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Hagamos ruido por la crisis silenciosa de la educación

Por: Vijay Prashad

El cuarto Objetivo de Desarrollo Sostenible de la ONU está relacionado con la educación inclusiva y de calidad. Antes de la pandemia, ya estaba claro que para 2030 esto no se lograría para el 43% de los niños y niñas del mundo.

En octubre de 2021, la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (CEPAL) celebró un seminario sobre la pandemia y los sistemas educativos. Las cifras son impresionantes: el 99% de las y los estudiantes de la región pasaron un año académico entero con interrupción total o parcial de las clases presenciales, mientras que más de 600.000 niñxs lucharon con la pérdida de sus cuidadorxs debido a la pandemia. Además, se estima que la crisis podría obligar a 3,1 millones de niñxs y jóvenes a abandonar la escuela y a más de 300.000 a trabajar. En el seminario, Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la CEPAL, dijo que la combinación de la pandemia, las turbulencias económicas en la región y los retrocesos en la educación han provocado «una crisis silenciosa».

 

La situación en todo el mundo es igualmente grave, y la frase «crisis silenciosa» quizá necesite una aplicación más global. Las Naciones Unidas señalan que «más de 1.500 millones de estudiantes y jóvenes de todo el planeta se ven o se han visto afectadxs por el cierre de escuelas y universidades debido a la pandemia de la COVID-19»; al menos 1.000 millones de escolares corren el riesgo de quedarse atrás en sus estudios. «Lxs niñxs de los hogares más pobres», dice la ONU, «no tienen acceso a Internet, computadores personales, televisores o incluso radios en casa, lo que amplifica los efectos de las desigualdades de aprendizaje existentes». Cerca de un tercio de todos lxs niñxs —al menos 463 millones— no tienen ningún acceso a las tecnologías para la educación a distancia; tres de cada cuatro de estos niñxs proceden de zonas rurales, la mayoría de los hogares más pobres. Debido al cierre de las escuelas durante los confinamientos y a la falta de infraestructura para el aprendizaje en línea, muchos niños y niñas «se enfrentan al riesgo de no volver nunca a la escuela, deshaciendo años de progreso en la educación en todo el mundo».

 

En 2015, los 193 Estados miembros de las Naciones Unidas acordaron la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, estableciendo diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que debían cumplirse en un plazo de quince años. Todo el proceso de los ODS, que comenzó con los Objetivos de Desarrollo del Milenio para reducir la pobreza en el año 2000, contó con un amplio consenso. El cuarto ODS consiste en «Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos». Como parte del proceso para avanzar en este objetivo, las Naciones Unidas y el Banco Mundial desarrollaron conjuntamente un concepto llamado «pobreza de aprendizaje», definido como «ser incapaz de leer y comprender un texto sencillo a los 10 años». La medida de «pobreza de aprendizaje» se aplica al 53% de lxs niñxs de los países de ingresos bajos y medios y hasta al 80% de lxs de países pobres. Antes de la pandemia, estaba claro que para 2030 las aspiraciones de los ODS no se lograrían para el 43% de los niños y niñas del mundo. Las Naciones Unidas informan ahora que en 2020 otros 101 millones, o el 9% de lxs niñxs de las clases 1 a 8, «quedaron por debajo de los niveles mínimos de competencia en lectura» y que la pandemia ha «anulado los avances en materia de educación logrados en los últimos 20 años». Ahora se reconoce universalmente que el cuarto ODS será irrealizable durante mucho tiempo.

 

La ONU y el Banco Mundial han dado la voz de alarma de que esta «crisis silenciosa» tendrá un impacto devastador en el futuro económico de las y los estudiantes. Calculan que «esta generación de niñxs arriesga ahora perder 17 billones de dólares en ingresos de por vida en valor actual, o alrededor del 14% del PIB mundial actual, debido a los cierres de escuelas relacionados con el COVID-19 y a las crisis económicas». Lxs estudiantes no solo van a perder billones de dólares en ingresos de por vida, sino que también se van a ver privadxs de la sabiduría y las habilidades sociales, culturales e intelectuales vitales para el avance de la humanidad.

 

Las instituciones educativas, desde los primeros años hasta la universidad, ya hacen hincapié en la comercialización de la educación. El declive de la formación básica en humanidades se ha convertido en un problema global, privando a la población mundial de una base en historia, sociología, literatura y artes, disciplinas que crean una comprensión más rica de lo que significa vivir en una sociedad y ser un ciudadano del mundo. Este tipo de educación es un antídoto contra las formas tóxicas de patrioterismo y xenofobia que nos llevan a la aniquilación y la extinción.

 

Las instituciones culturales son las que más problemas tienen en la «crisis silenciosa». Un estudio de la UNESCO sobre el impacto de la pandemia en 104.000 museos de todo el mundo reveló que casi la mitad de estas instituciones experimentaron una reducción significativa de la financiación pública en 2020, con ganancias limitadas al año siguiente. En parte debido a los confinamientos y en parte a los problemas de financiamiento, la asistencia a los museos de arte más populares del mundo se redujo en un 77% en 2020. Además de la pandemia, el auge del capitalismo de plataformas —actividad económica arraigada en las plataformas online— ha acelerado la privatización del consumo cultural. Las formas públicas de exposición cultural a través de la educación pública, los museos y galerías públicas y los conciertos públicos no pueden seguir el ritmo de Netflix y Spotify. El hecho de que solo el 29% de la población del África subsahariana tenga acceso a Internet hace que las desigualdades de la vida cultural sean una preocupación aún más acuciante.

