Papa Francisco pide a los gobiernos que actúen contra el «crimen» de la pornografía infantil
Según ha precisado el Papa, los grupos responsables de producir pornografía infantil «se comportan como mafias que se esconden y se defienden»
Según ha precisado el Papa, los grupos responsables de producir pornografía infantil «se comportan como mafias que se esconden y se defienden»
Por: Juan Navarro
Preguntar qué tienen en común Groenlandia, Grecia, Polonia, Lituania, Rumanía, Croacia y Zamora puede parecer el inicio de un chiste malo o la consulta en un examen de un profesor con mala idea. La respuesta, no obstante, es sencilla: variedad en su riqueza medioambiental, entornos rurales despoblados e interés de unos docentes con ganas de intercambiar conocimientos y experiencias. Un proyecto impulsado por dos españoles, Chema Mezquita, maestro de Economía del instituto de Aliste (Zamora, 1.000 habitantes), y Víctor Colino, especialista en ciencias ambientales de la Universidad de Salamanca, aspira a unir al alumnado de siete centros de secundaria de esos países. El objetivo es incorporar transversalmente el cambio climático a las asignaturas convencionales para afianzar la implicación ambiental de los jóvenes.
Groenlandia es un eje clave del proyecto, ya que permitirá a los alumnos conocer detalles sobre el deshielo, una realidad muy lejana a los climas mediterráneos que, según Javier Arnaut, profesor de la Universidad de Groenlandia, resulta esencial para mostrar “una perspectiva del Ártico” que permita a los alumnos estimar más directamente los efectos “de la degradación ambiental”. La profesora croata Tina Cvijanovic, especialista en informática en el instituto Andrija Kačić Miošić, en la ciudad de Ploče, aspira a incorporar “nuevos valores en una transición educativa que añada a los currículos formativos preocupación sobre los recursos naturales y la conservación de la naturaleza”. Estas nociones, mediante este plan continental, aportarán tanto “creatividad” en las aulas como aprendizajes sobre otras culturas y regiones.
La idea se les ocurrió a ambos docentes en un viaje a Moscú. Presentaron el proyecto al plan europeo Erasmus Plus y fueron seleccionados. Han obtenido unos 300.000 euros que destinarán a sufragar el coste del intercambio de alumnos, formación para el profesorado y a financiar la difusión de los “productos intelectuales” que generen, entre otros asuntos. El proyecto de momento se centra en el intercambio de conocimientos y de formación entre los docentes para llevar a las aulas estas consignas. El objetivo es que pronto los alumnos también puedan viajar y conocer en persona esos ecosistemas y constatar las diferencias climáticas entre las regiones europeas.
Para la selección de los países que participarán en el proyecto, el criterio fue tratar de obtener una representación variada de los diferentes climas europeos: mediterráneo, atlántico, alpino, ártico o continental, según indica el ambientalista Colino. El objetivo es enseñar a los jóvenes la importancia del medio ambiente y su cuidado, las diferencias entre países y mostrar cómo las personas se adaptan a estos distintos contextos. Los siete centros de secundaria que participarán en el proyecto están ubicados en pueblos pequeños y cerca de entornos naturales.
Investigadores de las universidades de Salamanca y Groenlandia colaborarán con análisis sobre las consecuencias del cambio climático, así como con material para formar a los docentes de los institutos. Los materiales diseñados por este equipo servirán para crear una plataforma online con actividades, así como una aplicación que cuantifique los beneficios que aportan los entornos naturales, sean gélidos como los polares o con microclimas cálidos como algunas zonas de Zamora.
La elección de localidades despobladas permitirá que los jóvenes hablen con sus mayores y produzcan un libro digital de diálogos intergeneracionales donde compararán la relación actual con el medio natural frente a la que se tenía antes. Las asignaturas tendrán que impregnarse de ese tinte verde. Mezquita, que imparte Economía y hace unos meses logró con uno de sus grupos que la Unión Europea cambiara un texto xenófobo en su página web oficial, plantea que una forma de incluirlo en su materia, llamada Iniciativa Emprendedora, es con ejercicios en los que se analice cómo administrar económicamente los recursos de un bosque. Calcular, por ejemplo, cuántas toneladas de dióxido de carbono pueden neutralizar determinadas hectáreas de árboles. En cursos anteriores ya aprendieron a fabricar jabón con ingredientes de proximidad, en su mayoría hierbas aromáticas.
