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“La elección de Trump fue una falla del sistema educacional estadounidense” Entrevista al doctor en Educación de Harvard David Rose

América del Sur/Chile/10 Diciembre 2016/Autor: Javier Rodríguez/ Fuente: Qué Pasa 

El doctor en Educación de Harvard David Rose expuso en Chile su D iseño Universal para el Aprendizaje, que ocupa la tecnología para entregar contenidos a niños según sus necesidades. El modelo se aplica en EE.UU. y, desde el próximo año en Chile. Aquí, hace una dura autocrítica sobre la responsabilidad de los profesores estadounidenses en la elección de Trump.

David Rose es un reputado neuropsicólogo y académico de la Universidad de Harvard desde hace más de 30 años, pero su vocación es la de profesor. Si bien disfruta haciendo clases a estudiantes universitarios e investigando —es doctor en Educación de la misma universidad—, es cuando está en la sala de clases, probando con los niños los distintos métodos de enseñanza con los que intenta incluir a los marginados, a aquellos que aprenden de forma distinta al resto, cuando se siente realizado.
Llegó a la educación viendo el ejemplo de su padre, pastor protestante. Le gustaba la labor social que hacía, siempre con la idea fija de hacer mejores las vidas del resto. A medida que fue creciendo su fe entró en crisis, pero no así su vocación.

En 1984 fundó CAST, una organización de investigación y desarrollo sin fines de lucro que busca mejorar la educación de los estudiantes mediante usos innovadores de la tecnología moderna y los avances de las ciencias cognitivas. Este trabajo dio origen a la disciplina que lo ha hecho recorrer el mundo: el diseño universal para el aprendizaje. Un modelo que ve las dificultades en los medios con los que se enseña y no en los niños.

“A algunos les cuesta con los libros impresos. Lo intentan, se desmotivan. Y no son ellos el problema, es que les estamos enseñando mal. Cada profesor debe buscar las fórmulas. Pensábamos que los niños eran el problema, pero no: son las escuelas las equivocadas”, dice ,de paso en Santiago como conferencista de “La inclusión en el aula y el diseño universal del aprendizaje”, organizado por Seminarium y Corporación Crea+.

Este trabajo le ha valido ser reconocido internacionalmente, incluyendo su país, donde la aplicación de Diseño Universal para el Aprendizaje es obligatoria en todos los colegios y está establecido por ley en el Plan Nacional de Tecnología Educativa, que ha ayudado a dirigir el desarrollo del Estándar Nacional de Accesibilidad a los Materiales de Instrucción. Y, desde el próximo año, en nuestro país: a través del Decreto Nº 83/2015 fueron aprobados los criterios y orientaciones de adecuación curricular para estudiantes con necesidades educativas especiales de educación parvularia y educación básica, basados en sus investigaciones.

—Usted ha dicho que el sistema de educación tradicional inhabilita a los niños. ¿A qué se refiere?
—A lo que decía anteriormente. Les enseñamos con formatos que no sirven para todos. No hay una educación inclusiva. Los profesores tenemos que planificar las clases pensando en la gama completa de estudiantes que tenemos. Ver cuáles son las diferencias entre ellos, cómo aproximarnos e interesarlos. Ahí la tecnología es muy importante. Hay cosas que entendemos bien con libros, otras mejor con videos. ¿O alguien cuando necesita arreglar algo en su casa busca un manual escrito? No, va a YouTube.

—Los niños no son el problema, entonces.
—No, nunca lo fueron. Menos ahora que tenemos formas para enseñarles con las que no contábamos antes.

—¿Por ejemplo?
—En un mundo moderno, donde todo lo que encuentras en texto lo puedes encontrar digitalizado, no tienes por qué forzar a todo el mundo a decodificar las palabras. En los videos, por ejemplo, se van decodificando solas. Es una forma distinta de leer que hoy nos va pareciendo cada vez más natural. Puedes usar el chip decodificador de tu cerebro, pero también tienes la opción de ocupar el de tu celular. Como educadores tenemos que evitar enseñar toda la información en base a libros de texto. Nos tenemos que concentrar en que los alumnos comprendan los textos, no los aprendan de memoria. Más que ratones de biblioteca, tenemos que crear lectores críticos. Esos son los buenos lectores.

—Entonces, ¿qué significa ser un buen lector?
—Lectores con capacidad crítica. Capaces de entender el punto de vista que se plantea, de hacer segundas lecturas, evaluar argumentos. Y hoy, más que nunca, necesitamos buenos lectores. El fenómeno Trump es la prueba. Necesitamos gente que evalúe las pruebas, evidencias, la calidad de los argumentos. La tecnología está cambiando la forma en la que leemos y el tipo de lectura que debemos hacer.

—Y los profesores deben evaluar qué medio les es más útil para lo que quieren enseñar.
—Totalmente. Un texto puede ser bueno para enseñar una ley, pero no para enseñar a manejar un auto. Y hoy tenemos múltiples herramientas: realidad virtual, simulaciones. Los niños pueden aprender sobre explosiones de una forma mejor y más segura a través de simulaciones, sin tener que hacer explotar la sala de clases. Los profesores tienen que ir probando, evaluando. No hay un manual. Cada niño es diferente.

—¿De eso se trata la educación inclusiva?
—Exacto. De, con el conocimiento que tenemos de que los estudiantes son distintos entre sí, cómo podemos encontrar el match perfecto para que se conviertan en los estudiantes perfectos.

ELEGIR UN BULLY

Rose dice que cuando niño sufrió dificultades menores de aprendizaje. Pero, afirma, todos las tienen. No porque alguien obtenga un doctorado en Harvard no va a tener esas dificultades. El problema es que los colegios hoy, más que preocuparse de fortalecer las habilidades de los niños, se enfocan en las debilidades. “Si a uno le cuestan las matemáticas, se enfocan en eso, en vez de potenciar sus otras habilidades. Quizás es un gran músico, pero no lo podremos descubrir. Hoy muchos niños salen heridos de los colegios, con problemas vocacionales. Por esto mismo. Se educa en base a un alumno modelo.

—No se busca la diversidad.
—Claro. No preparamos a nuestros niños para la diversidad cultural con la que se encontrarán fuera del colegio. El objetivo de la enseñanza no debería ser hacer a los niños más iguales entre sí, sino buscar que se diferencien.

—¿Cómo se combate el bullying en este modelo?
—El bullying nace generalmente como una compensación. Viene de la inseguridad de una mala historia previa, de haber sido abusado en el pasado. Y muchas veces los colegios contribuyen al victimizar en demasía a los que lo sufren. Ponen a los alumnos en un grupo especial, les remarcan que son débiles. Los niños necesitan ser empoderados, deben tener herramientas para defenderse. Pero el bullying es un síntoma de que nuestra cultura no está funcionando. Un país no está funcionando cuando elige un bully. Está asustado. Los Estados Unidos están asustados, por eso eligieron un bully.

