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España~Galicia: Cientos de personas claman contra los recortes en educación

Piden más profesionales para atender a estudiantes con necesidades especiales

La falta de profesorado es el principal, pero no el único de los problemas en este inicio de curso escolar. Cientos de personas (1.200, según estimaciones de la Policía Local, 900, según la Nacional) han salido a la calle para protestar contra los recortes que, entienden, viene aplicando la Xunta en educación.

Bajo el lema «Rectificar, recuperar, recoñecer», la CIG ha convocado esta movilización en otro inicio de curso convulso. Profesores, alumnado, padres y madres exigen mejoras en la educación y que se paren los recortes. La burocracia y el papeleo de los centros o la falta de profesores son las deficiencias en las que ponen el foco. Nunca sobran docentes, comentan desde el sector educativo, sobre todo en Pedagogía Terapéutica y Audición y Lenguaje. Algunos centros los comparten, también a los orientadores. Precisamente, la atención a los estudiantes con necesidades especiales es una de las principales preocupaciones.

Este es el primer paso de las movilizaciones programadas en este inicio de curso escolar, que culminará con una huelga el 25 de septiembre.

https://cadenaser.com/galicia/2025/09/13/cientos-de-personas-claman-contra-los-recortes-en-educacion-radio-galicia/

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En el mundo hay más niños con sobrepeso que con bajo peso por primera vez en la historia: ¿cuál es la situación en América Latina?

Por primera vez, en el mundo hay más niños con obesidad que con bajo peso, según un amplio estudio realizado por la organización de Naciones Unidas para la infancia, Unicef.

 

El informe muestra que aproximadamente uno de cada diez niños de entre 5 y 19 años (unos 188 millones de niños y jóvenes) viven con obesidad.

 

La investigación se basó en datos de más de 190 países y concluyó que mientras la prevalencia de bajo peso entre los niños y adolescentes disminuyó desde el año 2000, las tasas de obesidad se triplicaron.

 

Los investigadores atribuyen este fenómeno al cambio de las dietas tradicionales a otras con una fuerte dependencia de alimentos.

 

«Este dramático cambio en el panorama de la malnutrición pone en peligro la salud y el potencial futuro de los niños, las comunidades y las naciones», señala el informe.

 

También insta a los gobiernos a evitar en la dieta infantil ingredientes poco saludables e impedir que la industria de alimentos ultraprocesados interfiera en las decisiones políticas.

 

Con sobrepeso y malnutridos

Cuando los expertos en salud solían referirse a los niños con malnutrición, se interpretaba como aquellos con bajo peso. Ya no es así.

 

El término malnutrición -que implica una alimentación nutricionalmente inadecuada- ahora también se refiere a la obesidad y su impacto en la salud y el desarrollo infantil.

 

Se considera que un niño tiene sobrepeso cuando su peso es significativamente superior al saludable para su edad, sexo y estatura.

 

La obesidad es una forma grave de sobrepeso y está relacionada con un mayor riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer en etapas posteriores de la vida.

 

Se pensaba que la obesidad y el sobrepeso eran un problema de los países ricos pero, como muestra el informe, ahora también están presentes en los países más pobres.

 

«En muchos países, observamos la doble carga de la malnutrición: el retraso en el crecimiento y la obesidad», afirma Catherine Russell, directora ejecutiva de Unicef.

 

Durante la infancia, una buena nutrición, que incluye abundantes frutas, verduras y proteínas, desempeña un papel fundamental en el crecimiento, el desarrollo cognitivo y la salud mental.

 

Sin embargo, muchas dietas tradicionales están siendo reemplazadas por alimentos ultraprocesados, a menudo ricos en azúcar, almidón, sal, grasas no saludables y aditivos.

 

1 de cada 10 niños vive con obesidad

La malnutrición sigue siendo un problema importante en los menores de 5 años en muchos países de ingresos bajos y medios.

 

El informe de Unicef revela que desde el año 2000 la prevalencia de niños y adolescentes con bajo peso de entre 5 y 19 años disminuyó de casi el 13 % al 9,2%.

 

Sin embargo, las tasas de obesidad aumentaron del 3% al 9,4 %, lo que significa que casi 1 de cada 10 niños vive con obesidad.

 

El número de niños con sobrepeso, que incluye a los obesos, también aumentó, hasta el punto de que ahora uno de cada cinco niños en edad escolar y adolescentes tiene sobrepeso.

 

El estudio estima que esto representa aproximadamente 391 millones de niños en todo el mundo.

 

La obesidad supera actualmente al bajo peso en todas las regiones del mundo, excepto en África subsahariana y el sur de Asia.

Aproximadamente 391 millones de niños en todo el mundo viven con sobrepeso y obesidad.

Qué pasa en América Latina

América Latina es una de las tres regiones del mundo que registran el mayor índice de sobrepeso entre niños y adolescentes de 0 a 19 años. Las otras dos regiones son Medio Oriente y Norte de África y América del Norte.