Sus compañeros de Religión, Matemáticas, Inglés o Ciencias se están uniendo a estas tácticas que triunfan frente a los rígidos y fríos ejercicios de los libros de texto. La zamorana Lydia Martín, de 17 años y que cursa segundo de Bachillerato, aplaude esta iniciativa que cree que le servirá para “valorar el entorno y todas las cosas positivas que nos aporta”. Los ejercicios que se realizarían en las clases, cree, “traerán ventajas como conocer mejor nuestra zona y generar un mayor interés por la asignatura”. Martín expresa sus ganas de conocer otras naciones y “sus peculiaridades” como fuente de “cultura” o incluso para “vivir un tiempo allí”.
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Por: Guillermo Martínez
Tras 12 días durmiendo a la intemperie, las tres profesionales del servicio de atención domiciliaria han recibido el calor de decenas de compañeras venidas de diversas partes del Estado. Exigen que el Gobierno obligue a remunicipalizar la gestión del servicio, pauperizado tanto para los usuarios como para las trabajadoras, según denuncian.
Este caluroso 13 de noviembre se ha despertado con diferentes movilizaciones sociales en Madrid. A favor de la caza, por un Sáhara libre y en defensa de las pensiones han sido las convocatorias que más seguimiento han cosechado. En esa vorágine de activistas callejeros, unas 80 personas, la mayoría mujeres, han puesto el grito en el cielo, concretamente sobre las nubes que tapaban tímidamente el Ministerio de Trabajo y Economía Social. En el número 63 del céntrico Paseo de la Castellana, casi una centena de profesionales de atención domiciliaria han mostrado su apoyo a las tres compañeras que llevan 12 noches durmiendo frente al edificio relativo a la cartera que posee Yolanda Díaz.
Un llamamiento del sindicato de Servicio de Atención Domiciliaria (SAD) ha congregado a activistas procedentes de diferentes partes del Estado para presionar a un Gobierno que les ha defraudado, tal y como afirman, “somos las profesionales que cuidamos a las personas dependientes en sus domicilios y estamos aquí para que se revierta la constante privatización de este servicio, que siempre ha estado municipalizado”, ha comentado Pilar Nogués, presidenta del SAD en Catalunya. Ella misma señala algunos nombres propios, como Florentino Pérez: “La gigante ACS y sus filiales, como Clece, pauperizan este servicio y denigran a trabajadoras y usuarios”, ha relatado la catalana.
“Privatización es explotación”, “si son cuidados, no son negocio” y “ser esenciales nos trae indignidades” han sido algunos de los cánticos coreados durante la mañana
Sin apenas presencia policial durante la jornada de protesta, un megáfono ha hecho las veces de maestro de ceremonias acompañado de una pandereta: “Privatización es explotación”, “si son cuidados, no son negocio”, “Gobierno, escucha, el SAD está en lucha” y “ser esenciales nos trae indignidades” han sido algunos de los cánticos coreados durante la mañana. “Estas empresas a las que externalizan un servicio esencial son parásitos del lucro, que solo buscan su propio beneficio y recortan en todo lo que te puedas imaginar, ya sean EPI, personal y hasta los minutos que tenemos de descanso”, ha expresado la propia Nogués.
Los cuatro guardias civiles apostados a las puertas del complejo ministerial conversaban tranquilos. El megáfono, por su parte, no daba tregua: “No somos cifras, somos personas” y “que quede claro que las compañeras que ahora duermen aquí nos han hecho despertar a todas”, ha proferido una de las activistas concentradas. Se refiere a las tres trabajadoras que llevan una docena de días durmiendo a la intemperie y frente al Ministerio de Trabajo.