 

La forma en que se ha tratado a las y los profesores durante la pandemia demuestra la poca importancia que se da a este trabajo crucial y a la educación en general en nuestra sociedad global. Solo en 19 países se colocó a lxs profesores en el primer grupo de prioridad con lxs trabajadores de primera línea para recibir la vacuna COVID-19.

 

El Instituto Tricontinental de Investigación Social ha desarrollado junto a 26 institutos de investigación de todo el mundo Un plan para salvar el planeta, bajo el liderazgo de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP). Seguiremos señalando ese texto porque desafía significativamente la visión del statu quo sobre cómo debemos proceder en nuestras luchas globales compartidas. En lo que respecta a la educación, por ejemplo, estamos construyendo nuestro marco para el planeta basándonos en las necesidades de las y los profesores y alumnos, no en el PIB o el valor del dinero. En cuanto a la educación, tenemos una lista de once demandas que no son exhaustivas, pero sí sugerentes. Pueden leerlas aquí.

 

Les pedimos que lean atentamente el plan. Esperamos sus comentarios, por favor envíenoslos  a plan@thetricontinental.org. Si estas ideas les parecen útiles, les rogamos que las difundan ampliamente. Si se preguntan cómo proponemos financiar estas ideas, echen un vistazo al plan completo (por cierto, actualmente hay al menos 37 billones de dólares en paraísos fiscales ilícitos).

 

En Honduras se están dando pasos en esta dirección. El 27 de enero, la presidenta Xiomara Castro tomó las riendas del país, convirtiéndose en la primera mujer jefa de gobierno en la historia nacional. Inmediatamente se comprometió a dar electricidad gratuita a más de un millón de los casi diez millones de habitantes de Honduras. Esto mejorará la capacidad de la población hondureña más pobre para ampliar sus horizontes culturales y aumentará las posibilidades de que los niños y niñas puedan participar en el aprendizaje en línea durante la pandemia. El día de la toma de posesión de la presidenta Castro, leí las hermosas palabras de la poeta nicaragüense-salvadoreña Claribel Alegría, cuyo compromiso con el progreso de los pueblos de Centroamérica se refleja en sus brillantes poemas. En 1978, justo antes de la revolución nicaragüense, Alegría ganó el Premio Casa de las Américas por su colección Sobrevivo. Con D. J. Flakoll, escribió la historia definitiva de la Revolución Sandinista: Nicaragua, la revolución sandinista: una crónica política 1855-1979, publicada en 1982. El fragmento de su poema “Contabilizando» de su libro Fugues (1993) nos enseña la importancia de la poesía y la epifanía, y la importancia que el sueño y la esperanza tienen para el avance humano:

 

No sé cuántos años soñando
con la liberación de mi pueblo
algunas muertes inmortales
los ojos de aquel niño desnutrido
Tus ojos cubriéndome de amor
una tarde nomeolvides
Y en esta hora húmeda
las ganas de plasmarme
en un verso
en un grito
en una espuma

Fuente de la información e imagen: https://www.alainet.org

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Las otras violencias

Por: Gustavo Esteva

Para sobrevivir y crear una opción, debemos tomar seriamente en cuenta la metamorfosis grotesca que sufrió el patriarcado capitalista y democrático que teníamos al instalar en su lugar el régimen que ahora padecemos.

Lo que se empieza a llamar agonía patriarcal por la rebelión de las mujeres está llevando a su extremo los peores rasgos del patriarcado. No sólo es una violencia que parece ilimitada. Es la centralidad de su evangelio de muerte, conforme al cual se intenta sustituir todo lo vivo por productos del hombre. La tecnología para dar órdenes desde el cerebro a todas las cosas que nos rodean simboliza bien lo que ha sido siempre la pretensión del varón. Por eso la lucha antipatriarcal pone de nuevo el cuidado de la vida en el centro de la preocupación personal y la organización social.

El nuevo régimen lleva aún más lejos la degradación moral de las élites propia del capitalismo. Nuestros 100 asesinatos diarios son terribles. Pero esa contabilidad no toma en cuenta que toda la gente está continuamente expuesta a productos que la matan, lenta y silenciosamente, y a condiciones como la contaminación atmosférica, que causa cada año más muertes que las atribuidas al covid desde que empezó.

La mayoría de la gente ha caído ya en una forma de dependencia del estómago que es, literalmente, mortal. Cada vez más, debe buscar en el mercado sus alimentos. Los que ahí encuentra no sólo son poco nutritivos; muchos de ellos son claramente tóxicos y quitan lentamente la vida a quienes los consumen.

El primer lugar mundial en el consumo de refrescos por persona y que México tenga la tasa más alta de obesidad infantil en el mundo son dos hechos interrelacionados que ilustran bien el estado de cosas. Los bebés reciben alimentos azucarados muy pronto y poco a poco se les programa para que rechacen los que no tienen la dosis de azúcar a la que se les ha acostumbrado. Casi todos los refrescos, muchos otros alimentos e incluso las medicinas utilizan fructosa, en vez de azúcar de caña, que es más barata, pero muy dañina.

Nada de esto es secreto. Toda la información pertinente está en Internet, al alcance de todos. De vez en cuando se desliza en los periódicos algo especialmente escandaloso. Pero nada lo detiene. Necesitamos asumir con entereza lo que enfrentamos: una mafia criminal y cínica alimenta a la mayoría de la población y su actividad irresponsable causa inmenso daño ambiental.

