ella? Tampoco. En suma, cualquier triunfalismo o derrotismo respecto a la escuela debe ser matizado. Las sociedades latinoamericanas parecen aceptar que la escuela no pasa por su mejor momento. Sin embargo, no por esto afirman que ella es el esperpento que suelen reflejar quienes la describen públicamente.

Este dato es especialmente relevante cuando se lo compara con la opinión acerca de la educación privada, cuya nota promedio es 6,6. Una percepción mejor que la atribuida a la educación pública, pero tampoco lo suficientemente amplia como para justificar los elogios encendidos que los formadores de opinión esgrimen cuando se trata de condenar lo público y exaltar el mercado como promesa de eficiencia e ideal de justicia y libertad. Por decirlo de una forma más clara, la escuela parece estar lejos de las expectativas que la población tiene de ella, sea pública o privada. La gente común, esa que opina por intermedio de las encuestas porque no tiene otros espacios desde donde hacerlo, considera que la educación debería mejorar. Entre tanto, no parece aceptar de buen grado la criminalización de la escuela pública y la exaltación de los supuestos méritos de la escuela privada que tanto pregonan los que hablan en su nombre. Constituye un grave error suponer que porque la opinión pública latinoamericana no es “formadora de opinión”, carece de opinión formada.

En efecto, la encuesta de la OEI contribuye a poner en evidencia la limitada influencia que la opinión publicada suele tener sobre la opinión pública.

Megáfono

Para entender mejor el asunto, le pedí a un amigo matemático que me ayudara a calcular hasta qué punto las opiniones publicadas acerca de la educación influencian potencialmente en la opinión que las personas tienen sobre la escuela pública. O sea, considerando que, hipotéticamente, cada cinco opiniones publicadas cuatro son favorables a la escuela privada y una a la escuela pública, ¿cuál debería ser la diferencia de percepción entre una y otra si la influencia de los que opinan a favor de la educación privada fuera totalmente efectiva? Si la crítica a la escuela pública tuviera un impacto directo y lineal en la percepción de las personas tienen cuando evalúan la educación privada, ésta debería haber obtenido una nota entre 8,9 y 9,3, no de 6,6. Así, la diferencia entre la evaluación de una y otra hubiera llegado a 3,5 puntos, mientras que en la encuesta realizada es cuatro veces menor: 0,77.

Los formadores de opinión que militan contra la educación pública deberían darse por enterados. A pesar de todo su arsenal de burlas y desprecios hacia la escuela de las grandes mayorías, su capacidad de convencimiento o de reclutamiento de la gente común, parece bastante limitada.

Dos conclusiones pueden derivarse de esta encuesta. Por un lado, la escuela pública no es tan mala ni la privada tan buena como se las pintan. Por otro, la gente no le cree demasiado a los que opinan públicamente en su nombre.

Como quiera que sea, y más allá de las semejanzas y diferencias entre los países, no hay dudas que, desde el punto de vista de la opinión pública, hay mucho por mejorar aún en la educación. No se trata de una mala noticia. Después de todo, una sociedad exigente con sus derechos es un síntoma de crecimiento democrático.

Así mismo, y a contrapelo de la opinión publicada, la opinión pública cree que la educación va a mejorar en los próximos años. Y no porque se vaya a privatizar. En efecto, 51% de los latinoamericanos considera que la escuela pública va a cambiar positivamente en la próxima década. Sólo 10% cree que empeorará.

Un aspecto destacado del estudio de la OEI se refiere a las medidas prioritarias para mejorar la calidad educativa en Latinoamérica: 45% sostiene que ellas dependen de una mejoría en las instalaciones físicas de las escuelas. Se trata de una opinión bastante en sintonía con la opinión publicada: las escuelas públicas son peores que las privadas porque sus condiciones de infraestructura son también peores. La interpretación no se sustenta con la investigación educativa disponible. Las condiciones materiales de las escuelas son, sin lugar a dudas, importantes, pero no determinantes en la calidad de la educación. Un buen ejemplo de esto es Cuba, un país con limitadas condiciones de infraestructura escolar, pero con la mejor calidad de aprendizajes en el continente.

