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Libro: Los Retos de la Educación en la Modernidad Líquida

Polonia / 5 de noviembre de 2017 / Autor: Zygmunt Bauman / Fuente: A Book’s Club

ZygmuntBauman es, definitivamente, una de las mentes más lúcidas con respecto a la realidad del siglo XXI. Pocos como él lograron comprender el mundo de hoy como él lo hizo. Y por eso pasará a la historia. Y pasará a la historia inmortalizándose en sus múltiples escritos, en los que se puede ver un hilo conductor muy claro en aquel concepto que lo lanzó a la fama académica internacional: el concepto de“modernidad líquida”.

En muchas otras reseñas podremos hablar de ese concepto. No obstante, en este texto analizaremos la modernidad líquida, pero en concreto lo abordaremos a través de un comentario a uno de sus últimos libros: “los retos de la educación en la modernidad líquida”. Y es que si algo sabía el gran Zygmunt Bauman, por el hecho de haber sido profesor en diversas universidades del globo, es de educación.

¿De qué trata este libro?

El corto texto del que hoy hablamos, es una reflexión que aborda los retos de la educación contemporánea frente a esa sociedad líquida, consumista, capitalista y –desde luego– globalizada. Porque si algo sabía Bauman, era precisamente de globalización, pero eso será un tema para analizar otro de sus libros. En fin, su análisis comienza abordando la crisis de aquella a la que muchos conocimos como “educación sólida”. Y lo hace partiendo de dar una ojeada hacia esta época que estamos viviendo, la era contemporánea, así como echando un ojo a sus medidas de valor, así como a la tremenda demanda educativa. Bauman no deja la línea crítica que siempre tuvo hacia el capitalismo y la globalización (con la elegancia de no caer, claro está, en discursos buenistas y sentimentales) y propone la necesidad –por demás urgente– de situarnos lejos de esa trampa economicista que para ser superada es necesario que las tareas y los conocimientos puedan construir una nueva ciudadanía.

Ahora bien, muy a su estilo, nos dejó bien precisados en su obra cuáles son esos retos. Y son cuatro: el síndrome de impaciencia, el conocimiento, el cambio contemporáneo y la memoria. Vamos a reseñar y comentar qué dice este autor polaco.

El síndrome de la impaciencia. Pareciera estar recalcando algo que es más que evidente para todos nosotros y, sin embargo, pareciera también que al ser tan cotidiano dejamos de percibir que es un punto fundamental para entender el tiempo que vivimos. Así es: el tiempo acelerado de la sociedad contemporánea (la era de la modernidad líquida) se manifiesta en todo. Inicia por presentarse en la producción y en el consumo, para después impregnarse en la vida familiar, en las relaciones sociales, hasta en las vacaciones y, por supuesto, en la educación. Por este motivo, la aceleración que hoy por hoy vivimos, genera la impaciencia. Por ello, sabiamente, en su página 22 de la Editorial Gedisa 2007, Bauman dirá que en la actualidad “toda demora, dilación o espera se ha transformado en un estigma de inferioridad”. ¡Es tremendo que tratemos de obtener lo que queramos sin pérdida de tiempo! Y no lograrlo, es motivo de frustración y fracaso. Pero a nuestra modernidad líquida se le olvida que Roma no se hizo en un día…

Aquí cabe preguntarse –haciendo eco de las palabras del libro– ¿qué tipo de educación es posible con una sociedad bañada en la impaciencia y siempre de prisa? Bauman deja claro que la educación es un proceso que se extiende en el tiempo y que, por tanto, requiere de paciencia, de mucha paciencia. No todo es un producto mecánicamente hecho. El proceso de aprendizaje tiene momentos en los que surge el miedo, surge la angustia y esto se debe a que aprender produce rupturas: rompe la visión que tengo del mundo, la gente, la historia…y, hay que ser realistas, de esta ruptura no se puede esperar que todo sea miel sobre hojuelas. Y de nuevo otra pregunta incómoda: ¿cuál es, entonces, el papel de la educación frente a esta acelerada sociedad? ¿Se puede educar a personas para que sean capaces de supervivir, pero flotando en la superficie ya que sus mentes son “modernamente líquidas”? ¿O más bien, la educación debería ser el contrapeso a la imperante “mentalidad líquida”?

El conocimiento: es el segundo reto que aborda el filósofo polaco. Y el primer planteamiento que hace al respecto, es causa del síndrome de impaciencia porque si la educación valía porque se basaba en el conocimiento duradero, pues resulta que en la modernidad liquida lo duradero no tiene encanto, pues ya vimos que todo es efímero y todo, absolutamente todo, incluida la educación, pasan y pasan rápido. Por ello, parafraseando al autor, el consumismo no se define por acumular cosas sino por el breve goce de ellas. Aquí se trata de librarse de las posesiones y de cualquier vínculo que implique la larga duración. Y de ahí viene que lo duradero hoy en día no nos guste porque implica compromiso, también obligación y, ya no digamos, responsabilidad. Por eso hay que deshacerse de las cosas: del conocimiento y de las personas (¡ah!, porque, ¡claro!, hoy la modernidad líquida nos dice que las personas son cosas…) tirarlas al basurero, descartarlas, cambiarlas por nuevas.

