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Alfabetización mundial: historias de puño y letra

Por ESTHER CAMUÑAS

El 8 de septiembre se celebró el Día Internacional de la Alfabetización, una jornada que se recuerda desde hace 50 años. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) quiere conmemorar esta efeméride bajo el lema «Leer el pasado, escribir el futuro» y honrar los cinco decenios de esfuerzos y progresos a nivel internacional para aumentar las tasas de alfabetización en el mundo entero. En el año 2015 la tasa total de matrícula alcanzó el 91% en las regiones en desarrollo y la cantidad de niños que no asisten a la escuela disminuyó casi a la mitad en el planeta. A pesar de los logros, es a través de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible y de historias personales, como la de la congoleña Anastasie, que se muestran en este artículo, con las que se siguen dando pasos en la alfabetización.

En la actualidad, alrededor de 793 millones de personas en todo el mundo son analfabetas, de las cuales dos tercios son mujeres. Las niñas siguen siendo las primeras a las que se les niega el derecho a la educación, pese a todos los esfuerzos realizados en los últimos 20 años. La UNESCO apunta que, de persistir esta tendencia, casi 16 millones de niñas entre seis y once años nunca irán a la escuela primaria, en comparación con ocho millones de niños.

Alfabetización en la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible

Imagen: Taller de Solidaridad

En el mundo hoy en día hay más de 67 millones de menores que no van a la escuela. La alfabetización forma parte del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4, que se propone «garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos».

La tasa total de matrícula alcanzó el 91% en 2015

El objetivo consiste en lograr que de aquí a 2030 todos los jóvenes, y al menos una proporción sustancial de los adultos tanto hombres como mujeres, tengan competencias de lectura, escritura y aritmética.

Desde 2000, ha habido un gran progreso en la meta relativa a la educación primaria universal. La tasa total de matrícula alcanzó el 91% en las regiones en desarrollo en 2015 y la cantidad de niños que no asisten a la escuela disminuyó casi a la mitad a nivel mundial. También se han registrado aumentos significativos en las tasas de alfabetización, sobre todo entre las niñas que nunca antes habían asistido a la escuela.

Aumentan los niños que no van a la escuela en Asia Occidental y norte de África

Sin embargo, los nuevos desafíos tienen que ver con el incremento preocupante de niños que no van a la escuela en Asia Occidental y el Norte de África, debido a los altos niveles de pobreza, conflictos armados y otras emergencias. No hay que olvidar que África subsahariana consiguió los avances más notables en la matriculación en la escuela primaria entre todas las regiones en desarrollo (de 52% en 1990 a 78% en 2012), aunque sigue habiendo diferencias entre las zonas rurales y las urbanas.

El analfabetismo golpea a las mujeres congoleñas

Un ejemplo de la realidad de algunos países que quieren vencer el analfabetismo es la República Democrática del Congo. Su tasa de analfabetismo es del 33,2% entre la población adulta mayor de 15 años: un 43% de las mujeres no saben leer y escribir frente al 23,1% de hombres, según estimaciones del año 2010.

Imagen: Taller de Solidaridad

Aprender a leer y escribir es un privilegio en la R. D. Congo, pues cuesta unos 22 euros al mes (264 euros/año) en una academia privada, cuando la Renta Per Cápita anual es de 783 según el Índice Desarrollo Humano de 2015.

La alfabetización y promoción profesional de las mujeres es una de las prioridades de Taller de Solidaridad, organización que durante 15 años ha apoyado 25 proyectos y atendido a cientos de mujeres y jóvenes en áreas como la educación y formación, la promoción socioeconómica, la generación de infraestructura básica a través de creación de pozos de agua potable y aulas de educación primaria y la promoción de los Derechos Humanos.

Aprender a leer y escribir es un privilegio de 22 euros al mes

En 2015 la ONG inició un taller de lectoescritura al que se han unido otros dos en 2016. Y ya son 145 las congoleñas que en ellos han aprendido a leer y escribir, todo un ejemplo de valentía para sus familiares y comunidades.

Jesús García Consuegra, responsable de Proyectos de Cooperación de Taller de Solidaridad, asegura que «una comunidad alfabetizada es la esperanza de cambio y progreso en una sociedad justa e igualitaria». Tanto para las personas y las familias como para las sociedades, la alfabetización es un instrumento que confiere autonomía con miras a mejorar la salud, el ingreso y la relación con el mundo.

Anastasie dejó de ser analfabeta en menos de un año

Historias como la de Ngomba Ngoy Anastasie merecen la pena ser resaltadas. Esta mujer congoleña de 44 años tiene 12 hijos y aún no ha terminado de criar al pequeño (tres años). Todas las mañanas se despide del mayor (20 años) que todavía depende de ella económicamente para vender verduras en un mercado de la ciudad de Lubumbashi, la segunda localidad del país con una población de 1,5 millones de habitantes. Es la forma de sostener a sus hijos (cinco de los cuales han terminado primaria pero tuvieron que abandonar la escuela por la falta de recursos) y a su marido que está enfermo.

Aún recuerda con alegría cómo conoció el proyecto de alfabetización de Taller de Solidaridad gracias a otra vendedora del mercado y pudo ser de las primeras en incorporarse a él. Anastasie asegura que «después de asistir varios meses a las clases, ahora soy capaz de leer y escribir en swahili y comienzo a poder expresar algunos pensamientos en francés. Toda mi familia me apoya y se siente muy feliz al oírme hablar en francés. Siento que me valoran».

