Page 364 of 455
1 362 363 364 365 366 455

Sin filosofía en la aulas formamos a autómatas y no a personas autónomas y libres.

Por: Karen Estévez.

El filósofo Jordi Pigem intenta encontrar la respuesta a una pregunta: ¿Por qué la sociedad con mayor acceso a la información es la que está rompiendo con la base de su subsistencia, la naturaleza? En esa búsqueda ha dado forma a una decena de libros, el último, publicado este año, se ha convertido en un referente dentro del mundo de la filosofía en la actualidad: Inteligencia vital. Una visión postmaterialista de la vida y la conciencia. El hombre y su relación con la ecología son su fuerte, por eso, el autor estuvo presente en dos jornadas sobre sostenibilidad y medio ambiente propuestas el pasado lunes y martes por la Universidad de La Laguna.

-Empezó siendo periodista en una publicación sobre ecología y lo dejó, ¿por qué?
“Al terminar de estudiar filosofía, entré a trabajar en el mundo del periodismo ecológico con la revista Integral, que acabé coordinando, pero, en efecto, lo dejé. Constaté que por más que divulgáramos lo que ocurría, cómo estábamos destruyendo el equilibrio ecológico, no cambiarían las cosas; de hecho, en los últimos 25 años todos los parametros ecológicos han ido a peor. Tenemos más información que nunca y, sin embargo, lo hacemos peor que nunca. Lo dejé porque quería comprender por qué la sociedad con mayor acceso a la información estaba rompiendo la base de su subsistencia: la naturaleza. Entonces volví al mundo de la filosofía”.

-¿Cuál es para usted el principal problema que debe enfrentar el hombre actual?
“El mayor problema es encontrarle sentido a la vida contemporánea, buscarle una razón a nuestra participación en el cosmos, en la realidad. Necesitamos saber que no formamos parte de un mundo mecánico, sino que cada uno es importante. Tenemos que darnos cuenta de que somos cocreadores y participantes de una realidad mucho más prodigiosa de lo que pensábamos”.

-Sus libros suelen girar en torno a la relación del ser humano y la naturaleza. ¿Existe una ruptura en esa relación?
“En el proceso de convertirnos en modernos perdimos por el camino la sensación de participación en la realidad, que sí tenían nuestros antepasados. Esta sociedad nuestra pasa de trabajar en el campo, en contacto con la naturaleza, a formar parte de un mundo donde se viene a consumir y a producir, donde las cosas pierden su sentido. Hemos perdido esa sensación de participación en el cosmos. Formamos parte de una sociedad consumista y materialista donde tenemos más que nunca y, sin embargo, el nivel de satisfacción de la gente está más bajo que nunca”.

-Cada año suenan más alto las amenazas de acabar con la asignatura de Filosofía en los institutos…
“Querer acabar con la asignatura de Filosofía en los institutos es un gran error. A este mismo sistema que nos lleva a ser materialistas y competitivos le interesa que la gente no piense por sí misma, que sea obediente y que solo se dedique a consumir. La filosofía, que es una invitación a pensar por ti mismo y tener criterio propio, es una verdadera amenaza. Retirar la filosofía es una manera de formar autómatas más que formar a personas autónomas”.

-¿Considera que a la clase política actual le hacen falta algunas clases de filosofía?
“Muchísimas clases. Lo que aquí predomina es la mentalidad materialista e individualista en la mayoría de los partidos políticos, por desgracia y en todas partes. A muchos políticos solo les interesa crecer dentro de su partido y tener más poder. Si pones eso por delante de tus ideales, te estás traicionando a ti mismo y  a la sociedad. La clase política y todos necesitamos tener la posibilidad de sentarnos y de pensar. Para eso necesitamos silencio y, en cambio, estamos en un ajetreo constante de comunicaciones y de presiones que hacen muy difícil tener un espacio para pensar”.

-¿Somos la sociedad de la información menos informada?
“Tenemos más información y menos conocimiento. Menos conocimiento y menos sabiduría. Para tener sabiduría no hace falta tener mucha información, solo hace falta tener la mirada limpia, clara. El exceso de información puede saturar e impedir que se vean las cosas con claridad. Hay una gran cantidad de información trivial que flota en los medios y en las redes, eso impide que estemos concentrados en nuestras vidas. Las nuevas tecnologías nos permiten acceder a la información como nunca antes, pero tienen un potencial deshumanizador, lo vemos en las cafeterías, cuando la gente no separa la vista de la pantalla del móvil”.

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/sin-filosofia-en-las-aulas-formamos-a-automatas-y-no-a-personas-autonomas-y-libres/

Imagen: http://insurgenciamagisterial.com/wp-content/uploads/2016/11/eltiempo.jpg

Comparte este contenido:

Inger Enkvist: «Hoy las escuelas son guarderías para adolescentes»

Entrevista/ 15 de noviembre de 2016/Fuente: el mundo/BERTAG. DE VEGA

«No hay ningún indicio de infelicidad generalizada entre los estudiantes con alto rendimiento escolar»

«Las chicas musulmanas europeas ven en el estudio un modo de escapar al control de sus familias»

«Conozco Cataluña y allí la educación ha sido obviamente el instrumento principal para el nacionalismo»

Su discurso no casa muy bien con los recientes entusiastas de la nueva educación, la que cree que los niños se aburren en clase por culpa de un sistema que no ha cambiado tan rápido como la tecnología. O sea, muchos de los acólitos del educador británico Sir Ken Robinson, los que piensan que los niños ya no pueden permanecer sentados en clase, los que creen que los colegios matan la creatividad, los que abominan de una mínima memorización.

Además, para los que confían en que un pacto educativo de todos los partidos es la panacea para los problemas de fracaso escolar que padecemos, Inger Enkvist no trae buenas noticias: quizás es más cuestión de lo que se respira en el ambiente, en casa, que en la letra pequeña de una nueva ley, como han demostrado los distintos estudios de los que ella se hace eco en La buena y la mala educaciónsobre distintas comunidades de inmigrantes por todo el mundo. Es incómodo pero, ¿por qué los descendientes de chinos lo hacen mejor que los de mexicanos en California con exactamente el mismo sistema educativo?

En España, hace años, la llamaron para escuchar su opinión sobre la ley catalana de Educación. Allí, en el Parlament, habló de resultados de la educación diferenciada entre niños y niñas. Pero un parlamentario de Esquerra le dijo que los colegios femeninos y masculinos en este país eran un símbolo de la Iglesia y de la dictadura. Quizás por eso, porque sabe lo fácil que se embarra aquí el debate, Enkvist se muestra cauta a la hora de abordar algunos asuntos. De los otros… aquí está ella.

Cuando lee o escucha que hay que cambiar la educación porque seguimos dando clase como en el siglo XIX, antes de que existiera Google, una de las frases más recurrentes entre los gurús de la nueva educación, ¿qué piensa?
Eso lo dice alguien que no es educador. En la educación de base, fundamentalmente la obligatoria hasta los 16 años, lo que necesitan aprender los alumnos no tiene que ver con Internet. Necesitan lengua, matemáticas, geografía, historia… Necesitan convertirse en buenos lectores con un amplio vocabulario y una sólida base de conocimientos generales sobre el mundo. Para conseguir esto, Internet es más una distracción que una ayuda. Internet les va a servir después de conseguir esa formación de base. Es magnífico para la persona que ya tenga conocimientos y necesite comprobar un dato o la ortografía de un nombre. Para sacar provecho de la Red, el usuario debe saber formular una pregunta y evaluar la respuesta, y eso no es el caso del alumno promedio. Se podría hablar también de un error de percepción. Hay mucho material en Internet, es cierto, pero el problema del educador de hoy no es tanto tener acceso a materiales para ilustrar lo que deben aprender los alumnos como el problema de la voluntad de hacer un esfuerzo prolongado para aprender.
En muchos países occidentales, por las encuestas de Pisa sabemos que los niños de familias sin recursos económicos apenas tienen oportunidad de llegar a la universidad. ¿Qué está pasando? La educación ha dejado de ser un ascensor social…
Tiene que ver con varias cosas pero se pueden señalar unos factores. El primero sería que, en el Estado del bienestar, los alumnos no sienten la urgencia de antes de estudiar para sobrevivir social y económicamente, y tampoco los padres ven así la situación. Segundo, con el Estado del bienestar se han difundido teorías permisivas en la educación que dicen que los profesores deben aceptar que no haya tanta disciplina en clase. Se dice que el aprendizaje debe ser divertido y, si no es así, los alumnos están en su derecho de rechazarlo. Esas teorías son negativas para todos, pero sobre todo para los que aprenden menos en su casa. Finalmente, esos factores han llevado a que no sea tan gratificante ser profesor, con lo cual los estudiantes más inteligentes e idóneos para ser profesores se dirigen hacia otras profesiones. Los nuevos docentes quizá no tengan la misma capacidad de ganarse a los alumnos con menos interés para los estudios.
En su libro de La buena y la mala educación, describe la educación en barriadas francesas como aterradora, con adolescentes que apenas se sitúan en el mundo. ¿Cómo se ha llegado a eso?
Mi explicación es que grupos de intelectuales han machacado a políticos y profesores diciendo que Occidente sería opresora y que su cultura sería «excluyente». Esto ha creado una duda de si es legítimo enseñar lo que se enseña desde siempre y en particular si es legítimo exigir que personas de otro origen étnico aprendan lo que típicamente contiene el currículum en una escuela occidental. El resultado es que los profesores no exigen un esfuerzo, los alumnos no aprenden y, a pesar de esto, obtienen el aprobado, y los políticos no intervienen porque no se sienten seguros de su mandato para intervenir. Se invierte un dineral en las escuelas pero no se obtienen resultados y se convierten en guarderías para adolescentes. Tras la edad escolar, estos jóvenes están desamparados ante la vida en una sociedad moderna.

Estudiantes aislados

Cuando dice que en esas barriadas de París están desamparados y perdidos en el mundo, ¿podría explicar en qué sentido? Y no pasa tanto con las chicas musulmanas. ¿Por qué cree?
Si los alumnos del origen que sea no adquieren en la educación primaria un vocabulario amplio, unos conocimientos del mundo y una conducta socialmente aceptable, nunca llegarán a «entrar en el mundo del libro». No se acostumbran a ver el mundo desde diferentes perspectivas, como la de un adulto o la de un anciano, de alguien de otra cultura, de otra región geográfica o de otra etapa histórica. Así corren el riesgo de adquirir menos flexibilidad mental… Sin conocimientos previos sobre el mundo y sin un vocabulario que vaya más allá de las 500 palabras e incluya las abstractas, los chicos no entienden ni el telediario. No sólo es que se sientan aislados del resto de la sociedad, es que lo están. A su vez, eso lleva a que todas las noticias les lleguen de sus compañeros en el barrio y eso da por resultado una tendencia a juzgar todo desde la perspectiva del círculo inmediato de amigos y conocidos. Así pueden crecer Estados dentro del Estado, sociedades paralelas. Se trata de un círculo vicioso. El desarrollo descrito es más frecuente entre los chicos que entre las chicas porque las familias tradicionalistas suelen acostumbrar a las chicas al trabajo y al autosacrificio. Además, para ellas, el estudio suele verse como una manera de escapar del control de la familia y, por eso, se esfuerzan más. Finalmente, en bastantes ambientes machistas, suele estar más aceptado que estudie una chica porque suelen considerar que estudiar es algo femenino.
Ahora en España mucha gente fía la solución de los problemas de la educación a que se alcance un pacto de partidos políticos pero, en su libro, describe a comunidades de chinos que lo hacen muy bien en China y también en California. ¿Hasta qué punto el desempeño académico depende de los valores familiares más que del sistema educativo?
La cultura de la casa es muy importante y más importante que el nivel socioeconómico. El ejemplo de los chinos en Occidente no cuaja con la visión de algunos partidos políticos de que todo depende del nivel económico y no del respeto por la educación y de la voluntad de los alumnos y de sus padres.
Si alabamos la educación de los niños chinos en sus familias, los hay que enseguida traen a colación la felicidad y vienen a decir que esos niños no lo son. ¿Hay pruebas de que así sea? ¿Qué deberían aprender en algunas casas occidentales de esa cultura de los padres chinos?
No hay ningún indicio de infelicidad generalizada entre los alumnos de alto rendimiento escolar. Si antes en las escuelas occidentales existía una cultura del esfuerzo sin que nadie dijera que los alumnos exitosos eran infelices, ¿por qué ahora lo dicen?
La empatía es una palabra que se ha puesto de moda en la educación pero a veces da la sensación de que, cuando se conocen las circunstancias específicas de cada alumno, se puede caer en la tentación de sentir pena y exigirle menos de lo que puede hacer. ¿Es así?
Hay unas corrientes educativas que enfatizan la empatía y proponen una educación «del cuidado», terapéutica. Es una corriente fuerte en la educación preescolar y en la educación primaria. Esta empatía puede ser negativa si no se combina con un enfoque en el aprendizaje porque, aunque protege al joven al comienzo, podría dejarle sin conocimientos para la vida adulta.
Suecia es modelo en la introducción del cheque escolar, con el que los padres eligen el colegio que quieren para sus hijos, ya sea privado o público. Y los resultados se ven con cierto escepticismo. ¿Cómo cree usted que ha funcionado?
El cheque escolar fue introducido en una situación muy especial, y por eso lo que ha pasado en Suecia no se puede tomar como un ejemplo general de cómo funciona este sistema. El cheque escolar significa, en el caso sueco, que toda la educación se paga con el dinero de los contribuyentes pero la gestión de una escuela puede ser privada. Sin embargo, los currículos, la ley escolar y las reglas administrativas son iguales para todas las escuelas. Cuando se introdujo al comienzo de los años 90 había un gran descontento con la educación pública, y lo que sucedió fue que se crearon cadenas de escuelas gestionadas por empresas más que por profesores idealistas. Estas escuelas atraen cada vez a más alumnos porque, desde entonces, la situación general de las escuelas públicas ha seguido empeorando debido a varios factores. La situación no se ha arreglado y una de las causas es que la energía del sistema escolar se dirige hacia la integración de los nuevos grupos de refugiados asiáticos y africanos.

