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España: «No» a la Coca-Cola en las escuelas de Andalucía

Europa/ España / 19.02.2018 /Fuente: www.publico.es.

Andalucía se ha convertido en la primera comunidad autónoma que legisla contra la obesidad y lo ha hecho con la misma virulencia que antaño ejerció el Gobierno de España contra el tabaco. No en vano, el Ejecutivo de Susana Díaz otorga a los trastornos alimenticios la consideración de “pandemia” del siglo XXI. La obesidad afecta al 16,6% de la población adulta y a uno de cada cuatro niños andaluces, el grupo más vulnerable y en el que más se ha pensado al diseñar la ley.

Quizá por eso, la norma trae consigo todo un catálogo de medidas punitivas contra aquellos que faciliten a los jóvenes productos asociados a la obesidad infantil, desde el cierre temporal de un negocio de hostelería, el embargo de bienes o la retirada de la mercancía, hasta multas por valor de 250.000 euros.

La Junta de Andalucía ha prohibido por ley la venta de bollería industrial y bebidas azucaradas en los centros escolares de esta región. La norma, que ha entrado en vigor este mes, obliga a los colegios de Infantil y Primaria a retirar las máquinas expendedoras automáticas que facilitan estos productos, pero afectará mucho más a los institutos de Secundaria y Bachillerato, donde sí se permite la presencia de estos dispositivos, pero sujeta a ciertas reglas y, por supuesto, prohibiendo la venta en centros docentes de alimentos y bebidas proscritas, a saber, “con un alto contenido en ácidos grasos saturados, ácidos grasos trans, sal o azúcares”. El mismo reglamento se aplicará a las cantinas, bares y comedores ubicados dentro de instalaciones escolares.

Un Bollycao, por mencionar alguno de los alimentos vetados, excede de las 200 kilocalorías que la ley ha fijado como tope. Una Coca Cola, una Pepsi o un refresco similar contiene un exceso de azúcares y sustancias estimulantes cuya venta está prohibida en las escuelas andaluzas y, desde ahora, sujeta a condiciones en otros edificios públicos, por ejemplo un centro de salud.

Los hospitales y ambulatorios andaluces no tendrán que retirar las máquinas de refrescos y café (la cafeína también está vetada), pero sí están obligados a instalar una fuente de agua natural justo al lado o, en su defecto, introducir botellas de agua en las máquinas expendedoras de refrescos.

Las empresas responsables de las máquinas expendedoras tendrán que ofrecer agua potable en los centros educativos, bien habilitando fuentes a una distancia máxima de dos metros de la máquina, bien integrando el acceso al agua en el propio dispositivo. La ley también les obliga a mostrar en un lugar visible para los alumnos “la cantidad de calorías netas por porción envasada” de los alimentos que se venden en un instituto.

La ley andaluza contra la obesidad (nombre oficial Ley para la Promoción de una Vida Saludable) ha tardado más de dos años en ver la luz, en parte por la resistencia que ha ofrecido el sector de la hostelería y las empresas que distribuyen los alimentos proscritos, que afrontan las sanciones más duras recogidas en la ley. El texto final ha rebajado el volumen de las multas respecto al primer borrador (la horquilla llegaba a los 300.000 euros), pero siguen siendo cuantiosas: una falta leve está castigada por debajo de 3.000 euros y una infracción muy grave hasta 250.000 euros.

Se considera falta leve, por ejemplo, que un centro educativo no compruebe si las máquinas expendedoras informan de manera clara del impacto que pueden tener los productos que venden en la salud de los niños (del mismo modo en que aparece en las cajetillas de tabaco). En este caso, también supone una falta leve el no ponerse en contacto con las empresas fabricantes o distribuidoras de dichos productos para reclamar la información que exige la ley.

Una falta grave, multada con 3.000 a 15.000 euros, amenaza a las empresas de catering (y también a la dirección de centros) que dispensen en los centros educativos “menús no adaptados a las necesidades nutricionales del alumnado”. Tiene la misma consideración penal “la promoción y publicidad de alimentos envasados o bebidas refrescantes” que vulneren los “criterios nutricionales” que establece la ley “en los centros sanitarios con atención a menores en edad pediátrica”. También es una sanción grave que los bares no oferten el acceso gratuito a agua potable.

El catálogo de infracciones muy graves es el más extenso, e incluye la prohibición de la venta en centros escolares de alimentos y bebidas saturados de grasas y azúcares. La ley también prohíbe a las empresas que fabrican o distribuyen estos productos hacer campañas de promoción alimentaria, promoción del deporte (una carrera popular) o patrocinios de equipos y eventos deportivos en el ámbito académico “sin estar autorizado para ello”. Además está multado con hasta 250.000 euros la instalación de máquinas expendedoras en colegios de Infantil y Primaria, así como la venta de alimentos envasados y bebidas perniciosas en fiestas y celebraciones escolares.