 

América Latina también es una de las regiones que han tenido uno de los mayores incrementos en la prevalencia de sobrepeso desde el 2000.

 

Ese año, 34 millones de niños y adolescentes de 5 a 19 años en la región tenían sobrepeso y obesidad.

 

La cifra actual de niños con sobrepeso es de 56 millones:

*20 millones de niños de entre 5 y 9 años (39%)

*20 millones de niños de entre 10 y 14 años (20%)

*16 millones de adolescentes de entre 15 y 19 años (16%).

Y el incremento ha ocurrido en la mayoría de los países de la región (64%), los cuales muestran una prevalencia «muy alta» de sobrepeso en niños y adolescentes de 5 a 19 años.

 

Dentro de la región, sin embargo, la prevalencia de sobrepeso varía considerablemente de un país a otro: Guatemala tiene un 23% de niños y adolescentes con sobrepeso, mientras que en Chile son un 58%.

 

Aunque no se ofrecen los datos individuales de países, el informe destaca el caso de Chile que tiene una de las tasas más altas (27%) de niños y adolescentes con obesidad, mayor que la de Estados Unidos (21%) y la de Emiratos Árabes Unidos (21%).

 

El informe también encontró evidencia de que en los países de ingresos superiores en la región, como Brasil y México, los niños con sobrepeso y obesidad se concentran en hogares con un nivel socioeconómico más bajo, en áreas que son calificadas como «pantanos alimentarios», zonas urbanas con una alta densidad de establecimientos de comida rápida y poca disponibilidad de opciones de alimentos saludables.

 

Mucho niños con sobrepeso viven en «pantanos alimentarios», zonas con poca disponibilidad de opciones de alimentos saludables.

A nivel mundial se encontró que el sobrepeso es más frecuente en niños que en niñas en todos los grupos de edad, excepto entre los adolescentes de 15 a 19 años, donde la prevalencia es mayor en las niñas.

 

En América Latina y el Caribe, la prevalencia del sobrepeso entre los niños de 5 a 14 años supera a la de las niñas en más de 5 puntos porcentuales.

 

Y entre adolescentes de 15 a 19 años la prevalencia de sobrepeso en las niñas supera a la de los niños en unos 5 puntos porcentuales.

 

En África Oriental y Meridional, América Latina y el Caribe, y África Occidental y Central, la prevalencia del sobrepeso entre las adolescentes de 15 a 19 años supera a la de los niños en alrededor de 5 puntos porcentuales.

 

Los factores que conducen a sobrepeso y obesidad

«Las dietas de los niños y adolescentes están saturadas de alimentos y bebidas poco saludables, incluidos alimentos ultraprocesados», afirma el informe.

 

En efecto, la investigación muestra que los alimentos y bebidas ultraprocesados representan al menos una tercera parte de la ingesta calórica total de los niños y niñas adolescentes en Argentina, Chile y México.

 

América Latina es la segunda región del mundo (después de Europa Oriental y Asia Central) donde los adolescentes de 15 a 19 años consumen más refrescos (55%), alimentos o bebidas azucarados (83%) y alimentos procesados salados (38%).

 

«Dichas cantidades son tan elevadas que corresponden a la descripción de un alimento básico: en otras palabras, constituyen una proporción predominante de la alimentación adolescente», dice el informe.

 

«Las dietas de los niños y adolescentes están saturadas de alimentos y bebidas poco saludables, incluidos alimentos ultraprocesados», afirma el informe.

 

«Una emergencia silenciosa»

Unicef advierte que el impacto en la salud y los costos económicos de no hacer nada para resolver el problema del sobrepeso y la obesidad son potencialmente «devastadores».

 

El informe estima que, para 2035, el impacto económico mundial del sobrepeso y la obesidad superará los US$4 billones anuales.

 

Menciona el caso de Perú, donde los costos vinculados con la obesidad en el futuro «podrían superar los US$210.000 millones anuales».

 

Pero también destaca el ejemplo de México. En este país, donde el 40% de las calorías diarias consumidas por los niños provienen de productos ultraprocesados, el gobierno prohibió recientemente la venta y distribución de alimentos altos en sal, azúcar y grasas en las escuelas públicas, beneficiando a más de 34 millones de estudiantes.

 

Entre las medidas que Unicef propone a los gobiernos están establecer políticas obligatorias sobre etiquetado, publicidad y fiscalidad de alimentos y prohibir la venta y promoción de comida chatarra en entornos escolares.

 

También pide ampliar los programas sociales que garanticen el acceso a dietas saludables.

 

«La obesidad infantil es una emergencia silenciosa que está creciendo ante nuestros ojos. Necesitamos transformar los entornos alimentarios de forma urgente para que todos los niños, sin importar dónde vivan, tengan acceso a alimentos nutritivos y asequibles», declaró Catherine Russell.

