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Idioma inclusivo, estadísticas y explotación de género

Por: Eduardo Camin 

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) se ha unido a sus socios en la producción y uso de estadísticas para hacer un llamamiento a la acción con el objetivo de mejorar los datos de género, basándose en las lecciones aprendidas y las lagunas expuestas o exacerbadas durante la pandemia de Covid-19. Este informe destaca cinco áreas clave en las que se requiere una acción fuerte y decisiva para lograr una mejora sostenible en la disponibilidad de datos clave de género, incluso en el mundo del trabajo.

La OIT tiene un largo historial de promoción de mejoras en la disponibilidad de datos relevantes para el género. “En este momento presenta tanto una elección como una oportunidad. Podemos seguir volando a ciegas, diseñaLa ONU y el Estado apoyan el desarrollo de mujeres ruralesndo respuestas políticas en el vacío», señalan los autores.

«O podemos invertir en nuestra propia recuperación dando prioridad y financiando la recopilación de datos que nos den una imagen real de los retos a los que nos enfrentamos. Tenemos la oportunidad de construir los cimientos de un sistema de datos sólido y receptivo, un sistema que nos permitirá diseñar políticas inteligentes y específicas que tengan un impacto real”, añaden

La igualdad de género ¿una cuestión de datos?

Los datos son muy claros en un punto; la pandemia de Covid-19 ha tenido un impacto desproporcionadamente negativo en las mujeres. Dado que hay más mujeres que trabajan en el turismo, el comercio minorista y los sectores informales, que han sido los más afectados por la pandemia, sus medios de vida se han visto alterados.

Comprender el alcance de este impacto es el primer paso para invertir el rumbo. Sin embargo, la pandemia también ha puesto de manifiesto y ha exacerbado las lagunas de datos que socavan la capacidad para actuar intencionadamente y elaborar respuestas políticas eficaces.

Sin dudas que los esfuerzos de producción de datos se han visto seriamente perturbados por la pandemia de Covid-19, afectando a todo, desde la recogida de datos hasta su posterior gestión, análisis y comunicación. A estos desafíos se suma una gran cantidad de lagunas de datos existentes, especialmente en lo que respecta a la salud, la educación y las oportunidades económicas.

Si no se abordan estas falencias y los obstáculos a la recopilación, no podremos comprender ni abordar plenamente las repercusiones de la pandemia desde el punto de vista del género.

La recopilación y el uso de datos oportunos y fiables desglosados por sexo no sólo son fundamentales para reconocer y abordar las desigualdades de género, sino que son esenciales para la recuperación económica mundial.

Informe especial: un mes de aislamiento y el impacto de la violencia de género en el país | La tintaSi optamos ahora por comprometernos a aumentar la recopilación y el uso de datos, construiremos una base mejor preparada para futuras crisis. Todo el mundo -desde los altos cargos de los sistemas estadísticos nacionales y los responsables de las encuestas hasta los financiadores, los organismos multilaterales y los socios de investigación- tiene un papel que desempeñar.

Pero este trabajo debe realizarse de forma sistemática para analizar eficazmente las repercusiones sanitarias y socioeconómicas de la pandemia. Sin embargo, en la actualidad sólo uno de cada tres países informa regularmente de las estimaciones de casos y muertes relacionadas con el COVID-19 desglosadas por sexo.

La violencia de género, el trabajo remunerado, el trabajo de cuidados no remunerado y el acceso a los servicios son sólo algunos ejemplos importantes en los que persisten o se han exacerbado importantes lagunas de datos. El seguimiento y el análisis de la forma en que los gobiernos responden y utilizan los datos para garantizar la rendición de cuentas también es crucial.

Los datos procedentes de la actividad de los medios de comunicación sociales y tradicionales y del uso de Internet, los datos geoespaciales generados por los dispositivos móviles y el sector privado pueden proporcionar información fundamental en un plazo más breve que las fuentes de datos tradicionales.

Aunque no sustituirán a las encuestas de hogares bien diseñadas como fuente clave de información sobre la mano de obra, estos tipos de fuentes no tradicionales pueden aprovecharse para informar sobre las previsiones relacionadas con la pandemia. Hasta laEl trabajo doméstico y de cuidados no remunerado representa casi el 16% del PBI en la Argentina - MiráVox fecha, las respuestas políticas a la pandemia han sido en gran medida involuntarias desde el punto de vista del género. Por ejemplo, sólo un 8% de las medidas de protección social y del mercado laboral han abordado directamente los cuidados no remunerados.

Para que las medidas políticas sean eficaces, deben reflejar lo que nos dicen los datos, pero el progreso mundial se ve obstaculizado por las limitaciones en el acceso a los datos y la infrautilización de los datos disponibles en la elaboración y evaluación de las políticas.

Es fundamental una inversión sustancial en infraestructuras de datos, tanto ahora como después de la pandemia. El pasado año ha puesto a prueba los sistemas de datos, que están sobrecargados y carecen de fondos.

Antes de la pandemia, sólo el 13% de los países contaban con un presupuesto dedicado a la recopilación y el análisis de datos de género, y los sistemas de encuestas de hogares suelen carecer de recursos, lo que limita gravemente la capacidad de los países para emprender la recopilación de datos esenciales.

Es probable que el impacto económico de COVID-19 en los países erosione aún más los presupuestos nacionales, exacerbando las deficiencias de financiación y de datos. La modernización de la recopilación de datos y el fortalecimiento de las infraestructuras de datos es una inversión que nos servirá ahora y que también preparará nuestros sistemas para responder mejor a futuras crisis.

La economía informal del mundo que ignoramos y ninguneamos

Dos mil millones de personas, más del 61 por ciento de la población empleada en el mundo, se ganan la vida en la economía informal sin acceso al diálogo social; el 58 por ciento de las mujeres y el 63 por ciento de los hombres del mundo trabajan en la economía informal.

Aquí también las mujeres, tienen muchas más probabilidades que los hombres de pertenecer a los segmentos más vulnerables de la economía informal como trabajadores domésticos, trabajadores a domicilio o trabajadores familiares auxiliares, lo que significa que tienen poca o ninguna protección contra el despido y poco acceso a la protección social, incluida la licencia de enfermedad remunerada.

Los trabajadores de la economía informal también carecen de acceso a los mecanismos de diálogo social. Aunque el diálogo social para los trabajadores informales sigue siendo un desafío, se promueve el diálogo social tripartito a través de la Recomendación sobre la transición de la economía informal a la economía formal, 2015 (núm. 204) para representar los intereses y la participación de los trabajadores informales y su transición a la economía formal.