Fuente: http://www.consumer.es/web/es/solidaridad/economia_solidaria/2016/09/06/224293.php#sthash.87wHHpgp.dpuf

Imagen tomada de: http://www.poblanerias.com/wp-content/archivos/2014/04/BUAP-cruzada-Alfabetizaci%C3%B3n-6.jpg

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La docencia es la ocupación que se viene: Una agenda posible

Por Eduardo Levy Yeyati

Cuando hace dos años mi hija me dijo que pensaba cursar las materias didácticas de la carrera de Letras como alternativa laboral, pensé (y le dije) cuánto mejor era apurar el título universitario para usarlo como trampolín a una especialización con futuro, en vez de resignarse a la salida convencional de las carreras sin demanda específica, la modesta docencia, la trinchera del pasado. Consultando con amigos, no fui el único en reaccionar de este modo. Y no podía estar más equivocado.

En relación con el tema del impacto de las tecnologías sobre el empleo, hay esencialmente dos campos: los que dicen que se destruirán unos y se creerán otros, y los que dicen que se destruirán muchos y se crearán pocos. En todo caso, como decía Heráclito, nadie se baña en el mismo río dos veces. La historia no se repite a sí misma. Y ya sea que salgamos empatados o que, más probablemente, haya una pérdida neta de trabajo, la cómoda parcelización educativa en niveles y carreras ya se volvió obsoleta.

En un ya célebre trabajo, dos economistas de Oxford, Frey y Osbourne, estimaron que el 47% de las ocupaciones en EE.UU. eran vulnerables al reemplazo por robots o programas digitales. Replicando el método (un tanto arbitrario y probablemente desactualizado, pero útil como guía cualitativa), un informe del Banco Mundial mostró que el porcentaje es aún mayor en países en desarrollo. En la Argentina, por ejemplo, el número supera el 60%, algo esperable si pensamos que los trabajos más robotizables son aquellos de calificación media y baja y formación rígida y tradicional, precisamente donde se concentra nuestra oferta educativa y laboral. Así, todo indica que por este camino nos espera un lento pero inexorable derrumbe del empleo.

Las nuevas tecnologías jaquean nuestra zona de confort laboral de dos modos: nos obligan a actualizarnos continuamente, y nos obligan a entrenarnos para ser capaces de actualizarnos. Si algo aprendimos de la apertura liberal de los 90 es que es difícil reconvertirse para saltar de un trabajo en un sector en retroceso a otro en un sector en alza. Hoy estamos frente a una situación parecida, por causas distintas. Si nos abrimos a la tecnología, la rotación de empleo no obligará a ser flexibles y abiertos a nuevos entrenamientos. Para esto necesitamos repensar la educación para el trabajo (menos en términos de carreras, más en términos de habilidades) y reeducarnos.

La educación no es solo central a la carrera entre la tecnología y el empleo, sino que es en sí misma una ocupación menos proclive a la digitalización de lo que se esperaba. Estudios recientes muestran que el boom de la educación online, que muchos vieron como el fin del trabajo docente, está lejos de reemplazar al maestro o al profesor: la tasa de abandono es alta y los rendimientos modestos, lo que sugiere que la presencia del docente tiene algo de irreemplazable; mucho más, pensaría, en el primario y secundario o para estudiantes de bajos recursos, donde la enseñanza sale del manual y se vuelve humanidad y arte. Y, con los recursos necesarios, una experiencia extraordinaria.

El tsunami tecnológico no sólo hace más urgente la jerarquización de la educación mediante la jerarquización del docente, también la hace más posible. Después de todo, la combinación de mayor demanda, naturaleza artesanal e inmunidad tecnológica debería asegurarle al docente un mejor salario, y a la docencia una oferta de calidad a medida que los mejores estudiantes se refugien en ella. Que un hijo nos diga que quiere dedicarse a enseñar debería ser motivo de festejo.

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1901558-la-docencia-es-la-ocupacion-que-se-viene

Imagen tomada de: http://www.metro.pr/_internal/gxml!0/r0dc21o2f3vste5s7ezej9x3a10rp3w$3yvsylhlliysy1lwytmn68azscoabw4/179026806.jpeg

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Hormonas, cerebro y conducta

Por Eduardo Calixto

¿Qué órgano del cerebro cambia los impulsos nerviosos en información hormonal? El hipotálamo, el cual discretamente más grande en el varón.  Tiene centro reguladores para el hambre, sed, saciedad, conducta sexual, movimiento intestinal, cardiaco, presión arterial. Lleva a cabo los ciclos circádicos (luz oscuridad). El hipotálamo regula la actividad de la hipófisis, que está debajo de él. La hipófisis es la glándula maestra del organismo.Junto con los páncreas, adrenales, tiroides y gónadas, son las principales glándulas del cuerpo.

¿Por qué despertamos del sueño profundo?

Por efecto del cortisol, activamos la sustancia reticular ascendente, disminución de la anandamida,  incremento de histamina y activación del hipotálamo.

6:40 AM

Los rayos de sol (o la luz del foco de tu cuarto) incrementan los niveles de serotonina e inhiben la liberación de melatonina.  Nos activan,  ¡hora de salir de la cama! Después de levantarte en promedio, tenemos de 20 a 40 minutos sin ganas de comer, gradualmente, vamos teniendo hambre por disminución de nuestros niveles de glucosa (80-100 mg/dl), el hipotálamo libera orexinas y tenemos ¡hambre!, los niveles de glucagón aumentan para evitar una hipoglicemia severa.

¿El baño? Te bañas por acción sinérgica de tu corteza cerebral y ganglios basales, sabes también en donde están las llaves del agua y el jabón, no te toma poner atención puedes pensar en otras cosas el mismo tiempo.  El agua caliente, libera más TRH y hormona tiroidea, una mayor liberación de neurotransmisores está asegurada por esta ducha, el placer del baño se debe a la dopamina liberada en el sistema de recompensa en el cerebro.

