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Entrevista a Sergio Ciancaglini: “El periodismo convencional es una burocracia gigantesca”

25 Agosto 2016/Fuente: Revistaajo/Autor:Federico Polleri

Sergio Ciancaglini trabajó en La Razón, en Página 12, editó los domingos de Clarín cuando vendía un millón de ejemplares, publicó libros y ganó premios internacionales. En 2001, renunció a todo y fundó una cooperativa de periodistas. Años después, publicaron un ensayo en el que anunciaban la novedad: el periodismo murió.

Tenés mucha experiencia en medios tradicionales. ¿Qué cosas aprendiste cuando los dejaste?

–Unas de las cuestiones fue la de no seguir agenda. Tratar de entender qué cuestiones están ocurriendo y pueden estar representando algo diferente. El periodista asalariado, en cierta medida, está condicionado por determinadas agendas y cosas de las que se habla. La etapa nueva, un poco lo que me hizo ver, es que todo lo interesante está en lo que no se habla.

¿Por ejemplo?

–Para cuando Rodolfo Walsh se metió en José León Suárez a investigar esto de “el fusilado que vive”, se metió en algo de lo que nadie hablaba. No era ninguna noticia de nada, pero ahí estaba lo que terminó siendo una obra maestra de la investigación periodística. Y la realidad es que no salió en ningún medio. Paradójicamente, salió sólo en revistas independientes.

En plena dictadura, Walsh creó una agencia clandestina que hacía lo que en aquel entonces se denominaba “contrainformación”. Más tarde, a los medios que comunicaban desde otra agenda se los llamó “alternativos”. Sin embargo, a Ciancaglini y a sus compañeros nunca les gustó el mote. “Son cuestiones de palabras. Respeto muchísimo a los medios que se dicen alternativos. A mí me pasa que yo no los considero alternativos”.

¿Por qué no?

–El equipo alternativo de River es el suplente. A mí la palabra me remite a un plan B. Que frente a los grandes medios, los medios “centrales”, hay “alternativos”, que van por el costado. Además, yo discuto que aquellos sean grandes medios. Todos repetimos como loros estúpidos que “los grandes medios” tal cosa. Y no es así, son diarios cada vez más chicos, que cada vez lee menos gente. Paralelamente, hay un proceso de pluralización de las voces. Internet sería un ejemplo de esto, que nazca Ajo es un ejemplo de esto. Hace unos años una revista así era impensable, ahora es pensable; eso marca una diferencia. Entonces, yo digo: ese tipo de medios, y se nota clarísimo con las radios comunitarias, no son un plan B, no son alternativos a nada, son medios centrales, son muy importantes. Me parece que es como atacar la importancia que pueden tener. Por eso yo hago la broma: ¿No será que Clarín es un medio contrainformativo o que La Nación es un diario zonal y marginal?

Ciancaglini estira una mano como quien pone un freno y aclara: “Igual, no me voy a pelear con nadie por esto”.

¿Y cómo prefieren llamarse?

–A mí me gustaba usar: medios sociales de comunicación.

El fin del periodismo

En 2011, el semiólogo, historiador de la cultura y periodista, Ignacio Ramonet, publicó un libro con un título que de sutil tuvo poco: “La explosión del periodismo”. En él describe cómo internet, la revolución digital y las redes sociales pusieron en jaque a los medios tradicionales. Algo como decir que la biblioteca del viejo periodismo se había prendido fuego y estábamos obligados a repensar todo de nuevo. Cuando todo quiere decir: todo.

¿Quiénes van a sobrevivir a la explosión del viejo periodismo?

–En realidad no lo sé. La lógica diría que van a sobrevivir los que mejor logren sintonizar con la época que están viviendo. Los que mejor logren tener los pies en los lugares en donde estén ocurriendo cosas, que logren tener agilidad para entender los nuevos fenómenos, corazón para entenderlos -porque no se entiende sólo con la cabeza- y, a la vez, los que logren resolver bien cuestiones tan importantes como la gestión, una cosa siempre omitida pero que hay que aprender. Son muchos elementos y modos, no es fácil saber cuáles subsistirán. Incluso no importan mucho los soportes, pueden estar en revista de papel, en internet, puede ser una radio, video, eso es lo de menos.

“El futuro de los medios está en la calidad. Esa debe ser nuestra obsesión”, dicen integrantes de lavaca cuando se calzan el traje de docentes. Es que desde hace diez años organizan seminarios en la Cátedra Autónoma de Comunicación Social. Primero fue el Diplomado en Gestión de Medios de Comunicación y Cultura, luego el Diplomado Dr. Andrés Carrasco en Periodismo y Comunicación Ambiental. Allí se realizan especializaciones para periodistas en ejercicio o en crisis con el oficio. Este año, por ejemplo, está cursando uno de los fotógrafos recientemente despedidos del diario Perfil. No pudo decidir abandonar los medios tradicionales: ellos lo abandonaron antes.

Hay quienes están convencidos de que la crisis del periodismo es una crisis laboral. ¿Te parece correcta esta lectura?

–Para mí es un aspecto de la crisis, pero un aspecto pequeño. Hay varios problemas. Uno es que, al ocurrir lo que ocurrió durante la década menemista, se cerró la posibilidad de acceder al tipo de trabajo periodístico que uno valoraba. Esto es por la necesidad de las empresas de sostener operaciones políticas, políticas de extorsión, líneas editoriales que no pueden ni siquiera tener disonancias. En otras épocas se permitían disonancias: en La Naciónescribía José Martí, por ejemplo. Eso se acabó. Antes los medios querían tener gente que pensara con cabeza propia, hasta en conflicto, porque eran los tipos que te traían algo bueno, algo nuevo. Al acabarse eso, el tipo de trabajo por el cual yo quería ser periodista no está más ahí.

¿Y qué hay ahora?

–Un sistema de obediencia, de sostener la línea del diario. Vos hoy no podés pensar muy distinto que la línea de un medio porque te echan a los diez minutos. Un antikirchnerista en Tiempo Argentino no puede trabajar y un kirchnerista en La Nación, tampoco. Y no estoy opinando sobre dónde hay que ubicarse, lo que quiero decir es que una persona con ideas propias que no son compatibles con las del medio en que trabaja está en un problema.

Sin embargo, siguen siendo esos los espacios de trabajo para los periodistas.

–Hoy los medios grandes tienen criaderos de periodistas, que son las maestrías que ellos mismos crearon para nutrirse de mano de obra. Ya no buscan reporteros en la calle, sino que los sacan de sus escuelas, en donde encima los tienen cinco años pagando. Es maravilloso… En este marco, el periodista que anda con problemas laborales la tiene muy complicada, porque tiene una camada de gente dócil que pagó y que ya trabaja ahí. Por supuesto que, como me han dicho mis compañeros y amigos de Clarín, son prácticamente iletrados estos tipos, pero entran a ocupar esos espacios. La otra cuestión es que se reducen los puestos de trabajo, por los temas de precarización y flexibilización laboral.

Dependencia o autonomía

Cuando Sergio Ciancaglini entró a trabajar a Clarín, en 1990, tuvo su entrevista de rigor con Héctor Magnetto. Al salir, confirmado ya en su nuevo empleo, un secretario de redacción le dijo: “Bienvenido al gran diario argentino”, pero enseguida se corrigió: “…bueno, en realidad es un diario grande, que no es lo mismo”.

Quedaron atrás los años en que se pensaba a sí mismo como empleado. Su espacio de trabajo es hoy una cooperativa, y su modelo, la autogestión. Para los incrédulos de la factibilidad de un medio autónomo están los datos duros: revista Mu vende entre 10 mil y 12 mil ejemplares mensuales, el programa Decí Mu, conducido por Ciancaglini, se emite semanalmente por unas 300 radios de todo el país, y La Vaca Editora tiene más de media docena de libros publicados, algunos con traducción en varios idiomas. Si con eso no basta, hay un relato más que puede ayudar: a Sergio, de tanto en tanto, le suena el teléfono. La escena se repite y para él es algo sintomático. Son periodistas sin trabajo, cuyo planteo es casi siempre el mismo: “te hablo de parte de fulano, trabajó con vos hace unos años, es para saber si no necesitan a alguien en lavaca”.

