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Conocimiento científico y yoga

Elsa Beatriz Acevedo Pineda.

El presente artículo pretende despertar numerosas inquietudes, empezando por su nombre; al hacer alusión a dos conocimientos para muchos diametralmente opuestos, cuando en realidad ambos reflejan saberes y cosmovisiones absolutamente complementarios.

La historia del conocimiento inmerso en la filosofía y práctica del Yoga se encuentra profundamente enraizada en la historia del desarrollo de la humanidad y corresponde a una serie de disciplinas como la filosofía, la historia de las culturas, la sicología oriental, especialmente valiosas las que transmitidas de generación en generación forman parte del patrimonio cognitivo de la humanidad en diferentes etapas de su desarrollo.

Por su parte la ciencia y sus derivados tangibles e intangibles plasmados en conocimientos, leyes, investigaciones, experimentos, teorías, comprobaciones y resultados, así como las densas argumentaciones que la sustentan, tradicionalmente ha sido muy esquiva a este tipo de saberes, que se producen no en un laboratorio o Centro de Investigación y Desarrollo, sino que brotan de la conciencia misma de las generaciones más antiguas de nuestro proyecto de civilización.

El Yoga como escuela de vida, salud, práctica y pensamiento ha permanecido allí de forma milenaria, aparte de cualquier tipo de secreto tecnocientífico protegido por patentes, se trata de un patrimonio libre, abierto, fácilmente apropiable por todos y para todos.

El Yoga como disciplina no inventa, no descubre, no genera revoluciones científicas, no es selectivo en sus contenidos, prácticas y filosofías, por el contrario está allí esperando sea apropiado por las mentes inquietas que buscan profundizar en el verdadero sentido de la vida y del bienestar integral.

El ser humano vive en una búsqueda permanente de sustitutos materiales a los vacíos de una vida, basada en la falsa satisfacción de necesidades cada vez más insatisfechas. En esta búsqueda se olvida de su propio ser de su estabilidad, salud física, mental, espiritual, y lo que es peor del control de sus emociones cuya falta de manejo produce cualquier cantidad de desequilibrios en su salud física y mental.

Como es lógico la práctica científica no escapa a estos desequilibrios por el contrario la celeridad de su desarrollo, se convierte en una gigantesca bola de nieve que arrastra a científicos e investigadores a rebasar sus propios límites del estrés producto de una competitividad acelerada en todos los campos, especialmente entre los seres humanos artífices de tan enorme potencial científico y tecnológico propio de nuestra modernidad.

En estas condiciones el verdadero ser y la profundidad de sus anhelos internos, son minimizados por un torbellino de factores que terminan por pasar su “cuenta de cobro” a los trabajadores de la ciencia. Pero estos son temas de los cuales no se habla y no forman parte de la socialización que acompaña a la producción científica, tampoco se cuantifican en los estudios sobre productividad científica, por lo tanto no existen para numerosas personas del ámbito científico.

Además el campo de la ciencia está inundado por todo tipo de mediciones; bibliométricas, cienciométricas, evaluaciones de rendimiento, competitividad, de capacidad de producir resultados en el menor tiempo posible, así como pertenencia a redes nacionales e internacionales, publicaciones indexadas, asistencia a eventos científicos, conferencias, congresos, seminarios y todo lo que conduzca a la elevación de su categoría en el campo científico e investigativo así como a ganar y mantener a toda costa de su visibilidad.

La otra parte aquella correspondiente a su mundo y paz interior nunca se tiene en cuenta como identidad y propósito de las instituciones dedicadas a la ciencia ya a las innovaciones tecnológicas. Lamentablemente este aspecto tan valioso y sutil jamás se considera como variable sustancial en los procesos de producción de conocimientos.

En estas circunstancias quien desee superar este arcaico panorama desintegrador del mundo interior del ser humano, debe emprender este camino por sí solo, por su propia cuenta y en la mayoría de los casos en absoluto silencio.

Por tal razón; numerosos académicos, científicos, e investigadores buscan cada día más, encontrar nuevos espacios vivenciales que garanticen su bienestar humano de manera integral mediante el acercamiento a nuevas y mejores formas de pensar y vivir. La idea es sobrevivir a esos paradigmas estrechos producto de un alto grado de desconocimiento del ser y su infinita riqueza y potencial interior.

Este paso que podría caracterizarse como una ruptura de paradigmas, representa todo lo contrario, por tratarse de un valioso instrumento de ayuda y apoyo, además de significar una carta de navegación hacia el equilibrio, la salud, física, mental, emocional y espiritual, lo que en nada se contrapone a la capacidad de productividad en el campo científico y si eleva la misma bajo nuevos parámetros teóricos, filosóficos, culturales, psicológicos, y desde luego en lo que respecta a la salud y el equilibrio mente –cuerpo de manera sostenida.

Lamentablemente convivir y mucho más que ello coexistir en un medio signado por la competitividad, así como los índices de productividad y las bonificaciones económicas derivadas de las mismas, produce graves desequilibrios y rompe con la armonía de una vida sana, en paz, saludable y verdaderamente feliz.

Si nuestros trabajadores de la ciencia tuvieran la posibilidad de incursionar en las innumerables técnicas que ofrecen disciplinas milenarias como el Yoga, no solo elevarían sus niveles de producción científica y tecnológica, sino que se convertirían en protagonistas de su propia vida e influenciarían de manera muy positiva en las futuras generaciones.

Porque el Yoga actúa en los planos físico, mental, emocional, psíquico y espiritual a través de sus diferentes escuelas, modelos, estilos y disciplinas, conduciendo como resultado de su práctica y estilo de vida a lo que bien podríamos denominar como una creciente sanación integral.

El vivir en armonía en un mundo carente de la misma indudablemente garantiza una gran fortaleza, que inevitablemente se traduce en ventaja comparativa, para quienes deciden romper paradigmas dañinos y estresantes. Y así como sana, equilibra y tonifica el cuerpo también impacta favorablemente el infinito potencial de nuestro mundo intangible a través de la mente.

Elementos tan sencillos como una respiración en calma hacen posible lo aparentemente imposible, debido a nuestra estructura mental heredada de falsas convicciones que cultivamos y fortalecemos en el transcurso de la vida. Por esta razón cuando ante una situación laboral cargada de estrés se practica la misma, acompañada de la autoexploración serena y calmada, nuestra respuesta al entorno cambia radicalmente convirtiéndonos en personas más asertivas, propositivas marcando gran diferencia con un entorno absolutamente desequilibrante.

Y si a esta respiración consciente le agregamos movimientos relajantes tan solo durante unos minutos, el mundo sería mucho más amable y nosotros más equilibrados, sanos, felices y productivos en cualquier área.

Pero aplacar la mente cuando cabalga despavorida y sin rumbo fijo, no es tarea fácil, por eso es necesario aquietarla, serenarla, apaciguarla para que camine serenamente por los senderos de la paz y la armonía, que tanta falta le hacen a la humanidad. Porque si la mente está en calma, la respiración, los pensamientos, emociones y acciones también lo estarán y por supuesto las decisiones que se tomen serán las convenientes y acertadas.

Todos somos parte de la energía universal pero jamás nos educaron para serlo y mucho menos para entenderlo, apropiarlo y practicarlo. Somos hijos del temor, las inseguridades, las angustias de diferente tipo, de los miedos irracionales, porque nacimos y crecimos en ambientes que los alimentan y día a día los fortalecen, haciendo del ser humano un cúmulo de temores, personales, familiares, escolares, laborales, afectivos e interpersonales, alimentando y multiplicando la toxicidad implícita en los mismos.

En un ambiente tan profundamente tóxico es natural que lo que hemos venido exponiendo desde la teoría y la práctica, resulte fuera de foco o poco trascendente, pero casualmente allí es donde descansa el meollo de muchas crisis generacionales de nuestro proyecto humanista. Para no ir más lejos el eterno dilema de la guerra y la paz, de la armonía y la desarmonía, de la salud, la enfermedad, la vida y la muerte.