7:00 AM

El sistema límbico, ¡pide comer! y ¡puede enojarse si no desayunamos! Es especial la amígdala cerebral que recibe información del nervio vago (ruidos gástricos y movimientos intestinales), se libera más hormona TRH, para que a su vez se libere hormona tiroidea para activar el metabolismo, la acetilcolina permite un mejor movimiento intestinal y a nivel del hipocampo nos permite recordar y asociar la hora de salida.

Tomar alimentos con características de lácteos es majestuoso para el intestino, nos da placer –el cerebro recuerda la 1er infancia, existe una comunicación entre estómago y cerebro a través de hormonas como la gastrina, grelina leptina, adiponectina y reducción de orexinas- los niveles de glucosa regresan a 90 mg/dl por efecto también de la insulina, la glucosa llega a todo el cuerpo y sonreímos.

Un abrazo, un caricia, una sonrisa, hacen que se libere oxitocina, la conducta de apego se inicia en el día.

7:05 AM

¡Corre porque llegamos tarde otra vez! El giro del cíngulo etiqueta con emoción el beso de despedida de un ser querido, la serotonina se incrementa, la oxitocina reduce el estrés y permite una remodelación neuronal de hipotálamo.

7:20 AM

La espera del autobús (metro) y el tráfico nos hace impacientarnos. Los niveles de adrenalina inician a elevarse, el sistema límbico se activa más. La pupila se dilata, los músculos se tensan, es fácil en caer en provocaciones, la amígdala se vuelve activar, pero ahora somos competitivos, agresivos, listos para correr. La temperatura aumenta, los niveles de hormona tiroidea, nos hace sentirnos con calor.

9 :00 AM

Llegar a la oficina, después de correr y el calor, nos hace sentir sed, el hipotálamo reacciona, necesitamos agua.  Sin saberlo, bebemos casi 500 ml,  20 minutos después la osmolaridad plasmática ha sido detectada por el hipotálamo, liberamos vasopresina, hormona también llamada antidiurética. El riñón tiene receptores para esta hormona, por ello, al liberarse, generamos una mayor filtración renal, el resultado, orinar para liberar la vejiga: no orinar nos pone nerviosos, nos quita atención, nos genera una respuesta del sistema nervioso simpático, es tanta la necesidad, que la presión arterial aumenta y sudamos. Por fin, al realizar la micción (ahora se activa el sistema nervioso parasimpático) permite liberar la orina, la vejiga se relaja, el hipotálamo detecta esto y nos tranquiliza físicamente. Entre más te tardes en ir al baño, se reducen los aspectos inteligentes cerebrales.

13:00

El estómago está vacío (estuvo con comida, las orexinas y glucagón vuelven a elevarse, hambre de medio día, la cual es mayor, y evidentemente se acompaña de una mayor actividad cortical para obtener un alimento. La corteza cerebral libera glutamato y GABA, proponiendo poner atención en lo necesario, pero entre más hambre hay: menos atención se mantiene. Comer genera placer. La dopamina se incrementa, bebemos agua, disminuimos la osmolaridad. El intestino libera gastrina, secretina, colecistocinina, PIV, resultado: digestión, HCl, nos da ¡sueño! La marea alcalina se presenta, y al mismo tiempo se genera el reflejo gastrocólico: es decir por eso es necesario evacuar después de comer. Los intestinos tienen en ese momento tanta sangre y el pH sanguíneo se hace alcalino. Conductualmente, hay una mezcla de placer, sueño y calma.  El picante de la comida (chile) con la capsacicina (su principio activo), genera liberación de endorfinas, placer asegurado: entre más picante, el cerebro responde con más endorfina, más placer. Comer te incrementa la liberación de hormona calcitonina, más si comes una buena fuente de calcio.

16:00

El trabajo nos genera cansancio. Nuestra atención dura de 20 a 30 min, necesitamos reírnos para romper ciclos. Movernos para no aburrirnos.  Una adecuada red social nos permite liberar oxitocina, sentirnos parte de un equipo o un grupo. Los apegos al grupo, a la empresa, nos hacen solidarios, reactivos a las necesidades de nuestros compañeros. Un fuerte apretón de manos, una palmada en la espalda, ¡un bien hecho!! Garantiza la solidaridad un buen ambiente de trabajo. Tan fácil y tan lejos en algunos trabajos.

Las bromas, las risas permiten una mejor condición para este efecto.

22:00 H

Pretendes dormir, en la cama ver la televisión o el teléfono reduce el sueño: la luz disminuye la liberación de melatonina. No obstante, al apagar la luz, el cansancio te gana, la anandamida se libera, se reduce la liberación de histamina, el GABA se incrementa, las orexinas se reducen, el metabolismo cerebral se reduce. En la noches estás listo para liberar hormona de crecimiento, que repare tejidos, procese cicatrización y te genere una mejor piel.  Dormir mejor entre las 12 h a las 3 am, te permite soñar, tener memoria y descansar. Las 5 am, inicia el día, liberando nuevamente cortisol. El inicio de un nuevo día.

@ecalixto

Fuente: http://www.excelsior.com.mx/blog/neurociencias-en-la-vida-cotidiana/hormonas-cerebro-y-conducta/1105756

Imagen tomada de: http://www.saudecompleta.com/media/catalog/category/NEURONIOS.jpg

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¿Cuál es la mejor escuela para mis hijos?

Por Eduardo Andere

“La fuerza de la pedagogía en la escuela es inferior a la fuerza de la cultura en el hogar”

La ciencia del aprendizaje ha avanzado mucho en las últimas décadas. Los instintos genéticos nos dan a los padres de familia elementos para lidiar naturalmente con funciones automáticas, pero los instintos no nos hacen, necesariamente, buenos padres de familia. No es suficiente ser papá y mamá, ser padre de familia en el siglo XXI es una “profesión”.

