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Real implementación de TIC en la educación

Argentina/Agosto de 2016/El Divisadero

Por: Manuel Pérez Astorga

La mayoría de las veces se habla del tema de la aplicación de tecnologías en la enseñanza desde el punto de vista de la educación, pero pocas veces he visto que se trate el tema desde la mirada tecnológica.

Para establecer una base, actualmente el uso de las tecnologías de información y comunicación en la educación pública estaría completando sus primeras etapas. Esto se debe a que el avance que se ha efectuado tiene relación con la implementación de equipamiento necesario para el uso de tecnologías. Las escuelas y liceos en general cuentan con varias alas de computación, otras disponen en proyectores y computadores en cada una de sus salas, y la gran mayoría con conexiones a Internet, exceptuando algunos sectores rurales donde las dificultades técnicas lo han impedido hasta el momento.

Pero es solo eso, facilitar equipamiento. No hay una real migración al uso de TIC en la educación. Lo anterior debido principalmente al modelo educativo que se tiene, que trabaja con metodologías antiguas donde el uso del libro físico, cuaderno y lápiz priman mayoritariamente. No veo mayor diferencia entre escribir la materia en el pizarrón y mostrarla con una presentación. Bajo ese esquema existe un uso de herramientas, pero no una educación a partir de estas.

Para explicarlo mejor, considere el siguiente ejemplo real. Una empresa de correos actualmente ha implementado el uso de un dispositivo electrónico para realizar las entregas de encomiendas. Antiguamente, cuando se recibía un paquete por correos, había que ingresar Nombre, Run y una firma en un listado en papel que el cartero disponía. Hoy, con el uso de este dispositivo, el sistema es el mismo, uno tiene que entregar su nombre, su run y firmar, pero en la pantalla. Eso es simplemente un uso de herramienta electrónica. Pero no una implementación real de TIC. Esto sería distinto si el sistema de entrega de correo validara la entrega con el Chip que tienen los Carnet de Identidad nuevos, o leyendo el código tipo QR que traen. Así no habría que escribir ni firmar nada, solo se validaría los datos con el carnet.

En educación pasa algo parecido, se usan las herramientas, pero con un formato antiguo. Aun se apela al uso de la memoria en los estudiantes, cuando actualmente toda la información está en Internet, y si quedan dudas, los alumnos sacan su celular y buscan la respuesta. Lo que habría que hacer es mejorar el sistema a partir de la tecnología. Si los jóvenes no apelaran a la memoria, porque los datos están al alcance de la mano, lo mejor sería que aprendan a reflexionar y sacar conclusiones desde la abundante información que tienen.

La información está, ya no es tan clave el entregar conocimientos. Lo mejor es enseñar a encontrar esos conocimientos y a reflexionar sobre ellos. Y las TIC ayudan mucho a ese formato.

Hay tantas cosas que se pueden hacer. Veo como los profesores gastan muchísimo tiempo creando informes de notas para los apoderados, escribiendo en libros de clases los contenidos entregados, cargando informes a los sistemas informáticos, etc. Mucho del trabajo se duplica o triplica por el actual sistema, quitando tiempo valioso. Quizás la solución sea mucho más simple, tener todo en formato digital, y si se requiere respaldo físico, simplemente imprimir informes. Con eso ahorraríamos tiempo y esfuerzo.

Aún queda mucho por hacer en cuanto a la implementación de las tecnologías y la comunicación en la educación. Sin embargo, podemos decir que se va por un buen camino, el equipamiento en gran parte ya está. Solo queda darle un uso mucho más acorde a la realidad.

Fuente: http://www.eldivisadero.cl/redac-38877

Fuente de la Imagen: https://www.google.co.ve/search?q=tic&biw=1024&bih=623&espv=2&tbm=isch&source=lnms&sa=X&ved=0ahUKEwjtwKa0rJbOAhWCyyYKHYzlClMQ_AUIBigB&dpr=1#imgrc=XtyYtzZKq8da5M%3A

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Colegios en mal estado frenan la educación en Colombia

América del Sur/Colombia/31 de Julio de 2016/Autor: Ángel Pérez Martínez/Fuente: Dinero.com

En Colombia el deterioro y las condiciones de la infraestructura educativa de escuelas y colegios, en general, son lamentables, y por lo mismo, son un obstáculo para la calidad de la educación, la felicidad y permanencia de los estudiantes en el sistema educativo y, de acuerdo con mi experiencia, afecta las condiciones laborales de los docentes y su capacidad de innovar y mejorar los procesos educativos en el aula.

Un problema del diseño, creación y desarrollo de las políticas públicas en educación de Colombia y de los países Latinoamericanos es que la mayoría de ellas tienen origen en discusiones propias de los países desarrollados, con obstáculos, características poblaciones y ausencia de recursos que no son comparables con la educación de Colombia, de manera especial con la educación oficial. Este es el caso de la calidad de la educación donde las acciones para la calidad de la educación se concentran en tener buenos docentes, sistemas de medición de los resultados de los estudiantes, evaluación docente, seguimiento, y en algunos casos, hasta se preocupan de las condiciones de vida de los estudiantes.

Sin embargo, durante el transcurso de este siglo las investigaciones, análisis y discusiones sobre la calidad de la educación en Colombia dejaron de lado temas que esas sociedades (por ejemplo, los países de la OCDE) ya resolvieron. Por ello, a pesar de que mejorar la calidad de la educación es hoy el principal reto de la política educativa, cuando en el país se diagnostican las causas del bajo desempeño escolar existe poco énfasis en temas como: currículo, alimentación escolar, transporte, uniformes, material educativo, construcciones escolares y sus respectivas dotaciones, variables que inciden en el cumplimiento del derecho a la educación y en la calidad de la educación.

Sin olvidar, que una infraestructura educativa que no ofrezca garantías de reforzamiento estructural frente a temblores, terremotos u otros desastres naturales puede amenazar la vida de los más de 4 millones de estudiantes de la educación básica y media (pública y privada) y de más de 200 mil docentes que a diario asisten y trabajan en las instituciones escolares oficiales y privadas, sin reforzamiento estructural. Los terremotos en Pakistán (2005) y China (2008) demostraron que en las escuelas ocurrieron las más grandes tragedias, en las sedes educativas de estos países murieron cerca de 20.000 niños en sus escuelas. Lo triste es que somos los adultos quienes decidimos dónde y en qué condiciones estudian los niños.

La mayoría de las sedes educativas donde funcionan las escuelas y los colegios oficiales aún en ciudades como Bogotá, surgieron en su inmensa mayoría a partir de esfuerzos comunitarios. En el año 2014 había 12.051 instituciones escolares públicas, las cuales funcionaban en más de 30.000 sedes y atendían a 8.655.079 estudiantes.

En el año 2014 el Ministerio de Educación Nacional realizó a través del Sistema Interactivo de Consulta de Infraestructura Educativa (SICIED) una encuesta que respondieron rectores sobre 9.176 sedes educativas que arrojaron datos como: “el 25.5% de las sedes deben ser reubicadas o deben recibir adecuaciones porque se encuentran en situaciones de riesgo como inundaciones. “La infraestructura reportada tiene entre 40 y 60 años de antigüedad. Además, Cerca del 78% de las sedes que respondieron la encuesta se encuentran en el sector rural. Esto se relaciona con deficiencias en la disponibilidad y prestación de los servicios públicos, donde 2,3% no cuentan con ningún servicio público, 5,5% solo tienen pozo séptico, 2,5% solo cuentan con energía eléctrica, otro 0,4% solo cuenta con un servicio público y al 87,2% le falta al menos uno de los servicios por los que se indagó”. Nótese que los peores resultados de calidad y de deserción escolar se encuentran en el sector rural.

El Investigador Hernando Bayona Rodríguez encontró que “una mejor infraestructura reduce la tasa de repetición en 0.51 puntos porcentuales. Esto es equivalente al 8,03% de la tasa media de repetición reportado en el mismo periodo de estudio”, él identificó que los laboratorios de ciencias o química, laboratorios de computación o tecnología, laboratorio de idiomas y la emisora son componentes que tienen el mayor impacto en la reducción de la repetición.

Con el proceso de descentralización la competencia de construir y dotar escuelas pasó a los municipios y departamentos, la nación se desentendió de esta responsabilidad. Agrego que para evitar construir y dotar colegios, en Colombia se incluyó la doble y hasta triple jornada escolar en las escuelas y colegios públicos, a partir de los años 70s. Además, el Sistema General de Participaciones y al financiamiento de la educación muestra que el gasto público ha tenido como prioridad el pago de los docentes, el personal administrativo y el funcionamiento muy básico de las escuelas, para el resto no hay plata.

Por fortuna, el Gobierno Nacional obligado por la necesidad de implementar la jornada única propuso al país el Plan Nacional de Infraestructura Educativa, mediante el cual se proyecta construir 30.680 nuevas aulas a 2018 y 51.134 aulas a 2030. Así mismo, el Gobierno Nacional creo el Fondo de Financiamiento de la Infraestructura Educativa (FIE), entidad que administrará cerca de 4.5 billones de pesos. Sin embargo, subsiste el problema: ¿quién se encargará del mantenimiento y arreglo de las antiguas sedes educativas? Y de dónde saldrán los recursos. En el mundo existe evidencia que la infraestructura y las dotaciones escolares inciden en la calidad de la educación.

Fuente: http://www.dinero.com/opinion/columnistas/articulo/colegios-en-mal-estado-frenan-la-educacion-por-angel-perez/226227

Fuente de la imagen: http://www.cronicadelquindio.com/noticia-completa-titulo-en_escuelas_y_universidades_tambien_existe_corrupcion_-seccion-regional-nota-77064.htm

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Transformaciones Epocales: Una Mirada a La Familia Postmoderna

Dorys Alleyne (*)

 “El postmodernismo, privilegia la heterogeneidad y la diferencia como

fuerzas liberadoras en la redefinición del discurso cultural”

Harvey, (2008)

La familia valorada en cualquier ámbito, genera significados densos, profundos,  de gran alcance y representa a su vez el punto de partida para prácticamente todos los caminos que transita el ser humano. Por ende, este importante grupo social representa una realidad multidimensional, ya que es en la familia donde se gesta lo humano, lo cultural, lo discursivo y lo vivencial de una sociedad.

Para lograr definir a la familia postmoderna, es necesario considerar cada espacio y momento histórico, las distintas formas de reproducción social que han influido en su organización y estructura interna.

Para algunos autores, como es el caso de Hernández (2001), se considera a la familia postmoderna como una entidad flotante, la cual emerge del acuerdo relativamente informal que poseen sus relaciones familiares y que fluctúa en su estructura y organización conforme a las tendencias sociales.

En este sentido, Tal como lo plantea Vidal (2009) la familia postmoderna debe entenderse como una agrupación humana, diversa, dinámica y por ende en permanente cambio.

En este orden de ideas, se asume que la familia actual está atravesando transformaciones epocales que dan lugar a nuevas formas de organización, ahora bien como lo afirma Castells (2000), no se trata de la desaparición de la familia, sino de un proceso de evolución hacia una profunda diversificación y de cambio en su sistema interno de poder.

Se puede entonces, concebir a la familia postmoderna, como un espacio humano lleno de retos, cambios y oportunidades, primordialmente porque en ella se inicia la transición de un modelo nuclearizado y en un segundo término porque dado el cambio epocal se produce en ella una innovación histórica, tanto en la estructura como en las dinámicas familiares.

La revolución del afecto como una forma de desplazamiento en la estructura del sentimiento

Autores como Harvey (2008) y Vidal (2010), plantean una interesante perspectiva ante la familia postmoderna, con un epicentro transformacional tan profundo que exige la reordenación de los roles de sus miembros y por tanto de las relaciones intrafamiliares que en ella tienen lugar.

Esta llamada revolución del afecto que forma parte de la familia postmoderna,  implica varias cosas, pues plantea una nueva frontera ética en torno a las formas de relacionarse con el otro.

En este sentido, se genera un nuevo esquema de redes afectivas,  en las que pasa a coexistir en una especie de territorio “borderline” con elementos (hasta ahora inamovibles en la familia concebida por la sociedad), tales como: la monogamia, la fidelidad,  la dominación por parte del hombre adulto sobre el sistema de relaciones en la familia, y asimismo la heteronormatividad en la pareja conyugal.

Al respecto Herrera (2016), plantea al amor como una utopía de la postmodernidad, afirma que este sentimiento en otrora base de la conformación de la pareja conyugal que daría pie posteriormente a la familia, es sólo un elemento marginal de la sociedad actual, ya que este sentimiento requiere de una gran apertura y entrega personal, generosidad, comunicación, honestidad, empatía y altruismo, que colisionan con la realidad de las relaciones postmodernas.