Carmen Diego, auxiliar de ayuda domiciliaria sociosanitaria con 29 años de experiencia y 61 de edad es una de las personas acampadas. “Dormimos aquí porque nos hemos hartado de reunirnos con diversos ministerios y que no hagan nada para solucionar nuestra situación”, ha explicado. Diego, procedente de Gijón, nunca se imaginó que su estancia en la capital se convertiría en una protesta de estas características hasta que vio la necesidad de ello: “Una de las cosas más preocupantes es que nosotras no tenemos evaluación de riesgos laborales en los domicilios en los que prestamos servicio, por lo que tampoco se nos reconocen las enfermedades laborales. Esos dolores pasan a tratarse por la Seguridad Social y son invisibles para las mutuas. Nos terminan echando por un despido objetivo debido a una ineptitud sobrevenida cuando realmente es nuestro desempeño profesional el que nos lleva a esa situación”, se explaya.
Otra de los aspectos que denuncian frente al Ministerio de Trabajo es la alta parcialidad de los contratos en el sector, que no suelen superar las 30 horas semanales
Otra de los aspectos que denuncian frente al Ministerio de Trabajo es la alta parcialidad de los contratos en el sector, que no suelen superar las 30 horas semanales. “Exigimos al Ministerio que se comprometan a cambiar esta realidad y remunicipalizar la gestión de la ayuda domiciliaria a las personas dependientes”, concreta la propia Diego. Y parece que ha surtido efecto, pues la imagen de tres personas durmiendo a las puertas de este Ministerio no ha debido ser demasiado grata para sus responsables: “Nos han convocado este lunes a las 12:00 para una reunión, pero nosotras no nos iremos de aquí a no ser que haya un compromiso por escrito acompañado de una calendarización de reuniones de seguimiento para ir evaluando los acuerdos y progresos”, en las propias palabras de la activista acampada.
Junto a ella, decenas de profesionales venidas de lugares como Galicia, Valladolid, Cáceres y Catalunya. “Esto es una mercantilización de los cuidados, pura y dura. Son empresas que miran a los usuarios como clientes y a nosotras como un producto”, ha concretizado Nogués, quien afirma que “el servicio se ha ido denigrando con el paso de los años hasta que se ha hecho insostenible”.
“La patronal no es capaz de cumplir los convenios que ella misma ha formado junto a los sindicatos mayoritarios”, continúa expresando la presidenta del SAD catalán. De hecho, cansadas de las grandes centrales sindicales, han sido las propias trabajadoras quienes se han unido para defender sus derechos: “Los grandes sindicatos han adormecido a las profesionales, y son los que más zancadillas nos ponen. Al fin y al cabo, nosotras luchamos a tres bandas: contra la Administración, porque los ayuntamientos han mirado para otro lado, contra las empresas que nos emplean y pauperizan nuestra situación y contra las grandes corporaciones sindicales”, narra Nogués.
El sol llegaba a su punto más álgido del día cuando una chavala buscaba la sombra entre los arcos del complejo ministerial. En frente de ella, las trabajadoras seguían gritando por sus derechos y la mejora de sus condiciones. Según ha apuntado la propia Nogués a este medio, otra de las cuestiones que más les afectan son los turnos partidos: “Además de no estar contratadas por más de 30 horas a la semana, estos turnos nos imposibilitan encontrar otro trabajo para aumentar nuestros recursos económicos”.
Diego, la sexagenaria que lleva aguantando la noche callejera 12 días, se muestra “triste” y “decepcionada” al ver que el Gobierno autodenominado como el más progresista de la historia actúa así con ellas. Ellas, porque el un trabajo hiperfeminizado: las mujeres son el 98% de las personas empeladas en el sector a nivel estatal. “Esto provoca una pobreza feminizada. Todo lo que son cuidados y limpieza nos afecta mucho más a nosotras que a ellos”, ha puntualizado la activista catalana.
