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Comenzaron las inscripciones para VI Escuela Internacional “Premisas y caminos para La Generación de Contenidos Digitales Alternativos”

Por: Otras Voces en Educacion

En medio de un desembarco abrupto y excluyente de la virtualidad y el mundo digital en la educación, esta escuela se realiza para generar una reflexión crítica respecto a cómo trabajar contenidos digitales alternativos en las escuelas, liceos y universidades. En ese sentido procura generar reflexiones respecto al espíritu conservador propio de la tecnofobía pero también sobre las ilusiones ingenuas que acarrea la tecnofilia en el aula. Se trata de iniciar un recorrido sobre lecturas y narrativas alternativas digitales desde las experiencias liberadoras en las aulas. Producir contenidos digitales para generar pensamiento crítico y justicia social.

La escuela está dirigida a docentes de aula de todos los niveles de los sistemas educativos, tesistas de postgrado, investigadores, educadores y educadoras populares, público en general.

La Escuela Internacional “Premisas y caminos para La Generación de Contenidos Digitales Alternativos” es el sexto módulo del Curso Internacional en Pensamiento Educativo Crítico. Podrán participar en la escuela les estudiantes del Curso Internacional en Pensamiento Educativo Crítico o quienes deseen formar parte solo de este evento.

La Escuela Internacional “Premisas y caminos para La Generación de Contenidos Digitales Alternativos” se realizará por medios virtuales del 20 al 26 de septiembre de 2021. Es promovida, organizada y acreditada por el Centro Internacional de Investigaciones Otras Voces en educación (CII-OVE), la Cooperativa de Educador@s e Investigador@s Populares Histórica (CEIP-H), Circulo de Investigadores del Pensamiento Crítico de América Latina y la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa.

Formalice su inscripción en el siguiente link: https://www.otrasvoceseneducacion.org/vi-escuela-internacional-premisas-y-caminos-para-la-generacion-de-contenidos-digitales-alternativos

Mas información al correo: cursointernacional2021@gmail.com

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España: Apuesta por la presencialidad en todas las etapas escolares

Por: María Manjavacas/cadenaser.com

Mascarillas, distancia de 1,2 metros, ventilación y limpieza para el nuevo curso escolar 2021-22

La ministra de Educación, Pilar Alegría, ha anunciado en la rueda de prensa posterior a la reunión extraordinaria de la Conferencia Sectorial de Educación que gracias al avance del proceso de vacunación contra el coronavirus, la distancia de seguridad establecida en las aulas para el nuevo curso escolar pasará de ser 1,5 a 1,2 metros. La ministra ha recordado que el uso de mascarilla en mayores de 6 años, la ventilación y la limpieza de las instalaciones seguirán en vigor, y confía en que, si la situación sanitaria mejora, se podrán flexibilizar estas medidas.

Es la segunda reunión sectorial que preside la ministra de educación desde que sustituyó a Isabel Celáa. Todo apunta a que algunas comunidades van a pedir más inversiones al gobierno para afrontar el año académico, el tercero ya afectado por la pandemia.

En julio, el Gobierno repartió de los fondos europeos casi 1.000 millones de euros para modernizar y digitalizar el sistema educativo. Son muchas las necesidades económicas, como la contratación de más profesores, o los sobrecostes de servicios por la pandemia.

https://cadenaser.com/ser/2021/08/25/sociedad/1629887081_905957.html

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Bombo N’dir, activista senegalesa: “Es necesario descolonizar las mentes”

Esta defensora de los derechos humanos habla de la prepotencia del feminismo blanco y critica el racismo institucional que sufre la población negra en España.

Bombo N’dir, senegalesa, llegó a Barcelona un 10 de octubre de 1998, embarazada de su hija. “El primer recuerdo que tengo no fue nada positivo. Como Francia está muy cerca de España, yo hablaba en francés al llegar, y para mí fue un shock cuando descubrí que no me entendían. Le escribí al taxista que quería ir a Sant Feliu de Codines, y cuando lo leyó me dijo, ¿estás segura de que quieres ir ahí? Igual pensó que no podría pagar un trayecto tan largo”, cuenta mediante una videollamada por Zoom.