 

https://www.bbc.com/mundo/articles/cly0edg8eeyo

 

 

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Mujeres en los cuidados más allá de los límites del mercado

Nos falta mucho por caminar, sabemos que queda mucho por recorrer, no olvidamos las injusticias, los feminicidios, las desapariciones de mujeres defensoras de derechos medioambientales, ni la negación a los derechos consagrados en la ley, pero, celebramos los avances y las posibilidades de creer que otra sociedad es posible.

Hace unos días se anunció, desde la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el reconocimiento del cuidado como un Derecho Humano, esta mención llega junto antes del desarrollo de la XVI Conferencia Regional de la Mujer (CRM), reciente.

La Conferencia Regional de la Mujer, que cumple 50 años, tiene como objetivo anual relevar el derecho al cuidado como eje principal de las sociedades de América Latina y El Caribe, destacando el rol de las mujeres en esta labor que permite sostener a los países de la región y el mundo.

En este encuentro se ha evidenciado el cuidado no solo como un bien dinamizador de las economías de los países, sino también, como un factor que afecta al desarrollo de mujeres y niñas, debido a que el cuidado se transforma, muchas veces, en una postergación de proyectos de vidas, trayectorias educativas y sobrecarga laboral que muchos estados de la región no han reconocido.

La XVI CRM entregó una radiografía de los países respecto a la labor de los cuidados, datos, tales como que el trabajo de cuidados implica comprender la economía de este, más allá de los límites del mercado y considerar el trabajo remunerado y no remunerado, dentro y fuera del hogar y con las personas que proveen y reciben cuidados y quienes los contratan.

Otro de los datos que se comentó fue que el cambio climático influye en el aumento de la demanda de cuidados, ya que exacerba algunos problemas de salud e incrementa vulnerabilidad de ciertos grupos poblacionales.

El 16% del total de las mujeres jóvenes de la región se dedica principalmente al trabajo doméstico y cuidados no remunerados; los sectores productivos vinculados con la economía del cuidado agrupan al 27,4% de las mujeres ocupadas de la región y al 6,0% de los hombres; y que el trabajo de cuidados no remunerado representa entre el 19 y 27% del PIB de los países de la región.

El Documento de Tlatelolco, síntesis de los acuerdos y negociaciones desarrolladas por los países de la región, con la participación de la sociedad civil, deja de manifiesto aspectos importantes en relación al cuidado, se reconoce la labor de quienes lo practican, lo reciben y toman el autocuidado como derechos que deben ser garantizados por los Estados y por todos los actores de la sociedad.

Es decir, se reconoce como un bien común que permite el cambio social y que impulsa a los Estados a dar paso a la igualdad sustantiva y alcanzar la sociedad del cuidado; garantiza el acceso a servicios de salud integrales y el ejercicio pleno de los derechos sexuales y reproductivos; resguarda el aborto seguro y de calidad revisando medidas punitivas impuestas a quienes acceden a este derecho; y propone el desarrollo de políticas de cuidado con enfoque de interseccionalidad e interculturalidad en los países de la región, entre otros puntos importantes.

Hablar de cuidado implica una transformación social. Desarrollar cambios en lo político, cultural, económico y medioambiental, en donde las mujeres y el feminismo son parte fundamental de ese actuar. Las mujeres feministas que nos representan en puestos de poder han sido claves para lograr y avanzar en estos cambios.

Sin embargo, la experiencia nos ha demostrado que sólo con el desarrollo de gobiernos democráticos este cambio es posible. Por esto, hoy trabajamos por una sociedad más justa en la que se amplíen derechos que vayan en beneficio de nuestro país cada vez más envejecido y empobrecido, ese cambio es un trabajo que también asumimos las mujeres organizadas.

Nos falta mucho por caminar, sabemos que queda mucho por recorrer, no olvidamos las injusticias, los feminicidios, las desapariciones de mujeres defensoras de derechos medioambientales, ni la negación a los derechos consagrados en la ley, pero, celebramos los avances y las posibilidades de creer que otra sociedad es posible.

Autora: Yasna Castillo

Encargada de Incidencia Nacional. Observadoras de la Ley de Aborto Chile

Fuente de la información:  https://eldesconcierto.cl

Fotografía: El mostrador

 

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Fortalecer lo común frente a la crisis climática

Por: Educa Oaxaca

Educa Oaxaca

Documental Invitado

Frente a la crisis climática, los pueblos de Oaxaca germinan esperanza y alternativas comunitarias que se tejen en una profunda relación con la madre tierra. El presente documental, titulado “Fortalecer lo común frente a la crisis climática”, forma parte de la campaña “La justicia ambiental no puede esperar“ y muestra una serie de alternativas con las cuales las comunidades enfrentan la emergencia climática.

Entre las alternativas destacan las múltiples formas del cuidado del agua, entre ellas plantas de tratamiento de aguas residuales, así como eco técnicas en el manejo de residuos.

