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Mundo: No queremos un planeta dividido, queremos un mundo sin muros

No queremos un planeta dividido, queremos un mundo sin muros

Vijay Prashad

o queremos un mundo dividido. Queremos un mundo realista: un mundo de la humanidad que se ocupe adecuadamente de la catástrofe climática. Un mundo que quiera acabar con el hambre y el analfabetismo.

Mientras Estados Unidos iniciaba su guerra ilegal contra Irak en 2003, el presidente de Cuba, Fidel Castro, hablaba en Buenos Aires, Argentina. “Nuestro país no lanza bombas contra otros pueblos, ni manda miles de aviones a bombardear ciudades (…) Las decenas de miles de científicos y médicos con que cuenta nuestro país han sido educados en la idea de salvar vidas», dijo en esa oportunidad. Cuba tenía un ejército, sí, pero no un ejército de guerra; Castro lo llamaba «un ejército de delantales blancos». Más recientemente, la Brigada Henry Reeve de médicas y médicos cubanos ha trabajado desinteresadamente en todo el mundo para ayudar a detener el avance de la pandemia de COVID-19.

Castro nos recuerda que hay dos formas de vivir en este mundo. Podemos vivir en un mundo lleno de armas y sumido en la intimidación, un mundo que se prepara continuamente para el combate. O podemos vivir en un mundo en que todas las personas puedan desempeñarse en la educación y la medicina, la ciencia y el trabajo social, las artes y la cultura. Podemos depositar nuestra confianza en personas que nos ayuden a crear un mundo mejor que el actual, este miserable mundo de guerras y lucro, en el que la maldad amenaza con aplastarnos.

En la superficie de nuestra piel late el temor de que descienda un nuevo telón de acero, de que se presione para encajonar a China y Rusia, para dividir el mundo en campos. Pero eso es imposible, porque —como se señaló en el boletín de la semana pasada— vivimos en un nudo de contradicciones y no en un mundo de certezas claras. Incluso los aliados más cercanos de Estados Unidos, como Australia, Alemania, Japón e India, no pueden romper sus vínculos económicos y políticos con Rusia y China. Hacerlo los sumiría en una recesión, trayendo el tipo de caos económico que la guerra y las sanciones ya han traído a Honduras, Pakistán, Perú y Sri Lanka. En esos países —ya maltratados por el Fondo Monetario Internacional por la codicia de las élites y por las embajadas extranjeras— el aumento de los precios del combustible ha transformado una crisis económica en una crisis política.

Las guerras terminan con la destrucción de las instituciones políticas de un país y de su capacidad social o terminan con ceses al fuego y negociaciones. La guerra de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) contra Libia en 2011 terminó con el país tambaleándose con el olor a pólvora en el aire y un orden social fracturado. El destino de Libia no debería repetirse en ningún lugar, y ciertamente no en Ucrania. Sin embargo, es un destino ordenado para los pueblos de Afganistán, Somalia y Yemen, que han sido asfixiados por guerras incitadas por Occidente, guerras armadas por Occidente y que han sido rentables para Occidente.

Cuando la Rusia contemporánea emergió de la caída de la URSS, Boris Yeltsin dirigió un golpe de Estado contra el parlamento ruso, con los tanques desplegados. Los actuales gobernantes de Rusia actúan a la luz de estos violentos comienzos y de las experiencias de otras naciones azotadas por la guerra. No se permitirán sufrir el destino de Libia, Yemen o Afganistán. Las negociaciones entre Rusia y Ucrania se están llevando a cabo en Homyel Voblasts (o región de Gomel) de Bielorrusia, pero la confianza debe reforzarse antes de que un alto el fuego pueda convertirse en una posibilidad real. Cualquier alto el fuego no solo debería aplicarse a la guerra dentro de Ucrania —lo que es imperativo— sino que también debería incluir el cese de la campaña de presión más amplia impuesta por Estados Unidos en toda Eurasia.

¿Qué es esa campaña de presión y por qué molestarse en hablar de ella ahora? ¿No deberíamos decir solamente “Rusia fuera de Ucrania”? Ese eslogan, aunque correcto, no aborda los problemas más profundos que provocaron esta guerra en primer lugar.

Cuando la URSS se derrumbó, los países occidentales esgrimieron sus recursos y su poder a través de Boris Yeltsin (1991-1999) y luego de Vladimir Putin (desde 1999). Primero, Occidente empobreció al pueblo ruso destruyendo el tejido social del país y permitiendo que las élites rusas devoraran la riqueza social. Después, atrajeron a los nuevos multimillonarios rusos para que invirtieran en la globalización impulsada por Occidente (incluidos los equipos de fútbol ingleses). Occidente apoyó la sangrienta guerra de Yeltsin en Chechenia (1994-1996) y luego la de Putin (1999-2000). El ex primer ministro británico Tony Blair (1997-2007) firmó permisos para que Rusia comprara armas británicas hasta que le dolió el brazo y recibió a Putin en Londres en el año 2000, diciendo: «Quiero que Rusia y Occidente trabajen juntos para promover la estabilidad y la paz». En 2001, el ex presidente estadounidense George W. Bush dijo que al mirar a los ojos de Putin veía su alma, y lo calificó de «directo y digno de confianza». Ese mismo año, Thomas Friedman, del New York Times, animó a sus lectores a «seguir apoyando a Putin». Fue Occidente quien ayudó a la clase multimillonaria rusa a capturar el Estado y a cabalgar a horcajadas sobre la sociedad rusa.

