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Entrevista a Didier Queloz: “En 50 años podríamos confirmar que la vida en el universo está por todas partes”

Entrevista/16 enero 2020/Autor: Nuño Domínguez/elpais.com

El Nobel de Física dirige las operaciones científicas de un telescopio espacial que va a observar cientos de planetas extrasolares en nuestro vecindario cósmico

En 2012 la humanidad captó por primera vez luz reflejada por un planeta terrestre fuera del sistema solar. Se llamaba 55 Cancri e y estaba a unos 40 años luz. Una sonda robótica tardaría unos 180.000 años en llegar hasta allí. 55 Cancri está tan cerca de su sol que un año dura apenas 18 horas. La radiación es tan intensa que la roca está completamente fundida y forma un descomunal océano de lava a 1.700 grados. Las observaciones indican que este mundo es una supertierra con varias veces la masa de nuestro planeta, pero menor que mundos gaseosos como Neptuno. Lo más interesante es que, a juzgar por la lista de 4.100 exoplanetas descubiertos hasta la fecha, estas supertierras son mucho más comunes que planetas como el nuestro. Los raros somos nosotros.

55 Cancri e va a ser uno de los primeros planetas cuyo radio va a ser medido con un detalle sin precedentes por el telescopio espacial europeo Cheops, que acaba de ponerse en órbita. Esta medición podrá aclarar por primera vez si se trata de un planeta verdaderamente rocoso o si por el contrario es gaseoso. Así lo cuenta Didier Queloz (Ginebra, 1966), astrofísico, director científico de la misión europea y ganador del Nobel de Física 2019 junto a su mentor Michel Mayor por descubrir el primer exoplaneta orbitando una estrella como el Sol, en 1995. Se trataba de un gigante gaseoso parecido a Júpiter pero con altísimas temperaturas debido a la cercanía de su estrella. Al principio también parecía una rareza casi imposible de creer, pero ahora sabemos que estos mundos son abundantísimos en las proximidades del sistema solar.

Poster promocional de la NASA sobre un hipotético viaje a los océanos de lava del exoplaneta 55 Cancri e.
Poster promocional de la NASA sobre un hipotético viaje a los océanos de lava del exoplaneta 55 Cancri e. NASA

Todos estos descubrimientos, dice Queloz, son esenciales para comenzar a entender nuestro verdadero lugar dentro del universo y saber qué es necesario para que surja vida en los exoplanetas. Unas horas antes del despegue exitoso del cohete Soyuz que puso en órbita el telescopio Cheops, Queloz explica el largo camino de exploración astronómica que queda por delante antes de encontrar mundos habitados. Eso, advierte, contando con que nuestra civilización no se destruya a sí misma antes.

Pregunta. ¿Qué ha supuesto el descubrimiento de más de 4.000 planetas extrasolares en apenas un cuarto de siglo?

Respuesta. Es una revolución en nuestra visión del universo. Es la continuación de la revolución copernicana que nos hizo ver que la Tierra no es el centro del sistema solar. El descubrimiento de los exoplanetas nos ayuda ahora a saber que el nuestro es uno entre muchos otros sistemas solares. La diversidad de exoplanetas es fascinante porque nadie la esperaba. Por razones evidentes conocemos muy bien nuestro sistema solar y teníamos un modelo para explicar su origen y formación que funcionaba muy bien. Pero ahora vemos que no puede explicar muchos de los planetas que estamos descubriendo. Somos solo un sistema entre muchos y ahora debemos entenderlos todos.

P. ¿Qué tipo de preguntas va a responder Cheops?

R. Por ejemplo ahora hablamos de supertierras y minineptunos, dos tipos de exoplanetas, pero realmente no sabemos qué son, ni de qué están hechos. Cheops es la primera misión que va a abordar esta pregunta y aumentar nuestra comprensión de la verdadera naturaleza de estos mundos. Primero medirá su tamaño, lo que a su vez nos puede decir algo sobre su estructura, especialmente si también conocemos su masa, lo que nos diría si estamos ante un mundo rocoso como la Tierra.

P. ¿Cuál sería el siguiente paso?

R. Si la luz de la estrella se refleja en esos planetas, la cantidad que reflejen nos contará cómo es su superficie, si es gas o roca y si esas rocas son oscuras o claras. Esto es un gran paso adelante que nos prepara para el siguiente. Gracias a dos instrumentos que comenzarán a funcionar en los próximos años, el telescopio espacial James Webb y el Telescopio Extremadamente Grande en Chile, vamos a poder estudiar el espectro lumínico de las atmósferas de planetas cuando estos transitan delante de su estrella. Todo esto nos va a aclarar la historia de todos los sistemas solares conocidos.

P. ¿Cuándo cree que se descubrirá vida en un exoplaneta?

R. Es algo muy difícil. Antes de aclararlo debemos responder otras dos preguntas. No está claro que la vida más allá del sistema solar sea como la que conocemos. Somos el producto de una química concreta y esa química llevó a formas de vida como las que conocemos, pero es posible que haya otros tipos de química que lleve a otras formas vivas. No hablo de nada exótico, sino con las mismas bases, agua, carbono. Hay que ser muy cauto, no creo que aprendamos nada buscando vida como la que conocemos o incluso intentar escuchar señales de civilizaciones extraterrestres. Si realmente queremos aprender debemos empezar de cero, entender cuáles son los elementos fundamentales de la vida.

P. ¿Cómo aborda usted ese objetivo?

R. Hay que abordar los planetas como un todo, entender su naturaleza, su química, sus precipitaciones. Todo esto nos vale para elaborar una teoría del origen de la vida que podría aplicarse tanto para la Tierra como para otras estrellas y sus planetas. Estamos muy lejos aún. El estudio de exoplanetas no es un nuevo campo, es una nueva ciencia. Es astrofísica, pero también química, biología y otras disciplinas. Tenemos que empezar a formar una nueva generación de buscadores de exoplanetas que combinen conocimientos de astrofísica y química, por ejemplo. Tal vez en 50 años, en 100 años, tengamos los medios técnicos y el conocimiento para confirmar que la vida en el universo está por todas partes.

P. ¿Es escéptico ante los proyectos como SETI que buscan señales de civilizaciones extraterrestres?

R. No lo soy. Pero no creo que nos diga nada sobre el origen de la vida. Lo que nos dice es si existe la posibilidad de que las sociedades avanzadas sobrevivan a sí mismas sin destruirse. Es algo muy interesante. ¿Cuánto tiempo pasa desde que una civilización desarrolla armas nucleares hasta que empieza a usarlas sin provocar su destrucción total? Nosotros hemos pasado 50 años. ¿Podremos seguir 500 años?

P. ¿Cuándo cree que podremos alcanzar algún exoplaneta?

R. No podremos llegar a ninguno de estos planetas en los próximos 1.000 años. La tecnología para hacerlo simplemente no existe. Además, los humanos no estamos diseñados biológicamente para ese viaje. Tal vez podamos mandar una sonda robótica en algún momento, pero las distancias son tan enormes, habría que alcanzar una velocidad tan alta, que hoy por hoy no se puede romper esta barrera.

P. Además de buscar planetas similares a la Tierra, Cheops permitirá observar en detalle mundos muy distintos, como 55 Cancri e.

R. Conocemos muchos sistemas solares como el de esta estrella, que tiene cinco planetas. Los llamamos sistemas de supertierras compactos. Se llaman así porque los planetas están extremadamente cerca de su estrella y es muy frecuente encontrar varios planetas juntos. En el caso de 55 Cancri, el planeta es un poco más grande que la Tierra. Pensamos que es rocoso. Aún no estamos seguros de si carece de atmósfera, pero sí hay bastantes indicios de que ya la ha perdido y el planeta está cubierto por un océano de lava. El calor de su sol ha derretido las rocas de este planeta. Es un mundo infernal, extremo, pero pensamos que este tipo de planetas es muy abundante. Más de la mitad de todas las estrellas pueden tener planetas como este y lo más interesante es que ni siquiera entendemos cómo pueden formarse estos mundos, cómo evolucionan. Por eso este será uno de los objetivos principales de Cheops.

P. Un día después de ganar el Nobel Michel Mayor dijo a este diario que no hace falta Dios para explicar el universo. ¿Usted qué opina?

R. Pienso que eso no es ciencia. La ciencia se basa en hechos y en función de ellos se forman teorías racionales que pueden ser demostradas. Dios no tiene encaje en esto, es algo que existe solo dentro de ti. Tienes que creer en él. La ciencia no necesita que creas en ella. Dios es un concepto psicológico. Personalmente no necesito un Dios para explicar el universo.

P. ¿Cuándo tendremos los primeros resultados de Cheops?

R. Si todo sale bien, en un par de meses empezaremos con el programa de observaciones. Ya tenemos un par de objetivos claros. Uno de ellos es un mundo que gira tan rápido que se está deformando, achatándose. Espero que para el verano tengamos los primeros resultados científicos.

