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Paraguayos rechazan contrato Banco Mundial-reforma educativa 2030

América del sur/Paraguay/06 Diciembre 2018/Fuente: Prensa Latina

El rechazo rotundo de más de 20 organizaciones al acuerdo entre el Ministerio de Hacienda y el Banco Mundial (BM) de cara al proyecto de reforma educativa 2030, matiza hoy el panorama del sector que pide su rescisión.
Líderes de entidades religiosas, docentes, estudiantes, académicos de universidades públicas y de la Universidad Católica así como sindicatos de docentes y funcionarios del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), rechazaron el tratado al que le auguran un fracaso total.

Según se pudo conocer, todos ellos criticaron fuertemente al MEC por su postura improvisada en la audiencia pública celebrada la víspera en la biblioteca del Congreso Nacional.

La mayoría consideró que la reforma de la década de los años 90, asesorada por el BM, resultó un fracaso.

Por esa razón -dijeron las fuentes-, todas las organizaciones presentes en el Congreso y en particular los docentes y funcionarios del MEC, pidieron igualmente que sea la cartera educativa la que encabece el proyecto de reforma 2030.

En ese sentido, también indicaron que ni la Unidad Ejecutora (UEPP), ni el consejo del Fondo de Excelencia para la Educación y la Investigación (FEEI), con fuerte influencia del sector privado, encabecen esta iniciativa.

Un millón de dólares le costará al Estado paraguayo el acuerdo con la entidad bancaria que elegirá asesores, sin recursos y ‘proyectará un programa mercantil de la educación’, aseguraron los conocedores

El acuerdo entre el Hacienda y el BM fue firmado en noviembre del año pasado, acto al que no fue invitado el MEC, que no tuvo participación alguna en la elaboración de ese documento.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=233298&SEO=paraguayos-rechazan-contrato-banco-mundial-reforma-educativa-2030
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Francia acaba con la universidad gratuita para los extranjeros

Europa/Francia/06 Diciembre 2018/Fuente: rfi

Cientos de estudiantes extranjeros y franceses se movilizan contra el tarifazo de la matrícula universitaria a partir de septiembre de 2019. La medida solo afectará a estudiantes extranjeros.

“Estaba súper asustada”. María del Mar es una estudiante colombiana en París. Y cuando se enteró del anuncio del primer ministro francés sobre el aumento de la matrícula, pensó que no podría continuar sus estudios en Francia.

Actualmente, inscribirse en una universidad francesa cuesta solo 170 euros por año, sea europeo o extranjero. A partir de septiembre de 2019, la matrícula costará 2.770 euros anuales para la licenciatura, y 3.770 anuales en maestría o doctorado.

La medida no se aplicará a los estudiantes en curso de estudios en Francia, pero sí afectará a los que se inscriben en una formación nueva.

Simplificación de los trámites

Con más de 300.000 estudiantes al año, Francia se ubica en el cuarto lugar de los países con más estudiantes internacionales. Pero está perdiendo terreno frente a países emergentes. El 19 de noviembre, el primer ministro francés anunció un plan llamado Bienvenido a Francia. El objetivo es recibir a medio millón de estudiantes extranjeros en los próximos años.

A partir de septiembre de 2019, la solicitud de visas para estudiantes extranjeros será simplificada. Los estudiantes que cuentan con un máster en Francia podrá, además, obtener documentos más fácilmente si quieren abrir una empresa. Y habrá más becas para estudiantes extranjeros.

Adaptarse a la «competencia internacional»

En contraste con estas medidas, Francia pondrá fin a la gratuidad de la enseñanza para estudiantes extranjeros. Se trata de una medida de “equidad financiera”, justificó el primer ministro francés Edouard Philippe.

«Actualmente, Francia es uno de los países del mundo donde los derechos de inscripción para estudiantes internacionales son los más baratos, son casi inexistentes. Para resumir, un estudiante extranjero de familia adinerada paga lo mismo que un estudiante francés de familia modesta que paga sus impuestos en Francia. Es absurdo e injusto. Y la consecuencia de esto es una falta de medios para recibir a estudiantes extranjeros. Hemos decidido que los estudiantes extra europeos pagarán matrículas que corresponderán al tercio del costo real de su formación«, declaró Philippe el 19 de noviembre.

Descontento estudiantil

RFI acudió a la primera movilización estudiantil contra esta medida, en la prestigiosa Escuela normal superior de París.

Cientos de estudiantes extranjeros se reunieron para expresar su inquietud sobre esta medida. Hablamos con uno de los estudiantes que convocó a este acto, José María Becerril, es mexicano y estudia antropología en la Escuela Normal Superior.

“Aunque la educación no sea cara en Francia, París es una de las ciudades más cara del mundo. Si hacemos la cuenta entre colegiatura y gastos, son 17.000 euros al año, necesitas ser parte de las clases más altas de tu país para pagarlo. Es una medida en la algo que nosotros considerábamos un bien público, un derecho, ahora se vuelve un objeto de consumo”, lamenta el estudiante.

Competencia de países emergentes

Ese día en el anfiteatro tomó la palabra también el senador comunista Pierre Ouzoulias, vice presidente de la Comisión cultura del Senado: “Esta medida es una estupidez económica. Hoy hay países como Arabia Saudita, Alemania o Turquía que invierten en el sector del conocimiento para atraer a estudiantes extranjeros no aumentando las matriculas sino, al contrario, ofreciéndoles becas. Imagínense un estudiante del Magreb que estudia en Francia y que el año próximo tendrá que pagar 7000 euros mientras que Arabia Saudita le ofrece pagarle 1000 euros mensuales, ¿a dónde cree que irá? ¡No a la Sorbona!”, dijo, indignado.

