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Docentes replantean sus clases al haber cada vez más alumnos que buscan contenidos en plataformas digitales

03 de noviembre de 2016/Fuente: telam

Cada vez hay más universitarios que eligen no asistir a clases y buscar los contenidos de las materias en plataformas digitales, ubicar a los autores en las redes sociales, bajarse clases por streaming o tomar datos de explicaciones por Youtube.

Cada vez hay más universitarios que eligen no asistir a clases y buscar los contenidos de las materias en plataformas digitales, ubicar a los autores en las redes sociales, bajarse clases por streaming o tomar datos de explicaciones por Youtube por lo que los docentes buscan alternativas para hacer atractiva una clase «en vivo» y que «no se vayan» en medio de la materia.

«Llega la mitad de la cursada y nos preguntamos cuantos inscriptos hay y comienza allí un arduo trabajo militante para terminar con la misma cantidad de alumnos ya que se van de a muchos en medio de la carrera. Y en está tarea no nos está yendo bien», dijo Mariana Maggio profesora de Tecnología Educativa de la Carrera de Ciencias de la Educación de la Facultad de Filosofía y Letras (UBA).

En tanto, otra profesora de la Facultad de Farmacia y Bioquímica aseguró que cerca de los finales de los 50 inscriptos sólo vienen 20 a escuchar las clases y esto para un docente que despliega su investigación en una clase «es muy duro».

También una profesora de la facultad de Arquitectura y Diseño manifestó lo difícil que le resultaba hacer atractiva una clase en vivo cuando la estructura docente determina que una persona es la que sabe la disciplina y es la encargada de transmitirla a los alumnos.

«Hay que reconocer que el conocimiento cambia y los estudiantes cambiaron, entonces porque hay que preguntarse seguimos haciendo lo mismo en nuestras clases» se planteó Maggio durante la charla «La enseñanza universitaria en discusión.Las clases re-concebidas en ambientes de alta disposición tecnológica» organizadas por el programa de Educación a Distancia de la UBA.

En este sentido apuntó que «desde la agenda de los medios se afirma que la enseñanza universitaria, tal como la conocemos, va a desaparecer. Tenemos que transformar las prácticas de enseñanza para hacer más rica y poderosas las clases en vivo».

Maggio aseguró que «frente a una realidad que indica los libros que se expanden en las redes, los autores de los que hablamos hacen interpretaciones en plataformas digitales, las explicaciones acabadas hay que ponerlas en video o en general ya la pusieron otros en Youtube, hay que construir una nueva didáctica para las clases en vivo».

La profesora. quien es autora de un proyecto de investigación sobre esta temática en la misma facultad en la que da clases, aseguro que «no estamos frente a un cambio instrumental, estamos frente a un cambio de era y ante ello los docentes no debemos hacer lo mismo en una clase en vivo aunque nos haya gustado ya que la realidad varía todo el tiempo y los conocimientos también»
«Tampoco hay que dejar librado la enseñanza a lo individual, hay que enseñar con otros, planificar las clases en forma colectiva, imaginarlas con los estudiantes, escucharlos, construir acuerdos, tirar temas a la basura ya que no se pueden dar 400 temas en un año y concebir la enseñanza sin que esté direccionada por la evaluación», enumeró Maggio como propuestas para atraer a los estudiantes a las clases.

Precisó además que «hay una forma de consumo que se instala que es el «on demand» que busca aprender los conocimientos en cualquier momento, a su propio ritmo y en el lugar mas placentero, frente a ello nos planteamos que es lo que va a quedar como experiencia en vivo, que es lo queda ahora de nuestras clases».

«Queda lo que ocurre fuera del espacio del aula, las interacciones que van más allá de la clase, con las redes sociales, la mejor expresión de un investigador, su análisis y despliegue, la respuestas espontáneas, las charlas divergentes y las situaciones inmersivas que nos involucren emocionalmente», destacó la docente.

Sostuvo que por estas razones las clases en vivo «es algo que no queremos perder» y destacó: » En el ‘on demand’ toda experiencia puede ser anticipada, la experiencia de la clase tiene que ser algo vivo, única, poderosa» para el alumno.

Añadió que en la educación a distancia «los alumnos piden experimentar una clase en vivo y en la educación presencial, los estudiantes exigen el «on demand».

Frente a ello, la docente destacó sni embargo que»si una clase se transmite por streaming, no van a ser muchos los alumnos que asistan a la experiencia en vivo si no están obligados a hacerlo» y remarcó: «Muchos estudiantes, unos días antes de los exámenes, buscan en Youtube las mismas explicaciones que se dieron en las clases en vivo».

«Por eso pensamos colocar las clases en dos planos que es lo que va a suceder en el vivo y que va a estar en el on demand» detalló la docente y aseguró que esta discusión»se da en un momento complejo de la universidad».

«Hay que garantizar la igualdad de oportunidades y que los alumnos terminen el nivel con la posibilidad de insertarse en el mundo laboral y profesional, por lo que hay que generar propuestas que respondan a esa igualdad y a esa justicia social», indicó Maggio.

Fuente: http://www.telam.com.ar/notas/201611/169199-educacion-profesores-estudiantes-contenidos-nuevas-tecnologias.html

Imagen: www.gonsusa.es/wp-content/uploads/2016/03/diseño.jpg

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Entrevista a Marlyng Claudina Pino Benítez: Comunidad negra, más que baile y rumba

Colombia/03 noviembre 2016/Autora: Natalia Delgado Arango/Fuente: Cronica del Quindio

Marlyng Claudina Pino Benítez es presidenta de la mesa pedagógica e investigativa de la cátedra de estudios afrocolombianos de Armenia, asociación que busca visibilizar la cultura afro en el departamento. LA CRÓNICA dialogó con ella acerca de su liderazgo y la participación de esta comunidad en la sociedad.

¿Cómo trabaja la mesa de estudios afrocolombianos?
Empleamos la transversalidad educativa, donde se conectan y articulan los saberes de distintas áreas de aprendizaje. Por ejemplo, se trabaja desde la educación física, para ello se reconoce el ritmo que tiene el negro, esa cadencia en sus bailes. Por otra parte, se visibilizan las creaciones literarias de nuestros ancestros como el escritor Miguel Ángel Caicedo, con sus poesías costumbristas y típicas, que permiten resaltar ese sonido gutural de las palabras del negro.

Por otro lado, se habla de la importancia de esta población en la campaña libertadora, con el caso de Juan José Rendón, militar durante las guerras de independencia de Venezuela y Colombia. A ese hombre, el general Bolívar lo mira a través de las plataneras y le grita: ¡General salve usted la patria! Así se ganan esas batallas y se va dando entonces la libertad.

¿Qué significa ser afro?
Es ser descendientes de africanos, venir de África. Hay que recordar que los españoles trajeron a esclavos de ese continente para venderlos para el trabajo forzado. Además los europeos vinieron a acabar con la cultura indígena, por eso entra el negro y empieza una nueva cultura de trabajo y un nuevo sistema para la sobrevivencia. Allí nació la importancia de los peinados en la mujer, porque por medio de las trenzas que se hacían en sus cabezas trazaban los mapas que indicaban la ruta para fugarse.

¿Qué transformación ha tenido la vida de esta comunidad ?
Realmente el cambio es poco. Anteriormente el negro era sinónimo de mal, pero ahora se nos reconoce que hemos sido miembros activos del tejido social. Sin embargo, se nos margina, no se nos tiene en cuenta todo el trabajo que hemos hecho, sino que se nos mira de una forma soslayada.

¿Cuál es el nivel de participación que ustedes buscan en la sociedad?
Queremos hacernos notar y el reconocimiento de los aportes que hizo el negro en la construcción de país. Este es un país pluriétnico y multicultural. No se puede hablar de una raza pura porque todos tenemos de todo. Somos africanos, ya sea por nuestros padres, abuelos o bisabuelos.

¿Qué se necesita para acabar con la discriminación?
Se requiere un cambio de mentalidad, si este no se genera, siempre existirá la discriminación. El problema es que la imagen desprestigiada de la raza es el reflejo de lo que se vivió desde la época de la Colonia española en donde los afro eran vistos como objetos y no como personas.

En el país tenemos afrodescendientes científicos, glorias del deporte, académicos a quienes no se les han reconocido sus aportes y por el contrario seguimos con los grilletes de la discriminación y por esa razón hay que tratar de quitar estas trabas a través de la cátedra de etnoeducación y que se miren todos los aportes que hemos hecho en Colombia, Quindío y Armenia. Y es por esto que los grupos en esta región hacemos diferentes actividades para dar a conocer nuestros logros.

¿Qué imagen debemos tener todos de las personas de raza negra?
Que los negros somos más que baile y rumba. Además, se debe reconocer que desde el principio de la historia del país, tuvimos una participación importante en las batallas libertadoras, pero la historia nos ha llevado hacia un rincón, sin contar la verdadera acción de nuestros antepasados en todos estos procesos.

Fuente:http://www.cronicadelquindio.com/noticia-completa-titulo-comunidad_negra_ms_que_baile_y_rumba-seccion-la_salida-nota-99656.htm

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Teresa Huguet: “La innovación sin inclusión está vacía de calidad humana”

02 de noviembre de 2016 / Fuente: http://blog.tiching.com/

Teresa Huguet

Definamos educación inclusiva ¿Qué es y qué no es educación inclusiva?
La educación es inclusiva cuando las escuelas y aulas no excluyen a ningún alumno.  Todos los niños, sean cuales sean sus necesidades, están en la misma escuela, aprendiendo juntos en las aulas. Si hay una educación inclusiva, no es necesario sacar a los alumnos “diferentes” del aula para trabajar con ellos ciertas capacidades o habilidades. Todos los docentes y profesionales se comprometen a implementar metodologías inclusivas en el aula,  llevando a cabo prácticas educativas juntos, aprendiendo los unos de los otros, los docentes habituales con los docentes y profesionales especializados (profesores de apoyo, psicopedagogos, logopedas, fisioterapeutas…).

¿A qué tipo de discriminaciones se enfrentan nuestras aulas?
De todo tipo, como en la sociedad… Miradas que incapacitan, que discriminan, que solo ven las diferencias: “tú no sabes, tú no puedes, tú no vales, que lo haga él que sí sabe, él sí puede, no es necesario que lo aprendas, vamos al aula especial para poderte enseñar…”

¿Cuáles son los principales errores que cree que se cometen en las aulas en relación a la educación inclusiva?
Pensar que los alumnos con necesidades educativas especiales necesitan cosas y tratamientos muy especiales porque son muy distintos. Miradas que solo ven lo patológico,  lo especial, lo distinto… Miradas que desarrollan la creencia de que es muy complicado enseñar a esos niños tan distintos y creer que son necesarios recursos muy especiales.  Esos alumnos en realidad sí son diferentes y únicos, ¡pero como todos los otros! Son niños y tienen las mismas necesidades que los demás: ser felices, aprender, ser amados, apreciados, jugar, crecer y  convertirse en personas lo más autónomas posible. Esas miradas sesgadas hacen que los docentes no se sientan preparados para enseñar a esos niños. En realidad, un buen docente solo necesita tener curiosidad, afecto, y acercarse y hablar con ellos para ver que son solo niños.

¿En qué se diferencia la educación inclusiva de la educación especial? ¿Y la integración de la inclusión?
En la educación inclusiva los recursos humanos, materiales de apoyo y técnicos son para todos los alumnos y todos los docentes, no son solo para unos niños “especiales”.  En la educación especial, en cambio, esos recursos son para los alumnos con necesidades educativas especiales. Inclusión implica el cambio de todo el centro, de todos los docentes, para atender a todos los alumnos, sean cuales sean sus necesidades. En la integración el acento se pone en integrar a los alumnos vulnerables o con necesidades educativas especiales, se les proporcionan apoyos para que se integren en la dinámica ya existente. Pero eso no implica un cambio de todo el centro para incluir y educar a cualquier alumno.

¿Qué papel tienen actualmente las escuelas de educación especial?
Actualmente las escuelas de educación especial son, en su mayoría, recursos para aquellos alumnos que no han podido encontrar una escuela que los acoja y los eduque. En la escuela de educación especial esos alumnos son educados para que en el futuro se integren en la sociedad. En la medida en que las escuelas ordinarias no se sientan obligadas a cambiar porque tienen toda la diversidad de alumnos en sus aulas, siempre se necesitarán escuelas de educación especial que hagan esa función y acojan a esos alumnos. Pero… ¿por qué no convertir las escuelas “ordinarias” en escuelas para todos? Esa escuela es la sociedad en pequeño que en el futuro todos los alumnos van a encontrar en su barrio.  Deberían aprender a vivir en la escuela con toda esa diversidad que encontrarán en la sociedad.