En torno a lo anterior, emergen una serie de efectos postmodernos en la familia entre los que destacan: el auge del divorcio y de las uniones libres, nuevas formas de relacionarse en pareja, reducción de las autoridades familiares tradicionales, caída de la natalidad, yuxtaposición en las funciones de la familia y la inestabilidad familiar.

Evidentemente la familia ha demostrado a través del tiempo, su gran capacidad para reinventarse, por lo que Castells (2000), considera que la familia sufre una metamorfosis que se refleja en la diversidad de estructuras de hogares, con lo cual se diluye el predominio del modelo clásico de la familia nuclear tradicional, que da lugar a la crisis de los patrones sociales de reemplazo generacional que pone en entredicho a la estructura y valores de la familia patriarcal.

¿Cómo entender a la familia postmoderna?

En un ámbito de transformación profunda en la familia actual, Vidal (2009) plantea algunos modelos teóricos, los cuales plantea como los más aceptados y con mayor capacidad hermenéutica, en este sentido, se encuentra las consideraciones de:

  • Familia incierta[1]: Este modelo de familia no se concreta en un solo modelo sino que está abierta a diversas formas de convivencia o de agrupación humana. Sus contornos son indefinidos, porque en ella progresa la desinstitucionalización y falta la condición de estructura concreta en cuanto a parentescos, composición y estructura.
  • Familia mediadora[2]: Este modelo plantea la reinstitucionalización de la familia en la esfera pública y genera un tipo de familia “mediadora”, que desarrollará este rol fundamental con las diversas generaciones que transitan y comunican sus experiencias, saberes, sueños y rebeldías.
  • Familia autopoyética[3]: Se refiere a la familia actual en cuanto a que se autoconstituye y se reinventa. Una característica de la cultura postmoderna es la capacidad que tienen las instituciones para autoorganizarse y cambiar tanto por factores endógenos como exógenos.
  • Familia relacional[4]: Este modelo plantea a la familia como una agrupación que se constituye, primordialmente, mediante las relaciones interpersonales. Esta caracterización de la familia postmoderna tiene el mismo significado que la “familia autopoyética”, aunque discurre desde el punto de vista de las interacciones.
  • Familia individualizada[5]: Este modelo destaca el rasgo de la “individualización” e indica el ideal que configura la vida intrafamiliar, en este sentido, la autorrealización personal constituye necesariamente la deposición de las actitudes de sacrificio y resignación, que anteriormente en una familia tradicional caracterizaban a la mujer.

En atención a los modelos teóricos de familia planteados por Vidal (2010) quedan reflejados criterios o valores propios de la postmodernidad: 1) la “desinstitucionalización” este deriva del ejercicio de la libertad en la conformación de las historias de vida  familiares y 2) la “individualización” de las relaciones intrafamiliares.

Es importante señalar, que ambos valores permean el contexto que genera la pluralización de modos de acceso, permanencia y salida de la vida familiar desconocida hasta el presente, lo cual instala la cultura de postmodernidad dentro de la vida familiar.

Algunas notas para cerrar

La familia postmoderna es sin duda un tema que puede causar incomodidad, polémica y controversias, especialmente si las sociedades insisten en mirar hacia otro lado, ante la inminente transformación de este grupo social.

En este sentido,  se considera que mientras las políticas públicas se formulen solo para un modelo de familia tradicional e idealizada, estas no surtirán los impactos deseables en cuanto a su atención integral, por lo que se hace necesario que quienes deciden los asuntos de interés dentro de la agenda pública, reconozcan que ese modelo de familia nuclear está atravesando un proceso de transformación.

Asimismo, en el contexto de lo público, es pertinente y oportuno aceptar como una realidad que el patriarcado se ha venido debilitando, hecho que ha originado múltiples eventos hasta ahora inéditos, que se están gestando en planos aun emergentes, lo que vislumbra la conformación de un escenario pluridimensional en lo referente a las formas de vida familiar postmoderna.

Como lo plantea Castells, (2000) desde todo punto de vista, es importante considerar las transformaciones epocales que atraviesa la familia, redefinirla en atención a esos cambios profundos y entenderla dentro de su intrincada complejidad.

Para cerrar, se resalta el planteamiento de Zigmund Bauman (s/f), quien como sociólogo contemporáneo afirma que uno de los problemas de la postmodernidad es el hecho de que en este tiempo todo pierde solidez y vamos hacia una sociedad líquida, permeable a todas las ideas y dispuesta a tomar la forma de cualquier recipiente, las relaciones no tienen profundidad, los vínculos son tan frágiles que se deshacen rápidamente y la familia actual parece no escapar de esta realidad…

[1] L. ROUSSEL, La familia incierta (París, 1992).

[2] P. DE NICOLA, La identidad de la familia en la trama de las redes sociales (Milán, 1988).

[3] P. DONATI, La familia emergente “autopoyética”: P. DONATI (Ed.)

[4] P. DONATI, La familia en la sociedad relacional (Milán, 1986)

[5] Ll. FLAQUER, La familia alternativa. El feminismo y el individualismo, factores clave en la nueva pareja: EL PAÍS. (1990).

Referencias Bibliográficas       

  • Castells, M. (2000) La Era de la Información, Economía, Sociedad y Cultura. Vol. 2. El Poder de la Identidad. Madrid.
  • De Nicola, P. (1988) La identidad de la familia en la trama de las redes sociales Milán.
  • Donati, P. (1986) La familia emergente “autopoyética”: P. DONATI (Ed.)
  • Donati, P. (1986) La familia en la sociedad relacional.
  • Flaquer, L (1990) La familia alternativa. El feminismo y el individualismo, factores clave en la nueva pareja: EL PAÍS.
  • Harvey, D. (2008) La condición de la postmodernidad. Investigación sobre los orígenes del cambio cultural. Amorrortu Editores. Buenos Aires.
  • Hernández, E. (2001) La Familia Postmoderna. Revista LiberAddictus.
  • Herrera C (2016) La Construcción Social del Amor Romántico. Edit. Fundamentos. Madrid.
  • Roussel, L. (1992) La familia incierta. París.
  • Vidal, M (2009) Para orientar a la familia Postmoderna. Madrid.

(*) Dorys Alleyne

contacto: dorysmalleyne@gmail.com

La autora forma parte del  Doctorado Latinoamericano en Educación Políticas Públicas y Profesión Docente.

El presente es un artículo inedito, publicado con el consentimiento de la autora.

Fuente de la imagen: http://www.artistasdelatierra.com/obras/foto17926.jpg

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La Categorización en investigación en Educación Comparada

América del Sur/Venezuela/31 de Julio de 2016/Autor: Jose Eduardo Hermoso Quintero

 

Un mundo socio cultural se concreta cuando interactuamos en un mismo espacio-vivido  y en un tiempo vivido. Al compartir un mismo espacio-tiempo se van fraguando relaciones de pertenencia (independientemente que las queramos o no), se van consolidando lenguajes que tienden al entendimiento, hay afectos-desafectos, encuentros-desencuentros que dejan huellas (los saberes) (Hermoso, 2002).

Entiendo por investigación en educación comparada (IEC), al proceso indagatorio en el escenario de prácticas educativas que se contrastan y que tiene como finalidad la producción de conocimientos y saberes. Con frecuencia estos hallazgos sirven de base para la construcción de políticas educacionales que a su vez, se articulan con otras políticas públicas para que haya coherencia en el accionar del Estado. En la IEC, es necesario clarificar los entes estructurantes que al ser parte del estatuto investigativo y de la realidad indagada, permitan procesos de síntesis. Una de estos entes estructurantes son las categorías.

La legitimación de saberes en los estudios cualitativos en general y en la historias de vida, en particular, han sido objeto de consideraciones de los cientistas sociales quienes buscan una manera de diferenciarse de las vías legitimatorias de los estudios cuantitativos.

Es común la utilización de las llamadas categorizaciones que vendría a ser la elaboración de mapas que se deben derivar de las entrevistas en profundidad que están siendo legitimadas, esas categorías son (deben ser) la expresión de los saberes contenidos en esas entrevistas en profundidad, entendidas estas: como conversaciones libres que permiten develar los mundos socioculturales de los testimoniantes.  Usualmente el investigador hace una selección de las personas que pueden dar testimonios  ajustados a su experiencia. Hermoso (2002), los denomina sujetos significantes.

 Un sujeto significante narra las experiencias donde ha sido protagonista. Se asume que el sujeto significante (a veces son mal llamados informantes claves), está impregnado del entorno sociocultural donde desarrolla sus prácticas sociales. El principio básico es entonces: que un protagonista (sujeto significante), es portador de las cualidades socioculturales que le tocó vivir. En su narración el sujeto significante puede exagerar o hasta mentir, no obstante, las huellas de la sociedad abrigante están presentes en esa narración.

Entiendo por cualidades socioculturales al conjunto armónico de prácticas, representaciones, que en un espacio tiempo societal, identifican (y permiten diferenciar), a una sociedad dada. Algunas cualidades son: variantes de habla, reacción frente a aspectos de la vida cotidiana, formas de entender el mundo, las labras y las cosas; las costumbres, preferencias en el campo artístico (musical por ejemplo), posiciones políticas, aficiones y adscripciones a grupos de la sociedad. Moreno (1998), las denomina marcas- guías “… Las marcas guías no son datos ni categorías, sino señales de posibles significados organizadores que, a lo largo de la historia, pueden convertirse en claves de comprensión…” (p.23).

La categorización es sobre todo un proceso de construcción de significados. Es una red que contiene los hilos conductores del discurso de los sujetos significantes. Esos hilos conductores son a menudo dimensiones. La categorización puede tener dos vertientes. Una la que podemos llamar a priori en la cual los significados provienen de la experiencia del investigador.  Es él quien asigna nombres a las categorías y dimensiones. Se puede hablar de una forma de mismidad. Hay una especie de traducción desde el mundo sociocultural del investigador.  En el campo educacional, habrá una propensión a usar alumnos, maestros, escuela, aprendizaje, enseñanza… que pueden no coincidir con los términos del  sujeto significante.

La categorización, por otra parte, puede ser a posteriori, es decir durante y después de constituido el discurso, entonces las significaciones y los nombres de las categorías y dimensiones provienen del discurso del sujeto significante. En este ensayo, nos referiremos a una modelo, para la elaboración de categorías, a posteriori denominado “La realidad como fuente de teoría: la legitimación de saberes en los estudios cualitativos.” Cuyo autor es Víctor Hermoso. Cuyos principios son:

  • Se asume que los discursos de los sujetos significantes son la realidad. Es precisamente a esa realidad a la que se le construye teoría.
  • Debe establecerse un clima de comunicabilidad que permita al sujeto significante, enhebrar su propio discurso.
  • El  discurso del sujeto significante es expresión de su mundo sociocultural y por extensión de las cualidades de la sociedad donde él es protagonista.
  • Los venezolanos en particular  los latinoamericanos en general somos más afectivos que cognitivos y cultivamos más la oralidad que la escritura. Luego los discursos orales son de gran extensión.
  • El proceso de categorización está magistralmente impregnado de los saberes del sujeto significante. Por el consiguiente, su discurso oral contiene hilos discursivos propios de su mundo cultural y de su forma de interpretar sus prácticas  existenciales.

Objetivos:

Analizar la importancia de la utilización del modelo “La Realidad Como Fuente De Teoría”, como una herramienta auxiliar para investigación en educación comparada.

Reconocer la legitimación de los saberes en los estudios cualitativos a través del modelo “La Realidad como fuente de Teoría” en educación comparada.

MATERIALES Y MÉTODOS

La metodología utilizada se baso principalmente en:

Paradigma Hermenéutico, que: desde Gadamer podemos decir que, confluyen los teóricos de la hermenéutica moderna Schleirmacher (1768-1834): “… entender implica reconstruir el proceso mental que registrará el autor del  texto” (Echeverría, 1993, p. 196); Dilthey (1833-1911): Historicidad del hombre, fórmula hermenéutica en “…tres componentes claves: la experiencia, la expresión y la comprensión o entendimiento”  (Echeverría, 1993, p. 201), de tal manera que la Hermenéutica nos ayudará a interpretar los discursos contenidos en los sujetos significantes.

