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México: Psicologización de la educación, educación socioemocional e imperialismo

Psicologización de la educación, educación socioemocional e imperialismo

Lenin Contreras

La psicologización de la educación

En los últimos años, uno de los elementos característicos de las escuelas es la aparición de una verdadera epidemia de escolares diagnosticados, por propios y extraños, con TDAH o TEA, estrés, depresión o ansiedad infantil y adolescente.

La moda de diagnosticar “trastornos” y medicarlos, está asociado a la incapacidad que muestra el estudiante de adecuarse al ambiente escolar, al deficiente desempeño académico o los problemas de aprendizaje en matemáticas, lectura y escritura. Este fenómeno a inspirado la psicopatologización del estudiante como una de las tareas centrales de la educación formal.

De tal suerte, que la mayor parte de los problemas educativos, no obedecen a un modelo escolar hostil, monologal y vertical o bancario, como lo denunciaría Freire en su Pedagogía del Oprimido, sino a la condición psíquica del escolar, a sus discapacidades, incluso o su falta de interés o motivación.

La psicopatologización del escolar ha trasladado el análisis de los fenómenos escolares y educativos de la pedagogía a la psicología, y con ello, ha evadido un problema detectado por Vygotsky hace casi un siglo: las deficientes estructuras de los programas escolares. Este hecho, la sustitución de la pedagogía por la psicología, expresa un fenómeno ya por todos conocido: la psicologización de la educación.

Una aclaración, cuando se dice que la psicopatologización del escolar sustituye la pedagogía por la psicología, no me refiero a la psicología relacionada con los estudios del desarrollo de la mente o al clásico problema pedagógico que relaciona el desarrollo y el aprendizaje analizado por Vygotsky, Luría o Lentiev, entre otros; sino a la psicología conductual, humanista, positiva, etc.

Aunque recientemente en México la psicopatologización del estudiante y la psicologización de la educación está asociado a la reforma educativa de 2019, la cual redujo radicalmente el sistema de educación especial e introdujo a miles de niños y adolescentes con necesidades educativas especiales a centros de educación regular en aras de instaurar la educación inclusiva, este fenómeno no es nuevo, tienen por lo menos dos antecedentes de larga data:

  1. Primero. Está asociada a la aspiración de que la escuela burguesa sea integral, como si esto fuera posible, es decir que no solo atienda las necesidades asociadas a la adquisición de conocimiento o habilidades, sino que también incorpore la educación de la subjetividad del escolar, con lo que la educación tradicional (disciplinamiento o entrenamiento), ya no debería ser solo por medio del currículum oculto como lo llamaría Hyrouxi.
  2. Segundo, también está relacionada con la aparición e influencia en la educación de los trabajos sobre Inteligencias Múltiples e Inteligencia Emocional de HowardGardner en los 80; de Salovey y Mayer (1990) y de Goleman (1997)ii, los cuales se popularizaron en la década de los 90.

La psicologización del acto educativo, o el desplazamiento de la pedagogía a la psicología, desembocó en la búsqueda de herramientas terapéuticas de intervención que pudieran impactar en la motivación y desempeño del estudiante. Aquí es donde aparece la propuesta de educación socioemocional y la teoría de la educación socioemocional que, si bien tiene antecedentes en la década de los 60 del siglo XX, es popularizadas por los trabajos de Bisquerra, Fernández-Berrocal y Extremera, entre otros.

De esta forma, la psicologización de la educación está relacionada con los enfoques de la educación basada en competencias, particularmente al enfoque de competencias educativas en inteligencia emocional.

La educación socioemocional

Cuando la inteligencia socioemocional se incorporó al modelo escolar mexicano, los funcionarios que lo proponían argumentaban a favor por medio de recurrir a los principios de la teoría de Inteligencias múltiples, por ejemplo, que los estudiantes deberían tener la “capacidad de controlar las emociones, la capacidad de motivarse uno mismo, el reconocimiento de las emociones ajenas y el control de las relaciones” interpersonales, etciii.

La aplicación de un modelo escolar con un enfoque de inteligencia emocional, retomaba las propuestas del Foro Económico Mundial, quien en su documento: “Nueva Visión para la Educación: Fomentar el Aprendizaje Social y Emocional a través de la Tecnología”, indica que el aprendizaje socioemocional “formaría a los estudiantes para que triunfen en una economía digital en evolución”.

Además, el BM, abiertamente exponía que la educación emocional está dirigida para mejorar las oportunidades de “los postulantes a empleos”, ya que esta permite trabajadores “proactivos, adaptables y con capacidad de trabajar bajo presión”, de tal suerte que, las escuelas deben proporcionar esta capacidad a los jóvenes que se insertarán al mercado laboral.

