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La Lectura y Escritura en las y los Jóvenes como Motores del Cambio en la Digitalización Educativa

Por: Luz D Palomino M/CII-OVE

En la era de la digitalización, donde la tecnología está en constante evolución, la lectura y escritura continúan desempeñando un papel fundamental en la formación y desarrollo de las y los jóvenes. La combinación de estas habilidades cognitivas e instrumentales no tiene por que conflictuar con el acceso a recursos digitales y herramientas tecnológicas, ya que estas últimas han abierto nuevas oportunidades para que las y los jóvenes se conviertan en agentes de cambio en la sociedad actual. En este artículo, exploraremos las posibilidades de la hibridación de lectura, escritura y digitalización educativa, analizando su impacto, los desafíos que enfrentan y las posibles alternativas para maximizar su potencial transformador.

Comenzamos reafirmando que lo digital-virtual se ha convertido en un hecho omnipresente en la sociedad actual, claro está, mediado por las diferencias de origen social y sus posibilidades de acceder a las innovaciones. Ello no se limita al uso operario de dispositivos, sino que implica reconocer que para una parte importante de la juventud, leer y escribir no están hoy solo vinculados al papel impreso, sino que cada día interpretar, comprender y escribir están asociados a una pantalla y teclado, es decir implica contar con capacidad de utilizar las tecnologías de la información y comunicación (TIC) de manera efectiva y crítica para la esfera de la comunicación. En consecuencia, la alfabetización digital implica el desarrollo de habilidades y capacidades para  buscar, evaluar y utilizar la información de manera responsable, así como de comunicarse, escribiendo y leyendo en entornos digitales.

Así, la lectura y escritura se configuran como elementos centrales y esenciales en cualquier dinámica de alfabetización digital. La lectura digital implica habilidades para comprender y analizar textos en formatos electrónicos, como páginas web, documentos en línea y medios digitales. La escritura digital, por su parte, involucra la capacidad de expresarse de forma clara y efectiva a través de diferentes medios digitales, como blogs, redes sociales y correos electrónicos. Incluso, el uso de la Inteligencia Artificial (IA) demanda un manejo adecuado de la lectura y escritura en entornos digitales.

Aunque la aproximación que hacen los más jóvenes a la lectura expresa diferencias entre la lectura tradicional y la lectura digital, ambas son complementarias y esencialmente necesarias en la educación. La lectura tradicional en papel se suele usar aún, para  el acceso a textos largos y complejos, aunque comienza a incrementarse la franja de lectores digitales de textos largos en herramientas como el Kindle, Se suele decir que la lectura tradicional, en papel impreso favorece la concentración y la comprensión profunda, pero el creciente número de descargas de e-books parecieran indicar que lo digital cada vez tiene un uso más complejo. Por otro lado, la lectura digital se suele vincular al acceso instantáneo a una amplia variedad de contenidos, recursos y perspectivas, es innegable que herramientas como los periódicos impresos que manejan contenidos más densos migran aceleradamente del formato impreso al digital, siendo las y los jóvenes un sector importante de los y las lectoras, así como de suscriptores. Una ventaja competitiva de la lectura digital es que permite interactuar con contenidos a través de hipervínculos, multimedia y herramientas de búsqueda, que en la lógica cognitiva de los más chicos hace mas corto el camino de las relaciones entre información y su uso.

La lectura digital también fomenta habilidades como la lectura crítica y la evaluación de fuentes. Los más jóvenes están aprendiendo a diferenciar lo veraz de las falsas o fake news, ya que en línea encontramos una gran cantidad de información basura, de dudosa calidad, pero el ejercicio de discriminar es una forma de fomentar el pensamiento crítico, racional y científico a través de la lectura. Las y los jóvenes cada vez han aprendido más a discernir y diferenciar entre fuentes confiables y no confiables, y analizar la información de manera contrastable.

En la era digital, la escritura adquiere un nuevo nivel de importancia y relevancia. A través de la escritura digital, las y los jóvenes pueden expresar sus ideas, opiniones y creatividad en una amplia gama de formatos, desde publicaciones en blogs hasta comentarios en redes sociales. La escritura digital brinda una plataforma para que ell@s se hagan escuchar y se conecten con audiencias más amplias.

Además, la escritura digital empodera a las y los jóvenes al permitirles participar activamente en la creación y difusión de contenidos que tienen un uso social más nítido  e inmediato, en oposición a los rituales de publicación del formato impreso.  Esto tiene implicaciones muy claras en las formas sociales de aprendizaje ético que se está dando, aunque ante la falta de referentes claros esto ocurre muchas veces por ensayo y error. Las y los jóvenes hoy pueden convertirse en creadores de contenido digital, compartir sus perspectivas y contribuir a la conversación en línea. Esto fomenta su sentido de pertenencia, autonomía y capacidad para influir en su entorno.

Si bien es cierto que la digitalización educativa ha abierto nuevas oportunidades para la lectura y escritura, también presenta desafíos y barreras que deben ser abordados. Estos desafíos pueden afectar la forma en que las y los jóvenes se relacionan con la lectura y escritura, y pueden obstaculizar su desarrollo y aprovechamiento de estas habilidades en el entorno digital.

Uno de los principales desafíos en la digitalización educativa es la brecha digital y el acceso desigual a recursos digitales. No todos las y los jóvenes tienen acceso a dispositivos electrónicos confiables o a una conexión a Internet estable. Esto limita su capacidad para acceder a materiales de lectura digitales, bibliotecas en línea y herramientas de escritura. La falta de acceso equitativo dificulta que los jóvenes aprovechen al máximo las oportunidades que ofrece la digitalización educativa y puede acentuar las desigualdades educativas existentes. Si la digitalización no está accesible para todos y todas por igual, ello genera nuevas formas de exclusión y odiosas diferencias que afectan el derecho a la educación.

También, en esta era digital ha llevado a una sobreabundancia de información, lo que puede dificultar que los jóvenes encuentren fuentes confiables y relevantes para la lectura y escritura académica. La capacidad para evaluar críticamente la calidad y la veracidad de la información se vuelve fundamental. Las y los jóvenes están contribuyendo en la creación de protocolos y procesos que permitan marcos institucionales y sociales para discernir entre información confiable y no confiable, evaluar la credibilidad de las fuentes y filtrar la información relevante para sus necesidades de lectura y escritura. La falta de estos protocolos y de habilidades para interactuar en estas dinámicas selectivas puede facilitar la propagación de información errónea y la falta de rigor en la escritura académica, algo que debemos evitar con urgencia

La digitalización educativa también trae consigo el desafío en materia de aprendizaje, fundamentalmente debido a los cambios  en las dinámicas de concentración-distracción y las metódicas de focalización en entornos digitales. Los dispositivos electrónicos y las plataformas en línea pueden ser una fuente constante de interrupciones, producto de las notificaciones de redes sociales, mensajes instantáneos y contenido no relacionado con el objetivo de lectura o escritura, pero ello puede ser evitado con programación simple de los aparatos, como las de desactivar las notificaciones mientras se desarrollan dinámicas de enseñanza-aprendizaje, así el dispositivo deja de ser un elemento de perturbación y puede convertirse en material de apoyo. A veces lo que ocurre, es que el personal docente no ha sido formado para trabajar en entornos digitales y desconoce muchos temas que se vinculan a su uso, diferenciado la dinámica escolar de la social, quizá por ello se suele decir que los dispositivos virtuales solo sirven para distraer a las y los jóvenes y evitan que se mantengan la concentración y el compromiso necesario para una lectura profunda y una escritura efectiva. Las y los jóvenes, así como los y las docentes, deben aprender a no solo gestionar estas distracciones y desarrollar estrategias para mantenerse enfocados en su trabajo académico, sino que resulta perentorio construir consensos de trabajo en el aula, alejados del adultocentrismo.

La promoción de la lectura y escritura en los jóvenes en la era digital requiere la implementación de estrategias y soluciones efectivas. A continuación, se presentan algunas propuestas para potenciar estas habilidades en los jóvenes:

  • Integración de la lectura y escritura digital en el currículo educativo

Es fundamental que la lectura y escritura digital sean integradas de manera transversal en el currículo educativo. Esto implica incluir actividades y proyectos que fomenten la lectura de textos digitales, como blogs, artículos en línea, libros electrónicos, y la escritura en diferentes formatos digitales, como ensayos, presentaciones multimedia y debates en línea. Asimismo, se deben proporcionar oportunidades para que las y los jóvenes utilicen herramientas tecnológicas y recursos digitales en sus tareas de lectura y escritura.  Esto no se debe ver como algo en oposición al libro impreso, sino complementos el uno del otro.

  • Promoción de prácticas de lectura crítica y análisis de fuentes digitales

En la era de la información digital, es esencial promover prácticas de lectura crítica y análisis de fuentes digitales. Las y los jóvenes deben aprender a evaluar la credibilidad y la calidad de la información en línea, identificar sesgos y reconocer fuentes confiables. Esto implica enseñarles estrategias de búsqueda y selección de información, así como el desarrollo de habilidades de lectura crítica para interpretar y evaluar textos digitales de manera rigurosa. Contrastar con distintas fuentes y donde sea posible con la propia realidad ayuda a despertar conciencias.

  • Uso de herramientas tecnológicas para fomentar la escritura creativa y colaborativa

Las herramientas tecnológicas ofrecen una amplia gama de posibilidades para fomentar la escritura creativa y colaborativa en los jóvenes. Se pueden utilizar aplicaciones y plataformas en línea que permitan la creación de textos en diferentes formatos, como blogs, wikis, foros y redes sociales. Estas herramientas facilitan la colaboración entre los jóvenes, la retroalimentación de pares y la publicación de sus escritos en un entorno digital, en tiempo real, algo que se corresponde a la forma de entender la temporalidad por parte de las nuevas generaciones.

  • Desarrollo de programas de alfabetización digital inclusivos y equitativos

Es importante desarrollar programas de alfabetización digital inclusivos y equitativos que garanticen que todas y todos las y los jóvenes tengan acceso y oportunidades para desarrollar sus habilidades de lectura y escritura en el entorno digital. Esto implica brindar acceso a dispositivos y conectividad confiable, así como promover la capacitación de docentes en el uso de herramientas digitales y en la enseñanza de la lectura y escritura en entornos digitales. Además, se deben considerar las necesidades de los estudiantes con discapacidades y asegurar que los recursos digitales sean accesibles para todas y todos.

