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En defensa de los humanos sin derechos

Por Aram Aharonian

Se calculaba el año pasado que unos 281 millones de personas, aproximadamente el 3,6 por ciento de la población mundial, residen actualmente fuera de sus países de origen.

Hoy la cifra debe ser bastante mayor, pero no se trata de reducir una situación inhumana a meras cifras. Un número cada vez mayor de migrantes se ven obligados a abandonar sus hogares debido a una compleja combinación de factores, pero sobre todo por modelos capitalistas que los expulsan de sus países.

Son seres humanos a quienes se les conculca sus derechos… Muchos de ellos ni siquiera saben que tienen derechos.

La verdad es que los seres humanos siempre se han desplazado y mezclado, como lo demuestra el análisis del genoma de restos óseos hallados en los yacimientos arqueológicos,  explica Eva Maria Geigl, directora del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia. En 2012, en la cueva de Denisova en los montes Altai, en Rusia, se hallaron los restos de una joven que vivió allí hace unos 50.000 años. El análisis del genoma de una de sus falanges permitió demostrar la existencia de una población que coexistió con los neandertales.

Esa población que vivía en Asia se desplazó y sus miembros se aparearon con los primeros Homo sapiens procedentes de África. Hasta ese momento los paleoantropólogos no sospechaban de la existencia de ese grupo humano, de esos primeros migrantes.

“Todos somos de origen africano. El Homo sapiens evolucionó en África y abandonó el continente en oleadas sucesivas. La última de esas migraciones fue la de nuestros antepasados directos. Todos migrantes, porque la historia de la humanidad está tejida por una sucesión de migraciones. Desde siempre, los grupos de población se desplazan y se mezclan, lo que a veces se traduce en la sustitución de las poblaciones autóctonas, aunque no siempre es así”, añadió.

Globalmente, el número estimado de migrantes internacionales ha aumentado en las últimas cinco décadas. El total estimado de 281 millones de personas que vivían en un país distinto de su país natal en 2020 supera en 128 millones a la cifra de 1990 y triplica con creces la de 1970.

Entre las violaciones de derechos humanos que padecen los migrantes figuran la denegación de derechos civiles y políticos, en forma de detención arbitraria, tortura o ausencia del debido proceso judicial, así como la vulneración de derechos económicos, sociales y culturales, tales como los derechos a la salud, la vivienda o la educación. La denegación de derechos a los migrantes suele estar estrechamente vinculada a leyes discriminatorias y prejuicios y actitudes xenófobas muy arraigados.

Según cifras de Naciones Unidas de 2020, Europa y Asia acogían a alrededor de 87 millones y 86 millones de migrantes internacionales, respectivamente, sumando el 61% de la población mundial total de migrantes internacionales. Les seguían América del Norte, con casi 59 millones de migrantes internacionales, equivalentes al 21%, África, con el 9%, América Latina y el Caribe, con el 5%, y Oceanía, con el 3% de la población mundial de migrantes.

Como resultado de la pobreza y la violencia, el triángulo norte de América Central se enfrenta a un número creciente de personas en movimiento. Desde 2014, se estima que 265.000 migrantes en tránsito, provenientes de El Salvador, Guatemala y Honduras, se han ido (o tratado de ir) a Estados Unidos cada año. Un número creciente de ellos son mujeres y niños no acompañados.

Según las estimaciones, solo uno de cada cinco tiene éxito.  El otro 80% es detenido por las autoridades mexicanas o estadounidenses. Un número creciente de migrantes varados también genera tensiones en las comunidades locales. Y entre ellos destacan no sólo los centroamericanos, sino miles de haitianos, venezolanos, colombianos, ecuatorianos, expulsados de sus países, en busca del sueño de una vida mejor, que generalmente se convierte en pesadilla.

Por su parte, la Unión Europea viola los derechos de los refugiados que llegan a Europa desde África y el Medio Oriente, incumpliendo la Convención de Ginebra, dice el español Javier de Lucas, catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad de Valencia y uno de los mayores expertos en migraciones en Europa. Para de Lucas la Unión Europea y Naciones Unidas estigmatizan a los inmigrantes, al tratarlos desde una lógica de mercado.

 “Hay una mirada de sospecha sobre los inmigrantes: ellos no son un ejército de reserva para la delincuencia ni una amenaza a las fuentes de trabajo. Al derecho formal estatalista se le escapa el pluralismo jurídico. El Derecho construyó un concepto restrictivo que fomenta la estigmatización del inmigrante”, afirma.

Con la emergencia sanitaria por la pandemia del Covid19, y bajo el uso político del argumento sanitario del extranjero sin papeles como agente de contagio – para contener poblaciones irregularizadas-, las agresiones y la represión recrudecieron particularmente con los migrantes del Triángulo Norte de Centroamérica y de los haitianos. Y en el norte de Chile contra los migrantes venezolanos.

Demás está decir que estos migrantes sufren múltiples agresiones y violaciones a sus derechos humanos en los países de tránsito y destino, por parte de diferentes actores sociales, grupos delictivos e instituciones oficiales y privadas. Lo peor es que diferentes Estados nacionales generan dinámicas de irregularización de estas poblaciones del Triángulo Norte Centroamericano y Haití, y están “ilegalizando” a los migrantes, y presentándolos como transgresores de la ley (criminalizándolos), sólo por el hecho de carecer de documentación migratoria.

Me detengo en algunos titulares de la prensa internacional.

-Uno dice que fuerzas polacas dispararon chorros de agua y gas lacrimógeno en el puesto de control de Kuznica –cerrado desde hace diez días– a migrantes que de nuevo intentaron cruzar la frontera desde suelo bielorruso, mientras Polonia acusó a Bielorrusia de darles granadas de humo y armas. Unos  cuatro mil migrantes, en su mayoría procedentes de Irak y Afganistán, viven en campamentos improvisados en la frontera entre Polonia y Bielorrusia en condiciones cada vez más extremas y con temperaturas bajo cero.