“En un mundo en el que todo se convierte en mercancía, me parece terrible que el gobierno convierta el saber y el conocimiento en mercancías”, critica el senador, que anticipa un efecto contraproducente de la medida.

La alternativa: endeudarse

Los estudiantes más modestos, como este estudiante en ingeniería, oriundo de China, tendrá que pagar casi 4000 euros si se inscribe en un master el año próximo, un costo que no había contemplado: «En el cuarto año de estudios en la escuela politécnica francesa donde yo estudio, hacemos un doble diploma, hay una gran proporción de estudiantes extranjeros que se inscriben en doctorado, entonces nos concierne directamente. Muy probablemente me van a proponer un crédito. Nos proponen créditos sin intereses porque saben que vamos a ganar muy bien, pero quedaremos endeudados por varios años. ¡Es injusto!”, estima el estudiante, que prefiere no dar su nombre, pero se dice dispuesto a luchar contra el alza de la matrícula.

Más asiáticos y menos africanos

Los más impactados por un eventual aumento de la matrícula en Francia serán los estudiantes africanos. Casi la mitad de los estudiantes extranjeros provienen de África francófona, de las ex colonias.

El gobierno de Macaron busca, al contrario, seducir a estudiantes más adinerados de países anglófonos y de Asia. Una medida calificada de discriminatoria por el principal sindicato estudiantil francés, UNEF.  «Los estudiantes extranjeros ya están excluidos del sistema de becas francés actualmente. En lugar de duplicar las becas a estudiantes extranjeros, el gobierno debería darles el acceso a las becas francesas. Lo que denunciamos es esta distinción según la nacionalidad. Franceses o no, somos los mismos estudiantes, debemos tener los mismos derechos”, exige Lilâ Le Bas, presidenta de la UNEF, sindicato que llamó a manifestar el 1ro de diciembre contra el proyecto del gobierno.

Estudiantes y precarios

“Sabemos que hoy los estudiantes extranjeros son muy precarios. Para llegar a Francia, los extranjeros deben probar que tienen 7000 euros en su cuenta bancaria, tiene que pagar el boleto de avión, encontrar una vivienda. Y además hay restricciones en términos de horas laborales para los estudiantes extranjeros que quieren trabajar en Francia durante sus estudios. Es hipócrita decir que el alza del precio de las matriculas será compensado por la duplicación del número de becas”, explica Lilâ le Bas.

Los principales sindicatos estudiantiles así como organizaciones de estudiantes extranjeros en Francia se movilizan estos días contra el alza de la matrícula en Francia. Por su parte, el principal sindicato de maestros teme que este proyecto sea un preludio a un aumento generalizado de la matrícula para los franceses.

Fuente: http://es.rfi.fr/africa/20181204-francia-aumentara-drasticamente-la-matricula-universitaria-para-extranjeros

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Unicef: el 48 por ciento de los niños argentinos son pobres

América del sur/Argentina/06 Diciembre 2018/Fuente: Prensa Latina

Un estudio del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) reveló aquí que el 48 por ciento de los niños y adolescentes en Argentina son pobres, de ellos el 20 por ciento viven en condiciones »severas».
En el informe difundido por Unicef Argentina, que mide la pobreza multidimensional, toma en cuenta varios patrones, desde una vivienda adecuada hasta la escolaridad, y se precisa que hay una gran cantidad de menores de edad de entre siete y 17 años que nunca han ido a la escuela.

Para elaborar el estudio, ese ente de la ONU contó con investigadores del Instituto de Estudios Laborales y del Desarrollo Económico de la Universidad de Salta, la Universidad Nacional General Sarmiento y la organización Equidad para la Infancia.

Los especialistas se apoyaron en la última información oficial disponible correspondiente al primer semestre del año 2018, de la Encuesta Permanente de Hogares del Instituto Nacional de Estadística y Censos y concluyeron que midiendo la pobreza multidimensional el 48 por ciento de niñas y niños son pobres desde una perspectiva no monetaria (6,3 millones).

Este análisis toma en cuenta distintas dimensiones que vulneran los derechos en la infancia y adolescencia y determinan situaciones de pobreza: educación, protección social, vivienda adecuada, saneamiento básico, acceso al agua segura y un hábitat seguro, precisa la fuente.

Los datos revelan que la pobreza entre los menores se sitúa 10 puntos por encima de la población en general (38 por ciento).

Estos valores son aún más altos en aquellos hogares donde el jefe o jefa tienen bajos niveles educativos y empleos informales, o se encuentra desempleado, alerta el informe.

‘La pobreza tiene cara de niño y de niña’, afirmó Sebastián Waisgrais, Especialista en Inclusión Social de Unicef Argentina.

El experto precisó que si bien los niveles de pobreza son muy altos, se observa una caída de todos los indicadores monetarios y no monetarios entre 2006 y 2018 aunque los datos primer semestre del año en curso ‘no están captando los efectos de la actual situación macroeconómica y fiscal’.

Según el revelamiento, al medir la pobreza montearia se refleja que el 27 por ciento del total de la población vive en situación de pobreza (12 millones), el 4,9 en una situación de pobreza extrema, el 42 de niños y adolescentes vive en situación de pobreza (5,5 millones) y el ocho por ciento de la población infantil vive en situación de pobreza extrema.