La superación de la escasa cobertura de los trabajadores informales en el diálogo social y la negociación colectiva ha llevado a los sindicatos a destinar mayores esfuerzos a contratar, organizar y representar a los trabajadores informales, a menudo con organizaciones de trabajadores informales, por ejemplo, la Asociación de Mujeres Trabajadoras por Cuenta Propia (SEWA) y la red mundial Mujeres en Empleo Informal: Globalizando y Organizando (WIEGO).

Ello ha ayudado a fortalecer la voz colectiva de las trabajadoras informales, como en el caso de ‘los trabajadores informales, sus organizaciones y sus campañas, que representan lo más destacado del cambio notable que ha registrado el movimiento obrero mundial en más de un siglo’.

Las estructuras en los sindicatos que representan a los trabajadores informales incluyen el establecimiento en 2015 por el Congreso de Sindicatos (TUC) de Ghana del Sindicato de Asociación de Trabajadores del Sector Informal para representar a los trabajadores informales, y la Comisión de Trabajadores del sector informal del Sindicato Unificado de Trabajadores Generales y del Transporte de Uganda, centrado en las trabajadoras informales del sector del transporte.

En la misma línea, organizaciones de empleadores han colaborado con unidades de la economía informal y con pequeños empleadores en la promoción de la transición de la economía informal a la economía formal.

Algunos ejemplos incluyen la representación de los intereses de pequeñas empresas informales como han hecho la Federación de Empleadores de Kenya, la Asociación de Empleadores de Ghana y la organización de empleadores de la República Democrática del Congo, Copemeco.

Con motivo del establecimiento del Comité de las Mujeres Trabajadoras del Sector Informal del ATGWU se han celebrado negociaciones para mejorar la seguridad de las mujeres y su acceso a retretes seguros y otras instalaciones, así como a la protección social.

Tras la incorporación de asociaciones de trabajadores informales del transporte y de la organización y el apoyo a Galima (una asociación de mujeres supervivientes del VIH y el sida en el sector del transporte), así como con la organización de comerciantes y trabajadores que trabajan desde su domicilio a través de la Asociación de Desarrollo de la Artesanía Tukolere Wamu, entre otros, se ha producido un aumento en la afiliación al sindicato.

El Comité de las mujeres trabajadoras del sector informal del ATGWU también ha promovido la constitución de comités de trabajadoras locales, ayudando a las mujeres a conocer sus derechos y alentándolas a informar cuando sufren abusos o violaciones de sus derechos.

Además, la organización de talleres de educación y la impartición informal de educación en las calles, en los principales centros de transporte y en el sindicato, ha ayudado a cambiar la actitud de los hombres y a las mujeres a tener más confianza e informar de los abusos. Algunos trabajadores informales han entrado en el ámbito de aplicación del diálogo social y la negociación colectiva, por ejemplo, en lo relativo a la fijación de salarios mínimos, la seguridad social o los derechos de maternidad.

Así es compañera: si te sientes débil, asustada y sola, quemar tus manos y mojar tu frente sudorosa por la explotación, derramar lagrimas de injusticia, frente al mundo, de nada sirve el idioma inclusivo, si las sombras se alargan y te abrazan en la empañada sombra del capitalismo.

Fuente e imagen: http://estrategia.la/2021/03/04/idioma-inclusivo-estadisticas-y-explotacion-de-genero/

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El dilema del regreso a clases presenciales en México

Por: Abelardo Carro Nava

En los últimos días, el tema del regreso a clases presenciales en las escuelas de nuestro país ha tomado un auge importante. Desde luego, como es natural, hay posturas encontradas, pero legítimas, en tanto la creciente preocupación que he observado por la adquisición de aprendizajes de los estudiantes que cursan sus estudios en alguno de los niveles que conforman el Sistema Educativo Mexicano (SEM), pero también, por el abandono escolar aunado a otras problemáticas que probablemente se viven en los hogares mexicanos relacionadas al maltrato físico y mental del que pueden ser sujetos los alumnos. No obstante, pensar en reabrir estas escuelas bajo las condiciones en las que varias de éstas se encuentran, fincadas en una pésima administración por décadas de dicho Sistema, propicia cuestionarnos si el momento es propicio para hacerlo. Veamos.

En julio de 2020, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), publicó un documento titulado “Notas de orientación sobre la reapertura de las escuelas en el contexto de COVID-19 para los administradores y directores escolares en América Latina y el Caribe” cuyo propósito, como parece obvio, fue el de aportar un marco de referencia para la reapertura de las escuelas con la finalidad de apoyar a los gobiernos en el fortalecimiento de la educación a distancia y en el proceso de reapertura de éstas, intentando con ello, acelerar las reformas de todo el sistema para ampliar el alcance y mejorar la calidad de los servicios educativos, garantizando la seguridad, el bienestar y protección, el estado de salud y nutrición de todos los miembros de la comunidad educativa (UNICEF, 2020).

Para ello, esta misma organización brindó algunas orientaciones clave para antes y después del proceso de reapertura de las escuelas consistentes en: a) planificación, coordinación, comunicación y monitoreo, b) políticas, procedimientos y financiamiento, c) operaciones escolares seguras, d) continuidad del servicio de alimentación y nutrición escolar de forma segura, e) cómo llegar a todos los niños, niñas y adolescentes con un enfoque en los más vulnerables, f) protección y bienestar. Algunas acciones clave que en este mismo documento se recomiendan cuando las escuelas se abran, sugieren: 1) procesos de entrada (protocolos), 2) práctica de agua, saneamiento e higiene (lavado de manos, etiqueta respiratoria, higiene menstrual, entre otros), 3) suministros básicos de desinfección y limpieza, 4) orientaciones sobre distancia física (en las aulas, en el patio de la escuela, comedores, camarines, baños, en el transporte escolar), 5) continuidad de servicio de alimentación y nutrición escolar/comedores escolares de forma segura, 6) continuidad del aprendizaje para todos, 7) apoyo psicosocial y bienestar, 8) manejo y derivación de casos sospechosos de COVID-19, 9) orientaciones para prevenir la discriminación y el estigma, 10) orientaciones de información y comunicación (UNICEF, 2020).

Pasados algunos meses, particularmente en noviembre de 2020, a través de esta misma organización (UNICEF), Seusan y Maradiegue, publicaron el texto titulado “Educación en pausa, una generación de niños y niñas en América Latina y el Caribe está perdiendo la escolarización debido al COVID-19”. En este documento, en el apartado denominado “Preparación para la reapertura de las escuelas”, se señala que la preparación para el funcionamiento seguro de éstas es una parte vital de este proceso, por ello, la nota de orientación regional de UNICEF, UNESCO y el PMA sobre la reapertura, recomienda siete áreas paras las que es necesario establecer protocolos para que las instituciones educativas sean seguras al momento de reabrir: 1) protocoles de acceso, 2) de agua, 3) saneamiento e higiene, 4) de distanciamiento físico, 5) de salud, 6) de limpieza de desinfección e higiene, 7) de entrada y salida de la escuela. Y, para reanudar el aprendizaje en este mismo texto se sugiere: a) evaluar los niveles de aprendizaje de los estudiantes, b) identificar las deficiencias o lagunas preexistentes, c) diseñar programas pertinentes de recuperación o rehabilitación, d) fortalecer la educación a distancia y los programas de aprendizaje mixto, e) capacitación de maestros (Seusan y Maradiegue, 2020).