Hay organizaciones que por décadas han estado denunciando esta situación. Se han realizado innumerables gestiones ante todos los gobiernos para que actúen, pues resulta claro que podrían remediarla en poco tiempo si emplearan para ello sus facultades y la legislación apropiada. Sería posible, por ejemplo, emitir leyes que prohibieran la producción y distribución de muchos productos; que limitaran drásticamente las cantidades de azúcar y otros ingredientes que pueden incorporarse a los alimentos y bebidas; que vetaran la propaganda que induce el consumo de alimentos tóxicos o dañinos, y muchas cosas más.

Nada de esto es novedad. Se han ofrecido abundantes argumentos y buenas fundamentaciones de todas esas medidas. Pero hace tiempo sabemos que los gobiernos no lo harán. No es tanto porque serán medidas muy impopulares, lo cual podrían enfrentar con la difusión oportuna y adecuada de sus motivos y propósitos. Es sobre todo porque los gobiernos carecen de la voluntad y el poder político que se necesitan para enfrentarse a las élites económicas a las que se subordinan y que son las que realmente conducen el rumbo de la sociedad y del gobierno.

Se ha comentado que podría estarse dando un viraje a la izquierda en los gobiernos de América Latina. Así parece. Pero eso no modifica la situación. La incapacidad evidente de los gobiernos de actuar en función de los intereses de la gente en cuestión tan fundamental como la comida se observa por igual en todo el espectro ideológico, desde la extrema izquierda hasta la extrema derecha.

La pandemia agravó el problema, pero también fue un despertar para mucha gente. Más y más personas se unen ahora a quienes desde hace muchos años actúan como se requiere: aumentan paso a paso la capacidad autónoma de producir lo que comen y tejen redes que unen a los consumidores urbanos con productores rurales.

Esta línea de acción, que escapa abiertamente del mercado y para remediar sus males confía en sus propias fuerzas, no en las del Estado, desafía abiertamente al régimen dominante y lo desmantela desde abajo. Aunque enfrenta grandes dificultades, está al alcance de casi todas las personas y grupos, incluso y especialmente de las más pobres. Para muchas de ellas empieza a ser fórmula de supervivencia. Hoy, además, quien empieza poco a poquito a hacerlo tiene la ventaja de que se multiplican por todas partes los ejemplos de quienes llevan ya buen rato transitando por ese camino y se muestran dispuestos a compartir su experiencia. No hay ciudad, en el país o en el mundo, en que no haya algún caso de ese tipo. Y en muchas ciudades hay una efervescencia espectacular… que alienta la esperanza en medio del desastre.

Fuente de la información e imagen: https://www.jornada.com.mx

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El marco curricular de la educación básica mexicana 2022. Reseña y comentarios

POR: SERGIO MARTÍNEZ DUNSTAN

«Me preocupa un proceso de legitimación social de un producto inacabado, un procedimiento apenas en su fase inicial, sin tener definida su implementación, sin proyectar sus resultados sin prever posibles alteraciones naturales del proceso…»

La Secretaría de Educación Pública (SEP) le quedó a deber a la Nueva Escuela Mexicana. El modelo educativo prometido no fue tal sino resultó uno curricular. Lo presenta a destiempo después de haber comprometido la versión final para abril-junio 2020.[1] y [2]

Según el Boletín Nº 26, recién dio inicio el análisis formal del plan y programas de estudio para el diseño de los Libros de Texto Gratuitos de Educación Básica el pasado 31 de enero. De acuerdo con dicho comunicado, la primera asamblea de 32, se llevó a cabo en el Estado de Veracruz y se realizará en todo el país hasta el próximo 25 de marzo. En la página web de la Revista DGEPE (Dirección General de Educación Primaria Estatal de la Secretaría de Educación del Estado de Veracruz) se encuentra alojado un documento titulado Marco curricular y Plan de estudios 2022 de la Educación Básica Mexicana en el cual se desarrolla in extenso la propuesta. Por su relevancia, resulta conveniente conocerla antes de enjuiciarla a fin de contar con las referencias mínimas para su discusión. Y, de esta forma, estar en condiciones de sustentar alguna opinión al respecto. Con esa finalidad lo revisaré, a grosso modo.

De entrada, se expone la situación de la educación básica. Le dedican más de cincuenta páginas para criticar el desempeño de los gobiernos anteriores, el impacto del modelo neoliberal y competencial en la educación. Cuestionan la influencia de los organismos internacionales en las políticas públicas. De manera específica, a la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE). Hasta llegar al momento actual y los efectos de la pandemia del SARS-COV2 en la educación básica.

A partir de ahí, se definen los elementos centrales de la política curricular.

