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Entrevista: Milo Peñalba. “Sufrí persecución en el colegio por feminista”

Por Agustín Gallardo

Defendió la ley del aborto en el Senado. Militancia adolescente, rechazo a la Iglesia y a la dirigencia. “A una amiga la echaron por llevar pañuelo verde”, dice.

El humo verde sale de una bengala casi como una extensión natural del brazo. Atrás, cientos de estudiantes la vivan en una ronda donde Milagros Peñalba abre los brazos como si quisiera abrazarlos a todos. La instantánea, publicada en su cuenta de Instagram, está acompañada de un anuncio: “Voy a estar exponiendo en nombre de todes en el Senado.

Vamos juntes”, escribe Milo, como le dicen, en lenguaje inclusivo y con la euforia adolescente a flor de piel. Dicho y hecho: Milagros vino a Buenos Aires desde Salta con sus 16 años a defender su posición sobre la ley del aborto en el Senado y disparó fuerte contra el sistema educativo y de salud publica de esa provincia.

“No tenemos educación sexual ni tampoco se nos proveen métodos anticonceptivos, pero si nos quedamos embarazadas nos juzgan en las calles, nos echan de los colegios y se nos margina. Pero si abortamos nos llaman asesinos”, comenzó exponiendo, dando además argumentos, varios de ellos sobre vivencias personales. “En mi provincia, un cuarto de los embarazos son adolescentes, la

verdadera rectora de la educación es la Iglesia y te sancionan por presentarse a favor de esta ley”, agregó sin pelos en la lengua. “Lo que me importa es que llegue el mensaje de lucha que estamos teniendo y seamos conscientes de que no pueden morir más mujeres”, dice a PERFIL ya de regreso a su provincia, en una comunicación telefónica.

Milagros es integrante de la Coordinadora de Estudiantes Secundarios de Salta (Cesal), la que representa a más de 200 colegios de su provincia. La joven dice que habla siempre de su experiencia y de la que viven cientos de adolescentes en Salta. “En el colegio público al que fui, directamente no se enseñaba educación sexual. Esto pasa en gran parte de la provincia, por lo que me cuentan otras compañeras”, afirma. —Según comentaste, había una materia que se llamaba Educación para el Amor, donde te sugerían no tener sexo como método anticonceptivo.

¿Es cierto? —Sí, era así. Acá muchos adultos ven el sexo como un tabú, les da miedo que nosotros tengamos sexo y quiero avisarles: nosotros tenemos sexo. Por eso el “problema” de transmitir la educación sexual integral y laica. Nos parecía pésimo y no decíamos nada hasta que nos cansamos. A varios compañeros se les inculcaba la heterosexualidad obligatoria, por ejemplo.

EL machismo está instaurado acá. Tengo compañeros que fueron valorados por su vida sexual. —Estos días se dijo que te habían expulsado del colegio al que ibas por tu militancia. —No voy a decir nada de los colegios. —¿Por qué? —Porque puedo tener problemas, de hecho ya los estoy teniendo. —¿Qué te pasó? —Sufrí persecución en el colegio al que iba, y es todo lo que voy a decir. —¿Pero ya estás anotada en otro colegio? —Estoy en proceso. —¿Y qué pasa cuando vas por la calle? Dijiste que muchos de tus amigos son juzgados. —Me refería a la hipocresía que hay acá (en Salta) de parte de los que prohíben el aborto ya que nos juzgan tanto si defendemos la causa como si quedamos embarazadas, o si queremos llevar a cabo la maternidad.

Hay un gran juicio contra la mujer en Salta y contra el colectivo LGTB. Nos ha pasado que nos digan: “¡Qué asesina que sos!”, o “Andá a lavarte el culo”. Ese sale mucho. O te dicen: “Si abren las piernas para coger, ábranlas para parir”. Todo eso es común. —¿Sabés de otro alumno que haya sido expulsado de algún colegio por manifestar su descontento? —Sí, a una compañera del colegio la echaron por tener el pañuelo verde en la mochila.

El escenario es complicado porque veo casos de amigas que no pueden terminar la secundaria por estar embarazadas, o que van a estudiar con sus hijos porque no tienen con quién dejarlos. Por ahí lo pueden hacer y les dicen: “Qué hacés acá, andá a cuidar a tu hijo”. —Te referiste a la Iglesia como “rectora de la educación sexual”. ¿Qué pasa con la clase dirigente? —La Iglesia está muy presente, de hecho este plan Educación para el Amor fue instaurado por la Iglesia claramente.

La clase dirigente está muy conectada con la Iglesia y vemos que no se involucran. Nosotros varias veces los citamos para reunirnos. Nos hubiese encantado hablar con (Juan Manuel) Urtubey, pero no pudimos. Los políticos están presentes parcialmente para algunos sectores de la sociedad. Y cada vez que se presentan es, perdón por la forma, para cagarnos en algo.

La audiencia la pedimos con la ministra de Educación, (Analía) Berruezo. La pedimos para que nos dé respuesta a un montón de preguntas que tenemos. No tuvimos respuesta y negó toda las persecuciones que sufrimos los estudiantes. — ¿Qué te pareció el discurso de Abel Albino? —(risas)¡Ay!… por favor. Me dio miedo que una persona exponga de ese modo en el Senado. Aparte me parece nefasto que personas adultas, que hombres adultos sobre todo, vivan en esa realidad. Hay muchos hombres que piensan como Albino. —De todos los referentes que están en contra de la ley del aborto, ¿hay alguien de que digas “con está persona me puedo sentar a discutir”? —No, no hay referentes de Salvemos las dos Vidas que me guste como hablan.

El mejor referente con que me tocó discutir fue un compañero de colegio y fue una charla maravillosa. —Según contaste, tu mamá te tuvo a los 17 años. ¿Cómo toman ella y tu familia la exposición que estás teniendo? —Ella lo vive re orgullosa y me apoya mucho, pero también me está cuidando porque acá en Salta los que están en contra de la ley manejan una violencia increíble. Por eso voy siempre acompañada por alguien, con mi vieja, con mis compañeras. —¿Tenés miedo que te pase algo? —No, no me da miedo para nada. — ¿Te gustaría hacer política cuando salgas del colegio? —Estoy pensando porque hay varias carreras. Me gusta el psicoanálisis, la filosofía, los derechos humanos, la abogacía. Todo lo que tenga que ver con lo social. — ¿ Qué creés que va pasar el 8A (8 de agosto, día de la votación de la ley en el Senado? —Para mí va a ser ley. Tiene que ser ley sí o sí. — ¿Y si no? —Pienso positivamente. ¡Va a salir…! Si no, se va a armar un quilombo.

Los datos oficiales PERFIL se comunicó con el Ministerio de Salud de Salta desde donde, a través de un comunicado, expresaron como falso el hecho de no proveer educación sexual ni métodos anticonceptivos. “En todos los centros de salud y hospitales de la provincia se encuentran disponibles los insumos del Programa de Salud Sexual y Procreación Responsable, para adolescentes, jóvenes y adultos. (…)

Los insumos incluyen: preservativos, anticonceptivos orales combinados, anticonceptivos orales de solo progestágeno, anticonceptivos inyectables, anticonceptivo hormonal de emergencia, implante subdérmico, dispositivo intrauterino (DIU T cobre) y DIU con hormona”, dice el texto. Y agregan al respecto: “A través de esta metodología de trabajo se promueve el autocuidado, la prevención de patologías como el sida, sífilis y otras infecciones de transmisión sexual y la planificación familiar. PERFIL se comunicó con el Ministerio de Educación para saber si era cierto que habían expulsado a la joven, pero no hubo respuesta. Este diario pudo saber que la joven se fue del colegio Sagrado Corazón de Jesús en 2017 e ingresó a la escuela Tomas Cabrera. “Pudieron invitarla a que se vaya.