Este año hubo despidos en el grupo Crónica y en Perfil. La sensación que da es que, a pesar de la lucha, los puestos de trabajo se pierden irremediablemente. ¿Cómo ves el futuro para los periodistas profesionales?

–Nosotros planteamos en la cátedra la pregunta: ¿por qué no creo mi propio medio?, ¿por qué tengo que pensarme como asalariado del diario Crónica?, ¿quién dijo que ese era mi destino como periodista? Muchos nunca se pensaron como sujetos capaces de llevar adelante su propio medio. A mí me parece mucho más interesante pero, además, hasta me parece más factible en términos prácticos. Hacer lo que querés, y con la gente que querés, es posible.

Alguna vez ustedes escribieron que “para salvar el pellejo nos queda siempre un recurso salvador: convertir nuestra vocación en un arte”. ¿Qué importancia tiene la dimensión creativa en el rescate del periodismo?

–El buen periodismo te exige salirte de lo rutinario, del estereotipo, del cliché, y poder encontrar un modo de comunicar que sea interesante y atractivo para la persona que está leyendo o escuchando. Todo el periodismo convencional es una especie de gran burocracia gigantesca en la que todos dicen lo mismo. Se repite y repite, y el cerebro se va esclerosando hasta llegar a convertirte en una especie de alzheimer periodístico caminando. En este marco, la actitud creativa te permite abrir, liberar, preguntarte cosas. No sólo es buena para comunicar, es buena para uno.

En la actual degradación del periodismo ¿qué responsabilidad tienen las empresas de medios y qué responsabilidad los periodistas profesionales? ¿Somos víctimas o también responsables?

–A mí me parece que las empresas tienen gran responsabilidad en las líneas editoriales que bajan, para las que, como te decía, requieren cada vez más obediencia. Pero decir que son las empresas las responsables hace que una cantidad de turros, que quieren trepar en esas empresas, zafen diciendo: “el problema es la empresa”. También encontrás gente muy resignada que piensa que se acabó, que no se puede hacer nada, que hay que cobrar el sueldo porque hay que pagar el colegio de los chicos y demás. Me parece bien, yo lo comprendo al tipo que me dice esas cosas. Lo único que le solicito, por un problema de que soy viejo y que hay poco tiempo en la vida, es que no me hable de periodismo. Hablemos de oficinismo, si quiere, hablemos de otra cosa, pero no de periodismo, ni de falta de libertad de expresión, ni de nada. Porque lo que hay ahí es un simulacro.

Crear lo nuevo

En una época, Ciancaglini se ganó el título de periodista de denuncia. En ese rol fue invitado a congresos y seminarios, en los que presentaba sus libros y contaba su experiencia. Quizá por eso lo descolocó la hipótesis de las monjas piqueteras: “Ellas venían de la línea del padre Mujica. Me dijeron que el periodismo de denuncia deprime a la gente en los barrios. Lo sentían como un discurso que entraba en una zona sin salida”.

¿Te sentiste interpelado?

–Sí. Las monjas llegaron a decirme que había una relación entre este periodismo y los suicidios en las villas. Así lo planteaban. Encontraban un vínculo entre la denuncia sin salida y la sensación de angustia. Yo, que denunciaba la corrupción menemista, en ese momento pensé: claro, si no planteamos algo, además de la denuncia, se da una suerte de encierro. Entonces me quedó la idea de que también es interesante contar las formas nuevas de producción social que van surgiendo. Creo que todos los temas que implican formas de producción de la sociedad, de las personas, de los grupos sociales, para generar situaciones de superación de dificultades, son interesantes.

Desde los comienzos de lavaca ustedes se plantearon no escribir notas de opinión. ¿Por qué?

–Hoy en los diarios tenés las notas editoriales y tenés veintisiete tipos que opinan ¡hasta con foto! Creo que hay una especie de delirio raro con eso. Nosotros sentíamos que la opinión comenzó a sobreponerse a la información y a la crónica. Yo estoy de acuerdo con la teoría de Gabriel García Márquez de que los diarios están al revés. Si ves cómo se organizan las redacciones, tenés una pirámide donde están el director, los editorialistas, jefes y va para abajo. El de abajo de todo es el cronista. García Márquez decía: hay que dar vuelta ese artefacto llamado staff. Ponerlo al revés, que se caigan todos para abajo y que queden arriba los cronistas, que son los únicos que salen a la calle a ver cómo son las cosas.

Se ha dicho mucho que con los cambios en los ritmos de vida, la aparición de internet y el exceso de información circulante, la gente ha dejado de leer o lee mucho menos que antes, ¿cómo se apuesta a un medio gráfico en este contexto?

–Le están echando la culpa al público de algo que pasa en los medios. Un día, de esto hace muchos años, cayó enClarín un genio que decía que como la gente mira televisión, no lee. Entonces, había que hacer un diario con notas más chiquitas, letras más grandes y más fotos. Hicieron eso. El diario empezó a tener cuerpo de letra más grande, de 100 líneas pasamos a tener 70, se suponía que la gente necesitaba más faroles y más firuletes porque ya nadie leía. Después llamaron a otro tipo, que era un yanqui o un francés, que llegó con la teoría contraria; dijo: “No, parece que cuando la gente quiere mirar televisión, lo que hace es mirar televisión; y cuando compra el diario, parecería que no es para mirar televisión, sino para leer”. Le pagaron como 50 mil dólares. Yo pensaba: ¡no encontré el destino de mi vida que era dar charlas para esta gente!

Lo viejo que no termina de morir

Sobre el final de la conversación, Ciancaglini plantea un desafío para el futuro: lograr que se sancione la “Ley de Fomento para la Producción Autogestiva de Comunicación Social por Medios Gráficos y de Internet”. El proyecto –presentado por un conjunto de revistas independientes nucleadas en Arecia– tiene estado parlamentario desde 2013, y propone lo que ellos consideran la pata gráfica que le faltó a la Ley de Medios. Buscan terminar con la concentración en el mercado de diarios y revistas. Son parteras abriendo espacios para lograr que lo nuevo termine de nacer.

La entrevista concluye en medio de mucho ruido. Hay gente acondicionando “Mu. Punto de Encuentro” para la proyección de un documental. Arriba se escuchan carcajadas, porque algunos integrantes de la cooperativa se ríen junto a Pablo Marchetti, el ex director de Revista Barcelona, que está mostrando sus primeros programas de un proyecto audiovisual independiente que acaba de lanzar a través de Youtube.

La presidenta de la cooperativa, Claudia Acuña, atiende una de las mesas del bar, uno de sus compañeros barre la vereda, otro prepara café. Todos, paralelamente a sus tareas, piensan en la tapa del próximo número de la Mu, en los invitados al programa de radio, en un posible libro por editar, en la próxima actividad para seguir impulsando la sanción de la Ley de Fomento.

La última pregunta queda sin responder.

¿Cuándo vamos a poder asistir al funeral del viejo periodismo?

Sergio Ciancaglini sonríe. Sabe que las cucarachas sobreviven hasta a las bombas nucleares. Pero –también sabe– sobrevivir no asegura recuperar la forma humana.

Fuente de la entrevista: http://www.revistaajo.com.ar/notas/580-el-periodismo-convencional-es-una-burocracia-gigantesca-slide.html

Fuente de la imagen: http://t3.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcTpCy2VMS0N5u2X576DLO-STlGtSh0zMkG9kZE22FJpqVguoNgi0i8S

– Fotos: Romira Elvira

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“ No hace falta hacer todos los cambios de golpe, podemos empezar introduciendo las apps en el aula y ellas mismas nos harán modificar poco a poco ”

¿Cómo se determina la utilidad educativa de una app? ¿Qué estrategias nos pueden ayudar a seleccionar las más adecuadas?