La politización

Según explica usted, la educación, al menos en algunos sitios, se ha mezclado con la ideología, sobre todo de izquierdas, como cuando se pone en cuestión el papel de Occidente en el mundo. ¿Cree que también ha desempeñado un papel el nacionalismo como ideología en Cataluña, región que usted conoce bien?
Sí, obviamente. La educación ha sido el instrumento principal para el nacionalismo.
En ambientes tecnológicos ahora no se ve machista poner a las niñas en clases diferenciadas, sólo para ellas, para aprender a programar, por ejemplo. ¿Cree que en España el debate de la educación diferenciada está contaminado por prejuicios de la dictadura y de la Iglesia?
Creo que el tema se ha politizado en España y que se ve conectado con la Iglesia católica. No se toma en consideración lo propiamente educativo.
Si el Estado de bienestar ha conseguido un nivel mínimo en el que no se incita a los más perjudicados a luchar por la excelencia académica, ¿eso cómo se arregla? ¿Cómo se puede motivar a los de más abajo a ser excelentes y, así, en cierta manera, acortar la brecha de la desigualdad?
Haría falta más tiempo para contestar a la pregunta pero, en resumen, sería preciso hacer lo contrario de lo que se hace ahora. No tener promoción automática, ofrecer itinerarios interesantes para los alumnos que se esfuercen, y atraer a excelentes profesores en todos los niveles, y sería muy importante especialmente en la educación primaria.
Ahora parece que andamos todos un poco obsesionados con Finlandia como modelo educativo, pero, si tuviéramos que imitar lo mejor de un país, ¿con qué modelo se quedaba usted?
Mejor que mirar hacia cierto país es asegurarse de que funcionen cuatro factores: los alumnos deben aceptar que estudiar significa esforzarse, los profesores deben estar cuidadosamente seleccionados y tener una formación sólida, los padres deben apoyar la educación escolar de sus hijos y tener confianza en los profesores y el Estado debe establecer currículos y tipos de exámenes adecuados para asegurar la calidad del sistema educativo.
Fuente: http://www.elmundo.es/cronica/2016/11/11/581f0cde268e3e502d8b456c.html
Imagen: e2-elmundo.uecdn.es/assets/multimedia/imagenes/2016/11/11/14788450166113.jpg
Comparte este contenido:

Boaventura de Sousa: “Hay que repensar cuanto antes la política de izquierda”

Entrevista a Boaventura de Sousa

Por: Sergio Segura

Boaventura de Sousa Santos es autor de varios libros, entre los que se destacan Epistemologías del sur y Hacia una sociología de las ausencias y de las emergencias; en ellos cuestiona la epistemología occidental dominante y los contextos culturales de la “producción y reproducción del conocimiento”. Parte de sus aportes académicos han estado orientados a acompañar diversos movimientos sociales latinoamericanos. Lanzas y Letras y la Fundación Rosa Luxemburgo retoman este diálogo dado en el cono sur sobre el panorama político de América Latina, las izquierdas europeas y el análisis de perspectivas organizativas cimentadas desde los movimientos populares.

¿Cómo se ven las organizaciones sociales latinoamericanas desde Europa?

En Europa tenemos otra noción del territorio, porque Europa se ha aprovechado del saqueo, de los recursos naturales. Ahí tenemos otros problemas, no solo la explotación capitalista sino la dominación colonial y patriarcal. En Europa el colonialismo no surge por el territorio sino por el racismo, ahora más con todos los inmigrantes y refugiados; es una vergüenza, es lo peor de la trayectoria colonialista de Europa.

Los movimientos sociales a veces excluyen el colonialismo; con el movimiento de Los Indignados (también llamado Movimiento 15-M por las protestas en España desde 2011) hicimos reuniones en España y Dinamarca, y nos dimos cuenta que los movimientos de lucha contra el capitalismo rara vez incluyen a los inmigrantes, y mucho menos a los que buscan asilo político; son invisibles, son los otros ausentes, son los indígenas de Europa, no son considerados como sujetos políticos. En Europa tienes el racismo como forma de colonialismo combinado con capitalismo y naturalmente con patriarcado. En América Latina, en India y en África el problema es por territorio, claro que hay otros problemas como el de las mujeres o la economía informal, pero la cuestión del territorio surge porque realmente es un problema planetario.

Este neoliberalismo es de raíz financiera, pero busca la especulación con una forma de acumulación primitiva. Como decía Rosa Luxemburgo, esa es una constante del capitalismo, no una fase del capitalismo, y hoy se manifiesta con el saqueo del territorio mucho más intensivo que el colonialismo, porque la maquinaria que no existía en el tiempo colonial permite hoy saquear los recursos de una manera más intensa: despojo, desplazamiento de poblaciones, expulsión de la gente. Estuvimos en Mozambique y en Zimbabue y es lo mismo, pero con diferentes perfiles. En África no tenemos el problema indígena, porque todos son indígenas, por así decirlo. En cada país la tierra funciona de manera distinta porque el colonialismo fue distinto. En América Latina la independencia fue obtenida por los hijos de los colonos, en África son pueblos originarios los que conquistaron la independencia, son problemas distintos.

sou1¿Qué posibles diálogos pueden existir entre las izquierdas europeas y las de América Latina?

Parte de mi trabajo los últimos 10 años ha sido en la crítica radical a las izquierdas europeas para refundarlas, reinventarlas; por otro lado, aprovechar todas las energías que surgieron en este continente los últimos 15 años. Hubo una izquierda que se mantuvo con un carácter genuino de búsqueda de socialismo; la gran mayoría, sobre todo los socialdemócratas, se vendieron al capitalismo, a la llamada ‘tercera vía’, en el caso del Partido Laborista inglés. En Alemania es un desastre porque prácticamente la izquierda no existe. Los socialistas que están en el poder no ofrecen ninguna política novedosa para Europa, los socialistas alemanes son los que han sido más duros con los países del sur de Europa, con la izquierda de Syriza en Grecia, por ejemplo. Eso es muy difícil de entender. Pero ahí viene la renovación desde dos factores: el primero es que los jóvenes que estaban formados para la política socialdemócrata, que no contribuye en nada a ninguna perspectiva socialista o poscapitalista en Europa, pasaron algún tiempo en América Latina con los gobiernos progresistas de Venezuela, Bolivia, Ecuador, también Brasil, y aprendieron mucho de este continente, aprendieron no solo a mantener la idea del socialismo del siglo XXI, sino también formas de democracia participativa. Esto fue lo que de alguna manera pasó a ser utilizado por los jóvenes inconformes con los socialdemócratas, por ejemplo en España con los consejos de ciudadanos de Podemos, con algunos problemas que se pueden discutir; también está Syriza, una trayectoria propia de una disidencia del partido comunista; por la misma línea está el bloque de izquierda en Portugal. Son partidos que están buscando reinventar la izquierda a través de alianzas e interconocimientos que han sido originados en América Latina.

Europa realmente no tiene nada que enseñarle al mundo, tampoco puede aprender por la tradición colonialista que tiene, pero algunos jóvenes como Los Indignados, entre otros movimientos, han intentado aprender con la experiencia latinoamericana. El problema con estas experiencias es que muchos partidos se olvidaron de la renovación política debido al modelo de desarrollo que se seguía, el único que lo intentó fue Hugo Chávez, pero de una manera muy carismática; ya sabemos que todo poder carismático depende del líder, y cuando el líder se va el poder se queda en vacío. Así pasó en Venezuela por la debilidad de las instituciones y los movimientos sociales, toda la movilización de izquierda vino desde arriba, al contrario de lo que pasó en Brasil y Argentina.

En este momento estamos en una fase de reflujo en América Latina y en Europa con algunas novedades, por ejemplo, el hecho de que en Portugal en este momento tengamos un gobierno de izquierda donde el partido socialdemócrata ha abandonado la tercera vía y se ha aliado con los comunistas y con el bloque de izquierda, donde está la izquierda socialista que es luxemburguista. Entonces está el aprendizaje desde el sur y el temor a la derecha revanchista, o a la extrema derecha como en Polonia, Hungría, Alemania. Ante el temor a la extrema derecha, la izquierda se está uniendo; por eso es que tenemos este gobierno en Portugal, por el temor de tener cuatro años más de una derecha totalmente revanchista que quería destruir todo lo que habíamos conquistado en los últimos 40 años.

De acuerdo a tus textos, tienes críticas al Estado-Nación, a la vez aprecias la construcción de un ‘Estado plurinacional’ en países de América Latina. ¿Qué saldo organizativo proyectan estas experiencias? Frente al actual giro conservador, ¿cuál es tu balance de la relación Estado-movimientos sociales?

La política de izquierda hay que repensarla cuanto antes. No es fácil, en algunos países es muy difícil porque los partidos de izquierda generaron sectarismo interno que liquida la disidencia. Quien tiene la posición crítica es echado o silenciado. Es necesario repensar la lógica de partido como existe. Los partidos, de ninguna manera, pueden tener el monopolio de la representación, hay que encontrar otras formas desde la democracia participativa, de los ciudadanos, de los movimientos sociales, tienen que tener una palabra fuerte de la renovación política. Hay que crear otras figuras políticas, eso es algo que está por hacer. Por otro lado, pienso que casi todos los gobiernos se vendieron a un modelo de desarrollo que acompañaron con una incidencia histórica que pareció muy buena pero que al final fue desastrosa.

El hecho de que la avanzada de los precios internacionales coincidiera con estos gobiernos y que pudieran tener alguna plata, sin cambiar la estructura de poder, sin cambiar las jerarquías sociales, sin cambiar la estructura de clase, sin cambiar el Estado, que podía generar alguna redistribución social, con algunos casos significativos como el de Brasil donde más de 45 millones de personas salieron de la pobreza… eso no se puede olvidar.

El costo social fue muy grande para los pueblos indígenas y campesinos, no fue un sistema sostenible porque estaba basado en los precios internacionales, no se luchó para que hubiera, por ejemplo, una reforma fiscal. Los ricos siguieron sin pagar impuestos y vemos que su plata está en los paraísos fiscales. Si esa plata pagara impuestos tendríamos salud para todos, educación de buena calidad. Esta izquierda va a tener que refundarse, básicamente porque la que hubo en la última década no es sostenible, después de la crisis interna en algunos casos hubo corrupción, con todo lo que puedas imaginar, por eso exige una renovación. En algunos países van a surgir partidos nuevos, en otros no es posible pero quizás hay partidos que se van a refundar. Algo dramático tiene que ocurrir. A menos que la derecha revanchista sea tan revanchista que gobierne de una manera tan desastrosa que los gobiernos de izquierda puedan volver rápidamente sin reconstruirse, ahí podemos tener un periodo de estabilidad a corto plazo.