Desde el punto de vista de Diego, el Ministerio podría realizar un real decreto para que los municipios se hicieran cargo de la gestión directa de la ayuda domiciliaria. “No hace falta cambiar ninguna ley, sino que cumplan las que ya existen”, ha remarcado ella misma. Por su parte, Nogués recuerda que “se trata de un servicio que ofrecen los ayuntamientos con dinero público, y no se puede permitir que el intermediario se lleve hasta el 80% del beneficio”. De hecho, en su caso concreto, denuncia que de los 21 euros más IVA que recibe la empresa encargada de la gestión en Sant Feliu de Llobregat, a ella tan solo le llegan 6 euros.
Estos ejemplos también proceden de lugares en los que no pensaron que sucedería algo así. Poco antes de que una especie de marcha-manifestación-procesión por la Virgen de El Quinche de ecuatorianos y españoles hermanados ataviados con ropaje típico, flores, velas y panderetas pasara entre medias de las concentradas, Nogués señalaba el caso de Barcelona: “Allí, la mitad de la plantilla de este servicio pertenece a Domusvi. Más de 2.000 trabajadoras han sido externalizadas a esta empresa privada por parte de Ada Colau. ¿En serio? Si la izquierda, que se supone que nos debería defender, son los que nos externalizan a los buitres…”.
Una hora después del inicio de la movilización, las allí concentradas han decidido juntarse para hablar sobre futuras actuaciones y despedirse unas de otras. Diego, por su parte, seguirá durmiendo a 500 kilómetros de su hogar por mejorar la situación de sus miles de compañeras: “Continuaremos aquí el tiempo que haga falta, con la convicción de que si no das un puñetazo en la mesa nadie te escucha. Así demostramos que la lucha es el único camino, aunque sea una vergüenza para este Gobierno que tengamos que recurrir a esto para que nos atiendan”, ha concluido.
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Predicar con el ejemplo es una buena recomendación cuando se quiere animar a las jóvenes a que se decidan por los estudios técnicos, para potenciar lo que se conoce como habilidades STEM. Nadie mejor que Beatriz Malagón Picón, directora de la planta de Cementos Alfa de Mataporquera, Grupo Portland Valderribas, para impactar en las más jóvenes y eso es lo que va a hacer con su ponencia que abre este sábado 13 la V edición del programa ‘Stem Girl’ de Mujer y Talento.
Malagón, con más de 20 años de experiencia en los sectores del cemento, mortero, hormigón y dirección de proyectos, y directora de Cementos Alfa, es doctora en Ingeniería de Minas por la Universidad de Oviedo y su tesis fue ganadora del Premio Cátedra Hunosa 2013. Profesora de la Escuela Politécnica de Ingeniería de Minas y Energía de la Universidad de Cantabria, realiza actividades de asesoramiento y evaluación de proyectos en la Agencia Europea de Investigación de la Comisión Europea.
– ¿Por qué hay menos mujeres que hombres en las áreas científicos-tecnológicas?
-Es indudable la existencia de una brecha de género en las áreas STEM (siglas de Science, Technology, Engineering and Mathematics, en inglés) y que se manifiesta en el cada vez más reducido porcentaje de mujeres que eligen estas titulaciones. Este hecho impacta directamente en el diseño del futuro, donde áreas como la ingeniería, la innovación y la digitalización son claves, y en las cuales la mujer está infrarrepresentada lo que lleva por ejemplo a desarrollos tecnológicos con sesgos de género (sexualización de robots, inteligencia artificial discriminatorios, etc). Como sociedad tenemos que intentar construir un futuro equilibrado y justo: hombres y mujeres aportando su esfuerzo, visión y capacidades. Los estereotipos de género en áreas STEM se manifiestan en una edad muy temprana: por ejemplo entre los 6 y los 8 años, 9 de cada 10 niñas ya asocian la ingeniería con características y destrezas masculinas, consideran que la ciencia, matemáticas e ingeniería son ‘cosas de chicos’. Según el INE, en el 2019 el 18% de las mujeres que se gradúan en educación superior lo hacen en disciplinas STEM, mientras que en el 2010 este porcentaje constituía el 21%. También, en estas áreas el ratio de abandono es tres veces mayor en el caso de las mujeres que en el de hombres.