P. ¿Cómo de cerca y cómo de lejos podrá ver este telescopio?

R. Vamos a mirar estrellas que están cerquísima, a unos 10 años luz, y podremos llegar hasta más o menos 200 años luz. Estas son nuestras regiones más próximas. Recuerda que el telescopio espacial Kepler miraba planetas que están a unos 2.000 años luz. Aquí estamos explorando nuestro vecindario más próximo.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2019/12/23/ciencia/1577126293_657927.html

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Entrevista a Alberto Enciso: “Invertir en ciencia produce riqueza”

Entrevista/16 Enero 2020/Autora: Lucía Ramos Aísa/Elpais.com

El investigador Alberto Enciso acaba de recibir una Consolidator Grant del Consejo Europeo de Investigación, lo que supone una subvención de 1.800.000 euros

El investigador Alberto Enciso (Guadalajara, 39 años), físico y matemático de formación, se dedica a explicar con matemáticas cómo funciona el mundo: desde cómo rompe una ola hasta por qué suena un tambor. Su trabajo ha sido reconocido con una Consolidator Grant del Consejo Europeo de Investigación, lo que supone una subvención de 1.800.000 euros. “No me interesa el agua o el tambor en sí, sino sacar ideas de los comportamientos explosivos en fenómenos naturales”, explica. Los folios y la pizarra de su despacho, en el Instituto de Ciencias Matemáticas (ICMAT-CSIC),, están llenos de letras, números y fórmulas incomprensibles. Para él, son ideas que pueden ayudar a predecir un tsunami o la formación de un agujero negro, o en realidad casi todos los avances modernos de la tecnología.

Se centra en el comportamiento de los fluidos, ¿por qué le interesa este campo?

¿A usted le gusta Juego de Tronos?

No, pero puede ponerlo de ejemplo.

Hay varios episodios donde una ola enorme se come a un barco. Los actores no se ahogan de verdad, el sindicato no lo permitiría. Esas olas son simulaciones que se hacen gracias a las ecuaciones diferenciales a las que yo me dedico, la herramienta matemática con la que modelamos cómo se comportan los fenómenos naturales en Física. Si nos gusta ver esto en el cine, o nos gustan los aviones y los coches, nos gusta la mecánica de fluidos. A mí lo que me gusta de verdad es entender qué demonios están haciendo las cosas, y aún hay muchas cosas que no entendemos.

¿Cuáles?

Por ejemplo, no sabemos por qué suceden las turbulencias. Cuando pasas por una zona inestable climáticamente notas turbulencias en el asiento del avión, pero hoy en día solo lo entendemos a medias. Es un comportamiento complicado de un fluido. Hemos resuelto por ejemplo, mi amigo Dani Peralta y yo, qué estructuras hay detrás de las turbulencias, pero aún no sabemos por qué pasa.

¿Qué aplicación práctica tiene saber cómo funciona una ola?

A mí me interesa entender por qué aparecen comportamientos explosivos en muchos fenómenos naturales, como una ola o las turbulencias porque cuando lo entiendes puedes predecirlo, es decir, podemos saber con qué frecuencia aparece un problema.

¿Qué problemas?

Un tsunami, por ejemplo. O si la evolución de una galaxia va a dar lugar a un agujero negro o no.

¿Qué supone este premio?

En España tenemos muy pocos fondos para investigar. Un empuje de casi dos millones de euros para un proyecto que está dando resultados, permite mantener un equipo de gente muy buena que merece una oportunidad, y que gracias a este premio puede tener un salario digno por un trabajo espectacular.

¿Por qué no se prioriza la inversión en investigación?

Yo tengo esperanza en que el nuevo Gobierno vaya a ser capaz de ver que un país que no invierte en investigación es subdesarrollado o lo será. En cualquier país que funciona bien, la investigación es un motor económico. Aunque la ciencia que hagas sea básica, está demostrado que a medio plazo obtienes beneficio, tanto por la gente que formas como por las técnicas que se desarrollan. Tenemos la idea de que si somos ricos, podemos invertir en ciencia, pero no es así: invertir en ciencia produce riqueza.

¿Tenemos una educación científica adecuada?

A la educación científica que recibimos le falta conocimiento procesado que forme una cultura científica y una capacidad de entender cómo funciona el mundo y el papel de la ciencia en él. Tras muchos años estudiando, pensamos en matemáticas y solo nos imaginamos una pizarra negra donde se soluciona si X vale tres o siete. Que no seamos capaces de ver que está debajo de todos los avances de nuestra vida, nos limita muchísimo como sociedad.

¿En Madrid se fomenta la investigación?

Hay comunidades como Cataluña o el País Vasco que tienen programas de excelencia como Icrea, que emplean fondos para captar investigadores de primer nivel y funcionan de maravilla. Me gustaría que aquí hubiera un programa ambicioso, porque sí que da rédito económico. Se está formando una generación de científicos en España, en especial en Madrid, de primer nivel. Tenemos que aprovecharlo, tanto por la ciencia como por el país.

Fuente e imagen: https://elpais.com/ccaa/2020/01/13/madrid/1578931508_703572.html

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Entrevista a Mayra Santos-Febres: “Escribir es mi vida misma”

Entrevista/16 Enero 2020/Autor: Wilkins Román Samot/Rebelión.org

Mayra Santos-Febres (Puerto Rico, 1966-) es escritora, docente-investigadora y madre a tiempo completo, adscrita a la Universidad de Puerto Rico. Oriunda de Carolina, Puerto Rico, es egresada del Bachillerato en Artes con concentración en Estudios Hispánicos de la Universidad de Puerto Rico (B.A.). Santos-Febres obtuvo su grado de maestría en la Universidad de Cornell, donde además completó su doctorado (M.A.-Ph.D., 1991). Desde hace una década, afronta, gesta y dirige el Festival de la Palabra de/ en Puerto Rico y sus diásporas. Decir Mayra Santos-Febres es también decir Caribe. O, al decir de Juan Pablo Rivera sobre parte de la amplia obra de Mayra Santos-Febres:

“En su método hay una sospecha crítica similar a la gula caníbal que Oswald de Andrade defendía: engullir sin vergüenza ni freno los restos del pensamiento Occidental, devolviendo un producto nuevo, aquellos ‘contradictorios y complejos saberes’ que la autora declara ‘nunca se unificaron en nuestra sociedad.’ Santos Febres devuelve al caníbal al Caribe, a un origen más o menos propio, asegurándonos, insistentemente, que el Caribe es otra cosa, esencialmente inapalabrable. No le interesa tanto la manida cuestión de la identidad caribeña como la puesta en escena de algunos de sus avatares. Isabel la Negra, los travestís que cantan boleros, los santeros y el inmigrante haitiano aparecen siempre con historias propias, con las dimensiones que raras veces encontramos en la obra de escritores anteriores a ella. En Cualquier miércoles soy tuya (2002), por ejemplo, la historia del fracaso del café y la caña en Puerto Rico está condensada en la biografía ficticia de Tadeo, el inmigrante haitiano, sin que jamás llegue a ser él caracterizado como representante ni de su país ni de su raza.

La piel (el sexo, la raza) y el papel (el dinero, la escritura, el analfabetismo) en el Caribe, desde el Caribe, son temas que la autora trata más extensamente en su novela histórica, Nuestra Señora de la noche. Esta novela, como los ensayos de Santos Febres, aboga también porque una incierta particularidad caribeña sea tomada en cuenta. Su novela se inserta, así, en una corriente crítica y novelística que intenta identificar lo esencialmente caribeño, evocando siempre imágenes de la hibridez y lo movible, del ajiaco (Ortiz), de las islas que se repiten (Benítez Rojo), del resto o exceso (Carpentier y Lezama Lima).” (Rivera 2007)

Mayra, recientemente obtuvo una residencia familiar en Bellagio, Italia, como becaria de la Fundación Rockefeller. Santos-Febres ha respondido a mis preguntas, y todas sus respuestas son para compartirles con vosotros.

– Wilkins Román Samot (WRS, en adelante) – Eres una docente que investiga y escribe desde su experiencia, la vuestra y la de su entorno caribeño, bien como mujer afro-caribeña, bien como docente afro-caribeña nacida en Puerto Rico. Hace varios meses logró integrar a vuestros hijos a su quehacer creativo-literario en Bellagio, Italia, en calidad de becaria de la Fundación Rockefeller. Ya sus hijos han colaborado con vos en vuestra obra literaria previa. ¿De qué trató o tratas en esas obras o cuentos en las que vuestro trabajo creativo se nutre de la obra creativa de su poder y ancla? ¿Cómo surgió la oportunidad de trabajarles? 

– Mayra Santos-Febres (MSF, en adelante) – Intento trabajar de manera orgánica, vivir de manera orgánica, integrada, criar de la misma forma. No respeto la división entre la esfera pública y la privada. Mis hijos son parte de quien soy y yo soy madre y escritora. Intentar vivir de otra manera supondría que me creo las reglas del juego capitalista occidental, de que las mujeres, porque son madres, deben ocupar y habitar un espacio “doméstico”, “privado” aislado del mundo. Y si, decido escribir- es decir “trabajar” y ser una mujer “independiente” (¿de quién, de qué?), debo vivir una especie de esquizofrenia en que mis hijos y mi vida familiar ni nutre ni se nutre de mi vida profesional.