Desde las ciencias sociales hay abordajes que obturaron el diálogo con los procesos sociales comunitarios que asumieron su opción por los gobiernos progresistas, con términos como “populismo”. ¿Qué desafíos quedan de este diálogo entre saberes académicos y saberes populares, conceptos que trabajas durante tu trayectoria investigativa?

Esos términos en América Latina son parte del debate, porque ya había una trayectoria en ese sentido. El concepto de ‘progresismo’ debería ser una cosa positiva, pero ahora es una mala palabra para muchos compañeros y colegas de izquierda con quienes tenemos algunas divergencias. El populismo en América Latina, sobre todo en Argentina, un patrimonio intelectual debido al trabajo de Ernesto Laclau, no se ha aceptado mucho fuera de Argentina, porque no es una buena hipótesis para hablar de lo popular.

Lo nacional-popular es una posición que toma un gobierno por ‘los de abajo’ y que tiene algún respeto por la soberanía nacional; pero allí puede haber fascismo y también clases de abajo, por eso se puede hablar de lo nacional-popular como se pudo hablar en Bolivia con el libro de René Zabaleta Mercado. Hablar de populismo se transformó en una manera de estigmatizar la izquierda por parte de la derecha, entonces cuando se dice que la derecha es populista es un elogio para ellos, no les molesta que les llamen populistas, cuando dicen que la izquierda es populista es para decir que la izquierda no es creíble. Ahora, todos los intentos por mejorar la vida de la gente, de defender derechos, son considerados populistas. El populismo es una trampa, se volvió en contra de quienes crearon la teorización del populismo. Discutí con Ernesto Laclau y con Chantal Mouffe (intelectuales posmarxistas) que nunca fue un significante vacío sino un significante vaciado, yo por eso prefiero los significantes dudosos, mejor lo nacional-popular que el populismo.

sou2¿Qué opinión te suscita la coyuntura colombiana en el marco de las ‘pedagogías de paz’ para darle fin al conflicto armado que aqueja al país hace más de medio siglo?

Desde los años 90 empecé a trabajar en Colombia, me apasiona. Fue un periodo de tanta violencia… pero también de mucha creatividad de los movimientos sociales. Durante un proyecto en el que estaba mataron a 15 padres jesuitas del CINEP (Centro de Investigación y Educación Popular); a cada momento que matan a un cura otro movimiento surge, con otra gente, por los derechos humanos. Es fabulosa la energía del país. Los movimientos sociales son la esperanza de Colombia, hay un Congreso de los Pueblos que está siendo representado en varios países. Hay que hacer pedagogía de paz como alternativa contrahegemónica porque [el presidente, Juan Manuel] Santos ya hizo su pedagogía de paz, que es sacar a la guerrilla para profundizar la minería. Para mí simplemente es así.

Las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), por su naturaleza política, hicieron un proceso de negociación muy cerrado en La Habana (Cuba), sin gran participación popular de las comunidades. El ELN (Ejército de Liberación Nacional) es distinto, quiere que sea un proceso de más participación social, de asambleas populares, movimientos sociales; no sé si lo va a lograr, pero la idea de una pedagogía de paz contrahegemónica me parece importante, no solamente para Colombia sino para todo el continente, porque vamos a tener guerras de baja intensidad que ya están emergiendo, y “baja” entre comillas en muchos territorios, porque se trata de masacres de pueblos indígenas, entre otros.

La afectación del nivel de vida en Argentina ha sido considerable tras el cambio de gobierno, al igual que la represión. ¿Qué retos enfrentan las organizaciones sociales que están en la oposición? ¿Cómo se puede dar la discusión de los “derechos que se perdieron”?

El gobierno de Mauricio Macri entró a hacer una ruptura con todo el periodo anterior, esto creó perplejidad entre los movimientos, se quedan paralizados sin saber cuál va a ser el contexto político, sin claridad de cuáles son los aliados, enemigos o adversarios. Aquí surgen muchas diferencias, pero también hay avances. Hace un par de años, por ejemplo, la cuestión indígena no se discutía en Argentina, ni negros ni indios. Hoy en día al menos se reconoce que son invisibles y están marcando una agenda a partir de su exclusión, que como digo normalmente, son exclusiones radicales; en sus territorios no hay derechos porque hay apropiación violenta, muerte y saqueo. Es difícil, porque a veces viven en zonas remotas que los pobladores urbanos no conocen. Lo más importante de los encuentros de organizaciones es que se conozcan, que estén intercambiando ideas.

Yo creo que hay que recuperar los derechos. No hay una zona de derechos en nuestras sociedades coloniales sino, insisto, una zona de no-derechos, de gente que está en zonas de despojo, de violencia, de apropiación. Frantz Fanon, un gran teórico que me gusta bastante, le llamaba “zonas de no-ser”: no existen. Ahora entra un gobierno de derecha que dice que los trabajadores tenían demasiados privilegios, y que hay que rebajar todos los derechos, en Portugal fue así, a punto de intentar eliminar lo que llamamos ‘la concertación social’, que es negociación colectiva de contratos, como están haciendo en los Estados Unidos, contratos individuales entre el patrón y el empleado, un fascismo sobre la forma contractual, porque son dos personas que no tienen el mismo poder; si no acepta las condiciones del patrón, ¿qué va hacer? Tenemos que ver que esos derechos tienen que ser recuperados, no hay otra forma de luchar por eso, y eso es muy difícil porque el capitalismo financiero que tenemos hoy logró transformar el trabajo en un recurso global, pero prohibió la posibilidad de un mercado global de trabajo: los sindicatos no se pueden unir, los trabajadores no se pueden organizar, hay federaciones mundiales pero no hay eficacia en ninguna en este momento. Cada vez hay más trabajadores pero cada vez menos identidad obrera; sin embargo, Argentina tiene mucha, estuve en una universidad creada por sindicatos, la única en el mundo que conozco. El sindicalismo está vivo, dividido por cierto, pero están intentando ver que realmente se necesita más unidad. El problema es cuando olvidamos los derechos de los indígenas, cuando no diferenciamos las clases sociales y se homogenizan las lógicas de las diferentes luchas, en sus diferentes tiempos y con sus diferentes alcances.

¿Cuáles son los resultados de los talleres realizados en diferentes partes del mundo como parte de la Universidad Popular de los Movimientos Sociales?

Han participado diferentes intelectuales comprometidos, que son minoría, porque la mayoría son movimientos diversos. Ha sido significativo que las personas hablan de manera abierta, y nos damos cuenta de las diferencias y de las convergencias, hablan sin tutela ni conocimientos privilegiados. Los talleres son una manera muy simple de contribuir a una visión más amplia entre movimientos, se invierte tiempo y dinero porque tenemos como objetivo un cambio político, transformador, emancipador. Es importante que la gente vea que detrás de esto no hay grandes organizaciones, por eso las síntesis que hacemos son novedosas, porque dependen de los contextos específicos.

Fuente: http://www.marcha.org.ar/hay-que-recuperar-los-derechos-en-argentina-boaventura-de-sousa-santos/

Comparte este contenido:

Entrevista al filósofo Wolfgang Fritz Haug: “Lo fundamental para Marx es entender los procesos reales, lo que está en el mundo”

Entrevista al filósofo Wolfgang Fritz Haug, editor del “Diccionario Histórico-Crítico del Marxismo”
“Lo fundamental para Marx es entender los procesos reales, lo que está en el mundo”
 
Enric Llopis

A los 80 años continúa intelectualmente activo, escribiendo y publicando. Antes de jubilarse, entre 1979 y 2001, Wolfgang Fritz Haug fue profesor titular de Filosofía en la Universidad de Berlín. Pero esto sólo en teoría, pues lo que hizo fue reconvertir la asignatura en “filosofía de la praxis”; así la impartía desde un punto de vista marxista y feminista (por la influencia del movimiento feminista alemán de mayo del 68, y de su mujer Frigga Haug, especialista en la obra de Rosa Luxemburgo). Hoy continúa en el empeño de sacar adelante una magna obra en 15 volúmenes, y de la que se han publicado 10: el “Diccionario Histórico-Crítico del Marxismo”, que cuenta con varios artículos vertidos al castellano. En 2016 también vio la luz en lengua castellana “Lecciones de Introducción a la Teoría del Capital” (Laertes). Dentro de su vasta producción, en México se tradujo “Publicidad y consumo. Crítica de la Estética de Mercancías”. Wolfgang Fritz Haug está afiliado a Die Linke desde la fundación del partido en 2007 y es miembro del Consejo Científico de ATTAC. Fundó y dirigió durante muchos años la revista de filosofía y ciencias sociales “Das Argument”, que intentó ser heredera de “Zeitschrift für sozialforschung”, la publicación lanzada por Max Horkheimer. El filósofo alemán ha participado en la presentación del último número de la revista “Pasajes” (primavera de 2016) en la Universitat de València (La Nau).

-Fundaste y eres actualmente coeditor y director científico del “Diccionario Histórico-Crítico del Marxismo”. Hace una década pronunciabas en el estado español conferencias sobre el legado de Marx ¿Piensas hoy lo mismo que en 2007?

La respuesta es sencilla. Tenemos un capitalismo absolutamente global por primera vez en la historia. Y para los fundamentos del análisis del capitalismo, no hay teoría más fuerte y que a la vez nos oriente hacia la verdad que el marxismo. Pero en 2007 se trataba de otra cosa. De Marx se tenía la impresión, tras el final de la Unión Soviética, de un pensador pre-totalitario y determinista. Yo quise enseñar otra cosa, la “sorpresa” del Marx real. Lo que, con el filósofo y poeta Bertolt Brecht, llamo un “campo axiomático”, es decir, un Marx que construye y forma teoría, que trabaja como teórico.

-¿Qué aspecto de Karl Marx te interesa especialmente: el rol de economista, filósofo, político, agitador o tal vez como periodista? ¿En qué aspecto piensas que tiene mayor vigencia?

Mi planteamiento es otro. Investigué la fuente del pensamiento de Marx, pero no las teorías ya hechas sino su origen. El “código-fuente” de su pensamiento. Me parece que eso es muy actual. Por ejemplo, lo que entiende Marx –y no Hegel- por dialéctica. La interpretación que creo haber descubierto no es la tradicional, ni tan siquiera es compartida hoy por la mayoría de marxianos. La mayor parte de ellos tienen un concepto de la dialéctica que es el de Hegel. Sin embargo, aunque Marx haga muchas referencias a Hegel y lo venere, su idea es la contraria. Porque uno (Hegel) es idealista y el otro, materialista (Marx). ¿Qué significa esto? Lo expliqué ayer en una conferencia durante dos horas (sonríe). Mientras que la dialéctica hegeliana es de conceptos, lo esencial para Marx es entender los procesos reales; en otros términos, lo que está en la cabeza frente a lo que está afuera, en el mundo. No pueden ser lo mismo.

-¿Así de sencillo?

Estas sencillas fórmulas siempre son “secretas”, esconden algo que no se percibe a primera vista. En el epílogo de la segunda edición de El Capital, Marx define la dialéctica como tratar todo fenómeno en el fluir de su devenir. La pregunta es, entonces, cómo se analiza el fluir del devenir de las cosas. Y aquí entra la praxis… Porque sin recurrir a la praxis resulta imposible. Es lo que trato de probar en el libro “Lecciones de Introducción a la lectura de El Capital”. En Marx la génesis es el proceso del devenir; pero muchos marxianos se han quedado en la parte de los conceptos.

-Por otro lado, realizaste la tesis doctoral sobre Sartre y la construcción de lo absurdo…

Lukács ya hizo una crítica del existencialismo, pero la mía es diferente. Responder a esta pregunta es imposible en dos palabras. El problema era cómo se construía la idea de lo absurdo; de hecho, se trataba de una tesis “deconstructiva”, aunque tampoco frontalmente en contra: todo planteamiento filosófico tiene siempre algo de valor; tener muy en cuenta este principio resulta siempre útil. ¿Si el marxismo perdió de vista durante mucho tiempo al individuo de carne y hueso? Es la división entre deterministas, objetivistas, estructuralistas y, por otra parte, los subjetivistas. La filosofía de la praxis es el conjunto.

-En el último número de la revista Pasajes (Universitat de València, primavera de 2016) publicas un artículo titulado “La digitalización: un cambio de época”. ¿Cuándo empieza este proceso totalizador, que tiene como protagonista a las nuevas tecnologías?