— Usted insiste en defender valores como la tolerancia y el respeto. Como profesor, ¿cómo se resguardan estos valores en un gobierno como el de Donald Trump?
—La razón por la que soy profesor y, por la que creo que la mayoría lo es, es para acortar las brechas de desigualdad. Todos hemos tenido alumnos que vienen de contextos de pobreza, en los márgenes de la sociedad. Y los profesores podemos acortar esas diferencias y darles buenas oportunidades. La ética que propone Trump es una muy distinta, en el sentido de que él asume una jerarquía, la necesidad de una sociedad desigual.

—¿En qué sentido?
—En que a él le sirve y le gusta que haya gente muy rica y gente muy pobre. Que algunos tengan muy buen acceso a la salud, a la educación, y otros no. Para él, esa inequidad es parte de la empresa de la naturaleza humana. Trump representa una forma de hacer las cosas donde la jerarquía existe y es necesaria. Los profesores tenemos que luchar contra eso, cambiar las vidas a las que los niños están predestinados por su origen social.

—Los profesores estadounidenses tienen tarea.
—Sin duda. Es que no sabemos qué viene. Ya hay gente marchando en las calles. Creo que esto es casi el último estertor del pensamiento medieval. De tratar de aferrarnos a un pasado de forma desesperada. No funcionará y la gente se dará cuenta de lo horrible que es. Hay que tomar en cuenta que el principal apoyos de Trump era la gente sin mucha educación. Por lo tanto, tenemos que hacernos responsables como profesores porque le fallamos a esa gente. A la clase trabajadora. Esta gente no leyó de forma crítica. No hicimos nuestro trabajo. Los menos favorecidos no estaban recibiendo un un trato justo, menos igualdad de oportunidades. Están enojados y eligieron presidente a un bully. No podemos culpar a Trump por eso. La elección de Trump fue una falla del sistema educacional estadounidense completo. Tenemos que asumir la responsabilidad y hacer que los colegios sean lugares donde el aprendizaje ocurre de forma real.}

Fuente: http://www.quepasa.cl/articulo/actualidad/2016/12/la-eleccion-de-trump-fue-una-falla-del-sistema-educacional-estadounidense.shtml/

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Alemania: Derechos Humanos en tiempos de la xenofobia

Alemania/Diciembre de 2016/Fuente: Made for Minds

El Instituto Alemán de Derechos Humanos presentó su primer informe anual sobre la situación en Alemania, a petición del Parlamento germano. DW habló con Petra Follmar-Otto, que colaboró en la elaboración del documento.

DW: Señora Follmar-Otto, usted investigó la situación de los derechos humanos en Alemania en un periodo muy especial, cuando cientos de miles de personas extranjeras arribaron al país. ¿Cómo evalúa la situación en Alemania?

Petra Follmar-Otto: Con la decisión de acoger a los inmigrantes, Alemania cumplió con sus obligaciones a nivel de derechos humanos, en un tiempo en el que el sistema de asilo de la Unión Europea había colapsado. Pero también hay sombras, por ejemplo, el aumento de ataques de motivación racista o los déficits en el alojamiento y la atención de los refugiados.

Usted ve con ojos críticos muchas de las medidas emprendidas por el gobierno para reducir la inmigración, por ejemplo la prohibición temporal de reunificación familiar para refugiados o el acuerdo entre la Unión Europea y Turquía. Pero, ¿acaso estas medidas no son necesarias para que la población acepte la acogida de los inmigrantes?

En un mundo globalizado, donde hay muchos conflictos, es necesario que Europa asuma una nueva postura ante esta situación. Estamos convencidos de que se necesita un nuevo enfoque que se rija por nuestras obligaciones en materia de derechos humanos. Esto también quiere decir que cada individuo tiene el derecho a que su solicitud de recibir protección sea analizada. Esta es la razón por la que vemos con ojos muy, muy críticos medidas como el acuerdo con Turquía o posibles acuerdos futuros con países del norte de África. Y es que, con una política enfocada en el aislamiento y que no proporciona un refugio a personas que necesitan protección, no se podrá solucionar esta situación global.

Si haríamos todo lo que usted dice, el número de refugiados se volvería a disparar y también crecería la oposición a la inmigración. ¿Esto no sería contraproducente?

Creo que la reacción de la población, y todo el trabajo voluntario, demuestra que estamos preparados y que podemos acoger a estas personas.

Sin embargo, también hay muchos mensajes de odio y xenofobia, que a veces incluso se traducen en violencia. 

Eso es cierto. Pero no podemos enfrentarnos a este problema, cediendo. Esto significaría renunciar al consenso fundamental sobre los derechos humanos que se tiene en Alemania, para permitir este tipo de campañas de difamación. La política está ante un momento decisivo: ¿cómo reacciona ante el aumento de posiciones racistas e inhumanas en el espacio público? Los políticos deberían rechazar claramente estas posiciones.

En su opinión, ¿el gobierno alemán no se atiende a los derechos humanos? 

Para nosotros, algunos aspectos son muy problemáticos a nivel de derechos humanos. Por ejemplo la suspensión de la reunificación familiar, sobre todo cuando se trata de refugiados menores no acompañados. Creemos que, con esta suspensión, Alemania no toma en cuenta sus obligaciones, según la Convención sobre los Derechos del Niño.

En su informe también critica que algunas personas discapacitadas no tienen derecho a votar. Esto afecta a unas 85.000 personas. ¿Por qué se les ha retirado el permiso para votar?

Según la ley electoral, las personas que están bajo tutela legal, no tienen derecho a votar, independientemente de que sean ciudadanos mayores de edad. Esto afecta a personas con limitaciones cognitivas, discapacidades mentales o esquizofrenia.

¿Acaso no son estas razones válidas? ¿No se debe impedir que voten personas que no son capaces de tomar una decisión racional?

Al ejercer su derecho al voto, ninguna persona en Alemania está obligada a tomar una decisión racional. Tenemos el voto de protesta o personas que votan por partidos poco serios. Por eso pensamos que es una discriminación determinar de antemano que personas discapacitadas no son capaces de tomar una decisión «razonable».

¿Qué herramientas tiene para implementar el respeto a los derechos humanos?

Este informe es una de nuestras herramientas. El año pasado se determinó legalmente que el Instituto Alemán de Derechos Humanos debe presentar un informe anual. Ahora esperamos que el Bundestag analice el informe y debata sobre él. También lo podría usar como base para la política en el futuro.