Soy del Caribe y vengo de un laaaaargo linaje de mujeres que trabajan y crían, de familias cuya norma es que seamos nosotras las jefas y proveedoras de nuestros hogares. Para mi viajar con mis hijos, escribir junto a ellos, hablarles de mis obras y que ellos opinen es normal. Lo otro es lo “anormal”, el excluirlos de mi vida misma. Ellos son mi vida misma. Escribir es mi vida misma. Bailar, salir a fiestas, viajar, enamorarme, leer, observar la realidad, ir a demostraciones políticas son mi vida misma. Imposible separar todos los aspectos de mi vida.

Con mis hijos he escrito 3 libros- Ernesto, el domador de sueñosAidara en el país de las nubesLucián, Corazón Valiente (sin publicar). Sobre nuestras vivencias, acabo de concluir la escritura de “Hasta que llegue la luz”, novela de no-ficción acerca de cómo sobrevivimos el Huracán María.

– WRS – Pienso en vuestro trabajo creativo, y pienso en la importancia de lo caribeño dentro de Puerto Rico, bien en sus relaciones económicas de trabajo, de producción, de explotación laboral, de explotación sexual, pero también en la importancia de visibilizar, de hacer visible la contribución y presencia de la mujer, de lo queer-caribeño, de la mujer negra, del hombre negro a nuestra economía por medio de la literatura. ¿Qué relación tiene su trabajo creativo previo y vuestro trabajo docente-investigativo entonces y hoy?

– MSF – Soy una escritora que trabaja como profesora. Muchos escritores viven de lo que yo vivo, por temporadas o de manera asidua, como yo. Cristina Rivera Garza, de México es escritora y profesora. Rosa Beltrán también, Cristina Peri Rossi, Tess Gallagher, Flor Abate de Argentina, Guillermo Martínez, también. Hemos sido muchos.

Yo no sé cómo otros escritores combinan la docencia con la escritura creativa, pero a mí me divierte mucho. He creado un programa de escritura creativa, de hecho, para la Universidad de Puerto Rico. Allí doy los cursos de ficción, microficción, autoficción, poesía, edición, políticas culturales. Me gusta mucho más que dar cursos de literatura eurocéntrica.

La Universidad, además, me da la flexibilidad de viajar a presentar libros, dictar conferencias y talleres por el mundo. Además, investigo con estudiantes sobre diversos temas de raza, racialización, caribeñidad, nuevas formas de la escritura creativa. Pagan bien y no tengo que trabajar los veranos. Es fantástico.

– WRS – ¿Cómo lo hilvana con su experiencia de mujer caribeña y su memoria personal o no de lo caribeño dentro de Puerto Rico y el Caribe?

– MSF – La docencia, o como yo la asumo, me permite investigar. El 99% de mi narrativa está basada en investigación. También el 99% de mis olvidos están basados en la invisibilización de los saberes afrodescendientes, caribeño, de género y puertorriqueños. La colonización es el ejercicio continuo de olvidar. Hay que olvidar quien eres para que quieras convertirte en el “Otro”. El “otro” blanco, varón, europeo o estadounidense, el otro rico, primermundista, el otro que no eres tú.

La academia me da tiempo y espacio para desaprender la colonización, no porque ella misma no esté colonizada, sino porque me expone a diálogos en donde su propia colonización es discuidá’. Es una buena palestra desde donde ver el mundo.

– WRS – Hace algún tiempo, se puso a escribir un cuento que le mereció un premio que no tiene cualquiera. Hago referencia a su cuento “Oso Blanco”, premio Juan Rulfo 1996. Si comparas vuestro crecimiento y madurez como persona, docente, investigadora y escritora entre la época que se gradúa de la Universidad de Cornell (1991) con su época actual de docente-investigadora y escritora en Puerto Rico, ¿qué diferencias observas en vuestro trabajo creativo? ¿Cómo ha madurado su obra? ¿Cómo has madurado?

– MSF – Buena pregunta la de la madurez literaria. El problema es contestarla desde donde estoy.

Recientemente me gané una residencia en Bellagio de la Rockefeller Foundation. También, en el 2009, una beca John S. Simmon Gugenheim. Y fui finalista del Premio Rómulo Gallegos y del Premio Primavera.

Ha habido otros premios desde el 2006. Cada uno de ellos marca un hito de madurez en mi obra.

Creo que escribo mejor. Más concentrada y enfocadamente. Más conocedora de mi oficio y del lenguaje y, por el tiempo dedicado, más conocedora de la historia y de las contradicciones filosóficas que se dan dentro de la intersecionalidad que me obsede- raza, género, Caribe, Modernidad y el retorno de las políticas de la Supremacía Blanca, tanto en América del Norte como la del Sur.

Soy una mujer que aún se encuentra a mitad de carrera. Tengo mucho qué recorrer todavía. Pero no me canso de aprender ni de asumir nuevos retos estéticos y éticos, intelectuales y creativos. Así que, te diría que si he madurado, pero que a esta negra le falta mucho qué aprender y cuajar todavía. Aún me siento que estoy empezando.

– WRS – Eres especialista y docente en Estudios Hispánicos. Mayra, ¿cómo visualizas vuestro trabajo creativo con el de su núcleo generacional de investigadores y escritores con los que comparte o ha compartido en Puerto Rico, Estados Unidos y América Latina?

– MSF – No soy especialista en Estudios Hispánicos. Soy especialista en Estudios de Raza y Literatura y Pensamiento Afrodispórico. Mi título dice Estudios Hispánicos porque NO EXISTE un título que nombre de manera adecuada lo que estudié. Así que mi lucha con mi departamento es el de combatir la invisibilizacón de otros saberes y filologías por seguir llamándolas “hispánicas” cuando algunas cambian el paradigma, lo amplían o simplemente, no lo son. Es una relación tensa, pero fructífera.

Tengo algunos colegas que entienden el dilema, tengo otros que se dedican a estudios de racialización y género y que lo aplican a sus disciplinas, algunas parecidas, otras muy diversas a la mía. Con esos guardo estrecha relación de retroalimentación y apoyo. Tengo otros que invalidan o desvalorizan lo que hago. Esos no me preocupan. Los dejo en su viaje. Yo hago lo mío tanto en ensayos como en trabajos literarios. Creo en lo que estoy haciendo. Me apasiona. De ello me nutro.

– WRS – Ha estado al frente del Festival de la Palabra en los pasados años. Han sido años de bajas y bajas en la economía, pero también de retos y logros para nuestra literatura y sus creadores o forjadores de país. ¿Cómo concibes la recepción a vuestro trabajo creativo dentro de Puerto Rico y fuera, y la de sus pares?

– MSF – Mi trabajo es bien recibido dentro y fuera de Puerto Rico. Organizar un festival literario por 10 años da una visión de conjunto y del sistema literario que existe y opera en Puerto Rico, en el Caribe y en muchos lugares del mundo. La creación de nuevos lectores y el apoyo a diversidad lectoras y literarias es un trabajo imprescindible y fundamental para crear sociedades abiertas e inclusivas. Al menos así yo lo percibo. Yo formo parte de esa gesta desde la página y desde la acción.

– WRS – Sé que vos es de Carolina, Puerto Rico. ¿Se considera una escritora puertorriqueña o no? O, más bien, una escritora, sea esta puertorriqueña o no. ¿Por qué? José Luis González se sentía ser un universitario mexicano. ¿Cómo se siente vos?

– MSF – Soy una escritora afrodescendiente puertorriqueña madre soltera, de clase trabajadora. La raza abre puertas de identidad más allá de la definición nacional. El género también. No es necesario pensar que lo de “boricua” me cierra otras puertas de definición de identidad. Tengo la inmensa suerte de ser más que una escritora puertorriqueña.

– WRS – ¿Cómo integra vuestra identidad étnica y de género y su ideología política con o en vuestro trabajo creativo y su formación en Estudios Hispánicos?

– MSF – No sé cómo contestar esta pregunta. Mi formación es en español, inglés, francés y en todas las lenguas que puedo leer y entender (portugués, italiano, un poquito de yuriba también). Mi tradición es en lengua española; la cual se queda corta para nombrar todos los saberes que me componen y que debo manejar. Estudié estudios Afroamericanos en Cornell University y bachillerato en la UPR, Puerto Rico. Conozco al dedillo las tradiciones latinoamericanas, que se dan en muchas lenguas, en español, que es la lengua colonial y de supremacía, pero también en quecha, tzotzil, tzoque, aymara, creoles de diversa índole. Creo que llamar mi formación “hispánica” es reducirla. Eso es parte del problema.

Hay que desaprender, más que aprender lo que es la llamada tradición “hispánica”.

Como ideológicamente soy comunitaria e inclusiva, mi formación crece y va orgánicamente ligada a mis pensamientos politicos decolonizadores, antipatriarcales y anti supremacía blanca eurocéntrica.

– WRS – ¿Cómo se integra vuestro trabajo creativo a su experiencia de vida como estudiante antes y después de su paso por la Universidad de Puerto Rico?