Intervenir productos y embargar cuentas

Con carácter preventivo y para no llegar a imponer sanciones, la ley andaluza introduce una serie de “medidas provisionales” contra los establecimientos y empresas de restauración que pongan en riesgo la vida saludable de los andaluces, por ejemplo: la suspensión o cierre temporal del negocio; la retirada o intervención de los productos que venden “por razones de sanidad, higiene o seguridad”; el embargo preventivo de “bienes, rentas y cosas fungibles”; el depósito, retención o inmovilización de vehículos de reparto; la intervención de ingresos por la venta de productos “ilícitos y prohibidos” o la congelación de ingresos que dependan de la Administración Pública…

La Consejería de Salud, responsable de la norma, también ha introducido cambios en currículum escolar de los andaluces para fomentar programas de educación física. En un plazo de dos años, se establecerá un tiempo mínimo de cinco horas a la semana de ejercicio físico y ampliar las actividades extraescolares que incluyen esfuerzo muscular.

Esto no implica necesariamente ampliar las horas de la asignatura de gimnasia. Algunas escuelas andaluzas ya regulan este hábito mediante prácticas de 15 minutos al día de ejercicio físico nada más empezar la jornada escolar, algo que se ha demostrado repercute positivamente en el rendimiento académico. El fomento del ejercicio también se regula en empresas de más de 50 empleados, que tendrán la obligación de habilitar aparcamientos para bicicletas a su entrada.

Los bares y restaurantes están a partir de ahora obligados a ofrecer de forma gratuita un recipiente con agua y vasos para sus clientes, y los restaurantes y supermercados deberán disponer de menús saludables y de diferentes tamaños de raciones de alimentos frescos y perecederos en cantidades adaptadas a la composición de diferentes unidades familiares.

La ley introduce la figura de cartas de compromiso y un distintivo oficial para las empresas y entidades que promuevan los hábitos de vida saludable.

Fuente de la noticia: http:///sociedad/andalucia-prohibe-vender-coca-cola-bollycao-colegios-multa-250000-euros.htm.

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Pactar la educación en España

Europa/España / 12.02.2018 / Fuente: periodistas-es.com.

Llevamos disfrutando los españoles poco más de 40 años continuados de democracia, un hito histórico español de dimensiones prodigiosas. Y algo de lo que más se echa en falta es la creación de un sistema educativo auténtico, un sistema educativo consensuado que no dependa del albur de los antojos de la confección de las mayorías parlamentarias resultantes de las elecciones generales. Un sistema educativo de verdad, como la Constitución, resultado como ella del pacto, que sea un ejemplo paradigmático de la política propia de una sociedad civil que se precie.

No sé si hasta ahora había sido imposible llegar a semejante pacto. Lo que sí parece indudable es que la ocasión la pintan calva. No sólo los indicadores educativos anuncian la necesidad inmediata de renovar el espíritu educativo y su realidad palpable, es que la existencia de un Gobierno minoritario juega a favor. Hay que aprovechar que además los partidos implicados en la gobernabilidad parlamentaria (ojo, no la ejecutiva, no sé si me explico) parecen decididos a intentarlo. El pacto, digo.

Nueve millones y medio de estudiantes españoles cursan su formación educativa en España, desde la Educación Infantil a la Superior. El alto grado de fracaso escolar (uno de cada cinco alumnos de 18 a 24 años abandonó en el último período analizado las aulas sólo con un título de Educación Secundaria Obligatoria, siendo así que España dobla la media europea), la aparente mala posición en esos controvertidos listados del hit parade educacional del mundo y, sobre todo, el futuro que lleva gritándonos a todos, pero especialmente a los educadores, desde hace décadas y cada vez con más fuerza, haciendo atronar la palabra INNOVACIÓN, hacen perentoria la necesidad de ese acuerdo sobre el sistema educativo que se tramita desde hace meses en el Congreso de los Diputados. Una búsqueda de acuerdo que se tramita en el sentido emocional, no en el sentido de obligación desatendida.

¿Para qué se prepara a los alumnos? ¿Para qué sirve la enseñanza, hoy? En el fondo, todo se reduce a eso. Pero sobre lo que se va a negociar es sobre lo más elemental del problema. Y lo más elemental ya es en sí pura incertidumbre. Se han dado los parlamentarios españoles hasta mayo y han resuelto reunirse tres veces a la semana para debatir, esperemos que consensuar, sobre quince puntos quince de un guion en el que han desmenuzado el abismo que no debería de ser nunca un sistema educativo. En ese elenco hay asuntos que llevan todalavida sobre la mesa, es un decir, o sí, porque los intentos para pactar la educación no han empezado el año pasado. Y hay asuntos que han llegado recientemente para complicar aún más y convertir estas reuniones en un másdifíciltodavía circense.