Textos que, sin duda, ofrecen una visión global sobre lo que pudiera implementarse en diversos países para un regreso seguro a clases presenciales; sin embargo, como tales, deben ser vistos, leídos y analizados dadas las particularidades económicas, políticas, sociales y culturales que en cada uno de éstos se observan y que, desde luego, son conocidas por sus habitantes. Esto lo digo porque, si bien es cierto que la UNICEF ha instado a diversos gobiernos a retornar a las escuelas, también es cierto que éstos tienen la valiosa oportunidad de tomar decisiones con relación a este tema. ¿Pueden estos países, por ejemplo, dotar de agua a cada una de las escuelas para el lavado constante de manos? La respuesta seguramente la conocemos: 2200 millones de personas carecen de acceso a servicios de agua potable gestionados de manera segura, 4200 millones de personas no cuentan con servicios de saneamiento de manera segura y 3000 millones carecen de instalaciones básicas (OMS/UNICEF, 2019). En fin.

Ahora bien, hasta el momento, ¿qué es lo que ha pasado en México?

El 11 de enero de 2021 en conferencia de prensa, el aún Secretario de Educación, Esteban Moctezuma Barragán, dio a conocer el protocolo para el regreso a clases en semáforo en verde consistente en: 1) establecimiento de comités participativos de salud escolar para fortalecer la relación escuela-centro de salud local, 2) disponer de señalizaciones, 3) garantizar acceso a agua y jabón, 4) cuidado de maestras y maestros en grupos de riesgo teniendo prioridad en campaña de vacunación pues el Covid-19 se considera riesgo de trabajo, 5) uso general de cubrebocas artesanal, 6) sana distancia en entradas y salidas, 7) regreso escalonado, el lunes regresa la mitad de los alumnos y el martes otra, 8) asignación de lugares fijos y la asistencia será por apellidos, 9) educación mixta, los alumnos podrán aprender presencial o a distancia, 10) maximizar uso de espacios abiertos, 11) suspender todo tipo de ceremonias, 12) sistema de detección temprana de cualquier caso, con un enfermo de Covid-19 se cierra la escuela, 13) apoyo socioemocional para docentes y estudiantes, 14) regreso voluntario a clases presenciales (Milenio, 2021).

Protocolo que, si se observa con detenimiento, contempla varios elementos que la UNICEF dio a conocer el año pasado. Algunos de ellos intentaron ser adaptados a nuestras circunstancias, otros, por el contrario, quedaron en los mismos términos. Hecho que me llevar a reafirmar el cuestionamiento en cuanto al posible pertinencia del retorno a clases presenciales en las escuelas mexicanas. ¿Puede, por ejemplo, el ejecutivo garantizar el agua en cada una de las escuelas cuando en la misma Secretaría de Educación se sabe que más de 45 mil instituciones educativas no cuentan con ella (MVS Noticias, 2020)? ¿puede el estado garantizar que las escuelas cuenten servicio de lavado de manos cuando se sabe que solo el 65.3, 70.2 y 73% (de educación primaria, secundaria y media superior, respectivamente) cuentan con este servicio? Vaya, de marzo de 2020 a marzo de 2021, ¿qué se ha hecho para atender estas deficiencias y cuántos recursos económicos se ha destinado para ello?, ¿acaso se piensa que los padres de familia y colectivos docentes deberán asumir los costos para habilitar el servicio de lavado de manos o de agua potable cuando se sabe que al inicio del ciclo escolar 2020-2021 se prohibieron las cuotas que hacen dichos paterfamilias para el mantenimiento de las escuelas? Sería importante que el gobierno federal diera a conocer estos datos porque, por más que he buscado esta información, solo he hallado lo relacionado al Programa “La Escuela Es Nuestra” que, dicho sea de paso, no contempla a la totalidad de instituciones educativas públicas del país que se han visto beneficiadas con los recursos que entrega este programa.

¿Cuál fue el plan de trabajo que diseñó e implementó la SEP para las actividades escolares que se deprendieron de una educación a distancia a partir de la contingencia sanitaria decretada por el gobierno mexicano en marzo del año pasado?, ¿cuál es la responsabilidad de la SEP para garantizar la adquisición de los aprendizajes de los estudiantes si una estrategia no es lo mismo que un plan de trabajo?, ¿cuál es la responsabilidad de la SEP en cuanto a la implementación de un sistema de seguimiento o apoyo para procurar la permanencia y continuidad académica de los estudiantes de todos los niveles educativos establecido en el Acuerdo 05/06/2020 pero que no se implementó por razones desconocidas?, ¿quién asumiría la responsabilidad de reabrir las escuelas sin que cuenten con lo mínimo necesario para un regreso seguro a las mismas?

Sí, así como lo señaló el presidente de este país hace unos días “urge que los niños vayan a la escuela a estar con sus compañeras, compañeros, esa socialización tan importante que se da en las escuelas del país…” (Profelandia.com, 2021). Yo creo que sí urge, pero indiscutiblemente, URGE que el estado mexicano, a través del poder ejecutivo, brinde todos recursos materiales y económicos a las escuelas para que éstas sean espacios seguros y, con ello, se pueda lograr la socialización referida.

Desde mi perspectiva, es necesario poner orden en el país en cuanto a este posible regreso a clases; deslindar responsabilidades y afirmar que cada estado es libre y soberano para tomar esta decisión no es buena idea.

Los intereses económicos y políticos jamás pueden anteponerse a la salud, bienestar y vida de los seres humanos. Es cierto, el estado tiene la obligación de garantizar el derecho a la educación, pero también, de garantizar la vida de las personas que en éste habitan. En este sentido, un derecho no puede estar por encima de otro y viceversa y, para ello, necesario fue, es y será, la puesta en marcha de acciones con todos los recursos disponibles para que sean una realidad o, al menos, la realidad tan prometida. Obviamente, la comunicación y coordinación entre distintos niveles de gobierno es fundamental.

Sabemos bien que los contextos, condiciones y necesidades de nuestro país son diversos y complejos, por ello es que pienso, que una toma de decisiones aventurada no podría traer buenos resultados para los actores educativos y no educativos que son parte de este proceso formativo.