Empecé a estudiarlo a finales de los años 70, durante la primera etapa de la automatización de la industria alemana. Lo denominé la “arqueología del modo de producción electrónico-automático”. Ésta era la terminología de entonces. Se trata, nuevamente, del proceso del devenir. Observaba y le dediqué mucho esfuerzo a estudiar el proceso de automatización, además me preguntaba qué seguiría después. En la década de los 90, irrumpió Internet con una rapidez increíble. Así, a principios del nuevo siglo publiqué el primer volumen de la trilogía “Hightech-Kapitalismus”. El “Capitalismo de Alta Tecnología” hacía referencia a todo el cuerpo de tecnologías basadas en el ordenador. Pero la izquierda hablaba de “post-fordismo”. Mi argumento contrario era que cuando Gramsci analizó en la prisión el “fordismo”, no hablaba de “post-liberalismo”, sino sobre la realidad de su tiempo: y le asignaba un nombre. Pues bien, el nombre de la nueva época, de la fuerza de producción rectora es el ordenador y todas las tecnologías que operan alrededor de esa meta-máquina. Actualmente, incluso el individuo es un elemento en la suma de informaciones del “Big Data”. Tras la gran recesión de 2008 publiqué el segundo volumen –“Hightech-Kapitalismus in der Groben Krise”- ya que el capitalismo, al igual que ocurrió con el fordismo en 1929, tuvo aquel año su gran crisis. La pregunta pertinente es: ¿Qué va a seguir? ¿La guerra y el fascismo como entonces? La interrogante aún no tiene respuesta.

-Además de Marx, has trabajado en torno a la obra de Brecht, Mariátegui, los teóricos de la Escuela de Frankfurt… ¿Qué vigencia atribuyes a Gramsci, tan citado en los últimos años en España?

Dediqué diez años de mi vida a la traducción al alemán de los “Cuadernos de la Cárcel”, en una edición crítica de diez volúmenes. Un trabajo tremendo, que hicimos básicamente entre tres personas. Fue como una travesía por el desierto del Sahara. Actualmente hay una edición más barata a la venta (los diez libros por menos de cien euros), y cada día se venden. Ya forman parte de la cultura política de la juventud alemana, estudiantes y algunos sindicalistas. La filosofía de la praxis marxista –es decir, no especulativa, como sí lo era el materialismo tradicional objetivista- está en Gramsci, pero antes en el filósofo marxista de primera generación Antonio Labriola (1843-1904). La praxis implica, siempre, actividad humana. Ahora bien, estas tesis de Gramsci y Labriola arrancan de Marx, en concreto de las “Tesis sobre Feuerbach”, que es donde encontramos la esencia. Gente como Althusser despreciaban estas ideas, pues las consideraban para intelectuales de salón… Aunque en aquella época Althusser no sabía mucho sobre Marx. Pero yo no soy de salón, te lo aseguro: trato de poner a las teorías de Marx (sobre el capital) a la prueba de si tienen utilidad, o no, para analizar la crisis actual.

-¿Y en cuanto a la categoría gramsciana de Hegemonía?

El Partido Socialista Unificado de la RDA estuvo bajo la tutela de la URSS, al igual que los estadounidenses destacaron sus fuerzas en la RFA. Cuando Walter Ulbricht, secretario general del Partido, quiso durante los primeros años llevar una política menos rígida, menos centralista y “desde arriba” de lo que marcaban los soviéticos, éstos lo depusieron. El partido dominante en la RDA no necesitaba a Gramsci, allí se practicaba el despotismo burocrático. La categoría de “hegemonía”, central en Antonio Gramsci, fue suplantada en la RDA por el concepto de propaganda; pero ocurre que cuando la gente entiende que la propaganda no es la verdad, los efectos son peor que la nada. Lenin también utiliza el concepto de hegemonía durante la revolución rusa de 1905. Plejánov, uno de los maestros filosóficos de Lenin, aunque de otra tendencia dentro del Partido Socialdemócrata ruso, sabía bien que el final de Atenas como poder independiente en la Edad Antigua, se produjo cuanto dejó de trabajar “hegemónicamente” y lo hizo de manera despótica. En esos momentos su aliados se le fueron, era el fin… Todo esto lo tuvieron claro Plejánov y Lenin. Actualmente las izquierdas en Europa, sin poder militar y burocrático, luchan por cambios desde abajo, culturales y desde la raíz: no tenemos otra posibilidad. Die Linke también hace uso de estas ideas (de hegemonía gramsciana). La Fundación Rosa Luxemburgo de Die Linke publica selecciones de textos del filósofo italiano, lo utilizan en sus cursos y le otorgan gran relevancia práctica.

-¿Qué aspectos consideras aceptables del modelo económico y político de la RDA, que puedan ser “rescatados” de la propaganda anticomunista y el celebrado “fin de la historia”?

En 1996 fundé el Berliner Institut Für Kritische Theorie (INKRIT) para dar soporte al Diccionario Histórico Crítico del Marxismo. Tomamos como emblema para el proyecto el dibujo de Picasso para el Congreso Internacional de la Juventud Comunista celebrado en Berlín, en el que figuran una paloma en el centro y en el entorno los pueblos, en unidad plural. Brecht también adoptó este símbolo para su teatro. En fin, es algo que hemos salvado de las ruinas. Todos los años el Instituto celebra un congreso internacional en Berlín; en una edición la pregunta fue qué queda de las experiencias de planificación central, de tipo soviético, aplicadas en la RDA. Es una cuestión muy importante, que ha de estudiarse. Si se han producido errores, es importante conocerlos para que no se repitan. Pero ahora es imposible sacar unas conclusiones, tendrán que extraerlas las generaciones venideras.

-Pero con independencia de las investigaciones y la opinión de las próximas generaciones, ¿Cuál es tu balance sobre la experiencia comunista en la RDA?

Mi opinión, que no es sólo personal, sino en general bastante aceptada, es que las consecuencias pueden apreciarse en Cuba y China, donde todavía hay algo que salió de las revoluciones del siglo pasado. Esta supercentralización administrativista no funcionó. Hacen falta fórmulas que incluyan un control social y dejen espacio al movimiento de actores concretos. Una de las cuestiones medulares es cómo se realizan las innovaciones, porque planificarlas resulta ontológicamente imposible. Hay siempre un factor imprevisible en lo nuevo, y además la novedad está en la base de otros cambios. Un plan general, directivo, preveía con cinco-seis años de antelación cada pequeño detalle de la producción en la URSS. Pero durante esos años podía cambiar todo: nuevos materiales, formas de producción o necesidades. En resumen, éste era un método que ya se aplicaba en Egipto hace 4.000 años, y tampoco sabían previamente si la cosecha sería buena o no.

-¿Qué “alternativas” planteas?

Por ejemplo la tecnología digital, sería un campo en el que trabajar, pues no se requiere un centro y sería posible en cada momento cambiar los planes, casi en el momento en que surgieran nuevas posibilidades. Además se opera en red: cada terminal es “co-central” con las demás. Para ello la tecnología resulta ideal, aunque también sirva para todo tipo de “trumpismos”. Ciertamente Internet no es lo que se prometía, pero al tiempo es el medio idóneo para el autogobierno de una sociedad entera. Es decir, todo depende de los contenidos y del uso que se le dé.

-Los filósofos proponen habitualmente reflexiones de carácter general, en una sociedad cada vez más especializada y compartimentada…

Con cierta ironía a los filósofos se nos llama “generalistas”. Pero mira, Nietzsche decía que los filósofos se nutren de la filosofía común como los gusanos de un muerto. Porque ¿quién es filósofo? Hay gente muy sencilla, sin títulos académicos, que reflexiona sobre los problemas. Gramsci afirma que, en cierto modo, todos somos filósofos porque elaboramos nuestros pensamientos. Pero ocurre que a alguien que sólo se prepara su comida no se le considera cocinero. Hablamos, por tanto, de la profesionalización de la Filosofía. Hay muchos filósofos empleados por los estados que se nutren de filosofías muertas, aquellas que sólo están en los libros y tratados; por otra parte, hay quien trata de estudiar el mundo tal como se nos presenta hoy, y además utiliza lo que otros han pensado antes… Porque también somos estudiantes de los maestros del pasado.

-Por último, ¿hay algún filósofo que te parezca hoy de especial interés?

No veo a un gran filósofo, aunque sí del día a día y con gran agitación mediática. Los ves y aprendes algo, pero no encuentro una reflexión sistemática. Además, actualmente hay poca filosofía marxista que merezca tal nombre; podría ser otra, sin nos enseñara a analizar el conjunto de las relaciones sociales y con la naturaleza… Esto es lo que hace el materialismo histórico dialéctico. Hemos aprendido y tenemos que continuar haciéndolo de los ecologistas, los avances de las ciencias, la lingüística o el psicoanálisis. Hay que incorporarlos. Somos aprendices toda la vida.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=218987&titular=%93lo-fundamental-para-marx-es-entender-los-procesos-reales-lo-que-est%E1-en-el-mundo%94-

Comparte este contenido:

Entrevista a Ernesto Arce: «La Universidad de la Experiencia busca que sus alumnos aprendan disfrutando»

13 Noviembre 2016/Fuente: Aragondigital/Autor: Jorge Zorraquín Catalán

Aprender a lo largo de la vida. Para cumplir esta máxima, la Universidad de la Experiencia de la Universidad de Zaragoza pretende que sus alumnos sumen conocimientos disfrutando. Con sedes repartidas por todo Aragón, quieren conservar la calidad de sus programas y satisfacer las expectativas de los inscritos. Ernesto Arce es su director.

Un espacio adecuado para compartir conocimientos y experiencias. Así define a la Universidad de la Experiencia de la Universidad de Zaragoza (UEZ), su actual director, Ernesto Arce. Como profesor de la UZ desde 1978, especializado en Historia del Arte, Arce tomó el testigo del profesor Agustín Ubieto, que estuvo al frente de la entidad desde su fundación en 2001.

En su tercer curso al frente de este programa de formación, Arce defiende que cumplen, además de una función formativa, una función social al llegar a buena parte del territorio. De hecho, esta Universidad cuenta con sedes en Zaragoza, Teruel y Huesca, pero también con centros en Alagón, Alcañiz, Barbastro, Binéfar, Calatayud, Ejea, Fraga, Jaca, Monzón, Sabiñánigo y Utebo.

Para el responsable de la UEZ, el objetivo de su gestión es que la institución quede dispuesta a acometer nuevas reformas y pueda «mirar al futuro con garantías».

Pregunta.- ¿Qué objetivo tiene la Universidad de la experiencia?
Respuesta.- La Universidad de la Experiencia de Zaragoza es un programa formativo de la Universidad de Zaragoza que tiene que ver con algo que le preocupa a las universidades, también a nivel europeo: la formación permanente, la que se da a lo largo de toda la vida.

Las universidades tienen una función primordial que es la de crear conocimiento, pero tienen otra no menos importante: divulgar, difundir, hacer llegar ese conocimiento al conjunto de la sociedad. A los jóvenes que se preparan una trayectoria profesional, a los no tan jóvenes para mejorarla y a los mayores de 55, que no necesitan en su quehacer, sino simplemente para seguir aprendiendo, aprender disfrutando o disfrutar aprendiendo.

P.- ¿Cómo ha evolucionado desde su fundación?
R.- Ha evolucionado al ritmo de los acontecimientos en el sentido de que en el 2001 cuando se creó la Universidad de la Experiencia, entraban los integrantes de la generación de mis padres, una generación de la que solo un porcentaje pequeño pudo acceder a la universidad. Ahora está entrando una generación que ya pudo acceder en un porcentaje mayor. Ese cambio se ha notado y el reto de la Universidad y sus profesores es conectar con los que tienen estudios primarios, cada vez menos por razones de evolución social, y aquellos que sí pudieron acceder.

Arce defiende la función básica del programa formativo

P.- ¿Cuál es la oferta educativa actual?
R.- La Universidad se organiza en distintos programas que se imparten en la UZ en sus campus de Zaragoza, Huesca y Teruel desde donde se imparte un programa llamado «Básico», de dos ciclos de tres años cada uno con seis asignaturas por año de distintas materias. Son cursos de carácter misceláneo y permiten a los alumnos estar seis años e incluso alguno más.

Otro de los programas es uno de «Actualización», minoritario, en el que pueden elegir entre dos y cuatro asignaturas de los grados de la UZ e integrarse en las aulas con el resto de alumnos, dando lugar a una experiencia de relación muy interesante. Además en Zaragoza se desarrolla un Máster, llamado así popularmente, de especialización, en este caso, en Historia del Arte español.

A todo ello se añade la oferta de las otras once sedes de la Universidad que están repartidas por toda la geografía aragonesa, en las que se imparte, gracias a la colaboración y patrocinio de los diferentes ayuntamientos, el programa «Básico».

