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Gobierno de Ecuador suspende clases presenciales tras ola de violencia en el país

El Gobierno de Ecuador suspendió este martes las clases presenciales en todo el país hasta el próximo 12 de enero, en medio de una violenta jornada a manos de grupos de delincuencia organizada, que han incendiado vehículos, secuestrado a policías e ingresado en un canal de televisión en la ciudad portuaria de Guayaquil.

 

El Ministerio de Educación informó que “se dispone el cambio a la modalidad No Presencial en todo el Sistema Educativo Nacional”, que incluye planteles de régimen estatal, municipal y privado.

Además, señaló en un comunicado que se aplicó “la modalidad de teletrabajo a todo el personal que labora en el sistema educativo nacional”.

 

El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, declaró hoy la existencia de un “conflicto armado interno” en el país y ordenó a las Fuerzas Armadas ejecutar acciones militares, luego de que un comando fuertemente armado ocupara durante unas horas un canal de televisión en Guayaquil, motines en seis cárceles y de que se registraran otros actos violentos en Quito y varias ciudades más.

 

Noboa firmó el decreto en momentos de gran tensión en el país como la incursión de hombres armados en el canal TC Televisión, que terminó con la detención de al menos trece delincuentes y la liberación del personal del canal, que había sido retenido en plena trasmisión en vivo.

 

Además, ha convocado al Consejo de Seguridad Pública y del Estado, en el que participan miembros de su gabinete y altos mandos de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas.

 

Caos en medio de estado de excepción

Ante la crisis carcelaria y la “presunta evasión” de uno de los delincuentes más peligrosos del país, Noboa ya había declarado la noche de este lunes el estado de excepción en todo el país por sesenta días, con toque de queda durante la noche y madrugada, pero la medida no evitó que el caos se apoderara en varias ciudades y provincias del país.

 

En Quito, la Policía confirmó que se incineró un vehículo, en cuyo interior se encontraron dos bombonas de gas, la explosión de un artefacto en un puente peatonal, así como el secuestro de un policía, cuya paradero se desconoce hasta el momento.

 

También se reportó el incendio de dos vehículos en la provincia de Esmeraldas, un atentado con granada en la provincia del Guayas, explosiones en la ciudad andina de Cuenca, secuestros de policías en las provincias de El Oro y Los Ríos.

 

La Policía informó de la aprehensión de dos personas presuntamente responsables de la colocación de artefactos explosivos en Quito, de otras nueve personas por tenencia y portes de armas en Esmeraldas y de seis más (dos de ellas colombianas) implicadas en tenencia ilegal de material explosivo en Loja.

 

Además, en la provincia del Napo fueron detenidos dos presuntos causantes de la incineración de un camión.

Fuente: https://elcomercio.pe/mundo/latinoamerica/ecuador-tc-television-canal-10-de-guayaquil-el-gobierno-de-daniel-noboa-suspende-las-clases-presenciales-tras-ola-de-violencia-en-el-pais-los-tiguerones-alias-fito-los-choneros-los-lobos-noticia/

 

 

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Más de 650 días sin aumento salarial: El Magisterio venezolano vuelve a las calles

Por: Rose Mary Hernández

Concentración de los maestros, trabajadores y pensionados por salarios dignos, en las inmediaciones de la Iglesia San Vicente de Paul – Cumaná

Desde el lunes 08 de enero de 2024, luego del periodo vacacional decembrino, en Venezuela se espera poder dar inicio al segundo lapso para quienes están cursando estudios en Educación Inicial, Básica, Media y Media Técnica, así como la continuidad de formación en las carreras universitarias. Sin embargo, el retorno se encuentra difuso ante el llamado a movilizaciones y protestas nacional por parte de la base magisterial teniendo en cuenta la delicada situación económica que viven las y los trabajadores activos, jubilados, pensionados y el resto de la administración pública, quienes cerraron el 2023 con 441 jornadas de reclamos con exigencia de derechos laborales, según datos del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS)1 y sin respuesta por parte del Estado Patrono, situación que viene aconteciendo desde el 15 de marzo de 2022, fecha del último incremento decretado por el gobierno de Nicolás Maduro, donde estableció para ese entonces un sueldo mensual de 130 bs que equivalía a 30 dólares acompañado de un discurso prometedor de la recuperación gradual del poder adquisitivo.

A pesar que a inicio del año el presidente y voceros del gobierno2 han informado que “la economía de Venezuela creció en el 2023 un 4.5% como lo pronosticó la Cepal”, hoy se han acumulado más de 650 días sin mejoras significativas, por el contrario, el salario mínimo para jubilados y pensionados se ubica en 3,62 dólares mensuales, mientras que, para trabajadores activos oscila entre 5, 12 y 40 dólares dependiendo de la ubicación en la tabla de pagos por conceptos de mejoramiento profesional o de clasificación.

Todo esto ha ocurrido en medio de un contexto inflacionario en el que los precios siguen aumentando tanto en bolívares como en divisas, lo que frustra aún más al trabajador(a) que ve cómo a diario puede cumplir menos con la posibilidad de alimentarse, vestirse, comprar medicamentos, realizar higiene mental o esparcimiento como parte de una vida saludable.