Las apps, como en general todo el software y el hardware, no son educativas en ellas mismas. Pueden ayudar a que la tarea del educador sea mucho más efectiva y con mejor gestión y nos pueden plantear distintos retos con temas tant interesantes como la atención a la diversidad o el foco de los alumnos. Yo en el aula siempre empezaría usando apps alternativas a las cosas que ya estamos haciendo de una forma más tradicional. Así nos podremos introducir en este mundo paulatinamente y con seguridad.

Los jóvenes van por delante en el uso de la tecnología móvil. ¿Cómo integramos medios y canales de comunicación que habitualmente emplea el alumnado en la comunidad educativa?

Haciéndolos propios, sin más problema que esto. Es una forma más natural para ellos comunicarse y gestionar muchas cosas de su día a día desde estas tecnologías. Si somos capaces de acercarnos a ellos en este aspecto, seguro que hay aspectos relacionales y de colaboración que pueden mejorar de forma automática.

Evaluar el éxito de la aplicación de las TIC en el aula es una de las principales dificultades de su aplicación. ¿Cómo se evalúa la utilidad de las apps educativas?

Viendo si se usan y cómo se usan. Cómo cualquier sistema informático hay muchísimos datos que se pueden registrar y muchas apps ya los llevan incorporados para que los educadores de los alumnos puedan ver sus progresos, sus entradas, etc. de una forma mucho más fácil que lo que haríamos con sistemas tradicionales.

¿Es necesario un cambio radical en las metodologías de enseñanza para poder utilizar las TIC en el aula con éxito?

Seguramente hace falta cambiar las metodologías para poder aprovechar mejor estos recursos, sin ninguna duda. Aun así, si no nos vemos capaces en las primeras instancias de hacer un cambio radical, no hace falta hacer todos los cambios de golpe, podemos empezar introduciendo estos recursos en el aula y ellos mismos nos harán modificar poco a poco. Todos sabemos que Roma no se construyó en dos días.

Clickedu facilita la gestión y coordinación entre los diferentes agentes de un centro educativo. ¿Cómo se logra el equilibrio entre las necesidades de docentes, dirección del centro, familias y alumnado?

No siempre es fácil, pero la verdad es que tener una sola base de datos para integrar todos los sistemas, incluidos los de comunicación vía las apps, hace que sea mucho más fácil poder llevarlo a buen término. En nuestro caso cada centro decide que aplicaciones abre a cada colectivo y como se gestionan entre ellas. Clickedu es como un «prêt-a-porter» que nos posibilita adaptar las necesidades del centro a cada uno de los perfiles del colegio.

Por último, ¿Considera que las apps y los dispositivos móviles en el aula pueden mejorar los resultados académicos del alumnado?

Seguro que la motivación de los alumnos aumentará y si esto ocurre, seguramente tendremos mucho más fácil poder conseguir que los aprendizajes sean significativos y de calidad.

Si eso ocurre nadie tiene dudas que los resultados académicos mejoran y eso será el primer punto para poder tener una aula innovadora – que no quiere decir llena de informática ni de apps –  sino de una estrategia metodológica motivadora para todos los participantes de la misma: enseñados y enseñantes.

 

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El rol de las estrategias de aprendizaje en el Down.

Para la enseñanza de la lectura y la escritura de los chicos con síndrome de Down, la mexicana Alicia Llanas utiliza una metodología que implica una mezcla de diferentes técnicas, tomando como base que ellos  pueden aprender a leer de una forma más natural y rápida, con menos estrés y más apegada a los gustos y necesidades de cada individuo.

Por: Fanny D Arias Ch.

El camino para introducir a los chicos con síndrome de Down en el mundo de laescritura y lectura no es fácil. Aunque más allá de ese hecho, hay que usar una metodología adecuada y ser constante en este trabajo para lograr el éxito.

Así lo indicó la mexicana Alicia Llanas, quien es maestra de apoyo de niños consíndrome de Down con los que trabaja en lectura, escritura, motricidad fina y matemáticas, entre otras habilidades.

La metodología que mejor le ha funcionado es la lectura global, es decir, enseñar a leer palabras completas en lugar de fonemas y sílabas.

Hace una mezcla de diferentes técnicas, tomando como base que las personas con síndrome de Down pueden aprender a leer de una forma más natural, más rápida, con menos estrés y más apegada a los gustos y necesidades del individuo.

Llanas compartió con padres, madres, maestros y tutores de chicos con esta condición, durante la actividad “ Estrategias para iniciar la lectura y escritura en personas con síndrome de Down”, que organizó Down Panamá este fin de semana.

En relación con la elección de los textos escolares, primero hay que hacer adecuaciones, buscar aquellos que sean de letra grande, clara y sin mucho texto, que sea sencillo, indica.

Sin embargo, con el tiempo habrá que ir subiendo la complejidad, señala Llamas, quien es madre de Elías, de 11 años, y Eva, de 8 años, ambos con síndrome de Down.

Llanas, quien también es ingeniera en sistemas, dio a conocer en esta entrevista otros datos que influyen en este proceso.

¿Es primordial un programa de atención temprana antes de la introducción a la lectura?

No, pero la atención temprana le ayudará a mejorar diferentes habilidades que le facilitarán el proceso de lectura y escritura.

¿A qué edad se le puede ir introduciendo en la lectura y la escritura?

Desde muy pequeños. Conozco casos que han iniciado desde los tres meses.

¿A qué edad los niños pueden alcanzar el nivel de lectura correspondiente a un primer grado?

Depende del niño y de la constancia de la familia. Pero en el caso de mis hijos y dos alumnas mías, les tomó dos años aproximadamente.

¿Los niños con síndrome de Down aprender a leer antes de escribir?

En muchos casos sí. La escritura requiere más esfuerzo y a veces la maduración necesaria no se tiene, pero la lectura va avanzando.

¿Qué tan positivo es el uso de la tecnología?

La tecnología es una herramienta que nos pude ayudar mucho, pero considero que es importante manejar tiempos y reglas. Existen aplicaciones, sobre todo, en el Ipad que son muy llamativas y de fácil uso.

¿Cuéntenos sobre su experiencia como maestra de apoyo de niños con síndrome de Down?

Cuando iniciamos el proceso de lectura con Elías, me di cuenta de que él podía más de lo que estaban trabajando donde recibía clases de apoyo, así que lo sacamos y a partir de ese momento me hice cargo de él y su hermana. Este año estaré trabajando en la escuela de mis hijos apoyando en su inclusión, con adecuaciones, asesoría a los maestros y espero aprender de esta experiencia, porque sueño con poder emprender un programa de inclusión en las escuelas.

Opiniones:

En Panamá, se utilizan todos los métodos conocidos, como el perceptivo, el método fonético, el método sintético, el método alfabético y el método silábico para la enseñanza de la lectura y escritura en los niños con síndrome de Down, cuenta la maestra Veyra Smith.

Lo que hace la diferencia en el uso de los métodos a utilizar es el conocimiento de las habilidades y competencias que tengan los niños, que se trabajan desde el seno del hogar y en los programas de estimulación temprana.

En este proceso de aprendizaje, la tecnología puede ser un verdadero apoyo, ya que a través de los programas educativos existentes el niño es motivado de forma visual, auditiva y táctil.

Asegura que entre más temprano se inicie esta introducción, mucho mejor. Incluso, desde el momento en que se trabaja la parte perceptiva se está iniciando este proceso.

