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Apuntes sobre geoeconomía desde el Sur (2015-2016)

Alfredo Serrano Mancilla

I. La resistencia hegemónica de los Estados Unidos

El país hegemón se resiste y hace lo imposible para recuperar el terreno perdido en el siglo XXI. Estados Unidos necesita del monopolio del dólar para sostener su endeudamiento billonario en lo comercial (505.000 millones de dólares) y en lo fiscal (59,4 billones de dólares). La economía made in USA depende interna y externamente del poderío de su moneda a escala global. Así lo reconoce por ejemplo el mismo Jared Bernstein (economista jefe entre 2009-2011 del vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, y miembro actual del equipo económico de Barack Obama) en el mismo New York Times: “el papel del dólar como moneda de reserva mundial pasó a ser un principio fundamental de la política económica de Estados Unidos». Sin embargo, en la última década, el proceso progresivo de desdolarización en la acumulación mundial de reservas hace peligrar precisamente la posición exclusiva dominante de los Estados Unidos en materia geoeconómica. 

Dos variables son claves para comprender la dimensión de este fenómeno: 

1) La participación del dólar en las tenencias de reservas mundiales pasó de representar el 71,1% en 2000 hasta el 60,7% en 2011; esta evolución se explica por el creciente rol del yuan chino que ya es usado como moneda de reserva en un total 40 bancos centrales; y 

2) A los Estados Unidos tampoco le conviene económicamente que el intercambio comercial entre grandes países se realice cada vez más en monedas propias sin necesidad de transitar por el dólar (Rusia con China, Japón con China, también previsto para los BRICS).

En lo que llevamos de siglo XXI, Estados Unidos tampoco cuenta con el monopolio en relación a las grandes transnacionales, pero sí va dando signos de recuperación en este pasado 2015. En la última década, fueron apareciendo grandes corporaciones mundiales con casa matriz en China, América Latina, Rusia, India; además de las que ya existían en Japón y en Europa. Antes del estallido de la crisis, Estados Unidos solo tenía 34 compañías entre el centenar de empresas más valiosas del mundo. No obstante, durante este periodo de gran recesión, las empresas estadounidenses han sabido recuperar posiciones. En la actualidad, ya disponen del 54% de ese top 100 mundial. El dato demuestra recuperación del capital estadounidense en el tablero global pero aún insuficiente para aseverar que su hegemonía es la misma que la que ostentara en el siglo pasado. Los países emergentes se han convertido a día de hoy en países suficientemente emergidos y protagónicos. El ejemplo de China es el más destacado en este sentido que en la actualidad cuenta con un significativo 11% en dicho top 100 mundial (a fines de s.XX sólo tenía el 2%). Otro ejemplo es que en la clasificación Fortune 500 -que reúne a las mayores empresas del mundo por facturación-, el número de compañías cuya sede está en algún país emergente ha pasado de 21 en el año 2000 a 132 en 2014 (95 de ellas son chinas). 

Estados Unidos no ha perdido la hegemonía pero sí la debe compartir con otros bloques económicos consolidados a nivel mundial. Frente a ello, la estrategia económica estadounidense se ha centrado fundamentalmente en vencer en la guerra de las expectativas económicas. Durante todo el año 2015, la Reserva Federal (FED) ha anunciado una subida de la tasa de interés que finalmente se ha producido a final de año y en escala menor. El objetivo era (y aún es) realizar un efecto llamada a los capitales financieros que se habían ido de casa en busca de otros destinos más rentables. Pero además con esta subida y con la apreciación del dólar en el último año, pretende decirle al mundo que la economía estadounidense está en plena forma.

Luego de unos años de una excesiva expansión monetaria, usada para sanear a grandes bancos y fondos de inversión recomprando buena parte de su deuda intoxicada, Estados Unidos anuncia al mundo que está preparado para crecer y volver a ser el único epicentro de la economía mundial. Su deseo es claro: hacer resucitar al Consenso de Washington como único centro de gravedad del nuevo orden geoeconómico mundial. No lo tendrá fácil, pero tampoco hay que infravalorar su capacidad para lograrlo. No se debe olvidar que tiene nuevos aliados gracias a sus invasiones y a nuevos movimientos de ajedrez (Irán). Además, su imperio en la economía del conocimiento en pleno auge del mundo tecnológico le permitirá seguir ganando terreno en esta guerra de posiciones económicas a nivel global. También cuenta con otra arma de destrucción masiva: el monopolio de las agencias de calificación de riesgo (Moody’s, Standard & Poor`s, Fitch). El mundo financiarizado aún pivotea fuertemente sobre suelo norteamericano. Su arquitectura económica-financiera internacional aún continúa siendo soporte de las relaciones geoeconómicas (FMI, OMC, BM, CIADI, etc.).

A pesar de este gran hard power, Estados Unidos no está solo en la escena mundo; lo sabe y buscará como sea poder resarcirse para gobernar económicamente el planeta tal como lo hizo en las últimas décadas del siglo pasado. El tablero y sus piezas están servidos. La partida para el 2016 recién comienza; veremos cómo acaba. 

II. Sobre el precio del petróleo

A pesar de la consolidación de las nuevas fuentes energéticas, el petróleo sigue siendo el rey. Este recurso fósil representa un tercio de la matriz energética mundial. Su papel geoeconómico es indiscutible. El siglo XXI se ha caracterizado por un Gran Cambio en este asunto debido fundamentalmente a la recuperación del rol de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) frente a la AIE (Agencia Internacional de la Energía). Los países OPEP fueron paulatinamente recobrando su protagonismo y soberanía en relación a la determinación del precio a nivel internacional. A junio del 2014, el precio por barril alcanzó hasta 115 dólares. Sin embargo, desde ese momento, se ha producido un derrumbe continuado. El año 2015 acabó con un precio por debajo de 40. Su valor alcanza el mínimo de los últimos 11 años.

Son muchos los factores en juego para explicar esta caída tan abrupta. Mucho se dice acerca de que todo se debe a un incremento de la oferta petrolera en este último tiempo. Se han sucedido varios hechos claves en este sentido: 

1) aumento de la producción de la producción de esquisto en Estados Unidos que se fue aprovechando de la subida pasada de los precios (pasó desde los 5,1 millones de barriles diarios en 2009 hasta los 9,32 millones en los que terminó el año 2014)

2) Arabia Saudí ha sobrepasado la producción de 9 millones de barriles al día

3) Irak ya está por encima de los 4 millones de barriles al día, y 

4) y además, en clave de expectativas, Irán prevé un aumento de su producción petrolera en 500.000 barriles por día a partir de este año gracias al levantamiento de las sanciones (debido al pacto con Estados Unidos). 

Es por tanto cierto que este incremento de oferta petrolera tiene mucho que ver en el descenso del precio. Sin embargo, no es la única razón de esta situación. El mismo Congreso de Estados Unidos considera que, «el 30% del precio del petróleo se debe a la especulación de los Fondos de Inversión y grandes bancos»; y la consultora Goldman Sachs considera que el impacto de este fenómeno es del 40% en el precio. Esto quiere decir que no todo se debe a un frío calculo de oferta y demanda, sino que a esta explicación hay que sumarle el interés especulativo de los grandes capitales mundiales en base a claves geopolíticas/geoeconómicas.

Se prevé un leve incremento de la demanda del crudo a nivel internacional. Pero la oferta seguirá creciendo al menos en el corto plazo. No parece fácil imaginar un acuerdo pleno entre los países OPEP para reducir la cuota ofertada. Arabia Saudí no parece querer hacer nada para incrementar los precios a pesar que su record en déficit fiscal (es actualmente del 15% de su PIB). Irán ha anunciado que aumentará sus exportaciones petroleras. Por otro lado, Estados Unidos, con estos precios tan bajos, no podrá mantener la cuota de producción del petróleo de esquisto tal como ha venido ya sucediendo en el año pasado. Un precio tan bajo del petróleo tiene un efecto inmediato en la rentabilidad económica de este tipo de inversiones. Si el precio continúa a la baja, habrá mucha producción que cesará porque no podrán soportar los actuales costes de producción. Nuevamente, el factor tecnológico se convierte en determinante en este asunto para quien quiera sobrevivir a precios tan reducidos.

La guerra del precio del petróleo está servida sobre la mesa. Existen multiplicidad de predicciones. Algunos analistas consideran que el objetivo a largo plazo del reino saudita es mantener bajos los precios para, de esa forma, dejar fuera de mercado a los productores de petróleo no convencional o de esquisto. Si esto fuera así, entonces sí, el precio podría volver a remontar hasta valores impredecibles. La mayoría de estudios internacionales (Westpac, Barclays, Wells Fargo, Unicredit y Société Générale) estiman el valor en un intervalo entre 41-60. Según Goldman Sachs, el año que viene la sobreoferta mundial será de 580.000 barriles diarios; así que los inventarios seguirían llenándose. Moody’s cree en su informe petrolero anual que el desequilibrio del mercado petrolero se prolongará hasta más allá de 2016. Lo mismo considera la Agencia Internacional de la Energía.

La ecuación sobre los precios del petróleo no se resuelve en base a la matemática. La (geo)economía política tiene mucho que decir en este asunto. Arabia Saudí e Irán compiten por su posición hegemónica en Oriente Medio. El conflicto en Siria tampoco puede pasar desapercibido en esta discusión. El intento de castigar a Rusia, quien elevó en un 7,5% sus exportaciones de petróleo en 2015, es otro elemento clave para entender lo que pasará en la evolución de los precios del petróleo. El fin de la prohibición a las ventas del crudo de Estados Unidos fuera del país es otro ingrediente en este gran maremágnum petrolero.

Es complejo hacer predicciones sobre el precio a partir de cuotas de oferta y demanda petrolera teniendo en cuenta que lo que está en juego son las cuotas de poder geopolítico. Detrás de todo ello, el pulso entre la OPEP y la AEI está en el centro de la actual batalla geoeconómica en materia petrolera. 