– MSF – Fui estudiante hace muuuuuuucho tiempo. No podría decirte ahora cómo se integró de manera precisa. Sólo sé que me hizo querer convertirme en escritora.

– WRS – ¿Cómo integras esas experiencias de vida en su propio quehacer de docente-investigadora en Puerto Rico hoy?

– MSF – Mi bibliografía habla por mí. He publicado 28 libros que consistentemente trabajan los temas que me apasionan- raza, pluralidades en identidad de género, Caribe, diásporas, modernidad. En poesía, cuento, ensayo, performance, novela, teatro, guión de cine. Y me falta todavía. Veremos a ver con qué salgo en el futuro.

– WRS – ¿Qué diferencia observas, al transcurrir del tiempo, con la recepción del público a vuestro trabajo creativo y a la temática caribeño-literaria del mismo? ¿Cómo ha variado?

– MSF – Creo que, lo que antes hacía en solitario, o, por lo menos, desde la percepción de lo solitario, ahora está más a tono con los temas que se discuten a nivel mundial. Los movimientos de Me too y de despenalización del aborto, la declaración del 2017-2027 como Decenio de la Afrodescendencia por la ONU, la presidencia de Trump y Bolsonaro y el retorno de las políticas de extradición de inmigrantes, el genocidio abierto de indígenas en América Latina y la destrucción del planeta hacen que los temas que a mi me preocupan se vuelvan más visibles y pertinentes en los discursos artísticos, sociales y políticos de hoy en día.

– WRS – ¿Qué otros proyectos creativos tienes pendientes?

– MSF – Terminé una novela acerca del Huracán María – “Antes de que llegue la luz”. Estoy esperando oferta de publicación. También he comenzado a escribir otra novela “La otra Julia”, basada en la vida de Julia de Burgos. Espero terminar su redacción para principios del 2020. Tengo un libro de cuentos para niños- Lucián, Corazón Valiente que quiero publicar. Hay varias cosas. Cruzo los dedos para verlas ya hechas libro.

Referencia:

Juan Pablo Rivera, “Lenguas madrinas: Nuestra Señora de la noche y el bilingüismo de Sirena Selena”, en Ciberletras, Número 16 (enero 2007), Lehman College, New York. ISSN: 1523-1720

Wilkins Román Samot, Doctor de la Universidad de Salamanca, donde realizó estudios avanzados en Antropología Social y Derecho Constitucional.

Fuente e imagen tomadas de: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=264413

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María Elena Naddeo: “Con la ESI, aprenden a preservar su intimidad»

Por: pagina12.

“Es muy importante la Educación Sexual Integral (ESI), desde los primeros años de la escuela, para que las niñas y niños tomen conocimiento de su cuerpo, de cómo preservar su intimidad, porque de esa manera se contribuye a la tarea de prevenir abusos en la infancia”. En diálogo con Página|12, María Elena Naddeo, responsable del Programa de Atención de Niñez, Adolescencia y Género de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad e integrante de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), se refirió a la importancia de la educación sexual en niñas y niños, como quedó demostrado en los datos aportados por Ministerio Público Tutelar. Desde la Defensoría, Naddeo participa en encuentros con docentes, alumnos y alumnas de las escuelas porteñas, directoras de esos establecimientos y familiares de chicas y chicos, que participan en talleres, en charlas y en debates sobre el tema.

“La escuela es un lugar importante para tomar conocimiento de casos de abuso en la infancia y la adolescencia, pero para poder detectar el problema y para poder intervenir, es necesario que los chicos y chicas tomen conocimiento pleno de su cuerpo, de su intimidad, de la sexualidad, para que puedan darse cuenta de que están siendo víctimas de un abuso”. Para que la escuela pueda servir de contención a esos niños y niñas “es necesario también que los docentes reciban capacitación en forma permanente para que sepan cómo intervenir, como actuar ante una situación”. Insistió en que de la misma manera “los alumnos y alumnas tienen que saber cuáles son los límites que deben poner para preservar sus cuerpos, su intimidad, porque los niños deben recibir la información necesaria para que puedan tomar conciencia de lo que es correcto y de lo que no lo es”.

Naddeo explicó que en los talleres que se realizan surgen consultas y también se toma conocimiento de “abusos que se produjeron porque las niñas y niños recién allí se dan cuenta de lo que estaba pasando con ellos”. En el caso de adolescentes “salen a la luz casos de abuso, embarazo adolescente, de relaciones sexuales no consentidas que no fueron denunciadas por vergüenza, por temor o porque se creyó que se trataba de algo natural”.

En noviembre del año pasado, en una jornada organizada por la Defensoría de la Ciudad, María Elena Naddeo brindó una clase sobre violencia de género en el marco de la jornada sobre Educación Sexual Integral (ESI). Del encuentro participaron las escuelas 1, 5, y 15 del distrito escolar 5 de Barracas.

Fuente de la entrevista: https://www.pagina12.com.ar/240770-maria-elena-naddeo-con-la-esi-aprenden-a-preservar-su-intimi

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María Kindelán: “La nutrición es una asignatura pendiente del sistema educativo”

La calidad de los comedores escolares es una cuestión que cada vez preocupa más a los padres. Asimismo, es importante cultivar entre los estudiantes una serie de hábitos alimenticios sanos y saludables desde pequeños; una cuestión en la que familia y escuela deben ir de la mano. Incluso, por qué no, introducir en el sistema educativo una asignatura de nutrición. Es lo que defiende María Kindelán, especialista en nutrición energética, en esta entrevista.

Pregunta: ¿Se come y se cocina bien en los comedores de los colegios españoles?

Respuesta: Desde que la oferta gastronómica de nuestros comedores escolares se revisa por parte de las administraciones sanitarias y educativas, así como por profesionales de la dietética y nutrición (Ley de Seguridad Alimentaria de 2011, a raíz de la Estrategia NAOS), los menús han mejorado de manera notable. No obstante, sigue habiendo diferencias entre los de unos colegios y otros: dependerá de los programas de salud internos con los que trabajan y si cuentan con cocina propia, externa o subcontratada. Todavía podemos encontrar en muchos casos una carencia de variedad, frescura y equilibrio, y sobretodo una falta de atractivo sensorial para los niños, incluyendo casos de intolerancias y alergias donde se repiten formatos similares.

nutrición es una asignatura pendiente

Como madre de dos niñas adolescentes que han estado en varios colegios de la Comunidad de Madrid, una de ellas celiaca, he comprobado cómo algunos menús se limitaban a cumplir con el supuesto aporte de calorías requeridas. Otros, en cambio, eran una muestra evidente de la involucración del personal de cocina en las campañas de salud del centro e innovación.

P: Aunque se informa a las familias del menú que comerán sus hijos, ¿cree que esta información es suficiente o debería ampliarse con más datos? 

R: Sin duda. Nos aportaría contenido de valor, confianza y transparencia conocer la procedencia de los alimentos empleados, aceites utilizados, congelados o tratamientos, sistemas de cocción…, así como recomendaciones para completar la dieta del día con sugerencias para desayunos y cenas.

P: ¿Opina que las cocinas de los centros escolares ocupan y tienen el lugar que merecen?

R: Hasta hace poco han estado en un segundo plano, como proveedor de servicios adicionales a la educación. Quiero pensar que estamos entrando en una nueva era de conciencia, en la que recuperamos poco a poco la importancia de una buena formación en salud y alimentación desde los centros docentes y las propias familias. Esto requiere darle relevancia a las cocinas (sean propias o externas), a la selección de los ingredientes y a la forma de cocinarlos para conserven el máximo de sus propiedades nutricionales y estimulen los sentidos de los niños y adolescentes.

“Inculcar hábitos saludables desde la infancia aporta un mayor conocimiento de la persona, seguridad, concentración y rendimiento en todas las actividades mentales y física”

P: ¿Cuáles son las principales diferencias entre alimentarse y nutrirse?

R: La alimentación es el conjunto de acciones voluntarias que proporcionan alimentos al organismo, pasando por el acto de selección, cocinado e ingesta. La nutrición, sin embargo, es un acto orgánico involuntario de obtención y utilización de los nutrientes que están presentes en los alimentos. Se transforman en energía a través de un conjunto de procesos físicos y químicos que conocemos como metabolismo.

P: En su opinión, ¿cree que dentro del currículo escolar debería incluirse una asignatura dedicada a la nutrición o similar para que los niños desde pequeños adquieran hábitos sanos y saludables en sus comidas?

R: Desde luego que sí, inculcar hábitos saludables desde la infancia aporta un mayor conocimiento de la persona, seguridad, concentración y rendimiento en todas las actividades mentales y físicas. Muchos desajustes de salud, ya comunes en la sociedad de hoy, como la obesidad, los catarros frecuentes, las alergias, los desajustes digestivos, las alteraciones del sistema nervioso, la ansiedad, el insomnio, la falta de concentración y motivación… están directamente relacionados con un estilo de vida poco saludable y una alimentación desequilibrada. Que los niños aprendan a relacionarse amablemente con la comida -y disfruten de ella con coherencia y entiendan cómo les afectan sus hábitos en su calidad de vida- me parece una asignatura pendiente en nuestro sistema educativo.