En conclusión, la lectura y escritura desempeñan un papel fundamental en la digitalización educativa. La alfabetización digital se ha vuelto esencial en la sociedad actual, y tanto la lectura como la escritura son componentes claves de la construcción compartida de habilidades. La lectura tradicional y la lectura digital, enfocadas adecuadamente y superando el maniqueismo entre una y otra, se complementan entre sí, brindando a las y los jóvenes acceso a una amplia gama de información y desarrollando habilidades críticas. Por su parte, la escritura digital ofrece plataformas para expresarse, conectar con otras y otros y participar activamente en la sociedad digital. La integración de la lectura y escritura en la educación digital es crucial para prepararl@s para un mundo en constante evolución y aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece la era digital.

Esta digitalización educativa critica presenta desafíos y barreras para la lectura y escritura. La brecha digital y el acceso desigual a recursos digitales, la saturación de información y la dificultad para evaluar su calidad, y las distracciones y falta de enfoque en entornos digitales son algunos de los desafíos que deben ser abordados. Es importante implementar estrategias y políticas que promuevan un acceso equitativo, desarrollen habilidades de evaluación de información y fomenten el enfoque y la concentración en los entornos digitales, para que las y los jóvenes puedan aprovechar al máximo las oportunidades de la digitalización educativa. No miremos el futuro de la lectura como neo inquisidores que se niegan a encontrar el vínculo indisolubre entre tradición e innovación.

Bibliografías Consultadas:

Marquès, P. (2017). Aprender y enseñar en entornos digitales: La alfabetización digital en la sociedad del conocimiento. Octaedro.

Valverde, J. (2014). Alfabetización digital y competencias informacionales en América Latina: Desafíos y propuestas. Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación.

Aguaded, I., & Cabero, J. (Eds.) (2018). Competencias mediáticas y digitales: Dimensiones e indicadores. Comunicación Social.

Bárcena, F., & Cabello, F. (2013). Enredados: Aprendizaje y conocimiento en la sociedad digital. Fondo de Cultura Económica.

Gros, B., & Sánchez-Valverde, B. (2015). Tecnologías para la transformación educativa: La digitalización en el aula. Octaedro.

Luis Bonilla Molina. (2023) Nueva cruzada conservadora en las escuelas y universidades: el lápiz contra la inteligencia artificial

Prendes, M. P., & Gutiérrez, I. (2016). Educación expandida: Nuevas formas de aprendizaje y enseñanza en entornos digitales. UOC Press.

Torres, J. (2017). Alfabetización mediática y competencia digital. Hacia un modelo integrado para la educación mediática. Gedisa.

Anexo:

Aquí se adjunta un listado de recursos digitales y herramientas tecnológicas recomendadas para la lectura y escritura en la era digital, junto con enlaces y descripciones breves de su funcionalidad. Estos recursos pueden ser utilizados por los jóvenes como apoyo adicional en su proceso de lectura y escritura.

Goodreads (www.goodreads.com): Plataforma en línea donde los jóvenes pueden descubrir, seguir y recomendar libros. También permite llevar un registro de lecturas, escribir reseñas y unirse a grupos de discusión sobre libros.

Grammarly (www.grammarly.com): Herramienta de corrección gramatical y ortográfica que ayuda a mejorar la calidad de la escritura en inglés. Proporciona sugerencias de corrección en tiempo real y también ofrece explicaciones detalladas sobre errores comunes.

Google Docs (docs.google.com): Una herramienta de procesamiento de textos en línea que permite a los jóvenes escribir y colaborar en documentos de forma simultánea. También cuenta con funciones de revisión de texto y comentarios para facilitar la retroalimentación entre los usuarios.

Scribd (www.scribd.com): Una biblioteca digital que ofrece acceso a una amplia variedad de libros electrónicos, audiolibros, documentos y revistas. Los jóvenes pueden explorar diferentes temas y leer contenido relevante para sus intereses y necesidades académicas.

Zotero (www.zotero.org): Una herramienta de gestión de referencias bibliográficas que facilita la organización y citación de fuentes para trabajos académicos. Permite recopilar, guardar y formatear las referencias de manera automática en diferentes estilos de citación.

Flipboard (flipboard.com): Una aplicación que permite a los jóvenes crear su propia revista digital personalizada. Pueden seleccionar temas de interés y recibir noticias, artículos y contenido relevante de fuentes confiables en un formato visual y atractivo.

Padlet (padlet.com): Una plataforma en línea que permite crear murales virtuales donde se pueden organizar y compartir ideas, notas, imágenes y enlaces. Es útil para la planificación y la recopilación de información durante el proceso de escritura.

TED-Ed (ed.ted.com): Una plataforma que ofrece una amplia gama de charlas y lecciones en video sobre diversos temas. Las y los jóvenes pueden encontrar inspiración, ampliar sus conocimientos y obtener ideas para la escritura a partir de las conferencias y presentaciones disponibles.

Evernote (evernote.com): Una aplicación que permite tomar notas, capturar ideas y organizar la información de manera digital. Las y los jóvenes pueden utilizarla para tomar apuntes durante la lectura, crear listas de tareas y mantener un registro de ideas para sus proyectos de escritura.

Readability (www.readability.com): Una herramienta que simplifica la presentación de contenido en línea para una lectura más fácil y agradable. Permite eliminar distracciones, ajustar el tamaño de la fuente y guardar artículos para leer más tarde.

Estas son solo algunas de las muchas herramientas y recursos digitales disponibles. Cada una de ellas puede ser una valiosa adición al proceso de lectura y escritura de los jóvenes, brindando apoyo adicional y facilitando la experiencia en la era digital.

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¿Qué hay detrás de la máscara altruista? La UNESCO en el callejón neoliberal

Por: Luis Bonilla-Molina

(escrito para Viento Sur)

Leyendo a Bifo (2015), podemos asociar la llegada del neoliberalismo con la desaparición de los héroes, individuales y colectivos.  El autonomista italiano se atreve a datar en 1977 el momento en el cual “el mundo se desplazó desde la era de la civilización humana hacia una era desevolutiva o de descivilización” (Berardi, 2015: 11), proceso que se mostraría claramente en la UNESCO a partir de 1991.

El magisterio a escala mundial construyó un imaginario de héroe colectivo en la UNESCO. Incluso una parte importante del pensamiento crítico, y alguno que otro izquierdista extraviado, coloca como parámetro de referencia, como última palabra sobre el tema educativo aquello que dice o plantea el organismo ubicado en la 7, Place de Fontenoy de París. Ese héroe se ha venido convirtiendo en un paladín del capitalismo neoliberal, en un monstruo grande que pisa fuerte (Gieco, 1978) el derecho a la educación, especialmente para los hijos e hijas de la clase trabajadora.

Quizá por ello, desde distintos territorios y variados lugares de enunciación se comienzan a escribir páginas de historia crítica de la UNESCO. Este pequeño texto solo tiene la pretensión de invitar a mirar lo que hace el organismo multilateral con la perspectiva de quienes vivimos del trabajo, cuidando de no deslumbrarnos por las candilejas de un sentido común que carece de perspectiva política. Esta invitación sobre una breve historia crítica de la UNESCO es necesaria para comprender cómo este organismo es parte del diseño en la educación del futuro del sistema capitalista en la era digital.

El orden capitalista post segunda guerra mundial

El orden mundial que surgió de la Segunda Guerra Mundial generó un capítulo educativo para imponer la estandarización de políticas públicas: la UNESCO. A pesar de ser este organismo parte íntegra del multilateralismo de Naciones Unidas, existe una percepción extendida en la población y parte del magisterio respecto a la supuesta autonomía, neutralidad y capacidad de consenso del mismo, pero nada más errado.

Lo cierto es que la UNESCO es un organismo dependiente del sistema de Naciones Unidas cuyas decisiones estratégicas (planes, programas, autoridades, políticas, presupuesto) son tomadas hoy en día por la Conferencia General, compuesta por los representantes oficiales de los gobiernos de los 193 Estados miembros de la organización, en su inmensa mayoría con una perspectiva capitalista neoliberal. La Conferencia General que elige al Consejo Ejecutivo (CE), en la última Conferencia (2022) designó a los 58 integrantes de esta instancia.

La percepción errónea extendida sobre la UNESCO es atribuible a dos factores objetivos y uno subjetivo. Por una parte, la UNESCO, desde su creación y en el periodo de la llamada guerra fría (1917-1991), cumplió para el sistema-mundo capitalista, el rol de espacio de encuentro entre las culturas de los dos polos antagónicos (soviético-capitalista), lo cual implicaba construir una narrativa y performance funcional lo suficientemente amplio para garantizar diálogo, sobre todo en uno de los aspectos centrales de la reproducción de la ideología capitalista: los sistemas escolares y las universidades. La experiencia soviética no fue capaz de romper con la matriz institucional de la máquina escolar que impulsó el capitalismo en las dos primeras revoluciones industriales.  Este trabajo de puente entre dos mundos, en medio de una terrible guerra ideológica, facilitó la construcción del imaginario de una UNESCO progresista e incluso hasta de izquierdas, mientras que lo que estaba era intentando que el polo comunista se fuera alineando a la lógica sistémica del mercado. China hoy es la mejor expresión de los resultados a largo plazo de esta operación, un sistema escolar basado en la lógica del mercado, la neurociencia y el uso instrumental de la tecnología, que ha desterrado el pensamiento crítico y se presenta como modelo para vincular la formación escolar con la empleabilidad y el desarrollo del modo de producción capitalista.

Por otra parte, el sistema mundo le construyó a la UNESCO la identidad de punto de referencia y orientación para lo educativo. Para ello, elaboraba narrativas confusas, presentadas como resultados de consensos entre derecha e izquierda política, que defendían la inversión pública en educación a la par de propiciar un nicho para la gestión privada que fuera modelando diversas formas de privatización, mercantilización y estandarización conforme a las pautas del mercado.

Cada quien, según su perspectiva política de la educación, interpretaba y subrayaba lo que le parecía más próximo a su pensar; este nadar entre dos aguas de la UNESCO se vendía como pluralidad, cuando en realidad era la punta de lanza de sofisticadas formas de entender lo educativo como mercancía. A ello contribuyó el hecho que en buena parte de la historia de la UNESCO (1945-1993) los integrantes del órgano de dirección del Consejo Ejecutivo (CE) de la UNESCO fueran presentados como integrantes a título personal, lo cual abiertamente dejó de ser a partir de 1993, cuando pasaron a ser representantes oficiales de los Estados miembros.