Quince puntos quince

Los quince puntos sobre los que los parlamentarios españoles de la subcomisión creada al efecto en el interior de la Comisión de Educación y Deporte (Subcomisión del Congreso de los Diputados para el Pacto Social y Político por la Educación) van a tener que trabajar, según ellos mismos han acordado, son los siguientes.

El punto uno es genérico, tanto que incluso se llama nada más y nada menos que “El sistema educativo español”, pero se especifica a sí mismo cuando anuncia que se trata de su “diagnóstico, principios, fines y desafíos”.

El punto 2 va más al grano: “Financiación del sistema educativo”. La pasta. El meollo que desnuda las buenas intenciones. Ese segundo punto se dedica a eso, al uso del dinero (nuestro gasto educativo es el 4% del PIB, como en tantas cosas por debajo de la media de la OCDE), a la consecución del mismo y a la aportación del propio Estado (central), de las comunidades autónomas (responsables hoy del 80% del gasto) y de los entes locales. Con especial atención al llamado “suelo de financiación” y a las becas, donde se destina el 60% del presupuesto del conjunto estatal dedicado a la educación.

Al tercer punto se le ha llamado “Equidad e inclusión educativa”, y va de “apoyos, ratios, educación especial, convivencia escolar”.

El 4 se titula “La profesión docente”, y está dedicado a la “formación inicial, acceso, carrera (y a la) formación continua” de los educadores. Yo creo que ahí está el mayor intríngulis de este berenjenal compuesto de incertidumbre y futuro inmediato, creo que si sólo se pudiera tratar un asunto (menos mal que no, que nada es tan reductible), el asunto del profesorado es el eje sustancial, es la clave de bóveda del edificio y quizás incluso hasta, paradójicamente, su suelo.

El 5, “Estructura del sistema educativo”, se centra en los diversos niveles educativos, los escalones: las educaciones “Infantil, Primaria, ESO (se incluye la “titulación de ESO” como epígrafe de estudio para la Subcomisión), Bachillerato, acceso a la Universidad”.

El sexto punto se llama “Las redes de centros educativos” y está dedicado a “la enseñanza pública como pilar fundamental y el derecho a la Educación”, también a las enseñanzas concertada y privada, a la “financiación de las redes” y a la “supervisión y regulación” de las mismas.

“Ordenación académica. Currículo escolar y metodologías” es el título del punto número 7, aquel centrado en los “valores cívicos y constitucionales en el currículo”, en la “educación en igualdad” y en los “programas plurilingües”.

Al 8 se le llamó “Sistema educativo y modelo territorial”. Yo, como editor de libros de texto sólo puedo decir que el maremágnum curricular y de implantaciones territoriales es la gran amenaza permanente para la supervivencia de nuestro todavía tan necesario sector.

“Evaluación y calidad del sistema educativo” es el nombre del punto noveno.

El punto 10, “El centro educativo”, gira en torno a la “autonomía, gobernanza, transparencia y rendición de cuentas” del núcleo donde tienen lugar todas las experiencias de enseñanza-aprendizaje.

El 11, el 12 y el 13 llevan, respectivamente, como título, “Participación institucional y social de la comunidad educativa”“Enseñanzas Artísticas Superiores” e “Investigación, desarrollo e innovación”.

Llegamos a uno de los que serán sin duda un escollo de dimensiones bíblicas. Hecho el chiste (malo), te puedo decir que es el dedicado a la “Enseñanza de las religiones”, esto es, a “la enseñanza de la religión en el sistema educativo”, a su “carácter y ubicación” y a la “atención a las diversas religiones, etapas y cursos, contenidos y profesorado”.

Y, por último, el punto número 15, la eterna cenicienta del sistema educativo español, aquella que en realidad debería de ser medular para poder acabar de una vez por todas con esta categorización de lo español como un país de universitarios por doquier y profesionales sin formación: el punto con el que se supone que se cierra el dificilísimo trabajo de la Subcomisión del Congreso de los Diputados para el Pacto Social y Político por la Educación es el titulado “La Formación Profesional”. Mucha atención, a juzgar por las gran cantidad de epígrafes que le dedica este punto, se presta a esta etapa que es considerada una de las grandes fracasadas del sistema educativo, aunque quien así lo piense probablemente no sabe que el problema cierto es que no logre atraer el número de estudiantes para formarse profesionalmente que una sociedad civil necesita.

Fuente de la noticia: https://periodistas-es.com/pactar-la-educacion-la-politica-servir-algo-98750

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Vientres de alquiler: Una explotación de la mujer

Por: Lidia Falcón

A finales de enero de 2018, la Izquierda Unida celebró unas jornadas sobre violencia contra la mujer que abarcaron, desde la tribuna con las más famosas expertas en el tema, todas las violencias que sufren las mujeres desde los más remotos tiempos. Ciertamente en siglos pasados esa violencia era más descarnada, pública y habitual, sobre todo comparando lo que sucede en la actualidad en el continente europeo donde ha avanzado gracias a la lucha incansable del Movimiento Feminista. Sobre esto investigué en Mujer y Sociedad hace 50 años.