María Kindelán

P: ¿Qué recomendaciones sugiere para concienciar a los estudiantes acerca de su alimentación y que fomenten un consumo mayor de verduras y frutas?

R: Los estudiantes deben poder entender el efecto de los diferentes alimentos en sus diferentes estados del día para concienciarse (desde la experimentación o con ejemplos reales y cercanos) acerca del impacto que tiene su forma de comer en su calidad de vida. No se trata de corregir solamente una forma de comer impulsiva (potenciada principalmente por las ofertas de comidas rápidas que les rodean), si no de entender qué genera esos impulsos, las consecuencias que tienen, y cómo moderarlos con medidas sencillas y atractivas para ellos.

Al igual que saben que la cafeína les puede ‘espabilar’ momentáneamente o impedir dormir por la noche, deberían ser informados sobre el efecto que tienen los distintos grupos de alimentos, tanto a nivel biológico como energético. No suelen comer lo que realmente necesitan para activarse, relajarse, concentrarse o tener mayor resistencia en sus actividades deportivas, porque no se les enseña.

“No podemos ignorar la cantidad de impactos publicitarios y sensoriales sobre comida rápida que reciben a diario, pero sí educarles en la forma de manejarse con ello”

Tampoco se les involucra lo suficiente en el reconocimiento de la gran variedad de alimentos de los que disponemos y cómo cocinarlos de forma suculenta, sin tener que recurrir a potenciadores de sabor artificiales (es el caso de las salsas comerciales que enmascaran los sabores). No podemos ignorar la cantidad de impactos publicitarios y sensoriales sobre comida rápida que reciben a diario, pero sí educarles en la forma de manejarse con ello. La ventaja de hoy en día es la cantidad de recursos que pueden encontrar para comer razonablemente bien dentro y fuera de casa.

P: ¿Cuáles son las claves de una alimentación equilibrada?

R: Cuantos más alimentos vitales, frescos y no procesados abunden en la alimentación, la calidad nutricional y energética será mayor. La clave está en introducir cada semana una gran variedad de alimentos, en cantidades moderadas, que contengan todos los nutrientes esenciales para el buen funcionamiento del organismo (cereales completos, legumbres, pescados y carnes de calidad, huevos, buenos aceites, frutas y verduras de temporada, lácteos fermentados… ), evitando al máximo los procesados, refinados, y los excesos.

En mi opinión, al no haber dos organismos iguales, la clave empieza por entender y reconocer qué tipo de energía necesita cada uno para luego optimizar al máximo la digestión y absorción de nutrientes. Esto podemos lograrlo a través de la observación de uno mismo (alimentación consciente) y con la ayuda de un profesional que pueda orientar adecuadamente los hábitos.

P: Por último, un pequeño test. ¿Qué le sugieren las siguientes palabras?

R:

  • Alimentación: elección voluntaria de comida.
  • Nutrición: proceso orgánico de obtención de energía.
  • Cocina: fábrica de combustible, el alma de las casas…
  • Comedor escolar: espacio ruidoso y oferta gastronómica pendiente de mejorar en la mayoría de los casos, tanto a nivel nutricional como organoléptico.
  • Menú: conjunto de alimentos, sabores y texturas que componen una comida.

Fuente de la entrevista: https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/maria-kindelan-nutricion-la-asignatura-pendiente-del-sistema-educativo/119347.html

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Entrevista: Jaume M. Bonafé: «Un buen maestro es, fundamentalmente, una persona sabia»

Jaume M. Bonafé es maestro y profesor de la Universidad de Valencia. También toca en un grupo de música desde hace décadas. Acabo de publicar, junto a Jaume Carbonell, Otra educación con cine, literatura y canciones, un libro de 170 páginas en el que ambos desgranan sus ideas sobre cómo debería pensarse la educación, la escuela, la profesión docente, apoyándose en la cultura popular a través de películas, libros y temas musicales. Un ejercicio de acercamiento de la escuela a la cultura popular y viceversa.

Nos «encontramos» con Jaume M. Bonafé, a través de una de las multiples plataformas digitales, para mantener una conversación que, aunque dura menos de una hora, podría haberse alargado mucho más. El tiempo y el espacio en la prensa impiden que esto sea así. Hablamos, no solo del libro que acaba de publicar junto a Jaume Carbonell, con la editorial Octaedro. Un volumen en el que se leen entre líneas esas conversaciones que dieron luz al germen del libro. En una barra de bar, confiesa Bonafé. Se trata de un libro de dos buenos amigos en el que ambos han plasmado sus ideas sobre la educación, la escuela y el magisterio dando saltos a hombros de gigantes, esta vez, personificados en libros, películas y canciones de lo más variopinto. Desde Freinet hasta Pink Floyd pasando por Carmen Martín Gaite o Adolfo Aristarain.

Es interesante el ejercicio que hacéis en el libro de evitar la cita más pedagógica, más sesuda, por la cita cultural, de cine, literatura y música…

Hemos escrito mucho desde la pedagogía, con la pedagogía, desde la academia, con citas académicas… Vamos a pensar en la educación desde lo que nos sugiere el cine, la canción y la literatura. Vamos a construir el discurso educativo desde esa cita, desde esa secuencia cinematográfica o el fragmento de una novela o poema. Ese es el punto de partida. Ayudarnos a pensar la educación desde la cultura popular.

Tiene mucho que ver con el propio contenido, de la pedagogía de la que habláis…

Lo que entendemos es que en las canciones, en las novelas que leemos, en los poemas o películas que nos emocionan hay todo un trasfondo, un discurso cultural y también educativo, una experiencia cultural que nos educa. Que nos confiere identidad y que nos construye como seres humanos. Vamos a analizar eso. Teníamos una cosa clara: no vamos a continuar, recuperando del cine o la literatura, aquello que en la escuela se ha hecho mal, la escuela de la dictadura, cerrada, la escuela cuartel. Vamos ver lo que nos sugiere García Márquez o Lorca, o Bertolt Brecht para pensar en propositivo sobre una escuela que puede ayudar a construir un mundo mejor. Una escuela y una educación que se puede hacer mejor y que puede servir para pensar de otra manera el mundo que estamos viviendo. Yo creo que esa fue otra intención importante en el libro. Tratar de hablar en positivo y buscar las citas, aquellas referencias que nos ayuden a pensar que es posible otra educación, más emancipadora, integral, más pensada para el crecimiento del ser humano.

Me viene a la cabeza una escuela más horizontal en sus relaciones, entre la propia comunidad educativa y de esta hacia afuera. Hacéis una defensa del uso del afuera, de la ciudad o de la naturaleza, como herramienta de aprendizaje. También criticáis el uso del libro de texto y del currículo actual…

Ciertamente el debate, de nuevo, se queda reducido, encerrado en la discusión de expertos que creo que están reproduciendo lo que ya hemos visto en otras ocasiones. Y no veo por ahí la posibilidad de un avance real de cambio curricular. Yo creo que el currículo es un dispositivo que selecciona cultura y, también, un modo de entender el mundo y de entendernos a nosotros en él.

El debate tendría que ser cómo acudimos a las urgencias en estos momentos para ver cómo desde la escuela y el currículo construimos significados, herramientas, conocimientos, etc. que nos ayuden a entender que vivimos en un mundo que tenemos que aprender a cuidar, a cuidarnos a nosotros en él, a hacerlo menos machista, a profundizar en la raíz de la democracia, a cuestionar el capitalismo como único modo de vida… Por qué no entender ese dispositivo que selecciona cultura como una manera también de ayudar a pensar otro mundo. Eso significa explicar valores.

Es curioso que se cita a instituciones como la OCDE, pero hay un cierto temor a recurrir a los autores y a las corrientes que nos han ayudado a pensar que la educación y que el mundo puede ser de otra manera y que puede ser transformado. Esta idea de la transformación me parece que es fundamental también en este debate sobre el currículo. Qué queremos cambiar. Es una cuestión fundamental, el compromiso con otros valores…

Hay un par de ideas que me gustaría subrayar. La primera: la simplificación del lenguaje, de las propuestas, el no envolverse de parafernalia lingüística que lo que hace es distanciar el discurso de los maestros. Esto es fundamental: simplificar y recudir. La segunda cuestión, explicitar valores. Y qué es lo esencial, qué es lo urgente y lo importante. Y es relevante para el cambio curricular. Es curioso porque en los debates que he escuchado con las sesiones del Ministerio, este tipo de cuestiones no está presente. Por qué no hablar por ejemplo del laicismo, como un valor que debe impregnar toda la propuesta.

Si no traducimos el currículo en algún tipo de mecanismo que articule cómo se va a desarrollar en la práctica, que tiene que ver con una nueva formación del profesorado, queda el currículo desgajado, separado de lo que será la práctica real.

