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España: Los estudiantes convocan este jueves pasado a una huelga contra la reforma educativa del Gobierno: «Es continuista con la del PP»

Las asociaciones ‘Estudiantes en Movimiento’ y ‘Frente de Estudiantes’ convocaron una huelga general estudiantil para este jueves en protesta por todas las reformas educativas impulsadas por el Gobierno en estos dos últimos años. Plantan cara, según afirman, a una reforma educativa «al servicio de la Unión Europea y de las empresas, de sus intereses y necesidades», que además -denuncian- es «continuista» con las políticas impulsadas anteriormente por los gobiernos del PP.

Respecto a la nueva ley de educación, la LOMLOE, las entidades critican que «maquille» los aspectos más controvertidos de la anterior, pero «desarrollándose en las mismas coordenadas privatizadoras». De la ley de Formación Profesional –aprobada definitivamente este jueves– denuncian que implica poner a disposición de las empresas «mano de obra estudiantil infrarremunerada». Ya en el ámbito universitario, piden directamente derogar la recién ratificada ley de convivencia universitaria, por considerar que no les otorga la participación suficiente; y respecto a la LOSU -todavía en fase de negociación para esbozar un primer documento- también piensan que precariza la situación laboral de los jóvenes en prácticas.

Reformular el sistema educativo

Ante esto, en el decálogo de demandas las entidades piden la «laborización» de las prácticas curriculares y extracurriculares «a nivel de condiciones de convenio colectivo».  «Querríamos que se garantizara que toda práctica, ya sea en FP como en universidades, sea reconocida mediante un contrato», detalla Arnesto. Asumen que es algo complejo y que no depende únicamente de los departamentos de Pilar Alegría o Joan Subirats, pero exigen encontrar «la fórmula» que reconozca que toda actividad, además de remunerarse, «se debe blindar su protección y su dignidad».

Reclaman asimismo la gratuidad «total» del sistema educativo «a todos sus niveles, y el diseño de un sistema de becas-salario para garantizar la igualdad de oportunidad de todos los jóvenes. «Nos referimos a que a un estudiante se le pague por el hecho de estudiar. Sabemos que es una demanda que ahora mismo puede verse muy lejana, porque nos han hecho pensar eso», reconoce Arnesto, indicando que es una medida muy efectiva para frenar el abandono prematuro de los alumnos con menos recursos.

El resto de medidas pasan por transitar hacia una educación «totalmente pública», bajar las ratios en las enseñanzas medias a 20 estudiantes por clase, proteger el «patrimonio lingüístico y cultural de todos los pueblos», y blindar un acceso a la atención psicológica gratuito y universal.

Una «carrera de fondo» para «tensar la cuerda»

A la huelga se ha sumado también Comisiones Obreras (CC OO). Pau García, secretaria de juventud de la organización, cuenta a 20minutos que al ser un sindicato sentado en la mesa de negociación con los ministerios, conocen «de primera mano» cómo de complicado está siendo que los estudiantes sean escuchados. Consideran especialmente sangrante la situación actual del sistema de prácticas en empresas. «Llevamos denunciando el fraude y es una de nuestras líneas reivindicativas que, además, se negociará en junio», explica.

Por el contrario, la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas (CREUP) aboga más bien por mantener una postura de diálogo. «Entendemos las razones que motivan la convocatoria y, ante todo, defendemos el derecho a manifestación. Pero consideramos que el momento exige una posición negociadora, que es la que estamos adoptando ante el Ministerio de Universidades, a la espera de un nuevo borrador de la LOSU», cuentan a este diario.

«A partir de esta huelga va a haber una serie de movilizaciones estudiantiles y de profesorado que va a provocar efectos»

«Lo fácil es pedir migajas y no ir a contracorriente. Los que vamos en contra tenemos que superar muchas barreras», afea el representante de ‘Estudiantes en Movimiento’. «Es compatible», asegura Pau García, de CC OO, explicando que, de lo que se trata, es de «tensar la cuerda» para que la voz de los alumnos sea escuchada.

Es, según asevera García, una «carrera de fondo». «A partir de esta huelga va a haber una serie de movilizaciones estudiantiles y de profesorado que sí que va a acabar provocando algún efecto. Creo que vamos a acabar en una escalada de movilizaciones si no nos escuchan este jueves», añade.

En función de la participación y el descontento que se plasme en las protestas, los sindicatos decidirán como continuar con sus reivindicaciones. «Nuestra intención es dar continuidad a este trabajo político, pero queremos ver cómo responden los estudiantes o cómo consideran que está el panorama para decidir si continuar con otra huelga, o volver a sentarnos en las asambleas para lanzar la contestación ya en verano o el curso que viene», afirma Alfonso Arnesto.

No se atreve todavía a estimar el nivel de acogida, ya que dice que este variará en función de la ciudad. «La pandemia y el confinamiento afectó mucho al movimiento estudiantil. Casi no pisábamos las aulas, y eso nos dañó muchísimo, porque perdimos en muchas ocasiones el contacto con las masas y ahora lo estamos recuperando, pero tenemos ese lastre», concluye.

Fuente: https://www.20minutos.es/noticia/4975381/0/estudiantes-convocan-huelga-contra-reforma-educativa-gobierno-continuista-pp/

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España: Los sindicatos mantienen la huelga educativa en Cataluña a la espera de conocer este jueves la propuesta de Educación

Representantes de los sindicatos de docentes de Cataluña y del Departamento de Educación se han reunido este martes para intentar acercar posiciones tras la huelga educativa de los pasados 15, 16 y 17 de marzo y que, de momento, continuará los días 29 y 30 de este mes.

El comité de huelga ha explicado que, en la reunión de este martes, han vuelto a hacer llegar sus reivindicaciones a la Administración y que el Departamento ha aceptado hacer una propuesta escrita de cara a la próxima reunión, prevista para este jueves por la mañana.

Latas de humo frente a la cabecera de la manifestación del sector de la educación en el primer día de huelga en Cataluña.
Tras la reunión, a la que no ha acudido el conseller de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, la portavoz del comité de huelga Eli Pericas ha asegurado que continuarán trabajando en la preparación de las próximas jornadas de protesta, las cuales «sólo se detendrán» cuando el Departamento se acerque a los sindicatos «con medidas concretas» que permitan desbloquear la situación.

En este sentido, a través de la lectura de un manifiesto conjunto, ha recordado que los últimos días de huelga tuvieron «un seguimiento nunca visto» en los últimos treinta años y ha puesto en valor su efectividad, que, considera, ha forzado al Departamento a iniciar unas negociaciones para «recoser la ruptura» y «desbloquear» el conflicto.

Así, ha recordado que los centros y la comunidad educativa «están al límite» y que seguirán exigiendo la reversión de los recortes y «medidas claras» para mejorar su situación, y ha hecho un llamamiento a las asambleas de los distintos centros para que sigan «manteniendo la presión».

Por otra parte, la directora general de profesorado y personal de centros públicos, Dolors Collell, ha valorado el encuentro en nombre del Departamento, celebrando que se hayan encontrado con los sindicatos en una mesa. «Siempre hemos estado en la mesa sindical, nunca nos hemos movido de allí», ha subrayado, «pedíamos sentarnos y un espacio para dialogar».

Collell ha apuntado que en el marco de la mediación, cada parte ha expuesto «lo que ha creídoo portuno», y ha señalado que desde el Departamento mantienen «la voluntad de negociar» para llegar a un acuerdo. Preguntada por el contenido de la reunión y del documento que presentarán el jueves, ha remarcado que prefieren mantenerlo «en discreción» para garantizar el funcionamiento de las negociaciones.

Manifestación contra el fallo del 25% de castellano en las escuelas catalanas.
«No es la primera vez que tenemos conocimiento de las reivindicaciones de los sindicatos», ha insistido, «ahora se ha abierto un nuevo marco de diálogo, y a medida que vaya avanzando se irá dando información».

Más allá de la huelga educativa por motivos laborales, la Coordinadora Obrera Sindical (COS), la Intersindical-CSC, el Sindicat d’Estudiants dels Països Catalans (SEPC) y el sindicato de docentes USTEC han convocado para este miércoles 23 de marzo una jornada de huelga y protestas en Cataluña por la sentencia que obliga a impartir el 25% de las clases en castellano y para defender «los pilares de una escuela pública de calidad y en catalán».

Fuente de la información e imagen:  https://www.20minutos.es

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España: El renacer de las librerías de barrio

Por: Yazmina Vargas

Una cuidada atención, con personal especializado, un buen fondo editorial y su activismo cultural impulsan a las librerías independientes.

Libreramente, Sopa de Sapo, Joker, Louise Michel, Zuloa y Kaxilda. Aunque sus nombres suenen diferentes, tienen varios rasgos en común: son librerías independientes. Y también poderosas. Cada día se enfrentan a grandes empresas, como Amazon, Fnac, La casa del libro o incluso Elkar, y a nuevos hábitos de compra, mucho más virtuales. Sin embargo, a pesar de las dificultades, ni cejan en su empeño ni pierden la ilusión. De hecho, casualidad o no, la librería más reciente en abrir sus puertas en Bilbao, hace unas semanas, se llama La ilusa.

