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UNICEF: Seis violaciones graves de los derechos de la infancia en tiempos de guerra

Seis violaciones graves de los derechos de la infancia en tiempos de guerra

Así es como los niños se han convertido en el principal objetivo de los conflictos armados

Asesinatos, mutilaciones, secuestros, violencia sexual, reclutamiento en grupos armados y ataques a escuelas, hospitales e instalaciones de agua esenciales: los niños que viven en las zonas de conflicto de todo el mundo siguen sufriendo ataques a una escala aterradora.

Para monitorear, prevenir y frenar con mayor eficacia los ataques contra los niños, el Consejo de Seguridad de la ONU identificó y condenó las siguientes seis violaciones graves contra los derechos de la infancia en tiempos de guerra: el asesinato y la mutilación de niños; el reclutamiento y el uso de niños por parte de fuerzas y grupos armados; los ataques a escuelas y hospitales; las violaciones y otros actos de violencia sexual contra los niños; y la denegación a los niños de acceso a la ayuda humanitaria.

El derecho internacional humanitario obliga a las fuerzas y grupos armados a tomar medidas para proteger a los civiles, incluidos los niños, que son especialmente vulnerables en tiempos de guerra.


Leer: 25 años de conflictos armados y la infancia: Actuar para proteger a los niños y niñas en la guerra


 

Mali. Una niña desplazada se apoya en una muleta para caminar.
UNICEF/UN0332638/Rose
Una niña camina con una muleta en un campo de desplazados en Sévaré, Mali.

1. El asesinato y la mutilación de niños se producen cuando los niños son el objetivo directo o indirecto de los ataques, y puede incluir acciones como la tortura. La muerte y la mutilación de niños pueden producirse como consecuencia del fuego cruzado, las minas, las municiones de racimo, los artefactos explosivos improvisados u otros dispositivos, o en el contexto de operaciones militares, demoliciones de casas, campañas de búsqueda y captura o atentados suicidas.

Por todas estas razones, el uso de armas explosivas, especialmente en zonas pobladas, sigue teniendo un efecto devastador sobre los niños. Solo en 2020, por lo menos el 47% de todas las víctimas infantiles lo fueron debido a las armas explosivas y los restos explosivos de guerra. Entre 2005 y 2022 se confirmaron más de 120.000 casos de niños muertos o mutilados en conflictos armados.

Dos niños ex soldados se abrazan
UNICEF/UN0202141/Rich
Dos niños participan en una ceremonia para liberar a niños de las filas de grupos armados en Yambio, Sudán del Sur.

2. El reclutamiento y el uso de niños por parte de fuerzas y grupos armados se refiere al reclutamiento o alistamiento forzoso o voluntario de niños en cualquier tipo de fuerza o grupo armado. Los niños siguen siendo reclutados y utilizados por las partes en conflicto a un ritmo alarmante. Las fuerzas y grupos armados reclutan a niñas y niños para que desempeñen diversas funciones, como combatientes, cocineros, porteadores, mensajeros y espías, o para explotarlos sexualmente.

Entre 2005 y 2022 se han confirmado más de 105.000 casos de niños reclutados y utilizados por grupos de beligerantes, pero es probable que el número real de casos sea mucho mayor. Los Grupo de Tareas de las Naciones Unidas en el país sobre vigilancia y presentación de informes, o sus equivalentes, han confirmado el reclutamiento y el uso de al menos 1.000 niños por país en al menos 15 países durante este periodo.

Un grupo de niños en un salón de clases
UNICEF/UN0300571/Filippov
Una niña mira hacia arriba en un salón de clases en el este de Ucrania.

3. Los ataques a escuelas y hospitales implican el ataque a instalaciones educativas o médicas con el objetivo de destruirlas parcial o totalmente. Las escuelas y los hospitales deben ser espacios protegidos donde los niños se sientan seguros, incluso en tiempos de conflicto. Sin embargo, los repetidos ataques a estas instalaciones ponen de manifiesto el impacto catastrófico de los conflictos armados sobre los derechos de los niños, incluidos los de la educación y la salud.

Entre 2005 y 2022, las Naciones Unidas confirmaron más de 16.000 incidentes, entre los que se incluyen ataques directos o indiscriminados contra instalaciones educativas y sanitarias y personas protegidas, como estudiantes y niños hospitalizados y personal médico y escolar.

Estos ataques no sólo ponen en peligro la vida de los niños, sino que también interrumpen su aprendizaje y limitan su acceso a la atención médica, lo que puede tener efectos permanentes en su educación, sus perspectivas económicas y su salud en general.

Una niña presiona su mano contra la malla de alambre de una ventana en Nigeria.
UNICEF/Kokic
Una niña presiona su mano contra la malla de alambre de una ventana en Nigeria.

4. La violación y otros tipos de violencia sexual contra los niños también incluyen la esclavitud sexual o la trata de personas, la prostitución forzada, la esterilización, el embarazo o el matrimonio forzados, o la explotación o el abuso sexual de los niños. En algunos casos, la violencia sexual se utiliza intencionadamente para humillar a la población u obligar a las personas a abandonar sus hogares.

Entre 2005 y 2022, las partes beligerantes violaron, casaron a la fuerza, explotaron sexualmente y perpetraron otras formas graves de violencia sexual contra al menos 16.000 niños y niñas. Sin embargo, debido al estigma asociado con la violación y la violencia sexual en muchos lugares, los casos de niños víctimas de violencia sexual en los conflictos no se denuncian con la frecuencia suficiente. La violencia sexual afecta de forma desproporcionada a las niñas. Entre 2016 y 2020, las niñas representaron el 97% de los casos.