Estamos ante una ola de nacionalismos y xenofobia. ¿Se vuelve más difícil la situación de los derechos humanos?

Los derechos humanos seguramente tendrán que ser defendidos cada vez más seguido con buenos argumentos. Esto vale para toda Europa. Debemos dejar claro el logro que representa tener derechos humanos, principios de Estado de derecho y una Justicia independiente. Una de nuestras tareas en los próximos años seguramente consistirá en conservar nuestras estructuras democráticas y del Estado de derecho.

Es decir, ¿los derechos humanos no se conservan por sí solos?

No, y esto lo podemos ver en la historia de los derechos humanos. Se tiene que luchar por ellos para que se vuelvan realidad, y también después se tienen que seguir defendiendo.

La Dra. Petra Follmar-Otto dirige el departamento de Política de Derechos Humanos en Alemania y Europa en el Instituto Alemán de Derechos Humanos, en Berlín.

Fuente: http://www.dw.com/es/alemania-derechos-humanos-en-tiempos-de-la-xenofobia/a-36685184

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Aina Tarabini: “La equidad en la composición de los centros es esencial”

09 de diciembre de 2016 / Fuente: http://blog.tiching.com/

Aina Tarabini

¿Qué entiende por escuela innovadora?
El punto de partida es que el concepto está poco definido y en los discursos que se están haciendo actualmente sobre esta cuestión se da por supuesto que la palabra innovación es compartida, de consenso y, prácticamente, buena por naturaleza. Para mí es aquí donde reside el problema. Los discursos sobre la innovación tienen intrínseca la idea de lo nuevo y lo viejo y, a veces, esto es peligroso porque hay proyectos como la asociación Rosa Sensat, que llevan muchos años innovando.

¿Cree que siempre ha habido demanda de este tipo de escuela o se ha disparado en los últimos tiempos?
La cuestión no es si hay más demanda ahora que antes, la cuestión es de dónde se hace y quién la hace. Esto tiene que ver con clases sociales. Son las familias de clase media formadas, en general, por profesionales liberales las que demandan este tipo de escuelas. Esto es absolutamente legítimo porque todos queremos buenas escuelas para nuestros hijos e hijas, pero el riesgo que hay aquí es que la escuela pública es la escuela de todos y esto no se puede perder de vista. No hay suficiente oferta de este tipo de plazas y las familias de clase media tienen más voz porque son las que controlan el capital cultural y los medios y, consecuentemente, su discurso se hace más visible.

En un artículo afirma que, a veces, tanto la innovación como la elección pueden tener connotaciones negativas. ¿Cuáles?
La innovación y la elección son palabras de consenso. Son conceptos en los que si no tienes en cuenta el “cómo”, nadie puede estar en contra. Sería como estar en contra de la autonomía o de la elección. Son palabras que crean un falso dilema. Está claro que las familias tienen que poder elegir colegio para sus hijos e hijas, pero esta elección debe estar regulada, porque estamos hablando de un servicio público y no de un mercado privado.

Un interesante punto de partida…
También está claro que tiene que haber escuelas innovadoras, pero se debe vigilar que ello no dé pie a una lucha competitiva entre centros educativos en la que haya una jerarquía de centros innovadores o más avanzados y centros que no los son. Ahí es cuando nos encontramos con el problema. Es importante que la elección, la innovación, sea viable para todo el mundo.

¿Cree que, en el caso de poder hacerlo, las familias tienen información suficiente a la hora de escoger centro educativos?
La diferencia no radica en el acceso a la información, radica en la gestión. La información existe para todos, pero aquí entra en juego el capital cultural y lo que significan todas sus múltiples dimensiones y toda la reflexividad que hay detrás del proceso de selección. Entre otras cosas, las familias de clase media son conscientes de que su condición social está muy explicada por la selección educativa.

¿Y qué es la “clausura social”?
Es un concepto que no es mío, y significa “acaparar oportunidades”. Se da en los procesos de selección de escuelas, incluyendo el concepto “escuela innovadora”. Tiene que ver con el “cómo” que comentaba antes. Se refiere a cómo generamos procesos de selección e innovación que no permiten o no ayudan a la acaparación de oportunidades por parte de grupos sociales determinados.

¿Qué mecanismos cree que se pueden crear para evitar esta clausura social?
Primeramente se debe regular bien el sistema de elección de centros educativos. En los países en los que hay escuelas privadas concertadas esto supone un problema todavía mayor, porque hay escuelas cobrando cuotas de unos 300 euros mensuales a la vez que están financiadas con fondos públicos y utilizando unas políticas de selección que no tendrían que aplicar. Pero no sólo el control de las escuelas concertadas es importante. Además, las administraciones públicas tienen que garantizar que la distribución del alumnado en las escuelas de un territorio se haga correctamente, de la manera más equitativa posible. La equidad en la composición de los centros es esencial.

¿Cuáles cree que deben ser los elementos comunes de todas las escuelas?
Reconocimiento, redistribución y participación son las características que debería tener la escuela, que no tiene por qué llamarse innovadora. La educación, la escuela, se debe orientar a la justicia social. Pero yo hablaría más del sistema que de la escuela y creo que es indispensable que haya unas condiciones de trabajo dignas y unas condiciones sociales y educativas que permitan el progreso educativo de los alumnos en igualdad de condiciones.

¿Cree que las TIC juegan un papel importante en lo que se denomina escuela innovadora?
La escuela innovadora no necesariamente tiene que tener relación con las TIC. Creo que en el caso de las TIC la cuestión no está en el ‘qué’, está en el ‘cómo’. Pueden funcionar muy bien o muy mal; todo depende de cómo se usen. Hay centros y maestros que utilizan las tecnologías de maravilla y hay otros que han aplicado pizarras digitales y las utilizan igual que una pizarra clásica.

Entonces, ¿qué tres cosas cambiaría de la educación?
Es difícil y seguro que me dejaré cosas. Por ello más que decir tres cosas, diré tres bloques. En primer lugar, la financiación. Hablo de la financiación con todo lo que ello implica: un incremento de la financiación macro para la educación, y, muy especialmente, para las escuelas públicas. Y después la financiación específica, que con la excusa de la crisis prácticamente ha desaparecido del mapa. Con ello me refiero a becas comedor, aulas de acogida, profesorado de soporte, etc.

¿Y las otras dos?
En segundo lugar, el profesorado. Creo que hay una parte de política de profesorado y de formación inicial y permanente que es clave. Es una barbaridad que esto no se esté financiando. Y, por último, todo lo relacionado con la segregación escolar. Es decir, generar unos centros y contextos educativos que sean lo más equilibrados posible socialmente.