Pero en la actualidad, valiéndose de los avances científicos y tecnológicos, el Capital ha logrado someter a las mujeres pobres a una nueva explotación: alquilar con costes reducidos la capacidad reproductora de las mujeres. Con la inestimable ayuda del Patriarcado está sometiendo a miles de jóvenes a las prácticas de hormonación, implantación de embriones, embarazos, partos y extracción del recién nacido, para entregarlo a aquellos individuos que puedan pagar por ello. Como si de la fabricación de zapatos se tratase.

Y como es habitual, el Capital y el Patriarcado han elaborado una astuta propaganda para explicar y defender la legitimidad de esta nueva forma de esclavitud. Mediante los y las voceras que siempre se alinean con el poder, difunde sus argumentos que pervierten y falsean los más grandes valores que la humanidad ha logrado incorporar a sus Constituciones y legislaciones, tras largas y sangrientas luchas contra ese mismo poder que ahora pretende someterla: el derecho, la libertad y la solidaridad.

Derecho: La nueva propaganda que pretende legalizar los vientres de alquiler, arguye que todas las personas tienen derecho a tener hijos, retorciendo precisamente uno de los grandes avances conquistados por el feminismo: el derecho de las mujeres a controlar la natalidad e interrumpir un embarazo no deseado. Porque el derecho a ser padres no está reconocido en ningún cuerpo legislativo del mundo. Sería una aberración, ya que de no poder lograrse por medios naturales en caso de infertilidad, daría lugar a la explotación de mujeres, de grado o por fuerza para fabricar esos bebés deseados. Precisamente lo que se ha logrado con la infame industria de los vientres de alquiler.

Pero los derechos que regulan la vida de los seres humanos son demasiado trascendentales, convierten la historia natural y animal que ha regido nuestra evolución durante milenios en la historia social, como decía Marx, para que sean manipulados y degradados en esta transformación frankesteiana que ha inventado el Capital. A las clases sometidas les han costado siglos de luchas, rebeliones, sublevaciones y revoluciones que las clases dominantes aceptaran los derechos universales como una consideración ineludible e intransferible de la condición humana. Desde que se firmó la Declaración de Derechos Humanos de la ONU, de 1948, y que se aprobara por las 56 naciones constituidas entonces en la Organización internacional costó varios siglos de guerras que ocasionaron terribles genocidios y desastres en varios continentes, “no se puede someter a ninguna persona a tortura, ni penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes”. Que es precisamente lo que sufren las mujeres sometidas a la fertilización y fecundación, con expoliación del niño.

Frente al supuesto derecho de los compradores de bebés, están los derechos de las cobayas humanas sometidas a estos experimentos inaceptables. Las mujeres convertidas en probetas, en máquinas de procrear, como en una distopía futura al estilo de El Cuento de la Criada de Margaret Atkwood.

Con una característica añadida. En un planeta en el que hay millones de niños huérfanos y abandonados, esos padres y madres tan deseosos de dar amor y cuidados no quieren adoptarlos porque se trata de que sus descendientes mantengan su código genético lo que supone, una vez más, el triunfo del supremacismo racial.

No podemos aceptar que existe un derecho a ser padres, como no podemos aceptar que existe un derecho a vender trozos del cuerpo, a torturar a otras mujeres, a disponer de su capacidad reproductora, a expoliarle los hijos, ni aún con su consentimiento. Porque ese consentimiento, obtenido mediante la presión económica no es libre. De la misma manera que no se permite la venta de órganos aún con la aceptación del vendedor, porque nuestro nivel de ética social nos lo impide,  no existe el derecho a aprovecharse de la facultad reproductora de otras mujeres por dinero.

Libertad. En ese discurso, que ahora se llama relato por la acepción de cuento que tiene este término, del Capital se apela a la libertad de la mujer que acepta la transacción. En consecuencia, las mafias que organizan las agencias de venta de niños y sus voceras, están reclamando la legalización de los vientres de alquiler siempre que sea con el consentimiento de la mujer. Ya conocemos ese mismo argumento para legalizar la prostitución. Pero también la libertad es un hermoso vocablo y un derecho imprescriptible, y para poder disfrutarla las clases explotadas tuvieron que librar miles de luchas y decenas de revoluciones, en las que empeñaron su vida, contra las clases dominantes, de modo que ahora se utilice para esclavizar a los pobres de siempre, mayormente mujeres, por los mismos depredadores de siempre.

Como en los Diez Mandamientos, hay que prohibir se que utilice el término de libertad en vano, sobre todo por aquellos que precisamente estrangulan la libertad de las que dicen defender. La libertad es demasiado trascendental, demasiado preciosa, demasiado definitoria de la condición humana para degenerarla y banalizarla asegurando que las mujeres que se prestan a ser inseminadas y fecundadas como vacas están utilizando su libertad. No hay nada más esclavizador que la pobreza, y ninguna de las decisiones que los seres humanos toman obligados por ella son libres.