El BM, incluso llegó a señalar que los empresarios lamentaban la falta de desarrollo en las escuelas de habilidades sociales y emocionales de los futuros trabajadores. Por su parte, el informe del Foro Económico Mundial sobre el Máster 2018-19 en Inteligencia Emocional, Psicología Positiva, Neurociencia, Ciencias de la Felicidad, el Bienestar y la Salud, concluyó que los trabajadores con formación socioemocional son mejores trabajadores, es decir, más frexibilizables y productivos.

En esencia, la moda sobre la enseñanza de la inteligencia emocional en la escuela, está relacionada con la influencia de los departamentos de “recursos humanos” de las grandes corporaciones que han diseñado el perfil más útil para incrementar la productividad de las empresas: trabajadores productivos y dóciles, pero satisfechos, que soporten las condiciones de un mercado laboral basado en la terciarización, precarizado y superexplotador.

No es casual que la educación socioemocional se considere como parte de la propuesta que retoma la tesis de que la escuela debe ser un espacio de formación de “capital humano”, pero con un ingrediente adicional a las habilidades y capacidades técnicas, los cual implica la formación de una subjetividad adecuada y sumisa a la explotación laboral

Usando las tesis de David Pavón, podríamos decir que la inteligencia emocional es la dimensión formativa y disciplinaria de la mano de obra que requiere el capital inteligente. Podría agregar, tal como lo expone Emiliano Exposto que la inteligencia emocional, responde a “los síntomas que evidencian que hay algo “en los escolares” que se resiste a encajar en los automatismos de éxito, productividad y rendimiento” de la escuela tradicional, diseñada para el adiestramiento de fuerza de trabajo para la acumulación de capital.

Es la mediación perfecta entre escuela — salud mental burguesa – trabajo — explotación, y con ello, se garantiza que la producción y reproducción de la fuerza de trabajo obedezca plenamente a las necesidades de la máxima valorización del capital.

De esta forma, existe un vínculo entre la educación socioemocional y la visión de una “salud mental” burguesa, como la define Exposto: de bienestar individual o una cuestión psicológica, psiquiátrica y médica, de atención y control de la futura mano de obra empleada por las corporaciones transnacionales y sus subsidiarias criollas. Todo lo dicho hasta aquí, que la educación socioemocional es la respuesta convencional a la psicologización de la educación no es nuevo.

Sin embargo, lo que podría ser interesante, es la permanencia de la educación socioemocional como enfoque psicopedagógico para atender las dimensiones formativas del escolar en la reforma educativa de la 4T, que según se autonombra, decolonial e influenciada por el pensamiento crítico.

Si bien la educación socioemocional se incorporó como parte de las características que debería tener el Sistema Nacional de Educación después de la reforma priista de 2013, debido a que la crítica a esa reforma educativa se concentró en su contenido laboral, el análisis crítico sobre la educación socioemocional tuvo poca relevancia en el debate público.

Pero con la reforma educativa de la 4T del 2019, el concepto se recuperó. La educación emocional o socioemocional parece en el inciso h) de la fracción II del artículo 3ro Constitucional; y en la Ley General de Educación en los artículos 16 fracción IX, artículo 18 fracción VI, artículo 30 fracción XI y articulo 59. En los libros de texto de la Nueva Escuela Mexicana aparece, por ejemplo, en el texto de Lo Humano y lo comunitario, como parte del enfoque de la asignatura de tutoría en secundaria.

El imperialismo

Más allá de que la educación socioemocional sea una de las propuestas de los organismos representantes por excelencia del imperialismo como el FMI, el BM o el FEM, parece que lo relevante es la aplicación de propuestas formativas de los trabajadores en países caracterizados por la superexplotación de la fuerza de trabajo, es decir, de países de capitalismo dependiente.

Aquí me gustaría hacer una acotación: es Imperialismo y no solo colonialismo porque supone una forma particular y precisa de enajenación de la fuerza de trabajo, a saber: la extracción del excedente económico mediante la apropiación de plusvalía por el capital bajo la forma de monopolios asociados al capital financiero. De esta forma, la subsunción del trabajo al capital, tanto material como espiritual, está definida concretamente por la forma en que aparece el capitalismo, es decir, como imperialismo.

La consideración del Imperialismo como una fuerza material que regula la extracción de plusvalía y con ello, las formas específicas de explotación de los países dependientes, supone también que es el imperialismo capitalista quien organiza la subsunción de la subjetividad. Con ello, evitamos caer en el error de algunas perspectivas del pensamiento de colonial que separan arbitrariamente la teoría explicativa de la explotación, de la teoría de la dominación mental, como lo hace Tania Carranzaiv. La primera, según algunos autores decoloniales, es propia de la teoría del capitalismo, la segunda del colonialismo y neocolonialismo.