¿Y qué papel deben tener en un futuro? ¿Tienen sentido?
Su papel debería ser el de implicarse en una educación inclusiva junto a las otras escuelas. Convertirse en apoyos para la inclusión. Poner su saber, conocimiento y recursos al servicio de las escuelas del barrio, de las escuelas ordinarias a las que van la mayoría de alumnos.

A menudo se habla de falta de recursos para atender a la diversidad. ¿Qué recursos necesita una escuela para avanzar hacia la educación inclusiva?
En realidad, según mi opinión no se trata de un problema de recursos. Recursos hay, el problema es cómo se usan, cómo se distribuyen, cómo sirven realmente para que todos los docentes y el personal del centro se sientan capaces de atender y educar a todos los alumnos.  Las actitudes, los valores, las políticas y las metodologías son mucho más importantes que los recursos.
He visto escuelas con muchos recursos especiales (unidades de apoyo para la educación especial, profesionales de apoyo, docentes de apoyo especializado, psicopedagogos…) que en realidad no se usaban para la inclusión del alumno en el aula, sino para hacer intervenciones con y para el alumno con necesidades educativas especiales de manera individual, fuera del aula, en prácticas desconectadas de lo que  sucedía en el aula.  En realidad esos recursos no se estaban utilizando para que el alumno se sintiera incluido en el grupo, ni tampoco estaban sirviendo para que la escuela avanzase hacia una educación más inclusiva.

¿Y qué se puede hacer al respecto?
Pienso que debemos estar muy atentos a cómo se utilizan los recursos que se van incorporando, no es bueno añadir demasiados recursos de golpe sin una intención clara de inclusión. Aplicar recursos humanos especializados sin una filosofía realmente inclusiva suele tener un efecto de expulsión de los alumnos especiales de las aulas ordinarias para que sean atendidos por múltiples profesionales fuera del aula. Si los profesionales especializados no se encuentran implicados y acogidos en las aulas y en la dinámica global del centro, desconocen lo que pasa realmente en clase y llegan a creer que sus conocimientos sobre el trastorno o la discapacidad son más importantes que los conocimientos y competencias educativas de los otros docentes.

¿Y qué efectos tienen estos hechos?
En consecuencia, los profesionales especializados tienden a alejarse del aula y a trabajar con esos alumnos “diferentes” en otros espacios y contextos, separados del grupo. Ese tipo de intervención, de manera inmediata, descarga la ansiedad de  los docentes habituales que no se sienten suficientemente preparados para atender a esos alumnos. Y así continúa la rueda de la delegación excesiva de responsabilidad educativa en los profesionales y docentes especializados. Una rueda que lleva siempre a pensar que el problema es que se necesitan más recursos, para en realidad no asumir la necesidad del cambio.

¿Qué es lo que realmente se necesita?
Para hacer una escuela inclusiva hay que cambiar la manera de enseñar y de trabajar de todo el personal del centro educativo. Los recursos deben utilizarse con esa finalidad: tienen que servir para que todos los docentes y profesionales aprendan a tratar la diversidad dentro del aula y en los contextos habituales del centro. Hay que entrar en las aulas, colaborar con los docentes, llevar a cabo prácticas de docencia compartida, apoyo dentro del aula para aprender juntos a realizar prácticas realmente inclusivas en el aula y en la escuela.

¿Cómo se relacionan los términos escuela inclusiva e innovación?
Si van de la mano es fantástico. Se apoyan mutuamente de una manera creativa, humana, inclusiva, multiplican los recursos metodológicos. Las metodologías innovadoras, si tienen en cuenta la diversidad – ¡y, por definición, deberían tenerla en cuenta! – son ideales para que las escuelas sean más inclusivas. La inclusión necesita de la innovación. La innovación sin equidad ni inclusión queda vacía de calidad humana, queda al servicio de unos pocos privilegiados.

¿Qué tipo de barreras a la inclusión podemos encontrar en las aulas?
Podemos encontrar todo tipo de barreras: afectivas, actitudinales, metodológicas, en los materiales, en la manera de agrupar los alumnos, en cómo se trabajan los valores, en cómo se fomenta la ayuda entre iguales y la aceptación de lo diferente…

¿Son los docentes conscientes de ellas?
No todos. Hay muchos docentes sensibilizados, pero hay otros que no se lo han planteado. Para verlo, necesitan tener la oportunidad de reflexionar sobre ello. Entonces se dan cuenta. La cuestión es que a menudo tienen mucho que hacer y poco tiempo para pensar en estos temas, para plantearse interrogantes, para analizar situaciones del aula, para hablar con sus alumnos y con sus compañeros con calma y de manera sistemática.

¿Por dónde le recomendaría empezar a un centro que quiera convertirse en inclusivo?
Primero de todo, diría que no hay escuelas totalmente inclusivas y escuelas totalmente excluyentes. Todas tienen un cierto grado de inclusión y exclusión en según qué aspectos; por eso cada escuela debe hacer su propio camino. La escuela debe empezar por donde crea que necesita cambiar, después de reflexionar sobre su situación, sus valores y las dificultades que encuentran sus  alumnos.

Cada escuela es un mundo, dicen. 
Sí, cada centro educativo debe hacer un análisis compartido sobre su situación en relación con la inclusión. Hay diversos instrumentos de evaluación disponibles que sirven para que el centro identifique sus puntos fuertes y débiles; así pueden decidir por donde quieren empezar a plantearse objetivos de mejora y pueden trazar un camino que tendrán que ir revisando cada curso. Se trata de un recorrido en el que siempre se puede mejorar, un camino largo que exige constancia en el que se deben compartir los aciertos, las dificultades y los retos.  Avanzado como comunidad, aplicándose en procesos de cambio y mejora en los que todos participen, desde la dirección hasta el personal administrativo, el conserje, los cocineros… Todos deben sentirse implicados, evaluando cada curso las mejoras introducidas y planteándose nuevos cambios para continuar avanzando y aprendiendo a educar a todos los alumnos y alumnas.

¿Cuál es el papel de las familias en la escuela inclusiva?
En una escuela inclusiva las familias son una pieza clave y tienen que estar implicados en estos procesos de mejora. Hay que hacerlos cómplices y darles voz para que aporten sus ideas y propuestas para mejorar la convivencia y avanzar hacia la inclusión de todos sus hijos.

Fuente entrevista: http://blog.tiching.com/teresa-huguet-innovacion-sin-inclusion-esta-vacia-calidad-humana/

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Claudio Katz entrevistado por Luis Bonilla-Molina

Prensa OIREPOD

Continuamos con las entregas de la tercera temporada (2016-2017) de las entrevistas sobre calidad de la educación, reformas educativas y situación mundial que realiza el profesor LUIS BONILLA-MOLINA.

En esta oportunidad las entrevistas indagan la relación de calidad de la educación con las reformas y contrarreformas educativas que se implementan a nivel mundial, así como las propuestas y modelos de evaluación de los sistemas educativos a nivel internacional, y las agendas emergentes en el debate educativo global.  La economía emerge como un factor importante en el curso de las reformas educativas.

La “Otra Mirada Educativa” constituye un esfuerzo independiente de investigación y de pedagogía política sobre las transformaciones educativas a escala planetaria cuyo desarrollo es realizado por el accionar colectivo de un equipo de voluntarios(as) en toda Venezuela quienes forman parte del Centro Nacional de Investigaciones Educativas (CNIE), la Red Global/Glocal por la calidad educativa, el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD-IESALC UNESCO) y el portal Otras Voces en Educación.

Las opiniones y enfoques de esta entrevista no comprometen a las organizaciones e instituciones que auspician el trabajo investigativo y son de exclusiva responsabilidad del entrevistador y los entrevistados. Estas entrevistas contienen miradas plurales sobre los cambios educativos en el mundo.

Las y los interesados en establecer contacto con el equipo de producción por favor escribir a lbonilla@unesco.org.ve

A continuación el video de la entrevista:

https://www.youtube.com/watch?v=Zu_logbrgKE

Perfil del Entrevistado(a): CLAUDIO KATZ es economista egresado de Universidad de Buenos Aires y doctor de la misma universidad. Es investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y unos de los intelectuales críticos de América Latina dedicados al estudio del capitalismo contemporáneo. Su libro “El porvenir del Socialismo” obtuvo una mención honorífica en el Premio Libertador al Pensamiento Crítico (Venezuela, 2005)

Perfil del Entrevistador: Docente con 37 años de experiencia pedagógica en el aula, Coordinador Internacional de la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD) del IESALC-UNESCO y del Grupo de Trabajo de CLACSO sobre Reformas y Contrarreformas Educativas a nivel mundial.

LUIS BONILLA-MOLINA: ¡Buenos días! Bienvenidos y bienvenidas todas y todos a este nuevo contacto en “La Otra Mirada Educativa”. En esta oportunidad conversaremos desde Buenos Aires, Argentina, con Claudio Katz. Claudio, es docente de la Universidad de Buenos Aires y con él conversaremos sobre la actual situación de crisis del capitalismo mundial.

Claudio, 2008 es un punto de inflexión del capitalismo ¿Qué ocurre, a tu juicio en el periodo comprendido entre 2007, 2008, 2009?

CLAUDIO KATZ: Mira, yo pienso que la crisis, que se inició en el 2008-2009, forma parte de la etapa general neoliberal que comenzó hace tres o cuatro décadas y, que se caracteriza por agresiones permanentes al nivel de vida de los trabajadores. Agresiones basadas en el deterioro del salario, en el aumento de la precarización, en el desplazamiento de las industrias a Oriente para bajar el costo de la fuerza de trabajo, de ampliación del desempleo, de aumento de las desigualdades, de uso de las nuevas tecnologías para reducir salarios.  Periodo en el cual se genera  una brecha de ingresos, la cual se incrementa porque los ricos no tributan en los Estados Nacionales, sino que esconden sus fortunas en los paraísos fiscales.

Es decir, la crisis del 2008-2009 se enmarca en un modelo de ataque permanente a las condiciones de vida de la población trabajadora y, en un contexto de reorganización general del capitalismo, cae el salario, aumenta el desempleo, se incrementa la desigualdad. El capitalismo neoliberal funciona al servicio de empresas transnacionales que destruyen la cohesión nacional de las economías de muchos países, a través de un proceso de internacionalización de la producción, a través de la expansión de los Tratados de Libre Comercio (TLC) que consagran la supremacía de las empresas en los litigios con el Estado.  Estas compañías ya no son sólo petroleras, automotrices o siderúrgicas; sino que también ahora está Google, Facebook, Twitter; a quienes se les llaman “los Señores de las nubes”.

Empresas que no generan ninguna democratización del espacio virtual, sino que manejan de forma concertada las “Nuevas Tecnologías”. Y estas empresas actúan en sintonía con los bancos mundiales, desplazándose de una actividad a las otras, en una actividad especulativa sin ningún control. Todas las promesas de regular las operaciones financiaras, de moralizar la actividad de los bancos, de reducir las comisiones de las empresas, quedaron en la nada.

Por lo tanto, la crisis del 2008-2009 se enmarca en un modelo neoliberal, que no sólo genera sufrimientos populares, sino también crisis periódicas cada 5 años, cada 10 años, cada 8años.  La crisis del 2008-2009 es una de esas crisis, las cuales están siempre determinadas por el desequilibrio que genera el modelo neoliberal en tres planos: primero, en el plano de la reducción de los ingresos populares, que contraen la capacidad de compra y al contraer la capacidad de compra se genera la crisis de demanda; en segundo plano, en el aumento de la competencia entre empresas, que generan tasas de sobreinversión importantes; y en tercer plano, en la expansión de las burbujas financieras.

LUIS BONILLA-MOLINA: Claudio ¿cuál fue el impacto de esta crisis en el gasto público?

CLAUDIO KATZ: Las crisis de 2008-2009 fueron representativas de esta etapa, la cual fue manejada por los Estados mediante una expansión inédita del gasto público para socorrer a los bancos.  Pero, al cabo de 7 años -6-7 años, 8 años, luego de iniciado este socorro que hicieron los Estados a los bancos, reaparecen los mismos problemas: de nuevo tenemos mucha liquidez incentivando operaciones especulativas, tenemos un reanimaniento de la economía que ha sido extremadamente anémico; y por lo tanto, los problemas que generaron la crisis del 2008-2009 vuelven a estar en el escenario mundial. Yo te diría, que  actualmente la crisis se expresa con algunas diferencias  -exploramos los detalles de la coyuntura-  con lo ocurrido hace algunos años.

La primera diferencia, es que la crisis ya no está tan localizada en los Estados Unidos, como ocurrió en ese momento. Estados Unidos ha logrado exportar parte de sus desequilibrios, utilizando el dólar como moneda de refugio, fijando el ritmo de la reorganización del sistema financiero, rehabilitando al Fondo Monetario Internacional.  Es decir, ha logrado traspasar parte de su crisis a otras regiones.