Y tampoco, como en el sensiblero caso, que los y las defensoras de la legalización de los vientres de alquiler siempre utilizan, de la mujer estéril que le pide el favor a su hermana de que geste el embrión escogido, nunca se puede legislar ad hominem porque la legislación, y en eso consiste su grandeza, no se aprueba por los ciudadanos para beneficiar a unas personas escogidas sino que es general y universal para proteger a las personas necesitadas y a las clases desposeídas.

Solidaridad. Utilizando el hermoso término de solidaridad, la fraternidad de la enseña de la Revolución Francesa, esos difusores del agit-prop capitalista están taimadamente apelando a la abnegación femenina, cuya característica es el deseo de sacrificio y entrega a los que ama. Valor femenino por excelencia, cuya adscripción ha servido al patriarcado para exigir sacrificios a las mujeres que los hombres nunca están dispuestos a realizar. Como vemos no se oye que se realicen transplantes de testículos de un hermano a otro que sea estéril.

Resulta patético escuchar a mujeres defender la generosidad que se le atribuye a otra para dejarse fecundar y embarazar por entregarle un bebé recién fabricado a su hermana o a su amiga, cuando esas abogadas de la abnegación y la generosidad nunca estarían dispuestas a hacer lo mismo.

Porque en realidad, esa apelación a la solidaridad, que mejor estaría utilizada en defender buenas causas, es una excusa, una mistificación para engañar a las gentes tontas y mezquinas que se dejan embaucar con argumentaciones incluso infames como el racismo y el nazismo.  Sobre todo cuando se apela a las emociones con argumentaciones sensibleras siempre encaminadas a defender los privilegios de los poderosos contra los derechos y la dignidad de los desposeídos. La prueba es que esos ansiosos personajes por ser padres y madres nunca han protagonizado ni organizado ni encabezado manifestaciones ni asociaciones ni reclamaciones para que los trámites legales hagan más fácil y asequible la adopción.

Se trata de organizar un mundo de explotaciones legales, de humillación y utilización del cuerpo de las mujeres, con el beneplácito de las masas adoctrinadas por esa filosofía del engaño que el poder elabora muy astuta y eficazmente, hasta convencer a quienes se creen defendiendo derechos, libertades y fraternidades, cuando son los cómplices necesarios de un futuro distópico en que los poderosos poseerán el cuerpo y el alma de los desposeídos. Sobre todo sin son mujeres.

Fuente artículo: http://blogs.publico.es/lidia-falcon/2018/02/02/vientres-de-alquiler-una-explotacion-de-la-mujer/

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La formación obligatoria de los padres en el colegio

España / 11 de febrero de 2018 / Autor: Daniel Poyatos Soguero / Fuente: HuffPost

¿Debe ser obligatorio un curso de formación para ser padre o madre? Esta pregunta de índole hiperbólica, e incluso humorística, podríamos reformularla y ganar en realismo para referirnos a la educación que están recibiendo nuestros pequeños. ¿Debe ser obligatoria la formación de los padres dentro del colegio?

Sirva de posición preliminar la contraria a esa corriente que separa casa y escuela. No coincido con quien critica y discute las malas prácticas de las familias. Pienso que se deben a la inconsciente y deficiente formación de los padres para atajar los problemas derivados de la educación de sus hijos. Apoyo a los padres y entiendo las dificultades sociales, laborales, económicas y culturales que tienen que afrontar. Por ello, es necesario echar una mano. ¿Quién mejor que los profesores y educadores en general para prestarla?

El utópico cambio educativo

Frente a décadas de inmovilismo, las circunstancias actuales propician un cambio en la pedagogía dentro de las escuelas. La mutación educativa está en marcha. A ritmo lento, eso sí. Cada vez son más los maestros que innovan. Hito beneficiado por los avances tecnológicos, que permiten compartir y viralizar en un clic las buenas experiencias educativas.

Sin embargo, este cambio educativo es utópico. No se podrá alcanzar nunca sin las familias. Ellas son quienes pasan más tiempo juntas. Son el ejemplo a seguir para los niños. Los maestros podemos inspirar. Guiar. Transmitir. No hacer magia.

De nada sirve que motivemos a los alumnos a esforzarse si sus padres no se esfuerzan. Que insistamos en aprender cultura si sus padres la desprecian. Que intentemos que lean si sus padres no cogen un libro.

