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Argentina: Paro de 48 horas de los docentes de las universidades nacionales

Por: tiemposur.com.ar/ 11-04-2018

“Llevamos 40 días sin tener ninguna propuesta salarial luego de vencida la paritaria; nuestros salarios están congelados desde el mes de noviembre y todos sabemos de la escalada inflacionaria que estamos soportando el pueblo argentino”, señaló Antonio Rosselló, secretario adjunto de CONADU Histórica. “Asimismo nos adeudan varios conceptos salariales, empezando por la cláusula gatillo, suscrita el año pasado”.

Por su parte Luis Tiscornia, secretario general de CONADU Histórica, afirmó que “somos empleados de la Nación y el gobierno no sólo no da respuesta, sino que además lo que se dice y se especula es que depende lo que nos van a ofrecer a nosotros del resultado de las paritarias en la provincia de Buenos Aires”. En tal sentido enfatizó: “lo que tenemos que decir es fuerza a la docencia de la provincia de Buenos Aires, fuerza a la docencia de la Capital Federal porque evidentemente todas nuestras paritarias están entrelazadas. Efectivamente, el gobierno nacional quiere influir en todo el país para imponer un techo salarial del 15% lo que significa lisa y llanamente reducción de los salarios porque la inflación ya está por encima”.

También denunciaron el recorte de 3 mil millones de pesos al presupuesto universitario anunciado por la secretaria de políticas universitarias, Danya Tavella. Claudia Baigorria, secretaria de Formación de CONADU Histórica afirmó: “es importante que el jefe de gabinete vuelva atrás con esta resolución administrativa que implica casi un 25% de reducción del salario para funcionamiento de las Universidades Nacionales. A su vez, el gobierno prometió en 2016 retomar la discusión de los docentes ad honorem y sin embargo incumplió con esta promesa, del mismo modo que incumplió con el perfeccionamiento docente gratuito y otros ítems contemplados en nuestro convenio”.

Por CONADU, estuvieron Carlos De Feo (secretario general), Verónica Betancourt (secretaria adjunta) y Federico Montero.

*Fuente: https://www.tiemposur.com.ar/nota/148960-paro-de-48-horas-de-los-docentes-de-las-universidades-nacionales-

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España: Sobre el Modelo de Prácticas en la Universidad Pública

Por: Mundo Obrero. 11/04/2018

Cuando España se incorpora al Espacio Educación Superior de Europa, en los años de la organización contra el Plan Bolonia, se extiende la presencia de las prácticas en los planes de estudio. Es en este momento cuando aparecen la diferenciación entre prácticas extracurriculares y curriculares con el Estatuto de las estudiantes.

En pleno contexto de crisis, surgen las prácticas no laborales en empresa, una nueva figura alejada de las prácticas externas en universidad. Se configuran pues 3 tipos de prácticas no laborales en el sistema universitario español.

La función ideológica de la universidad respecto al sistema educativo en el capitalismo desempeña tres funciones principales: en primer lugar, la cualificación de la futura mano de obra, en segundo lugar, la producción y transferencia de conocimientos y en tercer lugar, la reproducción ideológica capitalista y patriarcal. Las prácticas en la universidad sostienen pues, las mismas características, pero acentuadas.

Las practicas suponen nuestro primer contacto con el mundo del trabajo asalariado y éste está completamente aislado de derechos y con un nulo contacto con el sindicato de las trabajadoras en la empresa. Es decir, supone la subordinación a los códigos del sistema productivo capitalista, junto la segregación por sexo por ramas de conocimiento y puestos de trabajo.

Las prácticas en las sucesivas adaptaciones del modelo productivo, ha cumplido la misión de asegurar una mano de obra totalmente gratuita con una gran flexibilidad de adaptación, es un completo proceso de alienación en el que realizamos prácticas para realizar un mejor trabajo para los dueños de producción.