Ha pasado mucho tiempo desde entonces y Bombo, activista por naturaleza, ha ido encontrando su lugar. Aunque no ha sido nada fácil. Ahora es la presidenta de la Associació de Dones Immigrants Subsaharianes, una organización nacida en Granollers en 2004, que quiere servir de punto de referencia y encuentro de las mujeres migrantes africanas en Cataluña. Allí imparten cursos de formación; pero también hablan, y mucho, de feminismo, de los derechos de las mujeres, de tejer redes…

Hace no mucho han lanzado una escuela feminista. “Lo primero que nos preguntaron es que quiénes serían los expertos y expertas con los que contaríamos”, recuerda. “Les dijimos que no somos catedráticas, pero sí mujeres con muchas vivencias y conocimientos de nuestras antepasadas que queremos compartir con nuestras hermanas. Parece que en España necesitas tener un título para enseñar y eso está muy bien, ¿pero significa eso? ¿que tienes que negarme todo mi recorrido vital? ¿todo lo que me han transmitido oralmente mis antepasados?”, se pregunta. “Es necesario descolonizar las mentes”, concluye.

“La igualdad de género africana es una lucha que ya iniciaron nuestros antepasados contra el colonialismo”

Una descolonización que Bombo piensa que también debe aplicarse al feminismo. Al incorporarse a estos círculos en Barcelona, se lo dejaron claro: “Acabarás muy agotada”. Muy crítica, se muestra convencida de que todas debemos tener voz. Pero que, debido a la ascendencia colonial, el feminismo blanco occidental comete a menudo el error de pensar que es superior. “Una compatriota a la que había convocado para asistir al 8M y hacer huelga, me comentó que su jefa le había dicho que, si podía ir a limpiar la casa, porque ella iba a hacer huelga e ir a la manifestación. ¿Ves la contradicción? Ella va a reivindicar los derechos de las mujeres, pero ignora los de la persona que limpia su casa”.

“¿Por qué algunas mujeres no ven su privilegio? Reconozco que, seguro que ha sido muy complicado para muchas mujeres españolas y occidentales, pero, ¿no es igual de difícil que lo que yo he vivido? Que no hablo el idioma y llego a un país desconocido… Es necesario notar las diferencias”, explica. Y asegura que aunque, con nuestra visión de mujer occidental blanca nos pueda parecer diferente, en África, el feminismo tiene un gran recorrido. Llevan cientos de años reivindicando la igualdad: “El feminismo africano es una lucha que ya iniciaron nuestros antepasados contra el colonialismo. Es la pelea de las mujeres por decidir por sí mismas y tener voz. Si realmente el feminismo es reconocer tus derechos, ya lo practicamos desde que nacimos”.

Si bien, comenta, es cierto que en África ha existido en el pasado cierta reticencia a usar el nombre de feminismo directamente. “Nosotras usábamos más la locución ‘negarnos’. Las mujeres, como luchadoras que eran, se negaban a ser sometidas, se negaban a quedarse sin voz”. Y reconoce que usar la palabra “feminismo” es, en sí mismo, otra lucha. “Hay que revisar los códigos del lenguaje, porque en ocasiones los hombres ven como una imposición. Nosotras le damos la vuelta y usamos el lenguaje tradicional para decir “tu mujer es tu igual”, ya que si usamos la palabra “feminismo” lo ven como algo europeo traído de fuera, copiado, y entonces lo rechazan”.

“El mundo está dibujado desde el machismo. Aquí y en Senegal. Yo soy mujer y migrante al mismo tiempo. Nací mujer y en mi pueblo las mujeres siempre han sido migrantes, porque donde nacimos no era nuestra casa, era un sitio donde nos ponían obstáculos y nos obligaban a cumplir metas que no eran las que habíamos elegido”, sigue contando.