En Estados Unidos lo que continúa  -como punto crítico-  es un gran debilitamiento de la estructura industrial interna de la economía norteamericana, como resultado de la pérdida de puestos de trabajo, lo cual genera la extranjerización, la transnacionalización, la deslocalización, de empresas norteamericanas fuera del país. Pero, en el plano de la crisis, el punto crítico se sitúa ahora mismo en Europa.

Europa sigue sobrellevando el grueso de la crisis; allí es donde continuamos viendo una destrucción de conquistas sociales –nunca alcanzadas en otras partes del mundo- y una clase dominante que está utilizando el euro como instrumento de cirugía deflacionaria.  Un Estado continental en construcción bajo el liderazgo alemán, que  –definitivamente- ha sepultado cualquier rasgo de la Europa social para poner en marcha un programa centralista, neoliberal, de una Europa del capital.

La crisis sigue concentrada en Europa; sigue, también, golpeando de manera –te diría- perdurable a Japón, que tiene un retroceso de largo plazo, un estancamiento con endeudamiento y deflación de largo plazo.

LUIS BONILLA-MOLINA:  ¿Y China?

CLAUDIO KATZ: me parece que en este escenario–diría yo del 2015, del 2016- la primera novedad es China. Porque si bien China, se afianzó convirtiéndose por un lado en el taller del mundo y en una nueva potencia central, ese país fue la potencia que brindó el gran auxilio financiero a los bancos y a los Estados colapsados en la crisis del 2009.  Se ha frenado el crecimiento de China y, este freno, afecta a toda la economía mundial; especialmente está incidiendo sobre las economías intermedias, sobre los BRICS.  Un conjunto de economías que habían ampliado los consumos de sus sectores medios, ahora están sufriendo el freno de la economía china, que afecta muy seriamente a las economías intermedias, especialmente, a los países muy dependientes del ingreso de capital o del comportamiento de los productos primarios, de los precios de las materias primas.

Ahí tenemos dos nuevos desequilibrios que están impactando fuertemente: la volatilidad de los capitales y el freno al súper-ciclo de incremento de los precios de las materias primas, que se registró en la década pasada.

LUIS BONILLA-MOLINA: Continuación de la vieja crisis o nueva crisis?

CLAUDIO KATZ: en el plano puramente económico, me parece que estamos en una nueva etapa de la crisis. Una nueva etapa de la crisis del 2008-2009 signada por un cambio en la distribución de las economías más afectadas por esta crisis global. Y la crisis, me parece, hay que analizarla no sólo en el plano económico, sino en dos planos complementarios, muy conectados, como lo son: el plano político y el plano militar.

En el plano político, yo te diría, que el año 2016 ha sido un año de grandes novedades, de grandes hechos.  El capitalismo neoliberal funciona a través del miedo, funciona generando miedo en la población, miedo entre los trabajadores, miedo entre los desamparados, angustia del desempleo, humillación de la flexibilización laboral, la desgracia de la pobreza, la desmoralización que acompaña a la fractura social; y eso genera división de los pueblos, desesperación, pérdida de legitimidad de los sistemas políticos.

Es significativa la erosión de sistemas políticos, donde socialdemócratas y conservadores se alternan en la gestión del mismo modelo  –neoliberal-  que carece de sustento ciudadano, por la erosión que genera la propia crisis económica sobre los sistemas de partidos políticos.  El resultado es éste: una gran situación descontento por abajo, de gran malestar social, de gran inconformidad popular, que si no se canaliza por la izquierda es canalizado, capturado por la derecha, por lo que actualmente se denomina como “el populismo de derecha”.

En 2015-2016, hemos visto este proceso: descontento social, descontento popular, que busca canales de expresión de izquierda, que si esos canales de expresión de izquierda no se consolidan, no se estabilizan, no adoptan una fisonomía nítida,  dan lugar a un fuerte aumento de las vertientes derechistas.  Ésta ha sido la nota resaltante en muchos países, en primer lugar, en los Estados Unidos.

La novedad de Estados Unidos no fue Trump, antes de él la novedad fue Sanders. Lo que se produjo fue una verdadera rebelión contra el sistema electoral de la plutocracia estadounidense. Eso fue canalizado inicialmente por Sanders, con propuestas muy progresistas como poner fin a los privilegios de los bancos, universalizar los sistemas de salud y educación, un rechazo de la guerra, de los Tratados de Libre Comercio. Pero Sanders no avanzó, el sistema logró ahogarlo; pese a que había suscitado una gran simpatía entre la juventud, lo cual fue el dato más llamativo. Y bueno, no caminó Sanders y apareció Trump.  Y Trump es claramente la reacción de derecha. Es la reacción de derecha, pero con un discurso que busca sostenerse en la clase obrera blanca, que es la gran afectada por la crisis de los últimos años.

En Estados Unidos, se intenta presentar como un conflicto de identidades lo que en realidad es un conflicto social, un conflicto de clases sociales. La clase obrera blanca es la que ha sufrido con mayor crudeza la crisis económica, los trabajadores de cuello azul son los que han sufrido la transnacionalización de la economía, la extranjerización de las empresas, la pérdida de empleo. Y Trump canaliza ese descontento con un discurso muy reaccionario contra las minorías, contra los inmigrantes, contra los negros, contra las mujeres. Cualquiera sea el resultado electoral  –ahora pareciera que va a ganar Hillary-  la realidad que pusieron de manifiesto Trump-Sanders constituye el dato que va a perdurar en Estados Unidos.

LUIS BONILLA-MOLINA: ¿Eso es un fenómeno solo de los Estados Unidos?

CLAUDIO KATZ: lo mismo ha ocurrido en Europa. Fijate que en Europa, cada vez que la población ha tenido la oportunidad de votar, ha votado contra la Unión Europea neoliberal, contra el proyecto –en marcha- de la unificación neoliberal de Europa. Esto pasó en 1992, en el 2001, en 2008; en todos los referéndums. Cuando hay un referéndum hay un voto de protesta, hay un voto castigo. Y ese voto castigo fue muy importante en los resultados electorales de Grecia en julio de 2015, que expresó un voto contra la Troika, convirtiéndose en un voto de protesta por la izquierda. Ese resultado suscitó una gran esperanza y paradójicamente una gran frustración.

Lo que ocurrió después de ese voto,  especialmente con la capitulación de Syriza, ocasionó una cierta desilusión sobre la posibilidad de generar una alternativa de izquierda a escala de la Unión Europea.  Y entonces, reapareció el voto de derecha.  Otro ejemplo es lo que hemos visto este año con el Brexit; probablemente el Brexit, ocurrido en Inglaterra, sea el principal suceso del 2016; sea el acontecimiento del 2016.  En Inglaterra, finalmente, se plantearon dos alternativas regresivas: seguir soportado  el ajuste, mediante la ratificación de la permanencia en la Unión Europea; o la alternativa derechista de descargar el ajuste sobre las minorías y los inmigrantes. Y bueno, se termina imponiendo el Brexit abriendo paso a una crisis muy grave.

Yo creo que la clase dominante británica no sabe qué hacer. Está en una verdadera situación crítica, porque si avanza el Brexit tiene la posibilidad que se vayan los bancos, tiene la posibilidad de que Escocia decida por medio de un referéndum volver a la Unión Europea; y si no avanza el Brexit va haber una crisis de gobernabilidad muy grande. Ahora Gran Bretaña e Inglaterra quedaron en el centro de esta crisis económica, social europea de larga data.

Pero también lo vimos en otros países. En Francia, presenciamos un gran movimiento de protestas este año, contra una ley anti-obrera, una ley de reforma laboral.  Pero como la protesta no caminó, no se abrió paso de manera decisoria, la derecha nuevamente volvió.  La derecha vuelve a ganar terreno atemorizando a la población con la amenaza yihadista, la cual si bien es una realidad expresada en el terrorismo de estos grupos fundamentalistas, termina siendo manipulada para sus fines por la derecha.

El país que en Europa podía cambiar la correlación de fuerzas, que era España, donde se presentó una gran posibilidad, tampoco caminó.  En España se presentó una buena posibilidad de cambio de la correlación de fuerzas, expresada en el movimiento del 15M, en la juventud que reaparece en el escenario político, de cuya dinámica PODEMOS es una expresión nítida. En España, hubo una fuerte amenaza a la continuidad derechista, pero ha quedado nuevamente bloqueada.

Yo creo, viéndolo en perspectiva, que lo que pasó en Grecia, la frustración del proyecto de Syriza en Grecia, ha tenido un impacto acumulativo muy negativo, y que la derecha conservadora tiene hoy, la iniciativa en Europa.

LUIS BONILLA-MOLINA: Claudio nos has hablado de la crisis económica y política mundial. ¿A qué te referías cuando señalabas un tercer plano de la crisis, el militar?

CLAUDIO KATZ: Así es, tenemos una crisis económica, tenemos una crisis política y, el último elemento global, es la crisis militar. Yo diría que ésta es una crisis en el plano de la acción imperialista. Porque el capitalismo neoliberal, sin legitimidad política, se sostiene en la acción militar del imperialismo, del imperialismo colectivo –encabezado por Estados Unidos- que actúa como un sheriff mundial, como un garante del capitalismo.  Bajo la gestión Obama, se ha incrementado de forma muy significativa  a escala planetaria, la presencia de tropas y operaciones especiales que violan cualquier tipo de legalidad mundial.  Estados Unidos actúa de manera descarada, con el pretexto del terrorismo, asegurando la subordinación de Europa, espacialmente de Francia, en políticas de agresión en todo el mundo.  La nación norteamericana lo está realizando, en los últimos dos años con una intención geopolítica de limitar la presencia de sus dos grandes adversarios geopolíticos que son China y Rusia.

Y en el tablero geopolítico imperial-mundial se están creando situaciones de amenazas, muy grandes, asociadas a procesos bélicos incontrolables. Lo vimos en Ucrania el año pasado y lo vemos en Siria este  año.

Se está subiendo la apuesta en esta jugada geopolítica militar. No sabemos qué consecuencias pueden tener, pero el efecto es ya visible en la intensificación de guerras regionales muy sangrientas. Las viejas guerras inter-imperialistas del siglo XX han quedado muy sustituidas por guerras regionales de una gran intensidad, que prácticamente demuelen un Estado tras otro. Hay países, hay Estados, que han quedado extinguidos en estas guerras regionales; y el más golpeado es el mundo árabe.

El mundo árabe sufre los efectos catastróficos de estas guerras regionales. Allí se vive una tragedia mayúscula. Yo te diría, que lo que hemos visto en los últimos años, en varios países, es la demolición íntegra de Estados a manos de operaciones imperialistas. Han desaparecido los Estados de Libia, de Irak, de Afganistán; ahora de Siria. En un lapso, muy corto, cuatro Estados han desaparecido, han quedado extinguidos y todo en función de una política imperial.  En realidad se trata de una estrategia de caos controlado para demoler y dominar al Medio Oriente, para asegurarse el control del petróleo y el dominio geopolítico de una zona clave en la pulseada con China y con Rusia. Y esto está combinado en el mundo árabe con el aplastamiento de la primavera árabe.

Cinco años después de la “primavera árabe” el panorama es desolador. Siria es el ejemplo más reciente, de hecho ya no queda prácticamente nada. De una revuelta democrática, se ha pasado a un país ocupado por un ejército que todo el tiempo cambia de bando y se disputan los territorios de lo que queda de Siria.  En esta destrucción el yihadismo ha cumplido un papel importante.

El Yihadismo que primero aportó la carne de cañón para destruir los Estados laicos del mundo árabe, luego se independizó y ahora cumple una labor reaccionaria en forma autónoma.  En el Medio Oriente es donde estamos viendo de manera más nítida el componente imperial de la crisis en acción. Más aún, no sólo el componente imperial, sino también en el componente sub-imperial.

Porque en el Medio Oriente quien está actuando en la crisis actual no son sólo los Estados Unidos y su pulseada con Rusia. Está Turquía  que juega varias puntas, cambiando todo el tiempo de aliados y adversarios con la intensión de apuntalar un proyecto hegemónico neo-otomano. Está también Irán que afianzó su presencia en Siria, en Irak, en el Líbano, que firmó un acuerdo nuclear con los Estados Unidos, que al mismo tiempo que afianza un gobierno de la teocracia apuntala un proyecto general para la región. Por supuesto está Arabia Saudita, que es el principal financiador del yihadismo –que ha cometido todo tipo de masacres en Yemen-; y finalmente está Israel, que es el país que se fortalece con el debilitamiento de todos sus contrincantes.

Por lo tanto, la crisis actual es una crisis que tiene estos tres componentes. Es una crisis económica, financiera; es una crisis de legitimidad política, y es una crisis del desenvolvimiento militar del imperialismo a escala mundial y, especialmente, en la región de Medio Oriente.

Los contrapesos progresistas están, pero no se desarrollan, especialmente en el mundo árabe. Hay contrapesos progresistas, por ejemplo, hay una lucha de los kurdos, con un ejército que es muy importante, que tiene reclutamiento femenino, que es un ejército laico.  Está también una corriente de izquierda muy importante en Turquía. Pero todos estos elementos no terminan de estabilizar un contrapoder frente a tanta agresión imperial.