III. Los ataques contra los BRICS, contra China

El comercio Sur-Sur cada vez es más importante a nivel mundial. Pasó de suponer un 6% en 1985 a un 24% en 2010; mientras que el comercio Norte-Norte retrocedió al 38% en ese mismo periodo); en materia de inversiones extranjeras directas, las de flujo Sur-Sur ya son casi 50%. Por su parte, los BRICS representan al 45% de la población mundial, el 25% del PIB mundial, el 41% de las reservas de divisas y 45% de la producción agrícola del mundo. Su comercio intra bloque supone el 17% del comercio mundial. Este grupo de países además viene construyendo una arquitectura financiera paralela a la hegemónica, con su propio Banco de Desarrollo y su Fondo de Reservas; y como se ha dicho anteriormente, realizan una gran parte de su transacciones comerciales sin necesidad de pasar por el dólar.

China es indudablemente el vértice principal de este nuevo pentágono geopolítico. Poco a poco, Pekín va configurándose como la única potencia capaz de establecer, a medio plazo, una verdadera ‘rivalidad estratégica’ con Washington. Tan es así que el mismo FMI reconoció recientemente que la economía china es la mayor del mundo. China representa el 16,479% del PIB mundial medido en Paridad de Poder Adquisitivo, frente al 16,277% de Estados Unidos. La reciente creación del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII) pretende reforzar esta posición en el terreno de lo financiero. El BAII pretende rivalizar con el FMI y BM, y también con el Banco Asiático de Desarrollo (creado en 1966, y muy controlado por Japón). Ni Tokio, ni Washington se han adherido al BAII; pero ya se han adherido unos 57 países, entre ellos los BRICS (Brasil, Rusia, la India y Sudáfrica), así como Alemania, Reino Unido, Francia, Italia, Países Bajos, Australia, Corea del Sur, Israel, etc. Esto constituye una enorme victoria diplomática de China en materia financiera internacional.

A pesar que el FMI todavía no le concede mayor cuota de participación a China en su actual estructura [1], sí se ha aprobado la inclusión del yuan chino en su cesta de monedas de reserva, integrada hasta ahora sólo por el dólar estadounidense, el euro, la libra esterlina y el yen. Esto tiene un importante valor simbólico y real en el camino de la internacionalización del yuan como moneda referencia a nivel global.

Desde el inicio del siglo XXI, China viene aumentando sus inversiones directas en el exterior, alcanzando una media de 200.000 millones de dólares al año; en este sentido, las inversiones chinas comprometidas para América Latina son de 250.000 millones de dólares para los próximos diez años. Con América Latina también se han incrementado de manera espectacular los intercambios comerciales (entre 2000 y 2013, se multiplicaron por 22). 

Estos datos reflejan que la transición geoeconómica es un hecho en gran medida debido al papel de China. El Consenso de Beijing, como muchos lo denominan, actúa como contrapeso al Consenso de Washington. Estados Unidos no está solo en este mundo. Lo saben y por ello reaccionan contra los BRICS y contra todo aquel país que no se atenga a su mandato. Así vienen procurando en los últimos meses construir un sentido común global, en lo económico, de que todo es culpa de los BRICS, todo es culpa de los países emergentes, todo es culpa de China. Lo han hecho y lo seguirán haciendo. Llueven los estudios que afirman que los BRICS, y muy particularmente China, no podrán continuar siendo países de destino de inversiones a escala global. Se percibe este intento de restauración conservadora neoliberal a nivel mundial en lo económico para que todo vuelva a la hegemonía de antes, a la del siglo XX.

La campaña contra China tiene visos que continuarán en el año 2016. Que el modelo económico chino tiene graves fallas estructurales no lo discute nadie, pero tampoco es riguroso decir que se acabó el milagro chino, que ya no crece como antes, que está en el pleno colapso financiero. Todo suena a un excesivo ataque coral contra las expectativas económicas Chinas. Resulta preciso ser cuidadoso a la hora de aseverar ciertas visiones catastrofistas que más se parecen a deseos de profecías auto cumplidas. Es fundamental tener en cuenta que no hubo milagro chino alguno; más bien todo ha sido fruto de una estrategia económica de inserción mundial muy acertada para recuperar una posición dominante, muy en correspondencia con el tamaño de país que representa. China usó su potencial exportador en un mundo económico neoliberal y posfordista en el que la fragmentación geográfica de la producción mundial les permitió insertarse ventajosamente a escala global. Así inició una senda de crecimiento de doble dígito que nunca es fácil de sostener en el tiempo. Sin embargo, no debería minusvalorarse que todas las predicciones coinciden en afirmar que la economía seguirá creciendo por encima del 6% a pesar de haber decidido cambiar su modelo económico puertas adentro. China apuesta por un proceso de sustitución de importaciones para satisfacer la demanda interna. Desea reducir su dependencia exportadora aunque ésta siga siendo clave en los próximos años. Este hecho económico será determinante a escala global porque seguramente pueda incidir en el comercio mundial, y en el precio de los commodities a escala internacional como ya ha venido sucediendo en el último tiempo.

Además, hay que destacar que China ha cambiado su patrón de relacionamiento exterior: si hace pocos años, el comercio ocupó la principal actividad económica exterior, hoy en día, han crecido las relaciones financieras y las inversiones. Esto significa que China se convierte así en un socio económico estratégico creciente más allá de las relaciones comerciales. Esto no cambiará en el año 2016, ni en los venideros. Esto justifica que los ataques contra China continuarán. Seguramente habrá nuevos intentos para afirmar un gran crash financiero en el país asiático. Ya sucedió este 2015. Si bien fue cierto que se produjeron en dos momentos consecutivos caídas abruptas del valor de las bolsas de China, también es cierto que en el primer semestre del año 2015, hubo una gigantesca capitalización bursátil en el gigante asiático. Es decir, en suma, en el año 2015 no le fue mal a la capitalización bursátil china.

En definitiva, es importante no caer en “lecturas” económicas fijadas desde el capitalismo neoliberal que procuran ir contra China para hacernos creer que se desinfla su economía y será la culpable del freno en la economía global. Ni esto ni tampoco decir que el gigante asiático tendrá su misma política económica que hace unos pocos años. 

IV. Europa y su Sur

Europa continúa entrampada en su encrucijada económica. Apenas crece. La Comisión Europea estima un crecimiento para la eurozona en 2016 de hasta el 1,9%, pero en base a valores del comercio mundial muy por encima de lo que pronostican el resto de organizaciones internacionales. La producción industrial tampoco presenta síntomas de recuperación. La productividad por hora trabajada tampoco ha crecido significativamente en los principales países de la UE. El desempleo sigue siendo elevadísimo, muy particularmente el juvenil; la pobreza y exclusión social se constituye como un gran déficit estructural de todas las economías europeas. El endeudamiento social es un principio rector conexo con las nuevas fórmulas de políticas económicas aplicadas en la Unión Europea (UE). El Estado del Bienestar europeo está más cerca de estas alturas de constituirse como el Estado de malestar que exige el capital para que su tasa de ganancia recupere los niveles exaltados de otros tiempos. Incuestionablemente, la integración por arriba desintegró a los de abajo.

La moneda única, el euro, es la moneda del pensamiento único en lo económico. Frente a la crisis europea del modelo fallido neoliberal, la salida es más neoliberalismo bajo una reconfiguración hacia dentro para insertarse de otra forma puertas afuera. Diferenciar mucho más lo que es centro de lo que supone la periferia se convierte en un objetivo básico para estos tiempos en la Europa de las dos velocidades. El patrón de desarrollo desigual europeo se exige cada vez más pronunciado en el nuevo reordenamiento interno para que la inserción exportadora de las grandes transnacionales sea la respuesta efectiva frente a la actual crisis económica. La depreciación del euro parece ser uno de los caminos elegidos para seguir vendiendo afuera lo que adentro no se compra. Y además, el BCE, luego de haberlo iniciado muy tardíamente, seguirá seguramente con su programa de compras de deuda hasta 2017 para seguir “saneando” a la gran banca privada europea. Las respuestas económicas en la zona euro continúan dando la espalda a todo lo que tenga que ver con la economía real.

Así es como el estado-nación llamado Alemania impone su modelo: un esquema supranacional europeo a su merced que le permita competir afuera. En este marco impuesto por el centro, la única alianza sin nacionalidad permitida casa adentro es aquella que existe en el plano de las transnacionales con casa matriz en la UE. Ese pacto está bien sellado por todas las grandes empresas privadas europeas, y en él, no tiene cabida el pueblo griego ni sus derechos sociales. El gran capital europeo quiere esta UE y no otra. No acepta ni tolera que a ningún pueblo del Sur se le ocurra decir lo contrario.

El año pasado 2015 se inició con la victoria del pueblo griego, y acabó con un nuevo gobierno portugués de coalición de izquierdas, y con una realidad política española más multipartidista, con la inclusión de una fuerza política, Podemos, que demanda otra economía al servicio de los ciudadanos. En medio, el pueblo griego sufrió un importante revés porque el gobierno no pudo llevar a cabo lo que la democracia y las urnas así demandaron. Alemania se impuso en Grecia y avisó a navegantes europeos que las consultas para decidir algo diferente a lo que dictamine la troika no son bienvenidas. Las llamadas “decisiones técnicas” son para los capitales europeos más importantes que aquello que emane de una elección democrática.

De todas formas, Grecia no se queda sola en este nuevo escenario europeo. El Sur europeo comienza a decir “Basta Ya” a seguir siendo denominados peyorativamente los cerditos, esto es, los PIGS (Portugal, Italia, Grecia y España). Esto no gustar a Alemania ni a los grandes capitales. Grecia aislada representa poco cuantitativamente en la economía europea. Pero en cambio su poder simbólico, unido a la potencial llegada de otros países del Sur que se sumen a esta interpelación del modelo europeo, ocasionaría un grave riesgo para la sostenibilidad del proyecto made in Germany. Esto no significa que estén dadas las condiciones objetivas y subjetivas para un cambio inmediato en el corto plazo. Pero sí se observa como el Sur comienza a constituirse como un nuevo todo que aparece a través de los eslabones más débiles del modelo europeo reclamando otras políticas económicas más justas, más a favor de la garantía de los derechos sociales.