No solo se trata de protestar, sino de accionar”, afirma una protagonista mientras muestra un área reforestado. El medio ambiente “tiene una forma de hablarte, de comunicarte, de decirte. Hay esperanza, hay vida, y no le puedes fallar”, resume la activista en el documental.

Las alternativas al cambio climático se tejen con la organización y fortaleza espiritual de los pueblos, reitera el séptimo documental de la campaña“La justicia ambiental no puede esperar”.

Esta campaña es impulsada por la Red de Defensoras y Defensores Comunitarios de los Pueblos de Oaxaca (REDECOM), Servicios para una Educación Alternativa A. C. EDUCA, el Instituto Superior Intercultural Ayuuk (ISIA) y el Colectivo de Creación Audiovisual REOLOTECA.

La campaña consiste en la difusión de videos educativos cuyo propósito es recuperar y documentar las buenas prácticas que las resistencias comunitarias están implementando para enfrentar el despojo de los bienes naturales, así como del patrimonio material e inmaterial de Oaxaca. Este material es de libre acceso, la finalidad es que se presente en escuelas, instituciones académicas, barrios, comunidades y municipios.

Fuente de la información e imagen:  Educa Oaxaca

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La educación bajo fuego: 10.000 alumnos asesinados, secuestrados o heridos en sólo un año en el mundo

Los ataques contra escuelas se han convertido en una epidemia global que crece a velocidad alarmante. Las cifras más altas de violaciones graves se verificaron en Israel y el Territorio Palestino Ocupado (8554), la República Democrática del Congo (4043), Somalia (2568), Nigeria (2436) y Haití (2269).

 

https://dppa.un.org/es/la-educacion-bajo-fuego-10000-alumnos-asesinados-secuestrados-o-heridos-en-solo-un-ano

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El difícil regreso a clase en el Sur Global: los niños sufren los efectos de los recortes internacionales, las crisis económicas y los desastres

Más de 278 millones de menores de edad en el mundo estarán desescolarizados para 2026 si continúa el déficit de financiación al desarrollo y a las emergencias humanitarias. Los ejemplos de Afganistán, Bangladés, Bolivia y el Sahel ponen rostro a esta tragedia.

 

Ana Puentes

El regreso a clases en los países con crisis humanitarias no ha sido, históricamente, tarea fácil. Pero este 2025 será aún más complejo: a los deberes incumplidos en financiación a la ayuda y en protección a la infancia, se suman los recortes de cooperación internacional, los daños humanos y materiales que dejan múltiples desastres y los golpes de las crisis económicas de los últimos meses.

 

Unicef, en un informe reciente, calcula que seis millones de niños más podrían quedar sin escolarizar a finales de 2026, que se sumarían al total de 272 millones de menores que en estos momentos no tienen acceso a la educación. El mismo documento prevé que la Ayuda Oficial al Desarrollo destinada a la educación se reducirá en 3.200 millones de dólares (2.726 millones de euros), un 24% con respecto a 2023. Las regiones más afectadas serán África Occidental, Central y Norte y Oriente Próximo, donde además confluyen los estragos de la violencia, la pobreza y el cambio climático.

 

El mundo también “suspende” en la financiación de necesidades humanitarias. La ONG Educo alerta, a partir de datos de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), de que el sector de la educación en contextos de emergencias (conocida como EeE), solo ha conseguido 344 millones de dólares con los que apenas cubre un 13,5% de las necesidades educativas identificadas. Aunque la Unión Europea ha sido el principal financiador de EeE (aportando un 43% de los fondos), la salida de EE UU (que financiaba otro 17%) supondrá un duro golpe a las cuentas de la educación.

 

Este es el panorama del regreso a clases en algunos países o regiones de África, Asia y América Latina.

 

El Sahel: acorralado por la violencia y las inundaciones

Los niños de Burkina Faso, Níger y Malí, algunos de los países que conforman la región africana del Sahel, volverán a clase en octubre. Eso, si todo sale bien. Edouard Ndeye, director regional de Educo allí, explica que el inicio de clases puede, en ocasiones, retrasarse a noviembre o diciembre como consecuencia de las inundaciones y la “falta de organización del sistema”. “En los últimos años, hemos sufrido graves inundaciones que han afectado a las clases porque las escuelas se utilizan como refugios para la población afectada o, simplemente, se vuelven inaccesibles”, afirma Ndeye. El año pasado entre junio y septiembre, por ejemplo, las lluvias torrenciales dejaron a su paso cerca de 550 muertos, más de dos millones de damnificados y daños en infraestructuras en Chad, Níger, Nigeria y Malí. Por el desastre, los ministros de Educación de Malí y Níger ordenaron el aplazamiento del inicio de clases a noviembre, retrasando el acceso a la educación a 8,5 millones de niños.