-Cerca de 19.000 niños atravesaron en lo que va del 2021, a pie y algunos solos, la peligrosa selva del Darién, entre Colombia y Panamá, para llegar a Estados Unidos, advirtió es el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), una cifra que marcó un «máximo histórico» de menores migrantes, pese a ser uno de los lugares más peligrosos.  La cifra es casi tres veces más que el número registrado en los cinco años anteriores juntos, afirmó Unicef. La mitad son menores de cinco años.

 El Darién se convirtió en corredor para los migrantes irregulares que tratan de cruzar América Central y México, hacia Estados Unidos… o la muerte.

– La policía francesa desalojó al menos a mil 500 migrantes de un campamento improvisado cerca de Dunquerque, donde esperaban una oportunidad de cruzar el Canal de La Mancha hasta Reino Unido.

-La guardia costera turca rescató a 45 migrantes cuando trataban de alcanzar costas europeas tras ser devueltos por Grecia a aguas territoriales turcas. El barco de rescate Geo Barents fletado por Médicos sin Fronteras subió a bordo a 62 migrantes, a los que rescató en las costas de Libia en condiciones precarias.

Un mes atrás, nos horrorizamos con las fotos de la policía estadounidense de fronteras “cazando” y “arreando” a caballo a refugiados haitianos, incluidos niños.

Los países de tránsito y destino tienden a ver a los migrantes como una carga. Sin embargo, la experiencia internacional muestra que los inmigrantes, incluidos los refugiados, también contribuyen al desarrollo de sus países de acogida. Pero aprovechar el potencial de desarrollo de la migración requiere que las autoridades públicas promuevan la integración socioeconómica y la cohesión social de los migrantes.

Desde la antigüedad el ser humano ha estado en constante tránsito. Algunas personas se desplazan en busca de trabajo, aventura o de nuevas oportunidades económicas, para reunirse con sus familiares o para estudiar. Nuestros indígenas recorrieron en canoas desde el Amazonas hasta el Orinoco, para llegar a  las Antillas. Desde 1492 los europeos vienen “haciéndose la América”, escapando de los conflictos propios, en busca de las riquezas del Nuevo Mundo, con una cruz y un garrote en la mano.

Otros se van de sus tierras para escapar de conflictos, persecuciones, del terrorismo o de violaciones o abusos de los derechos humanos. Incluso, algunos lo hacen debido a los efectos adversos del cambio climático, desastres naturales u otros factores ambientales. Muchos de nosotros descendemos de los barcos, de esos migrantes expulsados de sus tierras, masacrados en genocidios alentados por potencias.

El presidente estadounidense Joe Biden se comprometió a regularizar la situación de 11 millones de migrantes, y su par  mexicano Andrés Manuel López Obrador anunció que dará a conocer los nombres de los legisladores estadunidenses que no apoyen la iniciativa de regularización migratoria,

En una votación de 220-213, los diputados estadounidenses aprobaron el viernes 19 de noviembre un extenso paquete migratorio, aunque más reducido que el propuesto por Biden. Si la disposición pasa en el Senado, permitirá a las personas que llegaron sin documentos antes de 2011 obtener hasta 10 años de autorización de trabajo, pero sin abrirles el camino hacia la ciudadanía. La iniciativa se avaló unas horas después de que concluyera la cumbre trilateral de los socios del T-MEC (EEUU, México y Canadá).

 Hay millones de mexicanos que viven, trabajan desde hace años en Estados Unidos, que han aportado mucho al desarrollo, al engrandecimiento de esa nación, y (que) merecen ser tratados con justicia”, señaló el mandatario mexicano. Por otra parte, contrastó la influencia política que ejercen los lobbies cubano-estadounidenses en el bloqueo a la iniciativa de Biden.

Mientras los tres presidentes norteamericanos se reunían, unos dos mil migrantes, la mayoría procedentes de Centroamérica y Haití, partieron de la chiapateca Tapachula, al sur de México, llevando sus pertenencias en mochilas o en paquetes sobre sus cabezas. Niños pequeños iban sobre los hombros de sus padres o en cochecitos.

Las caravanas comenzaron hace varios años como una manera de que los migrantes que no cuentan con dinero para pagar a traficantes de personas se sientan más seguros al viajar en grupo hacia la frontera con Estados Unidos. Sin embargo, las autoridades de Guatemala y México las han disuelto de forma sistemática. Hoy, la Guardia Nacional de Texas blindó la frontera entre las ciudades de Eagle Pass y Piedras Negras con contenedores de carga ante la posible llegada de la nueva caravana

Algunos analistas hasta hablan de algo llamado necropolítica, esa capacidad para administrar a través del poder quién vive o quién muere. Y, al final, quienes mueren son las personas más empobrecidas, lógicamente. Valgan estas palabras en defensa de estos humanos sin derechos.

*Periodista y comunicólogo uruguayo. Magíster en Integración. Creador y fundador de Telesur. Preside la Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA) y dirige el Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE) 

https://estrategia.la/2021/11/21/en-defensa-de-los-humanos-sin-derechos-todos-somos-migrantes/

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México: ¿Adiós al PROFEXE?

¿Adiós al PROFEXE?

Miguel Casillas

El Programa de fortalecimiento a la excelencia educativa (PROFEXE) ha sido una de las principales herramientas de política pública hacia la educación superior. En teoría el programa dispone de un fondo financiero con recursos extraordinarios en el que concursan las instituciones de educación superior para complementar sus presupuestos.

En un contexto generalizado de mínimos incrementos del presupuesto ordinario a las IES públicas y después de más de 30 años de políticas neoliberales y de estricto control bajo el tope salarial, el financiamiento extraordinario ligado al cumplimiento de metas de desarrollo es más importante que nunca para muchas de las instituciones.

