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Centroamérica acoge modelo “Escuelas Libres” para replicar en sus países

Centroamérica / 15 de abril de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: MetroRD

Los ministros de Cultura de Centro América que participaron en la en la 27° Reunión del Consejo de Ministros y Ministras de Cultura de la Coordinación Educativa y Cultural Centroamericana del Sistema de Integración Centroamericana (CECC/SICA), acogieron como replicable en sus países el “Sistema Nacional de las Escuelas Libres” de República Dominicana.

Los dignatarios que adoptaron una serie de resoluciones durante la sesión de este martes, además de felicitar a República Dominicana por la presentación del programa cultural, concluyeron en que la propuesta “puede ser considerada para enriquecer el quehacer de los países del área SICA.

Los participantes disfrutaron del repertorio de piezas musicales populares como “El farolito”, “Oregón”, “Liborio” y “Papá Bocó”, La banda estuvo dirigida por el maestro Santy Rodríguez.

A la presentación asistieron los ministros y titulares de Cultura de Costa Rica, Belice, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, además del anfitrión, ministro de Cultura Pedro Vergés, Presidente Pro-Témpore del Consejo de Ministros de Cultura de la CECC-SICA.

En el auditorio de Bellas Artes, el viceministro Espinal y el profesor Ángel Mejía, director Nacional de Escuelas Libres, presentaron e hicieron un recuento sobre la creación, desarrollo e impacto registrado por dicho programa que impacta los barrios y provincias del país.

El documento lo firman Patrick Faber, vice Primer Ministro de Educación, Juventud, Deportes y Cultura. BELIZE; Viviana Boza Chacón, viceministra de la juventud de Costa Rica; Silvia Elena Regalado Blanco, secretaria de Cultura de la presidencia de El Salvador y Juan Alberto Monzón Esquivel, viceministro de Cultura de Guatemala.

Otros firmantes fueron José Lorenzana, ministro consejero de la embajada de Honduras en República Dominicana y Bibs Bettina Rodríguez de Leets, embajadora de Nicaragua en la República Dominicana.
El programa fue presentado durante la 27° Reunión del Consejo de Ministros y Ministras de Cultura de la Coordinación Educativa y Cultural Centroamericana del Sistema de Integración Centroamericana (CECC/SICA), como una de las iniciativa relevante e innovadora del Ministerio de Cultura.

La presentación fue hecha por el viceministro de Cultura para la Creatividad y Participación Popular, Cayo Claudio Espinal, en el Centro de Convenciones del Ministerio de Relaciones Exteriores, lugar donde se llevó a cabo esta sesión.

Fuente de la Noticia:

https://www.metrord.do/do/entretencion/2018/04/12/centroamerica-acoge-modelo-escuelas-libres-replicar-paises.html

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Entrevista con Patricia Ramírez Baeza (Audio)

México / 15 de abril de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: NotiSistema

 

Patricia Ramírez Baeza, directora pedagógica de Fundación de Apoyo para la Educación Especial, nos habla sobre la labor de la Fundación de Apoyo para la Educación Especial (FAEE).

Fuente de la Entrevista:

https://www.notisistema.com/noticias/entrevista-con-patricia-ramirez-baeza/

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‘El buen maestro’: Lecciones con pedagogía (Película)

Francia / 15 de abril de 2018 / Autor: Miguel Ángel Pizarro / Fuente: E-Cartelera

Ya lo dijo Víctor Hugo: «No hay malas hierbas, ni personas malas; solo hay malos cultivadores». Cine y educación se han encontrado varias veces, sobre todo en el cine francés. Olivier Ayache-Vidal trae una propuesta que entre el cine social de Céline Sciamma y el feel-good propio de Éric Lavaine,El buen maestro‘, que es también su ópera prima y que protagoniza Denis Podalydès, asociado de la prestigiosa Comédie Française.

El buen maestro

François Foucault tiene 50 años, es profesor de literatura en uno de los más importantes liceos de París, el Henri IV. En un encuentro educativo, Foucault acepta, sin querer, estar un curso dando clases en un instituto en el extrarradio de la capital francesa, en un suburbio conflictivo, en el que el índice de fracaso escolar es alarmantemente alto. Foucault, acostumbrado a tratar con adolescentes deseosos de estudiar y seguir ascendiendo en su futura carrera profesional, se encuentra con una realidad completamente diferente, en la que su vocación pedagógica se verá puesta a prueba.

