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Brasil: Educación, sociedad y pobreza: entre miradas y quimeras

Educación, sociedad y pobreza: entre miradas y quimeras

Ivonaldo Leite

Fuentes: Rebelión [Imagen: Aula escolar en una aldea en Pará. Créditos: Germano Lüders/EXAME.com]

En este artículo el autor reflexiona sobre la estrecha relación entre sociedad, educación y pobreza, sosteniendo que favorecer el acceso a la escuela de la población sin recursos, sin intervenir en otras esferas, nunca será la solución a la pobreza.


En general, la expresión “lo social” tiene dos acepciones. En sentido amplio, significa la sociedad en su totalidad y se utiliza al comparar la sociedad con la naturaleza, la forma social de movimiento de la materia con la biología. En sentido estrecho, el término expresa la presencia de relaciones sociales entre las personas.

Las relaciones sociales son los vínculos de interacción de los individuos y grupos de individuos que persiguen determinados objetivos sociales en condiciones concretas de tiempo y espacio. En documentos gubernamentales, junto con el desarrollo cultural, político y económico de la sociedad, se habla del desarrollo social y de la política social. Se utilizan expresiones como “esfera social”, “justicia social”, “aspectos sociales”, etc.

Sin embargo, el desarrollo social y la política social, si bien se estimen primarios al nivel de las relaciones sociales y del sistema social, no pueden considerarse como “del mismo orden” que la economía, la política y la ideología. En este sentido, es necesario discutir la relación entre educación (escolaridad) y pobreza. Por ejemplo, es importante preguntarse lo siguiente: ¿hemos de ubicar la carencia de educación como una consecuencia de ser pobre? ¿El no educado será pobre mientras no se eduque? ¿Es acaso posible que no exista relación entre educación y pobreza?

En términos generales, se entiende por pobreza la falta de acceso o dominio de los requisitos básicos para mantener un nivel de vida aceptable. Ello significa que una persona es pobre si no tiene suficiente comida o si carece de acceso a una combinación de servicios básicos de educación, atención de salud, agua potable, sistemas de saneamiento adecuados y un lugar de residencia seguro. Tradicionalmente, los economistas utilizan el ingreso como medida representativa de la pobreza, porque brinda los medios para asegurar la atención debida a las demás necesidades básicas.

De este modo, la mayoría de las estrategias para combatir la pobreza debieran dedicar suma atención a la generación de ingresos como la principal solución del problema. No obstante, es notable cómo, en los últimos tiempos, la preocupación está en proporcionar compensaciones a quienes se ubica por debajo de la “línea de pobreza” mediante programas muy amplios de focalización de los “pobres”, a fin de entregarles algún tipo de ayuda compensatoria. Por otro lado, se considera la pobreza como un fenómeno que ocurre porque las personas no han adquirido las habilidades cognitivas básicas para ser exitosas en el mundo. Así que basta con educarlas, darles acceso a la escuela o proporcionales compensaciones educacionales, y por lo tanto se disminuirán al mínimo las posibilidades de recaer en la pobreza.

Esta perspectiva ha sido adoptada tanto por gobiernos de derecha como de izquierda, pero es una falacia. Como ya he subrayado al principio, el desarrollo social y la política social, si bien se estimen primarios al nivel de las relaciones sociales y del sistema social, no pueden considerarse como “del mismo orden” que la economía, la política y la ideología. No se puede ignorar, por ejemplo, que los contenidos curriculares (y también, muchas veces, la práctica docente) son diferentes según la clase social de los alumnos, lo cual reproduce la desigualdad, y más aún, la legitima, aún que no se lo quiera así.

Tal perspectiva hace de la igualdad de oportunidades el centro de la política educativa para superar la pobreza, pero tiene dificultades para explicar el por qué de la existencia de la desigualdad. Como se pregunta el investigador mexicano Miguel Bazdresch Parada, ¿por qué, si la política educativa trata de ofrecer “educación para todos”, persiste la desigualdad de oportunidades? La respuesta tiene que ver con la imposibilidad de ofrecer a desiguales sociales una oportunidad igual a la de otros grupos cuyo “capital cultural” es de entrada diferente y con perspectivas de futuro también diferente. Es la lógica operativa del sistema social.

La formación económico-social que mueve dicho sistema se caracteriza por la acción de algunas regularidades. Destaco dos: las regularidades estructurales relacionadas con el funcionamiento de los distintos aspectos de la actividad vital de la sociedad y las regularidades genéricas relacionadas con el desarrollo de la sociedad. Si la relación entre educación y pobreza no se concibe teniendo esto en cuenta, la tendencia es que los enfoques desarrollados al respecto se limiten a la superficialidad y las falacias.

Además, considerar la función de las regularidades en la reproducción de las estructuras del sistema es una condición indispensable para pensar en proyectos de cambio social. En este sentido, conviene recordar las palabras del “red doctor”, en El Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte: los hombres, o mejor dicho, los seres humanos hacen su propia historia, pero no la hacen a su libre arbitrio, bajo circunstancias elegidas por ellos mismos, sino bajo aquellas circunstancias con que se encuentran directamente, que existen y les han sido legadas por el pasado. La tradición de todas las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos.


Ivonaldo Leite es profesor en la Universidad Federal de Paraíba (Brasil).

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

 

Fuente de la Información: https://rebelion.org/educacion-sociedad-y-pobreza-entre-miradas-y-quimeras/

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Guayana Esequiba: Geoeconomía de una ocupación

Guayana Esequiba: Geoeconomía de una ocupación

Irene León

Se trata de un territorio y mar que Inglaterra ambicionó desde el Siglo XIX, ulteriormente Estados Unidos lo colocó en el eje de la doctrina Monroe y ahora está desplegando una embestida conjunta con sus corporaciones, buscando legitimar una situación de ‘hechos cosumados’ que se ha intensificado desde 2015.

Un aire de bonanza ha empinado las proyecciones de la corporación Exxon Mobil, que obtuvo en 2022 cerca de 414 mil millones de dólares, ingresos inéditos en su historia, que representan 44.8 por ciento  más que el año precedente y un incremento gigantesco si se compara con su crisis de 2020, cuando sus pérdidas llegaron a poner en jaque su lugar en la bolsa de valores. Asimismo, de la mano de esa corporación estadunidense, se dice que Guyana podría convertirse “en el país que produce más barriles de petróleo por habitante en el mundo, superando a Kuwait, en ese caso, al medir la riqueza per cápita de sus 800 mil habitantes, pasaría a ser un país rico, pues en 2021 su PIB se incrementó en 57.8 por ciento y en 2022 en 37.2 por ciento”.

No obstante, en ambos casos, la bonanza proviene principalmente de la explotación petrolera y gasifera que esa corporación y país han activado en la región Esequiba en controversia e incluso en aguas venezolanas. Se trata de un territorio y mar que Inglaterra ambicionó desde el Siglo XIX, ulteriormente Estados Unidos lo colocó en el eje de la doctrina Monroe y ahora está desplegando una embestida conjunta con sus corporaciones, buscando legitimar una situación de ‘hechos cosumados’ que se ha intensificado desde 2015.

Se trata de una incursión multiforme, pero con la modalidad invariable de “licencias” otorgadas por Guyana, principalmente a la corporación estadunidense Exxon Mobil, pero también a la Chevron, que registra igualmente importantes ingresos por esa arremetida. Otras corporaciones como la española Repsol o la británica Tullow, reportan pingües réditos por proyectos upstream en el Alto Esequibo.