En términos subjetivos, como explica Said (1978), la creciente hegemonía de la idea del conocimiento científico como un saber despolitizado fue convirtiendo el debate educativo bajo la tutela de la UNESCO en un asunto meramente técnico-pedagógico y cualquier intento de situar sus argumentos en el plano de la contradicción capital-trabajo era atacado como una desviación ideológica. En consecuencia, si la UNESCO era progresista, hasta de izquierdas, con enorme capacidad de formulación técnico pedagógica y se situaba en el olimpo del apoliticismo, esta supuesta neutralidad era presentada como objetividad y referencia respecto a lo que había que hacer más allá de los asuntos políticos e ideológicos. El apoliticismo es en realidad una forma ideológica del capitalismo que se esconde en argumentos técnicos neutrales para darle viabilidad a cambios estructurales que tendrían múltiples resistencias si se develara su real raíz ideológica.

En las últimas décadas esta objetividad educativa o sentido común educativo es presentada como un consenso entre los que piensan, los Bancos de Desarrollo (Banco Mundial, OCDE, BID, CAF), las instancias supranacionales del mercado (Fondo Monetario Internacional, Organización Mundial de Comercio), organismos de diálogo (tipo Foro Económico Mundial) y las instancias educativas del multilateralismo (UNESCO, UNICEF, entre otros), cuando en realidad todas estas instancias interpretan distintos instrumentos de la melodía que emana de las grandes financieras globales que incluso modelan las narrativas de las naciones imperialistas.

            La mejor evidencia de lo que afirmamos es el proceso de modificación, a través del tiempo, de la estructura, los mecanismos de selección y el funcionamiento del CE de la Unesco. Como demuestra el documento “El Consejo Ejecutivo de la UNESCO”, desde la década de los cincuenta del siglo XX, se fueron generando reformas en sus Estatutos hasta llegar en 1991, en pleno proceso de desmantelamiento de la URSS, a definir que a partir de 1993 (27ª reunión de la Conferencia General) el Consejo Ejecutivo estaría “compuesto de Estados miembros y no de miembros elegidos a título personal” (UNESCO, 2022: 11).

Las cinco reformas del CE muestran las tensiones entre la necesidad de mostrar al público a la UNESCO como un organismo no gubernamental y ocultar su real funcionamiento como órgano dependiente de la ONU, y por ende encuadrado en la lógica del multilateralismo del sistema mundo capitalista.

Desde la creación de la UNESCO hasta la primera reforma, los integrantes del CE ostentaban la condición de integrantes electos a título personal con el aval de ser electos por los representantes gubernamentales en la Asamblea General.  Eso permitía que el organismo tuviera un aire de independencia, fundamental para la tarea asignada de espacio de encuentro, que a la vez legitimaba liderazgos que luego jugaban un rol de gobernabilidad educativa nacional y posibilitaban el proceso creciente de estandarización educativa global.

La queja creciente de los gobiernos era que no tenían un control férreo del organismo, porque a pesar de que los electores al CEdebían contar con sus avales, estos disponían con demasiados “grados de libertad”, algo que iba contra las lógicas del poder político de los Estados miembros.

            Las sucesivas reformas fueron garantizando que el capital político acumulado por décadas se pusiera al servicio de los objetivos del neoliberalismo. A continuación, se sintetizan las principales reformas de las normas de conformación y facultades del CE de la UNESCO:

  • La reforma de 1954 dotó a los integrantes del Consejo Ejecutivo de la doble cualidad de directivo a título personal y, “representante del Estado del que era nacional”, sin que ello modificara la cualidad de composición del Consejo, “cuyos miembros no eran Estados sino personas expresamente designadas” (UNESCO, 2022, p.10). A pesar de que era presentado como una forma de funcionamiento despolitizado, esto tenía una razón político-ideológica concreta: filtrar a los representantes del Este-comunista para evitar que fueran figuras con tradición intelectual de izquierdas quienes llegaran a la conducción del organismo multilateral.
  • La reforma de 1968 trabajó la proporcionalidad de los territorios y regiones que conformaban el Consejo Ejecutivo, estableciendo mecanismos de rotación para garantizar que integrantes de todos los países pasaran a formar parte en algún momento el Consejo Ejecutivo. Conscientes las instituciones multilaterales del sistema mundo, respecto al desarrollo desigual y combinado del sistema capitalista (Mandel, 1975), esta orientación procuraba crear las condiciones para definir políticas diferenciadas en un marco general para territorios con desarrollos disímiles. En consecuencia, de lo que se trataba era que ningún sistema escolar, independientemente del desarrollo de las fuerzas productivas en cada país, quedara desalineado de la lógica del capital en educación.
  • La reforma de 1972 se concentró en establecer el periodo de permanencia de los integrantes del Consejo, a cuatro años, con el propósito declarado de dar la mayor oportunidad a los distintos países. Era evidente que el pase de nacionales por el Consejo Ejecutivo garantizaba contar con interlocutores locales para la implementación de las políticas de normalización y estandarización educativa, por lo cual había que garantizar que todos los países pasaran por esta instancia de dirección dela UNESCO.
  • La reforma de 1976 se orientó a establecer los mecanismos y procedimientos para poder sustituir a los representantes del Consejo Ejecutivo con ausencias temporales o permanentes. Esta iniciativa blindaba al organismo multilateral de crisis políticas internas resultantes de la necesidad de sustituir a un miembro (por muerte, renuncia u otra circunstancia) lo cual generaba tensiones y presiones de los campos ideológicos en disputa en ese momento histórico.
  • La reforma de 1991: modificó el “el artículo V de la Constitución de la UNESCO, relativo a la condición de los miembros del  Consejo Ejecutivo que a partir de la 27ª reunión de la Conferencia General (1993), está compuesto de Estados Miembros y no de miembros elegidos a título personal” (2022:11). Evidentemente, el proceso de desmantelamiento de la URSS, el giro lento y progresivo de China hacia la lógica del capital que venía dándose desde la reunión Nixon-Mao (1972), el curso regresivo de revoluciones como la vietnamita o la sandinista, el emerger de la inusitada aceleración de la innovación tecnológica, la crisis de estancamiento de los sistemas escolares por la incomprensión de los requerimientos del capital sobre la educación a partir de la tercera revolución industrial, la llegada de internet y el horizonte de la inteligencia artificial y su impacto en lo educativo demandaban un absoluto realineamiento de las operaciones de cambio educativo a escala global.  El paradigma del fin de la historia (Fukuyama, 1992) hacía obsoleta cualquier necesidad de consenso y encuentro entre ideologías otrora antagónicas (capitalismo/comunismo).

El desorden educativo del nuevo orden mundial

Desde su fundación y hasta la llegada de la tercera revolución industrial, la UNESCO tenía claro su rol de instancia para la masificación educativa, impulsando la estructuración y consolidación de los sistemas escolares con el propósito de garantizar la reproducción biopolítica del sistema capitalista mediante la educación para la democracia, la ciudadanía para el sistema político de representaciones, la educación para el consumismo y los enfoques disciplinares de aprendizaje. A la par que servía de plataforma para la distensión del conflicto geopolítico EE UU-URSS, procurando que el mundo soviético mantuviera intacta la estructura y funcionamiento de la machine educativa que apostaba por un cambio estructural fundamentado en contenidos alternativos y una elevación del estatus del trabajo en las escuelas y universidades, sin atreverse a superar la estructura escolar de Comenio (1657).

Pero el capitalismo de la tercera revolución industrial ahora requería una redefinición de la máquina escolar (Bonilla-Molina, 2023), que le permitiera evolucionar de los enfoques disciplinares a la transdisciplinariedad, que superara el ritmo de reproducción cultural abriéndose a la incorporación de lo nuevo mediante el acompañamiento de la aceleración de la innovación tecnológica, que pudiera prever el futuro inmediato y reorganizar el conocimiento que ese mañana demandaba.

Esto implicaba un giro de 180 grados para el organismo multilateral, cuya transición generó un conjunto de iniciativas de cambio paradigmático, siendo el Informe Faure (1973) la más reconocida. El Informe “Aprender a Ser: la educación del Futuro” (1973) operó como un catalizador para las iniciativas del cambio. Primero, al postular que existía una percepción negativa de la ciudadanía en el mundo respecto a la educación y el papel de los sistemas escolares, abriendo paso con ello a la ola de reformas educativas que se iniciaron a finales de esa década y continúan en el presente. Segundo, subraya que lo que se enseña en las escuela y universidades está desactualizado y las instituciones escolares tienen dificultad para incorporar lo nuevo en los procesos de enseñanza-aprendizaje. Tercero, enfatiza en la precariedad de los sistemas escolares para formar el talento humano que requiere el mundo del trabajo en un modo de producción que tiende a la automatización, la informática, robótica y que demanda niveles inusitados de creatividad.

El Informe Delors (1996), “¿Hacia un bien común mundial?” (Unesco, 2015) y “Futuros de la Educación” (Unesco, 2021) lo que hacen es renovar el discurso sobre la necesidad de un cambio estructural de los sistemas escolares. Paralelamente, entre 1970 y 2015, la UNESCO crea un cuerpo de intelectuales que tienen la tarea de propagar la necesidad del capitalismo de la tercera revolución industrial como una “buena nueva”, bajo figuras narrativas como “la complejidad”, “reimaginar nuestro futuro juntos” y, más recientemente, “que hablen de educación los que saben de ello” (Unesco, 2021) que pretende limitar a un número pequeño y finito las voces a consultar sobre el destino de la educación.

En la tercera revolución industrial (1961-2015) la UNESCO se mostró ineficaz en el cumplimiento de las tarea delineadas por la propia Comisión Faure que ellos impulsaron, porque a pesar que en todo el mundo se hablaba de transdisciplinariedad, las escuelas y universidades transdisciplinarias no terminaron de nacer, se impulsaron procesos para institucionalizar el pensamiento complejo que resultaron en un desastre colosal, y la convergencia disciplinar (Bonilla-Molina, 2023) que comenzaba a dibujarse en el horizonte de los requerimientos del capital no tenía forma escolar de concretarse. Todo ello mostraba un serio estancamiento conceptual, epistemológico y paradigmático del organismo multilateral.

Sin embargo, todo el redireccionamiento de la política educativa supranacional, con tejido nacional, sirvió para imponer la cultura evaluativa (Bonilla-Molina, 2020) sobre docentes, instituciones, aprendizajes, así como la política de competencias por mercados educativos (rankings, bibliometría), mostrando eficacia política en la mercantilización, desterritorialización y estratificación escolar (Bonilla-Molina,2023).