  1. El derecho humano a la educación. Retoman el marco jurídico normativo propio de la reforma educativa del dos mil diecinueve. Con particular énfasis, lo establecido en el Artículo 5º de la Ley General de Educación. “Toda persona tiene derecho a la educación, el cual es un medio para adquirir, actualizar, completar y ampliar sus conocimientos, capacidades, habilidades y aptitudes que le permitan alcanzar su desarrollo personal y profesional; como consecuencia de ello, contribuir a su bienestar, a la transformación y el mejoramiento de la sociedad de la que forma parte”.
  2. Los profesionales de docencia: revalorización docente, reconocimiento de su autonomía curricular. Llama la atención la misión atribuida al magisterio nacional. “Su misión es conducir procesos formativos y dialogar con las y los estudiantes en un sentido crítico, de respeto mutuo, incluyente y equitativo, para que aprendan saberes, conocimientos, técnicas, operaciones, artes, prácticas, proyectos, habilidades y valores que sean significativos para su vida individual y colectiva” (página 63). La libertad académica es otra de las categoría conceptuales abordadas en este apartado (página 65).
  3. La función diagnóstica y formativa de la evaluación que va más allá de la pura recopilación de información para tomar decisiones y que  descansa en la participación del alumnado. En contraparte, se pone en tela de juicio “toda forma vertical y autoritaria” (página 69). Se debe contemplar, según se dice, a la autoevaluación como una etapa fundamental del proceso de valoración de la práctica docente. (página 72).
  4. El currículo nacional desde la diversidad: finalidades de la propuesta. “El plan de estudios (…) de la educación básica, señala, estructura sus contenidos, teniendo como finalidad el interés de las comunidades (…) a partir de la articulación de lo común con lo diverso”. El respeto a los derechos de las NNA y el enfoque cultural (multi, pluri, inter) ,con fundamento en el artículo 2º constitucional, se engloban en el concepto de “justicia curricular” (página 77).

Estructura curricular del plan de estudios 2022 de la educación básica mexicana.

A) El aprendizaje como hecho histórico contextual sustentado en la teoría piagetana y de Lev Vigotsky.

B) La comunidad como articulador de los procesos educativos. Este plan de estudios coloca a la comunidad como el espacio social, cultural, político, productivo y simbólico, en el que se inscribe la escuela, como el principal articulador de las relaciones pedagógicas, sí como de los procesos de enseñanza y aprendizaje los cuales tiene igual valor que aquellos que se logran en el aula. Asimismo, se concibe “hacer comunidad es una acción de exposición y contacto a otros citando con ello la obra de Zygmunt Bauman (página 83).

C) Perfil de egreso de las y los estudiantes al concluir la educación básica. Se les nombra también como los rasgos globales del aprendizaje. En ellos se articulan las capacidades y valores expresados en los ejes artículadores con los conocimientos, actitudes, valores, habilidades y saberes aprendidos gradualmente en los capos formativos que éstos son concebidos a su vez como el conjunto de cualidades y habilidades que les permitan seguir aprendiendo.

D) Ejes articuladores del currículo de educación básica.

I. Inclusión.

II. Pensamiento crítico

III. Interculturalidad crítica

IV. Igualdad de género

V. Formento a la Lectura y la Escritura

VI. Educación Estética

VI. Vida Saludable

E) Campos formativos. En ellos se articulan los contenidos de las disciplinas que lo integran. Implica el desplazamiento de una educación basada en asignaturas.

I. Lenguajes

II. Saberes y Pensamiento Científico

III. Ética, Naturaleza y Sociedad

IV. De lo Humano y lo comunitario

F) Programa analítico y sus componentes. La estructura de cada campo formativo se organiza de la siguiente manera.

I. Descripción/ Naturaleza del campo

II. Contenidos

III. Diálogos

IV. Progresiones de aprendizaje

V. Orientaciones didácticas

VI. Sugerencias de evaluación

VII. Fases de aprendizaje

Fase 1. Educación inicial

Fase 2. Educación preescolar

Fase 3. Primero y segundo grados de Educación Primaria

Fase 4 Tercer y Cuarto Grados de Educación Primaria

Fase 5 Quinto y Sexto Grados de Educación Primaria

Fase 6. Primero, Segundo y Tercer grados de educación Secundaria

Más adelante, y de manera explícita, se aclara que la malla curricular; la representación gráfica y relaciones entre los elementos de la estructura; la organización de los tiempos, grados, fases; se encuentran en construcción; las pautas para la puesta en marcha del plan de estudios; la participación de la federación y los estados; así como el codiseño como política de diversificación y articulación. Pero se contemplan la organización de los tiempos, grados, fases y niveles de la malla curricular expresados en periodos lectivos.

De acuerdo con lo anteriormente reseñado, en una muy apretada síntesis por lo cual recomiendo ampliamente su lectura, me parece que es una gran acierto presentar el modelo curricular. En contraparte, es un error exponerlo hasta esta fecha porque pone en riesgo su generalización para el ciclo escolar 2022-2023 como se había previsto. Hasta aquí, veo cierta congruencia en la narrativa gubernamental, su discurso y sus acciones. Basta revisar los autores citados y sobre todos las perspectivas teóricas y metodológicas que sustentan. Aunque ello no garantiza necesariamente la pertinencia pedagógica sino más bien la postura ideológica que comparten. Es un modelo inacabado y sujeto a revisión. Basta esperar las modificaciones resultantes. Sobre todo, la actualización de los docentes en servicio así como la formación inicial de las generaciones futuras del magisterio. Cabe esperar la operación práctica. Tal parece que no es más de lo mismo. Trae consigo un cambio, sino radical, distinto a como se venía concibiendo y llevando a cabo el diseño curricular. No me provoca un optimismo inusitado ni tampoco lanzo las campanas al vuelo. Mas bien, lo recibo con cierto escepticismo. Me preocupa un proceso de legitimación social de un producto inacabado, un procedimiento apenas en su fase inicial, sin tener definida su implementación, sin proyectar sus resultados sin prever posibles alteraciones naturales del proceso. Con mucha prisa y poco cuidado. A mata caballo, pues. Actuaré en consecuencia a fin de coadyuvar a que llegue a buen puerto buscando poner mi granito de arena desde mi propia trinchera. Al final de cuentas, está en juego la formación de las generaciones por venir.