Con las facilidades otorgadas por la liberalización económica, las corporaciones privadas han multiplicado sus dividendos, es más, además de la conocida habilidad de las transnacionales para eludir la fiscalidad de los países, estos terminan ‘indemnizandolas’ a través de exenciones adicionales en zonas francas, de modo que las corporaciones recuperan su inversión en menos de 5 años y pasan a percibir ganancias netas, por lo general de hasta 80 por ciento de los beneficios, mientras los países productores apenas colectan el saldo.

En el caso de Guyana, apenas 25 por ciento de los beneficios se quedan en el país y se evidencia una irrisoria redistribución de ese ingreso, al punto que en 2019 su índice de desarrollo humano fue el más bajo de Sudamérica, a la vez, la pobreza extrema atañe al 35.1 por ciento de la población, mientas el índice de emigración alcanza un 55 por ciento y hasta el 80 por ciento de personas con estudios superiores vive fuera del país. A todas luces, “la creación de un entorno económico liberal, basado en normas” y la cesión de soberanía de Guyana beneficia principalmente a las corporaciones estadounidenses y a otras empresas transnacionales.

En esas condiciones, la ExxonMobil ha llegado a asumir como propio el litigio territorial que Guyana mantiene con Venezuela y también con Surinam, pues en el primer caso, una política energética soberana obliga al Estado a operar en función del bien común y no en base a los intereses corporativos. Eso explica la movilización comunicacional, jurídica y política que posiciona la entelequia de que Venezuela quiere confiscar hasta dos tercios del territorio Guyanés.

Las cosas han ido tan lejos en el posicionamiento de ese relato, que Guyana ha acudido a la Corte Internacional de Justicia -CIJ-, para deslindarse del reconocimiento de la controversia limítrofe existente y eludir el imperativo del consentimiento de ambas partes para delinear los mecanismos de resolución, como está consignado en el Acuerdo de Ginebra, al contrario sustenta la vigencia del ‘Laudo de Paris’ (1899), impulsado por William McKinley, presidente estadounidense de la época, sin la participación de Venezuela. Aún mas, Guyana intentó que la CIJ se inmiscuya en la política interna venezolana y suspenda la consulta popular que ese país ha convocado para que el pueblo se pronuncie sobre esta problemática, la CIJ no lo hizo, lo que constituye una ganancia para la soberanía.

Por su parte, Venezuela aduce que este no es solo un asunto de soberanía nacional y energética sino una problemática que atañe a la geopolítica regional, toda vez que involucra de modo directo la pretención de hacer prevalecer los intereses corporativos frente a la certificación histórica de un Estado. Según el presidente venezolano, Nicolas Maduro, “…más que Guyana, son la Exxon Mobil y el Comando Sur que pretenden tomarse el mar que le pertenece a Venezuela”, de ahí su llamado al dialogo al vecino país.

La Exxon Mobil, corporación emblemática de Estados Unidos, con los ojos puestos en unas reservas de unos 11.000 millones de barriles de petróleo, abundante gas y ecosistemas con alta proyección para la producción de energías limpias, ha asumido como suya la estrategia de judicialización que ha emprendido “Guyana”, entre las evidencias figura el pago de unos 15 millones de dólares para la defensa jurídica de Guyana.

Es un caso de interés regional, entre otros, porque pone en evidencia los escenarios de disputa entre la tesis del poder corporativo: el “orden internacional basado en normas” frente a a legislación internacional y la legitimidad histórica, de cuya fuente Venezuela sustenta su defensa. Estados Unidos, perdón Guyana, está llevando esta decisión a un escenario de hechos consumados y no a la resolución de derecho internacional, a sabiendas de que en los llamados tribunales de arbitraje, que son instancias creadas por las corporaciones para coaxionar a los Estados, las corporaciones ganan el 90% de veces. Según el historiador venezolano Omar Hurtado, en 1899 el arbitraje se hizo entre potencias, sin Venezuela. Y sin Venezuela, el Laudo de Paris otorgó a Gran Bretaña (ahora Guyana) el 90% del territorio en disputa, sin la concurrencia de elementos jurídicos probatorios.

Latinoamérica epicentro de una “nueva” geopolítica petrolera

Proyecciones empresariales especializadas hablan de una nueva geopolítica petrolera para 2028, en cuya cúspide figuran: Brasil (Presal), Guyana (Esequibo) y Argentina (Vaca Muerta) en ese orden, a la vez que vaticinan un relegamiento de México, Venezuela, Ecuador y Colombia, aduciendo la disminución de su producción, como también la gestión a través de empresas públicas comprometidas con la economía nacional y no con una transnacionalización apátrida en beneficio de las corporaciones. En todos los casos, el epicentro de esa prospectiva petrolera es latinoamerica y el Caribe.

El historiador Pedro Calzadilla interrelaciona el laudo arbitral de Paris (1899) con el despunte de la aplicación concreta de la doctrina Monroe (1823), en tanto la formula del laudo arbitral y la demostración de fuerza militar estadounidense, no sólo marcó la exclusión de Europa, sino que definió la zona hemisférica que Estados Unidos considera hasta ahora como su área de influencia: “América para los Americanos”. Este hecho, evidencia que con la doctrina Monroe, despuntó la consolidación del proyecto geopolítico estadounidense para erigirse como hegemón.

Este enfoque del hecho es muy relevante ahora, cuando se evidencia la maduración de la interrelación entre el poder corporativo y el proyecto militar de Estados Unidos, que actúan como articuladores del proyecto de restauración del capitalismo. Justamente, en el caso de la Guayana Esequiba la Exxon Mobil entra sin mediaciones en la disputa territorial, además la arremetida iniciada en 2015 coincide con una ofensiva de presiones económicas, principalmente la aplicación de las medidas coercitivas unilaterales que Estados Unidos inflige a Venezuela.

Desde hace 140 años, la ahora llamada Exxon Mobil, se construye a través de un proceso de fusiones monopólicas, en cuyo caminar figura la Standard Oil Company (1870) creada por Rockefeller y asociados. La historia de esta corporación está estrechamente relacionada con la de su país sede, más aún, surge como una pieza del poder estadounidense, Steve Coll, autor de Private Empire: Exxon Mobil and the American Power (2013) enfatiza en que estas son dos piezas indivisibles de un todo: «Es un Estado empresarial dentro del Estado americano que tiene sus propias reglas de política exterior» y un proyecto de controlar los recursos energéticos a escala mundial.

Esa asociación es perceptible en distintos episodios estratégicos tales como las incursiones militares cometidas por Estados Unidos, en Iraq por ejemplo y de manera más amplia en Oriente medio, la ExxonMobil resultó ser el máximo proveedor del Pentágono (1999 – 2005). También, en las proyecciones energéticas que el país norteamericano exhibe, esta corporación aparece incluso entre las más importantes para el manejo en curso y futuro de energías limpias, aún si su campo de especialidad es la explotación de combustibles fósiles. No obstante, aún en el contexto de las transiciones energéticas planteadas, se estima que la demanda de crudo tiene significativas proyecciones económicas futuras. La AIE estima que hacia 2028 la producción petrolera global se incrementará en un 5.8 millones de barriles diarios y que una cuarta parte de la oferta será latinoamericana.