El papel de la UNESCO en la actual reestructuración neoliberal

A partir de 1993, aprovechando el desconcierto por la caída del muro de Berlín y la popularidad del discurso sobre el fin de la historia, comienza a concretarse el alineamiento y sincronización de la UNESCO con el carro del neoliberalismo educativo. Podemos decir que Federico Mayor Zaragoza fue el último director general de la UNESCO (1987-1999) que contó con el perfil de ser un académico de consensos, humanista, plural y con una mirada interesante sobre el derecho a la educación. Sin embargo, le correspondió comenzar a conducir un CE, integrado fundamentalmente por representantes oficiales de los gobiernos.

En 1994, prácticamente sin resistencia alguna del pensamiento crítico en educación, la UNESCO crea el LLECE (Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación), que implica una asimilación de los paradigmas de gestión de la calidad total, estandarización regional de parámetros de medición y unificación de indicadores de seguimiento en materia de aprendizajes. Se trataba de acelerar la unificación de nuevos fines, metas, procesos y resultados impulsados en forma de políticas educativas nacionales por los Estados miembros. Esto complementaba, iniciativas de estandarización mundial, como lo fueron los acuerdos de Jomtein (1990), Dakar (2000), Foro Mundial de Educación de Corea del Sur (2015) y los Objetivos del Milenio (2000) que abrieron paso al paradigma del ODS4 de Calidad de la Educación (2015-2020) y las políticas de transformación digital de la educación (2015-2030).

La percepción que crece es que la UNESCO no ha podido construir una narrativa práctica que ilumine el horizonte del cambio educativo que demanda el capitalismo de la cuarta revolución industrial (Schwab, 2016), en un contexto de inusitada aceleración de la innovación con impacto en el mundo del trabajo y la empleabilidad, superación de la transdisciplinariedad por la convergencia disciplinar, así como de impacto de la Inteligencia Artificial (IA), reconocimiento biométrico facial, análisis de metadatos, internet de las cosas y bloques de datos en la educación.

La traducción simplista que hacen muchos decisores sobre las medidas a tomar se limita a crear nuevas materias, aulas invertidas de tecnología y otras prótesis tecnológicas (Sadin, 2020) para los sistemas escolares, cuando lo que pareciera demandar el centro tecnológico-económico capitalista es una reestructuración total de lo escolar, incluidas las nociones trabajadas hasta ahora de currículo, didácticas, evaluación, planeación y gestión escolar. UNESCO, al ser dirigida por representantes de gobiernos, tiene la lógica y los tiempos políticos de las burocracias gubernamentales y comienza a mostrar signos de incapacidad para resolver los desafíos del capitalismo actual. Tal vez por ello, otros organismos (BM, BID, CAF, OCDE, WEF, G-20 educativo) comienzan a disputarle su liderazgo en la conducción de la agenda educativa global. Esto se ha podido ver en la configuración de las políticas educativas globales a través del “filantrocapitalismo digital” (Saura, 2020).

Todo ello ocurre en medio de una parálisis cognitiva en una parte importante del pensamiento crítico en educación, como se evidenció en los preparativos y realización de la Conferencia Mundial de Educación Superior (CMES 2022) y el llamado Plan de acción en Educación Superior que sin consenso alguno pretende imponer UNESCO como ruta de cambios en el sector de la educación universitaria. Lo ocurrido en Barcelona (CMES 2022) es realmente vergonzoso y muestra la subordinación del organismo multilateral al Banco Interamericano de Desarrollo (BID), (BM), FEM  (WEF), la Organización Mundial de Comercio y la “infocracia digital” (Han, 2022)  en temas como micro acreditación, formación profesional en manos del sector empresarial, formación universitaria de corta duración (dos años), revalidación periódica de las titulaciones profesionales, desmantelamiento de la formación en ciencias sociales y humanas teniendo como eje el nuevo paradigma de educación a lo largo de la vida para la empleabilidad.

La UNESCO es un organismo subordinado hoy a la lógica neoliberal pero, paradójicamente, con serias limitaciones para interpretar el horizonte de cambios que demanda el capitalismo bajo el formato de transformación digital. Navega a tientas en esta materia y esto le puede significar una derrota estratégica pues pareciera no estar en capacidad de llevar el barco de la educación ni al puerto del capitalismo digital, mucho menos al de la emancipación pedagógica.

Conclusión

La UNESCO está viviendo una crisis estructural de identidad, eficacia y legitimidad. Esta crisis se debe a la legitimación del modelo neoliberal y a los avances del capitalismo en la era digital en educación sin que ello haya significado que realmente pueda operar como institución de vanguardia para el neoliberalismo, en un marco de impacto profundo de la aceleración de la innovación en el modo de producción capitalista, que le demanda otro tipo de educación y funcionamiento escolar, mientras cada día está más de espalda a una educación al servicio de los pueblos. La única consigna de trabajo que mantiene que le dota de algún cable a tierra es la de la inclusión, pero cada vez más esta idea aparece mediada por el protagonismo del sector privado.

A pesar de ello, la UNESCO es aún un campo de disputa que no se puede abandonar. Pero trabajar para otra UNESCO posible pasa por romper el cristal de la inocencia pedagógica y política.

Luis Bonilla-Molina es profesor de la Universidad de Panamá y militante venezolano en defensa de la educación pública en diversos países de América Latina y El Caribe.

Imagen: Imágen creada con Inteligencia Artificial

Referencias

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Bonilla-Molina, Luis (2020) La cultura evaluativa y la virtualización educativa: dos tenazas del capitalismo cognitivo de la tercera revolución industrialhttps://luisbonillamolina.com/2020/03/26/la-cultura-evaluativa-y-la-virtualizacion-educativa-dos-tenazas-del-capitalismo-cognitivo-de-la-tercera-revolucion-industrial/

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Brophy, Susam D (2018) El valor explicativo de la teoría del desarrollo desigual y combinadohttps://vientosur.info/el-valor-explicativo-de-la-teoria-del-desarrollo-desigual-y-combinado/

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(1996) La educación encierra un tesoro. Informe a la UNESCO de la Comisión Internacional sobre la Educación para el siglo XXI. Ediciones UNESCO.

Faure, Edgar et al. (1973) Aprender a ser: la educación del futuro. UNESCO.

Fukuyama, Francis (1992) El fin de la historia y el último hombre. Barcelona: Planeta.

Gieco, León (1978) Solo le pido a Dios. Canción

Novack, George (1974) Understanding History: Marxist Essays. Nueva York: Pathfinder.

Mandel, Ernest (1975) El capitalismo tardío. México: Era.

Powaski, Ronald E (2005) La guerra fría: Estados Unidos y la Unión Soviética 1917-1991. Barcelona: Planeta.

Sadin, Eric (2020) La inteligencia artificial o el desafío del siglo: anatomía de un antihumanismo radical. Buenos Aires: Caja Negra.

Said, Edward (2007 [1978]) Orientalismo. Barcelona: DeBolsillo.

Saura, Geo (2020) “Filantrocapitalismo digital en educación:  Covid-19, UNESCO, Google, Facebook y Microsoft”, Teknokultura 17(2), 159–168. https://doi.org/10.5209/tekn.69547

Schwab, Klaus (2016) Cuarta revolución industrial. Madrid: Debate.

UNESCO (1990) Declaración Mundial sobre Educación para Todos y Marco de Acción para Satisfacer las Necesidades Básicas de Aprendizaje. UNESCO. https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000127583_spa

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UNESCO (2015)Educación 2030: Declaración de Incheon y Marco de Acción para la realización del Objetivo de DesarrolloSostenible 4. https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000245656_spa

UNESCO (2015) Objetivos de desarrollo sostenible. Ediciones PNUD-UNESCO. https://es.unesco.org/sdgs

UNESCO (2020) Aprendizaje digital y transformación de la educación. https://www.unesco.org/es/digital-education

UNESCO (2021) Reimaginar Juntos Nuestros Futuros: un nuevo contrato social para la educación. Unesco. https://losfuturosdelaeducacion.org/

UNESCO (2022) EL Consejo Ejecutivo de la UNESCO. https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000380813_spa

¿Qué hay detrás de la máscara altruista? La UNESCO en el callejón neoliberal

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Cecosesola: ética y valores para superar el capitalismo

Por: Raúl Zibechi

 

“En ocasiones vendemos a pérdida para no perjudicar a la comunidad”, comenta Gustavo Salas, uno de los fundadores del movimiento y referente sin poder orgánico, sólo ético. Durante semanas se reúnen productores rurales que integran las cooperativas con trabajadores urbanos de la red, hasta que llegan a consenso sobre los precios.

Ponen a debate los costos y las dificultades, y cuando llegan a acuerdos ambas partes los respetan, aunque el mercado haya subido o bajado los precios. Así, el tomate que acordaron venderlo a 20 bolívares ahora se vende en la calle a menos de la mitad, porque las ferias de Cecosesola decidieron vender a pérdida, para respetar lo acordado y no perjudicar ni a los productores ni a los consumidores.

“La escasez nos dio empatía con la comunidad”, agrega otra voz, mientras Salas se muestra preocupado por “la falta de exigencia en la calidad del producto, ya que a veces nos llega en condiciones en las que no podemos venderlo”. Esto lleva a debates extensos en los que surge que el escaso cuidado que se tiene con la tierra termina afectado lo económico, tanto la cantidad como la calidad de los cultivos.

Entre todos, todo

Los martes es día de asambleas múltiples y multitudinarias. En el enorme espacio de la feria del Centro, durante la mañana se reúnen cuatro grupos abordando diferentes problemas y hacia el mediodía se juntan en el espacio techado, para poner en común y debatir entre unas 200 personas todas las cifras de la semana, desde las ventas hasta las deudas.

Micrófono en mano, Wilson Alvarado va explicando los datos proyectados en la pared: inventarios, liquidez en bancos, cuentas a pagar y un largo etcétera. Los trabajadores asociados siguen con atención sus explicaciones y hacen preguntas para aclarar dudas. “Todos conocemos todos los números, incluso el que entró al movimiento en la última semana”, explica alguien a mi lado.

De ese modo, se pueden hacer responsables por lo colectivo, mientras en las organizaciones burocráticas sólo la dirección maneja los datos. En la exposición de Wilson surge que están vendiendo casi al costo, con apenas un 0,35% de ganancia y que en la primera semana de junio entre todas las ferias vendieron 1,4 millones de dólares. Celebran cuando aumentan los compradores en las ferias y cuando disminuyen buscan las razones y aparecen soluciones.