Lo significativo es que existen contrapesos, hay luchas sociales,  se presentan –incluso- victorias obreras en muchos países del mundo, aunque aún no logran generar un contrapeso capaz de frenar la acción imperialista. Veremos si el año que viene, en el 2017, una generación, una masa de jóvenes indignados, recupera la calle y logra generar la gran sorpresa en estos últimos años.

LUIS BONILLA-MOLINA: Claudio, volvamos a China. Hay quienes señalan que buena parte de las  reformas laborales en Europa, y especialmente en Francia, tienen como origen el modelo de sobrexplotación laboral en Asia ¿Cuál es tu opinión al respecto?

CLAUDIO KATZ: Si, yo creo que sí. Efectivamente, lo de China es muy importante porque este gran país ha tenido un período de desarrollo, de crecimiento económico muy importante.  Pero en la medida que China se ha aproximado a consolidar un modelo de acumulación capitalista, genera a su interior desniveles sociales muy agudos, con desigualdades muy significativas. Junto con eso ha ido creciendo la burbuja inmobiliaria, el descontrol financiero, la inflación. El problema de China es que tiene una altísima tasa de inversión,  que no tiene contrapartida en el mercado capaz de absorber tantos productos excedentes.

Uno no puede tener, como en China,  una tasa de inversión que por momentos llega al 40% del Producto Bruto Interno, mientras la economía mundial está estancada y la propia economía china está pasando de un crecimiento del 12 a un crecimiento del 6% ó 7%.

El modelo Chino está empezando a enfrentar encarecimiento de costos, y afronta el dilema de priorizar la expansión externa o el mercado interno. China está en la disyuntiva entre un yuan devaluado para exportar o un yuan revaluado para actuar como moneda mundial.

El balance de China resulta clave en el análisis de la situación actual, porque China se convirtió en el principal mercado para 44 países.  El freno de China impacta a escala global, y te diría, que impacta especialmente, de forma muy significativa, a América Latina. Si querés, empezamos hablar con más detalle de América Latina.

LUIS BONILLA-MOLINA: Por favor …

CLAUDIO KATZ:  Mirá! Yo creo que este año, es el año de las novedades. En 2016 ha habido un cambio total del escenario latinoamericano y ese cambio de escenario está dado por la restauración conservadora, por el avance de los gobiernos derechistas. No sabemos hasta qué punto,  éste es un momento de inflexión definitiva, pero no cabe duda, que hay un cambio cualitativo muy significativo.

El neoliberalismo está nuevamente actuando como la fuerza predominante en la región. Hay una restauración conservadora en marcha, que intenta convertir a toda América Latina en una región con países que sigan el modelo de las economías que tuvieron un neoliberalismo continuado, aquellos que no tuvieron interrupción. Estoy hablando de México, de Perú, de Colombia, de Chile.

 Por eso los medios de comunicación hablan poco de estos países; porque no se quiere que se sepa que en México hay 50% de pobreza, que está en el ranking de los países más desiguales del mundo. Silencian el desempleo, la precarización, la desigualdad de Perú. No hablan del endeudamiento de las familias o la jubilación privada, o los aranceles de las universidades de Chile.

No hablan de la corrupción que es un dato que se ha extendido en todos los gobiernos derechistas, en todos.  Incluso, cuando hacen operativos internacionales, formalmente de ayuda humanitaria, como en Haití, resultan en un escándalo de corrupción en todos los planos: importan el agua, en vez de hacer planta potabilizadoras; importan el arroz en vez de regenerar los cultivos; todo ello, para el negocio de un conjunto de empresas que se disfrazan de ONG´s.

El neoliberalismo es, además, autoritarismo y es terror. El caso de Honduras ya es dramático; prácticamente todos los días tenemos alguna novedad respecto a asesinatos de dirigentes sociales. En México, aún no sabemos quiénes son los culpables de los 43 estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa y ya mataron a ocho docentes en esta lucha de los educadores en defensa de la educación pública.

Lo que crece es una especie de impunidad mediática, donde se construye un tipo de cobertura de los distintos medios de comunicación que hace que no se hable del modelo excluyente, represivo, que rige en esos países. Y la restauración conservadora procura extender esa oleada a todos los países sudamericanos, a esa noche de los tiempos, a esa oscuridad, que se vive en los países bajo gobiernos derechistas.

La restauración conservadora tiene dos grandes test: el primero, es Argentina. Argentina es el lugar en el cual, en 10 meses del gobierno de Macri, los resultados económicos resultan espeluznantes: en materia de recesión, inflación, desempleo, pobreza. Es una economía que sigue sin arrancar, porque la caída del consumo ha sido tan fuerte que no tiene piso la recesión; y tampoco llovieron las inversiones que Macri esperaba que llegaran a su gobierno, porque los inversores quieren ver primero qué capacidad tiene Macri para imponer el ajuste. Y hasta ahora Macri ha enfrentado una gran resistencia social, una enorme resistencia popular; y eso hace que lo que ocurra en Argentina ahora dependa mucho de las elecciones de medio tiempo en 2017. Macri ha llegado a la conclusión, que tiene que jugar todo, a lograr un éxito electoral el año que viene, a ver si puede retomar el ajuste en condiciones de variación de la resistencia popular, que hoy es muy grande.

El segundo test, es Brasil. Porque en Brasil lo que hemos tenido es un golpe vergonzoso, un golpe de parlamentarios corruptos. Un grupo de bandidos ha juzgado a un presidente constitucional con el sostén de jueces que reemplazan a los militares en el papel de golpistas, en las conspiraciones.

Y al igual, que en Argentina, ahora en Brasil hay un gobierno del establishment, de los grupos concentrados; pero, un gobierno con muy poca legitimidad. Un gobierno, cuyo presidente es silbado en los juegos Olímpicos; un gobierno que no se atrevió a quitar los derechos políticos a Dilma, porque el nivel de corrupción es tan grande que no pueden, ni siquiera, hacer eso. Su apuesta es proscribir a Lula e intentar por esa vía, que un gobierno derechista consolide el golpe de Estado.

Lo importante de Brasil, es que hemos visto el nuevo tipo de golpe de Estado que impera en América Latina. Esta modalidad de golpe, es la nueva forma de dominación, donde una institución del Estado (parlamento, justicia) desplaza a otra, el poder Ejecutivo, para preparar el escenario electoral por el cual la derecha se asegure victorias en los comicios.

Es lo que vimos con Zelaya en 2009, en Honduras, que después presenciamos con Lugo en el 2014, en Paraguay. Es la norma que tiende a afianzarse en América Latina. En realidad esta modalidad la empezó Fujimori en Perú. Hacer un golpe de Estado desde el Estado y, después un gobierno derechista convalida el nuevo escenario a través de los votos.

Ahora, lo de Brasil es importante, por lo qué es Brasil. No es un país común, es la principal economía suramericana y una de las economías que está en los BRICS, y  ahora tiene un gobierno de República bananera. Ésta es la contradicción en todos los planos. Brasil es hoy una potencia económica que está gobernada por un grupo de delincuentes, de bandidos, que deberían estar todos presos.

Entonces, en América Latina hay hoy un escenario económico determinado por éste avance de la restauración conservadora, el cuál es motorizado por los Estados Unidos, que quiere recuperar hegemonía en la región, desplazando definitivamente a China, colocando un dique al ingreso de China en la región.

Estados Unidos necesita de nuevo un mercado cautivo en Suramérica para negociar los Tratados de Libre Comercio (el transpacífico y el transatlántico), necesita una OEA que se maneje demoliendo a UNASUR, extinguiendo al MERCOSUR.

Yo te diría, que la contradicción está en que la derecha vuelve en un escenario económico muy complicado -escenario que describimos en la primera parte-, en un contexto de adversidad, donde lo precisos de las materias primas no aumentan.  Probablemente, el efecto de este escenario económico, sea más agudo en América Latina de lo que fue la crisis del 2008.

En 2008-2009 la economía latinoamericana tuvo el gran contrapeso del  incremento de los precios de las materias primas y una China que era pujante. Ahora la crisis no tiene esa escala global, pero a escala más limitada golpea más fuerte a América Latina. Por lo tanto, yo te diría, que la restauración conservadora se implementa en el peor momento económico para la propia restauración conservadora.

LUIS BONILLA-MOLINA: ¿Y Cuba? ¿Qué pasa con Cuba en este contexto?

CLAUDIO KATZ: ¡Mirá! yo te diría si me perdonás un momentico, que Cuba hay que analizarla viendo lo que pasa con el bloque político de centroizquierda y lo que pasa con el bloque político de los gobiernos radicales. Porque Cuba es muy dependiente de lo que va a suceder en Argentina, Brasil y Venezuela. Si vemos un poco eso terminamos con Cuba. ¿Te parece?

LUIS BONILLA-MOLINA: Por supuesto ….

CLAUDIO KATZ: Yo creo que tenemos que ver qué es lo que  va a ocurrir ahora, en el plano económico y en el plano político, en general, con lo que se llamó “el ciclo progresista”. Porque nosotros en la década pasada tuvimos en América del Sur lo que muchos denominaron “el ciclo progresista”, un ciclo económico y político que modificó las relaciones de fuerza en la región, donde hubo conquistas democráticas, reformas constitucionales, mejoras sociales muy importantes.

Yo creo, que en la década pasada hubo un ciclo progresista; pero no hubo un período post-liberal. Yo establecería esa diferencia. Me parece que hubo conquistas y mejoras, pero éstas no tuvieron el alcance de dejar atrás el neoliberalismo. Porque post-liberalismo significa que uno dejó en la historia el neoliberalismo; y lo que tuvimos en el ciclo progresista fueron mejoras, conquistas, pero una economía con muchos modelos, distintos tipos de modelos, que nunca sepultaron definitivamente al modelo neoliberal.

Me parece que en los gobiernos de centroizquierda, de Kirchner, de Lula, de Dilma; lo que hubo fueron gobiernos de centroizquierda que ampliaron derechos, pero hicieron reformas muy limitadas. Y al hacer reformas políticas muy limitadas, permitieron que la derecha acumulara el poder suficiente como para recuperar el gobierno.

Me parece que esos gobiernos fallaron en su relación con el movimiento popular. Esos gobiernos se asustaron cuando aparecieron protestas populares (las huelgas de Argentina, las jornadas de julio de 2013 en Brasil). Fueron gobiernos que hicieron modelos neodesarrollistas que no dieron buenos resultados, porque no implementaron cambios estructurales para superar el subdesarrollo.

 En Argentina se toleró la fuga de capitales, en Brasil hubo un fuerte retroceso industrial que privilegió al capital financiero; y a escala regional los proyectos de integración quedaron congelados. El Banco del Sur, finalmente, quedó en la nada. Cada país siguió negociando de forma individual y unilateral con China, no hubo en ningún momento una negociación colectiva con China para suscribir acuerdos que fueran más favorables a la integración suramericana.

Y yo te diría una cosa, es importante hablar de esto ahora. Por algo cayó el gobierno de Kirchner, por algo cayó el gobierno de Lula-Dilma, pero todavía está, por ejemplo,  el de Ecuador, el gobierno de Correa. Y de esto hay que hablar ahora.

Porque ellos estuvieron con Kirchner y Lula, y en muchos casos están siguiendo los mismos pasos, están criminalizando la protesta social, está haciendo acuerdos de Libre Comercio con Europa, está entregando campos de petróleo a la explotación privada. Entonces un gobierno como el de Ecuador, que tiene una política autónoma en el plano exterior y muy beligerante contra Estados Unidos, en el plano interno, está siguiendo el mismo camino que condujo al desplazamiento de los gobiernos de centroizquierda de Argentina y Brasil. De esto hay que hablar ahora, no cuando caiga. Hay que alzar la voz mientras estos gobiernos están, no hacer el balance de por qué estos gobiernos cayeron, precisamente para evitar que ello ocurra.

Por lo tanto, yo te diría que, aquí lo que falló fue la idea de que puede haber un capitalismo benigno, que puede haber un capitalismo redistributivo, que puede haber un capitalismo humano. Estos modelos neodesarrollistas se basan en la idea de que el capitalismo es un sistema reformable, mejorable, y se olvidan que el capitalismo es capitalismo; es un sistema de ganancia, competencia, explotación; y si no hay proyectos socialistas para superar el capitalismo, la derecha termina recuperando el poder.

Y ahí vamos a lo que vos me preguntás. Pero antes hablaremos de Cuba, Venezuela y Bolivia.

Yo creo que es importante diferenciar, especialmente, el caso venezolano del caso argentino o del caso brasileño. Yo comienzo diciendo que el venezolano es un gobierno que sigue siendo un gobierno radical, muy distinto a lo que fue Kirchner, a lo que fue Dilma Rousseff. Me parece que el chavismo no es comparable al kischnerismo.