El estudio recomendó para alcanzar la primera meta de los de los Objetivos de Desarrollo Sostenible: ‘reducir al menos a la mitad la proporción de hombres, mujeres, niñas y niños de todas las edades que viven en pobreza en todas sus dimensiones, con arreglo a las definiciones nacionales’.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=234283&SEO=unicef-el-48-por-ciento-de-los-ninos-argentinos-son-pobres
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“Los profesores quieren ser inclusivos, pero necesitan apoyos”. Entrevista a Gordon Porter. Director de Inclusive Education Canada

Entrevista/06 Diciembre 2018/Autor: Daniel Sánchez Caballero/Fuente: el diario la educación

Gordon Porter viene de Nueva Escocia (Canadá). Allí eliminaron los centros de educación especial en los 80. Practican inclusión educativa desde entonces, sin graves problemas, dice.

Gordon Porter es curioso, muy curioso. Este canadiense, director de Inclusive Education Canada y una de las principales voces en el mundo cuando se trata de hablar de la inclusión educativa, quiere saberlo todo del funcionamiento del sistema escolar en España y de otras cuestiones, como la economía o la crisis de la construcción.

También es difuso: tiene ejemplos para todas las situaciones que describe, que le llevan a hilar temas y acabar hablando de algo poco relacionado con lo que se le ha preguntado. La conversación vuela, sin embargo, y aunque se desvíe siempre ronda la educación inclusiva. Porter ha pasado por Madrid invitado por la Fundación Once para dar una conferencia durante el IV Congreso Universidad y Discapacidad para explicar cómo en Nueva Escocia, la región canadiense donde vive y de la que es asesor del Ministerio de Educación, se suprimieron todos los colegios de educación especial y se practica (con éxito) una inclusividad total.

Empiezo devolviéndole la pregunta que lanzó durante su intervención: ¿Cuál es el principal ingrediente para lograr una buena inclusión educativa?

La razón por la que la inclusión es importante es porque significa que los jóvenes que habitualmente son segregados y no tienen relaciones con otros chicos es que con inclusión son capaces de juntarse. Eso es bueno para los chicos con discapacidades, porque los otros ven que hay una persona más allá de una discapacidad que no te define, como una silla de ruedas o un lenguaje limitado. Eres una persona real, con tu personalidad. Y solo estando juntos en la escuela durante mucho tiempo este entendimiento se consolida. Es importante para los chicos típicos saber esto, que son personas reales, diferentes y que no deben pensar en la negatividad. Es importante también para los chicos con discapacidad porque pueden estar con los otros. El elemento clave, por tanto, es que pasas cientos de horas con chicos que no tienen discapacidades y aprenden de ellos: habilidades sociales, de comunicación, de comportamiento. Desarrollan su lenguaje, se preocupan por cómo visten o por cómo se comportan. La inclusión hace esto posible. También puede haber buenos profesores, pero el aspecto fundamental y profundo es que los chicos que normalmente son segregados se incluyen, son parte del todo y no periféricos a sus grupos sociales.

En su estado no tienen colegios especiales desde los 80 y el sistema funciona y el mundo no ha colapsado.

De hecho, es un sitio muy conservador. La inclusión no es una idea radical, es conservadora porque se basa en que tienes familias con hijos con discapacidades. Y las familias se ocupan de ellos, viven en comunidad, van al colegio. ¿Qué otra cosa iban a hacer? Es muy conservador, lo que ocurre es que a veces creamos otras realidades en las que la gente se inventa razones para vivir. Si retrocedes a los años 30 se decía que estos chicos están averiados, incluso en los 90 me lo comentaban. Hubo un tiempo en el que simplemente mandábamos a los chicos a estos centros. Eran como almacenes para estas personas. Así que lo paramos en los 50. Pero durante un tiempo creímos que los colegios especiales eran el único lugar. Pero después ya vimos que si quieres mantener a los chicos con sus familias y van a ir al colegio, tienen que ir a colegios ordinarios. Y si tienes a chicos que van a colegios especiales tienes que ver si van a colegios que estén cerca de su casa o van lejos de sus hermanos y amigos. En las ciudades grandes el patrón es que los centros de tu área igual no se hagan cargo de tu hijo si tiene una discapacidad severa y te manden a un centro que esté lejos. El problema con eso es que estos chicos nunca verán a sus vecinos y crean relaciones con gente a la que no van a volver a ver durante el día. Luego vuelves a tu barrio y no eres parte del grupo de personas de tu edad, no conoces a nadie. No tiene sentido esta escolarización. El beneficio de la inclusión es que vas al colegio con otros chicos de tu entorno.

En España se abren cada vez más clases específicas dentro de colegios ordinarios. ¿Qué le parecen?

Son mejores que los colegios especiales, sobre todo si están en el barrio. Pero mi experiencia es que no son necesarias, que pueden pasar la mayoría del tiempo en el ambiente común de aprendizaje (es el término que utilizamos, en inglés: common learning environment). Es un espacio que comparte el alumnado, con o sin discapacidad. La mayoría, si sus profesores les apoyan, no necesitan pasar tiempo en una clase especial. Quizá algo, pero no mucho. La clave es asegurarse de que se hace porque el chico lo necesita, no porque lo necesita el profesor, porque habitualmente se hace esto porque es más fácil. Tengas problemas de aprendizaje, de conducta o una discapacidad, si el colegio facilita la labor para el profesor porque tiene alumnos disruptivos por su conducta lo están haciendo por el profesor, no por los alumnos. Lo más probable es que acaben diez chicos con problemas de conducta en la misma clase, con un profesor o dos. ¿Y qué va a pasar? Van a aprender los malos hábitos unos de otros. Los profesores saben que no es lo correcto. Los profesores quieren ser inclusivos, pero necesitan apoyo.