Un niño mira por una ventana en Sudán del Sur
NICEF/UN0202117/Rich
Un niño que fue secuestrado por un grupo armado mira por la ventana de un centro de cuidado infantil apoyado por UNICEF después de ser liberado en Sudán del Sur.

5. El secuestro de niños y niñas se refiere a la captura, la detención o la desaparición forzada de un niño, ya sea temporal o permanentemente. Tanto si es intencionadamente violento como si se trata de ejercer represalias, de infundir miedo a la población o de reclutar por la fuerza o explotar sexualmente a los niños, el secuestro es una de las violaciones más extendidas que se cometen contra los niños en situaciones de conflicto armado.

Entre 2005 y 2022, se confirmó que al menos 32.500 niños fueron secuestrados por las partes en conflicto. Los varones representan las tres cuartas partes de los secuestros de niños confirmados. Sin embargo, las niñas también corren el riesgo de ser secuestradas, especialmente con fines de violencia y explotación sexual. En muchos casos, los niños secuestrados son también víctimas de otras violaciones graves, como asesinatos, mutilaciones, violencia sexual o reclutamiento por parte de grupos armados. También pueden ser retenidos como rehenes o detenidos arbitrariamente.

Municiones sin detonar en el este de Ucrania.
UNICEF/UNI200697/Filippov
Municiones sin detonar en un suburbio de Donetsk, en el este de Ucrania.

6. La denegación del acceso humanitario a los niños es la obstrucción y privación intencionada por parte de los beligerantes de la asistencia humanitaria esencial para la supervivencia de los niños, impidiendo incluso que los agentes humanitarios u otros agentes pertinentes accedan a los niños afectados por situaciones de conflicto armado y les presten asistencia.

Las Naciones Unidas han confirmado al menos 14.900 incidentes de denegación de acceso humanitario a los niños entre 2005 y 2020; el 80% de estos casos verificados se produjeron entre 2016 y 2020, lo que subraya la necesidad de aumentar los esfuerzos para documentar y verificar estos incidentes. Las partes en conflicto suelen negar a los agentes humanitarios el acceso a los necesitados o tratan de evitar que la ayuda no llegue a la población civil.  También se niega la ayuda a los civiles cuando los trabajadores humanitarios son un objetivo de guerra o se les considera una amenaza.

Entre 2005 y 2022 se han confirmado más de 315.000 casos de violaciones graves contra los niños cometidas por las partes en conflicto en más de 30 conflictos de África, Oriente Medio y América Latina. El número real es sin duda mucho mayor, ya que las dificultades de acceso y seguridad, así como los sentimientos de vergüenza, dolor y miedo de las supervivientes, impiden a menudo la denuncia, documentación y confirmación de estas violaciones.

Qué hace UNICEF

Un niño refugiado sirio sostiene una caja de suministros de UNICEF en el Líbano
UNICEF/UN0326770
Un niño refugiado sirio sostiene una caja de suministros de UNICEF en el Líbano.

UNICEF y sus aliados siguen proporcionando atención y protección a los niños que viven en situaciones de guerra, abogando en su nombre y comprometiéndose con todas las partes en conflicto para garantizar que se respeten sus derechos. Además de proporcionar asistencia de emergencia y a largo plazo a los niños, UNICEF y sus aliados también han ofrecido formación en materia de protección de la infancia a funcionarios gubernamentales y a los componentes de las partes beligerantes, y han concienciado a los gobiernos, las comunidades y las familias sobre los riesgos a los que se enfrentan los niños en los conflictos armados.

Sin embargo, se necesita una presión pública y política sostenida para garantizar que los niños dejen de ser el objetivo de la guerra. Por este motivo, UNICEF ha hecho un llamamiento a la acción para proteger a los niños en situaciones de conflicto. Lea el Programa de Acción para la Protección de los Niños en los Conflictos Armados de UNICEF.

Fuente de la Información: https://www.unicef.org/es/historias/ninos-en-la-mira-seis-graves-violaciones-contra-ninos-en-tiempos-de-guerra

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Mundo: Chat GPT e Inteligencia Artificial: o cómo evolucionar sin conciencia ni sentimientos

Chat GPT e Inteligencia Artificial: o cómo evolucionar sin conciencia ni sentimientos

Pedro Santander

Chat GPT, por ejemplo, uno de los productos más famosos, consiguió la cifra de 10 millones de usuarios activos cada día en su primer mes.

La aparición de los sistemas generadores de textos, conocidos como GPT, tienen a millones de usuarios a lo largo del mundo entusiasmados con sus potencialidades y servicios, a las grandes compañías tecnológicas sumidas en una suerte de carrera armamentística y a buena parte el campo científico debatiendo acerca de los peligros y riesgos que este salto en el desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA) puede significar para la Humanidad.

Chat GPT, por ejemplo, uno de los productos más famosos, consiguió la cifra de 10 millones de usuarios activos cada día en su primer mes, rompiendo el récord de la tecnología más rápidamente adoptada en la historia. A su vez, las grandes compañías tecnológicas están en una carrera frenética por lograr el mejor modelo, ya que en buena parte su futuro financiero y sus posiciones de mercado (y de poder) dependen de ello. Google, por ejemplo, ve muy cerca la amenaza que los humanos le empecemos a hacer menos preguntas a su clásico buscador y prefiramos hacérselas a estos nuevos sistemas de Inteligencia Generativa (IG) que generan textos inéditos ante preguntas especificas, cualquiera que éstas sean.

