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El derecho al juego infantil como una necesidad evolutiva

Por: Pablo Gutiérrez del Álamo 

El juego es aprendizaje. Sobre uno mismo, sobre la realidad circundante. También sobre la relación con los demás, la autoregulación y la gestión del conflicto. Pero para ser todo esto, el juego necesita una condición de partida: confianza. Todo esto lo convierte en una herramienta evolutiva fundamental.

El juego en la etapa 0-6 no es una actividad unívoca, ni mucho menos. Es algo que cambia, evoluciona con el tiempo (con muy poco tiempo) y pasa de ser una actividad en la que, principalmente, la criatura está conociéndose a sí misma a ser una actividad que desarrolla el conocimiento sobre el otro y sobre cómo nos relacionamos con los demás.

Alicia Vallejo, José Luis Linaza y Elena Lobo fueron las personas encargadas de conducir la conversación el pasado viernes en la mesa redonda ‘Conversatorio sobre e juego’ desarrollada en la Universidad Autónoma de Madrid que llenó a última hora de la tarde el salón de actos de la Facultad de Formación del Profesorado. Una mesa redonda organizada por la Plataforma en Defensa del 0-6 de la Comunidad de Madrid, representada por Alicia Alonso, una de sus integrantes.

Junto a Alonso, también intervino Blanca Azanza, presidenta del colectivo Ameigi. Tanto este como la Plataforma y la Junta de Portavoces de Educación Infantil 0-6 llevan tiempo desarrollando un trabajo conjunto que se ha materializado en un documento de propuestas que quieren lanzar a los partidos de la Asamblea de Madrid con las reivindicaciones del colectivo de educadoras de esta etapa. Azanza, además de presentar el documento, insistió en la importancia de considerar el 0-6 una etapa educativa y no asistencial, un momento en el que se colocan los cimientos. «La administración no se está preocupando porque los niños tengan la educación que merecen, de calidad, por la que luchamos».

Definir qué es juego es y será la primera dificultad. ¿Es un aprendizaje sobre uno mismo? ¿sobre la relación con el otro? ¿una enseñanza de qué es y cómo funciona la realidad que rodea a las criaturas? ¿una simple diversión? En realidad es un poco de todo eso. Dependiendo de la edad. «El juego es elemento de comprensión de quién soy yo y el otro. Qué puedo hacer y qué no. Aprendo sobre mí y sobre los demás. Y necesito esa experieancia», resumía Alicia Vallejo.

El juego, de un modo u otro, es un acercamiento de las criaturas de 0 a 6 años a la realidad. Primero a sí mismas (quién soy, cuáles son mis límites, qué soy yo y qué las cosas con las que juego), pero también es una herramienta que me acerca al conocimiento del funcionamiento de «la vida real» y, en mucha medida, de las relaciones con los demás. Por que si en algo estaban de acuerdo los tres ponentes es en el hecho de que no hay juego sin conflicto con el otro. También, claro, dependiendo de la edad.

Y este conflicto enseña a las personas a esas edades mucho sobre autorregulación, sobre cómo y con quién se relacionan en el momento de jugar, sobre los límites entre uno mismo y las cosas con las que juega.

También esán de acuerdo en una condición básica e inicial para poder jugar, la seguridad. Hace falta que niñas y niños se encuentren en un espacio seguro, delimitado por unos adultos que les dan todo aquello que necesitan, que cuidan y protegen. Elemento básico para que las criaturas puedan realizar esta actividad con confianza. «La condición para jugar es que alguien se ocupe de proteger, de la comida, de la temperatura», aseguó Linaza. «Solo puedes jugar cuando hay un espacio de confianza con las personas con las que te relacionas», insistía Alicia Vallejo. «El juego es una relación y la complicidad es importantísima».

Aunque para Vallejo, el juego no es algo que practiquen demasiado los niños y niñas. Para esta educadora, la actividad principal que se desarrolla en estas edades es la exploración (de uno y del entorno), algo volitivo. Mientras que el juego, como el arte, es algo emocional, afectivo. Para esta educadora «la exploración nace de la emoción de la curiosidad. Mientras que el juego y el arte nacen del asombro. No busco la explicación, entro en una situación de sensibilidad estética diferente del conocimiento del mudo».

Para Vallejo, igual que a jugar se aprende de los mayores, es necesario que estos creen el ambiente idóneo para el juego. Y esta preparación tiene que ver con crear confianza, está basada en la relación de la persona adulta con el grupo. El clima de confianza es el que genera las posibilidades de que haya espontaneidad en un momento determinado.

El conflicto

Otro de los elementos difícilmente discutible que lleva aparejado el juego es el conflicto. Elena Lobo insitió en esta características. Para esta psicóloga, el conflicto dentro tiene un papel principal en el aprendizaje de la socialización y que traducen «la necesidad de autoafirmación y el interés por el otro, por jugar con él». En cualquier caso, afirmó que «no hay juego sin conflicto, como no hay vida sin conflicto».

Para ella, el conflicto dentro del juego también sufre una evolución, como la propia acción de jugar, a lo largo del tiempo. Mientras que los bebés hasta los 10 meses tienen conflictos con la posesión de cosas relacionado con «la dificultad de las criaturas de saber dónde empiezan y acaban» ellas mismas, «a partir del 2º año, la naturaleza del juego cambia y predomina el juego de ficción; juegan con la realidad, a ‘como si… ‘, cogen la vida, la realidad, la manejan; vamos a perseguirnos como si nos odiáramos pero jugamos».

Es en esta relación con el otro en la que las criaturas siguen afirmándose a ellas mismas, pero ahora quieren realizar la actividad con otras. Y entonces surgen los conflictos. «Que sean capaces de resolverlos por sí mismos supone un paso enorme en la socialización».

En este sentido, Lobo aseguró que el grupo en el que se encuentra la niña o el niño también tiene un papel fundamental. A partir de los dos años, «el grupo empieza a ser un ente con cierta vida propia y uno tiene que conocer su papel en él».

Eso sí, no existen recetas (como en casi cada) sobre qué debe hacer la educadora ante una situación conflictiva. Lo primero, conocer muy buen a cada criatura y al propio grupo. En cualquier caso, según Elena Lobo, el conflicto debe resolverse en el momento en el que se produce, poco puede hacer alguien desde fuera sin ese conocimiento previo fundamental. Y este conocimiento pasa por las condiciones de trabajo de quienes están con las criaturas: tener tiempo, calma y un nivel de estrés no demasiado elevado que permita un mínimo de reflexión antes de la acción.

Alicia Vallejo abordó también la cuestión de la intervención adulta en el conflicto entre iguales para asegurar que lo suyo es intervenir lo menos posible. «Yo no intervengo en el conflicto entre iguales porque lo tienen que resolver ellos y, a veces, lo hacen mejor que yo», aseguró.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/11/11/el-derecho-al-juego-infantil-como-una-necesidad-evolutiva/

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Colombia – Acueductos comunitarios: resistencia popular contra la privatización

Acueductos comunitarios: resistencia popular contra la privatización

 

 

Pregunta problema: ¿Amenazan los procesos privatizadores la existencia de los acueductos comunitarios y la autogestión del agua?

 

La profesión puede ser un factor clave en la superación de nuestras realidades en tanto organice científicamente su trabajo a través de una vocación de investigación y una acción transformadora planificada junto a los hombres, es decir, en tanto viva, sienta y actúe en sucesos humanos reales y no en abstracciones”

Kisnerman Natalio (1978)

 

La Constitución Política de 1991 estableció, en el artículo 365, que los particulares y las comunidades organizadas 1 podrán participar en la prestación de los servicios públicos 2 .

La sentencia C-741/03 de   la Corte Constitucional explicó que la Carta al autorizar a las “comunidades organizadas” 3 para prestar -directa o indirectamente servicios públicos- no definió la forma jurídica específica bajo la cual participarían, pero sí distinguió su actividad de aquella que prestan otros particulares.

La Corporación expuso que existen diferencias entre los prestadores de servicios públicos: “(…) En el ánimo que inspira a los diferentes prestadores (…) en algunos es marcado el cumplimiento de un deber o fin estatal (empresas públicas); otras que tienen ánimo de lucro, las privadas y, finalmente, aquellos que tienen como único propósito la satisfacción de las necesidades de una población”.

De igual manera, la Ley 142 de 1994 determinó en el artículo 15 numeral 4 –desarrollado por el Decreto 421 de 2000- que hay organizaciones autorizadas 4 para la prestación de servicios públicos en municipios menores, categorías 5 y 6, en zonas rurales, por fuera del perímetro urbano de la cabecera municipal y en áreas o zonas urbanas específicas, núcleos poblacionales localizados en suelo urbano que se encuentren clasificados en los estratos 1 y 2.

Los acueductos comunitarios responden además a criterios de economía solidaria como lo menciona la Ley 454 de 1998 reglamentada por el Decreto 1714 de 2012 , artículo 2°: “Denomínese economía solidaria al sistema socioeconómico cultural y ambiental por el conjunto de fuerzas sociales organizadas en formas asociativas identificadas por prácticas autogestionarias solidarias, democráticas y humanistas, sin ánimo de lucro para el desarrollo integral del ser humano como sujeto, actor y fin de la economía”.

Los acueductos comunitarios son figuras jurídicas constituidas para la gestión del agua principalmente en zonas rurales. Por medio de estos la comunidad se involucra en el manejo de los recursos hídricos y el suministro del recurso vital a los usuarios de una zona determinada.

Estos acueductos contribuyen a concretar el objetivo de la Conferencia de las Naciones Unidas, 1977: “todos los pueblos, cualquiera que sea su nivel de desarrollo o condiciones económicas y sociales, tienen derecho al acceso al agua potable”.

Propósito ratificado por la Observación General No. 15 5 del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de Naciones Unidas cuando señaló que: “ el derecho humano al agua es indispensable para vivir dignamente y es condición previa para la realización de otros derechos humanos ”. (ONU, 2002).

Así los acueductos comunitarios cumplen un papel importante al garantizar el acceso al agua en comunidades que de otra manera no la obtendrían debido a la ausencia del Estado.

El régimen jurídico de los acueductos comunitarios es el mismo de las demás empresas prestadoras de servicios públicos, pues la Ley 142 de 1994 no fijó diferencias entre las obligaciones de los distintos prestadores. Esto significa que al igual que los demás deben garantizar 6 el derecho al agua, su disponibilidad, accesibilidad y calidad.

El Decreto 421 de 2000, artículo 3, reglamentó la participación de las comunidades organizadas en la prestación de servicios públicos. Para hacerlo exigió que se constituyeran como personas jurídicas, sin ánimo de lucro, y se registraran en la Cámara de Comercio; además, deben inscribirse en la Superintendencia de Servicios Públicos y la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico así como obtener las concesiones y licencias previstas.

Participación comunitaria

En su decisión T-338/17 l a Corte mencionó algunas de sus ventajas: “son organizaciones para proveer el agua, adecuados para asegurar la prestación del ante la ausencia de dispositivos estatales 7 servicio o ante la indiferencia de actores privados para desplegar su actividad económica en la zona”.

Estas formas de organización son importantes en un Estado social de derecho, pues materializan la participación directa de los pobladores en la toma de decisiones sobre esta necesidad esencial.

La toma de decisiones de manera conjunta, aumenta la legitimidad de sus actuaciones. De igual manera, fomentan el liderazgo local y fortalecen el poder popular.

Agregó la Corte en 2017: “En especial, constituye un espacio valioso para fomentar la cultura del cuidado de los recursos naturales y la protección que le debemos los seres humanos a la naturaleza”. Las comunidades se convierten en ejemplo de buenas prácticas de auto-gestión de los recursos naturales.