La mayoría de los hijos, pero sobre todo hijas de la clase trabajadora no pueden permitirse la realización de prácticas universitarias sea éstas cuales sean puesto que generalmente las prácticas se realizan a tiempo completo y en adición al horario lectivo. Esto hace imposible compatibilizar y conciliar estudios, familia y cargas de cuidados y trabajo; suponiendo una expulsión de las estudiantes en estas circunstancias de cualquier tipo de prácticas, ya que trabajamos para pagarnos los estudios.

También se produce una privatización exógena de la educación pues la empresa privada gana presencia y en ocasiones gestiona directamente este tipo de prácticas.

Nuestra propuesta para el debate: apostar por la máxima laboralización de las prácticas. Es necesaria la eliminación de las prácticas extracurriculares y la eliminación de las prácticas no laborales en la empresa, pasando a regulación propia de un contrato laboral, el contrato de prácticas que se encuentra regulado en el estatuto de las trabajadoras. Esta regulación siempre ha de aspirar a que el reconocimiento de la relación laboral vaya acompañado de una remuneración y derechos de la estudiante, que entra en el mundo del trabajo, totalmente dignas.

A su vez, esta propuesta ha de ir acompañada con la defensa inevitable de la industrialización y cambio de modelo productivo bajo los principios que plantean tanto UJCE como PCE.

Por último, es necesario que cualquier regulación se adapte a la conciliación de la vida estudiantil, como trabajadora y como integrante en una vida familiar; así que debemos aprovechar el debate que se abre para exigir también tiempo parcial en las prácticas, así como otras herramientas facilitadoras.

Fotografía: La Comarca de Puertollano

Fuente:  http://www.mundoobrero.es/pl.php?id=7826
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Irlanda impartirá educación con contenido LGBT en escuelas

Por: http://segundoenfoque.com/ Elaine Marrero/ 10-04-2018

El Ministerio de Educación ordenó revisar el contenido sexual en los programas de estudios.

El Ministerio de Salud de la República de Irlanda ordenó evaluar la inclusión de contenido LGBT en el pensum de estudio de las escuelas de la nación.

En relación a esto, un comité en el Parlamento irlandés, advirtió que la orientación sexual en los colegios de la nación está muy desactualizada y requiere una nueva redacción.

Al respecto, el Ministro de Educación de Irlanda, Richard Bruton solicitó al Consejo Nacional de Currículo y Evaluación elaborar nuevas directrices. En ese sentido, el departamento aseguró que los contenidos LGBT son uno de los temas específicos que el ministro pidió considerar para modernizar.

“Es importante que revisemos esta área de aprendizaje para asegurarnos de proporcionar información adecuada a los estudiantes con respecto a la sexualidad y las relaciones a través del plan de estudios. Cada estudiante tiene derecho a acceder a información sobre salud sexual, relaciones y sexualidad, y esto debe ser explicado de manera objetiva en cada escuela. Quiero asegurarme de que el plan de estudios de RSE satisfaga las necesidades de los jóvenes de hoy”, dijo Bruton.

De igual manera, el Ministro explicó que la revisión también estudiará lasoportunidades de desarrollo profesional continuo que actualmente se brindan a los maestros de RSE. En ese orden de ideas, considera esencial que el plan de estudios lo impartan maestros  totalmente compatibles con el tema.

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Asimismo, manifestó que los docentes sientan comodidad enseñando el plan de estudios, mientras hablan con sus alumnos sobre sexualidad y relaciones.

En relación a esto, Bruton contó que a través de las escuelas para padres y estudiantes,las escuelas tendrán que establecer información para los padres con respecto a RSE.

Organizaciones pro LGBT complacidas con la iniciativa

Por su parte, la directora ejecutiva de BeLonG to Youth Services,  Moninne Griffith,señaló que están complacidos de que las relaciones y la educación sexual tengan una revisión que refleje las necesidades de los jóvenes de Irlanda especialmente los LGBT.

“Durante demasiado tiempo, se ha enseñado información sobre relaciones entre personas del mismo sexo, sexo seguro y asuntos LGBTI + en solo una pequeña minoría de aulas en Irlanda. Nuestros jóvenes LGBTI + han estado pidiendo mejoras en la educación sexual desde hace muchos años. Están frustrados por la falta de información disponible y ansiosos por ver mejoras significativas”, indicó Griffith.