Con esta óptica, el conocimiento ha terminado por ser algo así como café instantáneo, algo acotado, algo ameno, superficial. Y se le ha circunscrito a un contexto concreto e inmediato sin que tenga la mayor relevancia ni duración en el tiempo. Si hablamos de una sociedad mercantil, en la que todo se reduce a producción y consumo, se entiende que el conocimiento se vea de manera mercantil: como una mercancía que debe aportar novedad y poco más…

El cambio contemporáneo. De naturaleza errática e imprevisible el cambio contemporáneo ataca directamente a la cuestión de la educación y del aprendizaje. …”el mundo, tal como se vive hoy, parece más un artefacto proyectado para olvidar que un lugar para el aprendizaje.” (…) “el aprendizaje está condenado a ser una búsqueda interminable de objetos, siempre esquivos que, para colmo, tienen la desagradable y enloquecedora costumbre de evaporarse o perder su brillo en el momento en que se alcanzan.” (p.33) Todo es volátil, fluido, flexible, ambiguo, enmarañado, plástico, incierto, paradójico, de vida corta e incluso caótico. Bajo este panorama las organizaciones son estructuras fáciles de montar y de desmontar, igualmente deben ser los que trabajan en ellas. Igual lógica sirve para el conocimiento y la formación de los sujetos que se incorporan al mundo laboral: es importante no parar de moverse y ser rápido.

La memoria. Queremos suponer que Unamuno tenía toda la razón cuando decía que “la tradición es a un pueblo lo que la memoria es a una persona”. La memoria era grandemente fomentada en la ya citada educación sólida, y se hacía para almacenar conocimientos duraderos. Esta manera de ver las cosas, líquidamente se torna inútil, incluso se ve engañosa y como un obstáculo que es necesario quitar. Si todo es tan volátil ya no es necesario fomentar la memoria lo que hace falta es mantenerse al tanto de los nuevos conocimientos y para ello un buen celular nos lo puede dar. La formación permanente tiene como premisa actualizarse, estar al tanto de las novedades, para “estar en lo último” de las presentes modas pedagógicas. No más…

Las personas tenemos el deber de empoderarnos, autocontrolarnos, autorregularnos y presentarnos como gente comunicativa, jovial, abierta y curiosa…una especie de “showman”. La modernidad líquida bajo estas perspectivas nos dice que lo único que debe importarnos es aportar ideas insólitas, proyectos excepcionales, muy diferentes, novedosos….siempre… Y la forma en que se debe hacer es: siendo uno mismo, desarrollándonos desde dentro y liberando sus fuerzas interiores.  Lo único que es necesario saber es “cómo” indagar en la profundidad de nuestro ser, luego sacar desde esa profundidad el autoconocimiento y como por arte de magia ya estar listos para afrontar los retos del mundo actual.

Como conclusión, vale la pena tomar literalmente las palabras de Bauman: “(…) el cambio actual no es como los cambios del pasado. (…) Aún debemos aprender el arte de vivir en un mundo sobresaturado de información. Y también debemos aprender el aún más difícil arte de preparar a las próximas generaciones para vivir en semejante mundo.” (p. 46)

Fuente de la Reseña:

http://abooksclub.blogspot.mx/2017/10/los-retos-de-la-educacion-en-la.html

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Polonia: Lewandowski es licenciado en Educación Física y Deporte

Polonia / www.ovaciondigital.com.uy / 11 de Octubre de 2017

El goleador histórico de la selección de Polonia presentó una tesis basada en su carrera deportiva; el jurado le permitió que llevara su trabajo dos días más tarde de la fecha fijada, para que no se desconcentrara de su papel de artillero del combinado nacional.

El máximo goleador de la historia de la selección polaca Robert Lewandowski obtuvo su licenciatura en Educación Física y Deporte con un estudio sobre su propia carrera, declaró a AFP el presidente de la Escuela Superior de la Educación en el Deporte (EWS).

«En su estudio, titulado ‘RL 9. Camino a la gloria’, Lewandowski (que juega con el número 9) explica su carrera como futbolista, desde que jugaba a la pelota en la calle de niño hasta convertirse en la estrella del fútbol internacional», precisó Marek Rybinski.

Para presentarlo ante el jurado, Lewandowski, de 29 años, se vistió con un traje y una camisa blanca, aunque han sido los miembros del jurado los que le han sorprendido vistiendo con los colores blanco y rojo de la bandera de Polonia para celebrar la clasificación de la selección nacional para el Mundial-2018, sellada el domingo con una victoria por 4-2 ante Montenegro, con un tanto del goleador del Bayern de Múnich.