En este renglón, la psicóloga Kellys Ramírez añade que desde hace años se discute justamente la edad en la cual se expondrá al niño al proceso de la lectura y la escritura. Si bien es cierto que se está en un constante aprendizaje, este proceso debe ajustarse a cada niño, porque cada uno tiene su propio ritmo de aprendizaje.

Beneficios de la lectura y la escritura:

Dimas Samid Quiel Ayala tiene ocho años y cursa el segundo grado en un colegio particular. Sabe escribir su nombre y su apellido, además transcribe textos de forma adecuada.

Su madre, Lilia Ayala, comparte el camino recorrido con Dimas, un chico con síndrome de Down.

Su pequeño asiste a la escuela desde los tres años y al principio fue más sencilla laescolarización porque las personas con esta condición van bastante parejas con sus compañeros de clase. Sin embargo, una vez inició el primer grado se notó que necesitaba más ayuda en el proceso de lectoescritura.

Con Dimas intentaron aplicar la enseñanza tradicional que es por sílabas, pero por ser algo tan abstracto “la tutora y yo consideramos que no era la mejor opción. Ellos son muy visuales, así que recurrimos al uso de palabras completas y figuras a colores que ilustran las palabras que deseamos que aprenda”, manifiesta Ayala.

Pero no todas las experiencias en el tema de escritura y lectura de las personas con síndrome de Down son satisfactorias. 

Este es el caso de la señora Saydeé Padilla de Miranda, quien comparte que su experiencia ha sido un poco difícil, “pero poco a poco se ve el esfuerzo que ellos hacen, aunque sabemos que no son 100% como un niño sin dificultades de aprendizaje”.

Blanca Rosa, de 23 años, hija de Saydeé Padilla de Miranda, es bien desenvuelta, y tiene trabajo desde hace tres años.

Blanca estudió en el aula especial de la Escuela Estado de Israel y usó los mismos libros de leer que usaban para enseñarles lectura a los otros niños del plantel.

Este fin de semana Down Panamá organizó la actividad “Estrategias para iniciar la lectura y escritura en personas con síndrome de Down”, dirigido a padres, madres, maestros y tutores de chicos con esta condición, y fue dictado por la docente mexicana Alicia Llanas y madre de Elías y Eva, ambos con síndrome de Down.

Ventajas:

Al hablar de las personas con síndrome de Down, se debe tener como principio fundamental el acto de educar para lograr, como proyecto de vida, su “autodeterminación”, dice la psicóloga Kellys Ramírez.

La independencia en las acciones que emprendan en la vida y las labores cotidianas es uno de los grandes beneficios que tiene el aprender a leer y escribir para un chico con esta condición. Ahora bien, “no solo es una ventaja para ellos por tener una condición de vida especial, pues es un beneficio para todos”, agrega Ramírez.

Las personas con diversidad funcional cognitiva deben prepararse, ser asistidos, deben participar de forma activa en todos los procesos sociales, escolares, conductuales y familiares. “No queremos que la inclusión siga siendo una utopía. Necesitamos que sea una realidad. Por lo tanto, leer y escribir tiene que ser una posibilidad que les abra la puerta y formen parte de una dinámica social y laboral”.

Hay grandes ventajas pedagógicas y didácticas que permiten la enseñanza de la habilidad del lenguaje escrito y oral.

La participación activa de los padres determina el logro no negociable para el aprendizaje de cada niño o adolescente con “necesidades educativas especiales e insisto, debemos tomar en cuenta parámetros que son de cada persona y de acuerdo con su necesidad individual”.

En este renglón, Alicia Llanas asegura que los beneficios que más se reflejan son mejora la atención, la memoria, el razonamiento y la comprensión, y además, aumenta el vocabulario, los conocimientos y lo más importante es que mejora el lenguaje del individuo. También les da independencia, seguridad, autoestima y confianza.

El recibir estos beneficios los hace sentir que son incorporados al mundo que los rodea, entonces pueden trasmitir dicha información, comenta por su parte la maestra Veyra Smith.

Desaciertos:

En este proceso se pueden llegar a cometer algunos errores. Uno de los más grandes es creer muy poco en los chicos. “Creemos que por tener síndrome de Down son muy lentos, o que porque no hablan no pueden aprender en leer, o porque son muy chicos o muy grandes o porque no tienen ciertas habilidades”, dice Llanas.

Así mismo está el trabajar por ensayo y error sin seguir un método ajustado a su realidad y necesidad individual, comenta Ramírez.

Entre otros, saltarse pasos importantes en la enseñanza, entiéndase que no pueden aprender a escribir una letra sin aprender qué es un trazo; no se les puede enseñar a leer una vocal sin enseñarle a reconocer las personas del entorno, sin conocer el concepto de igual y diferente.

La maestra Smith añade que después de que los niños hayan sido estimulados correctamente, las expectativas para lograr este proceso es mayor.

Fuente:

 http://www.prensa.com/salud_y_ciencia/rol-estrategias-aprendizaje-Down_0_4551294855.html

Imagen:

http://images.prensa.com/salud_y_ciencia/Panama-perceptivo-metodo-alfabetico-Down_LPRIMA20160813_0052_32.jpg

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Género, infancia y educación, un debate necesario.

América del Sur/Argentina/Fuente:http://www.laizquierdadiario.com/

Por: Lala Rossi.

En el Instituto N° 35 de Monte Grande este 1º de septiembre se realizará una charla debate para reflexionar sobre género, infancia y educación, a propuesta de un grupo de docentes del establecimiento; éstos están llevando a cabo un proyecto para poder integrar en la currícula y en las prácticas la cuestión de género. Para esta actividad se invitó como panelistas a María Chaves -fundadora de la agrupación de muejeres Pan y Rosas, socióloga y especialista en género y diversidad sexual y a Nathalia González Seligra -docente, secretaria de Derechos Humanos de Suteba Matanza y diputada electa de la provincia. de Buenos Aires por el PTS en el Frente de Izquierda. La Izquierda Diario entrevistó a dos de las cinco profesoras y profesores que está impulsando el proyecto, Roxana Álvarez y Cristina Barbosa.

¿Cómo surge esta propuesta y de qué se trata?

Cristina Barbosa: Nos juntamos un par de docentes que tenemos la inquietud de poder trabajar la cuestión de género con las y los estudiantes, para poder reflexionar sobre la sociedad patriarcal, nuestro futuro y el de los alumnos en las escuelas de todos los niveles. Pensamos que es un tema que tiene mucho para trabajar y que actualmente no estamos aprovechando este espacio.

Roxana Álvarez: Estábamos con la preocupación de ver estos estereotipos de género que tienen una matriz en niños y niñas muy instalada. Con este proyecto que estamos construyendo pretendemos comenzar a modificar esto, a generar más conciencia.

¿Por qué la invitación a Pan y Rosas para esta primera actividad del proyecto?

RA: Pan Y Rosas es la única agrupación de mujeres que yo empecé a conocer donde se trabaja la cuestión de género pero desde una perspectiva más integral, estructural y social. Donde se cuestiona al sistema de conjunto y no como casos aislados.

CB: La invitación a Pan y Rosas es para recibir un aporte de esta agrupación, que tiene experiencia, un trayecto en la cuestión de género y organización de mujeres, y conocer su visión. Tenemos la idea de poder volcarlo en el aula, son futuros docentes [quienes estudian ahí, NdR] y es interesante intentar generar más inquietudes en nuestros alumnos.

También se abordará la cuestión de violencia de género y capitalismo ¿pueden contarnos un poco?

RA: Sí, justamente este sistema es el que nos tiene atados a lo normativo según el sexo, priva la libertad individual de poder decidir sobre uno, sobre nuestro cuerpo, sobre nuestro ser. Esto ya es un comienzo de violencia, ni hablar de la violencia hacia las mujeres.

¿Cómo tienen pensado continuar?