El mundo está dibujado desde el machismo. Aquí y en Senegal

Y precisamente para cumplir sus propias metas, un día tomó la difícil decisión de migrar. “En el trayecto somos violadas, embarazadas y, cuando llegamos, nos quitan los niños. Las instituciones nos ponen muchas barreras, porque ser mujer migrante con hijos es una imposibilidad”. Las rutas migratorias son más peligrosas para ellas, por eso reivindica la necesidad de que el Gobierno español abra la agenda política sobre inmigración y se haga una profunda revisión con perspectiva de género. “Todo es una pesadilla. Pero la cosa apenas mejora cuando llegamos. Hay un racismo institucional terrible. Es necesario revisar los códigos y las leyes”.

Ese racismo institucional lo inunda todo: el acceso a la vivienda, el espacio de trabajo, el sistema educativo… “El 45% de nuestros hijos e hijas no llegan a la universidad. Un número preocupante que el Estado español no quiere ver, ni analizar. España debería valorar nuestra aportación demográfica positivamente, en especial en el país con el índice más bajo de natalidad en la zona euro”. Hay mucho que cambiar y es algo en lo que, asegura, seguirá insistiendo: “Si las españolas ya tienen un techo de cristal, nosotras tenemos una torre”.

Fuente: https://elpais.com/planeta-futuro/2021-08-03/bombo-ndir-activista-senegalesa-es-necesario-descolonizar-las-mentes.html

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España: El 57% de las familias ha echado en falta recursos educativos durante la pandemia

Un estudio indica que casi el 68% confiesa que su mayor conflicto fue gestionar las emociones, ante la falta de tiempo para dedicar a sus hijos en las horas de trabajo

El 57 % de los españoles opina que durante la pandemia han carecido de los recursos adecuados para hacer frente a problemas educativos, según la encuesta ‘Pandemia, Familia y Educación’ realizada por Educar es Todo.

La encuesta refleja que las familias con mayores dificultades son aquellas formadas por dos hijos (47,91 %) y con pequeños de edades comprendidas entre seis y doce años.

La investigación ha hecho que los padres reflexionen acerca del valor de la actividad docente, afirmando el 64,92% que la crisis del Covid ha cambiado su concepción sobre esta labor y el 76,47 % que aprecian el trabajo de los profesores durante este período. «La pandemia nos ha servido a todos para  darnos cuenta de la importancia de la figura docente y del contacto presencial con este y los compañeros de clase», indicaba uno de los participantes en el sondeo.

Un 67,74% confiesa que su mayor conflicto fue gestionar las emociones, ante la falta de tiempo para dedicar a sus hijos en las horas de trabajo. En la misma línea, el 67,5 % resalta que el teletrabajo ha entorpecido la conciliación laboral, familiar y personal y les ha llevado a “hacer malabares para llegar a todo”, ya que, entre otros motivos, ha prolongado la jornada laboral.

El confinamiento ha implicado, también, el aumento del uso de tecnologías en las casas, admitiendo el 88,83 % de los encuestados llevar a cabo esta práctica debido al teletrabajo y las clases online, entre otras razones. A pesar de esto, el 47,67 % puso barreras y condiciones para no exceder el tiempo de uso de los dispositivos electrónicos, señalando el 86,52 % que las alternativas que llevaban a cabo eran actividades como juegos, cocinar o ver películas juntos.

Ha habido un gran cambio al pasar todo el peso educativo a casa. Por eso, los encuestados señalan lo necesario que es que los hijos tengan un bienestar psicológico en el hogar. El ejemplo como padres y madres y el “testimonio de vida que les damos” es lo que más les educa, apuntan.

Para llegar a este bienestar, hemos intentado hacer de las situaciones de adversidad momentos en los que unirnos más como familia. Así, para un 43% de las familias el confinamiento forjó mayores lazos de unión, frente al 47% que señala que la pandemia provocó momentos con discusiones, aunque el 26% supo cómo gestionarlas como familia.