Según el presidente de la EWS, el capitán de la selección polaca tenía que haber presentado su trabajo el pasado sábado, «pero para no desconcentrarlo de cara al partido del domingo y no reducir así las opciones de la selección nacional, acordamos retrasarlo dos días».
«Después de 10 años de estudios, dos días más no importan mucho», bromeó Rybinski.

Para esta licenciatura en Entrenamiento y Dirección del Deporte, el atacante recibió tres 5, es decir, la mejor nota prevista en el sistema escolar polaco.

Fuente:http://www.ovaciondigital.com.uy/eliminatorias/lewandowski-licenciado-educacion-fisica-deporte.html

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Biografía de un protagonista de la República de los Consejos de Baviera

Reseña de “Una juventud en Alemania” de Ernst Toller

Por: Jesús Aller

Ernst Toller nació el año 1893 en Samotschin, en una Polonia que era alemana entonces, de familia judía y bien a tiempo para que el fervor nacionalista, contagiado como un mal virus, lo llevara voluntario a las trincheras de la I guerra mundial. Ellas forjaron su carácter, y de ellas salió rebelde en cuerpo y alma contra la desidia de dios y la infamia de los hombres, y contra la servidumbre en que el miedo nos ata. En 1918 participó en la constitución de la República de los Consejos de Baviera, tras cuya derrota fue condenado a cinco años de prisión que cumplió íntegramente.

A partir de 1919 Ernst Toller alcanzó cierto éxito como autor de piezas teatrales expresionistas, cuyos personajes trataban de mostrar arquetipos del devenir social, pero su carrera se vio interrumpida por el acceso de los nazis al poder en 1933, que lo llevó al exilio en Inglaterra y luego en los Estados Unidos, y a volcar sus energías en la tarea de alertar a sus contemporáneos de la necesidad de plantar cara al fascismo. En los años 30 viajó varias veces a España y desarrolló una solidaridad con el torturado pueblo español como para hacerle quitarse la vida tras la derrota definitiva de éste, el 22 de mayo de 1939 en un hotel de Nueva York. Una juventud en Alemania fue publicado en 1933 y aparece ahora en castellano (Pepitas de calabaza, 2017) recuperando una traducción de Pablo Sorozábal Serrano y con prólogo de Carlos García Velasco.

El libro echa a andar con una nota fechada el día de 1933 en que las obras de Toller son quemadas en Alemania. En ella constata la urgencia de comprender el pasado si se quiere descifrar el presente, y de analizar los errores que han traído el triunfo de la barbarie. Se trata de percibir, sobre todo, que no es que la razón haya fracasado; en realidad nunca tuvo poder y sólo un simulacro suyo fue venerado. Con este espíritu, Toller rememora su infancia en un país en el que alemanes y judíos, solidarios en su germanidad, rivalizaban con polacos por lo general más pobres. Él, un niño rico y judío, conoce pronto el placer de “colocar las palabras una tras otra”, progresa en sus estudios y los continúa en Francia tras la muerte de su padre. En Grenoble acude a la universidad y viaja luego por Provenza.

Regresa a Alemania con el comienzo de la Gran Guerra y en Múnich se presenta voluntario. Es admitido en artillería y tras unos meses de instrucción, en marzo de 1915 se ofrece para ir al frente. Cerca de Metz participa en el cañoneo de posiciones francesas y siente por primera vez el soplo helado de la muerte. En otro destino al este de Verdún es ascendido a suboficial. Sus impresiones son las de tantos que sufrieron aquello: “El infierno sería mejor que esto; los cadáveres provocan pavor pero no piedad”. Después de trece meses en las trincheras, enferma y es declarado inútil. En Múnich estudia y escribe con ahínco y se une al círculo donde brillaban Thomas Mann y Frank Wedekind, pero es incapaz de olvidar. Piensa que se debería hacer algo para tratar de detener la matanza e interviene en la creación de una asociación pacifista. Entre virulentos ataques reciben cartas de apoyo de Albert Einstein y Gustav Landauer.

Cuando Toller tiene acceso a documentos que ponen de manifiesto la responsabilidad de las autoridades alemanas en el comienzo de la guerra, no tarda en comprender que tras ella se esconde sólo el afán de lucro y que es un movimiento más de la máquina infernal del capitalismo. Por entonces conoce además a Kurt Eisner, líder de los socialistas independientes que luchan por poner fin al conflicto, y toma contacto con unas masas obreras pujantes y pletóricas de ideas. En Múnich, apoya los huelguistas que exigen un armisticio y es encarcelado. Cuando el maltrato hace que su salud se resienta lo llevan al hospital militar y sólo en el verano de 1918 está libre por fin. Pronto, la revuelta se extiende por el país; el 9 de noviembre Karl Liebnecht proclama en Berlín la República Socialista Alemana, mientras el káiser huye a Holanda.