¡Mirá! Yo creo que Estados Unidos no puede tolerar que la principal reserva petrolera del continente no esté bajo su control; y por lo tanto, eso explica la consistencia, la perdurabilidad de la intención golpista todo el tiempo. Los medios de comunicación de América Latina martillean día y noche sobre Venezuela. Yo creo que se sabe más de Venezuela que de cualquier otro país de América Latina, por lo mal que informan los medios de comunicación. La situación de Venezuela es presentada como el diablo, es anunciada como una catástrofe, como lo peor que le puede ocurrir a cualquier ciudadano de Argentina, de Brasil, de México, del mundo. Hay una campaña terrible del capitalismo neoliberal a través de los grandes medios de comunicación, que pretende demostrar que Venezuela es un infierno y que todo lo demás es un paraíso; y la función de ello es preparar un golpe.

Yo pienso que en Venezuela quieren hacer exactamente lo mismo que han hecho en Paraguay, que han hecho en Honduras y que han hecho en Brasil. Generar algún tipo de golpe parlamentario, encontrar el mecanismo para erosionar el proceso; y por lo tanto, hay una situación muy compleja, muy difícil para resistir este avance de la derecha en la región.

Creo que Bolivia también, aunque tiene sus dificultades no se presentan aún a esa escala. Recordemos que en Bolivia se perdió el plebiscito, que hubo hace muy poco el asesinato de un ministro; pero el nivel de tensión es menor, no está en juego un recurso como el petróleo venezolano. En Venezuela hubo una importante redistribución de la renta petrolera, afectando privilegios de las clases dominantes pero la burguesía continuó dominado dos terrenos claves como lo son la comercialización de los productos y el sistema financiero, lo cual colocó un límite al proceso de transformación social, popular, radical.

Por lo tanto, para entender los problemas claves que se van a dirimir en el futuro de la región, debemos tener en cuenta cuales son los límites de distribucionismo económico.

Por lo tanto, estamos en un momento de cambio. La pregunta tuya: “¿qué ocurrirá en Cuba?”

Bueno, Cuba depende mucho de lo que suceda en la región. Me parece que Cuba es un país que hay que seguir viendo con atención; porque Cuba es un país que permite aprender algo que es poco conocido. En Cuba con un modelo económico no capitalista, se mostró que se puede evitar el hambre, se puede evitar la delincuencia generalizada, se puede evitar la deserción escolar, aún con recursos insignificantes.  Te cité tres casos (hambre, delincuencia generalizada y deserción escolar) que es el drama de países como Argentina, Brasil y México, que tienen recursos cuantiosos. Es decir, Cuba lo ha hecho soportando adversidades superiores a lo que tiene Venezuela hoy, muy superiores. El período especial fue mucho más duro que lo que está soportando hoy Venezuela y lograron sobrellevarlo, y  ahora está llevando un modelo económico que, necesariamente, tiene que ampliar el mercado; pero están buscando la forma en que esa ampliación del mercado no implique desigualdades sociales inmanejables; que no sean como el modelo chino.

Y esa fórmula de un modelo cubano que no sea como el chino es la mayor apuesta para la renovación del socialismo en Cuba. Y esa renovación del socialismo es el proyecto que tiene también Fidel, que incorpora una idea, de un camino de socialismo para toda la región. Y el socialismo es –y con esto concluyo- el camino para toda la región de América latina. Nosotros tenemos que valorar lo que hemos estado discutiendo en esta década de modelos de socialismo en Venezuela, en Bolivia, en Cuba, en el ALBA; que, bueno, son un elemento para el proyecto nuestro, para el proyecto de socialismo en la región, el proyecto que recupere el marxismo latinoamericano, la teoría marxista de la dependencia que son nuestros pilares teóricos para ensayar un proyecto de liberación en nuestra región.

LUIS BONILLA-MOLINA: Entonces ¿Se tienen razones para fortalecer las esperanzas en América Latina respecto al impulso de propuestas alternativas al modelo del mercado?

CLAUDIO KATZ: Si. Yo creo que sí. Estamos en un momento en un momento muy duro; estamos en un momento que seguramente en Venezuela se juega el futuro de la región. Pero apareciendo también nuevos sujetos y nuevos contendientes.

Yo creo que la pregunta clave, que nos hacemos muchos, es si la restauración en marcha ¿finalmente, triunfará o no? De hecho está todavía abierta, pero todo dependerá de la resistencia popular.

La derecha tiene la iniciativa en América Latina, de ello no cabe duda hoy, pero se avecinan grandes batallas sociales, y como ocurrió en los años 90, la resistencia en Argentina, Chile, tiene un impacto latinoamericano inmediato.  Esta es una confrontación que recién comienza y cuyo resultado está abierto. Yo creo que hay tener mucho cuidado con quienes piensan que ya está todo perdido, con quienes dan por perdida esta batalla y piensan que esta partida esta liquidada.

Yo creo que no, que hay que mirar lo que pasa por abajo; no sólo lo que ocurre con los gobiernos. Y si uno empieza a mirar lo que pasa por abajo, va a notar que hay una nueva generación –que a diferencia de los años 70- ha pasado por una experiencia política sin sufrir una derrota física, que no ha sido aniquilada. Y esa nueva generación está ajustando los tiempos de la lucha y los tiempos de su maduración.

Así que no me cabe duda que tenemos esperanza, tenemos confianza y grandes expectativas en lo que la nueva generación nos va a deparar para los latinoamericanos.

LUIS BONILLA-MOLINA: Desde “La Otra Mirada” conversamos hoy con Claudio Katz, desde Buenos Aires. ¡Gracias, Claudio!

CLAUDIO KATZ: ¡Un gusto!

 

Transcripción: Martina Puche y Carlos Bracho León

Edición: Martina Puche, Carlos Bracho y Luis Bonilla-Molina

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Entrevista a Joaquín Miras Albarrán sobre «Praxis política y estado republicano. Crítica del republicanismo liberal»

“La teoría política que es sentido común, tanto en dirigentes como en bases de la izquierda, es la de la ocupación de las instituciones políticas”
Por: Salvador López Arnal

Rebelión

 

Entre otras muchas cosas, algunas de ellas recordadas y comentadas en anteriores conversaciones, Joaquín Miras Albarrán es miembro-fundador de Espai Marx y autor de Repensar la política y Praxis política y estado republicano.

***

-Nos adentramos en el siguiente apartado de la primera parte de tu libro. Su título: “Qué consecuencias debemos extraer a la luz de estas ideas”. Señalas: “Ha bastado el primer bostezo del despertar a la protesta de la generación joven para que se hayan venido abajo [los aparatos políticos institucionales], se hayan disgregado y lo hayan hecho mostrando todas sus miserias”. Algunos, críticamente, comentan que al final todo -o casi todo- se ha reducido a la formación de un nuevo partido -Podemos- que actúa y está organizado de forma muy parecida a las formaciones políticas de siempre. Nada nuevo bajo el sol. Comentas también, críticamente, la forma elitista, ingenieril, sustituista, de hacer política. Pones en el mismo saco a IU/ICV, BNG, CCOO, UGT,… ¿No sería necesario hacer alguna distinción? ¿No han existido en IU cuanto menos, también en el BNG, corrientes contrarias a esa forma elitista de hacer política?

-Creo que la teoría política que es o ha sido mayoritario sentido común, tanto en dirigentes como en bases de las fuerzas de la izquierda, es la de la ocupación de las instituciones políticas. Sí creo que ha habido corrientes y liderazgos honestos que se plantearon no aceptar lo dado, que lucharon por no ser el ala izquierda del régimen del 78, que quisieron romper el consenso canalla del 78. Que en esta línea de recuperación de la democracia declararon que las resoluciones congresuales y los programas se escriben para cumplirlos –programa, programa, programa- no para engañar a militantes y votantes. Y en consecuencia, pensaron necesario la organización de la movilización popular como instrumento para apoyar el crecimiento electoral y el posterior cumplimiento del programa. Sin embargo, lo que se concluye de la tradición demo republicana no es que la gente se constituya en asamblea local para decirle a su representante -concejal, parlamentario o ministro- lo que debe hacer, y apoyarlo -y controlarlo. Por de contado, eso es un salto enorme en relación con la oligarquización de la política, con su privatización de la misma por parte de profesionales. Eso, mandar a sus representantes, sí es lo que hace la burguesía, y lo hace con eficacia demoledora, precisamente porque la burguesía, ex ante, ya tiene hechos los deberes: ya existe como sujeto social organizado.

-Y eso que acabas de decir, un sujeto social sostenido, ¿qué es?

-Un sujeto social sostenido en un entramado de organizaciones, Círculos, fomentos, asociaciones, escuelas, clubs… los mismos restaurantes y salas de los campos de golf. También en redes de parentescos. El sujeto social burguesía existe, materialmente, no como simple lista de millonarios ni “simbólicamente”, no como mera “discursividad” burguesa, y controla, además, capilarmente el mundo de la producción, de la inversión, y ciertamente, controla la información, y el acceso a los cargos de la administración, etc.

-Es una clase dominante y hegemónica.

-Es una clase que organiza y domina la actividad de la sociedad civil. Poder es eso, no algo metafísicamente demoníaco, sino control sobre la actividad; en este caso, la suya y las de los demás. Pongamos una peli sobre la guerra de la independencia de los EEUU. Sale Mel Gibson en una asamblea en la que están decidiendo si echar adelante o no, y qué mandatar a su representante. Bueno, ellos, los que están allí, son los amos de los cortijos, ellos tienen el poder real, no dependen de nadie, organizan la actividad productiva, poseen los recursos, integran una comunidad de vida. El representante de esta gente no es, como el representante político de la izquierda, el que de veras tiene mil veces más poder que cada uno de sus votantes, átomos aislados de pobres asalariados. Unos asalariados, a su vez, aislados en sus trabajos, y sometidos a sus dueños -por-horas, a los amos de su tiempo de trabajo, que pueden forzar qué votar, qué opinar. El representante burgués depende de veras de sus representados, de sus dineros; es su servidor, no su amo. Porque “previamente” a la política, preexiste de veras una sociedad civil, un entramado organizado de debate y acción, un ethos. Me pongo pesado

-No, no, no te pones pesado, en absoluto. Está mejor que bien lo que estás explicando.

-Lo digo porque sé que muy a menudo se interpreta en sentido “edilicio” esta tradición clásica, que parte de que los subalternos se constituyen en poder que controla la actividad comunitaria, o, previamente, lucha por ambas cosas, auto crearse como sujeto y luchar por el control y por generar su propio vivir, su ethos. Esto no ha estado en los proyectos de los políticos de la izquierda.

-En ninguno de tu opinión.

-En ninguno, ni en los honestos. Sencillamente, no cabía en su concepción heredada de hacer política, en su forma de entenderla. Se podía escribir “partido de lucha y de gobierno”, es decir, lo uno y lo otro, y quedarse tan fresco sin sentir siquiera la necesidad de explicar por qué y cómo, dejándolo en una frase.

-Has hecho referencia a un lema de algunos partidos de la tradición comunista. Al PSUC por ejemplo.

-Sí, en efecto. En el mejor de los casos, entendiendo por eso, simplemente la instrumentación de movilización de masas para apoyar el acceso de los “nuestros” al gobierno; en el peor, como una frase enjuague para poner contentos a tirios y troyanos, a los que pensaban la política como profesión de especialistas y a los que –era lo máximo- pensaban en la necesidad de la organización de masas para la protesta y apoyo de los programas institucionales. Por cierto, creo que el otro día en Madrid, para justificar nuevamente este tipo de política, se volvió a hablar del “Compromiso Histórico”, la política del PCI, y se mencionó el nombre de un gran secretario general de ese partido, el italiano Enrico Berlinguer.

-Sí, efectivamente, a principios de octubre, se hizo referencia a la política del compromiso histórico y a Berlinguer.

-Pero se hizo para, a continuación, formular de nuevo, con otras palabras, cierto, la vieja frase española que he citado –procedente precisamente de los documentos congresuales del cuarto congreso del PSUC-, la interpretación “nuestra” de los comunistas españoles, la que hacíamos del compromiso histórico: no berlingueriana sino berlanguiana.

-Muy buen chiste. Me lo copio.

-Tuyo es. Según la cual esperamos el milagro de manos “del alcalde nuestro que es”, “los jueves, milagro”, elaborada por el grupo dirigente comunista español “carrillista”. Pero Enrico Berlinguer y el PCI de entonces proponían otra cosa, algo distinto del ecléctico “todo cabe”. En primer lugar, se constataba una crisis de civilización y un callejón sin salida político. En segundo lugar, se proponía como alternativa que los dos grandes segmentos sociales populares existentes, con sus culturas materiales de vida organizadas por sus cosmovisiones y su correspondiente entramado de microorganizaciones y su vivir cotidiano, el mundo cultural popular católico y el mundo cultural del “popolo comunista”, se unieran para crear una alternativa de cultura material de vida. Un vivir cotidiano distinto que, según la propuesta de Berlinguer, debía contemplar la creación de una nueva cultura de la sobriedad: la austeridad –Berlinguer publicó un libro sobre el asunto- necesaria para salir del consumismo y evitar la catástrofe ecológica a la que estamos abocados.