Cientos de trabajadores siguen las explicaciones sobre contabilidad

También se debaten los problemas: que faltaron cestas en las que se depositan los alimentos y debe buscarse dónde están; que en la semana fue insuficiente la cantidad de papa y de melón, al parecer por las lluvias, así como otros productos. Luego cada grupo expone en papelógrafos los principales números de cada feria. Me sorprende que todas y todos son muy jóvenes, ya que a la hora de los ingresos de nuevos trabajadores el movimiento prioriza a los menos de 40.

Wilson, quien ha explicado los números globales, tiene ahora 35 pero empezó con 10 años en las cajas, embolsando víveres. “Mis padres y mis hermanos me llevaban a las ferias y luego fui aprendiendo oficios, rotando entre varias tareas y ahora estoy en las oficinas en compras”. Recorrió un proceso muy similar al de muchos trabajadores que ingresaron en tareas muy simples y fueron creciendo.

Hay casos de embolsadores que hoy son médicos o técnicos, apegados a un movimiento que los hizo crecer, como José Raúl que después de embolsador fue camillero, técnico de laboratorio y hoy está en contabilidad. Milagros de la rotación y el compromiso: todos ellos participan en las ferias, ya sea en las cajas, barriendo, cargando víveres o acomodando los productos.

Wilson explicando la contabilidad del movimiento

La salud integral y comunitaria

El Centro Integral Cooperativo de Salud (CICS), un edificio de tres plantas, fue construido con recursos propios, sin recurrir al Estado ni a la banca. El diseño fue largamente debatido entre los miembros del movimiento y los ingenieros que aceptaron el desafío de socializar el proyecto. Las maquetas iban y venían a las asambleas y reuniones, donde cada socio podía hacer observaciones y propuestas, proceso que demandó tres años.

El resultado es notable: la obra fue apropiada por la comunidad que se vuelca en el centro de salud. Además de espacios para que las familias confraternicen haciendo yoga o tai chi, o bailando, en la recorrida se descubre que las habitaciones de los internos tienen terrazas amplias que se comunican entre sí. De ese modo, los internados pueden relacionarse entre ellos sin pasar por el tradicional control jerárquico.

El centro atiende 200 mil consultas anuales en las numerosas especialidades que ofrecen, desde cardiología, gastroenterología, medicina interna, nutrición, otorrinolaringología, psiquiatría, traumatología y urología, además de las “alternativas” como acupuntura, hidroterapia, tai chi, yoga, masajes y parto natural respetado.

Cuentan con  20 camas de hospitalización, dos quirófanos, laboratorio, radiología y ecografía. Pero lo más notable es que un centro de salud con semejante masividad y complejidad es gestionado de modo asambleario, las tareas son rotatorias (aunque no los médicos) y todos pueden participar en las decisiones colectivas. Pero la gestión no es sencilla. La participación de los médicos sigue siendo incipiente aunque aseguran que han hecho avances durante la pandemia y la crisis.

Asamblea semanal de gestión del centro de salud

El CICS realiza 25 cirugías semanales y 1.500 análisis de laboratorio, de muy diversas especialidades. La doctora Carmen, que acompaña partos y atiende cajas en la feria del Centro, se muestra orgullosa del avance que han conseguido en base a un minucioso trabajo con las embarazadas y sus familias: al comienzo, en 2009, hubo 69 cesáreas y sólo dos partos, “pero ya el año pasado hubo más partos que cesáreas”.

En la ronda del parto natural se menciona la dificultad que encuentran para que los médicos cedan su poder y aseguran que la integración de las familias facilita que sean más flexibles. En algunos casos sustituyen la sacrosanta “junta médica” para abordar situaciones de pacientes delicados o terminales por reuniones de médicos, pacientes y familiares para tomar decisiones. Según Lizeth, “los médicos que trabajan sólo en Cecosesola tienen una actitud diferente”.

Porque lo habitual sigue siendo que los médicos trabajen en varios hospitales para obtener mayores ingresos. En el CICS tienden a reproducir la misma cultura, sin apreciar las diferencias y siempre desconfiados a que personas que consideran de inferior categoría o formación, pueden opinar y tomar decisiones sobre su trabajo. En el CICS hay 105 trabajadores de los cuales unos 40 son médicos.

Muchos trabajadores rotan tareas, luego de trabajar en ferias se formaron como enfermeras percibiendo todos y todas los mismos ingresos, a excepción de los médicos. He escuchado a biotecnólogos del laboratorio explicar que acuden a trabajar a las ferias como algo ya habitual, o participan en jornadas de cocina, porque el centro de salud cuenta con un comedor comunitario. Como sucede en todos los espacios de Cecosesola, el comedor es un espacio importante para crear comunidad.

La crisis contribuyó a acercar a algunos médicos a la vida colectiva. Cuando no había gasolina, decidieron recoger a todos los trabajadores en los autobuses de Cecosesola. El resultado fue que unos cuantos médicos compartieron transporte y tiempo con enfermeras, auxiliares, limpiadoras y cocineras, lo que generó cercanías imposibles en tiempos normales.

Al final de la ronda por el centro de salud intercambiamos impresiones de modo informal, que es cuando aparecen algunos de los detalles más reveladores de la vida colectiva. Todas y todos llevan muchos años en el movimiento. Quizá por eso Gabriela, de 73 años, critica duramente “los vicios y el consumismo”, porque éste provoca envidias; Lizeth agrega que la red de cooperativas “somos una escuela”; Wilmary hace hincapié en “la austeridad”, no como un sacrificio sino como forma de vida sencilla; y alguien más agrega que “Cecosesola no es para todos”.

Un aserto difícil de aceptar pero realista y sensato, porque todos los movimientos verdaderos (en el sentido de procesos de transformación de larga duración) son muy rigurosos con el comportamiento sus miembros para garantizar la continuidad de sus espacios. Sin embargo, la rigurosidad y la elevada exigencia se compensan cuando aseguran que “aquí nos sentimos protegidos”, lo que otorga un sentido de pertenencia y de autoestima muy potentes.

Una de las fundadoras, Teresa Correa, le da una vuelta más a la cuestión de la identidad, tejiéndola con los valores colectivos: “La confianza en nosotros mismos nos permite saltarnos o violar las leyes, cuando es necesario hacerlo. Porque no queremos que la formalidad del sistema se nos meta por dentro”. Dibujan un adentro y un afuera que no es caprichoso, sino uno de los síntomas de la autonomía colectiva.

Fuente de la información: https://desinformemonos.org

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Educación: camino hacia los objetivos del desarrollo sostenido y compartido

Por: David Auris Villegas

 

Un desarrollo sostenible y compartido se ha convertido en una necesidad vital de sobrevivencia, lo que puede depender en gran medida de la calidad de la educación
La importancia de un desarrollo sostenible y compartido se ha convertido en una necesidad vital de sobrevivencia, lo que puede depender en gran medida de la calidad de la educación como pilar fundamental para equipar a las personas con conocimientos, habilidades y valores capaces de transformar sus vidas y la de su entorno.

Mirando este contexto global, la educación basada en el mérito en Latinoamérica ha perdido su relevancia en términos de desarrollo global, ya que aún no ha logrado superar el paradigma centrado en diplomas y títulos de bajo impacto, que realmente no son útiles para competir. Como reflejo de esta realidad desoladora, observamos que ninguna universidad latinoamericana aparece entre las cien mejores en los rankings universitarios del 2023, lo cual denuncia que aún estamos lejos de lograr los objetivos de desarrollo sostenido.

En cuanto a esta realidad, siendo esperanzador, estamos a tiempo de promover una educación sostenible que rompa las barreras de la pobreza y la inequidad que perpetúan la desigualdad, para desarrollar al máximo el potencial humano con el afán de lograr el desarrollo sostenible y compartido que es impulsada desde las Naciones Unidas.

Este camino hacia la sostenibilidad, requiere, entre otros, la participación activa y comprometida de todos los ciudadanos. La educación debe cultivar habilidades como el pensamiento crítico, la empatía, la colaboración y la comunicación, lo que implica un cambio en la forma en que nos relacionamos y nos preocupamos por los demás. Cultivar estas cualidades desde temprana edad significa educar ciudadanos responsables y comprometidos en la construcción de un mundo más justo y equitativo.

Por otro lado, para lograr los objetivos del desarrollo sostenible, los expertos afirman que los países deben invertir en una educación de calidad, inclusiva, equitativa y científica en todos los niveles, destinando al menos el 6% del producto bruto interno como política educativa. Esto permitirá fomentar la participación activa a través de una educación comprometida y dedicada a sembrar las semillas del cambio y cosechar un futuro sostenible y compartido para las generaciones venideras.

Como consecuencia, es esencial cambiar de un aprendizaje pasivo a un aprendizaje creativo, tal como lo sugiere el experto chino en tecnología, Kai Fu Lee. En este sentido, es fundamental enfocarnos en la formación en ciencia y tecnología en las escuelas a través de la práctica experimental que permita adquirir las habilidades necesarias y enfrentar con éxito los desafíos globales, pues de no hacerlo, pondremos en jaque a nuestro porvenir.

En resumen, podemos afirmar que una educación científica e inclusiva es crucial para un desarrollo sostenible y compartido, donde cada persona tenga la oportunidad de alcanzar su máximo potencial y contribuir al bienestar colectivo de nuestra generación.

Fuente de la información:  https://revistaaula.com

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ChatGPT: Humano, muy humano

Por: Andrés García Barrios

 

En esta nueva entrega de “La educación que queremos”, Andrés García Barrios explica cómo los atributos que son comunes al ChatGPT y a nuestro Shakespeare colectivo, pueden ser dos grandes herramientas para el trabajo en el aula.

Son tantos los expertos que hoy en día nos alertan contra los riesgos de la inteligencia artificial, que en este artículo me propongo fungir como intercesor de esa tecnología, por lo menos en un tema que me interesa especialmente, y que es afín a varias ramas de la docencia: su uso en la realización de textos creativos.

Mi primer impulso al abordar el tema sería poner en evidencia a los cientos de guionistas de cine y series “hollywoodenses” (me refiero al estilo que todos conocemos como tal, sea del país que sea), que en las últimas semanas se han dado a protestar contra el uso de la IA en la ejecución de tareas que creen que sólo a ellos les competen. Arguyendo, entre otras cosas, que dicha tecnología estandariza y deshumaniza los valores creativos, parecen olvidar que ellos mismos llevan décadas incurriendo en ese pecado, es decir, el de ejecutar guiones con base en un invariable patrón de éxito estadísticamente comprobado y arruinando la originalidad de muchísimas historias (propias o ajenas) para convertirlas en piezas estándar, en aras de asegurar el mercado. El hecho de que ahora reclamen al sistema el que favorezca a máquinas que hacen esa misma labor de maquila con más eficiencia, parece ─para decirlo de una forma amable─ tema para un guión sobre una de las mil maneras en que los seres humanos vendemos nuestra alma al diablo.