-¿Cómo animarlas a que se decidan por estos estudios?
-Hay diversas formas de fomentar las vocaciones STEM actuando en su entorno social y educativo. El cambio en lo social está relacionado con transformar la visión de las profesiones STEM, dando visibilidad en los medios de comunicación, redes sociales, etc.., a mujeres que estudian o trabajan en estas áreas y que puedan servirles de referentes, que conozcan sus logros, el impacto que han hecho o están haciendo en el mundo. En el entorno educativo, una de las formas más directas es la participación en experiencias científicas, concursos STEM y uso y comprensión de las TIC. Es muy efectivo la participación de mujeres jóvenes en programas de mentorización. En mi caso, apoyo a estudiantes de la Escuela de Minas y Energía de la Universidad de Cantabria y en organizaciones como WIM Spain. Y, por supuesto, iniciativas como el programa ‘Stem-Girl’ de Mujer y Talento son clave. Además, es imprescindible que desde las administraciones públicas se desarrollen acciones para romper con las desigualdades de género.
-¿Es difícil encajar en un sector como el cementero, mayoritariamente masculino ?
-Lo primordial es tener autoconfianza, valorar nuestros conocimientos y capacidades, no dejarnos llevar por la creencia de que nuestra valía es inferior. Es un camino difícil, al principio hay momentos en los que sientes que no mereces estar allí, que tus logros se deben a la suerte o a la coincidencia no a tu esfuerzo o capacidad. Se trata del síndrome del impostor que muchas mujeres sienten en estos ámbitos profesionales. Incrementar la autoestima y vencer miedos e inseguridades es clave para superarlo.
-¿Cuál es el reto para los próximos años de Cementos Alfa?
-Ante el escenario del Pacto Verde Europeo y, a nivel nacional, el Plan Nacional integrado de Energía y Clima, así como la Ley de Cambio Climático, los sectores intensivos en el uso de electricidad y energía térmica, como el cementero, tienen que afrontar una profunda transformación. En el caso de la fábrica de Mataporquera, se ha diseñado un Plan de Transición Energética y Neutralidad Climática 2021/ 2030 con objetivos ambiciosos. Aplicando los principios de economía circular desde hace más de 15 años, realiza la valorización material de residuos como materias primas alternativas en sustitución de recursos naturales, y la valorización energética de combustibles alternativos en lugar de combustibles fósiles tradicionales, estando en ratios de sustitución del 70%. En los próximos años se han establecido objetivos que pasan por incrementar el uso de estas materias primas secundarias, potenciando el uso de residuos procedentes de otras industrias de Cantabria. Respecto a la valorización energética de residuos se han planteado alcanzar un porcentaje de sustitución térmica del 80%, un 40 % biomasa, es decir, totalmente renovable.
-¿Los costes elevados de la energía pueden ser una barrera para la transición energética?
-El precio de la energía eléctrica está siendo un lastre para muchas compañías, sobre todo electrointensivas. En nuestro caso, el coste eléctrico supone actualmente el 60% de los costes variables de producción mientras que hace un año suponía un 35%. En los planes de transición energética se han incluido acciones que eviten o minimicen el impacto de la inestabilidad del sector eléctrico, además de contribuir a la lucha contra el cambio climático. Nos planteamos el uso de energía renovable de hasta un 80% para 2030.
Fuente: https://www.eldiariomontanes.es/economia/visibilizar-mujeres-referentes-20211112203304-ntvo.html
Europa/España/12-11-2021/Autor(a): CRISTIAN REINO/Fuente: www.elcomercio.es
Más de cuarenta años de inmersión lingüística en Cataluña no están dando los resultados deseados por los defensores de la lengua catalana. La Generalitat ha presentado este jueves un informe sobre el estado de la lengua catalana en los centros educativos. Y su conclusión es que la situación es muy «preocupante». Su uso registra a día de hoy porcentajes que son una tercera parte que los que se daban hace 15 años. Así, por ejemplo, si en 2006 el 67% de los alumnos se relacionaba siempre o casi siempre en catalán en sus actividades grupales, en 2021 lo hace el 21,4%, solo uno de cada cinco estudiantes. Y el número de alumnos catalanes que dice no usar el catalán ‘nunca’ o ‘casi nunca’ en las actividades en grupo en el aula es del 28,4% mientras que en 2006 era del 10,9%. Ambos datos reflejan el descenso a una tercera parte de la posición que se registraba en 2006.