-Lo recuerdo bien. Se publicó, traducido, en Materiales, la editorial asociada a la revista del mismo nombre en la que tanto colaboraron Manuel Sacristán y Francisco Fernández Buey. Por cierto, el prólogo del libro lo escribió Julio Segura, entonces un economista muy próximo al PCE.

-Menciono todo esto porque, a pesar de los pesares, el actual debate político español al que me estoy refiriendo, del que forma parte la cita de la otra tarde y que seguro que responde a un rifirrafe en una cúpula dirigente, es el debate de más calado, sobre la izquierda, que se da por parte de la misma izquierda en toda España: de los Apeninos a los Andes y de Santurce a Bilbao. Porque es debate “orgánico”, se hace para disputar en un grupo dirigente; no son flecos de discurso elaborados por teólogos, para contentar y sostener dentro de una organización a segmentos de militantes; no trabajo de entretenimiento: discurso ultralibertario mientras se cocina parlamentarismo, pacto entre partidos o lo que sea.

En cuanto a la idea de la organización de una cultura material de vida, de sociedad organizada, si bien hay corrientes muy minoritarias que lo han defendido y lo practican –Carlos Borromeo/Entrevías de Madrid, se me ocurre ahora; algunos grupos de ecologistas informados del Pick Oil…-, de hecho, es un tipo de propuesta que está por debatir en la izquierda. Es un no debate que brilla por su ausencia en la izquierda.

-Curiosa y destacadamente Sacristán habló de ello en algunos de sus artículos y notas recogidos en Pacifismo, ecologismo y política alternativa.

-Los recuerdo. Dejando esto aparte, ha habido en la izquierda, desde luego, gentes dignas de todo respeto, de elogio, porque han sido, son, políticos probos y sin esta virtud no existe política republicana.

-¿Qué significa probos aquí?

-Son probos porque morirán pobres y porque son veraces, dicen lo que creen que es verdad. Y a ello, que es una virtud escasísima, verdadero “ojo de una aguja” para políticos, se suma la capacidad de haber sabido conectar y expresar a sectores populares. Pero son muy tribunicios, representan y defienden a la plebe desde las instituciones. Pienso en personas de rara calidad moral, tales como Julio Anguita, como Xosé Manuel Beiras. Es innecesario añadir apostilla elogiosa alguna sobre estos dos personajes. Añado a Miguel Ángel Revilla…

-¿Revilla? ¿El presidente de Cantabria?

-Ese mismo. Sé que no es de izquierdas, que procede del mundo católico clásico y de la base del sindicalismo del “vertical”, o sea, de la experiencia laboral, cuya vinculación a sectores sociales populares de campesinado, y a sus problemas, lo hace ir mucho más lejos que muchos políticos que se declaran de izquierdas –sería una afrenta para él compararlo con Susana Díaz, no pienso en este tipo de comparación- y cuya claridad de ideas sobre la Unión Europea, consta en sus tres últimos libros… Por suerte esta entrevista no va a ser leída por estas personas. No sé si a ellos les gustaría estar juntos en la mente de alguno.

-Nunca se sabe. La vida suele darnos sorpresas. En todo caso, y si me permites, sin negar ningún interés a lo que estás señalando, la tarea que apuntas, ¿no es una tarea demasiado sobrehumana, demasiado imposible para una clase dominada? La burguesía puede sentar su mando en plazo, su civilización alocada (que acaso no controle en todos sus vértices: cambio climático, nueva era geológica, residuos radiactivos, contaminación generalizada, etc), pero ¿cómo puede construir algo así una clase dependiente, asalariada, que necesita trabajar para los otros para poder vivir, para subsistir? Las revoluciones reales se han llevado a cabo para conseguir pan, paz y libertad no anunciado la llegada de una nueva civilización sosegada, justa, solidaria, responsable, fraternal, etc.

Me haces una doble pregunta, sobre las condiciones de posibilidad de una revolución y sobre su programa o proyecto.

-Disculpas.

-Ambas cosas son históricas, concretas. Surgen como respuesta a lo dado. Una respuesta que se genera en el proceso de lucha frente u un mundo dado que pone en peligro a la mayoría, su vivir, sin que ese peligro, ese vivir que se agota como posibilidad imponga cuál ha de ser su alternativa; la alternativa se construye en la acción, no está predeterminada. Pero esto es una contestación genérica, previa a lo que tú me preguntas. ¿Cómo puede dar respuesta una clase subalterna?

Según nos explican los historiadores de izquierdas, los marxistas, los de la escuela de los Anales, también, etc, las revoluciones no son procesos de cambio social producidos por sectores sociales aniquilados por la miseria, por la pobreza extrema o sometidos hasta el límite de la dominación. Esto implicaría que no han podido defenderse, que no estaban organizados. Los historiadores marxistas británicos nos explican dos casos de miseria extrema bien conocidos por ellos; el primero, el de la gran hambruna de la patata, en Irlanda, entre 1845 y 1849; explican –Thompson, por ejemplo- que las familias, masiva y aisladamente, se encerraban en sus casas para no ser vistos y morir de hambre: resignación y vergüenza juntas. El otro caso se da en un territorio colonial británico, en Bengala durante el siglo XVlll; los pobres, también en masa, se dejaban morir de hambre a los muros de los suntuosos palacios de los rajás.

Por el contrario, la Revolución francesa se produce en un momento en que la crisis material no azota a las clases populares. Los historiadores insisten en que sí había crisis fiscal, falta de recursos para que la corona mantuviese sus gastos, por lo que se convocan los Estados Generales, pero que el periodo de crisis, que sí había habido, había pasado, su pico más alto había quedado atrás.

-La revolución irrumpe en otras condiciones.

-La Revolución, que es campesina, se produce en una sociedad en la que las comunidades campesinas, también las urbanas, llevan más de cien años organizándose para luchar. Comunidades autónomas, con autoorganización, con ethos propio, que habían generado nueva organización y nueva experiencia de lucha. En 1775, catorce años antes, el Ilustrado pro capitalista, ministro Turgot, decide acabar con la regulación del mercado de bienes de primera necesidad, el trigo, las harinas, por parte de las comunidades campesinas, para poner su comercialización en manos de los grandes capitalistas, y poder exportarlas. Se produce una Jacquerie, que abarca toda Francia y que genera colosales manifestaciones de hasta cuarenta mil personas, que recorren el territorio enfrentándose con el ejército por el control del trigo. Turgot inventa el Estado de Excepción y utiliza el ejército, pero esta medida salvaje no contiene la protesta. Hasta entonces, las jacqueries habían abarcado comarcas o regiones. Ésta es de ámbito nacional. El rey se ve obligado a deponer a su ministro y a abolir la ley. Durante la revolución de 1789, los campesinos no reclaman pan, sino que asaltan los registros de la propiedad para quemar los títulos de propiedad nobiliaria de la tierra: es otro tipo de objetivo, de intencionalidad. No es la hambruna lo que impulsa esto.

-En cuanto a la revolución soviética… Mejor te pregunto por ella a continuación. Respiremos un poco.

  -De acuerdo.

*Joaquín Miras Albarrán (Barcelona, 1953) es presidente de la Asociación Espai Marx. Ha militado durante casi 30 años en organizaciones políticas comunistas (PSUC, PCC). Fue director de la revista de teoría política Realitat entre 1988 y 1999. Ensayista, ha publicado numerosos trabajos de filosofía política. Joaquín Miras es pues, un representante de la Escuela marxista de Barcelona, de inspiración comunista.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=218538&titular=%93la-teor%EDa-pol%EDtica-que-es-sentido-com%FAn-tanto-en-dirigentes-como-en-bases-de-la-

 

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Yo ya creia que el estado era asesino antes de Ayotzinapa y lo seguiré creyendo.

América del Norte/México/01.11.2016/Autor:Demian Paredes. Rebelión/ Fuente:http://insurgenciamagisterial.com/

Entrevista al poeta mexicano Óscar de Pablo

Segunda parte de un extenso diálogo con el poeta y escritor mexicano Óscar de Pablo (en el café La Paz), invitado a la Argentina por la editorial Audisea para presentar su libro El baile de las condiciones. La charla discurre sobre el escritor Gerardo Deniz y las jóvenes generaciones de poetas, sobre la escena contemporánea cultural y política mexicana, y sobre los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa.

-Óscar, te pregunto por Gerardo Deniz [poeta y escritor mexicano, 1934-2014], si tuvo influencia en vos y en otros poetas más jóvenes.

-Es curioso que con Gerardo Deniz fuera un encuentro maduro –en mi caso–. Para nada fue una influencia. Ya había publicado este libro del que estamos hablando [El baile de las condiciones], y fue una gratísima sorpresa darnos cuenta de que –aunque fuera tardíamente– había en la literatura mexicana anterior fuentes inexploradas con las que teníamos mucha más afinidad que la conocida. Pero la verdad, en mi caso al menos, sería injusto decir que fue una influencia –porque también sería injusto decir que yo de joven hubiera entendido a Gerardo Deniz, que es bien complejo–. Incluso ahora es una influencia muy grande para mí, a través de su prosa que salió este año, y de su conversación. Paula Abramo y yo fuimos muy cercanos a Gerardo Deniz el último año y medio de su vida, era un conversador fascinante… Y es muy paradójico: odiaba a los escritores “progresistas”, bienpensantes. (En su mente, comandados por José Emilio Pacheco.) Odiaba a los escritores como “izquierdosos”, que siempre estaban a favor de las “causas nobles”, por su hipocresía. Y no es que él fuera un izquierdista real; era furiosamente apolítico; pero –digamos– por muy buenas razones. Detestaba el progresismo del medio intelectual en uso (que sigue existiendo); el que yo también odio, por mis propias razones.

Tengo muy poco en común con los escritores normales que escriben poemas de coyuntura, o cuando algo pasa: “Bombardearon tal país”; “Pobres los serbios…”, etc. Lo políticamente correcto. Las modas. Y él tenía una actitud ética, propia –ahora sí– de un trosko o de un anarquista, de integridad: “yo voy a decir la verdad, no me importa quien se ofenda”. Y entonces, por ejemplo, destruyó en un texto crítico un poema de José Emilio Pacheco, y eso lo aisló mucho. No es que Pacheco le respondiera, jamás le respondió.

Si tú le dices tonto al ídolo de las masas, le estás diciendo tontas a las masas, y entonces eso lo alienó mucho del medio literario. Para mí, murió aislado del medio literario, con algunos reconocimientos. Y era un genio. Era un químico destacadísimo, un tipo que autodidactamente estudiaba unos veinte idiomas –no indoeuropeos–, por hobby, y a eso no le daba salida, no publicaba nada… así era. Te decía: “Tú qué estás haciendo; yo me saqué una gramática del turco y ahora lo estoy estudiando ¿Tú no?”. (Risas.) Le parecía que eso era normal, y a la gente le parecía que era muy arrogante, cuando en realidad era lo contrario: jamás presumía de eso. Y eso que las lenguas eran para él muy-muy secundarias. La onda era para él era la química orgánica. Pero aun así, aun siendo un genio –el único genio que conocí en mi vida–, tuvo muy poco reconocimiento, pero me parece que fue una decisión de integridad… Cada quien decidirá si estuvo bien o no. Quizás sufrió bastante, pero me parece que –como decía al principio– su trabajo fue libre. Su trabajo poético, intelectual, incluso diría su conversación, fue un acto de libertad en el sentido de que fue dueño de su trabajo. No tenía nada alienado, concesión a la moda y la corrección política. Y creo que, aunque murió aislado y solo, fue una persona fantástica. De todos modos la ancianidad siempre te agarrará solo. (Risas.)

-Y más en general ¿cómo ves la escena literaria contemporánea en México?

-Procuro no volverme ningún tipo de especialista aunque, desde luego, algo sé. Y ver más allá. Soy muy patriota de mi generación, en el sentido de que, cuando yo empecé a escribir, varios empezaron a cambiar su manera de escribir –no sé si es eso bueno o malo–, y a mí me gustó mucho lo que empezaron a hacer algunos colegas, aproximadamente de mi edad, empezando por Luis Felipe Fabre, que escribió un libro que se llama La sodomía en la nueva España [publicado en 2010], que se me hace una incorporación de la historia a la poesía, fabulosa. Alejandro Barrán, Paula Abramo, Marisela Guerrero, Minerva Reinosa, son una generación que a mí me parece mucho más interesante que la poesía mexicana anterior.