Fuente de la entrevista: http://www.perfil.com/noticias/protagonistas/milo-penalba-sufri-persecucion-en-el-colegio-por-feminista.phtml

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Inger Enkvist: “A nova pedagogia é um erro. Parece que não se vai à escola para estudar”

Por El País

Pedagoga sueca, com mais de quatro décadas de experiência na educação, critica método que dá mais iniciativa aos alunos na sala de aula e defende um ensino mais tradicional

O silêncio reina na rua de pedras onde mora Inger Enkvist, em Lund, uma das cidades mais antigas da Suécia, com uma das universidades mais importantes deste país nórdico. Ninguém diria que a poucos minutos a pé fica o centro urbano. Esta calma chega ao interior de seu apartamento, uma sobreloja com grandes janelas e um jardim traseiro comunitário. Seu escritório, luminoso e cheio de livros, é um reflexo de sua ideia de como é preciso se entregar a qualquer tarefa intelectual: com ordem, concentração, seguindo regras…, lendo.

Começou sua carreira educativa como professora do ensino secundário, e agora é catedrática emérita de espanhol na Universidade de Lund. Centrou sua pesquisa na obra de Mario Vargas Llosa e Juan Goytisolo, e escreveu ensaios sobre José Ortega y Gasset, Miguel de Unamuno e María Zambrano. Publicou vários livros sobre pedagogia – como Repensar a Educação (Bunker Editorial, 2006, digital) – e centenas de artigos, além de ter assessorado o Governo sueco no assunto. Sentada na sala de sua casa, Enkvist conversa em espanhol sobre como acredita que as escolas deveriam ser, enquanto bebe um suco de frutas vermelhas servido num jarrinho de barro comprado em Segóvia. Falando com ela, não é nada difícil imaginá-la no seu colégio, ainda menina, tirando ótimas notas.

Pergunta. Como recorda sua escola?

“O novo desafio é controlar o acesso ao celular. As escolas fazem bem em proibi-lo e os pais devem vigiar seu uso em casa. Devem saber dizer “não”

Resposta. Era pública e tradicional. Não tenho más recordações. Talvez houvesse algumas aulas chatas, mas às vezes a vida é assim. Os alunos chegavam na hora e não havia conflitos com os professores. A Suécia me deu uma educação gratuita e de qualidade.

P. Os tempos mudaram. Continua valendo a disciplina daquela época?

R. A relação entre pais e filhos se baseia mais do que nunca nas emoções. Temos uma vida mais fácil, e queremos que nossos filhos também a tenham. Mas a escola deve estar consciente de que sua tarefa principal continua sendo formar os jovens intelectualmente. A escola não pode ser uma creche, nem o professor um psicólogo ou um assistente social.

P. Qual deve ser a finalidade do ensino infantil?

Inger Enkvist, no escritório da sua casa, no centro de Lund (Suécia).
Inger Enkvist, no escritório da sua casa, no centro de Lund (Suécia). EVAN PANTIEL

R. Deve ser muitas coisas, mas sua tarefa principal é dar uma base intelectual. Dar conhecimentos aos jovens, prepará-los para o mercado de trabalho, transmitir-lhes uma cultura e proporcionar-lhes uma ideia da ordem social, porque a escola é a primeira instituição com a qual as crianças se deparam, e é importante que vejam que há algumas regras, que o professor é a autoridade e que é preciso respeitar tanto ele como os colegas.

P. Mas a tecnologia torna mais difícil controlar crianças hiperestimuladas.

R. Sempre houve dificuldades na aprendizagem. Há 50 anos, era o fato de precisar andar uma hora para chegar ao colégio, ou oferecer refeições nutritivas. Hoje se trata da enorme quantidade de estímulos. O novo desafio é controlar o acesso ao celular e ao computador para que se concentrem. As escolas que proíbem o celular fazem bem. Em casa, os pais devem vigiar o tempo de uso da tecnologia. Proibir é muito difícil, porque se criam conflitos, mas um pai moderno deve saber dizer “não”. Deve resistir.

P. Há pedagogos que afirmam que a escola tradicional é chata e educa crianças submissas, e que é preciso aprender a aprender.

R. A escola é um lugar para aprender a pensar sobre a base dos dados. Isso de insistir em aprender a aprender sem falar antes de aprendizagem é uma falsidade, porque não podemos pensar sem pensar em algo. Sem dados não há com o que começar a pensar.

P. A escola não deveria ser um lugar onde se divertir?

“O que os exames do PISA não revelam é se existe uma boa atmosfera na sala de aula, se bons princípios de trabalho são inculcados, se as ciências humanas são bem ensinadas”

R. A satisfação na escola deve estar vinculada ao conteúdo: entrar numa aula e que lhe contem algo que você não sabia. Mas é preciso saber que, para entender algo novo, é necessário fazer um esforço. Além disso, é fundamental que o professor nos ensine a ler e também como nos comportar. É impossível aprender bem sem que haja ordem na sala de aula. Essa é a base principal: comportamento, leitura e avaliação pelo conhecimento.

P. O que opina da tendência de pôr almofadas na sala de aula para que os alunos se deitem?

R. Isso é enganar os jovens. Para aprender a escrever, uma criança precisa sentar-se bem, olhar para frente, ter lápis e papel, concentrar-se… Aprender pode ser um prazer, mas, insisto, exige um esforço e um trabalho. É preciso dizer isso às crianças. Se não, estamos enganando-as. Tocar violino, por exemplo, não é fácil. Exige muita prática. Os estudos do psicólogo sueco Anders Ericsson mostraram que é necessário um esforço prolongado para melhorar em algo. Para ser bom em algo você tem que se dedicar 10.000 horas. E precisa fazê-lo de forma consciente e trabalhar com um professor. Sua pesquisa avaliza a ideia tradicional de uma escola baseada no esforço do aluno, sob a orientação de um professor.

P. Há quem diga que não é preciso decorar porque tudo está no Google.

R. Essa é outra falsidade. O Google é uma ferramenta genial. É de grande ajuda para os adultos, porque sabemos o que procuramos. Mas, para quem não sabe nada, o Google não serve de nada. Há intelectuais que andam por aí dizendo que estudar geografia não foi útil. Acredito que se esqueceram de como e quanto aprenderam na escola. Afirmar essas coisas é uma falta de honradez com os jovens. E menosprezar a importância em si da vida intelectual do aluno.

P. Em que consiste a nova pedagogia que você critica?

Inger Enkvist: “A nova pedagogia é um erro. Parece que não se vai à escola para estudar”
EVAN PANTIEL

R. A nova pedagogia é um pensamento que se vê por toda parte no Ocidente. A Suécia a adotou nos anos sessenta. Consiste, por exemplo, na pouca gradação das notas, por isso muitos pensam que não há razão para estudar muito se isso não for se refletir no histórico escolar. Dá-se muita importância à iniciativa do aluno, trabalha-se em equipe e, ao mesmo tempo em que as provas desaparecem, aparecem os projetos e o uso das novas tecnologias. Em geral, parece que se vai à escola para fazer atividades, não para trabalhar e estudar. Dá-se mais ênfase ao social que ao intelectual. Acho que é um erro. Por um lado, os alunos com mais capacidade não desenvolvem todo o seu potencial e, por outro, os que têm uma menor curiosidade natural por aprender não avançam. Além disso, muitos gostos são adquiridos, como a história, a leitura e a música clássica. No começo podem parecer chatos, mas, se alguém insistir para que tenhamos um primeiro contato, é possível que acabemos gostando. Atualmente, muitos jovens escolhem sem terem conhecido e, claro, escolhem o fácil.

P. A Espanha é um dos países da OCDE que dedica mais horas à lição de casa. Isso tem alguma utilidade?

R. Quando a jornada é muito longa, como na Espanha, não faz sentido. Se um aluno está cansado, a lição de casa não melhora o seu rendimento. É preciso buscar um número ideal de aulas pela manhã, quando a criança está mais acordada, dar-lhe um tempo de descanso e, à tarde, talvez uma tarefa de revisão do que fez durante aquele dia. Um bom exemplo é a Finlândia, onde os alunos entram às oito da manhã e saem às duas da tarde, incluindo o almoço; exceto às quintas-feiras, quando saem às quatro da tarde.