En principio, puede parecer que las pequeñas y medianas librerías desaparecen porque las grandes cadenas tienen más visibilidad, invierten más dinero en promocionarse y posicionarse en internet. Los números, en cambio, dicen otra cosa. Las pequeñas librerías siguen ahí, aunque vivan en una lucha constante. Según el Observatorio de la Librería 2021, de la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Librerías (CEGAL), en el País Vasco son 144 y 3.208 en todo el Estado. El informe destaca su estabilidad y resistencia en una época de crisis y cambios.

La CEGAL agrupa a 1.100 librerías. Álvaro Manso, su portavoz, se muestra optimista ante el futuro: “Normalmente, es un sector que mantiene el número de puntos de venta. Sin embargo, en 2021 ha habido un crecimiento de nuevas aperturas, sobre todo, en espacios urbanos grandes. Por eso, no creo que las librerías vayan a desaparecer, han demostrado que tienen una gran resistencia”.

Librerías personales

Con la llegada de los libros digitales, hubo quien vaticinó que el papel desaparecería. Ahora están en auge los audiolibros y la forma en que compra la ciudadanía está cambiando: llena su cesta con un solo clic. Pese a todo, personas con un amor infinito hacia los libros e ideas novedosas abren sus librerías-refugio, ofrecen a bibliófilos y neófitos en la lectura ese manuscrito que sacie su curiosidad, su sed de experimentar nuevas aventuras y descubrir conocimiento. Es el caso de Joker, librería bilbaína especializada en cómics y novelas gráficas. Fernando Tarancón, uno de sus fundadores, recuerda que la posibilidad de cubrir un hueco que existía en el mercado hace ya 28 años. Eso y su juventud les animaron a crear Joker: “Nos dimos cuenta de que no había un local en Bilbao que se asemejara a lo que queríamos abrir. Es de agradecer que, después de tanto tiempo, la librería siga funcionando, podamos vivir de ella y la clientela nos sea fiel”.

“Cuidamos mucho las autoediciones, el material de las editoriales independientes y los fanzines”, dice Fernando Tarancón, de Joker

Zuloa es una de las librerías referentes en Vitoria-Gasteiz. Al mando está Txintxu Rodríguez desde hace 20 años, aunque se inauguró en 1988, cuando tres jóvenes montaron un establecimiento donde reinaba la cultura. Rodríguez continuó con la iniciativa y hoy son conocidos no solo por su librería especializada, sino también por disponer de un espacio exclusivo para presentaciones y exposiciones que hacen “por amor al arte”.

Con Sopa de Sapo, su librería, Naia Hernández parece homenajear a las sorgiñak y sus famosas pociones. Abrió en 2014, en Bilbao, y está especializada, como no podía ser de otra manera con ese nombre, en literatura infantil. “No nací con vocación de librera, pero me gustan los libros infantiles y eso me decidió a serlo”. Algo parecido les ocurrió a Kristina Sáez y Eneko Álvarez, que comenzaron su aventura de Louise Michel en esa misma ciudad dos años después: “Queríamos tener una librería feminista y crítica, afín al movimiento asociativo vasco y, aunque era una apuesta arriesgada, lo hemos logrado”, dice Sáez.

De sopas también sabe mucho Kaxilda, donde, además de comprar libros, se puede disfrutar de una buena comida. La idea surgió en Donostia en 2012. “Con el margen de ganancia que deja el libro, la supervivencia de una librería, por sí sola, es complicada, aunque estos años hemos llegado a un equilibrio, los ingresos de ambos espacios son parecidos. Sin embargo, no olvidamos que nuestro sueño principal es la librería”, explica Cristina Martínez, una de sus socias.

Librería Kaxilda
La librería Kaxilda, en Donostia, ofrece buena literatura y también comida

La librera Enya Diez es la culpable de liberar las mentes barakaldesas y de sus alrededores. Antes de crear Libreramente trabajó en Fnac pero, aunque fue feliz, tuvo que rendirse a lo que, para ella, era una evidencia: su posicionamiento sobre las multinacionales le impedía estar cómoda con algunos clientes y ventas. “Cuando necesitas comer, tu parte pobre gana a tu parte militante. Al final, mi conciencia feminista y de clase me llevaron a abrir mi propia librería”, comparte.

Lucha de amazonas

Es la líder mundial, sus ingresos han crecido durante el periodo 2004-2020, terminando solo ese último año con más de 385.000 millones de dólares, 5.500 de ellos en España. “Amazon es el vendedor de plataformas de libros más importante. Es un hecho”, reconoce Manso. Sin embargo, el portavoz de CEGAL confiesa que no cree en un sistema de venta que abarata el coste del envío del producto hasta la gratuidad en detrimento de las condiciones de sus trabajadores y genera un “gasto ecológico terrible” por los numerosos viajes que conlleva.

Amazon compite con todas las librerías y no se le puede hacer frente directamente. Eneko Álvarez, de Louise Michel, también critica su funcionamiento: “Es una gran multinacional que, además de no pagar los impuestos que debería, mantiene unas relaciones laborales con sus trabajadores poco envidiables. Me parece mucho mejor y más sostenible apoyar al comercio local”. Por eso, las librerías pequeñas y críticas como Louise Michel, y otras con las que comparten filosofía, como Katakrak en Iruñea, han lanzado la campaña Librerías contra Goliat, para amazonas, nosotras. Su mensaje es claro, “apoya a las verdaderas amazonas: las pequeñas librerías y las librerías críticas de tu ciudad”.

Para Enya Diez, de Libreramente, hay que saber contra quién o qué se puede luchar: “No puedo competir contra Amazon. Tengo que ser consciente de mis limitaciones, porque es como combatir contra el capital más extremo. La verdad es que a las personas consumidoras nos falta educación en comercio, en el sentido de que debemos saber que al comprar en esa gran empresa nuestro dinero se lo lleva alguien que quiere pagarse un viaje a la Luna. En cambio, si lo haces en el comercio de barrio estás dándoselo a alguien que lo necesita y que, además, apuesta por la economía circular”.

“Intento que entrar mi librería sea una experiencia y también hacer comunidad”, dice Enya Diez, de Libreramente

En CEGAL se dieron cuenta de que las librerías independientes no tenían un buen posicionamiento web y pasaban casi desapercibidas, por lo que crearon Todos tus Libros. “Esta plataforma de comercio online no surge con la idea de competir con Amazon, sino para trasladar la manera de vender y actuar de los libreros en los espacios físicos a internet, para crear una comunidad de lectores de las librerías independientes”, señala Manso. En la actualidad, se ha convertido en una buena alternativa a Amazon ya que, como explica Manso, ofrece la mayor disponibilidad de libros en español. “Creamos la plataforma en 2020 y se está consolidando como lugar de compra. Tenemos unos datos de crecimiento paralelos al de las librerías. Además, debe quedar claro que con este proyecto colaborativo no compras a una plataforma, sino a una librería. Porque nosotros queremos que su número crezca, un concepto opuesto a lo que venden Amazon u otras plataformas”, explica.

Joker, Sopa de Sapo, Louise Michel o Zuloa también forman parte de esta iniciativa. “Es un proyecto hecho por y para nosotras. Tenemos voz y voto. Nos escuchan y todo lo que se hace va en nuestro beneficio”, cuenta Naia Hernández. “A los socios de Joker nos ha parecido un proyecto fundamental e importante, aunque le queda mucho recorrido y cosas que mejorar. Algo que sabemos que va a pasar”, comparte Fernando Tarancón.

Pilares fuertes

Las librerías independientes tienen unas características especiales, fortalezas, que logran mantener lejos de las grandes distribuidoras y cadenas a las personas amantes de los libros. Por ejemplo, aquí hay espacio para los libros de pequeñas editoriales y de autoras y autores menos conocidos, por lo que la clientela encuentra joyas que en otras librerías no están o permanecen escondidas. “Me gusta colaborar con esas editoriales porque notas el cariño que ponen a su trabajo. Sientes cuando los libros están escritos por placer y no por encargo. Además, te tratan de tú a tú, las grandes ni siquiera contestan a los correos electrónicos. No se preocupan. Son empresas que han perdido la visión cultural”, protesta Diez desde Libreramente.

Eneko Álvarez y Kristina Sáez no tienen nada en contra de los best seller, pero su apuesta no va por ese camino: “Buscamos cierta calidad editorial y ensayos feministas y de pensamiento crítico que aporten conocimiento, cultura y sabiduría a quien los lee”, matiza Álvarez. En Joker, además de vender los cómics y novelas gráficas del momento, no se olvidan de lo que hay más allá: “Cuidamos mucho las autoediciones, el material de las editoriales independientes y los fanzines. Eso también tratamos de mimarlo”, explica Tarancón.