 

Tampoco es sencillo garantizar el acceso o la permanencia en las clases en la región epicentro del terrorismo mundial. La inseguridad en el Sahel Central ha desplazado a más 2,9 millones de personas ―la mitad de ellas son niños― y más de 8.000 escuelas han cerrado, según reportó Oficina de las Naciones Unidas para África Occidental y el Sahel en abril. Burkina Faso era uno de los países más afectados, con 5.000 centros educativos suspendidos y 430.000 alumnos fuera de las aulas. con De acuerdo con Ndeye, también hay un déficit de maestros que no pueden o temen entrar en algunas zonas por la violencia.

 

Y no hay fondos para atender esta crisis. El llamamiento de Unicef para los niños del Sahel Central es de 489,7 millones de dólares, pero a junio la financiación apenas llegaba al 7%. “Hace unos años el Sahel tenía atención internacional. Pero desde que estallaron los conflictos en Ucrania y Gaza, esa atención se quebró”, lamenta Edouard Ndeye, director regional de Educo en el Sahel, donde la ONG tiene presencia en tres países. “Los problemas globales repercuten realmente en nuestra capacidad de intervención como actores internacionales sobre el terreno”, afirma Ndeye.

 

Dos adolescentes estudian por la radio, en Burkina Fasso, como alternativa cuando las clases presenciales no son posibles
@Educo

Bangladés: menos fondos en el segundo país con mayor trabajo infantil

Los recortes a la ayuda internacional han golpeado con fuerza el nuevo curso en Bangladés, que empieza en enero. “Por ejemplo”, dice un informe de Educo, “Unicef se ha visto obligado a cerrar más de 6.400 centros de aprendizaje en los campamentos de Cox’s Bazar [uno de los campos de refugiados más grandes del mundo] lo que deja a unos 300.000 niños refugiados rohingya en riesgo de perder su educación”.

 

Hamid Abdul, director de Educo Bangladés y especialista en el sector de ONG desde hace unos 30 años, advierte de que el cierre de USAID ha supuesto el fin de un centenar de proyectos educativos y problemas operativos para distintas organizaciones que tratan de mantener a flote este derecho en un país sacudido en 2024 por la caída de la primera ministra Sheikh Hasina, que estuvo en el poder por casi 20 años. “El premio Nobel Muhammad Yunus, líder del gobierno provisional, conoce el sector de las ONG y los donantes y ha tratado de recuperar [recursos] y hablar con las agencias”, afirma Abdul, pero reconoce que aún hay incertidumbre.

 

El experto asegura que el coste de la educación ha subido para las familias y que las más pobres se ven obligadas a elegir “entre la supervivencia y la educación”. El coste por estudiante en Primaria subió hasta un 25% y en Secundaria, hasta un 51%, sostiene. Esto es problemático en un país donde la tasa de absentismo ya es alta. Según la más reciente Encuesta Nacional sobre Trabajo Infantil (NCLS) de 2022, el 47% de los niños en el país no asisten a la escuela, que es obligatoria desde 1990. Los que no están en las aulas, están trabajando. En el país, 3,54 millones de niños apoyan económicamente a sus familias.

 

Una niña en el campo de refugiados de Cox’s Bazar aprende a coser.
@Educo

Afganistán: otro curso sin ellas

Este curso en Afganistán, que suele comenzar en marzo, coincidiendo con la primavera y el año nuevo persa, más de 2,2 millones de niñas no han podido ejercer su derecho a la educación por cuenta de las restricciones del régimen talibán, que retornó al poder en 2021 y que prohíbe el acceso a la educación formal a las mujeres a partir de sexto grado. Si las restricciones se mantienen, la cifra subirá a más de cuatro millones de afectadas para el año 2030, según cálculos de Unicef.

 

“Hay pocas esperanzas de que las escuelas vuelvan a abrir”, lamenta Fabio Checcacci, jefe de país en Afganistán de la ONG WeWorld, en una llamada telefónica con este diario. “La mayoría de las niñas [a partir de grado sexto] han recurrido a cursos privados, donde estudian materias como informática, inglés, pintura y costura. Sin embargo, con el endurecimiento de las restricciones, cada vez se ha vuelto más difícil el acceso”, explica Checcacci. Si bien en Afganistán hay alternativas como los cursos privados, las madrasas ―escuelas privadas, ahora con un sello fuertemente religioso―, las escuelas clandestinas, clases virtuales o transmisiones de contenido educativo por televisión estás no son accesibles a toda la población. “Estas opciones funcionan, pero es algo que no todos pueden hacer por falta de dinero o de acceso a internet”, dice Checcacci.

 

«Hay pocas esperanzas de que las escuelas vuelvan a abrir»

Fabio Checcacci, jefe de país en Afganistán de WeWorld

En Afganistán, un 80% de las niñas y mujeres afganas están excluidas de la educación y el trabajo, según el último Índice de Género de Afganistán, publicado por ONU Mujeres. Esto, a su vez, profundiza la brecha de género. Solo el 24% de las mujeres forma parte de la población activa, frente al 89% de los hombres.