Uno de los elementos críticos para la inclusión es llegar al punto en el que los padres entiendan y crean que los colegios ordinarios pueden educar a sus hijos perfectamente en vez de decir que no pueden, no saben. Hay que superar eso; hasta entonces muchas familias no creerán que la inclusión puede funcionar. En algunas grandes ciudades el sistema es tan rígido que la mayoría de familias creen que la inclusión no funcionará. Quienes quieren inclusión, la tendrán. Los que no estén seguros, probablemente serán manipulados por las autoridades escolares y no les darán razones para ser optimistas y aceptarán la vía especial.

En España uno de los argumentos más habituales de las familias es la libertad de elección. “Quiero que mi hijo vaya a un colegio de educación especial”. Porque así se lo han contado. ¿Deberían ser obligados a ir a un colegio ordinario para avanzar hacia la inclusión?

Es mejor pasar por un periodo de transición. Puede que acabes llegando ahí, pero creo que es duro. Sería mejor si hubiera colegios más receptivos, con más capacidades. Sería bueno crear confianza en los colegios ordinarios, enseñar que se puede hacer, pero que es necesaria cierta confianza de las familias. Es un proceso.

¿Pero no es lo que hicieron ustedes?

Hay que ser muy audaz para moverse en esa dirección. Nosotros no dijimos: “A ver cómo va”. Explicamos que ese era el objetivo y que para lograrlo y que familias y docentes vieran que era buena idea necesitábamos unos cuantos colegios que lo pudieran hacer y lo hicieran con éxito. Explicárselo a otros centros, instruir a los directores y prepararles para eso. Formar a los maestros. Traer a las familias y juntarlas con otras de niños con discapacidad para que vean que funciona. Tienes que crear conocimiento y confianza. Conocimiento para hacerlo bien y confianza en que las familias y los profesores confiarán en ti. El problema es que muchas administraciones no pueden hacer ni una ni otra. Los burócratas equidistantes (un poco de esto, un poco de aquello, segregación para unos, inclusión para otros) no son capaces de hacerlo. Nuestra región no es especialmente rica dentro de Canadá, pero sí lo es comparada con muchos países. No podríamos haber hecho esto si no dedicáramos todo el dinero a la inclusión. Tienes colegios ordinarios y colegios especiales. Nadie tiene dinero para financiar ambos. Nadie. Así que cogimos todo el dinero de un sitio y lo pusimos en el otro. Cuando lo haces te das fortaleza y la capacidad de sacarlo adelante. No es perfecto, habrá problemas, a veces serios, pero si divides tu dinero nunca podrás realizar la inclusión adecuadamente, según mi experiencia. El problema con los países que no tienen líderes audaces es que tratarán de hacer ambas cosas, pero no puedes tener colegios inclusivos manteniendo a largo plazo la opción de la segregación. La segregación no es buena. Aproximarse a la inclusión es como ponerse el cinturón en un coche o el avión o las campañas antitabaco. Empiezas diciéndolo. “Es bueno para ti”. Pero acabas eliminando la opción. Con el tema de fumar en Canadá primero la gente fumaba en la puerta de los edificios. Ahora hay ciudades donde no se puede fumar en ninguna. Así que gradualmente se va en la dirección que marca la ciencia y la investigación.

Y la ley.

Esa es la otra. La ley en la mayoría de los países que he visto dicen que van a practicar la inclusión. España firmó la Convención Internacional de Derechos de Personas con Discapacidad. ¿Se la toman en serio? No. La mayoría de los países no lo son. Y lo explican bajo el argumento de la libertad de elección. Llaman a la exclusión inclusión. En Alemania lo especificaron: los colegios especiales son parte del sistema de inclusividad porque dan la oportunidad de educarse a todos. Todo es inclusividad, todo el mundo lo es.

En España últimamente los avances vienen de mano de los jueces, que vienen dando la razón a veces a familias que exigen que sus hijos sean escolarizados en centros ordinarios contra el criterio de la Administración educativa, que había optado por mandarlos a colegios especiales.

Lo siguiente es que eso sea sistémico. En vez de hacerlo caso a caso, alguien tiene que darse cuenta de lo que dice la ley y hacerlo para todos.

¿El dinero lo es todo en la inclusión?

En un sentido estricto, no. Te puedes encontrar colegios sin apenas dinero donde se practica la inclusión. Puede que no sean colegios estupendos, pero los chicos están incluidos. La inclusión es que los niños vayan al colegio que les toque. Uno puede ser mejor, otro tener mejor patio, otro tener más personal de apoyo. Pero la esencia de la inclusión es pasar cinco horas al día, cinco días a la semana, año tras año, con chicos de tu edad y tu entorno. Este es el elemento más importante. No es tener una clase de 15 en vez de 50. No es que todos tengan una tablet. Esto ayuda, sí. Pero la esencia es que se te incluya en tu colegio, sea cual sea su realidad. Si los de 12 años van a un colegio determinado, lo importante es ir a ese. Ser inclusivo es un estado mental, una cultura. La especificidad de cómo la practicas probablemente traspase barreras. Los principios de una buena enseñanza son los mismos y practicando se puede mejorar la inclusión, lo importante es estar con tus pares y aprender de ellos.

En España —supongo que en Canadá es igual— según subes en el sistema educativo se encuentra a menos gente con discapacidad. ¿Tienen datos de cómo ha funcionado la inclusión total que practican en su estado? ¿Han mejorado las cifras de personas con discapacidad en los niveles educativos más altos?