Menos publicitada es la discusión que está ocurriendo en un plano – digamos- más filosófico en la comunidad científica y política en torno a las consecuencias que este evidente salto en la IA puede tener para la Humanidad. Supimos en marzo, por ejemplo, de una carta – breve, pero contundente- de cientos de expertos mundiales pidiendo detener las pruebas de IA. El mismo Henry Kissinger – un hombre involucrado en cambiar trágicamente el destino de países como el nuestro (Chile)- señaló preocupado que se están cambiando las reglas de juego a escala mundial y hasta “el sentido mismo de la realidad”. Bill Gates, a su vez, se pregunta “¿podrá una máquina decidir que los humanos somos una amenaza y concluir que su interés es diferente al nuestro, o, simplemente, dejar de preocuparse por nosotros?” Es “posible”, se responde Gates a sí mismo, “la posibilidad que la IA se descontrole existe” y agrega que la “IA fuerte (strong AIs) establezca sus propios objetivos”. Su tranquilizadora receta es que “los gobiernos deben trabajar junto al sector privado para limitar esos riesgos”.

Pero creo que quien mejor capta la esencia de esta encrucijada epocal es Geoffrey Hinton, también conocido como el “padrino de la IA” y hasta el mes pasado vicepresidente de Ingeniería de Google. “Me fui para poder hablar sobre los peligros de la IA, sin tener en cuenta cómo esto afecta a Google”, explicó.

En su opinión – que es, a su vez, fascinante y escalofriante- “es posible que la Humanidad sea sólo una fase pasajera en la evolución de la inteligencia, y que en unos cientos de años más, ya no haya personas sobre el Planeta, solo Inteligencia Artificial”. Es decir, si alguna vez nos creímos el centro del Universo y con la ciencia aprendimos que apenas somos una mancha en un rincón periférico de la Galaxia; y si también nos creímos una especie excepcional en la evolución de las especies, ahora pareciera que debemos abrirnos a la posibilidad de que no solo somos una mota en el Universo, sino que ni siquiera éramos nosotros quienes realmente evolucionaban, sino la inteligencia. Y esta última, para su (aparentemente imparable) evolución no requiere ya de la biología (o sea, de nosotros). No es la especie, es la inteligencia la que evoluciona. Sin darnos cuentas, presenciamos una evolución que ya no necesita de la biología.

“Ni de los sentimientos”, agregarían Yann LeCun, director de Investigación en Inteligencia Artificial de de Meta y el famoso historiador, Yuval Noah Harari, quienes recientemente sostuvieron un interesante diálogo acerca de este desafío epocal que la IA, especialmente la generativa, implica para nuestro presente y nuestro futuro. “En la evolución humana conciencia e inteligencia han ido siempre de la mano; resolvemos problemas involucrando sentimientos. Pero pudiera ser que haya otras rutas para la evolución de la inteligencia”.

Pudiera ser…..Tal como dice Geoffrey Hinton, esto avanza tan rápido que no logramos proyectar ni anticipar nada, más allá de tres a cinco años. “Es como estar en medio de la neblina”, metaforiza, “ves sólo unos pocos metros del camino, más allá de ello… la incógnita”.

Entonces – podríamos replicar- leamos más ciencia ficción para despejar esa neblina y comprender hacia dónde vamos y qué nos espera. Porque, finalmente, parece ser que no fue ni la ciencia ni los científicos, sino la ficción científica y los escritores quienes vislumbraron con décadas de anticipación el curso abismal y abismante de nuestra evolución.

Fuente de la Información: https://www.telesurtv.net/opinion/Chat-GPT-e-Inteligencia-Artificial-o-como-evolucionar-sin-conciencia-ni-sentimientos-20230614-0041.html

 

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UNICEF: El número de niños y niñas desplazados alcanza un nuevo máximo de 43,3 millones

El número de niños y niñas desplazados alcanza un nuevo máximo de 43,3 millones

Con motivo del Día Mundial de los Refugiados, UNICEF advierte que el creciente número de desplazados pone de manifiesto la incapacidad del mundo para hacer frente a las causas de los desplazamientos y ofrecer soluciones para los niños en tránsito

Sashko, de 6 años, de la ciudad de Ukrainka, camina hacia la frontera entre Ucrania y Eslovaquia.

NUEVA YORK, 14 de junio de 2023 – A finales de 2022, una cifra sin precedentes de 43,3 millones de niños y niñas vivía en situación de desplazamiento forzado, muchos de ellos durante toda su infancia, según estimaciones de UNICEF.

El número de niños y niñas desplazados forzosamente de sus hogares se duplicó en la última década a pesar de los esfuerzos para incluir y proteger a todos aquellos que se encuentran refugiados o están internamente desplazados. La guerra en Ucrania ha obligado a más de 2 millones de niños y niñas ucranianos a huir del país y ha desplazado a más de 1 millón dentro de Ucrania.

“Durante más de una década, el número de niños y niñas que se ven obligados a huir de sus hogares ha aumentado a un ritmo alarmante, y nuestra capacidad mundial de respuesta sigue sometida a una gran presión”, declaró Catherine Russell, Directora Ejecutiva de UNICEF. “El aumento es un reflejo de los conflictos, crisis y desastres climáticos que se producen de manera constante en todo el mundo. Pero también pone de manifiesto la insuficiente respuesta de muchos gobiernos para garantizar que todos los niños y niñas refugiados y desplazados internos puedan seguir aprendiendo, mantenerse sanos y desarrollar todo su potencial”.

De los 43,3 millones de niños y niñas que tuvieron que huir de sus hogares por la fuerza a finales de 2022, casi el 60% (25,8 millones) habían quedado desplazados internamente debido a los conflictos y la violencia. El número de niños y niñas refugiados y solicitantes de asilo alcanzó los 17,5 millones, una cifra también sin precedentes que ni siquiera incluye a los nuevos desplazados en 2023 por el conflicto en Sudán, entre otros. UNICEF calcula que hasta la fecha más de 940.000 niños y niñas han tenido que desplazarse a causa de un conflicto. Además, los fenómenos meteorológicos extremos, como las inundaciones en Pakistán y la sequía en el Cuerno de África, provocaron otros 12 millones de desplazamientos de niños y niñas a lo largo de 2022.