Carpe diem quam minimun credula postero

Fuente de la información: https://profelandia.com

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SEP: Reorientación curricular 2022

Por:  Juan Carlos Miranda Arroyo

El documento denominado “Marco curricular y Plan de estudios 2022 de la Educación Básica Mexicana”, redactado por el personal técnico de la Dirección General de Desarrollo Curricular de la SEP (documento de trabajo que circula en redes sociales digitales desde la semana pasada), contiene la propuesta de reorientación curricular del actual gobierno 2018-2024.

El “Marco curricular…” aún está en proceso de elaboración. Por lo tanto, sería conveniente hacer algunos comentarios una vez que se encuentre completo y aprobado por las autoridades educativas federales. Sin embargo, es posible analizar algunos elementos en torno a lo que se ha publicado –oficial o extraoficialmente- hasta el momento.

¿Por qué no se hizo este trabajo antes? Por una sencilla razón: Porque el actual gobierno de la República no tenía un proyecto educativo propio, en general, ni con un alcance en este nivel fino de intervención educativa (renovación curricular); porque no había una visión transformadora con elementos educativos específicos. En términos generales el candidato López Obrador, antes de julio de 2018, hablaba de una “cambio de raíz” de la educación, pero nunca se pronunció a favor de promover una reforma curricular.

El proyecto de gobierno de AMLO sólo había considerado eliminar, parcialmente, los “colmillos” que asomaba la reforma educativa anterior: En particular, la evaluación de desempeño obligatoria hacia las y los docentes, con efectos en la permanencia en el empleo. El o la docente que no reuniera los requisitos académicos establecidos por la ley del servicio profesional docente, (la constitución política modificada en 2013 estableció el término “idoneidad”), quedaría fuera del sistema educativo.

Digo “parcialmente” porque durante las negociaciones para sacar adelante a la reforma constitucional de 2019, el gobierno de AMLO, con Esteban Moctezuma al frente de la SEP, operó políticamente y aceptó que el modelo de evaluaciones hacia docentes, directivos escolares y ATP se mantuviera intacto, con excepción de la “punitiva” evaluación del desempeño.

Hoy, en esa lógica, la evaluación dirigida hacia las figuras educativas no es obligatoria, sino voluntaria. No es de “desempeño” ni excluyente, sino formativa. Sin embargo, la evaluación en este ámbito sigue siendo un modelo que auspicia las carreras individuales de quienes aspiran a lograr una promoción vertical u horizontal. Con dicho esquema, quedan fuera las propuestas para ponderar el trabajo colegiado, la labor colaborativa y el sentido comunitario de la docencia. Propuestas que, por cierto, se han hecho desde las escuelas y con argumentos emanados de la investigación educativa.

El patrón de letargo gubernamental al iniciar una reforma curricular tardía para la educación básica, se confirma. Ayer como hoy, el gobierno federal (SEP) emprende una “reorientación” en los planes y programas en ese nivel educativo después de haberse cumplido el tercer año de la administración.

Pero hay otro patrón o conductas gubernamentales reiteradas: Ese patrón es similar al que he señalado en este y otros espacios: la obsesión de los gobiernos de la República de “meterle” la mano al Artículo Tercero Constitucional. Como si al reformar lo establecido en la Carta Magna, en automático, produjera cambios sustantivos en la base del sistema educativo nacional: en las escuelas.

Sabemos que eso no sucede así. Tanto la experiencia internacional como local indican que esa obsesión por emprender cambios legislativos, no da frutos nutritivos en términos de los procesos educativos ni de sus resultados.

Pero más allá de ello, la simplificación o la ilusión legislativa se queda en retórica mientras las figuras principales de los procesos educativos se quedan relegadas de la deliberación pública.

La disputa por los proyectos y su conversión en políticas públicas educativas, son asumidos por los gobiernos como producto de una lucha que se da en el terreno de las élites dirigentes: partidos políticos y legisladores; grupos empresariales y sus organizaciones filiales; especialistas o expertos asociados a ellos; funcionarios de alto nivel de los gobiernos federal y estatales; dirigencias sindicales; y, entre otros, tomadores de decisiones y operadores de los organismos internacionales, especializados o no en educación.

Aparte, también ha quedado registrado el patrón del cambio “fast track”, que consiste en modificar el Artículo Tercero de la Constitución Política mexicana durante el primer año de gobierno. Así lo hicieron tanto Peña Nieto como López Obrador. ¿Continuarán esos patrones equivocados (la ilusión legislativa) por parte de nuestros gobernantes en los futuros sexenios?

Cuando el gobierno de Peña Nieto inició el proyecto del “nuevo Modelo Educativo” (2015-2016), lo hizo como reacción a las críticas que había recibido su reforma laboral o administrativa, pero no pedagógica. Lo cual era paradójico e incongruente para el sector. Por eso Aurelio Nuño, titular de la SEP en ese entonces, tomó la iniciativa de promover la renovación curricular, entre otras acciones y decisiones de política pública.

Fue hasta el 2017 que se publicó el documento oficial. A un año de concluir el periodo de gobierno (noviembre de 2018). Algo similar sucede ahora: Corre el cuarto año del periodo de gobierno federal, encabezado por AMLO. ¿Cuándo aterrizará en las escuelas la propuesta de reorientación curricular iniciada este año?