La Exxon Mobil, es muy conocida como autora de los más emblemáticos desastres ecológicos, por su postura negacionista del cambio climático e incluso por acusaciones de manipular informaciones sobre riesgos climáticos y afectar a inversionistas. Pero también ha sido denunciada por tener una relación privilegiada con el gobierno, según OMAL “La historia de esta corporación petrolera que forma parte del Complejo Militar Industrial Financiero y Comunicacional norteamericano, es una historia que está cargada del despojo, evasión de impuestos, la injerencia, las agresiones al medio ambiente y las violaciones sistemáticas del derecho internacional, además está íntimamente ligada a al Departamento de Estado y los sectores de ultraderecha norteamericana”. Ese es el perfil del entorno de actores geoeconómicos que maniobran para consumar una apropiación territorial de gran magnitud en la región latinoamericana y caribeña.

Fuente de la Información: https://www.telesurtv.net/opinion/Guayana-Esequiba-Geoeconomia-de-una-ocupacion-20231203-0021.html

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Planificación estratégica como proceso de integración en el sector salud venezolano

Autor: Félix Eduardo Camejo Sánchez

Correo electrónico: felixcamejo92@gmail.com

Médico en Medicina Integral Comunitaria

Esp en Medicina Integral Comunitaria

MSc en Gerencia en Salud Pública

Doctorante en Gerencia Avanzada

Teléfono de contacto: 0424-3423511

RESUMEN

 

En la actualidad se vive en un mundo de complejidades, enmarcado en cambios e incertidumbres en donde la administración constituye una de las áreas mas importantes de la actividad humana, la cual esta dirigida hacia la producción de bienes y servicios, en donde los gerentes estan en la necesidad de aplicar un conjunto  de funciones en forma metódica como son: Planificar, organizar, dirigir y controlar, lo cual producirá a la solución de situaciones previamente determinadas y jerarquizadas dentro de una organización, por lo tanto, la Planificación Estratégica se conceptualiza como un sistema gerencial mediante el cual quienes toman las decisiones en una organización obtienen, procesan y analizan la información pertinente interna y externa, con el fin de evaluar la situación presente de una empresa, así como su nivel de competitividad, con el propósito de anticipar y decidir sobre el direccionamiento de la institución hacia el futuro lo que conduce al capital humano a establecer metas organizacionales, definir estrategias y políticas para el logro de esas metas, asimismo,  desarrollar planes para asegurar la implantación de las estrategias y así obtener los fines buscados.

 

Descriptores: Planificación Estratégica,  Proceso de Integración, Sector Salud Venezolano

STRATEGIC PLANNING AS AN INTEGRATION PROCESS IN THE VENEZUELAN HEALTH SECTOR

 

ABSTRACT

 

Currently we live in a world of complexities, framed in changes and uncertainties where administration constitutes one of the most important areas of human activity, which is directed towards the production of goods and services, where managers are in the need to apply a set of functions in a methodical manner such as: Planning, organizing, directing and controlling, which will result in the solution of previously determined and hierarchical situations within an organization, therefore, Strategic Planning is conceptualized as a management system through which decision makers in an organization obtain, process and analyze relevant internal and external information, in order to evaluate the present situation of a company, as well as its level of competitiveness, with the purpose of anticipating and deciding on the direction of the institution towards the future, which leads human capital to establish organizational goals, define strategies and policies to achieve these goals, and also develop plans to ensure the implementation of the strategies and thus obtain the desired ends.

 

Descriptors: Strategic Planning, Integration Process, Venezuelan Health Sector

 

INTRODUCCIÓN

 

La  planificación estratégica es solo una etapa de la dirección estratégica, es una forma especifica de la toma de decisiones que aborda el futuro determinado que los directivos desean para su organización; es el elemento clave del ciclo administrativo, en donde  Ibarra (2004), la define como  «es esencialmente la creación de un sistema dúctil e integral de objetivos, así como el planteamiento de las alternativas que permitan a la empresa y sus ejecutivos lograrlos” (s/p),  en resumen, la planificación estratégica es un proceso que parte de la explicación y descripción de una realidad determinada por parte de diferentes actores sociales y que logra, a través de acciones de intervención, transformar la realidad y obtener la visión que estos deseen.  En tal sentido, la planificación en salud es un proceso administrativo y no puramente epidemiológico cuyo propósito es decidir lo que se quiere, a dónde se quiere llegar en un tiempo determinado, las acciones que se tomarán, los medios que se utilizarán y los individuos que serán los responsables de llegar hasta donde se desea y alcanzar en una forma más efectiva los objetivos organizacionales del futuro.

 

Es por ello, que se hace insistencia en la necesidad de actualizar constantemente los planes estratégicos, además lograr la participación de los médicos y el gabinete administrativo de la organización, e integrar los planes estratégicos con otros planes de la organización, utilizando elementos protocolares que corresponden al “deber ser” así como elementos estratégicos como el “poder ser”, en una actitud expectativa y anticipativa que permitan la creación de situaciones futuras, intermedias y finales que corresponderían con los objetivos deseables para la organización. (González D, Suárez C, Columbié M  2016). Cabe señalar, en tal planificación se hace indispensable crear estrategias de mejoramiento, tales como programas, proyectos, planes y actividades de salud encaminadas a mejorar las condiciones en salud de las comunidades, mejorar la calidad de la atención y dignificar la función de los profesionales y los centros de salud.

 

Por lo tanto, se planifica con el optimismo  de reducir la fluctuación sobre la base de un mejor conocimiento de la realidad y la perspectiva de lo que puede acontecer de mantenerse algunas situaciones. En este sentido,  la planificación tiene que ver mucho con la realidad, e involucra una permanente adopción de decisiones y, después de ejecutados, se realiza el seguimiento, creando compromiso con el mejoramiento, esta debe ser valorada por gerentes y administradores para el funcionamiento eficaz de la organización, incluidas las organizaciones de atención de salud. Existe una amplia variación en la forma de planificar estratégicamente por parte de las organizaciones de salud, algunos integran la función de planificación estratégica con mercadeo, otras le asignan la responsabilidad a un planificador, y otros difunden la responsabilidad de la planificación estratégica entre el equipo de alta gerencia. Cabe considerar, que muchos autores consideran el Análisis DAFO o FODA, como la  herramienta estratégica por excelencia más utilizada para conocer las características internas y externas de la organización e impulsar la adopción de prácticas exitosas en la organización hospitalaria. Esta metodología de la planificación estratégica se conoce como “gerencia estratégica” y permite centrarse en los aspectos más críticos o relevantes de la situación analizada, a modo de evaluación. (Serna, H. 2002).

 

Desde esa  perspectiva, la planificación estratégica sanitaria debe ser a partir de las necesidades de salud, tanto si se trata de servicios, como los programas de prevención y asistencia, ya que la salud puede definirse como la capacidad del individuo para mantener un estado de necesidades sociales, en el que él está razonablemente estable, indemne de profundas incomodidades, insatisfacciones, enfermedad o incapacidad y de comportarse de tal forma que asegure la supervivencia de su especie tan bien como su propia realización personal.  (Pineault, M. 1990).  De este modo, los indicadores negativos de la salud como (mortalidad y morbilidad) es y serán el principal objeto de preocupación para el planificador de salud; de allí que la función esencial de un planificador (Director / Gerente), consiste en establecer planes y prever para el futuro a partir de la situación actual que representa la diferencia entre lo que existe y lo que es deseable en términos de salud, servicios y recursos.