La segunda acción que debería llevarse a cabo para mejorar la calidad de la educación es la formación del profesorado. Cuestión que gana mayor relevancia asociada a la tercera medida indicada por los encuestados: mejorar los salarios docentes. Una propuesta que posee gran adhesión en países como Brasil, Nicaragua, República Dominicana, Venezuela y Argentina. Así mismo, 77% de los encuestados considera bueno o muy bueno el conocimiento que el profesorado tiene sobre los contenidos que debe enseñar; 71% afirma que es buena o muy buena su capacidad de enseñanza; y 65% tiene una opinión positiva sobre la frecuencia con que los docentes dictan sus clases. La permanente crítica que se cierne sobre el profesorado parece contrastar con una opinión pública que lo valoriza y reconoce.

Vale destacar que, aunque la encuesta no incluyó España, esta visión positiva del profesorado y de la educación pública también caracteriza a la sociedad española. Un estudio revelado recientemente por este periódico muestra que la enseñanza pública es la segunda institución más confiable del país, después de los médicos. Los bancos y los partidos políticos figuran en último lugar, la Iglesia Católica en décimo. A pesar de todo lo que se machaca contra la escuela pública y el profesorado, las sociedades parecen mas cautelosas y, especialmente, respetuosas del trabajo que realizan los centros educativos.

La encuesta de la OEI tuvo una amplia difusión en Latinoamérica, aunque buena parte de los periódicos y las agencias de información destacaron su lado negativo y crítico. Diversos medios aprovecharon la oportunidad para hacer irrelevantes listas comparativas, ocultando o silenciando datos significativos y, especialmente, esperanzadores. Una tendencia que refuerza las observaciones aquí realizadas y que nos alerta sobre la necesidad de no confundir la opinión de la gente común con la de aquellos que opinan en su nombre. También, sobre la importancia de mirar a la escuela pública con un poco más de respeto.

La opinión pública y la publicación de opiniones son territorios en disputa. Reconocer los méritos que la sociedad identifica en la escuela pública no significa que debamos conformarnos con el estado actual de nuestros sistemas escolares ni, mucho menos, jactarnos de conquistas democráticas que aún no hemos alcanzado. El derecho a una escuela pública de calidad es aún una deuda pendiente en casi toda América Latina. Sin embargo, debemos evitar que la crítica democrática a un aparato estatal que ha demostrado ser ineficiente y casi siempre reactivo a los derechos ciudadanos, no se confunda con el canto de sirenas que entonan los que hacen de la crítica a la educación una coartada para la privatización de la escuela pública. En Latinoamérica han habido avances políticos significativos y así parecen reconocerlo quienes responden esta encuesta. Avances que abren una perspectiva de esperanzas y anhelos. En definitiva, nunca está demás destacar que en esa escuela pública de todos los días, con sus limitaciones y condicionalidades, pero con un enorme potencial democrático, se teje el destino de nuestros países.

Tomado de: http://blogs.elpais.com/contrapuntos/2012/09/la-educacion-publica-no-tiene-quien-le-escriba.html

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Exportación no tradicional

Autor: Mariano Tacchi

Nueva Zelanda, lugar que ya es conocido por los programas »work and travel», está haciendo una fuerte apuesta por atraer no sólo a más turistas, sino que a interesados en su mercado más emergente: la educación superior. Varios chilenos que han respondido a ese llamado cuentan su experiencia.

Según el Instituto de Estadísticas de la Unesco, en 2012 el número de chilenos estudiando en el extranjero era de 8.814 y los destinos más recurrentes eran Estados Unidos (24 por ciento) y España (16 por ciento). En el otro extremo, el uno por ciento estaba en Nueva Zelanda, un destino que aunque todavía poco masivo, en cinco años casi ha duplicado el número de locales que ha recibido, y en 2015 tenía a 700 chilenos estudiando ahí.

Para muchas personas en este país, la ex colonia británica aún es un destino y lugar poco conocido, salvo por filmes que se han rodado en su territorio, como la saga de películas El señor de los anillos de Peter Jackson o la próxima película de Scarlett Johansson, Ghost in the Shell. Pero sí ha logrado despertar gran interés a través de medidas específicas como por ejemplo los programas “work and travel”, que se popularizaron a comienzos de esta década y que son un tipo de visa especial, que permite que gente joven viva en el país por un año y trabaje para costear su estadía.