Divulgar corrigiendo los propios errores

Primero hay que tener en cuenta las ambiciones del realizador, que también escribe el guion. Ayache-Vidal no pretende crear un largometraje sórdido y duro como si lo firmasen los Hermanos Dardenne, tampoco pretende mostrar el lado más desesperanzador del sistema educativo, como ya hizo Laurent Cantet con ‘La clase‘ o, en menor medida, Houda Benyamina con ‘Divinas‘. Ayache-Vidal pretende mostrar optimismo y una luz de esperanza para un profesorado desincentivado, a la par que evidencia que es necesaria mayor implicación social en el sistema educativo, en lo referente a la situación de la infancia y la adolescencia en los barrios más humildes de los suburbios de París.

El buen maestro

En ese sentido, ‘El buen maestro’ recuerda a ‘La profesora de historia‘, dirigida por Marie-Castille Mention-Schaar, a la hora de apostar por un largometraje hecho por y para los profesionales de la educación y, sobre todo, por esos alumnos cuyos problemas familiares y sociales no tienen que repercutir negativamente en su rendimiento escolar gracias al apoyo de los docentes, así como también la demanda de una asistencia social que ayude en situaciones que van más allá de la precariedad.

Ópera prima eficaz

En ese sentido, el filme acierta de lleno, al mostrar un mensaje muy claro de concienciación social a través del profesor y su cambio de percepción hacia sus alumnos, dejados ya por imposibles y casos perdidos por otra parte de los docentes. Ahí Ayache-Vidal muestra su lado más crítico, al dejar en evidencia que el sistema educativo actual no ayuda a reducir las tasas de abandono escolar con comisiones disciplinarias que solo castigan, no enseñan ni tampoco entienden la realidad de muchos de esos chavales, la mayor parte de ellos hijos de inmigrantes que viven en riesgo de exclusión social y que son carne de pandillas y grupos delictivos, en parte, por no tener apoyo suficiente del sistema.

El buen maestro

Pero ‘El buen maestro’ ofrece un mensaje de esperanza, optimista, en el que el cambio de percepción a esa juventud pueda incentivar que esos adolescentes crean en sí mismos, valoren la oportunidad que se les ofrece. En ese punto, el actor Denis Podalydès, miembro de la Comédie Française, ayuda mucho a transmitir ese mensaje, junto con otros actores como Léa Drucker o François Petit-Perrin, que interpretan a esos profesores que no pierden la ilusión en su labor profesional. A ese punto se añade la mirada del alumno que se redime, que interpreta el debutante Abdoulaye Diallo, que simboliza la esperanza, que se debe seguir trabajando.

Quizás ‘El buen maestro’ no sea esa gran obra maestra de autor que otros cinéfilos esperan pero cumple con su labor didáctica y educativa, esencial para entender la raíz de la desigualdad social. Acertado debut en el largometraje de Olivier Ayache-Vidal, que ya apunta por seguir los pasos de esos cineastas que retratan lo cotidiano con cierta crítica social.

Nota: 8

Lo mejor: Es honesta en su mensaje educativo.

Lo peor: No tiene la ambición cinematográfica de ‘La clase’ o ‘Divinas’.

Fuente de la Reseña:

https://www.ecartelera.com/noticias/46138/critica-el-buen-maestro/

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Innovación educativa para la innovación social

España / 15 de abril de 2018 / Autor: José Blas García Pérez / Fuente: jblasgarcia.com

ESCENARIOS EDUCATIVOS

Que la escuela no es el único lugar de encuentro y de aprendizaje es algo que ya hemos asumido los docentes del siglo XXI. En una sociedad hiperconectada, los escenarios educativos reales y virtuales se multiplican como sitios de encuentro, de relación, de socialización y de aprendizaje de conceptos, de procedimientos y de habilidades para la vida.
La familia, el barrio e Internet se configuran como lugares de «extensa comunicación» en esta sociedad XXI. Una sociedad donde los centros educativos están mutando (necesitan transformarse) desde la posición de «centros de enseñanza» a «espacios estratégicos para el aprendizaje» y así no perder el rol de «escenario intensivo para desarrollo personal, convivencia y socialización de niños y adolescentes».