P. Quando criança, você era um grande leitora. Como despertar esse prazer se uma criança não está interessada?

R. Era uma leitora compulsiva. Ninguém teve de insistir para que eu pegasse um livro. Mas há crianças que precisam disso. Talvez no começo seja necessário forçá-las um pouco, encorajá-las para que se tornem leitoras de lazer. Como se faz isso da escola? Comprar bons livros para a biblioteca e recomendar um a cada sexta-feira. Um aluno pode contar o que leu naquela semana. Fazer pequenas competições para ver quem leu mais. Medir como o seu vocabulário aumenta. E explicar que a leitura lhes permitirá, quando adultos, um melhor desenvolvimento. Se os alunos começam a ler, quase todos descobrirão que é um prazer. Mas eles precisam de horas. Calcula-se que na maioria dos países se dedicam 400 horas à aprendizagem da leitura na escola primária. Para ser um bom leitor, são necessárias 4.000 horas. É impossível ter tanto tempo na aula. Eles têm de fazer isso em casa. O que os pais podem e devem fazer é ler com os filhos: apoiar a leitura e servir de modelo.

P. Mas as humanidades estão perdendo peso.

R. Dizem que o amanhã será dominado pela tecnologia e pelas ciências naturais, e que o que é histórico não é importante. Além disso, as provas do PISA [Programa Internacional de Avaliação de Estudantes], um conjunto de exames organizados pela OCDE para avaliar as competências de alunos de 15 anos em ciências, matemática e leitura] não levam em conta as humanidades porque é difícil comparar esses conhecimentos entre países, então a vontade de competição os leva a dar mais ênfase às matérias que fazem parte do PISA e negligenciar as outras. Tanto a escola quanto a família devem dar mais ênfase às humanidades.

P. A visão do PISA é a de uma escola que deveria funcionar como uma empresa?

R. A OCDE é uma organização econômica e analisa a educação a partir dessa perspectiva. O que o PISA não revela é se existe uma boa atmosfera na sala de aula, se bons princípios de trabalho são inculcados, se as ciências humanas, as ciências sociais, as matérias estéticas como arte e música, que são essenciais, são bem ensinadas. O PISA é uma prova muito específica que analisa algumas coisas. As escolas e os países deveriam defender que eles ofereçam muito mais do que isso.

P. Em seus livros, você aponta a Finlândia como um dos grandes modelos.

R. A educação na Finlândia foi tradicional, embora há dois anos o Governo tenha lançado um programa mais parecido com o da Suécia, porque meu país tem um desempenho escolar inferior, mas tem um comportamento econômico superior e criou empresas de tecnologia como Spotify e Skype. O Governo finlandês parece pensar que com um pouco de desordem suas escolas serão mais criativas. Não acredito nisso.

P. A Finlândia era tradicional? Não há exames no ensino obrigatório nem os havia antes dessa reforma que você menciona.

R. É preciso repensar a fobia aos exames. O exame ajuda a se concentrar em um objetivo. Que em tal dia você tem de saber esses conhecimentos. Um bom professor ensina coisas aos alunos, revisa com eles e faz algumas provas. E constroem outros ensinamentos sobre o que já foi aprendido, então esses conhecimentos voltam a aparecer mais tarde. Não faz um exame sobre algo sem importância. Com a prova final acontece a mesma coisa. É um objetivo claro. Ajuda a ter uma visão global.

P. Na Finlândia não se compara tanto as escolas, o que é comum na Espanha. É assim?

R. Na Finlândia continuam com a tradição de confiar nos professores. Quando existe um controle estatal do desempenho e se fazem comparações entre as escolas, o ambiente se deteriora. Para os professores, gera estresse e rancor em relação a quem te controla.

P. Como deve ser um bom professor?

R. Responsável e bem formado. Deve acreditar no poder do conhecimento. Não se é bom professor apenas pelo que se sabe sobre a matéria, nem só porque sabe conquistar os alunos. É preciso combinar ambos os elementos: atrair os alunos para a matéria para ensiná-la adequadamente. É preciso recrutar professores excelentes em que alunos, pais e autoridades possam confiar. E a menos que haja uma situação grave, devemos deixá-los trabalhar.

P. Como foi sua experiência na sala de aula?

R. O aluno tem de respeitar as instruções do professor, fazer as lições de casa e, por exemplo, não mentir. Antes, mentir era muito grave. Agora parece que não acontece nada. Vi jovens que inventam motivos para justificar por que não fizeram um trabalho, que escrevem de forma pouco legível para gerar dúvidas ou discutem o tempo todo com os professores. Sei o quão desagradável é que um aluno tente mentir para você. Vi isso no ensino médio e na universidade. Quando um professor sente que não é respeitado, que tentam enganá-lo, todas as relações de ensino se rompem.

P. O que fazer com as crianças que incomodam e não deixam os outros trabalharem?

R. Isso é um tabu. É considerado pouco democrático. Diz-se que devemos dar uma oportunidade a todos. Mas o que acontece quando uma criança problemática não deixa os outros trabalharem, quando se fala com ela e com os pais, mas não se corrige? É preciso colocá-lo em um grupo separado para ver se percebe e muda.

P. E as crianças que se esforçam, mas não atingem o nível?

R. Elas podem ter aulas de reforço. E podemos oferecer itinerários diferentes, como no caso de Cingapura.

P. E repetir de ano?

R. Fazer repetir uma criança às vezes serve e às vezes não, porque cada um é diferente. Gosto do sistema de Cingapura, onde o lema é que cada criança pode atingir seu nível ótimo. Existem diferentes maneiras de conseguir isso: uma maneira, digamos, normal e outra, expressa. A segunda inclui mais conteúdos em menos tempo. Há quem diga que é menos democrático, mas creio que, pelo contrário, é mais democrático porque convém à criança, à família e ao Estado. E há menos evasão escolar, um problema muito mais grave.

P. Não está aprendendo também por imitação? Ou seja, os alunos adiantados podem puxar aqueles que ficam para trás?

R. Funciona quando o grupo tem um bom nível e um bom professor. E se aqueles que têm de se integrar são poucos e querem fazê-lo. Se não, o que geralmente acontece é que aqueles que não querem trabalhar arrastam os outros.

P. O bilinguismo que combina inglês e espanhol prolifera nas escolas espanholas. Você matricularia seus filhos em uma dessas escolas?

R. Primeiramente, eu analisaria outras opções. Aprender inglês é bom, mas é preciso perguntar o que deixamos de aprender de outras matérias. Tenho dúvidas. Acredito que se pode aprender bem inglês com algumas horas de aula sem sacrificar outros conhecimentos, como por exemplo, as ciências. Na Suécia, as aulas de inglês só começam aos 9 ou 10 anos.

Fonte da entrevista: https://brasil.elpais.com/brasil/2018/07/17/actualidad/1531826084_917865.html

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La Historia es Nuestra: De Quilicura a Camboya, la profesora chilena nominada al Global Teacher Prize (Audio)

Chile / 29 de julio de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: Cooperativa

Paula Molina entrevista a Catherine Berríos, profesora de francés de la UMCE sobre el camino que la llevó a trabajar en un orfanato en una localidad cercana a la frontera con Tailandia. La docente habla de la enseñanza como negocio en Chile y de la propuesta del Ministro de Educación, de arreglar los techos de los colegios con “bingos”.

Fuente de la Entrevista:
https://www.cooperativa.cl/noticias/pais/educacion/colegios/la-historia-es-nuestra-de-quilicura-a-camboya-la-profesora-chilena/2018-07-23/164514.html
ove/mahv
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Inger Enkvist: “La nueva pedagogía es un error. Parece que se va a la escuela a hacer actividades, no a trabajar y estudiar”

Redacción: Cristina Galindo/El País

Lleva más de cuatro décadas dando lecciones, tanto en el ámbito universitario como el del instituto. Una experiencia que ha servido de espoleta para sus investigaciones sobre el arte de enseñar. Esta catedrática emérita de español en Suecia aborrece la llamada “nueva pedagogía”, que otorga más iniciativa a los alumnos en el aula, y defiende una enseñanza más tradicional. La tarea principal de la escuela debe ser, según ella, dar una base intelectual a los ciudadanos.