A pesar de su sociogénesis ligada a los gobiernos neoliberales, el diseño del PROFEXE mantiene, aun dentro del gobierno de la 4T (pues se han publicado sus reglas de operación para 2020 y 2021), significativos rasgos de continuidad con ejercicios anteriores desde el PIFI: sus objetivos están definidos fuera de las instituciones, las cuales además deben asumir evaluaciones externas. Las reglas de operación son definidas por Hacienda, son fondos determinados, etiquetados, no pueden ser utilizados fuera de los criterios establecidos; son fondos anuales o bianuales, no acumulables. El interlocutor de la autoridad educativa es el rector; está excluida la comunidad. Las organizaciones sindicales, los colegios profesionales y otras organizaciones no participan de estas negociaciones, pues desde el principio de los años 2000, se trata de despolitizar los procesos.

El diseño del PROFEXE se sigue sosteniendo en el neointervencionismo mediante el cual el gobierno condiciona la entrega de recursos a cambio de la implementación de políticas públicas en las instituciones. Se mantiene viva la concepción de un estado evaluador-interventor a través del financiamiento.

Para todos los efectos de la evaluación el PROFEXE funciona con los mismos criterios e instrumentos que en el viejo régimen: la competitividad, entendida como el número de programas educativos acreditados, el porcentaje de egresados, el número de egresados que hacen el EGEL; y la difusa responsabilidad social universitaria. El otro concepto clave es la calidad, entendida como la habilitación de la planta de profesores; el número de profesores de tiempo completo con perfil deseable, el número de profesores en el Sistema Nacional de Investigadores, y el número y grado de consolidación de los Cuerpos Académicos.

En sus reglas de operación se mantienen olvidados los mismos agentes que el pasado: los estudiantes, su aprendizaje y su experiencia escolar; los profesores de asignatura; los trabajadores administrativos y su reconversión tecnológica.

Sin embargo, el destino del PROFEXE es incierto. Por un lado, en el proyecto de egresos de la federación se propuso un fondo económico muy considerable, pero por otro, en declaraciones de sus funcionarios, el gobierno de la 4T pareciera dispuesto a liquidarlo.

Estaría muy bien terminar de una vez con el PROFEXE y declarar nulos los indicadores sobre los cuales se midió el fortalecimiento académico de las instituciones. Sin embargo, es muy improbable que el gobierno cambie la política educativa de fondo y renuncie al afán neointervencionista. Frente a ello, cabe preguntarse por los instrumentos de política pública que sustituirán al PROFEXE y por los criterios, valores e indicadores que orientarán el desarrollo del sistema de educación superior.

Para que la nueva Ley general de educación superior pueda traducirse en acciones concretas que modifiquen los cursos de acción predominantes en las instituciones, se requieren de orientaciones claras, con instrumentos precisos que puedan ser observables y medibles, si no, todo quedará en un discurso abstracto de muy difícil realización.

En cuanto al financiamiento extraordinario, lo que no puede privar es la arbitrariedad como sustitución del PROFEXE o de cualquier otro instrumento que esté amparado en reglas de operación claras, auditables, verificables y congruentes con el espíritu de la Ley. En efecto, sin reglas transparentes y construidas con el concurso de las instituciones involucradas, corremos el riesgo de volver a la época de Echeverría o de Fidel Herrera en Veracruz, en que los funcionarios de Educación cargaban un portafolios lleno de billetes que repartían a discreción según sus simpatías.

A pesar de todas las insuficiencias, las comunidades universitarias tienen un largo recorrido en procesos de autoevaluación institucional y sería absurdo renunciar a ello. También, a pesar de los criterios e indicadores impuestos para orientar el sistema, las universidades han desarrollado y siguen dando continuidad a una serie de iniciativas, que apuntan hacia el fortalecimiento institucional, como el impulso a la formación de los profesores, a su actualización y hacia la profesionalización que implica el incremento de profesores de tiempo completo, que si se detuvieran representaría una verdadera regresión.

La planeación democrática y participativa deberá sustituir al viejo sistema. Urge claridad de parte del gobierno sobre el futuro de los fondos concursables si es que van a seguir existiendo. Mientras, no puede simplemente desaparecer el PROFEXE sin ser sustituido por un programa que lo supere.

Fuente de la Información: https://www.educacionfutura.org/adios-al-profexe/

 

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España: La ilusión del control: la enseñanza programada

La ilusión del control: la enseñanza programada

Manuel Fernández Navas

El caso es que un compañero, el otro día, escribía en su blog sobre el asunto de las programaciones y eso me inspiró para escribir en este artículo cuestiones sobre las que llevo pensando mucho tiempo.

Decía Santos Guerra (2000) que la organización como disciplina era la forma de, centrándonos en la parte intermedia, alejarnos tanto de los fines que nos propusimos inicialmente que acabáramos haciendo lo contrario.

Esto sería, como un viajero que se propone un destino y que cuando empieza el viaje se centra tanto en la forma de dar sus pasos que acaba en la ciudad opuesta que se propuso inicialmente visitar.

En este sentido, contemplo con preocupación cómo en los últimos años desde la Administración se ha invertido “sin mesura” en este “camino” pero muy poco en la autonomía para la elección del destino.

Con todo esto me refiero a lo que Gertrudix (1999) calificaba como “instrumento diabólico”: la enseñanza programada.

En este sentido, la escuela tiene una lógica a la hora de funcionar que sólo se entiende como normal, dentro de la propia escuela. Sus usos y formas de hacer resultarían impensables en nuestra vida cotidiana. Se ha convertido el sistema, en la única justificación del propio sistema.

En palabras del propio Gertrudix (1999, p. 22):

La escuela constituye un mundo aparte. Dentro de ella todo se organiza en función de una lógica totalmente excepcional y única. Los aprendizajes quedan en un segundo plano y el protagonismo es casi exclusivamente de la enseñanza. Toda gira en torno a lo que hay que enseñar y los transmisores de conocimientos (manual escolar, maestro, profesor y otras fuentes) marcan los ritmos a seguir. Fuera de la escuela, sin embargo, los aprendizajes se organizan de forma muy diferente. Tanto es así, que si quisiéramos exportar el sistema de funcionamiento escolar a otros aprendizajes que se realizan en la vida de las personas, cualquiera podría decirnos que hemos perdido el juicio. La agrupación por edades, la utilización de la memoria como facultad fundamental y a veces única, la sistematización y graduación de los aprendizajes, los objetivos, los niveles de conocimiento, las etapas, sólo tienen sentido en los centros escolares.