EDUCA LA TRIBU

Desde el siglo XX, con la universalización de la escolarización, a la ‘Educación’ se nos ha asignado responsabilidades «de constructores» de ciudadanía que hemos asumido sin rechistar. Paralelamente también se nos han achacado fracasos y problemáticas sociales que «debíamos resolver». Por contra, poco a poco, se nos ha restado profesión, se nos ha automatizado y burocratizado, se nos ha «estandarizado» como forma curricular «de control», y así se nos ha eliminando cualquier viso de ejercer una necesaria y responsable autonomía en la utilización de «herramientas las profesionales».

«Es decir, se nos pide que demos respuesta a unas problemáticas sociales, pero, al mismo tiempo, se nos «obliga» a desarrollar un currículo alejado de la realidad social, de sus problemáticas y sus necesidades.»

DE NUEVO, TRIBU

No es nuevo, (aunque lo parezca): «para educar a un niño siempre se ha necesitado a la tribu entera».
Por ello, es necesario ser de nuevo tribu. Es preciso, por un lado, que los diferentes subsistemas sociales recuperen sus propias responsabilidades y posibilidades; y, por otro, que en la escuela rompamos nuestra endémica balcanización y seamos capaces de tejer proyectos en formato tándem con los demás subsistemas, donde el pedaleo deba ser acompasado, cooperativo y entusiasta para buscar –entre todos– alternativas educativas que mejoren el desarrollo personal y social de todos los ciudadanos… utilizando todas las miradas y aprovechando todos los frentes. Es este un pilar básico de la construcción del bien común.

BIEN COMÚN

La búsqueda del bien común se intuye como una utopía necesaria para la trasformación social. Es más, se dibuja como el plan en el que la escuela puede tomar el papel cooperador para la mejora de la vida de los ciudadanos y por tanto, de la sociedad. Persevero en la idea de que la transformación social puede conseguirse a través de la educación y la escuela como constructor básico de del necesario concepto «bien común».
Para este fin, en otro artículo anterior me preguntaba si es posible diseñar centros educativos que se erigiesen como centros de innovación y mejora social de su comunidad o si hablamos de una utopía.

«¿es posible conseguir que cada escuela, cada centro de educación secundaria, cada facultad y centro universitario se convierta en «start-ups» social; en impulsores de una primavera sociocultural permanente; en diseminadores de las bases para asentar una sociedad innovadora, basada en valores y derechos humanos?»

Pregunto a directivos y líderes de centros educativos, a docentes de todas las etapas, si las escuelas pueden atraer en el entorno más próximo a su comunidad educativa iniciativas varias y así crear en el barrio «pequeños Silicon Valley» donde desarrollar propuestas, a modo de proyectos educativos de cultura social. Y si esto ocurre, me pregunto si las autoridades educativas pueden etiquetar a estos centros como Centros de Calidad en Educación, con grandes carteles en sus puerta que sean una forma de aplaudir estas inicativas.
La respuesta es rotunda:Sí se puede. Claro, siempre que consideremos que el desarrollo emocional y social es imprescindible como «contenido» curricular de la educación, especialmente en la básica y obligatoria. El problema es que no se puede evaluar, no se puede medir… ¡solo se puede sentir!… y los sentimientos se escapan del control estandarizado.
No es una utopía. En mi región, y en otras, ya se están desarrollando programas, como el de Educación Responsable, un programa desarrollado en colaboración con la Fundación Botín, que favorece el «crecimiento físico, emocional, intelectual y social de las personas, promueve la comunicación y mejora la convivencia en los centros escolares» a partir del trabajo con docentes, alumnado y familias.

INNOVACIÓN EDUCATIVA E INNOVACIÓN SOCIAL

¿Podemos desarrollar en la escuela las competencias tecnológicas y científicas necesarias para progresar y prosperar profesionalmente y abandonar las competencias necesarias para ser ciudadanos comprometidos con el bien común? ¿Pueden haber cientos de empresas que apoyen la digitalización de las aulas y muy pocas que aporten recursos y apoyen la humanización de las mismas?
¿Qué sucederá en la sociedad si continuamos la búsqueda de la excelencia desde la competitividad y descuidamos el potencial de la educación para el conocimiento de uno mismo, para promover la cohesión social, el respeto para todos y el reconocimiento de la diversidad como esencia humana?
Igualar innovación únicamente con el uso de medios tecnológicos es una forma reducida de entender la innovación en los centros educativos. Es una miopía de análisis de las necesidades del alumnado del siglo XXI. Es evidente que cada vez tenemos más medios, formación y conocimientos para, incluso, saturar de tecnología las aulas.
Si observamos, los cambios sociales están ralentizados, de hecho, si analizamos pareciera que van a peor:

  • La sociedad continúa albergando y consintiendo situaciones de injusticia.
  • Las brechas laborales, sociales y económicas son cada vez mayores.
  • La permisividad con la guerra que provocan exilio, terror y muerte en miles de ciudadanos, incluyendo niños, es cada día más invisible en nuestro paisaje.
  • Las disputas económicas, territoriales, de poder, de competición por ser mejor, por tener más, por vivir –supuestamente– mejor… son cada día más desgarradoras.
  • La utilización de la tecnología big data y los datos de facebook para conocer nuestra vida consumista, desarrollar mejor la industria, para dirigir los mercados, la intención de voto… sirven para diseñar nuevas formas de esclavitud… pero no las utilizamos para saber qué necesidades son acuciantes en grupos de personas, los sufrimos de medio mundo, qué nos provoca enfermedades incurables, qué cuestión esencial nos falta para completar de forma plena nuestra corta vida…

¡Cuánto cambiaría el mundo si las empresas tecnológicas se preocuparan de las personas y no del mercado!

Personas ≠ Mercado

A MODO DE EPÍLOGO

Tras este panorama –pelín catastrofista– dibujamos un escenario mucho más alentador: la innovación genuina en educación implica cambios estructurales y sustanciales en el qué y en el cómo de la educación y, como tal, muchos docentes somos conscientes de que nuestra actividad se debe orientar a la justicia escolar y social, y por ello estamos generando condiciones para que todos los sectores sociales y educativos, sin excepción, se puedan beneficiar del cambio educativo.
No es discutible que la innovación es uno de los retos de la educación el S. XXI, pero tampoco debería serlo la idea de que transformar la escuela implique, no sólo el desarrollo de innovaciones tecnológicas, sino, y esencialmente, que conlleve repensar interrogantes, a menudo, invisibles en los debates de los claustros educativos:
  • ¿Qué se hace en la escuela?
  • ¿Cuál es su papel?
  • ¿Por qué modelo social se apuesta?
  • ¿Cómo el centro educativo puede ayudar a construir una sociedad mejor?
  • ¿Cómo centrar la acción de la escuela para que repercuta directamente en la vida de las personas?
  • ¿Cómo elegir los conocimientos que son importantes para nuestra vida, para hacernos felices y para hacer felices a los que nos rodeen?
  • ¿Cómo implicar a toda la comunidad en estas decisiones que les afectan y darles voz?
La innovación educativa no debe ser superficial, no puede ser de lavado de imagen. Es preciso que la innovación implique promover cambios pedagógicos u organizativos concretos , que nos hagan mirar hacia una nueva lectura consensuada y un nuevo aprendizaje colectivo sobre los principales problemas que acechan la sociedad:
  • La falta de equidad y de consideración hacia lo diverso.
  • La falta de respeto por la naturaleza, los recursos de la misma y los seres vivos.
  • La desigualdad en la distribución de la riqueza, entre alumnos, familias y centros educativos.
  • El desequilibrio en la distribución de poder.
  • La falta de un diseño de alta atención, es decir, de acompañamiento, escucha y personalización de los procesos de aprendizaje constituye un acuciante problema.
Parece claro que el reto de la educación en el siglo XXI no consiste simplemente en el dominio de los contenidos del conocimiento científico o el uso de tecnologías, sino también el conocimiento de uno mismo y el control de los procesos que nos sirven para aprender y desarrollar valores que nos ayuden a entender el mundo como desarrollo del bien común. La ciencia y la tecnología sin humanidades no son relevantes para las personas.
 
«Los sentimientos se escapan del
control estandarizado»
La dicotomía entre ciencias y humanidades es ya un pensamiento del pasado.
En una sociedad cuya principal característica es el cambio tecnológico continuo, parece que la mayor innovación educativa sea prepararnos en habilidades básicas, personales y sociales que NO tengan obsolescencia programada.

«Ninguna innovación educativa deberá considerarse tal, a menos que sirva para enseñar a ser, para mejorar las relaciones humanas y para dejar un mundo mejor, más humano a nuestros hijos y nietos.» J. Blas Garcia

Fuente del Artículo:

http://www.jblasgarcia.com/2018/04/innovacion-educativa-para-la-innovacion.html

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El Salvador: Maestros interinos dicen que MINED no les paga desde enero

El Salvador / 15 de abril de 2018 / Autor: Évelyn Machuca – Flor Lazo / Fuente: La Prensa Gráfica

El ministro de Educación aseguró que desconoce la situación. Según él, ya deberían haberles pagado.