L SILENCIO REINA en la ­calle adoquinada en la que reside Inger Enkvist en Lund, una de las ciudades más antiguas de Suecia, con una de las universidades más importantes del país nórdico. Nadie diría que a pocos minutos andando está el centro urbano. Esa calma llega hasta el interior de su apartamento, un ­entresuelo con grandes ventanales y un jardín trasero comunitario. Su despacho, luminoso y lleno de libros, es un reflejo de su idea de cómo hay que entregarse a cualquier tarea intelectual: con orden, concentración, siguiendo unas normas…, leyendo.

Mientras la mayoría de los expertos educativos cuestionan la utilidad que tiene memorizar datos en la era de Google y abogan por terminar con las hileras de pupitres, las asignaturas y dar más libertad a los alumnos, Enkvist (Värmland, Suecia, 1947) defiende la necesidad de volver a una escuela más tradicional, donde primen la disciplina, el esfuerzo y la autoridad del maestro. Su punto de vista cuestiona los postulados de esa nueva pedagogía, pero también se distancia de aquellos que creen que la escuela es una fábrica de alumnos en serie y que debe centrar sus esfuerzos en competir con otros centros para ascender en las clasificaciones mundiales.

Comenzó su carrera educativa como profesora de secundaria y ahora es catedrática emérita de español en la Universidad de Lund. Ha centrado su investigación en la obra de Mario Vargas Llosa y Juan Goytisolo, y ha escrito ensayos sobre José Ortega y Gasset, Unamuno y María Zambrano. Ha publicado varios libros sobre pedagogía —­como La buena y la mala educación (Encuentro, 2011)— y cientos de artículos, además de haber asesorado sobre la materia al Gobierno sueco. Sentada en el salón de su casa, Enkvist conversa en español sobre cómo cree que deberían ser las escuelas, mientras bebe un zumo de bayas servido con una jarrita de barro recuerdo de Segovia. Hablando con ella no cuesta nada imaginársela en su colegio, de niña, sacando muy buenas notas.

¿Cómo recuerda su escuela? Era pública y tradicional. No tengo malos recuerdos. Quizás había algunas clases aburridas, pero así es a veces la vida. Los alumnos llegaban a su hora y no había conflictos con los profesores. Suecia me dio una educación gratuita y de calidad.

“El nuevo desafío es controlar el acceso al móvil. Los colegios hacen bien en prohibirlo y los padres deben vigilar su uso en casa. Deben saber decir que no”

Los tiempos han cambiado. ¿Sigue valiendo la disciplina de entonces? La relación entre padres e hijos se basa más que nunca en las emociones. Tenemos una vida más fácil y queremos que nuestros hijos también la tengan. Pero la escuela tiene que ser consciente de que su tarea principal sigue siendo formar intelectualmente a los jóvenes. La escuela no puede ser una guardería, ni el profesor un psicólogo o un trabajador social.

¿Cuál debe ser la finalidad de la enseñanza infantil? Debe ser muchas cosas, pero su tarea principal es dar una base intelectual. Dar conocimientos a los jóvenes, prepararlos para el mercado laboral, trasmitirles una cultura y proporcionarles una idea del orden social, porque la escuela es la primera institución con la que se encuentran los niños y es importante que vean que hay unas reglas, que el maestro es la autoridad y que hay que respetarlo tanto a él como a los compañeros.

Pero la tecnología hace más difícil controlar a unos niños hiperestimulados. Siempre ha habido dificultades en el aprendizaje. Hace 50 años era que había que andar una hora para llegar al colegio o proporcionar comidas nutritivas. Hoy se trata de la enorme cantidad de estímulos. El nuevo desafío es controlar el acceso al móvil y al ordenador para que se concentren. Las escuelas que prohíben el móvil hacen bien. En casa, los padres deben vigilar el tiempo de uso de la tecnología. Prohibir es muy difícil porque se crean conflictos, pero un padre moderno debe saber decir que no. Debe resistir.

Hay pedagogos que afirman que la escuela tradicional es aburrida y educa a niños sumisos, y que hay que aprender a aprender. La escuela es un sitio para aprender a pensar sobre la base de los datos. Lo de insistir en aprender a aprender sin hablar antes de aprendizaje es una falsedad, porque no podemos pensar sin pensar en algo. Sin datos, no hay con qué empezar a pensar.

Inger Enkvist, en el estudio de su casa en el centro de Lund (Suecia).
Inger Enkvist, en el estudio de su casa en el centro de Lund (Suecia). EVAN PANTIEL

¿La escuela no debería ser un lugar donde pasarlo bien? La satisfacción de la escuela debe estar vinculada al contenido: entrar en una clase y que te cuenten algo que no sabías. Pero hay que saber que para entender algo nuevo hay que hacer un esfuerzo. Además, es fundamental que el maestro nos enseñe a leer y también cómo comportarnos. Es imposible aprender bien sin que haya orden en el aula. Esa es la base principal: comportamiento, lectura y aprecio por el conocimiento.

¿Qué opina de la tendencia de poner cojines en el aula para que se tumben los alumnos? Eso es engañar a los jóvenes. Para aprender a escribir, un niño tiene que sentarse bien, mirar hacia delante, tener hoja y papel, concentrarse… Aprender puede ser un placer, pero, insisto, requiere un esfuerzo y un trabajo. Hay que decírselo a los niños. Si no, les estamos engañando. Tocar el violín, por ejemplo, no es fácil. Requiere mucha práctica. Los estudios del psicólogo sueco Anders Ericsson mostraron que se necesita un esfuerzo prolongado para mejorar en cualquier cosa. Para ser bueno en algo tienes que dedicarle 10.000 horas. Y hay que hacerlo de forma consciente y trabajar con un maestro. Su investigación avala la idea tradicional de una escuela basada en el esfuerzo del alumno bajo la dirección de un profesor.

Algunos dicen que no hace falta memorizar porque todo está en Google. Esa es otra falsedad. Google es un instrumento genial. Es de gran ayuda a los adultos, porque sabemos lo que buscamos. Pero para quien no sabe nada, Google no sirve de nada. Hay intelectuales que andan por ahí diciendo que estudiar geografía no les fue útil. Creo que se han olvidado de cómo y cuánto aprendieron en la escuela. Afirmar tales cosas es una falta de honradez con los jóvenes. Y minusvalorar la importancia en sí de la vida intelectual del alumno.

¿En qué consiste la nueva pedagogía que critica usted? La nueva pedagogía es un pensamiento que se ve por todas partes en Occidente. Suecia lo puso en marcha en los sesenta. C0nsiste, por ejemplo, en la poca gradación de las notas, por lo que muchos piensan que para qué estudiar mucho si no se va a reflejar en el expediente. Se da mucha importancia a la iniciativa del alumno, se trabaja en equipo y, mientras desaparecen los exámenes, aparecen los proyectos y el uso de las nuevas tecnologías. En general, parece que se va a la escuela a hacer actividades, no a trabajar y estudiar. Se da más énfasis a lo social que a lo intelectual. En España esa tendencia empezó a llegar más tarde, con la LOGSE en 1990. Creo que es un error. Por una parte, los alumnos con más capacidades no desarrollan todo su potencial y, por otra parte, los que tienen una menor curiosidad natural por aprender no avanzan. Además, muchos gustos son adquiridos, como la historia, la lectura o la música clásica. Al principio pueden resultar aburridos, pero, si alguien insiste para que tengamos una primera toma de contacto, es posible que acaben gustándonos. Ahora muchos jóvenes eligen sin haber conocido y, claro, eligen lo fácil.