Ernst Toller desgrana sus recuerdos de aquellos días. En Múnich colabora con el gobierno revolucionario del Estado Libre de Baviera, que preside su amigo Eisner, y en diciembre viaja a Berlín para asistir al congreso de consejos. Éste toma la desastrosa decisión de renunciar a asumir el control total de la situación y da con ello el golpe de gracia a la revolución, mientras la reacción, con la inestimable ayuda de los socialdemócratas, se envalentona y los empresarios arman fuerzas paramilitares. Sus hazañas llegan pronto; Karl Liebnecht y Rosa Luxemburg son apaleados y asesinados el 15 de enero de 1919 y Kurt Eisner recibe un disparo por la espalda el 21 de febrero. Es entonces cuando, con las masas en efervescencia, el 7 de abril de 1919 (no el 17 como se dice en el libro) en el muniqués palacio Wittelsbach el Comité Central de los consejos y los delegados de los partidos proclaman la República de los Consejos de Baviera.

Las medidas revolucionarias no se hacen esperar: socialización de la prensa, confiscación de viviendas para paliar su escasez, creación del Ejército Rojo… Toller, que es nombrado presidente del Comité Central poco después, nos acerca a los desvelos de aquellos días en los que ha de enfrentarse a la incompetencia de sus propios colaboradores y a las intrigas de socialdemócratas y comunistas, por no hablar de la reacción, que se apresta desde Bamberg para derrotar militarmente a los consejistas. Los comunistas toman pronto el control y Toller queda marginado de la dirección del proceso, pero participa en combates contra los blancos y a petición de sus compañeros asume el mando militar de las fuerzas revolucionarias. Interviene después en el asalto y conquista de Dachau, donde desobedece la orden de fusilar a los oficiales capturados.

Además de al enemigo, Toller ha de combatir la desmoralización, episodios de brutalidad que se dan en sus propias filas, y el sectarismo y arbitrariedad de las órdenes que recibe. A finales de abril, Múnich está rodeado por los blancos, que inventan atrocidades de los rojos para excitar contra ellos a los campesinos, al tiempo que les ofrecen generosas soldadas. Son cien mil contra unos pocos miles, y cuando los comunistas insisten en la solución militar, Toller dimite de su cargo de comandante de las tropas. No obstante resiste en la ciudad hasta el final, tratando de hacer lo posible para paliar lo que se avecina. Sabe que el fracaso de la revolución se saldará con un baño de sangre, pero se niega a estar entre los que huyen dejando atrás a las masas indefensas a punto de ser masacradas. Su destino está sellado al suyo.

El gobierno ofrece 10000 marcos de recompensa por Ernst Toller, que es escondido por buenas gentes dispuestas a arriesgar su vida. Al fin el 4 de junio es detenido y enviado a la prisión de Stadelheim, donde convive con las huellas macabras de los recientes asesinatos de sus compañeros y amigos, y sólo se salva de que le apliquen la ley de fugas por la ayuda de unos guardianes benevolentes. Viene luego el juicio sumarísimo, en el que es condenado a cinco años de reclusión en una fortaleza. Habían pasado ya las semanas del terror blanco en que cientos de personas fueron exterminadas, como detallan los testimonios estremecedores que se presentan en el libro. Éste concluye con los recuerdos del presidio, donde Toller comienza su carrera de dramaturgo, y con apéndices que recogen su declaración tras ser detenido y la noticia periodística de su arresto.

Toller nunca deja de ser un poeta expresionista y en seguida nos damos cuenta de que siente predilección por los individuos que desafinan, sea en la brutal orquesta wagneriana de la guerra o en el coro violento y alucinante de la revolución. Ellos quiere que sean los protagonistas, porque reflejan mejor que nadie las contradicciones de aquel tiempo, y ponen en evidencia a los que tienen la desfachatez de seguir el guión sin inmutarse. El propio Toller es uno de aquellos sin duda, y su compromiso con la revolución, es decir, con la liberación del ser humano de la máquina despiadada que lo aplasta, no es óbice para que sienta la necesidad de detenerse a contemplar cada momento, con infinita tristeza, las flores trituradas por la operación liberadora.

Una juventud en Alemania nos trae imágenes en sepia de la Europa que se dejaba caer en el desastre y una crónica del infierno de las trincheras en el frente occidental. Después, su relato a flor de piel de la República de los Consejos de Baviera nos acerca a una revolución con amplia base popular y casi incruenta, que pecó de improvisación, se envenenó en rencillas muy de aquellos años y fue ahogada al fin en un baño de sangre. Toller fue de los que sobrevivieron, pero sólo para ver el ascenso del fascismo y rumiar una esperanza que se rompió definitivamente cuando España cayó bajo sus garras.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=232539

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Polonia: Protesta en favor de la calidad y la democracia en la educación.