Paradigma metodológico: Interpretativo

El paradigma interpretativo es en  esencia:

  • Una vía investigativa que se asocia al enfoque cualitativo y un rechazo a los métodos positivistas. En nuestra investigación, la cualitividad es camino y es forma de construir y develar significados. De allí que se asocie al círculo hermenéutico.
  • Una manera de eludir la extrapolación de resultados (la llamada generalización), y una manera de conocer en profundidad, lo que está siendo investigado: es generar unas reflexiones que, al ser fiel expresión de lo indagado, pueden sustentar transformaciones de mayor vigencia, consistencia y autenticidad. En nuestro estudio las reflexiones, que se deriven de él, pueden conducir a la producción, sustentación e incremento de las investigaciones que tienen carácter liberador, que son fuente de implicación y que proporcionen luces en aspectos tales como: articulación de políticas públicas.

DISCUSIÓN:

LA REALIDAD COMO FUENTE DE TEORÍA

LA LEGITIMACIÓN DE SABERES EN LOS ESTUDIOS CUALITATIVOS.

Para la legitimación de los saberes en las entrevistas en profundidad  del constructo teórico “la realidad como fuente de teoría” se determinan cinco momentos:

Momento I.- Elucidación de respuestas cortas.

Generalmente la respuesta de los entrevistados  a una pregunta del investigador es larga y contiene juicios y descripciones,  que no siempre responden la pregunta hecha.

Así  por ejemplo en la entrevista al profesor Gustavo González tenemos:

José Hermoso: antes era la investigación tutelada por las grandes potencias,   hablemos sobre la investigación no tutelada de ahora

Prof. Gustavo González: Esa es una batalla, es una batalla, porque no te olvides que las personas que se han incorporado, se están incorporando y se van a incorporar, son personas que tiene una formación, en la generalidad de los casos, con esa visión que tu estas señalando, entonces, uno de los primeros saltos que hay que dar, o, celofán que hay que romper, es que la gente entienda que se esta investigación, no es por presentar una tesis o se está investigando por ganar un galardón, sino que, se está investigando para resolver situaciones del sistema educativo, que contribuirán al Ministerio de Educación a canalizar, a desarrollar, a poner en práctica una cantidad de estrategias por ejemplo….

Esa respuesta larga es convertida en respuestas cortas a las cuales se le construye preguntas, que por estar explicitas se les denomina preguntas enmascaradas

Momento II. Elucidación de preguntas enmascaradas

La elucidación de preguntas enmascaradas es simplemente construirle preguntas a las respuestas cortas. El cuadro 2 describe parcialmente la secuencia de respuestas cortas y preguntas enmascaradas que se derivan de la pregunta larga arriba explicitada.

Ec 3

 Fuente: Elaboración propia

La evaluación de la correspondencia entre la respuestas cortas (que no puedo cambiar) y las preguntas enmascaradas es una validación cualitativa, sui generis, de instrumento, donde primero es la respuesta y después la pregunta.

Momento III

  • Elucidación de dimensiones. Del conjunto general de todas las preguntas enmascaradas se agrupan por clases.

Este tercer momento constituye una primera validación cualitativa de constructo. Es decir, se procura correspondencia entre las preguntas enmascaradas y las dimensiones.

Cuadro. 3: Secuencia para la Elucidación de preguntas enmascaradas:

EC 1

Fuente: Elaboración propia

Momento IV

 Elucidación de categorías: Al conjunto de dimensiones de una misma clase se le denomina categoría

En este cuarto momento hay una segunda validación de constructo. Se busca la correspondencia entre las dimensiones y las categorías.

Momento V

  • Comparación entre la teoría generada y el conocimiento acumulado. La teoría generada es decir aquella que constituye las respuestas cortas, preguntas enmascaradas, dimensiones y categorías se comparan con los aportes de autores radicales (los que han hecho la contribución mas trascendente) concomitantes. El quinto momento es una tercera validación de constructo.

El esquema general  de la “ Realidad como fuente de teoría” es el siguiente:

Cuadro 4. La realidad como fuente de Teoría.

Esquema General

Ec 2

Fuente: Hermoso, 2001 (p.44).

La creación de la comunicabilidad es el  establecimiento de una comunicabilidad óptima, que consiste en crear las condiciones para que el entrevistado pueda develar sus mundos socioculturales.

CONCLUSIONES

La arquitectura del análisis del discurso contenido en “la realidad como fuente de teoría”, se dibuja a través de matrices que son de dos tipos:

Matriz individual: Para cada uno de los entrevistados (análisis intratextual)

Cuadro 5

Esquema de la matriz individual

Ec 4

Fuente: Elaboración propia

Matriz General que contiene la comparación entre los entrevistados (análisis intertextual)

Cuadro 6

Esquema de la matriz general

Ec 5

Fuente: Elaboración propia

De tal manera que el análisis de los discursos, de cada uno de los sujetos significantes, así como las categorías y las dimensiones, representan, a ciencia cierta, niveles de comparación óptimos de ser usados en la IEC, de tal manera que, una vez legitimados los saberes contenidos en los sujetos significantes para la investigación, se procederá sistemáticamente a realizar los métodos comparativos expuestos para así, dar al proceso indagatorio en el escenario de prácticas educativas, categorías que se contrastan y que tiene como finalidad la producción de conocimientos y saberes.

REFERENCIAS

Echeverría, R. (1993). El búho de Minerva. Santiago de Chile-Chile: Ediciones Dolmen.

Gadamer, H.G. (1997). Histórica y lenguaje una respuesta. En Historia y hermenéutica por Reinhart y  Koselleck, y Hans-George Gadamer. Barcelona-España: Ediciones Paidós Ibérica.

Hermoso, V.(2001). La realidad como fuente de teoría: La legitimación de saberes en las entrevistas en profundidad. Maracay: Editorial Orituco.

Hermoso, V. (2005).  Historias  de vidaposiciones   y  refutaciones.   Maracay:  Editorial    Orituco.

Lanz, R. (2005). Las palabras no son neutras: glosario semiótico sobre la postmodernidad. Caracas-Venezuela: Monte Ávila Editores

Martínez, M. (2004). Ciencia y arte en la metodología cualitativa. México D.T.- México. Editorial Trillas.

Morin, E. (2003). El método V: La humanidad de la humanidad, La identidad humana. Madrid-España: Ediciones Cátedra.

Valdez, M. y otros. (2000). Con Paul Ricoeur: indagaciones hermenéuticas. Caracas-Venezuela: Monte Ávila Editores

Fuente de la imagen: http://cursos.aiu.edu/Teorias%20y%20Tecnicas%20de%20la%20entrevista.html

 

 

 

 

 

 

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La teoría de género y el temor de los fundamentalistas

Por Olmedo Beluche

El Proyecto de Ley 61, “Por la cual se adoptan políticas públicas de educación integral, atención y promoción de la salud”, ha generado un revuelo que agita a los sectores más conservadores de la sociedad, principalmente al fundamentalismo cristiano panameño.  Se hacen proclamas y se culpa al mismo diablo de ser autor intelectual del proyecto, mientras que otros más sofisticados achacan a la responsabilidad a los “malthusianos” atrincherados en Naciones Unidas.

Aparte de de las chabacanas falsificaciones sobre el contenido del Proyecto de Ley y las guías para educadores que está elaborando el Ministerio de Educación, los fundamentalistas atacan a la llamada Teoría de Género (ellos dicen “ideología de género”) como la causa de todos los males. Supuestamente esta teoría pretende sembrar en las mentes vírgenes de nuestros niños y jóvenes ideas subversivas sobre prácticas sexuales “raras” como la homosexualidad, etc.

La pregunta que muchos se deben estar hacienda es: ¿Qué contiene la Teoría de Género para que la ataquen de esta manera tan visceral? En realidad sus ideas no son nada sofisticadas, sino reflexiones que cualquier persona a partir de su experiencia personal puede verificar, pero cuyas conclusiones pueden cambiar el mundo. ¡Eso es lo que más preocupa a sus detractores!

Dos mujeres prominentes son las precursoras de la categoría de género. La primera, la antropóloga Margaret Mead, que en su libro Sex and Temperament in Three Primitive Societies, publicado en 1935, llegó a la conclusión de que los roles sociales asignados a los sexos no eran de origen biológico sino culturales.

La segunda, la gran escritora francesa Simone de Beauvoir, quien resumió el asunto en una frase famosa: “Una no nace mujer, sino que se hace mujer”.

El sicoanalista Robert Stoller (Sex and Gender) precisó el concepto de género: “aspectos esenciales de la conducta -a saber, los afectos, los pensamientos, las fantasías- que aún ligados al sexo, no dependen de factores biológicos”.

Hasta los años cincuenta del siglo pasado se creía que la persona, al nacer hombre o mujer, ya venía con un marca de fábrica que le asignaba no sólo lo que podía o debía hacer, sino incluso cómo debía comportarse en sociedad (temperamento). Lo cual fue, y sigue siendo, fuente de sufrimiento para incontables personas en todo el mundo.

Todos lo hemos escuchado: las niñas deben portarse bien y estarse quietecitas; los varones pueden ser desordenados o violentos. O  aquello de “los hombre no lloran”, “ni juegan con muñecas”. Los hombres a la mecánica o andar por la calle, las chicas a estarse en casa y aprender las labores domésticas. Y luego se casaban y el cura santificaba: “seguirás a tu marido donde quiera que vaya”.

Gracias a la observación de otras culturas, la antropología, la sociología y la sicología, descubrieron que las expectativas que la sociedad se hace sobre el sexo de una persona no tienen nada que ver nada con la biología, sino que son una construcción cultural. Dicho más científicamente, el “género” o “rol sexual está definido socialmente”. Es decir, depende de la sociedad donde naces y vives.

Lo que es todavía peor y más subversivo para todos los retrógrados, las expectativas de género pueden cambiar, pueden desaprenderse y se modifican con el tiempo, y cambian con la sociedad. No, no son eternas.

¿Por ejemplo? El gran Alejandro Magno, que extendió la dominación griega hasta la India, era homosexual. No cumplía de las expectativas de género en materia de heterosexualidad que la sociedad actual, influida por las tradiciones judeo crisitanas, esperaría de ellos. Pero para su sociedad, era perfectamente “normal”.

Otro ejemplo, la separación de las mujeres de la vida pública y su sometimiento como cuasi esclavas domésticas no exisitió siempre ni en todas las sociedades. Por el contrario, la historia registra muchas sociedades en que las mujeres eran respetadas y participaban de la vida pública en igualdad de condiciones que los hombres. Inclusive, las formas de familia tampoco son eternas, ellas han cambiado y siguen cambiando, de manera que no siempre exisitió la familia monogámica tradicional que hoy prevalece.

El movimiento feminista, echó mano del concepto de género y lo ha utilizado como un arma en su lucha contra la injusticia de una sociedad en que la mitad de su población, las mujeres, es marginada o discriminada sólo por haber nacido con vagina en vez de pene. Una sociedad que les fija como principal objetivo de vida y realización personal: parir y criar.

En palabras de la feminista norteamericana Kate Millett, el patriarcado es una institución perpetuada mediante «el conjunto de relaciones y compromisos estructurados de acuerdo con el poder, en virtud de los cuales un grupo de personas queda bajo el control de otro grupo«. Según Milett, el patriarcado se apoya en dos principios: el control del macho sobre la hembra, y del macho de más edad sobre el más joven.

Como toda forma de poder social, el patriarcado se asienta sobre la violencia y el consenso (ideología). Aquí la ideología que sostiene el «status» superior del hombre sobre la mujer, se basa en la construcción de un «temperamento» distinto para cada sexo, modelado de acuerdo a diversos estereotipos (masculinos y femeninos), y sobre un «papel sexual» o código de conducta que la sociedad le asigna a cada uno.

Apoyándose en el estudio de R. Stoller, se establece la diferencia entre los conceptos sexo y género. Siendo el sexo las características fisiológicas diferenciadas, mientras que el género se refiere a los «aspectos esenciales de la conducta -…- que no dependen de factores biológicos«.

Millett demuestra cómo la identidad (temperamento y rol) femenina o masculina no están determinadas biológicamente, sino que son una construcción cultural que se aprende. En los niños esta identidad de género se establece con la adquisición del lenguaje. «Cada momento de la vida del niño implica una serie de pautas acerca de cómo tiene que pensar o comportarse para satisfacer las exigencias inherentes al género«.

Claro que a los fundamentalistas no les gusta que a la gente se le enseñe desde niños que todos los seres humanos son iguales, y que no debe haber discriminación sexual o de género, o que el sexo no es malo. Ni que se les enseñe que los estereotipos sexuales no son más que prejuicios para justificar una situación de opresión contra una parte de la humanidad, las mujeres. Podemos incluir allí a los homosexuales y lesbianas.