Esta ilógica escolar no es al azar, sirve a tres aspectos diferenciados:

Por un lado, constituye un instrumento para la selección del alumnado, cuestión sobre la que ya hablamos en otro artículo.

En segundo lugar, es un planteamiento absolutamente conductista de los aprendizajes.

Conviene recalcar aquí que, aunque nuestras leyes educativas se hayan declarado constructivistas desde la Logse, la operativa, la forma en la que luego se han organizado, así como el concepto de programación didáctica, ha sido profundamente conductista. Esta lógica diabólica de secuenciar y programar todos los aprendizajes y que la forma de hacerlo más eficaz sea la división artificial en objetivos de aprendizaje cada vez más pequeños, tiene que ver con el conductismo más rancio. En el que el aprendizaje de conductas complejas es tan sencillo como la suma de las conductas más simples.

Toda esta enseñanza programada descansa, como decimos, en esta vieja idea conductista que busca la mayor eficacia, y esta, en el diseño de estas programaciones que hace el maestro: si somos capaces de hacer de la forma más técnica y pormenorizada posible el diseño de lo que va a aprender nuestro alumnado, más aprenderá.

Lamentablemente, esto sabemos que no funciona así: la suma de las partes rara vez es igual al todo como nos anunciaba ya la Gestalt en 1912. Esto se ve muy claro en el principio de cine. Donde una cantidad de imágenes fijas vistas a una velocidad determinada son percibidas como imágenes en movimiento.

Esta programación de aprendizajes absolutamente irreal en cualquier otro contexto de la vida humana, como nos decía Gertrudix (1999) provoca lo que yo llamo: la ilusión del control sobre el aprendizaje que mantiene tranquilos a profesorado y a Administración y en la que se sustenta parte del aparato burocrático del que luego, todos y todas tenemos quejas.

Esta ilusión de control, además, permite que el sistema se sostenga en conceptos macro que fuera de él nadie compartiría al focalizar la atención de los y las docentes en micro-conceptos. Entender que podemos medir y programar qué aprende alguien, cómo y en qué tiempos es una locura que todos compartimos dentro de esta lógica, pero que no tendría el menor sentido si nos paráramos a pensarlo un solo instante o si tratáramos de hacerlo fuera del entorno escolar.

Imaginemos que unos papás desean programar el proceso de aprendizaje del habla de su hija pequeña y que cada tres o seis meses comprueban la cantidad de palabras que la niña ha aprendido en relación a la programación que ellos han realizado. Si la niña responde a las expectativas de la programación, le irán dando buenas notas en los controles que realice, mientras que si no llega al número de palabras programadas por sus padres, entonces habría que plantearse la repetición de algún periodo o la realización de un trabajo complementario. […] El aprendizaje del habla, de cualquier deporte o de cualquier actividad no reglada y, por tanto, no sujeta a programación gradual y sistemática, se produce de una manera global, entendida como un proceso que tiene un principio y un final, pero que si se divide en periodos intermedios pierde toda su razón de ser, puesto que cada persona sigue su propio ritmo en el aprendizaje. Hay niñas que se sueltan a hablar a los dos años y medio, otras a los tres, otras aún más tarde. Como sucede en el proceso de caminar, los hay que andan a los nueve meses, otros a los doce, otros a los dieciséis… (Gertrudix, 1999, pp. 23)

En último lugar, esta ilógica constituye el principal elemento de alienación del pensamiento docente (Contreras, 1990; Martínez Bonafé, 1999).

Se desplaza la atención del profesorado de lo verdaderamente importante: ¿Qué hago mañana con mi alumnado en clase para que aprenda lo máximo posible? Cuestión esta sobre la que tiene que decidir como un profesional autónomo. Y lo hace hacia cuestiones de índole burocrático relacionadas con las programaciones y que, rara vez, tienen incidencia alguna en la calidad del trabajo para con el alumnado. Únicamente, generan más papel pintado para el aparato burocrático y de control de la Administración ante la que el profesorado se convierte casi en un técnico-administrativo de aprendizaje.

La prueba de que todo este aparato burocrático-programativo es intencional es que estas tareas han aumentado hasta el punto de ser humanamente irrealizables. Alcanzando su esplendor con la llegada de las competencias, que ha puesto sobre el tapete toda una ingeniería curricular propia.

La maldad que hay que tener para poner 51 criterios de evaluación en vez de 50, no vaya a ser que los docentes ponderemos cada uno a un 2% y ya no tengamos con qué entretenernos. Como si no hubiese criterios parafraseados de criterios anteriores. Y como si 50 fuesen aún pocos…

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La cuestión es tan enrevesada que lo más habitual cuando alguien está aprendiendo a programar (incluso cuando ha aprendido hace tiempo) es la pregunta clásica de: esto es un objetivo, un contenido, un… porque la enseñanza programada está pensada para no poder solucionarse, para siempre ser perfeccionable, para que nos perdamos en ese laberinto de nombres: objetivos, contenidos, actividades, criterios de evaluación, competencias, estándares, resultados de aprendizaje (habrá nombre más feo que este),… y de reglas: estos van en infinitivo; aquellos, si los pones aquí, debes hacer referencia allá… La idea, estoy convencido, es que sea irresoluble.

Mientras seamos técnicos preocupados de procesos burocráticos no estamos pensando en cómo dar una educación de calidad a nuestro alumnado.

La pregunta es obvia: ¿Qué margen deja todo esto para planificar –no programar– la docencia? La respuesta es obvia también: el menor posible.

