Un nuevo estudio analiza los cambios en la tasa de natalidad de 22 países de ingresos altos durante los primeros meses de la covid-19. Los estados del sur de Europa, como España e Italia, presentaron peores datos de natalidad que los nórdicos, lo que podría estar vinculado a una mayor protección social en los últimos.
Un estudio internacional, liderado por la Universidad Bocconi (Italia), confirma que la llegada de la covid-19 está relacionada con un descenso de las tasas de natalidad en los países de renta alta. Los resultados, publicados en la revista PNAS, revelan que los nacimientos disminuyeron especialmente en el sur de Europa, como España.
Las pandemias son un factor clave de los cambios en las poblaciones humanas, ya que afectan tanto a las tasas de mortalidad como de fertilidad. Hay registros de que la pandemia de la gripe española (1918-1919) provocó, en Estados Unidos, un descenso de hasta un 13 %. En Reino Unido, Japón, India y Noruega, entre otros, también se observó la misma tendencia.
Para analizar con detalle este fenómeno, los investigadores del nuevo trabajo estudiaron 22 países de renta alta (Estados Unidos, Israel, Singapur, Corea del Norte, Japón y varios europeos, como España) y compararon las tasas brutas de natalidad mensuales medias desde noviembre de 2020 ─nueve meses después de que la OMS declarará la pandemia─ hasta marzo de 2021, con las del mismo periodo un año antes.
“Las diferencias entre países atienden a varias razones. Una de ellas es el alcance de la pandemia, diferente en cada país. Por ejemplo, en Estados Unidos hay registros de concepciones entre febrero y marzo. En ese momento, la enfermedad aún no había cobrado ahí toda su fuerza. Sin embargo, territorios como Italia y España estaban ya en pleno estado de alarma”, indica a SINC Arnstein Aassve, primer firmante de la investigación.
Datos negativos, con diferencias entre países
Las tasas de natalidad cayeron en casi todos los países analizados. Los peores datos fueron recogidos en el sur de Europa. Las tasas brutas de natalidad descendieron un 9,1 % en Italia, un 8,5 % en Hungría, un 8,4 % en España y un 6,6 % en Portugal. Además, Bélgica, Austria y Singapur también mostraron un descenso significativo.
Sin embargo, se encontraron valores positivos, aunque no significativos, para 9 de los 22 países de la muestra: Eslovenia, Corea del Sur, los países nórdicos (Noruega, Dinamarca, Finlandia y Suecia), Alemania, Países Bajos y Suiza.
“Tener hijos forma parte de una estrategia de planificación a largo plazo, y es muy costoso. Es cierto que el alcance de la pandemia fue menos grave en los países nórdicos. Pero, al mismo tiempo, sus habitantes saben que la protección social es más fuerte en caso de que pierdan su empleo como consecuencia de esta situación”, afirma el investigador.
Así, los países que cuentan con estrategias políticas que ayudan a las personas a hacer frente a los problemas que pueden surgir de una pandemia, se ven menos afectados por este tipo de crisis. “La covid-19 impacta en la dinámica de la población y puede conllevar implicaciones políticas para el cuidado de los niños, la vivienda y el mercado laboral”, apunta el estudio.
Qué puede esperarse en las siguientes oleadas
Aassve quiere dejar claro que este estudio analiza solo los primeros meses de la pandemia. “La primera oleada fue sin duda un choque enorme e inesperado. Y no cabe duda de que una mayor incertidumbre conlleva una menor fertilidad. Aunque es posible que las siguientes oleadas hayan supuesto una experiencia de choque: la mayoría pensaba que todo había terminado en el verano de 2020, cuando las tasas de infección eran drásticamente más bajas”.
“Por ello, la segunda ola podrían haber sido un nuevo shock y, por tanto, una nueva disminución de la fertilidad. Pero quizás en la tercera ola la gente haya empezado a adaptarse a la nueva normalidad. De momento no podemos saberlo, aunque seguro que habrá muchos estudios de seguimiento al respecto”, concluye el autor.
Referencia:
Aassve et al. “Early assessment of the relationship between the COVID-19 pandemic and births in high-income countries”. Proceedings of the National Academy of Sciences 2021
Fuente de la información e imagen: SINC