Unos 80 maestros interinos aún están esperando que el Ministerio de Educación (MINED) les pague los días trabajados desde el 15 de enero, cuando comenzó el año escolar. Así lo denunciaron a LA PRENSA GRÁFICA varios afectados.

Uno de ellos, docente en el Complejo Educativo República Dominicana, incluso envió una carta, vía correo electrónico, dirigida al ministro del ramo, Carlos Canjura, en la que le cuestiona sobre los motivos de la ausencia de pago.

“Se preguntará por qué el cuestionamiento. Este se debe a que su servidor es profesor de la asignatura de Inglés y hasta el momento sigo en la incertidumbre de cuándo recibiré mi salario”, reza la misiva.

“No entiendo por qué hay gente a la que no se le ha pagado. Entendería que sí está cancelado, que no se les adeuda”. 
Carlos Canjura, ministro de Educación

“Créame que yo comprendo que para el inicio de este año ha afectado bastante el hecho de que el Presupuesto para la Nación se aprobara tardíamente… pero considero que usted como ministro debería exigir a los encargados de desarrollo humano que se agilice el proceso para los maestros interinos, ya que las carencias a las que se ve obligado el maestro/a interino/a no son dignas”, agrega en el documento.

En la red social Twitter, el usuario Manuel Molina (@manucho_molina) también interpeló hace unos días al viceministro de Educación, Francisco Castaneda, y al vicepresidente de la república, Óscar Ortiz, al respecto de este tema.

“@CastanedaMined Me dicen que en su despacho está la aprobación de 77 partidas de maestros interinos de San Salvador que laboran en las escuelas desde enero sin salario. Le pido en nombre de ellos que resuelva ese trámite; son familias que necesitan respuesta. Saludos”, escribió Molina al funcionario.

Al vicepresidente Ortiz se dirigió dos días más tarde, el pasado miércoles: “@oscarortizsv Señor vicepresidente, desde enero 77 maestros de San Salvador esperan aprobación de su plaza interina, cuatro meses laborando sin recibir salario. En la misma condición están los maestros pagados por horas clases. Le pido solucione el problema de @MINEDelsalvador”, le escribió el usuario.

Al ser consultado, el ministro Canjura, durante la inauguración de 7,500 círculos de alfabetización en La Unión, aseguró desconocer la situación sobre si aún se les adeuda dinero a los maestros interinos en concepto de pagos correspondientes por sus servicios.

A su entender, afirmó, ese problema ya tendría que estar solucionado.

“El tema de maestros interinos es un tema que debiera estar resuelto. No entiendo por qué hay gente a la que no se le ha pagado. Yo entendería que sí está cancelado y entiendo que no se les adeuda”, expresó.

Hace dos meses, el Sindicato de Maestras y Maestros de la Educación Pública de El Salvador (SIMEDUCO) ya había denunciado retrasos con los procesos de contratación de los profesores interinos, una potestad que está a cargo de los Consejos Directivos Escolares (CDE), según lo manda la Ley de la Carrera Docente; y, luego, la tramitación de los pagos es responsabilidad de las oficinas departamentales de Educación.

Fuente de la Noticia:

https://www.laprensagrafica.com/elsalvador/Maestros-interinos-dicen-que-MINED-no-les-paga-desde-enero-20180412-0136.html

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‘Se necesitan niños competentes, no competitivos’: Monserrat del Pozo

Colombia / 15 de abril de 2018 / Autor: Amira Abultaif Kadamani / Fuente: El Tiempo

Los alumnos deciden qué lecciones tomar para forjar su proyecto de vida.

Los niños no necesitan puntajes altos, sino experiencias significativas en el aula. Si lo segundo se da, lo primero viene por añadidura. Eso piensa la Madre Monserrat del Pozo, quien a mediados de 1990 implementó un modelo educativo único, que cambió la forma de enseñar y aprender en el Colegio Montserrat, de financiación pública y administración privada liderada por las Misioneras Hijas de la Sagrada Familia de Nazaret.

La institución se ha tornado en modelo para directivas escolares y expertos pedagogos del mundo, incluido Howard Gardner, cofundador del Proyecto Zero de la Escuela Superior de Educación de Harvard, quien ha visitado el colegio catalán tres veces.