Arropado por hallazgos de investigación, ¿qué cosas deben saber mamá y papá antes de llevar a sus hijos a la escuela?

  • Es mucho más importante lo que pasa en casa que lo que pasa en la escuela para el éxito académico y la felicidad de los hijos. Los hogares deben ser el primero y más importante ambiente de aprendizaje de los niños.
  • Los niños no deben ser “un proyecto” de los papás como bien lo dice Peter Grey. Los niños son seres humanos maravillosos que aprenden más por la cercanía y buena relación, cordial, amorosa, paciente y cuidadosa con mamá y papá, que por la cantidad de proyectos a los que son sometidos, la cantidad de juguetes a los que tienen acceso, o por la fama del preescolar, primaria o secundaria de elección.
  • No hay tal cosa como un niño digital; lo digital se aprende culturalmente no por herencia genética. Nunca los artilugios digitales deben compensar o suplantar a las relaciones personales con papá y mamá.
  • Entre más regalos les des a tus niños más te pedirán mejores y más sofisticados regalos en el futuro. Revisa si el regalo no es más bien una forma de esconder la culpa por falta de atención. El mejor regalo que le puedes entregar a tus hijos es el tiempo de calidad que estás con ellos.

escuela-maestros-310511Las escuelas no son bancos: “entrego a mis hijos a principio del ciclo escolar y los recibo al final con intereses”. El mejor pegamento del conocimiento son las emociones. La esencia de las emociones está en la crianza del hogar y no en la instrucción de la escuela.

  • Tanto mal le hacen a un niño padres negligentes como padres helicópteros. Padres que no saben dónde andan, hacen o viven sus hijos ocasionan tanto daño a sus hijos como padres que andan todo el tiempo encima de ellos. Los primeros crían niños temerarios, autodestructivos o deprimidos; los segundos, que metafóricamente les extraen el lóbulo frontal, crían niños inútiles.
  • Los niños aprenden jugando y explorando mucho más de lo que los adultos creemos. Esquemas estructurados de aprendizaje en los primeros años de vida de los pequeños fomentan la memoria pero inhiben la creatividad, el interés, la indagación, la curiosidad, la ilusión, el riesgo y la innovación. Tú decide.
  • Las instalaciones de la escuela es uno de los factores que menos impacta en el aprendizaje de tus hijos adquirido a través de la escuela. Lo que más impacta, según las investigaciones sobre los factores de la escuela asociados al aprendizaje son: la calidad de los maestros, el liderazgo del director y la calidad de las relaciones humanas en la escuela.
  • Hallazgos modernos tanto de la OCDE como de investigadores auspiciados o publicados por el MIT han detectado que no existe una relación directa entre uso de computadoras o artilugios y desempeño escolar; en algunos casos, parece que la relación es perversa, entre más es la inversión en computadoras y artilugios menor es el aprendizaje. No se trata de decir no a la tecnología, sino más bien, de saber usarla bien.
  • padresPapá y mamá, deben saber que no es tan importante estar todo el día en la escuela ni participar en consejos escolares como condición necesaria para el aprendizaje de sus niños. Si quieren hacerlo, enhorabuena. Lo realmente importante es que papá y mamá estén interesados en la educación escolar de sus hijos; que coincidan con la cultura de la escuela y la apoyen en el hogar, y que si tienen alguna bronca con la escuela, algún maestro o director, no vociferen en contra de la escuela delante de sus hijos; eso hará a sus hijos prepotentes, arrogantes y enemigos de sus maestros y su escuela. Si tienen alguna queja traten el problema, como adultos, directamente con los maestros y directivos sin utilizar a los hijos como intermediarios activos o pasivos.
  • Mucho más importante que la reforma educativa en el país es la reforma educativa en el hogar. La mala noticia es que crear un ambiente de aprendizaje cordial, ameno, seguro y autorregulado en casa, cuesta mucho trabajo, esfuerzo, motivación y dedicación; la buena noticia es no cuesta dinero.

Debemos entre todos diluir las fronteras entre la escuela, el hogar y la oficina o lugar de trabajo. El aprendizaje en la vida es un continuo y los adultos debemos suavizar las transiciones para los niños. La escuela no es una institución donde se encierra a los niños varias horas del día cinco días a la semana. La escuela es un lugar más de la vida, donde ocurren cosas fabulosas, maravillosas, nuevas e innovadoras, que nos ayudan a crecer y a estimular nuestros cerebros. Pero la escuela empieza en el hogar.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/cual-es-la-mejor-escuela-para-mis-hijos/

Imagen tomada de: http://www.diarioya.es/store/Proforpa.jpg

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Competencias del educador de adultos vistas desde la demanda social en contextos interculturales

Por: Benito Fernández F

Introducción

La educación y la figura del educador son construcciones sociales, sujetas a permanentes cambios. En el caso de la educación de adultos podemos añadir, de acuerdo con nuestra experiencia, que el educador de adultos no cuenta todavía con un perfil propio ni con el reconocimiento social de otras profesiones, incluyendo la del maestro y el profesorado. El perfil difuso, y a veces conflictivo, del educador de adultos se expresa en algunos hechos significativos:

  1. La formación de educadores de adultos no ocupa espacios importantes en la ofertas universitarias y ni en los programas estatales. En  Bolivia sólo dos de 25 Institutos Normales Superiores (antiguas Escuelas Normales) forman docentes para la educación de adultos.
  2. Las organizaciones del magisterio, urbano y rural, no reconocen identidad propia al educador de adultos y desarrollan una política uniformizadora en los aspectos organizativos, ocupación de cargos, perfil pedagógico, etc. El educador de adultos no tiene el status profesional ni recibe la misma remuneración que su colega, el maestro normalista.
  3. La propuesta educativa impulsada por los pueblos indígenas, muy influyentes en Bolivia, sigue apostando a la educación escolarizada rural, desconociendo en la práctica las potencialidades de la educación de adultos en ámbitos rurales y urbanos, a pesar de que hoy día la mayor parte de la población indígena vive en las ciudades.
  4. Los puestos vinculados a la educación de adultos en proyectos, planes y programas de desarrollo impulsados por la sociedad civil (ONG, agencias de desarrollo, empresas) y el gobierno (instancias descentralizadas de los ministerios de salud, agricultura, vivienda, etc), son mayormente ocupados por profesionales de carreras no pedagógicas.
  5. La diversidad caracteriza hoy más que nunca el campo de la educación de adultos y complejiza la figura del educador. Esta diversidad tiene que ver con las personas (por edad: jó- venes, adultos, ancianos; sexo: identidades sexuales diferentes; condición social: indígenas, trabajadores, presos, etc); contextos (urbano, rural, etc); temáticas (medio ambiente, ciudadanía, producción, organización, etc), espacios (formalizados, abiertos, a distancia y otros); ejercicio profesional (como “pedagogo” o como “agente de desarrollo” con capacidades pedagógicas; promotor, capacitador, animador cultural, etc).

Todo apunta a que el educador de adultos carece, por un lado, de una especificidad profesional propia, socialmente reconocida, y por otro las instancias formadoras no toman en cuenta su rol ni sus competencias sociales, tan importantes en contextos de marcada interculturalidad, como es el boliviano. Con frecuencia estos programas no parten del perfil de competencias profesionales del educador, sino más bien de la descripción de los contenidos de la formación (conocimientos, habilidades y destrezas). Cambiar esta situación requiere diferentes estrategias. Entre ellas está el definir con mayor claridad el rol y competencias del educador de adultos en los actuales procesos de cambio que vive Bolivia, donde los movimientos sociales e indígenas adquieren un mayor protagonismo en la gestión del Estado.

Actividades

A pesar de los problemas señalados, existe una creciente demanda de la sociedad para que la educación y los educadores de adultos aporten de manera decisiva y con identidad propia al desarrollo económico, social, político y cultural del país. Hemos podido recoger parte de esas demandas a través de diagnósticos y estudios realizados estos últimos años, tales como las investigaciones previas a la elaboración del Proyecto Académico Institucional del INSEA de Villa Serrano (Chuquisaca), al Programa de Formación de Educadores de Jóvenes y Adultos a Distancia, al Programa de Formación de Directores de los Centros de Educación de Adultos y al Proyecto de Escuela Pedagógica Abierta.

Resultados

Demandas de las comunidades y los movimientos sociales

En las consultas realizadas con grupos comunitarios y movimientos campesinos e indígenas, se han expresado las siguientes demandas:

  1. El educador de adultos debe acompañar los procesos de desarrollo comunitario, transfiriendo a las familias y a las organizaciones comunitarias capacidades organizativas, técnicas y productivas, recuperando la propia cultura, en el marco de una educación para la vida.
  2. Debe estar abierto e interiorizarse de las necesidades comunitarias y del potencial educativo de la cultura antes de elaborar y aplicar planes y programas educativos en ámbitos formalizados (Centros de Alfabetización y Educación de Adultos) o abiertos (centros comunitarios, radios comunitarias y otros).
  3. Debe saber negociar recursos para el aprendizaje con el municipio, instituciones, ONG, etc.

Demandas de las instituciones de desarrollo independientes y descentralizadas

  1. El educador de adultos debe integrarse y conocer el contexto cultural, económico, social y político en el que se lleva a cabo la acción de desarrollo, exigiendo cada vez más el manejo de las dos lenguas, la originaria del área de trabajo y el español.
  2. Debe establecer en forma participativa las necesidades de la población meta y presentarlas e incorporarlas en los proyectos de desarrollo de nivel local, regional y nacional, interactuando con técnicos de las diferentes áreas (salud, producción, etc) con un enfoque interdisciplinario.
  3. Debe diseñar y aplicar estrategias educativas interculturales articuladas a los proyectos y planes institucionales de desarrollo.

Demandas del Estado y de la sociedad en su conjunto

  1. El educador de adultos debe contribuir a la construcción de una sociedad democrática e intercultural, difundiendo los valores de justicia, libertad, solidaridad, honestidad y respeto a las diferencias.
  2. Debe prestar apoyo técnico pedagógico a campañas y planes locales, regionales y nacionales de alfabetización, educación primaria, educación secundaria y educación técnica de jó- venes y adultos, con una visión abierta, intercultural e innovadora en sus métodos, en especial el uso de las tecnologías de información y comunicación.
  3. Debe crear y asesorar espacios de información, análisis, debate y construcción de propuestas sobre temas de interés social, tales como la Asamblea Constituyente, el referéndum sobre autonomías, proyectos de desarrollo, derechos ciudadanos, etc, siempre con una visión intercultural.
  4. Debe poder sistematizar y comunicar su propia experiencia, aportando al debate y mejoramiento de las estrategias y la calidad de la educación de adultos.
  5. Debe facilitar y coordinar alianzas con otros agentes e instancias educativas que operan en la misma zona de intervención, así como participar activamente en la elaboración de los Planes de Desarrollo Municipal.