En cuanto a la evolución del uso del catalán entre el profesorado para dirigirse a toda la clase, también ha habido una disminución, ya que en 2006 el 63,7% de los docentes se dirigía a su grupo en catalán siempre o casi siempre, y en 2021 el dato ha disminuido hasta el 46,8%. Las cifras sobre los usos y resultados académicos hacen referencia al alumnado de 4º de la ESO. Dentro del aula, el 39% del alumnado se dirige siempre o casi siempre en catalán al profesor, cuando en 2006 la cifra era del 56%. El catalán es la lengua vehicular en la enseñanza de las asignaturas en la escuela de Cataluña, pero el idioma que más emplean los estudiantes para relacionarse es el castellano. «La situación social del catalán es preocupante», ha afirmado el consejero de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, que ha culpado a los gobiernos anteriores.
Para intentar revertir esta situación, el Govern ha presentado un plan, que busca promover el compromiso de la comunidad educativa hacia el catalán. Como paso previo, fija como necesario conocer cuál es la realidad lingüística de cada centro y comunidad educativa. Por eso, cada escuela hará un diagnóstico de los usos lingüísticos. Creará grupos impulsores formados por docentes de los diferentes niveles educativos y un miembro del equipo directivo, con el acompañamiento de los equipos de asesoramiento en lengua. A partir de la información recogida, se formará al profesorado para aplicar acciones que mejoren el uso del catalán. Una vez detectada la realidad de cada centro, se podrá incluso proponer la revisión del proyecto lingüístico de cada colegio.
Fuente e Imagen: https://www.elcomercio.es/sociedad/educacion/catalan-escuelas-desmorona-20211104150555-ntrc.html
«La COP26 ha sido calificada como la más excluyente de la historia, pero ya no es una conferencia climática, […] es un festival global de lavado verde», aseveró la activista.
Durante la manifestación realizada frente a la sede de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP26) en Glasgow (Escocia, Reino Unido), Greta Thunberg declaró que esa cumbre devino en un «evento de relaciones públicas» y criticó a los líderes mundiales por convertir las discusiones urgentes en un «festival verde».
«La COP se ha convertido en un evento de relaciones públicas, donde los líderes están dando hermosos discursos y anunciando compromisos y objetivos sofisticados, mientras que detrás de las cortinas los gobiernos de los países del Norte Global todavía se niegan a emprender cualquier acción climática drástica», puntualizó Thunberg.
«No es un secreto que la COP26 es un fracaso. Debería ser obvio que no podemos resolver la crisis con los mismos métodos que nos llevaron a esta situación», dijo la activista.
Asimismo, Thunberg acusó a los organizadores del encuentro de permitir que se convierta en un «festival de lavado verde». «La COP26 ha sido calificada como la más excluyente de la historia, pero ya no es una conferencia climática, […] es un festival global de lavado verde, […] una celebración de dos semanas de negocios como siempre y bla, bla, bla», sostuvo Thunberg.
El término ‘lavado verde’ (o blanqueamiento verde) alude a la desinformación producida por una entidad para presentar una imagen pública de responsabilidad ambiental.
Fuente de la información e imagen: https://actualidad.rt.com
Por: Emilio Godoy
GLASGOW – “Para mi pueblo, los efectos del cambio climático son la realidad diaria. La estación de lluvias es más corta y cuando llueve, hay inundaciones. Y hemos sufrido sequía”, aseguró la indígena wodaabe o mbororo Hindou Oumarou Ibrahim.