¿Podría pensarse en la planeación de una organización comunal, municipal, estatal y, luego, nacional a partir de los criterios o protocolos que han establecido las autoridades sanitarias y educativas para garantizar un regreso seguro a las escuelas? Desde luego, es posible. Sin embargo, con una vacunación de personas que no avanza según lo programado, sin los recursos presupuestales para dotar de insumos a los centros escolares, sin esquemas de capacitación al profesorado y padres de familia sobre estas cuestiones, sin claridad en los criterios que se toman en cuenta para la asignación de colores en el semáforo epidemiológico, sin tener claro los criterios técnicos/operativos para adecuar los espacios escolares a fin de disminuir o prevenir los contagios, sin un sinfín de cosas más, el tema se torna por demás complejo porque el riesgo de contagio podría ser mayúsculo dada la precariedad que estamos viviendo en tiempos de una cuarta transformación de México.

¿Quién asegura que los contagios no podrán darse en los centros escolares por la misma naturaleza y dinámica que se vive en los mismos aun y cuando se cumplan al cien por ciento los protocolos?, ¿quién valorará si alguien es portador del virus, pero asintomático?, ¿de qué manera se detectarán estos y otros casos?

Referencias:

Melín, A. (2020). Hay 46 mil 515 escuela sin agua en México, representan 23% SEP. MVS Noticias. Recuperado de: https://mvsnoticias.com/noticias/nacionales/hay-46-mil-515-escuelas-sin-agua-en-mexico-representan-23-sep/

Redacción Milenio. (2021). Regreso a clases presenciales: el protocolo que emitió la SEP ante Covid-19. Recuperado de: https://www.milenio.com/politica/comunidad/regreso-clases-presenciales-sep-presenta-protocolo

Redacción Profelandia.com. (2021). Ya “urge a clases presenciales: AMLO. Profelandia.com. Recuperado de: https://profelandia.com/ya-urge-el-regreso-a-clases-presenciales-amlo/?fbclid=IwAR3iQsMI9q3zTQ3xfC2zy1E_Z-rsaUpLVfA6aGHmeNEyV3WdFfCUPOHRLRk

Seusan, L.A. y Maradiegue, R. (2020). Educación en pausa, una generación de niños y niñas en América Latina y el Caribe está perdiendo la escolarización debido al COVID-19, UNICEF.

UNICEF. (2019). 1 de cada 3 personas en el mundo no tiene acceso a agua potable. UNICEF. Recuperado de: https://www.unicef.org/es/comunicados-prensa/1-de-cada-3-personas-en-el-mundo-no-tiene-acceso-a-agua-potable

UNICEF. (2020). Notas de orientación sobre la reapertura de las escuelas en el contexto de COVID-19 para los administradores y directores escolares en América Latina y el Caribe. UNICEF.

Fuente:  http://www.educacionfutura.org/el-dilema-del-regreso-a-clases-presenciales-en-mexico/

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¿Nuestra forma de hablar es discriminatoria? El lenguaje inclusivo como mecanismo para la restauración de nuestro sistema educativo

Por: Paola Villafuerte

El proceso de reeducación necesario para transformar nuestra manera de comunicarnos generaría herramientas imprescindibles para la construcción de aulas e instituciones inclusivas.

Nuestras sociedades son estructuras vivas que se mueven y funcionan a través de la diversidad de quienes la componen: las personas. Esta diversidad existe en factores como nuestro origen, nacionalidad, género, color de piel, sexualidad y opiniones. Es únicamente desde la configuración de mecanismos reflejantes de estos ejes que se le abre espacio a visualizar la pluralidad que nos sitúa como personas en el mundo; uno de estos mecanismos fundamentales es el lenguaje.

Las relaciones sociales encuentran su lugar de representación justo en un sistema que comparte su complejidad y cambios constantes. En este sentido, la lengua puede reflejar agentes positivos, como la diversidad, pero entonces también es capaz de reflejar la discriminación y segregación aún latentes en nuestros espacios.

La guía del uso del lenguaje inclusivo, realizada por el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia de la Ciudad de México, DIF CDMX, explica que es a partir de nuestro sistema de comunicación que  “aprendemos a nombrar el mundo en función de los valores construidos en la sociedad, […] y dependiendo de cómo se use puede dignificar, denostar o invisibilizar, generando prejuicios, estigmas y estereotipos”. Entonces, la resignificación de una herramienta tan poderosa –y peligrosa– como la lengua, “conlleva una transformación en la construcción social de los conceptos y en la generalización de una cultura de trato igualitario”.

Este proceso se plantea desde la validación de una comunicación inclusiva, pero un acercamiento a esta alternativa tan necesaria requiere primero la identificación de aquellos usos del lenguaje que perpetúan conductas dañinas.

Entonces, ¿nuestra forma de hablar es discriminatoria?

Como mencionamos, la lengua es una estructura que refleja las características de quienes la usan, por lo tanto, es un ente vivo, sujeto a un contexto social, político, geográfico y generacional. Al adecuarse a las necesidades de sus hablantes, su uso es consecuentemente también herramienta de aplicación en ciertos ejercicios de poder que son todavía visibles en nuestra sociedad.

Cuando la representación de todas las personas se realiza a través del nombramiento de una sola parte de la población, se valida la existencia de una figura jerarquizada. Esta termina por permear la manera en la que decidimos conducirnos hacia las personas. Si desde las bases del aprendizaje se excluye la pluralidad de nuestra sociedad, entonces existe un problema. Andrea Lagneaux, en su trabajo, lenguaje inclusivo en las aulas: problematización, disputas e inclusión, cita a Paulo Freire quien mencionaba: ”Si todas las personas aquí reunidas fueran mujeres pero apareciera un solo hombre, yo debería decir «todos ustedes» y no, «todas ustedes». Esto, que parece una cuestión de gramática, obviamente no lo es. Es ideología”.

La propuesta de un uso de la lengua que legitime la existencia de todas las personas que conforman nuestros espacios, incomoda justo porque cuestiona estructuras que parecían no-cuestionables. Lo cierto es que se debe validar su existencia; el lenguaje inclusivo está siendo utilizado y se ha introducido no sólo la conversación habitual, sino también al discurso en la academia. Es en el contexto de una Latinoamérica actual que las redes sociales testifican una reforma transversal en nuestro “paradigma sociopolítico, económico y cultural”, como explica Lagneaux, y estos cambios salen a la superficie también en cómo los hablantes deciden manejar el lenguaje.