Porque el peligro que temen los fundamentalistas es que se extienda una revolución, que ya ha empezado, en cada hogar, cuando todas las mujeres decidan rebelarse contra la esclavitud domestica y la sumisión  al marido. Y cuando la mayoría de los hombres tomen conciencia de la justeza de la demanda de real igualdad de derechos para las mujeres y actúen de manera no machista.

Cuando se imponga la razón, y se acabe la falsa creencia de que el matrimonio dota al hombre de una sirvienta personal. Cuando desaparezca la estupidez de aquellos que creen que amar significa apropiarse de la persona amada como si fuera un objeto, del que puedes disponer a tu voluntad y que no puede tomar un camino por su propia cuenta. Cuando los policías y periodistas dejen de llamar al feminicidio como “crimen pasional” y los reconozcan como lo que en verdad es, un crimen de odio, dirigido contra las mujeres por su mera condición de serlo, porque no se las considera capaces de actuar con libertad y elegir a quien amar o a quien no amar.

Una revolución que nos libere del machismo, de la violencia sexista, de la discriminación, de la sumisión y de cualquier forma de opresión. Esta revolución no sería simplemente política o económica, sino que estremecería los cimientos de la cultura como la conocemos. Sí, la Teoría de Género puede ser peligrosa para los que defienden el patriarcado capitalista.

Articulo enviado por su autor a la redacción de OVE

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La formación normalista: situación y desafíos

Por: Arturo González Polo

Resumen

Para reflexionar sobre la formación de maestros en las Escuelas Normales para la escuela del siglo XXI, es importante incursionar en el conocimiento de la trayectoria en la formación de docentes que han tenido estas instituciones educativas. Para nadie es desconocido que la misión de estas instituciones educativas por más de un siglo, han contribuido al logro de los ideales educativos de nuestra carta magna, garantizar el derecho a la educación y lograr una nación con identidad como mexicanos.

Con la formación profesional que brindan, contribuyen al desarrollo educativo nacional, sin embargo, siempre han estado reguladas por un modelo pedagógico de tradición que privilegia la pericia técnico-didáctica de la enseñanza. Este modelo educativo se edificó con la creciente intervención del Estado en la enseñanza pública durante el proceso de construcción de nuestro Sistema Educativo, a partir del cual tuvo lugar la reforma pedagógica, la difusión del normalismo, la centralización técnico administrativa de la educación primaria, así como la expansión y contraste burocrático, circunstancias que influyeron directa o indirectamente en la formación de sociedades magisteriales y de sus prácticas educativas inspiración arraigada en muchos formadores.

Palabras clave: Modelo pedagógico, pericia técnico-didáctica, enseñanza, Estado, sociedades magisteriales, profesionalización docente.

The training of teachers in the normal schools: Status and challenges

Summary

To reflect on the training of teachers in Normal Schools for School XXI century, it is important inroads in understanding the trajectory in the training of teachers who have had these educational institutions. Is no stranger to the mission of these educational institutions for over a century, have contributed to achieving the educational ideals of our Constitution, guaranteeing the right to education and achieve a nation with identity as Mexicans.

With the training, they provide, contribute to national educational development, however, and have always been governed by a pedagogical model of tradition that privileges the technical expertise didactic teaching. This educational model was built with increasing state involvement in public education during the process of building our education system, from which came the pedagogical reform, the spread of Normalism, the technical administrative centralization of primary education, as the expansion and bureaucratic contrast, circumstances that influenced directly or indirectly in the formation of teachers’ societies and their educational practices rooted inspiration in many trainers.

Keywords: Teaching model, teaching technical skills, education, State, society’s magisterial, teacher professionalization.

Introducción

Esta producción es resultado de un proceso de investigación documental y de campo acerca del papel del normalismo en el Estado de México, el cual es muy importante para comprender las circunstancias que provocan la resistencia al cambio de un nuevo paradigma de formación de maestros, resistencia respaldada por un sinnúmero de factores entre los que sobresalen: el control del estado sobre el currículo de formación de maestros, la obstinación de los formadores al cambio de prácticas tradicionales que privilegian la enseñanza sobre el aprendizaje, modelo curricular rígido, tipo de gestión educativa, organización académico-administrativa, mecanismos de contratación y profesionalización de su planta docente, entre otros atenuantes de una cultura pedagógica. Ante este panorama es importante reflexionar si la formación de docentes en las Escuelas Normales todavía responde a las exigencias y retos que demandan las escuelas del siglo XXI.

I. Los cambios sociales del siglo XXI y su repercusión en la formación de docentes

Es importante advertir que la calidad de la formación de docentes depende en gran medida de la eficacia del currículo, pero sobre todo de las actuaciones que al interior de las instituciones educativas se desarrollan en un marco de ruptura de las tradiciones de formación de docentes, revirar hacia un ejercicio innovador permanente que corresponda a las exigencias de las personas y la sociedad de un momento histórico social, circunstancia que es el principal motivo de reflexión.

La globalización como modelo económico de orden mundial y de convivencia social, ha puesto en entredicho el papel de las instituciones educativas y más aún el papel de las instituciones formadoras de docentes en función de que éstas, proveen del recurso humano a los demás centros escolares públicos del nivel básico.

La sociedad a nivel mundial enfrenta cambios vertiginosos en lo tecnológico, en el conocimiento y en las relaciones productivas y sociales, mientras en ciertos sectores sociales prevalece una uniformidad de características de formas de vida, por otra; es también común una creciente diversidad social, de cambios de valores a gran escala, inestabilidad de normas, desigualdad social, diferencias de oportunidades, exclusión, incremento de la pobreza en todas sus formas, deterioro ambiental e inseguridad social.

Frente a este escenario de multicontextos, interdependiente, complejo, conflictivo y sin certezas, en una versión tipológica de una sociedad líquida(1), la formación de docentes no puede estar ajena en su contribución a un mundo social de desarrollo sustentable(2), y de bienestar personal y social.

El problema radica en la tipología de currículo(3) que tiene lugar en las instituciones formadoras de docentes, que puede ser o no congruente con las necesidades educativas del momento.

Disponer de un grado de congruencia entre el currículo y una formación de docente pertinente, invita a replantear el quehacer pedagógico al interior de las instituciones normalistas, retoma un desafío de grandes dimensiones, ligado a la necesidad de una nueva concepción curricular que corresponda con los cambios de la vida en sociedad, demanda de una propuesta que considere y tome conciencia de los beneficios de la formación y el aprendizaje durante toda la vida, aún a pesar de los múltiples y contradictorios entornos que manifiestan en su momento los ámbitos social, político, económico y educativo.

Las circunstancias eventuales del mundo, sugieren apostar por una actividad formadora de docentes, centrada en un currículo basado en el desarrollo de competencias para la vida y la profesión docente(4), un modelo formativo menos romántico y más realista como dispositivo para la interacción permanente con el contexto cultural, político, social, científico y tecnológico, es decir, una propuesta innovadora de construcción permanente, que se ajuste a la formación de educadores competentes para educar individuos capaces de enfrentar las condiciones de vida en sociedad que les toque vivir.

Lamentablemente como lo advierte Perrenoud, la postmodernidad no ofrece razones para ser muy optimistas, sin embargo, esto no constituye una realidad que impida reflexionar acerca de la formación de docentes para una escuela eficaz, sin caer en la ingenuidad de creer que las ideas por sí solas pueden transformar las condiciones del mundo.

En tal caso la esperanza de poner en práctica nuevas propuestas de formación de docentes, supone construir sociedades magisteriales con competencias para desarrollar una ciudadanía adaptada al mundo contemporáneo, docentes con atributos mínimos que los doten como personas creíbles, motivadores personales, animadores de una comunidad educativa, defensores de la ley, promotores de una vida democrática, ejemplo de capacidad intelectual y guías culturales.

Sociedades magisteriales afines a este siglo, supone un conjunto de sujetos con capacidad para la construcción de saberes y competencias profesionales, aptos para organizar una pedagogía constructiva y centrada en el aprendizaje, garante del sentido del saber, creador de experiencias de aprendizaje, administrador de la heterogeneidad, regulador de los procesos y de los dispositivos de una formación para la vida.

Paradójicamente este perfil de maestro, puede parecer una utopía, pero conviene hacer un alto para retomarla como un objeto de investigación al interior de las instituciones normalistas, cuestionando la pertinencia del currículo actual de formación de docentes y realizar las aportaciones necesarias para su rediseño.

Parafraseando a Freire, todo cambio está ahí donde ocurren los hechos, es precisamente en el escenario de concreción de la formación docente, donde se puede vislumbrar una propuesta curricular que a la vez responda a la celeridad de los cambios sociales, logre empatar la tarea de formación de docentes lo bastante rápida en comunión con la prontitud en que se dan las transformaciones sociales.

II. El presente y el futuro de las escuelas normales ante los retos educativos del siglo XXI

Reza el adagio “cambiar o morir” y justamente si una institución educativa se niega a cambiar está destinada a dejar de existir. Esta es una razón de peso para advertir que aunque duela abandonar una vieja tradición pedagógica, son las alteraciones del mundo las que dictan la dirección del quehacer educativo.

Es importante preguntarse entonces ¿qué sentido tiene la escuela si no educa a los seres humanos para la vida?, por obviedad no tendría sentido su existencia. Así pues en el recorrido histórico de la tarea educativa se reconoce que las tendencias pedagógicas que caracterizan la formación de maestros son propias del siglo XIX.

Su concepción descansa en el criterio de que es la escuela la institución social encargada de la educación pública masiva y fuente fundamental de la información, la cual tenía como misión la preparación intelectual y moral.

Su finalidad desde el análisis del pensamiento Kantiano es la conservación del orden de cosas y la adopción de las pautas sociales existentes, para ello el profesor se asume en el poder y la autoridad para transmitir un cúmulo de conocimientos, exige disciplina y obediencia, apropiándose de una imagen impositiva, coercitiva, paternalista, autoritaria, que ha trascendido más allá de un siglo y que se niega a cambiar en sus arraigadas concepciones educativas.

El normalismo como fenómeno consecuente del proyecto educativo de tradición, configuró un perfil del maestro ideal que se produce en las Escuelas Normales con un rasgo muy peculiar del que proviene su nombre. La disciplina en un significado de dualidad de autoridad y obediencia, noción de normalización que remite al disciplinamiento como un requisito para ejercer el magisterio.

La primera condición para ejercer el magisterio es una conducta intachable y una moralidad probada.(5) Tal supuesto admite que el maestro tiene como deber mostrar el ejemplo ante sus alumnos, implica enseñar no sólo a través de palabra, sino también con el ejemplo. El maestro surgido del magister dixit “predica no sólo con la palabra sino con los hechos.”

El énfasis formativo antepone el aspecto externo de la persona. El maestro ante todo es una persona con buena presencia, buen porte, buenos modales y comportamientos. Aunque debe tener en cuenta no solo las características de auto presentación, sino también la de ser capaz de inculcar en sus alumnos los valores morales y sobre todo estéticos, considerados como legítimos y permitidos.

Siguiendo esta idea, el alumno debe obedecer a la autoridad para poder aprender lo que el maestro le enseña.

En este paradigma tradicional de formación de docentes, el contenido motivo de aprendizaje está dado por los conocimientos y valores acumulados de una cultura y las ciencias como verdades acabadas, tales pautas aparecen muchas veces divorciadas de las experiencias y realidades de los estudiantes y su contexto.

Los contenidos siguen encarnados en el maestro, el currículo es racionalista, enciclopédico, apegado a la ciencia positiva y se presenta libresca y eruditamente, sin una lógica interna y en partes aisladas, lo que conlleva a desarrollar un pensamiento empírico de tipo repetitivo.

El método fundamental es el discurso expositivo del profesor, con procedimientos casi siempre verbalistas, mientras el aprendizaje se reduce a reproducir y memorizar información dada por el docente, la acción del alumno está limitada en la palabra que se fija y repite, conformando una personalidad pasiva y dependiente que produce un conocimiento frágil(6) para el oficio de maestro.

Tal suceso, en la mirada de las instituciones normalista no ha cambiado mucho, todavía conservan una arraigada tradición pedagógica que privilegia el arte de enseñar sobre el aprendizaje, fundado en la asunción de normas de enseñanza.