De manera oficial, la Secretaría de Educación Pública (SEP) convoca en estos días a los diversos actores involucrados en la educación básica, media superior y normal del país, así como a todo interesado en aportar propuestas, a participar en las Asambleas de análisis del plan y los programas de estudio para el diseño de los Libros de Texto Gratuitos para la Educación Básica, que se llevarán a cabo del 31 de enero al 25 de marzo de 2022 (Boletín SEP no. 25).

Ojalá que se pudieran precisar los términos, porque el análisis del plan y programas de estudio es una cosa, y el diseño y elaboración de los libros de texto gratuitos para la educación básica, son una cuestión diferente.

El análisis y rediseño del plan y programas de estudio tienen que ver con la definición de los criterios para seleccionar contenidos, enfoques y métodos educativos (¿Saldremos por fin del oscuro túnel del enfoque “competencial”; habrá mayor flexibilidad para abonar a la autonomía de las escuelas?); mientras que el rediseño de los libros de texto, tiene que ver con los recursos didácticos que están vinculados, directa e indirectamente, con el diseño curricular de base.

Como primer comentario al respecto, y por los términos de la convocatoria, queda la percepción de que las autoridades educativas y los especialistas que trabajan en estos procesos, creen que la renovación curricular obedece a la necesidad de reorientar el rediseño de los libros de texto gratuitos. ¿No es esto acaso al revés? ¿U otra vez se busca legitimar hechos consumados (libros ya rediseñados), a través del montaje o de una puesta en escena (renovación curricular)?

Fuente de la información: http://www.educacionfutura.org

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“Yo soy yo a través de ti”:Ubuntu: una salida a nuestra barbarie

Por: Leonardo Boff

La pandemia ha mostrado una abismal desigualdad mundial y una cruel falta de solidaridad hacia las personas que no pueden mantener la distancia social ni dejar de trabajar porque entonces no tienen qué comer. Para ser concretos: no hemos abandonado aún el mundo de la barbarie: si ya la habíamos dejado, hemos vuelto ella. Nuestro mundo no se puede llamar civilizado cuando un ser humano no reconoce y acoge a otro ser humano, independientemente del dinero que lleva en el bolsillo o tiene depositado en el banco, o de su visión de mundo y su pertenencia religiosa. La civilización surge cuando los seres humanos se entienden iguales y deciden convivir pacíficamente. Si esto es así, estamos todavía en la antesala de la civilización y navegamos en plena barbarie. Este escenario es dominante en el mundo de hoy, agravado aún más por el ataque de la Covid-19. Él adquirió su más siniestra expresión mediante la cultura del capital, competitiva, poco solidaria, individualista, materialista y sin ninguna compasión con la naturaleza. En este contexto ultrajante dos alternativas pueden salvarnos: la solidaridad y el internacionalismo. La solidaridad pertenece a la esencia de lo humano, pues si no hubiera habido un mínimo de solidaridad y de compasión, ninguno de nosotros estaría aquí hablando de estas cosas. Fue necesario que nuestras madres solidariamente nos acogieran, abrazaran, alimentaran y amaran para que podamos existir. Sabemos por la bioantropología que por la solidaridad nuestros antepasados antropoides se volvieron humanos, y con esto, civilizados, cuando empezaron a traer comida al grupo, la repartieron solidariamente entre ellos y practicaron la comensalidad. Esta acción continúa todavía hoy, cuando muchos grupos, especialmente los Sin Tierra, se han mostrado solidarios distribuyendo decenas de toneladas de alimentos del campo y muchos centenares de marmitas para saciar el hambre de miles de personas en las calles y periferias de nuestras ciudades. Parece obvio: si el problema es internacional, debería haber también una solución concertada internacionalmente. ¿Pero quién cuida de lo internacional? Cada país cuida de sí mismo como si no hubiese nada más allá de sus fronteras. Ocurre sin embargo que hemos inaugurado una fase nueva de la historia de la Tierra y de la Humanidad: la fase planetaria, la de la única Casa Común. Los virus no respetan las fronteras nacionales. La Covid-19 ha atacado a toda la Tierra y amenaza a todos los países sin excepción. Las soberanías se muestran obsoletas. ¿Qué hubiera sido de los mayores de Italia, gravemente infectados por la Covid-19, sin la solidaridad de Angela Merkel de Alemania que salvó a la gran mayoría? Pero eso fue una excepción para mostrar que es mediante la superación del nacionalismo envejecido en nombre del internacionalismo solidario como podremos encontrar un camino de salida a nuestra barbarie.En esa perspectiva consideramos inspiradora una categoría fundamental, venida de África. Mucho más pobre que nosotros, ella es más rica en solidaridad. Esta se expresa por la palabra Ubuntu, que significa: yo solo soy yo a través de ti. Por lo tanto, el otro es esencial para que yo exista en cuanto humano y civilizado. Inspirado por Ubuntu, el recién-fallecido arzobispo anglicano, Desmond Tutu, encontró para Sudáfrica una clave para la reconciliación entre blancos y negros en la Comisión de la Verdad y de la Reconciliación.Como ilustración de cómo el Ubuntu está enraizado en las culturas africanas, consideremos este pequeño testimonio: un viajante europeo y blanco se extasió con el hecho de que siendo más pobres que la mayoría, los africanos eran menos desiguales. Quiso saber el por qué. Ideó un test. Vio un grupo de chicos jugando futbol en un campo rodeado de árboles. Compró una hermosa cesta de variados frutos llenos de color y la puso en lo alto de una pequeña colina.
Llamó a los jóvenes y les dijo: “Allí arriba hay un cesta llena de sabrosos frutos. Vamos a hacer una apuesta, pónganse todos en fila y cuando dé la señal empiecen a correr. El primero que llegue arriba podrá coger la cesta y comer todo lo que quiera”.Dio la señal de partida. Cosa curiosa: todos se dieron las manos y juntos corrieron hacia lo alto, donde estaba la cesta. Y empezaron a saborear solidariamente los frutos.El europeo, estupefacto, preguntó: ¿por qué hicieron eso? ¿no era que el primero que llegase podría comer todos los frutos él solo?