Europa/Polonia/12.09.2017/Autor y Fuente: https://www.csee-etuce.org

El 4 de septiembre de 2017 comenzó el nuevo año escolar en Polonia. 2017 es el año en que entra en vigor la reforma del sistema educativo. Esta es la reforma que fue ampliamente criticada por las principales comunidades educativas. El gobierno ignoró las protestas organizadas en varias formas a lo largo del año anterior, y el Parlamento polaco rechazó una propuesta de referéndum sobre la reforma, firmada por casi un millón de ciudadanos. En reacción a esto, el 4 de septiembre, una manifestación fue organizada por padres, maestros y representantes de organizaciones activas en educación.

Durante la protesta, los miembros del comité de referéndum, que reunieron a los que se oponían a la reforma educativa, anunciaron la transformación del comité de referéndum en el Comité «Juntos para las escuelas», cuyo objetivo es trabajar por la calidad de la educación y la igualdad de acceso a la educación. la educación y la defensa del modelo democrático de educación y la autonomía de los docentes. Los miembros del Comité «Juntos por las escuelas» informaron al público de sus planes, que consistía en:

  • monitorear cómo se implementa la reforma y sus consecuencias para los estudiantes, los docentes y los gobiernos locales;
  • organización de seminarios conjuntos, conferencias, reuniones de información sobre los efectos de la reforma;
  • desarrollar y proporcionar materiales de apoyo para padres y maestros para la defensa de un modelo escolar democrático.

Fuente: https://www.csee-etuce.org/en/news/archive/2168-2017-09-06-14-58-42

Imagen: http://proexpansion.com/uploads/ckeditor/pictures/160/content_polonia_educacion.jpg

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Reforma educativa motiva protestos na Polónia

Polonia / 10 de septiembre de 2017 / Autor: euronews (em português) / Fuente: Youtube

 

Publicado el 5 sep. 2017
Na Polónia os professores saíram à rua para se manifestarem contra as reformas no sistema educativo, que implicam o encerramento de sete mil escolas e o despedimento de nove mil professores. O ano escolar começou em pé de guerra e em causa está o diploma preparado em apenas dez meses pelo governo do partido Lei e Justiça que prevê o desaparecimento do ensino preparatório e a adoção de apenas dois níveis de ensino, primário e secundário.

Fuente de la Noticia:
https://www.youtube.com/watch?v=XBS5UTSGsBU
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Entrevista: Bauman: En el mundo actual todas las ideas de felicidad acaban en una tienda

Europa/Polonia/Septiembre del 2017/Noticias/http://www.elmundo.es

 

Por. Gonzalo Suárez

Visitamos al último gran pensador europeo en su guarida de Leeds. Allí habla de su última obsesión: cómo los políticos usan a los refugiados en beneficio propio.

Cuando escucha la primera pregunta, Zygmunt Bauman se endereza levemente sobre el estampado floral de su butaca. Luego arquea sus cejas, con pelos largos como meñiques. Y, tras una interminable calada a su pipa, masculla una respuesta: «Por favor, come un poco… Necesito tiempo para pensar».

El sociólogo señala el bufé que ha preparado en la mesita de su salón: fresas con nata, bizcocho casero, frutos secos y zumo de pera. No es el único detalle inusual: frente a tantos intelectuales de renombre, Bauman renuncia al piloto automático en las entrevistas. A cambio, lo que llega a continuación de su pausa no es una simple respuesta, sino un discurso de más de 15 minutos repleto de meandros argumentales y citas rebuscadas, más parecido a una de sus lecciones en la Universidad de Leeds que a un simple encuentro con un periodista extranjero.

La excusa de la visita a su hogar esta mañana de otoño es Extraños llamando a la puerta (Paidós). En su nuevo ensayo, el polaco, de 91 años, engarza la crisis de refugiados con la idea capital de su obra: la modernidad líquida. Es decir, cómo los pilares sólidos que apuntalaban la identidad del individuo -un estado fuerte, una familia estable, un empleo indefinido…- se han ido licuando hasta escupir una ciudadanía acongojada por la zozobra permanente y el miedo a quedarse atrás.

«Los europeos -truena la voz del precariado con su inglés de fuerte acento polaco- nos encontramos con la llegada repentina de millones de personas que, hasta hace unos años, tenían vidas muy parecidas a las nuestras: trabajos de calidad, casas propias, ambiciones profesionales… Y, de golpe, son refugiados que lo han perdido todo por culpa de la guerra. Su aparición en masa nos hace conscientes de cuán frágil, inestable y temporal es la presunta seguridad de nuestras vidas. La inmigración nos provoca tanta ansiedad porque ese miedo a perderlo todo ya estaba ahí, latente, por la creciente precariedad de la vida occidental. Y cuando ves a miles de refugiados que acampan en una estación de tren europea, te das cuenta de que ya no son simples pesadillas, sino realidades que puedes ver y tocar».