Una vez que el gobierno ruso decidió que la integración con Europa y EE.UU. no era posible, Occidente comenzó a presentar a Putin como diabólico. Esta película se repite una y otra vez: Saddam Hussein de Irak fue un gran héroe de EE.UU. y luego su villano, lo mismo con el ex líder militar Manuel Antonio Noriega de Panamá. Ahora lo que está en juego es imperdonable, los peligros son mayores.

Bajo la superficie del momento actual subyace una dinámica que ya adelantamos en nuestro décimo boletín de este año. Estados Unidos dañó unilateralmente la arquitectura internacional de control de armas, retirándose del Tratado de Misiles Antibalísticos (2001) y del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF) (2018), y destruyendo así la política de disuasión. En diciembre de 2018, Estados Unidos presionó a sus aliados para impedir, por un estrecho margen, que la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobara una resolución para defender el INF. Putin comenzó a hablar de la necesidad de garantías de seguridad, no de Ucrania o incluso de la OTAN, que es un caballo de Troya hinchado de las ambiciones de Washington: Rusia necesitaba garantías de seguridad directamente de Estados Unidos.

¿Por qué? Porque en 2018, el gobierno de Estados Unidos anunció un cambio en la política exterior que señalaba que intensificarían su competencia con China y Rusia. Los ejercicios navales liderados por la OTAN cerca de ambos países también dieron a Rusia motivos de preocupación por su seguridad. La belicosidad de Estados Unidos está plasmada en su Estrategia de Defensa Nacional de 2022, en la que se afirma que Estados Unidos está «preparado para prevalecer en un conflicto cuando sea necesario, dando prioridad al desafío [de China] en el Indo-Pacífico, y luego al desafío ruso en Europa». La frase clave es que Estados Unidos está preparado para prevalecer en el conflicto. Toda la actitud de dominación y de derrota es una actitud de macho contra la humanidad. La campaña de presión impuesta por Estados Unidos en torno a Eurasia debe terminar.

No queremos un mundo dividido. Queremos un mundo realista: un mundo de la humanidad que se ocupe adecuadamente de la catástrofe climática. Un mundo que quiera acabar con el hambre y el analfabetismo. Un mundo que quiera sacarnos de la desesperación y darnos esperanza. Un mundo con más ejércitos de delantales blancos en lugar de ejércitos con armas.

En el Instituto Tricontinental de Investigación Social, amplificamos las vidas y las voces de personas que construyen un mundo de esperanza contra el miedo, un mundo de amor contra el odio. Una de esas personas es Nela Martínez Espinosa (1912-2004), el eje del tercer estudio de nuestra serie Mujeres de Lucha, Mujeres en Lucha. Nela, como la llamamos, fue una figura destacada en el Partido Comunista de Ecuador y una constructora de organizaciones que infundieron confianza a las masas, entre las que encontramos frentes antifascistas y alianzas de mujeres, federaciones indígenas y plataformas de defensa de la Revolución Cubana. En 1944, durante la revolución conocida como “la Gloriosa”, Nela dirigió brevemente el gobierno. A lo largo de su vida, trabajó incansablemente para construir las bases de un mundo mejor.

En 2000, como presidenta del Frente Continental de Mujeres por la Paz y contra la Intervención, Nela luchó contra la creación de una base militar estadounidense en la ciudad de Manta. “La colonización regresa», dijo Nela. “¿Cómo saldremos de esta colonización? ¿Cómo justificarnos ante nuestra cobardía?”.

Esta última pregunta se cierne sobre nosotros. No queremos vivir en un mundo dividido. Debemos actuar para evitar que descienda el telón de acero. Debemos luchar contra nuestro miedo. Debemos luchar por un mundo sin muros.

Fuente: https://thetricontinental.org/es/newsletterissue/ucrania-3/

Fuente de la Información: https://rebelion.org/no-queremos-un-planeta-dividido-queremos-un-mundo-sin-muros/

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Mundo: Según Oxfam. Más de 260 millones de personas caerán este año en la pobreza extrema

El aumento de precios de los alimentos relacionados con la guerra en Ucrania, las consecuencias de la pandemia, y la creciente desigualdad son algunos de los factores que midió el informe de Oxfam.

De acuerdo con el documento publicado por Oxfam, 198 millones de personas estarán en la pobreza extrema debido a las consecuencias de la pandemia y al «empeoramiento de la situación de desigualdad», mientras que el aumento de los precios mundiales sumará otras 65 millones de personas a esa situación. El total de 263 millones de personas en la pobreza extrema para finales de este año equivaldría a la población conjunta del Reino Unido, Francia, Alemania y España.

El informe resalta que los gobiernos de distintos países vienen reduciendo el gasto público con el objetivo de la importación de alimentos, combustible, y el pago a acreedores.

Entre los motivos que desarrolla el informe se resalta el encarecimiento de los alimentos durante la pandemia, a lo cual se suma ahora la guerra en Ucrania en algunos productos, golpeando con mayor dureza a la población que vive en la pobreza.

Además, resalta el mayor nivel de desigualdad en «países subdesarrollados», agravada por la evolución del salario, ya que para la mayoría de los trabajadores en todo el mundo los sueldos reales continúan sin mostrar un aumento o incluso se están reduciendo, remarca el informe.