La tensión está servida entre un Sur que empuja hacia otro rumbo y una superestructura económica europea que resiste los embistes. He aquí la cuestión: restauración conservadora o ruptura democrática. El euro, la arquitectura institucional política y económica europea, la presión de la gran banca privada y de los grandes capitales harán lo imposible para que nada emerja para ni siquiera proponer alternativas. La idea de Thatcher está más vigente que nunca: “no hay alternativas”. En ello se sustenta la solidez del neoliberalismo. En no permitir que aparezca otra opción posible. Sin embargo, puede que esto esté cambiando. En Grecia, a pesar de todos los sinsabores, el pueblo griego no elige a los representantes que la UE desea. En Portugal, la presencia de la izquierda en el nuevo gobierno ha dado al traste con las esperanzas de proseguir silenciosamente con la gestión efectiva de las políticas de austericidio. Lo último ha sucedido en España donde el Partido Popular tiene a dos tercios de los votos en su contra. Podemos, como alternativa real de cambio, representa el 20% del electorado y se constituye como pieza clave en los próximos años. Los que siempre presumen de democracia, ahora son los mismos que hablan de incertidumbre institucional o falta de estabilidad política cuando la mayoría en España ha decidido otro parlamento más plural, con una reveladora presencia de otras voces que critiquen fuertemente las políticas de déficit social que afecta a la cotidianidad de la ciudadanía.

Aquello que dijera Angela Merkel en un mitin de su partido en mayo de 2011 vislumbra perfectamente que su preocupación de antaño está cada vez más justificada en el tiempo presente: “No podemos tener una moneda común mientras unos tengan tantas vacaciones y otros tan pocas, o mientras en Grecia, España y Portugal la gente se jubile mucho antes que en Alemania”. El Norte queriendo conducir al Sur. El rumbo geopolítico en disputa. Y todo dependerá, en gran medida, de cómo las fuerzas del Sur sigan creciendo, consolidándose y coordinando su acción frente al norte europeo. En ello, mucho tendrá que ver también cómo se confronte contra el modelo hegemónico dominante. O se acomodan a él, y por tanto, es muy difícil que haya una mejora sostenible para las mayorías. O, por el contrario, se implementa otra política económica alternativa dentro de los límites y márgenes estrechos que concede el sistema europeo, y mientras tanto, se avanza estratégicamente en acumular fuerzas para interpelar los aspectos determinantes estructurales, y poder realizar una transformación más radical para democratizar la economía. 

V. América Latina en disputa

América Latina está más en disputa que nunca. En el tramo final del año, ocurrió un suceso muy novedoso para lo que venía siendo el siglo XXI. Es la primera que vez que un gobierno progresista en la región pierde unas elecciones presidenciales. La restauración conservadora se impuso en Argentina con una gran alianza encabezada por Mauricio Macri. En Venezuela, aunque no se ha perdido el ejecutivo, el pasado 6 de Diciembre del 2015 la Revolución Bolivariana también sufrió un importante revés electoral en la Asamblea Nacional. Después de una década ganada en muchos países de la región gracias a gobiernos que antepusieron políticas soberanas a favor de la recuperación de sectores estratégicos y políticas económicas redistributivas garantizadoras de derechos sociales, mejorando los niveles de vida en muchas dimensiones (incluida el consumo), después de estos años, se abre una nueva fase de cambios al interior de este cambio de época. Ya no se puede afirmar que la derecha regional opositora no sabe ganar elecciones en lo que va de siglo XXI en aquellos países que optaron por una vía contra hegemónica (Venezuela, Ecuador, Bolivia, Brasil, Argentina). La política efectiva de cambios materiales en las condiciones de vida a favor de la mayoría ha sido insuficiente en algunos países para tener el apoyo mayoritario en las urnas (elección presidencial en Argentina y parlamentarias en Venezuela).

El abanico de las razones de este viraje electoral es muy amplio. En el caso argentino, un asunto fundamental es la elección del candidato. Ahora sí se puede afirmar que no sirve cualquiera para continuar con un proyecto de cambio por muy bien engrasado que éste esté. Scioli no es lo mismo que Cristina Fernández de Kirchner. Esto obliga a pensar con mayor responsabilidad el tema de la sucesión, quién, cuándo, cómo, qué identidad política representa. Otro tema sustancioso es la dificultad de los procesos de cambio para disputar el futuro, sin caer en un excesivo relato retrospectivo. La campaña del miedo, de la vuelta a un pasado peor, no parece suficiente para ganar. La nueva mayoría, propia del cambio de época, no cree a estas alturas que se pueda volver atrás. El nuevo ciclo histórico de transformaciones logró instalar un nuevo sentido común de irreversibilidad. Y a partir de ahí, toca pensar en el futuro; disputarlo y ganar la batalla de las expectativas para volver a encantar a las mayorías. La fidelidad se sostiene con desafíos hacia delante y sería un craso error obcecarse con querer construir la historia echando demasiado la mirada hacia atrás. Este aspecto es válido para Argentina, pero también para otros países. Se necesita reinventar una narrativa esperanzadora, de oportunidades futuras, que no rompa con el pasado, que sirva como detonante de motivación y entusiasmo. Se precisa identificar cuáles son las nuevas demandas de la ciudadanía para seguir avanzando. No sirve de nada viejas respuestas si existen nuevas preguntas.

Otro rasgo característico de esta nueva disputa que se abre en adelante es que el cambio de época ha provocado un cambio en la derecha regional. Macri no es Menem; Capriles tampoco es Caldera; ni Mauricio Rodas se parece a Nebot. La derecha del siglo XXI ya no es la del siglo XX aunque arrastre ciertos lugares comunes del pasado. Se presenta como la política de la buena onda, más amigable, revestida excesivamente de marketing, evitando exceso de confrontación. Esta nueva derecha ha venido ampliando su base de apoyo a costa de aglutinar nuevas demandas y valores más individuales (ecologismos, oenegismos, etc.) Fueron agregando siglas, creando coaliciones, alianzas territoriales. Véase Cambiemos en Argentina, y la Mesa de Unidad en Venezuela. Fueron creando una aparente unidad en medio de un mar de múltiples intereses no idénticos. Es una estrategia cada vez más poliédrica que comienza a darles algunos resultados positivos.

A estas claves, hay que sumar seguramente los errores propios de la gestión gubernamental, el desgaste propio de más de una década y la imagen de deterioro azuzada siempre por los medios de comunicación hegemónicos. Sin embargo, en estos últimos años existe una razón de peso que sobresale por encima de las demás: el flanco económico. La caída de precios del petróleo, la contracción del comercio mundial y el estrangulamiento financiero internacional constituyen un frente externo adverso que añade obstáculos a este momento histórico. Además, cada vez son más notorias las tensiones y contradicciones económicas internas propias de cualquier proceso de cambio a tan alta velocidad. El rentismo importador del siglo XXI hace tanta mella como el rentismo exportador del siglo XX; el cambio de modelo productivo es imperioso comenzando por aquellos sectores más prioritarios para sostener el alto consumo en bienes básicos para la población.

Se abre por tanto un año 2016 de alta intensidad de disputa entre diferentes modelos económicos. El debate se abre de par en par. Cada proyecto político pondrá encima de la mesa aquello que considera más oportuno para afrontar los desafíos inminentes. Esta vez sí hay una singularidad: los proyectos que eran opositores en Argentina y en Venezuela, ahora tendrán que ser protagonistas y propositivos. En Argentina, el electroschock económico de Macri ya se ha iniciado. Apenas un par de semanas de gobierno han bastado para no dejar ninguna duda acerca del modelo económico que pretende la derecha argentina para los próximos años. La apuesta es evidente: ponerse al lado del campo argentino, de las pocas grandes empresas agroexportadoras, permitiéndoles que sean ellos una suerte de “para Banco Central”, con capacidad suficiente para elegir qué hacer con los dólares del país. No solo eso, sino a cambio de dar “libertad” en comprar dólares, el país se endeudará de manera externa-eterna para las próximas décadas. Se acabó la soberanía y cualquier ilusión de seguir caminando hacia la independencia económica del país.

En Venezuela, la oposición tendrá que decidir, sí o sí, en el seno de la Asamblea Nacional si su propuesta es pedir prestado al FMI, volver a liberalizar el tipo de cambio, llevar a cabo políticas de ajuste en detrimento de la inversión social, o descapitalizar el país poniendo a la venta los activos más importantes de los sectores estratégicos. Es momento de no poder esconderse. Tendrán que dejar de criticar para pasar a proponer. No están acostumbrados a ello pero tendrán que hacerlo dada su nueva fuerza parlamentaria.

A partir de ahí, se inicia un pulso entre diferentes proyectos económicos. Cada uno pondrá encima de la mesa sus cartas. Los procesos de cambio aún en marcha, muy especialmente el venezolano, deberán procurar buscar soluciones internas frente a la restricción externa que no impliquen un ajuste neoliberal. No se puede superar este momento negociando los derechos sociales. Por ejemplo, en Venezuela, el Estado de las Misiones ha de ser precisamente el músculo económico a utilizar para la nueva etapa. La inversión social ha logrado realmente crear un nuevo universo económico siempre minusvalorado por el neoliberalismo. La cara económica de lo social es preciso valorarla en su justa medida. No es marginal ni desdeñable que el Estado haya puesto en funcionamiento una maquinaria de políticas públicas inclusivas a favor del área social para una mayoría ciudadana. Hay que aprovecharlas, hay que utilizarlas eficazmente como efecto multiplicador en lo económico. La nueva matriz de políticas públicas tiene un gran potencial económico para afrontar este escenario externo adverso. Esta nueva economía que pivota en torno a lo social ha de ser aprovechada como detonador para un salto adelante en lo productivo. Por ello, es imprescindible una nueva política de compras públicas a favor de un nuevo tejido productivo, democratizado, más eficiente. Por ejemplo, en Venezuela, se requiere internalizar la actividad económica derivada de la Misión Vivienda, de otras misiones relacionadas con el sistema de alimentación, con la sanidad, con la educación.

Lo interno ha recobrado además más importancia ahora que “el país económico” es más amplio, más incluyente. Gracias a la mejora en las condiciones sociales, económicas y laborales, la democratización del consumo en estos procesos ha sido significativa garantizando así una sólida demanda interna. Centrar la política económica en cambiar la matriz productiva a favor de una nueva oferta interna es cuestión imprescindible. En este sentido, también cabe planificar una oferta supranacional, a nivel regional, poniéndose de acuerdo entre los países amigos para conjuntamente repensar cómo realizar la gran transformación productiva latinoamericana, considerando además un mundo con cadenas globales de valor muy fragmentadas geográficamente. A veces, puede ser más rentable producir cualquier insumo con alto valor agregado insertándose inteligentemente en el mundo en vez de querer producir cada bien pero teniendo que importar gran parte del valor agregado.