CB: Esto es un inicio, es empezar a hablar; no alcanza pero también es necesario comenzar, hay cuestiones muy instaladas que debemos empezar a cuestionar.

RA: Nosotros queremos enfocar el proyecto a partir de la niñez, que es donde se comienzan a reproducir automáticamente estos estereotipos. Somos conscientes de que esto no se trasformará de raíz solo a través de la educación porque hay muchos factores que lo impiden, partiendo del sistema en el que vivimos, pero el docente tiene un rol muy importante en la sociedad y somos conscientes también de eso. Por eso nos parece muy importante empezar a problematizar estos temas con los futuros docentes que estamos formando en el Instituto. Este es el inicio, seguramente tendremos más charlas y otras actividades, hay que ver cómo se dinamiza el Instituto, es algo nuevo, podemos trabajar por los cursos, tal vez genere inquietudes de otros docentes y haya más propuestas.

CB: Es un proyecto que tenemos como docentes del Instituto, pero lo bueno que a esta charla puede asistir todo aquel que lo desee. Aprovecho este medio para difundirlo y de paso hacer la invitación a todas y todos quienes quieran participar ya que va a ser abierta a la comunidad, no es solo para los estudiantes; es una interesante propuesta, teniendo en cuenta que hace muy poco se realizó la segunda movilización del Ni Una Menos y está próximo a comenzar el XXXI Encuentro Nacional de Mujeres.

Fuente: http://www.laizquierdadiario.com/Genero-infancia-y-educacion-un-debate-necesario

Imagen: http://www.laizquierdadiario.com/local/cache-vignettes/L653xH359/arton49896-2b57f.jpg?1471397553

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Entrevista: «Una experiencia de Educación Popular en la universidad»

Entrevista/23 de agosto de 2016/Fuente: debatebuenaeducacion

Los comentarios son de Alfredo Manuel Ghiso Cotos, educador popular, docente, investigador universitario y miembro del Laboratorio Universitario de Estudios Sociales

Foto: libresdelsurlaplata.blogspot.pe

Desde hace tres décadas he venido planteando la formación en investigación social de estudiantes de pre y postgrado desde la opción ética, política y pedagógica de la educación popular. La voz de los y las estudiantes, participantes en la experiencia formativa, permitirá describirla y descubrir los componentes fundantes.

Una charla en Facebook, mayo del 2015:

22 de mayo a las 20:38· –Sí niña, sí… la palabra no se regala… la palabra se conquista… Investigación social I… ¿te acordás?
22 de mayo a las 20:42· –Me acuerdo perfectamente… Fue mi propia conquista… Y gracias a esos encuentros hoy puedo expresarme y saber que mi palabra tiene un gran valor… Igual que la de cada persona a mi alrededor… Ahí el valor de la escucha…
22 de mayo a las 20:46· Me alegra y emociona saber eso…
22 de mayo a las 20:48· Gracias profe… A veces necesitamos quien nos recuerde que más allá de ser y estar para el mundo y un sistema de producción… Hay un encuentro con el otro que nos «hace» y nos construye como sujetos políticos y sociales… Un encuentro de diálogo, de reconocernos y reconocer al otro…Y a partir de allí posibilitar nuevos conocimientos y experiencias en torno a la realidad que vivimos… Gracias por posibilitarlo… Y seguiré compartiendo con otros esa misma experiencia.

La educación popular como opción pedagógica se podría caracterizar desde la voz de las y los estudiantes universitarios:

  • “Un espacio en el que uno se cuestiona su proceso de formación, su manera de relacionarse con los otros, de construir conocimiento frente a la realidad que vivimos y los problemas sociales que nos aquejan…”.
  • Me parece curioso que en la mayoría de cursos «comparto» con compañeros, a los cuales ni siquiera me les sé el nombre y, en cursos como estos, es que nos preguntamos por el otro y construimos en conjunto…”.
  • “En cada encuentro construía peldaños académicos y de vínculos, donde nunca se sintió competencia, al contrario eran escenarios de construcción con el otro, de apoyo mutuo, de escucha…”.
  • “Es el momento mismo de encontrarse con las diferentes miradas de quienes nos rodean, de los sentires, de las experiencias, de los relatos”.
  • “Una experiencia, donde se le dio el sentido real a todo y donde partimos de mirarnos a nosotros mismos, para luego mirarnos con los demás y en relación a la diversidad que nos caracteriza…”.
  • “Una forma de aprendizaje con el Profe, con los compañeros de curso”.
  • “Donde la palabra y el valor de la misma permitía un tejido de cada uno y cada una….” “Este curso, ha sido de vital importancia para mi vida profesional y personal, más porque he comprendido la importancia que tiene cada momento de la vida, en interacción con el otro…”.
  • “Lo que más me ha gustado ha sido que la clase se tome en forma de círculo, de manera que todos nos miremos y nos reconozcamos. Me gusta porque rompe el esquema de sentarse, mirar y escuchar al profesor dando una cátedra que pocas veces te da la oportunidad de cuestionar. Aquí tenemos la oportunidad de conocernos a nosotros mismos y a los demás, de reflexionarnos y enfrentarnos a una realidad.
  • “Más que un curso, es un espacio de aprendizajes, que permite el intercambio y la retroalimentación de saberes, a partir del encuentro con las y los otros. Ningún conocimiento es verdad absoluta, simplemente se pone en discusión lo que cada uno y cada una ha aprendido a lo largo de su formación, aportando al grupo diferentes percepciones sobre la realidad social. Valoro mucho el hecho de que personas pertenecientes a diferentes programas de la facultad puedan reunirse en un mismo espacio, ojalá pudiera extenderse a toda la universidad porque es necesario rescatar el sentido de lo humano en la formación profesional”.
  • “La verdad, es que tenía muchas expectativas del curso, que me hacían sentir atemorizada, sin embargo se han ido dando las cosas y creo que contigo no es tan terrible como decían. He aprendido mucho y los temas que trabajamos en clase han sintonizado con mi experiencia de vida, en el ejercicio de algunas actividades que realizo en el orden de lo social. Siento que realmente he aprendido mucho y que he podido entablar relaciones con lo que vivo cotidianamente”1.

El dispositivo pedagógico creado desde la opción de la educación popular, para la formación de estudiantes universitarios en el área de la investigación y de la pedagogía social se caracterizó por constituirse como un acontecimiento humano que los participantes denominaron “encuentro” y el encontrarse fue una experiencia de la que pueden dar cuenta, porque no solo se encuentran con otros diversos, diferentes, sino que también lo hacen con el conocimiento y consigo mismos.

El encuentro es la mediación pedagógica, allí se reconquista, recupera o se conquista la palabra: palabra/pensamiento, palabra/participación/democracia, palabra/confianza/solidaridad, palabra/libertad/autonomía/apropiación. El encuentro es condición de circularidad del poder, el saber, la palabra –círculo como otra espacialidad–, que rompe con la unidireccionalidad propia del autoritarismo. El encuentro es, también “conversación” – dar vueltas en torno a un tema con otros–.

Es en el encuentro donde circula la palabra, donde surge la cotidianidad, el contexto, la realidad en la que vivimos que pone en duda las verdades absolutas, que problematiza y cuestiona los argumentos reguladores del pensamiento, los dogmatismos naturalizados por los medios de comunicación. El encuentro, la palabra recuperada permite nombrar e interrogar las prácticas y discursos, con los que operamos y comprendemos la realidad. La pregunta mueve al diálogo que recupera, deconstruye, contrasta, acuerda aquello que operará como planteamiento, argumento o hipótesis de investigación.

El diálogo visto desde el autoritarismo como pérdida de tiempo, como proceso educativo poco eficiente, es la clave de la apropiación del conocimiento solidario–emancipador. En el diálogo se afinan comprensiones, se precisan términos, se cuestionan seguridades, se ajustan planteamientos. En el diálogo se configura la experiencia de la construcción colectiva del conocimiento.