Pero a la par de eso, en los últimos años el territorio kiwi (como se le dice comúnmente a sus habitantes) se ha ido convirtiendo en punto de atracción para estudiantes de todo el mundo. De hecho, el nuevo mercado de Nueva Zelanda es la educación internacional, que es hoy la quinta industria más grande del país y que en 2014 contribuyó con  casi tres mil millones de dólares al producto interno bruto.

Los neozelandenses se enorgullecen de vivir en un país con alto nivel de desarrollo e integrado culturalmente, y en eso influye mucho la calidad de su sistema educativo, el que aparece permanentemente en los primeros lugares en las mediciones internacionales. Durante los años 80 y 90, el gobierno realizó profundas reformas en el sistema público escolar para mejorarlo. A nivel de educación superior el país tiene ocho universidades públicas –no existen las privadas-  que tienen un amplio espectros de programas de pregrado, máster y doctorado que son mundialmente reconocidos. A esos se suma el sistema público de politécnicos e institutos tecnológicos, distribuidos por el país con cursos académicos y de enseñanza de oficios.

Ahora, los decididos neozelandeses están tratando de atraer a gente hacia esos centros de estudios. Por eso en marzo organizaron en Chile una feria universitaria en el Hotel W de Santiago, a la que más de veinte instituciones del área llegaron a mostrar qué ofrecen. La actividad fue organizada por Education New Zealand, una oficina de gobierno que se dedica específicamente a fomentar a ese país como un destino para ir a estudiar. “Chile y Nueva Zelanda tienen una larga y estable relación bilateral de más de 40 años, siendo uno de sus pilares la educación”, cuenta Lisa Futschek, directora regional para América y Europa de la organización. “Los estudiantes chilenos traen diversidad a las salas de clases neozelandesas, lo que es muy agradecido y potenciado en todos los sectores”, agrega.

Patricia Ramírez

Educado por kiwis

Hay varias características geográficas que no sólo hacen fácil para el chileno adecuarse en Nueva Zelanda, sino que también implican que hay muchos intereses en común: si dibujamos una línea recta ficticia desde Auckland –una de las ciudades más al norte de ese país– hasta Chile, esta llegaría a la altura de Concepción, por lo que los climas en general son similares a los que conocemos. A eso sumémosle montañas, largas franjas de mar y las corrientes heladas del Pacífico. Ellos, al igual que nosotros, tienen productos marinos, cordero y vino. Pese a las similitudes de clima, geografía e incluso alimentación, las diferencias están en el capital humano. Así al menos lo cree William Pereira, chileno que llegó a seguir estudios de horticultura al politécnico de la Universidad de Otago, ubicado en Central Cromwell, un lugar en la isla Sur y que tiene un clima muy similar al de Coyhaique. Allí se encuentra el campus de William, al cual llegó hace cerca de seis meses con una beca del programa Técnicos para Chile del Mineduc. Tras analizar las posibilidades en distintos países, optó por la isla “porque posee un clima muy similar al nuestro y la agricultura dentro del país juega un rol muy importante al igual que en Chile”. Le ha llamado la atención el ritmo de estudio que explica que es más relajado pero sin dejar de lado la exigencia: “Calidad no es cantidad”, es la forma en que él describe la educación kiwi.

Cuenta que aunque en su institución actualmente hay dos chilenos, eso cambia en el verano “cuando llegan muchos latinos a la isla Sur para trabajar en las cosechas de distintos frutales”. Estos no vienen sólo de los programas de “work and holiday”, sino que también hay estudiantes como él, ya que a los alumnos extranjeros les permiten trabajar hasta 20 horas semanales durante el semestre y a tiempo completo en verano, para que puedan generar ingresos, lo que no ocurre en otros países.