“Lo bonito es coger el libro, olerlo, sentir sus páginas, sus colores, y eso Amazon no puede ofrecerlo”, dice Naia Hernández, de Sopa de Sapo

Sin embargo, tener un buen fondo literario no es lo único que les salva. Otra de las grandes ventajas de estos establecimientos es su personal, sus libreras y libreros, alguien especializado, que va a ser capaz de encontrar lo que el cliente necesita. Naia Hernández, de Sopa de Sapo, cuida mucho la atención al público, la capacidad de recomendar y la disponibilidad de las libreras. “Si una persona viene con una inquietud concreta, somos capaces de darle respuesta y ofrecerle una variedad de libros que le pueden encajar. Además, las librerías aún tenemos una ventaja más frente a las grandes empresas, y es que puedes venir a la librería a descubrir libros nuevos y disfrutarlos con todos los sentidos, porque lo más bonito es poder coger el libro, manejarlo, olerlo, sentir sus páginas, sus colores y mirarlo por dentro”, afirma. “Intento que entrar a Libreramente sea una experiencia y también hacer comunidad. Me gusta crear lazos entre la clientela, que se conozcan entre sí y hablen”, reconoce Diez.

Activismo cultural

Una experiencia de compra-venta y una conversación sobre literatura no son lo único. Las librerías independientes, además, son un espacio donde obtener conocimientos y fomentar la cultura a través de presentaciones de libros, firmas de los autores, charlas, talleres, formaciones y exposiciones. Algunas lo hacen con el objetivo de fidelizar a sus clientes, atraer nuevas visitas, pero la mayoría apuesta por estas actividades con el fin de propagar y reivindicar el valor de la cultura.

“Lo hacemos porque forma parte de nuestra filosofía. El hecho de fidelizar clientes es un término muy mercantilista que no nos identifica. Las actividades culturales las hacemos como interlocución con la gente que nos apoya”, confiesa Cristina Martínez. En Sopa de Sapo también tienen un espacio polivalente que ofrece para actividades. “Nos gusta decir que estas mantienen la librería viva, hacen que todos nos pongamos las pilas para que los clientes vean que aquí sucede la magia”, comparte Naia Hernández.

“Fidelizar clientes no es el objetivo en sí. Lo que buscamos con los eventos es dar a conocer la temática de los libros, visibilizar autorías, editoriales independientes, artistas menos conocidos. Se trata de generar un espacio de debate agradable y cercano, aunque las actividades tienen un claro efecto llamada”, explica Kristina Sáez. Su compañero en Louise Michel, Eneko Álvarez, coincide: “La idea que tenemos al proponer diferentes eventos es la agitación cultural y el fomento del pensamiento crítico. Y esto crea una comunidad de personas interesadas alrededor de la librería que es beneficiosa”.

“Fidelizar clientes es un término muy mercantilista que no nos identifica”, añade Kristina Sáez, de Louise Michel

“No he montado una librería para hacer dinero. Es inviable siendo una librería pequeña de barrio y muy focalizada en el contenido. No, no hago activismo cultural para fidelizar clientes, lo hago porque he aprendido mucho de lo que sé gracias a formaciones gratuitas, que me han hecho sentir lo suficientemente válida e inteligente para atreverme con determinados libros. Y por eso hago las charlas y las formaciones. Quiero que la gente sepa. Esto es militancia cultural”, explica Enya Diez. Claro que esas actividades hacen que muchas clientas sean fieles a Libreramente. “Son leales a la librería porque se sienten a gusto. Nadie las va a mirar raro por no saber, por preguntar. Se ha creado un espacio seguro y por eso gusta tanto”, concluye.

Peligro de extinción

La compra online crece, actrices y actores de gran prestigio ponen su voz en audiolibros para atraer a un público nuevo y cadenas como Elkar, Fnac, El Corte Inglés o La Casa del Libro parecen no tener límites. Por eso, hay quienes piensan que las librerías y sus profesionales desaparecerán con el tiempo. “Hay que tener claro a qué llamamos ser librera. Porque no es lo mismo ser librera que ser dependienta en una tienda que vende libros. La diferencia está en que cuando preguntas a una librera sabe responderte, porque lee e investiga. Es lo que ocurre en las librerías independientes. Aquí hay libreras y, por suerte, se están abriendo este tipo de librerías con profesionales del sector. Soy positiva, pero me preocupa que a todas las personas que venden libros se les considere libreras, porque no es así”, reivindica Diez. “Pasa lo mismo con tiendas como Elkar. ¿Es una librería o un bazar? Porque ya no solo venden libros, hay paraguas, botellas, peluches, juguetes”, critica. Sin embargo, no todo es tan positivo, también hay una cosa que le da miedo: “Nos da menos apuro y vergüenza entrar a Fnac, que es grande y dentro te sientes una persona anónima o incluso invisible, que estar en una librería pequeña en la que automáticamente la persona del mostrador te va a saludar. Preferimos el anonimato, porque este neoliberalismo te hace ser una persona individual”, denuncia.

Librería Sopa de Sapo
La literatura infantil copa las estanterías de Sopa de Sapo CHRISTIAN GARCÍA

Eneko Álvarez, de Louise Michel, también ve con esperanza su futuro y el de su profesión. “Las librerías como la nuestra no se están extinguiendo. Seguimos aquí. Es una pena que algunas hayan tenido que cerrar, pero otras están cambiando su modelo, van hacia la especialización y el trato cercano. Y con eso ofrecen algo que no pueden dar las grandes cadenas, ni la compra online, que es totalmente aséptica”, explica. “Apostar por eso puede ayudar a evitar los malos augurios de la extinción de las librerías. En nuestro caso, es verdad que solo llevamos seis años, pero la tendencia ha sido positiva, entra mucha gente joven, con las ideas muy claras. Y eso me da buena sensación”, añade Kristina Sáez.

“Todos tus libros pretende trasladar la manera de vender y actuar de los librerías independientes en sus espacios físicos a internet”, dice Álvaro Manso, portavoz de CEGAL

La pandemia cerró los llamados sectores no esenciales, entre ellos las librerías independientes, que tuvieron que echar la persiana y lo pasaron mal. Muchos negocios se perdieron para siempre. Otras, sin embargo, ahí siguen. Abiertas. Luchando. Creando cultura. “Durante la pandemia y estos años tan duros, las librerías han aguantado, porque la gente se ha volcado en apoyar al comercio local. Además, se ha recuperado el hábito de la lectura al tener menos opciones de ocio”, señala Txintxu San Martín, de Zuloa. “Es verdad que Amazon hace daño, porque los compradores no son conscientes de que comprar ahí no es comprar en una librería. Se trata de una cadena logística que por el hecho de ser multinacional no respeta leyes como el precio fijo del libro, ya que es uno de los pocos artículos a nivel estatal que tiene un precio marcado con el que no se puede especular. Algo que Amazon no respeta y vende libros a precios muy por debajo del mercado. Hay una competencia desleal con el resto de proyectos libreros. Pero, pese a todo, no tengo tan claro que la profesión de librera vaya a desaparecer”, dice una ilusionada Cristina Martínez.

Hay esperanza, y la verdad es que muchas personas recurren a su librería de barrio para saciar su sed de lectura y cultura. Por eso, se siguen abriendo librerías, incluso en Bilbao, donde tienen que coexistir con grandes empresas y multinacionales. Beatriz y Sergio Albarrán son hermanos y acaban de inaugurar una librería, La ilusa, en el barrio San Francisco: “Vender libros en librerías pequeñas es todo un reto. Sin embargo, confiamos en que una parte importante de la sociedad está cada vez más concienciada con la importancia de consumir en comercios locales. Somos conscientes de las dificultades, pero no queremos convertirlas en obstáculos. En pocos establecimientos se puede vivir la experiencia de entrar en una librería como la nuestra y pasar un rato con una buena conversación”, comenta, con más emoción que miedo.

Fuente de la información e imagen: https://www.elsaltodiario.com

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Entrevista a Víctor Méndez Baiges sobre: La tradición de la intradición “Hay un gran desconocimiento, incluso entre los profesores de filosofía, de la historia de la filosofía española”

Víctor Méndez Baiges es profesor de Filosofía del Derecho en la Universidad de Barcelona. Su último libro publicado (Tecnos, 2021) lleva por título La tradición de la intradición. Historias de la filosofía española entre 1843 y 1973. En él centramos nuestra conversación.

La tradición de la intradición es el título de tu último libro. Tres partes: 1843-1939, 1939-1956, 1956-1973, dos capítulos cada una de ellas. Sus títulos: 1. La fundación. 2. Auge y caída. 3. Lo nuevo y lo viejo. 4. El colapso. 5. Marchar hacia alguna parte. 6. El final.

Tendré que dejarme muchas preguntas en el tintero. La tradición de la intradición parece un título paradójico? ¿Nos ayudas a disolver esta aparente aporía?

Lo de “tradición de la intradición” es una expresión que usa Ortega en el prólogo a la Historia de la Filosofía de Émile Bréhier para referirse a la filosofía. Quiere aludir a que el pasado filosófico está presente en toda filosofía, pero que, a la vez, y paradójicamente, la actividad es siempre rechazo de lo dado, recuperación de la posición inicial. Es verdad que la expresión resulta algo cacofónica. Pero se me fue imponiendo como título natural. Quizás porque me recuerda al de un libro que leí muy joven y que me gustó mucho: La tradición política americana y los hombres que la hicieron, de Richard Hofstadter. Que resulte algo paradójica no es tan extraño. Casi todas las aproximaciones a una definición de filosofía lo son.

¿Por qué historias, en plural, de la filosofía española?