Pero les dejo a ellos la labor de escribirlo (o al chatbot que ya los haya sustituido), y refrenando ahora mi ira (que no es sino la de un espectador miles de veces defraudado), intentaré volcar mi energía en un enfoque más creativo del tema. A fin de cuentas, este temerario juego de ponerme del lado de la IA en materia de creación literaria me permitirá llevar al colmo mi fantasía, lo cual, aunque riesgoso, no deja de prometer grandes placeres.

Y así, el primero que me quiero dar es el de comparar al ChatGPT con William Shakespeare. Ya tendré tiempo de moderar esta exageración, pero verá el lector que no está tan injustificada como de entrada parece. Por lo pronto, para hacerla más verosímil, imaginemos que estamos hablando de un ChatGPT hiper-desarrollado y no de la versión actual, llena aún de múltiples limitaciones (al grado de que hace unos días, entre sus instrucciones, me regaló dos errores de escritura, poniendo parapharse the sentense en vez de paraphrase the sentence).

William Shakespeare es considerado por muchos como el escritor que más profundamente ha descrito el alma humana. No hay tema que no haya sido tratado por él, y de manera insuperable (sus obras completas serían el libro ideal para llevar a una isla desierta). La mirada del Cisne de Avón es tan abarcadora y a la vez tan detallada que se ha creído que tanta genialidad no puede ser obra de un solo ser humano, por lo que muchos afirman que Shakespeare es más bien el nombre que ocultaba a un grupo de personas reunidas en creación colectiva. La idea es que sólo un equipo de gente podría juntar tantas miradas provenientes de tantas partes.

Esta hipótesis del colectivo parece, sin embargo, refutada por la unidad indiscutible que caracteriza a la mirada de Shakespeare. Todas sus obras parecen escritas por un único autor; detrás de cada una de sus palabras flota un solo espíritu, una sola voz. Paradójicamente, esta voz única se caracteriza por algo que reafirma la hipótesis de la creación colectiva: en Shakespeare, como casi en ningún otro escritor, esa unidad no es una forma muy personal de tratar sus temas, sino más bien todo lo contrario: la voz de Shakespeare es una voz que desaparece para que hablen sus personajes; es algo así como la voz humana universal encarnando en Hamlet, Ofelia, Macbeth, Otelo, Desdémona y los cientos de caracteres principales y secundarios que hay en sus obras. A diferencia de los guionistas hollywoodenses que intervienen en la historia para reorientarla según intereses personales, Shakespeare nunca da noticia de sí mismo en sus obras: no emite opinión alguna y mucho menos mete la mano para agradar a nadie; deja que la acción corra siempre por cuenta propia. A este desapego hay quien le ha lllamado “indiferencia shakespeariana”, no en el sentido de que no da importancia a lo humano sino de que el autor se mantiene como alejado de toda posición personal frente a éste.

Y ahora, el golpe de la realidad: ¿no se parece todo esto que he dicho a nuestro ChatGPT hiperdesarrollado? ¿No reúnen sus productos “literarios” lo escrito por un colectivo de personas (en este caso, de los miles de millones que han publicado algo en la web)? Y este material, ¿no es seleccionado y reorganizado sin involucrar un criterio personal (puesto que nuestro ChatGPT no tiene ningún criterio)?

¿Inteligencia? ¿Artificial?

En otros artículos en este mismo espacio, he sugerido que tengamos cuidado para no humanizar a los robots con nuestro lenguaje: que no digamos que “nos sonríen” o que “son muy atentos”, por ejemplo. De hecho, creo que no deberíamos ni siquiera hablar de “inteligencia” cuando nos referimos a ellos, porque ésta es atributo de seres conscientes, y ningún robot lo es. El racionalismo de la edad moderna enalteció a tal grado la inteligencia que hemos acabado por separarla del resto de los atributos humanos, desecándola hasta el punto en que hoy a nadie le parece raro oír hablar de inteligencia artificial, cuando la frase podría sonar tan absurda como decir emotividad artificial o entusiasmo artificial,  que por suerte siguen sonando aberrantes.

Pues bien, a lo anterior quisiera ahora añadir el error opuesto, que también es delicado. Lo cometemos al usar la palabra “artificial” para referirnos a creaciones que, aunque ejecutadas por una máquina, siguen siendo humanas. Debemos tener claro que los textos de ChatGPT no son artificiales: todo en ellos proviene de la estructura del lenguaje humano y de todas las inteligentes sensibilidades cuyos escritos se han subido a la red. Como mencioné, la máquina sólo realiza una clasificación y reagrupación de patrones, y un filtrado estadístico de datos, convirtiéndose en algo así como un artesano, en el sentido de que sus obras reúnen siglos de una tradición a la que ChatGPT no añade nada y sólo modifica a veces por accidente. Su misión (y su limitación) es conservar y transmitir a sus usuarios todos aquellos elementos de la expresión colectiva que ya se encuentran consolidados en patrones repetibles. Visto esto así, podemos decir que una historia de la inteligencia artificial deberá mencionar, entre sus precursores, a  esas plantillas que desde hace milenios colocamos sobre los muros para pintar la misma figura las veces que queramos (la técnica se llama estarcido).

Si ChatGPT es capaz de contar historias actualizando patrones de literatura milenaria, no veo imposible que sus resultados superen a los de los guionistas estandarizados, que tantas dolorosas decepciones nos han causado a tantos. A quienes sólo pedimos un poquito de diversión inteligente, emotiva y sobre todo coherente para las tardes de domingo, no nos importará ─se los aseguro, y que Dios me perdone─ que el guion sea escrito por un humano o una máquina.

¿Qué le falta a ChatGPT para convertirse en Chat-Kespeare?

Para este intercesor de la tecnología, es triste tener que admitir que ChatGPT nunca será como Shakespeare. Es más, nunca será siquiera como esos nada geniales guionistas y dramaturgos que de vez en cuando atinan con un personaje o una situación que a nadie se le había ocurrido antes (debo admitir que incluso a algunos guionistas de estilo hollywoodense les pasa a veces).

Shakespeare, fuere quien fuere, así como esos guionistas que a veces atinan, tienen tres cualidades de las que nuestro hiperdesarrollado ChatGPT nunca estará dotado. Primera: como personas, son capaces de crear; es decir, son capaces de despegarse de suelo conocido y, en una especie de brinco, generar algo nuevo, algo que no existía antes. Estoy convencido de que esto es algo que la máquina nunca hará. Se dice que el ser humano todo lo crea con base en algo ya existente; tal vez es así, pero eso no significa que lo creado sea reducible a una matemática de lo previo. El salto en el vacío es posible. Y la súbita aparición de objetos literarios que no tienen ningún origen es lo que nos consterna. “Vemos la belleza siempre por primera vez”, escribí un día. Y creo que es cierto.

Se dice que ChatGPT es capaz de hacer innovaciones. Tal vez sea así, pero es entonces cuando entra en juego la segunda cualidad de las personas que las máquinas nunca adquirirán: la de advertir que han “creado” algo nuevo y, sobre todo, valorarlo. En el caso de que ChatGPT produzca algo innovador, no podrá darse cuenta de que lo ha hecho, ni podrá distinguir la tal “innovación” de cualquier otro garabato sin sentido que haya producido antes. Sólo las personas son capaces de darse cuenta de que han creado algo valioso o de que otra persona ha creado algo valioso. De hecho, sólo ellas son capaces de (e indispensables para) darse cuenta de que ChatGPT ha producido algo nuevo y darle algún valor.

Tercera cualidad exclusivamente humana: una vez que han reconocido el valor de lo creado, tanto Shakespeare como nuestros guionistas son capaces de hacerle ajustes y advertir si éstos lo mejoran (lo cual es sólo otro matiz de la creación, que a la máquina también le está vedado).

De un brinco, al aula

Quiero, para terminar, dar un brinco y llevar todo lo dicho a un espacio donde no estaba antes: el del aula. Pido una disculpa si este brinco, más que creativo, resulta un tanto arbitrario, pero en mi posición de intercesor de la tecnología no quiero dejar de señalar cómo los atributos que son comunes al ChatGPT y a nuestro Shakespeare colectivo, pueden ser dos grandes herramientas para el trabajo en el salón de clases. Estamos hablando, insisto, de la creación en equipo y de cómo ésta se puede ver favorecida por una actitud de desapego hacia las propias opiniones de parte de los miembros del grupo. Toda creación colectiva se enriquece cuando no prevalece un único punto de vista en su desarrollo.

Termino con un ejercicio que podemos desarrollar con nuestros estudiantes. Empecemos por dividir el grupo en dos equipos y pidamos a cada uno de éstos que desarrolle un texto de creación colectiva, por ejemplo, un nuevo tema en Wikipedia, un diálogo filosófico sobre cierto asunto controversial o una obra de teatro donde los personajes enfrenten un dilema ético del cual dependa la vida de alguien. El juego consiste no sólo en desarrollar esta primera fase sino en que cada equipo entregue su producto final al otro equipo, para que éste lo “corrija” en dinámica colectiva, y después de lean los resultados.  Sobre esta base, las variantes pueden ser muchas: para no dejar fuera de la fórmula a ChatGPT, podemos encargarle que sea él el que escriba los primeros borradores, para que luego los equipos procedan a corregirlos. También es posible que los equipos escriban primero y dejen la corrección al chatbot.  Una opción más, que nos permitiría contrastar la creación individual con la colectiva, sería formar dos equipos, uno con una sola persona y otro con todo el resto del grupo. ¿Cuál de ambos trabajaría más orgánicamente? Al llegar a la corrección, ¿cuál de ellos enriquecerá más el texto inicial? (si Shakespeare fuera un colectivo, ¿la corrección final la habría hecho una sola persona o todo el grupo?). Podemos también crear un equipo de mujeres y contrastar su trabajo con el de uno de hombres… y así, hacer todo tipo de combinaciones, en las que ChatGPT puede cumplir una función de apoyo, permitiéndonos indagar de paso  en su funcionamiento.

No está de más insistir en que uno de los principios esenciales de todo esto (principio que es también su fin) es conseguir olvidarnos de nosotros mismos, de nuestros puntos de vista particulares, para entregarnos a la vitalidad del colectivo. La fórmula, me parece, es la siguiente: ser como indiferentes hacia lo que podemos ganar como individuos y apostar por lo que podemos obtener todos juntos.  Por añadidura,  empezaremos a poner a la mal llamada inteligencia artificial en el sitio que, como a toda tecnología, le corresponde: el de ser un auxiliar cada vez más sofisticado de la creación humana.