Algo parecido a lo que dice William destaca desde la Universidad de Victoria, en Wellington, la bióloga Olivia Vergara, quien llegó hace cuatro años a realizar su PhD en Biología de la Conservación: “Te cuidan mucho, si estás estresado, te apoyan y son menos competitivos. Cuando en mi grupo de laboratorio alguien logra un avance, discutimos entre todos para mejorarlo, no como en Chile. Nadie trata de quitarte tU descubrimiento, sino que te ayudan a potenciarlo”. Ella decidió cruzar el Pacífico siguiendo la recomendación de uno de sus profesores en la Universidad de Concepción. “Trabajé mucho tiempo en Chile y acá llegué a un proyecto más grande que tiene que ver con los mamíferos pequeños introducidos y que se convierten en plagas”, cuenta.

La bióloga ambiental Patricia Ramírez se vino desde la Universidad de Chile a la de Victoria en 2013 atraída por los estudios que estaba haciendo el profesor que hoy es su tutor. “Su investigación sobre restauración de población animal me gustó mucho. También los lugares donde se hacía el trabajo en terreno me parecieron atractivos, por lo que decidí venirme”, cuenta. Mientras realiza su PhD en Ecología y Biodiversidad, cuenta que su postulación no fue sencilla, pues además de lograr ser aceptada en la universidad tuvo que pasar por el proceso de Becas Chile, el programa del Mineduc que entrega fondos para realizar estudios de postgrado en el extranjero.  La iniciativa de gobierno no es la única que existe: gran parte de las instituciones neozelandesas ofrecen becas para estudiantes de buen nivel de otros países. La bióloga ya lleva tres años allá pero sigue asombrada por la calidad de vida universitaria y el acceso a diferentes herramientas para hacer sus investigaciones. También destaca que los neozelandeses “tienen la mente muy abierta y les interesa traer a varias personas que puedan hacer un cambio constructivo y trabajar”, comenta.

William Pereira

Tú me das y yo te doy 

La comunidad de estudiantes en el país kiwi está dominada por los chinos e indios, que juntos son la mitad de los extranjeros que cursan estudios de educación superior ahí. Los chilenos son un porcentaje menor del total, pero con todo, son la segunda comunidad de latinos después de los brasileños. Según datos del gobierno de Nueva Zelanda, los chilenos que van a estudiar allá optan principalmente por hacerlo en áreas ligadas a la agricultura y los estudios ambientales (25 por ciento), seguido por campos de estudio mixtos (13 por ciento), estudios sociales (12 por ciento), salud (11 por ciento) e ingeniería (7 por ciento).  Lisa Futschek, directora Regional de Education New Zealand, explica que el interés de su país no es “sólo atraer a estudiantes chilenos a cursar carreras. Nueva Zelanda presenta una gran oportunidad para desarrollar investigaciones en conjunto”, comenta.

Como las universidades están en distintas partes del país, los chilenos no se concentran en un sólo lugar o en las grandes ciudades, sino que se reparten en distintos puntos, lo que promueve el intercambio cultural con los dueños de casa y alumnos de otras partes del mundo.

María Jesús Valdés

Así es como Paulo Lagos ha aprendido que en Nueva Zelanda “todas las profesiones son bien vistas. Se puede ser desde basurero hasta manejar tráfico y ganas un buen sueldo y te tratan con el mismo respeto que a un doctor”. Su polola, María Jesús Valdés, destaca la preocupación medioambiental de los kiwis: “Hay una cultura muy consciente con el planeta. Muchas casas reciclan, hacen compost, huertos. Todos intentan comer saludable y orgánico”, explica la estudiante de un PhD en Investigación de Mamíferos Marinos.

Llegaron a Nueva Zelanda de vacaciones  y se quedaron maravillados con los paisajes del país, que además les ofrecía buenos programas en sus respectivas áreas de estudio. Ambos postularon a la Universidad de Otago y quedaron, donde ahora trabajan y estudian. “Decidimos no postular a Becas Chile porque te obligan a volver y no te garantizan una inserción laboral”, cuenta María Jesús. Mientras que ella trabaja en terreno y como guía turística en las islas cercanas, Paulo actualmente está tratando de medir el impacto climático sobre el krill: “Acá se me abrieron las puertas con muchas herramientas con las que podría hacer muchas cosas”.