Además, no existen exámenes salvo para el de actualización. Queremos que disfruten aprendiendo sin la presión añadida de estas pruebas.

P.- ¿Cuántos inscritos hay durante este curso?
R.- Este año vamos a rondar los 1.900 estudiantes, la mitad en Zaragoza y la otra en las otras trece sedes repartidas por Aragón. Con este programa y otros de cursos de verano y estudios propios, la Universidad de la Experiencia contribuye a hacer de la Universidad de Zaragoza una universidad de todo Aragón.

La cifra de inscritos es espectacular. El año pasado con los mismos estudios hubo unos 1.500, así que el salto es más que importante. Además representa un reto y una responsabilidad para nosotros, para la organización, porque hay que satisfacer esas elevadas expectativas.

Para entrar solo hay dos requisitos: ser mayor de 55 o cumplirlos en el año en curso y querer seguir aprendiendo.

P.- ¿Puede haber incorporaciones en cuanto a sedes?
R.- Empezó en 2001 con Zaragoza y Teruel y desde entonces han llegado el resto, hasta, Binéfar el año pasado y hace dos Alcañiz. En ambos casos los ayuntamientos mostraron su interés por ofrecer este programa formativo a sus ciudadanos.

En realidad, la Universidad de la Experiencia es fruto de la colaboración de personas e instituciones. La UZ, que pone profesores y programas; el patrocinio de ayuntamientos y comarcas, que financian los programas en las sedes, y de los profesores y también profesionales que intervienen, por su compromiso de recorrer cientos y miles de kilómetros para impartir sus 20 horas de clase.

El responsable de la UEZ asegura que los alumnos tienen que aprender disfrutando

P.- ¿Cómo les han afectado a ustedes, presupuestariamente hablando, estos años?
R.- Afortunadamente hemos tenido que lidiar poco porque la Universidad de la Experiencia se autofinancia, cubre sus gastos con las matriculas y el patrocinio de cada sede, particularmente desde los ayuntamientos. Por lo tanto no hemos sufrido los efectos porque hemos seguido autofinanciándonos. Además en nuestros presupuestos no computan los alquileres que no pagamos a la Universidad de Zaragoza por las aulas e instalaciones que utilizamos.

P.- ¿Qué queda por mejorar y qué les piden que mejore?
R.- Nos pidieron unas enseñanzas más especializadas y de ahí que pusiéramos en marcha ese Máster, que vamos a diversificar con nuevas orientaciones y contenidos. Continuaremos con la incorporación de alguna otra localidad, si están interesadas las instituciones en ello.

Pero sobre todo, más que centrarnos en cuestiones cuantitativas hay que hacer hincapié en no abandonar la cuestión de la calidad de los profesores, las materias, las enseñanzas. Al fin y al cabo, lo que aquí funciona es el boca a boca, y si un alumno está satisfecho con lo que le ofrecemos, continúa con nosotros. Esa es la calve: satisfacer las expectativas de nuestros alumnos.

Fuente de la entrevista: http://www.aragondigital.es/noticia.asp?notid=150125&secid=16

Fuente de la imagen: http://www.aragondigital.es/not/2016/11/7/img/img1501254s.jpg

Comparte este contenido:

Entrevista a Polo Castellanos: » El arte como campo de lucha y el muralismo comunitario»

13 de Noviembre 2016/Fuente:Rebelion /Autor: Aldo Fabián Hernández Solís

Polo Castellanos es un reconocido artista visual y muralista con más de 30 años de trayectoria, con obra en México y en el exterior. Artista comprometido con las luchas anticapitalistas, es también investigador sobre el muralismo y el arte público. Doctor en Artes y Diseño de la Academia de San Carlos, FAD-UNAM. En esta entrevista se aborda, entre otros temas, el arte como campo en disputa y el muralismo comunitario como una propuesta revolucionaria de hacer mural, socializándolo.

-Maestro, iniciemos con una pregunta general, que puede abrir caminos para otros temas. ¿Qué es el arte para Polo Castellanos? ¿Arte para qué?

-El arte esencialmente es el leguaje del espíritu humano, y eso lo convierte en algo fundamental. A través de él podemos compartir, explicar, reflexionar, desde la parte emocional de lo individual hasta lo colectivo. Es una parte fundamental en el desarrollo del ser humano y también en el desarrollo de nuestra sociedad. Refleja nuestra forma de ser, es la memoria tangible de nuestra cultura.

¿El para qué? Soy de la idea de que el arte tiene una utilidad, una es la contemplativa, la otra es que definitivamente tiene una utilidad social, el arte trasforma sociedades y esto se ha comprobado en la historia de humanidad, los pueblos que han hecho arte tienden en lo general a ser pueblos pacíficos, desarrollados, pueblos que tienen una relación profunda con la naturaleza, con el entorno. Es importante que los pueblos tengan el acceso al arte y a la creación del arte.

-¿Cuál es la relación entre arte y política para ti, maestro?

-El arte y la política van de la mano, el arte pasa por el imaginario colectivo, pasa por el ejercicio del poder. La imagen es algo tremendamente poderoso, la vista es nuestro sentido más desarrollado, entonces la imagen es capaz de hacer revoluciones, de sostener gobiernos y de levantar pueblos. Hay una relación fundamental entre política y arte, esa es una parte de la utilidad del arte.

Esta idea del “arte por el arte” me parece una tomadura de pelo, de entrada porque el artista está inmerso en una relación cotidiana a lo largo de toda su vida con otros seres humanos, que se basan en relaciones políticas, sociales y económicas, y desde ahí es donde crea arte. No hay un arte aislado, todo responde a un momento histórico, responde a una identidad, responde a una biografía, responde a un montón de aspectos que tienen que ver con lo social y lo político. No podemos separar el arte y la política, el ser humano no se puede dividir.

En este sentido el arte también se vuelve una herramienta de construcción política muy poderosa. También de manipulación y de control social, fuertísima, por eso países como E.E.U.U. o como Francia, le apuestan tanto a sus estrategias culturales. La misma CIA tiene un departamento cultural, en donde se impulsan estrategias culturales hacia América Latina y el resto del mundo, lo vienen haciendo desde los años cincuenta, desde la Guerra Fría. Han minado y han infiltrado a otras culturas imponiéndoles sus cánones artísticos, haciéndolas a su modo. Es más fácil manipular un pueblo que someterlo por la fuerza, al final lo vas a someter, pero es más sencillo porque ya le reconfiguraste su lugar, su historia, su cultura y su forma de ser.

-En ese contexto el muralismo mexicano como experiencia libertadora y soberana jugó un papel destacado. Se enfrentó a la reacción de la Ruptura que inaugura un discurso cuyo eje es declarar la muerte del muralismo, discurso que se renueva a lo largo del tiempo. Háblenos de esto…

-El muralismo nace como una herramienta extraordinaria en ese momento histórico de la posrevolución. Donde hay que conciliar a una nación completa, devastada por la guerra y donde impera la traición por todos lados. El muralismo empieza a contar la historia, ya lo venía haciendo la gráfica, por ejemplo, pero el muralismo lo que hace es juntar el rompecabezas y plasmarlo de tal manera que todo mundo lo pudiera entender, en una sociedad donde el analfabetismo estaba muy extendido. En este momento histórico no se escribían libros para contar la historia, se pintaban murales. El muralismo se vuelve un arte oficial, arte del Estado, sin embargo, no es un arte que naciera sólo en el seno del Estado, no se dijo “ahora vamos hacer muralismo, traigan a los muralistas”, los muralistas participaban en la toma de decisiones, a lado de Vasconcelos. Ellos generaban el proyecto conjuntamente, y esto no estaba exento de disputas. Entonces se dan cuenta de la importancia que representan estas imágenes y del poder que tienen.

El muralismo fue tremendamente efectivo. Llega un momento en que la postura ideológica del Estado empieza a cambiar, y la de los muralistas también. Los murales ya no solamente están contando la historia de México, están planteando una cuestión ideológica. Los murales empiezan a volcarse hacia el marxismo, el leninismo, el trotskismo, hacia las luchas legítimas de los trabajadores y de los campesinos. Todo eso empieza a pesarles a los nuevos gobiernos mexicanos.

Entonces aparece este fenómeno de la “ruptura” a finales de los cincuenta y principios sesenta, de entrada está mal llamado, porque como artistas no rompieron nada, simplemente reciclaron un arte que ya se venía dando en Europa y Estados Unidos. La vendimia más fuerte vino de E.E.U.U. con el expresionismo abstracto, que diseñaron teóricos norteamericanos a partir del expresionismo alemán y de la abstracción que habían planteado años atrás Kandinsky, Malévich, Mondrian y otros, hicieron una amalgama, pesgostes de conceptos, para darle identidad a una cultura supuestamente sofisticada, la cultura yanki.

Esto pasa al término de la segunda guerra mundial. La factura de esa guerra la cobran los E.E.U.U., pero resulta que ellos no tienen cultura, había que inventarse una, así que reciben a todos los artistas de vanguardia que estaban exiliados por la guerra, los acogen. Se armó una cultura, tomando de aquí y allá y la encumbran como la “gran cultura estadunidense”.

Los E.E.U.U arman un aparato estratégico, no es nada más posicionarse como potencia cultural, también es buscar la manera de expandirse hacia América Latina y hacia el resto del mundo. La primera exposición de expresionistas abstractos fue en París en el museo de Louvre pese al pueblo francés que se oponía, se pudo dar esa exposición porque el director de este museo era un agente de la CIA. Situación que ocurre alrededor del mundo, la CIA tenía a sesenta y tantos agentes en puestos estratégicos en museos de todo el mundo. En el caso de América Latina sobresale la figura de José Gómez-Sicre en el departamento de Artes Plásticas de la Panamerican Union hoy la Organización de Estados Americanos. Este señor, es la CIA por medio de tapaderas, funda los dos primeros museos arte moderno en América Latina, en Colombia, el de Barranquilla y el de Cartagena, cuyas reglas son muy simples, cero figuración, cero memoria, cero historia, cero tradición y cero costumbres. ¡Entonces qué iban a pintar nuestros artistas!

Claro, todo en un momento coyuntural a finales de los cincuentas donde muchos artistas no tienen el espacio que ellos quieren para exponer su arte, porque esos espacios los ocupa el muralismo mexicano y la Escuela Mexicana de Pintura, en el caso de México, que además están influyendo en toda América Latina. La influencia del arte mexicano era fuertísima, sigue siendo muy influyente actualmente en el arte latinoamericano.

Ahí empieza este discurso de la “ruptura” y aparece José Luis Cuevas y otros, gente que patrocinó la CIA, gente que encumbró José Gómez-Sicre. Hace poco salió un artículo en el Excélsior muy interesante, porque da cuenta a partir de un intercambio epistolar que José Gómez-Sicre escribe artículos, cartas, ensayos, que firma José Luis Cuevas, un escándalo del que todo mundo se hizo de la vista gorda [i]. La “ruptura” se da en el momento preciso, es un movimiento contra el nacionalismo y el muralismo, cobijado por E.E.U.U, encumbrado por ellos.

-¿Con qué encumbran a los “rupturistas”?

-Becas, exposiciones, críticas, dinero, recursos que ya no estaba recibiendo el muralismo mexicano porque ya no hallaban como deshacerse de él. Lo que hace la “ruptura” es bloquear el arte social, el muro no importaba, lo que les molestaba es el discurso que había que parar.

Entonces la gente de la ruptura empiezan a recibir becas de todas las tapaderas de la CIA, del MOMA, de la Fundación Rockefeller, de la Fundación Ford, de la Panamerican Union, del Withney Museum, empezaron a cooptar y comprar artistas, claro entre más abstracto menos discurso, no hay debate político, no hay debate social, no hay una reflexión del entorno y nos vamos por el rollo del “arte por el arte”. Eso fue lo que paso en México.

-Sin embargo, el muralismo continuó, se renovó, resiste hasta nuestros días. ¿Cuáles son algunos de los caminos que ha seguido el muralismo?

-La verdadera ruptura que se da en México, se da en los setentas con los grupos, con Tepito Arte Acá, Taller de Investigación Plástica, con Proceso Pentágono, el Grupo Suma, ellos si hacen una verdadera ruptura. Ellos si ponen en el debate la cuestión del arte, la cuestión estética, su función social y la cuestión política. Y lejos de alinearse a lo que planteaba la otra pseudo-ruptura, se volcaron con todo, con más fuerza, al discurso social y político del arte público cuya raíz es el muralismo.