Fuente de la información e imagen:  https://observatorio.tec.mx

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Estrategias de prevención digital

Por: Manuel Alberto Navarro Weckmann

 

Al reconocer la violencia digital como una amenaza real y poner en marcha medidas preventivas tanto en el hogar como en la escuela, podemos proteger a …

La creciente digitalización del mundo en el que vivimos ha traído consigo innumerables beneficios, como la conectividad global, el acceso inmediato a la información y la facilidad de comunicación. Sin embargo, también ha abierto la puerta a nuevas formas de violencia, siendo una de las más alarmantes la violencia digital en la niñez y juventud.

Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la violencia digital ha aumentado en los últimos cuatro años, siendo sus propios compañeros de escuela los principales agresores. Este problema se ha exacerbado durante el período de encierro derivado de la emergencia sanitaria, pero no es el único factor. Ante este panorama, es fundamental desarrollar acciones de prevención, detección y gestión de la violencia digital tanto en la escuela como en el hogar.

En la escuela, es esencial, con el apoyo de las autoridades educativas y gobierno, una educación en ciberseguridad, ya que los estudiantes deben aprender a reconocer y manejar situaciones de acoso o violencia en línea; políticas claras contra la violencia digital, es decir protocolos de acción en caso de que se produzca violencia digital entre los estudiantes y ser comunicadas claramente a todos los miembros de la comunidad educativa; promoción de una cultura de respeto y empatía en línea en todas las interacciones, así, los estudiantes deben entender que las reglas de comportamiento en el mundo físico también se aplican en el mundo digital.

Por otra parte y tal vez más importante, en el hogar, las acciones podrían incluir un monitoreo y supervisión del uso de la tecnología, estar al tanto de las actividades en línea de sus hijos, asegurándose de que utilicen la tecnología de manera segura y responsable; un diálogo abierto para fomentar una comunicación abierta con sus hijos sobre sus experiencias en línea, animarles a compartir si están experimentando o presenciando violencia digital; establecer normas y límites claros sobre el uso de la tecnología, los horarios de uso, las páginas que pueden visitar y las actividades que pueden realizar en línea y por supuesto y lo más importante, Usted debe de modelar un comportamiento adecuado en línea, ser respetuoso y navegar seguro para que los niños lo aprendan y lo repliquen.

De poco sirve decirle hacerle saber al menor que debe respetar a las personas en redes si en el hogar observa abiertamente peleas y discusiones privilegiando el que siempre se debe de humillar en las redes sociales, o expresarle que hay que definir horarios y límites cuando Usted pasa todo el día pegado a su teléfono sin ponerle atención o, por supuesto, hablar de evitar la violencia cuando en el hogar visualiza ejemplos concretos de personas que son violentadas a diario por múltiples formas.

Al reconocer la violencia digital como una amenaza real y poner en marcha medidas preventivas tanto en el hogar como en la escuela, podemos proteger a nuestra niñez y juventud de este tipo de abusos y crear un ambiente digital más seguro para todos.

La Educación es el camino…

Fuente de la información e imagen:  https://profelandia.com

 

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¿Un mundo unipolar, multipolar o apolar?

Franklin González*

 

“Estamos en la transición de la unipolaridad a la multipolaridad. Sabemos que es la unipolaridad, pero no sabemos todavía que será la multipolaridad”

(Alexander Dugin).

En este mundo está en desarrollo una geopolítica que algunos siguen llamando bipolar, otros hablan de multipolaridad y hay quienes prefieren hablar de apolaridad.

Desde los sectores identificados con el capital, se afirma que el mundo dominado por EEUU seguirá siendo una realidad y que es lo mejor que puede ocurrir. Desde el progresismo, se habla de que ya estamos en presencia de un mundo multipolar, en tanto es el concepto o la teoría que desafía la unipolaridad. Existe una especie de oposición o confrontación entre las visiones del mundo unipolar y multipolar.

Con el escritor ruso, Alexander Dugin, digamos que la unipolaridad está basada en algunos principios teóricos – geopolíticos, ideológicos, económicos – y lo mismo vale para la multipolaridad.

Pero, siguiendo en la misma línea, la unipolaridad existe, mientras que la multipolaridad no existe aún – está en transición, pero no se ha logrado todavía. “Estamos hablando de algo que es en la realidad, pero que está acabando, y de algo nuevo que no ha sucedido o no se ha realizado completamente. Estamos en la transición de la unipolaridad a la multipolaridad. Sabemos que es la unipolaridad, pero no sabemos todavía que será la multipolaridad. Es una pregunta abierta y muy apasionada. Es una perspectiva futurológica” (1). Por eso, podríamos repetir con Antonio Gramsci, que “La crisis consiste precisamente en el hecho de que lo viejo muere y lo nuevo no puede nacer: en ese interregno se verifican los fenómenos morbosos más variados” (2).

Algunas aproximaciones

El presidente de Irán, Seyed Ebrahim Raisi, en su reciente visita a Venezuela, específicamente en el Teresa Carreño, dijo: «El Nuevo Orden Mundial ya viene en camino y se está estableciendo y este Nuevo Orden Mundial los países soberanos e independiente tendrán los puestos principales y las potencias imperialistas claramente se ven que están en su punto de decadencia» (3).

Esa opinión se inscribe dentro de la corriente que sustenta que se está experimentando actualmente un cambio épico e inevitable hacia la multipolaridad. El ascenso de muchas de las economías emergentes del mundo es visto por muchos como la decadencia relativa de Occidente.

Nosotros colocamos para la discusión, dentro de un “dialogo de saberes”, la siguiente tesis.

En la actualidad nos encontramos en una lucha tripolar por la hegemonía del mundo, entre EEUU, que quiere y desea seguir reinando sin competencia alguna, y China y Rusia, que son ya potencias que están a la ofensiva. Ahora, estos tres países comparten el mismo desiderátum de la historia en el campo internacional, esto es, el capital por encima de cualquier otra consideración. Así que, desde el punto de vista ideológico y político, estaríamos en un mundo unipolar.

En el terreno cultural, la unipolaridad sigue presente y Estados Unidos es quien sigue reinando en este terreno. Sólo Cuba, Corea del Norte e Irán, quizás, podrían marcar la diferencia.

En el campo del derecho internacional público, estamos en presencia de un mundo bipolar, por cuanto, de un lado, se encuentran los que respetan ese derecho, defienden el “contrato social” y la “reglas de juego” establecidas en 1945, cuando se conformó las Organización de las Naciones Unidas (ONU) y así actúan (China y Rusia), y otros, que ahora están hablando de reglas, esto es, la imposición del poder por encima de las leyes, normas y reglas internacionales (EEUU y el “Grupo de los 7”).

Esto último, de reglas ambiguas, que aplican Estados Unidos y sus socios occidentales, tiene que ver con el ascenso colectivo de los países no occidentales y el desarrollo de una nueva geopolítica y su intento de frenar ese interregno hacia un mundo multipolar.

En definitiva, estamos en un periodo de transición entre un mundo unipolar y un mundo multipolar, mediado por el mundo apolar que hoy predomina.

¿Un mundo apolar?

Este mundo apolar sería un período de transición, un intervalo, un intermedio, un ínterin, un paréntesis, una discontinuidad, un período, un lapso, en términos de una guerra caótica, fragmentada, con muchas aristas y variantes en el firmamento internacional.

Veamos alguna de sus características y manifestaciones.

1.En esta era apolar existe un mundo en plena transición a un nuevo orden o peligroso desorden mundial. Estamos así viviendo un mundo anárquico y violento, repleto de infernales conflictos no resueltos que producen masivas violaciones de derechos humanos y olas de refugiados. Aquí, solo se adaptan y sobreviven los países que saben luchar por sus intereses nacionales, con realismo o pragmatismo (4).

2.En este mundo, con las características anteriores, la gran pregunta es ¿cómo superarlo? La respuesta no es fácil, porque para ello, los tres que disputan la hegemonía del mundo, esto es, EEUU, Rusia y China, deberían ponerse de acuerdo para luchar y enfrentar cuatro de las más importantes amenazas de la humanidad, pero resulta que están enfrascados en una peligrosa confrontación geopolítica. Las amenazas son: el hambre que prolifera por doquier, el terrorismo en sus distintas expresiones y versiones, la proliferación de las armas nuclear y el cambio climático. Sin embargo, esa lucha parece una quimera, por las razones ya esbozadas.

3.En este mundo apolar, los arsenales nucleares de los Estados Unidos, Rusia y China han perdido su sentido estratégico, debido a que los conflictos en las diferentes regiones del mundo, alimentadas por odios étnicos y mesianismos religiosos fundamentalistas, no se resuelven con disuasión nuclear. Tampoco, ninguna gran potencia puede hoy, sola, poner orden en el mundo con sus armas convencionales, so pena de involucrarse en letales guerras asimétricas sin fin. Vivimos así una crisis del poder mundial (5).

4.La actual confrontación entre EEUU y Rusia tiene su origen en el acuerdo geopolítico más importante de la post guerra fría, como fue la reunificación de Alemania. Rusia dio su beneplácito a la unidad alemana a condición de que los EEUU no extendieran la OTAN hacia Europa del Este. Sin embargo, EEUU, como siempre, violaron este compromiso, no sólo incorporó a los países del “socialismo real” a la OTAN, sino que ha intentado hacerlo también con Ucrania, con lo cual generó la reacción de Rusia y la puesta en marcha de la “operación especial”, conflicto éste que sólo acabará cuando así los decida EEUU (6).

  1. Hay quienes sostienen que EEU ha cometido un “error estratégico” al abrir, simultáneamente dos frentes. El de Rusia, ya mencionado, y ahora ha abierto otro frente, en este caso con China, a no reconocerla como potencia global y confrontarla en varios terrenos y con desdén geopolítico peligroso, que consiste en no admitir los intereses de China en el llamado Mar del Sur de la China.

Esta confrontación geopolítica simultánea con Rusia y China, es prácticamente el abandono de más de 40 años de la política exterior de EUU, frente a Rusia y China, que funcionaba bajo el dictum de “dividir para reinar.” Ahora, los EEUU, con esta confrontación simultánea, han cambiado esta política bajo el dictum surrealista, de “unir para no reinar”. Y como lógica consecuencia, hoy Rusia y China son aliados estratégicos.