Desde su primera respuesta, Bauman deja claro que a él no se le entrevista: se le escucha. Sus intervenciones son tan frondosas como su bibliografía. Unas veces responde las preguntas que se le formulan; otras, las ignora con descaro. Y es difícil adivinar si no las ha escuchado -es duro de oído- o si, simplemente, disimula cuando la charla toca temas que no le interesan. Así ocurre, por ejemplo, con el Brexit y la deriva xenófoba del Reino Unido, que tan generosamente le acogió a principios de los 70 tras la purga antisemita de su Polonia natal. Tres preguntas, cero respuestas.

Tras su arenga inicial, Bauman está exhausto. Sufre reúma, tose sin parar y tiene el corazón delicado. Así que pide parar un rato: «Por favor, come un poco más hasta que vuelva». Y, con paso inestable, se escapa al baño.

En su ausencia, aprovechamos para husmear en su salón. El sociólogo y ensayista lleva casi medio siglo atrincherado en esta casa de las afueras de Leeds. Pese a las ofertas de las mejores universidades del mundo -Yale, Oxford, LSE-nunca quiso abandonar este anónimo chalé, con su jardín descuidado y su puerta herrumbrosa junto a una carretera repleta de vehículos. Sí: el archienemigo del consumerismo contemporáneo predica con el ejemplo.

En el piso de abajo hay un despacho, una cocina, un baño y un salón repleto de butacas. Bauman siempre se sienta en la misma poltrona, de sobrio estampado y ubicada junto a la ventana. Allí guarda su pila de libros, que corona la versión inglesa de El tango de la guardia vieja, la novela de Arturo Pérez-Reverte.

Al cabo de unos diez minutos, Bauman regresa al ruedo. Pese a la fatiga, mantiene su melena de genio loco, su mirada curiosa y su sequísimo sentido del humor. «Es usted insultantemente joven, así que no recordará cuando no existían chismes como esos», dirá luego, señalando una tableta con cierto gesto de desdén.

Eso sí, pese a su aparente fragilidad, el polaco mantiene una producción estajanovista. Dos días después de la entrevista, realizará una visita a un festival literario en Florencia. Mientras tanto, sigue cebando su obra, a razón de dos títulos al año. Ya prepara su próximo libro, bajo el título en inglés de Retrotopia, sobre el poder decreciente de los estados-nación. Aunque hoy prefiere hablar de la tesis central de Extraños llamando a la puerta.

Si los refugiados son tan parecidos a nosotros, ¿por qué reaccionamos con pánico en vez de empatía?
Sí, supongo que podríamos. Pero también hay motivos para sentirnos temerosos, inseguros, llenos de ansiedad. Por algo los llamo extraños. Tú sabes, más o menos, lo que tus amigos van a hacer. También sabes, más o menos, lo que tus enemigos van a hacer. Pero los extraños no son amigos ni enemigos: simplemente son otros. Y no traen una etiqueta que diga «ámame», ni «ódiame», ni «devuélveme a casa» o «méteme en un campo de concentración». Sólo generan incertidumbre total. Y a nadie le gusta la incertidumbre.
Angela Merkel trató de reaccionar con empatía…
…Y le duró una semana o dos. Los políticos tienen un claro interés en exacerbar la ansiedad popular hacia los refugiados. Hace un tiempo, los poderes políticos justificaban su razón de ser por su capacidad para protegernos colectivamente frente a las catástrofes individuales: caer enfermo, perder tu casa… Ahora, sin embargo, el poder político de los estados-nación se ve impotente ante las decisiones de los poderes económicos globales. Si el ministro más poderoso no puede garantizarte seguridad frente a los caprichos del destino, ¿cómo justifica su existencia?
Dígame.
Fácil: generando ansiedad, miedo al terrorismo, miedo al extraño, miedo a la gente que viene aquí a comerse nuestro pan y a quitarnos nuestros trabajos. ¡Es un sucedáneo maravilloso! Eso es lo que hacen Marine Le Pen y otros movimientos similares: sacar capital político de exacerbar el miedo al extraño.
Quizá no sea sólo culpa de los políticos. Merkel lo intentó y se hundió en las encuestas. ¿No tienen responsabilidad los ciudadanos?
Tú dices «unos u otros». Yo respondo «unos y otros». Es una posibilidad que surge y los políticos se abalanzan sobre ella.
Usted suele mencionar al Papa como excepción. Pero, claro, él no tiene que responder ante un electorado hostil….
De todas formas, es un hombre valiente… Yo suelo usar el concepto de interregno, del filósofo italiano Antonio Gramsci. La antigua forma de hacer las cosas ya no funciona, pero aún no hemos encontrado la nueva forma de funcionar. Así que hay un vacío entre las reglas que ya no sirven y las que aún tenemos que imaginar. Lo que tú haces es señalar las contradicciones de unos líderes frente a otros, preguntar quién es mejor… Eso está bien, pero el verdadero debate es cómo llenar este vacío.
Según usted, los políticos han tratado de camuflar este vacío convirtiendo un asunto moral, como acoger a los refugiados, en un problema de seguridad ciudadana…
Cuando el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, dice que «todos los terroristas son inmigrantes», lo que insinúa es que «todos los inmigrantes son terroristas». Es una mentira, claro. Tan ridícula como decir que «todos los polacos son sociólogos». Y olvida algo muy importante: los terroristas de París o Londres eran personas que crecieron en el país contra el que atentaron.
Pero también es un discurso cómodo para los ciudadanos: si sus líderes tachan de terroristas a los refugiados, ya no sienten la responsabilidad moral de preocuparse por ellos.
Sí, pero, de forma imperceptible, esa incertidumbre que nos atemorizaba y que provenía de la constatación de que la red social es cada vez más endeble queda subsumida bajo la obsesión por la seguridad de las fronteras. Los políticos atizan el miedo al extranjero para ocultar su ineficacia ante los poderes globales. Esto es muy cómodo, porque la lucha contra el terrorismo es algo visible, algo tangible, que pueden vender en televisión. Vimos tanques en las calles de París, policías asaltando pisos de presuntos yihadistas… Eso da la sensación de que los gobiernos nacionales mantienen su poder: «¡No estamos sentados! ¡Estamos actuando!».
Junto a los atentados del Estado Islámico, este año se recordará por el Brexit, el auge de Donald Trump… ¿Es 2016 el año más ‘líquido’ que recuerda?
Hace décadas que acuñé el concepto de modernidad líquida para definir la sociedad actual. Y es un concepto cada vez más real. Como trabajas en un periódico, te drarás cuenta de que los titulares deben cambiar día tras día. Para retener a tus lectores, debes administrarle nuevas sensaciones y nuevos temores de forma regular…

