Page 14 of 67
1 12 13 14 15 16 67

UNICEF: Perspectivas para 2023: Abordar la ‘policrisis’

Perspectivas para 2023: Abordar la ‘policrisis’

Múltiples amenazas están convergiendo para dejar a las familias tambaleándose. Pero poner a los niños en el centro de la respuesta puede ayudar a dar forma a un futuro mejor.

2022 fue increíblemente difícil para personas de todo el mundo. Nos enfrentamos a una serie de crisis importantes, incluida una pandemia continua, una gran guerra en Europa, una crisis energética, una inflación creciente y la inseguridad alimentaria.

Estos eventos afectan particularmente a los niños, lo que agrava los impactos ya severos de la pandemia de COVID-19. Millones de niños tuvieron que huir de sus hogares debido a conflictos o fenómenos meteorológicos extremos. Al mismo tiempo, aumentó la desnutrición infantil y el número de niños que necesitaban asistencia humanitaria. La guerra en Ucrania , por ejemplo, ha provocado un aumento de los precios de los alimentos y la energía, lo que a su vez ha contribuido al aumento del hambre y la inflación en el mundo. Los esfuerzos para abordar la inflación mediante el aumento de las tasas de interés en los EE. UU. han elevado el valor del dólar frente a otras monedas, lo que dificulta las importaciones de los países en desarrollo, el pago de la deuda y su capacidad para acceder a la financiación externa.

Como explicamos en nuestro nuevo informe, ‘ Perspectivas para los niños en la policrisis: una perspectiva global para 2023 ‘, estas realidades se han sumado a lo que se ha denominado una ‘policrisis’: crisis múltiples y simultáneas que son fuertemente interdependientes.

Al mirar hacia 2023, está claro que es probable que la policrisis continúe dando forma a la vida de los niños. Los efectos de estas tendencias entrelazadas y de gran alcance serán difíciles de desenredar, y será difícil encontrar soluciones a medida que los formuladores de políticas luchan por mantenerse al día con las múltiples necesidades urgentes.

La situación es particularmente grave en los países económicamente en desarrollo. Los precios más altos de los alimentos y la energía han contribuido a un aumento del hambre y la desnutrición en el mundo, y los niños se encuentran entre los más afectados. La policrisis también está limitando el acceso a la atención médica para muchos niños, lo que dificulta que reciban tratamiento y vacunas de rutina. La recuperación de las pérdidas de aprendizaje causadas por el cierre de las escuelas será lenta y se sentirá en los próximos años, mientras que el cambio al aprendizaje remoto ha dejado a los niños de familias de bajos ingresos enfrentando los mayores desafíos para ponerse al día.

Al mismo tiempo, la combinación de mayores necesidades de financiación, una inflación vertiginosa y una perspectiva fiscal más estricta ampliará la brecha de financiación de la educación necesaria para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El cambio climático también es parte de esta policrisis, con efectos visibles, que incluyen inundaciones devastadoras en Pakistán y sequías en África oriental, lo que dificulta que los niños accedan a la educación, los alimentos y la atención médica, y provoca un desplazamiento generalizado de poblaciones.

Madagascar. Un niño cruza un puente sobre el río Manabovo en la región de Androy.

Un niño cruza un puente sobre el río Manabovo en la región de Androy en Madagascar. El río, fotografiado en agosto de 2022, está casi completamente seco, lo que obliga a la gente a cavar hoyos en el suelo con la esperanza de encontrar agua.

Todos estos factores han llevado a UNICEF a estimar que 300 millones de niños necesitarán asistencia humanitaria este año. Este asombroso número destaca la urgencia de que las organizaciones internacionales y los gobiernos intervengan y brinden asistencia.

Pero la policrisis no tiene por qué conducir a una mayor inestabilidad o, en última instancia, a un colapso sistémico. Algunas de las tensiones que vimos en 2022 ya se han debilitado y pueden surgir nuevas oportunidades para aliviar la situación. Por ejemplo, los precios de los alimentos y el petróleo han caído desde sus máximos, y las buenas cosechas en algunos países pueden ayudar a bajar los precios mundiales de los alimentos.