Si reconocemos que la vida es un flujo constante que nos lleva, nos trae y nos enfrenta a numerosos retos y dilemas, nadie dudaría ni siquiera por un minuto en reconocer que si empezamos por transformarnos a nosotros mismos, estaremos transformando también a nuestro contexto generalizado. Porque el futuro del mundo también es nuestra tarea y de las generaciones que nos siguen, de ahí la importancia de una verdadera formación humana integral, pero, ¿cómo lograrlo? La respuesta es clave y sencilla; conectándonos con nosotros mismos para poder desde allí conectarnos con el mundo exterior de manera verdaderamente constructiva y equilibrada.

En consecuencia hay que aprender a vivir y vivir para aprender, aprender a crecer y crecer para poder vivir plenamente, desarrollando conductas constructivas y positivas, viviendo plenamente en un permanente autodescubrimiento, fomentando una visión profunda y proyectando aún en las circunstancias más adversas la paz interior como parte de la paz universal. Y en este largo viaje el Yoga la meditación y las técnicas afines son maestros y guías por este camino lleno de complejidades de la vida cotidiana.

Cuando enfocamos el yoga como filosofía de vida desde el campo de los estudios de ciencia y sociedad, no estamos hablando de campos antagónicos, opuestos y ajenos el uno del otro, todo lo contrario nuestro enfoque humanista basado en la investigación y experiencia en ambos, nos permite reconocer en los mismos realidades complementarias en proceso de crecimiento, fortalecimiento y retroalimentación mutua. Porque el conocimiento es ilimitado nosotros somos los que nos empeñamos en ponerle límites irracionales y cambiar este paradigma es tarea de todos a través de una apertura mental sostenida.

La forma, la manera y estrategia de lograr un enfoque integrador entre el conocimiento científico y el yoga como disciplina y patrimonio universal, es posible a través de la educación en todas y cada una de sus etapas. Porque el Yoga así como otras disciplinas, conocimientos y tradiciones orientales se considera como un valioso saber profundo de la vida, por esta razón actualmente tiene tan alta aceptación en las diferentes ramas de las ciencias de la salud, como valioso apoyo alternativo y complementario, recomendada por médicos y psicológicos así como por diferentes terapias tanto tradicionales como alternativas.

Porque el Yoga al permitir el conocimiento de otras conceptualizaciones filosóficas, culturales en materia de salud física y mental, actúa como apoyo al desarrollo de nuestros conocimientos científicos. Y en alguna parte, en algún momento el Yoga se termina cruzando con otras disciplinas del conocimiento universal.

Lo anterior exige una gran apertura mental así como la búsqueda de mejores formas de vida, de equilibro y salud integral en nuestro tiempo. Teniendo en cuenta esta apertura conviene recordar que el Yoga actúa y conduce a profundos efectos liberadores, siendo el primero de ellos lograr su aceptación, apropiación y práctica integral, como producto social del conocimiento y patrimonio de la humanidad.

Por otra parte el ser humano directa o indirectamente en algún momento de su vida, se cruza con el Yoga, bien sea en la salud, la enfermedad, la alegría o el dolor, la vida o la muerte. Porque la vida va mucho más allá de las compensaciones de índole material, y el ser y su forma de ser, están urgidos de un nuevo paradigma de bienestar, salud física, mental, quietud así como la sanación de su cuerpo y sus emociones buscando con ellas fluir al compás de la sinfonía universal del equilibrio.

Y en el caso concreto de la producción de ciencia y tecnología resulta obvio que no escape a esta búsqueda, porque la celeridad de la vida de los trabajadores de la ciencia, le imprime un altísimo estrés lo cual necesariamente se transfiere al funcionamiento de su salud física y mental, sobrevienen entonces las crisis de hipertensión, se elevan los niveles de azúcar, las enfermedades del aparato digestivo, se debilita es sistema inmune y toda unas serie de enfermedades psicosomáticas que afectan sensiblemente su calidad de vida.

En estas condiciones y aunque cueste aceptarlo, quienes practican yoga y disciplinas afines, no sólo adquieren y desarrollan evidentes ventajas comparativas dentro de sus colectivos laborales, sino que se convierten en multiplicadores de las mismas así como ejemplos a seguir en diferentes espacios de su cotidianidad. Son personas relajadas, centradas, serenas, equilibradas con gran serenidad, claridad y aptos para tomar las decisiones más acertadas aún en los momentos más críticos. Traduciendo las mismas en un nuevo perfil de liderazgo sostenido muy inusual por cierto en un sistema que produce y reproduce todo lo contrario.

Además de lo anterior es importante tener en cuenta que la ampliación de estos horizontes mentales toca todos los campos de la ciencia y de manera especial a la divulgación científica, ante la cual se abre el enorme reto de incursionar en campos que aunque parecían ajenos, son complementarios como saberes milenarios, la idea se concentra en la socialización y apropiación de los mismos desde la óptica científica, porque el yoga y otras disciplinas afines también han entregado a la humanidad valiosos conocimientos.

Esta sería una novedosa forma de innovación que sacaría al conocimiento científico de los estrechos marcos que siempre lo han caracterizado, y de manera muy especial a la innovación como producto social, elevando la misma del marco productivo, al psicosocial con sus múltiples aplicaciones, beneficios, enseñanzas y experiencias.

De esta manera la divulgación científica no solo propiciaría un interesante diálogo intercultural de saberes, formas de vida y de interpretación del mundo tangible e intangible, sino que realizaría una acción comunicativa y de apropiación profundamente transformadora.

Un proceso en tal sentido terminaría por aislar cuando no a anular falsos conceptos, dañinas dicotomías, cerrando abismos cognitivos que poco a poco pierden su razón de ser, lo cual implica intensificar investigaciones que conduzcan a nuevas formas de apropiación del inmenso aporte y valor de culturas milenarias al beneficio de la humanidad.

Para nadie es un secreto que negar los mismos ha sido una actitud arrogante y estrecha, romperla implica profundos cambios en las formas de pensar, analizar, estudiar y valorar todo este enorme bagaje de disciplinas milenaria que tantos beneficios han aportando al desarrollo de la humanidad. En este sentido vale la pena preguntarse si alguien se atrevería a incluir en las agendas de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación así como en sus actividades y eventos una conferencia sobre las aplicaciones científicas del Mindfulness del Yoga, o de los principios del Ayurveda en la producción científica?

En consecuencia, necesitamos ampliar las fronteras de la ciencia de su producción, desarrollo, aplicación, apropiación, socialización, y democratización, a través de nuevas formas de diálogo, reconocimiento y valoración de saberes, bajo nuevas cosmovisiones que indiscutiblemente exigen una gran apertura hacia el inmenso espacio del conocimiento universal.

Fuente: http://www.oei.es/cienciayuniversidad/spip.php?article6759

Imagen de uso libre tomada de: https://static.pexels.com/photos/24746/pexels-photo-24746.jpg

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Frente a los dolorosos hechos que nos golpean

Por: Alberto Croce

Frente a los dolorosos hechos que desde ayer nos golpean con contundencia, más allá de expresar mi repudio, siento necesidad de escribirles a los y las jóvenes. A tantos que conozco a lo largo y ancho del país.

A tantos y tantas con quienes marché en las calles defendiendo los derechos humanos, pidiendo por el boleto educativo, gritando «Ni una Menos», cantando y festejando los logros de las políticas públicas del kirchnerismo, embarrándonos en los barrios cuando las inundaciones de La Plata, Luján o Pilar.

Trabajando juntos en las Semanas por los derechos de los jóvenes, la Escuela Latinoamericana de Actoría Social Juvenil, las reuniones del Movimiento Argentino de Estudiantes Secundarios, las de la Campaña Argentina por el Derecho a la Educación y la Red Estudiar es tu Derecho…

Quisiera tenerlos hoy muy cerca y abrazarlos muy fuerte.

Yo sé que son valientes y fuertes, pero esto que nos está pasando es demasiado duro.

No se trata de una operación política o mediática. Es un desastre ético que nos pone en el peor lugar. Y un corazón joven que se inaugura en las luchas, no merece estas cachetadas injustas.

Soy de una generación que tuvo miles de héroes que fueron capaces de todo por sus compañeros de militancia. Bancarse torturas impresionantes para no delatar a sus compañeros. Y dar la vida cuando llegó el momento porque la causa que los movía era más importante que la propia vida y eso, algunas veces, sólo se demuestra entregándola.