Tomado de: http://www.latercera.com/noticia/exportacion-no-tradicional/

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“Equívoco” Oportuno apaga melhores escolas públicas do quadro do enem, dando forÇa ao discurso da privatizaÇÃo

Ficou debaixo do tapete todo o investimento feito nos últimos anos, inclusive na própria realização da prova, para os milhares de alunos dos 275 Institutos Federais que oferecem ensino médio e técnico ao mesmo tempo. Não por acaso, o ensino técnico integrado foi uma das principais bandeiras do governo de Dilma Rousseff. Com a exclusao de seus resultado, no entanto, apresenta-se uma realidade piorade, que fortalece o discurso de que o ensino público não tem qualidade e necessita de um choque de gestao.

Brazilian acting President Michel Temer (R) speaks with his Education Minister Jose Mendonca Filho during a meeting with the Business Leaders Mobilization for Innovation Committee at the National Industry Confederation building in Brasilia on July 8, 2016. / AFP / EVARISTO SA (Photo credit should read EVARISTO SA/AFP/Getty Images)

O ministro da educação, Mendonça Filho, ao lado de Temer durante encontro com empresários em Brasília

Foto: EVARISTO SA/AFP/Getty Images

Há anos, existe uma campanha concertada para privatizar gestao da educacao privatrizar a gestao da educacao pública, que ganhou mais força desde o empossamento do novo governo deste ano. O interesse – com fins obviamente lucrativos – de empresas privadas pelo orçamento público da educação é foco de debates em vários países, como EUA, Chileo Reino Unido e Argentina, onde os resultados prometidos nem sempre batem com a realidades. O gasto público em todos os níveis de ensino atingiu 6,6% do PIB em 2013, que, em valores atuais, ficaria em torno de R$ 400 bihoes.Logo após a divulgação dos resultados, no dia 4, o ministro da educação Mendonça Filho, disse à rádio Jovem Pan que os resultados do Enem pediam uma «acao urgente», e essa ação seria a reforma do Ensino Médio. A presidente do Inep, Maria Inês Fini, também defendeu a reforma durante a reuniao de apresentacao dos dados: “Os resultados do Exame Nacional do Ensino Médio (Enem) de 2015 por escola reforçam a imperiosa necessidade de se reformar o ensino médio brasileiro”. Nenhum dos dois se manifestou após o Inep admitir o erro.

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A presidente do Inep, Maria Inês Fini.

Foto: Isabelle Araújo/MEC

A primeira vez que Fini ocupou cadeira no Inep foi entre 1996 e 2002, no governo de Fernando Henrique Cardoso. Participou da criação e implementação do Exame Nacional do Ensino Médio (Enem), quando ele era usado apenas para avaliar o desempenho dos estudantes de ensino público. Foi em 2009 que o exame tomou as dimensões que tem hoje, tornando-se a principal porta de entrada para o ensino superior, além de certificação do ensino médio público.A publicação do ranking gerou uma onda de críticas no setor. O Instituto Nacional de Estudos e Pesquisas Educacionais (Inep), responsável pela divulgação das notas, explicou que a ausência dos institutos federais foi resultado de uma interpretação errada da equipe técnica e que os resultados obtidos pelos Institutos Federais será processado e divulgado “tão logo seja possível”. O Inep respondeu às perguntas do The Intercept Brasil por email:

“A definição das escolas cujos resultados no Enem 2015 seriam calculados e divulgados pelo Inep foi realizada de acordo com a portaria nº 501, de 27 de setembro de 2016. Houve, contudo, um equívoco na interpretação da legislação por parte da equipe técnica que fez os cálculos para a divulgação dos resultados do Enem 2015 por Escola e por isso os Institutos Federais não foram incluídos. Sendo assim, a administração atual do Inep decidiu processar os resultados dos Institutos Federais no Enem 2015 e divulgar tão logo seja possível.”

Não foi a primeira vez que a equipe técnica ligada ao Ministério da Educação, sob o comando do ministro Mendonça Filho (DEM-PE), cometeu “equívocos” em relação ao ensino médio público e, após manifestações da sociedade, precisou voltar atrás, minimizando os impactos, num tom de “não é bem assim”. Em setembro deste ano, afirmou ter divulgado a «versao errada» da Medida Provisória 746, que reestrutura o currículo do ensino médio do país. A versão corrigida foi publicada em edicao extra do Diário Oficial da União, devolvendo a obrigatoriedade de artes, educação física, filosofia e sociologia até que seja concluída outra etapa da reforma.