Afortunadamente, sabemos que existen soluciones y estrategias que funcionan.

Una posible solución es aumentar la inversión en programas de protección social, como transferencias de efectivo y asistencia alimentaria, que pueden ayudar a aliviar los impactos económicos inmediatos de la policrisis en las familias. Estos programas también pueden ayudar a desarrollar la resiliencia y reducir las vulnerabilidades.

El establecimiento de programas de recuperación del aprendizaje ayudará a abordar las pérdidas de aprendizaje y evitará que los niños se retrasen aún más. Y los planes de prevención, detección y tratamiento tempranos para la desnutrición infantil severa han sido efectivos para reducir la emaciación infantil.

Madagascar. Una niña mira hacia afuera mientras estudia en Manantantely, Madagascar.

Una niña mira hacia afuera mientras estudia en Manantantely, Madagascar.

En última instancia, se necesita un esfuerzo coordinado y colectivo para proteger los derechos y el bienestar de los niños. Esto incluye no solo brindar asistencia inmediata, sino también abordar las causas subyacentes de la policrisis y desarrollar resiliencia para el futuro. Esto no se puede lograr sin un esfuerzo más coordinado y colectivo de las organizaciones internacionales y los gobiernos para ayudar a mitigar los efectos de la policrisis y proteger el futuro de los niños.

Y, de manera crucial, debemos escuchar a los propios niños y jóvenes para que podamos entender el futuro que quieren construir y en el que quieren vivir. De hecho, seguimos este enfoque cuando estábamos evaluando las tendencias para ‘ Perspectivas para los niños en la policrisis ‘, pidiendo a jóvenes de todo el mundo de 16 a 29 años que nos den su opinión sobre algunos de los desafíos que enfrenta su generación.

Es fundamental que tomemos medidas para proteger a los más vulnerables entre nosotros. El futuro puede ser incierto, pero trabajando juntos podemos ayudar a construir un futuro mejor para nuestros hijos.

 

Jasmina Byrne es Jefa de Prospectiva y Políticas, UNICEF Innocenti – Oficina Global de Investigación y Prospectiva. 

 

‘ Prospects for Children in the Polycrisis: A 2023 Global Outlook ‘, producido por UNICEF Innocenti – Office of Global Research and Foresight, revela las tendencias que afectarán a los niños durante los próximos 12 meses.

Fuente de la Información: https://www.unicef.org/blog/outlook-2023-tackling-polycrisis

 

 

 

 

Comparte este contenido:

Ecología Social: El extractivismo como cultura

El extractivismo como cultura

El modelo extractivo es mucho más que una política económica. En el libro «No secarán la tierra», de la editorial Grito Manso, Raúl Zibechi afirma que la explotación de la naturaleza es reflejo de un modo de pensar y actuar que domina mentes, cuerpos y sociedades. Las diferencias con las luchas obreras del siglo XX y los actuales espacios que construyen alternativas.

A medida que el extractivismo y los procesos políticos asentados en ese modelo comienzan a mostrar grietas, por la abrupta caída de los precios de las commodities, estamos en mejores condiciones para comprender sus características profundas y las limitaciones de los análisis anteriores. Una de ellas, y debemos asumir la autocrítica en primera persona, consiste en haber mirado primordialmente el costado ambiental y depredador de la naturaleza del modelo de conversión de los bienes comunes en mercancías.

Ahora podemos dar un paso más, algo que ya hicieron los zapatistas hace más de una década, cuando definieron el modelo como la «cuarta guerra mundial». El otro error de bulto fue considerar el extractivismo como modelo económico, siguiendo el concepto de «acumulación por desposesión» de David Harvey. En suma, al error de haber centrado las críticas —de modo casi excluyente— en lo ambiental se sumó el economicismo del que adolecemos muchos de los formados en Marx.