La labor de este tipo de prestadores del servicio de agua es tan importante que el informe de la Relatora Especial de Naciones Unidas sobre el derecho humano al agua potable y el saneamiento, Catarina de Albuquerque, sostuvo que es indispensable la participación de las comunidades en las decisiones sobre el servicio que se les presta. (ONU, 2014).

Albuquerque (2014) afirma: “e l carácter inclusivo es crucial para (…) que los servicios estén concebidos de modo que respondan a los intereses y necesidades de las personas marginadas, así como del ciudadano “corriente” .

Dadas sus características particulares sería de esperar que no sean valorados con base en los avances tecnológicos que impone el mercado sino por su capacidad de autogestión y sostenibilidad.

Así mismo, Gutiérrez (2007) sostiene: (…) “un principio fundamental del desarrollo rural es el manejo sustentable de los recursos naturales- el agua entre ellos- como instrumento para el desarrollo de la productividad”.

La gestión comunitaria de los sistemas de agua y saneamiento implica que las comunidades asumen la administración, operación y mantenimiento de los acueductos comunitarios, con criterios de eficiencia y equidad.

Pero más que la autogestión del agua los acueductos comunitarios permiten crear en torno a ellos procesos de identidad, arraigo y trabajo colectivo y constituyen una alternativa para resolver conflictos.

Otro aspecto sumamente relevante es:

Son entidades complejas, en sentido, histórico, social, económico e institucional público, pues ante todo son construcciones populares en torno a la gestión del agua que hacen parte de los territorios sociales en veredas, resguardos indígenas, territorios de comunidades negras y barrios de las diferentes regiones y ciudades del país. Como tales son instituciones diversas, integrantes del patrimonio público nacional por su condición sociocultural y territorial, y por su objeto público, el agua como bien común y derecho fundamental. (Correa, 2016. P. 14)

Huracanes privatizadores

Lamentablemente, pese a estas cualidades particulares que hacen tan valiosos a los acueductos comunitarios ellos son amenazados por el modelo económico imperante en Colombia y el mundo.

El neoliberalismo extendió su lógica de mercado a todas las actividades humanas y determinó las atribuciones del Estado y el capital promoviendo la privatización 8 del agua como recurso natural y como servicio mientras el Estado se limita a una función reguladora tal cual lo exigió el Consenso de Washington.

Según Rosenberg, Horst et al. (2003) la reforma sustancial de la política del agua 9 impulsada por el neoliberalismo reemplazó una concepción garantista de gratuidad para quienes no pueden pagar por ella, a su mercantilización.

En Colombia, los acueductos comunitarios son reconocidos legalmente como prestadores del servicio de agua en zonas rurales y algunas urbanas, pero no existen políticas públicas orientadas a la promoción de la autogestión del agua, a nivel local que garanticen su continuidad como prestadores del servicio. (Dupuits y Bernal).

Por el contrario, estos enfrentan otro problema y es el cumplimiento de requisitos propios de otros prestadores del servicio con músculo financiero y propósitos diferentes como el ánimo de lucro.

La Ley 142 de 1994 desconoce la naturaleza y características particulares de los acueductos rurales como se evidencia en el siguiente artículo:

Todos los prestadores quedarán sujetos, en lo que no sea incompatible con la Constitución o con la ley, a todo lo que esta ley dispone para las empresas y sus administradores y, en especial, a las regulaciones de las Comisiones, al control, inspección y vigilancia de la Superintendencia de Servicios Públicos, y a las contribuciones para aquéllas y ésta”. (Artículo 3, numeral 3.9.) (Subrayado propio).

Por eso, la Red Nacional de Acueductos Comunitarios Colombia, en el Acta de Declaración Pública Acueductos Comunitarios explica el riesgo al que se enfrentan:

Se encuentran en riesgo, por una parte a través de la propia legislación que privatiza el uso del agua y lo introduce como una mercancía más de consumo administrada por el modelo empresarial (…) por la implementación del modelo económico extractivo de los recursos naturales a través de la minería, la ganadería extensiva, los proyectos agroindustriales, de deforestación, de infraestructura vial entre otros, que atentan contra la biodiversidad, y las fuentes de agua cuidadas desde las Comunidades Organizadas. (Subrayado propio).

De igual manera, esta Red ha manifestado que la normatividad amenaza su existencia como prestadores del servicio público del agua. Hacen alusión a documentos Conpes (3383 de 2005 y 3463 e ntre otros), l os Planes Departamentales de Agua y el Plan Carrasquilla como parte de la ola privatizadora que con un referendo* del agua pretendieron frenar hace diez años.

Así mismo argumentan que el Documento Conpes 3463 de 2007 y las leyes 1151 y 1176 de 2007 10 trazan las políticas que: “buscan arrebatar la prestación de los servicios públicos a las entidades municipales 11 , donde ellos proveen el servicio de agua, e impone estos procesos de transformación empresarial”.

La Red denuncia que las políticas actuales mercantilizan el acceso 12 y suministro de agua entregándolo a las APP, empresas mixtas, operadores especializados multinacionales, desconociendo que se trata de un fin esencial del Estado, de un derecho humano fundamental y a estas no les importa la conservación de los ecosistemas y el respeto al ciclo hídrico.

Este concepto es compartido por Correa (2006) quien asegura: “La formalización y legalización neoliberal que exige la ley de servicios públicos se propone liquidar los acueductos comunitarios, profundizando la entrega del monopolio regional de la gestión del agua y del servicio a grandes empresas multinacionales (…)”

Un ejemplo concreto de cómo, poco a poco, las exigencias del modelo empresarial han afectado estos acueductos ocurre en Cachipay (Cundinamarca). Allí los usuarios sienten que, bajo la Ley 142 de 1994, perdieron su autonomía y los procesos a los que se han sometido los obligado a entrar en la lógica de la competitividad empresarial sin comprenderla. (Barahona, 2017).

Lo más grave de acuerdo con Barahona (2017) es que esto ocurre: “Olvidando sus principios de economía solidaria para entrar en una escala de rentabilidad con el pensamiento de que esto sí les proporciona organización y justificación del dinero el cual cada usuario paga por el agua consumida”.

Por ello surge una preocupación real por parte de las comunidades debido a la falta de reconocimiento por parte del Estado de su papel como actores clave en la prestación del servicio; por el contrario, los desarrollos legislativos y los planes nacionales de desarrollo tienden a arrinconarlas hasta al punto de propiciar su eventual desaparición.

Resistencia comunitaria

Pero las comunidades organizadas resisten. Moncada (2013) señala que en Colombia existen aproximadamente doce mil las organizaciones comunitarias que proveen servicios públicos domiciliarios, las cuales suministran agua potable y saneamiento básico a cerca del 40% de los pobladores rurales en el país.

Los prestadores comunitarios han sobrevivido, por años, a las reformas administrativas en las que se les desconoce y minimiza. De acuerdo con Quintana (2016) es fundamental reconocer que las estrategias de las poblaciones para acceder al agua, en coexistencia con los esquemas estatal y privado, son una manifestación de resistencia frente a las decisiones privatizadoras.

Es importante procurar conservarlos porque constituyen instituciones populares diversas, integrantes del patrimonio público nacional, por su condición socio-cultural y territorial, y por su objeto, orientado a la consecución del bien común.

La Red Nacional de Acueductos Comunitarios defiende la gestión pública y comunitaria del agua, sin ánimo de lucro, desde los valores y principios de la economía social y solidaria y rechaza, categóricamente, su entrega al mercado.

Y critican el Decreto 1898 de 2016 sobre cual arguyen: “aparentemente nos permiten existir, pero nos imponen estándares propios de prestadores empresariales 13   (…) el enfoque diferencial es usado para establecer una categorización que los reduce, a simples soluciones alternativas transitorias .

Una evidencia de ello es que a pesar de que la Superintendencia de Servicios Públicos cuenta con la delegatura para pequeños prestadores son evaluados con los estándares utilizados para los grandes prestadores.

Por ejemplo, la Superservicios firmó un programa de gestión 14 con la Junta Administradora del Barrio Clarita Botero, Acuaclarita porque no tenía actualizada la información del Registro Único de Prestadores (RUP) y la facturación. Igualmente, no cumplía con los requisitos previstos en la Resolución 375/06 de la CRA, aplicaban una tarifa única de 11 mil pesos, la concesión de aguas vencida y tenía algunas fallas técnicas encontradas en el diagnóstico hecho el 2 de marzo de 2018.

Por su parte, el Acueducto Comunitario de los barrios Unidos de Mocoa, organización autorizada con menos de 2.500 suscriptores, creada mediante la Resolución 3787/91, fue visitada por la superintendencia y encontró que no había actualizado su información en el RUP, el 30 de marzo de cada año. Asimismo tenía un pasivo debido a deudas y una cartera no recuperadas, no contaban con macro-medidores, la información financiera atrasada y había falencias en la evaluación de la calidad del agua. Todo esto sin tener en cuenta que esta pequeña asociación resistió la tragedia que azotó a Mocoa hace apenas dos años.

Por estas, entre otras razones, es fundamental insistir en que el Estado debe reconocer que los acueductos comunitarios son diferentes a los demás prestadores del servicio público del agua y que son guardianes del territorio y del agua. Las demandas de las comunidades organizadas son claras, pero el Estado –y sus diferentes gobiernos- no responden a sus demandas.

Ni tampoco toman en consideración antes de desarrollar nuevas normatividades fallos como el T-225 de 2015 15 que resaltan la labor de los acueductos rurales como proveedores de agua que permiten a las comunidades vivir en condiciones dignas.

En esa decisión la Corte insistió en que el Estado debería apoyar las iniciativas comunitarias para la creación de acueductos rurales o veredales , los cuales, por supuesto, deben tener un sistema de captación y plantas de tratamiento para asegurar que sea potable.

Y añadió que: “el apoyo de la administración no puede ser un asesoramiento técnico sino que debe traducirse en acciones concretas para que el acueducto funcione adecuadamente (…) y se elimine cualquier situación de riesgo en relación con la calidad del agua que pueda generarse en la incapacidad del acueducto de atender sus propias problemáticas”.

No obstante estos pronunciamientos jurisprudenciales, los acueductos comunitarios afrontan tratos inequitativos por lo que muchos han dilatado su legalización; otros, ya formalizados, buscan apoyo en otras organizaciones y agentes externos para cumplir con los requerimientos exigidos y mejorar su desempeño. (Depuits y Bernal).

Lecciones de otros países

Pero estos retos que afrontan los acueductos comunitarios no son exclusivos de Colombia ya que en otras latitudes hay algunos similares y otros diferentes y también fortalezas. En Ecuador, por ejemplo, la Constitución de 2008 reconoció oficialmente a los sistemas comunitarios como actores de la gobernanza del agua.

Lamentablemente, a pesar de que el artículo 318 16 de la Constitución ecuatoriana declaró el agua como un derecho fundamental e inalienable derecho humano y prohibió el manejo privado de este recurso, a favor de una modelo híbrido a través del apoyo entre lo público y lo comunitario por medio de asociaciones entre gobiernos locales y las organizaciones comunitarias para proveer el servicio del agua y saneamiento, no se ha materializado.

La Constitución ecuatoriana dispuso que estos debían trabajar mancomunadamente con actores públicos. Sin embargo, la histórica e inequitativa distribución del agua, 92% de los habitantes urbanos tienen acceso al agua potable y al saneamiento básico mientras solo el 39% de los habitantes rurales tienen agua y el 25% de saneamiento básico, que ha provocado diversos conflictos y la prevalencia de la desconfianza mutua entre las partes han impedido la consolidación del propósito buscado por la Constitución. ( Dupuits y Bernal, 2015).

África

Entre tanto una pequeña africana, de Uchira, villa del Distrito Rural de Moshi, cuenta con la organización comunitaria UWUA la cual presta el servicio del agua a través de un equipo17 profesional encargado. Esta se encarga de la operación manteniendo el suministro del agua y la recolección del dinero por parte de los suscriptores.