¿Qué factores cree que influyen en el abandono escolar? ¿Cómo cree que se debe luchar contra él?
El abandono escolar es multifactorial. En el tema del abandono escolar muchas veces se pone el foco en el tema del aprendizaje, y evidentemente desde el punto de vista instrumental es fundamental, pero hemos entrevistado a muchos jóvenes que están en riesgo de abandonar o que lo han hecho y más allá de los problemas cognitivos y de aprendizaje que puedan tener, la carencia más fundamental es de cariz expresivo. Muchas veces no le encuentran el sentido a lo que están haciendo en los colegios o institutos y no encuentran vinculación emocional con el profesorado, con lo que hacen y en la confianza en ellos mismos. Hay problema de vinculación con el proceso.

Fuente entrevista: http://blog.tiching.com/aina-tarabini-la-equidad-en-la-composicion-de-los-centros-es-esencial/

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Abuelas de 26 años: consecuencias del embarazo adolescente en Colombia

8 de diciembre de 2016/Fuente:

La activista Catalina Escobar lucha desde la Fundación Juanfe para reducir la mortalidad materno-infantil y empoderar a las chicas.

Cuando Catalina Escobar vio morir un bebé en Cartagena de Indias porque su madre no disponía de los 20 euros suficientes para salvarle la vida y, a los pocos días, perdió su hijo, decidió canalizar sus esfuerzos hacia “romper ciclos de pobreza”. La fundación que preside, la Juan Felipe Gómez Escobar (conocida como Juanfe), cada año trabaja con unas 600 madres adolescentes que viven en condiciones de extrema pobreza y salva la vida de alrededor de 350 bebés.

En 2015 nacieron en Colombia más de 135.000 bebés (el 20,6% de la cifra total) de madres de entre 15 y 19 años, según datos de Departamento Administrativo Nacional de Estadística. Escobar, galardonada como Emprendedora Social del año 2015 por el Foro Económico Mundial y la Schwab Foundation, insiste en destacar que hay una correlación directa entre embarazo a temprana edad y pobreza, y desde la Juanfe trabaja para que las madres adolescentes en espera de su primer hijo se formen y generen ingresos, evitando que se conviertan en “generación muerta”.

Pregunta. ¿Cree que aún existe cierto estigma hacia las madres adolescentes en Colombia?

Respuesta. El problema no es el estigma, es un modelo económico que nos está empobreciendo a todos. Para una adolescente, quedarse embarazada es el menor de los problemas, porque probablemente su madre y su abuela también han parido jóvenes. Sin embargo, sufre un choque y piensa que su futuro se truncó. Si deja de estudiar, se sienta en la base de la pirámide social, engrosando las filas de la llamada generación dormida. Cuando vuelve a esperar un hijo, ya pertenece a la generación muerta, totalmente improductiva. En Colombia el tema es muy grave. Cuando una niña de menos de 15 años queda embarazada, hay un 86% de probabilidades de que tenga tres hijos antes de cumplir los 20. Conozco abuelas de 26 años. Esto es insostenible y carísimo para la sociedad.

P. ¿Cómo fueron los inicios de la fundación?

R. Hubo dos experiencias que me marcaron y me empujaron a fundar la Juanfe. La primera fue en Cartagena de Indias, donde trabajé como voluntaria en un hospital a finales de los noventa y fui testigo de la muerte de un bebé. Su madre, una adolescente, no disponía de los 20 euros suficientes para salvar su vida. Cuatro días después, mi hijo murió en un accidente. Eran circunstancias distintas, pero uní los dos sucesos, porque se trata del mismo dolor y la misma agonía.

Cuando una niña de menos de 15 años queda embarazada, hay un 86% de probabilidades de que tenga tres hijos antes de cumplir los 20

Me puse a estudiar el tema de pobreza en la región y encontré factores tremendos. Cartagena contaba con la tasa de mortalidad infantil más alta del país, la tercera en América Latina. Había un déficit de 5.000 camas hospitalarias pediátricas. Uno de cada seis de sus habitantes vivía en situación de pobreza. En menos de una década duplicó su población, siendo la segunda ciudad de mayor recepción de desplazados internos por el conflicto armado. Cartagena, además, arrastraba corrupción y pobreza. Encontré un caos tremendo, pero empecé a darle un orden.

P. La fundación se creó en 2001 para combatir la mortalidad infantil por falta de recursos, pero pronto se dieron cuenta de que el verdadero problema residía en otro lugar. ¿Cuál fue el siguiente paso?

R. El 30% de las mujeres que daban a luz eran niñas de entre 10 y 19 años, así que decidimos atacar el problema de la mortalidad infantil en el nicho [si una madre es menor de 18 años, su bebé tiene 60% más probabilidades de morirantes de cumplir un año, que un bebé nacido de una madre mayor de 19 años, según Unicef]. En menos de una década y sin políticas públicas, bajamos ese porcentaje en un 81%. Mostramos al mundo y a nuestro país que combatir la pobreza y la desigualdad no tiene porqué costar mucho dinero. También pusimos de manifiesto lo que era la corrupción de Cartagena. Eso generó una gran admiración por parte de la población, pero al mismo tiempo me causó muchos enemigos. Me han ofrecido cargos públicos, pero no los puedo aceptar, porque me gusta tener autonomía para decir las cosas. En el sector público tienes que callarte acerca de ciertos asuntos y yo no vendo el alma al diablo.

P. ¿Cómo aspira a paliar estas carencias evitando cualquier tipo de asistencialismo?

R. Cuando arrancamos con la fundación, en Colombia todo se manejaba desde la caridad. Nosotros estamos rompiendo paradigmas con alto impacto social, intervenciones de nicho, medición de resultados. No vamos a la prevención del primer embarazo, porque para eso se necesitan políticas públicas y no disponemos de suficiente dinero. Nos centramos en evitar los siguientes. Una niña que quede embarazada por segunda vez en su adolescencia, ya cayó en la pobreza de por vida. La Juanfe trabaja con ellas para que se formen y generen ingresos permanentes y decentes, interrumpiendo así el ciclo de pobreza.

El problema no es el estigma hacia las madres adolescentes, es un modelo económico que nos está empobreciendo a todos

Nuestro programa de formación se basa en tres fases. La primera es la más importante, en la que hacemos una inyección intensa de todo lo que es proyecto de vida, empoderamiento y ayuda médica. Brindamos también mucho apoyo psicológico a las madres, porque estamos hablando de niñas con unas historias de vida muy difíciles, de drogas, de pandillismo, de prostitución, de intentos de suicidio… Estamos interviniendo en un sector de la sociedad de altísima vulnerabilidad. En el segundo ciclo se aborda el tema de la educación y el tercero está dedicado a empleo y emprendimiento. Somos el principal proveedor de mano de obra femenina calificada de toda la ciudad. El año pasado inyectamos alrededor de 600 niñas al mercado laboral. El 99% de ellas no vuelve a tener hijos en la adolescencia y planifica sus embarazos a través de algún método anticonceptivo.