Prácticamente todo el mundo se queda en el colegio hasta que acaban el instituto. Tienen que ir hasta los 18 obligatoriamente y los chicos con discapacidad hasta los 21. Y todos obtienen el mismo título a priori. Si una empresa quiere conocer los detalles tienen que ir al detalle en el colegio. Obviamente para ciertos trabajos muy técnicos o complejos queremos profesionales con competencias, pero hay maneras de hacer adaptaciones en muchas áreas de la vida, del trabajo. Las personas con discapacidad están en el sistema educativo público y en los últimos años, en muchos institutos, les buscan posibilidades para hacer luego, por severa que sea la discapacidad.

Ha mencionado antes que en muchos colegios se hace una aproximación clínica a los chicos con discapacidad en vez de educativa. ¿Cómo se puede cambiar?

Lo primero es ser consciente de que los niños aprenden de los profesores. Los profesionales como psicólogos, etc. deben hablar con los profesores, pero no ocupar su lugar. Hay que tener fe en que los profesores pueden hacerlo. El segundo factor es que estos expertos siempre escasean. En mi estado, si dependes del psicólogo escolar puedes estar meses esperando a que el experto lo vea. ¿Y qué hacen cuando evalúan al niño? Presentan un informe al profesor y se van con el siguiente niño. El profesor tiene que lidiar con ese informe, que puede no entender del todo o, incluso, ni siquiera significa nada. Y el profesor debe incluir estas ideas en su práctica diaria sin apoyo. La gente necesita apoyo para cambiar su manera de trabajar. Con los profesores ocurre en ocasiones que no se entiende que has de enseñarles si quieres que hagan algo nuevo. Ocurre con los mejores atletas del mundo. En el fútbol americano cada posición en el campo tiene un entrenador. Hay decenas de entrenadores en el equipo. A Messi alguien le entrena. Le dice: “Esto no lo estás haciendo bien, necesitas cambiarlo”. Pero nosotros ponemos a un profesor delante de 25 chicos, cada uno diferente del otro, y asumimos que pueden hacerlo todo bien, sin entrenarlos ni apoyarlos. Y metemos también chicos con necesidades especiales, pero creemos que no necesitan ayuda. No es realista. Es hora de ser lo suficientemente inteligentes para saber que si queremos mejorar los colegios necesitamos apoyar a los profesores, entender que no aprendieron todo en su universidad, que necesitan formación continua que mejorará su confianza. Si hacemos esto, tendremos mejores colegios, serán más inclusivos. Apoyar al profesor para que mejore es lo que hace mejorar los colegios. La forma en la que algunos tratan de mejorar el sistema no va a funcionar. Aparecen con unos tests que les hacen a chicos de 11 años. Publican los resultados incluso, se hacen clasificaciones de colegios. ¿Cómo ayuda eso a un colegio a mejorar? ¿Por qué no nos comprometemos a que todos los colegios sean buenos? No lo sé, pero creo que no lo veré en vida. La única manera de mejorar es una buena educación. ¿Qué separa a Madrid de Singapur? No son los recursos naturales. Es la educación.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/11/30/los-profesores-quieren-ser-inclusivos-pero-necesitan-apoyos/

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Entrevista a Raúl Zibechi: “Los que cambian el mundo son los movimientos sociales” Facebook Twitter Telegram WhatsApp Meneame Compartir Entrevistas Verónica Ferrucci y Valeria Scardino 05/12/2018

Por: tercerainformacion.es/Verónica Ferrucci y Valeria Scardino/05-12-2018

Nos encontramos con Raúl Zibechi en San Cristóbal de las Casas, México, en el marco del Taller de Reflexión Crítica: “La revolución del 68 en América Latina y los movimientos actuales” y “Eurocentrismo y revolución: Fanón y Quijano” en la Cosecha Librería, y en la presentación de su nuevo libro “Los desbordes desde abajo. El 68 en América Latina” en el Cideci-Unitierra.

Así comienza la presentación de su libro:

“Cuando se hablaba del 68, lo primero en que se pensaba era en París y eso me molestó un poco, porque si bien en París pasaron cosas bien importantes, sobre todo a nivel del movimiento estudiantil y del movimiento obrero, el 68 sucedió en todo el mundo. Más aún, el 68 empieza en la periferia y lo que sucede en el centro es una caja de resonancia de lo que se hizo en la periferia.

En los 60, hubo fuertes luchas, que empezaron con la Revolución Cubana, sin la cual no podríamos entender nada de lo que sucedió en la década del 1960 en América Latina. Tampoco podríamos entender lo que sucedió en el 68 mexicano sin remontarnos a Chihuahua y a todo el proceso campesino y el asalto al cuartel de Madera. Tampoco podemos de pensar en Argelia en su guerra de liberación que estuvo presente en toda Europa y en todo el mundo. O los procesos de descolonización en África, Asia y América Latina. No podemos entender el 68 sin Norteamérica, que fue importante con una masiva presencia de estudiantes por la guerra de Vietnam, país que produce la ofensiva donde, por primera vez en la historia, campesinos pobres armados en un ejército popular derrotan a la mayor potencia militar del mundo. La marcha a Washington que protagonizaron los negros y el famoso discurso de Martin Luther King ‘I have a dream’, o la lucha de los panteras negras que comienza a organizar a la población negra en los barrios pobres de ciudades del estado de California, o la invasión de la Unión Soviética a Checoslovaquia.

Los movimientos negros que hoy conocemos en Colombia y Brasil, el conjunto de los movimientos indígenas, que no nacen en este periodo, pero sí tienen una reconfiguración a partir de ese momento.

En este punto geopolítico, acepto las ideas de Imannuel Wallerstein quien dice que el 68 fue una revolución exitosa porque no tomó el poder, porque fracasó. El 68 es un ciclo de lucha de unos 3 años más o menos, que abre nuevos períodos a nivel macro; como la decadencia de los Estados Unidos y a nivel micro comienza un deterioro importante de la autoridad; del varón en la familia, con un protagonismo cada vez mayor de las mujeres y los jóvenes y las jóvenas; la lucha contra el patriarcado aunque comenzó mucho antes es de alguna manera hija del 68 o la lucha en las aulas contra la autoridad del profesor/a”.