Estas lacras llenas de dinero robado y pactado con otras lacras que sólo les importa enriquecerse a toda costa, no son de los nuestros. Debimos haberlos eyectado nosotros mismos hace rato y no pudimos o no supimos hacerlo. Pero no fuimos cómplices de estos hijos de puta. Al menos yo no me siento cómplice. Aunque me siento estafado por ellos.

Estas basuras han hecho de la política una herramienta de enriquecimiento y no la conciben sino con el manejo del dinero en el que ponen su confianza, utilizándolo sin ningún tipo de límites.

Quiero decirles que yo aprendí de mis maestros que la riqueza de uno está en donde uno pone su corazón. Y mi corazón está puesto en cada uno de ustedes. Cuando esto sucede, verdaderamente, es mucho más difícil que los intentos por comprarnos sean exitosos. Ustedes son «mi riqueza» y no la basura que estos tipos guardan en las «bolsas negras».

Muchos me han dicho y me siguen diciendo que soy ingenuo. Desde que yo era adolescente vengo escuchándolo.
Y me lo dicen porque no creo en este tipo de opciones que, para mí, no es una «manera de hacer política» porque eso NO ES hacer política.

Tampoco justifico el «robar para la corona» ni el enriquecerse para poder enfrentar a los grandes poderes del mercado… No creo en que debamos transformarnos en aquello que queremos expulsar del poder para cambiar la sociedad y hacer un mundo mejor.

Es cierto que la honestidad cotidiana no nos conduce al enriquecimiento económico desmedido. Pero, al menos a mí, me ha llevado a poderlos mirar a los ojos, cada vez que nos encontramos, con paz interior y con las convicciones que siempre intenté sostener.

Así intenté vivir desde muy chico. Quizás porque mis padres me enseñaron que era preferible ser honesto que ser rico por corrupción.

No nací de una familia rica. Y cuando pudieron «estar un poco mejor» trabajando duro, las políticas del poder los doblegaron y esquilmaron una y otra vez. Por eso mi opción fue luchar por una sociedad más justa para todos y no para el éxito individual.

Las situaciones en los que la corrupción se vuelve una tentación, siempre aparecen y a veces nos rodean. Creo que la única forma de que no nos venzan es tener muy claro por qué y por quiénes se lucha y cuáles son las cosas que le dan sentido a nuestras vidas.

Por eso, si les sirve de algo, hoy quisiera abrazarlos a todos. Y volver a ratificar las convicciones que nos juntaron en muchos momentos.

Me han escuchado muchas veces decir que no se puede pretender sistemas de vida que exijan un heroísmo continuo de quienes lo viven. Nadie lo resiste.

Pero ahora, pero hoy, sí se lo requiere. Hoy tenemos que ser verdaderamente «héroes» para que esta mierda no nos doblegue, pase lo que pase.

Ratificando que nuestras opciones pasan por otro lado. Y que vale la pena renunciar profundamente a toda forma de corrupción violenta, y reafirmar a la Política como camino y espacio por generar sociedades más justas en donde el poder y la riqueza se distribuya entre todos y todas.

Justo hoy que la lucha contra la corrupción de los que están en el poder en Argentina corre el riesgo de naturalizarse y de «legalizarse». Justo hoy, tenemos que salir a condenar este sistema corrupto, con la vergüenza de haber tenido entre nosotros a esta mierda…

Sí. Justo hoy. Y no bajaremos las banderas.

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Sin educación ni salud, ¿qué recogemos?

España/16 junio 2016/ Autor: Antonio Virella Gomes/ Fuente: El País

Nos quejamos de las olas migratorias, pero mientras en los países de origen no mejoren las condiciones de vida, estas serán una constante

Atender los sistemas educativos y de salud, evitar la malnutrición y el hambre, garantizar el acceso al agua potable son objetivos vinculados a las necesidades más básicas, a derechos humanos elementales y, a pesar de ello, parece redundante, por no decir inútil, insistir en que no se hace lo suficiente al respecto.

Por doquier en Europa, éstas no son las prioridades que se exponen públicamente cuando los focos se dirigen a los países más pobres y desafortunados. Ahora se dice, ya sin pudor alguno, que somos los europeos quienes nos encontramos amenazados por ellos, pues debemos enfrentarnos a oleadas migratorias, al fanatismo, al terrorismo yihadista, a la barbarie más virulenta e irracional. Como si todo ello no lo padecieran los pueblos más indefensos en mayor medida.

Gobiernos y centros de reflexión se concentran en esas amenazas y se articulan mecanismos para contrarrestarlas. Pero, ¿habrá alguna contención duradera si no se aumenta la inversión en educación, salud y, en fin, en justicia social en dichos países?. Cuando los sistemas públicos abandonan estos sectores las consecuencias son mucho más amplias que las consideradas habitualmente.

Por un lado, otros actores ocupan el vacío dejado por los Estados y la cooperación occidental. En África del norte, en la franja saheliana y cada vez más hacia el sur y al este del continente, la financiación procedente de países del Golfo Pérsico, iniciada en los años ochenta, atiende, a través de ONG, de entidades religiosas o de fondos institucionales, parte de la demanda de la población. A cambio, se transmiten valores y arraigan prácticas en muchos casos ajenas, hasta entonces, a las culturas y tradiciones religiosas locales. Esas nuevas ideas contrastan asimismo con principios heredados de las metrópolis colonizadoras o defendidos por ellas en las últimas décadas, en relación con lo que debería ser una democracia o respecto a ciertos derechos fundamentales y a la igualdad de género. Sin olvidar que la limitada efectividad real de esos principios y derechos ha contribuido a que las poblaciones no se hayan apropiado de ellos, no los hayan defendido y lleguen a considerarlos instrumentos de dominación por parte de otros.

Cuando los Estados, aún en su modestia, prestaban mayor atención a estas necesidades existía una red de solidaridad vertical o jerárquica. Los Gobiernos financiaban y mantenían sencillas escuelas y básicos puestos de salud para una población relativamente poco numerosa. Al desaparecer estas redes, tomaron su lugar redes horizontales, para hacer frente a estas necesidades. Las actuales redes horizontales recuerdan mucho a las tradicionales de base cultural y comunitaria. Requieren un concepto muy extenso de familia pues cuantos más lazos se establezcan mayor es la posibilidad de que sumando esfuerzos y fracciones menores se puedan atender las principales carencias de sus miembros. Los efectos de esta solidaridad son positivos pero también se producen consecuencias que lo son menos.

Ese requisito de contar con una amplia red de individuos es un factor que incentiva la natalidad, para alcanzar un número elevado de hijos. Por otro lado, las redes horizontales exigen mucha inversión económica en ritos que confirman y consolidan los vínculos que las conforman: bautizos, iniciaciones, bodas, funerales, conmemoraciones de eventos relacionados con los orígenes de esa familia, etc. Cualquiera de sus miembros debe hacer lo posible por sufragarlos y quien pueda hacerlo en mayor medida dirigirá a este fin sus recursos económicos. Lo hará incluso cuando deba endeudarse para ello, si está en condiciones que lo permitan; o en detrimento de sus ahorros personales, previstos para una futura inversión de la que podría beneficiarse el ámbito familiar nuclear. Mediante estos y otros modos, las redes horizontales contribuyen al igualitarismo, al reparto de los recursos pero también impiden la acumulación de capital para que, individualmente, se supere ese estado de pobreza relativa. Dicho de otro modo, en estos estadios de desarrollo económico, cuando el estado garantiza ciertos servicios, libera a los individuos de cargas familiares e incentiva la iniciativa personal o, si se quiere, privada.

Otro fenómeno que ilustra esto mismo es el destino de las remesas de los emigrantes. Un estudio del Banco Central de África Occidental publicado en 2015 sobre las remesas en los países francófonos de la subregión indica en qué las utilizan las familias. El 54,6% de lo que reciben se destina al consumo en el hogar familiar, 6,4% a gastos en educación y 3,4% a gastos sanitarios; a las ceremonias religiosas y celebraciones familiares, el 8,7%; el 15,8% se destina a inversión inmobiliaria y 5,5% a otras inversiones. Respecto a los gastos que hacen las familias, las remesas suponen el 40,4% del total de su consumo corriente, el 22,3% del total de sus gastos en educación y el 16,5% de sus gastos de inversión.