Tres cuestiones que deberían estar en relación y que siempre se tratan por separado: una, el marco curricular; dos, cómo se concreta en la escuela, relacionar el marco curricular con prácticas concretas, ¿vamos a seguir con las disciplinas separadas? Mal camino si seguimos por él, despreciando la experiencia cotidiana, y, tres, ¿con qué profesorado? Hay una idea de Stenhouse muy potente: el diseño del currículo es también una forma de desarrollar la profesionalidad de los docentes. Según el diseño de currículo que propongas facilitas un desarrollo o lo dificultas. El debate sobre el curriculo es un debate también sobre profesorado. Si estás de acuerdo con que el profesorado tienen que trabajar desde la cooperación, el trabajo en equipo y la horizontalidad, tienes que buscar un diseño curricular que ponga a funcionar la cooperación entre profesores. Esto lo puede facilitar el trabajar por ámbitos, por proyectos en vez de por separado por disciplinas.

Según está planteada la ley, parece que sí habrá cierto margen para esto último que comentas de trabajar por ámbitos y demás. ¿Tienes confianza en que sea así?

Siemre hay que esperar a los desarrollos para hacer una valoración u otra. Pero lo que está claro es que la autonomía de los centros, hay que facilitarla. La cuestión primordial es, si tienes una buena idea, ministra, facilita que se pueda poner en funcionamiento en la práctica real, busca las estrategias que hacen que esa buena idea se pueda traducir en prácticas reales. Porque muchas veces esas buenas ideas se quedan en principios generales y son otros, por ejemplo, las grandes multinacionales del libro de texto, quienes articulan la concreción. Y la articulan de una manera, a veces, contradictoria con la idea general. Cuáles son los desarrollos concretos que pueden hacer funcionar las grandes ideas, esta es la cuestión. Si no, las buenas ideas se quedan en declaraciones ministeriales o institucionales, de un experto. Pero hay otros dispositivos o mecanismos que concretarán esas ideas. El objetivo es saber quién va a tener en sus manos la posibilidad del desarrollo curricular en las aulas y en las escuelas. Este es el debate, en manos de quién dejamos la concreción del currículo.

Y eso ¿cómo se hace?

Por ejemplo, hemos defendido, desde el Foro de Sevilla o en el propio libro, la necesidad de que haya un instituto autónomo, independiente de la administración que facilite, que recupere las investigaciones y experiencias positivas, interesantes que se desarrollan en las escuelas sobre la investigación del currículo. Y, por otro, que facilite la investigación en el propio centro. Y así, que ayude a concretar el currículo. Esta sería una posibilidad.
El plano intermedio entre el marco curricular y la práctica concreta de una maestra. Es un lugar importante, estratégico. Es donde se concreta lo que se puede hacer y lo que no se puede. Lo que te dejan y lo que no te dejan hacer.

Sin la confianza en los docentes no hay cambio curricular ni cambio real en las escuelas

Si crees que un maestro es un aplicador técnico, mecánico de un currículo, el libro de texto ahí te funciona. Si lo que crees es que el maestro debe tomar en sus manos la reflexión, la investigación, el debate cooperativo con otros colegas sobre cómo mejorar el currículo, entonces necesitas otro tipo de mecanismos.

Ahora estamos en un tiempo en el que no parece que haya confianza en los docentes. Lo estamos viendo desde el 1-O en Cataluña y luego en otras comunidades a cuenta del pin parental, que también nombráis en el libro… Parece que la sociedad ha dejado de fiarse de los docentes…

Una cosa está clara, sin la confianza en los docentes no hay cambio real, no hay cambio curricular ni cambio real en las escuelas. Es verdad que los docentes necesitarán otra formación distinta a la que están recibiendo en estos momentos en las facultades. Una formación inicial obsesionada con el expertismo disciplinar no es la mejor formación para una buena maestra. A la formación inicial se le escapa la pregunta fundamental, la de raíz: qué significa ser un buen maestro, una buena maestra.

Cuáles son los buenos saberes con los que funcionan los maestros, los que hacen una buena pedagogía dentro del aula. Esta es una cuestión fundamental. Creo que un buen maestro es, fundamentalmente, una persona sabia, no un experto disciplinar. Es decir, una persona que pone en relación múltiples saberes y los pone al servicio del crecimiento del ser humano. Una persona que sabe conjugar múltiples formas de saber, pero que tiene claro que ese saber está al servicio del ser humano. Entender las matemáticas para hacer crecer a esta niña o este niño, no para someterlo a controles. Esa idea de la persona sabia frente al experto disciplinar a mí me parece que es fundamental en la formación inicial de profesores. Y me parece que esto está todavía por pensarse y trabajarse en la formación inicial.

Después hay otra cosa. A esta idea de la persona sabia, hay otra cuestión fundamental: cómo construyes el deseo. En el libro citamos una película hermosísima, Buda explotó por vergüenza, sobre una niña de seis años, en el Afganistán de los talibanes, que trata de resolver infinidad de dificultades porque quiere ir a la escuela. En esta niña ha crecido el deseo y cree que la escuela puede ser divertida. Esa potencia que mueve a un sujeto a querer estar en la escuela, esto lo tiene que provocar el maestro o la maestra. Esto tiene que saberse cultivar, no puede ser una lotería, no puedo decir qué suerte he tenido con el maestro de mi hija. Esto tiene que construirse como un saber de formación. Inicial y permanente. Para eso tienes que ser un maestro apasionado.

Y otra cosa fundamental de la formación inicial, cómo desarrollas un currículo de formación de magisterio vinculado al desarrollo social. Estamos hablando de una formación radicalmente comprometida con la sociedad y con un modelo de sociedad, de entender el mundo y al sujeto. ¿Cómo aprender a comprometerte con ese sujeto? ¿o te da igual, das tu asignatura y ya? Freinet lo decía muy bien, no podemos ser revolucionarios en el aula y conservadores en la calle. Pero tampoco podemos ser revolucionarios en la calle y conservadores en el aula.

Parece algo titánico en un colectivo tan grande y diverso.

Ciertamente lo es. Yo he vivido el momento de eclosión de los MRP, donde esto era algo fundamental. Estábamos en las escuelas de verano y en los MRP entendiendo que teníamos que ser unos buenos maestros, que teníamos que hacer la mejor didáctica en el aula y también porque queríamos en una sociedad democrática, igualitaria, impregnada de otros valores como la defensa del territorio, del medioambiente, etc. No sé si éramos una minoría, pero sí teníamos una autoridad moral, ética para que en el debate en el claustro pudiéramos tener fuerza…

Hace algún tiempo publicamos algún artículo sobre los silencios en los claustros. Esa conversación había desaparecido, no sé si por el miedo a la censura o para evitar problemas . ¿por qué crees que sucede esto?

Déjame que haga un poco de publicidad del libro y luego te respondo. Yo creo que en los claustros donde reina el silencio nuestro libro tendría que estar recetado como principio del combate, de la ruptura del silencio porque es una invitación al diálogo. Como cuando vamos al cine en compañía, al salir, comentamos la película, qué conceptos se han activado para pensar de otra manera… el libro es un diálogo con el cine, la literatura y la canción y, al mismo tiempo, desde las tres, un diálogo con nosotros y con los colegas. Tendría que ser un artefacto que ayudara al diálogo en los claustros. Frente al silencio, el debate sobre un poema de Celaya que nos dice que nos embarquemos en la aventura de una educación que nos compromete y que ayuda a que los niños crezcan en libertad, en autonomía y juicio crítico.

Estamos bombardeados por un conjunto de normas que burocratizan la práctica

Además de esto, creo que no es una tontería que ya son muchos años en los que se ha hegemonizado ese discurso, la cultura neoliberal de “yo a lo mío”, «a mí no me metas en líos». Es curioso porque aquello en lo que yo me socialicé como joven maestro de escuela, en la necesidad del encuentro, desde la cooperación y la horizontalidad era posible una formación de calidad, transformadora, esto directamente el neoliberalismo lo ha combatido y se ha hegemonizado otro modelo cultural y relacional. Y, además, las administraciones, en muchas ocasiones, han facilitado ciertos modelos de innovación han priorizado este esquema individualizador. El concepto de trabajo en equipo, cooperación, investigación en el centro, aquellos principios como la investigación acción, el apoyo mutuo, en estamos momentos, no han desaparecido, pero no forman parte del discurso dominante en la formación inicial ni permanente. Tendría que recuperarse.

También, cuando se incrementa la norma y se burocratiza hay menos tiempo para el desarrollo profesional basado en el diálogo de la cooperación y el trabajo en equipo. Estamos bombardeados por un conjunto de normas que burocratizan la práctica. Lo he visto en la universidad también donde todo el mundo tienen que planificar igual…

¿Cómo diferenciarías la innovación de la renovación pedagógica?

La renovación se basa en una tradición de cambio y compromiso donde la memoria de cuál ha sido el proceso para construir una alternativa pedagógica está presente en el momento en el que pensamos la transformación de la escuela. Recupera la memoria y trabaja con ella. Desde Freinet ya está cuestionado el libro de texto, le molestaba para el tipo de pedagogía que estaba haciendo. Y, además, esa memoria y el compromiso tienen un claro componente ético y social.