 

Por lo tanto, la  integración y eficacia del Equipo de Salud, constituyen uno de los elementos más efectivos para exaltar la eficiencia organizacional, además la integración del trabajo en equipo, el cual incita al individuo en su sentido de pertenencia a la empresa, ya que un equipo eficaz es aquel que logra obtener sus metas con ideas transformadoras, se adapta al cambio cuando es necesario y sus miembros están altamente comprometidos, es valiosamente estimado por los gerentes que reconocen y recompensan su desempeño. Bajo esta concepto el equipo de Salud debe desempeñarse como promotor a la integración y participación, además  debe saber cuáles son sus necesidades para poder entender la de sus clientes, usuarios y pacientes, todo ello en vía de integrar y optimizar la atención en salud.

 

La Planificación Estratégica como proceso de Integración

 

La planificación, como actividad discutible, es un producto del siglo XX, aunque hay autores que especifican su inicio antes de este siglo. Su área de competitividad fue la económica, desde allí, se abrió camino hacia todos los demás sectores, estos escenarios no fueron exiguos pues han tenido predominios en los diversos modelos de gestión de planificación, que aún siguen vigentes,  la planificación, en general, siempre ha tenido como centro de interés el cambio, del mismo modo, por ser una herramienta develada para la gestión de procesos, su orientación es la de organizarlos de manera tal que sea posible concretar múltiples fines.  (Gutiérrez D Damarys E. 2019).

 

Es por ello, que el progreso del proceso de planificación estratégica en las instituciones de la salud cobra gran importancia, en tanto los trabajadores participen activamente en la elaboración conjunta de las acciones para lograr avances en la planificación, organización, ejecución y control del trabajo, en función de la misión asignada. Por  eso, una  planificación estratégica eficiente en el Sector de la Salud, puede propiciar un mayor equilibrio de esta y su entorno; un mayor desarrollo y más calidad en el desempeño de sus profesionales; pero ello requiere de una adecuada relación entre los propósitos o aspiraciones de cada entidad, las actividades que se planifiquen y las posibilidades reales existentes, a partir de los recursos disponibles, dirigido hacia un futuro deseado y posible, y con ello contribuir a la excelencia en la calidad de los servicios de salud que se brindan a la población. Por lo tanto en Venezuela, la progresiva complejidad de los sistemas de salud y de las organizaciones que participan en ellos exigen el desarrollo de nuevas visiones, sapiencias y destrezas en el desempeño administrativo del capital humano, desde una perspectiva más  global y estratégica para establecer metas y objetivos y por consiguiente en el proceso de la toma de decisiones de las organizaciones de salud a la que pertenecen. (Malavé,  2015).

 

Por consiguiente el Ministerio del Poder Popular para la Salud (MPPS 2014), representa la primera y mayor institución pública dedicada a la salud del país, cuenta con un plataforma calificada de personal de todas las instituciones relacionadas con la salud, y con una estructura organizacional de cuatro niveles jerárquicos, del cual emanan todas las decisiones en los centros de salud, produciéndose asincronía y lentitud en todos los procesos, lo cual redunda en la planificación y ejecución de acciones y programas destinados a mejorar la atención a los usuarios que asisten a los diferentes centros de salud, obteniendo como resultado incumplimiento de los mismos. (Leal, D.,  Bolívar, M. y Castillo , C. s/a).

 

De igual forma, otra institución pública prestadora de salud es el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), el cual tiene una cobertura de mas del 70% en  país, a través de Centros Ambulatorios, Hospitales y Servicios Odontológicos, con personalidad jurídica propia y cuya misión es brindar protección de la seguridad social a todos los beneficiarios en las contingencias de maternidad, vejez, sobre vivencia, enfermedad, accidentes, incapacidad, invalidez, nupcias, muerte, retiro y cesantía o perdida de empleo, de manera oportuna y con calidad de excelencia en el servicio prestado, dentro del marco legal que lo regula y evidentemente con un modo de atención diferente (Oficina Central de Información y Estadística (OCEI). Caracas. Venezuela. s/a), habitualmente, las instituciones reflejan un patrón de comportamiento similar, ya que poseen una concentración de recursos en los grandes Hospitales con una planificación inadecuada a las necesidades reales de salud de la población asistida. En este sentido, la capacidad de las organizaciones e instituciones para observar y anticiparse a los desafíos y oportunidades que se generan, se desarrolla y agudiza a través de la planificación estratégica, considerando tanto las condiciones externas de la organización como su realidad interna, las cuales constituyen fuentes de cambios dinámicos y hacen que el proceso de planificación estratégica sea también dinámico.

 

Sino que se requiere de poseer la capacidad para determinar un objetivo, vinculando los recursos y las acciones necesarias para su alcance y valorando los resultados y consecuencias de esas decisiones.  Por lo tanto, la Planificación Estratégica contiene dos elementos de análisis: planificación y estrategia, la planificación es un concepto que nunca se despojará de dos factores que le son inherentes en la exploración o construcción del futuro: la dirección y el control. Cuando se agrega lo estratégico para formar el término en discusión, significado, para incluir, en la definición, la dirección y el control en conflicto y de las fuerzas que lo utilizan con medio para lograr sus objetivos, de esta manera, conviene mencionar a  Pérez, (2016), quien señala que existe diferentes razones para llevara cabo  una planificación estratégicas en el sector Salud las cuales  son:

  • Establecer objetivos claros y medibles: lo que les permite enfocarse en lo que realmente importa. Esto puede incluir objetivos como mejorar la calidad de la atención al paciente, reducir los costos o aumentar la satisfacción del personal.
  • Identificar Recursos: esto puede incluir recursos financieros, humanos y tecnológicos. Al identificar estos recursos con anticipación,  las organizaciones de salud pueden asegurarse de que tienen lo que necesitan para lograr sus objetivos.
  • Desarrolla estrategias efectiva: Esto puede incluir estrategias como la mejora de los procesos de atención al paciente, la implementación de nuevas tecnologías o la formación del personal, porque al desarrollar estrategias efectivas, las organizaciones de salud pueden mejorar la calidad de la atención al paciente y aumentar la eficiencia.

Significa entonces, que tomando en cuenta los aspectos antes señalados, para el funcionamiento de una planificación estratégica de calidad en el sector de la salud, se necesita que todos el personal de salud debe estar integrado  en la organización con la finalidad de lograr  una vision universal y compartida, así como de la capacidad de toma de decisiones en equipo que vayan en beneficio de la institución, en donde  los empleados se benefician de la orientación y la dirección que proporciona una vision hacia el éxito centralizada y unificada. Además, una excelente planificación estratégica también es útil para aumentar la financiación de las organizaciones de salud publica y de la industria sanitaria.

 

Por lo tanto, cuando los profesionales de la gestión saben exactamente lo que se espera de ellos, son mas capaces de liderar a otros, además, cuando las responsabilidades de gestión no estan claras, toda la organización sufre de una falta de liderazgo y dirección, en donde las iniciativas de planificación estratégica fomentan el liderazgo transformacional, y este  liderazgo transformacional no solo aumenta las capacidades de administración, sino que también alienta a los miembros individuales del equipo a rendir de manera optima. Asimismo, un elemento básico del liderazgo transformacional es la creencia que los gerentes tienen en las capacidades de los empleados que se desarrollen planes estratégicos de manera optima, beneficiaría enormemente a los procesos de planificación estratégica de integración  institucional.