Si el imperialismo y el capitalismo son fuerza material que subyace detrás de las políticas formativas de la subjetividad, las propuestas educativas “criticas” y la pedagogía y psicología critica, deberían no solo visibilizar su papel y función, si no también abiertamente declararse como antiimperialistas y anticapitalistas.

Lo anterior no es poca cosa. Ya que uno de los principales representantes del pensamiento decolonial, Ramón Grosfroguel, reconoce la existencia de perspectivas decoloniales que no rechazan al imperialismo. Quizás este punto explique por qué la Nueva Escuela Mexicana, concilia sin mucho problema la educación socioemocional y la pedagogía decolonial.

Notas:

i Aunque en México la educación integral como concepto aparece en la reforma educativa de 1946, no cobrará fuerza sino cuatro décadas después.

ii En la literatura psicopedagógica en 1966 en la revista Journal of Emotional Education, la cual fue publicada hasta 1973 por el Instituto de Psicología Aplicada de Nueva York.

iii La inteligencia emocional incluye el control de los sentimientos y su adecuación al momento y la situación, su subordinación a un objetivo, la empatía y el arte de gobernar las relaciones para el liderazgo y la eficacia interpersonal”

iv Descolonización epistémica y proyectos políticos en América Latina. Una mirada a los marxismos del Sur Global, en Kohan y López-Castellanos. Marxismo y pensamiento critico en el sur global. AKAL, 2023-

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Fuente de la Información: https://rebelion.org/psicologizacion-de-la-educacion-educacion-socioemocional-e-imperialismo/

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Cómo educar en la tolerancia y la empatía

Cómo educar en la tolerancia y la empatía

La tolerancia, entendida como el reconocimiento y respeto de las diferencias, y la empatía, definida como la capacidad de comprender y compartir los sentimientos de los demás, son competencias esenciales que deben ser cultivadas desde la infancia.

En un mundo cada vez más globalizado y diverso, educar en la tolerancia y la empatía se ha convertido en un imperativo social. La convivencia pacífica entre culturas, creencias y formas de vida distintas requiere no solo respeto, sino también la capacidad de ponerse en el lugar del otro, comprender sus sentimientos y perspectivas.

La tolerancia, entendida como el reconocimiento y respeto de las diferencias, y la empatía, definida como la capacidad de comprender y compartir los sentimientos de los demás, son competencias esenciales que deben ser cultivadas desde la infancia. Sin embargo, en una era marcada por la polarización y los discursos de odio amplificados en redes sociales, el desafío de inculcar estos valores es más urgente que nunca.

El papel de la educación formal

Las escuelas desempeñan un rol crucial en este proceso. Incorporar programas que promuevan la educación emocional y el respeto por la diversidad es clave para construir sociedades más inclusivas. Según un informe de la UNESCO, las instituciones educativas que fomentan el diálogo intercultural y la resolución pacífica de conflictos ayudan a reducir prejuicios y discriminación.

Los métodos pedagógicos basados en actividades grupales, juegos de rol y dinámicas que simulen situaciones reales son herramientas efectivas para desarrollar empatía en los estudiantes. Asimismo, incluir literatura y materiales educativos que representen diversas realidades puede abrir la mente de los niños y jóvenes a otras perspectivas.

El ejemplo en el hogar

El hogar es otro espacio fundamental para educar en estos valores. Los niños aprenden observando, y los padres o tutores son sus primeros modelos. Actitudes como escuchar con atención, mostrar interés genuino por los sentimientos de los demás y evitar comentarios despectivos son conductas que los adultos deben practicar para inculcarlas en sus hijos.

Además, fomentar el diálogo abierto en familia sobre temas como la discriminación, el respeto por las diferencias o los derechos humanos puede ayudar a los más pequeños a desarrollar un sentido crítico y empático desde temprana edad.

La responsabilidad social

Más allá de la escuela y el hogar, los medios de comunicación, las redes sociales y las instituciones tienen una responsabilidad en la promoción de la tolerancia y la empatía. Evitar la difusión de mensajes que perpetúen estereotipos o fomenten la hostilidad es un paso esencial para construir un entorno cultural más respetuoso.

El desafío no solo recae en individuos o familias, sino en la sociedad en su conjunto. Crear políticas públicas que promuevan espacios inclusivos, así como campañas que visibilicen la importancia de estos valores, puede marcar una diferencia significativa.

Hacia un futuro más humano

Educar en la tolerancia y la empatía no es solo una meta noble, sino una necesidad urgente para afrontar los desafíos de un mundo en constante transformación. Si bien no existe una receta infalible, la combinación de esfuerzos desde la familia, la educación formal y la sociedad puede allanar el camino hacia una convivencia más armónica y solidaria.