El capitalismo no es una economía sino un tipo de sociedad (o formación social), aunque evidentemente existe una economía capitalista. Con el extractivismo sucede algo similar. Si la economía capitalista es acumulación por extracción de plusvalor (reproducción ampliada del capital), la sociedad capitalista produjo la separación de la esfera económica de la política. La economía extractiva, de conquista, robo y pillaje, es apenas un aspecto de una sociedad extractiva, o una formación social extractiva, que es la característica del capitalismo en su fase de dominio del capital financiero.

Más allá de los términos, interesa subrayar que vivimos en una sociedad cuya cultura dominante es de apropiación y robo. ¿Por qué hacer hincapié en la existencia de una cultura extractivista diferente de la hegemónica en otros periodos del capitalismo? Porque nos ayuda a comprender de qué se trata el mundo en el que vivimos y las características del modelo contra el que nos rebelamos.

Para comprender mejor en qué consiste esa cultura, sería necesario compararla con la cultura hegemónica en periodos anteriores, por ejemplo, durante el predominio de la industria y el Estado desarrollista. En aquel lapso, los trabajadores manuales de la industria sentían orgullo por su oficio y por ser productores de riqueza social (aunque una parte sustancial fuera apropiada por el patrón). Ese orgullo tomaba forma de conciencia de clase cuando se identificaban los intereses propios mediante la resistencia a los explotadores.

No era el orgullo tonto de quien se cree superior, sino el resultado del lugar que tenían los obreros en la sociedad, lugar que no habían heredado sino construido en una larga y paciente lucha. Entre mediados del siglo XIX y las dos primeras décadas del XX los obreros —y a veces las obreras— se formaron a la luz de la vela luego de extenuantes jornadas de doce horas de trabajo, crearon espacios propios de encuentro y ocio (ateneos, teatros, bibliotecas, cooperativas, sindicatos), instituyeron formas de vida con base en la ayuda mutua, crearon maravillas como la Comuna de París y la Revolución de Octubre, además de una larga decena de insurrecciones urbanas. Tenían motivos para la autoestima.

No secaran la tierra. Raul Zibechi

En la vida cotidiana la cultura obrera giraba en torno al trabajo, la austeridad por convicción, el ahorro como norma de vida y la solidaridad por religión. El mameluco de trabajo y la gorra eran señas de identidad con las que andaban por sus barrios, porque no querían vestirse como los patrones; todo en sus vidas, desde la vivienda hasta los modales, los diferenciaba de los explotadores. Esa cultura tenía sesgos opresores, como bien saben las mujeres y los hijos e hijas de los obreros industriales. Pero era una cultura propia, basada en el autocultivo de sí mismos, no en la imitación de los de arriba.

Este largo rodeo pretende llegar a un punto nodal: la cultura obrera podía conectar con la emancipación. La cultura extractivista va a contrapelo. Aunque portaba elementos opresivos, aquella cultura contenía aspectos valiosos, potencialmente anticapitalistas. La cultura extractivista es el resultado de la mutación generada por el neoliberalismo, a caballo del capital financiero. El trabajo no tiene el menor valor positivo, lugar que ocupan ahora el pillaje y sus contracaras, el consumismo y la ostentación. Donde antes había orgullo por hacer, la cultura gira ahora en torno al pavoneo de marcas y modas. Mientras los obreros de antaño condenaban el robo, por razones estrictamente éticas, hoy se festeja la apropiación, aun cuando la víctima sea vecina, amiga y hasta familia.

No toda la sociedad luce esta forma de vivir, ciertamente. Pero son modos que han ganado terreno en sociedades en las que los jóvenes no tienen empleo digno ni un lugar en la sociedad, ni la posibilidad de labrarse un oficio trabajando, ni conseguir un mínimo ascenso social luego de años de esfuerzos. Ni memoria de aquel pasado, que es lo más pernicioso, ya que atenta contra la dignidad.