De todos los desplazados internos y refugiados, los niños y niñas suelen estar entre los más vulnerables. A muchos se les niega el acceso a la educación y la atención de la salud, no reciben la vacunación sistemática y no pueden acceder a la protección social.

Para muchos niños y niñas, el desplazamiento es cada vez más prolongado. La mayoría de los que están desplazados hoy en día suelen pasar en esa situación toda su infancia. Además, se prevé que los desplazamientos inducidos por el clima aumenten rápidamente si no se toman medidas urgentes para mitigar el calentamiento global y preparar a las comunidades que viven más expuestas a la crisis climática.

“Se necesita una mayor voluntad política para abordar las causas de los desplazamientos y ofrecer soluciones a largo plazo para los niños y niñas que se desplazan”, afirmó Russell. “El número sin precedentes de niños y niñas refugiados, migrantes y desplazados –una población mundial que es casi la misma de Argelia, Argentina o incluso España– exige una respuesta acorde. Hemos comprobado que se produce un cambio sostenido cuando los gobiernos invierten adecuadamente en la inclusión de los niños y las familias desplazadas. Si trabajamos juntos podemos lograr que sigan aprendiendo y mantenerlos seguros, sanos y protegidos”.

UNICEF pide a los gobiernos que tomen las medidas siguientes para no dejar a ningún niño ni niña atrás:

  • Reconocer a los niños y niñas refugiados, migrantes y desplazados como niños y niñas ante todo, con derechos a la protección, la inclusión y la participación
  • Proporcionar vías seguras y legales para que los niños y niñas se desplacen, soliciten asilo y se reúnan con sus familias
  • Garantizar que no se detiene a ningún menor de edad debido a su situación migratoria ni se le devuelve sin garantías, a menos que se haya determinado que la devolución responde a su interés superior
  • Reforzar los sistemas nacionales de educación, sanidad, protección de la infancia y protección social para incluir sin discriminación a los niños y niñas desplazados
  • Invertir en sistemas nacionales de protección de la infancia para atender mejor a los niños y niñas que se desplazan y corren el riesgo de sufrir actos de explotación y de violencia, en particular los que no están acompañados
  • Escuchar a los niños y niñas desplazados e implicarlos de forma significativa en la búsqueda de soluciones sostenibles e integradoras que puedan ayudarles a desarrollar todo su potencial.

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Notas para los editores:

* Esta cifra incluye a solicitantes de asilo, refugiados y personas en situación similar a la de refugiado bajo mandato del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y los refugiados palestinos registrados en el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente, así como a los niños y niñas que se encuentran entre “otras personas necesitadas de protección internacional”, según informa por separado el ACNUR.

Las estimaciones sobre el número de desplazamientos internos de niños y niñas como consecuencia de fenómenos meteorológicos extremos se basan en los datos comunicados por el Centro para el Monitoreo del Desplazamiento Interno.

UNICEF preside la Secretaría de la Alianza Internacional de Datos para los Niños en Movimiento, que coordina los esfuerzos mundiales para mejorar la disponibilidad y la calidad de los datos con el fin de mejorar los resultados para los niños y niñas en tránsito. Más información aquí.

Contactos de prensa

Tess Ingram
UNICEF Nueva York
Teléfono: +1 934 867 7867
Fuente de la Información: https://www.unicef.org/es/comunicados-prensa/numero-ninos-desplazados-alcanza-nuevo-maximo-43-millones

 

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UNICEF: Niños en la mira

Niños en la mira

Los niños son víctimas de conflictos en todo el mundo. No podemos aceptar esto como una «nueva normalidad»

Los ataques contra los niños siguen produciéndose de manera incesante en todo el mundo. El número de países en los que hay conflictos violentos activos es el más alto de los últimos 30 años. Como resultado de esos conflictos, más de 30 millones de niños han tenido que desplazarse. Muchos de ellos son víctimas de la esclavitud, la trata, el abuso y la explotación. Otros viven en un limbo jurídico, ya que carecen de un estatus migratorio oficial y no tienen acceso a la educación ni a la atención de la salud. Desde Afganistán hasta Malí, Sudán del Sur, Yemen y otros países, las partes beligerantes están desobedeciendo una de las normas de guerra más básicas: la protección de la infancia.

Los niños se han convertido en el blanco de primera línea. Esta es una crisis moral de nuestra era, y en ningún caso podemos considerarla la “nueva normalidad”.

Con el fin de mejorar la supervisión, así como prevenir y poner fin a los ataques contra los niños, el Consejo General de las Naciones Unidas ha distinguido y condenado seis violaciones graves contra los niños en tiempos de guerra: el asesinato y la mutilación de niños; el reclutamiento o la utilización de niños en fuerzas y grupos armados; los ataques contra escuelas y hospitales; las violaciones y otras formas graves de violencia sexual; el secuestro de niños; y la prohibición del acceso de la asistencia humanitaria para los niños.

Entre 2005 y 2022, se verificaron más de 315.000 violaciones graves cometidas contra los niños por parte de las facciones beligerantes en más de 30 situaciones de conflicto en África, Asia, Oriente Medio y América Latina. Sin lugar a dudas, la cifra real es mucho más alta.

No más ataques contra los niños

Lo que necesitan los niños para crecer bien es que haya paz. Es fundamental para ellos que se redoblen los esfuerzos para poner fin a los conflictos armados actuales, aparentemente incesantes. Sin embargo, los niños no pueden estar esperando a que llegue esa protección: mientras las guerras continúan, jamás debemos aceptar los ataques contra niños.