Durante la pandemia aumentó la desigualdad social como consecuencia de un sistema que sigue priorizando las ganancias de un sector privilegiado, a costa de las condiciones de vida de las grandes mayorías, en todo el mundo. Las crisis de deuda con las cuales gobiernos como el argentino justifican el ajuste a salarios, servicios y ayuda social, se combinan con una situación inestable a nivel internacional con disparadas de precios de alimentos producto de guerras como la de Ucrania.

La única salida es poner primero las necesidades de alimentos, trabajo genuino, vivienda, educación y salud para las mayorías trabajadoras y populares, y terminar con la explotación brutal que empuja cada año a más millones de personas a la pobreza en todo el mundo.

Fuente de la información e imagen: https://www.laizquierdadiario.mx

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Mundo ¿Cómo está cambiando internet la cultura moderna?

¿Cómo está cambiando internet la cultura moderna?

Podría decirse que la cultura moderna está definida en gran medida por internet y por el tipo de contenido, entretenimiento y medios de comunicación a los que podemos acceder en línea. En este artículo analizaremos cuatro aspectos de la cultura moderna que han experimentado grandes cambios gracias a internet. Se trata de una cultura universal, basada principalmente en la libertad de movimiento que nos da internet y en la forma en la que se comparte la información.

Las redes sociales
La vida social de la mayoría de las personas se ve afectada en gran medida por las redes sociales, ya las utilicen para seguir a sus influenciadores favoritos o para ponerse en contacto con amigos que viven al otro lado del mundo. Las redes sociales han influido tantísimo en la cultura porque mucha gente las utiliza. Por ello, algunas plataformas como Facebook, Reddit, Twitch, Instagram (y muchas otras) se han convertido en una parte esencial de la industria del entretenimiento actual. Los medios sociales han permitido que el término «globalización» se convierta en realidad. En lugar de ser una simple herramienta para socializar, ahora es un zoco social, un lugar de encuentro, un lugar para la integración, y una fuente de consejos e información. Las redes sociales han creado una nueva cultura global que está empezando a difuminar las líneas entre razas, países y culturas previamente establecidas.
Los movimientos sociales
Internet se ha utilizado como una herramienta para movilizar y reunir personas de todos los ámbitos para protestar sobre los asuntos de mayor importancia, desde el medio ambiente hasta la política; esto supone uno de los mayores cambios que ha experimentado la cultura moderna en las últimas décadas. Desde la Primavera Árabe hasta diversos movimientos ecologistas: internet se ha convertido en el lugar donde comienzan las protestas, donde maduran, y donde finalmente se abren camino hasta nuestras calles. También es fundamental tener en cuenta que no se han llegado a formar movimientos de este tipo simplemente para protestar, sino que internet también ofrece un espacio para que los movimientos progresistas se afiancen a nivel nacional, como demuestra MoveOn.org, que empezó siendo pequeño y ha crecido hasta convertirse en un movimiento nacional para el cambio positivo.
La educación
Ahora tenemos la posibilidad de aprender en línea cosas que antes solo podíamos aprender en un aula tradicional. De hecho, la reciente pandemia mundial ha demostrado las enormes utilidades que tiene internet para el aprendizaje, y además a distancia. Podría decirse que esto es sólo la punta del iceberg, y que la educación tal como la conocemos ha cambiado para siempre gracias a la World Wide Web. Desde cursos de formación hasta titulaciones completas, pasando por cursos cortos y simples vídeos tutoriales. Todo está disponible en línea y forma parte de esta nueva forma de aprender. Google, Alexa y otras tecnologías domésticas inteligentes forman parte también de la psique educativa y son consideradas depósitos de conocimiento.
Música, medios de comunicación, películas
y entretenimiento
El entretenimiento forma parte del estilo de vida moderno y, por lo tanto, de la cultura popular. Actualmente, es posible tener acceso a todo esto a través de internet. Todos podemos jugar a los mismos juegos en sitios web como es.royalvegascasino.com, que ofrece una gran variedad de juegos de casino en línea. Se trata de una forma de conectar con los demás que no era posible hace unos años, a menos que se visitara un casino en la vida real, claro. Todos vemos las mismas películas, jugamos a los mismos juegos y escuchamos la misma música, y todo en línea. Esta capacidad de compartir experiencias en línea es lo que ha convertido a internet en un lugar donde se crean y se intercambian las culturas.
La cultura moderna no solo está cambiando gracias a internet, sino que también se define y se establece en línea. Además, la web permite que una gran variedad de culturas populares modernas se afiancen en el mismo lugar y puedan llegar a más personas que un anuncio, o un programa de radio o televisión.

Fuente de la Información: https://madridpress.com/art/303158/como-esta-cambiando-internet-la-cultura-moderna

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Mundo: Día Mundial del Autismo | qué es el camuflaje social y por qué hace más difícil diagnosticar el autismo en niñas

Día Mundial del Autismo | qué es el camuflaje social y por qué hace más difícil diagnosticar el autismo en niñas

El trastorno del espectro autista se caracteriza por una alteración en el desarrollo cerebral que provoca diferencias en la comunicación social, así como conductas repetitivas y estereotipadas.

Para aquellos que viven con la condición, los cambios sensoriales, como una incomodidad extrema con ciertos ruidos o texturas, y un repertorio específico de intereses, también llamado hiperenfoque, suelen ser comunes.