Sin menospreciar esta tarea, se ha demostrado que la acción educativa no queda cubierta con el simple dominio de la pericia de enseñanza, sino que son múltiples los atributos profesionales del educador para proceder a un proceso formativo que responda a las condiciones y circunstancias de nuestro tiempo, en este escenario cobra sentido el supuesto de Saint-Onge “Yo explico pero ellos… ¿aprenden?”.

De modo que es pertinente reflexionar que por más que un profesor domine el arte de la enseñanza, no garantiza un aprendizaje tomando en cuenta los diversos aspectos que en él intervienen.

A finales de la década de los noventas con el Programa para la Transformación y Fortalecimiento de las Escuelas Normales (PTFAEN), surten efecto los primeros intentos de ruptura de esta tradición pedagógica, al demandar una profesión docente con un sentido profesionalizante, misión orientada a la transformación de estos centros educativos en Instituciones de Educación Superior (IES) para la formación inicial de docentes que otorga el grado de Licenciaturas en Educación en sus diversos niveles, modalidades, y especialidades educativas.

A pesar de que este modelo curricular apunta a formar un profesional con un conjunto de rasgos de perfil de egreso, es la cultura formativa que priva al interior de las Escuelas Normales las que frenan el tránsito hacia nuevas alternativas académicas de formación docente.

Los cambios deseados desde el currículo parecen quedar sólo en el discurso del contexto formativo, aunque es justamente en el escenario del Normalismo donde la formación de docentes, representa la esperanza social de mejorar y el camino más viable para alcanzar la calidad educativa, por un cúmulo de experiencia y conocimiento en este hacer, pero es importante consolidar su transformación académica y administrativa.

En el proceso de transformación académica vivido ya a más de una década de esta reforma, la aspiración de las instituciones normalistas de integrarse a las grandes ligas de las IES, no ha sido un asunto sencillo, porque la formación de docentes tiene sus propias particularidades, muy distintas de las profesiones universitarias que son autónomas y de corte del dominio disciplinar.

Pero esto no las limita de acceder a una tarea profesionalizante, porque hoy día las demandas educativas exigen de un profesional de la educación capaz de atesorar una serie de experiencias educativas privadas sobre la base de un gran acervo de conocimiento genérico y específico, que le otorga una libertad de acción.

Profesionalizar la carrera docente, apunta hacia la consolidación de una ocupación de vida. Cleaves (1985), sostiene el sentido de la profesionalización como una ocupación que requiere de un conocimiento especializado, una capacitación educativa de alto nivel, control sobre el fundamento epistemológico del trabajo, organización propia, reflexión, autorregulación, altruismo, espíritu de servicio a la comunidad y elevadas normas éticas.

Esto lleva a sostener que, generalmente, la profesión del maestro aseguraría la posibilidad de hacer una carrera de vida a través de su propia actividad, en la que los conocimientos de la profesión, además de ejercitarse, se amplíen acumulativamente y enriquezcan de manera permanentemente en una ruta de perfeccionamiento de la competencia docente, ligada al campo de la investigación en el aula y en el análisis de la práctica en comunión con las experiencias formativas de y con los otros.

Esta investigación reconoce que hay una larga tradición pedagógica en el normalismo, misma que es pertinente recuperar como medio catalizador de cambios fundamentales, para desligarse del modelo genuino con el que nacen las instituciones normalistas y de las instituciones universitarias que han tratado la formación profesional como la marca de un producto o simplemente como entrenamiento para la fuerza de trabajo de las corporaciones empresariales que no es muy propio de la profesión docente.

Hipotéticamente el normalismo demanda de una innovadora propuesta curricular, pero requiere de una visión más noble, extendida hacia las aportaciones de grandes pensadores en el terreno educativo como Comenio, Dewey, Freire y Morín, quienes apuestan al papel de la educación tanto como un bien público como una esfera autónoma donde los estudiantes que se forman para una ciudadanía activa, el valor cívico, y el desarrollo de una sociedad democrática sustantiva.

Si la educación superior enfrenta el desafío del nuevo milenio, las Escuelas Normales necesitan modificar la visión de su legado para redefinirse como sitio de aprendizaje crítico y activo de participación en la vida social.

Bajo este dispositivo si la formación de docentes, logra sujetos con competencias profesionales y para la vida con un espíritu ético democrático como forma de vida, se estará respondiendo a la demanda de la educación básica, que tiene como objetivo fundamental el proporcionar a los niños herramientas, conocimientos, actitudes, valores y disposiciones éticas que les ayuden a participar de manera democrática y civilizada en su sociedad. Como apuntaba Torres Bodet, la escuela mexicana debe aspirar a formar mexicanos preparados para la prueba moral de la democracia y el desarrollo social.

La exigencia de que las escuelas formen sujetos críticos, conocedores de sus derechos y respetuosos de los derechos de los demás, es un asunto expresado con mayor insistencia en estos últimos años producto de los acelerados cambios y condiciones sociales determinadas por formas más plurales de participación y convivencia, con nuevos retos, problemas y conflictos humanos.

Pero el valor de la democracia como forma de vida aspiración asentada en nuestra carta magna en su artículo 3°, adquiere fuerza cuando se sustenta sobre una base social que actúa, piensa, se relaciona y autorregula tanto en lo privado como en lo público, y observa un conjunto de disposiciones éticas que son el sustento de mejores condiciones de vida.

En este sentido resulta conveniente proyectar un futuro para las Escuelas Normales fundado en el gran valor que significa retomar todo su potencial y experiencia para consolidar una efectiva transformación de su misión, orientada a enfrentar los importantes desafíos sociales y convertirlas en escenarios netamente profesionalizante de la profesión docente.(7)

Si la profesionalización apuesta a todas las posibilidades de perfeccionamiento de la competencia docente, es necesario que estos centros de formación docente se conviertan en espacios académicos para tal caso.

Su presente y su futuro va más allá de formar a los docentes en las más elementales competencias del educador, más bien necesitan encausar su quehacer a la habilitación de profesionales de la educación, para promover su perfeccionamiento permanente con nuevos Programas Educativos que diversifiquen opciones de formación, especialización, actualización y posgrados como complemento de los estudios de Licenciatura.

III. Tendencias de la reforma a la educación normal

Para atender los desafíos de formación de docentes, las Escuelas Normales en 2012 en el contexto de la política educativa, experimentaron una reforma cuya directriz se aproxima a la profesionalización de los maestros de educación básica, “producto de un esfuerzo constante por mejorar el desempeño de un oficio, perfeccionando el manejo de información, técnicas, procedimientos y uso de recursos idóneos para obtener mejores resultados educativos”.

La profesionalización como categoría central de la que se parte para la elaboración del perfil de egreso, ha sido conceptualizada como:

“el conjunto de características de una profesión que remite a la naturaleza más o menos elevada y racionalizada de los saberes y destrezas que se utilizan en el ejercicio profesional” (Martinet, 2004).

La categoría de profesionalidad al parecer quedo desligada fuertemente del concepto positivista de una práctica profesional, que se define como la aplicación exclusiva de teorías científicas, técnicas y procedimientos de enseñanza para el logro de aprendizajes en ambientes disciplinados.

Las perspectivas de la actual reforma en su espíritu, rompen con el esquema tradicional caracterizado por la ambigüedad, y la emergencia que por resolver problemas de diversa complejidad y del mundo cambiante, pero no se desliga de la tan discutible visión de política de Estado, por esta razón aunque la reforma retoma como categoría principal la profesionalización del docente como una empresa de movilización e integración de una gran cantidad de conocimientos, de un saber, saber hacer y de actitudes propias de una ocupación dada, es importante que los cambios surjan de las condiciones educativas que privan en las particularidades de las instituciones formadoras de docentes, que se circunscriban a cierto grado de autonomía sobre todo en la perspectiva académica.

Ante estas circunstancias las Escuelas Normales, requieren replantearse sobre un ejercicio crítico y propositivo del contenido de la reforma, para apuntar su quehacer hacia la atención de las demandas de una formación de docentes con las competencias profesionales que respondan oportunamente a las exigencias de la educación básica, pero es importante respaldar su ejercicio en el recurso de la investigación educativa como una posibilidad permanente de estudio sobre lo que ocurre en el contexto de la realidad, porque una cosa es el planteamiento del currículo prescrito y otra es la variable del acontecer tanto en el currículo vivido como en el currículo oculto.

En esta justa medida, vale reflexionar sobre el grado de potencialidad académica y administrativa que aportan las Escuelas Normales para lograr la implantación de estrategias más dinámicas y diferenciadas de posicionamiento social de un trabajo educativo siempre cambiante, que en muchos casos no es compatible con una base de trabajo que se reduce al cumplimiento de la rigurosidad de normas tipificadas desde una tradición pedagógica.

Desde este contexto, las instituciones normalistas tienen como gran reto, alcanzar en mayor medida un nivel de autonomía en la toma de decisiones, participar activamente en la reformulación permanente de su propuesta curricular, más diversificada en función del contexto educativo en las que se ubican, con opciones de mayor flexibilidad y acorde a las tendencias del escenario de la sociedad del conocimiento, sobre todo reflexionar sobre las condiciones de cultura pedagógica, ritos, costumbres y tradiciones que se viven en su interior como referente de un posible cambio potencial.

Conclusión

Las condiciones que viven hoy las Escuelas Normales en el Estado de México, derivan de un proceso de permanente construcción, que obviamente requiere ser tomado en cuenta en las reformas educativas como horizonte de posibilidades. Su incansable experiencia en la formación de docentes buena o mala, las dota de un cúmulo de saberes para participar de manera activa desde su lugar y trayectoria histórica para la resignificación de la educación pública del país.

Su participación no puede quedar fuera del debate educativo que es esencial, en tanto actores de experiencias formativas que avalan que las políticas educativas no son entidades acabadas e inamovibles; por el contrario, se asume que en ciertos momentos sus prácticas ya están desfasadas y presentan vacíos académico, que son una oportunidad para la reflexión y la transformación como medio de enfrentamiento a los nuevos desafíos en y desde distintas realidades.

Esta forma de reflexionar sus circunstancias, permite comprender el entretejido de relaciones que revela su complejidad entre el discurso y la acción, al considerar las pautas de intervención que los formadores de docentes ejecutan en el seno del conflicto en correlación con los factores de las dimensiones intra y extra sociales de su quehacer.

Tomar en cuenta las intenciones de las intervenciones del Estado en el entorno de cada Escuela Normal, que concentra un cúmulo de atributos estructurales y las experiencias subjetivas e intersubjetivas, va más allá de un quehacer formativo que no se limita sólo a cuestiones de ejecución de una reforma curricular, sino que dicha tarea está impregnada de aspectos simbólicos y afectivos que las dota de tramas y matices únicos de los procesos formativos en espacios concretos.

Dejar ver y exponer las prácticas de formación de docentes desde esta lectura, permitirá reemplazar las relaciones y las pautas de intervención formativa en las instituciones normalistas y sentará las condiciones hacia una transformación en la medida de los requerimientos sociales del momento.

Esto además contribuirá al ineludible movimiento del cambio con una mayor conciencia de sí, y una opción ética y política de renovación pedagógica sobre los dogmas que privan a interior de cada Escuela Normal.

Notas

  1. Bauman Zygmunt (2008) define a la sociedad líquida como una categoría para explicar el proceso de modernidad que vive una sociedad cambiante, incierta y cada vez más imprevisible, caracterizada por un tiempo sin certezas en donde todo fluye y se transforma constantemente.
  2. Mogensen Finn (2009) una educación para el desarrollo sustentable cuyo objetivo principal de formación de los estudiantes está en la preparación para tomar parte activa de una manera autónoma, en conflictos y problemas presentes en la sociedad, en una tradición cultural determinada a pesar de su naturaleza compleja.
  3. Tipología del currículo se refiere al currículo normativo preestablecido por el estado, currículo en acción como praxis directa y el currículo oculto que no es visto ante los ojos de los demás.
  4. Dominique S. Richen (2005) en el Proyecto DESECO clarifica la diferencia entre competencias genéricas y específicas, las primeras referidas a las capacidades de los individuos o grupos que deben usar para resolver problemas de la vida social y las segundas que son capacidades propias para enfrentar los problemas de la profesión.
  5. Sánchez Migallón (2003) En el Personalismo Ético de Dietrich Von Hildebrand, una moralidad probada está prefigurada por una persona que manifiesta una rectitud en comparación con otra de dudosa o mala conducta.
  6. Perkins David (2002). El modelo pedagógico tradicional privilegia comúnmente un conocimiento frágil: que los estudiantes no recuerdan, no comprenden o no usan activamente en situaciones concretas de la vida.
  7. Cuando se habla de profesionalización docente, se refiere a situarse en nuevos espacios de perfeccionamiento de la competencia, ligado a la investigación en el aula y análisis de la práctica.