Por tanto, con una agenda de levantamiento de voz, este martes 09 de enero, las y los trabajadores de escuelas públicas volvieron a las calles en exigencia de demandas económicas, la firma de un nuevo contrato colectivo para sustituir el que está vencido desde hace cuatro años, pago de deudas pendientes, restitución del HCM, eliminación del instructivo Onapre, mejores condiciones laborales y el rechazo a una bonificación que no tiene repercusión en pasivos laborales al carecer del carácter salarial afectando a más de 4 millones trabajadores de la administración pública.

Agitando pancartas con consignas como «¡Maduro, hasta cuándo corrupción!, No al salario de hambre, no a pensiones de muerte!» y «¡Salarios y pensiones indexados a la canasta básica!», maestros activos y jubilados marcharon en rechazo a la «bonificación» de los salarios y el deterioro de la educación.

Profesores de la Universidad Nacional Experimental “Rómulo Gallegos” salieron a las calles de San Juan de los Morros para sumarse al reclamo de la reivindicación salarial ante canasta básica una calculada en $520 por el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM).

Para el 10, 11 y 12 del mes presente, el magisterio barinés decretó paro de 72 horas, mientras que el 15 de enero, fecha en la que conmemora el Día del Maestro, sigue el llamado a continuar en todo el territorio nacional con la agenda de reclamos y lucha para recuperar la calidad de vida de las personas que conforman todos los gremios. También se estima que se dé a conocer la ruta de acciones a posterior.

1 https://www.instagram.com/versionfinalweb/p/C1fbhVqOKmC/

2http://mincomercionacional.gob.ve/?p=15869#:~:text=Comercio%20NacionalPrensa-,Presidente%3A%20Venezuela%20creci%C3%B3%20en%20el%202023%20un%204.5,como%20lo%20pronostic%C3%B3%20la%20Cepal&text=El%20presidente%20de%20la%20Rep%C3%BAblica,y%20el%20Caribe%20(Cepal).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Costa Rica: MEP atendió 824 llamadas de primeros auxilios psicológicos en 2023

MEP atendió 824 llamadas de primeros auxilios psicológicos en 2023

Autor: katherine.diaz.rojas@mep.go.cr

Durante el 2023, la línea “Aquí Estoy” atendió 824 llamadas de primeros auxilios psicológicos y apoyos emocionales de estudiantes y sus familias.

Este servicio brinda apoyo, asesoría y seguimiento a estudiantes y sus familiares, cuando se encuentran en situaciones como: crisis de ansiedad, signos de depresión, situaciones de violencia, cambios en el estado de ánimo, dificultades en las relaciones interpersonales, con amistades o de familia, entre otras. También, ofrece atención a la población que presenta lesiones autoinfligidas o riesgo por tentativa de suicidio.

Del total de llamadas atendidas, un 84% correspondió a mujeres y 16% a hombres. Además, según las atenciones correspondieron, 28% estudiantes, 57% familiares y 14% docentes, personal técnico, administrativo, entre otras personas de la comunidad educativa.

La atención la brindan profesionales en psicología que trabajan en diferentes instancias del Ministerio de Educación Pública (MEP), como la Dirección de Vida Estudiantil, Direcciones Regionales de Educación o equipos interdisciplinarios de centro educativos, capacitadas para garantizar un espacio de escucha activa, contención emocional y orientación informada para la persona usuaria.

En la asistencia telefónica también se da seguimiento a los casos y se gestionan referencias a otros servicios institucionales.

Las atenciones más recurrentes en la línea son: dificultades emocionales 61% (sintomatología ansiosa, depresiva, problemas familiares o de convivencia en el hogar), solicitud de información 18%, asuntos académicos 7%, riesgo suicida 6% y manifestaciones de violencia 3%.

El servicio de atención telefónica es gratuito y vela por la salud mental y el bienestar integral de las personas estudiantes matriculadas en el sistema educativo costarricense y a sus familias.

Este es un proyecto liderado por la Dirección de Vida Estudiantil (DVE) del MEP desde el 2020. Durante su implementación se ha contado con la colaboración de UNICEF Costa Rica y el apoyo técnico del Colegio de Profesionales en Psicología de Costa Rica.

Este servicio estará en receso durante las vacaciones de fin y principio de año, y será retomado con el regreso a clases. Se recomienda en caso de emergencia llamar al 9-1-1 o al teléfono 800-2737869, línea del Colegio de Profesionales en Psicología de Costa Rica.

 

Fuente de la Información: https://www.mep.go.cr/noticias/mep-atendio-824-llamadas-primeros-auxilios-psicologicos-2023

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ONU – Crisis de Gaza: otro hospital enfrenta una grave escasez, advierte la OMS

Crisis de Gaza: otro hospital enfrenta una grave escasez, advierte la OMS

El día 93 de la guerra en Gaza, en medio de informes de intensos e implacables bombardeos israelíes, los trabajadores humanitarios de la ONU emitieron nuevos informes de “víctimas significativas, particularmente entre mujeres y niños” y pidieron que se permitiera a los abrumados equipos médicos continuar con su trabajo de salvar vidas. 

En el centro de Gaza, la Organización Mundial de la Salud ( OMS ) de las Naciones Unidas advirtió el domingo que los médicos del único hospital en funcionamiento en la gobernación de Deir al Balah “se habían visto obligados a cesar las actividades de salvamento y otras actividades críticas… y marcharse ” después de una orden de evacuación emitida en medio de “una creciente “Actividad militar israelí.