 

Para los varones tampoco se vislumbra un futuro mucho mejor. “El sistema para los niños ha continuado bajo nuevos controles ideológicos. Los talibanes han ampliado considerablemente la enseñanza religiosa y han reformado el plan de estudios: se han eliminado materias seculares como los derechos humanos, la igualdad y el pluralismo, y ahora la enseñanza hace hincapié en contenidos religiosos alineados con la ideología talibán. En las escuelas y universidades que permanecen abiertas a los estudiantes varones, se aplica una disciplina estricta”, detalla Checcacci.

 

Este curso, además, se ha enfrentado al retorno masivo de refugiados afganos desde países como Pakistán e Irán. Desde septiembre de 2023, más de cuatro millones de afganos han regresado y, de estos, 1,5 millones lo han hecho en 2025, presionados por la decisión de Pakistán de no extender la estadía de refugiados. Esto supone una presión en el sistema educativo. “Muchas comunidades ya se enfrentan a aulas abarrotadas, falta de profesores y materiales didácticos limitados”, sostiene el director de WeWorld en Afganistán.

 

Adicionalmente, el terremoto que sacudió la provincia de Kunar el 31 de agosto, no solo dejó un saldo de 2.200 muertos, sino daños en al menos 40 escuelas de la zona.

 

Bolivia: el sarampión y los incendios regresan a los niños a la virtualidad

En Bolivia, la crisis económica, un brote de sarampión y los incendios han puesto en aprietos la educación de niños y adolescentes y auguran regresos a clases cada vez más difíciles. Desde 2023, el país está sumido en una crisis cambiaria y problemas en la industria petrolera que han llevado la economía al límite con una inflación acumulada de más del 17%, según el dato más reciente del Banco Central de Bolivia. Viviana Farfán, directora de Educo Bolivia, explica que algunos niños y adolescentes se han visto obligados a abandonar la escuela para trabajar y ayudar a la economía familiar. Oficialmente, el Ministerio de Educación reporta un abandono escolar del 2,83% con corte a 2023; sin embargo, Farfán sostiene que la cifra ha incrementado.

 

 

Una niña asiste a su clase de dibujo en Bolivia.
@Educo

El otro gran dolor de cabeza para la educación escolar es el sarampión que, según Farfán, ha aumentado como consecuencia de la reticencia de las familias a completar los esquemas de vacunación de los pequeños. En junio, el Gobierno declaró la emergencia sanitaria nacional por el incremento de casos. A agosto, se registraban 254 casos activos en el país; de estos, el 85% se han diagnosticado en niños y jóvenes entre los 1 y 19 años. Si un distrito educativo detecta una subida de contagios, puede pedir suspensión de clases presenciales y enviar a los alumnos a la virtualidad. “Esto es un problema en un país en el que no todos tienen celulares o tablets. Muchos tampoco tienen el dinero para pagar los créditos de megas. Eso limita sus posibilidades de acceder a la educación”, afirma Farfán.

 

Para rematar, los incendios en el país suramericano también han llevado a la cancelación de las clases presenciales. En 2024, el país vivió una serie de incendios forestales que arrasaron con 12,6 millones de hectáreas, según datos de la Fundación Tierra. Solo en agosto de 2025, el Gobierno confirmó más de 700 focos de calor activos. “Aunque las quemas ocurren lejos de las ciudades grandes, el humo llega hasta las ciudades, afectando la calidad del aire. En algunos casos, se han cerrado escuelas y aparece el mismo problema de las clases virtuales”, agrega Farfán.

 

https://elpais.com/planeta-futuro/2025-09-08/el-dificil-regreso-a-clase-en-el-sur-global-los-ninos-sufren-los-efectos-de-los-recortes-internacionales-las-crisis-economicas-y-los-desastres.html

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La educación en Paraguay: Un instrumento para sostener la mediocridad

Por: Cira Novara

Parte 1

Desde hace varios años, vengo trabajando como educadora popular en barrios bañadenses de Paraguay. Es un arte y compromiso que día a día me desafía para pensar por qué niñas y niños de diversas edades no leen y escriben y, sin embargo, al conversar con ell@s una percibe su inteligencia, puesta en el conocimiento de diversos temas, en las indagaciones que realizan, las preguntas que plantean, los relatos que comparten. En fin, en varias experiencias que hacen pensar qué está pasando que el sistema educativo paraguayo les condena a no poder leer y escribir siendo niñeces con capacidades diversas, ávidas de aprender, descubrir y plantear propuestas.