Alejando el foco de la educación, seis de cada diez personas opinan que se recriminó de forma injusta a los jóvenes durante la pandemia, calificando de ejemplar el comportamiento de la gran mayoría.

Fuente de la información:  https://www.abc.es/familia

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Desde Reino Unido, Jeremy Corbyn: La crisis climática es una cuestión de clase

Que los científicos de todo el mundo declaren una alerta roja para la humanidad es grave.

El informe del IPCC habla por sí mismo: se registraron los cinco años más calientes de la historia reciente, se triplicó el aumento del nivel de los mares y el hielo ártico y los glaciares siguen retrocediendo.

Pero nada de esto es nuevo. Los científicos adoptaron un tono urgente porque vienen haciendo esta misma advertencia hace décadas y todas las intervenciones que buscaron evitar el calentamiento global fracasaron.

En efecto, Exxon, una de las empresas petroleras más grandes del mundo, predijo el cambio climático en los años 1970 y luego se dedicó a negar públicamente su existencia durante décadas.

El sistema político y económico en el que vivimos no genera accidentalmente el cambio climático: está en su propia naturaleza, recompensa a los agentes contaminantes más nocivos y a los que obtienen superganancias mediante las prácticas extractivistas.

Este es nuestro legado histórico. En el Reino Unido, las fortunas de la época imperial surgieron sobre todo del petróleo extraído en el Golfo Pérsico. De hecho, en los años 1950, Gran Bretaña promovió un golpe de Estado con el único fin de preservar las ganancias de la Anglo Iranian Oil Company (AIOC). Luego, AIOC se convirtió en British Petroleum, empresa que sigue enviando cientos de millones de toneladas de carbono a la atmósfera en el Golfo de México y en el mar Caspio. Las instituciones financieras de Londres, especializadas en la administración de las ganancias petrolíferas, gestionan una buena parte del dinero que genera el combustible fósil en todo el mundo.

Se avecinan más desastres

Aun cuando argumentan que están empezando a tomar medidas, los gobiernos de todo el mundo siguen actuando en función de las redes del combustible fósil.  Boris Johnson llegó a imitar el lenguaje de la Revolución Industrial Verde que desarrollamos en el Partido Laborista. Pero imita solo las palabras, no las acciones. En junio, el Comité contra el Cambio Climático del Reino Unido demostró que, de mantener el ritmo actual, el gobierno ni siquiera logrará alcanzar sus tristemente humildes objetivos.

En 2019, durante el Día del Trabajador, como líder de la oposición logré presentar un proyecto en el parlamento para que Gran Bretaña declarara la emergencia climática: fuimos el primer parlamento del mundo en hacerlo. Estaba y estoy convencido de que el Partido Laborista y nuestro movimiento en general deben tomarse muy en serio la crisis climática y medioambiental.

Si este sistema no encuentra ninguna oposición, pronto comprobaremos cómo aumenta rápidamente el ritmo de los incendios, las inundaciones y las sequías. Es lo que estamos viendo en Australia, Siberia, Columbia Británica, África del Este, California y una buena parte de Europa. Durante este siglo, las grandes tormentas aumentaron su frecuencia en un 40%. Las más intensas son 75% más fuertes que las de los años 1950 y los huracanes son cada vez más comunes.

Pero no son solo las consecuencias físicas de estos eventos las que deben preocuparnos: son también las políticas. En Grecia, la austeridad, la desregulación y la negligencia de los bomberos multiplicaron el impacto de los terribles incendios desatados en Eubea. En Texas, a comienzos de año, el Estado habilitó a las empresas energéticas a que aumentaran los precios de la electricidad de emergencia y las deudas de los ciudadanos son impagables.