Según se informa, sólo quedan cinco médicos en el Hospital Al-Aqsa, en la zona media de Gaza, donde un equipo de la OMS entregó suministros médicos para ayudar a 4.500 pacientes en diálisis durante tres meses y a 500 pacientes que requerían atención traumatológica.

Pacientes tratados en el suelo.

Desde Al-Aqsa, el Oficial de Emergencias Sanitarias de la OMS, Sean Casey, publicó un vídeo en la plataforma de redes sociales X el domingo por la noche que muestra escenas caóticas mientras los médicos atendían a pacientes en el suelo manchado de sangre , algunos de los “cientos” que eran traídos para recibir tratamiento urgente.

«En algunos casos, están viendo cientos de víctimas cada día en un pequeño departamento de emergencias», dijo el Sr. Casey. «Entonces, están tratando a los niños en el suelo».

Haciéndose eco de esas preocupaciones, el Director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en una publicación en X informó sobre “necesidades inmensas” en el hospital, “especialmente trabajadores de la salud, suministros médicos y camas. Pero el personal dijo que su mayor necesidad era que su hospital, y su personal, pacientes y familias allí, estuvieran protegidos de huelgas y hostilidades ”.

Según los informes, más de 600 pacientes “y la mayoría de los trabajadores de la salud” se vieron obligados a abandonar las instalaciones, dijo Tedros, y agregó que era “inconcebible” que no se pudiera contar con la protección de la atención médica.

Según la agencia de salud de la ONU, ningún hospital está “en pleno funcionamiento” en el norte de Gaza. Otra misión de la OMS al norte tuvo que ser cancelada el domingo, dijo Tedros, “debido a los peligros y a la falta de permisos necesarios”. En otras partes de Gaza, «funcionan sólo un puñado de instalaciones de salud», dijo el jefe de la OMS.

En los últimos días, el número de víctimas ha “aumentado notablemente”, continuó Tedros, con “más de 120 casos de traumatismos y decenas de muertos cada día debido al aumento de los bombardeos, las heridas de bala, las lesiones por aplastamiento de edificios derrumbados y otros traumatismos relacionados con la guerra”.

La OMS también participa en planes para desplegar un equipo médico de emergencia para apoyar a los equipos médicos en Al-Aqsa. «Esto sólo será posible en un entorno seguro», señaló el Director General de la agencia de salud de la ONU.

Niños esperan que les sirvan comida en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza.

Objetivos alcanzados en el norte

En una  actualización separada sobre la emergencia que confirma los “intensos” ataques israelíes “en la gobernación (central) de Deir Al Balah y las ciudades sureñas de Khan Younis y Rafah”, la OCAH informó el domingo por la tarde que las fuerzas israelíes “atacaron objetivos en la ciudad de Gaza, el campamento de Jabaliya , Tal Az Za’atar y Beit Lahiya”, causando “un gran número de muertes” en la zona de Al Fallouja del campamento de Jabaliya.

La oficina de ayuda de la ONU dijo que también continuaron los disparos de cohetes hacia Israel por parte de grupos armados palestinos, en medio de “operaciones terrestres y combates… en gran parte de la Franja de Gaza, lo que provocó más muertes”.

El aumento del peaje no tiene fin

Los últimos  datos del Ministerio de Salud de Gaza citados por el ala de ayuda de la ONU indicaron al menos 22.835 muertes desde que comenzaron los ataques militares israelíes, en respuesta a los ataques terroristas liderados por Hamas en el sur de Israel el 7 de octubre que dejaron unos 1.200 muertos, entre ellos al menos 33 niños y alrededor de 250 tomados como rehenes.

La OCHA también tomó nota de informes de 225 palestinos muertos entre el viernes y el domingo y casi 300 heridos, con 174 soldados israelíes muertos en Gaza y más de 1.000 heridos desde la operación terrestre

ns comenzó, según las Fuerzas de Defensa de Israel.

Amenaza de enfermedad mortal

En medio de la violencia mortal en curso, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF, estimó que ahora hay aproximadamente 3.200 nuevos casos de diarrea por día entre niños menores de cinco años. Antes de la escalada de hostilidades, el promedio era de 2.000 por mes.

También existe una grave preocupación por nueve de cada 10 niños menores de dos años que ahora se encuentran en “pobreza alimentaria grave” y “sólo obtienen cereales (incluido el pan) o leche” para comer.

“El tiempo se acaba. Muchos niños ya se enfrentan a una desnutrición aguda grave en Gaza”, afirmó la Directora Ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell. “A medida que se intensifica la amenaza de hambruna, cientos de miles de niños pequeños pronto podrían sufrir desnutrición grave y algunos de ellos correrían riesgo de morir. No podemos permitir que eso suceda.»

La información actualizada de la OCAH sobre el número de camiones de ayuda que entraron en Gaza indicó que los días 6 y 7 de enero, un total de 218 camiones transportaron alimentos, medicinas y otros suministros a través de los cruces de Rafah y Kerem Shalom. Antes de que estallara el conflicto, más de 500 camiones llevaban ayuda a la Franja cada día, alrededor del 60 por ciento pasaban por Kerem Shalom.

El Secretario General António Guterres (derecha) se reúne con Sigrid Kaag, Coordinadora Superior de Asuntos Humanitarios y de Reconstrucción para Gaza.