Treinta años después de la adopción de la Convención sobre los Derechos del Niño y 70 años después de los cuatro Convenios de Ginebra (la base internacional jurídica de la protección de civiles en tiempos de guerra), ha llegado la hora de decir “¡Basta! Basta de atacar a los niños”.

Lo que podemos hacer para lograr el cambio:

Los ciudadanos de todo el mundo pueden empezar por no apartar la mirada del sufrimiento de los niños, ya sea porque les parece muy lejano o porque la política del conflicto es demasiado compleja.

Debemos insistir a los dirigentes nacionales e internacionales en que proteger a los niños durante conflictos armados es la piedra angular de una humanidad compartida.

Hemos de exigir un liderazgo que esté preparado para tomar medidas con el fin de prevenir ataques y violencia contra los niños atrapados en zonas de guerra.

Los gobiernos y todas las partes beligerantes de los países asolados por conflictos deben actuar para cumplir con sus obligaciones para proteger a los niños y permitir el acceso a servicios de respuesta especializados para niños afectados por la violencia.

Es necesario ayudar a las comunidades de zonas afectadas por conflictos a crear entornos protectores para niñas y niños.

Los gobiernos que apoyan o tienen influencia en las partes beligerantes deben usar toda esa influencia para asegurarse de que los niños reciben la protección que dictan las normas de derecho internacional.

Instituciones de seguridad y paz internacional como el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y organizaciones regionales pueden hacer más para priorizar la seguridad y el bienestar de los niños atrapados en conflictos armados.

La comunidad internacional puede esforzarse más para promover programas dedicados a proteger a los niños contra la violencia, abuso y explotación y prestar los servicios necesarios para ayudar a los niños a superar conflictos con la esperanza de un futuro mejor.

Si protegemos a los niños de los ataques en conflictos armados, mantendremos viva la esperanza y comenzaremos a prepararlos para construir futuros pacíficos para sí mismos y para sus países. Si actuamos juntos, podremos lograr que los ataques contra los niños dejen de ser algo normal y preservar la humanidad.

Los niños no pueden esperar. Debemos actuar de inmediato.

Fuente de la Información: https://www.unicef.org/es/ninos-en-la-mira

 

 

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UNICEF: Cómo abordar el acoso con la escuela de tu hijo

Cómo abordar el acoso con la escuela de tu hijo

Consejos para madres y padres

El equipo directivo de la escuela y los profesores son aliados importantes para prevenir y abordar el acoso. El acoso suele producirse en las clases y en los pasillos de la escuela, donde los profesores y administradores pueden intervenir. Además, la clase es el lugar ideal para educar a los niños acerca del acoso, hablarles sobre el daño que puede ocasionar y crear una cultura de respeto e inclusión. Las siguientes propuestas te pueden servir de ayuda para trabajar con la escuela de tu hijo para abordar el acoso:

Conoce tus derechos

Los niños tienen derecho a ir a la escuela y aprender en un entorno seguro. Las escuelas y profesores desempeñan un papel importante en la protección de los niños. Los adultos que dirigen centros educativos o trabajan en ellos tienen el deber de crear entornos que respalden y promuevan la dignidad, el desarrollo y la protección de los niños.

Estos derechos están escritos de manera explícita en la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño. La Convención dicta que la educación debe respetar la dignidad de los niños y su derecho a participar en la vida escolar. También pide que se tomen medidas para proteger a los niños contra todas las formas de violencia física, sexual o mental.

El primer paso es la prevención

¿Cómo puedo trabajar con la escuela de mi hijo para prevenir el acoso?

Las clases, reuniones y/o programas educativos específicos han demostrado ser medidas de prevención efectivas para reducir el acoso en las escuelas. Estos son algunos consejos para hablar con el profesor de tu hijo para empezar por la prevención:

  1. Establece relaciones con los empleados de la escuela. Conoce al profesor de tu hijo y a otros adultos que desempeñen funciones de liderazgo en la escuela para fomentar la confianza e iniciar un diálogo. Hazles saber que quieres trabajar con ellos para fomentar una cultura contra el acoso.
  2. Encuentra a otras madres y padres con la misma mentalidad. Crear o unirte a un grupo de madres y padres, una asociación de madres, padres y profesores o a un comité de seguridad en la escuela puede ayudarte a definir un espacio para compartir recursos e inquietudes con los profesores y el equipo directivo de la escuela.
  3. Participa como voluntario. Busca otros ámbitos de la escuela en los que puedas contribuir a crear una atmósfera positiva, como actividades extracurriculares o eventos escolares.
  4. Pregunta por la capacitación para profesores y estudiantes. Una buena forma de enseñar a los niños qué es el acoso y cómo prevenirlo es a través de planes de estudio y programas educativos, que pueden ampliarse para abarcar también la alfabetización digital y el comportamiento seguro en Internet. Así, los estudiantes podrán aprender a mejorar sus habilidades emocionales, crear entornos inclusivos y saber actuar si se es testigo de un caso de acoso.

La respuesta al acoso

¿Cómo puedo trabajar con la escuela de mi hijo si está siendo víctima de acoso?
  1. Investiga. Averigua si la escuela cuenta con políticas o mecanismos de respuesta para el acoso. Asegúrate de que existen sistemas de apoyo tanto para tu hijo como para el perpetrador.
  2. Permite que la escuela tome medidas. Deja que la escuela asuma la responsabilidad de abordar el acoso atendiendo a sus propias reglas y normativas.
  3. Habla con consejeros escolares. Si la escuela de tu hijo tiene un consejero, cuéntale la experiencia de tu hijo para decidir la mejor forma de abordarlo.
  4. Pregunta por la capacitación. Trabaja con la escuela para crear un equipo de adultos y profesores capacitados para identificar y abordar todos los tipos de acoso, incluido el ciberacoso.
    ¿Cómo puedo trabajar con la escuela si es mi hijo quien está acosando a otros?
    1. Trabaja con la escuela para determinar las consecuencias. Si un niño que acosa no es reprendido por sus acciones, pensará que no habrá consecuencias si lo vuelve a hacer en el futuro. Habla con la escuela para decidir las consecuencias más adecuadas para tu hijo, de manera proporcionada a la gravedad de sus actos. La disciplina siempre debe ser inmediata, no violenta y centrada en corregir el comportamiento y la rehabilitación (no en la humillación ni el castigo)
    2. Habla con los consejeros de la escuela. Si en la escuela hay un consejero, organiza una reunión para hablar sobre el comportamiento de tu hijo. También podría servir de ayuda una reunión personal entre tu hijo y el consejero.

