América Latina / 20 de mayo de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: Momarandu
Rectores de Universidades de Argentina, Brasil y Paraguay coincidieron en la necesidad de defender la autonomía de las instituciones universitarias y el rol de la Universidad pública frente a tendencias que promueven la privatización de la educación superior y ajustes en la inversión estatal. Instaron a lograr una real integración de la educación superior en América Latina
El panel de rectores/as, “Miradas y desafío de la Educación Superior latinoamericana” se llevó a cabo en el marco de la jornada “La Reforma del 18 en la Universidad Argentina y Latinoamericana”, que tuvo como sede a la Universidad Nacional del Nordeste, con diversas actividades realizadas en el Campus Resistencia, con presencia de académicos nacionales e internacionales.
El Panel contó con la disertación de la profesora Berenice Quinziani Jordão, rectora de la Universidad Estadual de Londrina y presidente de la Zicosur Universitaria; el doctor Mariano Adolfo Pacher Morel, rector de la Universidad Nacional de Canindeyú (Paraguay), y vicepresidente de la Zicosur Universitaria; y el ingeniero Flavio Flama, rector de la Universidad Nacional de Catamarca y presidente del Grupo de Universidades del Norte Grande Argentino.
El cierre del panel estuvo a cargo de la rectora de la UNNE y representante de AUGM, profesora María Delfina Veiravé.
Destacaron la notoria incidencia del proceso reformista de 1918 no sólo en Argentina sino también en toda Latinoamérica, para el logro de una universidad pública, gratuita, inclusiva y vinculada con la sociedad.
Pero también trazaron desafíos actuales y futuros, y en ese sentido coincidieron en la necesidad de lograr una integración regional de las universidades de Latinoamérica, para que la proximidad física territorial se transforme, además, en una proximidad de acciones cooperativas para lograr transformaciones sociales necesarias.
En especial refirieron a tendencias en países de la región que avanzar hacia favorecer una privatización de la Educación Superior, en desmedro de las universidades públicas que aportan calidad al sistema educativo, además del rol que cumplen como institución imbuida de las realidades y necesidades sociales.
Asimismo, expusieron preocupación hacia corrientes de pensamiento que consideran excesivo el gasto universitario y apuntan hacia un ajuste en el presupuesto de la educación superior y un control del ingreso gratuito e irrestricto.
RECTORA DE BRASIL
La rectora Berenice Quinziani Jordão, de la Universidad Estadual de Londrina y presidente de la Zicosur Universitaria, sostuvo que las universidades tienen un papel clave para el desarrollo de las sociedades locales y de la región latinoamericana.
Indicó que la reforma de 1918 de Argentina, expandida a todo Latinoamérica, posicionó a la Universidad como un bien público y un deber del Estado, y se preguntó “¿Hasta qué punto se está cumpliendo ello?”, en relación a lo que consideró una creciente presión hacia la mercantilización de la educación superior, así como acciones de algunos gobiernos nacionales que dejan entrever el financiamiento universitario como un gasto más que una inversión.
Hizo un repaso de datos sobre la educación superior en Brasil, y destacó que, en su país, el 87% de las instituciones son privadas, y entre las instituciones públicas sólo el 8% son universidades públicas, pero las universidades públicas concentran el 53% de los estudiantes y el 90% de la investigación que se hace en el país.
Las universidades públicas además son las que ofrecen una mayor cantidad de carreras, las que cuentan con mayor proporción de docentes con títulos de doctorado, la mayor matrícula de estudiantes extranjeros, y una mayor calidad en la enseñanza.
Pero sostuvo que se experimenta en los últimos años un incremento de la matrícula de estudiantes en instituciones privadas, y un crecimiento de la educación a distancia como modalidad en la enseñanza privada.
Indicó que se habla que el gasto por alumnos de la universidad pública es de hasta cinco veces mayor que el gasto por alumno de la universidad privada, pero aclaró que “las universidades privadas no hacen investigación, extensión, no brindan servicios a la sociedad, no cuentan con plantel docente de máxima formación ni con calidad educativa acreditada”.
Sostuvo que estas corrientes que hacen ver a la universidad pública como un gasto se observan con fuerza en Brasil, pero también en otros países de la región.
Instó, como otros desafíos, a flexibilizar currículos aportando calidad a los contenidos; mejorar la pertinencia del vínculo con la sociedad; fortalecer la articulación con el Nivel Medio para mejorar la calidad general de la educación; disminuir las brechas de acceso a la universidad en el interior de los territorios de los países de América Latina; y avanzar hacia una real adaptación a las modernas tecnologías.
PARAGUAY
Por su parte, el doctor Mariano Adolfo Pacher Morel, rector de la Universidad Nacional de Canindeyú (Paraguay), y vicepresidente de la Zicosur Universitaria, sostuvo que la Reforma Universitaria de 1918 no fue sólo una reforma educativa sino un fenómeno social que sentó bases también en su país.
“Es necesario que el homenaje a los reformistas permita pensar en nuevos cambios y transformaciones de la educación universitaria” señaló.