Mientras seamos técnicos preocupados de procesos burocráticos no estamos pensando en cómo dar una educación de calidad a nuestro alumnado. Pero, además, es específico de la docencia. Pocas profesiones tan burocratizadas, tan controladas por papeleo técnico como la docencia. Decía un compañero:

“Me paso la mitad del tiempo justificando lo que he hecho y la otra mitad justificando lo que voy a hacer”

Este proceso de programación, como decía Gertrudix (1999), sería inconcebible en otras profesiones: ¿Os imagináis a un médico haciendo programaciones de los pacientes que va a tener a lo largo del año y los tratamientos pormenorizados que dará a cada uno de ellos? ¿cómo los evaluará para ver si han funcionado, etc.? ¿o un abogado? ¿o un funcionario de un ayuntamiento? ¿o un arquitecto?

En todas las profesiones existe burocracia, pero en ninguna de ellas, como en la docente existe una desconfianza manifiesta de la Administración hacia los profesionales que se contrata de forma tal que se les pida explicaciones constantes por todas y cada una de las decisiones, primero que toman, y después que han tomado.

Aún así, no es difícil encontrar a burócratas defensores de estos procedimientos demenciales. Personas que entienden que si alcanzan calidad en “los papeles” esta se convierte por arte de magia en la realidad.

La realidad es que hace mucho tiempo que, por salud mental, las programaciones nos las dan hechas las editoriales. Nosotros sólo cogemos y adaptamos.

Mi propuesta es clara: por supuesto que hace falta invertir tiempo en planificar la docencia, todo el del mundo. Y además acudiendo a criterios rigurosos que puedan ayudarme a discernir si lo que hago con mi alumnado tiene sentido o no para su aprendizaje.

Deberíamos invertir el menor tiempo posible en programarla, únicamente el que nos requiera cumplir con el requisito legal. Pero siendo muy conscientes de que el tiempo que invirtamos en ella, a parte de no tener reflejo en la calidad docente, es una trampa diseñada específicamente para atraparnos.

Por último, creo que la reducción de burocracia es ya, casi, un requisito para cualquier proceso de cambio hacia más calidad docente. Pero, además, estoy firmemente convencido de que hay que darle toda la autonomía del mundo al profesorado. Para que decida qué y cómo trabajar con el alumnado.

Para ello son excelentes profesionales en cuya formación hemos invertido mucho dinero como sociedad.


Referencias bibliográficas

Contreras Domingo, J. (1990). Enseñanza, currículum y profesorado. Akal.

Gertrudix, S. (1999). La enseñanza programada. Aula libre, 69+1, pp. 22-26. Recuperado de: http://hdl.handle.net/11162/73215

Martínez Bonafé, J. (1999). Trabajar en la escuela. Profesorado y reformas en el umbral del siglo XXI. Miño y Dávila editores.

Santos Guerra, M. Á. (2000). Entre bastidores el lado oculto de la organización escolar. Segunda Edición. Ediciones Aljibe.

 

Fuente de la Información: https://eldiariodelaeducacion.com/2021/11/17/la-ilusion-del-control-la-ensenanza-programada/

 

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Venezuela: La campaña electoral del 21N en Venezuela y la pragmática como despolitización

La campaña electoral del 21N en Venezuela y la pragmática como despolitización

Luis Bonilla-Molina

El 21 de noviembre de 2021 se realizarán en Venezuela las elecciones regionales y municipales. Vienen precedidas del inicio de diálogos entre la derecha pro norteamericana (G4) y el gobierno de Nicolas Maduro que ha significado la habilitación de candidaturas que estaban imposibilitadas de participar por haber sido objeto de sanciones administrativas. Sobre las negociaciones hemos escrito un par de artículos y preparamos un tercero. En esta oportunidad me referiré brevemente al “inédito” estilo de la campaña electoral en curso.

  1. Crisis de los precios del petróleo, sanciones norteamericanas, problemas de gestión pública y deterioro de la calidad de vida de la población

Durante los últimos años (2014-2021) la economía venezolana ha mostrado serias dificultades. Primero fue la caída de los precios del petróleo con su impacto en una economía de subsidios (tanto de los productos importados como respecto al cambio del dólar) la que generó una descontrolada inflación que algunos estiman en más de seis dígitos, desabastecimiento durante casi dos años y un brutal deterioro del salario de la clase trabajadora, empleados públicos y personal docente. Sin embargo, esto no significó una apertura de la burocracia hacia la contraloría social sino el desarrollo de métodos de trabajo que limitan la participación popular en la gestión al cumplimiento de tareas subalternas. Luego vinieron las sanciones norteamericanas contra altos funcionarios públicos y el comercio exterior venezolano que deterioraron de manera sensible los ingresos de la nación, no obstante, se aplicó la política del embudo para la distribución de los recursos, quedando lo más estrecho para quienes viven del trabajo. Los salarios de la clase trabajadora llegaron a un mínimo histórico impensable, con un salario mínimo mensual inferior al dólar, controles salariales que colocan como techo para los ingresos mensuales del más alto salario, las dos cifras de dólar (para contados trabajadores) mientras la mayoría no alcanza los 10 dólares mensuales de salario, en uno de los países con más alto costo de la vida como lo evidencia el precio de la cesta básica alimentaria mensual que alcanza los 400 dólares.

En ese contexto los servicios públicos sufrieron deterioro increíble. El acceso a la electricidad marcó una nueva diferencia entre la capital de la República y el resto del país; en estos últimos territorios pueden ocurrir apagones de 4 a 24 horas de manera constante.  En un país con las más importantes reservas de agua de la región, no existe una comunidad que cuente con el fluido de agua potable durante todos los días de la semana; el racionamiento se convirtió en normalidad y hasta una forma de relación con el poder. El transporte público está tan deteriorado que mientras las unidades autobuseras son cada vez menos, los estallidos de vagones en el metro se están convirtiendo en un hecho frecuente. La desinversión en educación y salud está haciendo surgir formas ingeniosas de neo privatización en las cuales los/las ciudadanos(as) deben asumir los costos de insumos para garantizar los procesos. No hay drama que supere el impacto de la migración venezolana que ha dejado escindida a la mayoría de familias venezolanas.