La propiedad comunitaria de UWUA se formaliza a través de una membresía que les permite a los miembros contribuir con el mejoramiento del servicio por medio de contribuciones en dinero o especie, con donaciones de trabajo u otras.

Si bien esta organización tiene muchos aspectos positivos, como la propiedad y participación comunitarias, una crítica al modelo es la desconexión entre la eficiente prestación del servicio y la responsabilidad por el suministro por parte de las entidades locales, pues no se especifica la responsabilidad de estas, frente a los usuarios. (Cleaver y Toner, 2006).

Entre tanto en Yemen, olvidado por muchos, además de los graves problemas políticos, la guerra, la hambruna y muerte constante de niños, otro reto que han enfrentado es el acceso al agua al nivel local.

En ese país el manejo local del agua es considerado importante y quizás el único mecanismo para atender las necesidades básicas de los más marginalizados y pobres.

En ese contexto surgió una asociación de usuarios del agua (WUAS), que funciona como unidad local de gobernanza del agua, bien reconocida y con un alto nivel de aceptación por parte de la población.

Sin embargo, esta organización dedicada a ayudar a la agricultura local y los pobladores ha enfrentado obstáculos tales como el hecho de que en el pasado un propietario privado se beneficiara de la irrigación en su operación agrícola lo cual dejó en evidencia un conflicto de interés por parte de uno de los miembros de la asociación y la inexistencia de una estructura de rendición de cuentas.

Pero a pesar de estas dificultades, la comunidad se destaca por el manejo apropiado de los recursos hídricos y la búsqueda de una forma cada vez más equitativa de acceso al agua y por intentar reforzar la ley del agua en beneficios de las comunidades más vulnerables. (Iveson y Alderwish, 2018).

Conclusiones

Después de describir que son los acueductos comunitarios y veredales, su razón de ser y establecer las diferencias con el resto de los prestadores de servicios públicos y los retos que enfrentan es importante hacer algunos aportes acerca de posibles formas de propiciar su existencia en medio de una economía social de mercado.

Estas breves reflexiones finales apuntan a proponer algunas estrategias para mejorar las condiciones en que funcionan los mismos teniendo en cuenta su importancia no solo como prestadores del servicio si no como generadores de identidad territorial y como conservadores de los recursos hídricos.

Luego de observar como la normatividad amenaza su supervivencia mientras las comunidades resisten los vientos privatizadores resulta indispensable solicitar, en un escenario ideal, en el diseño de una política pública que tenga en cuenta sus peculiaridades y la expedición de una norma especial que corresponda a sus características particulares.

Con base en esta norma o modificación de la Ley 142 de 1994 se podrían presentar documentos Conpes que aboguen por su supervivencia y la delegatura de pequeños prestadores de la Superintendencia de Servicios dispondría de una norma especial para aplicarle a ellos sin que ello signifique, por supuesto, un detrimento en materia de calidad, potabilidad y acceso del agua.

De llevarse a cabo esta modificación será más probable que muchos de los acueductos comunitarios no formalizados se animen a hacerlo sabiendo que habrá un trato diferenciado para estos.

De igual manera, se insiste en la prestación de un servicio profesional que permita dedicar un tiempo, hacer prácticas en estos proyectos comunitarios para asegurar el acceso a este recurso indispensable para la vida humana.

Por último, si Colombia no tuviera un modelo económico y planes de desarrollo enfocados en el neoliberalismo y las locomotoras mineras, cada vez mejor aceitadas, podría pensarse incluso en un Acto Legislativo que permita una reforma constitucional para garantizar al menos la existencia, por esta vía de los acueductos comunitarios, aunque lo ideal hubiera sido tener como en Ecuador un artículo que prohíba la privatización del agua y las nefastas consecuencias que esto ha tenido en países como Chile.

Referencias

Informes en línea

Red nacional de acueductos (2019). Recuperados de http://redacueductoscomunitarios.co/comunicados/el-agua-esta-en-el-campo-y-la-estamos-autogestionando/

http://redacueductoscomunitarios.co/documentos/observaciones-al-proyecto-de-decreto-sobre-registro-de-usuarios-del-recurso-hidrico/

http://redacueductoscomunitarios.co/sin-categoria/la-alianza-por-el-agua-para-el-departamento-del-cauca-firma-acuerdo-por-la-gestion-comunitaria-del-agua/

Jurisprudencia

C-741/03.

T-225/15.

T-245/16.

T-338/17.

Libros online

CORREA, D. (2006). Acueductos Comunitarios, Patrimonio Público y Movimientos Sociales. [en línea] disponible: https://es.scribd.com/document/59617183/Documento- completo

Rosenberg, Horst et al. (2003). Agua, ¿Mercancía o bien común?   Alikornio. Barcelona, España.

https://www.traficantes.net › libros › agua-¿mercancía-o-bien-común

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Conpes 3810 de 2014. Política para el Suministro de Agua Potable y Saneamiento Básico en la Zona Rural. Bogotá D.C. Recuperado de

www.minvivienda.gov.co › conpesagua › 3810 – 2014

Normatividad colombiana.

Constitución Política Art. 365

Ley 142 de 1994, art. 15. Numeral 4.

Ley 454 de 1998.

Ley 1151 de 2007.

Ley 1176 de 2007.

Decreto 421 de 2000.

Decreto 1714 de 2012,

Resolución 3787/91.

Decreto 1898/16.

Resolución 825/17 de la CRA.

Resolución 844/18 de la CRA.

Resolución 375/06 de la CRA.

Decreto 1575/07 (Superservicios)

Resolución conjunta 2115/07 (Superservicios)

Circular 74/08 (Superservicios)

Normatividad internacional

Constitución de Ecuador art. 318.

Resolución 64/292 ONU.

Artículos de revistas en línea

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Tesis

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https://bdigital.uexternado.edu.co › handle

Notas:

1 La Corte aclaró que la noción “organizaciones autorizadas” no es asimilable a la de “comunidades organizadas” porque la primera abarca a un cúmulo de prestadores, dentro de los cuales pueden incluirse a particulares que se organicen para la prestación del servicio, pero no a través de la figura de empresa. Engloba las organizaciones de economía solidaria como las cooperativas y a otra clase de comunidades organizadas, se interpreta que estas se encuentran comprendidas dentro de la denominación “organizaciones autorizadas”.

2 De igual manera, la Corte Constitucional en sentencia T-245/16 indicó que con el fin de garantizar el derecho al agua y el servicio público de acueducto, en Colombia, existen diversos actores que pueden prestarlo.

3 Una comunidad organizada es un grupo de personas que durante años ha desarrollado proyectos políticos, económicos, espaciales o culturales y se caracterizan por su capacidad de autogestión, asociación, igualdad de derechos y deberes de sus integrantes y la participación comunitaria.

4 L a Corte Constitucional en el fallo C-741/03 analizó una demanda de constitucionalidad contra el artículo 15 de la Ley 142/94 pues el accionante consideraba que esta norma restringía las organizaciones autorizadas para la prestación de los servicios públicos y concluyó que esta ley no era contraria a los postulados previstos en la Constitución, y determinó como debían interpretarse ciertos artículos para que se entendiera constitucional.

5 El 28 de julio del 2010 la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció, de forma explícita, a través de la Resolución 64/292 , el derecho humano al agua y al saneamiento. Esta recoge el marco legal internacional que el acceso a un agua potable y a un saneamiento adecuados es esencial para la realización de todos los derechos humano.

6 En relación con la garantía del derecho humano al agua, los acueductos comunitarios están obligados, al igual que las empresas prestadoras del servicio, a garantizar un mínimo de agua para consumo humano a las personas, de acuerdo con lo dispuesto en la jurisprudencia de esta Corporación (…) pero incluso si los servicios públicos y los derechos fundamentales son garantizados por privados o asociaciones de usuarios, el Estado debe estar presente en la verificación de las formas de prestación del servicio. T-245/16.

7 Sin embargo, aclaró la Corte en la Sentencia T- 338/17 Estado es el principal obligado en torno a la satisfacción y garantía del derecho al agua (…) debe concurrir diligentemente cuando los acueductos comunitarios lo requieran (…) la existencia de acueductos comunitarios no es una forma en la que el Estado se exime de responsabilidad frente a la prestación del servicio. En estos escenarios, no asume directamente algunas de las obligaciones, pero sin lugar a dudas, debe acompañar las medidas adoptadas y, en especial, debe contribuir decididamente a la superación de las dificultades que se les presenten.

8 Según Barlow y Clarke (2004) hay tres modelos de privatización de las empresas de servicios públicos de acueducto: 1) la venta por parte de los gobiernos a empresas privadas de los servicios de tratamiento y suministro del agua pública; 2) la concesión de licencias de explotación del suministro público de agua a concesionarias que mantienen y cobran el servicio y 3) la contratación de una empresa para que gestione el servicio del agua a cambio de un precio. El modelo más aplicado en el tercer mundo es el segundo a través de sociedades público-privadas o alianzas público privadas.

9 Las instituciones financieras y las empresas de servicio a nivel mundial plasmaron la nueva estrategia mediante la creación de organismos como el Consejo Mundial del Agua , fundado en 1996 por el Banco Mundial . Este consejo tiene como fin elaborar una visión global de la gestión del agua que influya en la política internacional del recurso hídrico. Las principales plataformas de divulgación de este Consejo son los Foros Mundiales del Agua. Un brazo ejecutor de las estrategias de mercantilización del agua es Global Water Partnership (GWP) creada en 1996 por casi todos los que pertenecen al Consejo Mundial del Agua. Su principal actividad es asesorar a los gobiernos de países del sur, en el manejo práctico y las modificaciones de los marcos legales necesarios, con el fin de hacer económicamente viables las privatizaciones.

10 “La Ley 1176 de 2007 le dio vida al mecanismo de financiación con el que los municipios pueden comprometer recursos del SGP y fue utilizado por el Ministro Carrasquilla para crear en 2008, Konfigura, la empresa que gestionó y estructuró los bonos de agua” denuncia la Red.

11 “La política de transformación empresarial y la normativa que de ella se deriva bajo la estrategia de “focalización y eficiencia financiera” obliga a los municipios a delegar el manejo de los recursos públicos para agua y saneamiento básico que le corresponden por el Sistema General de Participaciones -SGP- (1), a través del compromiso de pignoración de vigencias futuras excepcionales giradas a fiducias privadas, durante tiempos prolongados que van de 5 hasta 20 años, sin posibilidad de pagar la deuda antes del plazo pactado”, denuncia la Red.

12 El 30 de septiembre de 2019 enviamos como Red Nacional de Acueductos Comunitarios nuestros comentarios y observaciones al proyecto de decreto que reglamenta parcialmente el artículo 279 “Dotación de soluciones adecuadas de agua para consumo humano y doméstico, manejo de aguas residuales y residuos sólidos en áreas urbanas de difícil gestión y en zonas rurales ” de la ley 1955 de 2019, la cual corresponde al Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022 “Pacto por Colombia, pacto por la equidad”. A continuación les compartimos las observaciones enviadas.

13 La Red hace énfasis en que se les permite continuar con la prestación, pero imponiéndoles los requerimientos en materia tarifaria que se le exigen a organizaciones con ánimo de lucro ( Resoluciones 825 de 2017 y 844 de 2018 de la CRA) y respetando el apoyo decidido del Estado al sector corporativo y extractivista. Han denunciado públicamente que les exigen lo mismo que a los privados en cuanto a la concesión de aguas y que la vigilancia y control en cabeza de la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios es realizada con base en los estándares tecnológicos del tratamiento del agua y de ciertas calidades del agua que están en condiciones de cumplir con facilidad las empresas y no ellos. (Decreto 1575 de 2007, Resolución Conjunta 2115 de 2007 y la Circular 74 de 2008).