En ese sentido, comentó que espera que esta revisión conlleve a que la implementación de RSE sea obligatoria para todas las escuelas.

De igual forma, aseguró que el trabajo de BeLonG to Youth Services con el sector educativo y las escuelas se ha centrado en llevar conversaciones e información sobre orientación sexual, identidad de género e igualdad a las aulas.

*Fuente: http://segundoenfoque.com/irlanda-impartira-educacion-con-contenido-lgbt-en-escuelas-2018-04-10

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EEUU:I Disapprove of School Vouchers. Can I Still Apply for Them?

Por: nytimes.com/Kwame Anthony Appiah/ 11-04-2018

My son attends preschool part time at a private Montessori school, which goes up to middle school. I like the school, and he is very happy there, but I can’t afford to keep him there when he starts kindergarten full time.

I believe that free public education is an important aspect of our society. Our local public elementary school is generally considered a decent option, but I worry about how standardized testing has changed the public-school landscape in recent decades. My son is thriving in his current environment, and the approach of traditional public schools is significantly different from Montessori’s. If money were no object, I would strongly consider keeping him at his current school.

Our state has a school-voucher program, which uses public money to help low-income families pay for private-school tuition. My family would probably qualify. But I believe that taxpayer dollars would be better spent to fortify public-school systems and should not be funneled to private schools. Given my beliefs, may I apply for a school voucher? Name Withheld

Looking after your son’s interests is a special obligation you have as a parent. “Special obligation” is a philosopher’s term, but it simply means that you have duties to him, arising out of your relationship, that you don’t have to other children. You’re not merely entitled to put his education first; you’re obliged to do so. You should feel free to use whatever legal means there are to get him a great education, including vouchers — unless you think they are so wicked that your participation in them would amount to condoning evil. If you just think the voucher program is bad policy, then join the campaign against it. That’s the right way to voice your judgments about the merits of educational policy. You don’t want to sacrifice your son’s education to abstract principle, especially given that you’re not going to end the voucher program by failing to make use of it. Our roles as parents, friends, employees and citizens can make conflicting calls on us.

But be sure you’re right about what’s in your child’s best interests. You should take a closer look at your local public elementary school, and not content yourself with the general skepticism you express about the “public-school landscape” and the effects of “standardized testing.” If it turns out that the private option isn’t obviously better, you can bring your beliefs as a citizen into a more natural alignment with your duties as a parent.

My children are currently in private school, although both were in public school for many years, and my younger one may switch back to public school for high school. I’m a big supporter of public education, so I was already feeling guilty about my choice — and then the federal tax bill passed in December. New tax rules allow pretax 529 savings accounts to be used not just for higher education but also for private precollege education. What should I do, if I want to do all I can to be a public-school ally? It seems there are three options: 1) Not take the tax deduction; 2) Take the deduction and give the money I save to the P.T.A. of a local underresourced public school or an organization working to improve public education; or 3) Take the deduction, figuring that as an N.Y.C. resident it will help offset the huge increase I expect to see in my taxes.Name Withheld

 Under the new federal tax act, you can withdraw up to $10,000 a year from a 529 savings account to pay for a student’s private precollege education. Vouchers lite! Previously, these accounts could be used only for higher education. But the way that the relevant “deduction” works hasn’t changed. When you pay into these accounts in New York State, your state income-tax liability is reduced up to a limit of $5,000 for a single person or $10,000 for a couple. Once in the fund, your money grows federal- and state-tax-deferred; but you don’t have to pay taxes when you take the money out, if it’s for a qualified educational expense. (The details here, as with much tax law, get complicated, but this is the basic picture.) You may well be paying into one of these funds already for your child’s college education and getting the maximum state-tax deduction. If so, this particular change in the tax law should not affect your income taxes very much.