6.Como se sabe hoy son nueve los países que poseen el arma nuclear: EEUU, Rusia, China, Reino Unido, Francia, Israel, India, Pakistán y Corea del Norte y en el caso de EEUU y Rusia se han lanzado a modernizar sus arsenales nucleares con una nueva generación de estas armas, abandonando peligrosamente el control mutuo de los armamentos nucleare que existía en la guerra fría.

Por otro lado, ninguna de las grandes potencias industriales ha cumplido con la recomendación de los científicos de reducir, de aquí al 2030, el 45% de sus emisiones de C02. Para algunos analistas esto se debe a que el Acuerdo de Paris, es un acuerdo muy débil, porque dispone que la reducción de las emisiones de CO2 se haga como contribuciones voluntarias de cada país. Y así nadie cumple con las metas que piden los científicos. Con la modernización sin el control de las armas nucleares y sin el cumplimiento de las recomendaciones de los científicos, de reducir el 45% las emisiones de C02, la anarquía apolar se profundiza hoy peligrosamente (7).

De allí que, la percepción idealista de no tener capacidad de disuasión, es la mejor invitación a la guerra, y, además, no tiene ningún valor, porque el desarme nunca se ha logrado pacíficamente en ninguna región del planeta, y menos se va a lograr ahora, en un mundo apolar, anárquico y violento.

7.En este mundo apolar la palabra que más se escucha es guerra. En enero de este año, la Academia de la Modernidad Democrática, organismo autónomo de investigación, reflexión y difusión de la lucha del pueblo Kurdo, publicó un singular folleto de 38 páginas titulado “Oportunidades y peligros de la tercera guerra mundial”, de alcances teórico-políticos estratégicos para la comprensión de la grave crisis multifactorial y civilizatoria que sufre la humanidad, con el riesgo, incluso, de su propia extinción.

El análisis de la academia se fundamenta en la idea de que una tercera guerra mundial está en curso, la cual difiere de las dos anteriores porque su configuración temporal geográfica y metodológica parece, a primera vista, la de muchos pequeños focos de conflictos independientes, que manifiestan constantes fluctuaciones de intensidad, y cuyas características pueden ser sintetizadas en cinco indicadores: guerras prolongadas de baja intensidad en países como Afganistán, Irak, Libia, Somalia, Siria, Yemen, y ahora también Ucrania, en las cuales se destruyen por completo tanto estructuras estatales como el tejido social de los respectivos países; guerras económicas con aranceles, prohibiciones de importación o, incluso, sanciones globales, en las que las distintas partes beligerantes intentan doblegarse mutuamente. EEUU, Unión Europea, Gran Bretaña en particular, utilizan una amplia gama de medios económicos, mediáticos, militares, biológicos y políticos; alianzas flexibles, sin frentes rígidos, ni militares, ni económicos ni políticos. Países como EEUU y Rusia pueden luchar entre sí en Ucrania y, al mismo tiempo, coordinar sus actividades militares en Siria; los medios de comunicación occidentales como arma ideológica, a la par que los militares, políticos y económicos, y con una intensa batalla ideológica por la verdad, garantizando una creciente homogeneización de los hábitos e intereses culturales;

La guerra biológica, las armas químicas y las armas nucleares tácticas son parte de esta tercera guerra en curso. Además, epidemias como el covid-19 se aprovecharon para debilitar la cohesión social hasta el borde del colapso total a través del miedo, la inseguridad y la desconfianza. El resultado son masas humanas tecnológicamente vigiladas, socialmente aisladas y fácilmente controlables, a las que les resulta visiblemente difícil resistirse a las políticas bélicas o de militarización de sus respectivos estados (8).

  1. En esta guerra, EEUU se resiste a perder su liderazgo, con su enorme poder militar, económico y político, que está dispuesto a utilizar en todo el mundo para hacer valer sus propios intereses, dependiendo cada vez más de la alianza de la OTAN. EEUU está decidida a sumergir grandes partes del mundo, incluida Europa, en un caos profundo y duradero para mantener su supremacía y proteger sus intereses.
  2. Otro de los rasgos de este mundo apolar, es el intento de imponer en todo el mundo un tipo de personalidad culturalmente desarraigada, homogénea, políticamente incapacitada, moralmente rota, alienada de la naturaleza y atrapada en los modelos de vida virtuales de las redes «sociales» y la Inteligencia Artificial (IA)
  3. Por último, la anarquía y la violencia del mundo apolar, unida a las catástrofes del cambio climático, son hoy una amenaza a la seguridad nacional, puesto que van a producir graves conflictos internos e internacionales por la escasez de agua alimentos y energía (9).

¿Habrá tercera guerra mundial?

El papa Francisco ha considerado que la invasión de Ucrania «es una guerra mundial», en tanto allí existe la presencia de «intereses imperiales» y «no solo del imperio ruso» y ha sostenido que la guerra es “un acto bárbaro y sacrílego” y que “no puede ser algo inevitable” a lo que la gente acabe acostumbrándose.

Ha realizado llamamientos a los “responsables políticos para que reflexionen” y comprendan que “cada día de guerra empeora la situación de todos” y ha clamado porque se” dejen las armas y se dialoguen seriamente por la paz”.

Si algo queda claro en esa postura es que, entre el instrumento de la guerra o el instrumento de la paz, el papa Francisco ha sido claro y transparente, lo que ha llevado a algunos analistas, a sostener que ello anticipa el futuro de la Iglesia como fuerza geopolítica, que será mucho menos complaciente con Occidente.

En el mismo sentido, el vidente Craig Hamilton-Parker, autoproclamado profeta británico y conocido como Nuevo Nostradamus, apodado por la prensa como «profeta de la fatalidad», que ganó notoriedad tras las predicciones acertadas del Brexit, la elección de Donald Trump o la muerte de Isabel II, ha puesto fecha exacta al inicio del próximo conflicto que reñirá a buena parte de los países del globo, como no sucedía desde que las fuerzas alemanas se rindieron el 7 de mayo de 1945.

Ha afirmado “que se avecina un conflicto sobre Taiwán, algo que creo que sucederá en 2023. Creo que tendremos un conflicto accidental en algunos aspectos porque vamos a tener algo así como una colisión. O los submarinos se golpearán entre sí o los aviones se cortarán entre sí o alguien que lo desencadena, y todo comienza a salirse de control» (10).

Para agregar más en ese sentido, el conocido realista Henry Kissinger, exsecretario de Estado norteamericano, con 100 años a cuesta, se mostró preocupado por el enfrentamiento entre Washington y Beijing y advirtió sobre el peligro latente de un enfrentamiento: “Ambas partes se han convencido de que la otra representa un peligro estratégico. Vamos camino de una confrontación entre grandes potencias”.

Y agregó que el presidente estadounidense debería decirle a su homólogo chino lo siguiente: “‘Señor presidente, los dos mayores peligros para la paz en estos momentos somos nosotros dos. En el sentido de que tenemos la capacidad de destruir a la humanidad’. China y Estados Unidos, sin anunciar nada formalmente, se propondrían practicar la moderación” (11).

Y finalmente, los últimos acontecimientos ocurridos en Rusia deben llamar poderosamente la atención y, eso, más allá de la espectacularidad, de las posverdades y las Fake news, que estuvieron presente en torno al caso del levantamiento armado del grupo paramilitar Wagner contra el mando militar ruso.

Sobre esos acontecimientos se dijo que lo sucedido se desarrolló tan rápido que tomó por sorpresa tanto a Estados Unidos, como a Europa. Sin embargo, según informes de los diarios The New York Times (NYT) y The Washington Post, la Inteligencia de Estados Unidos conocía los planes de rebelión del líder del grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin.

El expresidente de Rusia, Dmitri Medvédev, comentó que teniendo en cuenta la alta preparación del concepto, la coherencia profesional de las acciones y el control de alta calidad del movimiento de tropas, podemos hablar de la presencia de un plan militar bien pensado y la participación en la rebelión de personas que anteriormente sirvió en las unidades de élite de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa y, muy probablemente, de especialistas extranjeros.

Y dejó bien claro que las consecuencias de un golpe de Estado en la mayor potencia nuclear. En la historia de la humanidad, nunca ha habido tal cosa que el mayor arsenal de armas nucleares estuviera bajo el control de bandidos. Obviamente, una crisis de este tipo no se limitará a un solo país. El mundo será llevado al borde de la destrucción (12).

Así que la cosa es y va en serio.

NOTAS

  1. Dugin, Alexander “Multipolaridad, unipolaridad y hegemonía”. Tercera conferencia dictada en Shanghái, China, el 28.02.2019.
  2. A. Gramsci: Cuadernos de la cárcel. Edición crítica del Instituto Gramsci a cargo de Valentino Gerratana, vol. 2, Era, Ciudad de México, 1999.
  3. Presidente de Irán: En este Nuevo Orden Mundial los países soberanos tendrán los puestos principales (mazo4f.com).
  4. Un mundo apolar: anárquico y violento (researchgate.net).
  5. Un mundo apolar: anárquico y violento (researchgate.net).

6.Cronología de la relación Rusia y Estados Unidos: la Guerra Fría que no acaba (elconfidencial.com).

7.El Acuerdo de París | CMNUCC (unfccc.int).

8.https://www.jornada.com.mx/notas/2023/06/09/politica/la-tercera-guerra.

9.https://www.un.org/es/un75/new-era-conflict-and-violence.

10.El vidente que anunció la muerte de Isabel II pone fecha al inicio de la III Guerra Mundial (elperiodico.com).

  1. El fin de la guerra y la amenaza china: el análisis de Kissinger, uno de los políticos más influyentes de EEUU | TN

12.El ex presidente ruso Dmitri Medvedev dijo que el objetivo de Putin es “construir una Eurasia abierta, desde Lisboa hasta Vladivostok” – Infobae

*Franklin González es Sociólogo, Profesor Titular, Jubilado. Ex director de la Escuela de Estudios Internacionales de la UCV. Doctor en Ciencias Sociales. Con dos Postdoctorados. Profesor de Postgrado en la UCV, la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela, en el Instituto de Altos Estudios “Pedro Gual” del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores, en el Instituto de Investigación y Postgrado de la Escuela Nacional de la Magistratura y en el Doctorado de las Organizaciones de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez. Fue Decano de Postgrado de la Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallegos (UNERG) y embajador en Polonia, Uruguay y Grecia. Ha publicado 12 libros y es analista nacional e internacional.

Fuente: El Autor escribe para el Portal Otras Voces en Educación

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