Los contenidos en un curso universitario son pasajeros, transitorios, reciclables, lo que distingue una práctica de educación popular en la universidad de otra que no lo es: se visualiza y reconoce en el dispositivo pedagógico que busca emancipar al sujeto en el encuentro con los otros, con la realidad, con el conocimiento y consigo mismo. En el dispositivo formativo construido desde la opción de la educación popular operan mediaciones que se entrelazan: la palabra, el diálogo, la circularidad, la pregunta que problematiza y la construcción colectiva de descripciones, explicaciones, comprensiones y de estrategias de acción.

Un educador popular en la universidad

Desde la experiencia reflexionada como docente en educación superior, en las áreas de la pedagogía y la investigación social, pensamos que un educador popular en la universidad latinoamericana hoy requiere tener opciones ético/políticas, compromiso, rigor metodológico, amorosidad, creatividad y la convicción de que el cambio es posible para formar profesionales de las ciencias sociales y humanas, como sujetos pertinentes de estudio, discurso y acción.

También hace falta conocer y tener un vínculo crítico y desnaturalizador con la vida cotidiana que permita además de describir y explicar, desarrollar acciones transformadoras, soportadas en capacidades de compromiso, imaginación y coraje, que unidos a la construcción de un conocimiento y de una ciencia solidaria, socialmente legítima, holística y crítica, sea capaz de sortear las amenazas contra la vida y el buen vivir de las personas. La docencia universitaria, desde la educación popular, es docencia para la vida digna, por ello se propone dinamizar múltiples y diversas conversaciones, además de abrirse a diferentes espacios y momentos que faciliten el superar aquellos obstáculos, frustraciones y tristezas que nos afectan a todos. En estos espacios y momentos la palabra que teje el encuentro entre personas aporta a la sanación y liberación, de opresiones y las desesperanzas con las que el sistema sociopolítico y económico hegemónico, hoy pretende someternos.

Necesitamos coraje e imaginación para convertirnos en seres humanos, profesionales pertinentes de estudio y acción, constructores y defensores de un modelo de sociedad justa que nos dignifique. Constructores y defensores de una propuesta económico/político/ambiental que nos reconcilie con el territorio, con las víctimas de la guerra, con los excluidos en la historia y con la naturaleza. La educación popular en la universidad ha venido respondiendo, en este caso, a la formación de investigadores e investigadoras sociales críticas que con otros, esperamos, sean capaces de abrir espacios para intervenir solidariamente, en la definición del futuro.

______________________
* Este texto forma parte de un artículo titulado: FORMAR SUJETOS PERTINENTES DE ACCION Y DE ESTUDIO
La educación popular en la formación de profesionales. Revista Piragua N. 41 CEAAL.

Alfredo Manuel Ghiso Cotos es Educador popular argentino, residente en Colombia, Docente, investigador Universitario emérito, Miembro del Laboratorio Universitario de Estudios Sociales. Docente de los seminarios de Pedagogía Social Contemporánea y Perspectiva pedagógica de lo psicosocial, Investigación social cualitativa (Escuela de Postgrados de la Fundación Universitaria Luís Amigó). Docente a cargo del seminario de Autor e IAP, en varios postgrados. Docente emérito en los cursos de Investigación social y Pedagogía social, Universidad de Antioquia, Medellín. Fue coordinador latinoamericano de la red de alfabetización del CEAAL. Colaborador emérito del Programa de Sistematización CEAAL y autor de artículos, capítulos y compilador de libros. Correo electrónico: amghiso@gmail.com

1 -Algunos testimonios fueron presentados en el artículo “La fugaz verdad de la experiencia” en: Polis, Revista de la Universidad Bolivariana, Volumen 9, Nº 25, 2010, pp. 137–163.

Fuente: http://www.debatebuenaeducacion.org/index.php/entrevistas/48-entrevista-una-experiencia-de-educacion-popular-en-la-universidad

Imagen: www.debatebuenaeducacion.org/images/art-ghiso.jpg

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Joan Martínez Alier : Es incongruente sacar carbón y hablar de que estamos contra el cambio climático

Europa/ España/ Agosto del 2016/ Reseñas/www.diagonalperiodico.net

Por: Pablo Elorduy

La presentación de  Joan Martínez Alier, catedrático de Economía e Historia Económica de la Universidad Autónoma de Barcelona. En esta entrevista habla sobre el proyecto de Atlas de Justicia Ambiental, sobre cambio climático, energía y las posibilidades de un colapso civilizatorio.

El Atlas de Justicia Ambiental arrancó en 2010-2011 y fue presentado en mayo de este año. Su coordinador es Joan Martínez Alier (Barcelona, 1939) catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona. «Nunca nadie había tenido esta idea un poco loca de hacer un archivo general de conflictos ambientales a nivel mundial. No sabemos cuantas decenas de miles de conflictos hay», comenta Martínez Alier durante una visita a Madrid.

Colaborador de revistas imprescindibles para conocer el pasado y el presente como Cuadernos del Ruedo Ibérico o Archipiélago, Martínez Alier dirige la revista Ecologia Política, un concepto que él ha trabajado desde el punto de vista académico y desde la divulgación. En ese empeño, entiende el Atlas de Justicia Ambiental: «Creo que es atractivo pensar que vamos a tener un archivo de unos 3.000 casos. 3.000 fichas con una descripción de cada conflicto y luego unas variables codificadas con las que podamos hacer estadísticas».

¿Cuáles son las primeras conclusiones que han sacado del proyecto?

Una conclusión es que más o menos en el 12% de casos hay ecologistas o gente que protesta que acaba muerta, aunque no sean ecologistas militantes, quizá no saben ni que son ecologistas, pero están protestando contra una hidroeléctrica o por minería, o por residuos, etc. y en esa protesta les matan. Claro, esto se distribuye en el mundo no uniformemente si no que hay lugares en los que matan más que otros. En Brasil, en Filipinas, en Honduras, en Perú, etc. Estas son conclusiones cuantitativas. Otra es que, en las fichas que tenemos, casi el 20% de casos son de éxito en la justicia ambiental. Visto al revés quiere decir que hay como 50% de fracasos declarados y otros 30% que la ficha pone que no se está seguro de si es un éxito o un fracaso. Encuentro que es muy positivo que se dé este 20% de casos de éxito, poder estudiarlo y ver qué alternativas salen de esto.

En los países del Norte, ¿qué hay más? ¿éxitos o fracasos?

Hay que ver la estadística. Creo que depende del tipo de conflicto. Por ejemplo, en turismo, en biomasa, es más fácil parar los proyectos y cuando es minería, cuando es petróleo, es más difícil pararlos. Desde el punto de vista académico estamos haciendo estudios de ecología política cuantitativa, que no se han hecho muchos.

¿Qué es la ecología política?

Es estudiar los conflictos ambientales. Esto tiene mucho futuro y mucho pasado. Futuro, porque cuando crece la economía mundial quiere decir que aumenta lo que llamamos el metabolismo social, económico. Esto quiere decir, el uso de energía y de materiales. Cada vez hay más extracción de energía fósil, incluso de energía eólica en algún sitio, y también de metales o de biomasa, y como hay más, hay más conflictos ¿Y dónde están estos conflictos sobre todo? Están en lo que llamamos las fronteras de la extracción, que pueden ser hoy en día la Amazonía de Perú o de Ecuador, por el petróleo. También pueden ser fronteras internas, como es el caso del fracking, en Burgos, Álava, o en varios puntos de Europa. Hay lugares de Europa donde precisamente hay estos conflictos del fracking del gas, y los han prohibido: en Francia, en Bulgaria.

Un caso de éxito en esas fronteras de la extracción sería el parón de las prospecciones en Canarias.