Estos porcentajes nos señalan que el consumo es el destino principal de las remesas. Muchas comunidades viven gracias al dinero que envían sus emigrantes. Viven, pero poco queda disponible para inversiones productivas, lo cual relativiza el potencial del concepto de «codesarrollo», mediante el cual los agentes de la cooperación internacional apoyan y complementan la contribución de los migrantes al desarrollo en origen. En consecuencia, mientras en estos países, en esas comunidades, no mejoren las condiciones de vida, las oportunidades de empleo y los servicios sociales públicos, la migración será una constante. Y se incrementará con el crecimiento demográfico.

Fuente:

http://elpais.com/elpais/2016/06/10/planeta_futuro/1465572751_539396.html

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Estrategias de gestión de la información en el aula

Argentina/16 junio 2016/Autor: Ana Laura Rossaro /Fuente: Educación 2.0

Con mayor o menor rigurosidad científica se ha difundido hace un tiempo una cifra muy ilustrativa: si quisiéramos leer todo el contenido existente en Internet, necesitaríamos 57.000 años de lectura ininterrumpida. La cuestión es clara, hay mucha –quizás demasiada- información publicada online. Ésto se traslada a nuestra relación cotidiana con la web ya sea como profesionales, docentes o alumnos: buscamos información y encontramos billones de resultados en pocos segundos a través de potentes motores de búsqueda que nos proveen innumerables opciones de páginas, cuando accedemos a esas páginas miles de links nos invitan a otras tantas y de forma infinita la información se multiplica frente a nuestros ojos casi sin control.
Infoxicación es un concepto relativamente nuevo ligado al crecimiento sostenido y exponencial de la información que generamos. Se ha calculado un incremento de un 30% anual (según un estudio realizado por Peter Lyman y Hal Varian), así como que la información científica se duplica cada 6 años. También denominada «Information Overload» (Alvin Toffler), se trata de una característica de esta nueva era de la información y la comunicación, en la que existe una suerte de «sobrecarga de información», esto es: demasiada información disponible para estar informado sobre un tema. Una sobresaturación de datos que dificulta su asimilación, donde la misma información se vuelve ruidosa e interfiere en su procesamiento. La información es tanta que se vuelve inabarcable.
Estrategias de gestión de la información.
Existen diversas estrategias y habilidades de gestión que nos permiten tener una relación más eficiente con la información.
Saber buscar y obtener la información: saber obtener la información es el primer paso para poder usarla e implica diversos desafíos. Hace un tiempo un estudio determinó que el 54% de los niños acude a Google para obtener respuestas a sus preguntas, siendo Internet su fuente principal de información.
1) Conocer cómo funcionan los motores de búsqueda jerárquicos para utilizarlos de forma eficiente y crítica. Por un lado saber cómo se ordenan los resultados y cómo se posicionan las páginas en la web. Además conocer estrategias de refinamiento de búsquedas, búsquedas avanzadas y hacer un buen uso de las palabras claves. Por supuesto que una búsqueda refinada no implica una búsqueda reflexiva, para ello es necesario desarrollar habilidades críticas que permitan evaluar y seleccionar información descartando aquella inapropiada, inadecuada, errada o irrelevante.
2) Conocer herramientas para recibir información. En este aspecto las suscripciones RSS y las alertas son recursos fundamentales. Si queremos estar informados sobre algún tema en particular, lo ideal es utilizar estrategias que nos acerquen la información seleccionada sin necesidad de ir en busca de ella periódicamente. Google Reader, es un agregador de contenidos o lector de RSS y Atom (las especificaciones en formato XLM más usadas). Con Google Reader podemos suscribirnos a sitios web para que la información llegue a nosotros organizada y seleccionada según nuestros intereses. Permite acceder a la información a través de una interfaz web muy intuitiva parecida a la bandeja de entrada de un servicio de correo tradicional. El usuario puede sumar suscripciones añadiendo las direcciones de feed (un formato estandarizado) de los sitios elegidos, usando el buscador a través de palabras claves, o bien aceptando las sugerencias de Google Reader. Las suscripciones pueden organizarse en carpetas y los elementos pueden ser etiquetados, lo que hace aún más interesante la gestión de la información. También podemos elegir ciertos elementos como «destacados» o dejarlos para leer luego.
3) Una buena red de contactos. Las redes sociales hoy compiten notablemente con los motores de búsqueda en la cantidad de visitas. Ya no sólo le preguntamos a Google, también lo hacemos a nuestros contactos. Si sabemos elegir y organizar nuestro grafo social, obtendremos información filtrada socialmente, esto es: confiamos en que si nuestro contacto lo comparte será adecuado, relevante, correcto o al menos interesante. Dependerá quiénes son nuestros contactos y cómo los organizamos en grupos o listas para ordenar el flujo de información que nuestra red de contactos distribuye.
Saber almacenar y recuperar la información: Una vez que encontramos la información, o esa información llega a nosotros, el siguiente desafío es saber almacenarla y organizarla de forma eficiente. Esa eficiencia dará sus frutos principalmente al momento de recuperarla. Cuando guardamos algo en general lo hacemos con algún criterio de organización, por ejemplo elegimos en qué cajón ubicarlo o en qué carpeta archivarlo, en todos los casos nuestra intención es utilizar luego el mismo criterio a la hora de tener que recuperar ese objeto guardado. Como con cualquier objeto, en informática cuanto más eficientes sean nuestras estrategias de organización y almacenamiento, más eficiente será la recuperación de dicha información.
Cientos o miles de links llegan a nuestra pantalla periódicamente, ya sea de manera casual a través de la navegación cotidiana, por medio de nuestros contactos, como resultado de búsquedas, o bien, a través de suscripciones o alertas. Muchos de esos links serán de nuestro interés o los consideraremos suficientemente relevantes como para guardarlos, leerlos y utilizarlos de inmediato o luego.
Los marcadores sociales son las herramientas ideales para almacenar de forma ordenada dichos links. Un ejemplo es Delicious (en español «delicioso»), un servicio gratuito de gestión de marcadores sociales, una manera muy simple de organizar, almacenar, clasificar y compartir enlaces en Internet.
Una de las características más interesantes de éste tipo de servicios es el sistema de etiquetado denominado «Folcsonomía»: una indexación social, es decir un tipo de clasificación colaborativa a través de etiquetas o tags sin jerarquías ni relaciones entre sí. Una etiqueta es una palabra clave asignada a un dato (en este caso a un enlace), se trata de una suerte de «metadato» descriptivo y que permite recuperar aquello que hemos etiquetado.
Una ventaja de este sistema es que los marcadores dejan de administrarse en carpetas y por lo tanto con el etiquetado podemos asignarle distintas categorías a un mismo dato y mejorar la organización, clasificación y recuperación de la información.
Una de las desventajas más mencionadas tiene que ver con la falta de parámetros para establecer las categorías, es decir, no existe una normalización terminológica reduciendo la eficiencia de la indexación, produciéndose problemas tales como la polisemia (mismas etiquetas para conceptos diferentes) y la sinonimia (etiquetas distintas para un mismo concepto).
Existen otras herramientas parecidas, que incluyen sindicación y marcadores sociales, algunas más completas que otras como Bloglines, Netvibes, Menéame, Digg, Mister Wong, Reddit o Diigo.
Otras herramientas útiles:

1) Tomar notas: cuando leemos en cualquier formato o dispositivo de lectura hayamos párrafos, frases, datos que deseamos archivar especialmente. Existen herramientas que nos permiten hacerlo. Una de las más completas y eficientes es Evernote que permite anotar, capturar y etiquetar cualquier contenido en diversos formatos. Luego podremos acceder a ellos buscando por palabras claves o navegando a través de las etiquetas.