A esta vía interna hay que añadir también lo tributario porque es posiblemente el camino más confiable para compensar la caída de los ingresos públicos por los bajos precios del petróleo. La soberanía tributaria se erige en estos tiempos en la senda más sostenible para hacer irreversible todo lo logrado en lo social. Hay margen de maniobra suficiente para recaudar más fondos públicos bajo principios de justicia social. En Venezuela, por ejemplo, se ha dado un paso acertado en este sentido con la última decisión acerca de eliminar los ajustes por inflación que utilizan los grandes capitales para dejar de pagar impuestos; la implementación del impuesto sobre transacciones financieras también constituye un mecanismo acertado para evitar que el capital financiero evada impuestos. Una política de tolerancia cero contra la evasión y elusión fiscal se hace cada vez más indispensable. Los impuestos directos todavía tienen gran capacidad para recaudar.

Se precisa también una revisión de la regulación de la inversión extranjera directa para que los dividendos no sean repatriados en su totalidad hacia las casas matrices. Más bien, hay que buscar las fórmulas para que la ganancia generada dentro de casa se vuelva a reintegrar en el orden económico interno, y multiplicarlas productivamente. Esta tarea no es únicamente obligatoria para Venezuela; también para Ecuador y Bolivia. Hay que encontrar alternativas a los Tratados Bilaterales de Inversión de neoliberalismo pero con efectividad. Frente a la limitación financiera internacional, se precisa explorar mejor los mecanismos de atracción de inversiones productivas a favor del modelo de desarrollo que se pretende construir en adelante.

Se hace necesario además un uso más eficaz de las divisas: una suerte de acupuntura en la colocación de las escasas divisas para que el modelo económico interno florezca. Es por ello que el cambio de paradigma recientemente aprobado en Venezuela, va en el buen camino. Se sustituye el viejo mecanismo de entrega de divisas a cambio de demostrar que no se puede producir por otro que permite acceder a las divisas (para las necesidades de importación de los insumos productivos) bajo el requisito de cumplir con una determinada cuota obligatoria de producción. Esta es la verdadera discusión de la política cambiaria: cómo, cuánto, cuándo, y a quién otorgarles divisas para darles el uso más productivo posible evitando la utilización ociosa y especulativa de las mismas. Luego de ello, sí que será necesario revisar la política de tipo de cambio frente una economía mundial en la que el dólar se aprecia, pero también en la que existen otras monedas cada vez más relevantes en el ámbito del comercio internacional.

En esta gran batalla geoeconómica tampoco se puede descuidar el papel de las translatinas, que son las nuevas multinacionales de origen latinoamericano y con casa matriz en América Latina, nacidas del boom económico en la región y que aprovecharon el mundo neoliberalmente globalizado. Este nuevo tejido empresarial (un gran capital privado latinoamericano) tienen gran capacidad económica para hacer y deshacer a su antojo en cada uno de los países del continente. Son actores decisivos en este nuevo tempo económico: tienen fuerza suficiente para provocar guerras económicas efectivas si quieren, pero también pueden ser aliados sostenedores de procesos si lo desean. No es un tema baladí ni para que sea pasado por alto. Empresas como Vale, Cemex, Latam, Mexichem, Odebrechet, Embraer, Falabella, Femsa, Avianca, América Movil, Copa Airlines, son entre otras, claves en el panorama geoeconómico regional y mundial. Conforman en realidad un nuevo modelo de integración económica para la región: piensan en otra hoja de ruta económica más a favor de su tasa de ganancia. El rumbo de los próximos meses y años dependerá en gran medida de qué tipo de políticas económicas afronten esta nueva realidad geoeconómica. No hacer nada frente a ello es permitir que se afiance una alianza del gran capital latinoamericano, a lo europeo, que solo necesite los Estados-nación para que le acomoden las instituciones a su antojo.

Son estos algunos elementos económicos fundamentales en esta nueva década en disputa. La presión desde afuera, así como las tensiones adentro, fuerza a elegir un camino u otro. El punto de bifurcación está a la vuelta de la esquina. Hay que decidir si la restricción externa se convierte en restricción interna, o si por el contrario se aprovecha estas circunstancias adversas para dar un paso adelante avanzando en la verdadera independencia económica. Porque de no ser así, la región también tiene otro bloque neoliberal que avanza aunque no sea sin problemas sociales casa adentro. La Alianza del Pacífico continúa con su política económica de bobo aperturismo al mundo, cediendo soberanía en los sectores estratégicos, y políticas públicas cada vez más anti sociales. Este revival del ALCA para el siglo XXI avanza con sus tratados de libre comercio desmantelando el pequeño tejido productivo nacional que existía en estos países, destruyendo al campesinado, generando una mayor dependencia importadora en bienes básicos, y lo que es más grave, acuciando un patrón de acumulación cada vez más concentrado en pocas manos a costa del mal vivir de las mayorías. A esta opción del Pacífico, hay que sumarle la interna en Mercosur, con una Argentina representada ahora por Macri, con un empresariado brasileño que empuja y empuja para que se firme un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea.

La geoeconomía latinoamericana está en pleno movimiento, y este año 2016 será decisivo. La Unasur y la Celac han optado por la vía política dejando de lado casi todo lo que tiene que ver estrictamente con lo económico (como si esto no fuera también político). Aún tiene mucho por delante para poder avanzar (por ejemplo, por qué no una agencia latinoamericana de calificación de riesgo). La Alianza del Pacífico no quiere dejar esta oportunidad de intento restauración neoliberal a escala global. Mercosur es a día de hoy un gran interrogante con una correlación de fuerzas cambiante. La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América  (ALBA) ha de emerger y reapropiarse de una agenda económica regional que ha perdido relativamente en los últimos años. Lo que suceda en Venezuela será determinante para la región, pero también lo será cómo Bolivia continúe saltando escollos, entre ellos el más inminente, el referéndum que habilitaría una nueva reelección del Presidente Evo Morales. No hay que olvidar a Ecuador que, luego de haber aprobado una enmienda constitucional que permite la reelección presidencial indefinida pero no aplicable para el caso de Rafael Correa, viene de un año de alto voltaje político. En este caso, el país dolarizado ha de superar la restricción externa como si fuese interna. En suma, este eje de cambio, de ruptura con el viejo modelo neoliberal que partió de diferentes procesos constituyentes, afronta su etapa más complicada en este cambio de época, en el que lo económico tiene un papel privilegiado.
Nota
[1] Para adoptar una decisión importante en el seno del FMI es necesario el 85% de los derechos de voto; Estados Unidos dispone del 16,74% de los votos; la UE unida también posee más del 30% de los votos para vetar; China sólo tiene el 3,81% de los votos.

Alfredo Serrano Mancilla, Doctor en Economía, Director CELAG.

Fuente del articulo: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=207468
Fuente de la imagen: http://t2.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcTbPOx4IS0mBJN1KuyK7Wu56CSCgZXu6wcJMmD8MuSAFSvrO7PMJI8
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Largo camino, buen destino

Javier Luque

El occidente de Honduras es una región extremadamente montañosa de bellos y exuberantes bosques de pinos. Está habitada por la población de origenlenka, descendientes de Lempira, quien fue gran antecesor de la independencia de América Latina. Por otra parte, es una de las regiones de Honduras con mayores retos de desarrollo en la actualidad.  Sus tasas de pobreza son mayores a las del resto del país, lo cual se relaciona con el escaso logro educativo de su población. Los jóvenes de 20 años solo cuentan con un promedio de siete años de educación, lo que significa que uno de cada dos niños que acaban sexto grado se matricula en séptimo. Es decir, en total, cada año aproximadamente 14.000 niños de 12 y 13 años interrumpen su proceso educativo.

Frente a ello, el gobierno de Honduras decidió adoptar medidas rápidas a través de su Secretaría de Desarrollo e Inclusión Social, la coordinación y empuje de la Secretaría de Educación y el apoyo del BID. A pesar de la intención de actuar velozmente, surgieron una cantidad de interrogantes: ¿Debemos instalar colegios en dichas comunidades? ¿Qué tipo de escuelas se podrían construir? ¿Debemos darles a los estudiantes un bono de transporte? ¿Vendrán los alumnos? ¿Estudiarán?

Se tomaron decisiones difíciles.

Se acordó, en una primera fase, atender áreas con una gran población graduada de sexto grado, pero que no continuaba en séptimo por falta de oferta educativa local. O, por otra parte, enfocarse en aldeas, centros poblados o ciudades cercanas accesibles durante todo el año.

Debido a los escasos recursos, se decidió emplear la experiencia del Sistema de Aprendizaje Tutorial (SAT), el cual es un programa de educación secundaria alternativa que ofrece instrucción de 7mo a 12vo grado a jóvenes que viven en comunidades rurales aisladas en cinco países de  Latinoamérica.

De esta manera, se brindaron servicios educativos a través de instructores que utilizan materiales en distintas materias para guiar el aprendizaje de los alumnos. También se empleó el conocimiento local y el entusiasmo del Instituto Hondureño de Educación por Radio (IHER). La experiencia fue lanzada a comienzos del 2014, creando oferta educativa en 100 aldeas rurales.

Dada la importancia del proyecto para el desarrollo de esta zona de Honduras, tuve la oportunidad de visitar algunas escuelas del área en Octubre de 2014. Una de mis visitas me llevó a la Escuela José Trinidad Cabañas de la comunidad El Portillón del municipio San Marco, en el departamento de Intibucá.  Para llegar a esta escuela, desde la capital departamental, primero tomamos un camino consolidado. Luego, pasamos a uno también asentado, pero mucho más angosto e irregular, un camino de herradura. Las lluvias de la época le añadieron un poco de emoción al viaje: por seguridad, tuvimos que descender del vehículo que nos transportaba en varios puntos del camino.

a comunidad cercana, San Marco de la Sierra, se encuentra aproximadamente a cinco kilómetros en línea recta y a diez kilómetros por el camino de herradura. La  vía directa tiene varias montañas en su camino, con una pendiente promedio de 24 grados y con picos que pueden llegar a 45. En época seca, les tomaría a los alumnos caminar dos horas de ida para llegar a la escuela y dos de vuelta para regresar. Por otro lado, el camino de herradura les tomaría a los estudiantes 30 minutos en transporte. Sin embargo, este camino se cierra en época de lluvias, lo que afecta la asistencia a las clases. Cabe acotar que la pendiente promedio de esta vía es de 14%, dificultando así que los alumnos se trasladen en bicicleta.