El extractivismo ha evaporado los sujetos, porque en la llamada «producción» sencillamente no los hay. Incluso en la esfera de la reproducción el sistema se esfuerza por mercantilizarlo todo, desde los nacimientos hasta la alimentación, arremetiendo contra el papel central de las mujeres en esos espacios. De ahí la importancia de las microresistencias: el tianguis, el barrio, los territorios populares, los espacios colectivos del más diverso tipo. Ellas alimentan las grandes rebeliones. Si es cierto que la cultura hegemónica bajo el extractivismo obstruye los procesos emancipatorios, la organización y las resistencias estamos ante la necesidad imperiosa de trabajar a contrapelo de esa cultura. Los cimientos del mundo nuevo están ahí, en la vida cotidiana. Por eso el empeño en los trabajos colectivos, en todas las resistencias. Esos trabajos moldean una cultura nueva, que rescata lo mejor de la cultura obrera e intenta (no siempre) acotar las opresiones.

* El libro «No secarán la tierra» fue publicado por la editorial Grito Manso y es de libre circulación. Correo electrónico para solicitarlo: gritomansoeditorial@gmail.com


Fuente: https://agenciatierraviva.com.ar/el-extractivismo-como-cultura/

 

Fuente de la Información: https://rebelion.org/el-extractivismo-como-cultura-2/

 

 

Comparte este contenido:

UNICEF: Los niños de los hogares más pobres son los que menos se benefician de la financiación de la educación pública nacional

Los niños de los hogares más pobres son los que menos se benefician de la financiación de la educación pública nacional

Según el informe, un aumento de un punto porcentual en la asignación de recursos de educación pública al 20 por ciento más pobre podría sacar a 35 millones de niños en edad escolar primaria de la pobreza de aprendizaje en todo el mundo.

NUEVA YORK, 17 de enero de 2023 – Los niños de los hogares más pobres son los que menos se benefician de la financiación de la educación pública nacional, dijo UNICEF en un nuevo informe publicado hoy, al tiempo que pidió inversiones adicionales y más equitativas para sacar a millones de niños de una crisis de aprendizaje. .

El informe, Transformando la educación con financiamiento equitativo , señala que, en promedio, el quintil más pobre de estudiantes se beneficia de solo el 16 por ciento de los fondos públicos para la educación, en comparación con los más ricos, que se benefician del 28 por ciento. Entre los países de ingresos bajos, solo el 11 % de la financiación de la educación pública se destina a los alumnos más pobres, mientras que el 42 % se destina a los más ricos.

“Estamos fallando a los niños. Demasiados sistemas educativos en todo el mundo invierten menos en los niños que más lo necesitan”, dijo la Directora Ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell. “Invertir en la educación de los niños más pobres es la forma más rentable de asegurar el futuro de los niños, las comunidades y los países. El verdadero progreso solo puede ocurrir cuando invertimos en cada niño, en todas partes”.

El informe examina los datos sobre el gasto público en educación preescolar, primaria, secundaria y terciaria de 102 países. Encontró que un aumento de un punto porcentual en la asignación de recursos de educación pública al 20 por ciento más pobre puede sacar a 35 millones de niños en edad escolar primaria de la pobreza de aprendizaje. El estudio señaló que, en todo el mundo, es más probable que el gasto en educación pública llegue a los estudiantes de hogares más ricos en países de ingresos bajos y medios.

La brecha es más pronunciada entre los países de bajos ingresos. En varios ejemplos, los datos mostraron que los estudiantes de los hogares más ricos se benefician de más de seis veces la cantidad de fondos públicos para la educación en comparación con los más pobres. Mientras tanto, en los países de ingresos medios, los estudiantes más ricos en lugares como Côte d’Ivoire y Senegal reciben alrededor de cuatro veces más gasto en educación pública que los más pobres. Aunque la brecha es menor en los países de ingresos altos, donde los más ricos generalmente se benefician de 1,1 a 1,6 veces más gasto público en educación que los más pobres, Francia y Uruguay se ubican en el extremo superior de la brecha.

Según el informe, los niños que viven en la pobreza tienen menos probabilidades de acceder a la escuela y abandonarla antes. Además, los niños de hogares pobres están menos representados en los niveles superiores de educación, que reciben un gasto per cápita en educación pública mucho mayor. También es más probable que vivan en áreas remotas y rurales que generalmente están desatendidas y en el lado equivocado de la brecha digital.