14 De acuerdo con la Superservicios este mecanismo de vigilancia especial y esta herramienta permiten asegurar la prestación eficiente de los servicios públicos domiciliarios de manera continua e implementar los correctivos necesarios.

15 La corporación precisó que: “(…) los usuarios rurales encuentran, a través de la conservación y protección de lo que ellos han construido, un nivel de subsistencia digno y adecuado, en relación con las circunstancias que los rodean. De esta manera, al haber sido levantados como empeños comunitarios, familiares o vecinales, con legitimidad social y formas de organización y niveles de formalidad diversos, esos mismos ejercicios colectivos contribuyen a la articulación social y a la creación de fuertes lazos comunitarios alrededor de los mismos. Por ende, en muchos casos, estos acueductos no solo generan la prestación del servicio público de agua para sus beneficiarios, sino que también fomentan el crecimiento económico, la restauración de ecosistemas, la conservación de la biodiversidad y la preservación de valores culturales y sociales de la comunidad a la que pertenecen (…) La administración municipal tiene a su cargo, en virtud de la Constitución y de las normas que la desarrollan, asistir a la comunidad a través de apoyo técnico, jurídico y financiero, para superar las falencias en la prestación del servicio, sin que la ubicación geográfica, por no hacer parte del casco urbano, sea una razón para que la administración se desentienda de lo que allí ocurra. (Subrayado propio).

16 Art. 318.- El agua es patrimonio nacional estratégico de uso público, dominio inalienable e imprescriptible del Estado, y constituye un elemento vital para la naturaleza y para la existencia de los seres humanos. Se prohíbe toda forma de privatización del agua. La gestión del agua será exclusivamente pública o comunitaria. El servicio público de saneamiento, el abastecimiento de agua potable y el riego serán prestados únicamente por personas jurídicas estatales o comunitarias. El Estado fortalecerá la gestión y funcionamiento de las iniciativas comunitarias en torno a la gestión del agua y la prestación de los servicios públicos, mediante el incentivo de alianzas entre lo público y comunitario para la prestación de servicios. El Estado, a través de la autoridad única del agua, será el responsable directo de la planificación y gestión de los recursos hídricos que se destinarán a consumo humano, riego que garantice la soberanía alimentaria, caudal ecológico y actividades productivas, en este orden de prelación. Se requerirá autorización del Estado para el aprovechamiento del agua con fines productivos por parte de los sectores público, privado y de la economía popular y solidaria, de acuerdo con la ley.

17 En esa comunidad el agua es manejada por un trabajador independiente la lleva a los grifos públicos y las conexiones privadas. El equipo incluye un director general, contadores y personas de afuera de la comunidad que tienen los conocimientos técnicos necesarios para el trabajo. Esta organización recoge dinero por intermedio de donantes para asegurar la sostenibilidad de su proyecto.

Fernanda Sánchez Jaramillo, periodista profesional, magister en relaciones internacionales.

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Nuevas tendencias del conocimiento frente a la modernidad y los dominios del saber

Nuevas tendencias del conocimiento frente a la modernidad y los dominios del saber

 

Freddy Guerra Herrera

C.I 8369512

Freddyguerrah @gmail.com

Tlf. 04141915503

 

Resumen

La producción del conocimiento está siendo transitada en medio de una crisis que cuestiona la razón y el pensamiento filosófico, liberando un debate entre lo moderno y lo posmoderno, así como otras formas de pensamiento. La vida del planeta se siente amenazada por la agresión permanente del capitalismo que ha impuesto su visión del mundo y del ser humano. Pudiera decirse que una crisis existencial del modernismo ataca la naturaleza humana. Por lo que en este artículo  está basado en la reflexión de autores reconocidos universalmente como Luis Damia, Heidegger, Berman, Morín, Nicolescu, Foucaul, Gadamer y Maffesoli, entre otros. Quienes van tejiendo la urdimbre del conocimiento en atención a otras formas de pensamiento, en función de esas nuevas tendencias en los dominios del saber, relacionadas al hombre y el nuevo arte de vivir. Con esta nueva corriente del pensamiento se han desarrollado estrategias con lo se pretende tratar al ser humano desde una perspectiva de interconexión, que le permita penetrar en estas nuevas formas de conocer. Por cuanto la realidad y sus niveles de percepción son múltiples y complejos. Y la cultura del hombre está llena de signos que la alimentan y la determinan. Por lo que el verdadero espíritu de la transdisciplinariedad va más allá de todo lo que se está haciendo. La meta camina hacia la autotransformación y la creación de un nuevo arte de vivir.

Palabras claves: Tendencias, Pensamiento, Conocimiento, Modernidad,  Dominios del Saber.

 

        

Introducción

Entramos a la sociedad del conocimiento, caracterizada por la importancia que tienen los avances científicos y tecnológicos, en todos los sectores del saber, así como en todas las grandes  decisiones entre  naciones. Se exige que el ser humano desarrolle al máximo su inteligencia y su creatividad para enfrentar los cambio y las innovaciones que exigen los nuevos tiempos.

En la mayor parte de los países, las universidades preparan las condiciones para lograr este objetivo. En Monagas así como en  el resto del país, el Estado venezolano está dando respuesta  a esta necesidad, en función del desarrollo estratégico del pueblo con el que está comprometido, en la construcción del socialismo Bolivariano y el desarrollo de una nueva ética para el servidor público, como el arte de vivir con la mayor suma de felicidad.

El Doctorado en Ciencias para el Desarrollo Estratégico, ofrecido por la Universidad Bolivariana de Venezuela, centra su enfoque en torno a los asuntos más relevantes que tienen lugar hoy el debate intelectual contemporáneo, relacionado con el conocimiento científico en todos los dominios del saber.  Con el propósito de generar procesos de reflexión en torno a la matriz epistemológica que caracteriza la racionalidad científica moderna y sus formas de expresión en el conocimiento socioeducativo.

          Estos puntos para la reflexión y discusión, han sido orientados por el orden moderno del saber y el discurso sobre la ciencia y el conocimiento científico. Además de las formas emergentes del conocimiento y los nuevos equipamientos epistemológicos en el mundo de hoy, para la gente de hoy.

 

Artículo

Voy a comenzar este artículo con una breve reflexión  de lo que a mi entender implica la modernidad, tomando en cuenta la visión de reconocidos autores, cuyo pensamiento a influido en esta era contemporánea, de la que somos protagonistas, donde la humanidad anda como confundida,  hasta  desconcertada,  ante el derrumbe y falsedad de las contradicciones y abusos de la razón.

Con  este cuestionamiento actual de la razón  va también la crisis y el debate sobre el sentido y motivo de ser de la Filosofía. Porque se sabe que en ambas, desde hace siglos, existe como un encubrimiento  y en la actualidad se dice que somos testigos de su crisis y discusión, con la necesidad de su redefinición.

Desde esta perspectiva,  el destino de la razón y la Filosofía es el destino del hombre mismo y ya en la actualidad se libra un debate entre lo moderno y posmoderno, esa lucha e indefinición respecto a la concepción del hombre y la razón, ha generado ese debate.

Esta especie de transición a la modernidad, asume como premisa el paradigma que afirma que las sociedades históricas desarrollan una larga evolución en el tiempo, que va desde una cultura tradicional hacia una cultura moderna y que esa transición se continúa con el paso desde una cultura moderna a una cultura con otras formas de pensar.

Es bueno decir, tal como lo plantea Luis Damia, que esto no se trata de cambios lineales, ni de cambios automáticos y que el paso desde un estadio de desarrollo a otro, tampoco se produce en forma continua, sino que generalmente se logra a través de saltos, retrocesos y aceleraciones del tiempo histórico.

Por lo que en la modernidad, según el filósofo Alemán Martin Heidegger (2007), asume que el porvenir reemplaza al pasado y racionaliza el juicio de la acción asociada a las personas. La modernidad entonces viene a ser, esa posibilidad política y reflexiva de cambiar las reglas del juego de la vida social.

La modernidad es también, según la pluma de este  escritor,  el conjunto de las condiciones históricas materiales que permiten pensar la emancipación conjunta de las tradiciones, las doctrinas o las ideologías heredadas, y no problematizadas por una cultura tradicional.

Se trata, según esta visión,  de un proceso de carácter global de una realidad y características distintas a las precedentes etapas históricas, en la que lo económico, lo social, lo político y lo cultural se interrelacionan, se integran y avanzan a ritmos desiguales, hasta terminar por configurar la moderna sociedad burguesa, el capitalismo y una nueva forma de organización política.

De ahí que culturalmente, la modernidad es caracterizada por formas de conocimiento  asociadas al capital y a los aparatos administrativos del Estado, lo que el filósofo Alemán Jurgen  Habermas, (2008). Desde su discurso,  describe como una creciente racionalización del mundo. Pero que filosóficamente, la modernidad implica, según el pensamiento de Michel Foucault, (1981). La emergencia de la noción del hombre como fundamento de todo conocimiento del mundo, separado de lo natural y lo divino.

Tengo entendido, que estas tendencias más recientes, ha traído grandes consecuencias que implican un diálogo abierto con todos los saberes. Esta tendencia supera las expectativas de la modernidad y se vincula como el movimiento de la postmodernidad. En este movimiento, la ciencia al igual que el resto de los saberes culturales, buscan la verdad.     Lo que hace pensar, que no podemos hoy invalidar ningún conocimiento. Al contrario, más bien procurar entender las  semejanzas que hay entre todas las formas del saber.

Pero como todo momento histórico tiene sus sombras y sus luces, voy a referirme a las luces o aportes culturales que la modernidad nos ha dejado como herencia y que le ha dado fuerza a estas ideas,  por sus logros  fundamentales, entre los que destacan los grandes descubrimientos científicos, la industrialización de la producción y su consecuente alteración demográfica y urbanística, que  originó  la consolidación de Estados Nacionales, aparecen los medios masivos de comunicación, la imprenta, se desarrollan los movimientos sociales y políticos, entre otros grandes logros.

La participación  en la constitución de un mercado mundial capitalista. La racionalidad a la par de los avances tecnológicos y científicos, contribuyó a delinear el espejismo del progreso ilimitado como respuesta a los múltiples interrogantes de la humanidad.

Sin embargo, como lo dicen expertos en el tema, la sociedad global ha ido  presenciando el derrumbe de los avances de la modernidad, precisamente por lo que está aconteciendo en el clima cultural contemporáneo, como  los ataques a los ideales revolucionarios,  guerras mundiales, el holocausto, la proliferación nuclear y la acentuación de la marginalidad.

Debo agregar, que en la actualidad, la concepción sobre el hombre y la razón, sobre la historia y el conocimiento en general, han sido trastocados, alterados de tal suerte que, ha entrado en escena el claro debate  entre la modernidad y otras formas de pensar.

Sin embargo, debo  plantear lo que a juicio de muchos expertos han dado por llamar crisis del pensamiento moderno y que la cultura del siglo XX tiene como uno de sus ejes principales; me refiero al discurso de la crisis de la modernidad.

Este decadente modelo de dominación mundial llamado Modernidad, tiene radicada su crisis en la imposición,  de una tendencia cultural dominante originada  en Occidente que actúan alterando, transformando y destruyendo las culturas y sociedades del mal llamado tercer Mundo,  imponiendo cambios en las economías y la institucionalidad de los países pobres y terminando con la diversidad cultural y social de los pueblos.

Esta radicalización de la modernidad se desarrolla en el mundo uniformando a todos los países con una misma cultura, con los mismos valores, con el mismo consumo, pero al mismo tiempo produciendo la exclusión y marginación, de la mayor parte de la humanidad, que no tiene la tecnología más moderna, que no puede competir en el mercado mundial, condenándolas a la miseria, el desamparo y el hambre.