A partir de las demandas registradas, hemos podido diseñar un conjunto de competencias, entendidas como un “saber hacer eficaz y eficiente, enmarcado en determinados valores, que apuntan a la construcción de una sociedad democrática e intercultural”. Hacemos, por lo tanto, una clara diferenciación entre este concepto de “competencia” y lo que es sólo un conjunto de capacidades técnicas o de conocimientos, habilidades y actitudes señalados en los contenidos curriculares.

Conjunto de competencias requeridas por el educador de adultos

Para responder a la demanda social, el educador de adultos debe ser competente en:

  1. Argumentar frente a la sociedad y con las autoridades educativas la importancia del aprendizaje de las personas jóvenes y adultas, por ser un derecho humano que abre la puerta a los demás derechos y crea condiciones para un desarrollo humano sostenible.
  2. Diagnosticar las necesidades y potencialidades educativas de los adultos, a nivel individual y comunitario, en contextos socio-culturales y temáticas diferenciadas.
  3. Diseñar estrategias educativas interculturales, con diferentes niveles de aplicación espaciotemporales, que puedan responder de manera eficiente y eficaz a esas necesidades y potencialidades detectadas.
  4. Organizar y gestionar espacios educativos que faciliten el acceso y el desarrollo de un aprendizaje significativo, teórico-práctico, emocional e intelectual, priorizando situaciones de aprendizaje tomadas de la vida diaria de los participantes.
  5. Crear y desarrollar instrumentos pedagógicos (métodos, técnicas, materiales educativos) y utilizar las tecnologías de la información y la comunicación, que incorporen los códigos y formas culturales/interculturales de las personas jóvenes y adultas en la producción, circulación y apropiación de los conocimientos.
  6. Identificar recursos potenciales para el aprendizaje y negociar el acceso a esos recursos con aquellas instancias que los proveen (municipio, agencias, fondos de desarrollo, etc).
  7. Monitorear y evaluar procesos educativos autónomos o incorporados a planes y proyectos de desarrollo.
  8. Reflexionar críticamente sobre la propia práctica y aprender de ella para mejorarla, a través de estrategias como la sistematización de experiencias.

En resumen, el educador de adultos es un profesional que, en diferentes grados de aplicación, maneja saberes teóricos, prácticos y éticos, para promover, de modo participativo, procesos de transformación social en los que las personas jó- venes y adultas sean actores.

Recomendaciones para la acción

  1. Las competencias del educador de adultos poseen un contenido dinámico y complejo, producto de los cambios sociales y la diversidad de situaciones y roles que debe afrontar. En Bolivia la diversidad cultural tiene además un peso preponderante, exigiendo en el educador competencias interculturales más desarrolladas.
  2. Convendría entonces diferenciar competencias generales y específicas. Las primeras enfatizarían capacidades propias del educador, de alguna manera expresadas en el punto anterior (Conjunto de competencias). Las segundas tomarían en cuenta a los adultos participantes, contextos, temáticas, espacios, figura profesional, etc, y por tanto su elaboración estaría determinada desde cada situación o contexto del que se trate.
  3. En cuanto a la metodología para la elaboración de las competencias, se hace necesaria una consulta a los participantes, comunitarios e institucionales, que precise en cada caso las expectativas hacia el educador de personas jóvenes y adultas (en sus diferentes figuras y denominaciones).
  4. Se hace urgente la profesionalización del educador de adultos para que su desempeño sea de calidad y adecuado a los niveles y situaciones que se pueden presentar. Dicha profesionalización debe llevarse a cabo en espacios y con metodologías participativas e innovadoras, articulando en todo momento la teoría con la práctica.

Fuente: http://www.crefal.edu.mx/decisio/images/pdf/decisio_16/decisio16_saber4.pdf

Imagen tomada de: http://fotos.lahora.com.ec/cache/a/ab/ab4/ab4b/educacion-para-adultos–mayores-en-tercera-etapa-20130516073123-ab4b9b3c9784f5d9c6b260fc4a9fcebb.jpg

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Educación popular en derechos humanos

Por Carlos A. Ventura Callejas

La educación popular en derechos humanos es una propuesta metodológica que contribuye a la lucha de las personas y los pueblos para construir un mundo más justo y digno, al tomar como herramientas los derechos humanos pero, sobre todo, como herramientas pensadas para procesos de emancipación. Con base en esto, el Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, OP, AC, ha acompañado espacios formativos y ha entretejido saberes. Es vital reconocer los procesos de lucha que han llevado a Latinoamérica a la conquista de los derechos humanos que reconocen a las personas como sujetas de derecho y a los medios de comunicación para exigir a los Estados condiciones dignas de vida, aspectos que todavía están en construcción.

SOCIOS | CIUDAD DE MÉXICO (MÉXICO) | 29 DE ABRIL DE 2013
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Los procesos de formación que acompañamos se realizan mediante los componentes de propuestas educativas que surgen en América Latina, y se han venido fortaleciendo y alimentando a partir del intercambio de saberes entre los diversos grupos organizados que buscan liberarse y transformar este sistema deshumanizante que cada día se colapsa con mayor gravedad.

Acompañamos el proceso de la Escuela para Promotoras y Promotores Juveniles en Derechos Humanos desde hace 10 años, el cual ha visto pasar a poco más de medio millar de jóvenes que han dedicado tiempo y entrega en este espacio para construir saberes y herramientas encaminadas a la defensa de los derechos humanos, sobre todo de derechos de grupos que históricamente han sido explotados, marginados y discriminados.