Generalmente, de nada sirve que enseñemos persistencia a los alumnos si sus padres no son persistentes. Que aprendamos a solucionar conflictos si sus padres lo arreglan a gritos o golpes. Que les motivemos a esforzarse si sus padres no se esfuerzan. Que insistamos en aprender cultura si sus padres la desprecian. Que intentemos que lean si sus padres no cogen un libro. Que alertemos de los riesgos digitales si sus padres usan el móvil para entretenerlos. Que trabajemos valores si sus padres los consideran un lujo innecesario. Que respetemos normas si en su casa no existen.

O de nada sirve que les enseñemos Matemáticas, Ciencias o Lengua si los niños no han sido estimulados previamente.

El ejemplo de la estimulación y sobreestimulación

Una metáfora. El niño es como una semilla. Si proveemos las condiciones necesarias, germinará. Crecerá. Florecerá. La estimulación cerebral en los primeros años de vida, y la consiguiente formación de circuitos neuronales, es la base para el desarrollo integral del ser humano. Es el agua, la luz y la tierra para la planta. Experiencias y juegos sensoriales, motores o didácticos son ejemplos de estimulación temprana.

Siempre en su justa medida. Sin caer en la sobreestimulación. Igual que no podemos regar en exceso una planta. Se dan casos de padres que sobreestimulan con desmesurada carga académica. Y repercuten de forma negativa en el desarrollo social y personal de sus hijos.

La exigua estimulación o la sobreestimulación representan errores clásicos. Son ejemplos de recomendaciones sencillas que podemos enseñar a los padres.

La formación para padres no es una novedad. Lo que sí sería original sería su asistencia y participación obligatorias

¿Cómo formarles?

La colaboración entre escuela y familias ha resultado, en la mayoría de casos, insatisfactoria e insuficiente.

Es por ello que la propuesta de realización de cursos o talleres para padres en el colegio no es descabellada. Una formación para padres. Donde enseñemos a enseñar. Educar para educar. Nutrir de recomendaciones, herramientas y técnicas básicas y específicas. Muchos las aprovecharán.

No es una novedad. Lo que sí sería original sería su asistencia y participación obligatorias. Siempre amparadas por las administraciones, que deberán atender y facilitar la conciliación familiar y laboral de padres y docentes.

Los profesores debemos pausar nuestra mirada crítica hacia los padres. Unir casa y escuela. Derribar paredes. Mostrar comprensión. Porque podrían haber sido víctimas de un tipo de sociedad que llevamos años construyendo.

Vaticino que sólo sería necesario llevarlo a cabo unas cuantas generaciones. Hasta que encontremos la senda para la buena educación. Que dejará de ser utópica.

Fuente del Artículo:

http://www.huffingtonpost.es/daniel-poyatos-soguero/la-formacion-obligatoria-de-los-padres-en-el-colegio_a_23345992/

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Pau Mari-Klose: La escuela no es un instrumento meritocrático ni de inclusión.

España / 11 de febrero de 2018 / Autor: El Diario de la Educación / Fuente: EducaTribu

El diario de la educación publicó esta entrevista a Pau Mari-Klose el pasado día 18 de enero. Daniel Sánchez Caballero fue el encargado de realizarla. La traemos a nuestra web porque consideramos muy importante la reflexión sobre una de las funciones que consideramos esencial en el papel que la escuela debería cubrir y no cubre, o dista mucho de cubrir suficientemente.

Pau Mari-Klose es toda una autoridad cuando se habla de pobreza infantil. Es profesor de Sociología de la Universidad de Zaragoza. En los más de diez años que ha dedicado al tema, ha averiguado que la pobreza es mucho más que falta de dinero, que es una situación de la que es difícil salir y que, desde luego, la escuela no acaba de ayudar.

Para fijar el marco, ¿qué es ser pobre?

Son las familias con ingresos equivalentes inferiores al 60% de la mediana de ingresos. Eso se ajusta por la composición del hogar (número de miembros y edades). Esta es la definición convencional de pobreza, que da un número, que en España es el 28%. Hay otros indicadores que dan otros números. La pobreza refleja situaciones de privación material que van asociadas a otros déficit (educativos, de capital social, es decir, la capacidad de tener entornos sociales donde puedes encontrar recursos o información). Estas situaciones en algunos casos son transitorias, pero en muchas son bastante permanentes. Esto no quiere decir que no se pueda escapar de la pobreza, muchas familias pasan vaivenes en su vida, pero buena parte del tiempo se encuentran en situación de desventaja económica, estén por debajo del umbral de la pobreza o justo por encima.