A retirada maciça dos campi de institutos federais causa uma distorção no retrato, “fica aquela ideia de que as instituições públicas são todas ruins”.

O ERRO TÉCNICO não tinha sido a primeira resposta do instituto. Denio Rebello Arantes buscou explicações quando notou a ausência da escola que ele dirige, o Instituto Federal do Espírito Santo (Ifes), a então melhor escola pública do país. Sua instituição tinha sido a 22ª colocada no ranking geral (que inclui públicas e particulares), segundo o Enem 2014.

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Denio Rebello Arantes, reitor do Instituto Federal do Espírito Santo

Foto: Divulgação

“Primeiro eles disseram que era isso mesmo, que a portaria mandava isso. Depois teve uma segunda resposta, dizendo que iriam liberar os resultados”, afirma Arantes em entrevista ao The Intercept Brasil. Em sua primeira resposta aos questionamentos do Ifes, o Inep respondeu que “os Institutos Federais faziam parte do público alvo na edição de 2014, mas não na de 2015”. O edital do Enem 2015, no entanto, dedica um anexo inteiro à lista de institutos federais participantes.O Inep voltou atrás depois da repercussao no Conselho Nacional das Instituições da Rede Federal de Educação Profissional, Científica e Tecnológica (Conif) se manifestar pedindo uma reunião com o instituto.

“As instituições da rede vêm crescendo positivamente no ranking. Portanto, tínhamos uma expectativa diferente para a divulgação do resultado. Cabe-nos, agora, dialogar e tentar reverter esta situação”, protestou o presidente da confederação Marcelo Bender Machado em nota divulgada pela organização.

O Conif já pediu ao Inep o número de alunos afetados pelo «equivoco» estima-se que existam 250 mil estudantes matriculados na rede federal de ensino técnico integrado.

Dos 275 institutos e centros de educação tecnológica federais que haviam sido incluídas na divulgação do ano passado, apenas 12, ou 4% do total, estão presentes na lista de divulgação deste ano. E isso não significa que seus alunos não fizeram a prova, pelo contrário: eles estão impossibilitados de ver os resultados no exame e, por consequência, de atestarem a conclusão do ensino médio, já que a prova serve como certificado de conclusao de curso.

“Se certificamos os alunos, como não temos o resultado? Chega a ser um desperdício de dinheiro público avaliar esse monte de gente e depois não dar o resultado”, questiona Arantes. Para ele, a retirada maciça dos campi de institutos federais causa uma distorção no retrato, “fica aquela ideia de que as instituições públicas são todas ruins”. Mas ele diz preferir “acreditar que foi um erro”.

Tomado de: https://theintercept.com/2016/10/06/equivoco-oportuno-apaga-melhores-escolas-publicas-do-quadro-do-enem-dando-forca-ao-discurso-da-privatizacao/

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¡Por favor, no me digan que soy normal!

Por: Daniel Comin

Una de las más extendidas propuestas en la intervención en el autismo es normalizar, es como un dogma que nadie se cuestiona. Hay que generar entornos normalizados para que la vida de la persona con autismo se normalice bajo una norma, todo muy normal. Muy normado.

Claro que si luego le preguntas a la gente ¡qué diantres es eso de la normalidad!, tienes tantas respuestas como personas. Es decir, que en realidad no tenemos ni idea de qué narices hablamos, pero pretendemos que un grupo de personas se adapte a esa presunta normalidad. Muy normal todo ¿no creen?

Porque en realidad normalizar implica incrustar a la persona en una norma, te guste o no esa norma, y si no te gusta pues te fastidias. Y esa norma, pretende básicamente ajustar la realidad de alguien a unas determinadas reglas o criterios de comportamiento social, que la verdad, no tengo claro quien las dicta.