La lengua como postura política

Los textos se conectan a la sociedad por medio de la ideología que el autor o autora deposita en ellos, es decir, son construcciones que expresan subjetividades, formas de ver el mundo; que poseen a su vez, su propio contexto socioeconómico y cultural determinado.  “Así mismo todo contexto incide en las realidades, experiencias de vida y representaciones sociales que poseen lxs autores”, dice Andrea Lagneaux. Es en este sentido que el lenguaje es portador de dispositivos de poder, y aquellos que poseen este mismo poder no se enfrentan al inconveniente de percibirse invisibles.

El desconocimiento de la existencia de este poder “lleva a reproducir un discurso que configura la realidad desde una sola mirada, marginando la posibilidad -en este caso- de cuestionar la masculinización del lenguaje”, como Silvia Castillo y Simona Mayo afirman en su artículo. Decidir activamente reformular nuestro discurso en un intento por abogar en pro de la representación de las minorías, es indiscutiblemente una postura política.

Aclaremos que el lenguaje no es la realidad, sino que la representa –y configura–. Colocar una interrupción consciente de preceptos perjudiciales que podrían llegar a infiltrarse en esta representación, se plantea como el objetivo del lenguaje inclusivo. Y en “su uso está implicada la identidad de las personas”, mencionan Castillo y Mayo.

El estigma hacia el lenguaje inclusivo

Uno de los estigmas relacionados a esta propuesta, es la impresión de una degradación en el lenguaje. Esta noción parte de entender que tales reformas en la manera que nos comunicamos atentan contra la belleza y naturaleza de nuestro idioma; en este juicio, la lengua se percibe como una estructura ajena y rígida hacia nuestros cambios socioculturales. Aplicar restricciones como estas, contradice los claros movimientos que cualquier lengua –entendida como un fenómeno– debe atravesar para mantenerse práctica y congruente a su contexto.

La lengua es una estructura que refleja las características de quienes la usan, por lo tanto, es un ente vivo, sujeto a un contexto social, político, geográfico y generacional.

Nuestro lenguaje está conectado y es inevitablemente “sensible a cambios extralingüísticos”. Intentar realizar las funciones comunicativas de ahora utilizando, por ejemplo, el castellano del Medioevo resultaría bastante problemático y hasta obstaculizante. A través del fenómeno de la lengua podemos visualizar de una forma más clara los procesos sociales que fueron los catalizadores de nuevas reformas en su estructura.

Además de esta concepción, surgen otros cuestionamientos desde la observación lingüística en una postura disidente. Al entender la función de la lengua sólo como un medio comunicativo, se cuestiona si realmente posee tintes ideológicos por su cuenta. Desde esta percepción, los sesgos no son inherentes al lenguaje, y este “no se concibe como un espacio de disputa de derechos sociales”. Aquí se esperaría que una vez la realidad sea distinta, el contexto por su cuenta pueda cambiar el significado de las palabras sin alterar su estructura.

Sin embargo, la naturaleza de la lengua no reside sólo como una herramienta, puesto que este “hace pensamiento, se piensa cuando se habla y, al mismo tiempo, representa y construye realidad. Es el sentido y medio central mediante el cual entendemos el mundo y construimos la cultura”, afirman Castillo y Mayo. Por lo tanto, otorgarle al lenguaje un oficio tan aislado de nuestros procesos sociales, termina por fosilizarlo.

Asimismo, se cuestiona la propuesta de desdoblamiento en el habla. En esta se explica que, en lugar de referirnos a un cuerpo estudiantil con un genérico masculino como «los estudiantes», mencionemos a «las y los estudiantes» en una práctica para validar a la otredad. El cuestionamiento a esta elección, sostiene que existe una confusión “entre el género –plano gramatical- y el sexo, perteneciente a la realidad”, como María Márquez Guerrero, explica en su destacado artículo: Bases epistemológicas del debate sobre el sexismo lingüístico.

El lenguaje es portador de dispositivos de poder, y aquellos que lo poseen no se enfrentan al inconveniente de percibirse invisibles.

Entonces, bajo este argumento se sugiere que el género masculinizado del plano gramatical tiene funciones únicamente clasificadoras, y no posee conexión alguna con nuestro contexto social (igualmente masculinizado). Además, se afirma que este desdoblamiento se antepone a la Máxima de Cantidad de Grice, principio lingüístico que explica que no es necesario otorgar más información de la necesaria en un proceso comunicativo.

No obstante, tanto el sistema como su estructura no pueden ser indiferentes al espacio donde se desempeñan. A este aspecto se le une que la existencia del masculino como genérico posee un factor de ambigüedad imposible de ignorar. Como Márquez Guerrero comenta, en el momento de la historia donde aquellos considerados ciudadanos eran únicamente los varones blancos, la palabra predilecta para dirigirse a ellos era «hombres». Una vez la participación de la mujer en la vida pública es validada, esta palabra realiza lo conocido como “salto semántico”, y entonces se le comienza a atribuir un valor genérico. Es decir, a partir de ahí, «hombres» comienza a hacer referencia a todas y todos.

Sin embargo, aún la palabra «hombres» podría ejercer la función de hacer un nombramiento exclusivo de varones. “Cuando se habla de «los hombres», los varones siempre tienen certeza de estar incluidos, como colectivo masculino o como universal humano al que así representan”, dice Lagneaux.

A partir de esta ambigüedad, Márquez Guerrero explica que “se identifica a la especie humana con el conjunto de los varones y, como consecuencia, se da como algo natural la ausencia de mujeres”. En este uso, se vuelve irrelevante siquiera mencionar la distinción entre el uso de «hombres» con un valor genérico o específico, puesto que se convierte “al varón en paradigma, centro y medida de todas las cosas”.

El proceso para extraer esta facultad del masculino genérico para nombrarlo todo, es como cualquier otro, paulatino. Pero mientras sucede, las minorías tienen derecho a utilizar recursos que les permitan verse presentes dentro de la lengua que utilizan, incluso si estos recursos atentan contra las máximas de cantidad. Esta importancia resalta sobre la necesidad de una economía del lenguaje.

Es trascendental igualmente, cuestionarnos acerca del papel que fungen instituciones como la Real Academia Española (RAE). Recordemos que quienes son dueños de la lengua, son únicamente las personas, por lo tanto, ni los diccionarios, ni las academias, rigen o estipulan reglas para su uso. Su trabajo radica en analizar los cambios en este sistema y las elecciones de uso que facilitan el proceso comunicativo. Y como cualquier otra institución también pueden tener posturas debatibles. Castillo y Mayo preguntan, “¿cómo nos sintonizamos con quienes poseen la regla, la norma, desde lo teórico; ¿cómo alinearse por ejemplo con la RAE si en 2017 definía al sexo débil como el conjunto de mujeres?”

“Cuando se habla de «los hombres», los varones siempre tienen certeza de estar incluidos, como colectivo masculino o como universal humano al que así representan”.

