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Las Ciencias Sociales en la práctica: Diálogo de maestros

Por Al Tablero

Cuatro profesores de Ciencias Sociales compartesn sus visiones sobre la enseñanza y el aprendizaje de las mismas como aporte al desarrollo de competencias y a la posibilidad de entendernos, entender mejor lo que nos rodea, gozar y transformar.

Al Tablero: ¿Cómo fueron sus clases de Historia y Ciencias Sociales en el colegio?

Arnold Barrios (AB): Para nadie es un secreto que la educación en Ciencias Sociales, en los años sesenta y setenta se caracterizó por memorizar interminables listas de nombres inconexos, fechas, anécdotas insustanciales; repetir los nombres de los accidentes geográficos de Colombia y del campo internacional; teníamos que saber las capitales y la moneda de los países; además de una cantidad de sucesos que nos parecían sin importancia, ya que los presentaban sin análisis alguno. Eran eventos realizados por héroes dotados de virtudes extraordinarias, que los ponían por encima del resto de los mortales; los grupos sociales o sectores subalternos, como se llaman hoy, eran inexistentes. Era una educación sin filosofía, como dijo el maestro Estanislao Zuleta, en la cual se transmitían los resultados del conocimiento que otros adquirieron, sin enseñar los procesos para comprenderlos o generarlos; es decir, sin la posibilidad de pensar, de hacer preguntas y mucho menos de ver contradicciones.

Por eso, la evaluación tenía unas características inherentes a este tipo de enseñanzas: nos preguntaban el nombre de una batalla, la ubicación de montañas, fechas de nacimiento de los personajes, frases celebres, etc.

También se debe recordar que para esa época, se hablaba era de historia y geografía, cada una independiente. Vale la pena preguntarnos, ¿dónde estaban las Ciencias Sociales? No se trataban los conceptos políticos, sociales, económicos, sicológicos, antropológicos, éticos e históricos necesarios para comprender la historia.

No existía un verdadero programa escolar que facilitara o promoviera el interés y la comprensión de los fenómenos sociales. La Historia y la Geografía no constituían una explicación dinámica de la realidad personal y colectiva, ni un instrumento de comprensión y transformación de la propia situación y del contexto circundante, sino un muestrario de fechas, datos aislados y situaciones curiosas.

Lorena Rojas (LR): Yo recuerdo que las clases en la primaria tenían una estructura muy tradicional. Las profesoras dictaban, nosotros copiábamos y seguíamos un texto guía. En el Bachillerato, como se llamaba entonces, soy egresada de la Escuela Normal, mi primer acercamiento fuerte a la Historia y a las Ciencias Sociales fue en grado 6° con la primera tarea. Para resolverla mis papás me llevaron donde una profesora de Ciencias Sociales, porque ni ellos ni yo encontrábamos la manera de hacerlo.

Lo mejor de todo es que la profesora nos hizo enumerar los talleres del libro para resolverlos en orden, supe que me esperaban 38 talleres más del primer tomo y los del tomo dos. En la primera evaluación saqué un honorable ¹, porque no comprendía el funcionamiento de los husos horarios, pero esta misma profe volvió a explicar el tema y nos ofreció presentar de nuevo la prueba.

Creo que duré tres días presentando pruebas en los dos descansos, hasta que alcancé el anhelado 10; desde entonces siempre consideré que mi profesora sabía mucho, pero lo que más le interesaba es que pudiéramos aprender. Así enfrenté más de 70 talleres, lo chévere es que proponían la realización de maquetas, carteleras, exposiciones, ferias y semanas del saber, cuadros comparativos y dramatizaciones, entre otras, que ponían a prueba la creatividad, el saber, el trabajo en equipo, las habilidades manuales y, ante todo, brindaban la posibilidad de exponer nuestros trabajos. Las mejores maquetas iban para el museo; las mejores representaciones seguro las tendrían en cuenta para una izada de bandera; las mejores carteleras se exponían en los pasillos del colegio y, así, nuestro trabajo adquiría un valor incalculable, más allá de la nota. Era el reconocimiento de la comunidad, a partir de los aprendizajes. 

Fabio Jurado (FJ): Lo que más recuerdo con desagrado en el colegio es la clase de Historia y Geografía: teníamos que memorizar páginas del libro de texto y recitarlas; hoy no recuerdo nada de aquello, aunque siempre me calificaron bien; es decir, sabía recitar las páginas. Sábato se ha referido a este punto en ese magistral ensayo «Sobre algunos males de la educación» y que hoy reivindico: cuánto daño han hecho los libros de texto en el aprendizaje escolar por su formato conductista, ¡qué clases tan inútiles! cuando se sigue unilateralmente el libro de texto, sin interpelarlo, sin identificar sus contradicciones, sus juicios de valor y sus ambivalencias…

Bernardo Tovar (BT): Mi caso no es el mismo. En las clases de Historia conté con profesores que, en general, eran buenos narradores de acontecimientos, hacían interesantes relatos de personajes, de sus acciones y de las circunstancias que les tocó vivir. Pienso que en esto estaban bien orientados, pues, el proceso de enseñanza y aprendizaje de la Historia es esencialmente de carácter narrativo. Al relato se unía la obligatoria lectura del texto de Historia y algunos profesores nos hacían leer sus propios resúmenes de lectura de varios libros de Historia.

Y en esto también se hallaban bien orientados, pues el contacto directo con el libro (que hoy se ha perdido en algunas instituciones) es fundamental. En cambio, no era frecuente la elaboración de trabajos y la investigación escolar estaba totalmente ausente.

AT: Pensando en sus prácticas pedagógicas actuales, ¿cómo son sus clases de Historia y Ciencias Sociales?

LR: Parto de una reflexión sobre la introducción de Marc Bloch en Apología para la historia o el oficio del historiador, que empieza: ‘Papá, explícame para qué sirve la Historia’. Y Bloch explica: ‘Así interrogaba, hace algunos años, un muchachito allegado mío a su padre que era historiador… el problema que plantea, con la embarazosa franqueza de esa edad implacable, es ni más ni menos el de la legitimidad de la Historia’.¹

Lo primero que me pregunto es ¿para qué sirve lo que se planea para la clase?, ¿cuáles son las transformaciones en la estructura de pensamiento que se espera generar, considerando que previamente se ha hecho a los estudiantes partícipes de la organización del plan de estudios a través de la manifestación de sus deseos, intereses y necesidades? Lo que está en juego es la pertinencia de la Historia y las Ciencias Sociales en la vida de quienes integran la comunidad educativa.

Por ello, recurro a múltiples estrategias para acercarse al conocimiento con la mayor cantidad de preguntas y respuestas posibles, que involucren las acciones de los educandos en sus núcleos de socialización y que el objeto de estudio sea la realidad vista a través de las disciplinas, partir de lo propio y conocido, del entorno y la realidad próxima. No se trata de caer en la historia cercana, sino de iniciar por lo que se conoce y reconoce.

A partir de mi propuesta de investigación para la maestría en Historia, he llevado a la práctica el trabajo desde la historia local como posibilidad de establecer relaciones entre la cotidianidad, la narrativa y la Historia, pero no bajo las características de la historia tradicional, sino desde la perspectiva de la Nueva Historia. Es convocar la historia oral, la cotidianidad y los archivos como fuentes históricas que propician la investigación y la construcción de relatos, en donde se prueban diversas capacidades del intelecto humano -la imaginación, la descripción, el análisis, la síntesis, la comprensión y la crítica-, con las que se supera con creces la acostumbrada memorización y reproducción de contenidos.

Se busca, entonces, fortalecer y dinamizar la formación histórica en nuestros ciclos educativos, haciendo de la historia local, la cotidianidad, la narrativa y las fuentes históricas saberes relevantes para el trabajo escolar; este proceso implica un gran salto pues se espera que las Ciencias Sociales y la Historia salgan de los anaqueles para codearse con la realidad y los sujetos que la construyen

AB: Mi labor ha pasado por una serie de momentos de análisis y se reorienta en asocio con los colegas y las inquietudes de los estudiantes y los temas a desarrollar.

Planteo una revisión y análisis de los contenidos de la enseñanza de la historia nacional; resalto la educación en el campo nacional con respecto a su historia y situación socioeconómica y política. Me ha resultado atractivo y dinámico relacionar los aprendizajes en el aula con la actualidad nacional, darle cabida a la historia no oficial. Hay un espacio permanente para debatir el ejercicio de la política en el país y sus consecuencias para la vida nacional.

La lectura de periódicos, revistas y textos especializados y el análisis de programas de radio y televisión nos han permitido hacer del encuentro con los estudiantes un espacio de reflexión. Y ahí es fundamental su compromiso, en el que juega papel importante su cotidianidad, no solo como jóvenes, sino las carencias en las familias, el accionar de las pandillas, la situación de tantos desocupados en su barrio, etc.