Un nuevo ataque de tos interrumpe al sociólogo. Aleksandra, la asistente que le cuida desde el fallecimiento de su esposa, le ofrece una pastilla. Él se la toma y solicita otro descanso: «Apenas llevamos una hora de charla, pero ya estoy exhausto… Por favor, come más. O, si no, te puedes llevar el bizcocho en un tupper».

A la vuelta de su paseo, se apoltrona de nuevo en su butaca predilecta y pide acortar la entrevista. «Sólo dos o tres preguntas más», ruega. Pero, de inmediato, se enzarza en una airada disección de la saturación informativa en la era de internet, como si se hubiera olvidado de su propio cansancio: «Es una paradoja de nuestro tiempo. Ahora tenemos acceso a más información que nunca. Una simple edición dominical del New York Times contiene más información que la gente más educada de la Ilustración consumía en toda su vida. Al mismo tiempo, los jóvenes actuales, los llamados millenials, que se hicieron adultos con el cambio de milenio, nunca se habían sentido más ignorantes sobre qué hacer, sobre cómo manejarse en la vida… ¡Todo es tan tembloroso ahora!».

¿De dónde surge esta paradoja?
Yo recuerdo los años en los que no había ni televisión. Así que imagina el optimismo que sintió la gente cuando salió de sus pueblos y abrió los ojos ante la world wide web. Internet aportaba los cimientos para crear una humanidad en la que todas las piezas estuvieran en contacto y se entendieran mutuamente. Sin embargo, los estudios sociales indican lo contrario: esta maravilla tecnológica no sólo no te abre la mente, sino que es un instrumento fabuloso para cerrarte los ojos.
¿Por qué?
Para protegerte a ti mismo de las posibilidades multiformes que te ofrece la vida. Hay algo que no puedes hacer offline, pero sí online: blindarte del enfrentamiento con los conflictos. En internet puedes barrerlos bajo la alfombra y pasar todo tu tiempo con gente que piensa igual que tú. Eso no pasa en la vida real: en cuanto sales a la calle y llevas a tus hijos al colegio, te encuentras con una multiplicidad de seres distintos, con sus fricciones y sus conflictos. No puedes crear escondites artificiales.
Usted sostiene que hemos olvidado cómo ser felices.
Lo primero, he de admitir que hay muchas formas de ser feliz. Y hay algunas que ni siquiera probaré. Pero sí que sé que, sea cual sea tu rol en la sociedad actual, todas las ideas de felicidad siempre acaban en una tienda. El reverso de la moneda es que, al ir a las tiendas para comprar felicidad, nos olvidamos de otras formas de ser felices como trabajar juntos, meditar o estudiar.
Usted ha vivido en sociedades muy distintas, del comunismo al capitalismo, durante nueve décadas. ¿Cuál es la más parecida a una sociedad feliz que ha visto?
¡Ja! Me niego a contestar esa pregunta. Mi papel como pensador no es señalar qué es una sociedad feliz y qué leyes hay que aprobar para llegar a ese lugar, sino interpretar la sociedad, averiguar qué se esconde tras las reglas que cumplen sus ciudadanos, descubrir los acuerdos tácitos y los mecanismos automáticos que convierten las palabras en acciones concretas. En definitiva, ayudar a los ciudadanos a entender lo que ocurre para que tomen sus propias decisiones. Sí, entiendo que es difícil encontrar sentido a la vida, pero es menos difícil si sabes cómo funciona la realidad que si eres un ignorante.
Es una tarea difícil en un mundo tan líquido como el actual.
Sí. El Papa Francisco dice tres cosas muy importantes sobre cómo construir una sociedad sana. La primera, recuperar el arte del diálogo con gente que piensa distinto, aunque eso te exponga a la posibilidad de salir derrotado. La segunda, que la desigualdad está fuera de control no sólo en el ámbito económico, sino también en el sentido de ofrecer a la gente un lugar digno en la sociedad. Y la tercera, la importancia de la educación para unir ambas cosas: recuperar el diálogo y luchar contra la desigualdad.
Entonces…
Escucha… Yo añadiría una enseñanza de la sabiduría china. Si piensas en el próximo año, planta maíz. Si piensas en la próxima década, planta un árbol. Pero si piensas en el próximo siglo, educa a la gente.