Coordinador de la ONU para Gaza

La nueva Coordinadora Superior de Asuntos Humanitarios y de Reconstrucción para Gaza comenzó oficialmente su función el lunes. Sigrid Kaag facilitará el seguimiento y la verificación de los envíos de ayuda que lleguen al enclave afectado, de conformidad con la resolución 2720 del Consejo de Seguridad aprobada el mes pasado.

Ha ocupado varios puestos humanitarios de alto nivel dentro de la ONU, pero más recientemente se desempeñó como ministra de Finanzas durante la administración anterior en los Países Bajos.

La Sra. Kaag también tendrá la difícil tarea de establecer un mecanismo para acelerar la ayuda a Gaza a través de Estados que no son partes en el conflicto. 

Estuvo en Nueva York reuniéndose con el Secretario General de la ONU en su primer día en el cargo, pero se dirigirá a Washington DC más adelante esta semana antes de viajar a Medio Oriente. 

 

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Paraguay – Merienda escolar: Ex diputado Éver Noguera suspende audiencia de imposición de medidas

Merienda escolar: Ex diputado Éver Noguera suspende audiencia de imposición de medidas

El ex diputado colorado Éver Noguera suspendió este lunes su audiencia de imposición de medidas cautelares en una causa por presuntas irregularidades en la provisión de la merienda escolar en el Departamento de Guairá. Por el caso está acusado también el ex gobernador Rodolfo Friedmann.

“Por un recurso planteado por la defensa del ex diputado Éver Noguera, se suspendió la audiencia de imposición de medidas cautelares en el caso de la merienda escolar. La diligencia debía realizarse ante el juez José Agustín Delmás”, informó el periodista de Última Hora, Raúl Ramírez.

Por el caso está acusado también el ex gobernador Rodolfo Friedmann, quien se desempeñaba como gobernador de dicho departamento entre los años 2013 y 2018, cuando se habrían registrado las presuntas irregularidades.

La causa no había podido avanzar, debido a que el ex diputado contaba con fueros, por lo que el caso quedó parado. Ahora, que no fue reelecto en el cargo la Justicia intenta avanzar en la causa.

El ex legislador fue imputado por los supuestos delitos de lavado de dinero, administración en provecho propio y asociación criminal por los fiscales Osmar Legal y Luis Said.

El juez concedió un plazo de 6 meses para la investigación fiscal y fijó para el próximo 19 de enero la fecha para que los agentes fiscales presenten el requerimiento conclusivo en la causa.

Además de Noguera, ya están acusados el ex senador Rodolfo Friedmann, Silvio Álvaro Alfaro Bertolo, Lourdes Auxiliadora González de Melgarejo y Eduardo Domínguez.

Con respecto a la coprocesada, Marly Eliana Figueredo López, esposa de Friedmann, la Fiscalía Adjunta solicitó el sobreseimiento definitivo.

El caso

La causa se originó en los contratos a proveedores para la adquisición de almuerzo escolar en el Departamento del Guairá, entre los años 2013 y 2018, cuando Rodolfo Friedmann era gobernador.

Con relación al ex diputado Noguera, supuestamente era socio comercial de Friedmann en la firma Eventos y Servicios SA (ESSA), contratada para la distribución de la merienda escolar.

En la preliminar, la fiscala Victoria Acuña había requerido el sobreseimiento definitivo de todos los procesados, pero el juez le dio el trámite de oposición. Es así que el fiscal adjunto rectificó con respecto a cinco procesados, y ratificó el pedido de sobreseimiento definitivo de Marly Figueredo.

Fuente de la Información: https://www.ultimahora.com/merienda-escolar-ex-diputado-ever-noguera-suspende-audiencia-de-imposicion-de-medidas

 

 

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Hallan fósiles de una nueva especie de dinosaurio herbívoro en el sur de Argentina

Hallan fósiles de una nueva especie de dinosaurio herbívoro en el sur de Argentina

Científicos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) de Argentina dieron a conocer hoy el hallazgo de fósiles de una especie de dinosaurio herbívoro de cuello largo, al sur del país.

Según explica una publicación del Conicet, la especie descubierta en la provincia de Neuquén fue bautizada con el nombre de Sidersaura marae. Se caracterizaba por su hocico ancho tipo pato y por los huesos de su columna vertebral rellenos de espacios con aire.

Esta especie no se distinguía por un gran tamaño, pero es la más grande de la familia con un peso estimado de 15 toneladas y una longitud de 18 a 20 metros.

Una de las características que destacan a este grupo es la forma estrellada de sus huesos de la cola, según los paleontólogos a cargo de la investigación. Otro de los rasgos, son sus huesos del cráneo robustos, a diferencia de los restos de sus parientes más cercanos.

Los científicos detallaron en una publicación en la revista Historial Biology, que la nueva especie de dinosaurio descubierta era cuadrúpedo y tenía una cola larga.

Los fósiles corresponden a cuatro ejemplares diferentes y estaban en la zona conocida como Cañadón de Las Campanas, ubicado a 20 kilómetros de Villa El Chocón, en Neuquén.

Entre los restos paleontológicos se hallaron vértebras de la zona sacra y la cola en parcial articulación, huesos de las extremidades posteriores, partes del cráneo y vértebras sueltas de la cola.