Como nunca antes en la historia universal, la imposición sin contrapeso de un proyecto uniforme y globalizante, amenaza con tanta violencia la existencia misma de la vida sobre el planeta.

Esta misma sociedad, en medio de esta crisis de la modernidad se vio con la legitimidad de imponer su visión del mundo y del hombre como única alternativa ante la agresión permanente del capital internacional, que en definitiva, no fue capaz de escapar a la lógica de la dominación, no fue capaz de reconocer la enorme riqueza, que contienen las múltiples cosmovisiones de los pueblos y naciones pobres del planeta.

Es aquí donde uno se pregunta ¿Qué pudiera estar pasando con los nuevos horizontes epistémicos? Porque algo se debe estar moviendo en el ambiente cultural contemporáneo, sobre todo aquello que pudiera estar estimulando otras formas de pensamiento.

Ante este planteamiento, hay que ser sincero en decir que una confusión existencial pudiera estar  atacando  al ser humano y creo que ese es el signo de lo que pudiera estar  pasando en este momento.

Como ha dicho el filósofo y escritor estadounidense Marshal Berman, (2000).  Este otro modo de pensar es una parádoja, porque es la unión en la desunión,  lo que nos arroja a la vorágine de la permanente desintegración y renovación, de lucha y contradicción, de la ambigüedad y la angustia.

El hombre actual ha perdido el sentido de lo grave, es un sujeto receptivo y pasivo de información, que le invade hasta lo íntimo y que permanece envuelto en relaciones superficiales con sus semejantes y con las cosas.

Existe un descrecimiento sobre lo público, sobre lo colectivo y sobre el compromiso social y humano. Es evidente, que en la actualidad se da una confusión existencial del ser humano, porque de alguna manera, ya no se reconocen valores últimos. Existe diversidad de juegos de lenguajes, existen variados paradigmas que fragmentan la realidad.  Y esto es un síntoma de que otro modo de pensar está surgiendo, como repuesta a lo que pasa en este tiempo cultural que nos ha tocado vivir.

Ahora, podemos apreciar lo interesante de este nuevo pensamiento que viene emergiendo, haciendo suyo las nociones de complejidad y de transdiciplinariedad en tiempo real, cuando los procesos de integración del saber están teniendo lugar, como resultado del desarrollo de la ciencia y la técnica, y la necesidad de una nueva forma de pensamiento que garantice la existencia de nuestro Planeta Tierra y  la humanidad,  encontrando respuesta en los procesos inter, multi y transdiscipliarios.

Al respecto se ha escrito mucho y se continúa escribiendo, incluyendo la búsqueda de conceptos que viabilicen la transdisciplinariedad, pues predomina una formación disciplinaria, tanto en la investigación como en las demás áreas del saber.

Algunos autores, de referencia, como el filósofo y sociólogo francés Edgar Morín, (1994). Conciben la transdisciplinariedad  como una visión del mundo que busca ubicar al hombre y a la humanidad en el centro de nuestra reflexión, y desarrollar una concepción integradora del conocimiento.

Esta nueva corriente de pensamiento ha desarrollado tres pilares fundamentales como son: los niveles de realidad, la lógica del tercero incluido y la complejidad, a partir de lo cual, Morín pretende fundar una metodología que aborde la cuestión humana y del conocimiento desde una perspectiva de interconexión.  Teniendo  presente que una visión totalizadora y completa de lo humano y del conocimiento son imposibles, dada la incertidumbre y la incompletud fundamental que caracteriza a estos  fenómenos.

Por supuesto, se requiere  según  Morin,(1994).  De un necesario aval cultural para poder integrar los saberes, y así acercarse con más profundidad a la verdad. Por eso los fundamentos filosóficos, por su aprehensión cosmovisiva, contribuyen a la integralidad de estos cambios, a la articulación de saberes, los cuales son insoslayables para poder penetrar con profundidad en estas nuevas formas de conocer.

Citando al reconocido Físico Rumano, Basarab Nicolescu,(1996). La visión transdisciplinaria es una perspectiva que propone considerar una realidad multidimensional estructurada en múltiples niveles, que sustituya la visión de una realidad unidimensional del pensamiento clásico.

Según este autor, los diferentes niveles de comprensión resultan de la interpretación armoniosa del conocimiento de diversos niveles de realidad y de los diferentes niveles de percepción. Pero, la realidad y sus niveles de percepción son múltiples y complejos.

La realidad es una unidad abierta que engloba al sujeto, al objeto y a lo sagrado, que serían tres facetas de una sola y misma realidad. Porque para  Nicolescu,(1996). La realidad reducida al sujeto destruyó a las sociedades tradicionales; la realidad reducida al objeto conduce a los sistemas totalitarios, y la realidad reducida a lo sagrado conduce a los fanatismos e integrismos religiosos.

En definitiva, la transdisciplinariedad para Nicolescu,(1996). Es vista como una actitud que implica un cambio espiritual equivalente a una conversión del alma. Y para tener acceso a esta cualidad, implica romper con la creencia de que la totalidad se limita a la realidad sensible que vemos y percibimos con nuestros sentidos, además  de evitar el lenguaje de la comodidad, y romper con un modo de vida  convencional.

Otro autor que  persiguió la génesis del sujeto moderno, en la base de nuestro saber actual fue el Filósofo e Historiador Francés, Michel Foucault, (1987). Dándonos a conocer los pliegues de su epísteme moderna. Con una visión arqueológica y genealógica del conocimiento, como nueva racionalidad, nos muestra que su arqueología de las ciencias humanas, describe el momento histórico de la emergencia del hombre, así como anuncia su pronto y esperado hundimiento.

Este método arqueológico, utilizado por Foucault, (1987). Señala que el código de la cultura sólo nos es accesible a través del estudio del lenguaje y de los discursos. Se trata de un método discursivo. Es el discurso el que conforma los objetos de las ciencias. Y la experiencia de orden es una experiencia en que las cosas son puestas en la claridad de la palabra.

La arqueología del saber asigna un lugar interior al sujeto que habla desde un discurso, mientras los individuos siguen creyéndose soberanos de unos derechos y poseedores de unas libertades que la sociedad reprime.

Con esta misma racionalidad, Michel Foucault, en Las Palabras y Las Cosas, (1981).  Nos pasea por un circuito genealógico cuyo objetivo es ubicar las diferentes etapas evolutivas de los signos y del saber, hasta llegar a la sacralización de los mismos. En su planteamiento se recoge la idea de un hombre que es y se hace a través del lenguaje.

La cultura donde ese hombre está inmerso está impregnada por signos que la alimentan y la determinan. Cada una de las cosas que rodea al hombre y todo lo que existe dentro y fuera de él tiene nombre y significado.

En concreto, aquello que constituye la cultura con la cual se identifica el hombre, es nombrado. Todo significa algo y ese algo se convierte en mediador entre el sujeto y su mundo. Dentro de este marco referencial Foucault, (1987). Nos hace entender que el lenguaje no tiene otro lugar que no sea la representación.

Vemos como la aplicación al contexto, basta a menudo, para advertir sí una palabra es significativa de una realidad o si la describe en su sentido. Como podemos apreciar, para Foucault, el mundo está constituido por signos. Son esos signos los que el mismo hombre tiene que traducir para poder conocer, para acceder al saber.

Desde esta lógica de sentido, el hombre está sometido a la realización de un ejercicio constante de interpretación. Esta práctica comienza por las palabras, las cuales tiene que llegar a descifrar para capturar lo que ellas quieren decir.

De hecho, es una búsqueda continua la que inicia todo aquel que quiera saber lo que dicen los signos, lo que denotan los significantes. Ciertamente, lo que realmente se plantea es una labor hermenéutica.

Entendiéndose como hermenéutica, el proceso mediante el cual se pueden descifrar los signos para buscar la semejanza en lo semejante;  razonamiento manejado muy bien por  Gadamer, (2004). Cuando hace suyo el carácter hermenéutico del conocimiento, frente a estas nuevas formas de conocer.

Este  método hermenéutico o exégesis es también el rescate del sentido oculto, la reconstrucción del lenguaje descifrable que oculta, el poder decir otra cosa de lo que se dice en la palabra, que tiene una pluralidad de sentidos. Interpretándonos a nosotros mismos, cuando la interpretación es siempre algo inacabado.

Además, que para poder interpretar hay que conocer las palabras y los contextos de uso. Dice Foucault,(1987).  Que  la lengua no es caprichosa, obedece a un orden de palabras y signos que representan las cosas mediante las cuales el mundo está conformado y estructurado. Esa es la importancia capital del lenguaje.   

En este orden de ideas,  interesa mostrar la argumentación desconstructiva de un pensador importante en la actualidad, como es Michel Maffesoli, que nos propone pensar el mundo desde una lógica argumentativa distinta, a la que ha denominado “de la razón sensible” y que implica un tipo de aprehensión poético-científico del mundo, haciendo suya la experiencia del proceder estético.

Este Sociólogo Francés Michel Maffesoli,(1997). Defiende un modelo de sociedad postmoderna donde se diluyen los valores centrales de la racionalidad y la propia idea de democracia, por saturación y desgaste de los paradigmas previos.

Surgen, pues, condiciones para una nueva dimensión de reacomodo en un mundo pluricultural de individuos que tienden a alcanzar la plenitud emotiva de acuerdo con un nomadismo cultural de los individuos y la formación de nuevos complementos sociales,  a modo de nuevas tribus, donde la tecnología, en especial Internet, aparece como una respuesta para el encuentro planetario de las nuevas formas de comunidad.

La razón, como ley suprema, está, a juicio de Maffesoli, (1997) en plena regresión. La razón y los valores modernos del progreso estarían ocultando otras formas de plenitud social, basadas en el arraigo emotivo a lo cercano y la apertura comunicativa con realidades geográficas lejanas, pero emotiva y simbólicamente próximas.

Aparece aquí una nueva razón social, la razón sensible, o naturaleza emocional de los lazos sociales. La sociabilidad nace a través de los sentidos, del hedonismo, del disfrute del tiempo, de la ética relativa de la estética, de la proyección orgánica del individuo sobre su entorno como instancia volitiva de elección y comunicación.

En esencia, Maffesoli, (1997).  Contrapone lo que entiende como matrices de la postmodernidad a las relaciones regladas por la racionalidad. En su paradigma postmoderno aflora lo invisible del individuo, la razón interna  la mística negada por el reduccionismo racionalista.

La proyección mediática de Maffesoli y el carácter intuitivo de muchas de sus propuestas, marcan puntos de heterodoxia para la comunidad científica. El pensamiento parece liberado de la realidad compleja del planeta y se proyecta a modo de utopía socioemotiva, con una espontaneidad auto organisativa de la sociedad compleja y de un sincretismo policultural que va hacia la preocupación ecológica como centro del nuevo paradigma.

El verdadero espíritu de la transdisciplinariedad va más allá de todo lo que prácticamente se está haciendo hasta el presente: su meta o ideal no consiste sólo en la unidad del conocimiento, que es considerada como un medio, sino que camina hacia la autotransformación y hacia la creación de un nuevo arte de vivir. Por ello, la actitud transdisciplinar implica la puesta en práctica de una nueva visión.

            Levantada esta información con la que   hemos  reflexionado, sobre un tema tan amplio y  debatido como  la Modernidad, frente a nuevas tendencias del pensamiento, quisiera expresar mi criterio, como  doctorante, orientado hacia el rescate y replanteamiento del discurso moderno.

Porque considero que las ideas de la modernidad en el caso particular de sociedades como la nuestra, deben  ser revisadas, esto significa que, la modernidad debe de ser superada pero no cancelada.