 

Políticas del Sector  Salud en Venezuela

 

La formulación de las políticas públicas, incluyendo las de salud, puede ser a través de dos vías: bien sea, por medio de la representación política de los colectivos o “democracia representativa”, o por la participación directa de la población o “democracia participativa”. Esta última es la que constitucionalmente se ha adoptado en Venezuela y está declarada como principio de integración social para el sistema de salud de la población. Sin embargo, Jaime (2016) expone que en el caso de sistemas de salud fragmentados, “por el contrario, la heterogeneidad de valores y principios impide esta integración, y si bien pueden existir niveles altos de participación, se coexiste en una sensación de conflicto e inseguridad latente” (p.47).  En función a ello,  lo cual se manifiesta en la incongruencia o debilidad entre el aporte del conocimiento y la voluntad de la población en el proceso de construcción y puesta en práctica de las políticas.

 

En este contexto, el proceso de gestación y gestión de políticas de salud en Venezuela carece de una participación social real; en consecuencia, se impone una visión utilitaria que favorece la reproducción de la enfermedad a través de las políticas, dejando el campo a las corrientes hegemónicas centradas en el enfoque de riesgo y el gasto, con un invariable curso que deja de lado la concepción de inversión sostenible de la salud como un bien público, ético y como un derecho humano. Es por ello, que hay que asumir responsablemente, que las políticas púbicas en el sistema de salud fragmentado de Venezuela no han podido construir conductas sociales sostenibles que impongan la concepción de la salud como sinónimo de felicidad.

 

Por el contrario, se ha acentuado exageradamente a la prestación de servicios para curar o prevenir afecciones, que se traduce en una representación construida sobre un sistema de salud centrado en atender la enfermedad como un proceso social. Este supuesto no excluye los esfuerzos realizados por el Estado, con la política de Barrio Adentro, que promueve una mirada integral del proceso de atención pero denota una fuerte medicalización para la atención a la salud, la necesidad de tecnologías apropiadas y suministros médicos básicos para su funcionamiento. Asimismo, existe la percepción, por parte de los decisores, que el sistema de Salud Venezolano debe dar solución a la morbimortalidad epidemiológica prioritariamente, promoviendo la biomedicina y la infraestructura sanitaria de alta complejidad, como formas favoritas de aplicar políticas para asegurar la salud a la población.

Por tal razón, desde esa mirada pareciera que existen  brechas entre la subjetividad y las  necesidades en salud que tiene  la población, se necesita  construir políticas de salud que faciliten la integración de los servicios; estos son retos que aun estan pendientes por parte del Estado,  porque  la salud desde sus postulados filosóficos y conceptuales del buen vivir se conceptualiza como el arte de reproducir la vida y preservarla como un derecho fundamental de los ciudadanos, el cual esta consagrado en los preceptos de la Constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela,  porque, la salud debe interpretarse y asumirse como responsabilidad colectiva más que individual, donde es fundamental la distribución justa de condiciones de vida, bienes y servicios ajustados a un modelo económico sostenible fundamentado por la Nación.

 

Es por ello, que para consolidar la idea de un sistema de Salud integrado en Venezuela, la sociedad y el Estado deben estar convencidos que la Salud ofrece el rescate de acciones que abordan el enfoque histórico-social alrededor de los problemas de salud que afecta a la población, de allí surgen una nueva lógica de diseño, gestión y control social de políticas de salud, por lo tanto, la realización de todas estas propuestas teóricas requiere urgentes cambios políticos, económicos y culturales; en donde se implementen estrategias que obligue a la alta gerencia a tomar decisiones  importantes que faciliten el cumplimiento   de una planificación estratégica integrada en el marco de una gestión loable de la institución en beneficio de todo el personal que la integra y en especial a los usuarios o pacientes que mayoritariamente son los beneficiarios directo del Sistema de salud en el País.

 

Desde esta visión, se necesita en el Sector Salud Venezolano de una  Planificación Estratégica integrada  que se conceptualice  como un sistema gerencial mediante el cual quienes toman las decisiones en la organización procesen  y analicen  la información pertinente interna y externa, con el fin de valorar la situación presente de la institución, así como su nivel de idoneidad, con el propósito de anticipar y decidir sobre el direccionamiento de la institución hacia el futuro.

Por lo tanto, en Venezuela, la creciente complejidad del Sistema de Salud y de las organizaciones que participan en él,  demandan el desarrollo de nuevas visiones, conocimientos y habilidades en el desempeño administrativo del capital humano, desde una perspectiva mas global y estratégica para establecer metas y objetivos  para  la toma de decisiones, en los diferentes nivelas de atención, además  se hace necesario pensar en la política de salud, no solamente desde el Estado, sino también con la participación de la gente, para garantizar que esas políticas van a responder a sus necesidades; por tanto es importante el fortalecimiento de la organización y la participación social de la población.

 

Cabe señalar, que lo que se busca con ello, es la  garantía del derecho a la salud pasa por brindarle a la población políticas sociales que garanticen la inclusión social; en tal sentido es necesario articular la política de salud con el conjunto de políticas sociales, y que  exista el fortalecimiento de la rectoría del Ministerio  del Poder Popular para la Salud,  para formular, evaluar y hacer seguimiento de estas políticas, lo que contribuye en la construcción de un Estado mas comprometido con los problemas de la gente y garante del derecho a la salud.

 

Es por esta razón que las personas responsables de gestionar cambios significativos en el contexto de los centros de salud deben emprender un liderazgo enmarcado en mejores practicas orientadas a la excelencia, haciendo uso y aplicación de nuevas formas de actuar y motivar en el recurso humano, tanto del centro como a quienes sirve, a lograr los objetivos comunes que dan sentido a su razón meramente social centrada en el derecho universal de la salud, para lo cual se requiere organizar los recursos en los sistemas administrativos de los centros de salud, así como el conocimiento individual para proporcionar la esperanza de alcanzar el éxito; en este sentido es clave incorporar a todas las instituciones del país que realizan formación para que la misma responda a las necesidades del país, a su vez el sistema de salud debería garantizar que culminada su formación puedan insertarse dentro del sector con políticas de protección Social.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Certo, S. (2001), Administración Moderna. Octava Edición. Bogotá. D.C.

 

González D, Suárez C, Columbié M.(2016), La función de planificación en las instituciones universitarias: precisiones metodológicas para la formulación de objetivos. Congreso Internacional: Ministerio de Educación Superior.

 

Gutiérrez D, y  Damarys, E. (2019), Fundamentos teóricos de la gestión estratégica. Disponible en: www.monografías.com .

 

Ibarra (2004), Dirección y planificación estratégicas en las empresas y organizaciones Madrid, Díaz de Santos.

 

Leal, D.,  Bolívar, M. y Castillo , C. (s/a) esperanza activa en la planificación estratégica para la administración de la salud pública. Venezuela.

 

Malavé, J. (2015),Gerencia en Salud, un modelo innovador. Ediciones IESA. Fundación Cisneros Benavides. Caracas. Venezuela.

 

Ministerio del Poder Popular para la Salud (2014), Políticas Gerenciales en materia de Salud. Caracas Venezuela.

 

Pérez, M (2018), Planeación estratégica. Centro Editorial. Universidad del Valle Cali.

 

Pérez, A. (2016),  Descentralización del sector salud, transferencia de servicios y reestructuración del MSAS: Propuestas y escenarios. Informe 4. Papel de Trabajo Inédito. PNUD-Copre. Caracas. Venezuela.

Pineault, M. (1990)La planificación sanitaria: conceptos, métodos, estrategias. Ediciones Masson. S.A. Barcelona. España.

 

Serna, H. (2002), Gerencia Estratégica. Planeación y Gestión -Teoría-Metodología. 7ma. edición. 3R Editores. Bogotá, Colombia.