A pesar de esta situación las oposiciones venezolanas no han logrado construir un espacio de disputa real y el presidente Nicolás Maduro sigue siendo el hombre fuerte de la política nacional, con un limitado coste por el paso sin miramientos de la agenda social a la neoliberal. Las elecciones del 21N permitirán valorar el desgaste o no del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en cada uno de los territorios municipales y regionales del país, así cómo ello consolida o menoscaba el poder del Palacio de Miraflores.

  • La urgencia de lo cotidiano y la política como cuestión de poder

De la cultura rentista imperante en Venezuela desde hace casi un siglo (derivada de la apropiación de renta internacional por la venta de petróleo) se ha pasado de manera abrupta a la ley del mercado donde todo se vende y tiene un precio. La cultura de la solidaridad ha venido cediendo espacio a la competencia. “Hacer lo que sea necesario para sobrevivir” es la consigna que más se escucha en las calles y veredas de Venezuela.

En ese contexto, la política dejó de ser “el arte de hacer posible lo imposible para construir una sociedad de justicia social” para convertirse en una cuestión de poder, despreciable y ajena a la realidad del común, con la cual hay que dialogar para lograr resolver nudos problemáticos en la comunidad. La política pasó a ser considerada por el común como un sector con el cual hay que mantener distancia preventiva. La política volvió a ser una caja oscura de la cuál puede salir cualquier problema.

La pérdida de esperanza en la política se debe a la falta de proyectos societales que encarnen los más profundos deseos del ciudadano. Al no haber política con lugar de enunciación en la calle, sino subalternización de lo común, la esperanza se limita a las estrategias propias de la cotidianidad.

El desánimo ante lo político tiene que ver con una reacción defensiva para protegerse en la propia carrera por sobrevivir. Para otros, los más osados, la política paso a ser una oportunidad parecida a la ruleta rusa, que puede facilitar el acceso a mejores niveles de vida: lo político se ha convertido en una especie de

“juego de calamares”, con reglas sin ética, competitiva y donde lo colectivo es un obstáculo.

  • La pragmática

Apesar de esta percepción de lo político, un sector importante de ciudadanos(as) comunes entiende que las elecciones del 21N son una oportunidad para acercar “el mal menor” a cargos que pueden representar alguna solución a los problemas cotidianos de la sobrevivencia: agua, electricidad, transporte, seguridad, alumbrado público, pavimentación. No esperan soluciones mágicas en lo personal, por el contrario, han “aprendido” que las aspiraciones ciudadanas pueden ser resueltas por los políticos en la medida que representen una oportunidad de negocio.

Conscientes de esta situación, las candidaturas de la derecha y el partido de gobierno han abandonado los programas maximalistas de transformación. Ya la derecha casi no habla mal de Maduro ni el PSUV de socialismo, sino que todos prometen agua potable, electricidad, conexión a internet, reparación de la telefonía, gas doméstico permanente, servicios públicos reparados para las comunidades, como si estuviéramos en una modernización tardía del país.

Los spots publicitarios de los/las candidatas(os) de distinto signo son como los de promoción de espectáculos de masas, en los cuales se ofrecen las barajitas que las comunidades demandan. En tanto, las comunidades están evaluando quienes tiene más posibilidades reales de hacerlo o no son los conocidos mentirosos que no cumplen nada de lo que prometen; con base a ello votarán el 21N.

Esta campaña ha sido un adiós a las grandes metas del país, una desconcentración de las necesidades y una apuesta por la superación de cada cotidianidad.

  • ¿Cuánto tiempo durará esta situación?

Todo pareciera indicar que este fenómeno recién inicia, que esta nueva forma de hacer política puede sostenerse más allá de las elecciones del 21N, pues permite conjurar el conflicto de las élites, tranquilizar al norte imperial y seguir haciendo más rico a los ricos de ayer y hoy. Pero en política como en el amor siempre existe lo imprevisto. Ese nuevo incluido colectivo que pueda devolver la esperanza a la política no se manifiesta de manera nítida, pero comienza a expresarse en actos de desprendimiento comunitario, en relámpagos de solidaridad; ese actor popular que hoy no se expresa en la dinámica electoral, puede surgir en cualquier momento y ser determinante para que se retorne la “política de la gente”.

Fuente de la Información:  https://luisbonillamolina.wordpress.com/2021/11/18/la-campana-electoral-del-21-y-la-pragmatica-como-despolitizacion/

 

 

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UNESCO: Galardonados de Ghana, Palestina y Perú ganan el Premio UNESCO-Japón de Educación para el Desarrollo Sostenible 2021

Galardonados de Ghana, Palestina y Perú ganan el Premio UNESCO-Japón de Educación para el Desarrollo Sostenible 2021

Un proyecto de alfabetización en Ghana, un programa sobre medios de comunicación para el cambio social en Palestina y una iniciativa para la protección de las culturas indígenas en Perú recibirán el Premio UNESCO-Japón de Educación para el Desarrollo Sostenible de este año  en una ceremonia el 19 de noviembre (13:30 horas). ), durante la 41a reunión de la Conferencia General de la UNESCO.

Los galardonados fueron seleccionados por un jurado internacional independiente   y recibirán un premio de 50.000 dólares cada uno. Los gobiernos de 54 Estados Miembros y 8 organizaciones presentaron 113 candidaturas en asociación oficial con la UNESCO. Los principales criterios de selección fueron el potencial de transformación de los proyectos, su calidad innovadora y su capacidad para abarcar las tres dimensiones de la sostenibilidad: la economía, la sociedad y el medio ambiente.