2) Leer luego: otra forma de organizar nuestras lecturas es agendando aquellas que no podemos abordar en el momento en que nos topamos con ella, pero que deseamos leer en otro momento. Hay distintas aplicaciones para nuestros dispositivos y diversas extensiones para nuestros navegadores que nos permiten con un sólo clic guardar un link para su posterior lectura. Opciones son es Read It Later o Instapaper.
¿Qué hacer en el aula para desarrollar habilidades de gestión de la información?
Todas estas herramientas herramientas cumplen un papel central para el desarrollo de habilidades digitales, críticas y colaborativas. Estrategias de selección y revisión de sitios y contenidos de Internet, así como su organización a través de un trabajo de abstracción y generalización necesario en el proceso de etiquetado.
Actividades con estas herramientas podrían realizarse como fin en sí mismo ya que implican un grado importante de crítica y comprensión de conceptos tanto para realizar suscripciones como para etiquetar contenidos con criterio. De esta forma se crea un reservorio de contenidos ya seleccionados y organizados temáticamente al que se podría recurrir a medida que se necesite para las diferentes actividades de aula.
Pero además su uso, quizás más interesante, puede ser complementario de otro tipo de actividades y tareas tal como hacemos quienes habitualmente usamos éstas herramientas que se convierten en auxiliares para nuestros estudios o trabajos. Cualquier proyecto o investigación escolar requiere búsqueda, selección y organización de información, para ello éstas herramientas resultan claves:
-Revisión y selección de suscripciones: los alumnos podrían buscar y seleccionar sitios de interés para un tema, asignatura, trabajo, proyecto o investigación y mantenerse informados durante su desarrollo.
-Ejercicios de bookmarking colaborativo: los alumnos podrían almacenar enlaces relevantes para un tema, asignatura, trabajo, proyecto o investigación. El trabajo además incluiría un consenso en el etiquetado y una reflexión sobre las limitaciones del mismo.
-Notas: crear fichas, anotaciones, reservorios de datos, frases, conceptos, glosarios, capturas de pantallas referentes a determinados temas proyectos o trabajos.
Se trata de aplicar en el aula herramientas y estrategias de gestión de información para desarrollar habilidades que nos permitan usar la web de forma compleja, crítica y eficiente.
Fuente:
http://www.educdoscero.com/2012/04/estrategias-de-gestion-de-la.html
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Combate al bullying: rap, innovación y yoga, antes que sanciones

Argentina/16 junio 2016/Autor: Teresa Zolezzi/Fuente: La Nación

Cada vez más colegios aplican recetas creativas para evitar el acoso escolar; los alumnos son parte de la solución

Nahuel Malanot filmó con su celular cómo uno de sus compañeros golpeaba a otro cerca de su escuela en Rosario. Lo subió a las redes sociales y empezaron las burlas. En vez de amonestarlo, el director decidió pedirle una acción reparadora: que hiciera un video sobre el clima escolar positivo. Así, no sólo logró que Nahuel se arrepintiera, sino que lo ayudó a encontrar en el cine su actual vocación.

Frente a un fenómeno tan complejo como el bullying -que puede generar depresión, exclusión social y efectos negativos en el rendimiento escolar- son cada vez más las escuelas que buscan evitarlo con propuestas creativas e innovadoras, donde el foco no está puesto en la sanción, sino en que los chicos trabajen la empatía y manifiesten sus emociones a través del arte, de la música, del yoga, de la meditación y de otras actividades de integración.

Según la Unesco, la Argentina es uno de los países latinoamericanos con más casos de acoso escolar. Estos episodios crecieron un 25% durante 2015 con relación a lo sucedido en 2014, de acuerdo con el último informe de la ONG Bullying Sin Fronteras. El año 2014 finalizó con 1305 denuncias de acoso escolar y 2015 con un total de 1631.

Conscientes de esta realidad, hoy numerosas escuelas dan respuestas alternativas donde los chicos son los verdaderos protagonistas de la transformación. «La sanción punitiva no sirve porque el sufrimiento de un chico no se puede remediar con una amonestación», explica la especialista María Zysman, de Libres de Bullying, para quien no existe una fórmula única para combatir el problema.

Espacios de reflexión en el colegio Santa María de Salta

Espacios de reflexión en el colegio Santa María de Salta.

Por eso resalta que es importante lograr un trabajo interdisciplinario donde el grupo pueda compartir espacios de verdadero encuentro. «Llegó la hora de que los chicos pongan el cuerpo, se reconozcan entre ellos como personas que sienten, se miren, se escuchen, se valoren», aconseja. A su vez, la especialista explica que, muchas veces, los chicos hostigados tienen virtudes que sus compañeros desconocen. Por ello, estos espacios son ideales para compartir sus fortalezas, sentirse valorados y alimentar su autoestima.

En este sentido, Zysman plantea que los escenarios fuera del ámbito académico tradicional -como actividades recreativas, lúdicas y de reflexión- cambian las reglas del juego y los ejes donde los chicos están acostumbrados a moverse y permiten que ellos expresen con mayor soltura sus emociones y talentos.

Ese cambio de actitud fue el que alcanzó Nahuel Malanot luego de viralizar el video que humillaba a su compañero. El mérito es de Arístides Álvarez, su director del Instituto Zona Oeste, de Rosario. Hoy Nahuel se convirtió en el autor de cortometrajes para concientizar sobre diferentes temáticas y estudia cine en la universidad.

«Como director uno no se queda bien cuando pone una sanción y a los pocos días los chicos vuelven a repetir lo mismo. Lo que reconforta es ver que los alumnos toman profunda conciencia y cambian de verdad», sostiene Álvarez.

Hace dos años este director se volvió a enfrentar con una situación conflictiva dentro de su escuela rosarina: un grupo de alumnos se juntaba a hacer rap, decir malas palabras e insultarse. Con el mismo espíritu de hacerlos parte de la solución, los invitó a un congreso donde los desafió a que interpretaran un rap sobre alguna problemática propia de su edad. Ellos eligieron la temática del bullying y, a partir de allí, comenzaron a darle un sentido útil y solidario a este género musical.

En la Escuela N°40 de Temperley practican yoga
En la Escuela N°40 de Temperley practican yoga.

Actualmente los jóvenes raperos acompañan a Álvarez a dar charlas de concientización sobre el acoso escolar a otras escuelas y ellos son los encargados de organizar los talleres de rap. Después de reflexionar sobre la temática, los jóvenes invitan a otros chicos a que escriban sus emociones en un papel y luego ellos las interpretan al ritmo del rap.

Santiago Espinosa, de 15 años, y uno de los responsables de esta tarea, cuenta: «Cuando hacemos estas actividades vemos cómo otros chicos van sacando afuera todo lo que sienten: si los agreden, si la pasan mal en la escuela. Es un método de descarga para compartir lo que tienen adentro y sirve para identificar el problema y poder actuar».

Además de los talleres de rap, la escuela utiliza un programa de radio a cargo de los propios alumnos, clases de teatro y desde el año pasado organiza el festival «Si nos reímos, nos reímos todos», enfocado en trabajar la convivencia escolar positiva donde invitan a participar a otras instituciones educativas, clubes, vecinos y murgas.

«Tal vez te sentás a hablar con un joven y le preguntás «¿qué te pasa?, ¿por qué estás triste?». Y no te lo dice porque no se anima o por vergüenza. Entonces los adultos tenemos que buscar diferentes formas para llegar a ellos, ya sea a través del rap, de la escritura, del arte u otros espacios de liberación de tensiones. Nos pasa como directivos, como docentes y también como padres», reflexiona Álvarez.

Con receta finlandesa

Finlandia es conocida por tener un sistema educativo de vanguardia y cuenta con una de las propuestas más exitosas a la hora de combatir el bullying: el programa KiVa (que significa amable en finés) que se aplica en el 90% de sus escuelas y se ha puesto en práctica en otros países como España, Holanda, Reino Unido, Francia, Italia y Estados Unidos.

Este año, por primera vez en la Argentina, tres colegios salteños y uno sanjuanino decidieron seguir sus pasos y aplicar este sistema cuya clave es no centrarse únicamente en la víctima o en el agresor, sino también en los testigos para que entiendan la importancia de su rol y protagonismo.

Busca influir sobre los estudiantes para que, en lugar de aceptar silenciosamente la situación de acoso o alentar a los hostigadores, intervengan, apoyen a la víctima y transmitan que no aceptan estos comportamientos, modificando así las normas propias del grupo.

Nicolás Condomí Alcorta, director del Colegio Santa María de Salta, cuenta: «KiVa nos dio herramientas para poder identificar y actuar de forma efectiva cuando surge una situación de acoso escolar y trabajar con todos los actores involucrados». Además cuentan con un ingrediente fundamental: actividades enfocadas en la prevención dirigidas a la mayoría silenciosa.