Es fundamental poner a dialogar los saberes particulares con los saberes constituidos socialmente, en un proceso crítico-reflexivo. Por lo tanto, en la escuela y en particular en las Ciencias Sociales no se deben enseñar verdades y contenidos terminados; debemos contribuir a una actitud de búsqueda, de indagación.

Pretendo que el estudiante más que saber cosas aprenda a preguntarse por todo. Si despertamos interrogantes, si damos lugar a la duda, buscará y averiguará las concepciones e ideas sobre los puntos o temas tratados. No es mi objetivo acabar programas donde lo que abunda es información que, muchas veces, no responde a sus necesidades. Son más importantes los interrogantes de los estudiantes, porque permiten debates que contribuyen a su formación con una actitud de respeto y tolerancia frente a las conclusiones que se apartan de las suyas.

Compartimos con nuestros jóvenes la afirmación, según la cual, el hombre no es un ser terminado sino que, a través de su historia individual, personal y social, va autoconstruyendo su vida y participa como miembro de la sociedad en la construcción de la vida de ésta. Por eso, es fundamental que en la escuela nuestra área contribuya a la socialización y autonomía de la juventud.

En conclusión, las clases de Historia y Ciencias Sociales tienen que salir del aula y del programa homogéneo que trabajan los estudiantes en sus textos.

BT: Yo enseño en una universidad, en pregrado y postgrado. Esta docencia es distinta, obviamente, de la que se ejerce en la educación básica y media. Desde mi punto de vista docente, le otorgo una importancia básica, como experiencia formativa en Historia, a la investigación. Es aprender Historia investigándola. El historiador se hace en la práctica de la investigación. Esta experiencia se concreta en la escritura de un trabajo, que debe ser expuesto y sustentado. Al lado de la investigación, en el abordaje de los procesos históricos, de la historiografía y de las asignaturas teóricas, la perspectiva docente determina un horizonte amplio de lecturas, de las cuales el estudiante debe dar cuenta en el comentario oral y escrito. En síntesis, con base en la investigación, la elaboración de trabajos, la lectura, la escritura de comentarios, la intervención oral de los estudiantes, las exposiciones y comentarios del profesor, se hace una clase dinámica, participativa y de debate académico enriquecedor.

AT: ¿Cuáles cree que son los retos y los obstáculos de aproximarse a la enseñanza y aprendizaje de las Ciencias Sociales desde el desarrollo de competencias?

FJ: Aunque mi formación no es el área de Ciencias Sociales, sino las ciencias del Lenguaje, más allá de lo propiamente académico, no puede haber grandes distancias entre lo que son las competencias en Lenguaje y las competencias en Ciencias Sociales. Pero es necesario afrontar las confusiones que se desprenden de los compartimentos creados por la escuela, que se resiste a la integración de los saberes; por ejemplo, resulta paradójico que el área de lenguaje se denomine, según la Ley General de Educación (1994), «Humanidades, lengua castellana e idiomas extranjeros» y exista otra que se denomine «Ciencias sociales, historia, geografía, constitución política y democracia». Uno se pregunta ¿a qué se refiere lo que se denomina Humanidades y a qué se le denomina Ciencias Sociales? A pesar de estas ambigüedades parece que desde la legislación se sugiere la integración, pero cuando comienzan a definirse los lineamientos curriculares (1998) va apareciendo la compartimentación con las asignaturas: Lengua Castellana es lenguaje y literatura, Ciencias Sociales es geografía e historia, y Constitución Política y Democracia es otra asignatura. La Educación Ambiental aparece en el área de Ciencias Naturales, cuando debería aparecer también en Ciencias Sociales. ¡Cómo no considerar que las Ciencias Naturales y las Matemáticas son también Ciencias Sociales! En las recientes discusiones sobre la evaluación de los aprendizajes, a propósito del Decreto 1290, puse en consideración, en algunos talleres regionales, la posibilidad de evaluar el área y no la asignatura, pero los docentes veían múltiples dificultades porque consideran que no hay profesores de área sino de asignaturas; esto revelaba el carácter compartimentado de los currículos.

Entonces el primer problema para aprehender las competencias fundamentales, las que se requieren en la vida, es el carácter agregado de los currículos; por otro lado, la tendencia a la nemotecnia, a la memorización mecánica de información descontextualizada, es otro obstáculo para un desarrollo de competencias en Ciencias Sociales; para lograrlo, cabría preguntarse por los problemas que son focalizados en los currículos y en las propuestas pedagógicas de los docentes, porque es desde el análisis de problemas (los que vivimos todos cotidianamente) que podemos acercarnos a una perspectiva de aprender competencias para la vida. Aquí es donde señalo que las ciencias del Lenguaje se encuentran con las Ciencias Sociales: en el análisis de los discursos para comprender los fenómenos sociales y trazar hipótesis y soluciones frente a los problemas. La lectura y la escritura de los estudiantes y de los profesores calibran las dinámicas y los impactos. 

BT: Desde mi perspectiva un reto básico está en la pregunta ¿cómo suscitar en los estudiantes el deseo de saber en los campos de la Historia, la Geografía y demás Ciencias Sociales? Porque la adquisición de conocimientos y el desarrollo de habilidades y destrezas, en tanto competencias, pasan por la estimulación del deseo de saber en estas disciplinas; un deseo acompañado de la comprensión de las significaciones que las Ciencias Sociales tienen para la formación y la vida de los estudiantes; si no se cuenta con estas disposiciones, la enseñanza se torna impositiva y coercitiva, con resultados contraproducentes. Concomitantemente, el docente debe poner en práctica un conjunto de procedimientos didácticos, acorde con el nivel cognitivo de los alumnos, para que accedan al dominio de los conceptos, de la reflexión y del saber hacer en estas disciplinas. Así, por ejemplo, que aprendan a pensar con las dimensiones de la temporalidad (historia) y de la espacialidad (geografía); que desarrollen aptitudes, destrezas y conocimientos mediante la investigación escolar con temas que generen curiosidad e intriga de saber; que aprendan a exponer, argumentar y dialogar sobre los resultados de sus indagaciones, etc.

Se trata de hacer creativo y participativo el proceso de enseñanza- aprendizaje, de tal manera que contribuya eficazmente al desarrollo de competencias en Ciencias Sociales, competencias relacionadas con el dominio del léxico fundamental, por ejemplo, de la Historia y la Geografía; con las capacidades para reunir, ordenar y analizar información de diversa índole (escrita, oral, visual, etc.) sobre un problema de investigación, lo que implica el aprendizaje de un saber leer, un saber observar y un saber dialogar; con la presentación ordenada de los resultados (que involucra, entre otros, el aprendizaje de un saber escribir); con la formación de un pensamiento crítico frente a la comprensión del presente y el pasado de la sociedad; con las actitudes y comportamientos que asumimos, de una parte, ante los otros, que incluye el respeto, el reconocimiento del semejante, el saber escuchar y hablar; y de otra, con la naturaleza, con el medio ambiente, que hoy convoca las prácticas de conservación.

De esta forma, la enseñanza de las Ciencias Sociales hace su aporte al conjunto de las capacidades que deben poseer los estudiantes para ocupar un lugar y ejercer unas funciones en la sociedad (lo que incluye, naturalmente, las funciones de ciudadanía). En este camino pedagógico surgen como obstáculos la falta de planificación y de continuidad en la acción pedagógica orientada al desarrollo de competencias; también inciden la deficiente capacitación de los docentes, las inapropiadas condiciones de trabajo, el peso de una jornada de trabajo recargada y la masificación de los cursos.

LR: Para mí, son más los retos que los obstáculos. El desarrollo de competencias implica un significativo conocimiento de las disciplinas y de los procesos de aprendizaje, por tanto el ejercicio docente trasciende los contenidos y temas orientándose hacia el establecimiento de procesos, a través de los cuales estudiantes y maestros se acercan al conocimiento. Un conocimiento que está en lo cotidiano y que es, sobre todo, producto de acciones y prácticas culturales. Los retos entonces son para los agentes que intervienen en el acto pedagógico: deben concebir y participar otras maneras de abordar los aprendizajes, asumir la corresponsabilidad, redimensionar las posibilidades de reflexión y análisis sobre los campos disciplinares e implementar didácticas contemporáneas.

Estos retos podrían incluirse en los que propone la cognición situada, una de las tendencias más representativas y promisorias de la actividad sociocultural, apoyada en la perspectiva vigostkiana, en la que el aprendizaje implica el entendimiento e internalización de los símbolos y signos de la cultura y grupo social al que se pertenece; además, plantea la importancia de asumir el conocimiento situado, es decir, que este «forma parte y es producto de la actividad, el contexto y la cultura»².