Al final del camino, llegamos a la escuela. El viaje (y el dolor de espalda) fue gratamente recompensado al ver un aula que, si bien, se encontraba en condiciones muy precarias, estaba llena de estudiantes ¡estudiando! Los alumnos, acompañados por un instructor totalmente comprometido, estaban avanzando de acuerdo al plan educativo. Debido a nuestra visita, la mayoría de los padres estaban presentes, extremadamente agradecidos por la oportunidad de la que disfrutaban sus hijos. Como gesto de gratitud, nos ofrecieron un manjar de la zona: una rica sopa indígena de gallina.

El éxito del programa no solo se ha registrado en esta aldea. En total, se matricularon más de 2.500 estudiantes en 100 centros educativos en 2014. La deserción durante el año fue mínima. Las escuelas han empezado clases en el 2015, atendiendo nuevos alumnos en séptimo grado y a aquellos que fueron promovidos de séptimo a octavo grado. El gobierno, en coordinación con el BID, está evaluando alternativas para potenciar el modelo, mejorando las condiciones de prestación del servicio educativo e incluyendo tecnologías de información.

Adicionalmente, el gobierno de Honduras está consciente de que hay muchas escuelas que están en áreas aún más remotas, donde no llega ni el camino consolidado, ni el camino de herradura. Es por esto que, en cooperación con el BID y otros organismos locales e internacionales, se está en proceso de identificar otras soluciones creativas para mejorar el desempeño educativo de la zona y potenciar su crecimiento sostenido.

Fuente del articulo: http://blogs.iadb.org/educacion/2015/05/26/largo-camino-buen-destino/

Fuente de la imagen:http://blogs.iadb.org/wp-content/blogs.dir/39/files/largo-camino-1-baja.jpg

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¿El individualismo todavía tiene futuro?

Leonardo Boff

En Estados Unidos hay una crisis más profunda que la económico-financiera.  Es la crisis del estilo de sociedad que se formó desde que fuera constituida por los «padres fundadores». Es una sociedad profundamente individualista, consecuencia directa del tipo de capitalismo que fue implantado allí. La exaltación del individualismo adquirió forma de credo en un monumento delante  del majestuoso Rockfeller Center en Nueva York, en el cual se puede leer el acto de fe de John D. Rockfeller Jr: «Creo en el supremo valor del individuo y en su derecho a la vida, a la libertad y a perseguir su felicidad».  

En un fino análisis contenido en su clásico libro La democracia en América (1835), el magistrado francés Charles de Tocqueville (1805-1859) señaló al individualismo como la marca registrada de la nueva sociedad naciente. El individualismo se mantuvo triunfante, pero tuvo que aceptar límites debido a la conquista de los derechos sociales de los trabajadores y especialmente al surgimiento del socialismo, que contraponía otro credo, el de los valores sociales. Pero con el derrocamiento del socialismo estatal, el individualismo volvió a tener vía libre bajo el presidente Reagan hasta el punto de imponerse en todo el mundo en forma de neoliberalismo político.

Contra Barack Obama, que intenta un proyecto con claras connotaciones sociales, como salud para todos los estadounidenses y medidas colectivas para limitar la emisión de gases de efecto invernadero, el individualismo resurge con furor. Le acusan de socialista y de comunista y, en un facebook de internet, hasta no se excluye su eventual asesinato si llegara a suprimir los planes individuales de salud. Y eso que su plan de salud no es tan radical, pues, tributario todavía del individualismo tradicional, excluye de él a todos los millones de emigrantes.

La palabra «nosotros» es una de las más desprestigiadas de la sociedad estadounidense. Lo denuncia el respetado columnista del New York Times, Thomas L. Friedman en un excelente artículo: «Nuestros líderes, hasta el  presidente, no consiguen pronunciar la palabra ‘nosotros’ sin que les produzca risa. No hay más ‘nosotros’ en la política estadounidense, en una época en que ‘nosotros’ tenemos enormes problemas —la recesión, el sistema de salud, los cambios climáticos y las guerras en Irak y en Afganistán— con los que sólo vamos poder lidiar si la palabra ‘nosotros’ tiene una connotación colectiva» (JB 01/10/09).

Sucede que, por falta de un contrato social mundial, Estados Unidos se presenta como la potencia dominante, que prácticamente decide los destinos de la humanidad. Su arraigado individualismo proyectado al mundo se muestra absolutamente inadecuado para señalar un rumbo al ‘nosotros’ humano.  Ese individualismo no tiene ya futuro.

Se hace cada vez más urgente un gobierno global que sustituya el unilateralismo monocéntrico. O desplazamos el eje del ‘yo’ (mi economía, mi fuerza militar, mi futuro)  hacia ‘nosotros’ (nuestro sistema de producción nuestra política y nuestro futuro común) o difícilmente evitaremos una tragedia, no sólo individual sino colectiva. Independientemente de ser socialistas o no, lo social y lo planetario deben orientar el destino común de la humanidad.

Pero ¿por qué ese individualismo tan arraigado? Porque está fundado en un dato real del proceso evolutivo y antropogénico, pero asumido de forma reduccionista. Los cosmólogos nos aseguran que hay dos tendencias en todos los seres, especialmente en los seres vivos: la de auto-afirmación (yo) y la de integración en un todo mayor (nosotros). Por la autoafirmación cada ser defiende su existencia, si no, desaparece. Pero por otro lado, nunca está sólo, está siempre enredado en un tejido de relaciones que lo integra y le facilita la supervivencia. 

Las dos tendencias coexisten, juntas construyen cada ser y sustentan la biodiversidad. Excluyendo una de ellas surgen patologías. El ‘yo’ sin el ‘nosotros’ lleva al individualismo y al capitalismo como su expresión económica. El ‘nosotros’ sin el ‘yo’ desemboca en el socialismo estatal y en el colectivismo económico. El equilibrio entre el ‘yo’ y el ‘nosotros’ se encuentra en la democracia participativa que articula ambos polos. Ella acoge al individuo (yo) y lo ve siempre insertado en una sociedad mayor (nosotros) como ciudadano. 

Hoy necesitamos una hiperdemocracia que valore cada ser y a cada persona y garantice la sostenibilidad de lo colectivo que es la geosociedad naciente

Fuente del articulo: http://leonardoboff.com/site-esp/lboff.htm

Fuente de la imagen: http://3.bp.blogspot.com/_YR1LGw9ZFJQ/SZNWuM5lQLI/AAAAAAAAABY/iH2A1TpdHGg/s400/20061006105354-egoismo.j

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Reformas Educativas en AL: Violencia en El Salvador como un atentado al derecho a la educación

Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia

Carolina Bodewig / Universidad Iberoamericana

El Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia (ODEJ) es una plataforma para el pronunciamiento público, impulsado por el campo estratégico en modelos y políticas educativas del Sistema Universitario Jesuita (SUJ). Su propósito consiste en la construcción de un espacio de análisis informado y de posicionamiento crítico de las políticas y las reformas educativas en México y América Latina, arraigado en la realidad social acerca de las injusticas del sistema educativo, y recupera temas coyunturales y estructurales con relación a la agenda educativa vigente.

El informe de estadísticas educativas del Ministerio de Educación (MINED) de El Salvador correspondiente al año 2014, reportó una deserción de un poco más de 86 mil estudiantes de educación básica, con causas muy variadas. De ese total, 9 mil 451 de esos estudiantes que abandonaron la escuela tienen como razones la delincuencia, la violencia o las amenazas de pandillas. De la misma forma, la Oficina de Información y Respuesta (OIR)[i] de la misma entidad gubernamental reportó que para el 2015 el total de estudiantes que abandonaron fue de 114,617 de todos los niveles educativos. De este total, un poco más de 15 mil estudiantes manifestaban que las razones de abandono escolar estaban relacionadas con la delincuencia, la violencia o amenazas.

Para el 2014, la deserción escolar vinculada con pandillas y violencia, manifestada explícitamente así por los estudiantes o sus padres o madres, aparecía entre las primeras cuatro causas más recurrentes de abandono escolar, sobrepasada por causas como cambio domiciliar o abandono del país, las cuales sumaban 38, 431 estudiantes; sin embargo muchas veces presentadas así por los estudiantes y sus familias a los directores de sus escuelas para disfrazar la razón real por la cual dejan su barrio, colonia o comunidad.

Y para traducir un poco estos números a historias reales, quiero mostrar que en El Salvador sucede que las niñas y jovencitas son amenazadas de muerte por sus propias compañeras de clase y ofrecidas por sus propias compañeras a otros pandilleros. En este país sucede que hay niños que, de un día para otro, abandonan su casa y su comunidad porque es la unica forma en que pueden evitar que los persigan o que los maten. En El Salvador también sucede que jóvenes deciden no estudiar más allá de noveno grado (último nivel de educación básica y de secundaria) porque acudir a la escuela más cercana que ofrece bachillerato (equivalente a la preparatoria) representa un riesgo para su vida. En El Salvador, niños y jóvenes, si tienen suerte, caminan hasta la escuela acompañados de su mamá, abuela, tío o hermano mayor porque de lo contrario no llegarían vivos. Hay estudiantes que deben cambiar su ruta hacia su escuela cada día para no ser acosados o amenazados. En El Salvador los niños, niñas y jóvenes abandonan su escuela porque sus aulas, sus baños, el patio de recreo o la cancha de fútbol ya no son lugares seguros, ya no son para jugar, para reír, ni para aprender.

Estos datos son realmente alarmantes, y así fueran dos, tres niños o niñas los que han abandonado la escuela por esta causa, es algo que en El Salvador no debería estar sucediendo, por la razón que ellos y ellas, como cualquier otro salvadoreño, tienen derecho a la educación para desarrollarse, para crecer, para tener oportunidades y tener una vida más plena y libre en su país.

Además de los niños, niñas y jóvenes que están siendo afectados por el acoso, amenazas y violencia, las escuelas y los docentes salvadoreños están enfrentando serios problemas para poder trabajar, para poder propiciar ambientes seguros y cómodos para el aprendizaje de cada uno de sus estudiantes. Tanto por el entorno externo que rodea a la escuela y las rutas que caminan sus estudiantes, como por el ambiente y los factores al interior de las propias escuelas.