Usted estudió de cerca el fenómeno del 15-M. ¿Qué opina de su posterior evolución y del auge de Podemos?
Que hemos perdido la confianza en los viejos métodos de ejercer el poder y no sabemos cómo recuperarlo. Aquí, en el Reino Unido, ocurre lo mismo: aparecen y desaparecen nuevos partidos. Lo único que tienen en común es que su esperanza de vida es muy breve. Y eso ocurre porque piensan a corto plazo. Se limitan a reaccionar al último desafío, en vez de crear un modelo completo de sociedad.
Y ese ‘interregno’ del que hablaba, ¿cuánto durará?
Menos tiempo del que tardaron nuestros antecesores en crear un objeto punzante con el que penetrar otras sustancias. Y, aun así, tardaron otras decenas de miles de años en inventar un agujero en el que meter un palo y construir un hacha… Creo que nosotros tardaremos menos. Pero aun así será más tiempo del que la gente querría.
Fuente: http://www.elmundo.es/papel/lideres/2016/11/07/58205c8ae5fdeaed768b45d0.html
Imagen: https://lh3.googleusercontent.com/P4S2943W0GdGvfBgD2KpxvDFrwBYgLT8mPo2_l6K3NkYRxrBVrq6yzeBIOHGsSEe0hj8K6E=s85
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Britain trails Poland, Baltic states, and parts of former Yugoslavia on education spending

Britain/ August 29, 2017/ By: Jon Stone/ Source: http://www.independent.co.uk

The figures follow a row at the general election over planned school cuts

The UK is trailing behind a number of central and eastern European countries on its levels of education spending, according to the latest official EU-wide figures on the subject.

Latvia, Lithuania, Estonia, Poland, and Slovenia all spend a higher proportion of their GDP on education than Britain, the Eurostat figures released on Monday show.

The stats follow a row at the general election about the Conservatives’ planned cuts to schools, which the Institute for Fiscal Studies said would see funding fall by 3 per cent by 2021 under plans laid out in the Tory manifesto.

The latest EU-wide figures, which relate to 2015, show Britain spends 5.1 per cent of its GDP on education, while Estonia spends 6.1 per cent, Latvia 6.0 per cent, and Slovenia 5.6 per cent. The EU average is around 4.9 per cent.

In March the cross-party Public Accounts Committee warned that the biggest school funding shortages in England since the ‘90s were threatening to damage schools standards.

A report by the committee said that there was a “collective delusion” in Government that spending cuts in the education system could be achieved by making efficiency savings.

The Association of School and College Leaders (ASCL) head teachers’ union warned at the time that the Department for Education “does not seem to understand the pressures that schools are already under”.

Across Europe the highest levels of education spending in terms of GDP are are Denmark (7.0 per cent), Sweden (6.5 per cent), and Belgium (6.4 per cent).

By far the lowest spending was in Romania, which spent just 3.1 per cent of its GDP on education.

The Treasury has failed to earmark more cash for education or schools since the election, but Education Secretary Justine Greening in July announced that she was raiding the free schools budget to bolster the core schools budget by £1.3 billion.

Ms Greening said in July that schools funding “is at a record high because of the choices we have made to protect and increase school funding even as we faced difficult decisions elsewhere to restore our country’s finances”.

Labour’s shadow education secretary Angela Rayner told The Independent: «Properly funding education is an investment in our future. These figures are the latest sign that Tory cuts are taking education backwards.

“That’s why Labour’s national education service would restore funds to our schools and colleges, abolish university tuition fees and guarantee free lifelong learning so that everyone can retrain and reskill throughout their lives.»

Source:

http://www.independent.co.uk/news/uk/politics/uk-school-spending-eu-international-behind-poland-baltic-states-yugoslavia-a7916126.html

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