Of course, any money you take out in the next few years won’t be available later for college expenses and won’t have compounded for long. Still, the new federal law does encourage you to save for private school as well as college in one of these funds. If things remain as they are, the federal provision that increases the use of these funds threatens to reduce state income-tax revenue. Then again, a “preliminary report” from New York’s tax department suggests that K-12 payments may not be considered qualified educational expenses and that the state could recapture any associated tax benefits. And, as you’re aware, this new use for 529 funds may do little to offset the loss to you that comes from no longer being able to deduct more than $10,000 in state property and income taxes from your federally taxable income.

None of that is ethics, though. My ethical view is you should take all the tax deductions you’re legally entitled to. Many features of our tax system are ridiculous; many are the product of lobbying without much regard for the public good. But you don’t have a duty to pay more than you are required to by law just because you and people like you are benefiting from bad policies, any more than you have the right to pay less than you’re required to when you take a hit from bad policies. The right thing to aim for is tax reform that makes the system fairer. (We will all have our own views about whether the recent tax reforms did that. Count me a skeptic.)

You’re already helping to pay for New York’s public schools through your taxes. Your choice to give your children a private education doesn’t lessen your financial support for public schools. If you want to lend additional assistance to public schools without sending your kids to them, you can, as you say, support the local P.T.A. You can also pay attention when voting for candidates for public office and vote for those who will do their best for those schools. And you could lobby your state to make sure that it excludes deductions related to 529 funds used for K-12 expenses — deductions that encourage people with your sort of income to leave the public schools. With more people like you as parents, those schools might provide better education for all our children.

*Fuente: https://www.nytimes.com/2018/04/10/magazine/i-disapprove-of-school-vouchers-can-i-still-apply-for-them.html

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India: Making educational innovations scalable

Por: thehindubusinessline.com/Rohan Sandhu /11-04-2018

Demonstrated impact, cost-effectiveness, and the ability to work with the existing system are crucial

India is reported to have about 15 million NGOs in the education sector. Combined with the proliferation of social enterprises in recent years, the space for non-government education innovations is rapidly becoming a network of cottage industries, with interventions often reinventing the wheel and successful practices not being appropriately leveraged to address India’s learning crisis at scale.

Former US President Bill Clinton’s observation while reviewing school reform initiatives in the US may hold true for India as well: “Nearly every problem has been solved by someone, somewhere. The frustration is that we can’t seem to replicate (those solutions) anywhere else.”

Over the past year, however, India’s Ministry of Human Resource Development (HRD) has made significant efforts to identify NGO-led innovations around the country and create platforms for them to present to and engage with state education departments.

HRD Secretary, Anil Swarup, calling himself a “principal facilitator,” travelled across States to identify innovative models and organised five workshops to showcase such education innovations. “A government champion,” the Brookings Institution’s Millions Learning report finds, is often the “linchpin behind experimentation and greater participation in policy-making.”

Complex undertaking

But, while a government leader’s backing is crucial, scaling is a complex undertaking that comes with some fundamental questions, and the need to recognise that not all innovations are necessarily scalable. Experiences of a number of educational innovations point to factors that are critical for an innovation to be one that is scalable — demonstrated impact, cost-effectiveness, and the ability to work with the existing system.

At the outset though, the definition of “scaling” itself must be clarified. Key here is the question of what should be scaled — an intervention as a whole or some critical components. The Millions Learning report, studying a multitude of case studies, concludes that the process of scale requires that a balance be struck between the non-negotiable elements that are imperative to the success of a programme and must be replicated, and other elements that can be adapted as per specific requirements of individual contexts.

This portends the need for rigorous impact metrics or proof of concept, and the ability to disaggregate the outcomes generated by an intervention’s myriad elements. But, as Mary Burns writes, “educational projects do not undergo the kind of meaningful or rigorous impact evaluations that determine whether they are indeed worthy of being scaled.”