 

 

 

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El recreo y el aprendizaje

Por: Manuel Alberto Navarro Weckmann

“El juego permite a los niños usar su creatividad mientras desarrollan su imaginación, destreza y fuerza física, cognitiva y emocional”. Asociación Americana de Pediatría.

El recreo no es simplemente un tiempo para que las niñas, niños y adolescentes se desahoguen o un espacio para que sus maestros tomen un respiro. Es, en realidad, una parte crucial del día escolar que beneficia a los niños tanto a nivel físico como psicológico y social. Aquí, los niños exploran, crean, resuelven problemas, construyen relaciones y, en última instancia, aprenden.

En primer lugar, debemos entender que el recreo contribuye al desarrollo físico esencial de las niñas, niños y adolescentes. En una época en la que la obesidad infantil es un problema de salud pública, el recreo ofrece la oportunidad de que se muevan, quemen calorías y fortalezcan músculos y huesos. Más allá de esto, también fomenta la coordinación motora y el equilibrio, habilidades necesarias para la vida diaria.

En términos de salud mental, el recreo es una oportunidad para que los estudiantes reduzcan el estrés y la ansiedad que a veces pueden acumularse en el aula. Este tiempo libre también puede mejorar el estado de ánimo y la autoestima, aliviando la presión de las tareas académicas y permitiendo a estudiantes volver a las aulas con una mente renovada y lista para aprender.

El recreo también es un espacio vital para el desarrollo social. Aquí, en un entorno menos formal y estructurado, los estudiantes aprenden a compartir, a resolver conflictos, a negociar y a cooperar con otros. Estas son habilidades esenciales para la vida que a menudo no se enseñan de manera explícita en el aula, pero son igualmente importantes para su futuro.

Es en el recreo que los niños tienen la oportunidad de explorar y aprender a través del juego. Este tipo de aprendizaje lúdico, lleno de estrategia, memoria y habilidades motoras, complementa el aprendizaje formal que ocurre en el aula, ofreciendo a los niños un contexto práctico y agradable para aplicar y desarrollar nuevas habilidades.

Es importante destacar que el recreo fomenta la creatividad y la autonomía. Los niños son libres de inventar sus propios juegos, crear historias, practicar la toma de decisiones y asumir responsabilidades. Estos son factores esenciales para el desarrollo de la creatividad, la resiliencia y la capacidad para manejar situaciones nuevas.

Por todo lo anterior, es vital entender que eliminar o reducir el recreo, ya sea por castigo, por trabajo o por presiones de cualquier tipo contraproducente. En lugar de mejorar el rendimiento académico, puede terminar perjudicándolo. Los niños necesitan descansos para recargar energías, renovar su concentración y absorber la información que se les enseña.

Así, es fundamental comprender la importancia del recreo y defender su lugar en el día escolar. El recreo no es un lujo, es una necesidad para el desarrollo integral y saludable de nuestras niñas, niños y adolescentes. Juntos, podemos trabajar para asegurar que el recreo sea valorado como una parte esencial de la educación de nuestros hijos. Porque la educación es el camino…

https://manuelnavarrow.com

manuelnavarrow@gmail.com

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Educación y nuevas generaciones: un reto importante

Por: Julio Leonardo Valeirón Ureña

¿Hacia dónde conduce una educación que solo se centra en la enseñanza de lo útil en función del mercado?

Las últimas décadas han significado grandes cambios en todos los órdenes. Los que pasamos de “cierta edad” dichos cambios en muchas ocasiones nos abruman, con la tendencia a pensar que “antes la situación era mejor”. Prefiero pensar que “eran distintas”.

En el terreno del conocimiento y la tecnología, dichos cambios han sido abrumadores, a veces, casi increíbles. Ideas que antes podían permanecer por 100, 200 y hasta 300 años, hoy cambian en un abrir y cerrar de ojos. El desarrollo en esos campos nos obliga a estar continuamente evaluando muchas de nuestras ideas como incluso la manera cómo encaramos y resolvemos las cosas. Pero, como se ha de suponer, no solo el conocimiento y sus aplicaciones tecnológicas mueven los hilos del mundo, muchos otros aspectos de la vida humana van conformando nuestras estructuras mentales y con ello nuestros comportamientos.

Un simple ejemplo de la vida cotidiana sería la irrupción del teléfono móvil, y algo más reciente, el teléfono inteligente, como se le suele llamar. Llegué a tener la experiencia de ser consultado por algunos amigos indagando sobre el número de teléfono de alguna persona en particular. Tenía esa habilidad de memorizar y recordar con facilidad números telefónicos. Hoy, sin embargo, nadie se siente en la necesidad de preservar en la memoria ese asunto, pues el móvil o celular los tiene almacenados, como también las agendas, las notas escritas o de voz, y un sinnúmero de cosas que definitivamente nos facilitan, relativamente, la vida. La cuestión es tal que algunas personas experimentan cierta angustia cuando dicho aparatito se les queda en casa o sencillamente, deja de funcionar. El teléfono celular se ha constituido en una parte refractaria de nuestro brazo. Pero lo más importante es como ciertas facultades cognitivas parecen entrar en desuso como consecuencia del uso de dicho aparatito. En definitiva, la velocidad a la que se viene moviendo el mundo y con él quienes lo habitamos, es increíble.

Esos cambios son más complejos cuando se trata actitudes, formas de pensar y actuar frente a la vida, pero, sobre todo, cuando de relaciones humanas estamos hablando. Hoy los cambios intergeneracionales son más abruptos y traen consigo una serie de ingredientes que nos obliga a repensar cosas tan importantes como lo es la educación. Y no me refiero a la enseñanza de la lengua, como tampoco de principios elementales de la matemática y otros temas. Hago referencia más bien a la manera de enfrentar, comprender y actuar ante la realidad y la vida. ¿Qué es lo importante que debemos enseñar? ¿Cuáles valores y desde cuales perspectivas hacerlo? No son preguntas sencillas y simples.

Todos acuñamos generalmente el concepto de crisis al abordar estos temas.  Margaret Mead, en su obra Cultura y compromiso. Estudios sobre la ruptura generacional[1], inicia su tercer capítulo titulado El futuro. Culturas prefigurativas e hijos desconocidos, de la manera siguiente:

“Nuestra crisis actual ha sido atribuida tanto a la abrumadora celeridad del cambio, como al derrumbe de la familia, a la decadencia del capitalismo, al triunfo de la tecnología sin alma y, en términos de repudio total, a la quiebra definitiva del Sistema (Establishment).” Y continúa diciendo: “Detrás de estos asertos se observa un conflicto más fundamental entre aquéllos para quienes el presente sólo encarna una intensificación de nuestra cultura cofigurativa (ella hace referencia a niños y adultos que aprenden de sus pares y la creencia de que el futuro está anclado en el presente) ya existente, en la que los pares están reemplazando cada vez más a los padres (y a los adultos, en sentido general) como modelo significativos de conducta, y aquellos que alegan que en verdad estamos ingresando en una etapa totalmente nueva de la evolución cultural”.

Dos ideas importantes: los cambios relativos a quiénes son mis referentes, para los jóvenes de hoy principalmente sus pares y, en segundo lugar, lo de una nueva evolución cultural. En lo primero, es decir, en quienes son los referentes, los modelos para los niños y la juventud, la evidencia apunta hacia una figura desconocida en su acepción antes: los influencer. Esos sujetos que tienen un dominio significativo de la comunicación por las redes y las usan para instalar ideas, actitudes y comportamientos, generalmente, inesperados para los adultos, son seguidos por niños y jóvenes. Lo segundo pudiera ser una causa o quizás una consecuencia de lo primero, según se mire, una nueva evolución cultural, es decir, nuevas maneras de enfrentar, comprender y actuar, por lo tanto, generar productos culturales nuevos.