La pobreza no solo es problemática porque afecte a bienestar o rendimiento educativo de un niño o genere un problema sanitario, sino porque cuando ese niño sea adulto arrastrará problemas originados por la pobreza que vivió en la infancia. La probabilidad de que ese niño tenga problemas laborales o sanitarios es mayor. Un ejemplo muy ilustrativo es la obesidad infantil. Parece mentira, pero ahora los pobres son gordos en la infancia. La obesidad infantil puede ser un problema infantil —te llaman “gordo”, no puedes jugar al fútbol—, pero es fundamentalmente un problema porque es el principal indicador de la obesidad en la vida adulta. Y en la vida adulta es la causa de todo tipo de problemas sanitarios e influye mucho en la esperanza de vida. Aunque después de ser niño gordo en la infancia te vaya bien en la vida adulta, muchos no habrán dejado de ser adultos obesos que arrastran problemas ocasionados por la pobreza infantil. Podríamos pensar en otros ejemplos. A nivel educativo es muy descarado el tema: el fracaso educativo te condiciona la vida en los puestos de trabajo a los que vas a optar, los ingresos que vas a tener, etc.

Buena parte de sus estudios son sobre los procesos que llevan a situaciones de desventaja educativa, muchas veces relacionada con la pobreza. ¿Cuáles son estos procesos?

Un primer factor fundamental es la pobreza de las familias, que tiene efectos desde distintas perspectivas. Vivir situaciones de pobreza está asociado a privación económica que a su vez tiene efectos sobre otras dimensiones del bienestar infantil. Pobreza significa, por ejemplo, viviendas inadecuadas, que muchas veces están relacionados con problemas sanitarios (humedades, malos aislamientos y riesgos sanitarios en forma de infecciones, hacinamientos, incremento de los días que pueden estar hospitalizados), que pueden estar en el origen de problemas educativos.

Los efectos de la pobreza también se producen en deterioros de los climas familiares. La pobreza se asocia al deterioro de las capacidades parentales, y eso puede tener efectos educativos, de retrasos cognitivos porque la implicación parental no es la más adecuada. En el tema de la pobreza los efectos son acumulativos. En un hogar con déficit de capital económico muchas veces habrá también déficit de capital educativo o cultural. Son hogares con padres con menos recursos educativos, menos capaces de estimular las capacidades de los niños en edades tempranas, de reconocer los talentos de los niños y cultivarlos. Hay menores expectativas sobre la trayectoria educativa de sus menores, del valor que la educación tiene para ellos, de menor capacidad de negociación con las escuelas (esto es un elemento detectado, las familias con menor nivel de capital cultural son menos capaces de negociar con un tutor por ejemplo que su hijo no repita un curso). Cuando los niños desfavorecidos llegan a la etapa de educación obligatoria, lo hacen con desventajas que les impiden progresar en la misma medida que sus compañeros. Si se añade los efectos de concentración espacial (los niños pobres viven rodeados de otros pobres y van a escuelas pobres), el efecto es acumulativo. Hay mucha evidencia que señala que en estos contextos donde se concentran niños que arrastran problemas sociales que traen al aula, el progreso educativo es mucho más difícil, la educabilidad se pone en juego. Los docentes no solo gestionan retos educativos, sino sociales. Mi aproximación a todas estas cuestiones es longitudinal. Las experiencias en las primeras etapas son fundamentales para entender qué pasa después. El fracaso escolar o abandono prematuro es imposible entenderlo sin experiencias acumulativas que se generan en la más tierna infancia.

¿La escuela está cumpliendo su papel de eliminar estas diferencias de origen y compensar las desventajas?

El sistema educativo en abstracto no lo está consiguiendo. Toda la evidencia señala que las brechas sociales al final del proceso educativo obligatorio son muy similares a las que se observan al principio. Los países que pueden seguir a los niños durante todo su recorrido educativo lo observan muy claramente. Aquí, con menos información, también lo vemos. La escuela ni es el instrumento meritocrático especialmente eficaz que se presupone (la idea de que en el sistema educativo avanzan los mejores) ni es un instrumento de inclusión eficaz. Más bien, reproduce las diferencias de origen. Eso no quiere decir que no haya escuelas o docentes que puedan tener ese efecto corrector. Pero hay estudios anglosajones que dicen que incluso las diferencias se amplían a lo largo del periodo escolar, de modo que los niños de origen desfavorecido que lo hacían bien en las primeras etapas, tras el ciclo educativo lo hacían peor, mientras los niños acomodados que lo hacen mal al principio a los diez años se han recuperado bastante. Es decir, la escuela rescata a los niños acomodados y perjudica a los que provienen de entornos desfavorecidos.

Voy a hacer un pequeño matiz. No necesariamente el efecto es de la escuela. También hay evidencia que muestra que más horas en la escuela ayuda a los niños desfavorecidos. O que estar fuera del periodo escolar los perjudica (los veranos, por ejemplo). El problema no es estrictamente la escuela sino que la escuela no opera sola. Determinadas influencias del entorno empujan a la escuela a ser productiva para los niños acomodados, pero cercena la posibilidad de que niños de entornos desfavorecidos salgan adelante.

Menciona aspectos que pueden corregir estas deficiencias. No vamos a hacer un plan director aquí, pero, ¿puede esbozar alguno?