No tenía la sensación de haber escrito una “Historia” de la filosofía española, lo que pide objetividad, exhaustividad… Más bien una serie de historias que, todas juntas, reconstruían la historia de un grupo de personas, de una tradición intelectual. Precisamente, es un conjunto de biografías de políticos norteamericanos, no todos muy conocidos ni de primera línea, lo que ofrece el libro de Hofstadter.

¿Cómo debemos entender la categoría “filosofía española”?

Se ha discutido tanto sobre esto que no sé bien qué decir. En mi libro, a lo que hace referencia es a que el grupo de filósofos del que se habla son españoles, vinculados a la universidad española, y que, lógicamente, escribieron en español (lo de que los filósofos de las universidades españolas escribiesen en inglés no se le había ocurrido a nadie todavía).

Entre 1843 y 1973. ¿Por qué 1843? ¿Por qué 1973?

Cuando empecé a escribir este libro trataba de la falacia naturalista…

Nunca me lo hubiera imaginado.

Parece raro, pero así fue. Al principio, lo que escribía era un análisis de la grandísima confusión que exhiben las diversas formulaciones de dicha falacia. La comprobación de su falta de fuerza lógica me llevó a intentar explicar su éxito adentrándome en razones no lógicas, sino históricas, sociológicas, por decirlo así. Por ahí llegué a la cuestión de la introducción de la falacia en España durante los años sesenta, en textos de gente como Aranguren, Muguerza, Sacristán… Me pareció que, en ellos, la falacia seguía exhibiendo su característica confusión, si bien tenía efectos especialmente devastadores.

Entonces me di cuenta de que lo que pasaba es que, en aquellos textos, estaba viendo deshacerse a toda una tradición de pensamiento. Echando para atrás, vi que su origen podía datarse en 1843, cuando se creó la moderna Facultad de Filosofía, la asignatura “Historia de la Filosofía” y se envió al profesor Sanz del Río a estudiar a Alemania. 1973 está elegido porque me interesaba resaltar que la crisis a la que me refiero no está vinculada a la muerte de Franco. Es anterior a la transición política. Cuando esta llega, aquella ya se ha producido.

¿Nos recuerdas a qué llamamos falacia naturalista?

¡Uf! Es que precisamente ese es el problema. Que nadie sabe muy bien a qué llamamos “falacia naturalista”. Es el típico cachivache filosófico que se superpone a los problemas reales para evitar hablar de los problemas reales. La denominación fue acuñada por G. E. Moore a principios del siglo XX, y tenía entonces que ver con un error que consiste en confundir la propiedad “bueno” con otra propiedad. Luego ha ido dando mil vueltas por el mundo… El problema real con el que se relaciona es el de que el ser humano es capaz de vivir entre la tierra y el cielo, entre lo que es y lo que debe ser, y que es muy compleja la manera en la que se las arregla para hacer eso.

563 páginas, una prosa elegante, muchísimas lecturas, pasajes imprescindibles, conjeturas, hipótesis e interpretaciones siempre de interés. ¿Cuántos años de trabajo? ¿Lo has escrito por alguna necesidad académica?

Fue en 2014 cuando el libro giró definitivamente hacia la historia de una tradición filosófica española, abandonando definitivamente su condición de análisis de la falacia naturalista, o de historia de las relaciones de esa falacia con España. A finales del verano de 2018, había acabado de escribirlo. Hay que tener en cuenta que tenía que irme documentando a la vez que escribía, pues tampoco sabía mucho de filosofía española. El curso 2018-2019 lo pasé entero reordenando, reduciendo el texto, que tenía más de mil páginas, y sistematizándolo todo. “Agitando el saco”, por decirlo así. A comienzos del curso siguiente, lo di por concluido y empecé a buscar editorial.

En un sentido vil de “necesidad académica”, no escribí el libro por ninguna necesidad académica. De hecho, poco antes de ponerme a escribirlo, solicité la acreditación de catedrático de la ANECA (Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación). Me la denegaron porque, para alcanzar lo que ellos llamaban la excelencia y el liderazgo, resulta que me faltaban cosas como artículos en revistasinternacionales, direcciones de proyectos de investigación o participaciones en congresos en idiomas extranjeros. Incluso abandonar lo que calificaban como “una cierta dispersión temática” mía y concentrarme en estudios de los “aspectos esenciales” de mi “especialidad” (soy profesor de Filosofía del Derecho). Dado lo estúpido de estas recomendaciones, y del pésimo lenguaje en el que estaban formuladas (la forma es siempre una buena pista sobre el contenido), consideré mi deber no seguirlas. Incluso ponerme a trabajar en la dirección exactamente contraria: escribir largo, en mi idioma, sobre cosas nacionales y no precisamente de mi “especialidad”. Saliera lo que saliera, al menos no me habría dejado mangonear.

En otro sentido de la expresión, sí que escribí el libro por una necesidad académica. La de, y en tanto que profesor universitario, aclararme sobre la cuestión de “cómo hemos llegado hasta aquí”, la cual siempre es previa a la más peliaguda de “cómo saldremos de esta”.

¿Para quién está pensado el ensayo? ¿Para especialistas, para filósofos muy puestos en la historia de la filosofía española, para historiadores de la cultura?

Si algo llama la atención es el gran desconocimiento que hay, incluso entre los profesores de filosofía, de la historia de la filosofía española. Por razones complejas, esa historia es una especie de cenicienta en nuestras facultades, muy aficionadas a la historia, por otro lado. Así que escribí lo mío pensando en un lector que necesitara información muy básica. Una especie de extranjero al que mereciera la pena dejarle todo lo más claro posible.

No hay citas a pie de página ni tampoco bibliografía.

Muchos se sorprenden por ello. Pero las historias tan generales como esta suelen carecer de notas. Haría falta poner demasiadas. Por otra parte, en la era de internet, las bibliografías al final no resultan tan necesarias. Hay también en el libro una voluntad de presentar el devenir de una saga, de hacer una especie de Los Buddenbrook hispano-filosófico, al que la ausencia de notas y bibliografía le caen muy bien.

Señalas en el Prefacio: “Porque la Filosofía, por lo menos en la forma en que la practicaron los protagonistas de este libro, no es solo un decir”. No solo es un decir, de acuerdo. ¿Qué es, qué ha sido entonces?

¡Vaya pregunta! Es muy difícil decir qué es, y qué ha sido, la filosofía. Parte de su condición tan especial reside en que su pasado, su “historia”, al igual que la discusión sobre su naturaleza, eso que llaman “metafilosofía”, no son algo externo a ella, sino que “están” en ella. Son parte indisociable de ella. En cualquier caso, lo que yo quería decir en el prefacio es lo mismo que Julián Marías explica en las primeras líneas de su Historia de la Filosofía. Avisa allí al lector de que, por filosofía, se ha entendido cierto saber y, también, cierto modo de vida, y que en la idea que él tiene de la filosofía caben, a la vez, las dos cosas. No estoy seguro de que todos los filósofos hayan sostenido esta idea (aunque yo diría que sí). Sin duda, la sostienen los de la tradición de la que hablo. También la sostengo yo. Por eso me sentí tan incapaz de transigir con la ANECA.

Ortega y Gasset en 1948. Créditos: ABC

Ortega y Gasset es uno de los grandes protagonistas del libro. ¿Ha sido tan esencial como apuntas en la historia de la filosofía española? ¿Tuerto en un país de ciegos, como se ha dicho a veces? ¿A la altura de otros grandes filósofos europeos?

Para mí, es innegable que, por presencia, por ausencia, por todo, Ortega ha sido esencial. Lo de tuerto es un calificativo que no le cae nada bien, pues, si algo hacía particularmente bien, era mirar, ver y hacer ver. Lo del país de los ciegos, pues no sé… El punto crucial aquí es lo de la “altura”. Precisamente en el prólogo que he dicho antes, Ortega se quejaba del error continuado que supone empeñarse en ver siempre el pasado filosófico como un paisaje alpino con neblina. O sea, un paisaje algo espectral, en el que solo se ven las cumbres, pero no los valles, ni las cordilleras, ni las colinas en las que tiene lugar la vida filosófica. Por eso, la cuestión de si la cima Ortega descuella lo suficiente entre las alturas no es un asunto que interese demasiado en mi libro.

Lo del plural “historias” del título apunta precisamente a eso. Al propósito de no atender solo a las cumbres y ocuparse de un paisaje más completo. Un paisaje nuestro, además, el cual, como todos los paisajes, pues tendrá su interés particular. A lo mejor no será tan admirable como el de la Toscana, pero: ¿y qué? A la cumbre Ortega la cubrirán algún día las nubes, ¿y qué? Los que transitan por ahí estarán algo ciegos para algunas cosas, seguro, igual que lo estamos nosotros para otras. Como lo está todo el mundo respecto de algo.

¿Qué opinión tienes de la aproximación de Gregorio Morán a Ortega en El maestro en el erial?

A mí me hacen mucha gracia los libros de Morán. Esto no quita que le pierda su afición al esperpento, al garrote del guiñol. En El maestro en el erial se deja llevar por ahí, y lo que cuenta resulta a veces exagerado, injusto, hasta falso. No me gusta nada la crueldad con la que trata a Julián Marías. Tampoco creo, como él afirma, que Ortega cobrara su sueldo de catedrático durante el franquismo. Cosas como estas son las que explican las reacciones ante el libro a las que te refieres.