Ciertamente, el camino por recorrer hacia una equidad entre aquellos en posiciones privilegiadas y las minorías, no se acortará de manera inmediata por ciertos cambios en nuestra forma de hablar. Pero definitivamente sí contribuye a un debate en torno a sistemas necesitados de reformas a la par de los cambios que nuestra sociedad está viviendo.

Guía para un lenguaje inclusivo

A este proceso se han unido distintas entidades institucionales y gubernamentales para crear proyectos que fomenten un uso crítico de nuestro lenguaje. En marzo de 2019, por ejemplo, el Consejo de Europa aprobó un informe que detalla recomendaciones específicas para combatir el sexismo. El documento aborda cómo ciertas prácticas cotidianas contribuyen a perpetuar espacios inseguros para la mujer, tales como la producción sesgada de contenidos en redes sociales y publicidad.

Igualmente, en Barcelona, la Guía de Comunicación Inclusiva, ofrece herramientas cruciales para realizar transformaciones transversales en la forma en la que nos comunicamos. Este documento otorga información bastante relevante acerca de porqué utilizar el lenguaje inclusivo y lo que esto representa para las minorías. Se divide en estos temas: racismo, género y LGBTI, personas con discapacidad y salud mental. En cada una de las categorías se abordan concepciones erróneas y a partir de ahí plantean alternativas de comunicación. En general, se invita a abandonar formas de expresarnos que provienen desde el etnocentrismo, androcentrismo, colonialidad y sexismo. Algunos de los ejemplos otorgados son los siguientes:

Guía de Comunicación Inclusiva  del Ayuntamiento de Barcelona, España.

Guía de Comunicación Inclusiva del Ayuntamiento de Barcelona, España.

Guía de Comunicación Inclusiva  del Ayuntamiento de Barcelona, España.

Guía de Comunicación Inclusiva del Ayuntamiento de Barcelona, España.

Por otro lado, en nuestro país la diversidad étnico-racial constituye un fundamento esencial de nuestras sociedades. Sin embargo, según la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS) 2017, “el 20.2 % de la población de 18 años y más declaró haber sido discriminada en el último año por alguna característica o condición personal”. Traer a discusión un cambio en nuestra manera de comunicarnos, es indudablemente una postura necesaria para hacer frente a estas cifras alarmantes.

La guía del uso del lenguaje inclusivo, realizada por el DIF CDMX, ofrece también ejemplos para modificar expresiones dañinas en un contexto donde el racismo aparece como problemática inadvertida:

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Lo que el lenguaje inclusivo significa para la educación

Para que la norma en las instituciones educativas sea desafiada, se requiere de un cambio transversal que atraviese el sistema docente y la currícula. Este reside no sólo en la integración de contenidos que aborden la equidad como cimiento del aprendizaje, sino de un uso del lenguaje subversivo.

Aquí se implica un proceso de reeducación constante no sólo en el alumnado, sino también en los directivos; “un esfuerzo por volver a aprender cómo nos dirigimos a mujeres y a hombres en la vida cotidiana”, como menciona el Manual de comunicación no sexista, del Instituto Nacional de las Mujeres. Los estudiantes pertenecientes a minorías, a grupos étnico-raciales diversos, de identidades u opiniones diferentes, tienen derecho a verse contenidos en el lenguaje que utilizan, y más aún en un contexto donde la propia representación es decisiva para un desarrollo integral del conocimiento.

La docencia tiene la obligación de plantear preguntas esenciales acerca de la normatividad desde la cual entendemos al mundo. Aún conociendo que las penalizaciones en puntuación dentro de contextos académicos rígidos son aún una práctica común, el desarrollo de esta herramienta es indiscutible. Un lenguaje que haga visible una carencia de inclusividad ofrece las herramientas justas para hacer del estudiantado una figura activa dentro de este proceso tan incómodo como necesario.

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/guia-de-lenguaje-inclusivo

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Brasil: Lula absuelto

Lula absuelto

Atilio A. Borón 

El juez Edson Fachin, del Supremo Tribunal de Brasil, anuló todas las condenas por corrupción contra el expresidente dentro del caso Lava Jato.

Cuando en abril de 2018 Lula fue condenado a la cárcel por el juez Moro, Vargas Llosa lo exaltó en su nota publicada en El País de Madrid (y reproducida en centenares de diarios de la región) «como modelo ejemplar para el resto del planeta. El novelista hizo caso omiso de las groseras violaciones al debido proceso que habían sido denunciadas por numerosos observadores. Al igual que los trogloditas argentinos, él también cree que el lawfare es un “verso” de la izquierda.

Pero como lo afirmó ante el Comité de Derechos Humanos de la ONU, en 2016, uno de los más eminentes juristas de Brasil, Afrânio Silva Jardim, en el juicio a Lula primero “seleccionaron al ‘criminal’ y ahora están buscándole el crimen”.

Argentinas/os, ¿les suena familiar? No encontraron el crimen pero Moro lo inventó y Lula fue condenado a nueva años y medio de cárcel. ¿Y por casa cómo andamos? La prensa hegemónica de toda la región aplaudió la violación del Estado de Derecho que estaba en curso en Brasil.

En la Argentina los flagrantes actos de lawfare cometidos por Moro eran celebrados con grandes aplausos por la derecha y sus representantes políticos e intelectuales, en acelerado proceso de fascistización. Actos que eran reproducidos casi ad infinitum por la Justicia Federal de este país en una fraternal competencia con los corruptos jueces y fiscales de Brasil para ver quiénes pisoteaban con más ferocidad las normas más elementales del derecho.

Todo parecía ir bien hace unas pocas horas el juez Edson Fachin, del Supremo Tribunal de Brasil, anuló todas las condenas por corrupción contra el expresidente dentro del caso Lava Jato y, ordenó comenzar nuevamente la investigación en otros fueros, debido a la supuesta parcialidad de la Fiscalía y del exjuez y exministro Sergio Moro.

Éste, al igual de lo que es habitual en la Argentina, tenía la costumbre de combinar con el fiscal de turno la forma y la dirección que debía tomar la investigación criminal para asegurar la condena de Lula. Ahora, lo más probable es que el tan admirado Moro termine él mismo en la cárcel. Los vientos que repararon una injusticia en Brasil llegarán más pronto de lo que se suponía a estas tierras. Brasil respira, Argentina también.

Fuente de la Información: https://rebelion.org/lula-absuelto/

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Brasil: Carta Abierta a la Humanidad

Carta Abierta a la Humanidad

«Vivimos en tiempos oscuros, donde las peores personas han perdido el miedo y las mejores han perdido la esperanza». Hannah Arendt

Brasil pide ayuda a gritos.