Las nuevas generaciones tienen la expectativa de que las situaciones como los problemas se solucionan con un simple “clic”, tal y como ha sido su experiencia desde que iniciaron la vida con el uso de las tecnologías. Y todavía más, vivir la vida intensamente en el presente, pues el pasado ya es historia muerta, y el futuro no es, a lo sumo , el futuro es ahora.

Las redes sociales que, a decir de Manuel Castells, son una nueva forma del ejercicio del poder social, han ido ampliando y complejizando el concepto de hombre-masa que nos planteara el filósofo español Ortega y Gasset, para referirse a “ese hombre previamente vaciado de su propia historia, sin entrañas de pasado y, por lo mismo, dócil a todas las disciplinas llamadas «internacionales». Más que un hombre, es sólo un caparazón de hombre constituido por meras idola fori (fórmulas o ideas que más bien son supersticiones políticas); carece de un «dentro», de una intimidad suya, inexorable e inalienable, de un yo que no se pueda revocar. De aquí que esté siempre en disponibilidad para fingir ser cualquier cosa”. Sigue argumentando el filósofo: “El hombre-masa es el hombre cuya vida carece de proyectos y va a la deriva. Por eso no construye nada, aunque sus posibilidades, sus poderes, sean enormes”. “Masa es todo aquel que no se valora a sí mismo -en bien o en mal- por razones especiales, sino que se siente «como todo el mundo» y, sin embargo, no se angustia, se siente a saber al sentirse idéntico a los demás”.

Hay quienes señalan incluso, como es el caso de Francois-Xavier Bellany en su obra Los desheredados: por qué es urgente transmitir la cultura, “hemos perdido el sentido de la cultura”. Para finalmente plantear: “… el proyecto que se nos propone: no cargar sobre las espaldas de nuestros sucesores (las nuevas generaciones) este fardo caduco que el pasado deja caer sobre sus libertades nuevas. A partir de ahora, hay que actuar de modo que cada niño pueda, para crear un camino personal, producir su propio saber”.

El tema se torna un tanto más complejo ante niños y jóvenes de hoy, que tal y como hemos planteado antes, el futuro es ahora. Es la generación del “clic”, que desdeña de lo que pudiera ser complicado si es posible hacerlo fácil, con atajos incluidos.

¿Qué puede significar entonces abominar de lo que hemos construido históricamente como humanidad en aras de un presentismo inmediato? ¿Cuáles pueden ser las consecuencias de una educación vacía de un contenido histórico y un pensamiento filosófico? ¿Cuáles serían las consecuencias ante la inexistencia de referentes o situaciones históricos interpretadas antes como decisivas para entender el presente? Por otro lado, ¿cuáles han sido las consecuencias de centrarnos en enfoques educativos que dejan de lado los saberes humanísticos, como ocurre actualmente? ¿Hacia dónde conduce una educación que solo se centra en la enseñanza de lo útil en función del mercado?

Como estas son muchas otras las preguntas que debemos hacernos desde la educación y, por supuesto, buscarles sus respuestas. A esta tarea, y con el debido respecto, invito a los amigos y amigas del campo de la filosofía a sumarse, para que juntos todos podamos ir comprendiendo y actuando en un sentido que preservemos lo mejor de lo construido a lo largo de la historia.

[1] Mead, M. (1970-2019). Cultura y compromiso. Estudios sobre la ruptura generacional. Editorial Gedisa, S.A. España.

Fuente: https://acento.com.do/opinion/educacion-y-nuevas-generaciones-un-reto-importante-9268891.html

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Cuatro consejos para fomentar la lectura de los más pequeños

Por: ABC

El último informe PIRLS reveló que los alumnos españoles de 4º de Primaria han sufrido un retroceso de siete puntos en comprensión lectora respecto a la de 2016.

A pesar de que la lectura está estrechamente vinculada a numerosos beneficios académicos y sociales como la capacidad de expresarse, la gestión de la información, el pensamiento crítico o el aprendizaje de nuevos conocimientos, el último informe PIRLS 1 reveló que los alumnos españoles han sufrido un retroceso de siete puntos en comprensión lectora. De hecho, este descenso en los resultados está significativamente por debajo de la media de la UE y de la OCDE.

En este contexto, comenzar a leer y tener un hábito de lecturadesde las edades más tempranas es uno de los factores fundamentales para desarrollar la habilidad para extraer el significado de un texto. Por ello, Meira Koponen, desarrolladora de aprendizaje y experta en Pedagogía en Kahoot!, ofrece algunos consejos para fomentar la lectura en la edad en la que los menores pasan de aprender a leer a aprender leyendo.

La nueva ley LOMLOE sigue apostando para que se fomente la lectura en los centros educativos y se desarrollen hábitos que perduren en el tiempo, introduciendo la obligación de un tiempo diario de lectura en el aula. De tal forma, desde las administraciones se invierten grandes esfuerzos en mejorar la capacidad lectora de los alumnos pero, también hay que hacerlo fuera de las escuelas.
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¿Quién teme a la calculadora? Su uso divide a parte del profesorado de Matemáticas

Por: 

Hace unas semanas, Castilla-La Mancha anunciaba la prohibición del uso de ciertas calculadoras en la prueba de acceso a la universidad: gráficas y de cálculo simbólico. Era la última comunidad autónoma que las permitía en todo el Estado. Desde la Federación Española de Profesores de Matemáticas insisten en la necesidad de permitirlas, así como de renovar la EBAU para que sea más competencial.

Cada cierto tiempo vuelve a saltar a la palestra la discusión sobre si ciertas calculadoras pueden y deben utilizarse en las clases y, sobre todo, en los exámenes de Matemáticas en los cursos superiores. En el horizonte, como siempre, la prueba de acceso a la universidad, la EBAU. Su ejemplo empuja buena parte de las prácticas que se producen a lo largo de la secundaria, obligatoria y postobligatoria.

Hasta ahora, todas las autonomías prohibían el uso de determinadas calculadoras en la EBAU, como las gráficas o las que permiten el cálculo simbólico, salvo Castilla-La Mancha. Desde hace ya meses, como confirman diferentes fuentes, se sabía que esta galia acabaría cediendo y, finalmente, lo hizo hace unas semanas, según fuentes de la FESPM (Federación Española de Sociedades de Profesores de Matemáticas). Es complicado saber dónde, cómo y con qué criterios se toma la decisión de aceptar o no el uso de estos dispositivos en esta prueba.

Lluis Bonet es docente secundaria en Alicante. Trabajó hace algún tiempo en las propuestas para la modificación del modelo de prueba de acceso a la universidad de tal manera que se acercara al competencial propuesto por la Lomloe. Él lo tiene claro, las cosas deben cambiar en esta prueba, de arriba abajo, para que la calculadora tenga cabida.

Desde su punto de vista es una herramienta, como lo es también GeoGebra, y el alumnado debe aprender a utilizarla correctamente. Más allá de eso, es firme defensor de que se utilice incluso en exámenes como la EBAU, puesto que, cree, lo importante es que el alumnado tenga el conocimiento. La calculadora solo debería ser un instrumento para hacer cálculos complejos de manera rápida y sencilla.