En pocas palabras, el hombre de nuestras latitudes debe rescatar lo mejor y  eliminar lo peor, los errores a que condujo la modernidad en otros países y regiones. No se trata de resistencia, oposición o indiferencia ante el discurso moderno de pensadores, algunos referidos    en este artículo,  sino de su replanteamiento y rescate en lo que a sus formas de pensamiento se refiere, con una conciencia  que el hombre y su razón, el conocimiento y la historia, juegan otro papel en estos  últimos tiempos.

Posiblemente, las corrientes filosóficas actuales son y representan un claro ejemplo del replanteamiento y búsquedas,  de lo mejor del discurso que heredamos de la modernidad y que actualmente se analiza y debate desde  nuevas perspectivas.

Necesitamos por lo tanto, la construcción de una Filosofía para el inicio de una nueva época, en que se termine la confusión y crisis existencial del ser humano a través de su desenmascaramiento, del hallazgo y conocimiento auténtico de su identidad.

Así, llegamos a la conclusión, más no al final del tema, porque el problema fundamental contemporáneo no es el descrédito de las ideologías y la crisis de la diversidad de corrientes de pensamiento; Ni lo es tampoco la formación de nuevos bloques y mercados mundiales, formados por el imperialismo capitalista, en el que unos cuantos países se disputan la hegemonía económica y política.

Tampoco  es lo relativo a los grandes conflictos políticos y bélicos que mundial o regionalmente se enquistan y trascienden y mucho menos lo es el referido a las implicaciones de los grandes y asombrosos inventos y descubrimientos que la ciencia y la técnica nos está aceleradamente proporcionando.

No, en estos tiempos de cambio, el problema fundamental del hombre contemporáneo, es el de las contradicciones y confusión existencial de su ser mismo. Es el problema de su naturaleza, de su cultura y valores.

La idea predominante en la actualidad es que todo significa y tiene un sentido y que por lo tanto, ese objeto, sujeto, hecho, acto, fenómeno o proceso, no es sólo susceptible de explicaciones sino también de interpretaciones y reflexiones. He aquí la gran importancia del análisis y rescate que se pude hacer de la modernidad por un lado y del discurso posmoderno por otro.

Se hace entonces necesario, vislumbrar la posibilidad de la construcción de una propia y auténtica filosofía, la superación del debate de la modernidad, frente a la llamada posmodernidad y de la confusión existencial del ser, a partir de la redimensión de lo vernáculo y el renuevo moderno a partir de lo nuestro. Lo cual equivale a sentar las bases de un nuevo paradigma, que responda a nuestra cultura y formas de pensamiento, con originalidad y enfocado hacia un desarrollo estratégico.

 

Referencia Bibliográficas

 

Martin Heider, ¿Qué se Significa Pensar?, Temas pensamiento ontológico, Alemania,  2007.

Marshall Berman, Todo lo Solido se Desvanece, la experiencia de la modernidad, Academia Edu, 2000.

Edgar Morin. Introducción al Pensamiento  Complejo, Editorial Godisa, Paris 1994.

Basarab Nicolescu, La Transdisciplinariedad, Manifiesto, Rumanía, 1996.

Michel Foucaul, La Libertad y la Verdad, Traducción castellana, Barcelona 1987

Michel Foucaul, Las Palabras y las Cosas, Barcelona, 1981.

Gadamer, La Hermeneutica Filosófica, Revista Electrónica cinética,  N 24,

Febrero-Julio 2004.

Michel Maffesoli, La Razón Sensible,  Una  visión intuitiva del mundo contemporáneo, 1997.

Autor: Freddy Javier Guerra Herrera

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América Latina: clases de democracia

América Latina: clases de democracia

Juan Carlos Miranda Arroyo

¿Cómo conciben las comunidades escolares la coyuntura política que se vive en México y en América Latina?

¿Cuál es la percepción que tienen los estudiantes (niños, niñas y jóvenes) cuando se habla en la escuela, en los medios de comunicación convencionales o en las redes sociales digitales sobre una “democracia participativa” o una “democracia representativa”; o de un “golpe de Estado” o una “desestabilización política y económica”? ¿Los procesos sociales en América Latina (incluido por supuesto lo que sucede en nuestro país) tienen algún significado para nuestros estudiantes? Sería interesante gestionar una encuesta mediante un cuestionario, dirigido tanto a las y los estudiantes como a las y los docentes y directivos escolares, para indagar acerca de sus opiniones y conocimientos al respecto.

Mientras tanto, los hechos recientes acontecidos en Ecuador: una prominente revuelta callejera, debido al incremento de las tarifas de combustible o al retiro del subsidio público hacia los combustibles; las protestas en varias ciudades de Chile casi por las mismas razones, que trajo como consecuencia la dimisión del gabinete del presidente Piñera, y la posibilidad de crear una nueva Constitución Política; el triunfo del neoperonismo en las recientes elecciones constitucionales en Argentina; la libertad del ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, luego de más de un año de reclusión; o el conflicto poselectoral que tuvo lugar hace unos días en Bolivia y que derivó, lamentablemente, en un golpe de Estado, con la participación de militares, contra el gobierno de Evo Morales.

Clases de democracia: Todos estos acontecimientos, sucesos, fenómenos y procesos significativos, históricos, para el conjunto de los pueblos que integramos la región latinoamericana. Sería interesante que los docentes de Primaria y Secundaria, así como de las materias especializadas en los procesos políticos, económicos, sociales y culturales voltearan la mirada hacia los análisis y los registros de hechos de la coyuntura actual, para enriquecer los conocimientos, las estrategias de enseñanza y aprendizaje, así como los procesos de construcción de la conciencia social en las aulas.

¿Cómo conciben las comunidades escolares la coyuntura política que se vive en México y en América Latina? Precisamente, la semana pasada, el presidente López Obrador hablaba acerca de las intentonas, subterráneas o abiertas, encubiertas o cínicas, en nuestro país, para promover la desestabilización política interna. Aunque se refirió de manera sutil, al rememorar hechos del pasado, a los efectos negativos o adversos que traería consigo un golpe de Estado. Sin embargo, el mandatario afirmó que “en México no existen las condiciones para que se cometa un atropello de tal magnitud” como sucedió en nuestro país al iniciar el siglo XX.

Interesante reflexión la que deja el presidente de México, porque un atropello así iría en contra de las instituciones establecidas; sería una violación a lo establecido por la Constitución Política, y nos colocaría en el sentido contrario a lo que expresó la mayoría de la sociedad mexicana, democráticamente, en las urnas en julio de 2018. Ojalá que las tentaciones desestabilizadoras queden desechadas y que los actores políticos (con y sin partidos) se den a la tarea de contender abiertamente en los espacios de la política, por las vías democráticas.

El sistema de partidos y los derechos políticos que tenemos los ciudadanos en México (los eventuales candidatos sin partido), otorgan la posibilidad de participar de manera directa y abierta en los procesos electorales; por lo tanto, el régimen de Estado de derecho que tanto ha costado construir a nuestra nación, es el marco que nos da la posibilidad de ejercer tales derechos. Esas son las clases de democracia que habremos de consolidar con las jóvenes generaciones. Justamente para que jamás se repitan estos atentados a la democracia, tan lejanos y tan cercanos a la vez de nuestros países latinoamericanos.

Considero que la más importante inversión que podemos hacer como país, es destinar recursos para fortalecer la formación de las y los docentes, a efecto de enriquecer la preparación de las niñas, los niños y los jóvenes, no solamente en habilidades y destrezas útiles para la vida en el trabajo (saber cómo), sino también que dediquemos más energías a la formación cívica, ética y orientada a la participación social responsable (saber qué y para qué).

Con ello podremos asegurar una vida democrática y evitaremos, cada vez con mayor rigor, la vulnerabilidad de nuestra independencia y soberanía nacionales. Justamente así lo escribí ayer por la mañana: América Latina: Ahí donde la OEA mete la mano y se asume como un poder supranacional, es donde se debilitan las soberanías y las precarias democracias locales.

La educación, entonces, no sólo es una palanca para el desarrollo económico, sino también una plataforma para reivindicar la política, la democracia y la soberanía del país en un entorno de paz y de resolución consensuada de las controversias.

jcmqro3@yahoo.com

Autor: Juan Carlos Miranda Arroyo

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Ecuador: Clasismo y racismo: viejos conceptos de las élites.

Clasismo y racismo: viejos conceptos de las élites

 

En un artículo anterior (https://bit.ly/32xi6h8) me referí a la mentalidad de las elites dominantes del Ecuador, que ha sido poco investigada. Hay estudios y documentos que permiten comprenderla. Voy a referirme a tres de ellos.

El primero es el libro de Camilla Townsend “Tales of Two Cities: Race and Economic Culture in Early Republican North and South America” (2000). Se estudia la “cultura económica” de las elites de Guayaquil (Ecuador) y Baltimore (USA), entre 1820 y 1835. Las dos ciudades partían de condiciones comparables e incluso en Guayaquil había el deseo de encumbrar la manufactura, mientras en Baltimore existían posiciones contra las fábricas. Pero la gran diferencia entre ambas fue la actitud frente a los trabajadores y la población. En Guayaquil se defendía el trabajo coercitivo y los bajos salarios; en Baltimore, el trabajo libre, la educación a las masas, el interés por suprimir la informalidad y la criminalidad. En Guayaquil, la población pobre lucía como “una horda peligrosa” y la gente de negocios creía que su trabajo era creador, proyectaba un nuevo mundo, era demasiado costoso construir caminos y no eran necesarias las reformas sociales o construir escuelas. Townsend concluye que la diferente visión económica de las elites marcó el futuro de las dos ciudades: estancamiento o avance.

El segundo, es el “Informe sobre las Reformas de la Ley de Jornaleros” que presentara la Sociedad Nacional de Agricultura del Ecuador el 17 de agosto de 1918. Examina la “abolición del apremio personal” y el establecimiento del “desahucio libre de los contratos de arrendamiento de servicios de jornaleros”. Es decir, la abolición que se hizo, en ese año, de la “prisión por deudas”, que acompañó al sistema del concertaje en las tradicionales haciendas ecuatorianas, a fin de que los jornaleros tuvieran libertad para contratar su trabajo por un salario. Un hecho comparable a la “liberación” de los siervos de la gleba en el viejo feudalismo europeo.

El informe sostiene “que el apremio personal es muy apto para conseguir que el jornalero realice el derecho que el patrón tiene de que trabaje en las faenas a que se obligó”; añadiendo, además, que “el desahucio libre destruiría a la agricultura”; y se concluye: “No se debe suprimir el apremio personal”, y también “no es conveniente establecer el desahucio libre”.

La posición de la SNA fue reiterada en otros de sus documentos, como el titulado “La Agricultura Nacional y los desaciertos del Poder”, en el que se sostuvo que “Las reformas sancionadas por el Jefe del Ejecutivo consagran una enorme injusticia”; además: “Los propietarios han sido despojados por el ministerio de la ley de los cuantiosos anticipos hechos al obrero, ya que no les queda medio alguno para reclamarlos”; el “pueblo” será la víctima, decía el escrito, así como la “producción agraria”, que caerá, con la consiguiente alza de los precios. Algo similar se repitió en la “Solicitud de los Agricultores al Presidente de la República”, que, en definitiva, pedía no aprobar la ley que suprimía la prisión por deudas del concertaje; y lo mismo en sus “Comunicaciones de la Sociedad Nacional de Agricultura”.

No se logró detener ni revertir la supresión del “apremio personal”, pero las relaciones del concertaje (huasipungo, arrimazgo, sembraduría, peonía, etc.) continuaron por décadas, pue solo la Ley de Reforma Agraria de 1964 logró abolir el sistema hacienda, de tan larga vida en la economía nacional, pues sus orígenes se remontan al siglo XVII colonial. Por cierto, esa ley fue atacada de “comunista” por la clase terrateniente, que creía ver en ella un logro del “castrismo cubano”, pese a que esa misma ley fue dictada por la Junta Militar (1963-1966), absolutamente anticomunista y nacida de las acciones de la CIA norteamericana en Ecuador, según un famoso libro del exagente Philip Agee.