Te cito: “Tiene este arco de fechas [1843-1973]mucho que ver con las vicisitudes del país. Puesto que la tradición de la que hablamos no prescindió nunca de su propósito general político, no es posible desligar su destino de ciertos acontecimientos”. Añades: “Atada a las circunstancias, el cambio de estas acabó por afectar a su continuidad. Es lo que pasó en los años sesenta del siglo pasado, cuando desaparecieron los supuestos que la conformaban y se abrió paso un nuevo escenario que incluyó un intento de olvido que acaso haya durado demasiado. Contra él está escrito este libro”. Escritura contra el olvido. ¿Por qué ese intento de olvido? ¿Por pasajes o momentos nada recomendables? ¿Por ser una tradición con poca chicha filosófica?

Se diría que siempre se ha escrito contra el olvido (en el más primario de los casos, para que no se olviden de ti). En nuestro caso, es cierto que el olvido al que nos referimos comenzó a principios de los años setenta. Simplemente, porque cierta tradición dejó de ser útil, operativa, porque se imponían otras cosas que parecían más convenientes o prometedoras. Si hubo pasajes o momentos en ella poco o nada recomendables, ¿en cuál no los ha habido? Las tradiciones, no acaban, en todo caso, porque incluyan episodios desagradables, sino por una combinación de causas que las lleva a su final.

Lo de la “chicha” me parece volver a lo de la “altura” en metáfora más charcutera y menos aprovechable. Si la cogemos por su lado mejor, esto es, por la cuestión de si la tradición de la que hablamos ofrece algo alimenticio, pues yo creo que ni más ni menos que muchas otras que andan por ahí. La tradición analítica en filosofía práctica, por ejemplo. Al principio, decidió ofrecer un escepticismo primario bastante inconvincente, luego pasó a la descripción de un “planeta del deber ser” en el que todos tienen derecho a todo y viven unas aventuras que, por alguna razón que se me escapa, se consideran de lo más interesantes. No me parece a mí que haya producido con eso una gran cantidad de chicha. Más bien grasa escolástica. La que sale en mi libro proporciona algunas enseñanzas jugosas, creo.

¿Y cuál sería la principal de esas enseñanzas?

¡La principal! No me veo capaz de señalarla. Tampoco podría sintetizar la principal enseñanza del idealismo alemán, del ockhamismo, de la fenomenología (¡uf!), del neopragmatismo americano…

Tras el prefacio, dos citas: la primera, de una canción mexicana, “Malagueña salerosa”: “Si por pobre me desprecias,/ yo te concedo razón;/ yo te concedo razón, /si por pobre me desprecias./ Yo no te ofrezco riquezas,/ te ofrezco mi corazón,/ te ofrezco mi corazón,/ a cambio de mis pobrezas”. La segunda de Petrarca: “Pobre y desnuda vas, Filosofía/ dice la muchedumbre aplicada a la vil ganancia. / Puesto que pocos compañeros tendrás por tu otro camino/ tanto más te pido, espíritu gentil/ que no abandones tu magnánima empresa”. ¿Ahí está recogido de algún modo tu concepto de la filosofía y el filosofar?

Imagino que sí. En las dos citas se intenta aludir a las particularidades de la filosofía frente al tipo de saber que ofrecen las ciencias. La primera quiere hacer referencia a que la filosofía no pretende ser inmediatamente útil, suministrar un tipo de resultado predeterminado, ofrecer “riquezas”, pues es una actividad que tiene que ver con la vida toda, con lo que se hace, con lo que se es, con el mundo en que se está. Con la razón, pero también con el corazón que apuesta por ella. La segunda, mucho más clásica, abunda en lo mismo. La filosofía no se emprende para dejar de ir pobre y desnudo por el mundo, sino para seguir marchando de la manera más magnánima y gentil, más humana, que nos sea posible.

Pretendía también dejar un aviso inicial al lector que se preguntara por las alturas en las que se iban a mover los que salen en el libro. Pues no te preocupes por eso. No prometen batir ningún récord. Simplemente intentan hacer lo que consideran que deben hacer.

Explicas en el primer capítulo que lo que tuvo de peculiar la aparición en España de este nuevo tipo de filosofía, liberada de viejas servidumbres, no residió en que su inspiración viniera de Alemania ni en que una vez introducida en el currículo acabara teniendo un destacado protagonismo en la reforma de la Universidad. Lo que tuvo de especial su aparición “fue que constituyó el disparo de salida de un amplio debate en torno a la recepción de doctrinas extranjeras que se extendió en el tiempo y que acabó marcando el rumbo entero del pensamiento español”. ¿Por qué ese amplio debate en tornoa la recepción de doctrinas extranjeras? ¿No ocurrió así en muchos otros países?

El debate sobre si conviene o no la recepción de doctrinas y modismos extranjeros, y cuántos y cuáles de entre ellos, ha estado presente, como bien dices, en muchas sociedades. De hecho, está presente en todas.

Es difícil resumir por qué fue aquí tan largo e intenso, y por qué se concentró, además, en el asunto de las doctrinas filosóficas. El que estuviera vinculado a lo que se denominó el “problema de España” complica aún más la cuestión.

En parte, el asunto tiene que ver con la historia de la religión. No se ha prestado mucha atención al hecho de que España, durante el siglo XX, pasó de ser una sociedad muy religiosa, una sociedad en la que la religión era aparentemente algo muy importante, a una sociedad nada religiosa, una sociedad en la cual muy pocas personas comprenden siquiera aquello en lo que consiste la religión. Solemos pensar que esto es fácilmente explicable de la mano de la industrialización, la urbanización, el desarrollo económico, etc., pero no es así. Piénsese en Japón, o en los Emiratos Árabes… en tantos sitios donde no ha pasado nada ni remotamente parecido a lo nuestro. Esto nos permite entender que aquellos que, a mediados del siglo XIX, sospecharon de los efectos de la introducción de ciertas ideas, y se opusieron todo cuanto pudieron a ellas, no andaban tan desencaminados. Lo llamativo en todo caso del combate entre unos y otros no es que durara tanto, sino la forma abrupta en la que, en la segunda mitad del siglo XX, se esfumó. En lugar de aquella rivalidad, apareció algo nuevo, que es en lo que estamos y que todavía está por ver lo que dará de sí.

¿Por qué la obra de Karl Christian Friedrich Krause ha tenido tanta influencia e importancia, también opositores, en la obra de muchos filósofos españoles y en muchas de sus instituciones educativas? Tú mismo afirmas que “la historia del krausismo es inseparable de sus antagonistas. Gracias a ellos pudo protagonizar una de esas historias que generan patrones duraderos de conducta y tardan tiempo en ser olvidadas. Lo que se llama una historia ejemplar”. ¿Qué de ejemplar tiene esa historia ejemplar?

La presencia de Krause en el valle filosófico español, con esas dos “kas” suyas tan sonoras y tan estratégicamente colocadas, junto con la circunstancia de que, únicamente cuando baja mucho la neblina, puede distinguirse desde lo alto el lugar que ocupa en la cordillera filosófica, ha traído muchos problemas.

Los que están convencidos de que lo importante son las cumbres, han pasado a examinar los textos de Krause para concluir a continuación, bien que bajo cima tan modesta no puede haber nada de interés, bien cosas ya más peregrinas. Por este último camino, Gonzalo Fernández de la Mora dictaminó en su día que la afición a Krause y a sus ternuras y armonías, en lugar de a Hegel y a su orden y seriedad, fue lo que puso las bases de la querencia anárquica que acabó generando la Guerra Civil. Más recientemente, y colocando a Marx en lugar de Hegel, hay quien ha reivindicado tesis parecidas, aunque más sensatas.

Te interrumpo un momento. ¿Y quién ha reivindicado esas tesis parecidas?

Pensaba en libros como El marxismo y la cuestión nacional española, de Santiago Armesilla. La tesis aquí es que hay un hilo que une a Krause con el socialismo light de gente como José Luis Rodríguez Zapatero, y que eso está relacionado con la ausencia de verdadera tradición marxista en la izquierda española.

Cojamos el hilo anterior.

Vale. En mi libro, lo que pretendía recalcar sobre el krausismo es que la importancia que alcanzó entre nosotros tiene menos que ver con la letra de Krause que con las circunstancias del país. Se trata de darse cuenta de que, a mediados del siglo XIX, se fundó una universidad a la que se le encomendó desarrollar las nuevas disciplinas hijas de la revolución científica. Con ello, se creó una institución, un lugar, un edificio, habitado por unas personas con una misión. Aparecieron entonces unos profesores que, en nombre de la filosofía, quisieron convertirse, expresamente, en la conciencia de aquella misión.

Este propósito suyo, junto al hecho de que dispusieran de un cuartel general, un lugar que les proporcionaba organización, estructura, discípulos, incluso sueldos de por vida, les diferenció de todos los receptores anteriores de doctrinas y, lo que es más importante, movilizó a sus enemigos contra un objetivo definido cuya peligrosidad percibían muy bien. El primer combate entre unos y otros, en el cual destacó la figura de Francisco Giner de los Ríos, es lo que constituye la “historia ejemplar” de la que hablo en el libro.