Porque al final, como dijo el escritor Albert Camus, “la verdadera generosidad hacia el futuro consiste en darlo todo en el presente”. Invertir en valores como la tolerancia y la empatía es, sin duda, la mejor manera de construir un mañana más justo y humano.

Fuente de la Información: https://aptus.com.ar/como-educar-en-la-tolerancia-y-la-empatia/

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Educación emocional: la clave del desarrollo integral

Educación emocional: la clave del desarrollo integral

En una sociedad cada vez más compleja y competitiva, la educación emocional emerge como un pilar fundamental para el desarrollo integral de los individuos

Más allá de las competencias académicas, las habilidades emocionales y sociales se están consolidando como herramientas indispensables para enfrentar los desafíos de la vida cotidiana, fomentar relaciones saludables y garantizar el bienestar personal además del colectivo.

¿Qué es la educación emocional?

La educación emocional se define como un proceso continuo que busca desarrollar competencias emocionales como la empatía, el autocontrol, la resiliencia, la comunicación efectiva y la resolución de conflictos. Estas habilidades no solo son esenciales para la interacción social, sino que también tienen un impacto directo en la salud mental, el rendimiento académico y la satisfacción personal.

Según estudios recientes, las personas que poseen una alta inteligencia emocional tienen mayores probabilidades de manejar situaciones estresantes, resolver problemas de manera creativa y mantener relaciones interpersonales sólidas. Estas capacidades, aunque a menudo subestimadas, son esenciales para el éxito en todos los ámbitos de la vida.

La importancia de la educación emocional desde la infancia

La infancia es un período crítico para el desarrollo emocional. Durante esta etapa, los niños aprenden a identificar y gestionar sus emociones, así como a interactuar con su entorno. Incorporar la educación emocional en los programas escolares permite que los niños adquieran estas habilidades desde temprana edad, preparándolos no solo para superar obstáculos académicos, sino también para enfrentar los desafíos emocionales y sociales.

Un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) destaca que los niños que participan en programas de educación emocional muestran mejoras significativas en su rendimiento académico, una disminución de conductas problemáticas y un aumento de su autoestima. Esto refuerza la idea de que educar las emociones no es un lujo, sino una necesidad.

Impacto en adolescentes y adultos

En la adolescencia, una etapa marcada por cambios físicos, emocionales y sociales, la educación emocional desempeña un papel crucial. Los jóvenes que han sido educados en esta área tienen más probabilidades de desarrollar una identidad saludable, tomar decisiones responsables y resistir las presiones externas.

En la adultez, las habilidades emocionales son igualmente relevantes. La gestión del estrés, la resolución de conflictos laborales y el mantenimiento de relaciones afectivas estables dependen, en gran medida, de la inteligencia emocional. Además, en un mundo laboral que valora cada vez más las «habilidades blandas», como el trabajo en equipo y la empatía, contar con una sólida base emocional puede marcar la diferencia entre el éxito y el estancamiento profesional.

La educación emocional en la agenda pública

A pesar de sus evidentes beneficios, la educación emocional sigue siendo un aspecto secundario en muchos sistemas educativos. Es fundamental que gobiernos, instituciones educativas y familias trabajen en conjunto para promover su inclusión como una parte integral de la currícula escolar.

Algunas iniciativas alrededor del mundo, como el programa SEL (Aprendizaje Social y Emocional) en Estados Unidos, han demostrado cómo la implementación de estrategias estructuradas puede transformar comunidades enteras. Estas experiencias pueden servir como modelo para otros países que buscan priorizar el bienestar emocional de sus ciudadanos.

Un llamado a la acción

En un mundo donde los índices de ansiedad, depresión y otros trastornos emocionales están en aumento, la educación emocional no puede seguir siendo una opción, sino una prioridad. Invertir en este ámbito no solo beneficia a las personas, sino que también contribuye a la construcción de una sociedad más empática, resiliente y cohesionada.

El desafío está claro: incorporar la educación emocional desde los primeros años de vida y reforzarla a lo largo del ciclo vital. Es hora de entender que, así como aprendemos matemáticas o ciencias, también debemos aprender a reconocer, expresar y manejar nuestras emociones. Solo así lograremos formar individuos completos y una sociedad verdaderamente humana.

Fuente de la Información: https://aptus.com.ar/educacion-emocional-la-clave-del-desarrollo-integral/

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Altas capacidades en el aula: pautas de utilidad para los docentes

Altas capacidades en el aula: pautas de utilidad para los docentes

Desde priorizar la educación emocional hasta permitir que expresen sus conocimientos sin coartarlos. Las docentes Inés Cabezas y Susana García-Moya explican las estrategias educativas más efectivas para trabajar el alumnado con altas capacidades.