Y tanto en EE. UU. como en la UE, los gobiernos están invirtiendo en tecnología de control y equipamiento militar para atacar a los refugiados que genera la crisis ambiental. Esos miles de millones de dólares que se gastan en intervenciones militares y drones en el Mediterráneo son el dinero que no se gasta en la transición verde y que ingresa al circuito de rentabilidad de la industria de la guerra, profundamente anclada en la economía fósil. El parlamento británico está debatiendo un terrible proyecto de ley sobre nacionalidad y fronteras, que pretende ilegalizar el salvamento de refugiados en el océano, es decir, que plantearía un desacuerdo de base con el derecho marítimo universal.

El increíble aumento de los presupuestos militares de los países más poderosos indica que estos se preparan para el conflicto, no para la cooperación. Esa es la forma en la que piensan lidiar con la emergencia climática. Estas soluciones falsas aumentarán nuestros padecimientos en general, aunque, como siempre, favorecerán a unos pocos y castigarán a la mayoría, entre los que se cuentan tanto los pobres a los que se les inundan sus casas en Inglaterra como los que mueren huyendo de África del Norte.

El cambio es posible

Pero no tiene que ser así y debemos actuar con esperanza, no con miedo. Los científicos nos dicen con precisión forense lo que sucederá con el nivel de los mares, la escasez de agua y la biodiversidad en caso de que la temperatura aumente 1,5, 3 o 5°C. Con todo, el motivo por el que no pueden predecir la magnitud del calentamiento es que es imposible predecir nuestras decisiones. Como nos recuerda el IPCC, estas últimas siguen corriendo por nuestra cuenta.

Y si avanzamos contra los poderosos y nos deshacemos de los incentivos que el sistema otorga a quienes queman el planeta, las cosas pueden ser distintas. Esto implica que los trabajadores de todo el mundo se movilicen a favor de la aprobación de un Green New Deal global en la COP 26 de este año. El proyecto debería ser capaz de eliminar el carbono de la atmósfera, de llevar dinero a los bolsillos de los trabajadores y enfrentar la injusticia y la desigualdad en el Sur Global. No existe ninguna ciudad del mundo que no se beneficiaría de un transporte público verde, de la reforestación de los bosques, del uso de energías renovables a nivel local y de los empleos que generarían las nuevas industrias verdes.

El cambio climático, la pobreza y la desigualdad, el enorme y riesgoso fracaso colectivo que representa la falta de vacunas contra el COVID-19 en los países más pobres, son todas consecuencias de un sistema que prioriza a los multimillonarios por sobre el resto de la humanidad. La crisis climática y medioambiental es una cuestión de clase. Es la gente más pobre de los barrios obreros, de las ciudades contaminadas y de las islas situadas a una altura cercana nivel del mar la que sufre las consecuencias más graves de la crisis.

Pero tenemos la capacidad de cambiar esta situación. En 2019, de la noche a la mañana, los estudiantes que se manifestaron contra el cambio climático cautivaron la imaginación y la atención de todo el mundo. Si ellos pueden, nosotros también. Nuestra respuesta a la alerta roja debe ser el compromiso en nuestros barrios, en las instituciones políticas, en las escuelas y en las universidades, en nuestros lugares de trabajo y en nuestros sindicatos, con el fin de exigir y lograr un planeta habitable y un sistema que ponga la vida humana y el bienestar en primer lugar.

Fuente: https://vientosur.info/la-crisis-climatica-es-una-cuestion-de-clase/

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España: «Hay que empezar el colegio con las mismas medidas que el curso pasado»

Europa/España/20-08-2021/Autor: ÁLVARO SOTO/Fuente: www.elcomercio.es

Asesor del Gobierno para el retorno a las aulas, el epidemiólogo y pediatra aboga por mantener las ratios y por avanzar en la vacunación de los estudiantes.

España sacó muy buena nota el curso pasado en la difícil asignatura de la covid-19, pero el nuevo año escolar está a la vuelta de la esquina y las autoridades sanitarias y educativas están preparándose para el siguiente examen. Semanas antes de la vuelta al cole, el epidemiólogo y pediatra Quique Bassat (Barcelona, 1974), asesor del Gobierno en el protocolo del regreso a las aulas, pide no caer en la relajación.