P. ¿Considera que las actuales políticas públicas sobre temas de género están bien encaminadas?

R. En Colombia tenemos unas normas espectaculares, pero no se aplican. La ley sobre feminicidios es muy reciente. Naciones Unidas sostiene que los derechos de niños y adolescentes son prioritarios. Y si es así, ¿por qué en nuestro país cada 14 minutos se abusa sexualmente de una niña y la Justicia solamente procesa el 3,7% de los casos?

P. ¿Cómo trata la fundación de impulsar la educación sexual?

R. El método anticonceptivo es lo de menos. Nuestros esfuerzos se dirigen a cómo empoderar a estas niñas, que empiezan la actividad sexual a una edad muy temprana, para que no acepten que les peguen y las violen. Hay que enseñarles que su cuerpo tiene que ser respetado. Que no también es una respuesta. Colombia es un país católico y conservador, pero se han hecho avances. En los colegios se está impartiendo la educación sexual, pero no todo el mundo lo acepta.

P. Un reciente estudio de Naciones Unidas revela que la participación de las mujeres en las negociaciones incrementa en un 20% la posibilidad de que los acuerdos de paz se mantengan al menos dos años. ¿La perspectiva de género estuvo bien integrada en el diálogo entre el gobierno colombiano y la guerrilla?

R. Creo que no fue lo suficientemente relevante y apenas había representación femenina en la mesa de diálogo. Las mujeres siempre somos usadas como armas de guerra. En 2013, algunos medios reportaron que en un año el promedio de abortos obligados en las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) rondó los 1.000. Que se firme un acuerdo de paz es fundamental para las mujeres.

P. ¿El caso de Colombia es aislado en el contexto regional?

R. América Latina es la segunda región del mundo que no solo ha incrementado el embarazo de adolescentes, sino que lo ha disparado, junto con África Subsahariana [un promedio de 38% de las mujeres de la región se embarazan antes de cumplir los 20 años, según datos de Unicef. Los porcentajes de embarazo son de tres a cinco veces más altos entre adolescentes de escasos recursos que entre las que cuentan con recursos económicos]. Esto es patético. Hay una correlación directa entre embarazo en temprana edad y pobreza. Tiene que ser un tema de políticas públicas, pero nosotros no disponemos de los recursos económicos necesarios para encargarnos de esto. Los países de la región solo recientemente han empezado a verlo como un problema. Nuestra fundación ha empezado a colaborar con el Banco Interamericano de Desarrollo y estamos replicando nuestro modelo de trabajo en Panamá, México y Chile.

Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/12/05/planeta_futuro/1480950801_802905.html?id_externo_rsoc=TW_CM

Imagen: ep01.epimg.net/elpais/imagenes/2016/12/05/planeta_futuro/1480950801_802905_1480952249_noticia_normal_recorte1.jpg

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Harald Beyer por Prueba Pisa: Chile es un país que está perdiendo mucho talento

8 de diciembre de 2016/Fuente: biobiochile.cl/

En el puesto 44 de 72 países quedó Chile en la prueba Pisa 2015, pero además,obtuvo el primer lugar a nivel latinoamericano.

Pese a que los estudiantes de 15 años registraron mejoras en Lectura respecto al 2012, con un total de 459 puntos en esa área, 17 puntos más, el estudio hecho a 72 países nos deja muy por debajo de los países de la OCDE.

En conversación con Expreso Bío Bío, Harald Beyer, director del Centro de Estudios Públicos y exministro de Educacion, indicó que de esta prueba se pueden hacer tres comentarios generales, el primero es que Chile venía avanzando desde el año 2000 y en el último tiempo se ha estancado.

“Eso es preocupante después de 10 y 12 años que subieron los resultados, ahora se han estancado en las últimas mediciones”, dijo.

En segundo lugar, explicó que pesa mucho el nivel socioeconómico de los estudiantes en los desempeños, haciendo una sociedad menos movible del punto de vista educacional y social, lo que requiere corregirse.

En tercer punto, las políticas educaciones no están conversando con las necesidades que de alguna forma aparecen a partir de este resultado como niños que se van quedando rezagados.

“Estamos en una discusión institucional de cómo debe organizarse institucionalmente la educación que ha sido muy desgastante para todos los actores educaciones, hemos creado una maraña burocrática en educación, sobre todo en educación escolar que tiene muy asfixiado los distintos establecimientos”, señaló.

Añadió que hay que volver a discutir seriamente cómo ayudamos a los niños y colegios que se están quedando atrás, y también, cómo mejorar a los alumnos con alto desempeño.

“La conclusión final es que Chile es un país que está perdiendo mucho talento”, aseguró y precisó que hay que incorporar nuevas tecnologías en las aulas.

Explicó que la conversación en torno a educación se ha vuelto institucionalista sobre cuál es el modelo de educación público siendo discusiones interesantes pero donde no se puede olvidar el resto.

“Lo que no puede pasar es que esa discusión sobrepase la otra, tal vez porque la gente discute menos de educación, quiere saber más de lo macro, hay que levantar a los profesores, reconocerlos como profesionales, que tengan más posibilidades de idear sus metodologías, que no se sientan asfixiados por estas reformas institucionales y que puedan dedicarse a la pedagogía”, dijo.

Asimismo, aseguró que debe mantenerse el estatus del profesor y mantener su reconocimiento en la sociedad.

“Hemos tenido una modernización muy rápida que ha hecho que los estatus se alteren y, en particular, en el caso del profesor, ha perdido estatus, lo que es dañino, perdiendo autoridad en la sala de clases”, sostuvo.

Respecto al proyecto de reforma de educación superior, Beyer precisó que la iniciativa está entrampada y que la autoridad tendrá que buscar una forma de ir encausándola.

“Se ha postergado demasiado (…) el principal problema que tiene el sistema chileno seguramente es la calidad, habían proyectos, hay que avanzar en esa materia y eso no se ha logrado todavía. Buscar un proyecto tan integral no ha dado resultados, hay que ver cómo se va desgranando y cómo se resuelve el problema del sistema de educación superior”, aclaró.