Una primera aproximación a esta problemática

Cada niña/o es un mundo con historias, relaciones y experiencias diversas. Muchas de estas vivencias, incluso desde el vientre materno, están relacionadas a situaciones de violencias que, principalmente, tienen que ver con el abandono en el que los sucesivos gobiernos sumergen a las familias trabajadoras. Sin entrar en detalles al respecto, es sabido que la inexistencia de políticas públicas relacionadas con el trabajo digno, el acceso a tierra y vivienda, salud, protección social y otros, afecta y va deteriorando la calidad de vida de las familias trabajadoras y más aún a aquellas que son cuentapropistas, a quienes el sistema las margina con más fuerza.

Esta situación de marginación de parte del sistema económico impuesto en el país lleva a muchas personas a desarrollar experiencias de sobrevivencia que, en algunos casos, no precisamente son las más adecuadas y éticas, si podemos usar este concepto en Paraguay, donde la corrupción es parte del «modelo de vida» que se impone desde el ejemplo de las autoridades de los sucesivos gobiernos.

Por lo tanto, las niñeces que vivencian estas experiencias violentas desarrollan miedos, inseguridades y frustraciones que repercuten negativamente en su desarrollo psicológico, emocional y social, teniendo en muchos casos consecuencias negativas en su proceso de aprendizaje.

En este sentido, Vygotsky (psicólogo, nacido en la Unión Soviética; 1896-1934) plantea la influencia que posee el contexto social y cultural en el aprendizaje. Los niños y niñas desarrollan su aprendizaje mediante la interacción social, donde van adquiriendo nuevas habilidades cognoscitivas como proceso lógico de su inmersión a un modo de vida.

Entonces, ante esto, surge la pregunta: ¿el sistema educativo paraguayo atiende o tiene en cuenta las realidades en las que viven los niños y las niñas tanto del campo como en las ciudades y, sobre todo, en los barrios donde la marginación se vivencia con más fuerza?

La respuesta es clara: No. Nuestro sistema educativo es cómplice del proceso de marginación en que se encuentran niños y niñas en el país y lo profundiza, ya que no se plantean verdaderas propuestas que transformen esta realidad. Por lo tanto, existe una niñez que, incluso cursando grados escolares superiores, no solo no desarrolla la lectoescritura, sino que tampoco desarrolla capacidades de análisis crítico, de solución de conflictos, de creatividad, de relacionamiento solidario y desempeño ético para una vida plena.

¿Qué hacer ante esto?

En mi experiencia de educadora popular, con un apoyo sostenido, con experiencias creativas y trabajando fuertemente la autovaloración, desde un enfoque basado en las realidades e intereses de niñas y niños, se construyen procesos de desarrollo no solo de lectoescritura, sino en el que también afloran las capacidades latentes y el pensamiento crítico que tanto ayudan a la liberación y transformación del ser de las niñeces.

Parte 2

Según datos oficiales, en los resultados de las pruebas PISA 2022 se revela que 7 de cada 10 estudiantes paraguayos de 15 años están por debajo del nivel mínimo de comprensión lectora. Y en las comunidades indígenas, el 33,4% de la población es analfabeta (EPH, 2017).

Estos alarmantes datos exigen un análisis profundo de las causas multifactoriales históricas y contextuales que determinan estos nefastos resultados.

¿Qué se plantea ante esta realidad? Un análisis breve sobre la respuesta del MEC

Ante la gravedad de la situación educativa paraguaya, en que las niñas y los niños no desarrollan la lectoescritura y la comprensión lectora, el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) plantea el programa de lectura, escritura y oralidad denominado Ñe’êry, el cual será analizado brevemente en este artículo, con la intención de brindar algunos elementos de manera que los lectores y las lectoras puedan seguir, posteriormente, profundizando en el estudio ya que la crisis educativa actual así lo amerita.

Se parte del análisis del concepto principal sobre la lectura, expresado en el marco conceptual de dicho programa, donde se plantea “…que la lectura es un acto «global» e «ideo-visual» donde lo fundamental es reconocer globalmente las palabras u oraciones, para luego analizar las partes que las componen” (Quintero Gallego, 1985). Esta definición posteriormente es complementada con las de otros autores.

Si bien el “acto de reconocer palabras y oraciones” es una parte del proceso de lectoescritura, no se centra en esto su desarrollo. Por lo que si así se plantea en el programa Ñe’êry, se deduce que el mismo se enmarca en la línea mecanicista o positivista. Por lo tanto, se asume desde el programa que el desarrollo de la lectura es una acción mecánica en la que prácticamente no intervienen los hechos, vivencias, experiencias e historias socioculturales de las personas y comunidades. Se asume que la lectura implica reconocer símbolos, posibilitando construir sentidos, lo cual es un hecho meramente cognitivo que posteriormente posibilita al lector/a construir pensamiento y/o conductas.

Sobre la escritura el programa no profundiza, salvo por una simplista y muy limitada mención a la autora argentina Emilia Ferreiro. Por lo que con esta escasez de análisis teórico y centrado en planteamientos positivistas, se evidencia que el programa Ñe’êry sigue la misma línea que el enfoque de la educación paraguaya. Incluso, con características más burdas y de una pobreza y escasa profundidad sobre el mismo modelo positivista.

