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Estamos iniciando un nuevo período de gobierno y necesitamos proyectarnos hacia adelante y articular las 160 medidas de políticas planteadas en el discurso de investidura, en una visión del país hacia el bicentenario. Convertir al Perú en un país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el club de países de mayor desarrollo del planeta, resume como corolario el conjunto de logros de este próximo quinquenio.

Ya otros países latinoamericanos accedieron a la OCDE, como México en 1994 y Chile en el 2010. El resto de integrantes son principalmente europeos, además de Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Japón y Corea del Sur. Colombia y Costa Rica se encuentran como postulantes y están abocados a cumplir los requisitos del proceso de acceso.

Desde su fundación en 1960, solo 35 países conforman la OCDE. Hace pocos años el Consejo de la OCDE estableció el Programa País, dirigido a aquellos que aspiran a formar parte de la organización. El Perú fue invitado a sumarse pero en la carta de invitación se señalaron temas pendientes relacionados a educación, acceso a servicios básicos e informalidad.

Este propósito supone avanzar en cubrir las brechas entre nuestros indicadores y los de los miembros de la OCDE. El PBI per cápita ponderado de la OCDE es de US$ 38.791, por ejemplo, frente al peruano que es aún de US$12.195. Su índice de desarrollo humano es de 0,882 y el nuestro de 0,734. En cuanto a la inequidad en los ingresos, el coeficiente de Gini de los países miembros de la OCDE es de 33,07 frente al 44,7 peruano. El índice de fragilidad –que describe el grado de vulnerabilidad de un país frente a un conflicto interno en una escala de 0 a 120– es de 71,9 en el Perú, lo que significa ‘alarma’, y es muy superior al 34,2 (‘sostenible’) de la OCDE. Respecto al índice de respeto a la ley, el cual mide qué tanta adherencia a las leyes hay en un país, la OCDE está en 0,73 y nosotros en 0,50.

Por otro lado, con relación al índice de percepción de la corrupción (donde 100 es el nivel de mayor honestidad y 0 el nivel más corrupto), el Perú tiene un promedio de 36 y los países de la OCDE 70. Las cosas nos van mejor con el índice de libertad económica, donde Perú se encuentra con una libertad moderada de 67,7, algo menor al 71,2 promedio de la OCDE. Asimismo, el índice de prensa libre, donde la calificación de 1 significa libertad plena y 100 completo control, la OCDE tiene un promedio de 19,4 y Perú de 30. Finalmente, respecto al índice de democracia, la OCDE presenta un promedio de 8,2 que significa democracia plena, y el Perú con 6,58 encarna una democracia frágil.

Tenemos, por tanto, muchísimo por hacer. Ingresar a ese selecto grupo de países es el premio por el cual vale la pena que todos rememos en la misma dirección.

Fuente: http://elcomercio.pe/opinion/colaboradores/lejos-cerca-ocde-juan-arroyo-noticia-1928050