Aunque los primeros restos de Sidersaura fueron descubiertos en 2012, su extracción tomó cinco campañas anuales de entre dos y cuatro semanas, en las que también se recuperaron los restos del carnívoro gigante Meraxes gigas, hallados junto a los fósiles del ejemplar de Sidersaura de mayor tamaño.

A partir de estudios geológicos, los investigadores pudieron determinar que estos dinosaurios murieron en una zona barrosa cercana a un río y sus restos se descompusieron en ese mismo lugar. Luego, animales carroñeros se llevaron algunos huesos y las crecidas del río arrastraron otros restos y desarmaron parcialmente los esqueletos.

El trabajo paleontológico contó con financiamiento de National Geographic, la Municipalidad de Villa El Chocón (Neuquén), la Fundación Azara y el Museo Field de Historia Natural de Chicago (Estados Unidos), del cual participó el investigador Peter Makovicky y la técnica Akiko Shinya.

(Con información de Prensa Latina)

 

Fuente de la Información: http://www.cubadebate.cu/noticias/2024/01/04/hallazgo-de-fosiles-de-una-nueva-especie-de-dinosaurio-herbivoro-en-el-sur-de-argentina/

 

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Ecología Social:Por una ecología de la clase obrera

Por una ecología de la clase obrera

Suzanne Icarie

Para aclarar los malentendidos teóricos y los obstáculos a la necesaria alianza entre el movimiento ambientalista y la clase obrera, Paul Guillibert ensaya una ecología política del trabajo. Y hace un llamado a reactivar el ecologismo obrero.

Sobre Paul Guillibert, Exploiter les vivants. Une écologie politique du travail, París, Amsterdam, 2023.

Inicialmente estructurado en torno a la “huelga escolar” y la estrategia estudiantil inaugurada por Greta Thunberg en 2018, el movimiento ambiental internacional aún no ha convergido masivamente con el movimiento obrero, a pesar del continuo empeoramiento de la crisis ecológica y una notable intensificación de la lucha de clases, como se vio en Francia con la revuelta de los Gilets Jaunes y los movimientos contra las pensiones en 2019 y 2023. Mientras que algunos “huelguistas ambientales” se plantean ahora modos de acción más radicales, como la recuperación de tierras o el “desarme” de infraestructuras destructoras del medioambiente, siguen siendo pocos los interesados en llevar a cabo acciones localizadas en los lugares centrales de la producción capitalista y en colaboración con los trabajadores empleados en sectores estratégicos, como la energía o el transporte. Convencido de que los malentendidos teóricos son uno de los obstáculos que se oponen a esta necesaria alianza entre los activistas medioambientales y la clase obrera, el filósofo Paul Guillibert propone en su último libro, Exploiter les vivants. Une écologie politique du travail (Explotar a los vivos: una ecología política del trabajo), una aclaración conceptual centrada en dos cuestiones.

En primer lugar, sintetiza los trabajos de las ciencias humanas y sociales para convencer a quienes se preocupan por la crisis ecológica de que la catástrofe actual es en gran medida el resultado de las diversas formas capitalistas de explotación del trabajo. En segundo lugar, en el capítulo central de su libro, Guillibert propone reexaminar el concepto de “poner a trabajar la naturaleza” desarrollado por el geógrafo marxista Jason W. Moore. ¿Afirmar que el capitalismo contemporáneo “pone a trabajar a la naturaleza” a escala planetaria significa que los capitalistas someten a los agentes “no humanos” a una forma de explotación idéntica o comparable a la de los trabajadores humanos?

Para Guillibert, esta cuestión no es un simple juego de lenguaje. Tiene fuertes implicaciones políticas, que desarrolla en el tercer capítulo de su libro, de orientación más estratégica que los dos precedentes. En su opinión, solo una disminución radical de la producción, acompañada de la emergencia de un nuevo imaginario político, permitirá luchar contra el ecocidio planetario en curso. A diferencia de los defensores no marxistas del decrecimiento, que tienden a pensar en términos individuales, el planteamiento de Guillibert pretende vincular esta consigna con el cuestionamiento del capitalismo y la defensa del comunismo como única alternativa viable a este modo de producción ecocida.

Aunque afirma que asignar un papel estructurador a los trabajadores de la industria y la energía en las futuras luchas políticas “tiene mucho sentido en vista de la centralidad de la energía en la producción capitalista” [1], Guillibert no examina con precisión las formas en que esta clase obrera cuestionará la producción capitalista y destructiva y la sustituirá por una forma más democrática de organización económica que sea, sobre todo, compatible con la continuación de la vida en la Tierra. Pero el objetivo de Exploiter les vivants no es señalarle a los trabajadores qué forma adoptará el control obrero de la producción ecológica. Su meta principal es convencer a los simpatizantes del movimiento medioambiental y a los intelectuales ligados a él de que dejen de dar la espalda a la categoría de “trabajo” en sus teorías y prácticas.

Una perspectiva marxista del ecocidio en curso

En términos teóricos, los primeros interlocutores de Guillibert fueron los pensadores críticos de la ecología política que estudiaron el ecocidio situando el género, la colonialidad y el estudio de la tecnología en el centro de su pensamiento. Sin dejar de reconocer el gran valor de sus trabajos, Guillibert sostiene que convendría combinarlos con un enfoque marxista de la crisis ecológica actual.