Visión Mundial Ghana, Ghana

World Vision  Ghana  fue elegida por su » Unlock Literacy Project (UL) «, que promueve un enfoque holístico para el desarrollo de la alfabetización que se centra en el pensamiento crítico, una competencia fundamental para la sostenibilidad. El proyecto tiene como objetivo capacitar a los niños en el nivel primario para que piensen críticamente sobre los problemas locales y emprendan acciones, así como hacer que la lectura sea emocionante a través de la educación multilingüe. Más allá de los enfoques tradicionales de alfabetización, el proyecto se ve recompensado por su enfoque de aprendizaje de igual a igual orientado a la acción que involucra a comunidades enteras. Tiene potencial para una mayor ampliación a nivel nacional a través de la cooperación con la educación formal.

Centro de Desarrollo de Medios, Universidad Birzeit, Palestina 

El  Centro de Desarrollo de Medios de la Universidad Birzeit  en Palestina ve a los medios de comunicación como una parte integral del cambio social y el desarrollo sostenible y como un medio para empoderar a mujeres y hombres que viven en comunidades marginadas con habilidades para participar en la vida pública. El proyecto » Alfabetización mediática e informacional para sociedades sostenibles » tiene como objetivo desarrollar la alfabetización mediática e informacional mediante el aprendizaje práctico y la formación a través del diálogo. El proyecto es recompensado por su enfoque centrado en la juventud para generar cambios sociales a través del diálogo y la cooperación, mientras se centra en el papel de los medios de comunicación para fomentar la participación de los ciudadanos en la vida pública.

Escuela Kusi Kawsay, Perú 

En áreas remotas del Valle Sagrado de los Incas en Perú,  la Escuela Andina Kusi Kawsay y los Eventos Culturales Ñawpa Ñan  han estado promoviendo la protección y preservación de los derechos, la cultura, los valores y los medios de vida de los pueblos indígenas durante la última década. Basado en la pedagogía Waldorf, el proyecto es reconocido por abordar muchos elementos clave de la educación para el desarrollo sostenible, a saber, el respeto por la cultura y los valores indígenas y locales que promueven la dignidad humana, enfoques comunitarios y acciones para responder a los desafíos globales.

Financiado por el Gobierno de Japón, el premio premia proyectos y programas excepcionales sobre  educación para el desarrollo sostenible  llevados a cabo por instituciones, organizaciones u otras entidades en el campo de la EDS para generar y ampliar la acción en todos los niveles de educación y aprendizaje, y contribuir a la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Durante la ceremonia de entrega de premios, la Princesa Abze Djigma (Burkina Faso), Presidenta del Jurado Internacional del Premio UNESCO-Japón y Presidenta de la  Fundación SAR la Princesa Abze Djigma , moderará una mesa redonda con los galardonados.

Fuente de la Información:  https://en.unesco.org/news/laureates-ghana-palestine-and-peru-win-2021-unesco-japan-prize-education-sustainable

 

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Necesitamos un sindicato que luche por los derechos de las mujeres

Por: Sulem Estrada

En un gremio altamente femenino, las maestras tenemos mucho que decir frente a la renovación de direcciones seccionales que se está llevando a cabo en distintos estados.

No es un secreto para nadie que el sindicato más grande de América Latina, que agrupa a 1.3 millones de trabajadoras y trabajadores de la educación ‒de los cuales el 70 % somos mujeres‒ hoy se encuentra en manos del charrismo sindical y no defiende los intereses de sus agremiados. Sus dirigentes han estado siempre al servicio de los gobiernos en turno y el gobierno de la 4T no es la excepción.

Desde el inicio del sexenio los dirigentes del SNTE se declararon el ejército ideológico de la 4T en el magisterio y han dejado pasar todos los planes de gobierno, desde la reforma educativa de AMLO ‒que conserva el espíritu neoliberal de la reforma peñista‒ hasta el regreso inseguro a clases presenciales.

Sin embargo, las maestras no solamente enfrentamos la subordinación de los dirigentes sindicales al gobierno ‒que en nuestro caso es también nuestro patrón‒ y que dejan pasar los planes sin ninguna resistencia ‒como en el caso del regreso a clases presenciales‒, sino que, además, en el gremio magisterial, como sucede en la mayoría de los gremios, las mujeres somos excluidas tanto numérica como ideológicamente.

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Aunque es un gremio altamente femenino, prácticamente no tenemos delegadas en las escuelas ni dirigentes femeninas en las secciones sindicales. Según datos de 2016, sólo el 30 % de las secretarías delegacionales eran ocupadas por mujeres, esta cifra disminuye a un 24 % en las dirigencias seccionales y a los 15 % en el Comité Ejecutivo Nacional. Incluso en la CNTE, que se reivindica democrática, la mayoría de quienes ostentan las representaciones sindicales son varones.

Asimismo, las demandas específicas de las mujeres en el gremio magisterial están prácticamente invisibilizadas por lo que dentro de las demandas sindicales no se encuentra prácticamente ninguna de las que tienen que ver con nuestras necesidades como mujeres, como podrían ser guarderías, comedores, jornadas laborales reducidas, licencias de maternidad extendidas, acceso a servicios de salud derivados de nuestros derechos sexuales y reproductivos, educación sexual integral, refugios contra la violencia, etcétera.

Esto genera que no solo padezcamos la misma precariedad laboral que nuestros compañeros varones ‒con el agravante de padecer dobles o triples jornadas de trabajo no remunerado‒, sino que nuestras demandas como mujeres ni siquiera son mencionadas ni peleadas por nadie.

Al ser un sector con una gran mayoría de trabajadoras mujeres, tanto las representaciones sindicales, como los puestos jerárquicos, si éstos fuesen equitativos, 7 de cada 10 tendrían que ser ocupados por mujeres.

Sin embargo, no pensamos que éste sea solo un problema de “paridad de género” o que pueda resolverse con cuotas de participación femeninas, pero es un hecho que requerimos una mayor participación de las mujeres en la vida sindical y gremial, que además se apuesten a defender no solo sus derechos como trabajadoras sino a pelear por sus reivindicaciones como mujeres.

Para ello necesitamos en primer lugar arrancar de manos de los charros nuestro sindicato, pues sin ello, a lo más que podemos aspirar es a ocupar algún cargo ‒es decir, a que se rompa el llamado techo de cristal‒ pero sin que nada cambie para el conjunto de las trabajadoras.