Sostuvo también la necesidad de estar alertas a tendencias que buscan avanzar sobre los recursos para las universidades, lo que implica una afrenta a la autonomía.
Comentó que en Paraguay hay 54 universidades y sólo 8 son públicas, y el 30% de los estudiantes universitarios están en instituciones públicas.
“A pesar de esta desventaja, cada vez más organismos internacionales acentúan reclamos de ajustar el gasto universitario”.
El rector Pacher Morel indicó que existen en negociación acuerdos del Mercosur con Unión Europea en la que una de las condiciones es avanzar en un recorte del gasto en Educación Superior.
Llamó también a lograr una integración regional de las universidades como canal para lograr también afianzar la integración de los países.
NORTE GRANDE ARGENTINO
El rector de la Universidad Nacional de Catamarca, y presidente del Grupo de Universidades del Norte Grande Argentino, ingeniero Flavio Flama, trazó un repaso histórico de la Reforma Universitaria de 1918, y destacó el rol de los estudiantes en ese movimiento.
Comentó que en 1918, la Universidad Nacional de Córdoba, donde se gestó la reforma, tenía 1.500 estudiantes y había cerca de diez mil estudiantes universitarios en todo el país, y las bases de ese movimiento reformista siguen vigente en la actualidad en la que Argentina tiene más de 2,3 millones de estudiantes universitarios.
Entre los desafíos actuales instó a consolidar la integración regional y consideró que no se ha alcanzado en profundidad la tarea de extensión como una función esencial de las universidades.
Sostuvo que la matrícula universitaria en los últimos 25 años se duplicó en Argentina y creció con más fuerza en otros países como Brasil, y seguirá creciendo aún más en las próximas décadas; sin embargo, esas demandas fueron en gran parte canalizada por las universidades privadas.
“Tenemos que llegar a más gente pero con otras modalidades”, dijo, y llamó a actual rápidamente en el uso de las nuevas tecnologías y la educación a distancia como forma de contener la demanda de expansión de la educación superior.
RECTORA DE LA UNNE
Como cierre del Panel, la rectora de la UNNE, profesora María Delfina Veiravé, también hizo un llamado a la defensa de la universidad pública y la integración regional.
Indicó que, entre otros ejes que se ponen en debate en torno a la educación superior en América Latina y el Caribe, se pueden mencionar interrogantes como: “¿Educación superior para quiénes y con qué propósito? ¿Cuál es el lugar de la universidad en el desarrollo nacional? ¿Al servicio de qué proyecto de desarrollo se direccionan los aportes de la universidad? ¿Es cautiva de intereses económicos y políticos ajenos a la mayoría o está al servicio de los sectores populares y del desarrollo nacional sustentable? ¿Educación superior como derecho humano y bien social y público o como servicio y bien transable?”
La rectora dijo que es importante reconocer las historias y configuraciones que caracterizan al continente y que a mediados de la década de los 90 había dos modelos en tensión: un modelo de desarrollo diversificado y cooperativo y otro diferenciado y competitivo.
Comentó que las universidades siguieron derroteros diferentes según historias y coyunturas políticas. Hay situaciones disímiles entre el papel del Estado y el mercado, con preeminencia del Estado en Argentina y Uruguay, prevalencia del rol del mercado en Brasil y el costoso proceso de alcanzar la gratuidad en Chile, son ejemplos de esta diversidad.
Sostuvo que en América Latina y el Caribe hay 23 millones de estudiantes, 3.900 universidades y 10.500 instituciones de educación superior no universitaria.
“La expansión se dio con creciente segmentación de los niveles de calidad en las instituciones y una de las tendencias más preocupantes del crecimiento es que se dio en la oferta de educación privada y asistimos al surgimiento de un sector de corporaciones financieras con fuerte poder en el mercado la educación y con una lógica comercial en sus estrategias”, manifestó.
Acotó que esto ha llevado a tener sistemas de educación con misiones, forma de organización y visiones muy diferentes, que sumado a la escasa regulación deteriora la calidad y pertinencia de la educación superior.
Por último señaló algunas “alertas”, recomendaciones, puntos de directrices coincidentes del panel, como ser reforzar el rol activo del Estado en la política de educación superior, con recursos económicos para nuevas carreras, equipamientos, recursos humanos, que garanticen el desarrollo de la educación superior. Pero también implica garantizar el rol del Estado en la fiscalización de la calidad educativa.
Además, consideró relevante reafirmar el sentido de lo público de la educación superior, que va más allá de las condiciones administrativas de las instituciones, y guarda relación con el proyecto educativo de las universidades y la capacidad de participar como espacio público de debates y deliberación.
“Hay riesgo de vaciar a la educación del sentido de lo público, de privar a la educación de su misión cívica, cultural, transformadora, y de la misión científica tecnológica, histórica-crítica, en la producción de conocimientos originales” señaló.
Para finalizar indicó que las universidades sirven a las democracias, a las demandas de igualdad, “y es una función y responsabilidad de las universidades”.
Departamento de Comunicación Institucional del Rectorado de la Universidad Nacional del Nordeste
Fuente de la Reseña:
http://www.momarandu.com/amanoticias.php?a=7&b=0&c=165466