Vale la pena mencionar que los retos podrían convertirse en obstáculos, ya que el desarrollo de competencias resignifica la práctica pedagógica y, por tanto, supone nuevas conceptualizaciones y replanteamientos de los lugares que tradicionalmente han ocupado las disciplinas del conocimiento, las prácticas educativas y todos los que en ellas intervienen. 

AB: En el transcurso de la historia del país, los diversos gobiernos han tratado, cada uno y de acuerdo con sus concepciones, de emplear determinadas políticas educativas. En los últimos veinte años se percibe un intento o esmero por el problema de la calidad, que ha llevado a cambios en las ideas o principios utilizados para los contenidos, metodologías, evaluaciones y sobre lo que deben ser las prácticas pedagógicas y, en general, la dinámica de la escuela en sus relaciones internas y en el contexto sociocultural. En este sentido, la Misión de Ciencia, Educación y Desarrollo de 1995 hizo algunas recomendaciones, por ejemplo, fortalecer el Sistema Nacional de Evaluación y realizar una evaluación de competencias básicas.

Considero que el concepto de competencia es algo ambiguo y, a pesar de que llevamos tiempo hablando de ella, es necesario superar o clarificar sus dimensiones, las cuales muestran variadas concepciones de la educación.

Por un lado, el concepto de competencia está asociado con la formación de estudiantes críticos, dispuestos a aplicar conceptos y a saber hacer en los contextos socioculturales en los que se desenvuelven; también implica un individuo tomando decisiones para el mejoramiento individual y colectivo, con base en unos saberes previamente adquiridos. Igualmente, se busca su participación activa y democrática en la sociedad. Todo lo anterior porque esta visión de competencia se refiere a la educación integral.

Por otro lado, está el concepto de competencia orientado a la educación para las necesidades del mercado, en el que el saber hacer debe estar ligado con las orientaciones de la economía mundial, es decir, al servicio del mundo globalizado y sus esquemas neoliberales. Es en estas dos visiones donde creo necesario mirar cómo continuamos.

Ahora vale la pena preguntarnos: ¿Es la educación por competencias la solución para las limitaciones y debilidades de los procesos educativos? Es preciso continuar indagando si es posible plantear unas competencias básicas y cuáles serían; y si son básicas, ¿con respecto a qué proceso formativoacadémico? ¿Las competencias se aprenden o se desarrollan y cuáles son las metodologías y ejercicios para alcanzarlas?

Estoy convencido de que una de las principales dificultades para la enseñanza y aprendizaje de las Ciencias Sociales, desde el desarrollo de las competencias, es el modelo educativo imperante en nuestro país, caracterizado por su academicismo y donde se confunde integrar con amontonar.

En Ciencias Sociales ser competente es saber hacer y saber actuar entendiendo lo que se hace, analizando y comprendiendo las acciones del hombre y compartiendo responsablemente las consecuencias de los actos y comportamientos realizados y poder transformar los ambientes socioculturales en pro de la convivencia humana. Es un reto de grandes proporciones.

También, en aras de la objetividad, todo esto requiere un maestro que maneje las competencias y esté preparado para una relación cada vez más comprometida; de esta manera le imprime a su actividad diaria una dinámica que posibilite el cambio y el alcance de las metas que el país necesita. Un maestro que tenga claro que no todo texto de las editoriales que mencione competencias necesariamente es lo que nos ayuda, porque muchos no responden a lo que el estudiante y el maestro requieren en el camino que conjuntamente están construyendo. 

AT: ¿De qué manera ayuda a la labor que se desarrolla en las instituciones educativas, específicamente al desarrollo de competencias, el que se propongan proyectos puntuales para trabajar, como o Expediciones Botánicas?

FJ: Definitivamente, la pedagogía de proyectos es una ruta muy potente para asignarle sentido a lo que se aprende en el contexto escolar. Nadie puede aprender algo nuevo si no tiene horizonte y el horizonte tiene que ser construido colectivamente: es el problema que se focaliza o el centro de interés o el eje transversal, desde donde los estudiantes adelantan sus indagaciones con el acompañamiento del docente.

En ese horizonte se apunta hacia la resolución de un problema que atañe a todos. El potencial intuitivo de los estudiantes es enorme y sólo puede desarrollarse desde proyectos como las expediciones científicas o la reconstrucción de la historia a través de imágenes audiovisuales, como el cine y la televisión. En esta perspectiva el docente tiene que ser multifacético y tener una actitud de interlocución y de interacción genuina con los estudiantes: tiene que escribir y poner en consideración sus planteamientos, sin perder de vista las fuentes universales para no caer en la «opinadera».

Un prgrama como Historia Hoy presupone la reconstrucción del pasado para empujar el pensamiento, en el aquí ahora, hacia la historia en devenir. Proyectos como los de Pequeños Científicos nos muestran el potencial intelectual de los niños en la educación primaria; pero tenemos el problema de la educación secundaria y lo que se llama educación media: aquí hay grandes fisuras en los propósitos de alcanzar una sensibilidad y una necesidad de la ciencia entre los jóvenes; allí hay que poner todas las fuerzas de la investigación para buscar alternativas, pero ¿cuántos proyectos de investigación están en curso en el país sobre este tema? Hemos de ser sinceros: es desalentador. 

LR: He tenido la posibilidad de trabajar en estos dos proyectos, mediante convenios entre el MEN y la Universidad del Valle, y considero que los aportes han sido muchos y muy significativos; así nos lo han hecho saber docentes de diferentes regiones del país. Se ha motivado a la reflexión y a las acciones de transformación para el trabajo escolar y se ha establecido una comunicación más abierta y fluida entre los diferentes niveles de la educación, especialmente entre la educación superior y la básica y media. Son muchos los docentes que están desarrollando propuestas alternativas a los sistemas tradicionales; ellos necesitan confrontar sus experiencias con teorías, ir más allá de una buena intención, dirigiéndose hacia la investigación pedagógica y educativa. Estos proyectos han resignificado la labor de docentes, estudiantes y en general de la comunidad educativa, invitándolos a participar de manera activa y mediante la construcción de productos en los que todos tienen responsabilidades y la posibilidad de contenerse, reconocerse y significarse en los conocimientos.

AB: El planteamiento de Expediciones Botánicas e Historia Hoy permite tener un grupo de conceptos con los que los estudiantes pueden explorar sus habilidades, de tal forma que estos representan un campo de exploración y una herramienta donde, a partir de la indagación, se pueden ejercitar y desarrollar cada una de las competencias en los estudiantes.

Además, ha creado un ambiente de investigación y consecuente entusiasmo por el descubrimiento de documentos de relevancia histórica, con los que el estudiante, al hacer sus pesquisas, le encuentra sentido al estudio de la Historia. Así, es capaz de descubrir las posibles razones que han dado identidad a la sociedad actual y dan pie, incluso, para identificar nuevas formas de construir un nuevo país.

Este ambiente es el que se debe seguir desarrollando en las instituciones educativas para dinamizar realmente el proceso de enseñanza-aprendizaje, y darle aplicabilidad al concepto de competencia enmarcado en la expresión «saber hacer en contextos».

BT: En sus tres etapas, el programa Historia Hoy significa una ayuda importante para las instituciones educativas: primero, generando una preocupación por el conocimiento de la Independencia al programar el ejercicio de interrogar este proceso; segundo, proyectando la actividad de investigación que implica la resolución de las preguntas seleccionadas; tercero, apoyando la investigación de las historias locales con relación a la Independencia. Esta insistencia en la investigación coincide con lo dicho anteriormente, de tal modo que aquí se encuentran implicadas las competencias. 

AT: Teniendo como marco las 200 preguntas elegidas para conmemorar pedagógicamente el Bicentenario, ¿qué significado tiene el que sean los mismos estudiantes -con la guía de sus docentesquienes investiguen el pasado y se interroguen por lo que eso significa en su presente?

BT: Considero que es un notable acierto esta forma pedagógica de conmemorar el Bicentenario porque aboca a los estudiantes, con el apoyo de los profesores, a emprender la experiencia de la investigación histórica (ya escolar, ya universitaria), con lo que ella supone de potencialidad para la enseñanza y aprendizaje de la Historia, experiencia en la cual los estudiantes devienen sujetos productores de conocimiento, es decir, de una respuesta resultado de una pesquisa, más o menos sistemática, en las fuentes históricas.