Para ello realizan ejercicios grupales como, por ejemplo: situaciones de role playing, narración de cuentos que transmiten valores, el uso de títeres, actividades donde los chicos describen sus emociones y estados de ánimo. «Es muy importante que un chico sepa nombrar lo que le pasa porque eso después lo va a ayudar a frenar una situación injusta o a desarrollar empatía y ponerse en los zapatos de otro. Además, muchas veces el agresor es alguien que no pudo hacer un buen manejo de sus emociones, por eso es clave que puedan conectarse con esos sentimientos», explica Condomí Alcorta.

Este director salteño sostiene que los cuentos, mitos y fábulas sirven como instrumento de prevención ya que a través de la literatura los chicos experimentan situaciones similares a las que viven, reflexionan sobre su accionar y se abren a contar lo que les pasa.

Otra de las herramientas que utilizan son charlas en primera persona, testimonios de alumnos sobre el bullying. Esto da un resultado exitoso ya que «cuando lo escuchan de un par, tocás su fibra más íntima y toman conciencia profunda sobre cómo el acoso afecta la vida de un compañero».

Tiina Mäkelä, investigadora y directora del Programa KiVa en los países de habla hispana que viajó a la Argentina para capacitar a esta y otras escuelas, señala que cuando surge una situación de bullying es fundamental que los chicos sepan de antemano a quién deben recurrir para pedir ayuda. Y para resolver una situación de acoso es importante darles protagonismo a los propios niños, para que ellos busquen posibles soluciones.

Además de hacer seguimiento y acompañamiento, aconseja fijar pequeños objetivos a corto plazo y, a medida que esos pasos se van cumpliendo, seguir estimulando y motivando el cambio de actitud.

«Los adultos no les imponemos a los niños lo que tienen que hacer. Los cambios son sugeridos y propuestos por ellos. Porque si se trata de algo impuesto, hay pocas posibilidades de que modifiquen su conducta, pero si viene de adentro de ellos, seguramente lo alcancen. Hay que confiar más en su capacidad de mejora», concluye.

Yoga para una mejor convivencia

Además de tener clases de matemática, lengua y muchas otras materias más, los alumnos de la escuela N° 40 Mariano Moreno, en Temperley, aprenden a relajarse, a bajar revoluciones y a conectarse con ellos mismos a través de talleres de yoga que son brindados por la propia directora de la escuela, Adela Blandi, que a su vez es profesora de esta disciplina. Empezaron solamente con clases de yoga en 5° grado para resolver un problema de convivencia y ya son varios los grados que se sumaron a este espacio optativo, que nadie quiere perderse.

¿Cómo influye para mejorar los vínculos del grupo? Ayuda a que los chicos aprendan a controlar las emociones negativas y a transformarlas en algo positivo. «Además de los innumerables beneficios para el cuerpo y para la mente, les permitió mejorar el diálogo, focalizar su elección, poder decidir con conciencia cuál es la mejor opción antes de actuar y no dañar al otro, escucharse y respetar las opiniones de otros compañeros, tener más paciencia. Y, al tratarse de una actividad grupal, cambió el clima, ahora se ayudan entre ellos y comparten las cosas», se alegra Blandi.

Impactos positivos

Los beneficios de estas estrategias

Fuente:
 http://www.lanacion.com.ar/1902397-combate-al-bullying-rap-innovacion-y-yoga-antes-que-sanciones__

 

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El Capital y América Latina

Por: Juan J. Paz y Miño Cepeda

En 1972, la prestigiosa editorial Pasado y Presente (PyP) publicó el libro Materiales para la Historia de América Latina, una antología de textos de Karl Marx y Friedrich Engels. Eran tan solo 350 páginas y casi lo único que se podía encontrar de todo lo que los fundadores del marxismo escribieran y que se conocía hasta ese momento.

Muy poco material, si se le compara solo con el primer tomo de El Capital (1867) que consta de unas 770 páginas y los 50 tomos de las Obras completas de K. Marx y F. Engels, que “Historia y Crítica” ha difundido en pdf, a través de su portal web (https://goo.gl/DoO6eT y tambiénhttps://goo.gl/SDh83K)

A esos materiales habría que añadir otros textos de Marx no recogidos en la edición de PyP, así como los incluidos en el libro Sobre el modo de producción asiático (1969), que prologó Maurice Godelier (https://goo.gl/CYhqGL).

No hay duda que Marx dio a la humanidad, como sus mayores contribuciones intelectuales, una concepción del mundo y un análisis sobre el capitalismo. Toca a los latinoamericanos saber utilizar su teoría y método como hilo conductor para investigar la realidad específica de la región.

Marx y Engels obraron con los conocimientos de la época y a su genialidad sobre el mundo europeo unían sus limitaciones sobre otras regiones, como América Latina. El historiador marxista británico Eric Hobsbawm -quien hizo un concienzudo análisis de las fuentes utilizadas por Marx y Engels para el prólogo del libro Formaciones económicas precapitalistas(publicado por PyP en1972)- incluso demostró que los conocimientos de ambos eran “débiles” en lo relativo a la prehistoria, sociedades comunales primitivas, América precolombina.

“Virtualmente inexistentes”, asimismo, en cuanto a África; “no notable” sobre el Medio Oriente antiguo o medioeval; pero “marcadamente superior” sobre ciertas zonas del Asia, en especial la India; “pero no sobre Japón”; “bueno” en lo que se refiere a la antigüedad clásica y Edad Media europea; para su época era “sobresaliente” en lo relativo al ascenso del capitalismo.

Además, el propio Marx tuvo equivocaciones, como la biografía sobre Simón Bolívar escrita en 1858 para The New American Cyclopedia, que se basó en fuentes secundarias de oficiales enemigos de El Libertador. Marx llegó a escribir a Engels: “La fuerza creadora de mitos, característica de la fantasía popular, en todas las épocas ha probado su eficacia inventando grandes hombres. El ejemplo más notable de este tipo es, sin duda, el de Simón Bolívar”. Es una tergiversación basada en el desconocimiento, que hoy rechazaría cualquier bolivariano latinoamericanista.

Pero en la propia URSS todavía se utilizó como válida esa biografía, y se hizo de una manera tan dogmática que la interpretación errada de Marx se reprodujo en las primeras obras sobre la historia latinoamericana a fines de los años 30, cuando creció el interés por la región alentado por los trabajos de V. Miroshevski, pionero en el latinoamericanismo soviético. Esos estudios hoy son casi imposibles de conseguir.

También era limitante la apreciación de Marx sobre el Incario, al que supuso un modo de producción parecido al “asiático”, mientras hoy está en claro, sobre todo gracias a los trabajos sobre la economía incásica de John V. Murra (1975 y 1978), que lo que hubo fue un modo de producción “andino”, ni comunista, ni socialista, como creía Louis Baudin en su publicitado libro “El imperio socialista de los Incas” (1940), quien sustenta una idea que el peruano José Carlos Mariátegui supo rebatir muchos años antes.

En cambio, el capítulo XXIV sobre “La llamada acumulación originaria” del primer tomo de El Capitales de una lucidez inigualable, pues comprende perfectamente la relación colonial y el saqueo mercantilista sobre Latinoamérica.

Los dogmatismos de todo tipo suelen confiar en que todo lo dicho por Marx y Engels es cierto y verdadero. Pero Engels siempre aclaró “Nuestra concepción de la historia es, por sobre todo, una guía para el estudio, y no una palanca para construir a la manera de los hegelianos”. De modo que lo que hay que distinguir es la teoría y metodología de Marx con respecto a las investigaciones concretas que él mismo realizó.

En su célebre “Prólogo de la Contribución a la crítica de la Economía Política” (1859), Marx dice, muy claramente, que después de una serie de estudios llegó a un “resultado general” que en adelante le sirvió de “hilo conductor” para sus estudios, y que lo resumió allí en una serie de conceptos y tesis abstractas. Entendido así el asunto, con ese “hilo conductor”, es decir, con su teoría y su método, Marx estudió el capitalismo y como resultado de esta investigación escribió El Capital.

En su obra se propuso descubrir las “leyes” que presiden o determinan el sistema y lo hizo: el eje central del capitalismo es la ley de la plusvalía; pero además descubrió otras “leyes” (es decir otras “tendencias”, como lo aclara el mismo Marx) y ante todo aquella que sirve de base para la creación de un nuevo sistema: la socialización creciente de las fuerzas productivas frente a la privatización de las relaciones de producción.