“El problema está cuando sustituyen la labor del alumno”, sostiene, por contra, José Rodolfo Das. A este docente de Matemáticas en Valencia, le preocupa más que lo que pase en la EBAU, lo que pasa en las clases previas, a lo largo del bachillerato. Para él, “hay centros y profesores que le dan a la calculadora protagonismo en sí misma”, cuando solo deberían estar para la “realización de tareas rutinarias para centrarnos en el procedimiento”.

Desde la Federación Española de Profesores de Matemáticas elaboraron, ya hace un lustro, un informe sobre el uso de estos dispositivos en el bachillerato y la EBAU, así como un breve análisis de la situación en otros países más o menos cercanos.

Razones para una restricción anunciada

Este es el quid de la cuestión, parece, para la prohibición del uso de ciertas calculadoras en la prueba de acceso a la universidad. Para Das es una buena noticia que se haya igualado la normativa, al menos en parte, en todas las comunidades autónomas, en referencia a la prohibición del uso de ciertos dispositivos en la EBAU.

Hasta fechas recientes, Castilla-La Mancha era la única comunidad autónoma que permitía cualquier tipo de calculadora en las pruebas de acceso a la universidad, entre ellas, las gráficas y las que pueden realizar cálculo simbólico, es decir, las que pueden trabajar con incógnitas, no solo con números. Estas, al igual que las programables (en las que es posible introducir documentos de texto) “darían una ventaja enorme”, asegura Das.

Para Serapio García, profesor jubilado de Matemáticas de aquella comunidad y en su día presidente de la Asociación de profesores de matemáticas castellano-manchegos, la situación se ha debido a presiones de otros departamentos diferentes a los de matemáticas y han tenido que ver con la posibilidad de que en las calculadoras gráficas y de cálculo simbólico el estudiantado pueda meter chuletas para copiar en las pruebas. “Pero las calculadoras se pueden poner en modo examen”, sostiene.

Además de este motivo está el de la homologación de las pruebas de esta comunidad con el resto del país, en donde, a pesar de haber diferencias, tampoco están permitidas las calculadoras gráficas ni de cálculo simbólico. Explica García que en territorios como Andalucía, Cantabria, Galicia, Comunidad valenciana, Cataluña, Baleares o Canarias se permiten calculadoras científicas de última generación (que permiten realizar derivadas, ecuaciones y matrices), mientras que, por ejemplo en Madrid, tan solo pueden usarse las científicas más básicas.

Más allá de que Das no esté de acuerdo con el uso de este tipo de herramientas en los exámenes, es de la opinión de que no son esencialmente necesarias en las matemáticas de secundaria o bachillerato. “De hecho, no suelo utilizarla”, asegura. Dice que con la manera en la que él explica su materia, no hace necesario su uso, y que, además, se ha encontrado con que el alumnado “es muy inseguro a la hora de hacer cuentas”.

Saber pensar, para este docente, es la parte importante, no tanto el uso de la herramientas. Coinciden con él todos los profesores consultados, pero con matices. Para Bonet es importante que se usen calculadoras. Más allá de que en la Ley se hable de la necesidad de que el alumnado sea capaz de usar nuevas tecnologías en esta asignatura, este docente señala que la prohibición de las calculadoras en la EBAU responde a “que el profesor tenga la excusa de no hacer uso de esas herramientas en el aula, como herramientas didácticas”.

Para Bonet, las calculadoras sirven para mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje y tienen un impacto positivo en el alumnado hacia la materia. Para él, las calculadoras, como GeoGebra, sirven para que el alumnado “aprenda más y mejor y comprenda los conceptos matemáticos muchas veces abstractos y complejos”.

A esto se suma que tanto Bonet como García señalan que el currículo de bachillerato incluye, entre los aprendizajes necesarios, el de las tecnologías y la competencia digital, donde encajan perfectamente el uso de las calculadoras (así como su evaluación en la EBAU).

De hecho, García hace hincapié en que la prueba de acceso a la universidad se llama Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad, señalando que, efectivamente, las pruebas deben tener como referente el currículo de esa etapa postobligatoria, pero secundaria.

Pensamiento crítico

Estos dispositivos pueden empujar hacia una nueva manera de enseñar las matemáticas y de evaluarlas, para que no sean solo vistas como “la ejecución de algoritmos, de ejercicios repetitivos, la memorización”, afirma Bonet, quien aclara que “no digo que no haya que trabajar estos aspectos, que lo hacemos”.

José Rodrigo Das insiste en que las prohibiciones de ciertos utensilios tienen más que ver con lenguaje algebraico que con el numérico. “Que yo no haga una cuenta, no es un problema”, sí lo es cuando se trata de una derivada, por ejemplo: “Yo examino al chaval de si sabe hacerla o no”. Es verdad, asume, que este tipo de cálculos puede hacerlos un ordenador, “pero se pretende que el alumno sea crítico y sepa hacerlo”.

Y para Das, el problema de la calculadora es “la actitud acrítica al resultado” que tiene el alumnado. “Si la calculadora dice una cosa, será esa cosa”. De esta manera, si se permitiese, a su entender, el uso de las calculadoras de cálculo simbólico “sería un destrozo: lo copio, aunque no entiendo nada”, sostiene. Por eso le parece bien la igualación de todas las pruebas de acceso.

Das se muestra muy crítico con la legislación vigente (“estamos en una época de engaño al alumno”, dice) puesto que es cada vez más laxa en cuanto a la evaluación. “No se exige que el alumno sepa multiplicar, sino que sea capaz de establecer una estrategia para resolver problemas”, asegura y lo ejemplifica: “Si tienes 15 caramelos para 3 personas deberías ser capaz de hacer la división. Pero se puntuaría bien que se repartieran los caramelos uno a uno para, al final, ver cuántos les tocan a cada uno”.

Lluis Bonet entiende que para mejorar la didáctica de la materia, además de usar dispositivos, hay que generar situaciones “más realistas”, que obliguen al alumnado “a reflexionar, investigar, a ver si el problema puedo trocearlo, intentar interpretar y comprobar los resultados, analizarlos, ser crítico, dar una respuesta argumentada, reflexionada… todo eso forma parte de las matemáticas”.

“Esto requiere un esfuerzo por parte del profesorado”, afirma, también para las personas que hacen las pruebas de acceso a la universidad. “Y no sé si realmente, se quiere realizar ese esfuerzo”, asegura. En opinión de este docente, decisiones como la que se ha tomado en Castilla-La Macha suponen un problema a la innovación educativa que se realiza en muchas clases de matemáticas que hablan de un “inmovilismo total”.

Según cuenta Serapio García “la calculadora es máquina tonta, no sabe qué hacer, tienes que decírselo tú y esto enseña”. Para ello hay que hacer un análisis de las operaciones que deben realizarse, en qué orden hay que realizarlas y, finalmente, llevar a cabo una evaluación del resultado obtenido.

Eso sí, en su opinión, “en manos de un profesor experimentado y con una finalidad clara, (la calculadora) hace que el aprendizaje sea significativo”.

Las diferencias, finalmente, parecen irreconciliables, a pesar de que que quienes sostienen los pros y los contras del uso de las calculadoras coinciden en la necesidad de que el alumnado aprenda a ser crítico y venza las dificultades del pensamiento más abstracto al que debe empezar a enfrentarse ya desde los primeros años de la secundaria obligatoria.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2023/11/28/quien-teme-a-la-calculadora-su-uso-divide-a-parte-del-profesorado-de-matematicas/

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