Para la fundadora de la no gubernamental Asociación de Mujeres y Pueblos de Chad, un efecto pernicioso es la violencia generada, porque “cuando pierde los recursos, la gente pelea por ellos, por el agua, por ejemplo”, relató a IPS luego de un foro sobre los avances de los grupos nativos en la cumbre climática de la ciudad de Glasgow, en el norte de Reino Unido.
En todo el mundo, los pueblos originarios enfrentan la ambigüedad de proteger ecosistemas, como bosques o zonas costeras, y al mismo tiempo padecen los embates de la furia climática desatada por la adicción de la humanidad a los combustibles fósiles, como sequías, tormentas destructoras y el aumento del nivel del mar.
Desde hace décadas, sus miembros han insistido en que sus conocimientos tradicionales pueden contribuir a la lucha climática. El surgimiento de la pandemia de covid-19 en 2020 ha corroborado el resultado de tratar a la naturaleza como una mercancía más.
Si bien en la última década la representación indígena ha saltado a la palestra de cumbres ambientales, como esta 26 Conferencia de las Partes (COP26) de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC) que inició el domingo 31 en esta ciudad escocesa. Pero ahora quieren más y no seguir siendo solo unos convidados de piedra.
“Esperamos que la cumbre tome en cuenta a las comunidades indígenas. Tiene que haber fondos que vayan directamente a los pueblos indígenas”, pidió ante IPS la indígena q’eqchí’ Graciela Coy, de la no gubernamental Ak’Tenamit (nuestro pueblo, en q’eqchí’), que trabaja en el norte de Guatemala.
Los representantes de las organizaciones indígenas han conquistado estar en todos los escenarios de las COP. Participan como observadores en las sesiones oficiales donde se debaten los acuerdos, en la cumbre paralela de los movimientos sociales y en todos los demás foros que se enciman uno tras otro en las dos semanas de la conferencia climática.
Una de las expectativas indígenas en Glasgow es la aprobación del plan de trabajo por tres años de la “Plataforma para el intercambio de experiencias y mejores prácticas de los pueblos indígenas y las comunidades locales”, originada en la COP21, la que aprobó el Acuerdo de Paris en 2015.
Esa propuesta debe ser aprobada por el Grupo de Trabajo Facilitador, integrado por siete indígenas y siete representantes gubernamentales y avalado en la COP24, celebrada en la ciudad polaca de Katowice en 2018. Luego deberá ratificarla la plenaria de la 196 Partes de la COP y tiene que incluir actividades de fortalecimiento de capacidades de los grupos originarios, el mapeo de medidas para su participación dentro de la CMNUCC y de financiamiento.
Entre 2019 y 2021, el grupo efectuó 11 actividades, sin sesiones físicas por la pandemia.
Las políticas climáticas son el foco de la COP26, que concluye el 12 de noviembre, luego de ser pospuesta un año por la pandemia de covid-19.
Los delegados gubernamentales en la COP26 abordan las reglas de los mercados de carbono, el financiamiento climático por al menos 100000 millones de dólares anuales, las brechas entre las metas de reducción de emisiones y las disminuciones necesarias, las estrategias para neutralidad del carbono en 2050, planes de adaptación y el programa de trabajo sobre comunidades locales y pueblos indígenas.
Para la indígena kankanaey igorot Victoria Tauli-Corpuz, de Filipinas, es fundamental la inclusión de derechos humanos en el financiamiento a la reducción de emisiones y adaptación a los efectos de la crisis climática, así como en la creación de mercados de carbono.
“Los pueblos indígenas sufren también por las soluciones climáticas, como los proyectos de energía renovable. Debe haber salvaguardias efectivas que permitan la protección de los derechos de los pueblos indígenas” en las políticas climáticas, señaló a IPS quien fue relatora especial de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas entre 2014 y 2020.
Ese respeto se ha vuelto impostergable en zonas como la Amazonia, el principal macizo selvático de América Latina compartido por ocho países y un territorio francés, cuyos habitantes indígenas han sufrido el deterioro ocasionado por la incursión de empresas agropecuarias -ganadería y soja-, de hidrocarburos y mineras, además de las construcciones de represas, vías férreas, carreteras y puertos fluviales.