A survey of about 40 technology-based education innovations in India corroborates this. While most innovations report their reach, information on their outcomes is seldom available. This, though, is linked to a larger systemic challenge — the absence of a universal assessments or monitoring framework, because of which there is no common benchmark against which outcomes across different models may be evaluated and compared. It is critical that this gap is addressed before innovations are scaled based on personal relations and adhoc decisions instead of well-defined impact metrics.

Apart from delivering impact, for a country like India, models that seek to scale must also do so in a cost-effective manner. As Venkatesh Malur, who led Sampark Foundation’s Pedagogy Framework — reaching over 2.8 million children studying in 46,000 primary schools in India — summarised inAccelerating Access to Quality Education that Subir Gokarn and I co-edited a few years ago, “There is a need to prioritise frugal innovations in classroom transactions and work in sync with the existing system that will leverage the existing teachers, systems, and infrastructure.”

In line with Malur’s point on frugality, Sampark’s Smart Class Kit costs one dollar per child per year. Other innovations which have attempted to scale reinforce this. Gyan Shala, which scaled its operations in Ahmedabad, Gujarat, to cover schools in West Bengal, Bihar, and Uttar Pradesh, operates with a total cost of education per student amounting to 3,000 per year. The Bharti Foundation’s schools similarly seek to deliver education at a rate that is lower than the government school system, so that they may be easily replicated by the latter.

In a similar vein, models that are able to scale must be able to operate within the constraints of the existing system, with the current set of teachers, school leadership, and government machinery. Often, social enterprises and NGOs, in an attempt to see some quick successes, actively avoid engaging with governments and teachers.

But if they wish to scale, such an attitude can prove deleterious. In several cases, pilots succeed in specific contexts with favourable conditions, but fail without these. In Kenya, for instance, limited understanding of public sector and political economy constraints prevented a contract teacher programme that was able to raise students’ test scores when implemented by an NGO, to show the same positive outcomes when implemented at scale by the government.

Studies attribute this difference to the “lack of attention to the interaction between the intervention being tested and the broader institutional context.” Ark, which designed a School Quality Assessment framework for 120,000 schools in Madhya Pradesh, sought to create a product that had government ownership from the very beginning and was “delivered with existing public sector capacity, rather than being dependent on a major skills upgrade” (Accelerating Access to Quality Education).As an innovation scales, partnering with the government system to build its capacity becomes even more critical since scaling is not just a straightforward process of replication, but a more complicated one of adaptation. Binswanger and Aiyar (2003) recommend real-time process-monitoring that provides “continuous feedback that enables the scaling-up process to constantly be improved.”

Given the state’s institutional capacity constraints, Malur writes how Sampark works “hand-in-hand with the state machinery,” providing support and strengthening it. Teachers, too, are provided constant support through continuous trainings, frequent visits from Sampark’s coordinators, and a helpline that is available at all times. On a related note, innovators must be flexible and open to deviating from their initial model. Ark’s SQA design underwent at least four changes over just one year based on constant testing. “The team rapidly discovered that their original ‘premium’ design was too complex for operating in the contexts, and with the resources, available.”

Ultimately, the success of scaling hinges upon a productive partnership between the innovation and the government and teacher system. This is a partnership that must be established at the very outset — embedded in the core design of the model — and one that needs to be deepened as the innovation is scaled up.

Remedial measures

Finally, the quest to scale should not cause us to ignore some fundamental issues. Several innovations — like remedial programmes — have actually cropped up in response to the challenges imposed by flawed policies. Scaling educational innovations is a worthy endeavour, but it is crucial that we don’t replicate band-aid solutions, while ignoring deeper malaises.

Additionally, it isn’t enough to think of innovation as being the domain of just NGOs and social enterprises. The narrative about the top-down centralised nature of the Indian education system that gives little agency to teachers, school leaders, and frontline administrators, is well-established. While there is undoubtedly a rich supply of innovations outside this system, the demand to adapt and scale these will only be amplified and made more organic if last-mile functionaries and implementers are given the time and space to deviate from the rigidities of the current governance framework.