No hay duda que Marx dio a la humanidad una concepción del mundo y un análisis sobre el capitalismo, como sus mayores contribuciones intelectuales. Toca a los latinoamericanos saber utilizar el “hilo conductor” (teoría y método) de Marx para investigar la realidad específica de la región, que no puede suplirse con simples etiquetas, conceptos y abstracciones teóricas realizadas por Marx sobre la base del capitalismo europeo.

Pero a siglo y medio de la obra cumbre de Marx, en 2013 circuló el libro (el original en francés y edición en español del 2014) con un título bastante sugestivo para el presente: El Capital en el siglo XXI, del economista Thomas Piketty, director de estudios en la École des Hautes Études en Sciences Sociales (EHESS) y profesor asociado de la Escuela de Economía de París. La obra rápidamente se convirtió en “best seller” mundial y enseguida despertó la irritación de las instituciones económicas internacionales, de una serie de economistas y de  grandes capitalistas prestos a desprestigiar los contenidos del libro de Piketty.

El Capital de Piketty ni de lejos se compara a El Capital de Marx. La obra del primero se reduce a un examen específico: la concentración de la riqueza y su distribución desde el siglo XVIII, utilizando para ello información estadística de una veintena de países. Tampoco aparece allí América Latina, aunque su autor ha aclarado que esa ausencia está motivada por la falta o dificultad para obtener estadísticas históricas como las que se halla en Europa o los Estados Unidos.

El Capital de Piketty ni de lejos se compara a El Capital de Marx. La obra del primero se reduce a un examen específico: la concentración de la riqueza y su distribución desde el siglo XVIII, utilizando información estadística de una veintena de países.

Al exitoso libro hay que unir otro que se publicó en español en 2015, titulado La crisis del capital en el siglo XXI (el original francés es de 2011), que recopila artículos escritos desde el 2004.

Piketty retoma el camino destacado por Kuznets en 1953, cuando examinó la distribución de los ingresos en los EE.UU. entre 1913-1948, pero ahora aborda el tema a largo plazo y sobre la base de considerar a los principales países del mundo.

Su obra, aunque limitada al asunto de la distribución de la riqueza, tiene el valor de examinar un impresionante material (en realidad tuvo un equipo de investigadores y colaboradores) con sentido histórico y sobre la base de fuentes primarias (declaraciones de impuestos sobre los ingresos, sucesiones patrimoniales), lo que permite entender las realidades de la economía desde una perspectiva poco o nada usual en un mundo dominado por las visiones neoliberales y cuantitativas, pues, en definitiva, combina economía e historia.

Esquemáticamente cabe señalar lo central de su argumentación: durante los “años dorados” del capitalismo, es decir, las tres décadas comprendidas entre 1950-1970, hubo crecimiento continuo y disminución de las desigualdades; pero entre 1980 y 2013, años de la “desregulación”, el crecimiento fue menor y, además, aumentaron las desigualdades, tanto en ingresos, porque un 10% de la población recibe entre 30 y 50% de los ingresos, pero sobre todo en cuanto a riqueza, es decir, en la desigualdad de patrimonios, pues apenas el 10% recibe entre 50 y 90% de la riqueza; lo cual significa que hoy los ricos son más ricos y los multimillonarios apenas representan el 1%.

Se ha retornado a una “sociedad patrimonial”, que supera el crecimiento (la tasa de retorno es mayor que la tasa de crecimiento: R>C), a pesar de que muchos de los multimillonarios no son emprendedores; y esto ha ocurrido por la desregulación financiera y estatal.

Para Piketty ello trae aparejado una serie de implicaciones políticas, porque la idea de que el Estado debe disminuir o achicar no es consistente con la evidencia empírica sino todo lo contrario: se vuelve necesario, a estas alturas del mundo, regular esa distribución/concentración negativa de la riqueza para la sociedad en su conjunto y beneficiosa para una elite económica, de manera que se requerirá apuntalar los impuestos directos y sobre todo aquellos que afectan al patrimonio, como el impuesto a las herencias. Con ello se puede lograr una redistribución de la riqueza, y mayor equidad.

Ahora bien, aunque Piketty reconoce no haber trabajado sobre América Latina, la CEPAL lo venía haciendo desde años atrás y hay varias publicaciones a las que se puede acudir: La hora de la igualdad: brechas por cerrar, caminos por abrir. (2010); Cambio estructural para la igualdad: una visión integrada del desarrollo (2012); Pactos para la igualdad: hacia un futuro sostenible (2014); Evasión tributaria en América Latina: nuevos y antiguos desafíos en la cuantificación del fenómeno en los países de la región (febrero 2016); Tributación para un crecimiento inclusivo (marzo 2016) (www.cepal.org/es)

Al recibir al economista francés en enero de 2015, Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la CEPAL, hizo notar la coincidencia en cuanto a las investigaciones y expresó:

“Señor Piketty, la experiencia de los modelos neoliberales aplicados en América Latina, en particular durante los años ochenta y noventa muestra que estos no solo no alcanzaron tasas de crecimiento altas y sostenidas, sino que profundizaron las desigualdades e incrementaron el deterioro en los indicadores de distribución de ingresos, además de privatizar bienes, procesos industriales y servicios de gran relevancia pública.  La concentración de la riqueza alcanzó niveles desproporcionados. De ahí la necesidad de proactivamente elaborar e implementar políticas públicas en los ámbitos fiscales, productivos y sociales”.

Y también destacó que en América Latina, en promedio, el 10% de los hogares más ricos de la región concentra 32% de los ingresos totales, mientras que, en el otro extremo, el 40% de los hogares con menores ingresos capta en promedio solo 16% del ingreso total.

En cada país latinoamericano pueden comprobarse las brechas existentes en la concentración de los ingresos y de la riqueza, que han determinado que la región sea la más inequitativa del mundo.

En Ecuador la situación es impactante, de acuerdo con la investigación “El proceso de internacionalización de los grupos económicos del Ecuador: una perspectiva histórico-económica” (2014), realizada por la Facultad de Economía de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE): en 2014, los 115 grupos económicos (hoy son 125) solo representan a 3.757 personas, pero sus ingresos equivalen al 46% del PIB del país (2012) y su cumplimiento tributario por concepto del impuesto a la renta bordea el 2,1%, aunque 23 de ellos pagan menos de U$ 1,00 de impuesto a la renta por cada 100 U$ de ingresos, es decir, su carga fiscal es inferior al 1%.

Pero lo que se requiere subrayar es que la concentración de la riqueza se agudizó durante los años ochenta y noventa a consecuencia del modelo empresarial-neoliberal.

Desde 1999, cuando se inició el ciclo de gobiernos progresistas, democráticos y de nueva izquierda en América Latina, se creó el espacio que se necesitaba para imponer el Estado y los impuestos a las élites enriquecidas. Se avanzó enormemente, según lo constatan los estudios de la propia CEPAL.

Si El Capital de Piketty sirve a los latinoamericanos tanto como los estudios de la CEPAL es para reafirmar la necesidad de Estados interventores y reguladores de la economía y acabar definitivamente con la ideología que supone al mercado y a la empresa privada como dioses rectores para la vida de la sociedad.

Además, sobre la base de Piketty, y más aún de la CEPAL, ya no caben dudas sobre la necesidad de fijar fuertes impuestos a los patrimonios de las élites ricas y a las ganancias de las élites empresariales, lo cual significa mayores proporciones de impuestos directos como los de herencias, plusvalías, ganancias y rentas.

Ello tiene más implicaciones políticas porque realizar semejante tarea -para la que no están dispuestos a ceder un milímetro los poseedores y concentradores de la riqueza- requiere no sólo de una correlación de fuerzas que la respalde, sino de gobernantes que tengan igualmente el suficiente poder y decisión políticos para llevar adelante esta verdadera misión histórica.

Desde 1999, cuando se inició el ciclo de gobiernos progresistas, democráticos y de nueva izquierda en América Latina, se creó el espacio que se necesitaba para imponer el Estado y los impuestos a las élites enriquecidas. Se avanzó enormemente, según lo constatan los estudios de la propia CEPAL. Aun así, el promedio de impuestos en la región es de apenas el 20% del PIB y Ecuador está todavía por debajo de esta línea, porque llega solo al 19%. Según Piketty, no hay en la historia país alguno que pueda generar mejor riqueza con menos del 20% tributario.