–¿Cómo será este próximo curso?

–Existen dos grandes diferencias respecto al anterior. Por un lado, la variante Delta, que es más contagiosa y supone un mayor riesgo. Pero por otro, tenemos el arma de las vacunas. En mayo éramos optimista porque estábamos saliendo de la cuarta ola, acabó el estado de alarma y todos esperábamos un verano más tranquilo. En ese momento planeamos este curso sobre dos pilares: que la incidencia fuera baja y que los adolescentes tenían que haber empezado a vacunarse. Se está cumpliendo la segunda premisa, pero la primero no, así que, desde mi punto de vista, no deberíamos tocar nada de las recomendaciones del año pasado. Hay que empezar el curso con las mismas medidas. Debería mantenerse el uso de mascarillas, los grupos burbuja, la ventilación, la distancia de 1,5 metros entre los alumnos, no acercarse a las escuelas si se tiene fiebre… Y además, seguir avanzando en la vacunación de los estudiantes.

–¿Serán medidas suficientes para que las clases sean presenciales en todos los niveles, como quiere el Ministerio de Educación?

–Serán medidas suficientes si se avanza rápido en la vacunación de los adolescentes. Por ejemplo, en mayo planteamos que se pudiera reducir la distancia porque la situación era mejor y no existía Delta. Ahora me parecería inadecuado reducir la distancia.

–El Gobierno ha pedido a las comunidades que mantengan la ratio profesor/alumnos, pero algunas ya han anunciado que despedirán docentes.

–Por lo menos en las primeras semanas, no debemos reducir las ratio, deben mantenerse las del año pasado. Cuando pusimos sobre la mesa la posibilidad de volver a ratios prepandémicas, estábamos en una incidencia de 150 y la situación era mejor. Ahora tenemos la evidencia de los brotes en colonias de verano, en viajes de estudios… Estamos avisados y si tomamos decisiones en contra de esos avisos, nos equivocaremos. Otra cosa es que la situación mejore y se pueda replantear la situación, pero no mientras la incidencia esté alta.

–Con la relajación de medidas de junio se dispararon los contagios entre los jóvenes. ¿No podría ocurrir lo mismo en el inicio de curso?

–La vuelta al cole puede ser positiva porque ayudará a los adolescentes a insertarse en la rutina de unas medidas de protección que en verano son más difíciles de seguir. En la escuela, los chavales están obligados a llevar mascarilla, no hay otra posibilidad, y se acaba el problema.

–¿Qué porcentaje de alumnos prevé que estén vacunados al principio de curso?

–No creo que se supere el 20% con pauta completa. Lo que sería sensato es montar la infraestructura para que los servicios médicos de las escuelas o los agentes covid puedan vacunar allí.

–La OMS ha pedido a los países ricos que no vacunen a los adolescentes y destinen esas dosis a las zonas donde la inmunización sigue siendo minoritaria.

–Yo me dedico a las enfermedades de los países pobres y sin duda, es una urgencia global que se tiene que resolver. Pero es un falso debate, por vacunar a los adolescentes en España no vamos a solucionar problemas en otros países, eso no funciona así. Las vacunas que están aquí difícilmente van a poder ser reencaminadas a otros países. Lo que sí hay que hacer de forma urgente es ayudar a Covax y que las farmacéuticas cumplan sus compromisos de producción.

–¿Se vislumbra de alguna manera el final de la pandemia?

–Seguro que hay una luz al final del túnel, solo hay que mirar al pasado y ver lo que ha ocurrido en otras pandemias, como la de 1918, de la que se tardó en salir tres años porque tuvo dos grandes olas. Los virus tienden a perder virulencia y es probable que eso ocurra cuando todo el mundo esté vacunado. No nos libraremos de él fácilmente, pero nos acabaremos habituando a que esté entre nosotros y a que en vez de olas, haya brotes Eso sí, no sabemos las fechas. Nosotros somos vecinos de África y ahí pueden surgir nuevas variantes. Por eso es tan importante vacunar.