FJ: Es una manera de desarrollar el enfoque de competencias y, por lo tanto, la más adecuada para comprender los fenómenos de la historia desde una actitud interpeladora; si se logra que los estudiantes interroguen la verosimilitud de lo que el discurso de la historia declara, habremos logrado un avance muy significativo: la formación de un lector crítico, y un lector crítico se forma investigando y cuestionando, deslindando supuestas verdades. Descubrir los intersticios, los elementos no dichos en el discurso, como el ejercicio que hiciera Umberto Eco al analizar la carta de Plinio el Joven a Tácito, sobre la supuesta muerte gloriosa de su tío, Plinio el Viejo, es asumir la lectura del discurso de la historia como un espectáculo, como una fiesta… ahí sí que se interesan los estudiantes en leer los textos de historia y de geografía: para ponerlos al revés, para develar sus sentidos ocultos, y desde ahí podremos avizorar la formación de ciudadanos con proyectos sociales y colectivos, para un país que asume la heterodoxia y el carácter plural del pensamiento como algo natural en la condición humana, pero sobre todo que está dispuesto a reconstruir críticamente su pasado para avizorar el porvenir desde el presente.

Ahora, cuando se habla del docente como «guía», hay que tener cuidado con lo que se entiende; yo propongo al maestro como un interlocutor crítico, provocador de deliberaciones con los textos de fuente primaria en la mano, entrando y saliendo de estas fuentes primarias y llegando a conclusiones fundamentales en la producción escrita, en el diseño de guiones para radio y televisión, en la socialización de los puntos de vista en los periódicos y las revistas escolares, en la realización de congresos estudiantiles… esto es, discurso y acción… El docente tiene que ser un sujeto con modestia, que ha de reconocer que los estudiantes pueden ir más lejos, por las oportunidades que tienen en el acceso a la comunicación virtual.

LR: Que la labor de indagación e investigación sea protagonizada por estudiantes significa su vinculación activa y participativa en el proceso; los docentes como guías replantean el lugar tradicional de dador o dictador de clase y la relación pasado- presente se convierte en el dúo mágico de comprensión y proyección al futuro.

Con esta forma de trabajo los estudiantes «se acercan al conocimiento como científicos sociales», una de las propuestas en el ámbito procedimental de los Estándares Básicos de Competencia. Esto es vivir y sentir el conocimiento, es aprender haciendo.

AB: La iniciativa representa un avance en los procesos de construcción del conocimiento, pues las 200 preguntas sobre el Bicentenario suponen la indagación desde diferentes perspectivas. Significa que se están abriendo espacios para la socialización, que permiten la autocrítica y la reflexión basada en la indagación en fuentes primarias, y que la investigación histórica posibilita abordar los contenidos curriculares, apartándose de la mera narración de sucesos y hechos históricos para darle paso a la crítica y a situaciones contextualizadas.

No podemos ver la actividad como el acto mecánico de preguntar y responder. El hecho de que los estudiantes estén visitando archivos y diversas fuentes, está creando una nueva relación donde, además del indagar, están hallando varias respuestas. También, se ha dado un encuentro en el que docentes y estudiantes están trabajando con rigor académico y les está resultando interesante y entretenido, esto último no acompaña siempre a la historia en el aula de clases. Además, confrontar está despertando y acercando a los estudiantes al conocimiento como científicos, asumiendo mayor responsabilidad en la investigación. Ahora el aprendizaje de la Historia se convierte en un ejercicio permanente, en una búsqueda para desarrollar habilidades científicas y resaltar la pregunta como una acción de aprendizaje. 

AT: ¿Cuál es su percepción de lo que actualmente se está haciendo para la formación de maestros de Ciencias Sociales?

BT: Conviene recordar que desde la segunda mitad de los años setenta empezó a tomar cuerpo una crítica a la formación de docentes en esta área, que postulaba la formación especializada ya en Historia, ya en Geografía. Esto llevó en algunos casos, como en el de la Universidad Nacional, al cierre de la licenciatura en Ciencias Sociales y a la apertura de las carreras de Historia y Geografía. También en otras universidades fenecieron las licenciaturas en Ciencias Sociales. Lo que quiero subrayar es que en contra vía de esta evolución hacia la especialización, el desarrollo curricular en los niveles de educación básica y media ha transitado de la docencia especializada de Historia y Geografía a la enseñanza integrada de las Ciencias Sociales. Se plantea aquí, entonces, una contradicción: estamos formando, en sus respectivas carreras, profesionales en Historia y en Geografía, que cuando acceden a la docencia en el nivel básico y medio, deben enseñar Ciencias Sociales integradas. Éste es uno de los principales problemas en la formación de los docentes en el país.

FJ: No sólo en el área de Ciencias Sociales hay una crisis en la formación de los docentes, la crisis es general en todas las áreas. Mientras no haya grupos fuertes de investigación en las Facultades de Educación, la formación de los docentes será muy descontextualizada: mucha información y poca indagación; con profesores contratados por horas es imposible constituir grupos de investigación y, en consecuencia, la «formación» se reducirá a simplemente leer materiales y saber devolver lo que dicen en su superficie; esto es lo que hemos observado en las maestrías en Educación: la ausencia de una actitud investigativa, lo que obliga a dedicar un año a repensar lo que es investigar en Educación, cuando ya deberían venir iniciados. Cuando se acreditaron las carreras de Educación hubo una primera depuración, sobre todo en las universidades privadas, pero ya es hora de hacer otra, actualizando los criterios y depurando el discurso que permeó aquel documento sobre la acreditación: esto de la enseñabilidad y la educabilidad, por ejemplo, es un anacronismo.

En la Universidad Nacional hemos propuesto una maestría en Educación con líneas de investigación relacionadas con énfasis disciplinares, porque creemos que allí están los grandes vacíos: en el dominio de las disciplinas, en sus epistemologías y en sus nexos con la recontextualización pedagógica. La línea de investigación en Ciencias Sociales y Educación está orientada hacia esta perspectiva; pero esta maestría busca tender un puente entre el pregrado de carreras como Sociología, Historia, Geografía, Derecho, Trabajo Social, Psicología, Filosofía, Antropología… para proponerle al país otro paradigma en la formación de los docentes: una formación disciplinar fuerte en el pregrado con iniciación temprana en problemas de Educación (los estudiantes de pregrado se inscriben en cursos electivos relacionados con Educación) y la opción de cursar la maestría en Educación, si esto responde a sus expectativas profesionales. Consideramos que el campo profesional de la Educación es una opción y no una obligación como ocurre con quienes cursan una licenciatura de educación, ante la frustración de no haber podido seguir una carrera distinta, para «ser alguien en la vida» y tener algún título; peor es nada, dicen.

LR: Creo que en este momento hay inquietud por reconocer las prácticas educativas en Ciencias Sociales. Hemos tenido una fuerte tendencia a la memorización y acumulación de datos y la invitación a replantear estas prácticas es clara. Desde los planteamientos del Decreto 2343, los Lineamientos Curriculares para Ciencias Sociales y, por último pero no menos importante, los Estándares Básicos de Competencias, se presentan perspectivas renovadoras frente a la reflexión y el trabajo con las Ciencias Sociales en la educación escolar. Este proceso sólo es posible si se trabaja con los docentes y se brindan estrategias para llevarlas a cabo; la pregunta por el cómo es una de las más frecuentes entre los docentes.

La formación y actualización debe ser permanente y es la posibilidad de oxigenarse en medio de una cotidianidad compleja, como lo son el aula y la dinámica institucional; deben ser presentadas como otras posibilidades para el trabajo escolar y no como asignación de labores extra-clase. La labor de los docentes es fundamental para el desarrollo de estas propuestas; al trabajar con ellos en talleres de formación la exigencia es una: darle continuidad a las propuestas, pues sienten que se presentan muchos proyectos y sólo pocos tienden a continuar y crear impacto en las instituciones y comunidades educativas.

AB: Reconozco que parece existir un mayor esfuerzo en la formación de los docentes; no obstante los buenos propósitos, es necesario insistir y fomentar una adecuada coherencia entre el saber disciplinar del docente y su formación permanente.

Percibo intentos aislados que, en muchos casos, no responden a los verdaderos requerimientos de todo el proceso que los docentes deben liderar en las instituciones escolares. Y en el campo de las Ciencias Sociales encontramos que cada cierto tiempo se dan las mismas situaciones; durante unos años se habla de Ciencias Sociales y luego se regresa a la separación de Historia y Geografía y, en ese mismo vaivén, se programan y organizan las actividades de formación docente.

Estimo que deben existir convenios entre las diferentes Secretarías de Educación y aquellas universidades o entidades que por su idoneidad y trabajo en la educación sean sinónimos de garantía y de una actividad de verdadero acompañamiento, y no la actividad de una semana esporádica sin seguimiento alguno, que no repercute en beneficio de la calidad educativa.