Entonces sí sacan el muralismo a la calle, algo que había planteado Siqueiros hace años, y que quedó plasmado en los murales de la rectoría de la UNAM en Ciudad Universitaria. Lo que hacen estos grupos es replantear todo eso. Ellos no rompen con el muralismo, lo replantean. Esta es la ruta. Por ejemplo, el Taller de Investigación Plástica, se lleva el muralismo a las zonas rurales.

En México resulta que los muralistas siguen trabajando. Empiezan a tener una confrontación directa con el Estado y contra ese discurso teórico y político, que dice que el muralismo está muerto. Hace tres años Eduardo Subirats vino a México a decirnos que el muralismo estaba muerto, cuando es mentira. Lo que pasó aquí es que dejó de tener los beneficios del Estado, ya no fue oficial, y perdió la distribución de medios que tenía, pues perdió su centralidad porque está de moda la ruptura y el arte abstracto. Pero a los muralistas eso les valió madres, siguieron trabajando, y encontraron nuevas rutas, nace el muralismo colectivo, el muralismo comunitario, un muralismo militante en las calles.

Un gran ejemplo es el maestro José Hernández Delgadillo que empezaba a pintar en los mítines y marchas, con la gente, entonces el muralismo, el arte, deja de ser exclusivo del artista. Cualquier persona es capaz de tomar una brocha y expresarse en imágenes. José Hernandez Delgadillo fue pionero en ello, pintaba en la mañana en el mitin y en la tarde pasaba el servicio de limpia a blanquear lo que se había pintado, específicamente los murales, a borrar todo eso.

Empiezan a aparecer nuevos muralistas porque los viejos muralistas siguen dando clases, siguen formando muralistas.

-Y además, el muralismo tuvo un arraigo popular muy fuerte…

-Claro, a la gente le dices la “ruptura” y dicen “¿quiénes son esos?”, han pasado 50 años de la ruptura y nadie se acuerda de ellos. Y van a hacer 100 años del muralismo y todo mundo se acuerda totalmente bien, porque tiene otra forma de distribución. Lo que plantea la “ruptura” es el individualismo atroz de la obra de arte y la mercantilización más grotesca y vulgar del arte. Capitalismo a todo lo que da. ¿A quién beneficia eso? A la gran burguesía y a la oligarquía que puede pagar eso, que les genera un estatus social ir a la galería, conocer al artista, tomarse la foto. El artista de ese tipo se crea una aureola alrededor de él, que es una farsa, aquí se piensa que los artistas son los bufones de la corte, bohemios, que son unos ebrios, que no trabajan, pero todo eso es un discurso que crearon los propios artistas y el poder, una imagen que heredamos del norte y de occidente, totalmente falsa. Una de las profesiones más disciplinadas, más complejas y más pesadas es la del artista, un artista no para nunca de trabajar, aprende toda su vida. Todo el tiempo estamos aprendiendo, experimentando, inventado y se requiere de mucha disciplina.

-La historia del muralismo se presenta como una lucha, el muralismo es también resistir. ¿Maestro hoy qué encontramos alrededor del muralismo?

-En este momento el problema con el muralismo es otro, ya están medio reconociendo que el muralismo no está muerto pero lo están mezclando con el asunto del arte público y el grafiti. No pudieron tumbarlo entonces ahora lo van a mezclar para diluirlo. Ése es el ataque actual.

Lo que está teniendo proyección, a lo que le dan difusión, a lo que sí le invierten y a lo que le apuestan es a las obras que no dicen nada, que para el caso es lo mismo que sean abstractas, incluso las obras abstractas dicen algo. Envuelto todo en un halo de perfecta y completa ignorancia de las instituciones culturales.

Tenemos una invasión de arte urbano, lleno de lo que los argentinos llaman gigantografía, y lo que yo llamo decoraciones de edificios, el muralismo es otra cosa. Hay un concepto totalmente tergiversado y malentendido de lo que es el muralismo. Se cree que todo lo que se pinta en los muros es muralismo y no, el muralismo es un discurso, es una de las disciplinas más complejas que hay porque es multidisciplinaria, un muralista se vuelve historiador, sociólogo, trabaja en territorios, hace encuestas, pregunta, es técnico, se vuelve físico, químico, se requiere de todas esas profesiones para poder hacer un mural. Entonces resulta que este asunto del grafiti y arte urbano, se lo achacan al muralismo, le llaman neo-muralismo. Con la pena, pero eso no tiene que ver con el muralismo.

Justo ahora hago una estancia posdoctoral en la UAM y mi investigación aborda el arte público como estrategia de colonización, de colonialismo. A las galerías nadie va, el discurso de las calle es muy poderoso, y se dieron cuenta. ¿A quién van apoyar?, pues a los grafiteros y artistas urbanos que hacen grandes copias de fotografías que ni siquiera son de ellos, las bajan de internet y las reproducen fielmente con técnicas que te generan efectos fotográficos como el aerosol. Algunos se organizan y se recetan teorías y dicen que están haciendo neo-muralismo, van y decoran una colonia popular en Pachuca, Hidalgo, la pintan de colores y dicen que es neo-muralismo, eso no es.

Hay que reconocer que hay grafiteros que empiezan a narrar historias y dicen “yo soy grafitero”, será muy grafitero, pero está haciendo muralismo. En el momento que se empieza a contar historias están haciendo un mural. Es un tema de conceptualización que están manipulando desde las instituciones, es un problema de comprensión y de educación. Los tres son artes públicos, pero no todos son lo mismo, una cosa es un mural, otra es un arte urbano y otra un grafiti. El muralismo es un discurso, el otro es una proyección personal y la otra es una rabieta.

Mientras no tengamos claridad, algunos artistas van a seguir siendo manipulados por los que están armando el discurso desde arriba. “Conseguimos de COMEX el espacio”, “nos dio pinturas”, y no sé qué otras cosas. Claro pero tuvieron que poner el logotipo de COMEX o la gama de colores con las leyendas de COMEX. Con dificultad, les dejaron firmar su obra y, además, COMEX fue el curador de quiénes sí participan y quiénes no. Si tu vez esos “murales” que pintaron en las bombas de agua de la SACM aquí en la Ciudad de México, bajo el patrocinio de CONVERSE y COMEX, no hay un solo mural que tenga un discurso social sobre el agua. Son pececitos de colores, gente bañándose, está bien eso, pero eso no es todo, hay más. Esto en un momento donde hay una guerra mundial por el agua y los recursos. En este momento llega el capitalismo y dice “yo te dejo pintar sobre el agua, pero yo decido que pintas, porque yo pago y te regalo la pintura”, encima de eso deducen impuestos.

El arte público desde el Estado y con esta asociación mercantil es una farsa. De todo el sistema nacional de creadores de esta emisión no hay un sólo muralista. Hay una artista indígena de 200, de esos la mayoría siguen siendo los mismo desde que está el sistema. Peor, ahora llegaron a tal cinismo que hay dos hermanos artistas visuales, uno fue jurado y otro recibió el estímulo. Estamos mal.

Muchos artistas se están largando de México, hay montones de muralistas que viven en otro país, no hay espacio, no hay trabajo, no hay seguridad social, están destruyendo sus obras, a mí me acaban de destruir una. Obras que no están catalogadas de grandes muralistas. Los artistas están pasándola mal y más los que no están alineados. Que nos negamos a ciertos discursos. Estamos vetados, hay consigna.

No van apoyar al muralismo en México porque te va a poner en tela de juicio, va a cuestionar la acción de gobierno, va a poner a pensar a la gente porque eso es lo que hace el muralismo. Además genera otro tipo de cosas que no tiene que ver sólo con la parte estética y visual, el muralismo genera territorios, transforma el espacio arquitectónico, el espacio social y también hay una transformación política.

-Maestro, háblenos de la propuesta, ya llevada a la práctica, del muralismo comunitario.

-Hay dos maneras en las que también se está haciendo muralismo. No se han dejado de hacer las otras formas, sigue habiendo un muralismo que encargan las instituciones, como los de la SCJN que me parece el último acto heroico que ha hecho el Estado mexicano por el arte. Haber convocado a esos artistas, con toda la libertad, me parece de lo más acertado. Porque no solamente no crearon un conflicto sino abrieron un debate importantísimo, solo hay que ir a ver esos murales, realmente es algo estupendo. Por otro lado, hay otro muralismo, que no es institucional, se hace en la calle de manera individual. Y están otros dos, el comunitario y el colectivo.

El muralismo comunitario funciona desde que el artista es invitado por la comunidad o el artista va a la comunidad con una propuesta de trabajo, quiere pintar la historia del pueblo, le cuentan la historia, hace un boceto, le dicen esto sí esto no, y pinta la obra. La gente le ayuda, pero el artista dirige esa orquesta, “tú pinta aquí”, “tú pinta de rojo acá”, “aquí y allá”, la comida y la bebida la comunidad la aporta y desde ahí la comunidad empieza a apropiarse del muro y de la obra, porque está participando directamente de ella. “A mí me tocó el fondo”, “yo pinte la figura”, “yo hice el mole ese día”, y todo es eso es parte de un proceso de empoderamiento.

El muralismo colectivo es proponer desde abajo y de manera horizontal, se juntan comunidad y artista a trabajar, el artista se vuelve parte de la comunidad y la comunidad se vuelve artista. El artista entrega herramientas a la comunidad de cómo construir un mural, hay gente que en su vida ha agarrado un pincel, el artista les enseña cuestiones básicas y técnicas de una obra, enseña composición, teoría del color, todo lo que tiene que ver con la cuestión técnica. Pero en ese proceso juntos aprenden sobre el dialogo, sobre la tolerancia, el respeto, el trabajo colectivo, la construcción colectiva, sobre mandar obedeciendo, nadie está encima del otro. Sobre callar, aprender a callarse, que es tan importante como hablar, o más. Entonces empiezan a generar otras cosas dentro de la construcción de ese mural, procesos de resistencia, de construcción, se rompen montones de tabúes, montones de paradigmas, la gente se une y se empodera totalmente de todas esas herramientas, ese es el muralismo colectivo. Lo revolucionario está justamente en eso, donde nosotros demostramos que el arte sí es una estrategia de resistencia y un arma de construcción social poderosísima. No es una enseñanza vertical, es un aprendizaje colectivo y horizontal.

-¿Cuáles son las raíces del muralismo colectivo?

-Mira, yo creo que se empezó a plantear en los setentas, no es que se hayan sentado los muralistas y dijeran “a partir de mañana hacemos muralismo colectivo”. Eso varía de comunidad y de artistas, hay artistas que te dicen “hicimos un mural colectivo”, pero no tienen claro el concepto de comunidad, de comunitario y proceso colectivo, que es otra cosa. Pintan entre todos pero el diseño es del artista. Pero como todos participaron es colectivo, pero no, eso no es trabajo colectivo, en el trabajo colectivo todos le entramos, todos trabajamos y todos acordamos. Lo más importante es que la decisión es consensuada, hay que evitar ese proceso de la supuesta democracia de que las mayorías son las que deciden, no, y la minoría qué, la democracia también se basa en el respeto de las minorías.

Yo tengo formación de alfabetizador, en este proceso pedagógico de Paulo Freire, y utilicé ese saber. En lugar de enseñar a leer y escribir, aquí fue a pintar, empecé a armar mi propia metodología, mi primer paso fue que no hay método. Cada comunidad es distinta y tiene necesidades distintas, historias e identidades distintas, no se puede generar el mismo método aquí y allá. Ahí está la pericia del artista y sobre todo la consciencia del artista, lo primero que tienes que hacer es bajarte de tu ego, de sentirse muy chingón, me reconocen aquí y allá, pues sí, pero eso vale para un carajo cuando estás trabajando en colectivo. En el muralismo colectivo la idea es voy a aprender contigo a hacer un mural. Hay que tener claridad política, eso es socializar el arte, el arte es arte para todos, y ahí está lo revolucionario del muralismo colectivo.

-Maestro, platíquenos de sus experiencias haciendo muralismo colectivo.

-Esto lo eché a andar plenamente, junto otras disciplinas, en la Cárcel de Santa Martha Acatitla. Imagínate trabajar en una comunidad tan vulnerable como las mujeres, adentro de una cárcel en un país de misóginos. Donde las mujeres son abandonadas, donde la pinche injusticia de este país ellas la reciben a la enésima potencia. Construye un obra colectiva ahí, ahí era el gran reto. Se construyó y son mujeres que ahora en esa construcción colectiva del muralismo y de estar trabajando con otras disciplinas, hicieron una apertura, yo veía aquello y me quedaba sin palabras. Nunca se nos ocurrió que fuera a pasar. De ser mujeres que formaban grupos asilados y se peleaban entre ellas, formaron una comunidad que trabaja en bloque. Se llevaron a alguna al apando, organizaron escritos, lo que tenían que hacer por las vías legales, las vías pacíficas, por las vías de la resistencia, para que sacaran a su compañera. Todo eso generó la obra de arte.