Siempre vamos a encontrar estudiantes con altas capacidades a los que dar respuesta, estén identificados o no. Como cada uno de ellos es único y no se ajusta a un perfil específico, resulta esencial conocerles individualmente para identificar así sus necesidades concretas y atenderlas de manera correcta. Aunque es posible aplicar pautas específicas como pasar de curso, existen otras de carácter ordinario o general que conviene tener en cuenta también. Son las siguientes:

  • Ofrecer actividades abiertas a diferentes niveles que les permitan avanzar a su ritmo propio. Lo ideal es que estas actividades les ayuden a investigar de forma autónoma acerca de sus intereses, además de desafiarlos con un nivel superior de dificultad.
  • Eliminar aquellas actividades que no tengan un objetivo didáctico ni evidencia de aprendizaje como el copiado de enunciados, de textos del libro u otro tipo de ejercicios  mecánicos. El motivo no es que no copien, sino que trabajen con un sentido o utilidad. En este contexto, se recomienda emplear las situaciones de aprendizaje con un objetivo claro y la Taxonomía de Bloom para diseñarlas en diferentes niveles.
  • Conocer sus debilidades, no para destacarlas, sino para ayudar a mejorarlas. No se busca conseguir que sean estudiantes perfectos, sino encontrar herramientas que les permitan avanzar en su desarrollo y superar sus dificultades. Y desde aquí potenciar sus fortalezas.
  • Permitir que expresen sus conocimientos sin coartarlos. Si rebaten una idea que hay en el libro con el que trabajando una explicación en clase, se puede proponer un debate para que la clase también opine e investigue. El profesorado debe enfatizar la importancia de desarrollar el pensamiento crítico.
  • Antes de asignar actividades es importante cuestionar su necesidad y relevancia. Lo mejor es buscar alternativas que impacten positivamente en su aprendizaje.
  • Atender la educación emocional del aula y permitir cierta autonomía y confianza, con pautas de comportamiento en las que se conozcan las consecuencias de su acción o inacción.
  • Escuchar a la familia y conocer el rol del alumnado en casa aporta una visión muy importante para la planificación posterior en el aula.

Posibles dificultades asociadas

Además de tener en cuenta estas pautas, también es importante conocer las dificultades que pueden aparecer durante el proceso de aprendizaje del alumnado con altas capacidades:

  • Dificultad para sintetizar. El docente debe ayudarles a discernir las ideas principales de las secundarias y a resumir la información.
  • Problemas de coherencia en la expresión. En este caso, es recomendable trabajar la oratoria y la expresión escrita con esquemas previos y límites de tiempo.
  • Falta de técnicas de estudio. Ajustar el nivel académico y aportar métodos de aprendizaje y gestión del tiempo les ayuda a superar la frustración. Además, mejoran su concentración y la capacidad para organizarse.
  • Para los casos de disgrafía asociada se recomienda ofrecer alternativas para mejorar la presentación de los trabajos, valorando retos que estimulen su rendimiento. Igualmente, la dificultad motriz no debe penalizar donde no sea aplicable.
  • Abordar la autoexigencia extrema con refuerzos positivos, rendimiento eficiente y trabajando el síndrome del impostor. Esto se consigue trabajando aspectos como el tiempo pautado, la aceptación propia y la autoestima.

Tras estas consideraciones, es importante, por otro lado, que los docentes adapten estrategias según las necesidades individuales de este alumnado y fomentar un ambiente de aprendizaje inclusivo.

Fuente: educaciontrespuntocero.com

 

Fuente de la Información: https://www.redem.org/altas-capacidades-en-el-aula-pautas-de-utilidad-para-los-docentes/

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UNICEF: Los Efectos Colaterales del Bullying y el Acoso

Los Efectos Colaterales del Bullying y el Acoso

Hace unos días decidí escribir este blog, quizá sea uno de los que más me ha costado como persona  escribir y que lo he pensado como nunca lo había hecho. Usualmente se que decir y qué poner, pero extrañamente en esta oportunidad se que poner pero quizá le temo a hacerlo.

En uno de mis blogs pasados tuve la valentía y la fuerza de poder contar del ciberbullying que sufrí hace unos meses  y el bullying que sufrí hace unos años en mi colegio. En esos habló sobre cómo me sentía, sobre algunas situaciones que pase durante ese lapso del tiempo y de bien como esto se podría evitar para no ser parte del problema pero ser consciente de él y poder evitarlo.

Todos hablan sobre que se debe de evitar el bullying y cuanta cosa pero hasta ahora no he visto que alguien hable sobre los efectos colaterales que estos dejan en tu vida, aun cuando aquello pasó hace ya algunos años, aquello aun te siguen, desde la oscuridad están ahí recordándote constantemente por donde has pasado y lo feo que todo puede verse si vuelves a caer en ese hoyo del cual no tienes el control.