Montserrat, licenciada en Historia e Historia del Arte, técnico superior en Imagen y Sonido y máster en Psicología y Gestión Familiar y conocida como ‘Sor Innovación’, buscó entre las mejores pedagogías del mundo, y con ellas construyó un modelo propio.

Hoy se dedica a adaptar su pedagogía en los planteles de su Congregación, y a expandir sus visiones y experiencias por el mundo.

¿Hacia dónde va la educación?

Como un supermercado donde cada alumno tendrá acceso a muchas cosas y oportunidades y podrá elegir si hace matemáticas en inglés, francés o alemán, o si quiere contabilidad, ballet o programación. Habrá un currículo básico mundial, igual que los colegios IB (International Baccalaureate), y muchas opciones locales. Ya no concibo el término ‘colegio’, se queda pequeño. Lo veo más como la ciudad, convertida en la fuente de aprendizaje.

¿Los niños aprenderán desde casa?

Tendrán un currículo mínimo con las temáticas básicas y después un itinerario en el que integrarán museos, calles, empresas, parques y colegio. El futuro educativo es unir la escuela, la universidad y la empresa, y eso requiere un nuevo tipo de gobierno. Hoy, el niño de secundaria es un adulto –así la sociedad lo trate como un niño de consumo– capaz de tomar sus propias decisiones y solucionar sus problemas, y en ese itinerario educativo habrá que fortalecer su autonomía consciente. Los proyectos de vida no quedan al margen de la educación: no es que al colegio voy y hago cosas, y después mi vida es otra cosa; hay que unir todo.

¿Qué la llevó a emprender una revolución educativa?

Teníamos fracaso escolar, pero no por malas notas –que, de hecho, eran muy buenas–, sino por falta de compromiso social y personal. Un estudiante que tocaba el piano u otro que nadaba lo dejaban todo por el problema que tenían con la selectividad, para alcanzar un puntaje alto si querían ir a la universidad. Eran jóvenes muy infelices con muy buenas notas, pero al margen de la vida y muy poca repercusión social.

¿Cuándo empezó el cambio?

En 1986 empezamos a investigar sobre las mejores pedagogías del mundo. Estuvimos en Francia, Holanda, Inglaterra y Australia, y nos dimos cuenta de que muchas de las pedagogías de estos países se cimentaban o nutrían de aquellas desarrolladas en Estados Unidos. Fuimos allá y nos encantaron el modelo de aprendizaje colectivo de los hermanos Johnson & Johnson, las inteligencias múltiples del Project Zero de Harvard, la estimulación y educación infantil de Glenn Doman, la disciplina de Peter Senge, el aprendizaje por proyectos de William Kilpatrick y la relación entre alumnos y profesores en High Tech High, una escuela pública de San Diego. Son pedagogías que ponen al alumno como protagonista. Esto, sumado a lo que teníamos como propio en la congregación, hicimos un coctel y creamos un modelo que empezamos a implementar en 1994 y cristalizó en el 2000.

¿Qué la hizo cambiar el chip?

El reflejo de mi propia educación. Tras cumplir 6 años estuve casi dos sin ir al colegio porque mis padres salieron de Venezuela y regresaron a España. Y para alcanzar a matricularme en primero de bachillerato estudié a las carreras. Me aburría en el cole. Saqué buenas notas y aprobé, pero no desarrollé todos mis talentos ni mis maneras de ser. Soy antisistema y me gusta hacer muchas cosas. Cambié el chip cuando entendí que lo que les estaba enseñando a los alumnos no tenía futuro y sentí que los estaba engañando porque veía que no tenían las herramientas para hacer tantas cosas que se requieren hoy. La fuerza me vino de Dios: la vocación ayuda al maestro y el maestro, a la vocación.

¿Qué fue lo más difícil?

La aceptación de las familias. Les costó mucho comprender que hay otra manera de educar. Los niños buenos intelectualmente querían ser individualistas. Con ellos tuvimos que hablar muchas veces. Tuve una alumna que me decía: “Yo me voy, madre, no aguanto esto. No puedo con estos dos tíos que me bajan la nota, hablan todo el día y no me dejan hacer las cosas”. Le decíamos: “Bueno, mira, tienes que trabajar dentro de un grupo y sacar partido de ello. Tú serás una persona única, pero en un futuro no te van a contratar así, y ¿qué vas a hacer? Tienes que saber lidiar con ellos”. Pero algunos se fueron a la escuela tradicional.