Un niño en situación de pobreza vive en desventaja. En ese sentido, un elemento clave de inicio es corregir las situaciones de pobreza en la infancia, o atenuarlas al menos. Cuando tienes un país con un 28% de niños en situaciones de pobreza no puedes pretender los mismos resultados educativos que otro como Finlandia, que tiene menos del 10%. Un primer elemento entonces es atender estas situaciones con políticas de lucha contra la pobreza infantil o incluso ayudas directas. Un segundo elemento son escuelas infantiles de calidad y políticas que posibiliten el acceso a estas escuelas de colectivos desfavorecidos. España ha sufrido una gran explosión de la escuela infantil, el 0-3, pero no ha llegado a las familias que más se podrían beneficiar de ellas, las más desfavorecidas. Y más si son escuelas de calidad que producen lo que estos niños no tienen en casa, que es la estimulación cognitiva. Un tercer elemento es contener la segregación escolar. Hay efectos concentración de la pobreza que se producen en el barrio. También en la escuela, sobre todo si los centros no cuentan con suficientes recursos para hacer frente a estos retos. Una política en esa dirección también sería ayudar más generosamente a las escuelas que afrontan situaciones socioeconómicas más dificultosas: asegurar que el personal docente sea experimentado, que se pueda centrar en la atención específica a las situaciones sociales problemáticas que pueda encontrarse, que conozca dinámicas pedagógicas que ayuden a estos estudiantes (competencias no cognitivos: cómo inculcarles motivación, perseverancia, paciencia). Otro elemento obligatorio que mencionar porque las brechas son enormes a nivel socioeconómico es la repetición. Somos un país que hace repetir mucho, esto es conocido, pero no repite todo el mundo, repiten los estudiantes desfavorecidos. A los 15 años ha repetido un 53% de los estudiantes del cuartil más desfavorecido mientras solo lo ha hecho un 8% de los acomodados. Acercar estas cifras es imperativo, somos una anomalía total. Hay todo tipo de intervenciones, a nivel pedagógico también.

¿Nos estamos preocupando poco como sociedad del fenómeno de la pobreza infantil?

El gran salto es entre la preocupación y poner los medios. La preocupación que aparece en los medios de comunicación acaba incluso expresándose en los programas políticos o hasta en los pactos que firman los partidos. En las últimas dos negociaciones entre PSOE-Cs y entre PP-Cs para presentar una alternativa de Gobierno, en los dos casos se reconoció el grave problema de pobreza infantil y se comprometió una gran cantidad de recursos para hacerle frente. El problema es que cuando llega el momento de negociar los Presupuestos Generales del Estado esto no acaba de concretarse. Los 2.000 millones de euros que comprometieron el PP y Ciudadanos al final se quedaron en ciento y pico, que desglosados ni siquiera van a la infancia y acaban en los refugiados, por ejemplo. En el último momento los actores que tienen que negociar los presupuestos se olvidan de la importancia del problema y atienden otras consideraciones, quizá a quién pueden contentar y a quién descontentar y con esto de los niños quizá te puedas permitir el lujo de no ponerlo en primera línea porque en el fondo no vas a descontentar a mucha gente.

Sorprende esta afirmación, porque uno diría que un 28% de las familias con hijos sí es mucha gente.

Suena a mucha gente, pero esa gente no se identifica como familias con niños pobres. Se identificarán como catalanes, trabajadores, como consumidores o como familias con un dependiente en casa, pero no con familias con niños que necesitan una determinada atención hacia los niños. Son grupos que no tienen a nadie que les defienda como colectivo. Los trabajadores tienen a los sindicatos, los independentistas a los partidos políticos nacionalistas… El tema de los niños queda más relegado porque no tienen esas asociaciones bandera que puedan defenderlos. Esta situación está mejorando bastante porque hoy en día sí hay un Save the Children o Unicef que pueden jugar ese papel, pero aún quedan relegados en el último momento, en el proceso de negociación. Todos los partidos se apuntan al “hay que ocuparse de los niños” a nivel programático, pero no parecen traducirlo después.

Fuente de la Entrevista:

http://www.educatribu.net/index.php/noticias/unaNoticia/153

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Hay Festival 18. La Nueva Educación. César Bona en conversación con Claudia Restrepo

España / 11 de febrero de 2018 / Autor: Museo Arte Moderno Medellín / Fuente: Youtube

Transmitido en vivo el 25 ene. 2018

César Bona es uno de los cincuenta mejores maestros del mundo según el Global Teacher Prize, el llamado Premio Nobel de los profesores y autor de La nueva educación. Conversará sobre las preguntas que se ha planteado en su recorrido como reformador de la educación: ¿Por qué ya no son tan importantes los libros de texto? ¿Por qué hay que relativizar la importancia de los deberes? ¿Por qué se debe educar en empatía? ¿Por qué la educación debe estar por encima de todos los gobiernos? Con apoyo de Acción Cultural Española. Foco cultura España-Colombia.

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=EbRB3Acqrvc

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