Esto lo hemos visto ya, pues durante 24 años una mujer, Elba Esther Gordillo, ocupó la presidencia del SNTE. No solo estuvo alineada a los partidos del régimen ‒incluso perteneció a ellos‒ sino que dejó pasar todos los planes de los gobiernos neoliberales en detrimento de la educación y de los derechos laborales del magisterio. Fue quien firmó la Alianza por la Calidad de la Educación, antesala de la reforma educativa peñista.

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Lo vemos también con Delfina Gómez a la cabeza del magisterio, quien, a pesar de ser mujer, les impuso a miles de maestras y alumnas un regreso inseguro a clases presenciales y desde el primer día de su mandato planteó que habría recortes y despidos de conformidad con la “austeridad republicana”.

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Un sindicato al servicio de las maestras

Es un hecho que las maestras tenemos mucho que decir y mucho por lo cual luchar. Es por ello que buscan invisibilizar el enorme potencial que tenemos como mujeres trabajadoras.

Imagínense la fuerza del sindicato más grande de América Latina en manos de sus trabajadoras y trabajadores, puesta al servicio de la lucha contra el feminicidio y la violencia contra las mujeres, a favor de garantizar nuestro derecho a decidir para que ninguna mujer ni ninguna de nuestras alumnas vuelva a morir nunca más por abortos clandestinos, por plenos derechos laborales para todas las trabajadoras y un alto a la precarización laboral que también es violencia. ¡Seríamos imparables!

Es por ello que necesitamos organizarnos escuela por escuela, zona por zona. Generar comisiones de mujeres que se apuesten a poner en el centro nuestras demandas. Luchar por recuperar nuestro sindicato de manos de los charros y ponerlo al servicio de la lucha por nuestros derechos. Si coincides con estas ideas. Contáctanos y organízate con nosotras.

Tendremos un conversatorio para charlar entre maestras como organizarnos en las escuelas rumbo al #25N. ¡Inscríbete aquí!

Fuente de la información e imagen: https://www.laizquierdadiario.mx

 

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#No nos callarán

Por: Carolina Vásquez Araya

Ningún sistema democrático se sostiene sin una real libertad de expresión.

Pocas acciones despiertan mayor temor en los círculos políticos y económicos como el ejercicio de un periodismo crítico, independiente, ético y sin compromiso alguno con esos sectores. De ahí que las reacciones viscerales de ciertos gobiernos hundidos en la corrupción, hayan escalado hasta transformar el desempeño periodístico en un severo riesgo de persecución, acoso y, en muchos casos, la muerte de quienes se hayan atrevido a traspasar la línea de lo tolerado por las mafias en el poder.

Existe una sutil diferencia entre la libertad de expresión y la libertad de prensa. Ello, debido a que la primera se refiere a un derecho individual reconocido en todo el mundo por medio de tratados y convenciones; y la segunda -es decir, la libertad de prensa- incluye en su concepto el derecho soberano de los pueblos a ser informados con veracidad y amplitud sobre todo acto, decisión y compromiso de quienes poseen el timón de la vida institucional y jurídica de sus naciones y sobre los acontecimientos de interés social y cultural.

Por lo tanto, los ataques perpetrados por los sectores más poderosos en nuestros países contra esas libertades, ya consagradas en sus respectivos textos constitucionales, es una violación y un delito cometido en contra de la base misma del sistema democrático que han jurado respetar. Durante las recientes décadas se ha observado, asimismo, cómo la mayoría de medios masivos de comunicación -en su calidad de empresas y totalmente ajenos a su espíritu periodístico- se han plegado a los planes de los sectores más poderosos y actúan como un ente político y un reproductor de consignas y falsedades hacia los más amplios sectores de la sociedad.

De esta cuenta, el periodismo independiente y digno se ha ido recluyendo en plataformas cada vez mas reducidas y ello gracias a fuentes de financiamiento débiles y precarias. El resultado de esta estrategia para silenciar a la prensa ética es uno de los grandes logros de los gobiernos y sectores empresariales aliados en un pacto de corrupción y silencio.

Sin embargo, la reacción de quienes intentan salvaguardar la integridad del ejercicio periodístico, aun cuando choca contra enormes intereses corporativos y opacos pactos políticos, demuestra una vez más que no será fácil callar a la prensa, porque de ella depende no solo la frágil democracia, sino también la seguridad ciudadana frente a los actos intimidatorios de los cuerpos armados del Estado y los actos delictivos de sus autoridades.

Un estudio de la Unesco reveló la gran preocupación de esa agencia por el riesgo implícito en el ejercicio de la profesión, refiriéndose específicamente a América Latina como la región en donde se producen más asesinatos de periodistas. Así también lo manifestó el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, al expresar: “Cuando se ataca a un periodista, toda la sociedad paga el precio. Si no protegemos a los periodistas, nuestra capacidad para mantenernos informados y adoptar decisiones fundamentadas se ve gravemente obstaculizada.  Cuando los periodistas no pueden hacer su trabajo en condiciones de seguridad, perdemos una importante defensa contra la pandemia de información errónea y desinformación que se ha extendido por Internet”. A ello se debe añadir que la impunidad en los asesinatos de periodistas es de 9 de cada 10 casos y la persecución suele ampliarse hacia su círculo familiar.

Estas declaraciones del Secretario General no impiden el ataque concertado entre sectores de poder sobre quienes han decidido mantenerse firmes en su afán de investigar, difundir y arrojar luz sobre los actos de interés público, los mismos que entes poderosos insisten en mantener en las sombras. Por ello, son los ciudadanos, en su calidad de víctimas de este ataque contra su libertad de acceso a la información, quienes deben mantenerse alerta y exigir el cese del hostigamiento contra los profesionales que arriesgan su seguridad y su vida por mantenerlos debidamente informados.

Lo más peligroso para la estabilidad democrática es el silencio de la prensa.

Fuente de la información e imagen: https://insurgenciamagisterial.com

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