Este enfoque marxista, que se afirma en la introducción, evita los dos principales escollos de la ecología tal y como la promueven las clases dominantes. Volviendo a la definición de Marx del capitalismo como modo de producción que combina tecnología, producción y consumo, muestra que la transición ecológica no se producirá como resultado de la innovación tecnológica o de cambios en el comportamiento individual. De la misma manera, pensar en la transición como un cambio necesario y drástico del modo de producción previene contra la tendencia al desprecio ecológico de clase, por el cual quienes no tienen los medios para afrontar la transformación de sus modos de consumo son acusados inmediatamente de “negacionismo climático” por aquellos entre las clases medias y altas que poseen “consciencia climática”. Sin embargo, la lección que saca Guillibert de la revuelta de los Chalecos Amarillos es que, lejos de estar reñidas con la ecología, las clases trabajadoras de los países imperialistas pueden producir una visión de futuro alternativa a la transición ecológica que las clases dominantes intentan imponerles.

Para persuadir a los partidarios de la ecología política radical del papel esencial que tienen los trabajadores en la lucha contra el desastre ecológico, Guillibert comienza destacando el hecho de que las relaciones de clase han sido fundamentales en la historia de la crisis ecológica desde la era moderna. Se remonta a varios siglos antes de la Revolución Industrial inglesa del siglo XVIII, que condujo a la generalización de la relación salarial y a la consiguiente utilización de combustibles fósiles. Basándose en particular en los trabajos de los historiadores del medio ambiente Jean-Baptiste Fressoz y Fabien Locher [2], Guillibert sostiene que fue el desarrollo de las primeras economías coloniales y esclavistas a partir del siglo XV lo que inauguró la catástrofe ecológica que sigue desarrollándose hoy en día.

Si bien el trabajo asalariado se convirtió en la principal forma de explotación laboral con la progresiva extensión del capitalismo industrial y de los combustibles fósiles por todo el mundo, el autor señala que dicha explotación del trabajo asalariado fue posible gracias a la apropiación de otras formas de trabajo, en particular el trabajo en régimen de servidumbre en las colonias y el trabajo reproductivo, realizado principalmente por las mujeres en el hogar. La explotación asalariada también se basa en la apropiación de la “naturaleza”, que Guillibert propone definir aquí como todas las realidades que los capitalistas consideran que no tienen valor de cambio y que, por tanto, pueden apropiarse gratuitamente.

Demostrar que el capital acuerda valor solo a una parte del trabajo explotado y de las fuerzas naturales apropiadas no tiene únicamente importancia teórica. Si ciertas feministas marxistas de los años 60 y 70 promovieron una definición del trabajo más inclusiva que la que figura en El Capital de Karl Marx, fue para dar armas a los movimientos de liberación de la mujer más radicales de su época. Del mismo modo, al denunciar la concepción reduccionista e inerte que tiene el capital respecto a la naturaleza, Guillibert pretende dotar a los pensadores ecologistas radicales con herramientas de lucha suplementarias.

El enfoque adoptado en Exploiter les vivants también se inspira en el Libro I de El Capital en la medida en que Guillibert opta por centrarse en las características específicas del modo de producción capitalista. En su opinión, el extractivismo puede definirse como el modo típicamente capitalista de apropiación de la naturaleza. A diferencia de la socialización de la naturaleza en las sociedades donde no domina el capitalismo, el extractivismo se practica sin ninguna contrapartida religiosa o simbólica. Por lo tanto, no tiene límites. El modo de producción capitalista es también el único que separa radicalmente las actividades de subsistencia de las demás actividades sociales. Así, para Guillibert, como para muchas feministas marxistas antes que él, el “trabajo doméstico” como actividad de producción y reproducción de la vida, separada de la esfera productiva, solo existe bajo el capitalismo. Del mismo modo, el filósofo coincide con la socióloga Jocelyne Porcher en que el trabajo animal alienado solo existe en el contexto de la producción capitalista y, en particular, en las granjas industriales. Para Guillibert, las formas de resistencia que los animales son capaces de desplegar en esas granjas son la prueba de que los humanos no son los únicos desposeídos de su “ser genérico” por el modo de producción capitalista.

Los trabajadores en el centro de la transición ecológica

Según Guillibert, los ecologistas tienen todas las de ganar si desarrollan nuevas estrategias a partir de los lugares donde desarrollan su actividad los trabajadores, a condición de que asuman la constatación de que el capital domina conjuntamente la naturaleza, el trabajo humano y el trabajo “no humano”. Mientras que las “huelgas ambientales” a menudo se han contentado con retomar métodos de movilización inventados por la clase obrera, el movimiento ambiental debe ahora ir más lejos y apoyar más sistemáticamente las movilizaciones obreras en favor de una auténtica reconversión ecológica, en la línea de las luchas llevadas a cabo por los trabajadores de la refinería Total de Grandpuits o por los antiguos trabajadores de la planta subcontratista de automóviles GNK de Florencia.