España es uno de los países de la OCDE que más horas dedican a los deberes. ¿Sirven de algo?Cuando la jornada es muy larga, como en España, no tienen sentido. Si un estudiante está cansado, poner deberes no mejora su rendimiento. Hay que buscar un número óptimo de clases por la mañana, cuando está más despierto, darle un tiempo de descanso y, por la tarde, quizás una tarea de repaso de lo que ha hecho durante ese día. Un buen ejemplo es Finlandia, donde los alumnos entran a las ocho de la mañana y salen a las dos de la tarde, incluido el almuerzo; salvo los jueves, que salen a las cuatro de la tarde.

De niña era usted una gran lectora. ¿Cómo despertar ese placer si un niño no está interesado? Era una lectora compulsiva. Nadie tuvo que insistir para que cogiera un libro. Pero hay niños que lo necesitan. Quizás al principio hay que forzarles un poco, animarles para que se conviertan en lectores de ocio. ¿Cómo se hace eso desde la escuela? Comprar buenos libros para la biblioteca y recomendar uno cada viernes. Un alumno puede contar lo que ha leído esa semana. Hacer pequeñas competiciones para ver quién ha leído más. Medir cómo aumenta su vocabulario. Y explicar que la lectura les permitirá, cuando sean adultos, desenvolverse mejor. Si los alumnos empiezan a leer, casi todos van a descubrir que es un placer. Pero necesitan horas. Se calcula que en la mayoría de los países se dedican 400 horas en primaria al aprendizaje de la lectura. Para ser un buen lector hacen falta 4.000 horas. Es imposible encontrar tanto tiempo en clase. Tienen que hacerlo en casa. Lo que pueden y deben hacer los padres es leer con sus hijos: apoyar la lectura y servir ellos mismos de modelo.

“Lo que las pruebas PISA no revelan
es si hay un buen ambiente en el aula, se inculcan buenos principios de trabajo o se enseñan bien las humanidades”

Pero las humanidades están perdiendo peso. Se dice que el mañana estará dominado por la tecnología y las ciencias naturales, y que lo histórico no es importante. Además, las pruebas PISA [exámenes organizados por la OCDE que evalúan las competencias de alumnos de 15 años en ciencia, matemáticas y lectura] no tienen en cuenta las disciplinas humanísticas porque es difícil comparar esos conocimientos entre países, así que la voluntad de competición les lleva a poner más énfasis en las materias que entran en PISA y descuidan las demás. Tanto en la escuela como en la familia se debe dar más énfasis a las humanidades.

¿La visión de PISA es la de una escuela que debería funcionar como una empresa? La OCDE es una organización económica y analiza la educación desde esa perspectiva. Lo que PISA no revela es si hay buen ambiente en el aula, si se inculcan buenos principios de trabajo, si se enseñan bien las humanidades, las ciencias sociales, las materias estéticas como el arte y la música, que son esenciales. PISA es una prueba muy específica que analiza algunas cosas. Las escuelas y los países deberían defender que ellos ofrecen mucho más que eso.

En sus libros señala a Finlandia como uno de los grandes modelos. La educación de Finlandia ha sido tradicional, aunque hace dos años el Gobierno puso en marcha un programa más parecido al de Suecia, porque mi país tiene un rendimiento escolar inferior, pero disfruta de un comportamiento económico superior y ha creado empresas tecnológicas como Spotify y Skype. El Gobierno finlandés parece pensar que con un poco de desorden sus colegios serán más creativos. No lo creo.

¿Finlandia era tradicional? No hay exámenes en la educación obligatoria ni los había antes de esa reforma que menciona. Hay que repensar la fobia a los exámenes. El examen ayuda a centrarse en un objetivo. Que tal día tienes que saber estos conocimientos. Un buen profesor enseña cosas a los alumnos, repasa con ellos y les pone algunas pruebas. Y construyen otras enseñanzas sobre lo ya aprendido, así que esos conocimientos vuelven a salir más adelante. No pone un examen sobre algo sin importancia. Con las reválidas pasa lo mismo. Son una meta clara. Ayudan a tener una visión global.

En Finlandia no se compara tanto a los colegios, algo habitual en España. ¿Es así? En Finlandia siguen con la tradición de confiar en sus profesores. Cuando hay un control estatal del rendimiento y se hacen comparaciones entre las escuelas, el ambiente se enrarece. Para los profesores, genera estrés y rencor hacia quien te controla.

¿Cómo debe ser un buen profesor? Responsable y bien formado. Debe creer en el poder del conocimiento. Uno no es buen profesor solo por lo que sabe de la materia, ni solo porque sabe ganarse a los alumnos. Hay que combinar ambos elementos: atraer a los alumnos a la materia para enseñarla adecuadamente. Hay que reclutar a profesores excelentes en los que puedan confiar alumnos, padres y autoridades. Y a no ser que haya una situación grave, debemos dejarles trabajar.

Inger Enkvist: “La nueva pedagogía es un error. Parece que se va a la escuela a hacer actividades, no a trabajar y estudiar”
EVAN PANTIEL

¿Cómo ha sido su experiencia en clase? El alumno tiene que respetar las indicaciones del profesor, hacer las tareas y, por ejemplo, no mentir. Antes, mentir era muy grave. Ahora parece que no pasa nada. He visto a jóvenes que se inventan motivos para justificar por qué no han hecho un trabajo, que escriben de forma poco legible para generar dudas o discuten todo el rato con los profesores. Sé lo desagradable que resulta que un alumno intente mentirte. Lo he visto, en el instituto y en la universidad. Cuando un profesor siente que no se le respeta, que intentan engañarle, se rompe toda relación de enseñanza.

¿Qué hacer con los niños que molestan y no dejan trabajar a los demás? Eso es un tabú. Se considera poco democrático. Se dice que hay que dar una oportunidad a todos. Pero ¿qué pasa cuando un niño conflictivo no deja trabajar a los demás, cuando se ha hablado con él y con los padres pero no rectifica? Hay que ponerlo en un grupo aparte a ver si así se da cuenta y cambia.

¿Y los niños que se esfuerzan, pero no llegan al nivel? Se les puede dar clases de apoyo. Y ofrecer itinerarios diferentes, como ocurre en el caso de Singapur.

¿Y repetir curso? Hacer repetir a un niño a veces sirve y a veces no, porque cada uno es diferente. A mí me gusta el sistema de Singapur, donde el lema es que cada niño pueda llegar a su nivel óptimo. Para ello hay diferentes formas de conseguirlo: una vía digamos normal y otra vía exprés. La segunda incluye más contenidos en menos tiempo. Algunos dicen que es menos democrático, pero yo creo, al revés, que es más democrático porque conviene al niño, a la familia y al Estado. Y hay menos abandono escolar, un problema mucho más grave.

¿No se aprende también por imitación? Es decir, ¿los adelantados pueden tirar de los que se quedan atrás? Funciona cuando el grupo tiene de media un buen nivel y un buen profesor. Y si los que se tienen que integrar son pocos y quieren hacerlo. Si no, lo que suele pasar es que los que no quieren trabajar arrastran a los demás.