Es por esta razón que las personas con autismo actúan y aprenden de forma diferente a lo socialmente esperado.

“Yo, por ejemplo, aprendí a comportarme en un determinado ambiente porque observé y alguien, como mi mamá, me enseñó. Lo que pasa con las personas con autismo es que pueden aprender a interpretar las acciones de otras personas y entender lo que se espera de ellos, pero no sucede tan naturalmente”, dice.

Celebración del Día Mundial del Autismo en Rumania, el 2 de abril de 2015

El 2 de abril se celebra el Día Mundial del Autismo, instaurado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2007.
Getty Images

Es este proceso de tratar de imitar comportamientos considerados socialmente aceptados en grupos como de amigos en la escuela, en el trabajo e incluso en las relaciones familiares, lo que se conoce como “camuflaje social” o “enmascaramiento”.

“Como no es tan natural para las personas neuroatípicas, esas actitudes acaban gastando más energía cerebral y la persona puede agotarse, tanto física como emocionalmente”, explica la experta.

El daño del camuflaje social en las personas con autismo

Diversos estudios demuestran que el esfuerzo de camuflaje social que realizan las personas con autismo se relaciona a mayores índices de depresión, ansiedad y agotamiento.

Uno de ellos, publicado en 2017 en la revista científica Autism, plantea la hipótesis de que los hombres sufren más estos efectos, ya que las mujeres, por lo general, tienen menos dificultad para realizar el camuflaje.

“Las crisis por sobrecarga sensorial también puede contribuir a estas condiciones, por eso es tan importante el diagnóstico. Una vez que sabemos que alguien tiene autismo, podemos empezar a trabajar los límites con ese paciente. En lugar de estar cuatro horas en una fiesta, por ejemplo, para esa persona puede ser más cómodo quedarse apenas dos horas”, dice Biasão.

El camuflaje social es más común en niñas y mujeres

Una de las teorías aceptadas por la ciencia es la diferencia entre el cerebro de hombres y mujeres.

Algunos estudios, como un análisis publicado en la revista Neuroscience and Biobehavioral Review, muestran que el cerebro femenino está sutilmente más desarrollado en áreas que corresponden a comportamientos sociales.

Ilustración de una mujer pensando

El miedo a cometer “errores sociales” es mayor en las niñas.
Getty Images
Esto hace que las acciones más estereotipadas, como las representadas en series con protagonistas con autismo, como “El buen doctor” y “Atípico”, no sean tan frecuentes en mujeres con el espectro, especialmente si tienen un grado leve.

“Esto dificulta incluso que las niñas sean diagnosticadas”, destaca Joana Portolese, coordinadora del Programa de Trastornos del Espectro Autista del IPq (Instituto de Psiquiatría) del Hospital das Clínicas de São Paulo.

Según un estudio realizado en Suecia, la estimación asciende a 10 niños diagnosticados por cada niña.

Otro tema, explica Portolese, es que el miedo a cometer “errores sociales” es mayor y el hiperfoco de las chicas tiende a centrarse en intereses que no son tan diferentes a los que presentan sus compañeros de la misma edad.

Mujer con vestido rojo atravesando un agujero en una pared azul

Además, la propia sociedad ya determina muchas reglas para las niñas, y esta exigencia hace que empiecen a camuflarse antes. Si el diagnóstico no llega en la infancia, es posible que las mujeres “disfracen” mejor los signos del autismo, retrasando el diagnóstico durante años.

“Una vez escuché a Temple Grandin, una psicóloga con autismo, decir que la idea de tener autismo es que gradualmente te vuelves cada vez menos una persona con la condición, porque sigues aprendiendo cómo comportarte. Ella dice que es como actuar en una obra de teatro”.

Fuente de la Información: https://www.prensalibre.com/vida/bbc-news-mundo-vida/dia-mundial-del-autismo-que-es-el-camuflaje-social-y-por-que-hace-mas-dificil-diagnosticar-el-autismo-en-ninas/

 

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Mundo: Cómo no pensar en otro mundo posible

Cómo no pensar en otro mundo posible

En este artículo el autor reflexiona sobre la necesidad de construir otro mundo posible, diferente de este mundo ‘diabólico’.


El mundo está como le gusta al diablo: guerras, epidemias, catástrofe ecológica, miseria campante, amenazas, los peores pronósticos posibles. Se necesita una chispa para que todo se incendie. Alguien o algo puede salirse de control y eso es todo: el tan anunciado fin del mundo.

Todo como le encanta a los pesimistas. La guerra de Ucrania podría extenderse a toda Europa. Rusia podría recurrir a las armas nucleares, Estados Unidos anuncia que Rusia también sería destruida.

Hay especulaciones sobre posibles soluciones para el fin de esta guerra, pero todas parecen imposibles. Que Rusia salga plenamente victoriosa, incorporando a Ucrania a su territorio y avanzando a otros territorios. Una salida que solo remitiría a otras guerras, ya sea por la repuesta de Moscú, o por las respuestas militares de la OTAN, que esta vez intentaría tomar la iniciativa antes que el Kremlin. Posibilidad no favorable a una situación de paz y estabilidad. Antes puede apuntar a la llamada Tercera Guerra Mundial, que liquidaría todo y a todos, por el carácter demoledor que tienen las potencias nucleares para aniquilarse unas a otras, sin capacidad de defenderse de ser aniquiladas.