En diversas ocasiones he hablado sobre la naturalización de los procesos de aprendizaje, esta naturalización no es otra cosa que dar las herramientas necesarias a alguien para que pueda vivir en un entorno diferente al suyo propio. Es convertir -un espacio o lugar- en una zona donde los acontecimientos sucedan de forma no condicionada por reglas establecidas, sino por reglas al uso de los que en ese momento habitan ese espacio.

Naturalizar es vivir de forma no condicionada, sin nada artificial que regule la libertad de cada persona. Tampoco es una loa a la anarquía, todo lo contrario, es el respeto a una ley natural, acorde siempre a principios éticos, de la libertad y el ejercicio del libre albedrío. Esta visión de la naturalización huye de la norma, de los preestablecido, de lo inamovible, del modelo dirigista y fósil que durante mucho tiempo se lleva imponiendo a las personas. Tomás de Aquino (1225-1274) se refería a la ley natural como: Una ordenación de la razón destinada al bien común, en virtud de su inteligencia y libre albedrío, el hombre es amo de su conducta. A diferencia de las cosas del mero mundo material, él puede variar su acción, actuar, o abstenerse de actuar, como le plazca. Aun así, él no es un ser sin ley en un universo ordenado.

Hay cosas que la normalidad nos roba, pero nadie parece percatarse de ello. Y es algo que las personas con autismo tratan de enseñarnos a nosotros, los neurotípicos de mentes cuadradas y embotadas de tanta norma. La normalidad no te deja ver la belleza de la diversidad, mata tu creatividad, apaga tu imaginación, no te deja pensar; la normalidad te convierte en normal. A más normalizadas están las sociedades, más adoran -paradójicamente- a los diferentes ¿Curioso no creen? Y es que los diferentes son siempre más creativos, librepensadores, innovadores,…, en suma, son más libres. Y por eso, los normales adoran a los diferentes. A los normales les gustaría ser libres.

¿Queremos condicionar la libertad de las personas a través de la normalización de sus vidas? Pues no, no se pretende condicionar la libertad, ¡lo que se pretende es eliminarla! Eso hacemos sin darnos cuenta con millones de niños en todo el mundo, muchos de los cuales -por cierto- tienen autismo.

Cuando unos padres de un niño con autismo pretenden (condicionados fuertemente por su entorno y educación) normalizar a su hijo, es decir, tener un hijo “normal”, no caen en la cuenta de lo que su hijo perderá al ser embutido en la norma. Ser diferente no es malo, lo malo es que te juzguen por ser distinto, aunque ya saben, en el fondo la gente envidia a los diferentes.

Con esto tampoco pretendo decir que hay que dejar que vivan a su aire (que hay mucho fenotipo ampliado y mucha gente “normal” leyendo esto). Dar apoyos, educación, herramientas, medios,.., a la persona con autismo es básico, pero no para normalizarlos, sino para que puedan ejercer su vida por sí mismos, desde su propia libertad, no desde la imposición de reglas y condiciones sociales que les va a costar mucho entender, indistintamente del nivel de apoyos que puedan, a lo largo de su vida, requerir.

En el autismo se habla de la tríada de Wing (dimensiones alteradas en el espectro del autismo: trastorno de la reciprocidad social, trastorno de la comunicación verbal y no verbal y ausencia de capacidad simbólica y conducta imaginativa. Aunque luego añadió los patrones repetitivos de actividad e intereses), que pretendía, no solo explicar, sino definir los aspectos nucleares del autismo. Yo, de forma totalmente arrogante, me he permitido proponer mi propia tríada, no para definir, sino para intervenir: Integración Sensorial, Comunicación y Emociones. Esta tríada se debe basar siempre en un modelo natural, que dé a la persona la capacidad de desarrollarse como tal, sin tener que vivir de forma acompasada a criterios preestablecidos, sino que, sea la misma persona la que pueda decidir por sí misma.

Esas herramientas deben permitirle interactuar con el mundo que le rodea, deben permitirle comprender, pero sobre todo, deben dar un principio de autodeterminación e independencia, si no fomentamos eso desde niños, mal futuro le podemos augurar a la persona. Debemos enseñar a vivir, y no a sobrevivir.

Así que: ¡Por favor, no me digan que soy normal!

Tomado de: https://autismodiario.org/2016/08/20/por-favor-no-me-digan-que-soy-normal/

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