Brasileños y brasileñas comprometidos con la vida son rehenes del genocida Jair Bolsonaro, que ostenta la presidencia de Brasil, junto con una banda de fanáticos impulsados por la irracionalidad fascista.

Este hombre sin humanidad niega la ciencia, la vida, la protección del medio ambiente y la compasión. El odio al otro es su razón para ejercer el poder.

Brasil sufre hoy el colapso provocado del sistema de salud. El descuido de la vacunación y las medidas preventivas básicas, el fomento de la aglomeración y la ruptura del confinamiento, sumado a la ausencia total de una política de salud, crean el ambiente ideal para nuevas mutaciones del virus, y ponen en peligro a los países vecinos y a toda la población. Vemos con horror el exterminio sistemático de nuestra población, especialmente de los pobres, quilombolas e indígenas.

Brasil se ha convertido en una “cámara de gas” a cielo abierto.

El monstruoso gobierno genocida de Bolsonaro ha pasado de ser sólo una amenaza para Brasil, a convertirse en una amenaza global.

Apelamos a los organismos nacionales – STF, OAB, Congreso Nacional, CNBB – ya la OSM y las Naciones Unidas. Instamos a la Corte Penal Internacional (CPI) a condenar urgentemente la política genocida de ese gobierno que amenaza a la civilización.

La vida por encima de todo

 

Para firmar:

https://forms.gle/H8Y8pQMe3WhYjQrZA

Fuente de la Información: https://www.servicioskoinonia.org/boff/articulo.php?num=1017

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Vacunación mundial: codicia o solidaridad

Por: Hedelberto López Blanch

La adquisición de las vacunas contra la pandemia de coronavirus ha demostrado nuevamente la enorme desigualdad existente entre las naciones ricas y las que tienen menor poder adquisitivo a la par que ha expuesto dos vertientes diferentes: los que apuestan por una proyección individualista y los que promueven la solidaridad internacional.

Las posibilidades de alcanzar una distribución equitativa de las vacunas se encuentran gravemente amenazadas, declaró el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, y sentenció: «Debo ser franco, el mundo está al borde de un fracaso moral catastrófico y el precio será pagado con las vidas de los países más pobres».

La opinión de Tedros fue reforzada con la del secretario general de la ONU, Antonio Guterres quien criticó la distribución desigual de las vacunas y reiteró que 10 países han administrado el 75 % de todas las dosis registradas en el mundo.

«Ahora vemos cómo las vacunas llegan rápidamente a los países ricos mientras que las naciones pobres no reciben ninguna. Debemos hacer un esfuerzo global conjunto y de solidaridad para superar la pandemia” puntualizó Guterres.

Informes de organizaciones internacionales revelaron que Estados Unidos, la Unión Europea, Reino Unido, Australia, Canadá y Japón han asegurado más de 3 000 millones de dosis.

Entre las farmacéuticas que más han firmado contratos se encuentran Pfizer, Moderna, AstraZeneca, BioNtech, GlaxoSmithKline, Johmson & Johnson, Merck, Novavax y Sanofi.

Pfizer divulgó que en los dos primeros meses de 2021 las ventas de su vacuna, desarrollada con la alemana BioNtech ha sido de 15 000 millones de dólares, y se estima que para fines de año, ese mercado alcanzaría unos 40 000 millones. En cuanto a la Moderna, solo en la venta de 160 millones de vacunas contratada con la Unión Europea, a 18 dólares la dosis como reveló accidentalmente en Twitter la responsable de Economía de Bélgica, representa para esa empresa un beneficio neto como mínimo de 3 000 millones de dólares.

Datos de la OMS puntualizan que tres cuartas partes de las primeras dosis de las vacunas administradas en el orbe se concentran en 10 países que representan el 60 % del Producto Interno Bruto global.

Esa organización estimó que en unos 100 países no se ha aplicado ni una dosis y reiteró el llamado hecho por la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) para acelerar el acceso de vacunas vía Covax y reducir el acaparamiento evidente que enfrenta toda la comunidad internacional.

El mecanismo Covax, apoyado por cerca de 180 naciones a través de ONU, es un entendimiento conjunto que pretende garantizar el acceso equitativo a las vacunas y representa una gran prueba moral que tiene ante sí la comunidad mundial.

La India y Sudáfrica, ante el monopolio capitalista de las vacunas propuso en octubre pasado a la Organización Mundial del Comercio (OMC), suspender temporalmente las patentes de los medicamentos que se utilicen contra la Covid-19 para facilitar sus producciones en países en desarrollo pero hasta el momento no se ha podido alcanzar una repuesta positiva.

Noventa y cinco naciones de los 164 miembros de la OMC apoyan la iniciativa pero como sucede siempre en estos organismos, los ricos y poderosos las rechazan (en este caso Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Australia y la Unión Europea) al alegar que bajarían los esfuerzos de las farmacéuticas en inversión y desarrollo.

En contraposición a las compañías de Occidente y pese a la gran campaña lesiva de los medios de comunicación hegemónicos en contra de las vacunas producidas en Rusia y China, estas naciones están expandiendo esos productos por varias naciones del orbe con gran efectividad, menos costosa y en ocasiones gratuitas para países pobres.

El gigante asiático ya las ha enviado a Brasil, Indonesia, México, Emiratos Árabes Unidos, Argentina, Chile, Jordania, Perú, Turquía, Botswana, Marruecos, Congo, entre otros mientras Rusia las ha llevado a Argentina, Bolivia, México, Venezuela, Paraguay, Panamá, Brasil y varias naciones de Europa, Asia, África.

Por su parte, con un esfuerzo grandilocuente debido al bloqueo económico-financiero que padece por parte de Estados Unidos desde hace 60 años, Cuba elabora con éxito cuatro candidatos vacunales, dos de los cuales están en la tercera fase y pronto se iniciarán producciones millonarias.

En ese contexto, dos países caracterizados por su accionar solidario y humanista, Venezuela y Cuba, avanzan en la creación de un Banco de Vacunas a través de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) que permitirá a los miembros del bloque y a otras naciones pobres, tener acceso a los principales recursos contra la Covid-19.

Al respecto, el presidente Nicolás Maduro enfatizó: “Hay un monopolio de las vacunas que desnuda el sistema mundial desigual existente, y ante esto el ALBA-TCP ha decido crear un Banco de Vacunas, medicinas, instrumentos de diagnóstico y PCR para todos nuestros países”.

Como expresó el presidente cubano Miguel Díaz Canel Bermúdez, ante el 75 período de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas en septiembre de 2020: “No podemos enfrentar la Covid-19, el hambre, el desempleo y la creciente desigualdad económica y social entre individuos y entre países como fenómenos independientes. Urgen políticas integrales en las que el ser humano sea la prioridad, y no las ganancias económicas o las ventajas políticas. Es un imperativo impulsar la solidaridad y la cooperación internacional para amortiguar el golpe”.