Una segunda posibilidad para el final de esta guerra sería la situación contraria: Rusia sería derrotada, tendría que retirar todas sus tropas del exterior y tendría un daño económico y social aún más grave, además del daño a su capacidad militar. Supondría que el poder atómico de Rusia sería neutralizado -no se sabe cómo sucedería-, pero no podría evitar que, una vez mas en su historia, Rusia recobrara fuerza y ​​reapareciera como una gran potencia nuclear. Nada alentador para un mundo de paz y estabilidad.

La tercera hipótesis sería la de un acuerdo mágico, en el que cada uno cede un poco y se llega a un tratado de paz que dejaría a todos si no contentos, al menos aliviados. ¿Qué podría ser este acuerdo mágico?

Rusia sacaria sus tropas de Ucrania y de sus fronteras, incorporaría, de una forma u otra, las dos provincias autónomas bajo su influencia, con la garantía de que la OTAN no incorporaría a Ucrania y que, por tanto, no habría tropas en su frontera. Una especie de nuevo Acuerdo de Minsk, esta vez de verdad. Y todos seríamos felices y comeríamos perdices.

¿Quién cree esto?

A continuación, podemos elegir los diferentes tipos de fin del mundo. Sin contar la propagación de una nueva pandemia, sin una vacuna para neutralizarla. O un desastre ecológico, tan anunciado desde hace tanto tiempo, en el que diversas partes del mundo se presentan como candidatas a desatar tales desequilibrios, que nada volvería a ser como antes, quizás ni siquiera la Ley de Newton.

Los programas de televisión incorporarán próximamente la pregunta de sus entrevistados sobre qué tipo de fin del mundo prefieren. Una guerra nuclear, un tsunami universal, una epidemia que se esparce por tocar los celulares o los televisores, o alguna combinación de todos ellos, que ninguna película de catástrofes ha previsto hasta ahora.

O, como suele decirse, dejemos de lado el pesimismo, al menos por un momento. Dejemos el pesimismo para tiempos peores. Estos tiempos no conllevan, más allá de todos los riesgos, un pesimismo generalizado.

¿No habría otro posible fin del mundo? ¿Más suave, más lento, más pacífico? ¿No puedes esperar la posibilidad de que todos nos traslademos a otro de esos planetas a los que llegan los millonarios y ven el fin del mundo -o de la Tierra- desde arriba, como en una película?

Tal vez no. Tal vez nos tengamos que conformar con nosotros mismos, con todos los problemas que creamos o que permitimos que se crearan. Lograr la paz con acuerdos de fin de la guerra. Controlar las pandemias con medicamentos preventivos. Prevenir los desequilibrios ecológicos que llevan todo al infierno a través de políticas y actitudes que también cuiden la Naturaleza.

Al fin y al cabo, nos educaron, de niños, con historias que siempre acababan bien. Luego Hollywood se encargó de acostumbrarnos a los happy ends.

¡Quien sabe! ¡Quién sabe! Podría esperarse, en la expectativa optimista de que ninguna de las amenazas prosperará, son solo eso, amenazas. O intentar un gran pacto entre hombres de buena voluntad, suponiendo que existan y tengan poder sobre todos los riesgos que nos aquejan.

O elegir a Lula y pedirle otro milagro, además de recuperar este país entregado a las cucarachas y los ratones. Que convoque a los grandes agentes de las crisis a una asamblea general, quizás en el Maracaná, para llegar a un acuerdo, en el que todos se comprometan a actuar bien y para bien, a pesar de sus intereses particulares.

No está de más soñar, porque la realidad es irritante, amenazante, nos sorprende cada mañana con nuevos riesgos y declaraciones que nos impiden dormir. Los medios de comunicación, además de ser malos como fuente de información y de interpretaciones, prefieren el fin del mundo -o al menos su inminencia- porque da más audiencia y por tanto más publicidad.

El deseo entonces es no despertar cada mañana e irse a dormir enseguida cada noche, para acabar con el mal día. Los pesimistas dirán que al día siguiente todo será aún peor. Los optimistas, que moriremos mientras dormimos.

¿O no? Cualquier novedad, para bien o para mal, haremos una edición extraordinaria en este mismo espacio. Quizás anunciando que Otro mundo es posible.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Fuente de la Información: https://rebelion.org/como-no-pensar-en-otro-mundo-posible/

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Ambiente: Impactos del calentamiento global: más rápidos y graves de lo previsto

Impactos del calentamiento global: más rápidos y graves de lo previsto

El informe del Grupo de Trabajo II (GTII) del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (GIECC) sobre los impactos y la adaptación al cambio climático lanza un estridente grito de alarma: la catástrofe es más grave de lo que proyectan los modelos, sus efectos se manifiestan más pronto y todos los riesgos aumentan. La gente pobre, los pueblos indígenas, las mujeres, las niñas y niños y las personas mayores están cada vez más amenazadas, sobre todo en los países del Sur global. Las políticas que se aplican para limitar los daños son inadecuadas, van en sentido contrario a la sostenibilidad e incrementan las desigualdades sociales. El informe reclama un enfoque inclusivo para transformar la sociedad en todos los niveles.

Hechos constatados

Los ecosistemas están siendo alterados en todas partes por el cambio climático. En algunos de ellos se han rebasado los límites de la adaptación (en particular en las regiones polares y ecuatoriales) y no podrán regenerarse de forma natural. Determinados fenómenos extremos superan los valores medios proyectados para finales de siglo. Ya desaparecen especies debido al calentamiento global.