Y la innovación educativa muchas veces se corresponde con modas, con gurús que inventan no sé qué, con una parafernalia terminológica que no se corresponde con las preguntas reales de los maestros y maestras en las escuelas. Muy vinculada a la tecnología. Claro que hemos de formarnos tecnológicamente, claro que sí, pero la innovación tendría que ser otra cosa distinta a la moda, a la ignorancia de la memoria, a su desprecio. Cómo es posible que en los proyectos de innovación no se hable de Dewey, de Freire, Freinet, o del compromiso social en Ferrer i Guardia. No es que seamos nostálgicos de nada, es que son las raíces sobre las que crece un árbol, con fuerza.

Habláis en el libro de la relación con el afuera, con la ciudad y la naturaleza y en cierta medida, en la relación dialógica entre todas las personas que componen la escuela.

Claro, nos educamos no solo en el aula, también en los paseos por un centro comercial un viernes por la tarde, o cuando nos encontramos con los amigos, cuando vamos a ver un concierto… hay multiplicidad de experiencias de la vida cotidiana que forman parte de un proyecto educativo. El análisis de qué culturas y educación se producen fuera de la escuela es fundamental. Y la escuela tiene que ayudar a interpretar los discursos, los lenguajes de fuera que nos confieren identidad, significado, como seres humanos. Nos compromete qué está pasando fuera de la escuela. Discursos que muchas veces son contradictorios y ese conflicto tiene que ser resuelto en términos dialógicos. Con análisis e interpretación.

Quería preguntarte por cómo os habéis repartido el trabajo para las citas del libro. No sé si tú que tocas en un grupo de música han hecho más aportaciones en esa partes…

El libro está construido desde la amistad, lo hemos ido dialogando, compartiendo, pasándonos citas de todo tipo. De hecho no es un libro de despacho, nace en la barra de un bar donde soñamos con construir un discurso pedagógico. Hemos compartido mucho en el proceso de construcción del libro.

He estado más obsesionado con la cuestión de la canción popular, por un tema de biografía. La educación forma parte de la cultura popular y esta está impregnada de intereses económicos, sociales, culturales… es, por tanto, un escenario de poder. La pregunta es qué hay detrás de un concierto de AC/DC o de Rosalía o detrás de una canción de Krahe o de Sabina o Lluis Llac. Me ha preocupado siempre la canción como transmisión de un modelo cultural, a parte de que me ha interesado y he crecido con y desde la música, sobre todo, desde la canción popular.

Sobre la construcción del libro ha habido una composición equilibrada porque hemos compartido todo y sí que es verdad que, a lo mejor, en la parte musical he podido tener algo más de influencia que Jaume.

En la disciplinariedad, separada de la vida cotidiana, no cabe la cultura popular

Parece que no os hayáis olvidado de nada. Es un libro relativamente corto y está plagado de referencias de lo más variopinto.

La banda sonora del libro, que está colgada en YouTube y en Spotify, son 64 canciones. Y es importante porque el tratamiento de la literatura sobre la educación ya está hecha, de algún modo en otros autores, e otra manera, pero la canción no. nunca se había tratado. Analizar ese joven Bob Dylan que en 1963 canta aquello de que los tiempos están cambiando, nos anuncia la posibilidad de un movimiento joven que va a denunciar la guerra o la inmoralidad del mundo adulto, retratada en El graduado… hemos incorporado la música a ese análisis.

En esta relación que establecéis en el libro entre escuela y cultura popular, crees que la primera se toma el tiempo para mirar a la segunda, para usarla también como herramienta también. Pienso sobre todo en la música y en el cine sobre todo.

Creo que la escuela por definición ignora o incluso desprecia la cultura popular. A ver, es una forma de hablar. Seguro que hay escuelas que trabajan con ella, que recuperan la canción o el cine para hacer cosas. Pero en términos generales la cultura popular está despreciada porque la escuela cree que es la disciplinariedad académica la que formará al sujeto. En la disciplinariedad, separada de la vida cotidiana, no cabe la cultura popular.
Volvemos al principio. Cómo podrían funcionar mejor esas matemáticas, esa lengua o esa historia si no es vinculándose a la experiencia, a las historias que vivimos, alas canciones que nos cantan, las historias que nos emocionan? La única forma de hacer vivible en el mejor sentido, ese saber académico, experto, vincularlo la cultura popular, vinculándolo, acercándolo a la cultura popular, porque es nuestra experiencia cotidiana. Sin embargo, la escuela, en general, y desde el punto de vista del currículo, está alejada de la cultura popular. El libro muestra que es en esta donde encontramos referentes e ideas para pensar que la escuela puede ser de otra manera.
El libro comienza con una cita de García Márquez, con una definición sobre educación, una síntesis perfecta.
Hay una secuencia que tendría que ser de obligado visionado en todas las facultades, de Lugares comunes, donde Federico Luppi, docente de la universidad les dice a los alumnos en su último día: estamos aquí para enseñar a pensar, no para reproducir. Estamos para enseñar a pensar, es la función fundamental del educador. Es un mensaje de una potencia impresionante.

En todo esto, qué papel tiene la escuela pública, de la que habláis en el libro también.

Yo creo que es un principio fundamental de los MRP. La educación es un servicio público y como tal debe estar al acceso de todos los ciudadanos, de todos. No puede haber nada que impida esa posibilidad, porque es un derecho. Un derecho humano. Ha de ser necesariamente pública. Deberíamos que incorporarle algo más que el servicio; en tanto que público debería estar construido por el público, por el pueblo. Y eso significa un debate popular y serio donde nos cuestionemos como ciudadanía qué escuela y qué educación queremos para qué mundo. Esto constituiría la educación pública: el lugar, la esfera en la que podemos construir el proyecto de vida, de cultura y de mundo en el que queremos vivir. Y ahí no cabe la educación como negocio, privada, la transmisión ideológica. En estos momentos, por pura estrategia, tengamos que estar negociando, concertando ese servicio es otra cuestión. Habría que recordar que esa idea de concierto, nací´en un momento en el que había una necesidad porque no había posibilidad de un servicio público.

El concepto de la educación pública debería ser en el que todas y todos cabemos y que es de todos y de todas. Y que quienes menos tienen son quienes han de sentirse más reconocidos en ese espacio. Hay otros con otras posibilidades, pero quienes menos tienen deben sentirse más reconocidos en esa posibilidad…

Con las diferentes citas que hacéis a lo largo del libro, ¿qué buscáis?

Se trata de libros, de secuencias o de canciones que a nosotros nos tiran de la orejas, esa es la provocación que hemos querido plantear en el libro. Nos hemos querido dejar tirar de las orejas y desde esos textos planteamos la posibilidad de que esto pueda ser discutido, pensado por otras personas.

Es verdad que está casi todo, hay muchas citas pero una de las cosas que pueden resultar positivas es que cuando estás leyendo te puede recordar alguna otra referencia. El libro evoca el recuerdo desde la experiencia del lector a otras referencias que no están en el libro, creo que es positivo. Porque no es un libro cerrado y que podría construirse con otras referencias. Ahora, las que están, por nuestra parte, están muy pensadas, no tomadas al azar.

Se nota, además, el esfuerzo que habéis hecho de que las citas no sean demasiado eurocéntricas.

Ha sido un esfuerzo intencionado. Teníamos una especie de listado estadístico para ver cómo reflejábamos cosas como la diversidad territorial y cultural, la presencia de hombres y mujeres. Hemos intentado que el libro abriera el abanico, que se escapara del eurocentrismo o de la cultura patriarcal aunque somos víctimas y deudores de esas culturas y seguramente, desde otro lugar u otro esfuerzo apareciesen otras posibilidades. Pero lo hemos intentado de manera muy intencionada.

Fuente e imagen:  https://eldiariodelaeducacion.com/

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Xavier Bonal y Sheila González: “Es necesaria una clara política de lucha contra la desigualdad educativa y de acompañamiento a las familias”

Por: www.educaweb.com

Los investigadores de la UAB, Xavier Bonal y Sheila González, explican algunas conclusiones y propuestas de su estudio Desigualdades de aprendizaje en confinamiento, ganador de la 8ª Mención Enric Renau i Permanyer.

La 8ª Mención Enric Renau i Permanyer ha recaído en la investigación Desigualdades de aprendizaje en confinamiento, realizada por Xavier Bonal y Sheila González, miembros del equipo de investigación Globalisation, Education and Social Policies del departamento de Sociología de la Universitat Autònoma de Barcelona.

El estudio se basa en una encuesta dirigida a más de 35.000 familias y 59.000 estudiantes de entre 3 y 18 años de Catalunya durante las dos primeras semanas de confinamiento. La investigación describe la realidad socioeducativa de las familias; identifica las desigualdades existentes en el ámbito formal, no formal e informal; analiza el apoyo educativo facilitado por los padres y madres; mide el impacto del confinamiento en las actividades extraescolares, y realiza propuestas para avanzar hacia una igualdad educativa real.