En función de alentar a que ese tipo de acciones se multipliquen, Guillibert recuerda a lo largo de su libro una serie de episodios emblemáticos del “ecologismo obrero”. Desde las primeras décadas de la industrialización, los miembros de esta clase se han movilizado políticamente con frecuencia contra los efectos nocivos del modo de producción capitalista sobre sus cuerpos y sobre los lugares donde viven. Desde principios del siglo XX, algunos sindicatos estadounidenses de trabajadores de la madera fueron aún más lejos al reivindicar una gestión racional de los bosques: consideraban que esas prácticas conservacionistas eran inseparables de la mejora de sus propias condiciones de vida y de trabajo. A la cabeza del Sindicato de Trabajadores del Petróleo, la Química y la Energía Atómica (OCAW) y en contacto con los trabajadores de Shell, el activista estadounidense Tony Mazzochi proclamó a principios de los años 70 la necesidad de preparar la reconversión de los trabajadores del sector petrolero hacia actividades menos destructoras de los cuerpos y de la naturaleza. Guillibert señala que el plan de reconversión ecológica propuesto por Mazzochi hace cincuenta años era mucho más radical en su contenido que la “transición justa” preconizada desde 2010 por las burocracias sindicales representadas a escala mundial por la CSI (Confederación Sindical Internacional).

Convencido de que la alianza entre el movimiento ambientalista y los trabajadores a favor de la transición ecológica vendrá desde abajo, Guillibert no subestima las dificultades que también existen en este plano. Si bien considera que la condena en 2012 contra el grupo siderúrgico ILVA, que empeoró la vida de todos los habitantes y trabajadores de la ciudad italiana de Taranto, es una victoria conjunta de los movimientos ecologistas y del mundo del trabajo, muestra que el vínculo entre el sindicalismo de base en la fábrica y el sindicalismo más comunitario dirigido por los movimientos de mujeres y de residentes locales no es algo que se haya dado de forma evidente ni automática.

Hacia una teoría ecológica del capitalismo

Al tiempo que defiende las aportaciones teóricas y prácticas del enfoque marxista a la crisis ecológica, Guillibert afirma que esta catástrofe es también una oportunidad para que la tradición filosófica de la que él proviene se actualice desarrollando “una teoría ecológica del capitalismo”. En particular, insta a sus colegas marxistas a no reducir el ecocidio a la crisis climática, porque tal reducción les lleva a propugnar soluciones que él considera que confían demasiado en el progreso tecnológico y que están demasiado centradas en los países del Norte global.

En este sentido, Guillibert critica el plan de batalla propuesto por Matt Huber en 2022 en su ensayo Climate Change as Class War: Building Socialism on a Warming Planet. A pesar del título de su libro, que hace referencia a una escala planetaria, Matt Huber plantea que la transición energética puede comenzar con la socialización del sector de producción de electricidad en Estados Unidos, en la medida en que se trata de un área especialmente estratégica y sindicalizada en el corazón de uno de los principales países emisores de gases de efecto invernadero. Sin negar la importancia del trabajo de Huber, Guillibert considera que uno de los límites de este “socialismo en un solo sector” y en un solo país es que no se enfrenta a la catástrofe ecológica a la escala a la que se está desarrollando: la del sistema-mundo capitalista.

Siguiendo el ejemplo del peruano José Carlos Mariátegui y del trinitense Eric Williams, los pensadores marxistas del Sur han demostrado desde hace más de un siglo que los hombres blancos asalariados y sindicalizados están lejos de ser los más explotados en el contexto de un capitalismo cada vez más globalizado. Desde la época de las primeras plantaciones, la división capitalista del trabajo también ha producido y reproducido relaciones de dominación racial, que los pensadores marxistas tienen el deber de considerar y combatir.

Para ello, es particularmente importante estudiar en detalle las diferentes formas que adopta el imperialismo en nuestro mundo poscolonial, que está sumido en formas particularmente agudas de crisis ecológica. Como demuestran los trabajos de los ecosocialistas estadounidenses John Bellamy Foster y Brett Clark, el imperialismo ecológico no es nada nuevo en el siglo XX [3]: es una de las realidades constitutivas del modo de producción capitalista. Sin embargo, con la descolonización del mundo a partir de 1945 y la multiplicación de las migraciones intercontinentales de mano de obra, ya no es posible proponer una geografía de la dominación mundial similar a la presentada por Rosa Luxemburg en La acumulación del capital. En el siglo XXI, la explotación asalariada existe mucho más allá de las fronteras de los países del centro, y los trabajadores que migran hacia allí pueden verse sometidos a formas de explotación desenfrenada que prolongan las prácticas que prevalecían en los Estados periféricos en la época de la colonización. Por lo tanto, incluso dentro de los Estados imperialistas, no toda la mano de obra está sujeta a la forma “regulada” de explotación que distinguía a los trabajadores asalariados en contraposición a los pueblos colonizados en la primera mitad del siglo XX.

Es en este sentido en el que Guillibert considera que quienes forman parte del ecologismo radical y de los movimientos de izquierda radical con base dentro de las fronteras de la Francia continental deberían apoyar más las luchas en curso en los territorios dominados por el imperialismo, ya sean países semicoloniales o de persistencia colonial, como los llamados territorios de ultramar de Francia, y, por ejemplo, no permanecer en silencio ante la operación Wuambushu en Mayotte. Con ello se hace eco de la exhortación [4] dirigida a los simpatizantes de Soulèvements de la Terre [5] por el filósofo Malcolm Ferdinand en la antología On ne dissout pas un soulèvement publicada la primavera pasada. Aunque la violencia en Sainte-Soline [6], Martinica y Mayotte no es idéntica, Ferdinand afirma no obstante que “sigue siendo algo común, dando testimonio de la misma política de destrucción de la tierra y de deshumanización de una parte de sus habitantes: una política capitalista y neoliberal impuesta por la fuerza” [7].