Incluso antes de la pandemia de COVID-19, los sistemas educativos de todo el mundo fallaban en gran medida a los niños, con cientos de millones de estudiantes que asistían a la escuela pero no adquirían las habilidades básicas de lectura y matemáticas. Estimaciones recientes muestran que dos tercios de todos los niños de 10 años en todo el mundo no pueden leer ni comprender una historia simple.

Según el informe, un paso clave para abordar la crisis del aprendizaje es que los gobiernos brinden financiamiento equitativo y prioricen los recursos de educación pública, lo que incluye centrarse cada vez más en el aprendizaje fundamental. Esto implica asegurar el financiamiento público para la educación preescolar y primaria para todos y apuntar a los pobres y marginados en los niveles más altos de educación.

Otros hallazgos del informe incluyen:

  • En la última década, el gasto en educación pública se ha vuelto más equitativo en el 60 por ciento de los países con datos.
  • Sin embargo, casi un tercio de los países gastan menos del 15 por ciento de su financiación de la educación pública en los más pobres. Entre los países de bajos ingresos, esta proporción de países es sorprendentemente alta, con un 80 por ciento.
  • En 1 de cada 10 países, los estudiantes de los hogares más ricos reciben cuatro o más veces el monto del gasto público en educación en comparación con los estudiantes de los hogares más pobres en el 10 por ciento de los países.
  • Los llamamientos para la educación en emergencias a menudo reciben solo del 10 al 30 por ciento de las cantidades necesarias, con disparidades significativas entre países y regiones.

Se necesitan medidas urgentes para garantizar que los recursos educativos lleguen a todos los alumnos. El informe establece cuatro recomendaciones clave: desbloquear el financiamiento público a favor de la equidad para la educación; priorizar la financiación pública para el aprendizaje fundamental; monitorear y garantizar la asignación equitativa de la ayuda a la educación en contextos humanitarios y de desarrollo; e invertir en formas innovadoras de brindar educación.

 

Fuente de la Información: https://www.unicef.org/press-releases/children-poorest-households-benefit-least-national-public-education-funding-unicef

 

Comparte este contenido:

Universo: La capa de ozono se habrá recuperado para 2066

La capa de ozono se habrá recuperado para 2066

La ONU ha informado este lunes que para 2066 la capa de ozono se habrá recuperado totalmente gracias a la prohibición que existe en todo el mundo para el uso de productos químicos que causaron la aparición de un agujero en la ozonosfera sobre el Antártico.

El Grupo de Evaluación Científica del Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono, un acuerdo internacional que entró en vigor en 1989 para eliminar el uso de químicos que dañan la capa de ozono, señala en un informe dado a conocer el lunes que el 99 % de las sustancias prohibidas han dejado de ser utilizadas, lo que está permitiendo la recuperación de la ozonosfera.

Los científicos indican que, si se mantienen las políticas actualmente en vigor, para 2066 la capa de ozono en la Antártica se habrá recuperado a los niveles que tenía en 1980. En el Ártico, la recuperación se producirá más rápidamente, en 2045, mientras que en el resto del mundo será en 2040.

La capa de ozono se está recuperando, lo que es una fantástica noticia. Nunca se destacará lo suficiente hasta qué punto el Protocolo de Montreal ha contribuido a la mitigación del cambio climático. En los últimos 35 años, el Protocolo se ha convertido en un verdadero defensor del medio ambiente”, señaló Meg Seki, Secretaria Ejecutiva de la Secretaría del Ozono del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

Protocolo de Montreal

Una enmienda al Protocolo de Montreal aprobada en 2016 exige la eliminación paulatina del uso de hidrofluorocarburos (HFC), que aunque no dañan el ozono de forma directa sí contribuyen al cambio climático.

Las evaluaciones y los exámenes que realiza el Grupo de Evaluación Científica siguen siendo un componente esencial de la labor del Protocolo, que ayuda a informar a las instancias normativas y decisorias”, añadió Seki.