-Hablamos de autores que han publicado desde el año 2000 a la actualidad?

-Sí. Incluso del 2010 para acá.

-Sería “literatura reciente”.

-Sí, pero no tanto… Hay gente que nació en los 90 ya está publicando, y eso me aterroriza, pero no voy a opinar. (Risas.) Algunos me gustan; pero bien, conozco a muy pocos. Algunos me gustan, pero no opinaría sobre esa generación. Sé que existe, que es pujante, y espero a ver qué sale de ahí. Y veo que la disidencia se puso de moda ¡y qué bueno! entre la intelectualidad. Cuando yo comencé a publicar era anti-moda (y no hablemos del marxismo) toda la política disidente –la indignación contra lo que estaba pasando–, incluso la corrección política. O sea: incluso ser consciente de la cuestión de la mujer era “fuera de moda”. Y ahora, afortunadamente, hay mucha más conciencia en el medio intelectual de esas cosas.

-Aunque sé que estuviste pocos días acá, te pregunto si pudiste hacer alguna comparación entre la escena literaria mexicana y la argentina. ¿Hay –por ejemplo– proyectos de editoriales “independientes” y “autogestivas”? Leí hace poco una entrevista a Diego Rabasa, de la editorial mexicana Sexto Piso, donde le dijo a un diario argentino que no se compara en nada en toda Latinoamérica la cantidad de proyectos editoriales que existen en Argentina.

-En México hay muchísimas editoriales, y muchísimos poetas, y acá también; y quien dice que no, es porque no sabe buscar. Y es curiosísimo: en todo pueblo, del mundo, hay un poeta. (Risas.) Y en muchos pueblos hay muchos poetas. (Que te gusten es otra cosa.) En todos lados hay muchísimos. Y quien dice: “Pero yo publiqué puros hombres porque no hay mujeres”… No. Es porque no saben buscar. Que hay, hay.

La intervención del Estado hace en México a una cultura muy extraordinaria. Y eso tiene un efecto para bien y para mal, aunque es un lugar común decir que “te cooptan”, pese a que las autoridades estatales de México jamás han leído unpinche libro. (Risas.) No es Peña Nieto quien te va a juzgar, pero son tus colegas: y eso hace que la crítica sea vea muy castrada, porque, lo que ocurre, no es que te vuelvas pro-gobierno. No hay poetas mexicanos pro-gobierno.

Es rarísimo, cuando hay un gobierno progresistón en América Latina, como hubo aquí, que haya muchos colegas a favor del partido del gobierno. ¡En México eso nunca ha pasado en la memoria viva…! (Risas.) Los que están a favor del gobierno no lo dicen. Porque es súper-mal visto. Son los “apolíticos” versus los “disidentes”. Nunca los pro-oficialistas. Los oficialistas son “apolíticos”. O “políticamente correctos”. En fin… Lo que quería decir es que el efecto no es tanto que se vuelven oficialistas como que se vuelvan tímidos en la crítica porque quienes sí te van a juzgar son tus colegas. Entonces eso en el caso de Deniz es muy claro: ninguno de los dos hubiera dicho “Viva el partido gobernante” (si alguno de los dos lo hubiera dicho ¡hubiera sido Deniz! pero como un “gesto loco”), pero, que Deniz hiciera una crítica puntual (literaria) a un poema de Pachecho, lo condenó a algo grave…¡La pobreza es una cosa bastante fuerte! No es poco decir que un poeta que sabes que nunca va a vender para vivir –ni aquí, ni en México, ni en ningún lado– lo dejan sin lo que viven los poetas en México, que son los “apoyos públicos”. No diría necesariamente estatales, sino públicos, incluyendo fundaciones privadas o lo que sea; pero no es el mercado, sino los colegas que dicen: “Ah, fulanito es poeta, y merece nuestro reconocimiento. Entonces démosle el premio Xavier Villaurrutia”. Y Deniz se quedó sin eso por decir la verdad. Pero es la lección… en México eso ha inhibido mucho la crítica literaria… Pero, al mismo tiempo, en una sociedad tan jerárquica, tan clasista y –por decirlo así– castista como en México (donde hay muy poca movilidad social), sin la intervención pública la cultura sería una cosa horriblemente elitista, porque la gente o trabaja, o escribe.

Lo que logra la intervención del Estado es un efecto contradictorio. Y además –por cierto–, como todo lo que hace el Estado, no es una concesión, sino una conquista histórica: ese “gasto cultural”, incluyendo a la Universidad pública, es una conquista de masas, que hay que defender. En la medida en que la quieran quitar, hay que defenderla. En la medida que te censures por ella, hay que atacarla –entre los escritores–.

-La última pregunta tiene que ver con los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala, acontecimiento que acaba de cumplir dos años. ¿Cómo está la situación hoy?

-Ni siquiera los hechos son una obviedad. Hay quien ha tomado esto como un caso de delincuencia (“Hay mucha delincuencia en México, por eso los han matado”), incluso la prensa internacional –no sé aquí, pero por ejemplo sí la de los Estados Unidos–. O sea: “Los narcotraficantes mataron a unos estudiantes, y el Estado pecó de omisión” (o “y el Estado lo permitió”). Un actor “que no intervino”. No fue así. Fue un acto de represión política, donde el Estado operó coaligado con el narco. Incluso si reconociéramos que fue el narco, el narco cumplió una función –es así– estatal. Digamos: la función básica del Estado es la represión. Y además fue un crimen de clase. No solo eran chicos de un sector muy pobre de México, sino que no eran cualesquiera pobres. Eran militantes populares de los pobres –por decirlo de alguna manera, en términos más generales–. Normalistas que se consideraban comunistas revolucionarios, y por eso fueron atacados en una forma de asesinato que es… la desaparición. No los asesinaron: los desaparecieron. No estoy diciendo que necesariamente estén vivos.

Al crimen que cometieron se añade la cobardía; no sabemos si están muertos, y es importante aclarar eso. Hicieron algo peor que matarlos, que fue desaparecerlos. Ojalá estén vivos –no lo descarto, no se descarta–, pero aun si no están vivos es importante decir que no los mataron, los desaparecieron, que es un agravante.

Y creo que porque no eran cualesquiera muertos, esto juntó varias indignaciones: el intelectual de clase media se juntó con el militante de los trabajadores, con la persona que simplemente se conmueve con la juventud, y por eso creo que fue un movimiento tan grande. Juntó muchos agravantes. Y a mí eso hasta la fecha me conmueve muchísimo, y que aquí se sepa y se discuta esto, también.

No me parece un tema coyuntural. También por eso no escribí un poema concretamente, como muchos ya hicieron, sobre Ayotzinapa. Yo ya creía que el Estado era asesino antes de Ayotzinapa y lo seguiré creyendo cuando haya nuevos casos. Pero me parece fantástico que se sepa, que haya caído esa cortina. Ahora Peña Nieto tiene muy poca popularidad. Mucha gente, dado el idiota tipo que es, enfoca todo el problema de México en su persona. Pero la estructura de clases mexicana fue la causante de este crimen. Digo: fue un crimen de clase; no fue Peña Nieto. Peña Nieto fue un representante de una clase dominante asesina, racista, que desprecia totalmente a su propia población… pero si no hubiera sido Peña Nieto [del PRI] hubiera sido el del otro partido, el del PAN. Entonces, para mí sí es una cuestión de solidaridad social, no solo política, o de condena social, contra una clase dominante asesina que desprecia a la nación que domina (me refiero a la burguesía; no solo a la casta política –que, claro, está podrida también. Correspondientemente también está podrida y es asesina–). Pero no solo a los políticos, sino a la estructura de clase que esos políticos defienden.

Y además hay muchas cosas que lo hacen –y perdón por la palabra, que suena un poco terrible– interesante. El hecho de quién los mató: fue un gobierno local –con complicidad federal–, un partido nacionalista burgués “de izquierda”, que se llama PRD, mostrando que no es tal. El gobierno federal también estuvo implicado; ha hecho horribles crímenes de encubrimiento. No le estoy lavando en lo más mínimo las manos al gobierno federal, pero es interesante ver que el nacionalismo burgués está totalmente implicado en este crimen. Y ahora este nacionalismo burgués se ha escindido recientemente: los menos indecentes se salieron del PRD para formar MORENA.

Fuente:

http://insurgenciamagisterial.com/yo-ya-creia-que-el-estado-era-asesino-antes-de-ayotzinapa-y-lo-seguire-creyendo/

Imagen:

http://insurgenciamagisterial.com/wp-content/uploads/2016/10/encuentrodepoetasunam.jpg

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Entrevistas Ana María Sanllorenti: Bibliotecas digitales y acceso a la información en nuevos formatos.

América del Sur/Argentina/01.11.2016/Autor y Fuente:http://coleccion.educ.ar/

Es bibliotecaria, egresada de la Universidad Nacional de La Plata, y profesora de nivel medio en Filosofía. Desde marzo de este año dirige la Biblioteca Central Dr. Federico Leloir, de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, donde continúa un proceso de modernización. Dirigió además durante varios años la biblioteca de la Facultad de Ciencias Económicas de esa misma universidad. Durante los años 2004 y 2005 estuvo a cargo de la Dirección de Atención al Usuario de la Biblioteca Nacional, y organizó el programa Inventario –sobre el que habla en esta entrevista–, mediante el cual se registró un total de 763.000 libros. Actualmente, lleva a cabo un importante trabajo de catalogación de los recursos digitales educativos de educ.ar, en el marco de un convenio con la Red Latinoamericana de Portales Educativos (Relpe).

En esta entrevista analiza la importancia de la catalogación y los metadatos en la Web, y las iniciativas orientadas a establecer criterios comunes para la descripción de los objetos digitales. Comenta también los proyectos de bibliotecas digitales en el país, y las distintas etapas en la incorporación de las nuevas tecnologías en las bibliotecas.

Por Cecilia Sagol

—El campo de la educación y las nuevas tecnologías es por definición un campo interdisciplinario: debe construirse a partir de voces y disciplinas diferentes. Podríamos decir que hoy el conocimiento no puede construirse de otra manera. Las entrevistas de educ.ar son un espacio “a la medida” de ese modo de construcción: un repertorio de perfiles diferentes. A nuestros usuarios no les llama la atención encontrar una entrevista a un humorista, a un programador experto, un epistemólogo, un empresario del sector. Pero, ¿qué hace una bibliotecaria en internet? ¿Para qué sirve la catalogación en el mundo de los contenidos web?

—Si pensamos que catalogar es representar o describir de forma normalizada objetos –que en nuestro ámbito son objetos de información– para hacer luego más precisa la búsqueda y acceso a esos objetos, no podemos dejar de advertir la importancia que tiene la catalogación en la Web. Mundo infinito, heterogéneo, no estructurado, que, si bien ha dado por tierra con toda pretensión de “control universal”, demanda posibilidades de filtrar, ponderar relevancia, evaluar, seleccionar rápidamente, organizar, clasificar. Eso se facilita con la catalogación.

Por supuesto que muchas cosas han cambiado en la catalogación desde la utilización de fichas que se arreglaban en forma alfabética a las bases de datos con registros de múltiple acceso, y a los “metadatos” –datos sobre los datos– ocultos tras etiquetas en las páginas web. Pero en todos los casos decimos: “esto es el autor”, “esto es el tema”, “esto el título”. En las fichas nosotros mismos reconocíamos los datos: en las bases de datos y con los lenguajes de marcado en la Web es el software el que reconoce y manipula el nombre de un dato. Y eso es lo que permite, por ejemplo, que un buscador responda ordenando primero un sitio en el que la palabra que buscamos aparece en el título, respecto de otro en el que la palabra figura en el texto.

Y si antes la información de los catálogos se registraba en libros o en ficheros, ahora son múltiples los espacios en los que se acumula y se puede consultar el producto de la catalogación: buscadores que agregan alguna descripción o clasifican los sitios que registran; sitios web que seleccionan y catalogan sitios web como educ.ar,Cyberstacks o Internet Public Library; portales de información especializada que recogen la información de infinidad de artículos de revistas científicas como Scopus o catalogan sus propios recursos como educ.ar; catálogos de decenas de miles de bibliotecas… En internet no sólo crecen exponencialmente los contenidos: también se multiplican las formas de los catálogos.

—Internet nos mete de lleno en el mundo global, nos conecta con otros datos que están organizados por diferentes formas de pensamiento. ¿Qué están haciendo los catalogadores para solucionar esta Babel?

—Además de catalogar, hay muchos grupos y organizaciones que analizan las características de los objetos que se encuentran en internet y piensan cómo describirlas. Y, lo que no es poco, están intentando ponerse de acuerdo. Son muchas las iniciativas que establecen cuáles son los datos que deben señalarse en la descripción de los objetos digitales; una de las más difundidas es el esquema Dublin Core, que fija 15 datos mínimos (título, creador, editor, fecha de creación, entre otros). También hay iniciativas en áreas temáticas específicas o en áreas de actividad, como por ejemplo el esquema LOM (Learning Object Metadata), para describir objetos destinados al aprendizaje.