Muchos docentes y directores de centros educativos públicos manifiestan que han sido víctimas de acoso y amenazas de pandillas, por ejemplo, para poner calificaciones a gusto de los estudiantes, también han recibido amenazas de pandillas por haber llamado la atención a sus propios estudiantes, al punto tal que en ocasiones estas amenazas desembocan en que los docentes presentan su renuncia al centro educativo. Otros docentes manifiestan que han sido extorsionados para poder caminar por las calles que llevan a su escuela o para poder permanecer trabajando ahí.

Según el reporte “Observatorio MINED 2015 sobre los Centros Educativos público de El Salvador “[1], de 5,132 centros educativos, alrededor de 3,327 reportaron que son afectados por actividad de pandilleros externa al centro y 1,220 reportaron que son afectados por actividad pandilleril interna, es decir, extorsiones, amenazas, acoso a estudiantes y docentes al interior del centro educativo. Ese mismo reporte también muestra que mil 630 docentes manifiestan haber recibido amenazas de pandillas, 348 docentes entrevistados manifestaron haber sido extorsionados por estudiantes pandilleros al interior del centro educativo.

Es claro y está de más decir que la inseguridad, la violencia, las amenazas a la comunidad educativa son un problema complejo y frente al cual debemos demandar y señalar que está violentando el derecho a la educación de los niños, niños y jóvenes salvadoreños. Esta situación que tiene tantos factores que la originan y que la fortalecen, también necesita no solo de acciones y respuestas múltiples, sino también articuladas y congruentes, desde diferentes entidades del Estado, desde la sociedad civil, desde el sector privado, desde el acompañamiento a los directores y docentes de los centros educativos sobre el manejo de estos conflictos y riesgos sociales.

Considero también que es urgente pensar en lo que esta limitación y, en muchos casos expulsión del sistema educativo, significa para el futuro de los niños, niñas y jóvenes salvadoreños, para la estabilidad, la convivencia y el desarrollo del país entero. Las preguntas que suscita este escenario son ¿qué significa que estos niños y niñas abandonen su escuela? ¿Qué significa que tengan miedo de ir a su escuela y de convivir con sus propios compañeros? ¿Qué implica para El Salvador, social, cultural y económicamente, que tantos niños y niñas estén abandonando su escuela por esta causa?

Este escenario apunta a que hay una generación en El Salvador que no terminará de estudiar y no tendrá acceso a  la educación más allá del nivel básico o, con suerte, el bachillerato, una generación a la que además de violentarle su derecho a educación, que de por sí es gravísimo, le están arrebatando su presente y sus posibilidades de aprender, de relacionarse y convivir, de imaginar y caminar hacia una vida personal más plena, de contribuir social, cultural y económicamente al país. Esta también será una generación llena de miedos, odios y frustraciones las cuales, definitivamente, se verán reflejadas en el futuro. Este escenario que tantos niños, niñas, jóvenes, docentes y directores están atravesando nos debería bastar para generar en nosotros un sentido grande de indignación, de urgencia y exigencia por algo diferente.

Referencias:

–http://www.laprensagrafica.com/2016/04/01/pandillas-aumentan-acoso-para-controlar-escuelas

–http://www.elsalvador.com/articulo/nacional/docentes-dejan-aula-para-morir-por-estar-subutilizados-111908

 http://www.laprensagrafica.com/2016/04/25/desercion-de-estudiantespor-violencia-persiste

-OBSERVATORIO MINED 2015 SOBRE LOS CENTROS EDUCATIVOS PÚBLICOS DE EL SALVADOR. Elaborado con los resultados del Proyecto “Monitoreo a los Programas del MINED en Centros Educativos de El Salvador y Asistencia Técnica al Programa de Alimentación y Salud Escolar, PASE 2,015”

– Informe de Estadísticas Educativas, MINED, 2014. Disponibles en:http://www.mined.gob.sv/index.php/estadisticas-educativas

[1] Se revisaron 5,132 centros educativos y se consultaron 45,871 docentes

[i] Información obtenida gracias a un artículo publicado en el periódico salvadoreño La Prensa Gráfica el 25 de abril por el periodista Ricardo Flores

Fuente del articulo:http://www.educacionfutura.org/reformas-educativas-en-latinoamerica-violencia-en-el-salvador-como-un-atentado-al-derecho-a-la-educacion/

Fuente de imagen: http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2016/08/pandilleros-presos-768×433.jpg

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Capitalismo humano para todos

Pluma Invitada – Pedro Martínez

El capitalismo humano es la producción de personas, bienes y servicios de  altísima calidad, es decir, con características sobresalientes con un mínimo de variaciones, fallas o errores y es propio de la tercera etapa del desarrollo de la sociedad llamada cooperativa o sinérgica que está empezando a surgir en personas, familias y  países de todo el mundo. Y a diferencia del capitalismo tradicional, donde lo que más importa es conseguir dinero sin importar la forma, en el capitalismo humano se considerará que el bienestar de todos los individuos debe constituir el valor supremo de la sociedad sin distinción de nadie.1

Nuestro planeta, en el capitalismo humano, a diferencia del capitalismo tradicional donde prevalece la violencia y confrontaciones de diversa clase, estará  poblado de personas de todas las razas y etnias plenas de salud económica, física, emocional,  mental y espiritual, haciendo lo que más les guste, les convenga y sea su obligación hacer, sin mayores problemas por su sobrevivencia, convivencia y bienestar personal. La Tierra en esta etapa se convertirá en un paraíso con toda la riqueza de su biodiversidad, sin peligro de especies en extinción y sin problemas mayores del cambio climático.

En el capitalismo humano se considerará a la niñez  como la riqueza más valiosa  que posee cada país, y se enviarán a todos los niños, sin ninguna excepción, a las mejores escuelas del mundo para que reciban la educación e instrucción que sus talentos demanden, sin pretexto de raza, color, religión, género, capacidades especiales, posición sexual, condición económica o cualquier otra diferencia.

Todos los niños nacen con un alto índice de creatividad, lo que los hace diferentes, es la calidad de la tecnología que los padres y maestros utilizan para educarlos e instruirlos. La tecnología es tangible cuando emplea artefactos o máquinas y es intangible cuando habla de educación, instrucción, métodos, procedimientos, protocolos o costumbres. En el capitalismo humano primero se enfatizará el uso de la tecnología intangible y posteriormente de la tangible; en el capitalismo tradicional se procede en contrario, originándose con ello una serie de graves problemas personales, escolares, empresariales y administrativos.

En el capitalismo humano se contará con el conocimiento y la tecnología educativa suficiente para hacer que todas las personas desde su infancia sean niños del mundo con responsabilidad social y posean un altísimo nivel de calidad en todos los aspectos. En esta etapa predominarán, los padres estimuladores, los alumnos autodidactas, los maestros del aprendizaje, las escuelas creadoras de riqueza, los empresarios de inversión, los políticos de altura y los Estados Protectores. Desaparecerán los padres consentidores, los falsos estudiantes, los maestros de la enseñanza, las escuelas fraudulentas, los empresarios especulativos, los políticos sinvergüenzas y los gobiernos corruptos. Y ya no habrá tanta gente violenta, atenida, improductiva, incompetente, superficial, despilfarradora y deshonesta.

Los padres estimuladores, los maestros del aprendizaje, los empresarios de inversión, los políticos de altura y los Estados Protectores utilizarán la tecnología del capitalismo humano, cuyos principios importantes son: Estándares de Calidad: características sobresalientes de personas, bienes y servicios con un mínimo de fallas, errores o variaciones;  Motivación: premio o castigo; Acariciar: “excelente, vas muy bien”, Misión: “ayudar para que me ayuden”; Visión: “yo quiero ser …”; Estrategias: “primero lo primero”, “primero los primeros”  y  “lo  que  hace  la  mano  hace  la  tras”; Perfil: autosuficiente, productivo, competente, preocupado, profundo, sencillo y honesto; Sentimientos: admiración, agradecimiento, orgullo y vergüenza; Personajes: estudiante autodidacta, padre estimulador, maestro del aprendizaje, empresario de inversión, político de altura;Organización motivacional: pactos y triángulos pedagógicos; Pago de impuestos: corresponder  la ayuda recibida.

En el capitalismo humano, un niño con responsabilidad social será autosuficiente, productivo, competente, preocupado, profundo, sencillo y honesto. Ayudará para que lo ayuden. Reconocerá y admirará todo lo que tiene valor universal. Será agradecido y sabrá sentir orgullo por sus aciertos o vergüenza por los errores que cometa.

En el capitalismo humano, los padres estimuladores considerarán a sus hijos lo más valioso que poseen e impulsarán su desarrollo con la  tecnología  educativa e instructiva de esta etapa para que lleguen a ser ciudadanos ejemplares con responsabilidad social y formen hogares plenos de gozo y bienestar.

En el capitalismo humano, las relaciones de matrimonio serán de  entrega al otro, servicio al otro, pensar en la felicidad del otro y trabajar por el otro. La convivencia marital no será al estilo de reyes, reinas, tiranos o súbditos, sino de personas con igualdad de derechos y obligaciones. La relación sexual no será machista ni hembrista, sino profundamente personal y duradera. El cuidado y educación de los hijos será responsabilidad de ambos cónyuges, pero sí sólo uno de ellos tiene  que trabajar, lo hará aquel que convenga mejor al desarrollo de la familia, y el otro, al quedarse en casa, sea hombre o mujer, será el responsable principal de la educación de los niños.

En el capitalismo humano los sistemas educativos estarán basados en el aprendizaje y no en la enseñanza. Se encontrarán bajo estricto control estadístico para lograr que el número de errores, fallas o variaciones sea mínimo y se pueda determinar con precisión si estos son causados por el  sistema o  las personas. Su diseño, planeación, aplicación y evaluación se efectuará con puntual periodicidad para convertir cada centro educativo en una  escuela creadora de riqueza de máxima calidad y eficiencia en un mínimo de tiempo.

En el capitalismo humano, todas las escuelas de cualquier clase, nivel, o especialidad serán creadoras de riqueza, es decir, formadoras de personas con características de altísima calidad con un mínimo de errores, fallas o variaciones. Trabajarán bajo el sistema desescolarizado para que los  alumnos avancen en su educación e instrucción  de acuerdo a sus condiciones personales y tendrán una función polifacética de plazas públicas, centros de evaluación, bibliotecas, laboratorios, talleres, auditorios, sitios artísticos, deportivos y recreativos.