El bilingüismo que combina el inglés y el español prolifera en los colegios españoles. ¿Habría llevado a sus hijos a una de estas escuelas?Primero, analizaría otras opciones. Aprender inglés está bien, pero hay que preguntarse qué dejamos de aprender de otras materias. Tengo dudas. Creo que se puede aprender bien inglés con algunas horas de clase sin sacrificar otros conocimientos, como por ejemplo las ciencias. En Suecia no se empieza con el inglés hasta los 9 o 10 años.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2018/07/17/eps/1531826084_917865.html

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Nos falta pedagogía de la discapacidad, educación en la diversidad, en el respeto al diferente y empatía»

Entrevista a Vicky Bendito, la periodista que ha iniciado una campaña en change.org para que la Constitución cambie su artículo 49 para que la definición de “disminuidos físicos, sensoriales y psíquicos” se sustituya por la de “personas con discapacidad”

Hay quien como Vicky Bendito no se amilana ni ante la mismísima Constitución. Y es que esta periodista y experta en comunicación por más que la Carta Magna en su artículo 49 le diga que las personas con discapacidad son “disminuidos físicos, sensoriales y psíquicos”, se niega a sentirse como tal. “Yo soy sorda y punto”, dice alto y claro. Por eso, con la fuerza de una mujer que desde que nació se hizo dueña de su destino, ha hecho una petición en change.org con la que está rompiendo barreras (lleva cerca de 73000 apoyos) y con la que pide cambiar una expresión pasada de tiempo y poco acertada por la de “personas con discapacidad”. “Ni de broma pensé que iba a cosechar más de 72.000 firmas, ni que fueran a mencionar mi iniciativa en la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados cuando no llevaba ni un mes. Fue un subidón oír cómo el presidente de la Comisión de Discapacidad del Congreso de los Diputados, Jordi Xuclà, hablaba de mi petición y de lo que también es una vieja reivindicación del Cermi. Y también fue otro subidón escuchar a la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, que estaba de acuerdo con la propuesta que, por cierto, es también vieja promesa, pues en 2005, el entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció que propondría a las distintas fuerzas políticas cambiar el término disminuido por personas con discapacidad”, explica a Diario16. Además Bendito reconoce que dicho cambio “sería una preciosa forma de celebrar el 40 aniversario de nuestra Carta Magna que, además, dejaría constancia de que nuestros legisladores están a la altura de la sensibilidad y las demandas sociales”, comenta.

La viva imagen de la resiliencia

La periodista y activista de la discapacidad se siente “afortunada” y con “una vida razonablemente buena”. Ni su síndrome de Treacher Collins (una enfermedad rara congénita, discapacitante e incurable que afecta al rostro), ni su discapacidad, le han impedido llegar hasta donde ha querido. “Desde octavo de EGB quería ser periodista, lo tenía muy claro, y ya llevo 25 años en el mundo del periodismo y la comunicación, llevo más de 20 años con un hombre maravilloso que es mi marido, mi familia no la cambio por ninguna otra, pues sin ella, no estaría donde estoy hoy, y unos amigos estupendos que me apoyan, me entienden, me dicen lo que piensan, me aceptan tal como soy y siempre están ahí”, cuenta.

En tu caso no se te ha puesto ningún obstáculo por delante, no has tenido miedo. ¿Eres de las que no se amedrentan?

Soy peleona, sí, no soy de las que se resignan, pero, lo confieso, a veces la sonrisa se me cae al suelo y lloro de impotencia y ese día digo, hasta aquí he llegado, porque, hablo de mí, hay ocasiones en la que mi discapacidad me pesa. Por ejemplo cuando quiero ir al teatro y tengo que pillar las entradas más caras para poder estar cerca del escenario y escuchar, porque no hay bucle magnético; cuando tengo que comprar un procesador nuevo que, además, tiene un precio desorbitado; cuando tengo que comprar determinados productos farmacéuticos que he de utilizar siempre y que la seguridad social ya no cubre, cuando veo que hay cenutrios que aparcan en una plaza de aparcamiento para personas con movilidad reducida porque “es más grande y está más cerca de la puerta”, o cuando veo que quienes prosperan en muchas empresas son personas sin discapacidad, llevando menos tiempo que otras con discapacidad que han demostrado de sobra su profesionalidad. ¿Cuántas personas con discapacidad ocupan cargos públicos que no tengan que ver con la discapacidad?

¿Cuántas veces sentís las miradas que juzgan o etiquetan en lugar de las que ven a las personas capaces que sois?

Hablo por mí. Las miradas se producen a diario, pero yo ya ni las siento, he aprendido a ignorarlas. Recuerdo una vez que iba con mi suegra en el autobús y, cuando nos bajamos, me dijo: “¿Viste cómo te miraba esa señora?”. “No, la verdad”. “Se te quedó mirando y me molestó, y me le quedé mirando feo”, me dijo toda indignada. “Vas a tener que acostumbrarte, porque esto es parte de mi día a día”. Son tantas, que llega un momento en que ni cuenta te das, salvo que sean muy descaradas, claro. En mi caso, que nací con el síndrome de Treacher Collins lo que más llama la atención es el rostro. Siempre digo que no me molesta que me miren, es normal, mi cara llama la atención, sino cómo me miran. Hay miradas y miradas. Las hay de curiosidad, de sorpresa, de horror, de morbo. Mucha gente me mira y no se corta en un pelo, y siguen mirándome como si fuera un objeto inanimado, y se recrean, rozando la mala educación, eso sí que me molesta. Luego hay gente a la que le da pudor su reacción y enseguida se disculpan y preguntan con mucha educación qué me ocurrió, si tuve un accidente o me quemé la cara, por ejemplo.

“SIEMPRE DIGO QUE NO ME MOLESTA QUE ME MIREN, ES NORMAL, MI CARA LLAMA LA ATENCIÓN, SINO CÓMO ME MIRAN. HAY MIRADAS Y MIRADAS”

¿Pero el desánimo no te invade a veces? 

Soy humana. Respiro hondo y tiro otra vez para adelante porque, entre otras cosas, no queda otra. Porque somos nosotros los primeros que tenemos que poner en evidencia las desigualdades que sufrimos, los que tenemos que pelear, en nuestro entorno más próximo, poco a poco, día a día, por nuestro lugar en el mundo, por nuestros derechos, recogidos en ese maravilloso tratado que es la Convención de Derechos de las Personas con Discapacidad, porque, como me decía una amiga mía en una de esas crisis, “si lo dejamos en manos de otros, esto se va al carajo del todo”. No hay que resignarse. En un post que escribí hace ya, decía que creo en la gente que pelea para que este mundo sea un lugar mejor en el que vivir porque, si no fuera por esa gente, la esclavitud no se habría abolido, las mujeres no tendrían derecho al voto, la educación sólo sería cosa de unos cuantos privilegiados, la ciencia no habría evolucionado y muchas enfermedades no tendría cura, el hombre no habría puesto un pie en la luna y las personas con discapacidad aún seríamos unos tullidos inútiles y un lastre para la sociedad.

¿Cuánto te ha ayudado el sentido de humor en la vida?

Muchísimo. El humor es muy sano, impide que te amargues. Además, contribuye a que los demás aprendan a tratar la discapacidad con naturalidad.

 ¿Con qué término te quedas con el de discapacidad o el de diversidad funcional?

Con la expresión “personas con discapacidad”, que es la que recoge la Convención de la ONU sobre Derechos de las Personas con Discapacidad, firmada y ratificada por 141 países, entre ellos, España. La expresión “diversidad funcional” no la comparto. La respeto, pero no la comparto. No me define. Me resulta confusa. No me considero que tenga una variedad o abundancia de varias desemejanzas. Y mis funciones biológicas no son más o menos diversas que las de una persona sin discapacidad. Lo que yo tengo es sordera y, por lo tanto, tengo una discapacidad. Punto. Forma parte de mi vida y lo tengo más que asumido. Y las personas con discapacidad formamos parte de la diversidad, tan amplia como grande es el mundo.

¿Qué tiene de malo el término personas con discapacidad? Recuerdo una entrevista del diario El Mundo al periodista y político Raúl Gay, quien ahondaba en esta cuestión y afirmaba que “hay una diferencia entre rechazar términos ofensivos y crear expresiones vacías de contenido que no hacen referencia a la situación real”. Y estoy de acuerdo con él. No se trata de negar la realidad, sino de dignificarla.

¿Recuerdas tu primera entrevista?  

La primera que hice como estudiante de periodismo fue a la actriz Amparo Larrañaga. Majísima. Me encantó conversar con ella y aún guardo aquella entrevista. La primera que me hicieron, fue en la cadena Ser, en el programa de Iñaki Gabilondo. Precisamente iba con quien luego sería el presidente del Cermi, Luis Cayo. Cuando me presentaron lo hicieron como “Vicky Bendito, que es sorda funcional”… sorda funcional. Me quedé estupefacta. Cuando me dieron la palabra, lo primero que dije fue: “Es la primera vez que me dicen que soy sorda funcional. Pensaba que era sorda a secas”.