Según el panel científico del Protocolo, la eliminación del uso de HFC reducirá el calentamiento global entre 0,3 y 0,5 grados centígrados de aquí al 2100.

La inyección estratosférica, una propuesta con posibles efectos negativos en la capa de ozono

El grupo de científicos también alertó sobre los posibles efectos negativos de la inyección en la estratosfera de productos para reducir el cambio climático.

La llamada Inyección Estratosférica de Aerosoles (IEA) ha sido propuesta como un posible método para limitar la cantidad de luz solar que llega a la superficie de la Tierra y así reducir el cambio climático.

Sin embargo, el panel científico advirtió que la IEA podría afectar a las temperaturas de la estratosfera, la circulación y producción de ozono, así como a las tasas de destrucción y transporte del gas.

La capa de ozono, u ozonosfera, es una zona de la estratosfera que protege el planeta de los rayos ultravioleta emitidos por el Sol. La ozonosfera absorbe entre el 97 % y 99 % de la radiación ultravioleta.

Sin la protección del ozono, un gas compuesto por tres átomos de oxígeno, la radiación ultravioleta del Sol dañaría de forma irreversible la vida sobre el planeta.

Referencia: “Scientific-Assesment of Ozone Depletion” UN Environment Programme

Ecoportal.net

Fuente de la Información: https://www.ecoportal.net/paises/la-capa-de-ozono-se-habra-recuperado-para-2066/

 

Comparte este contenido:

Mundo: La población alfabetizada y analfabeta del mundo

La población alfabetizada y analfabeta del mundo

En el Boletín Misionero «Cagliero11» de enero de 2023, se publicó el foro «Población mundial alfabetizada y analfabeta».

El foro analiza en particular las tasas de alfabetización entre las personas de 15 años o más.

Refiriéndose en particular a los datos proporcionados por » ESE – Editorial Universitaria de Salento «, el foro destaca que:

– Las tasas de alfabetización crecieron de manera constante pero bastante lenta hasta principios del siglo XX;
– La tasa de crecimiento aumentó considerablemente después de mediados del siglo XX cuando la educación se convirtió en una prioridad mundial.

De hecho, los datos de la UNESCO muestran que en 2019 la tasa de alfabetización de los jóvenes era de casi el 92 % en todo el mundo, frente al 77 % en 1975.

Sin embargo, la pandemia de Covid-19 dio un fuerte freno a la educación . De hecho, en las primeras etapas de la pandemia, el cierre de escuelas interrumpió la educación del 62 % de la población estudiantil mundial.

Fuente de la Información: https://www.infoans.org/sezioni/da-sapere/item/16971-la-popolazione-mondiale-alfabetizzata-e-analfabeta
Comparte este contenido:

Mundo: Movilización mundial para que la educación sea prioridad, pide la Unesco

Mundo/13-01-2023/Autora: Laura Poy Solano/Fuente: www.jornada.com.mx

Ciudad de México. En un contexto de crisis presupuestaria y de aprendizajes, la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) lanzó un llamado a la movilización mundial para hacer de la educación una prioridad en la agenda global.

Recordó que en el planeta 244 millones de niños y jóvenes no están escolarizados, y se enfrenta una crisis en aprendizajes básicos como lectoescritura y matemáticas, pues se estima que 60 por ciento de los niños de 10 años, en todo el mundo, son incapaces de leer y comprender un texto sencillo.

“Nuestro actual sistema educativo mundial no consigue proporcionar un aprendizaje de calidad para todos a lo largo de la toda la vida ni ayudarnos a construir sociedades pacíficas, justas y sostenibles”, señala el organismo multinacional.

A ello se suma, apunta, que la pandemia de covid-19 generó la “mayor perturbación de la educación en la historia, y ha agravado la crisis ya existente en materia de inclusión, calidad y pertinencia”.