En el capitalismo humano, los maestros del aprendizaje mediante el estudio dirigido, formarán alumnos autodidactas capaces de investigar, trabajar, redactar y exponer, y para ello, sabrán convertir los salones de clase en bibliotecas, laboratorios, talleres o auditorios. Con la dinámica de grupos capacitarán a los alumnos para que aprendan a convivir y a comunicarse con sus semejantes e interactúen cara a cara con sus iguales para intercambiar conocimientos, comentarios o tengan confrontaciones bajo una atmósfera de solidaridad y cooperación. También sabrán utilizar la evaluación, no sólo para acreditar adecuadamente a sus alumnos, sino fundamentalmente para motivar su fuerte desempeño  y hacer que logren adquirir la capacidad de autoevaluarse.

En el capitalismo humano, los empresarios de inversión serán productores de personas, artículos y servicios de máxima calidad con un mínimo de errores, fallas o variaciones. Y para lograr la plena satisfacción de los clientes, primero dejarán satisfechos a los trabajadores con salarios justos, prestaciones de ley, participación accionaria y ambiente de cooperación para que sientan aprecio por la empresa y su labor sea altamente satisfactoria y creativa. En esta etapa, los empresarios de inversión sentirán un fuerte aprecio por los trabajadores y los verán como el activo más valioso de la empresa. Los considerarán más como proveedores que como empleados para que al sentirse también empresarios, tengan una fuerte relación de cooperación de tú a tú en donde todos salgan ganando y la riqueza se multiplique de manera exponencial o geométrica. Los empresarios de inversión emplearán gran parte de las utilidades de la empresa para motivar a los trabajadores a que se transformen de hombres ordinarios en hombres extraordinarios.

En el capitalismo humano, el trabajo será fundamentalmente un gusto y no un requerimiento para subsistir, No se tendrá que laborar por hambre, sino por el placer de crear algo útil o bello que nos diferencie de los otros. Todo mundo al nacer contará con una pensión mínima de por vida proporcionada por el Estado Protector. Para obtener cualquier otra cosa que nos apetezca, tendremos que poner a prueba en el estudio y en el trabajo nuestra capacidad creativa para lograrlo. Al liberar a la actividad laboral del yugo de emplearnos para subsistir, explotará toda la fuerza creativa que motiva nuestro deseo de sobresalir, de ser distintos, de recibir algún reconocimiento, una medalla, un diploma o algún pequeño lujo, nada que sea espurio, ilegítimo, depredador, insultante o injusto. El trabajo en el capitalismo humano tendrá la misma condición que el deporte, donde disfrutaremos más el juego que el triunfo, aunque nuestra naturaleza nos demande querer ser siempre los primeros, algo de fuerte raigambre instintiva, imposible de soslayar y más de querer cambiar o eliminar, pero si factible de educar.

En el capitalismo humano, el alto desarrollo tecnológico será aprovechado para disminuir el  tiempo de las jornadas de trabajo y ofrecer empleo y salario digno  a toda persona que desee laborar. A mayor número de gente disponible para ser ocupada, menor número de días y horas de trabajo. Toda la actividad productiva de artículos y servicios de alta calidad se generará en empresas de inversión de diferente índole y tamaños y los precios y salarios serán justos y equitativos.

El trabajo creativo será el detonador de la cantidad de bienes y servicios de inmejorable calidad que se necesiten producir para garantizar el bienestar absoluto de todas las personas que habiten el mundo. En el capitalismo humano, toda labor inútil y nociva para la sociedad y la naturaleza desaparecerá y será sustituida por aquellas ocupaciones generosas y amigables para el ser humano y su entorno.

En el capitalismo humano surgirá la calidad de vida de una forma difícil de imaginar, pero fácil de constatar si volteamos la mirada a Singapur donde en la actualidad en su “Ciudad Jardín”, convive una población urbana de diferentes credos y etnias con fauna y flora de variedad increíble.

En el capitalismo humano se recuperará el tiempo libre que hemos perdido por  agobio del trabajo, tortura del transporte, salarios insuficientes y problemas personales, familiares y sociales de toda clase. En esta etapa, las charlas en la calle, en los pórticos, en los cafés, de pareja, de familia, de vecinos y de asambleas, estarán de nuevo al orden del día. También la asistencia a eventos recreativos, deportivos, científicos, artísticos y culturales de una variedad increíble será lo habitual. La confraternidad de personas de todas las razas, géneros, credos, posiciones políticas y países se dará sin distingo alguno y con suma facilidad.

En el capitalismo humano, a diferencia del capitalismo tradicional lleno de trabas  para cruzar fronteras, todas las personas serán ciudadanos del mundo y podrán viajar a cualquier país sin restricción alguna para estudiar, trabajar, conocer o divertirse. El libre tránsito también alcanzará a las mercancías y ya no se verán más las garitas aduanales, los ignominiosos muros divisorios o las migraciones de muerte en busca de una mejor vida.

En el capitalismo humano sólo habrá políticos de altura que sientan genuina preocupación por sus semejantes y que cubran todas las condiciones y exigencias que existen para una profesión a nivel universitario. Además, sustentarán pruebas periódicas de actualización como si fueran médicos y también pasarán  exámenes de control de confianza y harán todo tipo de declaraciones  que avalen su total honestidad. Los políticos de altura serán expertos en aglutinar voluntades. Sólo sabrán sumar, nunca restar. Nunca dividirán a la gente en buenos o malos, rojos o blancos, sólo en honestos y sinvergüenzas. Únicamente reconocerán el mérito ajeno para encomiarlo, Sólo identificarán al que falla, para ayudarlo, Sólo estarán pensando en el siguiente paso. Sólo darán pasos grandes. Sólo sabrán servir y no  ser servidos, y lo más encomiable es que  siempre se les encontrará ofreciendo el mejor de sus  esfuerzos con o sin nombramientos.

En el capitalismo humano, todas las autoridades del planeta estarán integradas por políticos de altura y la democracia se ejercerá con extraordinaria eficiencia y eficacia, ya que serán los pueblos los que verdaderamente gobiernen, porque habrá nítida transparencia de los asuntos públicos, referéndums, plebiscitos y revocación de mandatos sin trampas, y ya no serán las mafias coludidas con intereses espurios las que sigan manipulando al mundo.

En el capitalismo humano, ya no habrá mafias de ninguna calaña porque el altísimo desarrollo científico y tecnológico alcanzado en esta etapa hará imposible la secrecía de cualquier tipo y todo grupo humano que se congregue soló lo podrá hacer para optimizar el bienestar del hombre y del planeta. El “factor no declarado” que tanto daño causa en el capitalismo tradicional a nivel personal, familiar, empresarial, político, administrativo y mundial, desaparecerá para dar cabida a las más cristalinas de las relaciones económicas y sociales de las personas, familias, grupos,  instituciones y países.

En el capitalismo humano, el mundo y los países contarán con Estados Protectores que velarán por el bienestar de la población mediante gobiernos elegidos democráticamente e integrados por políticos de altura que administrarán y distribuirán la riqueza producida  de manera que no haya zonas pobres o arruinadas en ningún sentido. Los Estados Protectores mediante sus gobiernos e instituciones pares, regularán la actividad productiva y comercial, tanto pública como privada, para que la competencia que se genere entre las empresas se realice en sano tono  deportivo con reglas claras, justas y equitativas. También serán los responsables de cobrar los impuestos que toda empresa y persona tiene que pagar para cubrir los gastos de ayuda que se requiera de habitación, alimentación, educación, instrucción, salud y seguridad social para toda la  población mundial.

En el capitalismo humano, toda la actividad prestataria desaparecerá porque cualquier persona, empresa o país que desee realizar un proyecto de su creación, debe tener prevista tanto la idea como los medios de inversión. La actividad financiera que en el capitalismo tradicional ha traído las perversiones económicas más truculentas y atroces que se conozcan en la historia del hombre, será sustituida por la actividad inversora. El dinero que sobre a cualquier nivel, ya sea personal, empresarial, o institucional, se gastará o invertirá, pero no se prestará ni se regalará. Así, las empresas de inversión de todos los tamaños y giros proliferarán por doquier.

En el capitalismo humano, a diferencia del capitalismo tradicional, ya no habrá tantas instituciones, leyes y reglamentos para regular la convivencia humana, sino fundamentalmente, estándares de calidad. Al ser los estándares de calidad acuerdos voluntarios que asumen las personas con educación cooperadora o sinérgica para hacer algo con elevada eficiencia y eficacia, cualquiera que esto sea, resultará obsoleto todo el engranaje inútil, excesivo y corrupto que existe hoy en día  para regular la mayor parte de nuestras múltiples actividades.

En el capitalismo humano los países ya no tendrán ejércitos ni harán gastos en material bélico, pero sí contarán con cuerpos policíacos con excelente posición económica y pública, integrados por personas con altísima responsabilidad social para que funjan como mentores de las personas transgresoras del orden institucional  y sean prominentes gestores sociales de campo.

En la vida moderna, el capitalismo tradicional ha traído consigo un cúmulo de innumerables ventajas que ninguna persona objetiva podría rechazar, pero también ha generado gravísimos problemas y vicios que se tienen que eliminar si queremos preservar la vida en el planeta. El capitalismo tradicional se podría decir que es el portador del cielo y el infierno en la Tierra. La parte generosa de él se está convirtiendo en forma natural en capitalismo humano en diferentes países y estratos de la sociedad mundial. Todas las personas, sin distingo alguno, tenemos algo de la nobleza del capitalismo humano que utilizamos en nuestra vida cotidiana sin advertirlo, sin apreciar, y lamentablemente también sin aprovechar. Hasta la persona más despreciable, peligrosa, desorientada o apática  tiene una partícula de  capitalismo humano que podría empezar a utilizar para convertirse en un individuo con responsabilidad social para su propio beneficio y de quienes lo rodean.

Todos los niños, si se presentan las condiciones, pasan por tres etapas en su desarrollo. La primera  es de enfrentamiento: el niño sólo desea hacer lo que le gusta y si encuentra resistencia, lucha, llora o agrede. La segunda es de tolerancia y propia de los pactos: “si tú haces esto, yo te permito esto otro”.  Si los padres le hacen aprender al niño, por medio de pactos oportunos y apropiados, que si actúa bien le irá bien y que si actúa mal le irá mal, lograrán que pase a la etapa cooperativa o sinérgica con facilidad, Esta tercera etapa es exponencialmente creativa, porque se basa en la diferencia que tenemos todas las personas, en la consideración por el otro, en el acuerdo de todos ganar y en el compromiso de cumplir lo pactado a pesar de las dificultades que se presenten.