¿Cuándo la educación decidió que los alumnos son “cubetas vacías que hay que llenar y no fuegos que hay que encender”, como dice Mario Alonso Puig?

La Revolución Industrial hizo que no hubiese niños trabajando, sino que mejor fueran a la escuela, que nació como algo paralelo al trabajo. Al igual que al adulto le enseñaban un oficio, al niño le enseñaban cosas. De ahí la idea de la mente vacía que hay que llenar. Ese paradigma se rompió con la llegada de internet y la comunicación global, que han democratizado el conocimiento y auspiciado la idea de que “no necesito a un profesor para saber qué es una célula o cómo se aplica una fórmula”.

¿Y esa democratización no reporta peligros?

Sí. ¿Qué tiene que hacer un colegio? Cultivar a un ser humano capaz de extraer lo que es verdad y lo que no, es decir, inculcar el pensamiento crítico y creativo, y entender cuáles son las fuentes directas de la información. En nuestras clases de historia no hay alumno que no pueda trabajar al menos con una fuente primaria.

«Debemos llegar a una civilización empática, y solo lo conseguiremos si somos capaces de generar una conciencia empática»

¿Qué papel tienen profesores y directivas?

La palabra clásica es ‘discernimiento’: saber leer, sospechar y contrastar para discernir dónde está la verdad, entendiendo la posición de cada quien. Debemos llegar a una civilización empática, y solo lo conseguiremos si somos capaces de generar una conciencia empática. La empatía no es solo ponerte en el lugar del otro, sino comprender cómo te afecta y hacer algo al respecto.

¿Cómo compaginar las necesidades y búsquedas individuales con el aprendizaje colectivo?

Lev Vygotski dice que sin lo social no hay experiencia personal, es decir, las interacciones con los demás son las que más me ayudan a generar un pensamiento individual. Yo necesito de tu tú, para ser mi yo.

¿Por qué dice que en educación hay que tener convicciones firmes, pero pocas?

Pocas porque son las que puedes llevar a término. Al tener pocas me puedo concentrar en el tipo de alumno que quiero que salga de mi colegio. Son convicciones fuertes sobre el tipo de ser humano, es una visión antropológica. Son las raíces de ese ser humano las que determinan la construcción del currículum, no al revés.

¿Y piensa que el modelo tradicional se enreda en las ramas?

Ilustrémoslo con la imagen de un árbol. Las raíces son el ser resiliente, saber comunicar, ser emprendedor, tener una creencia, confiar en uno mismo y demás valores supremos. El tronco son los saberes, como la filosofía, la historia, la ciencia, el arte, etc. Las ramas y las hojas son las lecciones, como la Revolución Industrial, el magnetismo o las vacunas. El problema de muchos colegios es que las ramas y las hojas pasan a ser raíces; las lecciones se convierten en algo absoluto.

¿Cómo se enseña a cultivar un sentido de vida?

Dando confianza. Que un alumno sienta que confías en él es fundamental para que empiece a cultivar sus propias convicciones y manera de vivir. No hay que decirle cuándo algo está bien o mal, sino plantearle la pregunta para que lo comprenda y entienda que reincidiendo en algo no obtiene buenos frutos. Las propias convicciones hay que saberlas generar en el alumno, no saberlas decir.

Unos premian la estimulación temprana y otros piensan que se sobreestimula a los niños, generando hiperactividad y falta de atención. ¿Qué piensa al respecto?

La primera estimulación es el amor y la ternura. En las edades tempranas –de 0 a 6– son fundamentales para crear en los niños un ámbito de contención afectiva. Desarrollar muchas actividades no llega, neurológicamente hablando, a estimular el cerebro por sí solo; para que ello ocurra, la afectividad es esencial. Si hay las dos cosas, un niño hiperactivo no tiene por qué haber sido muy estimulado. Lo que sí existe son muchas actividades que a veces no son prudentes para los niños. Me refiero a que cuando hay ese marco afectivo y familiar, todo lo que le des suma; cuando no, todo lo que le des no resta, pero tampoco suma.

¿Bastaría con que uno de los padres pudiera quedarse con los hijos?

No. En la sociedad actual no basta porque se necesitan niños competentes, no competitivos, y las competencias sociales se ganan con otros de su misma edad. Si tienen hermanos, ya nos podemos poner más de acuerdo. El mundo de hoy no tiene nada que ver con el que hemos vivido tú o yo, y el desarrollo del cerebro está enmarcado dentro de un contexto.

¿Cómo involucrar la familia?