Lo procesos educativos deberían ser un medio por el cual las personas hallen alternativas para caminar en comunidad hacia un mundo donde los derechos humanos sean una realidad concreta, y pasemos del reconocimiento de los derechos en los instrumentos internacionales o leyes del Estado, a su ejercicio pleno. Consideramos apremiante que en los procesos de formación y acompañamiento sobre derechos humanos seamos sensibles a las propuestas educativas que rompan con el modelo hegemónico de educación bancaria e individualista, de lo contrario el proceso de socialización del saber con relación a los derechos será infructuoso. Es importante que las personas acompañantes de estos procesos formativos facilitemos espacios fraternos y horizontales, donde “nadie sea sin que una o uno deje de ser”, donde las personas se reconozcan hermanadas en la construcción y esperanza de que la civilización del amor es posible, y que el mundo subvierta la injusticia, la opresión y este sistema violento, capitalista y patriarcal.

La educación popular en derechos humanos conserva las propuestas que la educación popular del siglo pasado cimentó. No podemos dejar de lado los componentes que ya se han llevado a cabo y que son efectivos. Por ejemplo, tanto en la propuesta de la Teología de la Liberación, a través de prácticas como las comunidades eclesiales de base, como en los procesos formativos de movimientos y organizaciones populares, se ha comprobado la educación como un medio que posibilita la crítica, y a través de ésta se comprenden los componentes estructurales que por siglos han mantenido a pueblos enteros en la marginación y la miseria, y donde juntas y juntos desenmascaramos las mentiras y abusos de la civilización del capital, la civilización de la riqueza, como lo denunció Ignacio Ellacuría. Asimismo, se ha hecho una opción clara y fuerte por las mayorías empobrecidas, por los pueblos que luchan para dignificarse en su quehacer cotidiano desde los pequeños signos de amor en comunidad hasta la organización social y política, que encuentran su razón de ser en la superación de la deshumanización y la edificación del buen vivir de todas las personas y pueblos.

En las últimas 2 décadas, en el país el tema de los derechos humanos ha cobrado una importancia relevante; incluso se han hecho parte de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos con las debidas obligaciones que un Estado tiene para garantizarlos y protegerlos. Sin embargo, si los grupos organizados que caminamos al lado de las víctimas –sean organizaciones no gubernamentales, movimientos sociales o colectivos– perdemos la intención de empoderar a las personas para que exijan sus derechos y tomen en sus manos estas herramientas de emancipación, entonces correremos el riesgo de olvidar que los derechos humanos son para las personas, para los hombres y mujeres de este mundo y, al olvidar seguramente terminaremos por legitimar y entender los derechos humanos en función de las propuestas e intereses venidos del sistema y de la clase dominante, advertencia que Franz Hinkelammert nos hace desde varios años atrás.

Lo importante en un proceso de educación popular en derechos humanos, a nuestro juicio, es guiarlo hacia la búsqueda y conquista de derechos que propicien que todas y todos tengamos las condiciones básicas y necesarias para una vida libre de miseria y miedo, y a su vez rechazar la acumulación del capital como motor de la historia y principio de la humanidad. Así también se hace urgente la solidaridad y organización entre todos los pueblos del mundo, a través del cosmopolitismo, tal como lo señala Boaventura de Souza, con la finalidad de hermanar las luchas por los derechos humanos y compartir experiencias que han reivindicado la dignidad y la justicia de las personas y los pueblos.

Para el Centro Vitoria, dirigido actualmente por don Miguel Concha, ha sido fundamental que los derechos humanos se compartan, se vivan y se construyan desde lo más sencillo, desde lo más significativo para las personas y con base en metodologías venidas de la educación popular y la educación para la paz, en ello han contribuido mujeres y hombres que han colaborado como facilitadores y acompañantes en el proyecto de la Escuela de Derechos Humanos. A todas y todos, muchas gracias.

Los 10 años de la Escuela de Derechos Humanos del Vitoria muestran que el trabajo colectivo y compartido hace realidad la existencia de juventudes defensoras de derechos humanos, y que con el paso del tiempo, a través de un diálogo intergeneracional, entretejen experiencias y saberes que dan cuenta de la gran comunidad de personas que cotidianamente defienden los derechos humanos, y transformar así un sistema basado en el individualismo que excluye y explota a todas y todos aquellos que no pertenecen al grupo dominante y poseedor de la lógica de la civilización del capital y el patriarcado.

Este lugar de formación para jóvenes defensoras y defensores de derechos humanos es parte de las experiencias que la Red Nacional de Organismos Civiles Todos los Derechos para Todas y Todos ha visibilizado mediante su campaña Defendamos la Esperanza (www.defendamoslaesperanza.org.mx), con la intención de compartir los trabajos de defensa y promoción de derechos humanos que las organizaciones de esta Red realizan.

Es fundamental que la sensibilización hacia las violaciones de derechos humanos nos lleven a reconocernos también como víctimas de violaciones sistemáticas a nuestras derechos, pero también al reconocimiento de los abusos que cometemos contra la Madre Tierra, al tiempo que desarrollamos habilidades de defensa y transformación social. Estos procesos educativos tendrían que ir encaminados a humanizar la humanidad y construir un mundo basado en la sororidad y fraternidad, al reconocer las diversas orientaciones sexuales e identidades sexogenéricas, comenzando desde las relaciones cara a cara hasta la transformación de las relaciones estructurales que por tanto tiempo han violentado y explotado a las personas y la naturaleza.

La educación popular en derechos humanos hace que nos miremos como iguales, nadie por encima de nadie, con vitalidad para la defensa de la dignidad y creatividad para reinventar nuestros espacios de convivencia, para dar paso a la civilización del amor y la solidaridad. En este caminar colectivo, las víctimas hallamos fuerza suficiente en la comunidad para reivindicar nuestra dignidad y exigir justicia y reparación del daño que se nos hace. Un proceso basado en el amor y la esperanza no nos permite mirarnos solas y solos, todo lo contrario, en compañía del otro y la otra, de la comunidad, es que nos dirigimos de manera firme a defender nuestros derechos, a tomarlos en nuestra manos porque son nuestros, porque son medios por los que defendemos nuestra vida.