Las consecuencias humanas son preocupantes. Los incendios de bosques y turberas, el drenaje de los humedales y la deforestación hacen que determinados sumideros de carbono se conviertan en surtidores (la selva amazónica, especialmente). La productividad de la agricultura, de los bosques y de las pesquerías disminuye, amenazando la seguridad alimentaria. El veredicto de la ciencia es categórico: el sistema alimentario mundial está en trance de tornarse incapaz de afrontar el reto de la inseguridad alimentaria y de la malnutrición de una manera sostenible.

Los problemas del agua son particularmente inquietantes. Mientras que la mitad de la población mundial sufre una grave penuria de agua durante por lo menos un mes al año, 500 millones de personas viven en regiones en que las precipitaciones medias se sitúan a partir de ahora en un nivel en que conocerán lluvias que antes solo se producían cada seis años. La fusión de los glaciares de montaña provoca inundaciones o penurias río abajo y las enfermedades causadas por el agua afectan a millones de personas adicionales en Asia, África y Centroamérica.

De una manera general, las consecuencias sanitarias del calentamiento global son graves e incrementan las desigualdades. El los países más vulnerables al calentamiento (donde viven 3.300 millones de seres humanos), la mortalidad debida a inundaciones, sequías y tempestades es quince veces más elevada que en el resto del mundo. Ciertas regiones del globo se acercan o experimentan ya un nivel de estrés térmico incompatible con el trabajo. Varios fenómenos asociados al calentamiento global (calor, frío, polvo, ozono troposférico, partículas finas, alérgenos) favorecen enfermedades crónicas de las vías respiratorias. La destrucción de los hábitats naturales y las  migraciones de especies propician las zoonosis.

El cambio climático se ha convertido en un importante impulsor de las migraciones y desplazamientos de poblaciones humanas. Desde 2008, 20 millones de personas se han visto obligadas a desplazarse cada año debido a acontecimientos meteorológicos extremos (en particular, tempestades e inundaciones). Estos dramas humanos golpean sobre todo al sur y sureste de Asia, al África subsahariana y a los pequeños Estados insulares. Otras poblaciones se ven incapaces de abandonar regiones que se han vuelto inhóspitas porque carecen de medios o por otras razones.

Las grandes concentraciones urbanas del Sur global están especialmente expuestas a los impactos combinados del cambio climático y de los factores sociales de vulnerabilidad. Es el caso sobre todo de las periferias informales ‒carentes de agua corriente y alcantarillado, en muchos casos situadas en pendientes expuestas a corrimientos de tierras‒, donde la mayoría son mujeres y menores. En el África subsahariana, el 60 % de la población urbana vive en ensanches informales de las ciudades; 529 millones de personas asiáticas viven en las mismas condiciones precarias.

Proyecciones

Las proyecciones son todavía más inquietantes que los hechos constatados y se resumen con pocas palabras: escalada de amenazas. Según los autores y autoras del informe, todo calentamiento adicional a corto plazo aumenta los riesgos para los ecosistemas en todas las regiones. El porcentaje proyectado de especies en grave peligro de extinción con aumentos de 1,5 °C, 2 °C y 3 °C es del 9 %, del 10 % y del 12 %, respectivamente (el grado de incertidumbre es elevado y la realidad podría ser más grave), con un salto cualitativo entre +1 °C y +3 °C[1].

Los fenómenos meteorológicos extremos y otros factores de estrés aumentarán en amplitud y frecuencia, acelerando la degradación de los ecosistemas y la pérdida de servicios de los mismos. Con 4° C de calentamiento, la frecuencia de los incendios aumentará, por ejemplo, entre un 50 y un 70 %. Los cambios de estratificación de las aguas oceánicas reducirán los flujos de nutrientes. Los desfases en el tiempo del desarrollo del fitoplancton amenazan con reducir los recursos pesqueros.

Todo calentamiento adicional aumentará asimismo la presión sobre el sistema alimentario y sobre la seguridad alimentaria. Los impactos negativos del calentamiento global pasarán a ser determinantes de todos los sistemas alimentarios y las desigualdades regionales en materia alimentaria aumentarán, según las investigaciones. En función de las distintas hipótesis, la biomasa global de los océanos disminuirá entre un 5,7 % y un 15,5 % en 2080-2099 en comparación con 1995-2014, y el número de seres humanos subalimentados aumentará varias decenas de millones de aquí a 2050.

La cuestión del agua cobrará importancia en términos de sostenibilidad. En las hipótesis intermedias, de aquí a 2100 los glaciares de alta montaña desaparecerán en un 50 % en Asia. Con un calentamiento de 1,6 °C, el número de personas desplazadas en África a causa de inundaciones aumentará un 200 % (y un 600 % con un calentamiento de 2,6 °C). Con un calentamiento de 2° C, las sequías agrícolas extremas aumentarán entre un 150 y un 200 % en la cuenca mediterránea, en el occidente de China y en altas latitudes de Norteamérica y Eurasia. Con 2,5 °C, del 55 % al 68 % de las especies de peces de agua dulce explotadas comercialmente en África estarán en peligro de extinción.