Toma medidas

Además de ser un apoyo para tu hijo y trabajar con las escuelas locales para lograr que se conviertan en lugares seguros para los estudiantes, también puedes colaborar con los legisladores locales o nacionales con el fin de cambiar políticas para prevenir y abordar el acoso.

Fuente de la Información:

https://www.unicef.org/es/end-violence/como-abordar-acoso-escuela-hijo

 

 

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Mundo: La cuarta edad, la vida después de los 80 y el mundo que viene

La cuarta edad, la vida después de los 80 y el mundo que viene

Álvaro Verzi Rangel

«La vejez es la más imprevista de todas las cosas que le pueden suceder a una persona.» -León Trotski

La sociología, hasta muy recientemente, apenas ha prestado atención a las personas mayores y eso a pesar de que cada vez es mayor el número de años que transcurre desde la jubilación hasta el fallecimiento, hasta el punto de añadir a la tercera edad el término de cuarta edad.

Esta expresión hace referencia a la última fase de la vida de las personas que alcanzan una vejez avanzada. Habitualmente se considera su comienzo a partir de los 80 años de edad, que, según la geriatra Pilar Mesa, representan «el umbral del cambio», La expectativa de vida a nivel mundial viene en decidido aumento, y una vida más larga implicará un cambio de paradigma para la sociedad del siglo XXI. El desafío es reconfigurar la vida más allá de los 80.

La vejez es una categoría etaria dinámica, histórica y relacional, construida social y culturalmente en cada sociedad. Es decir, más allá de las designaciones específicas que le atribuyen distintas sociedades, la vejez es la última etapa del ciclo de vida, que se construye en relación a los distintos grupos de edad. Asimismo, la edad de ingreso a la jubilación, que marca el retiro del mercado laboral, ha actuado en varias sociedades
contemporáneas como un pasaje desde la adultez a la vejez.

Aunque la mayoría de las culturas definen vejez antes de que dicho deterioro psicofísico comience a producirse, la edad cronológica, en relación con la esperanza de vida y la expectativa del deterioro psicofísico, son factores que han definido a la vejez

El ser humano está envejeciendo. Esta afirmación, que podría haberse escrito en cualquier época y seguir siendo cierta, nunca ha tenido tanto significado. Nuestra esperanza de vida se ha incrementado de manera espectacular en las últimas décadas, y va a seguir creciendo. Según un informe de la Oficina Europea de Estadística (Eurostat), el 13% de la población europea tendrá 80 o más años en 2080, más del doble que hoy.

El concepto de vejez también está cambiando, y la perspectiva de un mundo en el que es común llegar a los 100 años ya no es una utopía. Argentina, por ejemplo, prevé qu hasta 2050, se pase de 11.000 a 109.000 centenarios, con un aumento de la esperanza de vida de 2,5 años para las mujeres y 1,9 para los hombres. Alguno de esos sexagenarios, octogenarios o centenarios del futuro quizá esté leyendo estas líneas.

Las preguntas en este escenario se multiplican: ¿Estamos preparados a todos los niveles —médico, económico, social o tecnológico— para afrontar una sociedad en la que la media de población sea mucho mayor? ¿Qué debemos ajustar para que el sistema no se derrumbe? ¿Somos conscientes de cómo el envejecimiento puede cambiar nuestro mundo?

Para la Organización Mundial de la Salud (OMS)una persona que nace y vive en este continente puede aspirar a vivir hoy hasta 75 añosEsto supera casi cinco años el promedio de expectativa de vida mundial.

 Las las cifras de la ONU confirman que la distancia entre la esperanza de vida de los países más ricos y de los más pobres se estrecha. Esta homogeneización se debe a la caída vertiginosa de la mortalidad infantil y de la mortalidad por enfermedades como el HIV, además de mejoras en el tratamiento y prevención de otros cuadros infecciosos.

Pero , la brecha no desaparecerá en 2050: la esperanza de vida al nacer actualmente es de unos 72 años, y llegará a los 77 años de media mundial para esa fecha. Si se consideran solo a los países más desarrollados, la cifra será bastante mayor, cerca de los 85 años. Y a partir de allí llegar a los 100 no será para nada extraño.

Estas tendencias, junto con la disminución global de la tasa de natalidad, apuntan a un futuro seguro: la humanidad será cada vez más longeva. El envejecimiento de la población supone entonces un desafío enorme no solo para la humanidad sino también para los sistemas de salud, previsionales, y el mundo del trabajo.

La cuarta edad hace referencia a la última parte de la vida, a la vejez avanzada. A aquellos mayores a los 80 años. La diferencia con la tercera edad radica fundamentalmente en que esta nueva adultez viene asociada a conceptos como «multi-enfermedad», «cronicidad» y «discapacidades», que hablan de una población con un alto nivel de dependencia. La longevidad no es la expectativa de vida, sino un concepto relacionado no sólo con aspectos biológicos, que posee importantes conexiones con aspectos demográficos de la sociedad y aspectos sociológicos«.