Referencias bibliográficas

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  • Martinet, Marielle-Anne. (2004). Formación de docentes. Orientaciones. Competencias profesionales. Québec: Ministerio de Educación Québec.
  • Perkins, David (1999), “La escuela inteligente. Del adiestramiento de la memoria a la educación de la mente. Barcelona, Gedisa.
  • Micchel, Saint, Onge (2000) Yo explico pero ellos… ¿aprenden? FCE. México. D.F
  • Arnaut, Alberto (1997) Historia de una Profesión. Los maestros de educación primaria en México 1887-1994. FCE. México D.F
  • Meneses Morales, E. (1983). Tendencias Educativas Oficiales en México 1821-1911. Porrúa. México D.F
  • Lozano Andrade, J.I. (2002). Normalistas Vs Universitarios Técnicos Vs. Rudos. La práctica y formación del docente de escuelas secundarias desde sus representaciones sociales. Plaza y Valdés. México. D.F.
  • Sacristán, Gimeno y Ángel C Pérez Gómez (1995). Comprender y transformar la enseñanza. Morata. Madrid, España.

Para citar este artículo (APA):

Arturo González Polo, (2016). La formación normalista: situación y desafíos. Recuperado de Revista Vinculando: http://vinculando.org/educacion/la-formacion-normalista-situacion-desafios.html

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Mirada humanista y holística hacia la inclusión social

Por: Dhavy Richard Arroyo Gutiérrez

1. Introducción

La educación especial, se configura dentro de una serie de códigos de acción susceptibles de orientar al ser humano en un acto de aprendizaje específico, a través de una serie de caminos de construcción social que se inscriben dentro de un sistema educativo integrador de valores sociales, éticos y acciones referidas a los campos médicos o de rehabilitación, psicológicos o psicoterapéuticos y pedagógicos o reeducativos.

De acuerdo con el razonamiento anterior, es propio pensar sobre la complejidad de los escenarios de la educación especial, atendiendo al mismo tiempo a su característica de sistematización pedagógica interdisciplinar y transdisciplinaria, por las diversas ópticas asumidas en el sistema social con características holísticas y humanistas en el deseo de una educación más inclusiva hacia ámbitos potenciales de integración del sujeto con ciertos compromisos menores que le confieren las dificultades de aprendizaje dentro de las limitaciones específicas que atienden a su ser en cuanto a las necesidades emocionales, psicológicas, médicas y educacionales.

En este orden de ideas, este artículo es producto de una investigación cualitativa de tipo fenomenológica hermenéutica que consideró generar una construcción teórica integrativa de los aspectos ontológicos, epistemológicos y axiológicos sobre la atención especializada en el aula integrada bajo una mirada de inclusión social en la educación especial.

Así, al vincular la comprensión global del ser con dificultades de aprendizaje, se transciende en la búsqueda del reconocimiento de la potencialidad de la inclusión social, en la modalidad de la atención especializada en el aula integrada, en referencia a estos escolares ya incorporados al sistema de la educación especial, en tanto se le concede interés al hecho de dimensionar las estrategias y enfoque curriculares hacia la transformación pedagógica, a efectos de añadir experiencias claves para un buen desempeño actual y futuro de todos los elementos incluyentes que tiendan a la calidad educativa en la atención especializada en el aula integrada.

De hecho, la naturaleza y alcance de la inclusión social de las personas con necesidades especiales y particularmente, con aquellos estudiantes que manifiestan dificultades de aprendizaje, es una garantía de iguales oportunidades en el marco democrático de la diversidad. Al pensar en esta situación, reflexiono desde mi propio mundo experiencial, y a tal efecto, me acerco inicialmente a este contexto.

2. Sustrato teórico

2.1. Diagnóstico sobre las dificultades de aprendizaje

La dinámica interactiva que se plantea en la consideración de los diagnósticos del docente en la visualización de las dificultades de aprendizaje, puede establecerse a través de procesos de evaluación individualizada primaria, que las mismas actividades de conexión con los estudiantes de manera cotidiana, devela con características de singularidad en un primer informe vinculado a las condiciones de trabajo, avances y perspectivas que deriven algunos eventos observacionales, incluyendo el contexto social, que deben ser insertados en la malla curricular, desde una visión holística, más especializadas y participativas de un equipo multidisciplinario apoyado en la evaluación psicopedagógica.

Es así como, un equipo multidisciplinario, se enfoca en la valoración diagnóstica, para recomendar o prescribir en el expediente del estudiante la perspectiva a considerar en la coordinación entre los profesionales. La condición de interdisciplinariedad viene asociada a la existencia de estrategias para que en este caso, la coordinación sea posible ante instancias ideales de trabajos simultáneos discutidos en una mesa común de esfuerzos y atención especializada.

De alguna manera, el empirismo con el cual, muchas veces, se crea un desfase de la esencialidad de estos diagnósticos como primera aproximación a lo que debe ser en el futuro la atención holística, ha tenido una incidencia máxima en el campo de la educación especial, donde el progreso no ha centrado mejoras sobre los procedimientos técnicos de diagnóstico de la intervención. Es un hecho que, la concepción técnica no ha de significar exclusividad, puesto que se opone a una confrontación educativa de lo que ha de ser manifestado en todas las dimensionalidades que solapan a esa necesidad detectada, que incluya la reflexión para redefinir los fines y propósitos del aprendizaje, a través de acciones concretas.

Por consiguiente, refieren Arnáiz y De Haro (ob. cit), que la simple inclusión de niños en las escuelas regulares, no garantiza que la institución sea más democrática, puesto que esto representaría la extensión curricular, de formas tradicionalistas de etiquetar a una educación que debe ser especial, holística e individualizada, interpretando la integración a las escuelas, como una inclusión social, lo cual no es la expresión de transformación que se percibe en el servicio de atención individualizada sobre esa necesidad de aprendizaje.

Desde esta perspectiva reflexiva, el desempeño del niño o niña, dentro del aula regular, no es suficiente para discrepar en su esencialidad: la búsqueda de la integración, sino que es prioridad encontrar y entender que esa dificultad de aprendizaje debe ser especializada, al identificar ciertas conductas disruptivas, problemas de atención y dificultades con la lectura y el cálculo, por ejemplo, que pudieran ser considerados por el docente no especializado, como un niño problema, sin percatarse de manera profunda, sobre la existencia de alguna otra interferencia en el modo de procesar los aprendizaje, colocando al niño en catálogo de frustración escolar que implica el no poder culminar la tarea asignada.

Por consiguiente, toda esta caracterización de eventos y situaciones particulares, exige un abordaje interdisciplinario que según Rodríguez (2005), ofrece un mundo de complejidad provocada por la discapacidad en el comportamiento humano y en la salud que amerita estar a cargo de un equipo compuesto por profesionales de distintas disciplinas, no sólo por educadores, capaces de integrar un todo holístico, sus aportes, elementos diagnósticos y la atención especializada correspondientemente con la dinámica de comunicación entre ellos, se interpreta en las acciones transdisciplinarias.

La modalidad instrumental del diagnóstico aislado, que queda en un primer momento fragmentado, cuando no se atiende por un equipo interdisciplinario, es propio de trasladar un compromiso real de los niños y niñas con necesidades especiales, al considerarlo como una aflicción dentro del aula normal; ello por el sistema de relaciones psicosociales que se establece con los otros niños que acuden al sistema regular de aprendizaje.

No obstante, la educación especial atiende a un proceso integral, flexible y dinámico, que se concibe para su aplicación personalizada y en función de comprender los diferentes niveles y grados del compromiso cognitivo o de desarrollo, que tiene el estudiante, lo cual ha de ser encaminado a conseguir la inclusión social del sujeto y no la marginación.

2.2. Inclusión social en el holos de la humanidad

El camino del derecho a integrarse en un ambiente escolar que reconozca la diversidad tomando en cuenta las potencialidades y no las debilidades, ha de comprenderse dentro del aula integrada. Se trata de un sentido de holos de la humanidad, tal como se sostuvo en la Asamblea General de las Naciones Unidas (1948), sobre la Declaración Universal de los Derechos Humanos, donde se explica en el artículo 1, que

“todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros” (p. 1).

De igual manera, en la Declaración Mundial sobre Educación para Todos (1990), se manifestó que las necesidades de aprendizaje, abarcan tanto las herramientas esenciales para atender la lectura y escritura, la expresión oral, el cálculo, y la solución de problemas, como los contenidos básicos del aprendizaje en tanto se agregan conocimientos teóricos y prácticos, valores y actitudes, necesarios para que

“los seres humanos puedan sobrevivir, desarrollar plenamente sus capacidades, vivir y trabajar con dignidad, participar plenamente en el desarrollo, mejorar la calidad de su vida, tomar decisiones fundamentadas y continuar aprendiendo” (p. 2).

Además de lo antes dicho, complementa Campagnaro de Solórzano (1999), que el problema de la educación especial, es tan complejo que obliga a los administradores del sistema educativo a incluir niños con deficiencias en las aulas regulares.

En consecuencia, una mirada hacia la inclusión social implica, la formación especializada del docente, en cuanto la capacidad para saber atender las diferencias individuales y el hacer de ese evento que significa también, un cambio de actitud hacia el aprendizaje diferenciado, aceptar y comprender la heterogeneidad de los individuos que hay en los espacios escolares, reforzar los logros de los aprendizajes más aventajados, pero al mismo tiempo, respetar el proceso de aprendizaje de los más lentos, reforzando cada paso hacia el cumplimiento del aprendizaje.

No obstante, agrega la citada autora, que la estrategia para lograrlo no es creando un sistema paralelo de educación o trabajando con ellos como si se tratara de dos sociedades, una regular y otra especial. La vida real no funciona con parcelas ni divisiones especiales, lo cual quiere decir que al mantener sistemas paralelos, se hace contraproducente la situación de inclusión social, porque se impide a los especiales convivir con los regulares, tal como debe ser en la vida real.

Bajo estas condiciones, se debe flexibilizar y adaptar programas y especialmente las estrategias de evaluación, enseñar y evaluar en función de lo que aprende cada estudiante y no respecto de lo que enseña el docente y finalmente establecer prototipos de consulta para fortalecer al profesorado de aula en sus funciones de planificación, enseñanza y evaluación.

Desde este punto de vista, señala Lira (ob. cit), en el país venezolano la educación especial como modalidad del subsistema educativo, responde a una variante escolar que tiene como objetivo atender las necesidades educativas especiales de los niños, jóvenes y adultos

“cuyas características son de tal naturaleza y grado, que tienen dificultad para adaptarse y progresar a través de los programas diseñados para la educación regular, y por lo tanto, requieren de programas específicos, complementarios o sustitutivos transitorios o permanentes” (p. 63).

Los razonamientos de Loginow (2004), complementan lo antes expuesto en tanto describen a la educación especial, en su propia dinámica, con un enfoque ecológico centrando en la atención individualizada, las situaciones educativas que propician su desarrollo, los profesionales que intervienen y los contextos escolares, familiares y comunitarios que se han de sumar en los ecos de la participación para la inclusión social. Desde el punto de vista filosófico, cada escolar es único y diferente y por ello especial, de hecho, la aceptación de las diferencias da cabida a interpretar sobre el holos del desarrollo en cuanto a los principios de normalización e integración.

Este principio, persigue la igualdad de condiciones, al proporcionar a la población con discapacidades, las mismas posibilidades y oportunidades que el resto de sus conciudadanos. En cuanto a la inclusión social, es el resultado del reconocimiento del derecho que tiene toda persona a recibir una educación de calidad, oportuna y de igual conformidad y que sobrepase los límites de la escuela y alcancen el ámbito social general.

Además, implica el conocimiento de variables de diversa índole, así como de procesos y mecanismos de interrelación política, económica, cultural y la adecuación de normativas y leyes, que garantizan los derechos de las personas. Asimismo, agrega Loginow (ob. cit), que las nuevas tendencias, parten de una concepción holística, global, integradora e integrada, con una pedagogía social centrada en las necesidades del sujeto, respetando las diferencias individuales.

La educación especial en la República Bolivariana de Venezuela, ha sido revisada por diferentes autores desde la problemática que refiere la necesidad de integración bajo una nueva modalidad educativa que permita eliminar el dualismo con la educación regular.

A tal efecto, la integración o inclusión a la escuela regular de los niños y niñas con necesidades educativas especiales, debe ser una política plena establecida con impulso a la reafirmación del derecho a la educación que tienen todas las personas independientemente de las diferencias particulares.