Sí, es un caso de éxito, al final Repsol no va a poder hacerlo. O por ejemplo, con el fracking está la cuestión de que en Catalunya y en Cantabria se ha frenado y con ella la cuestión en torno a quién tiene la competencia. Un conflicto ambiental se expresa siempre con muchos lenguajes distintos, puede ser que el territorio es sagrado o si hay derechos indígenas, o si es un valor ambiental ecológico grande. En este caso, el del fracking es un caso de nacionalismo catalán. Hasta Convèrgencia dice contra el fracking “porque en Madrid quieren ponerlo”. Esto pasa en todas partes, que los conflictos se expresan con distintos lenguajes según el contexto.

¿Es la energía una clave olvidada del ciclo económico en el que estamos?

Creo que fue olvidada durante mucho tiempo. Yo estudié economía hace muchos años, economía agrícola también, y nadie nos explicó que al fin y al cabo la agricultura era un sistema de conversión de energía. Es obvio, la fotosíntesis, qué calorías se van a producir y quién se las va a comer. Se puede ver la agricultura como un sistema energético. Puedes ver toda la economía mundial como un sistema energético de conversión de carbón, petróleo, movimiento, etc. Esto es lo que los economistas, incluso hoy en día, no explican. Ni los neoclásicos ni los marxistas durante mucho tiempo, enseñaron a ver la economía desde el punto de vista de la física. Esto es como para especialistas, para ecólogos o ecologistas, pero claro, hoy en día casi es imposible no darte cuenta de que la economía industrial depende del flujo de energía. Hay gente que lo olvida todavía. En la política también, hay que ver los programas electorales.

¿Ese olvido en la política es intencionado?

No tengo la costumbre de ver los debates en TV, pero imagino que la palabra ecología no salió en los debates electorales.

Apenas se explica qué se hará con la dependencia energética.

O qué harían con las nucleares. Podemos podía haber atacado con esto. No sé, quizá lo hizo. No se toma el tema en serio.

Es una cuestión incómoda, defender el crecimiento y a la vez cuestionarse este uso de la energía.

Hace un año hubo un manifiesto que escribió Jorge Riechmann y que se llamaba Última llamada. Yo lo firmé, también lo firmaron Ada Colau, Pablo Iglesias, etc. Yo hasta escribí un artículo en La Jornada diciendo que los políticos que están llegando ahora son ecologistas. Total, lo firmaron y deben estar de acuerdo de forma privada, pero no hablan nunca de esto.

Quizá por no tocar temas espinosos como que por ejemplo en nuestro consumo diario tendríamos que reducir el consumo energético.

El tema del decrecimiento está vedado políticamente.

Por lo menos, su punto máximo fue hace quizá cuatro o cinco años.

Creo que intelectualmente no es así, que está aumentando. Aumenta porque no hay crecimiento apenas, ni en Japón, ni en Europa… y luego cuando hay crecimiento ves que no es un crecimiento desmaterializado, si no que cada vez se está usando más materiales y energía y se están produciendo más gases de efecto invernadero y esto es lo que discutimos desde la economía ecológica y cada vez es más conocido. Pero todavía no entra en la política electoral.

Esto se puede sortear desde una apelación a la tecnología, la idea de que encontraremos una tecnología que nos haga menos dependiente de los combustibles fósiles

Esto se llama la modernización ecológica, la ecoeficiencia, si uno cree en esto.

¿Usted no cree en ello?

No es que yo no crea, mucha gente no puede creer en esto racionalmente. No se está produciendo. Cuanto más aumenta la eficiencia, hay algo que se llama el efecto rebote, es decir, sale más barato utilizar energías materiales y se usa todavía más. Lo que sí ha habido han sido propuestas prácticas en Europa y fuera de Europa de dejar el petróleo o el carbón en tierra. Por ejemplo, ahora en Alemania hay un movimiento bastante fuerte contra las minas de lignito, bien distinto de aquí donde todavía en el Parlamento se ha aprobado algo a favor del carbón y hasta Podemos votó a favor –excepto En Comú Podem–.

En Alemania ha habido movimientos en la calle para dejar el lignito en tierra, porque es incongruente sacar carbón y hablar de que estamos contra el cambio climático. En Diagonal también ha salido bastante acerca de la propuesta de Ecuador de dejar el petróleo del Yasuní en tierra. Creo que esto tiene futuro, no sé si todavía en Ecuador. El problema es el petróleo bajo de precio, pero en general el único futuro posible es no quemar carbón, petróleo y gas a la velocidad actual. Porque si lo quemamos con el ritmo actual, si ahora estamos a 400 partes por millón de CO2 en la atmósfera, nos vamos directamente a 500 ppm o a 600 ppm. Esto lo sabe todo el mundo. Se puede discutir si habrá secuestro de carbono o cosas similares, pero el hecho es que esto no funciona y por tanto hay que disminuir la quema de combustibles fósiles.

¿Estuvo usted en París durante la cumbre del clima?

Estuve un par de días. En París hubo muy mala suerte de que los atentados quitaron toda la fuerza que podía haber tenido la gente en la calle. Creo que una propuesta de justicia climática hubiera sacado mucha gente a la calle, pero había un ambiente triste tras los atentados en cuanto al movimiento popular. Lo otro que hubo en París fue un acuerdo, que excluye el tema de la deuda ecológica expresamente, la obligación de compensar por daños. Estados Unidos y la UE impusieron una línea, que para mí es la más triste y la más importante de todo el acuerdo, que dice ‘reconocemos que hay distinta responsabilidad entre los países industriales’, esto ya estaba desde el 92 en la cumbre de Río de Janeiro.

Es un reconocimiento lírico, porque expresamente dicen “no tenemos obligación de compensar en dinero por la subida del nivel del mar o por algunos daños”, lo que se llama lost and damage, pérdidas y daños. No hay obligación de compensar eso (no liability). Hay un embajador de EE UU, Todd Stern que ha estado desde el año 2009 hasta hoy en esto, siempre diciendo lo mismo: “no admitimos obligación de pagar”. En 2009, en Copenhague y después en Cancún, Pablo Solón, el embajador de Bolivia, fue casi el único que se atrevió a decir “si tú vas a una tienda hay letreros que dicen si lo rompes, lo pagas… en cambio están cambiando el clima y dicen que no tienen que pagar”, pero al final a Pablo Solón lo quitaron y ahora en estas cumbres mundiales todo el mundo firmó esta cláusula. A los países del sur, entre sobornos y amenazas les han quitado el derecho a reclamar la deuda ecológica.

¿Qué escenarios quedan tras la cumbre de París?

Los optimistas dirían por lo menos se ha discutido y ha habido un acuerdo, pero ya lo hubo en Río de Janeiro en el 92. Creo que este acuerdo no pone obligaciones, son deseos expresados por cada país de lo que van a reducir.

Hay una idea que está rondando a comienzos de este siglo XXI que es la del ‘colapso’. ¿Dónde se sitúa usted respecto a esa noción?

Para dar un aspecto positivo, creo que el crecimiento de la población mundial está frenándose rápidamente. En parte por la miseria que hay en muchos sitios, pero también por decisión general. Las mujeres del mundo han decidido tener menos hijos, incluso en países islámicos como Irán, muy claramente. Por tanto, la población mundial creo que no va a subir mucho más de 9.000 millones. En el siglo XX aumentó cuatro veces y en el siglo XXI va a aumentar un 30% y ahí se va a quedar. Eso es por el lado positivo, porque imagínate que se fuera a multiplicar por cuatro en el siglo XXI. Es un tema que muchas veces la izquierda más marxista no trata. Los anarquistas si lo han tratado desde el 1900, Ferrer i Guardia, por ejemplo ya estaban por el control voluntario de la población con un feminismo neomalthusiano.