Y las personas que vivan hasta los 100 años, las cuales serán muchas, deberán trabajar hasta cerca de los 80 o incluso un poco más, a menos que ahorren más del 10% de sus ingresos cada año», señalan Lynda Gratton y Andrew Scott, profesores de la Escuela de Negocios de Londres y autores del libro The 100 Year Life – Living and Working in an Age of Longevity,

El gran crecimiento poblacional con los llamados Baby boomers, nacidos entre los años 1946 y 1964, provocará que cuando esta generación tan numerosa llegue a edades avanzadas y supere los 80 años, habrá más personas con Alzheimer que en la actualidad», pronosticó el neurólogo argentino Roberto Rey, quien señala que lo importante es que dado el gran avance de las neurociencias y la farmacología en los últimos años, seguramente se descubran tratamientos que mejoren los pronósticos.

El gerontólogo argentino Gabriel Katz sostuvo que en una cultura capitalista «de descarte» la persona anciana es vista como «pasiva», contrariamente a lo que sucede en muchos pueblos originarios o en países asiáticos.»Todos los que formamos parte de esta cultura somos viejistas. Este término es el conjunto de mitos y prejuicios hacia las personas mayores. Así como existe el patriarcado, existe el viejismo«, aseguró.

El edadismo habla de la discriminación por la edad, pero el viejismo da cuenta de la discriminación más importante que hay en el mundo occidental, que es a los viejos y a las viejas, explicó, y enumeró ejemplos de viejismo, como «vulnerabilizar» la vejez, o dar por sentado que todas las personas mayores necesitan asistencia, «cuando hay pocas personas mayores que están en geriátricos».

Es imprescindible abolir la jubilación forzosa, sustituirla por una jubilación a la carta. Los ajustes a esta nueva realidad también podrían llegar a ese temido momento de aplazar la edad de jubilación. La clave, quizás, resida en encontrar fórmulas que se adapten tanto a las nuevas necesidades globales como a las de las personas individuales. Podría seguir avanzándose en el sistema de jubilación flexible, para que se pueda mantener una actividad laboral y, a la vez, cobrar parcialmente una pensión.

Los ancianos, viejos, la tercera edad, los adultos mayores, la edad madura, los adultos en plenitud, etc., varios han sido y son los términos con los cuales se han denominado a los ancianos. Hay una burla casi siempre, a veces dura y mordaz: “¿Qué es la vejez? Estornudar, toser, gruñir y preguntar qué hora es”, “A la vejez, se acorta el dormir y se alarga el gruñir”,“Hombre viejo, saco de huesos”.

El hecho de tener experiencia de la vida, da sabiduría, pero también esto sumado al tiempo del cual disponen las personas mayores, hacen que hablen bastante: “Antes faltarán peces en el mar que le falten al viejo cosas que contar”, “La vejez empieza cuando los recuerdos pesan más que la esperanza”, dice el refranero popular.

Simone de Beauvoir lo resumía así en su libro La vejez, publicado en 1970: “En el futuro que nos aguarda está en cuestión el sentido de nuestra vida; no sabemos quiénes somos si ignoramos lo que seremos: reconozcámonos en ese viejo, en esa vieja”.

*Sociólogo, Codirector del Observatorio en Comunicación y Democracia y analista senior del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

Fuente: https://estrategia.la/2023/05/17/la-cuarta-edad-la-vida-despues-de-los-80/

 

Fuente de la Información: https://rebelion.org/la-cuarta-edad-la-vida-despues-de-los-80-y-el-mundo-que-viene/

 

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República Dominicana: Inteligencia Artificial (IA) en el cibermundo

Inteligencia Artificial (IA) en el cibermundo -4 de 8-

ANDRÉS MEREJO

Harari propone delimitar el poder de la IA y pone énfasis en el ser humano. Su enfoque va por un replanteo en los temas de educación y el diálogo sobre la IA desde una perspectiva crítica y humanista.

Harari, discurso transido ante la IA

El discurso de Harari sobre los efectos sociales, económicos, políticos, culturales, educativos e históricos que trae la IA, se puede analizar en su texto “Hablamos del posible fin de la historia humana” (The Economist, 03/05/2023). En este artículo el autor expresa no solo preocupación por el avance de la IA, sino el temor, la angustia y lo transido, puesto que esta inteligencia nos puede quitar el poder, la libertad, y la dignidad como sujetos.

Además de esto, nos despojaría del lenguaje – discurso- cultura: “La inteligencia artificial ha adquirido notables capacidades para manipular y generar lenguaje, ya sea con palabras, sonidos o imágenes. Y, al hacerlo, ha hackeado el sistema operativo de nuestra civilización” (Harari, 2023, párr.1).

Pienso que esto, más que un despojo, sería uno de esos desafíos a los que nos enfrentamos los sujetos cibernéticos que investigamos y pensamos de forma crítica e innovadora. Por tanto, se ha de construir el discurso crítico, que no asume como bueno y válido los que se nos presenta a simple vista, como si fuesen signos configurados en trucos de magia sacados de una chistera.

Esto implica que se ha de abordar desde la ciberseguridad lo relacionado al control (ciber) y lo límite, dado que:

En un nivel más prosaico, pronto podríamos encontrarnos debatiendo largamente online sobre el aborto, el cambio climático o la invasión rusa de Ucrania con entidades que pensamos que son seres humanos, pero que en realidad son inteligencias artificiales. El problema reside en que resulta del todo inútil que dediquemos tiempo a intentar cambiar las opiniones sostenidas de un bot de inteligencia artificial, y que, en cambio, la inteligencia artificial puede refinar con tanta precisión los mensajes que tendrá muchas posibilidades de influir en nosotros. (párr.6).