No me atreveré a generalizar que para todos aquellos que en algún momento sufrieron bullying, acoso o bien ambas cosas anteriormente mencionadas sólo que a nivel cibernético sufrimos los mismos efectos. Hablaré de los efectos colaterales que yo sufro como persona, y que estoy segura que más de alguna persona los ha pasado.

Personalmente me ha costado lidiar con demasiadas cosas, sobre todo cuando estas involucran demasiadas personas con quien estar y hablar. Usualmente me he encontrado con el estrés y nerviosismo de cuestionarme constantemente sobre la sinceridad de la persona que tengo al frente. Cada que conozco a alguien se me hace difícil no pensar en si me tomara del pelo o quieren verme como tonta en algún momento. He tenido que lidiar con el estrés y la incomodidad que significa hablar en clases a través de un micrófono sin poder tener el control de los demás sobre qué hacen o dicen cuando yo hablo.

Tengo que lidiar con mis pensamientos y repetirme constantemente que aún hay personas de buen corazón en este mundo. Que no todas son como esas personas que un día me hicieron pasar el peor año.

Constantemente me encuentro incómoda trabajando con personas, no me gusta salir cuando se que hay gente, prefiero mil veces salir a pasear a mi perro cuando la hora cursa casi las doce de la noche y estoy cien por ciento segura que no veré a nadie. Me siento mejor y menos observada.

He tenido que lidiar sin fin de emociones cuando estas se relacionan con personas con las que nunca he convivido. Se me ha quedado pegada la idea de siempre analizar a cada ser humano a profundidad para no darle mi confianza tan apresuradamente y que luego vayan por ahí riéndose de mí o atentando contra mi vida.

Y para algunas personas quizá algunas cosas mencionadas sean como un “rutina” cuando conoces a alguien, sin embargo en cantidades pequeñas es saludables, pero cuando tú mismo sabes que no es normal es donde te das cuenta que estas sufriendo los efectos colaterales de una acción que nunca dependió de ti, que sufres de un efecto colateral de acciones de terceras personas que quizá ni estén al tanto de tu situación actual.

Los efectos colaterales son quizá los peores, porque sabes que la situación ya pasó, que has llegado a ese punto neutro donde puedes respirar y nada te harán, pero estos están ahí, recordando todo y perjudicando tu futuro. Afectando tus nuevas relaciones sociales y tu desenvolvimiento como ser humano en la sociedad.

Y nadie, nadie debería de tener que pasar por esos momentos, nadie debería de verse obligado a tener que ir a un psicólogo porque no sabes como lidiar con ese miedo que te acorrala al estar con demasiada gente por el miedo de tu pasado.

Porque si, nadie debería de pasarlos pero se que se sale y aun cuando yo algunas veces tengo que lidiar con situaciones como estas puedo decirte que me he encontrado con hermosas personas que ahora son mis amigos, que me cuidan y me escuchan, que están ahí para apoyarme y darme llamadas para saber de mi vida y de cómo he pasado la mañana.

Aun creo que hay gente buena en este mundo. Aun hay gente con buenos corazones y son estas mismas las medicinas para los efectos colaterales del bullying y el acoso.

Entonces yo te digo, si tu has pasado por estos efectos colaterales de los malos tragos que algunas veces la vida nos da, déjame decirte que no estás solo, que yo tengo pruebas de que aun hay gente buena en este mundo porque las tengo rodeando mi vida. Porque tengo personas que están ahí y que tienen un buen corazón.

Y vamos a aprender juntos a poder volver a estar en sociedad sin temerle a caer de nuevo. Vamos a poder decir que algún día pasamos en ese mundo y que ahora estamos bien, que ahora luchamos para que otros no pasen lo que pasamos nosotros.

Por ello repitió que el bullying, el ciberbullying, el acoso y el ciberacoso no deben de ignorarse, ocurre todos los días y a todas horas frente a nosotros, y ninguna persona merece pasar los efectos colaterales de no haber podido recibir ayuda a tiempo.

 

Fuente de la Información: https://www.voicesofyouth.org/es/blog/los-efectos-colaterales-del-bullying-y-el-acoso

 

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El papel de las actividades extraescolares en el futuro educativo de los hijos

El papel de las actividades extraescolares en el futuro educativo de los hijos

Los expertos aconsejan tener en cuenta los gustos y preferencias de los menores para que vayan con entusiasmo y aprendan.

Cada vez son más las familias que, a la hora de elegir el centro educativo para sus hijos, miran con lupa la oferta extraescolar. Y no es para menos. La conciliación depende en gran medida de los servicios que ofertan los colegios. De hecho, según datos del Ministerio de Educación y Formación Profesional, más del 90% de los alumnos de enseñanza obligatoria hacen alguna actividad extraescolar, mientras que algo más de la mitad acuden dos o más veces a la semana a clases extraescolares.