La humanidad, al igual que el ser humano, atraviesa en su desarrollo por las mismas tres etapas de la niñez. La primera es de luchas, enfrentamientos, violencias y guerras; la segunda, de tolerancia, aguante o pactos, y la tercera, llamada cooperativa o sinérgica, es propia de estándares de calidad, más que de leyes y reglamentos; de educación e instrucción, más que de tribunales y cárceles; de visiones y misiones, más que de ideologías; de frentes amplios, más que de partidos políticos; de socios de producción, más que de patrones y trabajadores; de asistencia social para toda la población, más que por clase social; de riqueza repartida, más que de riqueza acumulada; de capitalismo humano, más que de socialismo o libre mercado; de cooperación, más que de violencia o tolerancia.

Los gravísimos problemas mundiales existentes se deben a que varios  países, familias, y personas están atorados en la etapa de la violencia o la tolerancia, y que necesitan de la gestión de buenos pactos para completar su sano desarrollo. Los buenos pactos (ayudar para que me ayuden, todos ganamos y honestidad) no sólo evitan el enfrentamiento violento o la tolerancia estéril de las partes, sino que preparan el advenimiento de la etapa cooperativa o sinérgica. Pero si los actores lo quieren todo sin ceder nada o los mediadores son parciales o corruptos, nadie sale ganando. De ahí, la creciente miseria y conflictos que hay en el planeta.

El capitalismo humano está emergiendo en el mundo por la creciente aparición cada día, de personas, familias, empresas, organizaciones, instituciones y países con  responsabilidad social que están tomando los aspectos nobles del capitalismo tradicional para lograr en sus respectivos ámbitos un envidiable bienestar económico  y social. Sólo falta que se unan a pesar de sus diferencias, (en eso radica su fuerza) para propiciar el advenimiento mundial de la etapa cooperativa o sinérgica de la sociedad lo antes posible.

La llegada del capitalismo humano no obedece a una planeación exprofeso, ni a una elucubración desesperada o imaginada por el grave peligro en que se encuentra la Tierra, ¡No! El capitalismo humano no es un invento de nadie, sino un proceso natural, propiciado por el vertiginoso avance científico y tecnológico que se viene gestando en la sociedad mundial de una manera incontrovertible, lo único que tenemos que hacer las personas con responsabilidad social, es reconocer este hecho, aprenderlo, aplicarlo, propagarlo  e impulsarlo con la mayor fuerza posible  en el frente en que nos encontremos, ya sea éste, familiar, escolar, religioso, empresarial, académico, artístico, deportivo, político o gubernamental. De esta manera el asentamiento de un sistema noble, justo y gratificante para todo ser vivo del planeta, será de inmediato una realidad y no una utopía.

La naturaleza es nuestra maestra y su dictado apremiante y salvador es el capitalismo humano o nada. El alto desarrollo tecnológico pone al hombre ante el dramático dilema de iniciar una guerra nuclear que acabe con la vida en la Tierra o de propiciar el desarrollo del capitalismo humano en nuestros hogares y  el mundo, tal como lo demanda el más elemental sentido común.

1 Véase: P. Martínez, “Capitalismo Humano: Niños del Mundo con Responsabilidad Social” Chiado Editorial. 2015

*Director de la Escuela Creadora de Riqueza México  pedromtz2512@hotmail.com

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/capitalismo-humano-para-todos/

Fuente de la imagen: http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2016/08/capital-humano-300×197.jpg

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La validez del derecho a la educación de los niños y niñas en México

Miguel Ángel Pérez

El nuevo discurso oficial se ha ocupado en descalificar sistemáticamente la protesta de los maestros disidentes en torno a sus reclamos en contra de la reforma educativa, dicha protesta está íntimamente vinculada con el derecho de los niños a recibir atención educativa, dicho enunciado es válida en todo momento, lo que no es válido, son cuestiones como las siguientes:

  1. El gobierno utiliza dicho principio como un chantaje social, al argumentar el derecho de la educación de niños y niñas deja de lado el derecho de los maestros y maestras a decidir autónomamente su derecho de incidir en las decisiones educativas, el derecho que tienen los maestros a anular una reforma educativa que no es ni reforma ni educativa y que utiliza la estrategia de la evaluación punitiva para descalificar profesionalmente el trabajo que se realiza en las escuelas.
  2. El dúo Peña – Nuño alegan al derecho de la educación de los niños y las niñas, con un tono melodramático no es casualidad que sean egresados de la peor academia de actores de este país que es Televisa, El paro de los maestros no pone en entredicho el compromiso a educar a los niños y las niñas, por el contrario lo redimensiona cunado se pone por delante la lucha como lo hicieron los maestros rurales de los años veinte y treinta como lo hicieron los maestros cardenistas que fueron perseguidos por las ideas motivadas por el fanatismo religiosos, como lo han hecho los destacamentos de maestros democráticos desde la década de los ochenta aglutinados en la CNTE. La lucha de los maestros es legitima en todo momento, lo que no lo es es la postura gubernamental de abrir mesas de negoción y luego mandar al cesto de la basura todo lo pactado.
  3. El derecho a la educación de los niños y niñas es un derecho universal inalienable consagrado por la ONU, la UNESCO y una serie de cumbres internacionales como los acuerdos de las Cumbres de “Educación para todos” de Jomtien, Tailandia (1990) y Dakar, Senegal (2000). Pero también los y las docentes son sujetos de derechos y sus derechos se ven afectados y violentados institucionalmente en consecuencia los derechos de todos niños y docentes se hacen vulnerables y se convierten en uno solo por lo tanto se justifica la protesta global y unificada.

El gobierno de la república debería de coadyuvar en cumplir consecuente y puntualmente con el derecho a la educación de niños y niñas al escuchar a los docentes, al responder a sus demandas y a darle curso de acción al diseño de una nueva política pública que atienda dichos proceso.

No se vale querer alardear sobre el derecho de unos de manera melodramática como lo han venido haciendo, dejando de lado los derechos de un sector importante y de una realidad social igualmente importante, que es la lucha de los maestros y maestras y sus demandas específicas.

Lo que menos tiene nuestro país es un estado de derecho, porque desperdician las pocas oportunidades para acercarse a ello. Los niños y las niñas de nuestro país tendrán mejor educación cuando el gobierno reconozca y corrija todo lo que ha hecho mal hasta ahora en este entuerto llamado reforma educativa.

*Profesor – investigador de la Universidad Pedagógica Nacional Unidad Guadalajara, Correo electrónico: mipreynoso@yahoo.com.mx

Fuente de la noticia: http://www.educacionfutura.org/la-validez-del-derecho-a-la-educacion-de-los-ninos-y-ninas-en-mexico/

Fuente de la imagen: http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2013/08/CNTE-300×223.jpg

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Los feminicidios, parte de la cuarta guerra mundial

Por: Raul Zibechi

El 14 de agosto la páginadesinformemonos.orgadvertía sobre los 31 feminicidios registrados en Querétaro desde enero de 2015, con un breve y estremecedor relato.

«Los juegos, los sueños, la escuela, los amigos, la familia, los cumpleaños, los viajes, la seguridad, la libertad, la dignidad y la vida han dejado de ser derechos para convertirse, vergonzosa, intolerable y lamentablemente en beneficios que se adquieren cuando ‘moderas’ tu manera de hablar, cuando ‘cuidas’ la manera en que vistes, los horarios en que sales, lugares que frecuentas, cuando dejas de confiar en las personas y cuando tu vida deja de ser tu vida.»

El artículo destaca que los feminicidios son a todas luces violencia de Estado; denuncia la impunidad que los arropa y propicia la repetición del daño, y destaca que la mayoría de las víctimas suelen ser mujeres indígenas y pobres.

La información remite directamente al libro de Silvia Federici, Calibán y la bruja: mujeres, cuerpo y acumulación originaria(Traficantes de Sueños, 2010). Un trabajo de duradera influencia, que contribuye a iluminar la realidad permitiendo una mejor comprensión de un conflicto social. Analiza la caza de brujas en la sociedad medieval, y a la vez contribuye a la comprensión de lo que sucede en este periodo de la historia.

Federici sostiene que el feudalismo fue erosionado por el poder y la autonomía conseguidas por las clases populares, y que la respuesta de las clases dominantes fue una violenta ofensiva que sentó las bases del capitalismo. La esclavitud y el colonialismo, el sometimiento de los trabajadores en la producción y el confinamiento de las mujeres en la reproducción, la creación de jerarquías de raza, género y edad, formaron parte de esta nueva dominación.

El capitalismo no sólo llegó chorreando sangre y lodo desde los pies a la cabeza (Marx), sino creandoun inmenso campo de concentración, donde la esclavitud en las plantaciones y la mita en las minas impulsaron la acumulación de capital (Federici, p. 91). El poder de las mujeres fue destruido con la caza de brujas, y los varones (y las mujeres, niños y niñas) fueron sometidos mediante la esclavitud asalariada y la esclavitud, para apropiarse de los bienes comunes.

Hoy atravesamos la crisis del capitalismo y la clase dominante vuelve a utilizar la violencia para perpetuarse. En la base de esta crisis está el poder adquirido por los sectores populares organizados en movimientos, en particular desde la década de 1960, cuando obreros fabriles desarticularon el poder patronal al desbordar la disciplina fordista.

La ofensiva en curso del capital busca destruir esa capacidad de organización y de lucha de los de abajo. Pero el mundo popular es hoy bien diferente al de antaño, en particular por la crisis del viejo patriarcado. Cualquiera que conozca los movimientos antisistémicos sabe que las mujeres juegan un papel central, aun cuando no sean tan visibles como los varones. Ellas son la argamasa de la vida colectiva, son las encargadas de la reproducción de la vida y de los movimientos. Además de cocinar, tejer y cuidar los animales en sus hogares, se juntan con otras mujeres para hacer lo mismo, pero en colectivo. Son las guardianas de los bienes comunes, materiales e inmateriales.

Fuerte: http://www.jornada.unam.mx/2016/08/19/opinion/021a1pol

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