La crecida del nivel de los océanos vendrá cada vez más cargada de amenazas: los riesgos en las regiones costeras aumentarán especialmente más allá de 2050 y después continuarán creciendo, aunque se detenga el calentamiento. El riesgo aumentará un 20 % con una subida de 15 cm, se duplicará con una subida de 75 cm y se triplicará con una subida de 1,4 metros (esa subida es probable en el curso de este siglo). África también está muy amenazada en este terreno: de 108 a 116 millones de personas afectadas a partir de 2030, y hasta 245 millones en 2060. Los países desarrollados no están a salvo: el riesgo se multiplicará por diez en Europa de aquí a 2100, e incluso más pronto y en mayor medida si se mantiene la misma política.

Las consecuencias para la salud están en consonancia y se agudizan debido a “la degradación y la destrucción de los sistemas sanitarios”. Una hipótesis de emisiones elevadas incrementaría en 9 millones, en 2100, el número anual de muertes climáticas. Bajo una hipótesis intermedia, este número aumentaría en 250.000 muertes al año en 2050. Las filas de víctimas de la malnutrición aumentarán sobre todo en África, el sur de Asia y Centroamérica. Bajo todas las hipótesis, las regiones del planeta densamente pobladas pasarán a ser peligrosas o inhabitables.

Si se mantienen las políticas inigualitarias, el número de seres humanos que viven en la extrema pobreza pasará de 700 a 1.000 millones a partir de 2030. Las autoras y autores hablan a este respecto de “puntos de inflexión sociales”.

Bajo todas las hipótesis, las regiones del planeta densamente pobladas pasarán a ser peligrosas o inhabitables.

Si se mantienen las políticas inigualitarias, el número de seres humanos que viven en la extrema pobreza pasará de 700 a 1.000 millones a partir de 2030. Las autoras y autores hablan a este respecto de “puntos de inflexión sociales”.

Principales preocupaciones

Al igual que en los informes precedentes, el GTII especifica cinco “principales motivos de preocupación” (major Reasons for Concern, RFC): los ecosistemas únicos amenazados, como los arrecifes de coral y las zonas de montaña (RFC1); los fenómenos meteorológicos extremos (RFC2); la distribución social de los impactos (RFC3); determinados efectos globales agregados, como el número de fallecimientos climáticos (RFC4); acontecimientos aislados de gran amplitud, como la dislocación de los casquetes glaciares (RFC5).

En cada uno de estos RFC, el informe compara el nivel de riesgo actual con el nivel de riesgo evaluado en el informe precedente (5º informe de evaluación del GIECC, 2014). El nivel de riesgo tiene como referencia el objetivo de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC) adoptada en Rio (1992): “evitar una perturbación antrópica peligrosa del sistema climático”. La conclusión de la comparación debería sonar como una sirena de alarma: el riesgo ha pasado a ser alto o muy alto en los cinco RFC en todas las hipótesis (incluso si el grado de calentamiento se mantiene bajo). No rebasar los 1,5 °C permitiría mantener el riesgo en el nivel moderado en el caso de los RFC 3, 4 y 5, pero ya es alto en el RFC 2 y está a punto de pasar de alto a muy alto en el caso del RFC1.

Es sabido que determinadas hipótesis de atenuación de las emisiones apuestan por un rebasamiento temporal del umbral de 1,5 °C, aunque sin llegar a los 2° C (acuerdo de París). Esto comportaría riesgos graves e impactos irreversibles, sostiene el informe. Además, aumentaría el riesgo de que se liberen enormes cantidades de carbono almacenado en los ecosistemas (debido a incendios, fusión del permafrost, etc.), lo que aceleraría la catástrofe climática.

Límites de la adaptación, injusticia de las políticas

Los gobiernos pretenden aplicar una política de adaptación a la parte inevitable de los cambios climáticos, tal como prevén los acuerdos internacionales. El informe del GTII analiza y califica esta política en los términos siguientes: 1) es injusta e ineficaz y beneficia más a los sectores acomodados que a los más pobres; 2) en lugar de complementar la indispensable reducción drástica y rápida de las emisiones de gases de efecto invernadero, plantea un sucedáneo, de manera que el calentamiento se agrava, reduciendo las posibilidades de adaptación en detrimento de la gente pobre; 3) estos márgenes de maniobra se ven todavía más reducidos debido a la aplicación de medidas ideadas para evitar la reducción de las emisiones (por ejemplo: captura-secuestro del carbono, plantaciones de árboles, grandes presas hidroeléctricas), en detrimento de los pueblos indígenas, las poblaciones pobres y las mujeres.

El informe dice claramente que “las estrategias de desarrollo dominantes son contrarias a un desarrollo sostenible desde el punto de vista climático”. Aduce varias razones: el aumento de las desigualdades de renta, la urbanización salvaje, las migraciones y desplazamientos forzosos, el aumento continuo de las emisiones de gases de efecto invernadero, la continuación de los cambios de uso de los suelos, la inversión de la tendencia a largo plazo a la prolongación de la esperanza de vida.

Según el informe, es crucial desarrollar una política inclusiva, equitativa y justa, especialmente con respecto a los pueblos indígenas, cuyos conocimientos hay que aprovechar. El empoderamiento de las comunidades marginadas es decisivo para la coproducción de una política climática sostenible. La falta de justicia social de los gobiernos se señala como en mayor obstáculo, en particular frente a los desafíos del nexo alimentación-energía-agua.