–¿Puede aparecer una variante que escape de las vacunas y todo empiece de nuevo?

–Es una posibilidad realista. Científicos británicos publicaron hace unas semanas varios escenarios de futuro y uno de ellos, con la aparición de una variante muy contagiosa y muy letal, era apocalíptico. De nosotros depende que no pase, no dándole tiempo al virus para evitar que aparezca una nueva mutación así. Vacunación y medidas, incluso en vacaciones. Hay que seguir haciendo sacrificios.

–¿Ha estado la sociedad a la altura de la pandemia?

–Yo les pondría un 10 a los científicos, que han logrado tener una vacuna lista en pocos meses, y le daría mucho peor nota a algunos políticos, que han tomado decisiones temerarias sin base científica. La dicotomía entre prudencia y libertad nos ha hecho daño a todos. El aplauso que recibían los sanitarios debe hacerse extensible a todos los que han seguido las normas a rajatabla.

Fuente e Imagen: https://www.elcomercio.es/sociedad/salud/empezar-colegio-medidas-20210816182651-ntrc.html

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Reforma laboral en Grecia: ataque histórico contra la clase obrera

Por:  Oriol Sabata

El gobierno griego, encabezado por el Primer Ministro Kyriakos Mitsotakis (Nueva Democracia), aprobó el pasado 17 de junio una reforma laboral que supone uno de los mayores ataques contra la clase obrera en décadas.

Los grandes medios de comunicación apenas hablan de ello pero esta nueva legislación que se ha aprobado en Grecia significa un retroceso histórico en los derechos conquistados por los trabajadores.

La reforma de Mitsotakis plantea suprimir la jornada laboral de 8 horas y ampliarla hasta 10 horas. La patronal no estará obligada a pagar las horas extra, que podrán ser compensadas por días libres, aunque se fija un máximo. Además, se amplían las horas extra anuales permitidas de 90-120 a 150.

Esta ley elimina a los sindicatos como intermediarios y dinamita los convenios colectivos, de manera que los empresarios negociarán directamente y de forma individual con el trabajador, que perderá fuerza y capacidad de presión. Los sindicatos advierten que sin procesos colectivos las empresas tienen todas las de ganar a la hora de imponer sus condiciones.

Otro punto alarmante es que se obliga a los sindicatos a registrar a todos sus afiliados y limita el derecho a huelga. A partir de ahora, para convocar una huelga, el sindicato deberá presentar una votación en las fábricas y centros de trabajo que deberá ganar con el 50+1. En caso de que tire adelante, por lo menos un 33% de los trabajadores deberán asistir a trabajar para mantener lo que considera el ejecutivo «servicios mínimos».

Cabe destacar que la clase obrera griega trabaja una media anual de 1.950 horas, siendo uno de los países de la Unión Europea donde más horas de trabajo se acumulan.

El Ministro de Trabajo Kostis Hatzidakis, afirmó que se trata de una normativa que “pone los cimientos para un ambiente laboral moderno”.

Dimitris Koutsoumbas, Secretario General del Partido Comunista Griego (KKE), respondió al Ministro de Trabajo: «si se trata de un proyecto moderno, ¿porqué las condiciones de trabajo retroceden un siglo atrás, convirtiendo a los trabajadores en esclavos en el siglo XXI?». Koutsoumbas advirtió que con esta ley se aumenta el mecanismo de explotación de los trabajadores y que este tipo de medidas se pretenden imponer en otros países de la Unión Europea.

Nikos Mavrokefalos, miembro de la Secretaría Ejecutiva del sindicato PAME, dijo que los trabajadores no se quedarán de manos cruzadas ante la explotación por parte de los grupos empresariales y agregó que la lucha de la clase obrera mandará a la basura esta ley.

Fuente de la información e imagen: https://nuevarevolucion.es

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