Escucha la entrevista realizada por Katherine Ibáñez y Álvaro Escobar en Expreso Bío Bío:

Fuente: http://www.biobiochile.cl/noticias/opinion/entrevistas/2016/12/07/harald-beyer-por-prueba-pisa-chile-es-un-pais-que-esta-perdiendo-mucho-talento.shtml
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Gerard Corriols: “La infancia se caracteriza por el amor a la vida”

07 de diciembre de 2016 / Fuente: http://blog.tiching.com/

Gerard Corriols

Empecemos por el principio: ¿qué es la educación humanitaria?
La educación humanitaria es un método de innovación ecopedagógica que destaca por su excelencia educativa al vincular y relacionar los derechos humanos, la ética ambiental y la protección de todos los animales.

¿ Y cuáles son sus objetivos?
Su lógica de profunda coherencia facilita el desarrollo y el aprendizaje de valores como la compasión, la empatía, el respeto, la bondad y una consideración positiva hacia todos los seres vivos, humanos o no, de manera incluyente y sin ningún tipo de discriminación. En consecuencia, la atracción innata de los niños hacia los animales y la naturaleza, facilita el aprendizaje de todos los contenidos curriculares sin renunciar a una máxima de valores.

¿A partir de qué edades puede comenzar a trabajarse? 
La infancia se caracteriza por el amor a la vida y por todo lo que está vivo, eso se explica porque nacemos biofílicos, es decir, con una atracción natural intrínseca hacia todas las formas de vida vegetales y animales, así que nacemos humanitarios de serie. Los niños tienen incorporado un conocimiento y una visión global de la realidad que posteriormente la escuela y la sociedad fragmenta y reduce a simplificaciones sin sentido que no sirven para vivir con plenitud ni para en un futuro poder aportar calidad y creatividad a nivel profesional. Está más que contrastado que el contacto y la filiación hacia la naturaleza y los animales es esencial para un desarrollo pedagógico y psicológico saludable.

¿Qué metodologías utiliza?
La vertiente holística, crítica y emocional de la educación humanitaria facilita su conjugación con las metodologías pedagógicas creativas y de desarrollo personal que superan la concepción caduca que limita la educación a los pilares del saber y el hacer, y la amplía hacia el sentir, emocionando a los educandos y encontrándose con ellos mismos, así como el aprender a convivir con los demás seres con quienes compartimos el planeta trabajando a partir de proyectos que den soluciones a los retos que se plantean en el aula.

Pero, ¿y en qué se diferencia de la educación para la no violencia?
A mi entender, la verdadera educación para la no violencia tiene que ser incluyente, es decir, sin excluir ningún tipo de violencia contra cualquier ser vivo con emociones, conciencia y sensibilidad al dolor. Cabe recordar que en el año 2012 un equipo de trece neurocientíficos de las universidades internacionales de más prestigio, en presencia del científico Stephen Hawking, firmaron la Declaración de Cambridge sobre la Conciencia en la que afirman la existencia de conciencia en diversos animales no humanos. Se me hace difícil justificar una educación para la no violencia que no contemple ni trate la violencia contra los seres más vulnerables.

Se trata entonces de ampliar el punto de mira…
Está demostrado que, mayoritariamente, cualquier tipo de violencia tiene sus raíces en las agresiones, abusos y/o usos contra los animales. Es una contradicción que las leyes de educación tengan como objetivo prioritario la prevención de conflictos y la educación para la no violencia y que a su vez el propio sistema esté permitiendo el fracaso de estos por el simple desconocimiento de que el método infalible para conseguirlo consiste en lo que plantea la educación humanitaria. Así pues, invito al conjunto de administraciones y al profesorado a que hagan una interpretación profunda, humanitaria y coherente del currículum y de las leyes y que empecemos de inmediato a desarrollar programas de educación humanitaria en todos los contextos educativos.

¿Puede relacionarse entonces la crueldad con los animales y la violencia entre seres humanos?
Desgraciadamente la crueldad contra los animales es solo el primer paso para pasar a agredir a un ser humano. Esto lo demuestran los escalofriantes estudios criminológicos realizados por el GEVHA (Grupo de Estudio de la Violencia hacía Humanos y Animales) que concluyeron que el 86% de mujeres víctimas de violencia también explican maltrato hacia los animales, y el 30% de estas explicaron que sus hijos habían herido o matado animales. Además, se ha comprobado que cuando un niño maltrata a un animal, este es uno de los indicadores más importantes para detectar un trastorno de conducta. El mismo FBI ha comprobado a lo largo de treinta años de investigación que el 70% de maltratadores de animales también tenían otros antecedentes delictivos.

¿Cree que el ser humano es cruel por naturaleza, o es un comportamiento aprendido?
Si nos remontamos a las palabras del filósofo Rosseau, unos de los llamados padres de la pedagogía junto con Kant, él pensaba que el ser humano es bueno por naturaleza y que es la sociedad quien lo contamina de crueldad. Lo que me parece evidente es que vivimos en una sociedad con tendencia a la violencia, ya que funcionamos mediante la competitividad en vez de la cooperación y la ayuda mutua como hacen los animales de cada especie, lo cual demuestra que estamos perdiendo inteligencia y el verdadero sentido de la vida.

Entonces, ¿podríamos educar a los más pequeños para evitarlo?
Por supuesto que se puede educar para prevenir la violencia. A mi entender la educación en valores tiene que liderarse desde cada familia, creando hogares armónicos y dando responsabilidades a los niños para que el día de mañana no cometan irresponsabilidades. A nivel escolar, es bueno recordar que el sistema educativo se tiene que reinventar por completo, la escuela tiene que abrirse y conectar con la comunidad de su entorno, y los equipos directivos junto con el profesorado tienen el reto de crear claustros fuertes, eficientes y cohesionados que faciliten seguridad y aporten recursos al profesorado para que este se sienta a gusto y pueda educar con el método más infalible que existe: el del ejemplo.

En este tipo de iniciativas se trabajan mucho los conceptos de empatía y compasión, ¿existe alguna diferencia entre ellos? 
Existen diferentes interpretaciones del significado de la empatía y la compasión. Actualmente en la educación humanitaria se entiende que las dos son importantes, aunque la empatía supone una identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro, y la concepción más evolucionada de la compasión da un paso más allá, ya que significa ponerse en el lugar del otro pero también comporta la participación en el dolor, pasando a la acción con el propósito de aligerar el sufrimiento en los humanos y los demás animales, siempre y cuando, esta esté basada en el desinterés, la cooperación y la ternura.