No obstante, todavía no se avanza en el reconocimiento de la diferencia dentro el sistema escolar regular y su inserción completa al sistema ordinario de la educación. Ahora bien, el sistema americano de educación especial, del cual el país venezolano ha tomado algunas ideas, es definido como una cascada que va, desde la integración al ambiente en su carácter de lo menos restrictivos posible del aula regular, hasta lo más restrictivo ideado en las instituciones especializadas para retardados mentales o trastornos psiquiátricos severos.

Aunado a lo anterior, el ente ministerial venezolano ha significado algunos escenarios propios para la atención a la población con necesidades educativas especiales, entendidas desde una perspectiva humanista e integral, que ha de partir de una concepción holística del individuo, en su condición de personas, tanto al atender a sus particularidades, en términos de potencialidades y necesidades, como en su naturaleza social, al interactuar y desempeñar roles, plenos derechos y deberes consagrados constitucionalmente.

Sin embargo, esos lineamientos legítimos de la gerencia ministerial, han de servir de sustento en las subsiguientes etapas que significan llevar estos pensamientos a la realidad educativa, en cuanto recursos pedagógicos, grupo especializado para la atención integral, infraestructura adecuada, supervisión y seguimiento.

2.3. Aula integrada: abordaje especializado

La atención especializada a los niños y niñas con dificultades de aprendizaje en el aula integrada, es una política de inclusión social que requiere ser conseguida de manera efectiva, en términos de los derechos y participación ciudadana.

Por consiguiente, el cambio cualitativo que actualmente se ejercita en las consideraciones del hacer, pensar y sentir del aula integrada en ese necesario aprendizaje de los niños y niñas con dificultades de aprendizaje, es un fin que persigue afrontar escenarios de intervención con criterios psicopedagógicos y sociales más normalizados, es un evento integral de talentos humanos y ayudas pedagógicas, de acuerdo a las necesidades individuales de desarrollo.

En este orden de ideas, destacan Sánchez y Garanto (2002), que el encuadre general de la intervención en la educación especial se debe efectuar a través de etapas en la prevención de detección desde una mayor sensibilización de los profesionales de la salud física y mental, educación y de los servicios sociales, para incidir más en el entorno real de los programas correspondientes.

Bajo tales consideraciones, las estrategias de acción curricular deben seguirse, en la delimitación de las áreas curriculares que comprenden la vida doméstica, trabajo o juego/ocio y su funcionamiento en la comunidad, delineación de la diversidad de entornos naturales en los cuales los estudiantes severamente deficientes, deben funcionar en un futuro inmediato en razón de sus actividades en la casa de sus padres, en una residencia, o en un piso supervisado.

De la misma manera, se debe atender a la delineación e inventario de los entornos naturales donde los estudiantes pueden llegar a mostrar conductas apropiadas en actividades específicas como el cuarto de baño, comedor, sala de estar, dormitorio, entre otros.

Asimismo, la delineación de las habilidades necesarias para realizar o participar en las actividades donde se trata de acoger el compromiso que muestran estos discentes, en función de identificar de manera total o parcial, la tarea asignada en componentes más pequeños o secuenciales.

Igualmente, el diseño e implementación de los programas necesarios para asegurar la ejecución de las habilidades delineadas en los entornos naturales como punto de referencia en la intervención asistencial respecto al lenguaje expresivo, ha de incluir la manera de expresar necesidades, deseos, preguntas, respuestas y comunicación en grupo, ya sea como Logopódica (Disartrias, Dislalias), o métodos indirectos (Praxias) como directos (Fonación, Articulación, Discriminación, Respiración y Relajación) y de Fisioterapia (Parálisis Cerebral: Espástica, Atetosis, Atáxica).

Respecto al área psicomotriz que comprende el esquema corporal y la orientación espacio-temporal, coordinación dinámica general, viso manual, equilibrio postural, respiración y relajación, se debe fortalecer. En cuanto a la fisioterapia, el apoyo del especialista en esta área podrá facilitar la rehabilitación de la minusvalía específica como espasticidad, atetosis, ataxias.

En el área cognitiva, la estimulación multisectorial ha de ir orientada hacia la discriminación de formas, colores, sonidos, esos, sabores, mediante la vista, tacto, oído. Importante es el punto de apoyo en el área de socialización que deberá tener primacía dentro de una gama de mayor funcionabilidad para los diferentes casos en los entornos naturales extraescolares y voz y post escolares. En definitiva, Rodríguez (ob. cit), estima que:

En la práctica estas modalidades de trabajo en equipo nunca se presentan en forma pura, sino que se superponen entre sí. (…) se tiende a buscar una dinámica para la labor en equipo más neutral como la que plantea la interdisciplinariedad, con un producto que oriente la acción educativa desde el transdiscurso de todos los participantes. (p. 136).

Tal como lo describe el mencionado autor, esto quiere decir que, las metas del equipo multidisciplinario están representadas en los respectivos programas educativos para el mejoramiento de la condición inserción social de los estudiantes dentro de las opiniones de todos ellos reflejadas con el mismo valor, de manera integral, mientras cada uno comprende y utiliza con propiedad un lenguaje generado otras disciplinas y culturas distintas a las suyas pero que comparten con los miembros del equipo en cuestión.

Por tanto, lo interesante de este impulso profesional en la modalidad de atención a los estudiantes con dificultades de aprendizaje, cumplen cada día un mayor acercamiento social en las distintas comunidades hacia la atención especializada en el aula integrada, que subyace a un entramado de servicios según las modalidades correspondientes de características complejas en el área de la educación especial.

Las diversas discusiones encontradas como dificultades de aprendizaje debido a problemas básicos que afectan los aspectos de las funciones visuales, auditivas y motoras, se revelan en su interpretación holística bajo el cúmulo de experiencias y estrategias consideradas de manera específica ante la disfunción correspondiente.

Desde este punto de vista, refiere Barca (2002), el campo de la dificultades de aprendizaje resulta bastante confuso dentro de la tendencia dominante de la educación especial, cuya función de los procesos de intervención educativa, es dar respuesta a la diversidad necesidades de esta naturaleza que pueden presentar los estudiantes en los procesos de aprendizaje escolar, de modo que su integración y representación no debe ser ignorada institucionalmente en torno a las dificultades generales, que pueden adaptarse al sistema escolar establecido.

2.4. Enfoque humanista de la inserción social: singularidad motivacional

Al considerar algunos elementos inherentes a la teoría humanista, se destacan los señalamientos de Maisto (2005), en cuanto al principio central de su estudio en torno a la personalidad, como propósito primordial de la condición humana que es realizarse desde el propio potencial.

Se proyecta como la perspectiva filosófica, epistemológica y como propuesta histórica, cuyo centro de atención es el ser humano, lo cual permite reflexionar más en este campo de las personas y su naturaleza humana.

El autor citado, refiere a su caracterización de modelo antropocéntrico, que privilegia el estudio y la comprensión del ser humano, desde diversas vertientes del saber, en corrientes psicológicas, en la antropología y otras disciplinas.

Es una teoría que busca interpretar las exclusiones de los seres humanos considerando como premisa fundamental los aspectos sociológicos y psicológicos de las personas, prestando relevancia a la visión más amplia de la naturaleza humana.

De este modo Barrera (2005), señala que esta teoría se fundamenta en los valores de la sociabilidad como son: la comprensión, el consenso, la motivación y el logro, por lo tanto, tiene injerencia sobre otras disciplinas, como la sociología, economía, psicología, estadística, antropología y derecho. Es decir, el estudio del ser se asocia con su carácter integral y holístico, y exige para el caso de la educación especial, el abordaje a través de un equipo multidisciplinario, como se ha venido planteando en este artículo.

Bajo esta misma consideración, menciona Romero (2004), que la teoría humanista abre nuevos horizontes en la interpretación de enfoques multidisciplinarios y holísticos, por lo cual el estudiante, no solamente es un sujeto activo, creativo de acuerdo a sus potencialidades, que sostiene capacidades para superar las deficiencias y limitaciones, en razón del anhelo de una mejor calidad de vida asociada con su inserción social en un sistema de relaciones humanas.

En este punto, Mayo (1977), extendió diversas variables de estudio relacionados con la relaciones humanas en la producción, estudiando al sujeto en relación con su entorno en un ambiente de libertad, donde las normas rígidas no fueran factores limitantes para él y como principal premisa se le considerase un ser social, por lo cual sus estudios permitieron analizar la incorporación del factor humano como elemento clave en el desarrollo el sujeto respecto a su incentivo de relaciones interpersonales.

Al respecto Márquez (2008), da cabida para razonar sobre el potencial de creatividad de desarrollo, en las posibilidades de mejoramiento de la inserción social de la persona con dificultades de aprendizaje, aunque su análisis se somete a la empresa y su ámbito de análisis al comportamiento del hombre como trabajador, se puede pensar que la situación de afectividad y esfuerzos de la persona con compromiso menor, puede enrumbarse hacia un mejor mundo donde le sean reconocido sus posibilidades.

En este sentido, el mencionado autor destaca que existen modificaciones de compromiso de los aspectos límbicos que se operacionalizan de manera cotidiana hacia un mayor esfuerzo del ser humano, reflejándose en un espacio hacia el incremento de la eficiencia, debido a sus vínculos de orden psicosocial.

Por otro lado, Maslow (1969), profundiza esta teoría en su Escuela Humanista de Psicología, donde realizó sus investigaciones del comportamiento humano entre 1939 y 1943, aferrándose en el análisis de las causas que mueven a las personas a trabajar. Se refleja así, la importancia de este teórico sobre los aspectos de motivación y personalidad, puesto que allí se incorpora el conocimiento profundo de las necesidades humanas.

Igualmente, Mc Gregor (1960), plantea que la dirección de las personas es el componente principal para optimizar el cumplimiento de las responsabilidades y ubicar el trabajo como la actividad más natural del hombre.

La postura de Carl Rogers (1979), destaca que el individuo percibe el mundo que le rodea de un modo singular y único; estas percepciones constituyen su realidad o mundo privado, su campo fenoménico. En este sentido, la conducta manifestada de la persona responde a su propia experiencia y a su interpretación subjetiva de la realidad externa, en tanto la única realidad que cuenta para el sujeto, es la suya propia.

Esta perspectiva, transforma todo lo que estudia en objeto cognoscible, y su objetividad viene a significar una subjetividad compartida por la comunidad amplia; donde ese accionar, no es sino un caso particular de la subjetividad y el conocimiento interpersonal o fenomenológico, en el cual se comparte la información entre las personas de una manera dialógica e interactuada.

De esta manera, Rogers (ob. cit), destaca que cada individuo coexiste en un mundo continuamente cambiante de experiencias, de las cuales él es el centro. La persona aprecia sus experiencias a manera de su realidad y reacciona a sus percepciones.

Esta experiencia es su realidad por lo tanto, el sujeto obtendrá mayor conciencia de su realidad intrínseca, porque nadie mejor que el mismo alcanza a conocer su marco interno de referencia.

En el mismo orden de ideas, señala el autor citado que el ser humano ostenta la tendencia esencial para actualizar y desarrollar su organismo de acuerdo a sus aptitudes y su motivación, mostrando el florecimiento de todas sus capacidades con la intencionalidad de mantenerse y expandirse.

Según este postulado, Rogers (ob. cit) reconoce un notable principio de motivación en la conducta humana que es el requerimiento ingénito de auto-actualización. El hombre sólo está impelido por su predisposición a ser, que en cada sujeto se exteriorizará de manera diferente.

En cuanto a la auto-actualización, existe un sistema valorativo o regulador, igualmente primario. Desde la infancia, la persona está desarrollando permanentemente un proceso organísmico de autoevaluación que tiene como criterio la necesidad de actualización. Las experiencias que son percibidas como satisfactorias de esta necesidad se valorarán positivamente, y las no percibidas como satisfactorias se valorarán negativamente.

En definitiva, al hacer interactivamente una revisión de los elementos fundamentales de la teoría humanista, respecto a la dificultades de aprendizaje, se comprende que la dimensión del ser humano motivado en su justo reconocimiento mediante la inclusión social, es un fin de autorrealización dentro de las acciones del mundo de la vida, que se corresponden a interpretar todas capacidades creativas potenciales de la diversidad al formar parte del mundo comunitario.