Estoy convencido de la necesidad de dinamizar la escuela y actualizar a los maestros. Es hora de pensar en una política educativa para la formación docente que convoque sus intereses y la suma de las necesidades de las instituciones escolares, que lleve a una vitalidad permanente del ejercicio de las Ciencias Sociales en aras de un mejor desempeño del maestro. Por eso, se debe generar una permanente investigación que permita la renovación de contenidos y una auténtica renovación de los docentes.

Notas

¹ Apología para la historia o el oficio del historiador, Marc Bloch, México, Fondo de Cultura Económica, 2001, p. 41.

² Cognición situada y estrategias para el aprendizaje significativo, en Revista Electrónica de Investigación Educativa, 5, F. Díaz Barriga, 2003. Consultado el día 15 junio de 2007 en: http://redie.ens.uabc.mx/vol5no2/contenido-arceo.html

Fuente:https://www.mineducacion.gov.co/1621/article-229120.html

Imagen tomada de: http://www.las400clases.org/sites/default/files/notas/cs_soc.jpg

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María Luisa Carcedo: «El verano es el periodo que más golpea a los niños pobres»

La Alta Comisionada para la Lucha contra la Pobreza Infantil asegura que el Gobierno trabaja para que todos los niños de España tengan «acceso al ocio educativo y a la alimentación» durante las vacaciones de verano

“Los niños en situación de pobreza detienen su aprendizaje en verano, y eso constituye un riesgo porque entran en un círculo de desventaja”, ha dicho María Luisa Carcedo en una entrevista en ‘Hoy por Hoy’. Para la Alta Comisionada para la Lucha contra la Pobreza Infantil es necesario revertir esta situación y garantizar un “ocio educativo” y la alimentación a estos niños también en verano. El Gobierno de Sánchez, ha anunciado Carcedo, ya ha duplicado el presupuesto, de 5 a 10 millones de euros, para los programas de menores en riesgo que las comunidades y ayuntamientos desarrollan durante el periodo estival y confía en que en el futuro ningún niño en España sufra carencias.

La alta comisionada calcula que en nuestro país “en torno a 600.000 familias no reciben ingresos” y necesitan políticas que cubran sus necesidades y redistribuyan la riqueza. “Con la crisis el PP puso en marcha un conjunto de políticas que agudizaron la situación de las familias más vulnerables y aumentaron la desigualdad”, ha lamentado.

Carcedo ha puesto sobre la mesa un estudio realizado en Estados Unidos que calcula que el coste de la pobreza infantil, en términos de salud, de empleo, de seguridad pública, etc., cuesta “en torno al 5,4 por ciento del PIB”. “La capacitación de esos niños es un activo para la competitividad de un país”, ha subrayado. Para revertir la situación de estos menores con financiación pública, la alta comisionada ha dicho que hay que aumentar los ingresos del Estado, «sin subir los impuestos a los trabajadores», reduciendo “las bolsas de elusión fiscal o las bolsas que pagan menos como las grandes corporaciones” y las ventajas fiscales de las rentas más altas.

Fuente: http://cadenaser.com/programa/2018/08/07/hoy_por_hoy/1533622084_378714.html

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Entrevista: San Nicolás, Voces de la bronca docente

Por: laizquierdadiario.com/08-08-2018

San Nicolás se sumó a las movilizaciones masivas de docentes y estatales bonaerenses por el fallecimiento de los compañeros en Moreno. Se denunció el ajuste en las escuelas públicas y las responsabilidad de los gobiernos. La Izquierda Diario reproduce breves entrevistas a las protagonistas.

ROMINA-DOCENTE ESCUELA SECUNDARIA

LID -¿Porque saliste a la calle?

R. Salí a la calle por varias razones, la primera razón es porque hubo dos compañeros muertos y me parece que es justo pedir un reclamo de justicia porque no fue un accidente, sino fue culpa del ajuste del estado y que hace mucho tiempo la escuelas no tienen una buena infraestructura ,trabajamos en malas condiciones y parece que esta invisibilizado en la sociedad y a quienes nosotros reclamamos todo el tiempo en los Concejos escolares, en los Municipios, hasta que no pasa una cosa de estas ,nadie quiere dar la cara. Y bueno me entere también que los medios de comunicación ya están diciendo que fue una hornalla que estaba encendida o que fue culpa del gasista y no; nosotros que estamos todos los días en las escuelas sabemos que hay malas condiciones, que como le paso a estas personas del gas, como los techos, los chicos tienen frio en las escuelas ,van a las clases sin abrigo, y hasta sin comer, por ejemplo en una escuela que trabajaba en el comedor estaban dando pan con dulce de leche ,y no se puede en estas condiciones ,no solamente lo del gas, recién vinimos al Concejo y como que trataron este tema de una forma muy liviana. No es grave, es muy grave lo que está pasando.

LID -Desde la Agrupación Marrón Docente se plantea la necesidad de asambleas en todas las escuelas para profundizar un plan de lucha nacional ¿qué opinas?

R. Para mí esta bárbara la propuesta porque muchos docentes no están informados y por ahí comenten el pecado de repetir lo que escuchan. Y lo que se escucha continuamente en las calle o en los medios no es la realidad. La realidad es la que vivimos nosotros, y que están involucrados también los gremios que tienen mucha información que quizás a nosotros no nos llegan y me parece que están bien las asambleas y que se charle con los que realmente vivimos y trabajamos en esas condiciones y que desde las bases se arme un plan de lucha para que todos podamos opinar y decidir qué podemos hacer.

LID – ¿Qué le dirías a las compañeras que se están movilizaron a nivel nacional?

R. Las felicito, las apoyo enormemente y gracias a ellas, nosotros también nosotros estamos acá y que sigan con la lucha, que se vienen tiempos no quiero decir “tormentosos” usando la metáfora de nuestro jefe de gabinete, pero sí cada vez vamos a tener que dar más pelea.

AGUSTINA-ESTUDIANTE SECUNDARIA DE LA ESCUELA NORMAL

Vengo acá acompañar el dolor de los compañeros docentes, por la pérdida de los compañeros de Moreno, por la ausencia del estado, y para que esto no siga pasando.

LID – ¿Cómo se puede seguir defendiendo la educación pública?

A-Hay que salir a las calles, que acompañen todos, los docentes, los familiares, los alumnos, que salgamos todos que haya paro, que no nos quedamos; porque si no, no vamos a llegar a nada nunca.

LID – ¿Qué opinás de la necesidad de un plan de lucha conjunto?

A-Sí totalmente, se viene pidiendo desde principio de año, y es algo que se necesita ya, ya estamos casi a fin de año, y no hay que llegar a extremos como este, para que se pongan a debatir sobre estos temas. Y los estudiantes sigamos en la lucha, que la lucha esta en las calles y que ahí se va a lograr todo.

ANA – DOCENTE ESCUELA SECUNDARIA

A mí me movilizó la lucha, porque me parece que son muy injustas las cosas que están pasando, que no se hace nadie cargo de nada, que todo lo justifican, que hacen responsables a otros pero nadie toma el compromiso y tratar de solucionarlo de alguna manera .

LID- Se realizaron algunas asambleas en las escuelas, que te parece ¿cómo podemos seguir?

ANA -Yo creo que tenemos que seguir fuertes, con convicción porque es la única manera de torcerle el brazo al gobierno y lograr nuestros objetivos que es trabajar con condiciones dignas y poder sobrellevar esta situación de la mejor manera posible. Creo que se tienen que seguir las asambleas, que gracias a las asambleas fue posible todo esto y que vamos a seguir por más, porque es lo justo, es justa la lucha y fuerza para que esto pueda cambiar. Mantengámonos firmes, en nuestras convicciones, y sigamos luchando porque es la única manera de lograr las cosas

LID -Vos sos docente de haces años, ¿como ves la educación?

ANA- Siempre nos tienen no en segundo plano, sino en tercer o cuarto, no sé por qué y eso lleva a toda estas situaciones que terminan así, de manera trágica, lamentable.

JULIETA- DOCENTE ESCUELA SECUNDARIA

J- Esto forma parte de una marcha más de él plan de lucha que venimos llevando, duele un poco, que algunos docentes paren, cuando hay muertos, cuando es una lucha que se viene llevando adelante desde principio de año y que cuando nosotros hacemos paros, no estamos solo reclamando salario, sino que también reclamamos lo que se destina a las escuelas públicas, por lo tanto lo que paso se enmarca en la misma lucha docente que estamos llevando adelante. Tendría que ser previo no después. En San Nicolás están pasando cosas, eso está bueno, los estudiantes de los terciarios se están organizando para empezar hacer clases públicas, abiertas ,Cortar la calle, estamos yendo por las vías legales, presentando los proyectos que las instituciones no piden ,para que eso pueda ser efectivo, se vota en asamblea en los terciarios para ver si los estudiantes tan de acuerdo, la idea es hacerlo rotativos, permanente hasta que el conflicto docente no pare, un poco hermanarlo con los movimientos universitarios que están generando clases públicas en Capital en Rosario en otras provincias ,se están poniendo en contacto el terciario de la escuela de arte con el 127 ,con comunicación social, estamos nucleando estudiantes y docentes para que se empiece hacer efectivo ,un plan de lucha continuo hasta fin de año.