Todos gritaron al unísono: ¡Ubuntu! ¡Ubuntu! Y un chico algo más mayor le explicó: “¿Cómo uno de nosotros podría ser feliz solo si todos los demás estuvieran tristes?” Y añadió: “Mi señor, la palabra Ubuntu significa eso para nosotros: “yo solo puedo ser yo por medio del otro”. “Sin el otro no soy nada y estaría siempre solo”. “Soy quien soy porque soy a través de los otros. Por eso repartimos todo entre nosotros, colaboramos unos con otros y así nadie se queda fuera y triste. Eso hicimos con su propuesta. Comemos todos juntos porque todos ganamos la carrera y juntos disfrutamos los buenos frutos que nos trajo. ¿Entendió ahora?”Este pequeño relato es lo contrario de la cultura capitalista. Esta imagina que alguien es tanto más feliz cuanto más puede acumular individualmente y disfrutarlo solo. A causa de esta actitud reina la barbarie, y hay tanto egoísmo, falta de generosidad y ausencia de colaboración entre las personas. La alegría (falsa) es de pocos, al lado de la tristeza (verdadera) de muchos. Para vivir bien en nuestra cultura, muchos tienen que vivir mal.Sin embargo, por todas partes en la humanidad, están fermentando grupos y movimientos que ensayan vivir esa nueva civilización de la solidaridad entre los humanos y también con la naturaleza.Creemos que la construcción del Arca de Noé ha empezado. Ella podrá salvarnos si el Universo y el Creador nos conceden el tiempo necesario. Fuera de la solidaridad y el sentido internacionalista pereceremos en nuestra barbarie.

*Leonardo Boff es eco-teólogo y ha escrito Covid-19, la Madre Tierra contraataca a la humanidad, Vozes 2020; Habitar la Tierra: ¿cuál es el camino para la fraternidad universal?, Vozes 2121.

Traducción de Mª José Gavito Milano

Fuente de la información e imagen: https://leonardoboff.org

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UNICEF: Una crisis dentro de otra crisis: mientras la COVID-19 sigue haciendo estragos, el aumento de la inversión es fundamental para poner fin a la mutilación genital femenina

Una crisis dentro de otra crisis: mientras la COVID-19 sigue haciendo estragos, el aumento de la inversión es fundamental para poner fin a la mutilación genital femenina

Declaración conjunta de la Dra. Natalia Kanem, Directora Ejecutiva del UNFPA, y de Catherine Russell, Directora Ejecutiva de UNICEF, sobre el Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina

NUEVA YORK, 4 de febrero de 2022 – “Una serie de crisis simultáneas están exponiendo a millones de niñas a un mayor riesgo de sufrir mutilación genital femenina.

“Los países que ya luchan contra el aumento de la pobreza, la desigualdad y los conflictos están viendo cómo la pandemia de la COVID-19 amenaza aún más los progresos alcanzados durante los últimos años para poner fin a esta práctica, generando una crisis dentro de otra crisis para las niñas más vulnerables y marginadas del mundo”.

“Incluso antes de la COVID-19, se estimaba que 68 millones de niñas corrían el riesgo de ser víctimas de la mutilación genital femenina entre 2015 y 2030. Debido a que la pandemia sigue provocando el cierre de escuelas y la interrupción de los programas que ayudan a proteger a las niñas de esta práctica nociva, es posible que en la próxima década se produzcan otros 2 millones de casos de mutilación genital femenina.

“Se estima que el rápido crecimiento de la población en algunos países aumentará aún más el número de niñas en riesgo, lo que hace más urgente acelerar los esfuerzos mundiales para eliminar esta práctica antes de 2030, tal como se establece en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

“Además de dañar el cuerpo, la vida y el futuro de las niñas, la mutilación genital femenina es una violación de sus derechos humanos. Sólo una acción unida, concertada y adecuadamente financiada puede poner fin a esta práctica en todas partes.

“Mientras la comunidad mundial pone en marcha programas para llegar a las niñas y mujeres afectadas por la pandemia, es urgente acelerar las inversiones para acabar con la mutilación genital femenina. Se necesitan unos 2.400 millones de dólares para eliminar esta práctica en 31 países altamente prioritarios. En concreto, será necesario:

  • Invertir en el empoderamiento de las niñas y las mujeres, y proporcionar intervenciones y servicios adaptados a las víctimas y a quienes corren el riesgo de ser víctimas de la mutilación genital femenina.
  • Invertir en la creación de asociaciones y en la movilización de aliados –incluidos hombres y niños, grupos de mujeres, líderes comunitarios e incluso personas que han realizado la mutilación genital femenina en el pasado– para ayudar a eliminar la práctica.
  • Invertir en la formulación y aplicación de leyes a nivel nacional y en el fortalecimiento de las instituciones.