Recientemente en el CCH-Sur me invitaron compañeros y compañeras, a dar un laboratorio de muralismo después de presentar el video que sacó la Universidad sobre el mural de Santa Martha Acatitla. Entonces me invitaron a hacer un laboratorio de muralismo, les di el laboratorio, pero ellos estaban muy en el rollo de los permisos, de negociar con la autoridad. Ahí para pintar una raya o pegar un cartel tienen que pedirle permiso al director, y los abogados de jurídico hacen el papel de policía en vez de abogados de la Universidad. Yo di el laboratorio en un muro del CCH, en el muro de la entrada, en una escuela toda pintada de negro, ¿en la cabeza de quién cabe que pintes una escuela de negro? Entonces yo agarre y dije, “ahora hay que llevar a la práctica el laboratorio” y me fui sobre el muro. Así se pinta un mural, un mural no se pinta con un permiso, la escuela son los estudiantes y los maestros, no la autoridad. Al rato teníamos encima al subsecretario y al abogado, diciendo “cómo crees”, “cómo se te ocurre”, los chavos se encendieron, se armó un relajo y empezó un proceso de diálogo. Para entonces los chavos se organizaron en brigadas de trabajo, que se generaron en el laboratorio, las convirtieron en brigadas de resistencia frente a las autoridades. Entonces el laboratorio y el mural, generó en la vida real un cambio y lo sigue haciendo. Terminaron tomándole un muro a la escuela, de uno de los edificios y lo defendieron a capa y espada, con brigadas que tenían otras funciones más allá del muro, de negociación y de organización.

Esa herramienta de construcción del muralismo colectivo empezó a servir como herramienta de resistencia y de construcción para otras cosas. Los chavos se reúnen, hablan, piden la palabra, se respetan, no tienen dirigente, nadie manda, y van por la construcción del segundo mural. Ellos acaban de cambiar una página de la historia a ese CCH. Ahora no se dan cuenta pero en un tiempo ahí estará el mural. Lo registraron en derechos de autor y no lo puede tocar la autoridad. Más adelante se está contemplando que pase a formar parte del patrimonio artístico de la UNAM y del CCH.

Todo esto genera el muralismo, un arte social, por lo mismo eso lo convierte en una arte peligroso, no necesitan, el gobierno y la autoridad, un mural alborotando el gallinero.

-Para los artistas digamos tradicionales, esto es algo difícil de digerir, rompe con los esquemas hegemónicos del arte.

-Para esos artistas del Estado que están alineados a sus políticas y sobre todo a los discursos teóricos que vienen de las élites, es inconcebible. Pero el problema es más amplio. Los chavos que estudian artes visuales en estos momentos su sueño es tener una beca del FONCA eso es triste y lamentable. Pero realmente triste que un joven en una universidad como la UNAM piense eso, que ése sea su motivo de vida. Entonces para qué estudias arte. Ésa es la manera de alinearte, el dinero.

Esto viene desde la instrucción en la universidad, las escuelas de arte de este país fueron de las más combativas, y ahora son las más fresas, inútiles, apáticas, les importa un carajo, cada quién se rasca con sus propias uñas, nadie repela los planes de estudio. Hay solamente un taller de muralismo, en la escuela donde nació el muralismo mexicano, el del maestro Antonio Nieto. ¡Es un taller extraordinario, pero nada más uno! Yo le propuse a la directora a Elizabeth Fuentes “por qué no abrimos un taller de muralismo colectivo y que los estudiantes que toman ese taller repercutan en la comunidad, fuera de la universidad.” Me contestó, “estas mal informado, en el taller del maestro Nieto están restaurando una iglesia en Xochimilco”, esa es la mentalidad en estos puestos, totalmente colonizado el pensamiento.

Nos tienen colonizados. Mira, yo doy clases de historia del arte, a nivel universitario, resulta que en el programa no está el arte maya, nada de arte mesoamericano, esta Mesopotamia, los griegos, el barroco, pero no hay nada de América. El programa además es enorme para un cuatrimestre. ¿A qué hora enseñas todo esto, y qué les estás enseñando? Es toda una estrategia cultural de sometimiento, por ahí nos están colonizando.

-¿Cuál crees que sea el futuro de estos murales de resistencia?

-En algún momento esto será parte de la memoria de este pueblo y será una actividad obligada. En un futuro y yo sé que no muy lejano. Pero en este momento nos tocó el combate, la resistencia. Nosotros estamos utilizando el arte para la lucha, en eso estamos, en la lucha, poniendo alternativas. Construyendo desde otro lado, otras rutas, para que otros puedan caminar. Ahí vienen otros y otros estuvieron antes de nosotros.

Por ejemplo, tú les hablas a los artistas del Taller de Investigación Plásticas y no saben quiénes son, ellos abrieron rutas importantísimas en los setentas, SUMA, Pentágono. Daniel Manrique y Tepito arte Acá, le devolvió parte de su dignidad a todo un barrio que es Tepito, y se sacrificó. Daniel Manrique murió en la miseria absoluta, entregó mucho, a punta de madrazos, muriéndose de hambre, taloneando el camión, taloneando la comida, con el apoyo de su compañera Emma Briseida Ávila López, chingándole los dos, se murió en la miseria, diabético, madreado, y así muchos otros artistas. México es un productor de artistas natos, excelentes y comprometidos, ellos abrieron camino.

-¿Cómo es la imagen del pueblo en la obra de Polo Castellanos?

-Abreva de la influencia de Siqueiros, el pueblo es la masa pero esa masa que sostiene todo, y como masa y como pueblo puede ser cualquiera. Muchas veces, la mayoría, no tiene rostro hay una simulación de rostro pero a la vez puede ser cualquiera. Tú o yo, no tiene una identidad individual, tiene una identidad colectiva.

-¿Cómo se ve Polo Castellanos como artista? En este cuadro te veo vestido de overol, como trabajador.

-El hecho de que seamos artistas y no hagamos un trabajo físico, sino de pronto más intelectual, no nos posiciona por encima de quienes si hacen un trabajo físico. Yo pienso que también somos trabajadores como todos los demás. Hay artistas que sí son obreros, y hay artistas que están sentados en un restirador, nunca hacen un esfuerzo físico de nada, pero no dejan de ser trabajadores. Creo que hay que desmitificar ese rollo del artista. ¡Ya, es urgente! Porque eso nos ha complicado demasiado la vida, no solamente hacia la sociedad, hacia el pueblo, también hacia los mismo artistas.

Por la general, me da pena decirlo, no hay persona más egoísta que el artista, son engreídos, mamones, ególatras a más no poder y soberbios. En los artistas plásticos esto es aún más fuerte, porque es de los artistas el más individualista, el músico trabaja en equipo, el bailarín en equipo, pero de los más solitarios es el poeta y el artista plástico. Trabajar con ellos es muy complicado. Cuando funde el Movimiento de Muralistas Mexicanos invité a un grupo de artistas, ahí están, seguimos trabajando juntos, pero el trabajo duro nos lo llevamos 2 o 3, los demás no mueven un dedo. Está bien, no pasa nada, pero a la hora de arrear el hombro, unos hasta se hacen tontos.

Esto pasa en todas las organizaciones, en los colectivos, esas son justo las armas del capitalismo. Ya hubiéramos tumbado este sistema sino fuera por eso. En todos los ámbitos, académicos, artístico, obrero, donde sea, opera la misma conducta, el individualismo de la gente. Mientras no rompamos con ese individualismo vamos a seguir así, ése es el gran tema. Por eso la importancia del arte colectivo de socializar el arte, el mural no se termina si no le entramos todos, no hay nada si no lo hacemos juntos.

Como artista me catalogó como un artista insumiso, no me conformo, no me gusta que me impongan, conmigo puedes dialogar pero no imponer nada.

-La estrella roja que llevas en tu camisa, me sugiere una pregunta. ¿Qué lugar tiene el horizonte anticapitalista y tu claridad política en tu plástica?

-Yo pienso que inevitablemente vamos para allá. Hay de dos, desaparecemos o vamos para allá, esa ruta es para no desaparecer. Ahora que doy clases sobre historia del arte clásico, revisaba yo el neolítico y el paleolítico, las comunidades eran comunistas, los pueblos eran comunistas. Había socialización de todo, de los medios, el trabajo, las cacerías eran colectiva, en que momento desviamos el camino, no lo sé. Si ahí empezamos ahí podemos terminar.

El futuro está en romper este sistema individualista, cuando podamos romper con ello vamos a ser personas distintas. El mundo está resistiendo gracias a que hay gente que ya rompió con eso. La gente está aprendiendo a relacionarse de otras maneras, desde el dialogo, la tolerancia, el respeto, desde la dignidad y reconocimiento del otro. Desde ahí empieza otra manera de pensar, de sentir y de hacer. Sí hay manera y se están demostrando en todo el mundo.

En México todos los días se demuestra que hay otras rutas, están los compañeros zapatistas, las autodefensas, las viejas formas de organización como la asamblea comunitaria, la decisión por consenso, el respeto a los ancianos y a los niños, el trabajo colectivo en beneficio de todos. Necesitamos otra consciencia que tiene que ver con el otro y con lo que te rodea, la Tierra, que la estamos destrozando, suicidándonos.

No es tanto la estrella roja, que en mi caso es mi estrella zapatista, soy adherente a La Sexta, eso es un símbolo. El hábito no hace al monje, hay que serlo, demostrarlo con el ejemplo, hay que ser comunista todos los días, hay que ser patriota todos los días. Yo me considero un patriota, antes que la estrella roja está el águila y la serpiente, todo lo que significa y simboliza, lo que representan para mí los otros pueblos, el respeto por lo que han aportado. Todos los días nos quieren destruir, nos encarcelan a alguien, desaparecen a alguien, nos niegan algo, por la manera de ser y de pensar. La humanidad vive una crisis atroz pero yo pienso que sí se puede y lo estamos haciendo. Al menos desde la parte que a mí me corresponde, como ser humano y artista, yo lo hago.

Fuente de la entrevista: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=218658

Fuente de la imagen: http://1.bp.blogspot.com/-wEw6-jZi-d8/T7rVpXeHKkI/AAAAAAAAD8c/cimWFrXMPYw/s1600/P1010425.JPg

Comparte este contenido:

Entrevista al profesor y filósofo calabrés Nuccio Ordine, sobre su libro «La utilidad de lo inútil».

“LOS POLÍTICOS MATAN LA CULTURA PORQUE DESPRECIAN LA CULTURA, PERO TAMBIÉN PORQUE LE TIENEN MIEDO”

Por: Marta Peirano. El Diario. es. 12/11/2016

“Afirmo, señores, que las reducciones propuestas en el presupuesto especial de las ciencias, las letras y las artes son doblemente perversas –argumentaba Victor Hugo frente a una propuesta ministerial de recortar fondos para la cultura en 1848–. Son insignificantes desde el punto de vista financiero y nocivas desde todos los demás puntos de vista”.

Es una de las muchas voces que invoca el pensador italiano Nuccio Ordine en La utilidad de lo inútil (Acantilado), un “manifiesto” sobre la necesidad de la literatura (y especialmente de los clásicos) en tiempos de crisis y contra la desintegración de los museos, universidades y laboratorios. Aprovechamos su visita a Madrid para hablar de su libro y de las consecuencias del utilitarismo cultural, que devora también nuestras instituciones.

Empecemos por el principio. ¿Qué es lo inútil?

En nuestra sociedad se considera útil sólo aquello que produce beneficios. Por esa lógica, la música, la literatura, el arte, las bibliotecas, los archivos de Estado, la arqueología, son todas cosas que se consideran inútiles porque no producen beneficios. Por eso no nos extraña que, cuando los gobiernos hacen recortes, comienzan por estas cosas inútiles sin darse cuenta de que, si eliminamos lo inútil, cortamos el futuro de la humanidad.