Los servicios sanitarios, la educación y los servicios sociales básicos con vitales para aumentar el bienestar de las poblaciones y la sostenibilidad del desarrollo, dice el informe. Por tanto, es prioritario incrementar los medios económicos del Sur global, donde el coste de la adaptación al calentamiento global superará muy pronto los 100.000 millones de dólares al año que el Norte ha prometido donar (pero no ha donado) al Fondo Verde para el Clima. El informe menciona importes de 127.000 a 290.000 millones de dólares al año en 2030-2050, pudiendo llegar hasta el billón.

El informe del GTII del GIEC no formula, desde luego, una estrategia social de lucha contra la catástrofe climática capitalista: el tono general rezuma buenas intenciones y deseos piadosos de incluir a todos los agentes sociales. Sin embargo, los y las activistas de los movimientos sociales hallarán en él dos cosas útiles para su lucha: una confirmación científica de la extrema gravedad de los impactos del calentamiento global y una demostración rigurosa de la injusticia sistémica de las políticas climáticas.

Nota
[1] Un 9 % de extinción representa más de mil veces la tasa natural de extinción de especies.

Fuente: Europe Solidaire Sans FrontièresTraducido por Viento Sur.

Fuerte de la Información: https://www.elviejotopo.com/topoexpress/impactos-del-calentamiento-global/

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Feminismo: Cinco mujeres matemáticas que han cambiado el mundo

Cinco mujeres matemáticas que han cambiado el mundo

Fuentes: fayerwayer.com

A lo largo de la historia, las mujeres han luchado por abrirse un lugar en el ramo de la matemáticas y la ciencia, desafiando ambientes principalmente masculinos e incluso la segregación racial.

La siguiente lista contempla sólo algunas de las grandes científicas cuyas aportaciones cambiaron el rumbo de la humanidad e inspiraron a muchas a seguir sus pasos. Cabe destacar que lamentablemente, por las épocas en las que les tocó vivir, no tuvieron todo el reconocimiento que su trabajo merecía, a diferencia de sus pares masculinos.

Hipatia de Alejandría (370 – 415 AD)

Hipatia es considerada la primera profesora de matemáticas en la historia. No sólo colaboró en proyectos con su padre, el filósofo y matemático Teón, sino que creó los conceptos de elipse, parábola e hipérbola al estudiar las figuras cónicas.

Actualmente existen asociaciones de equidad de género y hasta una revista científica con su nombre.

Sophie Germain (1776 -1831)

Tras enviar ejercicios matemáticos con un pseudónimo masculino, esta científica consiguió entrar a la academia de matemáticas École Polytechnique a los 18 años, donde su trabajo e inteligencia le valieron el respeto de sus colegas.

Entre sus aportaciones más importantes se encuentra su contribución para el Teorema de Fermat y la Teoría de la Elasticidad. Sophie fue homenajeada en la Academia de Ciencias de París.

Ada Lovelace (1815-1852)

A esta matemática inglesa prácticamente le debemos la existencia del cómputo moderno. Ada creó el primer algoritmo de la historia para la Máquina Analítica de Charles Babbage, por lo que se le considera la primera programadora del planeta.

Pese a su corta vida (falleció a los 37 años), su impacto en la ciencia es enorme y su contribución en el campo matemático y de las ciencias de la computación puede apreciarse hasta ahora.

Dorothy Vaughan (1910-2008)

La primera supervisora afroamericana de la NASA trabajó con las supercomputadoras con las que se realizaron los cálculos matemáticos para los lanzamientos del programa espacial de Estados Unidos.

Previamente, Dorothy formó parte de un equipo racialmente segregado conocido como las “computadoras humanas”, compuesto por matemáticas afroamericanas que no podían usar las instalaciones ocupadas por empleados de raza blanca, pero cuando la NASA adquirió computadoras electrónicas, esta científica se especializó en FORTRAN, el lenguaje de programación utilizado en aplicaciones algebráicas, y se convirtió en un miembro invaluable para la NASA y la exploración espacial.

Maryam Mirzakhani (1977-2017)

Esta científica originaria de Irán fue la primera mujer en ganar la medalla Fields en 2014, considerada como el Premio Nobel de las matemáticas, tras descubrir nuevos métodos para calcular los volúmenes de objetos con superficies hiperbólicas.

Previamente, en 1994, Maryam obtuvo la medalla de oro en la Olimpiada Internacional de Matemáticas, misma que ganó nuevamente al año siguiente, rompiendo dos récords. Pese a que tuvo una vida muy corta, esta matemática se convirtió en la inspiración de niñas y mujeres interesadas en las carreras STEM.

¡Adelante nuevas generaciones!

Fomentar la incursión de niñas y mujeres en matemáticas y en otras disciplinas STEM (acrónimo utilizado para referirse a las áreas de conocimiento en las que usualmente trabajan científicos e ingenieros: Science, Technology, Engineering and Mathematics -ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas-) es una tarea maravillosa, si se les dan las herramientas y oportunidades necesarias para ejercitar estas habilidades.

¡La lista de mujeres que han dejado huella en la ciencia y en las matemáticas sigue y seguirá creciendo! Por este motivo, desde Smartick quienes son parte de la formación de las futuras grandes ingenieras y científicas que cambiarán el mundo, nos enviaron esta linda infografía por el #8M:

Fuente de la Información: https://rebelion.org/8m-cinco-mujeres-matematicas-que-han-cambiado-al-mundo/

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