La Unesco recordó que en septiembre pasado se convocó a la Cumbre sobre la Transformación de la Educación, en la que representantes de 130 países se comprometieron a “reiniciar sus sistemas educativos y a acelerar sus acciones para poner fin a la crisis de aprendizaje”.

Por ello, indicó, que el Día Internacional de la Educación, que se conmemora cada 24 de enero, tendrá como lema “Invertir en las personas, priorizar la educación”, a fin de mantener en la agenda global la necesidad de impulsar acciones para acelerar la mejora en la educación.

Destacó que la educación debe respetarse como un derecho humano y reconocerse como clave para alcanzar un desarrollo sostenible. Este año, también se buscará visibilizar los retos que aún se enfrentan para la lograr una educación universidad, pues estimo además de los niños y adolescentes que no han logrado asistir a la escuela, 617 millones más “no pueden leer ni tienen los conocimientos básicos de matemáticas”.

Las estadísticas más recientes de la Unesco sobre los desafíos educativos en el mundo revelan que los más pobres enfrentan mayores gastos para acceder a la educación. Se estima que 39 por ciento del presupuesto total de educación lo asumen los hogares de países de ingresos bajos y medios bajos, y 12 por ciento de las familias tienen que pedir prestado para pagar la educación de sus hijos.

Fuente e Imagen: https://www.jornada.com.mx/notas/2023/01/08/sociedad/movilizacion-mundial-para-que-la-educacion-sea-prioridad-pide-la-unesco/

Comparte este contenido:

Mundo: ONU alerta sobre alta mortalidad infantil durante 2021

Mundo/13-01-2023/Autor(a) y Fuente: www.telesurtv.net

Murieron entre 2,1 millones de niños y jóvenes de entre cinco y 14 años, así como 1,9 millones de bebés recién nacidos.

La Organización de Naciones Unidas (ONU) anunció este martes que más de cinco millones de niños en el mundo murieron antes de cumplir los cinco años durante 2021 mientras llamó a un acceso más equitativo a la atención primaria.

El Grupo Interinstitucional de Naciones Unidas para la Estimación de la Mortalidad Infantil (IGME) señaló además en su más reciente informe que ese año fallecieron entre 2,1 millones de niños y jóvenes de entre cinco y 14 años.

De igual forma, el documento publicado apunta que en el año antepasado perdieron la vida 1,9 millones de niños en el parto o por complicaciones del embarazo. Ante ello, el grupo de expertos instó a invertir en un sistema de salud más justo.

En este sentido, la titular de la División de Análisis de Datos, Planificación y Seguimiento de UNICEF, Vidhya Ganesh, destacó que “cada día, demasiados padres se enfrentan al trauma de perder a sus hijos, a veces incluso antes de que respiren por primera vez”.

“Una tragedia tan generalizada y evitable no debería aceptarse nunca como inevitable. Es posible avanzar con una voluntad política más firme y una inversión específica en el acceso equitativo a la atención primaria de salud para todas las mujeres y todos los niños”, añadió la directora.

Al mismo tiempo, cabe enfatizar que el 56 por ciento de los decesos registrados en menores de cinco años en 2021 se produjeron en la región de África subsahariana, entretanto, Asia meridional reportó el 26 por ciento del total.

En consonancia, el jefe de salud maternal, infantil y juvenil de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Anshu Banerjee, afirmó que resulta “terriblemente injusto que las oportunidades de supervivencia de un niño dependan del lugar donde nace”.

A pesar de ello, el informe del IGME resaltó que la tasa mundial de mortalidad de menores de cinco años disminuyó a partir del año 2000 en un 50 por ciento mientras que en niños mayores y jóvenes un 36 por ciento.

No obstante, las autoridades precisaron que de no tomarse medidas urgentes en los servicios sanitarios, antes del 2030 podrían fallecer alrededor de 59 millones de niños y jóvenes, así como 16 millones de bebés recién nacidos.

Fuente e Imagen: https://www.telesurtv.net/news/onu-mortalidad-infantil–20230110-0011.html

Comparte este contenido:
Page 14 of 67
1 12 13 14 15 16 67