El drama que vivimos es ese: todos los ámbitos de nuestra vida están contaminados por la idea del beneficio y del lucro. Ya no educamos a las nuevas generaciones en el amor por el bien común, por el desinterés, por lo gratuito. Los educamos al revés, en el amor al dinero, a lo útil, al beneficio personal. Los profesores y rectores universitarios se han convertido en managers, y hablan un lenguaje contaminado por la lógica económica. Los estudiantes estudian para conseguir créditos y para pagar unas deudas. Este lenguaje no es neutro, demuestra que el lenguaje del lucro domina todas las capas de la vida.

Dice usted que la cultura sólo puede ser gratuita.

Kant lo explica muy bien: si yo voy a un concierto, ¿en qué me beneficia? Mi amor por la música es un amor desinteresado y sólo ese amor me hace mejor. En una sociedad corrompida por la dictadura del beneficio, el conocimiento es la única forma de resistencia. Porque con el dinero se puede comprar cualquier cosa; parlamentarios, políticos, jueces, el éxito, la vida erótica. Sólo hay una cosa que no se compra con dinero: el conocimiento. Si soy un gran magnate y quiero comprar el saber, ni un cheque en blanco me valdría. El precio del saber es el esfuerzo personal. El conocimento no se compra, se conquista.

Sin embargo, en su libro pone toda la responsabilidad sobre las instituciones. ¿No tenemos los individuos la obligación moral de ser inteligentes?

Las instituciones son los lugares donde esas cosas deberían ocurrir. Un joven tiene que comprender la importancia de la cultura y la misión de la escuela, de la educación, es esta: demostrarle que para entenderse a sí mismo y entender al mundo es necesario aprender. Y esto no ocurre porque los profesores están mal pagados, infravalorados y al mismo tiempo no hay recompensa para el que trabaja en la escuela. Es una paradoja que aún hoy en Italia hay profesores universitarios que tienen 50 años y siguen siendo interinos, no tienen un puesto de trabajo. La crítica de las instituciones es una crítica a cada uno de nosotros, pero las instituciones deben favorecer la excelencia. Cada vez que se reduce la financiación de las escuelas y universidades, acabamos con ella.


En su libro menciona que el poder tiene que destruir primero los artefactos y las instituciones culturales para poder establecer su régimen. ¿Los destruye porque los desprecia o porque les tiene miedo?

Los políticos matan la cultura porque desprecian la cultura, pero también porque le tienen miedo. Lo desprecian porque nuestra élite política es cada vez más ignorante, más inculta. Y por otra parte tienen miedo porque prefieren tener delante un público de personas que no estén capacitados para pensar con su propia cabeza y, por tanto, sean manipulables por los medios de masas, la televisión, las campañas electorales, toda una dimensión de engaños y mentiras que las personas reciben sin ser conscientes.

La ausencia de cultura es el abono necesario para que prospere la corrupción.

En Italia, el Tribunal de Cuentas que comprueba el presupuesto del Estado ha establecido que pagamos más o menos 150.000 millones al año de corrupción. Esto significa que, si un funcionario del Estado compra un vaso y el vaso compra un euro, nosotros pagamos un euro con 50 porque los 50 son el precio de la corrupción. Si pudiéramos eliminar la corrupción, ya no haría falta debilitar a la clase media y empobrecer cada vez más a los pobres. No haría falta eliminar los derechos fundamentales que hacen que el hombre sea digno de ser hombre.

La utilidad de lo inútil

La furia destructiva se abate sobre las cosas consideradas inútiles: el saqueo de la biblioteca real de Louyang efectuado por los Xiongnu en China, la quema de manuscritos paganos en Alejandría, decretada por el obispo Teófilo, los libros heréticos consumidos por las llamas de la Inquisición, las obras subversivas destruídas en los autos de fe escenificados por los nazis en Berlín, los espléndidos budas de Bamiyán arrasados por los talibanes en Afganistán o también los manuscritos de Sahel y las estatuas de Alfaruk en Tombuctú amenazadas por los yihadistas. Cosas inútiles e inermes, silenciosas e inofensivas, pero percibidas como un peligro por el simple hecho de existir.

Con la excusa de la crisis se está expropiando la dignidad humana. Si corto los fondos para financiar a los enfermos, para ayudar a los discapacitados, si despido a padres que ya no pueden mantener a los suyos con un mínimo de dignidad, cometo un crímen gravísimo. Los derechos en los que se fundamenta la dignidad humana jamás se deberían tocar. Sería suficiente luchar contra la corrupción y esos 150.000 millones que ahorraríamos podrían con creces solucionar la crisis y mucho más.

Los gobiernos mienten cuando dicen que la crisis la pagamos todos: esta crisis no la pagan los bancos, no la pagan los banqueros, no la pagan los financieros. Esos reciben millones de euros de sueldo al año y aún finalizan su mandato con 15 millones de euros de finiquito. Luego se descubre que la empresa está en números rojos y que el directivo había firmado acuerdos para “privatizar” el dinero de la gente y llevárselo a casa. ¿Cómo podemos salir de este círculo vicioso? Creando y formando a jóvenes que sean conscientes, que sean capaces de defender el bien común. Jóvenes que no sean educados en el culto del beneficio y del dinero. Gente que se haya educado en una visión ética del mundo y que profesen el culto a la solidaridad humana.

Pero la solidaridad no depende de sus beneficiarios, igual que la naturaleza de un crimen no se debe definir por sus víctimas. ¿Podemos aspirar a la solidaridad humana mientras aceptamos como sociedad la crueldad institucionalizada contra el resto de las especies?

Absolutamente correcto: infligir dolor no es una cosa que atañe únicamente al género humano. Hay un fragmento bellísimo de Demócrito que, hablando con Hipócrates, le explica al padre de la medicina por qué se ríe. Porque Hipócrates pensaba que Demócrito estaba loco y por eso se reía. En cambio Demócrito se ríe por otra cosa. “Mira debajo de los hombres –le dice– ¿Qué hacen todo el día? Persiguen el dinero. ¿Y qué hacen con el dinero? Buscar más dinero. El dinero ya no es un medio, se ha convertido en el fin en sí mismo”. Y añade que, para conseguir el dinero, el hombre “le corta las venas a la tierra”.

Es lo que estamos viendo hoy en todo el mundo. En Italia, la Camorra (la mafia napolitana) ha construido una serie de depósitos subterráneos de residuos tóxicos. Y en aquellas zonas hay una alta tasa de enfermedad, de niños enfermos porque sus habitantes comen productos agrícolas contaminados por esos residuos tóxicos. Con este sistema estamos creando una manera de aniquilar cualquier cosa que atañe no sólo a la vida humana sino a la vida de nuestro sistema en sí.

El Renacimiento y la Ilustración, con su desarrollo de conceptos ilustrados como el de los “derechos humanos” que definen nuestra sociedad actual, coinciden en el tiempo con las dos grandes olas de colonialismo europeo. Los monarcas e intelectuales ilustrados, junto con la Iglesia, disfrazaron la expropiación y el genocidio de misión civilizadora. ¿No está ocurriendo ahora lo mismo dentro de nuestras fronteras? ¿Son los pobres las nuevas colonias?

La comparación es muy buena. Si lees a algunos autores del Renacimiento, pocas voces han gritado contras las masacres llevadas a cabo en el Nuevo Mundo. Uno de estos es Bartolomé de las Casas. En Italia, Giordano Bruno describió a Colón y a sus marineros, no como marineros sedientos de saber sino como piratas sedientos de oro y de plata. Bruno dice: “Fueron a llevar una civilización, pero ellos ya tenían una civilización. Fueron a llevar una lengua, pero ellos ya tenían una lengua. Fueron a llevar una religión, pero ellos ya tenían una religión”.

Estos filósofos del Renacimiento dejaban entrever que la multiplicidad de las lenguas, de las religiones, de las filosofías, de los pueblos, de los colores de la piel, no son una limitación de la humanidad sino una riqueza de la humanidad. Lo que vemos hoy es propio de ese modelo horrible de masificación de hacer que seamos todos iguales. ¿Cuál es la ley que nos guía? La ley del beneficio.

Del país más perdido de Asia hasta el país más rico de Europa o Estados Unidos, comemos las mismas hamburguesas de McDonald’s, vestimos la misma ropa y vemos las mismas tonterías en televisión. Esta ideología del beneficio es cada vez más global de lo que pudo ser en el pasado y los primeros ejemplos de la colonización son los ejemplos de cómo una suspuesta civilización pudo destruir una civilización que no conocía el beneficio y que vivía en un estado natural.

Tocqueville dice “hoy en América la gente busca las bellezas fáciles”. ¿Qué quiere decir? Que no tengo tiempo de dedicarme a la lectura o para ir a una exposición de cuadros. El tiempo es dinero. Prefiero el libro que no me pide esfuerzos y aquellas manifestaciones culturales superficiales, mundanas, donde yo no aprendo nada porque no tengo tiempo para las cosas que requieren un compromiso personal. El riesgo de hoy está justamente en cultivar las bellezas fáciles; el bestseller, las películas que sólo son efectos especiales, todo lo que usamos para distraernos porque no queremos pensar, en lugar de ser estimulados a la reflexión.

¿Qué pasará cuando se privatice totalmente la enseñanza?

La educación, como la sanidad, es un pilar fundamental de una sociedad que sólo el Estado puede gestionar. Y la educación privada es una trampa, una de las peores cosas hacia las que nos podemos dirigir. Porque no podemos conocer el nivel de laicidad de una escuela privada, de una escuela católica, musulmana, de partido. Digo laicismo en el sentido de pluralidad, de construir personas libres de la ortodoxia. La escuela pública garantiza en primer lugar igualdad de los estudiantes. Quizá no ahora en la práctica pero es el único lugar donde se puede aspirar a este modelo. Hay universidades privadas excelentes pero están restringidas a los que tienen dinero. Tenemos que crear unas escuelas e universidades igual de excelentes con dinero del Estado para dar a todos la misma oportunidad.

¿Se puede tener democracia sin escuela pública?

Absolutamente no. Como no se puede tener democracia sin cultura, sin el respeto del otro y sin amor por el bien común. La formación de los jóvenes es importante porque es el futuro de la democracia. Si seguimos creando personas que piensan sólo en su beneficio personal, perderemos lentamente la democracia.

¿Lentamente?

Bueno, en realidad ya la hemos perdido. El proceso está ocurriendo ante nuestras narices pero no tenemos capacidad de reacción.

¿Cuál es la cura de la infelicidad?

Adriano Olivetti [el singular empresario de las máquinas de escribir] decía: “Yo quiero una fábrica que no produzca sólo beneficios. Quiero una fábrica que produzca belleza y libertad. Porque serán la belleza y la libertad las que nos indiquen el camino para ser felices”. Y una de las cosas que me ha llamado la atención leyendo a Montaigne es que Montaigne nos dice que no es poseer lo que nos hace felices, sino el gozar y el aprender a gozar. Si no apreciamos la belleza, si no sabemos apreciar el arte, la música, muy difícilmente aprenderemos a gozar.

¿Nos ayudan los clásicos a encontrar en el infierno lo que no es infierno?

Leí ese pasaje del que hablas en un colegio donde muchos chicos eran hijos de padres encarcelados y les impactó mucho. Mi libro quiere ser una de esas pequeñas llamas de las que habla Calvino que pueden ayudar a ver el camino y hacernos entender lo que no es infierno del infierno en que vivimos para poder defenderlo. Este es el camino difícil que necesitamos escoger.

La tarea de los clásicos es despertar nuestra atención, estimular la reflexión, alimentar nuestra pasión, y ayudarnos a entendernos a nosotros mismos y el mundo que nos rodea. Y para desmontar una de las mayores tonterías que hoy perviven en nuestra sociedad: que para entender el presente hay que estudiar el presente. Para entender el presente hace falta el pasado. Sin pasado, no se puede entender el presente.

Giordano Bruno nos enseña que si la filosofía no se transforma en una manera de vida, no nos sirve para nada. Y Bruno escribió la última página de su filosofía en la hoguera del Campo de Fiore donde fue quemado por hereje, demostrando que se pueden quemar los libros pero no las ideas. La palabra de Bruno, la palabra de Montaigne, la palabra de Victor Hugo, nos hacen entender tantas cosas de nuestro presente porque algunos de nuestros grandes autores que han sabido exponer de manera sencilla lo que llevamos dentro y que no somos capaces de expresar. Y la literatura, la música, el arte son los únicos capaces de decir lo indecible y enseñarnos lo invisible.

Fuente: http://www.eldiario.es/cultura/libros/entrevista_Nuccio_Ordine-conocimiento-resistencia_0_208229595.html

Fotografía: acantilado

Comparte este contenido:
Page 364 of 455
1 362 363 364 365 366 455