La familia es un todo, la que te da confianza y seguridad para desarrollar lo que llevas dentro. El problema es lo temporal, porque un día es mamá-papá; luego, mamá-mamá; luego, mamá-papá–mamá… y hablo de casos reales. Un niño sometido a esas circunstancias tiene una dispersión no tanto en su conocimiento –que sería lo de menos– como en su afecto, y lo tenemos que ayudar afectivamente para que confíe en sí mismo y quede arropado. Yo por lo menos pido fidelidad, porque de lo contrario los niños terminan cosificados, y cuesta mucho su integridad.

La tecnología es una herramienta, pero parecería no ser un simple medio, sino el mensaje mismo…

Aislar la tecnología está mal. A la actual generación –llamada Z– no le puedes quitar algo con lo que ha nacido. La tecnología es una herramienta eficaz para brindar conocimiento e información, y con ella debemos forjar buenos ciudadanos digitales. Los colegios de hoy se deben esmerar no solo porque los niños no hablen a gritos, pinten paredes ajenas o arrojen basura en la calle, también porque se comporten bien en la red. Si se enseña que es un medio más, no debería crear adicción. Nosotros habilitamos tecnologías para los niños desde cuarto de primaria. El problema más serio de la tecnología es la afectividad, porque todo tu bagaje afectivo lo tienes en la red, lo llevas siempre, y eso podría generar una gran dependencia.

¿Por qué buscó en Colombia quién desarrollara el ajedrez en la primera infancia?

Queríamos implementarlo en España, y fue un ruso quien nos dijo que la persona que nos podía ayudar con ajedrez infantil era Adriana Salazar, una colombiana con un preescolar llamado Talento. Vinimos, nos gustó mucho su trabajo y la ‘secuestramos’ tres meses para que escribiera un libro y nos hiciese una serie de cartillas.

El ajedrez trabaja los dos hemisferios. Uno, es capaz de dar la dama para generar una estrategia en el contrincante, y eso es una movida creativa. El desarrollo lógico-matemático es el que vemos más claro, pero también está el espacial –en la forma de ver y prever las jugadas–, el kinestésico –en cuanto a que tienes que mover las fichas no solo en un tablero pequeño, sino en uno grande, cuando cada niño representa una pieza y debe moverse por el salón– el intrapersonal –la compostura y el dominio de sí–, el interpersonal –porque a veces son niños que no se relacionarían con otros si no fuese con el juego– y todo el pensamiento intuitivo –si se ganará o no la partida–.

Fuente de la Entrevista:

http://www.eltiempo.com/vida/educacion/monserrat-del-pozo-explica-su-pedagogia-para-ninos-en-la-escuela-203576

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Francia: El desalojo histórico en La Sorbona de París

Francia / 15 de abril de 2018 / Autor: ANSA / Fuente: El Intransigente

La lucha 50 años atrás se repitió anoche en La Sorbona, la histórica universidad de París

La policía de Francia evacuaba anoche por la fuerza la histórica universidad parisina de La Sorbona, ocupada por centenares de estudiantes en medio de una protesta masiva contra una reforma educativa impulsada en el país europeo.

Equipos de la policía motorizada, apostados alrededor de la universidad, impidieron hasta últimas horas de anoche que al menos 500 estudiantes apostados en el exterior ingresaran al claustro universitario, lo que dio lugar a una serie de enfrentamientos exactamente en el mismo lugar donde se produjeron los históricos choques del Mayo francés del 68, es decir, medio siglo atrás.

Según el rectorado de La Sorbona,»se recurrió al procedimiento en rigor luego de los atentados terroristas de 2015: solamente los estudiantes que cursan el tercer año son admitidos en el interior. El resto, no». Desde hace semanas los estudiantes de una decena de universidades francesas ocupan los edificios educativos en protesta contra la reforma que, según ellos, hace más selectivo el acceso a las facultades.

Fuentes de la policía dijeron que el desalojo de los estudiantes ocurre «en un clima tranquilo». La oficina del rector hizo saber que los estudiantes, reunidos en una asamblea general en La Sorbona, votaron la «ocupación» de los lugares en el marco de las iniciativas de protesta y que luego de tres horas de «tratativas estériles» con los estudiantes, el rector pidió la intervención de la policía.

Fuente de la Noticia:

https://www.elintransigente.com/mundo/2018/4/13/el-desalojo-historico-en-la-sorbona-de-paris-486446.html

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