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(Imagen: Colectivo Manifiesto)

—En tu nuevo libro, nos convidas esta lectura sobre los movimientos anti sistemas, tales como el feminista, el indigenista, el ambientalista, el campesino desde mirada de la periferia y desde abajo: ¿Qué implicaron para vos esos desbordes, por qué fueron posibles y qué transformaciones instalaron?

—Ya que estamos con un medio de Córdoba, el caso más claro de desborde fue el Cordobazo. Hay un trabajo muy lindo de Mónica Gordillo y James Brennan: “Las guerras obreras en Córdoba” que, justamente, cuenta cómo los obreros fabriles, no el sindicato, sino los obreros en las secciones más duras: pintura y mecánica, empezaron un proceso de insurgencia y desobediencia que termina en el Cordobazo y en el Viborazo. Yo creo que es un caso típico de desborde de sus propios sindicatos, los obreros desbordan a sus dirigentes, al propio Tosco que era un tipo impresionante, pero Tosco no tenía previsto el Cordobazo, nadie lo tenía previsto. Los desbordes son eso, ir más allá de lo establecido y de lo previsible, desbordar los cauces organizativos, establecidos y, en el caso obrero, fue muy claro y, por eso, la respuesta tan dura, porque no sólo hubo represión, sino que con el tiempo empezaron a desmontar las viejas fábricas, el trabajo en cadena y empezaron con la robotización, la desestructuración de las fábricas y la precarización laboral.

Pero, en general, el 68 fue un período muy rico y muy potente de luchas, no sólo de luchas visibles, sino de luchas invisibles, como, por ejemplo, lo que pasaba en la familia, en el aula, espacios concretos que empezaron a ser ocupados y desbordados por las mujeres y jóvenes: los dos actores principales del 68.

Las consecuencias fueron muchas, la más positiva fue que, en este período, cuajan, nacen y se desarrollan los movimientos sociales más importantes. El feminista es el que hoy estamos viendo con más fuerza, pero, en períodos anteriores, se vieron jóvenes con su propia cultura, con sus propios espacios de socialización que ocuparon, inicialmente, las luchas armadas y que, después, fueron apareciendo en otros espacios.

(Imagen: Colectivo Manifiesto)

Hubo cambios a nivel macro y micro; por ejemplo, a nivel macro, las dictaduras fueron la gran respuesta a todo ese período de insurgencia y desobediencia. Por otro lado, los cambios macros son el declive del imperialismo, de la Unión soviética, de la bipolaridad, el ascenso de los países no alineados, el tercermundismo, el crecimiento de la importancia de países que, hasta ese momento, no habían tenido ningún papel en América Latina.

—A partir de esta matriz de análisis que vos hacés desde el análisis de los movimientos del 68, ¿qué potencia creés que tienen los actuales movimientos sociales en la complejidad de la realidad que estamos viviendo en la Región?

—Yo creo que los que cambian el mundo son los movimientos sociales, no los gobiernos, los gobiernos pueden reprimir o pueden tolerar, o, en algunos casos, pueden apoyar. Chávez, durante años, apoyó los movimientos, los progresistas, a diferencia de Chávez, no los apoyaron, trataron de cooptarlos, socavarlos. Yo creo que los que cambian el mundo son los movimientos, porque lo cambian en todos los espacios, en la micro cotidianidad y en el espacio intermedio. En lo macro, entonces, la potencialidad es esa, la de los movimientos que estamos viendo hoy en América Latina, básicamente, el movimiento de mujeres, el movimiento negro en Brasil y Colombia, los movimientos indígenas, los movimientos contra la minería, los monocultivos que han tenido triunfos importantes, han logrado frenar grandes mineras, se ha logrado frenar a Monsanto en Córdoba. Son triunfos que no son fáciles, pero ahí está la potencialidad de los movimientos sociales que están cambiando el mundo.

Cuando me cuentan que, en Argentina, irrumpen las chicas de once y doce años con sus demandas feministas (y que los varones no sabemos donde colocarnos, porque ese es el otro gran lío) es un potencial de lo que sucede en la vida cotidiana. Después, puede sancionarse legalmente el aborto, ese año o diez años después, pero ya hay una legitimidad, hoy el aborto en Argentina es algo legítimo o, por ejemplo, ocupar tierras en Brasil es legítimo, después puede venir un gobierno que las reprima, pero eso es otra historia. Quienes no miramos tanto para arriba, sino más bien en horizontal, para abajo, vemos que hay una tendencia muy fuerte de la gente a hacer por sí misma, a organizarse por sí misma, a no depender de caudillos, de líderes, de dirigentes y hacer. Esa es la parte destituyente de los movimientos o la parte que destituyen la autoridad y el autoritarismo, después está la creatividad, ¿no?

He visto, en algunas ciudades de Argentina y Uruguay, que empiezan a haber espacios que son femeninos u otros donde también hay algunos varones, y lo que se hace es, básicamente, la reproducción de la vida, donde el cuidado de la vida es fundamental; radios, centros culturales, bibliotecas, espacios que están creando algo nuevo ya, no sólo destituir, sino también crear. Algunos de estos espacios son visibles, pero otros que no se definen como “estamos creando el mundo nuevo”, pero realmente están haciendo cosas nuevas. No tienen el cartel de mundo nuevo o de creación de un proyecto emancipatorio, pero, cuando hay alguna movida, se suman y es un síntoma claro de que los movimientos ya no sólo resisten y tratan de avanzar en esa resistencia, sino que también crean y son importantes porque son necesarios esos lugares, como acá en el Cideci donde sentirse tranquilo, seguro, cómodo y poder hablar.