«Siempre se intentan cuadrar los horarios escolares a los laborales. Aunque es un grave error, la realidad es la que es», reconoce Ana María Reynoso, profesora del Grado en Pedagogía de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR). Aún así, la experta señala que padres y madres, en la medida de lo posible, «deben tener en cuenta la edad de los niños y sus gustos a la hora de apuntarles a una actividad».

De hecho, «hasta que no finalicen la etapa de Educación Infantil, si es posible, la mejor opción es no apuntarles a nada. Los niños tan pequeños tienen que estar jugando al aire libre, en el parque -asegura la experta-. Toca dejar el móvil a un lado y centrarse en ellos. Es verdad que es una etapa agotadora, pero no vuelve, y es encantadora. Una pena que por el estrés diario no la valoremos en todo su esplendor».

Potenciar un talento

Después, aconseja Reynoso, lo mejor es consensuar con el niño la extraescolar a la que puede ir, «preguntándole previamente, teniendo en cuenta sus gustos». «Hay veces que reducimos las extraescolares a clases particulares para reforzar aprendizajes que en el colegio van mal, y nos olvidamos de que es mejor potenciar talentos que no reforzar siempre debilidades», señala. Es decir, si le cuesta inglés, no conviene apuntarle a una extraescolar de dicho idioma porque acabará frustrándose.

«No se trata solo de que las extraescolares actúen de refuerzo académico. Si le gusta la danza, la pintura, las manualidades… lo mejor es apuntarle a una extraescolar que potencie ese gusto que tiene por el arte», aconseja. Tocar algún instrumento u optar por teatro son «actividades donde se refuerza la lectura, la creatividad, el autoconocimiento…Les parecerá un juego, pero dentro se enmarcan grandes aprendizajes».

Si lo que la familia busca es una extraescolar en la que el niño refuerce un idioma, «ya que es algo que necesitará en su vida laboral», toca ingeniárselas. «Si a tu hijo no le gusta aprender otro idioma -recuerda la pedagoga-, habrá que buscar algo que le motive y con lo que indirectamente aprenda, como apuntarlo a una actividad deportiva con niños que hablen en inglés».

Otro aspecto a tener en cuenta a la hora de elegir la extraescolar, es ser muy consciente de que los niños cambian y si a principio de curso querían baloncesto y luego piden fútbol, es normal. «No pasa nada porque cambien de opinión. Por eso, es importante que los niños puedan probar para que, así, las familias puedan decidir», señala Reynoso, que recuerda también la importancia de optar por actividades que van a robar mucho tiempo a las familias: «Hay que tener en cuenta si una opción acarrea competiciones los fines de semana o entrenamientos».

Influencia futura

Y es que a las extraescolares hay que ir contentos, con entusiasmo y ganas porque, según un estudio de la Universidad Oberta de Cataluña (UOC), tienen un papel relevante en el desarrollo de los niños porque les ayudan a descubrir intereses y potencialidades mientras favorecen su autonomía, su autoestima y el máximo desarrollo de sus capacidades. «Pueden completar e impulsar la formación y el desarrollo de los menores, además de contribuir a formar personas únicas y con un perfil formativo diferenciado, lo que favorece su futura inserción social y laboral», afirma Sylvie Pérez, profesora de Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC.

Por suerte, la oferta de las extraescolares hoy en día es muy amplia: intelectuales, como lectura, idiomas, ajedrez, programación o robótica; artísticas, tales como teatro, pintura, cerámica, música, danza, poesía, diseño; o deportivas, entre las que ya no se encuentran únicamente las tradicionales fútbol o baloncesto, sino también atletismo, ballet, natación, tenis o patinaje.

«Lo importante de la extraescolar es que motive al menor, que le proporcione esas otras cosas que no tiene en su jornada escolar pero que son vitales para su desarrollo como es saber relacionarse con los demás, que les ayude a superar su timidez, a trabajar en equipo, a tener un estilo de vida saludable… Es decir, todo lo que tiene que ver con la inteligencia emocional. Y todo ello desde bien pequeños», concluye Reynoso.

Fuente: Ana I. Martínez / abc.es

Fuente de la Información: https://www.redem.org/el-papel-de-las-actividades-extraescolares-en-el-futuro-educativo-de-los-hijos/

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UNICEF: Lo que necesita saber sobre el apego padre-hijo

Lo que necesita saber sobre el apego padre-hijo

Conozca la importancia de vincularse con su hijo y las formas de hacerlo.

Los niños prosperan cuando se sienten seguros, amados y cuidados. Para muchos padres, formar un vínculo estrecho con su hijo es fácil. Para muchos otros que no se sintieron amados, protegidos o valorados durante su propia infancia, puede ser una lucha mucho mayor. La buena noticia es que las habilidades de crianza se pueden aprender. Siga leyendo para saber por qué la vinculación con su pequeño es crucial para su desarrollo y bienestar, y algunas formas sencillas en que puede hacerlo todos los días.