Más adelante, lo que hará esta tradición será continuar en el mismo lugar, y en los anexos que irá creando, siempre con propósitos parecidos. El de ser filósofos; defender a la ciencia en nombre de la razón; no dejarse uno morir, así, sin más, ni dejar que te atropellen; avanzar hacia el señorío de la luz; jugarse la vida a la carta de la razón… Intentar que la filosofía impere.

No puedo preguntarte por todos los filósofos y asuntos a los que haces referencia, me centro en algunos de ellos. En Unamuno, por ejemplo. ¿Un filósofo no suficientemente estudiado en nuestras facultades de Filosofía?

Lo que necesitan nuestras facultades no es estudiar a Unamuno. Lo que necesitan es imitarle. Dejarse de tanto especialismo y tanta sumisión y atreverse a pensar de verdad y en voz alta.

La Residencia de Estudiantes en los años 1920. Créditos: CSIC

¿Qué papel ha jugado la Residencia de Estudiantes en el desarrollo de la filosofía en España?

Editó las Meditaciones del Quijote de Ortega. Unas Obras de Unamuno en siete volúmenes…

Fue, sobre todo, un lugar en el que estar. Tiende a menospreciarse esto, y en esta época de “Universidad digital” y de “clases virtuales” todavía más. Que, si la filosofía es una actividad, le viene muy bien un sitio en el que pueda ejercerse.

La Residencia fue importante, aunque tampoco haya que dejarse deslumbrar demasiado por su parte más glamurosa, más pija, algo que sucede con frecuencia.

¿Favoreció la II República el auge de la filosofía española? ¿Algunos nombres esenciales?

La II República, y volviendo a lo de la pregunta anterior, facilitó otro sitio espléndido donde llevar a cabo la vida filosófica: la nueva Facultad de Filosofía y Letras. En tanto que un lugar con unas reglas de funcionamiento nada reglamentistas y muy estimulantes (elección libre de asignaturas, libertad de ir a clase, solo dos exámenes durante toda la carrera…) permitió, tanto en Barcelona como en Madrid, libertad de movimientos para el pensamiento. De eso se beneficiaron todos los que circularon por allí.

¿La derrota republicana en la Guerra Civil fue también la derrota de lo mejor de la filosofía española?

Sin entrar en la tragedia que supuso el exilio, basta mirar al comportamiento que tuvieron las instituciones filosóficas creadas tras la Guerra, como el Instituto Luis Vives del CSIC, o la restaurada Facultad y la licenciatura tan “científica” que diseñó, para comprender lo que aquello tenía de voluntad de opresión. El hecho de que los personajes que dirigieron, o aspiraron a dirigir, la filosofía oficial (los padres Barbado y Ramírez, Calvo Serer, Laín y Aranguren…) fueran, en versiones diferentes, gente algo ajena a la filosofía, muestra muy bien lo que la Guerra tuvo de desastre y de derrota.

Citas y hablas con mucho interés de La idea de principio en Leibniz de Ortega. ¿Por qué tu interés por esta obra no siempre muy reconocida?

La idea de principio en Leibniz es un libro a la vez grande y malogrado. Ortega quiso alzar con él, de manera muy consciente, el más importante de sus libros, aunque, al final, lo dejó incompleto y desviado de su tema, por razones que no se acaban de saber. Aun así, es magnífico, y siempre ha contado con muchos admiradores. En elreciente El honor de los filósofos, Víctor Gómez Pin se refiere a él como uno de los libros de filosofía más importantes del siglo XX. Javier Echeverría acaba de sacar una nueva edición muy completa de la obra en la editorial del CSIC, en la que adjunta muchas de las notas preparatorias, que son ingentes, y en donde se abunda en la idea de que es la más importante de las de Ortega.

¿Qué papel ha jugado Xavier Zubiri en la historia filosófica española?

Durante el periodo al que se refiere mi libro, Zubiri publicó muy poco. Por eso, más que del pensamiento de Zubiri, de lo que se habla en él es del “fenómeno Zubiri”, un fenómeno que fue entre misterioso y paradójico, difícil de comprender. Yo intento hacer lo que puedo por explicarlo. Algo ya muy diferente son las obras de Zubiri publicadas a partir de 1980, de las cuales ya no trato (y afortunadamente, pues tendría que pensarme mucho qué decir).

Te muestras muy crítico en varios momentos con la figura de José Luis López Aranguren. ¿Por qué?

Respecto de la tradición de la que hablo, Aranguren fue un muy dedicado y eficiente enterrador. La forma de hacer filosofía que él representa, basada en el name dropping, el escepticismo elegante y la crítica literaria como modo de hacerha hecho mucho daño con posterioridad. Lo peor de él, para mí, es que, si por una parte es muy “literario”, por otra escribe francamente mal, lo que me parece el colmo.

A partir de un determinado momento, con el apartado “La cuerda tan tensada en mí”, das mucha importancia a la figura y la obra de Manuel Sacristán, finalizando el libro con él. ¿Dónde radica su importancia en tu opinión?

Su importancia radica, en mi opinión, en que, de forma muy decidida, quiso ser el continuador de la tradición.

El hecho de que fuera militante comunista no debe confundirnos sobre esto. Su lucha contra la filosofía oficial, su oposición política al franquismo, su empeño en crear hegemonía cultural, junto con su defensa de la libertad universitaria o su famosa petición de abolición de la licenciatura en filosofía, todo eso está relacionado con la vocación de continuidad. Su crisis de finales de los años sesenta también, claro. De hecho, constituye el momento final de una tradición en la cual, y si la comparamos con las guerras apaches y asignamos a Giner el papel de Mangas Coloradas, él es Gerónimo.

Sacristán fue lo opuesto a Aranguren en todo. Que no fuera nada “literario” (siempre en el mal sentido de la palabra) y, a la vez, escribiera muy bien, muestra esto perfectamente.

Hablas de Sacristán, tomando pie en un artículo suyo sobre la obra de Heinrich Scholz, como “hombre del destino”. ¿Qué es un hombre del destino? ¿Por qué y para quien lo fue el autor de “Panfletos y materiales”?

La noción de “hombre del destino” (hoy la expresión suena grandilocuente y exclusiva), y tal como la entiende Sacristán siguiendo a Scholz, equivale a la de filósofo logrado, filósofo que ha cumplido su misión. Alguien que ha puesto su vida al servicio del proyecto de la realización de la razón en el mundo y cuyas aportaciones no podemos desconocer. Como ya he dicho, el mérito particular de Sacristán durante la dictadura fue, en un momento y lugar en el que muchos desertaban de esa misión, empeñarse en rememorarla y cumplirla. Los escritos que dejó como testimonio de ese empeño son, a mi parecer, deslumbrantes, y salvan el honor de una época. El hecho de que gentes tan influyentes en lo por venir como Gustavo Bueno, Javier Muguerza, incluso Trías o Savater, acusaran su recepción muestra muy bien, más allá de la influencia directa en sus discípulos, la importancia que ha de concederse a su aportación.

Citas un pasaje de una entrevista de finales de los setenta que le hicieron Jordi Guiu y Antoni Munné. El siguiente: “A mí me parece que la historia de Gramsci es la historia de una catástrofe. Por eso, entre otras cosas, no me puedo poner ahora a cultivar la moda Gramsci. ¿Cómo va a haber esperanza de nada en la historia de una catástrofe? Uno puede tenerle mucho amor a Gramsci -yo se lo tengo, desde luego, es una figura muy digna de amor-, pero no porque sea una perspectiva de éxito del movimiento obrero, sino que, como cualquier mártir, es digno de amor”. ¿También la de Sacristán fue la historia de una catástrofe política?

Fue en un momento especialmente vehemente y desesperanzado en el que hizo esa declaración. No creo que fuera su opinión definitiva sobre el tema. Que hay una “catástrofe política” que atraviesa el siglo XX estrechamente asociada al destino del comunismo soviético resulta innegable. A nadie se le oculta, por lo demás, que es una catástrofe que dañó profundamente la confianza en la razón y que problematizó, especialmente, la idea de esperanza.

No es nada, en todo caso, que no haya sucedido antes. Lo relevante de la forma singularmente lúcida y honesta con la que Sacristán se enfrentó a ella (fíjate que la afirmación que citas es de los años setenta, cuando tantas tonterías se decían al respecto) es que todavía hoy nos sirve de ejemplo a la hora de reconocer, y hacer frente, a las catástrofes que nos encontramos.

Dejándome mil cosas en el tintero, no hay otra: todo tiene su fin. ¿Quieres añadir algo más?

Pues sí. Tiene que ver con alguna de las cosas de las que hemos hablado.

Tú recordarás una anécdota que contó Enrique Irazoqui, el protagonista de El evangelio según Mateo de Pasolini, en una entrevista que le hiciste. Se trata de que, algo después de rodar la película, el director vino a Barcelona. Irazoqui conocía a Sacristán, y quedaron los tres a cenar. Lo que contó de aquella cena es que, al acabar, en un aparte, Pasolini le dijo algo parecido a que “profesores así, con esa preparación, no había en Italia”.