Por eso, el indígena shuar Tuntiak Katan, de Ecuador, coordinador general de la Alianza Global de Comunidades Territoriales, consideró a IPS que la salida de las actividades extractivas de ese ecosistema es una condición fundamental para perseverar en la protección climática.
“Los pueblos indígenas ya protegemos 950 millones de hectáreas en todo el mundo. Lo que pedimos es el cuidado de 80 por ciento de la Amazonía en 2025. Somos la voz de las mujeres, los niños y los ancianos” que sufren los impactos en los territorios, exhortó Katan, vicecoordinador de la no gubernamental Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (Coica).
Un cúmulo de la evidencia científica más reciente demuestra que los pueblos nativos son los protectores más eficaces de los bosques tropicales, por lo cual se requiere de mayores esfuerzos para su conservación, ante las crecientes amenazas.
Ante los abundantes ofrecimientos efectuados en la primera semana de actividades de la COP26 para promover la tenencia indígena de la tierra y la reforestación, los pueblos originarios mostraron escepticismo y demandaron participación directa en esos esquemas.
Oumarou Ibrahim y Coy coincidieron en la definición necesaria de mecanismos para que los recursos ofrecidos lleguen directamente a los territorios.
Los líderes mundiales “deben ser nuestros socios. El financiamiento debe adaptarse a las necesidades de la gente. El asunto es cómo van a llegar los recursos directamente a los pueblos indígenas”, según Oumarou Ibrahim.
A juicio de Coy, la lucha climática requiere de asignación de fondos, que deben transferirse “a los pueblos indígenas, pues hay mucha ayuda internacional” que no siempre se materializa en las comunidades locales.
En una aceptación de lo que los pueblos originarios han reclamado por años, los gobiernos de Alemania, Estados Unidos, Noruega, Países Bajos, Reino Unido y 17 financistas privados anunciaron el 1 de noviembre la disposición de 1700 millones de dólares para ayudar a las comunidades indígenas y locales a preservar los bosques tropicales entre 2021 y 2025.
Se estima que cada año solo 270 millones de dólares se destinan al cuidado forestal y 46 millones llegan a los guardianes directos del bosque: los pobladores ancestrales.
El financiamiento multilateral directo a poblaciones aborígenes ha sido una barrera recurrente para los esfuerzos por proteger recursos naturales.
Por ejemplo, el Fondo Verde para el Clima (FVC), creado en la COP16 de Cancún de 2010, ha financiado 121 proyectos de medios de vida de comunidades y ha entregado para ello un total de 1400 millones de dólares.
Para el total de 190 proyectos, ha desembolsado 2000 millones de dólares y otros 6000 están bajo ejecución. Además, ha comprometido otros 10000 millones para emprendimientos. Asimismo, ha registrado a 113 instituciones para recibir fondos, pero ninguna de índole indígena.
Además, el 2 de noviembre más de 105 naciones se adhirieron a la “Declaración de los líderes de Glasgow sobre bosques y uso de la tierra” que estipula alcanzar la deforestación cero en 2030.
Los pueblos originarios demandan también su inclusión en las contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC, en inglés), los compromisos voluntarios adoptados por cada país para 2030 y 2050, a fin de cumplir con el Acuerdo de París y sobre los que recae la meta aspiracional de contener el recalentamiento planetario en 1,5 grados C.
“Solo necesitamos un empujón. Estamos seguros de lo que hacemos y por eso es bueno que ofrezcan financiamiento. Pero lo que se debe hacer es abandonar el extractivismo y sacar a las petroleras, mineras y las empresas agropecuarias de nuestros territorios, y aplicar una visión holística, con la visión de los pueblos indígenas”, urgió Katan.
Aunque la COP26 no arroje los resultados deseados por los pueblos indígenas, seguirán con el cuidado de los recursos naturales y con su exigencia de justicia climática.
IPS realizó este artículo con el apoyo de Iniciativa Climática de México y European Climate Foundation.
Fuente de la información e imagen: https://ipsnoticias.net