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(Imagen: Colectivo Manifiesto)

*Publicado por LA TINTA

La opinión del autor no coincide necesariamente con la de TerceraInformación
*Fuente: http://www.tercerainformacion.es/opinion/entrevistas/2018/12/05/entrevista-a-raul-zibechi-los-que-cambian-el-mundo-son-los-movimientos-sociales
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Educación sexual en el colegio: El antídoto contra las «Manadas»

Por: otromundoesposible.net/05-12-2018

ESPAÑA ES DE LOS POCOS PAÍSES QUE NO ACEPTA LA EDUCACIÓN SEXUAL COMO ASIGNATURA, A PESAR DE LAS RECOMENDACIONES DE LA UNESCO. EXPERTOS ASEGURAN QUE PODRÍA EVITAR CASOS COMO EL DE LA MANADA.

«La educación sexual en los colegios es esencial para la igualdad de género y la salud reproductiva». No lo dice un teórico, un sexólogo ni ninguna institución interesada. Es la conclusión a la que llegó Naciones Unidas, más concretamente la Unesco, en un informe publicado hace apenas tres años. La Organización Mundial de la Salud ya había advertido, a principios de este siglo, de la necesidad de que «los programas de educación sexual se inicien tempranamente, sean específicos para cada edad y constituyan una actividad continua de promoción de la salud durante los años escolares. Deberían empezar en la familia, con los niños en edad preescolar, y estar en conexión con la escuela».

El 80% de los países analizados por la Unesco para su estudio contaba con algún programa que contemplaba la educación sexual como materia en los colegios. España no está entre ellos. Más allá de iniciativas individuales en algunos centros, no existe, en nuestro país, obligación legislativa de incluir en el currículum escolar ninguna asignatura con un contenido relacionado con la sexualidad, bien sea a nivel biológico, social o psicológico.

Respecto a la situación mundial, la especialista principal en Educación para la Salud del Programa de la Unesco, Joanna Herat, declaró en la presentación del análisis que «a pesar del aumento de la voluntad política, sigue habiendo una brecha importante entre las diversas políticas regionales y mundiales vigentes y su aplicación sobre el terreno. Por ese motivo, a los jóvenes se les deniega a menudo hasta la información más elemental sobre su salud y sus derechos en materia de sexo y reproducción».

En España ni siquiera estamos en la fase de «voluntad política», más allá de que algunos gobiernos regionales y municipales organizan charlas puntuales en institutos, dirigidas a adolescentes. En varias de ellas ha participado el sexólogo José Bustamante, que considera estas iniciativas del todo insuficientes: «Son solo un par de horas, y no asimilan lo que les contamos, no se les impregna porque no tienen la continuidad de una asignatura. Además, tienes que luchar contra la otra parte de la balanza, la educación patriarcal de muchas familias, y la televisión».

El especialista cree que impartir una materia así en los colegios es absolutamente necesaria en España, y que en casos como el de La Manada tiene mucho que ver esa carencia. «Es la educación en salud sexual, pero no solo higienista, la que se refiere a enfermedades de transmisión sexual o embarazos, sino la que también abarca el conocimiento y asimilación de la libertad propia y la del otro», matiza Bustamante.

La pocas veces que se ha iniciado un debate en España, los sectores conservadores lo han frenado. «Piensan que educar sexualmente es incitar a practicar el sexo desde pequeños, ser promiscuos, a frivolizar sobre un tema tan serio. Pero ya hay muchos estudios científicos, como los de la propia Unesco, que dicen todo lo contrario», explica este experto.

En España, la educación sexual no ha estado regulada de manera expresa en ningún periodo legislativo. La LOGSE de 1990 lo incluía en la «educación para la salud», una materia transversal. Con la Ley Orgánica de Educación (LOE) de 2006, se incluyeron algunos contenidos sobre sexualidad en la asignatura Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos, con el PSOE en el Gobierno. Con la llegada del PP y la siguiente reforma educativa en 2013 (LOMCE), se eliminó todo contenido relacionado con la sexualidad en el currículum académico español.

Bustamante concluye, en este sentido: «Está demostrado empíricamente que quienes reciben educación sexual desde pequeños le cogen más respeto, suelen pensárselo más y, sobre todo, aprenden a respetar la intimidad y la postura de la otra persona. Debemos ceñirnos más a lo que dice la ciencia, y dejarnos de ideologías».

*Fuente: https://www.otromundoesposible.net/educacion-sexual-en-el-colegio-el-antidoto-contra-las-manadas/


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Nadie debería tener miedo de ir a clase

Por: Amnistía Internacional/05-12-2018

DESPUÉS DE TODO, ¿DÓNDE COMIENZAN LOS DERECHOS HUMANOS? EN LUGARES MINÚSCULOS, MUY CERCA DE CASA. SON TAN CERCANOS Y TAN PEQUEÑOS ESOS SITIOS QUE NO SON VISIBLES EN NINGÚN MAPA DEL MUNDO. AÚN ASÍ, CONFORMAN EL MUNDO DE TODA PERSONA: EL VECINDARIO EN EL QUE VIVE, LA ESCUELA O UNIVERSIDAD A LA QUE ASISTE; LA FÁBRICA, GRANJA U OFICINA DONDE TRABAJA.