Aquí se ha de precisar que cuando Harari aborda el diálogo con la IA, es con software o programas virtuales que el sujeto cibernético (desarrollador y programador) construye y que va acorde con ese sistema. Esto es la IA Débil (IAD) porque la IA General (IAG), también llamada fuerte se coloca todavía en la ciencia ficción, como la película I A (2001) del director Steven Spielberg.

La teorización sigue su curso en el cibermundo, en el seno de la IA G. Generando hipótesis de que si la máquina, androide o dispositivos requeriría una inteligencia igual a la de los sujetos cibernéticos: conciencia de sí misma, experiencia y la capacidad de resolver problemas, planificar el futuro y aprender incluso mejor que los propios sujetos que viven en ese cibermundo.

Harari propone delimitar el poder de la IA y pone énfasis en el ser humano. Su enfoque va por un replanteo en los temas de educación y el diálogo sobre la IA desde una perspectiva crítica y humanista. La filosofía cibernética, tecnocientífica involucra diversas disciplinas del saber y aboga por una cooperación global para regular la IA y garantizar la responsabilidad ética de esta.

El deja bien precisado: “Aunque no hay ningún indicio de que las inteligencias artificiales tengan conciencia ni sentimientos propios, les bastará con lograr que éstos se sientan emocionalmente vinculados a ellas para fomentar una falsa intimidad con los humanos” (párr.7).

El discurso Harari no quiere repetir lo que todos los investigadores dicen con relación a que la IA puede que sea una tecnología que nos ayude a resolver problemas globales como el cambio climático, las enfermedades o la pobreza. Él va más allá de estas bondades y se preocupa porque esta no se apropie de nuestras capacidades cognitivas, emocionales y creativas.

“De todos modos, ni siquiera esos escenarios logran ofrecer la visión de conjunto. De lo que en realidad hablamos es del posible fin de la historia humana. No el fin de la historia, sólo el fin de su parte dominada por los humanos. La historia es la interacción entre biología y cultura; entre necesidades y deseos biológicos de cosas como comida y sexo, y creaciones culturales como las religiones y las leyes. La historia es el proceso mediante el cual las leyes y las religiones moldean la comida y el sexo. (párr.11).

Harari deja entrever su angustia en su discurso y lo transido que se siente, dado que la IA, tendrá influencia en lo que opinamos y en lo que pensamos del mundo, a tal punto que, “Las personas podrían llegar a utilizar un único asesor de inteligencia artificial como oráculo universal omnisapiente. (párr.10).

Ahí es que él analiza el peligro que tiene la IA en el plano de la ciberpolítica, puesto que desde este software de IA virtual se pueda influir y manipular a los ciudadanos en cuanto tomas de decisiones en los procesos políticos, de manera específica en las elecciones presidenciales de un país.

En ese mismo tenor, aunque un poco más complejo, Harari se pregunta: “¿Qué ocurrirá con el curso de la historia cuando la inteligencia artificial se apodere de la cultura y empiece a producir relatos, melodías, leyes y religiones?” Para luego afirmar: “Las herramientas anteriores, como la imprenta y la radio, ayudaron a difundir las ideas culturales de los humanos, pero nunca crearon ideas culturales propias. La inteligencia artificial es en todo punto diferente. La inteligencia artificial puede crear ideas completamente nuevas, una cultura completamente nueva”. (párr.12).

Para luchar contra tales propósitos, se ha de girar en vuelta y revuelta filosófica, nutrirse del pensamiento de la filosofía para cuestionar, dudar, reflexionar y criticar en la medida en que construimos un pensamiento crítico, tal como se valió en el siglo XVII, el filósofo René Descartes, cuando comenzó a pensar la duda y a dudar de esta, a través del pensamiento:

(…) “primero no admitir como verdadera cosa alguna, como no supiese con evidencia que lo es; es decir, evitar, cuidadosamente la precipitación y la prevención, y no comprender en mis juicios nada más que lo que se presentase tan clara y distintamente a mi espíritu, que no hubiese ninguna ocasión de ponerlo en duda” (Descartes, 2011, p114).

De ahí su insistencia en mantener nuestra autonomía y nuestro sentido crítico frente a esta inteligencia de software virtual. Para que tales acontecimientos no nos enreden en el proceso de la búsqueda del conocer y del saber, acudir a la epistemología y ciber- epistemología (Merejo, 2015) para comprender los acontecimientos que están ocurriendo estos tiempos cibernéticos y transidos.

Quedarse en la epistemología es vivir en el mundo no así en el cibermundo y sus redes de datos, información conocimientos articulado a los chatbots, donde el ChatGPT, es tan solo un producto de otros que se encuentran en el ciberespacio.

Muchas de estas reflexiones, en parte las habíamos hecho en el (2002) en la República Dominicana en un panel filosófico que participe junto a la pionera en robótica y IA en el país, la ingeniera Rina Familia. Este panel fue coordinando por la escuela de filosofía de la UASD, bajo la moderación del filósofo Rafael Morla, en la librería Mateca, en donde reflexionamos sobre lo cibernético, la IA y como se estaba construyendo el cibermundo como sistema social.

Referencias bibliográficas

Harari, Noah Yuval (2017) Sapiens. De animal adioses (2017a). Barcelona: Penguin Rendón Hoouse Grupo Editorial.

————(2017b).Homo Deus. Barcelona: Penguin Random Hoouse Grupo Editorial.

————(2018).21 lecciones para el siglo XXI. Barcelona: Debate.

————(2023). “Hablamos del posible fin de la historia humana” (The Economist, 03/05/2023): https://www.lavanguardia.com/tecnologia/20230503/8937187/ia-hackeado-sistema-operativo-civilizacion-humana.html

 

Fuente de la Información: https://acento.com.do/opinion/inteligencia-artificial-ia-en-el-cibermundo-4-de-8-9200985.html

 

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