Si es cierto que se ha agotado, o peor aún ha llegado a su fin el  llamado ciclo de gobiernos progresistas, el problema que enfrentará América Latina en su inmediato futuro es el de la reversión de la tendencia hacia la redistribución de la riqueza junto con la detención del Estado para imponer los intereses colectivos sobre los intereses privados movidos por el simple afán de lucro y sin responsabilidades sociales.

El retorno de las derechas económicas en nada garantiza la continuidad de las políticas sociales y mucho menos la posibilidad de políticas destinadas a gravar patrimonios, ganancias y riquezas. Y desde la perspectiva del largo plazo, el camino para que el trabajo y la sociedad se impongan sobre el capital corre el peligro de que América Latina pase a otro ciclo histórico en el que nuevamente los intereses del capital se impongan a los del trabajo y la sociedad.

Quito, mayo 31 de 2016.

*Exclusivo para Firmas Selectas de Prensa Latina

  • Articulo tomado de: http: //firmas.prensa-latina.cu/index.php?opcion=ver-article&cat=P&authorID=129&articleID=1769&SEO=paz-y-mino-cepeda-juan-jose-el-capital-y-america-latina
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Alternativa a la escuela infantil y su convencionalismo: las madres de día y la atención personalizada

España/16 junio 2016/Autor: Pilar Fonseca/Fuente: Bebés y más

Decidir llevar al niño a la escuela infantil es complicado aunque son miles las familias que se ven obligadas a hacerlo cuando tienen un bebé y la escasa baja maternal y los cambalaches familiares ya no dejan más margen de maniobra.

Crece la tendencia a buscar métodos alternativos y surgen cada vez más en nuestro país las madres de día como alternativas a los convencionalismos de las escuelas infantiles, aportando una atención más personalizada para los pequeños usuarios.

Nerea es una de las madres que ha cambiado la escuela infantil (a la que llevó a su primer hijo) por una madre de día con la que tuvo que dejar a su hija durante este último año.

Su experiencia es muy significativa:

“Mi primer hijo fue a una guardería, fue una decisión dura porque en este país la baja de maternidad es casi nula y no te da tiempo ni a verle el blanco de los ojos cuando ya lo estás dejando al cuidado de gente desconocida, al fin y al cabo.
Me hice un máster en las escuelas infantiles del barrio. Por supuesto entrar en una escuela pública fue imposible y opté por la privada, donde además de dejarme la mitad de mi sueldo, mi hijo era “un número más” con sólo ocho meses. No fue una buena experiencia para mí, es más sufrí más de una vez al ver que aquello no terminaba de convencerme, que cada semana estaba enfermo, que eran muchs niños para tan poco personal y que aunque él estuviera relativamente feliz, a mí me parecía más una cárcel enrollada que un sitio de crianza.
Me hizo el servicio y pude conciliar con mi vida laboral, mi hijo tuvo la suerte de tener una profe cariñosa los dos años y fue superado. Para mí fue un sitio donde dejé un pastizal y su directora me pareció sencillamente una caja registradora, con muchas normas, poca credibilidad y muy poca empatía.”

El plan B

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Después de pasar por una escuela infantil, si las cosas no han ido como la familia esperaba no son pocas las que se plantean un plan alternativo para su siguiente hijo. En este sentido, las madres de día van ganando terreno en nuestro país.

En países como Alemania, Francia o Inglaterra son una opción muy habitual y tienen unas normativas mucho más desarrolladas que en el nuestro, en algunos casos incluso reciben subvenciones públicas.

En comunidades como la de Navarra, pionera en este campo desde el año 2004, ya se ha regularizado su actividad, en Madrid se está trabajando en ello por parte de la administración, se han realizado inspecciones a las instalaciones de las casas donde se ha comunicado el inicio de esta actividad, se visitan para evaluar su idoneidad teniendo en cuenta que las madres de día tienen un ratio máximo de cuatro niños o niñas y están obligadas a presentar una titulación en magisterio, pedagogía, psicología o un grado superior en educación.

Obviamente las madres de día tienen que estar dadas de alta como autónomas, tener un curso de primeros auxilios y de manipuladora de alimentos además de un seguro imprescindible de responsabilidad civil.

Para ayudar a aquellas personas que quieren dedicarse a esta actividad y sobre todo para informarlas, existe la “Red de Madres de Día” que reúne a unas 60 personas que están ya ejerciendo esta actividad y en la que se ofrecen cursos de introducción para las nuevas incorporaciones a la red.

Lo que las diferencia

Leer Cuentos

En lo que coinciden aquellas familias que han llevado a sus hijos a una madre de día es en la atención personalizada que reciben los niños y a que por tanto, es más fácil que se respeten los ritmos de cada niño. Como muy bien lo resume Nerea a partir de su propia experiencia:

“Cuando nació mi segunda hija y después de haber pasado por una depresión postparto y una niña con cólicos y demandante, decidí que quería algo diferente. Primero estuvo con alguien en casa, que casualmente era la persona que había cuidado de su hermano y quien me parecía alguien de confianza, fueron unos meses muy buenos.
Cuando esa persona por problemas de salud tuvo que abandonar me negué a buscar guarderías o escuelas infantiles y opté por algo que en Europa está bastante establecido y responde a “madre de día”. Es de la mejor experiencia que he tenido de largo. Conciliar, respetar, compartir… mi hija ha estado en un ambiente cercano donde dejarla no era un trauma ni para ella ni para mí, donde se han respetado sus necesidades de sueño, de relax o de mal humor, donde no había rutinas sino normas básicas y donde Montessori, Pilquer o todos estos sistema alternativos de educación infantil están presentes. Ha compartido experiencias con niños más mayores y otros más pequeños, nunca me había ido tan tranquila de un sitio después de dejar a mi hija.
Está siendo una experiencia única donde estas personas acompañan al niño y a la familia, a crecer y compartir bajo el concepto de respeto, flexibilidad y armonía, donde prima el bienestar del niño pero al mismo tiempo, el servicio hacia unos padres que necesitan conciliar su tiempo, en nuestro caso la posibilidad de poder haber adaptado el horario a mi nueva situación laboral.”

La sensación es generalizada y se puede constatar en que muchas de las madres de día tienen lista de espera. Aquí el tema económico, aunque sea un sacrificio para las familias, no es lo más importante ya que la cuota mensual está en torno a los 500€ por niño, incluida la comida del niño que debe estar avalada con la firma de un nutricionista.

Cuál es el secreto

Creatividad

La experiencia de Nerea le lleva a la siguiente conclusión:

“Después de ver unas cuantas madres de día en Barcelona me he dado cuenta de que el extra es que se trata de gente que disfruta de su trabajo, lo vive y sobre todo lo ejerce bajo sus propias normas y necesidades, sin el yugo de una directora o unas normas preestablecidas y esto hace que el ambiente sea bien distinto. Para mí, la persona que ha estado este año con mi hija es una más de esta tribu que ha colaborado a construir su futuro, su carácter, todo ellos desde el amor y el respeto. Puede sonar muy hyppie pero para nuestra familia ha sido todo un bálsamo en un momento duro de cambio de circunstancias, donde ella ha podido vivirlas sin alteración alguna. El año que viene no podré seguir con esa rutina y puedo asegurar que me ha supuesto una gran tristeza. Eso sí, me he dado cuenta de que he cambiado mucho ya que he buscado alguna escuela infantil donde dejar a mi hija unas horas y lo único que me ha preocupado es que hubiera gente cariñosa, con pocas normas y mucho cariño, donde lo que primer sea la felicidad de esos locos bajitos.”

Para muchos padres y madres, la función de las madres de día combina perfectamente educación, socialización pero sobre todo cubrir las necesidades afectivas y de contacto físico que un niño de tan corta edad presenta y que en las ratios actuales de las escuelas infantiles se quedan un poco en el aire.

Fuente:

http://www.bebesymas.com/educacion-infantil/alternativa-a-la-escuela-infantil-y-sus-convencionalismo-las-madres-de-dia-y-la-atencion-personalizada

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