Son palabras de Eleanor Roosevelt, una de las madres de la Declaración Universal de 1948. Su papel fue clave para el desarrollo del derecho internacional el siglo pasado. Pero estas palabras suyas reconocen que donde verdaderamente se la juegan los derechos humanos no es en Ginebra, en Estrasburgo o en Nueva York; es en la distancias cortas.

En el cole o en el instituto, por ejemplo.

El desarrollo de la personalidad, la no discriminación, la libertad individual, la igualdad de género y el respeto a los derechos humanos son principios fundamentales del sistema educativo. No lo digo yo. Lo dice la Ley Orgánica de Educación.

Sin embargo, para miles de niños y niñas estas palabras suenan huecas. Adolescentes de toda España sufren acoso escolar de forma cotidiana, y las políticas públicas les están fallando poniendo sus derechos en juego.

El bullying o acoso escolar se define como una agresión física, verbal o relacional, intencionada y repetida en el tiempo, y en la que subyace un desequilibrio de poder real o aparente que impide a la víctima defenderse.

Es un tema de derechos humanos y por eso Amnistía Internacional está llevando a cabo su primera investigación sobre el tema a nivel mundial. Y la estamos haciendo en España. En abril nos entrevistamos con profesoras, psicólogas, orientadoras, directoras de institutos y organizaciones sociales especializadas en el tema en Galicia y Extremadura. Esta semana estamos reuniéndonos con padres y madres, chicos y chicas que han experimentado acoso escolar en primera persona o han sido testigos del mismo.

Estudios internacionales han documentado el efecto dañino del acoso escolar sobre la salud mental y el bienestar emocional, efecto que acompaña tanto a la víctima como al agresor durante la edad adulta. El acoso también incrementa el riesgo de absentismo y abandono de los estudios y repercute negativamente sobre el rendimiento escolar. Es de hecho uno de los determinantes sociales de la educación; su incidencia está estrechamente ligada con desigualdades de clase, ingresos y riqueza.

Es más, la sociedad entera sufre las consecuencias de la falta de políticas públicas eficaces. Partiendo de datos comparados entre los países de la OCDE, el último informe Pisa mostraba que los estudiantes en centros con un alto nivel de acoso obtenían 47 puntos menos en ciencias que alumnos y alumnas en centros con menos bullying.

Habrá quien alegue que acoso ha existido siempre. Para empezar ese no es un argumento para quedarnos con los brazos cruzados ahora. Desgraciadamente nuestro pasado está lleno de cosas vergonzantes. Pero es que además hoy por hoy las tecnologías de la información y la comunicación (las TIC) son un arma de doble filo. Por un lado son una herramienta que facilita el acceso a fuentes y formatos de conocimiento inimaginables hasta hace pocos años. Pero al mismo tiempo aumentan la vulnerabilidad de los menores ante expresiones de acoso que tienden a expandirse rápidamente por las redes.

Existe legislación autonómica y estatal y hay protocolos de actuación en todas las comunidades autónomas. También existe un observatorio estatal sobre la convivencia escolar, aunque bien es cierto que hace cinco años que no se ven las caras.Sin embargo, tras cerca de cincuenta entrevistas (y antes todavía de reunirnos con madres, padres, chicas y chicos) podemos ya concluir que, a pesar de las promesas de los gobiernos y de la buena voluntad de muchísimos profesionales, las políticas públicas no están a la altura de los compromisos adquiridos en el ámbito de los derechos humanos.Para empezar hace falta mucha más transparencia sobre los incidentes de acoso escolar, y esta información debe estar desagregada en base a los factores de riesgo de discriminación, incluyendo género, orientación sexual y condición socioeconómica, entre otros.

Las propias direcciones de los centros y las inspecciones educativas deben contribuir a desmontar el mito de que lo normal es que el acoso sea cero. Este mito hace que cada caso reportado sea infinitamente más grave que lo supuestamente normal. Sin embargo, como nos dijeron casi con idénticas palabras una profesora en Santiago y un profesor en Cáceres, “si alguien en cualquier centro os cuenta que el acoso no existe es bien porque no os está contando la verdad o porque prefiere no ver lo que sucede”. Es necesario cambiar la perspectiva para que lo anormal y lo sospechoso sea que en un determinado centro al parecer no exista este fenómeno. Paradójicamente tenemos que normalizar el acoso antes de acabar con él.

La formación continuada sobre bullying debería tener carácter obligatorio para profesorado y otros miembros de la comunidad educativa, y debería incluir contenidos relevantes en cuanto a igualdad y diversidad de género, multiculturalismo y TIC. Donde existe, la mediación entre iguales (entre los propios chicos y chicas) está dando buenos resultados y debería considerarse su progresiva implementación en todos los centros.

Ni los institutos son la isla del Señor de las Moscas ni la violencia y la exclusión se la inventan los niños. El acoso en la escuela no es sino el reflejo de la discriminación, la violencia y el prejuicio que carcome a la sociedad en general. Buena parte del acoso se produce por la existencia de determinadas expectativas de que el chico tiene que comportarse como un chico y la chica como una chica. Si algunas personas jóvenes practican y sufren acoso es también porque no vivimos en una sociedad profundamente libre y orgullosa de su diversidad.

Estamos hablando de ocho millones de personas. Si fueran una comunidad autónoma, serían la segunda más grande del Estado.

Construyamos una sociedad basada en los derechos humanos y empecemos por el día a día en los lugares más cercanos a casa, como nos recomendó Eleanor Roosevelt. Lo que hagamos hoy en las aulas condicionará lo que podamos hacer en el futuro dentro y fuera de ellas.

Koldo Casla

*Fuente: https://www.otromundoesposible.net/nadie-deberia-tener-miedo-de-ir-a-clase/

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