¿Cómo se trabajan ambos elementos en la educación humanitaria?
La metodología de la educación humanitaria ha desarrollado diferentes dinámicas y herramientas vivenciales y creativas para educar en positivo en la empatía y la compasión. Algunos ejemplos para trabajar la empatía se basan en ponerse en el lugar del otro, por ejemplo: en el lugar de una niña explotada en una fábrica textil, de un gatito abandonado, de una flor que está triste, de un río contaminado, de una persona mayor maltratada por sus hijos, o de un animal encerrado en una granja. Igualmente, también se desarrollan trabajos grupales por proyectos para encontrar soluciones compasivas y creativas a las diferentes situaciones de crueldad que encontramos en la sociedad, de manera que comprueban las conexiones que existen entre la justicia social, el medio ambiente y la defensa de todos los animales.

Pero, ¿sirve de algo la educación humanitaria en el aula si al salir de ella la sociedad continúa siendo igual de cruel?
Tenemos que lograr que cada persona entienda que la máxima responsable de la educación es ella misma, tanto o más que un maestro. Lo que sucede en el aula tendría que servir solo para complementar y ordenar los aprendizajes y los valores que se tendrían que liderar en cada familia. El conjunto de la ciudadanía tiene el deber moral de responsabilizarse de la educación de su entorno inmediato de la manera más objetiva posible y aplicando el sentido común delante de cualquier duda. Solo así, dejando de delegar la educación a la escuela, los niños encontrarán en la sociedad los valores y los aprendizajes positivos que aprenden en el aula.

Son por lo tanto muchos los elementos que deben entrar en juego. 
Otro tema que influye directamente es que el sistema educativo y las políticas sociales en general no están dando unos resultados óptimos cuando existen iniciativas como la educación humanitaria que demuestran que sin la necesidad de invertir más, solo adaptando el currículo a las necesidades reales y humanitarias de la sociedad, se podrían conseguir grandes logros que repercutirían positivamente en todos los ámbitos de la sociedad en beneficio del bien común.

Sin embargo, actualmente hay una tendencia a eliminar del currículo los contenidos “menos productivos”, como las artes, la filosofía o la ética… no queda apenas espacio para el trabajo en valores. ¿Qué opina al respecto?
A lo mejor en la minimización de las humanidades encontramos la respuesta del porqué actualmente existe cierta incapacidad institucional para resolver los actuales retos sociales. Precisamente la educación en valores tendría que educar para conseguir que se llegue a consensos que indiquen aquello que debe tener más valor y que es más importante y apreciado para la sociedad. La obsesión institucional de perseguir a las humanidades me parece preocupante, ya que si hemos llegado hasta aquí ha sido precisamente gracias a la reflexión, al diálogo, a la cooperación, a la creación, a la conciencia, a la belleza… y a todo lo que tiene que ver con las humanidades.

Las consecuencias de ello no pintan entonces muy bien.
La fragmentación del pensamiento que padecemos en la escuela y en la sociedad es antinatural e impide que desarrollemos la visión global que tenemos en la infancia, de manera que a medida que crecemos vamos perdiendo inteligencia creativa hasta llegar a tener un pensamiento de un reduccionismo preocupante. Este reduccionismo es el que impide evolucionar a las llamadas ciencias exactas que en sectores como la medicina o el medio ambiente se hace evidente la necesidad de complementarse con sus orígenes humanistas para poder ser más eficaces y dar respuestas integrales y de calidad a las necesidades emergentes.

La educación humanitaria parece una manera diferente de enfocar la educación en valores… ¿Forma ya parte del currículum en algún país del mundo?
En realidad cualquier currículum democrático y con trasfondo pedagógico tendría que incluir aspectos relacionados con la justicia social, la protección del medio ambiente y el respeto hacia los animales. Políticamente los gestos son demasiado tímidos, es por eso que las iniciativas que existen, de momento, están impulsadas mayoritariamente por organizaciones no gubernamentales. En Estados Unidos la educación humanitaria está muy consolidada y, más o menos esporádicamente, se imparten acciones en multitud de escuelas. No está de más recordar que tuvo un periodo de esplendor y a principios del siglo XX ya habían más de 260.000 niños y niñas organizados para proteger a los animales en las llamadas Bands of Mercy (Bandas de la Misericordia) que a través de cuentos, canciones y lecciones animaban a la sociedad a decir alguna palabra amable o a hacer algún acto de bondad que hiciese más feliz a cualquier otro ser.

¿Podría citarnos alguna experiencia educativa que se esté llevando a cabo en la actualidad?
Por poner algún ejemplo, tenemos el caso de un proyecto muy emotivo en Liberia que está empoderando a diferentes poblaciones a través de la educación humanitaria. También cabe destacar la imparable actividad que realizan en escuelas de todo Asia desde ACTAsia o bien proyectos singulares como es el caso de la Muse School de California, una escuela verde y humanitaria impulsada por el director de cine James Cameron. Por suerte, en el estado español contamos cada vez con más profesorado formado en educación humanitaria gracias a iniciativas como la que ha impulsado FAADA y que ya está aplicando la metodología con excelentes resultados; así como escuelas que educan a través de métodos integrales como la pedagogía Waldorf que según las tesis de su creador, el genio Rudolf Steiner, educan en el respeto más profundo hacía todos los seres vivos.

Y, para acabar, ¿qué le recomendaría al profesorado y a las familias interesadas en educación humanitaria?
Como los animales despiertan una gran atracción, deben tener un papel relevante en la educación escolar y familiar. Pero para que esta sea de calidad, coherente y ética, es necesario que las visitas y excursiones que se realicen para facilitar el contacto con los animales se hagan exclusivamente en protectoras, santuarios o centros de recuperación de fauna salvaje, es decir, en centros en los que únicamente se encuentren animales rescatados del abandono y del maltrato o bien por encontrarse heridos en su hábitat, y sobre los cuales no se ejerza ningún tipo de exhibición, uso ni abuso. En lo que se refiere a la alimentación, los comedores escolares tendrían que ser sinónimo de educación para la salud y de alimentación consciente, de manera que los niños sepan exactamente qué es lo que se les pone en el plato. En consecuencia, los comedores escolares tendrían que incluir iniciativas innovadoras como los Meat Free Mondays, de gran éxito a nivel internacional, o, en el mejor de los casos, apostar por una alimentación diaria vegana, libre de cualquier producto de origen animal en beneficio de la salud del alumnado, de la vida de los animales inocentes, así como del medio ambiente. 

Fuente entrevista: http://blog.tiching.com/gerard-corriols-la-infancia-se-caracteriza-por-el-amor-a-la-vida/

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Claudio Suasnábar: “No es justo comparar a las universidades nacionales con las de países que tienen ingresos selectivos”

América del Sur/Argentina/06.12.2016/Autor y Fuente:http://conadu.org.ar/

CONADU: ¿Qué está pasando en nuestras universidades? ¿Qué está pasando con los alumnos en las universidades nacionales?