Yo no creo que lo que quisiera decir es que Sacristán sabía más que los profesores italianos. No tiene esto demasiado sentido. Lo que sí creo que percibió alguien tan atento a las cosas como Pasolini es lo que de especial y particular, de reflejo concreto de una realidad vivida, de resultado de unas experiencias determinadas, había en el profesor que conoció. En mi libro, lo que he querido hacer es poner el foco sobre este asunto. He intentado explicar por qué tuvimos los profesores que tuvimos, la Universidad que tuvimos, la filosofía que tuvimos.

Mil gracias por tu tiempo y por tu deslumbrante libro.

Fuente: https://rebelion.org/si-algo-llama-la-atencion-es-el-gran-desconocimiento-que-hay-incluso-entre-los-profesores-de-filosofia-de-la-historia-de-la-filosofia-espanola/

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España: Los sindicatos de profesores de Catalunya van a la huelga los días 15, 16, 17, 29 y 30 de marzo

  • Los sindicatos convocantes reclaman a Cambray retirar el nuevo calendario escolar y empezar a negociarlo de cero
  • Afean al ‘conseller’ que introduzca cambios en el modelo educativo sin consensuarlos con las partes implicadas
  • La fecha ha sido anunciada  en una rueda de prensa conjunta ante la Conselleria d’Educació en la que han afirmado que la huelga es la «respuesta contundente» a las políticas de «imposición» por parte de la consellería.

     

    En un comunicado conjunto, los portavoces sindicales han  denunciado que la orden del calendario que avanza el curso cinco días y establece una jornada partida durante el mes de septiembre es la «última gota» que ha colmado un vaso ya lleno de recortes laborales no revertidos que ya vienen de antiguo y temen que Educación les depare en lo que queda de curso «nuevas sorpresas».

    Los sindicatos se han mostrados ofendidos por el menosprecio del departamento  al personal educativo. «Esta conselleria ha olvidado que su obligación es promover el respeto y el reconocimiento al colectivo docente ante la sociedad», indica el comunicado que continúa «rechazamos la actitud de menosprecio del conseller Josep González-Cambray  ante los trabajadores, y la actitud impositiva y autoritaria mostrada al desanteder y negligir la negociación real con los representantes sindicales por una retorno de las condiciones laborales que ahora más que nunca merecemos».

    Las organizaciones han animado al personal educativo a ir a la huelga, pese al cansancio por un curso difícil para familias y docentes, para forzar una «negociación real» con el departamento, basada en hechos y no en palabras «que se las lleva el viento». Precisamente, Educació había convocado para hoy la mesa sectorial con una orden del día: el cambio del calendario escolar. Los sindicatos, que no han acudido, puntualizan que este es un buen ejemplo de  «falta de voluntad para negociar». «Se ha reiterado en numerosas ocasiones que el cambio de calendario es inamovible».  Por tanto la mesa sectorial sería «un puro trámite» para el departament y no una verdadera negociación colectiva.

    En declaraciones a los periodistas, la portavoz de Ustec·Stes, Iolanda Segura, desconfía que la conselleria acepte una moratoria como ha pedido la comunidad educativa a través del Consell Escolar de Catalunya (CEC)  ha criticado que les presenten documentos en las mesas de negociación sindical sin posibilidad de debatir, en sus palabras, ni una sola coma.

    Desde Intersindical-CSC Bernat Pèlach ha avanzado que las huelgas irán acompañadas de otras acciones de protesta, ya sean en los centros o manifestaciones: «Estamos dispuestos a hacer lo que sea necesario para conseguir nuestros objetivos, hace mucho tiempo que pedimos estas cosas y el departamento hace lo que le parece».

    En nombre de Professors de Secundària, Joan Alís ha destacado que la respuesta del CEC a la petición del dictamen sobre la orden del calendario debe considerarse como una rebelicón en cuanto es un órgano en el que el Departament nombra o sugiere el nombre de buena parte de sus miembros.

    Lorena Martínez, de UGT, preguntada por la concentración de huelgas en el mes de marzo que pueden diluir el resultado de la protesta (hay que sumar la del 8M por la mujer trabajadora y la del 23 de marzo sobre el catalán en los centros), ha recordado que existen motivos para salir a la calle. Y ha explicado que han dividido los días en dos partes para facilitar el seguimiento.

    La portavoz de CGT, Marta Minguella, ha sostenido que el sistema educativo no puede dirigirse en contra de la comunidad y de que los cambios en el mismo requieren el consenso global.

    Por último, Carles Vilallonga de Usoc ha apuntado que «hay un movimiento de mucha indignación en los centros» acerca de la gestión de la pandemia de Covid-19, el nuevo currículum, la falta de recursos para atender a la diversidad y otras cuestiones.

    El anuncio del nuevo curso escolar, que prevé adelantar una semana el inicio de las clases al 5 de septiembre, puso en pie de guerra a los sindicatos. A mediados de febrero se encerraron en la sede de Educació para forzar una reunión con el conseller  Josep Gonzàlez-Cambray, pero salieron sin acuerdo y con el anuncio de cinco días de huelga durante el mes de marzo sin detallar entonces las fechas. «Es la hora del compromiso, de dar ejemplo a nuestros alumnos y de luchar por lo que es justo» han afirmado los representantes sindicales.

    A pesar de la infructuosa reunión y el aviso de huelga, Cambray se mostraba esperanzado la semana pasada en que los sindicatos educativos retiraran su intención del parón porque «estamos dando respuesta a sus demandas». «Si los sindicatos tienen voluntad negociadora, no es necesario que hagan huelga», afirmó el conseller este jueves que también subrayó que «tenemos que encontrar el equilibrio entre las mejoras laborales y la calidad educativa y pedagógica».

    La orden del cambio de calendario, inusitadamente anunciada por el presidente de la Generalitat en una escuela de Barcelona, realizó a modo de decretazo, a espaldas de la comunidad educativa. Ni siquiera el Consell Escolar de Catalunya, que es favorable a un adelanto de la vuelta al colegio en septiembre tal y como hacen otras comunidades autónomas y otros países europeos, había sido consultado. Ni directores, ni profesores ni sindicatos. Tampoco las familias (que negaron que fuera una reivindicación propia, como sostuvieron Aragonès y Gonzàlez-Cambray).a convocatoria de huelga en las escuelas de Catalunya es para los días 15, 16, 17, 29 y 30 de marzo. Estas son las jornadas previstas por todos los sindicatos educativos -Ustec·Stes, CC.OO., Intersindical-CSC, Professors de Secundaria, UGT, CGT y Usoc-en protesta por la falta de diálogo del Departament d’Educació respecto a los cambios previstos para el nuevo curso escolar y por los recortes en el sector educativo de los últimos años. «Hace 30 años que no se recuerda una convocatoria sindical unitaria contra el departament de esta envergadura», explicó un portavoz sindical.

    Fuente: https://www.lavanguardia.com/vida/20220302/8093214/huelga-profesores-15-16-17-29-30-marzo.html

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España: el alumnado de origen socioeconómico bajo es más proclive a abandonar sus estudios universitarios

Por: Lis Gaibar

Es algo que ya demostraban investigaciones académicas y que ha venido a confirmar el Estudio sobre el Abandono de los Estudios de Grado en el Sistema Universitario Español del Ministerio de Universidades: más allá de los factores individuales, la clase social, la edad, la insularidad, el área de conocimiento y el precio de la matrícula determinan que el alumnado siga cursando, o no, sus estudios universitarios.

El Ministerio de Universidades ha presentado hoy el Estudio sobre el Abandono de los Estudios de Grado en el Sistema Universitario Español con el objetivo de conocer las causas del abandono de los estudios de grados en las universidades presenciales y encontrar las herramientas para paliar este fenómeno, según han explicado en el informe de resultados de la investigación, liderada por María Fernández Mellizo Soto, socióloga y profesora en la Facultad de Educación en la Universidad Complutense de Madrid, presentados en rueda de prensa la tarde de este martes.

El reporte viene a confirmar conclusiones que ya se habían extraído en investigaciones académicas previas y que habían sido pormenorizadas por colectivos como el Observatori del Sistema Universitari (OSU) en el ámbito catalán, pero el macroestudio del Ministerio, además de su origen institucional, cubre toda el área geográfica que compone el Estado español, introduce variables novedosas y desglosa los resultados en diferentes ámbitos, tanto de corte individual, como relativas a las universidades o los grados, como vinculadas al sistema universitario en sí. La muestra abarca al estudiantado que ingresó en títulos de grado en el curso académico 2015-2016, menores de 30 años y de nacionalidad española.

El abandono universitario de grado afecta a algo más de uno de cada diez estudiantes matriculados en universidades presenciales, el 13%. Más de la mitad de ellos dejan su título en el primer año

Entre las principales conclusiones, se extrae que el abandono universitario de grado —estudiantado que se ha matriculado por primera vez en un grado y no ha vuelto a hacerlo durante dos cursos seguidos— afecta a algo más de uno de cada diez estudiantes matriculados en universidades presenciales, el 13%. De las personas que abandonan sus grados universitarios, más de la mitad lo hace el primer año académico, lo que se interpreta como que “el inicio del Grado es el momento más delicado de cara a la continuidad o no en los estudios”.