LID – ¿Qué opinas que podemos hacer como docentes, dentro de las escuelas?

J-Dentro de las escuelas hay que ser muy abiertos, hay que hablar mucho con los chicos, los paros deben ser masivos, eso hay que dejar de discutirlo. Yo entiendo, tengo hijos chiquitos y veo que es muy difícil en primaria, por ahí yo como docente de secundaria, a nosotros nos es mas fácil sostener un paro, es complejo, pero bueno sepan que están acompañadas y que está muy bueno hacer eso visible a los padres, esos padres que quieren a sus hijos adentro de las escuelas, para que sepan que el conflicto, Y que el “accidente” NO ES UN ACCIDENTE que sucedió, puede suceder con sus propios hijos. Primaria, Jardín y secundarias todos debemos estar en las luchas docente.

VERONICA -DOCENTE TERCIARIOS

V- Mi nombre es verónica soy profesora de Teatro, recibida en la Escuela de Arte de San Nicolás en la escuela 501 y en este momento me encuentro cursando la carrera de Danza, estoy acá como docente y como estudiante ,venimos a pedir justicia, ante todo y solidarizarnos con Rubén y Sandra ,su familia y en realidad con todos los docentes y alumnos ,trabajadores de la educación que estamos en riesgo día a día ,trabajando en escuelas en malas condiciones, pero desde este gobierno hemos recibido ,no solamente el abandono de la escuela pública ,sino el desensamblado ,el desarmado prácticamente también de muchas estructuras, a los educadores de la rama de Artística, de Psicología, están queriendo también cortarle las horas, en realidad no hay paritarias, es una burla lo que nos ofrecen en cada tentativa ,negociación, así que la verdad que son muchas las causas que estamos queriendo reclamar, apoyar a todos los docentes y pedirle a la comunidad que nos escuche, porque estamos acostumbrados a escuchar que se quejan cada vez que hay paro ,porque se piensan que no queremos trabajar pero lo que nosotros queremos es trabajar en buenas condiciones ,estar todos a salvo, que no corran riesgo nuestros hijos porque nos pudo haber pasado a cualquiera de nosotras .

LID – ¿Cómo podemos seguirla?

V- Yo creo que no tenemos que esperar un paro para hablar de estas problemáticas, que nosotras desde las aulas podemos de a poco empezar a concientizar, a nuestros alumnos, hacerlos reflexionar, enseñarles a que se cuestionen, a que cuestionen todo, que cuestionen el sistema, que cuestionen las reglas que nos rigen y como se controlan, enseñarles hacer buenos ciudadanos y ellos también ayudaran a tomar las decisiones.

LID – Desde la Marrón se proponen asambleas en las escuelas y profundizar un plan de lucha?

V- Nosotros en la Escuela de Arte estamos autoconvocándonos yo sé que ese término por ahí remite a una lucha en contra de los gremios, pero no, nosotros estamos a favor de la lucha entonces, nos estamos convocando en el halls de la escuela y hacemos asambleas semanales tenemos todas las redes para comunicarnos y difundirlo así que estamos tratando la problemática desde adentro , para después también llevarlo a nuestros hogares y para que la gente nos escuche en la radio o medios como el de ustedes, que les agradezco que estén acá apoyando ,así que creo que la lucha es desde adentro,diaria,es dándole ejemplo, aprovechar el espacio que nos da la educación pública ,para hablar con los chicos, con la comunidad con el compañero ,lo que no tenemos que hacer es dividirnos ,es lo que se está intentando entre los docentes y los docentes hacia la comunidad y al contario nosotros lo que queremos es unirnos y defender todos nuestros derechos.

*Fuente: http://laizquierdadiario.com/San-Nicolas-Voces-de-la-bronca-docente

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Entrevista a Gordon Porter: “ La educación de calidad y la educación inclusiva son dos caras de la misma moneda ”

Por educaweb

Gordon L. Porter posee experiencia en educación inclusiva desde 1982. Actualmente ejerce como director de Inclusive Education Canada, una ONG comprometida con la calidad de la educación para todos los estudiantes. Ha ejercido como consultor en más de 40 países y actualmente es asesor político en Dubái. Ha participado en la redacción de políticas inclusivas en la provincia de New Brunswick y en el seguimiento de la Declaración de Salamanca sobre necesidades educativas especiales. Estará presente en el Congreso Internacional de orientación para la inclusión. Barcelona inclusiva, que se celebrará entre el 17 y el 19 de noviembre de este año.

¿Cómo define la educación inclusiva?

La educación inclusiva significa que todos los estudiantes asisten y son bienvenidos en la escuela de su barrio. Aprenden, contribuyen y participan en todos los aspectos de la vida de la escuela en un entorno de aprendizaje común con sus compañeros. El enfoque de la escuela es implementar prácticas y apoyos para estudiantes y maestros. La escuela inclusiva es colaborativa e identifica áreas de mejora en la práctica escolar y en el aula.

¿Por qué es importante lograr una educación inclusiva?

El principio de inclusión en los sistemas educativos aparece reflejado ahora en los convenios internacionales y los tratados de derechos humanos. También es apoyado por iniciativas enfocadas en la mejora de la escuela y la efectividad de la formación. Creo que cada acción tomada para fortalecer la inclusión escolar contribuye a construir una escuela más efectiva para cada estudiante.

La educación inclusiva beneficia a todos los estudiantes. Les permite desarrollar fortalezas y dones individuales, con expectativas altas y apropiadas, y trabajar en objetivos individuales mientras participan en la vida de la clase con otros estudiantes. La inclusión fomenta una cultura escolar de respeto y pertenencia, y brinda oportunidades para aprender y aceptar las diferencias individuales, disminuyendo el impacto del acoso y la intimidación. Permite el desarrollo de la amistad con una amplia variedad de niños, cada uno con sus propias necesidades y habilidades individuales.

Finalmente, e igualmente importante, una escuela inclusiva ayuda a la comunidad a apreciar la diversidad y la inclusión y, por lo tanto, influye en un nivel más amplio.

¿Cómo era la situación en New Brunswick cuando se comenzó a implementar la inclusión?

Nuestra necesidad de cambiar y desarrollar un enfoque más sistémico para satisfacer las necesidades de nuestros estudiantes coincidió con una gran conmoción en la estructura legal de Canadá. En 1982, Canadá adoptó una Carta de Derechos y Libertades y, por primera vez, los derechos de igualdad fueron parte de nuestra constitución. Se necesitaron cambios importantes en nuestra ley de educación para garantizar que proporcionáramos educación de calidad a todos nuestros estudiantes, incluidos aquellos con discapacidades.

A principios de la década de 1980, el sistema educativo de New Brunswick no prestaba un gran apoyo a los estudiantes con problemas de aprendizaje. Hubo una serie de escuelas segregadas, muchas de ellas gestionadas por asociaciones de padres sin fines de lucro, así como varias instituciones administradas por el gobierno. Algunas comunidades tenían clases especiales en escuelas regulares. El distrito escolar o la autoridad educativa local donde trabajé cambiaron su política para lograr esto y varios años después, en 1986, la provincia de New Brunswick cambió la ley para hacer lo mismo.

Como director y administrador del sistema, pude ver la falta de apoyos y adaptaciones para los estudiantes con necesidades especiales. Nuestras escuelas tenían muy poca capacidad en lo que entonces se consideraba programas de «educación especial». Esto se debió en parte a que éramos un área rural sin tradición de servicios especializados. Era claramente un sistema «primitivo» en comparación con centros más urbanos con mayor población.

En muchos sentidos, este estado de desarrollo «primitivo» fue una ventaja. Significaba que teníamos menos cosas que cambiar cuando surgió la idea de «inclusión» y menos intereses arraigados para afrontar. Pudimos construir un sistema de apoyos diseñado para que funcionara la inclusión.

¿Cuál es el estado actual de inclusión en New Brunswick?

El esfuerzo para hacer que las escuelas sean inclusivas en New Brunswick ha tenido éxito. Hemos recibido un gran reconocimiento, tanto en Canadá como en otros países, así como de instituciones internacionales como la UNESCO (2014) y la Iniciativa Proyecto Zero (2016) con sede en Austria.

Sin embargo, es importante reconocer que no ha sido fácil. Durante los casi 30 años que hemos estado en este camino, ha habido cuatro revisiones principales del esfuerzo de educación inclusiva. Fui el investigador principal de la evaluación más reciente en 2012. La revisión requirió un año completo y el informe se tituló Strengthening Inclusion, Strengthening Schools(Fortaleciendo la inclusion, fortaleciendo las escuelas).