Para comprender algo del porqué de esta complejidad tenemos que detenernos en los atributos de un objeto digital. Pensemos en un diario en la Web: tal como a un diario de papel, puedo pensarlo como una publicación periódica en su conjunto o puedo describir cada número, o cada artículo: esto es el nivel de análisis para su catalogación. Pero un diario en la Web tiene fotos, imágenes, animaciones que a su vez son objetos digitales que podrían considerarse por separado. Y además contiene hipervínculos a otros objetos y otros sitios. Cada uno de esos elementos, también objetos digitales, está editado en un formato de archivo particular, tiene derechos de autor y condiciones de acceso particulares, puede tener diferentes versiones, etcétera.

Y los enfoques cambian de acuerdo con la finalidad de la catalogación: si describimos para encontrar, para enseñar, para reutilizar, para almacenar y preservar a largo plazo, los datos que interesan son diferentes. Habrá un núcleo de datos común y muchos otros metadatos distintos según la finalidad de la catalogación.

—¿Cómo ves el panorama de las bibliotecas digitales de nuestro país?¿Y en otros lugares?

—Me parece oportuno puntualizar aquí qué entiendo por biblioteca digital. Una biblioteca digital es una organización que procura la selección, evaluación, registro y sistematización de recursos de información en formato digital, asegurando su persistencia en el tiempo y el acceso local o a distancia por parte de una comunidad de usuarios locales o remotos. Un conjunto de objetos digitales sin el adecuado procesamiento, sin una política de crecimiento y sin la organización como para sostener su integridad y los servicios de acceso, no es una biblioteca digital. Las colecciones de las bibliotecas digitales pueden integrarse con contenidos nacidos digitales y con la digitalización de materiales analógicos.

En la Argentina son muy numerosas las iniciativas para conformar bibliotecas digitales por parte de entidades de diverso tipo. Doy algunos ejemplos: organismos oficiales (Biblioteca Nacional, Acceder-Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Biblioteca Electrónica de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Proyecto SCIELO del CAICYT -Centro Argentino de Información Científica y Tecnológica); organismos del área de la educación: (Biblioteca Nacional de Maestros, educ.ar), Bibliotecas o sistemas de bibliotecas universitarias públicas y privadas (SISBI-Sistema de Información y Bibliotecas de la UBA, Proyecto Roble de la Universidad Nacional de La Plata, el Sistema de Información y Documentación de la Universidad Nacional de Cuyo); otras instituciones académicas o científicas (Biblioteca Virtual de Clacso, BVS- Biblioteca Virtual de Salud), e infinidad de proyectos con fines culturales, profesionales o comerciales.

Creo que nos encontramos en un estadio inicial, con grandes posibilidades de desarrollo. Por supuesto, hay cuestiones a enfrentar de tipo tecnológico, legal –la tensión entre el derecho a la información y la propiedad intelectual–, económico. Entre ellas quiero destacar que nos falta recorrer mucho camino respecto de la cuestión de la catalogación, es decir los metadatos de los objetos digitales, en cuanto a adoptar estándares que permitan compartir, mediante la ejecución de procesos automáticos, las catalogaciones de los objetos, y construir grandes catálogos que permitan buscar en todos ellos mucho más fácilmente.

Y un aspecto más crítico aún es la cuestión de cómo preservar las colecciones digitales a lo largo del tiempo. En la Argentina poco se sabe y se hace para que en el mediano y el largo plazo se pueda acceder a los documentos digitales hoy generados o incorporados a una organización. La obsolescencia de formatos, las diferentes capas de software y el hardware, así como el deterioro de los soportes físicos de la información digital, entre otras condiciones, obstaculizarán o impedirán que puedan “leerse” textos, audio, imágenes, bases de datos, documentos web en no demasiados años, tal como ocurre hoy con documentos generados, por ejemplo, por procesadores de texto propietarios que ya no tienen vigencia, o que se encuentran almacenados en disquetes de una medida para la que no existen actualmente dispositivos de lectura. Esto es válido para la información de cualquier tipo: científica, cultural, administrativa, histórica, etc., en cualquier clase de institución. Este tema está en investigación en el mundo, pero en el país casi no hay conciencia sobre los riesgos que encierra.

—¿La introducción de la informática en la biblioteca fue instrumental o bien modificó estructuras más profundas?

—Las bibliotecas comparten con la mayoría de las organizaciones el reto de adaptarse a los cambios permanentes producidos desde las tecnologías de la información. Pero al ser instituciones cuya misión es la de seleccionar, organizar, preservar y dar acceso a información en variados soportes, viven con particular intensidad los impactos y la complejidad de los procesos de adecuación a estos cambios.

Miremos un poco la historia: la biblioteca, en su etapa preinformática –desde la Antigüedad hasta la primera mitad del siglo XX–, atendía las necesidades de información de usuarios locales, contando principalmente con una colección bibliográfica local enteramente en papel y los catálogos manuales para facilitar la búsqueda y recuperación. Sus colecciones estaban compuestas por libros, folletos y publicaciones periódicas, todas ellas impresos, que se distribuían en diferentes depósitos y salas. Para facilitar las búsquedas existían los catálogos, que duplicaban fichas en diferentes ordenamientos. Tanto los procesos de catalogación y clasificación, la confección de ficheros y bibliografías y los registros de usuarios y préstamos se realizaba manualmente.

A fines de la década de los 60, en Estados Unidos, la Biblioteca del Congreso desarrolló las primeras experiencias de automatización de catálogos y creó el formato de descripción bibliográfica automatizada MARC, adoptado ampliamente en todo el mundo. Fue el inicio de la segunda etapa en esta evolución tecnológica de las bibliotecas: la de la automatización de catálogos y procedimientos. En nuestro país, comienza a fines de la década del 70 en algunas bibliotecas especializadas, y tuvo una mayor expansión en los 80, especialmente con la difusión del programa MicroIsis que distribuyó la Unesco en forma gratuita.
La etapa de la biblioteca automatizada se caracteriza porque utiliza las computadoras conectadas en red para los procesos de control bibliográfico (adquisición, inventario, catalogación y clasificación), para el catálogo público, el control de usuarios y el préstamo. Sin embargo, las colecciones siguen siendo mayoritariamente impresas y se encuentran localizadas entre las paredes de la institución. Como en la etapa anterior, los usuarios deben concurrir a la Biblioteca para acceder a sus servicios.

Y entramos en la era digital, con la explosión de la producción de información en formato digital y la expansión de internet. Por una parte, se inicia el proceso de incorporación de fuentes de información en formato digital, CD-ROM por ejemplo. Por otro lado, internet, con su potencia para el acceso a la información a distancia y sus posibilidades para la comunicación, desmorona los límites físicos de la biblioteca: cualquier persona puede alcanzar información en recursos de cualquier lugar del mundo; complementariamente, a través de las páginas web pueden recurrir a la biblioteca usuarios de cualquier latitud. Y en la pantalla es posible pasar de un registro de un catálogo al libro o artículo descrito sin buscar en un estante. Estos son los rasgos esenciales de las bibliotecas de la era digital.

El ingreso de la biblioteca en cada etapa de las que hemos descrito no implica el abandono de la anterior sino que las características de la biblioteca preinformática, la automatizada y la de la era digital coexisten en las instituciones. Además del cambio instrumental, que ha sido enorme e implica el reciclaje permanente de conocimientos y habilidades para los que trabajamos en las bibliotecas, la falta de límites en cuanto a los recursos de información y los usuarios está produciendo otra importante transformación: de la biblioteca que administra la propiedad de materiales bibliográficos locales se está cambiando hacia una organización que gestiona el acceso al conocimiento de muchas y diversas maneras.

En este proceso, muchas bibliotecas han recogido el guante y están fortaleciendo y modificando roles de forma particular: mediante la digitalización y la construcción de bibliotecas digitales encontraron un poderoso recurso para almacenar, preservar y dar acceso a la producción intelectual, artística y cultural. También están robusteciendo su papel docente en cuanto a la formación de usuarios para el acceso y uso de la información. Por último, las bibliotecas tienen una enorme responsabilidad para asegurar el acceso democrático a al información, muchas veces amenazado por fuertes intereses comerciales y corporativos o por la falta de recursos de vastos sectores de la población.

—Trabajaste en el Programa Inventario en la Biblioteca Nacional. ¿En qué consistió? ¿Qué objetivos tenía o tiene este trabajo?

—Con profunda alegría puedo decir que hace pocos días la Biblioteca Nacional finalizó el inventario de libros, con un resultado de 763.000 libros registrados. En el 2004, durante la gestión de Elvio Vitali y frente al hecho de que a casi 200 años de existencia la Biblioteca Nacional no había construido un inventario completo y unificado de su patrimonio bibliográfico, comenzó el diseño, la planificación y ejecución del Programa Inventario 2005, orientado a la creación de una base de datos de libros o monografías, con una catalogación abreviada y el nuevo número de inventario, para que luego sea implementada para el resto del patrimonio documental.

Entre octubre de 2004 y enero de 2005 quedó concretada la planificación, la compra e instalación del equipamiento informático y la red, el acondicionamiento de un sector de 500 metros cuadrados del segundo subsuelo y la adquisición de escritorios, sillas y carros especiales para libros, proyectando el trabajo de 40 puestos simultáneos, en tres turnos diarios de cuatro horas cada uno. También se llevó a cabo la selección y adaptación del software, el diseño de la estructura de datos, la confección de manuales e instructivos, y la extracción y adaptación de los datos normalizados, como autores, editoriales, ciudades, entre otros, con el fin de unificar la tarea de los catalogadores y minimizar los errores.

Desde febrero de 2005 hasta agosto de 2006 trabajaron en tres turnos 110 pasantes universitarios y 25 bibliotecarios. El circuito de trabajo incluyó la limpieza de libros y estanterías, la colocación de libros en carros y su traslado hasta los puestos de trabajo, la asignación de número de inventario mediante etiqueta de código de barras, la catalogación abreviada de los libros y el señalamiento de los ítems que necesitaban restauración, la separación de materiales que correspondían a otros sectores como revistas o libros propuestos para ser incorporado al Tesoro y el traslado y reubicación de los libros en los estantes.

La Biblioteca Nacional, ahora en la gestión de Horacio González, se propone continuar con el inventario de partituras musicales, las revistas y otros materiales que conserva la institución. Por eso mi alegría y satisfacción: la Biblioteca Nacional está dando pasos importantes en el cumplimiento de su misión de registrar, preservar, y difundir la memoria impresa de la cultura del país, en cualquier soporte permanente de información.

—¿En qué consiste el trabajo que estás realizando en educar?

—educ.ar es un portal que, entre otras actividades, produce y reúne miles de objetos digitales para que puedan ser utilizados en el ámbito de la educación: recursos para el aprendizaje, libros y artículos digitales, enlaces comentados a otros sitios web, comentarios de libros, entre otros. En su breve e intensa existencia se produjeron modificaciones explícitas y no tanto en la manera de catalogar estos objetos, y clasificarlos para que puedan ser encontrados y accedidos a través de la Web. Esta situación produjo inconsistencias en la catalogación y la organización de los objetos digitales y, por lo tanto, en la posibilidad de administrarlos y reutilizarlos.

Por otra parte, educ.ar estableció un convenio con la Red Latinoamericana de Portales educativos –Relpe–mediante el que integrará un catálogo latinoamericano de recursos educativos digitales. Los compromisos con esta red de portales incluyen, entre otros, la adopción del estándar de catalogación Dublin Core y otros requerimientos. Además, educ.ar se encuentra en un proceso de cambios tecnológicos para mejorar y potenciar la gestión de contenidos.

Estas tres situaciones plantearon la necesidad de revisar las estructuras de metadatos, los instrumentos para clasificar los objetos digitales, establecer nuevos criterios y corregir la catalogación actual, así como realizar los ajustes necesarios para hacer compatible la catalogación de educ.ar con la de los portales latinoamericanos en Relpe.

Junto a un grupo de especialistas en contenidos y bibliotecarios de educ.ar estamos realizando esta tarea, para la que hemos analizado estándares internacionales de catalogación de objetos digitales y experiencias nacionales de adaptación de esas normas a las realidades educativas y tecnológicas de los países. Actualmente tenemos una primera versión de un nuevo esquema de metadatos y hemos logrado formular procesos automáticos para convertir la catalogación de recursos educativos al esquema de metadatos requerido por Relpe.

Fuente: http://coleccion.educ.ar/CDInstitucional/contenido/entrevistas/ana_maria_sanllorenti.html

Imegen:

http://4.bp.blogspot.com/-BSRQhYcYDrY/URUxnWuUfdI/AAAAAAAAAAY/4eiD4abFy70/s1600/BIBLIOTECAS+VIRTUALES.jpg

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