Construir un programa con estas características, “sobre las rodillas”, como diría el recordado maestro Ubaldo Chamorro (paraguayo, doctor en Educación; 1945-2004) constituye una absoluta violación a los derechos de niñas, niños y educadores/as, un acto de irresponsabilidad y descreimiento evidenciado en lo superficial del análisis y de la construcción de propuestas, lo que se refuerza al mencionar en la bibliografía al educador Paulo Freire, cuyas enseñanzas no son abordadas, desarrolladas o incorporadas como sustento teórico del programa.

Tras la lectura del programa surgen algunas someras interrogantes:

  • ¿Se construyeron y están en funcionamiento las 14 mil bibliotecas equipadas que fueron previstas en el programa Ñe’êry para 2023–2025?
  • Se plantea, además, la entrega de cuadernillos a estudiantes. Estos cuadernillos, ¿son instrumentos adecuados para el desarrollo de la lectoescritura? ¿Responden a los intereses, necesidades, experiencias de niñas y niños y a los contextos socioculturales de cada zona, comunidad o región?
  • Al plantear la capacitación docente en metodologías y estrategias innovadoras de lectura, escritura y oralidad, ¿cuánto tiempo durará la capacitación para cada grupo? Ya que la misma se realizará en cascadas. ¿Las evaluaciones de la ejecución del programa fueron realizadas, analizadas y difundidas?
  • ¿Se realizaron y difundieron las investigaciones sobre lectura, escritura y oralidad previstas en el programa?
  • ¿Es posible la sostenibilidad del programa sin financiamiento adecuado, sin acompañamiento profesional, sin debates, análisis y evaluaciones continuas y participativas que orienten los cambios en el proceso?

Parte 3

¿Qué se plantea desde un análisis crítico de la realidad?

Esta parte del análisis se fundamenta en los planteamientos de Vygotsky, desarrollados por Valery (2000), quien destaca que el aprendizaje de la lengua escrita se desarrolla en la participación de procesos de socialización específicos y exige un trabajo consciente y analítico, por ello Vygotsky considera que aun en su desarrollo mínimo, el lenguaje escrito requiere de un alto nivel de abstracción.

El lenguaje escrito “tiene un origen y naturaleza en lo social, lo cual significa que la lengua escrita es producto de una sociedad y expresión de una cultura en un momento histórico determinado”, lo que construye la psiquis de los seres humanos y su representación del mundo. Con esto, las personas, consciente o inconscientemente, se apropian del resultado de la evolución histórica y se produce la comunicación de las ideas, sentimientos y emociones.

Por lo tanto, para Vygotsky, “la adquisición de la lengua escrita modifica la estructura de los procesos cognitivos, llevando a los seres humanos del razonamiento práctico-situacional hacia el pensamiento teórico-conceptual y narrativo, lo que implica la aparición de nuevas y más elevadas formas de pensamiento”.

“La escritura es un proceso dialéctico, ya que el avance en la adquisición de la misma implicaría el avance en la adquisición de la lectura, en el lenguaje oral y por ende el enriquecimiento del lenguaje interior; lo que significaría, en definitiva, un avance en el desarrollo de la consciencia del ser humano”.

El proceso de escritura y lectura implica una construcción, apropiación, análisis histórico y contextual que posibilita leer la realidad, comprenderla desde las vivencias personales e interacciones sociales, para ser plasmadas en los escritos y poder comunicarlas a los demás.

Por lo tanto, la tarea de las y los docentes no constituye una acción técnica de aplicación de cuadernillos, sino de poder crear las condiciones sociohistóricas, de relacionamiento intersubjetivo para un diálogo creativo con niñas y niños que permita confrontar ideas, compartir vivencias y experiencias que desarrollen el lenguaje interior, que les permita entender su mundo, el mundo, desde la estructura mental en proceso de desarrollo y puedan sentirse motivadas/os para escribir, leer y comunicar.

La escritura, lectura y la oralidad no son procesos mecánicos, ahistóricos, descontextualizados, y sobre esto no solo Vygotsky ha escrito, también se precisan estudiar los aportes desde la pedagogía crítica y de las culturas indígenas orales (y las que desarrollaron escrituras), ya que las mismas encierran cientos de años de sabiduría que la propuesta del programa Ñe’êry desconoce, intencional y perversamente, dando más sombras que luces a la crítica problemática educativa. 


Bibliografía consultada

Ministerio de Educación y Ciencias [MEC]. Programa de lectura, escritura y oralidad Ñe’êry 2023. Disponible en https://www.mec.gov.py/cms_v2/adjuntos/20450?1701128957

Valery, O. (2000). Reflexiones sobre la escritura a partir de Vygotsky. Educere (3), 9. 38-43. Universidad de los Andes, Mérida.

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