Conseguir que nuestras escuelas sean inclusivas puede ser un proceso de transformación si se hace de manera efectiva. Requiere un liderazgo de principios que opere desde una base de derechos humanos. También debe construir prácticas en la escuela y el aula que apoyen a los maestros para servir a todos los estudiantes, no solo a algunos de ellos. La educación de calidad y la educación inclusiva son dos caras de la misma moneda.

En general, ¿cree que las escuelas están preparadas para satisfacer las necesidades individuales de los estudiantes?

¡Sí! Las escuelas pueden ser inclusivas y cumplir con éxito las expectativas de los estudiantes, los padres y la comunidad. Lograr ese éxito depende invariablemente de los esfuerzos cooperativos de los padres, los líderes escolares y los maestros de apoyo. Los padres deben estar facultados para compartir su visión de futuro para sus hijos donde la participación en la comunidad, en el trabajo, en el ocio y en la ciudadanía sea una realidad. Esta visión no puede lograrse a través de la participación en clases segregadas o escuelas segregadas.

Pero, para que funcione, los maestros deben recibir apoyo para desarrollar prácticas nuevas y efectivas. Enseñar clases heterogéneas con estudiantes con necesidades diversas es una tarea compleja. Dado que la capacitación previa al servicio de los docentes en prácticas inclusivas a menudo es inadecuada, las administraciones educativas deben invertir en la capacitación del personal y la recapacitación con el foco puesto en las estrategias de la escuela y el aula.

¿Qué pasos deben seguirse para satisfacer las necesidades personales de los estudiantes y hacer que la inclusión sea un éxito?

Primero, debemos tener claro que nuestro objetivo es tener escuelas comunitarias inclusivas y efectivas, que estén comprometidas con la inclusión y puedan llevarla a cabo. Una vez que se establece ese objetivo, se necesita liderazgo a todos los niveles: los legisladores, la autoridad educativa local, la escuela y el aula. Son necesarios los siguientes siete pasos críticos:

  1. Un plan para la transición y el cambio, por lo menos de 3 a 5 años para hacerlo correctamente;
  2. Invertir en la capacitación de los maestros y líderes escolares existentes;
  3. Desarrollar fuertes apoyos para los maestros de aula;
  4. Crear modelos positivos de éxito: identificar aulas, escuelas y comunidades que hacen un buen trabajo y compartir su éxito y estrategias;
  5. Identificar un cuadro de líderes e innovadores en todos los niveles y ayudarlos a construir redes donde puedan compartir su conocimiento;
  6. Identificar y compartir las mejores prácticas de la investigación, así como las prácticas que surgen de la experiencia local;
  7. Reconocer que las innovaciones y los cambios que marcarán la diferencia requerirán recursos. Eso significa inversión en dinero y personas.

¿Qué se debe evitar al implementar la inclusión?

Debemos tener en cuenta que hacer que nuestras escuelas sean inclusivas no es un asunto de un día. Es un esfuerzo a largo plazo para desarrollar capacidades en nuestras escuelas y aulas. También es importante evitar pensar que la inclusión es un problema de educación especial. No lo es. Se trata del papel de las escuelas en una sociedad democrática en el siglo XXI.

También es importante evitar la idea de que crear una escuela inclusiva es una tarea individual. Se necesita un esfuerzo de cada miembro del equipo de la escuela para hacerlo realidad. Eso significa maestros, directores, padres y estudiantes. Y las escuelas individuales necesitan colaborar y compartir con otras escuelas. Mantener una escuela inclusiva es una tarea compleja, una de las más desafiantes pero gratificantes en educación.

¿Por dónde deberíamos comenzar? ¿Hay modelos internacionales para inspirarnos?

Una escuela inclusiva que atienda a todos los niños y niñas requiere inversiones y apoyos para tener éxito. Necesita docentes cualificados y efectivos, buenos apoyos para los maestros, apoyo para estudiantes individuales, inversiones que aseguren el acceso y el uso de la tecnología asistencial. Este es un desafío en New Brunswick y estoy seguro de que lo es en Catalunya.

Esto hace que sea aún más importante mantener a los estudiantes en el entorno de aprendizaje común en las escuelas de la comunidad y destinar todas las inversiones disponibles allí. Cuando sacamos a los estudiantes de la escuela y los enviamos a otro lugar, llevamos dinero con ellos. Esto disminuye los recursos disponibles para proporcionar educación de calidad. Si mantenemos a todos los estudiantes, podemos mantener el dinero allí e invertirlo en la construcción de escuelas inclusivas que mejoren nuestros esfuerzos para fortalecer la educación pública de calidad.

Dado que el sistema desarrollado en New Brunswick no se basó en una aproximación de educación especial o deficitaria, el camino de aprendizaje y el modelo que ofrece esta experiencia pueden y han sido utilizados en otros países. En este sentido, mi experiencia internacional me dice que al menos puede ser instructivo en el desarrollo de sistemas de educación inclusiva en muchos contextos diferentes. Esa es la vía que hemos seguido en New Brunswick desde 1986. Hemos recorrido un largo camino, pero continuamos nuestros esfuerzos. Se promulgó una nueva política en septiembre de 2013 y se completó un plan de acción de tres años para aumentar la capacidad en 2016. Pero el trabajo nunca termina. Nuevos desafíos y nuevas oportunidades están por venir.

Una última palabra: mi experiencia me dice que, al fortalecer la inclusión, de hecho podemos fortalecer nuestras escuelas.
Fuente de la entrevista: https://www.educaweb.com/noticia/2017/10/31/educacion-calidad-educacion-inclusiva-son-dos-caras-misma-moneda-15178/

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Las razones por las que Francia prohibió los celulares en los colegios (Audio)

Francia / 5 de agosto de 2018 / Autor: Redacción Digital / Fuente: Blu Radio

 

El embajador de Francia en Colombia explicó las razones que justifican la medida y abrieron el debate.

El parlamento francés prohibió teléfonos celulares en colegios de primaria y secundaria, una promesa de campaña del presidente Emmanuel Macron.

El embajador de Francia en Colombia, Gautier Mignot, explicó a BLU Radio que la iniciativa busca que los niños puedan desconectarse en el tiempo de la enseñanza.

“La idea es que el tiempo en el colegio sea reservado para la enseñanza y el recreo para el descanso y el intercambio entre los muchachos. En los colegios había inconvenientes por el uso de celulares”, señaló el embajador.

Asegura que no hubo oposición a la nueva ley y el Senado votó por unanimidad.

“No hubo votos en contra en el Senado y solo hubo uno en la Cámara. En realidad, la medida fue bien recibida incluso por parte de los padres de familia”, añadió.

Manifiesta que la idea es dejar un margen de maniobra para los rectores de los colegios en las modalidades de aplicación. Es decir, la nueva ley incluye dispositivos conectados como celulares y tabletas, pero con excepciones para casos de niños discapacitados y en actividades pedagógicas que requieran utilizarlos.

“Se permite a los colegios autorizar el celular para los niños más grandes, de 16 años en adelante. Aunque no tengo la cifra exacta, se estima que en Francia los niños a partir de los 13 años ya tienen celular y es un factor importante para comunicarse con sus padres, pero se estaba volviendo una situación crítica en los colegios donde todos usaban estos equipos en los recesos”, añadió Mignot.

Finalmente, señaló que cada rector debe fijar las sanciones correspondientes a cada incumplimiento de la medida.

Fuente de la Entrevista:

https://www.bluradio.com/lanube/las-razones-por-las-que-francia-prohibio-los-celulares-en-los-colegios-185828-ie430

ove/mahv

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Boaventura de Sousa: Universidades públicas deben desmercantilizarse, descolonizarse y despatriarcalizarse

América Central/CostaRica/ucr.cr

Como parte de la conmemoración del centenario de la Reforma de Córdoba, el Dr. Boaventura de Sousa Santos ofreció una conferencia en el Teatro Popular Melico Salazar, que organizó la Universidad de Costa Rica (UCR), en la que hizo un profundo análisis sobre la manera en la que debe entenderse, en el momento actual, el manifiesto que se firmó en 1918, y cómo realizar una democratización de alta intensidad en las universidades públicas.

Para de Sousa, esta democratización consiste en desmercantilizarla, descolonizarla y despatriarcalizarla, diferentes tareas que hay que hacer y que deben darse con luchas distintas, pero de manera articulada.

Una universidad cuando empieza a descolonizarse debe rever su historia, debe entender que no hay un solo conocimiento válido, si no múltiples conocimientos de múltiples fuentes. Deben verse como espacios polifónicos donde hay variedad de voces con una coexistencia muy fuerte, para transformarse en “pluriversidad”.