Por qué es importante construir una relación con su hijo

Brindarle a su hijo amor y afecto es un requisito previo para el desarrollo saludable de su cerebro, su confianza en sí mismo, su capacidad para prosperar e incluso su capacidad para formar relaciones a lo largo de la vida.

Literalmente, no se puede dar ‘demasiado’ amor a los bebés. No existe tal cosa como malcriarlos sosteniéndolos demasiado o prestándoles demasiada atención. Responder a sus señales de alimentación y comodidad hace que los bebés se sientan seguros. Cuando los bebés se quedan solos de forma rutinaria, piensan que han sido abandonados y, por lo tanto, se vuelven más pegajosos e inseguros cuando sus padres regresan. 

Cuando usted nota las necesidades de su hijo y responde a ellas con amor, esto ayuda a que su pequeño se sienta a gusto. Sentirse seguro, visto, calmado y protegido aumenta la neuroplasticidad, la capacidad del cerebro para cambiar y adaptarse. Cuando el mundo de un niño en el hogar está lleno de amor, está mejor preparado para enfrentar los desafíos del mundo más grande. Un vínculo temprano positivo sienta las bases para que los niños crezcan y se conviertan en adultos felices e independientes. Las relaciones amorosas y seguras ayudan a desarrollar la resiliencia, nuestra capacidad para hacer frente a los desafíos y recuperarnos de los contratiempos.

Cómo vincularse con su hijo

La crianza de los hijos puede ser difícil a veces y no existe tal cosa como un padre perfecto. Pero si puede proporcionar un entorno amoroso y enriquecedor para que su hijo crezca y usted es una presencia constante y confiable en su vida, entonces estará ayudándolo a tener un gran comienzo en la vida. Aquí hay algunas formas que pueden ayudarlo a construir una conexión fuerte con su hijo desde el momento en que se conocen.

  • Fíjate en lo que hacen. Cuando su bebé o niño pequeño llore, haga gestos o balbucee, responda apropiadamente con un abrazo, contacto visual o palabras. Esto no solo le enseña a su hijo que le está prestando atención, sino que ayuda a construir conexiones neuronales en el cerebro de su pequeño que respaldan el desarrollo de la comunicación y las habilidades sociales.
  • Jugar juntos. Al jugar con su hijo, le está demostrando que es valioso y divertido estar cerca de él. Preste toda su atención cuando jueguen juntos y disfruten viendo el mundo desde la perspectiva de su hijo. Cuando disfrutan de momentos divertidos y se ríen juntos, su cuerpo libera endorfinas («hormonas para sentirse bien») que promueven una sensación de bienestar tanto para usted como para su hijo.
  • Mantenlos cerca. Abrazar y tener contacto piel con piel con su bebé ayuda a acercarlos de muchas maneras. Tu hijo se sentirá reconfortado por los latidos de tu corazón e incluso llegará a conocer tu olor. A medida que su hijo crece un poco, abrazarlo puede ayudarlo a aprender a regular sus emociones y manejar el estrés. Esto se debe a que cuando un niño recibe un abrazo, su cerebro libera oxitocina, la sustancia química que “siente bien”, y calma la liberación de cortisol, la sustancia química del “estrés”.
  • Tener conversaciones. Interesarse en lo que su hijo pequeño tiene que decir le demuestra que le importan sus pensamientos y sentimientos. Esto incluso puede comenzar desde el primer día. Al hablar y cantar suavemente a su recién nacido, le hace saber que está cerca y que le presta atención. Cuando hagan ruidos de arrullos, responda con palabras para ayudarlos a aprender las idas y venidas de una conversación.
  • Responda a sus necesidades. Cambiar un pañal o un pañal, alimentar a su hijo y ayudarlo a conciliar el sueño les asegura que sus necesidades serán satisfechas y que están seguros y cuidados. Cuidar de su hijo y satisfacer sus necesidades también es un gran recordatorio de su capacidad para apoyar a su hijo.

Sobre todo, disfrute estar con su hijo, aproveche al máximo el tiempo juntos y sepa que su amor y presencia ayudan mucho a que su hijo prospere.

¿Experimenta dificultades para relacionarse con su hijo?

Si es madre primeriza y tiene dificultades para vincularse con su bebé, comuníquese con su proveedor de atención médica, ya que esto podría ser un signo de depresión posparto. Este es un problema muy común que afecta a muchos padres primerizos. Para obtener más información, lea ‘¿Qué es la depresión posparto?’ . No estás solo y con ayuda mejorará.

 

Fuente de la Información: https://www.unicef.org/parenting/child-care/what-you-need-know-about-parent-child-attachment

 

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