El jurado de la Mención ha valorado la rapidez con la que se ha diseñado, realizado y analizado la investigación, el esfuerzo divulgativo a la hora de presentar los resultados y la inclusión de «conclusiones clave para la reflexión en la situación actual». En la siguiente entrevista, Bonal y González comparten las principales conclusiones de su estudio.

¿Cuáles han sido los principales efectos del COVID-19 sobre las desigualdades educativas?

Los resultados de nuestra investigación apuntan un efecto claro del COVID-19 sobre las desigualdades educativas. O bien porque ha intensificado aquellas desigualdades que ya sabíamos que existían antes de la llegada del virus, o bien porque están produciendo nuevas formas de expresión de esta desigualdad en el terreno educativo. Y esto lo observamos tanto en la educación formal como en la no formal o la informal.

La desaparición de la institución escolar durante el confinamiento, desde las guarderías a las universidades, ha puesto de manifiesto, por un lado, el sentido de su existencia -cuestionado a menudo por la irrupción de las plataformas digitales-; y, por otro, la multiplicidad de valores que van más allá de su función estrictamente educativa. Y es que los efectos educativos del confinamiento se han observado en el aprendizaje, pero también en la sociabilidad, socialización, la conciliación laboral-familiar y la salud mental, entre otros.

En cuanto a la educación obligatoria, el traslado del aprendizaje desde los centros educativos al ámbito privado ha dado mayor visibilidad y ha enfatizado una desigualdad que no es nueva, que existía ya antes de la llegada del virus, y que se manifiesta a través de diferentes lógicas, siendo la primera de ellas la brecha digital.

La conversión de las escuelas presenciales en escuelas a distancia nos permitió observar claramente la existencia de una brecha digital, pero también mostró las desiguales capacidades de los centros educativos para adaptarse a este nuevo entorno de aprendizaje.

A esta brecha de acceso se suma una importante desigualdad en la capacidad de uso de la tecnología, y es que el acceso a internet no resuelve por sí mismo el dominio de las aplicaciones, la capacidad de seleccionar información y las posibilidades de procesarla. Es en este terreno donde más se extreman las diferencias sociales, también entre escuelas.

La pandemia ha permitido observar con mayor claridad la concentración del alumnado vulnerable en determinadas escuelas, como consecuencia de la segregación escolar. En un escenario de extremada dificultad, hay centros que han tenido que responder a una gran complejidad de situaciones (gestionar becas comedor, violencias familiares, desconexión del alumnado…); y, en el otro lado, centros que sólo han tenido que reorganizar la docencia y han dispuesto de familias con recursos y de recursos en la escuela, en buena parte sufragados por las aportaciones voluntarias a través de las asociaciones de familias.

«Ni la escuela ni la sociedad estaban preparadas para aprender sin escuela presencial y todavía menos para hacerlo de manera equitativa».

¿Qué desigualdades educativas han detectado en función del nivel socioeconómico y cultural del entorno familiar del alumnado?

La sustitución repentina del aprendizaje guiado por el docente en el aula por un aprendizaje a distancia, con un apoyo más o menos intenso del docente, ha situado a las familias en muchos casos como acompañantes necesarios de las tareas escolares. Sabíamos que había desigualdades entre las familias en cuanto a los recursos a su disposición para acompañar a sus hijos e hijas en el itinerario académico, y esto se ha vuelto mucho más importante en un momento en que toda la educación se realizaba en casa.

En nuestra investigación, las madres han sido las principales responsables de este acompañamiento (prácticamente doblando los porcentajes de los padres) y, de nuevo, con diferencias sociales claras: el 48% de las madres con estudios universitarios apoyaban a sus hijos e hijas de la ESO en sus estudios, frente al 38% de las madres sin estudios.

La diferencia es todavía más clara en las motivaciones. Si bien la gran mayoría de familias han justificado el no acompañamiento porque el niño o la niña no lo necesitaba, una cuarta parte de las madres con estudios obligatorios afirmaba no disponer de los conocimientos necesarios para hacerlo (solo el 2,6% en el caso de las madres con estudios universitarios). Parece pues, que ni la escuela ni la sociedad estaban preparadas para aprender sin escuela presencial y todavía menos para hacerlo de manera equitativa.

¿Qué otras desigualdades significativas han percibido durante el confinamiento teniendo en cuenta la respuesta de los centros educativos y de las familias?

La reacción de las escuelas durante el confinamiento no ha sido igual y por tanto se ha producido un desigual seguimiento del curso escolar por parte del alumnado. Con el objetivo de medir la intensidad del trabajo escolar, construimos un índice de oportunidades de aprendizaje (IOA), que concentra información sobre las horas dedicadas a las tareas escolares, el contacto en línea con la escuela y el tutor, la realización de deberes y las tareas corregidas por la escuela por alumnado de ciclo superior de primaria o más grande. Este índice se mueve entre 0 y 100 en función de la frecuencia observada en la realización de estas tareas. Pues bien, a pesar de ser considerado un periodo no lectivo, a lo largo de las dos primeras semanas de confinamiento la mayoría de los niños y las niñas realizaron tareas escolares. Los datos, sin embargo, nos muestran diferencias importantes.

El confinamiento impactó también en la educación no formal o informal. Durante la segunda semana, el 70% de las actividades extraescolares se habían dejado de hacer. De nuevo, con diferencias destacadas según las características familiares. Antes de esta situación excepcional, entre las familias con niños de primaria que respondieron la encuesta, solo el 60% de aquellas con estudios obligatorios realizaban algún tipo de actividad extraescolar, el 94% en el caso de las familias con mejor nivel socioeconómico. En confinamiento, fueron las familias más instruidas las que más las mantuvieron (31,4%, respecto al 16% de las familias más vulnerables), incrementando así la distancia entre unos y otros niños.

¿Qué medidas deberían implementarse para reducir el impacto del COVID-19 en la educación?

El sistema educativo ya planteaba importantes limitaciones en su capacidad para eliminar las desigualdades sociales de partida y requería de más y mejores políticas. La acumulación de desigualdades educativas en tiempos de pandemia hace ahora urgente nuevas respuestas. Las modificaciones parciales a que estábamos acostumbrados parecen no ser válidas, y hace falta un replanteamiento más integral.

Evitar el incremento de la desigualdad educativa requiere de acciones durante los confinamientos y cuarentenas parciales, que tendrán lugar durante el curso actual. Durante el cierre escolar es básico garantizar el acceso a la conexión y los dispositivos, pero también hay que continuar facilitando instrumentos alternativos al aprendizaje online (materiales en papel, apoyo telefónico, programas educativos en la televisión) como han llevado a cabo algunas comunidades autónomas, ciudades o centros educativos por iniciativa propia.

Es también necesario repensar el rol de los y las docentes y de las familias en este proceso de aprendizaje a distancia, redefinir no solo cómo enseñamos sino también qué enseñamos, todo esto teniendo en cuenta que las condiciones de confinamiento y las necesidades de cada familia son altamente desiguales. Hay que completar la atención educativa con la garantía de que las familias pueden atender sus hijos e hijas durante las cuarentenas escolares, a través de permisos remunerados u otras formas de atención que eviten la desprotección de los menores.

Fuera del ámbito escolar es necesario ampliar los tiempos educativos del alumnado más vulnerable a través de un ocio educativo de calidad, que permita crear espacios de socialización, sociabilidad y aprendizajes más allá del horario lectivo. Las competencias del ámbito local, a pesar de ser limitadas, serán ahora imprescindibles. Los programas de acompañamiento en el estudio (refuerzo escolar, impulso lector, mentorías) se tienen que redefinir para continuar buscando la adhesión y éxito escolar, ahora a través de la conexión con la escuela.

La proximidad de la administración local a las familias y la existencia de canales de identificación de la vulnerabilidad social tienen que servir, con la coordinación con otros agentes educativos, para acceder a los niños con peores condiciones de educabilidad o en riesgo de exclusión, que se han visto incrementadas por el aumento de la pobreza y la precariedad, pero también por la carencia de tiempo que sufren madres y padres para conciliar. Los recursos municipales (bibliotecas, espacios deportivos, centros cívicos, programas de ocio) se tienen que incorporar para ampliar las oportunidades educativas de los niños y las niñas, especialmente de aquellos que más están perdiendo a causa de esta situación excepcional.

En conclusión, es necesaria una clara política de lucha contra la desigualdad educativa, que por supuesto debe tener en consideración la brecha digital y por tanto tiene que garantizar a todos los alumnos y alumnas el acceso a dispositivos para poder hacer un trabajo escolar correcto en casa. Pero también necesitamos políticas de acompañamiento a las familias, necesitamos refuerzo en las escuelas para que puedan dar respuesta a las necesidades diferenciadas de su alumnado. También hace falta una apuesta clara por el ocio extraescolar, que sabemos que es generador de igualdad de oportunidades. Por lo tanto, debemos apostar e invertir recursos en aquel alumnado que más ha perdido durante el tiempo de confinamiento.

Fuente e Imagen: https://www.educaweb.com/noticia/2020/12/10/entrevista-autores-estudio-desigualdades-aprendizaje-confinamiento-19394/

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