The writer is an Associate Director at the International Innovation Corps, University of Chicago. This article is by special arrangement with the Center for the Advanced Study of India, University of Pennsylvania

*Fuente: https://www.thehindubusinessline.com/opinion/columns/making-educational-innovations-scalable/article23495239.ece

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Hacia la Postguerra del Gran Medio Oriente.

Por: Thierry Meyssan. Red Voltaire. 11/04/2018

Contradiciendo las apariencias que tanto aprecia la propaganda atlantista, Thierry Meyssan prefiere interpretar las relaciones internacionales a largo plazo. Estima que lo sucedido en Siria durante los 7 últimos años no fue una guerra civil sino una agresión externa y parte de una guerra regional de 17 años en el Gran Medio Oriente. De ese vasto conflicto, en el que Rusia sale vencedora ante la OTAN, está surgiendo poco a poco un nuevo equilibrio mundial.

Todas las guerras terminan con vencedores y vencidos. Los 17 años que acabamos de vivir en el «Medio Oriente ampliado», o Gran Medio Oriente, no serán la excepción de esa regla [1]. Saddam Hussein y Muammar el-Kadhafi fueron eliminados, Siria está ganando, pero no hay otro perdedor que el pueblo árabe.

Lo más que puede hacerse es fingir creer que el problema es sólo en Siria. Y que, en Siria, es sólo en la Ghouta. Y que, en la Ghouta, el Ejército del Islam [2] ha perdido. Pero ese simple episodio no bastará para proclamar el fin de las hostilidades que asolan la región, destruyen ciudades enteras y provocan la muerte de cientos de miles de hombres, mujeres y niños.

Sin embargo, la fábula de la extensión por contagio de las «guerras civiles» [3] permite a los 130 países y organizaciones internacionales que participaron en las reuniones cumbres de los «Amigos de Siria» negar sus responsabilidades y mantener la frente alta. Y, como nunca reconocerán su fracaso, seguirán perpetrando abusos y crímenes en otros teatros de operaciones. En otras palabras: la guerra que desataron en esta región terminará pronto, pero continuará en otra parte.

Desde ese punto de vista, lo que se puso en juego en Siria a partir de la declaración de guerra de Estados Unidos –la adopción en el Congreso estadounidense de la Syrian Accountability Act, en 2003, o sea hace casi 15 años– habrá moldeado el orden mundial que está surgiendo. En efecto, aunque casi todos los países del «Medio Oriente ampliado» se han visto debilitados por lo sucedido, y algunos incluso destruidos, sólo Siria se mantiene en pie e independiente.

Por consiguiente, el Pentágono ya no podrá poner en práctica la estrategia del almirante estadounidense Cebrowski, tendiente a destruir las sociedades y Estados de los países no globalizados y a obligar los países globalizados a pagar por la protección de los ejércitos estadounidenses para tener acceso a las materias primas y las fuentes de energía de los países destruidos. Aplicar esa estrategia será imposible en esta región, pero tampoco será posible en otros lugares del mundo.

Por iniciativa del presidente Donald Trump, las fuerzas armadas estadounidenses están abandonando lentamente su respaldo a los yihadistas y comienzan a retirarse del campo de batalla. Pero eso no convierte a la administración Trump en un gobierno de filántropos, sólo están siendo realistas y esa actitud debería poner fin a su implicación en la destrucción de Estados.

Volviendo a las bases de la Carta del Atlántico, en la que Londres y Washington se ponían de acuerdo, en 1941, para controlar juntos los océanos y el comercio mundial, Estados Unidos se prepara también para sabotear el comercio de su rival chino. Donald Trump está reformando el grupo QUADS (al que también pertenecen Australia, Japón y la India) para limitar los desplazamientos de la flota mercante china en el Pacífico. Simultáneamente, nombra como consejero para la seguridad nacional a John Bolton, cuya gran realización –bajo la administración de Bush hijo– fue implicar a los países de la OTAN en la vigilancia militar de los océanos y del comercio global.