¿Cuántas exclusiones hay en la vida de una persona con discapacidad?

Muchísimas, como te decía antes, sistemáticas y estructurales. La vida de las personas con discapacidad es una carrera diaria de obstáculos para acceder al trabajo, para tener independencia económica, para acceder a los productos de apoyo que necesitan, para acceder a la educación en igualdad de condiciones que el resto (la ONU ha afeado recientemente a España que vulnera el derecho de las personas con discapacidad a la educación inclusiva). Da un paseo por la calle y observa.

Tu petición viene a decir que las palabras os hieren y os aíslan y os hacen de menos…

A las personas con discapacidad y a cualquiera. Las palabras envejecen, algunas adquieren connotaciones muy negativas y entonces sirven para humillar, degradar, herir, y otras reconfortan, animan, fortalecen, impulsan, transforman. Es esencial la forma en la que nos expresamos. Y las palabras, el lenguaje, la forma en que nos expresamos, como la sociedad, también evolucionan. ¿O acaso nuestra sociedad es la misma de hace un par de siglos y nos expresamos de la misma forma que en aquella época?

¿La inclusión empieza por el lenguaje respetuoso y empoderante?

Y preciso. Como te decía, no se trata de negar la realidad, sino de dignificarla. La inclusión comienza en las palabras precisas y las palabras se aprenden desde la niñez, transforman, y la transformación empieza en los propios ciudadanos, y los ciudadanos se forman desde el colegio, porque la educación, la formación es la que nos da las herramientas que necesitamos para ser libres y respetuosos, para comprender, respetar y aceptar la diversidad, de la que formamos parte las personas con discapacidad, y construir una sociedad verdaderamente inclusiva.

A quien te vea como invalida o impedida ¿qué le dices?

Que está equivocado, que soy una persona con discapacidad, que formo parte de la minoría más grande del mundo, que en este mundo cabemos todos con respeto y educación, que mi discapacidad no me hace menos válida que otras personas y que, por supuesto, no me ha impedido dedicarme a la profesión más bonita del mundo, en la que llevo 25 años.

¿Sigues soñando con un futuro en el que los medios dediquen más espacio tanto a las enfermedades raras como a la discapacidad?

Sí. En términos generales, hay excepciones, se habla poco, con poco rigor y muchas veces desde un punto de vista muy paternalista. Hay pocas informaciones, y no porque no haya temas, que los hay y para profundizar. Antes te hablaba de la cantidad de exclusiones que sufren las personas con discapacidad, de la discriminación silenciosa que supone la falta de accesibilidad, como también hay historias humanas increíbles. También sueño con que los periodistas con discapacidad tengamos más visibilidad, que alguno presente un informativo de televisión, por ejemplo. La visibilización contribuye a la normalización. Que haya más personajes con discapacidad en las series de televisión. Hace poco vi una serie buenísima. Me estaba encantando hasta que apareció un personaje con discapacidad. El único que salía en toda la serie y era una persona amargada de la que todos echaban pestes, o actores con discapacidad, que los hay. O un presidente del Gobierno con discapacidad.

¿Nos falta humanidad?

Nos falta pedagogía de la discapacidad, educación en la diversidad, en el respeto al diferente, empatía.

¿Has sentido como mujer con discapacidad algún tipo de discriminación?

Sí. Por ejemplo, cuando quise ser madre y me sometí a un tratamiento de fecundación in vitro para que mi hijo no heredara mi síndrome, tuve que ir a una clínica privada, pues en aquel entonces la seguridad social no cubría casos como el mío. Ahora eso, afortunadamente, ha cambiado.

La sociedad ha avanzado mucho. Hasta hace unas décadas, las personas con discapacidad éramos un lastre para las familias y para la sociedad. Hoy, las personas con discapacidad estamos mejor consideradas, qué duda cabe, tenemos la Ley General de Derechos de las Personas con Discapacidad, una convención de la ONU, una comisión parlamentaria de discapacidad que es permanente y legislativa, científicos e ingenieros que investigan para derribar barreras y mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad y con enfermedades raras, un movimiento asociativo muy importante que da voz a las personas con discapacidad, cada vez hay más gente que comprende la importancia de la accesibilidad, y eso es magnífico, pero aún queda mucho trabajo por hacer. Roma no se conquistó en un día ¿No?

 

Y ¿de esa discriminación silenciosa de las personas con discapacidad que supone la falta de accesibilidad?

Ha habido una carencia de 17 años para que todos los edificios, bienes y servicios fueran accesibles, sin embargo, el 70% de los edificios españoles no son accesibles. Apenas hay bucles magnéticos, información audiovisual subtitulada o en lengua de signos, información en braille o lectura fácil, pictogramas. Más de quince años y seguimos con barreras de todo tipo. Decepcionante, indignante. A lo largo de estos años, no ha habido ni una sola campaña por parte de las administraciones públicas para informar de esta obligación legal y fomentar la accesibilidad, cuando, según la Convención de Derechos de Personas con Discapacidad, la accesibilidad y la inclusión son derechos fundamentales para las personas con discapacidad, pues sin ellas no es posible nuestra participación en la sociedad como ciudadanos.

Muchísimas empresas españolas no cumplen con las tasas de discriminación positiva para la inclusión laboral de personas con discapacidad en sus plantillas. Se han hecho campañas institucionales en radio, televisión y prensa por parte de las administraciones públicas para alertar del peligro de las drogas, del alcohol, contra la violencia de género, para reducir los accidentes de tráfico, contra el acoso escolar… pero nada, ninguna que hiciera referencia directamente a la discapacidad. Las únicas que han salido, que yo recuerde, son de determinadas organizaciones privadas, como Fundación ONCE, por ejemplo. Y no es que no haya información, datos, hay multitud de informes y estadísticas que radiografían periódicamente nuestra situación.

Son tantas cosas que da la impresión de que somos ciudadanos de segunda, de que lo nuestro siempre puede esperar, total, deben pensar, no hacemos ruido, pues bastante tenemos con sortear la carrera de obstáculos que de por sí es nuestra vida diaria. Aún hay una concepción paternalista de la inclusión. Y no se trata de beneficencia, se trata de derechos.

Fuente: http://diario16.com/nos-falta-pedagogia-la-discapacidad-educacion-la-diversidad-respeto-al-diferente-empatia/
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Raúl Acuña: «Transformar vidas a través de la educación sí es posible»

Entrevista al director ejecutivo de la Fundación Don Bosco, organización dedicada a labor benéfica brinda soporte académico, psicológico, espiritual y afectivo a niños y adolescentes de entornos vulnerables

Con más de cien años en el Perú, la Congregación Salesiana, a través de la Fundación Don Bosco, brinda espacios seguros para que los menores de bajos recursos y socialmente vulnerables puedan educarse y crecer en ambientes donde prime “la razón, la religión y el amor”. Así lo afirma su director ejecutivo, el padre Raúl Acuña, quien contó a Correo las labores que lleva a cabo dicha organización.

En el caso de los niños en situación de riesgo, ¿cómo los insertan en la sociedad? 

Se les ofrece una casa de familia. Esta es un espacio abierto, nadie retiene a los menores ni se les encierra. Aunque sí hay un orden, una organización; hacemos que se sientan libres y darles un entorno familiar. Luego que se los acoge, se les brinda una terapia psicológica, porque muchos vienen de hogares dañados, de círculos de drogas y otros problemas que no los ayudan a estudiar. El trabajo se realiza con los sacerdotes, educadores y voluntarios. Nuestro objetivo como salesianos es transformar vidas a través de la educación, porque es posible. Los apoyamos para que no solo terminen la secundaria, sino que también tengan una opción para que puedan defenderse en la vida, dándoles la posibilidad de que estudien en diferentes institutos, donde los acompañamos.

¿Cuál es el enfoque educacional que brindan?