“Hasta ahora, los avances han sido claros y cuantificables. Hoy en día, las niñas tienen tres veces menos de probabilidades de ser sometidas a la mutilación genital femenina que hace 30 años, y en las últimas dos décadas se ha duplicado la proporción de niñas y mujeres en los países de alta prevalencia que se oponen a la práctica.

“Esos logros están ahora amenazados por un desafío sin precedentes. Es preciso mantener el impulso a escala mundial y aprovechar los años de progreso para acabar por completo con esta práctica dañina”.

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Notas para los editores

El Programa Conjunto UNFPA-UNICEF para la Eliminación de la Mutilación Genital Femenina tiene como objetivo erradicar la mutilación genital femenina mediante intervenciones en 17 países en los que esta práctica es frecuente. Al capacitar a las niñas y mujeres para que ejerzan sus derechos a la salud, la educación, los ingresos y la igualdad, el programa pretende contribuir a poner fin a los desequilibrios de poder que sustentan esta práctica nociva.

Fuente de la Información: https://www.unicef.org/es/comunicados-prensa/mientras-covid19-sigue-haciendo-estragos-aumento-inversion-fundamental-poner-fin-mutilacion-genital-femenina

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Chile: Aves de mal agüero

Aves de mal agüero

Carolina Vásquez Araya

Gabriel Boric ha levantado una ola de malos presagios, incluso antes de asumir.

La derecha tradicional latinoamericana no está dispuesta a conceder una tregua a sus oponentes políticos. Ni siquiera acepta, con gracia deportiva, una derrota en las urnas legal e indiscutible como la ocurrida en Chile con la victoria del candidato de izquierda, Gabriel Boric Font. Ese despertar del pueblo -como los sucedidos en Honduras y Perú- les ha golpeado en el centro del ego y ha abierto las compuertas de una auténtica orgía de fatales predicciones. Boric ni siquiera ha asumido el poder y ya le vaticinan el peor de los fracasos.

Para mayor ofensa, el nuevo presidente electo ha tenido el arrojo de nombrar a un gabinete en el cual destaca con fuerza -por primera vez en la historia de Chile- una mayoría de mujeres y un promedio de edades entre sus integrantes, fluctuando alrededor de los 45 años. Es decir, su gabinete no solo representa a las mayorías, sino además promete un aire renovador que a la derecha tradicional le provoca un profundo miedo. Lo único que podría criticarsele al nuevo mandatario es la ausencia del sector indígena en esa elevada instancia de la estructura del poder político.

Mientras en Chile los sectores del ala conservadora buscan la manera de ser partícipe de las decisiones que surgirán desde el Ejecutivo, en otros países de América Latina se ha despertado una ola de odio contra las nuevas autoridades, con un resurgimiento irracional del discurso de la Guerra Fría y los vaticinios de una catástrofe económica y social en el breve plazo. Todo ello, teñido de una total falta de conocimiento y la peor de las intenciones. Lo que no han entendido estos personajes agoreros es que un cambio en la dirección política no solo es absolutamente necesario, también es parte de un sistema democrático en donde las mayorías deciden y participan. Esto último se refleja en un equipo de trabajo interdisciplinario, capacitado y comprometido con un plan de gobierno orientado a eliminar las grandes desigualdades provocadas por el sistema neoliberal actual.

Estas aves de mal agüero pretenden, en última instancia, contaminar un proceso que ha sido catalogado como uno de los más transparentes y democráticos en nuestro continente, en el cual brilló la voluntad popular y se expresó de manera contundente el deseo de retomar una ruta hacia el desarrollo de toda la población, derribando las barreras que hoy han sumido a millones de chilenos en la pobreza. El rechazo a un sistema económico rapaz, como el neoliberalismo, también se manifiesta en otros países latinoamericanos con similar potencia. La diferencia en los resultados radica en los niveles de corrupción y el abuso de poder de pequeños tiranos apoyados por las élites locales y sus ejércitos vinculados a las mafias.

Chile comenzará en marzo una nueva etapa. Esto significa el inicio de una transformación profunda de sus bases programáticas. En este proceso, el apoyo del nuevo gobernante a la Asamblea Constitucional, en su trabajo para redefinir el marco jurídico y erradicar desde esa instancia las huellas de la dictadura, será un paso gigantesco hacia un Chile más justo e incluyente. Desde ese texto constitucional se espera una administración del Estado mejor orientada hacia la conservación de sus recursos, más abierta a la participación popular y capaz de proporcionar una plataforma equitativa para enfrentar los desafíos del desarrollo.

Las aves agoreras, surgidas desde los reductos de la derecha rancia y anclada en el pasado que han dominado la política desde tiempos de la Colonia, tendrán que aceptar esta coyuntura histórica y guardarse las intenciones de revertir por la fuerza la voluntad popular. Los aires de la Guerra Fría -aun cuando se levantan de vez en cuando- no tendrán la fuerza suficiente para volver a derrocar a un gobierno legítimamente electo por el pueblo. La sola intención detrás de sus discursos de odio ya es evidencia de su derrota moral. Lo que procede hoy, es acompañar al proceso con espíritu democrático y demostrar así la voluntad de reconstruir el tejido social con un acento rotundo en la igualdad y la justicia.

Lo que procede ahora es acompañar al proceso con un espíritu democrático.

Fuente de la Información: https://iberoamericasocial.com/aves-de-mal-aguero/

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