No obstante, el embate del neoliberalismo será muy fuerte y para llegar a ese punto se tienen que buscar alianzas, pues el Estado dejó de ser un aliado de las universidades públicas.

“Las universidades tienen que buscar alianzas alternativas, y no es arriba, es abajo”. Tienen que demostrar que son espacios distintos, que no es ahora por oportunismo o por sobrevivencia que se buscan estas alianzas, si no que han entendido que su misión está en trabajar para la emancipación social, ya no de la clase media, sino de las personas más pobres, de los pueblos afrodescendientes y de los indígenas, lo que significa un proceso mucho más amplio, pues es ahí donde está su vocación.

¿Cuál es el contexto que nos obliga a pensar bien y a celebrar con mucha fuerza este manifiesto y este centenario?, preguntó el sociólogo portugués. Su respuesta fue enfática en destacar varios puntos, de lo que él llamó el “contexto brutal de nuestro tiempo”.

Así, explicó que el Estado ha sido reconfigurado para servirse de los intereses del capitalismo, del colonialismo y del patriarcado. Señaló, además, que el Estado es un campo de disputa lleno de contradicciones, y esas contradicciones han sido históricamente las luchas por el bien común.

La conferencia del Dr. de Sousa se llevó a cabo en el Teatro Popular Melico Salazar.

La conferencia del Dr. de Sousa se llevó a cabo en el Teatro Popular Melico Salazar. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.

 

Otro proceso del que habló fue el vaciamiento de la democracia, que se da cuando lo que antes era inversión ahora se ve como gasto.

“Cuando se destruyen o erosionan los derechos sociales y económicos, emerge lo que hoy llamo fascismo social. Las sociedades son políticamente democráticas, pero son socialmente fascistas”, sentenció.

“Lo que estamos pasando ahora es que el neoliberalismo quiere un Estado sin contradicciones, que esté totalmente a su servicio, que privatice, que liberalice, que desregule, para servir mejor a los intereses del capital. Esto de desfigurar el Estado es fundamental para entender lo que está pasando”.

Agregó que hoy en día existe la recolonización de la diferencia. El racismo, la xenofobia, la islamofobia son nuevas formas de colonialismo que están ampliamente instauradas en la sociedad actual.

“Vivimos en sociedades donde la dominación tiene tres cabezas: capitalismo, colonialismo y patriarcado, y ellas están bien articuladas; nuestro drama es que la resistencia sigue fragmentada”.

¿Cuál es el impacto de todo esto en la universidad pública?

Desde hace 30 años, cuando el neoliberalismo empezó con fuerza, la universidad pública comenzó a ser atacada y se convirtió en el gran blanco de los gobiernos conservadores. Esto sucede porque las universidades han sido históricamente el centro de la producción del pensamiento libre, crítico e independiente, y de la construcción de un proyecto nacional, aspectos que hoy no caben dentro del proyecto neoliberal.

Según de Sousa, este ataque se ha expresado en tres fases distintas. La primera, cuando se le pide a las universidades producir lo que el mercado exige. En segunda instancia, cuando se propone que la universidad sea ella misma un mercado y surgen los rankings, herramientas fundamentales para mercantilizarla. Por último, la fase en que se encuentran actualmente muchas universidades, en que la institución debe ser gobernada como una empresa y se aboga por eliminar la gratuidad.

“¿Podemos defenderla con base solamente en el Manifiesto de Córdoba? Es un instrumento brutal, es un patrimonio fundamental como mayo del 68, pero tendremos que ir más allá”, recalcó.

Charla magistral Boaventura de Sousa Santos

Boaventura Sousa, de origen portugués, es doctor en Sociología del derecho por la Universidad de Yale y catedrático, ya jubilado, de Sociología en la Universidad de Coímbra. El profesor se encuentra en Costa Rica para conmemorar los 100 años de la Reforma de Córdoba, una conmemoración a la acción universitaria.

https://www.ucr.ac.cr/noticias/2018/04/24/universidades-publicas-deben-desmercantilizarse-descolonizarse-y-despatriarcalizarse.html

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Maristella Svampa: “El aporte de Aníbal Quijano al pensamiento latinoamericano tiene dos etapas: la marginalidad y la colonialidad del poder”

Tres intelectuales latinoamericanos hablan de los aportes del sociólogo e intelectual peruano Aníbal Quijano.

Por Tejiendo Saberes PDTG

Para la investigadora argentina Maristella Svampa los aportes de Aníbal Quijano al pensamiento latinoamericano tienen dos etapas. Una de ellas fue la marginalidad, que Quijano denomino el polo marginal ligado a la estructura económica, este polo no estaba conformado ni por indígenas, campesinos u obreros, sino por marginales que se ubicaban en la periferia de las ciudades; este fue uno de los grandes problemas que recorrió el pensamiento latinoamericano en los años 60 y 70.  El segundo aporte es el de la colonialidad del poder que hoy atraviesa el pensamiento crítico latinoamericano. “Quijano no era un intelectual alejado de las luchas sociales, él acompañó a los sectores subalternos y desde esta categoría de decolonialidad, que corre el riesgo de ser vaciada de su potencialidad crítica, buscó iluminar las dimensiones en la configuración del poder, que desde una perspectiva eurocéntrica, pero también desde América Latina, se estaban invisibilizando”menciona Svampa. 

El periodista uruguayo Raúl Zibechi enfatiza en el planteamiento de Quijano respecto a la dificultad de realizar cambios importantes en las sociedades latinoamericanas mientras se siga aplicando un modelo de pensamiento eurocéntrico. “Aníbal nos plantea una serie de cuestiones bien importantes sobre la teoría revolucionaria, tenemos que inventarla, no podemos trasladar mecánicamente planteamientos revolucionarios de corte eurocéntricos pensados para otras realidades”, dice Zibechi. Añade que Aníbal ha conseguido formular algunas ideas muy importantes para comprender los movimientos sociales y para potenciar la acción social, ideas sobre la heterogeneidad de nuestros pueblos, de nuestras historias respecto al eurocentrismo, y eso nos lleva a pensar con cabeza propia, sin trasladar ideas del marxismo, el anarquismo, la social democracia o del conservadurismo, sino a tenerlas en cuenta, pero pensarlas en base a nuestras realidades. 

Los diversos aportes de Quijano a la academia y teoría política peruana marcaron un hito en la conceptualización sobre la descolonización, así lo afirma Horacio Machado (Argentina), quien además hace hincapié en el rol ancestral y cultural que tienen los pueblos originarios: “El pensamiento de Aníbal Quijano debería estimularnos a descolonizar nuestra sensibilidad vital para poder recuperar la sabiduría ancestral de los pueblos que están luchando por el agua, su territorio y la vida”.  

El pensamiento de Aníbal es fundamentalno solo para el pensamiento y la teoría social Latinoamérica, sino para la reconfiguración de todas las ciencias sociales a nivel mundial.  En el caso latinoamericanoAníbal realiza una producción teórica que es clave porque marca un hilo de continuidad desde el pensamiento críticodesde Mariátegui y la producción de la teoría de la dependencia en la década del 60, a los estudios sobre descolonialidad de los 90 en adelante, y es un fundamental porque la descolonialidad es un fenómeno presente y central a la hora de la configuración de la estructura política de nuestras sociedades en el siglo XXI. El colonialismo del siglo XVI al siglo XVIII persiste en las élites gobernantes de nuestros países a través de esa fantasía colonial del desarrollo,  que tiene una mirada epistémica del eurocentrismo, que no nos permiten pensarnos como pueblos que podemos tener un proyecto histórico propio. Creemos construirnos como civilizaciónemulando y plagiando los trayectos de Europa y de Estados Unidos, desconociendo que esas trayectorias civilizatorias de Europa, EEUU, justamente ha sido posible por la explotación imperialista del resto de los países. Entonces, la idea de colonialidad de Aníbal para poder pensar nuestro presente y poder deconstruir esa fantasía colonial desarrollista que lamentablemente no queda en bibliotecas o en libros, sino que se concretiza en programas de gobierno políticas públicas, aún tiene vigencia.  

Machado finaliza lamentando que los gobiernos progresistas de América Latina de las últimas décadas, que han tenido un papel clave entre los años 2003 al 2013, han sido subordinados como proveedores de materias primas para el proceso de industrialización de China, por lo que la idea de colonialidad de eurocentrismo son fundamental para pensar nuestro presente. 

Fuente: http://kaosenlared.net/maristella-svampa-el-aporte-de-anibal-quijano-al-pensamiento-latinoamericano-tiene-dos-etapas-la-marginalidad-y-la-colonialidad-del-poder/

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