El gráfico 1, nos permite visualizar algunos elementos integrados haciendo referencia al campo de las dificultades de aprendizaje como ámbito de relaciones humanas, valores y capacidades de los individuos para vincular oportunidades en la inserción social.

dimensiones_aula_integrada

Gráfico 1. Dimensionalidades múltiples del aula integrada. Elaboración Propia

El gráfico 1, complementa las distintas consideraciones teóricas desarrolladas respecto a las dimensionalidades del aula integrada, en cuanto a la atención especializada, en su dominio multidisciplinar que apunta en la comprensión y acción integral en la atención al ser humano diverso, bajo la convicción de un lenguaje generado en la cultura compartida por los actores sociales involucrados en el servicio, lo cual da cabida al entramado de elementos, factores y condiciones impostergables en el acercamiento social de los estudiantes a las distintas comunidades, hacia la búsqueda de la inclusión social basada en las propias potencialidades.

3. Orientación metodológica

El estudio del cual se deriva este artículo, fue fundamentado sobre la base de soportes filosóficos, psicológicos y pedagógicos, hacia la comprensión del mundo de la vida, que transcurre en la atención especializada a la diversidad de los niños y niñas con dificultades de aprendizajes atendidos en torno a una mirada prospectiva de inclusión social.

Se trata de conceptualizaciones pertinentes a la interpretación emergente de esta realidad, desde el paradigma cualitativo, relativista, naturalista, que destacan Guba y Lincoln (1985), desde una perspectiva dialéctica como proceso de recogida de información, pero que al mismo tiempo, derivado del diálogo, análisis, comprensión del mundo, autorreflexión y auto-comprensión.

El método fenomenológico-hermenéutico, focalizados en las reducciones eidética y trascendental de Husserl (1995), sostuvo su cometido de seguimiento a partir de la información que aportaron siete (7) docentes del aula integrada en el Municipio Torres, Estado Lara, de la República Bolivariana de Venezuela, a través de la entrevista a profundidad. La información así derivada se analizó, interpretó y comprendió, en términos de las categorías generadoras: atención especializada, aula integrada e inclusión social.

Para la designación de los códigos de las subcategorías emergentes, se amplió su entendido según el nombre asignado a cada una de ellas, distinguiendo el actor social que así la mencionó y las líneas identificativas de la situación que así la identifica en el material protocolar transcrito de las entrevistas.

Por ejemplo, si la subcategoría derivada fue: Intervención Educativa, su código correspondió a: INTEDUC, EAP-AS5, L: 57-67, lo cual significa Intervención educativa (INTEDUC), información encontrada a partir de la Entrevista A Profundidad (EAP), cuya referencia se encuentra en el material protocolar transcrito a partir de la línea 57 hasta la línea 67.

4. Hallazgos

Para la distinción de los hallazgos, presento en las matrices que siguen, un extracto de estas evidencias y su interpretación.

Matriz 1

Categoría: Aula Integrada

Subcategoría/Código

Expresiones de los Actores Sociales

Diagnóstico

DIAG

EAP-AS1

L: 11-20

Actor Social 1

Es dirigirse a los salones de clase, es hacer una pequeña observación. De allí se le aplican instrumentos junto con el docente del aula.

Actor Social 6

El docente remite al estudiante a través de un diagnóstico del caso. Nosotros hacemos el trabajo en cuanto a cómo buscar la comprobación y verificación de los hechos educativos en la dificultad de aprendizaje mencionada.

Actor Social 7

Bueno, primero que todo lo baso en una observación, desde allí se extrae la información recurrente ante la complejidad de escenarios que se detectan en cuanto a la atención especializada en el aula integrada

Integración al Contexto Escolar

INTCC

EAP-AS1

L: 51-66

Actor Social 1

Ha sido satisfactoria ya que esas actividades cotidianas alineadas al contexto escolar, a lo que es la cultura, los intereses y el deseo de mejorar la calidad de la educación.

Actor Social 7

Muchas veces, se lo dicen al maestro de forma directa (…) y después buscan la manera de estar más en el aula integrada

Cambios

CAMB

EAP-AS2

L: 38-46

Actor Social 2

Sensibilizados, no hay mucha información al respecto.

Actor Social 7

Pienso que no hay información detallada sobre estos lineamientos de las autoridades, pues para mí no se tiene claro qué es lo se va cambiar.

Dificultades de Aprendizaje

DIAP

EAP-AS2

L: 90-88

Actor Social 2

El aula integrada, me preocupa porque no todos los docentes sostienen esa forma profesional de atender las necesidades.

Actor Social 4

Tenemos una realidad educativa que se debe asumir en todos los aspectos de trascendencia del ser humano que atendemos.

Actor Social 4

Nos caracterizamos por ser una aula integrada muy concurrida realmente, esto en referencia a la ayuda que requiere el escolar.

Actor Social 5

Estamos atendiendo a los niños en las dificultades del aprendizaje u otro compromiso menor, pero le damos atenciones a través de estrategias que incentiven al niño para que pueda desarrollarse en otras potencialidades, por lo menos en este caso que está observando.

Matriz 2

Categoría: Inclusión Social

Subcategoría/Código

Expresiones de los Actores Sociales

Necesidades de la Comunidad

NEC

EAP-AS1

L: 40-47

Actor Social 1

La inclusión se manifiesta de acuerdo a la necesidad de cada comunidad. Por lo menos en esta comunidad, recibimos a los niños de bajos recursos económicos, con muchas necesidades bien sea de amor, de comprensión, espirituales, de parte de la misma familia.

Situaciones

Complejas

SITCOM

EAP-AS3

L: 104-112

Actor Social 3

Ya eso es un cambio positivo, lo que quiere decir que hay una preocupación de las autoridades por ofrecer un mejor servicio… es ya un adelanto, y sólo estaría limitado el aspecto de la capacitación.

Actor Social 4

Es el drenaje de diversidad de situaciones complejas vinculadas a las dificultades de aprendizaje.

Compromiso

Menor

COMME

EAP-AS2

L: 57-65

Actor Social 2

Tenemos un retardo leve y un impedimento motor óseo.

Actor Social 5

Se tienen niños integrados dentro de la escuela con un retardo moderado o leve. Le digo porque es muy dura la tarea, sobre todo cuando no se sostiene el conocimiento especial que ello requiere.

Oportunidades

OPOR

EAP-AS1

L: 73-95

Actor Social 1

La inclusión social se alcanza cuando se trabaja el aula integrada.

Actor Social 7

Causas entre las cuales están el apoyo de seguimiento por parte del Estado, y la parte principal es la parte familiar, es decir; no hay apoyo del hogar.

Lineamientos Ministeriales

LIMIN

EAP-AS3

L: 83-95

Actor Social 3

Nuevos lineamientos del Ministerio del Poder Popular para la Educación, en el subsistema de la educación especial, yo diría que falta el apoyo en cuanto a fortalecer la motivación de los docentes, mejor información sobre lo que se quiere transformar.

Actor Social 4

Las aulas integradas funcionan muy bien estructuradas, tenemos lineamientos para todos, es un trabajo permanente de organización y de formación.

Planificación Sistémica

PLASIS

EAP-AS6

L. 244-260

Actor Social 6

Ellos sienten incertidumbre en esos casos que se vienen gestando en una información que corre, pero que no se concreta en el amplio destino de cuál es realmente la transformación curricular que se exige.

Actor Social 7

Abordar la situación de manera sistémica, al tomar en cuenta, la institución y sus necesidades, el estudiante y su dificultad de aprendizaje, la familia, la comunidad y el contacto con las autoridades.

Matriz 1

Categoría: Atención Especializada

Subcategoría/Código

Expresiones de los Actores Sociales

Organización

ORG

EAP-AS1

L: 23-37

Actor Social 1

La organización de esta realidad educativa en estos momentos está en un proceso de construcción todavía.

Actor Social 2

Habíamos trabajado muy bien organizados, pero ahorita hay mucha incertidumbre, no sabemos ni cómo trabajar.

Actor Social 5

Diagnóstico para poder tratar e ingresar a esos niños con el problema de aprendizaje mental y compromiso menor, pero igualmente deben haber condiciones institucionales de recursos y disponibilidad del área física infraestructural para que estos niños y niñas con síndrome de Down.

Actor Social 6

La organización integrada, yo creo que necesita más preparación, mejor planificación de las actividades inherentes a la educación especial.

Intervención Educativa

EAP-AS3

L: 160-173

Actor Social 3

El apoyo del director es fundamental para cualquier intervención educativa.

Actor Social 5

Se le diagnosticó un problema a nivel neurológico ya que ha sufrido de varias convulsiones y eso le afectó la parte académica, sin embargo, aquí en la oficina tenemos sus reportes médicos.

Actor Social 6

Actualmente tenemos a dos estudiantes que presentan, autismo, uno de ellos y el otro sostiene un compromiso auditivo.

Interferencias del Aprendizaje

INAP

EAP-AS2

L: 13-24

Actor Social 2

La atención especializada es sumamente importante porque los niños cuando hablamos de interferencias del aprendizaje se saben que necesitan un especialista.

Diversidad Funcional

DIFUN

EAP-AS3

L: 26-41

Actor Social 3

Dificultades del aprendizaje abarcan los procesos más básicos de lectura escrita y el cálculo, que es donde los especialistas psicopedagogos se afianzan a alcanzar esa integración.

Valores

VAL

EAP-AS5

L: 175-195

Actor Social 5

El fundamento de la labor del especialista es el amor (…).

Actor Social 6

Donde se evidencia la carencia de esa parte del cariño, el amor y la parte de comprensión hacia el niño.

Actor Social 6

La necesidad de reforzar esos valores humanistas de los docentes hacia los niños y niñas que presentan alguna dificultad de aprendizaje.

Actor Social 7

Yo creo que lo principal es el amor, el compromiso con estos niños y niñas, porque se manifiesta en un trato más sensible sobre las necesidades de afecto, caricias.

5. Reflexiones

Asumí las reflexiones en torno a la metáfora del Arco Iris, como la semblanza de esta analogía con la investigación, lo cual llamó mi conceptualización simbólica interpretativa, en cuanto a la atención especializada del Aula Integrada, dentro de orificios abiertos a lo Divino, la esencialidad del Ser Sublime y la integración de categorías superpuestas a la mirada con la cual se observa a los escolares con necesidades educativas especiales, así como el espacio de su referencia en lo que significa la filosofía pedagógica de la educación especial.

Bajo este contexto, se destaca el hecho de considerar a este subsistema educativo, entre lo objetivo y subjetivo, la complementariedad de lo simbólico, lo emergente y lo que realmente se quiere cambiar, lo cual da cabida a sentirla y hacerla con ecos de la complejidad de sus elementos asociados a lo que viene a significar un sistema social complejo, con una series de ordenamientos pedagógicos entretejidos a todas sus dimensionalidades abiertas al diálogo, la interdisciplinariedad de talentos y especialistas que suman voluntades en el ejercicio de atención en todos los escenarios que así lo ameriten y el carácter integrativo de la trasdisciplinariedad, para ir más allá de los objetivos, condiciones curriculares y académicas apropiadas y la composición de una red semántica.

Bajo esta vigilancia epistemológica, que adiciona valores en los esfuerzos alcanzables mediante la operatividad de un cuerpo de especialistas, como médicos o de la salud integral, psicólogos, psicopedagogos, docentes, especialistas del aula integrada, sociólogos, ha de existir la tendencia de buscar la potencialidad de los estudiantes, para incorporarlos a la vida social con alguna diversidad funcional y con ciertas limitaciones específicas, al atender al ser, hacia la búsqueda de sus luces multicolores y espirituales de una acción rehabilitadora integral e individualista.

Frente a la atención especializada en las Aulas Integradas, la perspectiva de la inclusión social de cada uno de los colores de los seres humanos atendidos en este subsistema de la educación especial, ha de significar con propiedad que es posible desde el compromiso menor, mezclar talentos, voluntades de servicio y compartir sueños y esperanzas, pero además exigir ese hacer posible y fecundo en la proximidad de diversos compromisos y dificultades de aprendizaje, que son remitidos a través de diagnósticos, por presentar algún problema en su aprendizaje.

6. Referencias

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  • Sánchez, A y Garanto, J. (2002). Intervención en educación especial. España, Valencia: Universidad de Murcia.

Nota:

Título original: Aula integrada. Una mirada holística y humanista hacia la inclusión social. Artículo publicado originalmente con fecha 21 de enero de 2013.

Para citar este artículo (APA):

Dhavy Richard Arroyo Gutiérrez, (2016). Mirada humanista y holística hacia la inclusión social. Recuperado de Revista Vinculando: http://vinculando.org/educacion/una-mirada-holistica-y-humanitaria-hacia-la-inclusion-social.html

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