Guillibert comparte la observación de Ferdinand sobre la multiplicidad de relaciones de dominación que estructuran el mundo actual, y cree que no surgirá una clase ecológica en el sentido del término que le da Marx. Para luchar contra la crisis ecológica y desarrollar una “ecología de clase” en los viejos países industrializados como Francia, Guillibert sostiene que hay que apoyarse en la multiplicación de las alianzas entre grupos sociales explotados de diversas formas por el capitalismo contemporáneo. Para el filósofo, las alianzas que se forjen también deben contribuir a la emergencia de una forma de subjetividad política que vincule a los humanos y a los “no humanos”, de ahí el lugar importante que concede en su libro y en su pensamiento al trabajo animal y a la resistencia que probablemente muestren frente al modo de producción capitalista.

Contrariamente a las propuestas teóricas de Bruno Latour [8] y Andreas Malm, la amplia definición que hace Guillibert del sujeto político de la transición ecológica tiene la ventaja de demostrar que no puede tener lugar una transición “justa y eficaz” sin los trabajadores. No obstante, es una lástima que en la parte final y programática de su libro no aborde de forma más concreta las transformaciones sociales y económicas que hay que llevar a cabo en el interior de los centros de producción capitalistas para frenar la crisis ecológica.

Ecología de clases y comunismo de lo vivo

Para Guillibert, el principal reto de la “ecología de clase”, que también denomina “ecología obrera”, es luchar contra la mercantilización de todos los aspectos de la vida. En su opinión, así es como los trabajadores explotados se liberarán de su doble dependencia del trabajo asalariado y del mercado de bienes de consumo, por lo que los anima a participar de experimentos ecológicos que intenten desarrollar nuevas formas de subsistencia al margen del sistema capitalista, a escala de determinados territorios.

En el marco de los debates marxistas contemporáneos, Guillibert se sitúa así resueltamente del lado de Kohei Saito frente a la propuesta “ecomodernista” de Huber esbozada más arriba. Llegado al final de su razonamiento, considera que solo una versión mejorada del “comunismo del decrecimiento” teorizado por el filósofo japonés es capaz de alcanzar el principal objetivo de la ecología obrera: “arrancar la reproducción social a la producción capitalista”. Al igual que Saito, Guillibert vuelve a poner en el orden del día las consignas históricas del movimiento obrero marxista, como la abolición del trabajo asalariado, el fin de la división capitalista del trabajo que opone el trabajo manual al intelectual y la reducción de la jornada laboral. Saito y Guillibert añaden las del decrecimiento y el aumento de las tareas vinculadas a la reproducción ecosocial, encarnadas en particular por los trabajadores de las tareas de cuidado y del tratamiento de residuos que Guillibert destaca constantemente en su libro.

Para hacer deseable el programa de Saito, Guillibert considera que su tarea como filósofo consiste en contribuir a la emergencia del imaginario de un “comunismo de lo vivo”, atento a las causas sociales de la destrucción ecológica en curso y que tenga en cuenta las relaciones y simbiosis entre el mayor número posible de seres vivos explotados. Deja a otros la tarea de determinar la forma y la naturaleza exactas del poder que sería capaz de planificar el ambicioso programa político expuesto al final de Exploiter les vivants. Sin embargo, en la medida en que este programa prevé la reorientación de la producción hacia el trabajo de reproducción ecosocial, el racionamiento de los más ricos, la abolición de la propiedad privada y la lucha contra todas las formas de apartheid climático, es en realidad indisociable del desarrollo de una estrategia revolucionaria cuyo sujeto principal sigue siendo la clase obrera.

Notas:

[1] Paul Guillibert, Exploiter les vivants, París, Amsterdam, 2023, p. 171

[2] Jean-Baptiste Fressoz y Fabien Locher, Les Révoltes du ciel. Une histoire du changement climatique XVe-XXe siècle, París, Seuil, 2020.

[3] Brett Clark, et John Bellamy Foster. 2009. ‘Ecological Imperialism and the Global Metabolic Rift : Unequal Exchange and the Guano/Nitrates Trade’. International Journal of Comparative Sociology, 50(3-4), 311-334.

[4] Malcom Ferdinand, « Outre-mer, Pour des soulèvements décoloniaux de la Terre » en On ne dissout pas un soulèvement, París, Seuil, p. 109-112

[5] Colectivo ecologista francés radical y contestatario. Fundado en enero de 2021, se opone al acaparamiento de tierras y lucha contra determinados proyectos de desarrollo de infraestructura. (Nota del traductor)

[6] Comuna rural francesa del oeste del país donde en 2022 hubo represión contra el movimiento que se oponía a la construcción de una “mega-cuenca”. (N. del T.)

[7] Malcom Ferdinand, op. cit., p. 111

[8] Ver por ejemplo: Bruno Latour y Nikolaj Schulz, Mémo sur la nouvelle classe écologique. Comment faire émerger une classe écologique consciente et fière d’elle-même, París, La Découverte, 2022

Traducción: Guillermo Iturbide

Fuente: https://www.laizquierdadiario.com/Por-una-ecologia-de-la-clase-obrera

 

Fuente de la Información: https://rebelion.org/por-una-ecologia-de-la-clase-obrera/

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