El tercer documento es el libro de Actas del Primer Congreso de Industriales del Ecuador, realizado en Ambato, en marzo de 1935. Hubo allí un Acuerdo que hizo una serie de considerandos, entre los que destaco: “1. Que el indio ecuatoriano continúa vegetando en lamentable atraso moral y material, no obstante el haber convivio por cuatro siglos con la raza conquistadora y criolla que se adaptaron ventajosamente a la moderna civilización…; 2. Que los más elementales sentimientos humanos imponen la necesidad ineludible de levantar el nivel cultural del indio, incorporándole a la civilización…; 3. Que la vida vegetativa que hoy lleva, no se compadece ni con los principios materiales que imponen las leyes biológicas, puesto que se abstiene de los medios alimenticios, del vestuario y la habitación impuestos por el progreso del bienestar humano y de las normas higiénicas más elementales…; 4. Que el indio, tal como vive actualmente, es un factor de desequilibrio en la economía nacional puesto que produce mucho y consume poco, sin cooperar a la tributación que ha menester el Estado…; 8. Que, así mismo, es indispensable inculcar en el corazón del indio los nobles sentimientos de amor patrio, preparándole para la defensa nacional…” Con todo ello de por medio, se pedía crear “granjas agrícolas militares” y obligatorias para los indios.

Comparativamente, en 1820 o en 1918 y también en 1935, la mentalidad de las elites económicas del Ecuador mantuvo el mismo espíritu conceptual, que fue el freno para el desarrollo nacional y para la promoción de algún bienestar para los trabajadores y la población.

Podría pensarse que son términos del pasado. El problema es que tienen una faz muy actual. Basta considerar las propuestas de reformas laborales planteadas por el alto empresariado, que no cree en esenciales derechos para los trabajadores; y observar, además, que durante el levantamiento indígena y popular de los primeros doce días de octubre de 2019, entre las más acomodadas cúpulas sociales y económicas del país, pero particularmente en Guayaquil, hubo expresas voces de clasismo y racismo, que veían una “horda peligrosa” que amenazaba sus propiedades, su paz y su democracia, así como a indígenas que lo que debían hacer es “regresar a sus páramos”.

Autor: Juan J. Paz-y-Miño Cepeda
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Enfoques cooperativos; Hoy: Reflexionar la historia de las instituciones educativas cooperativas escolares en Formosa: aportes para su re-significación.

Enfoques cooperativos; Hoy: Reflexionar la historia de las instituciones educativas cooperativas escolares en Formosa: aportes para su re-significación.

Experiencias innovadoras pedagógicas y de gestión.

 

Por José Yorg, el cooperario.

 

El valor final de todas las instituciones es su influencia educativa”. John Dewey.

“Educar a la mente sin educar el corazón no es educación alguna.” Aristóteles.

 

Pretendemos destacar en este artículo la importancia que para  el presente tiene la Historia de la Educación, y en especial la educación cooperativa escolar desde la perspectiva institucional que permitió su desenvolvimiento en distintos momentos históricos y con diversas improntas. Se intenta hacer una re-significación  reflexiva de sus características peculiares y distintivas.

Siguiendo algunas conceptualizaciones que ocupa Sebastián Perrupato, Profesor de la Universidad Nacional de Mar del Plata, en su trabajo “Pensar la historia de las instituciones educativas en la Argentina: aportes para el debate”, en cuanto a que “la historia de las instituciones educativas en la Argentina ha sido tradicionalmente asociada a paradigmas manidos de investigación histórico-educativa. Recién en las últimas décadas comienzan a resurgir estudios que entienden la necesidad de realizar análisis institucionales que entrecrucen lo educativo y lo histórico. En este sentido, se hace necesario un replanteo serio sobre los métodos y las formas de hacer y de pensar esta historia que trascienda los lineamientos de la tradición positivista”.

Puesto así las cosas, se desprende que hay, cuanto menos dos maneras de abordar la reconstrucción educativa cooperativa escolar, una es colocando la mirada desde la educación que conlleva a describir a su órgano institucional de aplicación, su personalidad jurídica, sus actores, su programa, su contexto histórico. La otra mirada, la presente, se aborda desde lo orgánico-institucional y consecuentemente su acción educativa, pero también involucra describir su estructura, sus actores, su programa, su contexto histórico, así, sin embargo, ambos se condicionan y complementan mutuamente

Por  ello, en primera instancia, coincidimos con quienes postulan a la  Historia Social y Cultural de la educación  en que se constituye en una formidable  herramienta  capaz de re-construir nuestra memoria e identidad formoseña y desde ese punto, los  hallazgos impulsan el encuentro sin tiempo entre el pasado reciente y el presente.

Desde lo anotado más arriba pretendemos, entonces,  reflexionar sobre los aportes que realiza la obra “Historiografía de la educación cooperativa escolar de Formosa” para una segunda mirada, que denominamos al efecto como la  “Historiografía  de los organos-institucionales de educación cooperativa escolar de Formosa”, desde el campo de la Historia Social y Cultural de las instituciones de la educación, a partir de los estudios sobre el desempeño de ellas, en orden cronológico; Comisión de Educación Cooperativa Escolar; Gabinete de Cooperativismo Escolar y ProDeCoop-Escolar.

Asumimos que la segunda mirada del trabajo le otorga a los y las docentes e investigadores un marco metodológico para comprender la historia educativa cooperativa escolar provincial formoseña desde una perspectiva institucional que cobija lo educativo.

Las instituciones y su tiempo.

 “El trabajo de un educador es enseñar a los estudiantes a ver la vitalidad en sí mismos.” Joseph Campbell

La ley N° 26206 en su título 2 del sistema educativo nacional capítulo 1 disposiciones generales de educación nacional define en su artículo N° 14. — “El Sistema Educativo Nacional es el conjunto organizado de servicios y acciones educativas reguladas por el Estado que posibilitan el ejercicio del derecho a la educación. Lo integran los servicios educativos de gestión estatal y privada, gestión cooperativa y gestión social, de todas las jurisdicciones del país, que abarcan los distintos niveles, ciclos y modalidades de la educación.”

Por su parte, el artículo N° 90 de la misma ley dice: “El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología promoverá, a través del Consejo Federal de Educación, la incorporación de los principios y valores del cooperativismo y del mutualismo en los procesos de enseñanza-aprendizaje y la capacitación docente correspondiente, en concordancia con los principios y valores establecidos en la Ley Nº 16.583 y sus reglamentaciones. Asimismo, se promoverá el cooperativismo y el mutualismo escolar”.

Fortalece la debida ejecución del servicio educativo cooperativo escolar su propio, genuino y específico financiamiento educativo por imperio de la Ley nacional N° 23427/ 86  (Fondo para educación y promoción cooperativa) y las correspondientes de adhesión provincial, en el caso de Formosa es la Ley N° 744/88.

Como antecedente  orgánico-institucional encontramos la puesta en marcha en ámbitos del Ministerio de Educación nacional  la creación de la “Comisión de Cooperativas Escolares” en el año de 1954:

“Expediente N° 22.562/49. (Actualizado). Buenos Aires. 28 de enero de 1954.VISTO: Los objetivos I V. G. 14 .Y IY_ E. 8 del Segundo Plan Quinquenal referentes a cooperativas escolares y, CONSIDERANDO, Que los mismos determinan en el 1 V. G. 14 «difusión de los principios del cooperativismo y la constitución de cooperativas escolares y estudiantiles serán auspiciadas por el Estado a fin de contribuir a la formación de la conciencia nacional cooperativista y prestar servicios útiles a los alumnos'» y en el IV. E. 8 En el quinquenio 1953/ 57 se desarrollará una activa campaña para lograr en 1957 la existencia de cooperativas escolares o estudiantiles en todos los establecimientos educacionales del Estado”.

Sin dudas, la falencia grave de no continuidad de las políticas públicas nacionales y provinciales, provocan  una ruptura y continuidades permanentes de esfuerzos por parte de actores y docentes comprometidos con esta modalidad educativa a impulsar la creación y puesta en funcionamiento organismos especializados en cooperativismo escolar dentro de los Ministerios de educación de cada provincia.

En este punto tropezamos con un vacío de material académico sobre la historia orgánico-institucional, trabajo sistemático y riguroso que registre en sus páginas tales organismos encargados del servicio educativo cooperativo escolar en Argentina.

Así pues, nos abocamos a inventariar los órganos-institucionales históricos de la Provincia de Formosa como aporte al trabajo investigativo señalado:

Comisión de Educación Cooperativa Escolar; Gabinete de Cooperativismo Escolar y ProDeCoop-Escolar. La gestión pedagógica y la estructura organizativa de las tres experiencias se basaron  en un órgano compuesto por tres docentes a fin de responder a los roles y las funciones esenciales y específicas de las mismas.

Es importante resaltar que la memoria institucional del cooperativismo escolar de Formosa, amén de sostenerse sobre documentaciones oficiales, se construyó sobre la base sólida de las memorias guardadas y expuestas por los propios actores.

Sólo nos resta resaltar los distintos momentos históricos en función a que los tiempos políticos producen vaivenes, iguales impactos producen las reformas educativas,  y ello es evidente cuando uno se pone a pensar sobre ello, y que nos lleva a destacarlos en cada órgano-institucional cooperativo escolar transitó, y que, sin embargo, evidencia la potencia de sus impulsores.

La Comisión de Educación Cooperativa Escolar creada por el Decreto N° 496/71 en pleno proceso de gobierno militar, con sesgo desarrollista y productivista, en especial la algodonera. No pudo consolidarse por muchas razones, entre las cuales resultó del proceso de formación de los/as docentes que requiere de tiempos y de decantaciones actitudinales y procedimentales para el abordaje educativo, y además las necesarias adecuaciones institucionales tropezaron con actitudes burocráticas conservadoras.

El Gabinete de Cooperativismo Escolar creado en el seno del ex Consejo General de Educación-CGE-,mediante las Resoluciones  Nº 405/85.-009/86, y 010/86 . Poco tiempo después de la recuperación institucional democrática, pero con vientos neoliberales acechando. Pese a sus acciones iniciales en capital de Formosa e interior, decae por falta de apoyo político-institucional.

El ProDeCoop-Escolar creado por las Resoluciones N° 511/95-, y  N° 1892/01 ministerial. Inició su acción educadora atravesando las políticas públicas neoliberales, y sobre todo la reforma educativa de neto corte economicista que trajo aparejada actitudes burocráticas, renuentes a aceptar  alternativas pedagógicas innovadoras que demostraron su eficacia teórico-práctica. Se pudo, no sin grandes esfuerzos y perseverancias, incluso  trasladar su ejercicio  a la Universidad Nacional de Formosa-ProDeCoop-Universitario-, pero no sobrevivió.

El hilo conector entre estas tres experiencias, que cabe subrayarlo, es ascendente en su alcance, extensión y producción, porque se supo recoger tales experiencias desde el primero, valorándola, sólo faltó rescatar y plasmarlo en un documento, cuestión resuelta.

Concluimos que la obra en análisis  “Historiografía de la educación cooperativa escolar de Formosa” nos hace pensar que  posee todas las cualidades pertinentes para acogerla desde el Ministerio de Cultura y Educación de la Provincia de Formosa como bien patrimonial porque-entre otros-rescata desde una perspectiva histórico-institucional sus organismos especializados en la temática  educativa cooperativa.

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!

 Autor: José Yorg

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8 claves para trabajar la educación emocional

Por: Martín Reynoso. 