Es muy probable que el gran proyecto chino de creación de «rutas de la seda», terrestres y marítimas, no llegue a concretarse en los próximos años. Como Pekín ha decidido hacer transitar sus mercancías a través de Turquía –en vez de hacerlo a través de Siria– y de Bielorrusia –en vez de Ucrania–, seguramente seremos testigos de la aparición de «desórdenes» en los países seleccionados como vías de paso.

En el siglo XV, China trató de reabrir la «Ruta de la Seda», construyendo para ello una gigantesca flota de 30 000 hombres, bajo las órdenes del almirante musulmán Zheng He. A pesar de la calurosa acogida que aquella flota pacífica recibió en el Golfo Pérsico, en África y en el Mar Rojo, aquel proyecto fracasó. El emperador ordenó quemar toda la flota y China se replegó sobre sí misma durante 5 siglos.

El presidente Xi se inspira hoy en aquel ilustre precedente para concebir la «Belt and Road Initiative» (Iniciativa del Cinturón y Ruta de la Seda). Pero, al igual que el emperador Ming Xuanzong, el presidente Xi podría verse obligado a renunciar a ese proyecto, lo cual implicaría la pérdida de las enormes sumas que su país está invirtiendo para concretarlo.

Por su parte, el Reino Unido no ha renunciado a su plan de nueva «revuelta árabe», que reedita la maniobra que le sirvió –en 1915– para poner a los wahabitas en el poder, desde Libia hasta Arabia Saudita, aunque la llamada «primavera árabe» de 2011, destinada a poner el poder en manos de la Hermandad Musulmana, se ha estrellado contra la resistencia siro-libanesa.

Londres pretende aprovechar el «giro hacia Asia» de Estados Unidos para restaurar su propio esplendor en las tierras de su antiguo imperio. Hoy se dispone a salir de la Unión Europea y orienta sus fuerzas armadas en contra de Rusia. Ha tratado de reunir a su lado el mayor número posible de aliados mediante la manipulación del «caso Skripal», pero ha sufrido numerosas decepciones, como la negativa de Nueva Zelanda a seguir haciendo el papel de dócil «dominion». Lógicamente, Londres reorientará a sus yihadistas en contra de Moscú, como ya lo hizo antes, durante las guerras desatadas en Afganistán, Yugoslavia y Chechenia.

Rusia, única gran potencia que sale victoriosa del conflicto en el Medio Oriente, ha logrado concretar el objetivo que Catalina La Grande [4] se había fijado: tener acceso al Mediterráneo y salvar la cuna del cristianismo, pilar de la cultura rusa.

Moscú debería ahora desarrollar la Unión Económica Euroasiática, a la que Siria desea integrarse –Damasco ya presentó su candidatura en 2015. En aquel momento, la adhesión de Siria a esa asociación de países quedó en suspenso a pedido de Armenia, inquieta ante la entrada de un país en guerra en ese espacio económico común.

El nuevo equilibrio del mundo ya es bipolar desde el momento en que Rusia dio a conocer su nuevo arsenal nuclear. Es muy probable que el mundo se divida en dos, pero no por que exista una «cortina de hierro» sino sólo por voluntad de las potencias occidentales, que ya están separando los sistemas bancarios y que pronto tratarán de hacer lo mismo con internet. Ese orden mundial bipolar se basaría en la OTAN, que ya no tendría enfrente el Pacto de Varsovia sino la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC). En un periodo de 30 años, Rusia ha pasado la página del bolchevismo y ha desplazado su influencia del centro de Europa hacia el Medio Oriente.

Mientras tanto, en un movimiento de balanza, Occidente –el antiguo «mundo libre»– se convierte en un conjunto de sociedades coercitivas de falso consenso. La Unión Europea se dota de una burocracia más grande y opresiva que la de la desaparecida Unión Soviética, mientras que Rusia vuelve a ser el defensor del Derecho Internacional.