– CLAUDIO SUASNABAR (CS): En realidad están pasando muchas cosas y hay muchas líneas de trabajo. Hace unos días salió en el diario La Nación un informe del centro de estudios que tiene Alieto Guadagni que planteaba, con un titular medio catástrofe, que en las universidades públicas el 44 por ciento de los alumnos aprueba una materia por año. Por un lado, ese trabajo da cuenta de una realidad que sobre todo puede observarse en la graduación. O sea, uno de los temas que tiene la universidad argentina es la baja graduación. Pero el trabajo de Guadagni compara universidades y saca lo que se llama costo por alumno, y te marco un dato: si bien Argentina tiene un 14 por ciento de graduación y es uno de los más bajos de América latina, Brasil tiene 19 por ciento y Chile 15 por ciento. Lo más interesante es cuando uno compara qué pasa en los países centrales: por ejemplo, en Australia el porcentaje de graduación es del 66 por ciento; en Finlandia, del 56 por ciento; y en Japón, del 41 por cierto. Pero en realidad se están comparando países que tienen ingresos selectivos. En el caso de Argentina en un punto es más entendible esta lentitud de los estudios porque no existe selección. Pero en aquellos que tienen selección uno podría decir tampoco es mecánica esa relación.

La otra cuestión que señala Guadagni, que me parece más peligrosa, es cuando él hace una suerte de división del presupuesto que recibe cada universidad y lo divide por la cantidad de alumnos o por la cantidad de graduados, con la cual da cifras muy grandes. En este punto hay que ser más bien cuidadoso, porque en realidad uno le imputa al costo de ese alumno un conjunto de otras funciones que también hace la universidad y que incluye el presupuesto; por ejemplo, la investigación, la extensión y los servicios a la comunidad. O sea, le estamos cargando al costo de ese alumno otras funciones.

Pero además me tomé la libertad de buscar en el informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) de 2011, que se llama Education Anglaise, y encontré una serie de indicadores internacionales que marcan que en Australia el costó por alumno es de 65.334 dólares y en Bélgica de 44.911 dólares. El promedio de la OCDE es de 57.700 dólares. Te diría, entonces, que no es ni más caro ni más barato porque la comparación es errada, porque ¿por qué razón tendríamos más o menos los mismos costos por alumno en nuestro sistema que no es selectivo? (Ver Comparación internacional y costos por alumno)  y (Ver Tasa de graduación – UNESCO)

Lo que quiero decir es que quizás no son justas las comparaciones si uno no las pone en contexto. Esto no quiere decir que Argentina no tenga un problema y que haya que pensar alternativas para mejorar el rendimiento de los alumnos. Lo que sí es necesario ir más allá de estas comparaciones simples y visualizar un poco más la complejidad; y esa complejidad tiene que ver con que la heterogeneidad de la matrícula que tienen nuestras universidades plantean verdaderos desafíos institucionales que tiene que ver con definir políticas. Esa heterogeneidad o esos problemas no es que no los tengan los países centrales, pero la diferencia es que el ingreso selectivo excluye a una parte de la población que deriva a otras ofertas educativas y que por tanto no se carga ese costo.

A pesar de ello, aún en los países centrales la baja graduación en relación a estas condiciones también es un problema. Y de hecho, si uno mira por Internet, hay un gran debate a nivel mundial respecto a este tema de la retención y la graduación desde el campo de la psicología, de la sociología y de la educación superior. Pero, por supuesto, son otros los problemas y por tanto ahí hay un elemento más para ponerlo en contexto.

Lamentablemente los debates en Argentina tienden a ser medio efectistas…

– CONADU: Porque a veces pareciera que tienen otros intereses. Este informe tampoco se mete con lo que pasa en las universidades privadas.

– CS: No, porque las universidades privadas son más reticentes a proveer datos. Pero sin meternos en ese planteo, me parece que hay que tratar de mirar más en contexto estas cuestiones, sin obviar los problemas y sin decir que está todo bien. No ayuda mucho a pensar alternativas las comparaciones simples, porque pueden llevar a conclusiones erradas sin pensar en la complejidad.

– CONADU: Claro, y no pensar también si como Estado queremos que la educación superior sea un derecho, que es lo que en nuestro país se está haciendo carne de algún modo. Tendremos que mejorarlo y estamos en un montón de propuestas como para que eso sea ejercido con la mayor de las equidades. Pero si uno ni siquiera puede anotarse en la universidad, lejos está de ejercer su derecho a la educación superior.

– CS: Tal cual. Y es el gran debate que tienen los países centrales: cómo garantizar ese derecho. Muchos lo tienen a partir de sistemas muy diversificados, en el sentido de que hay distintas ofertas para tipos de población. Ni que hablar de los sistemas que son arancelados. El caso de Australia es claramente uno de los sistemas más fuertemente arancelados, o Chile. Decíamos que Argentina tiene el 14 por ciento de graduación, Chile tiene el 15 con examen de ingreso, cupo y arancel.

Entonces la pregunta es: ¿cuán eficaz, aun en los términos que se plantea de eficacia costo-beneficio, es un sistema que tiene baja graduación con todos esos filtros que plantea? Me parece que es errado el planteo en sí mismo.

– CONADU: Pensando en la propuesta de CONADU de fortalecer los primeros años universitarios, ¿puede el alumno perseverar en la formación?

– CS: Totalmente. Te diría que es casi el mismo efecto que la asistencia al preescolar en la educación primaria. Está demostrado mundialmente que esos años previos generan condiciones cualitativamente diferentes para el acceso a la alfabetización. En el caso universitario te diría que el lugar crítico son esos primeros años, y ahí se juega buena parte de la suerte de muchos de los jóvenes.

Entonces, la propuesta que hace CONADU en ese sentido avanza mucho más en una discusión a partir de una estrategia integral como se plantea, que es complementar los sistemas de becas con dispositivos institucionales que tienen que ver con lo que acontece en las cátedras, con las formas de enseñanza, con la posibilidad de compensar a lo largo del tiempo esas falencias que muchas veces se arrastra del nivel medio. En ese sentido me parece que CONADU levanta la discusión a partir de reconocer la complejidad que tiene esta situación. Y a partir de la voluntad se hace realidad ese derecho para muchos jóvenes.

Fuente: http://conadu.org.ar/claudio-suasnabar-no-es-justo-comparar-a-las-universidades-nacionales-con-las-de-paises-que-tienen-ingresos-selectivos/

Imagen: http://conadu.org.ar/wp-content/uploads/claudio-300×192.jpg

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