Cansado de leer y escuchar por todos lados sobre la excelencia de la educación emocional finlandesa (y de otras latitudes), me decidí a preguntar por la vía de las redes, cuánto se está haciendo en nuestro país. Mi sorpresa fue mayúscula al comprobar que decenas de personas me enviaron sus comentarios, fotos, programas de trabajo, en una generosa muestra de que hemos madurado lo suficiente en el sistema educativo como para instalar, definitivamente, este aprendizaje crucial en la vida de las personas. Y digo personas y no sólo niños o alumnos porque se expande a docentes, padres y personal en general de las instituciones.

¿Quién podría dudar de la importancia de educar las emociones, de guiarlas hacia una construcción saludable y enriquecedora de nuestras vidas? ¿Quién hoy puede negar que las emociones son las responsables de cómo va a ser nuestro paso por este mundo, si sintiéndonos felices o padeciendo las peripecias de la existencia? De todas formas, debo comenzar con una discusión interesante que nos ayude a entender mejor este proceso.

¿Qué educamos?: Competencia Emocional versus Inteligencia Emocional

A pesar del enorme e inconmensurable éxito y difusión de la obra de Daniel Goleman y de su concepto de inteligencia emocional, muchas personas del ámbito científico (y yo me incluyo) tenemos objeciones a su validez. Esta aclaración es importante porque muchísimos de los proyectos educacionales son incluidos bajo el paraguas de la inteligencia emocional en las escuelas.

Sol Fittipaldi, becaria doctoral del Laboratorio de Psicología Experimental y Neurociencias LPEN- INCYT, nos dice al respecto lo siguiente: “Evito hablar del concepto de “inteligencia emocional” ya que es controvertido. El concepto de inteligencia en sí es controvertido, en tanto está atado al clásico sistema de medición, la escala de CI (coeficiente intelectual), que se enfoca en capturar habilidades de velocidad de procesamiento de información y pensamiento abstracto. Sin embargo, es claro que estas habilidades no bastan para moverse adecuadamente en la vida. El ejemplo paradigmático es el autismo de alto funcionamiento o síndrome de asperger. Estos pacientes tienen CI normal (o incluso superior a la población neurotípica) y sin embargo, dados sus problemas sociales y emocionales, fallan en lograr una adaptación satisfactoria en los ámbitos social, laboral, entre otros».

En lugar de inteligencia, la especialista prefiere hablar de competencia emocional y social. «Esta incluye diversas habilidades: autoconsciencia (capacidad de reconocer las propias emociones), consciencia social (comprender los sentimientos de los demás, empatía), autorregulación (estrategias para manejar las propias emociones), habilidades sociales (capacidad de mantener relaciones positivas, ej, compartir y cooperar), y toma de decisiones responsable (solución de problemas, responsabilidad personal, moral y ética). Hay evidencia fuerte de que los programas de aprendizaje emocional y social (así es como se los llama) en la escuela conducen a resultados satisfactorios en el bienestar de los estudiantes y su capacidad para usar los conocimientos académicos para tomar decisiones beneficiosas para uno mismo y para los otros. Estas habilidades se asocian asimismo a un mejor desempeño escolar. Estimo que programas de este tipo tendrían un efecto positivo también en ámbitos laborales” .

Tener un mapa claro de cómo trabajar

Algo que sí parecen tener las escuelas finlandesas, que aún nosotros debemos desarrollar, es claridad metodológica y sistematicidad en la manera en que se trabajan las emociones. La gran cantidad de información que me enviaron desde distintos puntos del país puede variar en solidez conceptual y claridad aplicativa según el caso, pero en general aún no cuenta con el respaldo de estudios científicos que nos ayuden a entender cómo se despliegan los procesos de aprendizaje emocional. Tenemos que probar protocolos durante un buen tiempo y armarlo mejor.

Suponemos que el reconocimiento emocional, el etiquetar las emociones y aprender a gestionarlas desde una actitud de no juicio y naturalidad funciona positivamente en las personas, pero aún no sabemos muy bien cuál es la mejor forma de direccionarlo.

Cómo las emociones pueden potenciar o afectar el aprendizaje de los chicos

¿Qué hacer y cómo?

Podemos encontrar distintas formas de aplicar la educación emocional en nuestro país. Lo más habitual son los programas de base cognitiva, programas de mindfulness aplicados a distintos entornos educativos, o lo que llamábamos inteligencia emocional. Más allá de la intervención específica y la necesidad de protocolizarla, algunos tips parecen ser importantes a considerar:

✔️Es importante tener en cuenta el contexto cultural en el cual se brindan los programas de educación emocional. Es recomendable no extrapolar programas de otros países en una automática reproducción de contenidos.

✔️El reconocimiento de las emociones y su etiquetamiento son muy importantes y ayudan a gestionar mejor nuestra vida anímica.

✔️La regulación de las emociones aflictivas debe ser enseñado como un proceso progresivo y fortalecedor y no como una forma evitativa de no sentirse bien.

✔️Cultivar emociones altruistas (o positivas), hablando de ellas, enfatizando su gestión en los ámbitos cotidianos, es fundamental. La educación emocional no puede basarse sólo en el trabajo con emociones negativas.

✔️En las instituciones educativas es clave que sea introducido como práctica curricular y no sólo como taller, ya que lo primero garantiza una continuidad y un aprendizaje más cristalizado de las habilidades.

✔️Introducir a la familia de los niños y adolescentes es muy importante. Las personas también son lo que su entorno les brinda diariamente. Si bien hemos visto que a veces los niños llevan vientos de cambio a sus familias (como con las técnicas meditativas) es crucial ampliar el espacio interventivo.

✔️Quienes enseñan educación emocional deben tener un trabajo consigo mismos, para que su transmisión no sea un acto de incoherencia que se hace evidente rápidamente para los alumnos.

✔️Educación emocional no es sólo escuelas: hay muchos lugares, como empresas, cárceles, organizaciones varias, donde se puede (y se debe) fortalecer este aprendizaje.

10 formas de maltrato verbal y cómo impacta en los niños

Un mapa de educación emocional en el país

Aquí tenemos un breve listado de personas que, a puro esfuerzo, dedicación y visión, están abriendo el camino a una futura Ley de Educación Emocional y a prácticas sanas de bienestar emocional que forjen mejores ciudadanos. Corremos el riesgo de dejar muchísimos profesionales afuera, pero es imposible nombrar a todos.

María Teresa Rubino es una persona muy experimentada en educación emocional y aunque se jubiló el año pasado para seguir formando docentes en mindfulness, su tarea en la escuela Mariano Moreno de Rosario fue excelente, llevando adelante un programa piloto de Mindfulness que contó con la participación de 800 pequeños en el 2018.

Fabiana Herrera, psicóloga, realiza una excelente labor en escuelas de la ciudad de Bahía Blanca, y he podido observar cómo su trabajo no sólo impacta en niños sino también en toda la comunidad docente y de padres. Pocas experiencias tienen la fuerza que tiene la que ella desarrolla, ya que ampliar de esa manera el foco interventivo suele ser una tarea ciclópea.

María Gabriela Chua ha trabajado entrenando docentes y no docentes de jardines maternales de hospitales provinciales con el fin de educar las emociones mediante la meditación. Los encuentros son coordinados por profesionales del Programa y participa personal de los hospitales Piñeyro de Junín, Paroissien de La Matanza, Eva Perón y Manuel Belgrano de San Martín, Estéves de Temperley, Iriarte de Quilmes, Vicente López y Planes de General Rodríguez, Alejandro Korn y Rossi de La Plata.

Las escuelas Waldorf y las escuelas basadas en la pedagogía Montessori, como la de Venado Tuerto que recientemente conocí, tienen una actividad intensa en el cultivo de emociones saludables y en los procesos de interacción humana que conducen a altruismo y colaboración recíproca.

El jardín del club Estudiantes de La Plata es todo un hallazgo: allí entrenamos con mi equipo de Ineco a todas las docentes en mindfulness y luego su directora, Alejandra Varela y algunas otras colegas, continuaron su capacitación para montar en la actualidad un modelo de trabajo con los pequeños donde trabajar con la aceptación y el reconocimiento emocional son claves.

Por último, mi querido amigo y colega Cristian Plebst desarrolla lo que llama “pedagogía conciente”, combinando la excelencia científica y una sólida base filosófica que se sostiene en la atención plena, la metacognición y lo que llama el descubrimiento del Ser.

Poblaciones especiales

En educación especial también se trabaja con educación emocional. Muchos servicios utilizan programas específicos para trabajar con niños o adolescentes que tienen dificultades severas en la experimentación saludable y regulación de las emociones. Tal es el caso del austismo y el Asperger.

Un paso fundamental en la última década es el de integrar a estos niños a espacios escolares en el sistema educativo cada vez que es posible, para lo cual se trabaja especialmente con ellos y con los adultos responsables en la adecuación de los contenidos pero especialmente en la gestión de todas las dificultades interpersonales y emocionales que pueden surgir cuando niños con estas características participan de procesos de aprendizaje con otros niños. El enriquecimiento que brinda la diversidad se traduce en flexibilidad, en tolerancia, colaboración y aceptación de las diferencias, un valor fundamental en la sociedad que habitamos.

Verónica Mondaca es psicomotricista con muchos años de experiencia profesional con poblaciones de barrios carenciados, y ha sido parte de un trabajo muy valioso en estos últimos años; así nos lo cuenta: “En la actualidad se observa que las intervenciones más asertivas para los niños que presentan desafíos en el desarrollo son aquellas que involucran a las familias, estas estrategias implican al entorno del niño en su totalidad, las intervenciones mediadas por padres como se suelen llamar, abren un nuevo paradigma, que no excluye las terapias que pueda realizar un niño con diagnóstico de autismo, por ejemplo, pero si incluye el contexto cotidiano en el cual el vínculo de afecto y la familiaridad del hogar potencian la posibilidad de avanzar de estos niños, en especial cuando la comunicación y las habilidades sociales están afectadas».

Mentes bajo mucha exigencia: cómo cuidarlas del estrés

Mondaca cuenta que la Organización Mundial de la Salud implementó en 2018 en nuestro país el CST (CAREGIVER SKILLS TRAINING) un programa mundial destinado a cuidadores de niños con desafíos en el desarrollo, con foco especialmente a contextos socioeconómicos desfavorables, cuya prueba piloto (primera en Latinoamérica), concluyó exitosamente en el barrio de la Boca, en la actualidad se llevan a cabo tres réplicas del mismo en distintos barrios de CABA.

La profesional concluye diciendo: “Lo inédito del programa es la inclusión de un módulo específico dedicado al reconocimiento del estrés; parar y estar disponible en el aquí y ahora, junto con la gestión de emociones.

En empresas, la licenciada Carolina Muñoz Albiero, de nuestro equipo Train Your Brain Argentina, desarrolla un programa que se llama “Balanceando la vida laboral y familiar”, enseñando estrategias para regular estrés y ansiedad y conectar más profundamente con los momentos cotidianos. Existe un malestar extendido en el personal corporativo en cuanto a no poder cumplir con las demanda de uno y otro espacio (laboral y familiar) con la consiguiente culpa y malestar.

Por último, tenemos experiencias como la de la licenciada en Trabajo Social Silvia Segoli en el penal de mujeres de la Unidad 33 de los Hornos, en La Plata, que ha fusionado creativamente la práctica del yoga/mindfulness y el aporte de estas herramientas a mejorar la calidad de vida de las mujeres en situación de encierro; su intención es generar un impacto positivo en el espacio de convivencia, trabajar valores, la tolerancia a las diferencias, el respeto del otro, el vínculo madre-hijo y el autocuidado del cuerpo y regulación de las emociones.

Como ven, ¡no sólo Finlandia trabaja en el bienestar de sus ciudadanos!

Fuente del artículo: https://www.clarin.com/buena-vida/8-claves-trabajar-educacion-emocional_0_30BFlJSz.html

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