*Fuente: http://www.voltairenet.org/article200455.html

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España. Educación: derecho o negocio

España/ 10 de abril de 2018/Por: Antonio Rodríguez de la Fuente/Fuente: http://www.diariocordoba.com

Ya hace meses que empezó el curso lectivo y se abrió el telón de la comedia que tiene como argumento la educación nacional. El adorno partidista de los programas electorales. El sacapechos de todos, y cada uno, de los gobiernos españoles, tanto del PP como del PSOE. La carta con la que nos jugamos el futuro como país desarrollado y altamente competitivo. La sempiterna reivindicación de cualquier político con aspiraciones de gobierno. En fin, un año más se desarrolla el curso académico sin Pacto de Estado por la Educación. ¡La gran asignatura «muy» pendiente de la democracia española! Y argumento muy a tener en cuenta a la hora de valorar lo que ocurre con los nacionalismos donde la educación juega un papel importantísimo, determinante a la hora de legislar, valerosamente, para hacer de la enseñanza doctrina instruida que busque la unión ciudadana en torno a una España que, verdaderamente, sea indivisible.

Que los españoles no se preocupen: jamás habrá un pacto que perdure en materia educativa porque, con el pacto y la materia, solo convive la más interesada, retrógrada y enfermiza ideología partidista.

La ley Villar de 1970 implantó la educación general básica. Pasado no mucho tiempo, se supo que nunca hubo una educación común a todos los individuos que constituyen un todo, sino dos caminos muy separados: los colegios privados y las escuelas públicas; el colegio era el «del brillito» y la escuela la «de balde», donde asistían los «niños de la calle». Ahora existen los colegios privados, colegios concertados y colegios públicos, y, obviando los primeros, los segundos y terceros jamás lograrán ponerse de acuerdo porque los concertados, dentro de su heterogeneidad, son máquinas reivindicativas, infatigables, en su derecho de elección, de distinción, de separación y de reclamación de recursos públicos con intención de introducir particularidades educativas más afectas a «lo privado» que a lo general o universal. Este mal endémico del sistema que se mantiene por la inercia natural del obligado cumplimiento, nunca se resolverá porque siempre faltará la más mínima dosis de voluntad política para afrontarlo con realismo, con autenticidad y veracidad.

Las siete leyes educativas, en 39 años de democracia, no han sido capaces de establecer unos principios pactados que, a largo plazo, sean fundamento del sistema educativo que, sin someterse a la lacra de la derogación, construyan un acuerdo, al que todos dicen aspirar, que marque el ritmo «nacional» de la educación de los españoles.

No se puede concebir, ni comprender, que siga vigente un sistema que no incentive el esfuerzo personal del alumno; antes al contrario, lo libera de la más mínima responsabilidad al permitirle pasar de curso sin haber aprobado todas las asignaturas del anterior. Esto revela, por sí mismo, la actual concepción escolar y educativa: más como un lugar de «pasar el tiempo obligatoriamente» que de instrucción y conocimiento como pilares maestros en el desarrollo vital del alumnado. Por eso en Alemania los colegios –sobre todo los públicos– sorprenden por su eficiencia y organización educativa al entender muy bien para qué, cómo y por qué está el alumno en sus aulas. Y en Finlandia, multiplíquese por dos…

Posiblemente, para no caer en demagogias contaminantes haya que contestar, con amplitud de miras y sin cortoplacismos políticos, a las siguientes interrogantes: ¿Enseñanza privada concertada o totalmente pública? ¿En España es la enseñanza un derecho o un negocio? ¿Modelo educativo y, a través de él, modelo de sociedad? ¿En el actual sistema educativo qué es lo que separa y qué es lo que jamás unirá? ¿Quién educará a los futuros maestros y profesores, dónde, cómo y con qué plan de estudios? ¿Por qué hay que aceptar en la docencia la sobrecarga como un mal necesario, un hábito o una costumbre?

Parafraseando a Ortega y Gasset, tendríamos que decir referente a la educación española que «no sabemos lo que nos pasa y eso es precisamente lo que nos pasa».

Fuente de la Noticia:

http://www.diariocordoba.com/noticias/opinion/educacion-derecho-negocio_1216870.html

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