La educación popular en derechos humanos es para y desde el pueblo, por ello, es recreada desde y con el pueblo. No es un modelo acabado, pues el intercambio de saberes hace que en cada espacio de formación se recontextualice y resignifique conforme a las personas. Las experiencias de educación popular en América Latina y las prácticas de defensa de los derechos humanos, al mezclarse, nos posibilitan ver que los procesos de formación son liberadores, que los derechos humanos son herramientas de emancipación y que la paz y la justicia se hallan entre las personas y los pueblos que salen de sí para solidarizarse con la liberación y la dignidad de los grupos violentados por el actual sistema. Esta propuesta busca hacerse cargo de la realidad y fortalecer la esperanza en que “otro mundo es posible”

Fuente: http://www.voltairenet.org/article178376.html

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Las fallas del circuito penal juvenil: más violencia y pocos derechos

Por Alejandra Perinetti

Durante mucho tiempo, la legislación de nuestro país criminalizó la pobreza y, a partir de una concepción paternalista de la infancia, se encargó de poner bajo una pseudoprotección a cualquier «niño que se encontrara en riesgo o estado de abandono moral o material», ingresándolos a dispositivos institucionales de control social como los institutos de menores.

Estas instituciones poco tenían que ver con el fortalecimiento de los vínculos familiares o con estrategias de revinculación con su familia de origen, vulnerando así los derechos del niño y afectando su desarrollo pleno.

Hoy en día, a más de 25 años de sancionada la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), donde niños, niñas y adolescentes son reconocidos como sujetos de derecho, éste debería ser un tema saldado en pos de la construcción de un sistema de protección integral de derechos con características que garanticen el bienestar de todos los niños, independientemente del estrato social al que pertenezcan. Lamentablemente, esto no es así.

Un estudio publicado en 2015 por la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf) junto a Unicef, revela que hay 3908 jóvenes infractores y presuntos infractores de la ley penal de hasta 17 años, inclusive. Esta cantidad representa al 0,14% del total de población de 14 a 17 años del país.

Por otro lado, si se considera el nivel educativo alcanzado por este grupo de adolescentes y jóvenes, podemos observar que el 17% cuenta con la educación primaria completa, el 16% con la primaria incompleta, el 64% no ha cumplimentado con el nivel secundario completo mientras que solo el 3% logró finalizar los estudios secundarios.

Podemos deducir entonces que hay un sector de la sociedad más vulnerado para el cual la respuesta punitiva del Estado parece ser la más recurrente.

Además, una vez que ingresan al circuito penal juvenil, las condiciones en las que se encuentran estos adolescentes distan mucho de convertirse en una oportunidad para que, una vez que recuperan la libertad, puedan reinsertarse saludablemente en el contexto de sus comunidades.

Por ello, se vuelve urgente remarcar que el mandato constitucional establece que el sentido de la privación de la libertad no debe ser el castigo, sino la adecuada preparación para la vida en libertad.

Sin embargo, los institutos de libertad restringida son totalmente iatrogénicos (dícese del acto médico que a pesar de haber sido realizado debidamente no consigue la recuperación de la salud del paciente): las condiciones en las que pasan sus días los adolescentes y jóvenes privados de libertad dan cuenta de pautas y normas de convivencia que, sin profundizar demasiado, se podrían asociar a una clara violación de los estándares mínimos de calidad de vida y derechos humanos que se establecen y reconocen en distintos tratados internacionales, Constitución Nacional, así como en las leyes nacionales y provinciales que se dictaron en consecuencia.

En este contexto surge la siguiente pregunta: ¿cómo es posible exigirle a un adolescente o joven que se «reinserte» en la sociedad una vez cumplida su condena si durante la permanencia en estos dispositivos no se ha hecho más que profundizar la vulneración de sus derechos?

Más allá de la deuda que nuestro país tiene en materia de responsabilidad penal juvenil, es necesario avanzar hacia el fortalecimiento de políticas destinadas a mejorar las condiciones en la permanencia y el egreso de los adolescentes que transiten por el circuito penal juvenil.

Tratamiento diferenciado

El tratamiento que se le da a la comisión de un delito por parte de un adolescente o joven no puede ser el mismo que a un adulto. Necesitamos contar con un sistema judicial que resguarde a los jóvenes en conflicto con la ley penal, con el objetivo de romper el círculo vicioso que reproduce la violencia en la que viven inmersos.

Más aún, es necesario mejorar los mecanismos de integración social que apunten a evitar no sólo la reproducción de conductas juveniles delictivas, sino que, fundamentalmente, garanticen sus derechos, brindándoles un marco para su inserción social.

Desde Aldeas Infantiles SOS entendemos a la juventud y la adolescencia como un período entre la niñez y la adultez, en el cual se busca consolidar su relación con la sociedad, en un afán de reinventar el mundo desde su propia mirada y formas de expresión.

Esto nos convoca a todos como sociedad a acompañar la transición, desde la inclusión y la participación, de quienes van a construir nuestro futuro, posibilitando así un debate real sobre qué tipo de sociedad queremos construir.

¿Una inclusiva y constructiva o una que ensanche la brecha por donde se filtran cada vez más niños, niñas adolescentes y jóvenes?

La autora es directora nacional de Aldeas Infantiles SOS Argentina; www.aldeasinfantiles.org.ar

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1897714-las-fallas-del-circuito-penal-juvenil-mas-violencia-y-pocos-derechos

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