Con ejemplos como los de Cuba, Venezuela, Rusia, China, al que se unirán otras naciones, se evitará más temprano que tarde que la enfermedad se vuelva endémica en algunas regiones, continúe su desarrollo y se expanda con nuevas mutaciones por el planeta.

Esa es la solidaridad que hoy nos reclama la preservación de la existencia humana.

Hedelberto López Blanch, periodista, escritor e investigador cubano.

Fuentes: Rebelión

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Paulo Freire: Educador Politico Hacia el Centenario de su Nacimiento.

Por: Heriberto Rivera

Si bien cierto que la muerte física encierra lo que podría ser la síntesis de la vida de una persona, el accionar de los mortales, también es cierto que la luz del alumbramiento es el momento estelar de la vida de un ser.

Todos los seres humanos tenemos nuestra propia  historia que se va definiendo en sus nortes, en sus acciones coherentes en función de  ideales  y propósitos comprometidos, pues no hay seres ahistoricos, y por lo tanto todos los nacidos tenemos intereses e inclinaciones que se van cimentando a lo largo de la existencia.

Paulo Reglus  Neves Freire vino al mundo en la Estrada do Encanamento 724 el 19 de septiembre de 1921, en Recife, estado de Pernambuco, en el noreste de Brasil.  De tal forma que el próximo mes de septiembre del 2021 estaría cumpliendo sus cien años de existencia.

Recibió de sus padres grandes influencias de haberlo iniciado en la palabra escrita y comprometida con su ejemplo y abogó durante su existencia como Maestro,  y según  Nita Freire desde la pedagoga transgresora como Pedagogo logra establecer en favor  desde la  resiliencia de los oprimidos  elaborar un paradigma emancipador teniendo como praxis la construcción de la Educación Popular.

Freire siempre destaco por ser valiente erudito, activista social y trabajador cultura lo cual despertó la admiración por su integridad y humildad, siendo reconocido internacionalmente por haber desarrollado  una práctica de educación  antiimperialista y anticapitalista que luego asumieron los educadores progresistas del mundo.

Su praxis educativa vinculada con los adultos y trabajadores lo llevó  a crear lo que mas tarde llamarían CONCIENTIZACION FREIREIANA, a través de la cual  los campesinos y trabajadores fueron capaces de transformar su “cultura del silencio”, lo cual los convertiría en agentes colectivos del cambio político y social.

En su experiencia al vivir comunitariamente con los trabajadores y los campesinos, Freire fue capaz de ayudarles a identificar palabras genéricas de acuerdo con su valor fonético, su extensión silábica y su significado e importancia social para los trabajadores. Esas palabreas  representaban la  cotidiana de los trabajadores; cada palabra estaba asociada con temas relacionados con peguntas existenciales y de los factores sociales que determinan  de la existencia cotidiana.

Esa educación como práctica de la libertad incentivo en Paulo Freire y su grupo de educadores  a formar los círculos culturales que eran grupos de aprendizaje y discusión con no letrados con gentes de comunidades locales, de tal forma que Freire  “ creía  que los oprimidos podrían aprender a leer si la lectura no se les  imponía de una manera autoritaria y si el proceso de lectura validaba su experiencias”.

 Los círculos culturales  permitieron ir comprendiendo el “capital cultural”; así que temas como nacionalismo, desarrollo, democracia y el analfabetismo fueron introducidos a través del uso de imágenes en transparencias y fotografías, seguidas de un diálogo. Las palabras “codificaban” las  maneras de vivir y las experiencia vividas de los miembros de las comunidades locales.

Las codificaciones tenían doble intencionalidad, pues por un lado mediaban entre las experiencias de la vida diaria    y, por la otra, también mediaba ente los educadores y los aprendices que estaban activamente comprometidos en la co-construcción de significados de la vida diaria.

Con esta innovadora forma de educar, el enfoque de Freire de la educación hurgó contra la lija de los métodos tradicionales de educación que requerían que los individuos aprendieran las palabras y las ideas en los libros  o en materiales que fueron  producidos por quienes detentaban el poder.

El aprender a leer en un manual significaba tener que aceptar que las experiencias inscritas en él eran mas importantes que las propias; Freire fue capaz de identificar temas generativos que permearon las experiencias de aquellos que creyeron que sus condiciones actuales- como son la pobreza y la falta de educación- eran debidas al destino, o a la suerte, o su propia inferioridad constitutiva, pero que deseaban afanosamente adquirir una educación.

A partir de estas experiencias y reflexiones, Paulo Freire logró reconocer que los aprendices oprimidos habían internalizado profundamente de manera deliberada imágenes negativas de sí mismos, imágenes creadas e impuestas por el opresor que hacían que se sintieran incapaces de emprender una participación activa y protagónica  en sus propios asuntos.

De esta forma Freire fue generando las bases para  su filosofía de la educación, mal llamado por algunos de forma vulgar “método”, ignorando que la obra de Freire no puede reducirse a un simple método estrictamente hablando ya  la misma es una filosofía política y educativa.

Fue junto con otros pedagogos creador de un movimiento educativo y una corriente pedagógica critica siendo hoy en día uno de los aportes  principales del continente al debate pedagógico contemporáneo.

Sin duda que la educación popular al igual que la Teología de la Liberación, la comunicación alternativa, la investigación Acción participativa y la filosofía de la libración constituye una corriente de pensamiento y un conjunto de prácticas sociales intencionalmente dirigidas a la transformación  de las estructuras injustas y orientadas de visiones de futuro alternativas a los modelos hegemónicos.

Paulo Freire, fue el gran impulsador de la Educación Popular como opción ética y política, pensada y elaborada como paradigma emancipador conformada mas allá de los diferentes frentes  como las memorias y los imaginarios colectivos, sistema de creencias y representaciones, voluntades y utopías( Torres,2009).

En la oportunidad que nos  convoca la celebración del nacimiento de Paulo Freire es momento propicio para que más  reflexionar busquemos allanar los espacios para el análisis en torno a los paradigmas emancipadores que a partir de la Educación Popular, del pensar epistemológico pueda tejerse un accionar concreto en la educación en los momentos en los cuales se hace necesario revisar los posibles avances de la Educación Popular , sus estancamientos y obstáculos recurrentes desde el marco de la insurgencia y permanencia de los movimientos sociales en América Latina.

Partiendo de que la Educación popular no obedece a un concepto abstracto producto de las ocurrencias del intelectualismo academicista, se hace necesario repensarla en el contexto de los procesos históricos latinoamericanos.

heristo50@gmail.com

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