Tenemos un enfoque integral. No solo vemos el aspecto académico, sino también físico, psicológico, espiritual y afectivo. Siguiendo la tradición de nuestro fundador (Juan Bosco), empleamos el sistema preventivo.

¿En qué consiste?

Se basa en tres elementos primordiales para la crianza y educación de los menores: razón, religión y amor. La primera es darles “un porqué” a las situaciones que pasan, tomando como base la religión, porque somos una congregación cristiana y católica donde les enseñamos que hay un Dios que nos ama. Aquí retomamos la vida cristiana, siempre con libertad. El amor que se manifiesta en el clima de familia, de buena educación, con buen trato, nada de castigarlos, sino corregirlos y darles ese afecto que muchas veces no lo tienen en casa.

¿Cómo se corrige a los menores? 

Priman el diálogo y la comunicación. No le llamamos castigo, porque ellos se dan cuenta de que si se portan mal, no van a poder disfrutar de otras cosas. Por ejemplo, si tal fecha hay salida, pues ellos no van a salir, o tendrán que hacer las tareas más difíciles, como lavar los platos. Los niños aprenden que tienen que asumir las consecuencias de sus actos.

¿Cuál es el perfil y los requisitos para que los jóvenes puedan ser admitidos en estos espacios?

Recibimos menores de 13 a 18 años, que estén en una situación de riesgo social, de orfandad, que estén pasando un momento difícil, ya sea por la droga, alcohol o situación de abandono.

¿Qué es lo más difícil de sostener en todo este trabajo que realizan? 

La parte económica. Uno saca cuentas y para sostener las 11 casas que tenemos y a los 500 jóvenes a los que albergamos en este año, en diferentes lugares, además de la alimentación, vivienda, agua, luz, teléfono, educadores y psicólogos, se necesita una fuerte cantidad de dinero. Nosotros pedimos ayuda de nuestra congregación.

Es por ello que están organizando una rifa solidaria para noviembre… 

Así es. El objetivo de esta rifa es poder solventar algunos gastos. Nuestra congregación está en 132 países, entonces tenemos gente solidaria que nos ayuda a que sigamos llegando a más niños y adolescentes. La rifa solidaria “Juntos por las Misiones de la Sierra” será el 11 de noviembre, a las 11 a.m., en la avenida Brasil 210. Serán 127 premios, en conmemoración a los 127 años que tiene la Congregación Salesiana.

¿Qué harán con el dinero recaudado? 

El dinero servirá para sostener las casas de acogida para niños, niñas y adolescentes que tenemos en la sierra, además de algunos proyectos que tenemos allá. Reforzar la alimentación y educación de los menores.

¿Cuánto se recaudó en la última rifa?

En la rifa del 2016 recaudamos 650 mil soles, que sirvió para implementar, en la selva, algunas casas de acogida. Hemos ayudado a que se compren algunos motores para que las comunidades que tienen sus peque peque puedan comunicarse entre ellas.

El padre padre Raúl acuña es director ejecutivo de la Fundación Don Bosco. Nació en Ayabaca, Piura. Lleva más de 20 años como sacerdote. Desde el 2010 asumió la dirección de dicha fundación.

Fuente: https://diariocorreo.pe/cultura/raul-acuna-transformar-vidas-traves-de-la-educacion-si-es-posible-832419/

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Leonel Fernández a Correa: «No hay conexión entre la universidad y la sociedad en sentido general»

Por RT

En esta nueva edición de ‘Conversando con Correa’, el expresidente de Ecuador dialoga con Leonel Fernández, expresidente de la República Dominicana. La conversación entre ellos empieza girando en torno a la importancia de la educación como medio de desarrollo social y, en concreto, sobre las carencias y particularidades del ámbito universitario de América Latina.

La conversación que el expresidente de la República Dominicana, Leonel Fernández, y Rafael Correa mantienen en esta edición de ‘Conversando con Correa’ empieza girando en torno al desarrollo del ámbito académico de América Latina con preguntas específicas sobre la importancia de la educación: «¿Por que América del Norte se desarrolló y América del Sur permanece en su desarrollo?».

Correa admite de entrada que «las respuestas son múltiples», pero señala principalmente a la «falta de calidad» en las universidades latinoamericanas y a su «falta de presupuesto«. Además, menciona una «mal entendida autonomía» de las universidades, que consiste en «darles la plata y que no rindan cuentas a nadie«. «Como sociedad debemos exigirles resultados» con respecto a «un plan de desarrollo y de objetivos comunes», sostiene el exmandatario ecuatoriano.

Leonel Fernández, expresidente de la República Dominicana
«En América Latina, el sector privado no aporta nada a la investigación, desarrollo e innovación»Leonel Fernández, expresidente de la República Dominicana

Por su parte, Leonel Fernández alude al presente centenario de la reforma de la Universidad de Córdoba y glosa brevemente la importancia histórica de aquel acontecimiento antes de dar su particular diagnóstico de los problemas que ha sufrido la educación en América desde entonces: el «predominio de dictaduras y gobiernos represivos«, lo que propició que los centros universitarios se convirtieran en «el refugio ideológico de la gente que estaba en el movimiento progresista, que estaba por la democratización de nuestros pueblos». Eso produjo, según el expresidente dominicano, «una desviación desde el punto de vista de la producción del conocimiento científico hacia una ideologización que encontraba su mayor sustento en el mundo universitario».

Otro problema más actual denunciado por Fernández es que, «en América Latina, el sector privado no aporta nada a la investigación, desarrollo e innovación». El político defiende que «la universidad debe dejar de ser un refugio ideológico para ir más hacia el avance del conocimiento y el avance de la ciencia» y orientar el rumbo del cambio hacia «un mayor crecimiento económico» y a una obligada «sostenibilidad».

Leonel Fernández, expresidente de la República Dominicana
«El contacto con las universidades españolas ha tenido un impacto muy positivo en el alumnado latinoamericano»Leonel Fernández, expresidente de la República Dominicana

A continuación, Correa afirma que «América Latina es un productor marginal de ciencia y tecnología» y asume que, desde su punto de vista, esto «no es solo problema de presupuesto ni de armonización de políticas ni de coordinación», sino «un problema cultural«. El expresidente de Ecuador incide también en la carencia de una cultura del esfuerzo. «En América Latina, a veces queremos obtener el título sin siquiera asistir a clase», lamenta.

A su vez, Fernández señala otro déficit del sistema educativo universitario en la región: «Muchas veces, al acabar una licenciatura, no se tienen las herramientas necesarias para insertarse en el mercado laboral», y concluye al respecto que «no hay conexión entre la universidad y la sociedad en sentido general. Estas es una de las fallas que tenemos que ir corrigiendo».

Entre las ventajas que ofrece la actualidad del mundo universitario, Fernández se refiere a lo que denomina «la internacionalización«.

Leonel Fernández, expresidente de la República Dominicana
«Hay que ver la universidad al servicio de un desarrollo sostenible y repensar desde ella la erradicación del hambre y la pobreza».Leonel Fernández, expresidente de la República Dominicana

«Las universidades, para poder progresar, tienen que intercambiar con otras a nivel internacional», asegura el expresidente de la República Dominicana, que indica a continuación que el contacto con las universidades españolas ha tenido un impacto muy positivo en el alumnado latinoamericano, en especial, entre los estudiantes que han podido estudiar en el extranjero. «Ese estudiante se transforma y desarrolla mentalidad global» añade.

No obstante, en una fase más avanzada de la charla, Correa señala: «si no cambiamos el ámbito académico de América Latina y no exigimos más, no saldremos del estancamiento actual». Por su parte, Fernández explica que «hay que ver la universidad al servicio de un desarrollo sostenible y repensar desde ella la erradicación del hambre y la pobreza«.

Durante el encuentro, Rafael Correa y Leonel Fernández profundizan también en otras cuestiones de actualidad y de gran interés, un diálogo que podrán ver en el video del programa que les ofrecemos aquí en su totalidad.

Fuente: https://actualidad.rt.com/programas/conversando-correa/282912-leonel-fernandez-correa-universidad-sociedad

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