El otro tema es que, a pesar de que la población mundial no crezca mucho, no veo perspectivas a un crecimiento económico general, a algo como una socialdemocracia mundial, que llevara a un crecimiento general. La India crece, China ya ha crecido mucho, la pobreza está disminuyendo en muchos sitios, pero no creo que de esta manera se consiga un mundo ecológicamente plausible y que no hubiera pobreza. No creo que esto pueda ocurrir. Lo que vemos son unas diferencias tan enormes entre ricos y pobres que generan esta catástrofe, este cementerio en el Mediterráneo, que no se ve que vaya a disminuir, y que ya se ve desde hace treinta años.

Con un número importante de refugiados que podemos achacar al cambio climático.

Algunos seguramente al clima o a guerras que tienen que ver con sequías, etc. Pero creo que en parte esto sucede por la enorme diferencia de ingresos. Para irte de México o de Guatemala o El Salvador a Estados Unidos arriesgando la vida no hace falta ser un refugiado climático. Lo que hace falta es ver que puedes salir de la pobreza si tienes muchísima suerte y pasas y, si no, estás condenado a una vida sin muchas perspectivas. Es por eso que hay tanta gente joven entre los refugiados. Son gente que en otra época hubieran emigrado, más o menos legalmente, pero que lo tienen prohibido en esta época.

Garret Hardin escribió un artículo llamado “La ética del bote salvavidas” [1974] –ese ‘ética’ habría que ponerlo entre comillas– donde dice que los países ricos tendremos que prohibir la inmigración. Dice que si estuviéramos en un bote salvavidas lleno, en el que alguien quiere entrar, no le dejaríamos  subir y le golpearíamos los dedos para que se ahogue. Esto, que no es así, porque el norte podría admitir a muchísima gente, lo llamó ética, pero es una ética en todo caso egoísta. Esto es lo que vemos ahora con Donald Trump, no sé si Trump ha leído este artículo pero dice lo mismo ‘no queremos que vengan’. En Europa no lo decimos pero lo hacemos. Es una tragedia enorme. Hay una cosa psicológica ante algo tan patético, que uno trata de no pensar en ello. Esto abona esa idea del colapso. Para empezar, un colapso moral.

Pero no es que no haya energía suficiente, sí hay energía suficiente en el mundo para vivir razonablemente bien. Porque el sol sale cada día y de esto hemos vivido siempre. El otro día hablaba con un físico sobre cuánto va a durar el sol y me dijo que estamos a la mitad… nos faltan otros 4.000 millones de años hasta que el sol se empiece a extinguir. Por tanto, podríamos vivir muchísimo tiempo.

Pero, ¿al ritmo al que estamos acostumbrados? Hace unos años el sindicato CGT trajo a España a John Zerzan, uno de los teóricos del colapso. Dudaba de que la mayoría de las poblaciones pudiesen sobrevivir al colapso más de tres días.

Esto creo que se puede discutir. Con energía solar puedes producir la alimentación, siempre se ha hecho, aunque ahora se haga con mucha energía suplementaria. En vez de la fotosíntesis que se puede producir cada día, ahora vivimos de fotonsíntesis embotellada: hace millones de años se produjo el carbón, el petróleo y el gas. Lo descorchamos y lo liquidamos en cien años de juerga industrialista. Ahora se puede, primero, mejorar el uso de energía solar, como han mejorado los molinos de viento. Se puede reducir, ir a un cierto decrecimiento –a un nivel de los años 50 o 60 en Europa– de la energía que gastamos, en aquella época era la tercera parte de la que consumimos ahora. No es que hayamos mejorado el nivel de vida tres veces, es que hay un despilfarro muy grande. Seguramente hay muchas cosas que se pueden reducir. Si ese fuera el objetivo se podría conseguir, sin arrinconar a otras especies, dejando tierra para otras especies, con 7.000 u 8.000 millones de personas. Se podría vivir bien y además satisfechos de haber pasado este momento que va a ser tan angustioso de cambio climático. Cambio climático va a haber, aunque ahora frenáramos y volviéramos a 350 ppm ya nos hemos pasado. Pero se podría evitar el colapso. Luchemos contra esa idea del todo va a acabar mal y propongamos cosas nuevas.

Fuente:

https://www.diagonalperiodico.net/global/31118-es-incongruente-sacar-carbon-y-hablar-estamos-contra-cambio-climatico.html

Fuente imagen : https://encrypted-tbn0.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcTYWB2850s3dqBvonSBu7sKh-tZ5jU05GntyNdMUBjo0RO8nU0e

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“Una revolución cristiana, socialista y solidaria”

Entrevista con el doctor Gustavo Porras, dirigente sandinista

Por: Sergio Ferrari

Médico de formación, el doctor Gustavo Porras es el coordinador del Frente Nacional de los Trabajadores (FNT), principal fuerza sindical del país. Además es diputado en la Asamblea Nacional en representación del sandinismo y asesor de la presidencia de Nicaragua. La Brigada “30 años, homenaje y solidaridad” lo encontró en Managua en la última semana de julio.

¿Cómo define la actual etapa política en Nicaragua con el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en el Gobierno desde enero del 2007?

Gustavo Porras (GP): Transitamos lo que nosotros definimos como la 2da etapa de la revolución sandinista. La primera, fue desde el triunfo popular del 19 de julio de 1979 hasta la derrota electoral de 1990. Luego, enfrentamos tres periodos seguidos de gobiernos neoliberales, con el sandinismo resistiendo en la oposición. En enero del 2007 llegamos de nuevo el Gobierno luego de haber ganado las elecciones generales en noviembre del 2006. Para nosotros el gobierno es el instrumento clave para implementar los cambios sociales a favor de los sectores populares. Un útil muy importante para implementar nuestra estrategia

¿Cuál es hoy esa estrategia del FSLN?

GP: El objetivo esencial es la lucha contra la pobreza, sacar al país de la pobreza. Y asegurar la paz que es una reivindicación esencial del pueblo. Sabemos que no se puede hacer de la noche a la mañana. Que exige un proceso largo dada la situación con la que nos encontramos luego del ciclo neoliberal anterior. Y estamos convencidos que esa lucha no la podemos hacer únicamente los sandinistas. Por eso apostamos con convicción a un modelo político que se basa en el diálogo, la búsqueda de consensos y la construcción de alianzas. Con la visión de una revolución cristiana, socialista y solidaria. En estos casi 9 años buscamos mecanismos para mejorar la distribución del ingreso sobre la base de lo que producimos nacionalmente. Buscamos capitalizar las familias tanto en el campo como en la ciudad. Y promovemos el protagonismo de la gente. No podemos repetir actitudes paternalistas que en tanto Gobierno asumimos en los ochenta en la primera fase de la revolución. No tenemos los medios para “beneficiar” de arriba abajo, y por lo tanto promovemos la participación activa de cada uno. Hoy no hablamos de beneficiarios sino de protagonistas.

¿Y los principales programas de gobierno sandinista para luchar contra la pobreza?

GP: El programa Hambre Cero, ahora reactualizado y con rectificaciones. Se trata de un bono productivo, elaborado tal como un documento bancario oficial, que permite a las mujeres jefas de familia que lo reciben cambiarlo por gallinas, cerdos o vacas, para lanzarse a la producción. También el programa Usura Cero, que consiste en créditos blancos destinados a las mujeres jefas de familia, para que puedan iniciar pequeños emprendimientos, negocios etc. Estos planes han beneficiado, con excelentes resultados, a centenas de miles de familias. Otros programas esenciales buscan asegurar el techo de las viviendas familiares (Plan Techo); se promueven la educación y salud gratuitas; el mejoramiento de las infraestructura viales, caminos y rutas; construcción de más de un centenar de Casas Maternas en todo el país para sostener a las mujeres embarazadas antes y durante el proceso de parto. Son solo apenas algunos ejemplos. Un conjunto de programas e iniciativas sociales que ratifican el compromiso del sandinismo con los sectores más marginados y empobrecidos de nuestro pueblo.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=214936

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