Aunque en los resultados de la investigación se expone que los factores de naturaleza individual —“referidas a características de cada estudiante y de su entorno familiar”— y el rendimiento académico del primer año —porcentaje de asignaturas que se superan— son aquellas cuestiones que más impacto tienen sobre el abandono —seguidas del grado cursado y siendo las relativas a la universidad en la que se estudia las que menos peso tienen en la decisión, concluye el informe—, existen una serie de variables vinculadas directamente al sistema universitario que influyen directamente en la continuidad o no de los estudios. Y que resultan inevitables de vincular también al rendimiento académico, que se ha demostrado en muchas ocasiones vinculado con el estatus económico ante la obligatoriedad de compaginar trabajo con estudios, por ejemplo.

Estos factores son el precio de la matrícula del grado cursado, que además presenta significativas diferencias entre las distintas universidades, aunque el Ministerio haya ejecutado en esa línea varias políticas para tratar de paliar este desnivel derivado del sistema de horquillas. El OSU lleva tiempo, además, advirtiendo de la descompensación de las segundas matrículas (repetición de asignaturas) en comparación con otros países europeos, que expulsan de las aulas al estudiantado que no ha podido superar, en la primera oportunidad, los créditos exigidos para pasar de curso. En este aspecto, el informe del Ministerio corrobora que, ante un rendimiento bajo en la universidad, el estudiantado de origen socioeconómico bajo tiene más posibilidades de abandonar el grado que aquel de origen socioeconómico alto.

Las diferencias parten de antes de entrar en la universidad: aquellas personas que provienen de centros públicos y concertados tienen más posibilidades de abandono ante un rendimiento medio-bajo, se expone en los resultados, respecto a los que provienen de centros privados. “La existencia de estas desventajas sociales, económicas y culturales hacen que no se puedan permitir no tener un buen rendimiento en la universidad”, señalan desde el Ministerio. En la continuidad, a menudo repetida, de estudios en un centro de educación secundaria y bachiller privado a universidad privada, varios autores apuntan a hipótesis vinculadas al capital social y abogan por la existencia de un marcado carácter elitista en algunas de estas instituciones de carácter privado.

La edad del estudiante también condiciona el abandono de grados, a pesar de que solo se ha tenido en cuenta la población estudiante de un máximo de 30 años para la investigación. A falta del análisis pormenorizado de los resultados del estudio, la variable puede deberse, al menos en algunos casos, a obligaciones vinculadas a la conciliación familiar o al trabajo. También el tamaño del centro —a más tamaño, más probabilidad—, que el grado sea sencillo o se trate de doble titulación —siendo este segundo grupo más proclive a abandonar sus estudios—, la naturaleza del centro —“se puede decir que las y los estudiantes con un rendimiento medio tienen más posibilidades de abandonar en las universidades privadas que en las públicas”— y la insularidad: en Baleares o Canarias es más probable que el estudiantado abandone su grado.

Aunque el informe apunta que por ramas de conocimiento las y los estudiantes que cursan un grado de la rama de Artes y Humanidades son los más proclives a dejar los estudios sin concluir, frente a los de Ciencias de la Salud que son quienes más continúan estudiando, la variable de clase social en qué tipo de rama ha demostrado ser condicionante en el tipo de grado por el que se opta, teniendo las carreras que se presupone que requieren más tiempo para estudiar una composición social más “alta”.

Del mismo modo, el Ministerio apunta en los resultados del informe que las personas becarias tienen más probabilidades de abandono que quienes no reciben beca en el caso de a un rendimiento medio-bajo el primer año, todo y que en general, tal y como confirman los datos, el alumnado becado tiene mejores resultados académicos. Pero los que no aprueban, tienden en mayor medida a marchar si son beneficiarios de una ayuda: “Su mayor vulnerabilidad social les hace más sensibles a los problemas académicos. De hecho, las y los becarios más vulnerables económicamente, que se encuentran en el umbral más bajo de renta, tienen más probabilidad de abandonar que los becarios con mayor nivel de renta”, expone el Ministerio en su informe de resultados del estudio.

En la línea de las diferentes condiciones materiales entre el estudiantado y las consecuentes desigualdades al acceso y permanencia en la universidad, el Ministerio de Universidades recuerda que, “al tratarse de la cohorte que ingresó en el curso 2015-2016, todavía no da cuenta de los efectos de las políticas que ha puesto en marcha este ministerio, de bajada de los precios públicos en grado y máster y del aumento de becas universitarias a lo largo de la presente legislatura”.

Fuente de la información e imagen:      https://www.elsaltodiario.com

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La manifestación masiva del sector educativo catalán muestra el malestar de los docentes: «No es el calendario, es trabajar precario»

Por: https://www.20minutos.es

Unas 22.000 personas del sector de la Educación, según la Guardia Urbana, y 40.000 según CC.OO. se han manifestado este martes en Barcelona en la primera jornada de la huelga educativa en Cataluña para protestar contra los recortes y las políticas del conseller de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, además de para reclamar mejoras.

La huelga de cinco días convocada por los sindicatos CC.OO., UGT, CGT, USTEC, USOC, la Intersindical y Aspepc·Sps ha comenzado este martes, con un seguimiento del 33% en los centros públicos según el Govern -8,26% en los concertados- y del 60% según CC.OO.. La huelga seguirá el miércoles, el jueves y también los días 29 y 30 de marzo y, con la ella, el sector de la Educación de Cataluña reclama llegar al 6% del PIB en inversión, reducir ratios de alumnos, retirar el nuevo currículum y el nuevo calendario escolar y estabilidad para el personal interino, entre otras cosas.

La manifestación de Barcelona ha comenzado a las 11:30 horas en Jardinets de Gràcia y ha marchado por la avenida Diagonal, la calle Muntaner y la Via Augusta hasta alcanzar la sede del Departamento de Educación de la Generalitat, donde los manifestantes han llegado hasta la puerta del edificio y se han encontrado con un cordón de los Mossos d’Esquadra.

Durante la marcha, los manifestantes han gritado consignas como «no son las vacaciones, son las carencias»; «no es el calendario, es trabajar precario» y «no son cinco días de vacaciones, son 10 años de recortes», en referencia a que la protesta no estaba relacionada únicamente con la decisión de adelantar el calendario escolar una semana. Además, se han oído otros cánticos como «queremos educar, pero con calidad» y continuas peticiones de «dimisión» dirigidas al conseller Cambray.

En el transcurso de la protesta alrededor de la sede de Educación, representantes de varios sindicatos han entrado al edificio para reunirse de urgencia con Cambray, pero el encuentro no ha dado frutos y los sindicatos han reclamado negociar con el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ya que, aseguran, no quieren «perpetuar» la situación, pero consideran que el conseller de Educación ya no es válido para continuar con el diálogo.

Tras la reunión, los sindicatos han lamentado que el conseller no haya hecho «ninguna propuesta» y que haya vuelto a mostrar «su inmovilismo», en palabras de la portavoz de USTEC, Iolanda Segura. Marta Minguella (CGT), por su parte, ha asegurado que Cambray les ha vendido «humo» y ha ignorado la manifestación multitudinaria. Lorena Martínez (UGT) ha dicho que, si el conseller no es capaz de negociar, «que dimita», y Joan Alís (Aspepc) ha considerado la huelga «histórica».

«No es por las vacaciones»

Entre los manifestantes que han acudido a la protesta, se encuentra Gonçal, profesor de dibujo de secundaria, que explica a este diario que «la gente piensa que nos quejamos porque queremos más vacaciones, pero no es así. Queremos frenar la implementación del nuevo currículum porque propone reducciones de horas de muchas asignaturas que son muy importantes y queremos también reclamar ratios más razonables de alumnos para poder atender a la diversidad». En definitiva, «queremos una educación de calidad», apunta.

Gonçal muestra una pancarta en la protesta del sector educativo.
Gonçal muestra una pancarta en la protesta del sector educativo.
Judith Calderón

Rosa y Àngels, de USTEC, aseguran estar «hartas de imposiciones y de que no haya debate ni negociación», en referencia a la falta de negociación con el sector sobre el nuevo currículum escolar y sobre el adelanto del inicio del curso 2022-2023. «Cambray negocia con todos menos con los representantes de los trabajadores y los docentes están agotados tras dos años de pandemia y 10 años de recortes. Si tanta gente ha salido a la calle porque no lo está haciendo bien, algo tiene que cambiar», añaden.

Servicios mínimos del 33% y del 50% según el tipo de centro

El Govern ha establecido unos servicios mínimos de un docente por cada tres aulas (33%) en educación infantil, primaria y secundaria, el 50% de las plantillas en centros de educación especial y guarderías y se debe garantizar la presencia de una persona del equipo directivo por cada centro, el 50% de la plantilla de monitores, servicio de cocina, servicio de acogida, extraescolares y servicio de atención al alumnado con necesidades educativas especiales.

En la escuela pública los paros seguirán los días 16, 17, 29 y 30 de marzo; en la concertada también el miércoles día 16; el personal laboral y el de ocio educativo está llamado a la huelga este mismo martes; y además está prevista otra huelga el día 23 contra el 25% de castellano en las aulas catalanas dictado por el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC).

https://www.20minutos.es/noticia/4970786/0/arranca-la-manifestacion-de-la-primera-jornada-de-huelga-de-docentes-en-cataluna-la-educacion-no-se-improvisa/

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